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pensamiento que afirme la centralidad, el valor, la dignidad del ser humano, o que muestre una
preocupación o interés primario por la vida y la posición del ser humano en el mundo. El
El humanismo Bolivariano es socialista por que plantea una ruptura epistemológica con
El socialismo es el sistema que coloca lo humano por encima del capital; es, según el
Amauta peruano José Carlos Mariátegui, “la realización de un inmenso ideal humano”. Es
humanista por cuanto su preocupación y razón de ser es el hombre y su desarrollo integral con
fundamental importancia como: Reivindicación del papel del hombre, del indigenismo, de las
mayorías nacionales como sujeto fundamental del proceso revolucionario, para que este
importante conglomerado social, pueda alcanzar sus derechos humanos, respeto político, social y
constitucional. Lo cual incluye respeto a sus costumbres, lengua, territorio, memoria histórica,
ajuste de cuenta con la injusticia y un importante paso hacia la integración nacional. También
mediante las radios comunitarias alternativas y la prensa alternativa, es parte importante de esta
ideas que van emanando en sus escritos y discurso y que fueron madurando en su vida cotidiana
dejando para la posteridad lecciones morales concretas que lo ha inmortalizado para siempre.
de derechos de todos los seres humanos, la oportunidad y la condición externa para una buena
vida.
Bolívar sugería una educación revolucionaria; una educación para el futuro de Venezuela.
No tenía como propósito el mantener una situación existente, sino que pretendía una
americana y no para mantener la idea de España como patria; no se buscaría el conservar una
estructura político administrativa caduca, sino justamente, para destruirla y construir una
adecuada; no para la idea de una ficticia paz y armonía. Buscó innovaciones en Educación
Superior, en formar escuelas donde las niñas pudieran formarse al igual que los varones, buscó la
promoción de la educación popular, de la integración social en las escuelas y hasta llegó a enviar
becarios a Europa.
elemental para la liberación definitiva de los pueblos latinoamericanos, ya que representa una
expresión formada al calor de los magnos principios éticos y morales que el Libertador fue
construyendo en cada una de sus experiencias, que en los diferentes conflictos y escenarios pudo
enfrentar dentro de la realidad continental, que hoy se perfila como una inminente solución a los
gravísimos males causados por el capitalismo salvaje que avasalla a los pueblos más pobres del
mundo, expoliando sus riquezas y alienando sus culturas. Hoy más que nunca este pensamiento
debemos enarbolar y hacer tremolar con orgullo y abnegación sublime, en los aires del ambiente
de la revolución que nos conduce hacia el socialismo, en la que el pueblo ha sido protagonista y
que debe seguir protagonizando con patriótico sentimiento hasta lograr la victoria final.
hoy, en franca lucha por deshacernos de las garras imperiales de los jerarcas del gobierno
Para él Educación debe tener una función vital y social-humanista, donde se respeten los
deberes y derechos de todos los seres humanos. Rodríguez proponía educación para todos: para
los pardos, para los pobres; también una educación para preparar artesanos y hombres útiles, es
decir, humanizar a las personas mediante la educación para que puedan vivir dignamente.
Buscaba una educación holista que preparara a las personas para la vida y de ese modo poder
humanista que le correspondió accionar a Simón Rodríguez, era sin duda alguna adversa a un
sociedad en la que viven, su desarrollo humano y personal en el contexto del desarrollo social y
emancipación social y humana. Una educación que permita a cada uno desarrollar a plenitud sus
talentos y construirse como persona y ciudadano solidario y productivo. Que le enseñe a ser, a
convivir, a aprender y a trabajar. En fin, una educación que le enseñe a cada individuo crecer y
desarrollarse como persona y a preocuparse por su entorno social, que le enseñe los valores y
principios de su sociedad. Formar individuos que enfrenten al mundo valiéndose de sus destrezas
y habilidades. Formar personas pensantes que no se valgan solo de la memoria y por último que
recursos humanos que sean capaces de “colonizar el continente con sus propios habitantes” para
“Naturaleza es todo lo que existe, en toda forma, ¾espíritus y cuerpos”, escribió Martí en
un apunte sin fecha. No sabemos si persistió en esta idea, pero es constante en toda su obra una
concepción de la Naturaleza como realidad, por así decirlo, magistral. En ella está la inspiración,
el ejemplo, la sabiduría, lo cual sólo es posible si, como dice el apunte, ella incluye tanto “el
misterioso mundo íntimo” como “el maravilloso mundo externo” y si “la naturaleza observable
es la única fuente filosófica”. El verso óptimo será “el verso natural”. La religión futura, la
religión “natural”, de la que por cierto también hablara San Pablo (Romanos, 2, 14-16). Siendo
así, el humanismo martiano resulta una especie original de “naturalismo” en cuanto la Naturaleza
diamante, / antes que luz es carbón”, en que la armonía, la justicia y la belleza son hijas del
histórica.
