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1. doma (δόμα, 1390), destaca el carácter concreto del don más que su naturaleza
benéfica (Mt 7.11; Lc 11.13; Ef 4.8; Flp 4.17).
2. dorea (δωρεά, 1431), denota don libre, acentuando su carácter de gratuito. En el NT
se usa siempre de un don espiritual o sobrenatural (Jn 4.10; Hch 8.20; 11.17; Ro 5.15; 2 Co
9.15; Ef 3.7; Heb 6.4). En Ef 4.7: «conforme a la medida del don de Cristo», el don es el
dado por Cristo. En Hch 2.38: «el don del Espíritu Santo», la cláusula es epexegética,
siendo el don el mismo Espíritu Santo; cf. 10.45; 11.17, y la frase: «el don de la justicia»
(Ro 5.17).
3. dorema (δώρημα, 1434), que se traduce «don» en Stg 1.17, se distingue así, como
aquello que es dado, de la palabra precedente en el versículo, dosis, el acto de dar:
«dádiva». Se usa también en Ro 5.16. Se debe distinguir también de doron, palabra
generalmente usada para don; véase Nº 4.
4. doron (δῶρον, 1435), relacionado con didomi, dar. Se usa: (a) de los dones
presentados como expresión de honor (Mt 2.11: «presentes»); (b) de dones o donativos para
el sostenimiento del templo y las necesidades de los pobres (Mt 15.5; Mc 7.11: «ofrenda»;
Lc 21.1,4: «ofrendas»); (c) de las ofrendas ofrecidas a Dios (Mt 5.23,24; 8.4; 23.18,19; Heb
5.1; 8.3,4; 9.9; 11.4); (d) de la salvación por la gracia, como el don de Dios, y traducida
«don» (Ef 2.8); (e) de presentes para la mutua celebración de una ocasión (Ap 11.10).
Véanse OFRENDA, PRESENTE, REGALO.¶
5. enkrateuomai (ἐγκρατεύομαι, 1467), (en, en; kratos, poder, fuerza), se traduce «no
tiene don de continencia» (1 Co 7.9); «se abstiene», 9.25. Véanse ABSTENER, CONTINENCIA.¶
6. pneuma (πνεῦμα, 4151), véase, se traduce «dones» en 1 Co 14.12, lit.: «puesto que
estáis ávidos de espíritus». Véase también VIENTO, etc.
7. carisma (χάρισμα, 5486), don de gracia, don que involucra gracia (caris) de parte de
Dios como el dador. Se usa: (a) de su libre don a los pecadores (Ro 5.15,16; 6.23; 11.29);
(b) de sus dones a los creyentes por las operaciones del Espíritu Santo en la iglesia (Ro
12.6; 1 Co 1.7; 12.4,9,28,30,31; 1 Ti 4.14; 2 Ti 1.6; 1 P 4.10); (c) de aquello que es
impartido mediante instrucción humana (Ro 1.11); (d) del don natural de la continencia,
consiguiente a la gracia de Dios como creador (1 Co 7.7); (e) de liberaciones bondadosas
concedidas en respuesta a las oraciones de hermanos en la fe (2 Co 1.11). Véase .¶
1
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W.E. Vine, Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento
exhaustivo (Nashville: Editorial Caribe, 1999).
χαίρω [alegrarse], χαρά [alegría], συγχαίρω [alegrarse con],
p 1284
χάρις [gracia], χαρίζομαι [dar gratuitamente, regalar], χαριτόω
[otorgar favor, bendecir], ἀχάριστος [ingrato, malagradecido],
χάρισμα [don, regalo], εὐχαριστέω [mostrar favor, dar gracias],
εὐχαριστία [gratitud, acción de gracias], εὐχαριστέω [agradecido]
χάρις, χαρίζομαι, χαριτόω, ἀχάριστος
A. El griego secular.
1. Uso.
a. χάρις es lo que deleita. Puede ser un estado que causa la alegría o que la acompaña. Es
el ser gozoso o el «encanto», el elemento de deleite en lo hermoso, el favor mostrado
por la fortuna, e. d. lo que hay de agradable en ella. Como estado de ánimo χάρις
significa «simpatía» o «amabilidad», con referencia al placer que se causa. En ciertas
expresiones se destaca la idea de «gracias», y χάρις con genitivo tiene el sentido de «en
aras de» o «por consideración a». Esquilo usa χάρις para el «favor» de los dioses, pero
χάρις no es un término religioso o filosófico central. En Platón tiene los significados de
«benevolencia», «buena voluntad», «favor», «placer», «lo que agrada» y «gracias». El
estoicismo destaca la disposición, pero el aspecto estético persiste incluso en la ética.
