La verdad lógica establece una relación de correspondencia del entendimiento
cognoscente con las cosas conocidas; es la más importante desde el punto de vista del conocimiento. Por lo tanto, la verdad a que conduce la lógica formal es una verdad formal; que será verdad en tanto sea verdad el contenido de las premisas, e indicará solamente que existe una congruencia de ese raciocinio, consigo mismo. Si en un razonamiento existe falsedad en las premisas y la conclusión asimismo es falsa; de todos modos, el razonamiento será correcto o válido como razonamiento. fluye de las declaraciones de los administrados y que sirve, a priori, de sustento de las peticiones o requerimiento de estos. Ejemplo: el beneficiario del Drawback declara que el producto exportado mediante una determinada DUA de Exportación contiene o tiene incorporado un insumo importado (Verdad Formal sustentada en documentos). El escenario ideal, y lo que además se necesita, es que la Verdad Formal sea un reflejo de la Verdad Material para que así exista coherencia y exactitud entre lo que realmente ocurrió y los registros documentarios a cargo de la autoridad administrativa. No obstante, esto no siempre ocurre. En efecto, y sin entrar al análisis de actos intencionales y dolosos, sucede con mucha frecuencia que los administrados cometen errores involuntarios al momento de efectuar sus declaraciones, situación que origina que la Verdad Material no se condiga con la Verdad Formal. Ejemplo: el beneficiario del Drawback declara que el insumo utilizado en el proceso productivo de la mercancía exportada había sido nacionalizado mediante la DUA 1 cuando en verdad había sido nacionalizado mediante la DUA 2. En estos casos, como es natural, deberá efectuarse la rectificación necesaria con el fin de que la Verdad Formal contenida en una declaración (que habría devenido en una “verdad aparente” sustentada en una información errónea) coincida con la Verdad Material.