humanismo es el que está en el Evangelio. La humanidad de Dios se llama Jesucristo. Por eso
Martí dijo ser “pura y simplemente cristiano”, entendiendo por ello el sufrimiento redentor: dar
su sangre “por la sangre de los demás”. Pero tiene también una visión humanista de la naturaleza
física, porque desde temprano (antes de leer a Emerson, ya desde su periodismo mexicano)
percibió la analogía entre los hechos físicos y los que llamó “hechos del espíritu”, y porque,
como se verifica en sus últimos Diarios, la naturaleza patria que lo recibía en el combate
redentor, llegó a ser para él un libro tan abierto, sabio y elocuente como piadoso.
Quevedo. Del tránsito de la Edad Media al Renacimiento su figura tutelar fue Dante, que ilumina
sus Versos libres y todo lo secretamente auroral de su prosa mayor, desde el “Prólogo a El
poema del Niágara” de Juan Antonio Pérez Bonalde. Lo que él retiene de la herencia humanística
neoclasicismo.
Durante toda su vida Martí libró una tenaz batalla íntima y pública contra el odio. Como
todas sus convicciones, esta de la necesidad de combatir el odio se movió en dos planos conexos:
sobre el odio la obtuvo en el presidio político, donde descubrió que la “reacción” del odio, por
legítimo que sea, es una forma profunda de esclavitud, una ganancia del enemigo, un lastre para
la verdadera “acción” revolucionaria, que debe partir de una raíz de libertad interior. Allí
comprendió que también los flageladores de las canteras de San Lázaro, en cuantas víctimas
sus propios padres y con las virtudes del “sobrio y espiritual pueblo de España”, distinguió
guerra sin odio, porque, además, el odio “no construye”, su obra es siempre “reaccionaria”, los
que odian “son la ralea”, hay que aprender a “domar el odio”. Dos hechos le daban la razón en la
entre militaristas y civilistas, entre los jefes, entre aldamistas y quesadistas, habían minado desde
adentro la guerra del 68. Pero lo que Martí llamó la “fórmula del amor triunfante”, va mucho
más allá de una rectificación o superación política. Se trata de un amor cognoscitivo (“el amor es
quien ve”) y del amor como sol de la vida, el que hay que conquistar, no solo políticamente, “con
La aspiración a una cultura o una religión que las integre todas resulta evidentes en Martí,
pero sin nada que ver con la globalización sin rostro que hoy nos amenaza. Ni siquiera en la
estrategia política de la América del Sur frente a la del Norte, y aunque ello implicara disentir de
una tesis bolivariana, fue partidario Martí de sacrificar el “ansia del gobierno local y con la gente
de la casa propia”. Perder la individualidad de las culturas sería perder la cultura misma. En “La
Exposición de París” vio algo más que un espectáculo vistoso, sintió y nos hace sentir una visión
profética de la fraternidad, de la armonía de los pueblos del mundo, cada uno con sus modos
muchas veces llamó “la religión venidera”, partiendo del hecho de que todas las religiones, por
reveladas que sean para sus fieles, se manifiestan y actúan en la historia, la concibió como aquel
punto futuro en que el hombre llegue a ser capaz de ir a lo esencial e innato de su apetencia
trascendente. Esa religión venidera, sin perder la pluralidad de sus manifestaciones culturales,
saldaría sus deudas con la razón y con la libertad: una “razón nueva”, tan rigurosa como abierta a
amoral; una libertad cuyos límites estuvieran únicamente en el respeto a “la dignidad plena del
hombre”. No presenta Martí estas ideas como utopías, ni siquiera como esperanzas realizables,
sino como resultado de las leyes del espíritu y la historia. Su inspiración, diríamos hoy,
tercermundista, está limpia del resentimiento del colonizado o del perteneciente a un mundo
“periférico”. No podía desconocer esa situación quien llevaba en el cuerpo las marcas de la
esclavitud. Su obra y su vida, sin embargo, fueron una dádiva libre a todos los hombres.