b. El verbo χαρίζομαι significa «mostrar agrado» o «mostrarse placentero», y en pasiva,
especialmente de perfecto, «ser agradable».
c. χαριτόω no se ha encontrado antes de Sirácida 18:17.
d. ἀχάριστος significa «sin gracia» o «ingrato».
2. El helenismo.
a. En el helenismo χάρις se convierte en término fijo para el «favor» mostrado por los
gobernantes, con matices tales como «disposición favorable» o «don gratuito».
También se puede atribuir la χάρις a otros dignatarios. La filosofía discute sobre la
«gracia» y la «ira» de los dioses. Los epicúreos las niegan; los estoicos aceptan la gracia
pero no la ira. En los que reciben algo, χάρις significa «gracias».
p 1287 b. En un segundo desarrollo el helenismo enfatiza el poder de la χάρις. Este
poder, que proviene del mundo superior, aparece en el hombre divino y se expresa en la
magia.
[H. Conzelmann, IX, 359–376]
B. El AT.
1. חנןy sus derivados.
a. La LXX usa χάρις especialmente para el hebreo חֵ ן, que parece derivarse de la raíz
verbal muy difundida חנן, que se halla en la antigua Babilonia, en acadio y en asirio,
como también en ugarítico, arameo, siríaco y árabe.
b. La raíz verbal denota una disposición favorable que halla su expresión en una acción
bondadosa (cf. Gn. 33:5; Sal. 119:29). La construcción con acusativo de persona
destaca el énfasis, a saber, la forma favorable de tratar al otro. Un complemento
impersonal lo encontramos sólo de manera marginal, como en Salmo 102:14. Lo que se
tiene en mente es el proceso en virtud del cual alguien que tiene algo se vuelve
favorablemente hacia alguien que está en necesidad. Inicialmente el término no es
teológico. Se puede usar para tener compasión de los pobres (Pr. 14:31) o de los
indefensos (Dt. 7:2). Con menos fuerza puede denotar simplemente la conversación
amigable (Pr. 26:25).
c. Pero el principal desarrollo veterotestamentario se relaciona con Dios, quien es el sujeto
en 41 de 56 casos; 26 en los Salmos, que invocan a Dios para que escuche la plegaria
(4:1), para que cure (6:2), para que redima (26:11), para que levante (41:10), para que
perdone (51:1) y para que fortalezca (86:16) en las necesidades correspondientes. En
estas oraciones se apela al amor de Dios o a su palabra o a su alianza. La bendición
aarónica (Nm. 6:25) invoca la voluntad favorable de Dios tal como Dios la ha
prometido en la alianza. Pero la bondad de Dios es un don gratuito (Éx. 33:19). Con
frecuencia se menciona junto a ella el juicio, como en Amós 5:15, donde el favor
mostrado a un resto es todo lo que se puede esperar. La fórmula litúrgica «clemente y
misericordioso», uno de los raros atributos adjetivos de Dios, se relaciona con las
acciones de Dios más que específicamente con su ser.
d. Uno de los verbos que se derivan de esta raíz lleva el sentido de «solicitar» o
«suplicar», dirigido ya sea a personas (Gn. 42:21; 2 R. 1:13), o a Dios (Dt. 3:23; 1 R.
8:33).
e. En el caso de los sustantivos, la referencia podría ser nuevamente a solicitudes dirigidas
a otros (Jer. 37:20) o a Dios (Sal. 28:2), o podría ser a la «misericordia», p. ej. la del
vencedor para con los vencidos (Jos. 11:20) o la de Dios para con su pueblo (Esd. 9:8).
