La leyenda comienza en 1910, cuando Ugo Stella compra las acciones de
la Sociedad Italiana de Automóviles Darraq, sede productiva italiana de un constructor francés de automóviles. La primera sede está en la periferia noroeste de Milán y la empresa se llama “Anonima Lombarda Fabbrica Automobili”, A.L.F.A.
El mismo año surge el primer automóvil: el 24HP, diseñado por Giuseppe
Merosi. El 24HP versión “Corsa” debuta en la Targa Florio de 1911. La primera marca Alfa Romeo está compuesta por dos símbolos milaneses: la serpiente (“Biscione”) de los Visconti sobre fondo azul y la cruz roja sobre fondo blanco del estandarte del municipio de Milán, encerradas en un círculo metálico con las inscripciones “ALFA” y “MILÁN” separadas por dos nudos saboyanos.
En 1915, tras la entrada de Italia en la primera guerra mundial, ALFA es
adquirida por el industrial napolitano Nicola Romeo, que modifica su producción, orientándola hacia el conflicto. Del apellido del empresario, nace el nuevo nombre de ALFA y un nuevo emblema.