El Pensamiento Social en Ezequiel Zamora, Fidel Castro, Ernesto “Ché” Guevara, Hugo
permitían desperdiciar el tiempo en discusiones sobre futuros planes de reforma social. Era
revolucionario, un hombre de acción y pensamiento, que leía, estudiaba y discutía con la firme
intención de hacer la revolución. A pesar de ser blanco y vivir en una sociedad donde la
adivino la madurez que en tan encarada lucha la razón estaba de parte de los hambrientos y
opulentos, sus pensamientos estaban identificados y dirigidos con los sentimientos y aspiraciones
de las masas populares venezolanas y el desarrollo apasionado ideal igualitario que fue digno
permanente en su vida. Sus pensamientos estaban dirigidos a defender a los humildes y a los
débiles, expreso con absoluta fidelidad sentimientos democráticos y las reivindicaciones
Tanto así que la lucha de Zamora fue la lucha por una redistribución de la tierra, "Tierras
y Hombres Libres" fue su consigna principal que encontró un masivo apoyo en los habitantes del
campo que para ese entonces era la mayoría del pueblo venezolano. Por su parte el sector
minoritario que ejercía el dominio fue claramente identificado por Zamora como el enemigo a
vencer, "Horror a la Oligarquía" repetía continuamente. Nadie más que Zamora podía plantear el
protagonismo de los desposeídos como paso fundamental para el logro de la igualdad social y lo
que es más importante para la creación de la democracia popular. Nuestro proceso se nutre del
pensamiento Zamorano para establecer que los cambios se harán con los sectores populares, para
el beneficio de ese 80% de venezolanos y venezolanas que han estado históricamente excluidos y
Es indudable el carácter profundamente social del pensamiento y obra del gran líder
momento a la reivindicación profunda de los derechos fundamentales del hombre. En tal sentido,
considerado asumir con fidelidad y originalidad las ideas de Marx, Engels, y Lenin a partir de
escardar dogmatismos, voluntarismos y tergiversaciones y sumar los aportes con que han sido
enriquecidas estas ideas. Al respecto Fidel Castro acentúa que “haber interpretado de forma
ropaje marxista y sobre el debido enfoque para abordar ideas revolucionarias sin incurrir en
posiciones dogmáticas, advertía que: “… hay ideas que incluso se esgrimen en nombre del
marxismo que parecen verdaderos fósiles;” tuvo los marxismos geniales pensadores: Carlos
Marx, Federico Engels, Lenin, para hablar de sus fundadores. Pero necesita el marxismo
desarrollarse, salir de cierto anquilosamiento, interpretar con sentido objetivo y científico las
realidades de hoy, comportarse como una fuerza revolucionaria”. Veinte años más tarde el
debilitamiento y posterior derrumbe del socialismo en Europa del Este demostrarían la necesidad
de esta alerta.
De hecho, Fidel Castro es una figura ejemplar tanto para el pueblo cubano como en su
por su sagacidad,
bienestar del pueblo, desde el establecimiento de las líneas programáticas de la revolución con
respecto a la educación, tal como las medidas tomadas en los territorios liberados por el ejército
tenia para las transformaciones sociales y en este sentido Fidel consideraba a la educación como
la solución a los grandes problemas sociales y elemento básico para promover cambios radicales
en la vida de su país, para ello incluye la elevación del nivel escolar y cultural de la población de
manera que puedan enfrentar el desarrollo científico de la época. Destaca así el lugar que ocupa
en vinculación con las organizaciones sociales y de masas. Además, en 1962 se llevó a cabo la
campesino, la creación de los primeros círculos infantiles. En la esfera del deporte la práctica
Asimismo, las ideas de Fidel Castro sobre la religión han sido una obligada referencia en este
análisis y la comprensión del cómo se asume la religión como conciencia y fenómeno social en
el socialismo cubano.