f. En el caso de חֵ ן, en analogía con el no mostrar favor alguno en Jeremías 16:13, se
podría esperar la misma idea p. ej. en Génesis 39:21; Éxodo 3:21; Salmo 84:11;
Proverbios 3:34. En efecto, sin embargo, חֵ ןexperimenta un desarrollo diferente; la
referencia es al favor que Dios muestra junto con otros favores, p. ej. su «bondad» o
«atractivo» o «valía» que hace que otros tengan una disposición favorable. En el חֵ ן
que da Dios se refleja entonces, no la relación entre el dador y el receptor, sino la
relación entre el receptor y una tercera persona.
g. Esta relación aflora claramente en la frase tan común «hallar gracia a los ojos» de otro,
ya sea que ese otro sea otra persona o sea Dios. Así Noé encontró gracia a los ojos del
Señor en Génesis 6:8, y Moisés en Éxodo 33:12, mientras que Jacob busca favor a los
ojos de Esaú en Génesis 32:5, y José halla favor en casa de Potifar en Génesis 39:4.
2. ֶהסֶ ד.
a. El término הֶ סֶ דexige ser tratado aquí, en parte a causa de la conexión que se
establece por su traducción como ἔλεος, en parte a causa de su posterior fusión con חֵ ן,
y en parte también porque los traductores posteriores lo relacionan con χάρις. Continúa
el debate en cuanto al significado exacto de הֶ סֶ ד. Una escuela lo relaciona con el
derecho o el deber, y ve una conexión básica con la alianza. Otra escuela encuentra en
él la simple bondad, tanto como voluntad cuanto como acción. La verdad tal vez sea
que expresa la bondad espontánea, o la gracia, en una relación específica o en la
convivencia continua (cf. Gn. 19:19; 47:29; 1 S. 20:8; 2 S. 16:17). La esfera primaria de
ֶהסֶ דparece ser la de las relaciones entre los seres humanos. Entonces se aproxima a
los enunciados relacionados con la alianza, ya sea como la presuposición de una alianza
o como su expresión. Brota aquí el elemento del deber; le son naturales la constancia y
la lealtad.
b. Entonces la palabra adquiere su sentido distintivo del AT en relación con Dios. En
Éxodo 20:5–6 Dios es celoso de sus derechos, pero muestra la gracia de la alianza a
miles de aquellos que lo aman y que guardan sus mandamientos. Aquí la gracia se
convierte en acto, y los «miles» muestran que es incomparablemente más fuerte que la
ira. La gracia suele figurar en el contexto del perdón (Éx. 30:7, etc.), y junto con una
referencia expresa a la alianza (Dt. 7:9). La misericordia la acompaña en Éxodo 34:6,
etc., y la fidelidad en Deuteronomio 7:9, etc. Los Salmos desarrollan el aspecto divino
con 127 de los 237 casos, sólo tres de los cuales se refieren al הֶ סֶ דentre seres
humanos. Al invocarlo, los Salmos le suplican a Dios que escuche (Sal. 119:149), que
salve (109:26), que redima (44:26), que dé vida (119:88), y que perdone (25:7). Se dan
gracias por las expresiones del ( הֶ סֶ ד5:7; 106:45). Se dan explicaciones de varios
casos (94:18; 21:7; 59:10, etc.). Sus paralelos son la salvación (13:5), la misericordia
(25:6), la justicia (36:10), la redención (130:7) y la fidelidad (36:5). Con él se
relacionan los milagros (107:8), y ante él brotan la alegría y la alabanza (31:7; 138:2).
La tierra está llena de él (33:5), ese הֶ סֶ דalcanza al cielo (36:5), permanece para
siempre (89:2), y si la muerte parece limitarlo (88:11), es mejor que la vida misma
(63:3). Dios lo envía, y él llega, sale a nuestro encuentro y nos sigue (57:3; 59:10;
85:10; 23:6), y nosotros debemos recordar su הֶ סֶ ד, considerarlo y esperarlo (106:7;
48:9; 33:18). Su elogio asume forma litúrgica (107; 136; 1 Cr. 16:34; Jer. 33:11). En su
ámbito, el pueblo de Dios lo muestra de manera recíproca (Gn. 24:49; Rut 1:8; 3:10).
c. Entre los profetas, Oseas, Jeremías e Isaías (40ss), que son los que más hablan de la
alianza, son ricos en referencias al הֶ סֶ ד. Sin embargo, un elemento nuevo aquí es el
del הֶ סֶ דhumano con respecto a Dios (Os. 4:1; 6:4). A lo que se hace referencia es a la
conducta de Israel en relación con la alianza, e. d. su amor espontáneo a Dios. A esto se
refiere Jeremías en 2:2. Sólo es posible como don gratuito del mismo Dios (Os. 2:19–
20). Isaías 55:3, apelando a la alianza de gracia con David, enfatiza el carácter del
ֶהסֶ דcomo salvación. Sin embargo, en Isaías 40:6 hay un acercamiento al significado
de חֵ ן, refiriéndose al colapso de la gloria humana (cf. Est. 2:9, 17).
B. La LXX y el judaísmo. Salmo 31:21 usa χάρισμα para traducir ( הֶ סֶ דLXX ἔλεος), y
el término figura en Sirácida 7:33 (Cód. S.) y 38:30 (B) para «favor». Filón lo usa en un
sentido muy parecido a χάρις (Interpretación alegórica de las leyes 3.78).
C. El NT.
1. Aspectos generales. Pablo usa esta palabra en Romanos, 1 y 2 Corintios, y las
Pastorales. La relaciona con χάρις y πνεῦμα en contextos soteriológicos. Figura en los
prefacios de Romanos y 1 y 2 Corintios, y toma la forma de dones en Romanos 12:6 y 1
Corintios 12:11. Vinculada con εὐχαριστέω, tiene también una orientación escatológica.
El presente está escatológicamente determinado por la χάρις como la era del Espíritu. El
don es presente, pero su posesión es provisional (1 Co. 1:8). El don completo de la
salvación es χάρισμα (2 Co. 1:11; cf. Ro. 5:15–16). El sentido es más formal en
Romanos 6:23 y Romanos 1:11, donde Pablo tiene un don espiritual que impartir. En 1
Corintios 7:7 surge un elemento individualizante. El hecho de que cada uno tenga su
propio don significa que el celibato no se impone como ley.
2. χαρίσματα.
a. En 1 Corintios 12ss y Romanos 12 los χαρίσματα son operaciones del Espíritu en el
culto, notablemente las lenguas y la profecía. Los corintios hacen hincapié en las
lenguas, pero Pablo muestra la ambivalencia del éxtasis, establece como norma la
confesión del κύριος, argumenta que Dios da los dones individuales con miras a la
edificación de la iglesia, los considera como una posesión futura en forma provisional,
y encuentra un χάρισμα en todo aquello que edifica. Las dos tríadas en los vv. 4ss no
significan que los dones sean del Espíritu, los servicios del Señor, y las operaciones de
Dios. Simplemente tenemos tres descripciones diferentes de la obra del único Espíritu
(v. 11); estas descripciones destacan la unidad en la multiplicidad. Las operaciones son
sobrenaturales pero no mágicas; los dones se pueden cultivar (12:31). Sólo hasta cierto
punto se pueden definir y distinguir los χαρίσματα. La inclusión de las obras de
ministerio prohíbe la distinción entre carismáticos y oficiales o entre oficio/ley por una
parte y Espíritu por la otra. El Espíritu mismo postula la ley.
b. La ordenación confiere el χάρισμα del oficio en 1 Timoteo 4:14; 2 Timoteo 1:6. En 1
Pedro 4:10 cualquier acto de servicio en amor es χάρισμα. La dotación del Espíritu es
aquí prácticamente una cualidad.
p 1292 D. La iglesia antigua. Se puede ver la formalización en Didajé 1.5. 1 Clemente
38.1 incluye los dones del Creador. Justino argumenta que los dones han pasado del
judaísmo al cristianismo (Diálogo 88). Ireneo, Contra las herejías 5.6.1, encuentra en
ellos el poder divino de la iglesia.
εὐχαριστέω, εὐχαριστία, εὐχάριστος
[H. Conzelmann, IX, 387–415]1
1
Gerhard Kittel, Gerhard Friedrich, y Geoffrey W. Bromiley, Compendio del diccionario
teológico del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2002), 1284–1293.
CHARISMA5486
(χάρισμα)
EL DON DE DIOS
Básicamente, charisma significa “don”. Fuera del NT, no es en absoluto una palabra
común. Aparece raramente en el griego clásico. Tampoco es común en los papiros, pero sí
se usa una vez con un contenido muy sugestivo, pues está en relación con un hombre que
clasifica sus posesiones en dos grupos: las que obtuvo apo agorasis, “por compra”, y las
que obtuvo apo charismatos, “por donación”. En el NT, charisma es una palabra
característicamente paulina. En total, aparece diecisiete veces: catorce, en las cartas
indudablemente paulinas, dos, en las Epístolas Pastorales, y, una, en 1 Pedro.