“Un tema que me interesó siempre mucho, una cuestión que siempre me interesó, como
tema político, como tema histórico, era la cuestión de la relación entre revolución y creyentes,
porque nosotros nos consideramos revolucionarios y actuamos a partir de esa idea siempre, de
por qué haber contradicción entre la conciencia política y la conciencia religiosa cuando tienen
un basamento de justicia y amor que hace realista su unidad. La relación dialéctica entre las
formas de la conciencia social -política, religiosa y ética- tiene su singularidad en el pensamiento
cubano a través de la historia. Esta síntesis se refleja en las ideas de Fidel Castro sobre la religión
donde el elemento ético y humanista es cimiento para una relación virtuosa entre política,
ideología y religión. Al respecto nos dice Fidel: ¨… Son dos conciencias que pueden marchar
perfectamente juntas, … porque no creo que pueda haber una sola medida justa en la sociedad
humana, no creo que pueda haber una obra buena en la sociedad civil de los hombres que no
sentimiento justo, de un sentimiento noble, es la encarnación de una idea buena, de una idea del
bien ¡la revolución es la encarnación de los principios más nobles del hombre, de los principios
estimado por sí mismo. Claro que las comparaciones con el pensamiento de Marx, con el de
Lenin o con los de otros autores pueden arrojar luz, más independientemente de esas
comparaciones, de esos cotejos, más allá o más acá de los mismos, merece la pena --hoy más que
nunca-- estudiar la obra teorética de Ernesto Guevara. Lejos de constituir, como frecuentemente
se piensa, un utopismo voluntarista divorciado de la realidad, las ideas del Che sobre cómo
fue un hombre multifacético que abarcó varias disciplinas, el interés en el individuo como ser
social es el tema principal en cada uno de sus actos y obras. En su corta pero intensa vida no se
dedicó a dejar un tratado acerca de sus concepciones, pero estas ideas las encontramos en los
discursos y trabajos escritos que hizo. El Che apunta como elementos fundamentales en el
moral, estos son indispensables en la formación del Hombre Nuevo, que creará los cimientos
base material hay que hacer al hombre nuevo. De allí que sea tan importante elegir correctamente
el instrumento de movilización de las masas. Ese instrumento debe ser de índole moral,
fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de
naturaleza social." En el pensamiento del Che, la formación del hombre nuevo constituye el
objetivo fundamental de su ideario moral. Su ideal moral se concreta en la formación del hombre
del siglo XXI, en el cual se perfilan rasgos morales superiores como la intransigencia hacia la
Transformar moralmente a los hombres sobre la base de los objetivos a alcanzar y los
hombre nuevo. Las enfáticas discusiones sobre el problema de los estímulos morales y
materiales, los programas de emulación, la normalización del trabajo, entre otros temas, reflejan
una preocupación fundamental por los principios que regulan una distribución justa. Parece
obvio pensar que un revolucionario marxista estuviera necesariamente preocupado por la justicia
social y por el modo en que dicha justicia debía ser administrada. Recalcó que la nueva sociedad
no se hace solo para tener fábricas brillantes, sino también para lograr un hombre integral.
Manifestaba que el hombre debe transformarse a la par del avance de la producción y que no
haríamos una tarea adecuada si solamente fuéramos productores de artículos y no fuéramos a la
vez forjadores de hombres. La base fundamental del hombre nuevo es la educación; ya que es
debía priorizar a la juventud, ya que es la nueva generación, la que está menos vinculada con el
pasado y por tanto tiene más posibilidades de acercarse rápidamente a la fisonomía moral del
nuevo individuo. En otras palabras, no nacerán con el pecado original, así pues, se irá
y la preocupación por conservar los bienes sociales constituyen rasgos esenciales en la vida de
hombre nuevo no es algo radical, sino un proceso que se enriquece día a día, a través de la
justicia y equidad social. El Che, trabajador infatigable, no reparó nunca en el descanso. Su firme
convicción de que el trabajo es la única fuente de riqueza y bienestar de la sociedad lo llevó a ser
promotor del trabajo voluntario en nuestro país, como expresión viva de la nueva moral en
formación. Proclamaba la tesis marxista de: (…) "transformar la realidad sólo es posible en el
Queda claro entonces que la práctica revolucionaria conlleva al cambio, el trabajo es una
pieza fundamental para consolidar la conciencia social. Es necesario que los estudiantes vinculen
el estudio con el trabajo, con las escuelas al campo. Esto garantiza su formación integral, ya que
son ellos los hombres del mañana de quienes dependerá el socialismo. Sostiene que
simultáneamente se va construyendo el nuevo hombre al calor del proceso de transformaciones
mezquinas y egoístas que imperan en el capitalismo, el ser humano va tomando como motor
beneficio colectivo por encima del individual.: "Todos y cada uno de nosotros paga
cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el hombre nuevo que se vislumbra en el
horizonte" Su proyección humanista que parte siempre del hombre como protagonista del
preocupación por su familia y por sus hijos, un hombre capaz de vibrar ante las injusticias que
pudieran cometerse en cualquier lugar del mundo. Si bien Marx trató de expresar la idea del
lo suficientemente preciso, por lo que se puede llegar a considerar que Guevara realiza una de las
compromiso moral de los internacionalistas cubanos de prestar un apoyo total a la lucha por la
liberación de los pueblos oprimidos de América. La necesidad de ayudar, por todos los medios, a
Entre los principios éticos fundamentales, de manera general, concebidos para el hombre
respeto, consideración y estima a la sensibilidad del hombre y sus derechos como ser humano, en
cumplidor de sus deberes, tener una actitud positiva ante el trabajo, ser auto reflexivo y
valorativo, amor a la justicia social y a la patria, mantener el espíritu de rebeldía ante las
que implica la no traición, y adquiere rango de principio ético e ideal moral, generando las
cualidades de voluntad de lucha ante las dificultades y ante lo mal hecho, la capacidad de
resistencia.
pasado, sino en el porvenir, ni estar comprometida con doctrina alguna que obligue a sus
militantes a adoptar ideas políticas como si fueran actos de fe. El socialismo venezolano no es un
dogma que se toma o se deja, sino un surtido de opciones para la participación que cada cual
la gran propiedad social sobre los medios fundamentales de producción, las riquezas nacionales:
petróleo, gas, agua, subsuelo, bosques, tierra y otras con las pequeñas y medianas empresas
endógena y naturalmente con un escrupuloso respeto al dinero y la riqueza bien habidas. No hay
una doctrina a priori acerca de las clases y los partidos, sino una amplia plataforma donde caben
los interesados en un proyecto nacional de justicia social y tampoco es preciso asumir opciones
filosóficas ajenas y la libertad de conciencia religiosa es total. Para el presidente Chávez los
procesos electorales no son momentos de cuestionamiento sino de relegitimación que asume con
la alegría del que marcha al encuentro con quienes lo quieren y lo aprecian. La revolución
enriquece su convicción acerca del socialismo con la exposición de una nueva moral, la de un
pueblo culto y sano, bien dirigido y que cultiva una nueva moral: la moral del trabajo y del
esfuerzo por la defensa de los valores. Algo es seguro: el socialismo propuesto por Hugo Chávez
mejor ley.
Según sus propias palabras: …”En el marco del capitalismo es imposible que exista una
verdadera sociedad, es imposible que en capitalismo exista una verdadera comunidad, ustedes
verán todos los días en medios de comunicación imperialistas y lacayos aquí en Venezuela y
diciendo que el socialismo es imposible, que el mundo siempre ha sido capitalista, que es natural
que cada quien debe aspirar a tener dinero, que sí que eso es legítimo que todos aspiremos a ser
comunidad por eso es que hay que estudiar “ Moral y Luces”. Miren el capitalismo como tiene
dos siglos, que instalaron el modelo capitalista y luego ahora la fase superior como decía o como
lo llama Lenin, el imperialismo, pero no fue el capitalismo el modo de vida desde siempre es
mentira, pero uno lo lee todos los días en los periódicos o en televisión diciendo no siempre el
mundo ha sido capitalista, el socialismo sí, es bonito, pero es una utopía, están tratando de
engañar al pueblo. Nuestros aborígenes vivían aquí en socialismo vivían en comunidades, solo
En otro momento agrega: …” Nos han impuesto, este modelo de integración neoliberal,
donde lo que impera es el valor, donde lo que más importa es la ganancia económica. Una
integración por tanto sin alma, destinada al rotundo fracaso”… …”Algún día tendremos que
darle forma en nuestra América a nuevos modelos de integración que comiencen por el alma de
los pueblos, que comiencen por el afecto entre los pueblos, que comiencen y tengan como fuente
permanente y eterna el amor entre los pueblos”… …”La integración es ante todo una obra de
infinito amor con nuevos parámetros de integración integral, respetando cada uno al hermano en
tal, en sus principios éticos, libertarios y de emancipación plena de nuestras naciones y de sus
ciudadanos.
nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana;
con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática,
el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio
común e irrenunciable de la humanidad… Y, más específicamente, tal como señala el Art. 1, del
autodeterminación nacional.
principal siempre apunta al beneficio de la población, la igualdad y el trabajo de unidad que debe
existir siempre en las sociedades, con el fin de crear un socialismo y derrocar esas ideas
capitalistas sembradas por el imperio, que buscan solo el beneficio de la minoría pudiente.