(I) Se usa respecto de lo que podríamos llamar “dones de gracia”. Pablo anhelaba visitar
Roma a fin de impartir a los romanos algún charisma (Ro. 1:11). Los corintios no carecen
de ningún charisma (1 Co. 1:7). Pablo les alienta a que procuren el charisma más excelente
(1 Co. 12:31) y después canta su himno al amor. Charismata son las gracias de la vida
cristiana.
(II) Se utiliza respecto de la “gracia y del perdón de Dios” dentro de la situación en que
el juicio y la condenación serían lo único justo. En Ro. 5:15, 16, el pecado del hombre y el
charisma de Dios de gracioso perdón son contrastados. En Ro. 6:23—un versículo al que
volveremos—la paga del pecado es la muerte, pero el charisma de Dios es la vida eterna.
(III) Se usa con referencia a los “talentos naturales” que el hombre posee. Cada
hombre—dice Pablo—tiene su propio charisma de Dios (1 Co. 7:7). Pedro exhorta a todo
hombre a servir a los otros de acuerdo con el charisma que ha recibido (1 P. 4:10).
(IV) Se emplea con relación al “don que se confiere a un hombre cuando es ordenado
para el ministerio”. Timoteo nunca debe desatender el don que vino a él mediante la
imposición de las manos del presbiterio (1 Ti. 4:14; 2 Ti. 1:6). El don de Dios viene a los
hombres a través de las manos de los hombres, pero permanece como un don de Dios.
(V) Se utiliza especialmente respecto de “los dones especiales que pueden ser aplicados
al servicio de la iglesia”. Hay dos grandes listas de dones. Ro. 12:6–8 menciona profecía,
ministerio, repartimiento, enseñanza, exhortación, presidencia y misericordia. La lista de 1
Co. 12:8–10 es más larga. 1 Co. 12:28–30 indica cuán diferentes charismata se dan a las
diversas personas.
(VI) Se usa respecto de la “ayuda de Dios en una situación difícil” (2 Co. 1:11).
La idea básicamente completa que encierra la palabra es la de algo que nos llega gratis
y sin merecerlo; de algo que se da a un hombre, pero que él no ha ganado ni ha hecho
méritos para ello, sino que proviene de la gracia de Dios, y nunca podría haber sido
logrado, conseguido ni poseído por el propio esfuerzo del hombre.
Pero es Ro. 6:23 el que da a charisma su significado esencial. En este versículo hay dos
palabras contrastadas. La “paga del pecado es la muerte. La palabra usada es opsonía, que
literalmente significaba “dinero para comprar carne cocida”, y es la palabra regular que se
usa para “paga de un soldado”. Es decir, si hubiéramos recibido la paga que merecíamos,
ésta hubiera sido la muerte. La “dádiva” de Dios es vida eterna. La palabra es charisma.
Ahora bien, charisma también tiene un trasfondo militar. Cuando un emperador subía al
trono, o cuando celebraba su cumpleaños, daba a sus soldados un donativum o charisma, es
decir, les regalaba cierta cantidad de dinero. Ellos no lo habían ganado, como sucedía con
su opsonia; lo recibían por la generosidad del emperador.
Así, pues, lo que nosotros hemos ganado, nuestra opsonia, es la muerte. Por ello, todo
lo que tenemos es charisma, regalo de Dios. Todo es de Dios. Toda gracia con la cual la
vida es adornada, la gracia que perdona el pecado; todo talento natural que poseemos, los
dones que ponemos al servicio de la iglesia, cualquier función que podamos desempeñar,
cada vez que hayamos pasado por algo que amenazara nuestros cuerpos o nuestras almas,
Dios lo dio, Dios lo hizo, es el charisma de Dios, todo es de Dios.
“Y cada virtud que poseemos,
y cada victoria que ganamos,
y cada pensamiento santo
son únicamente de él”.1
1
William Barclay, Palabras griegas del Nuevo Testamento - su uso y su significado (El
Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1977), 48–50.