Está en la página 1de 19

Corporación Criollitos de Venezuela

MODELO DE CONDICIONES DE CAMPEONATO:

Las presentes condiciones tienen solamente el propósito de dar ideas del posible contenido de las
condiciones que cada liga obligatoriamente debe confeccionar y entregar al respectivo Directorio Regional para
su aprobación, según lo previsto en el aparte 6.4 ( Condiciones del Campeonato Oficial de Liga) del
Instructivo.

El modelo de las condiciones que a continuación se reproduce debe ser analizado por los delegados
acreditados con voz y voto para el congresillo técnico, donde se podrán cambiar, eliminar o introducir normas
que reflejen las necesidades de la liga; pero siempre teniendo en mente la letra y el espíritu del Instructivo.

1- Reunión: Los días (lunes) de cada semana a las (7:00 p.m.), se reunirán los delegados de los
distintos equipos que conforman la liga, en el lugar que fije el Directorio de Liga.

a. En las reuniones solo tendrán derecho a intervenir los delegados de las divisas designados como
tales por la junta directiva de la divisa y otra persona especialmente invitada por el directorio de
liga.

b. El delegado que llegue después de las (7:30 p.m.) o falte a la reunión se le penalizará con la perdida
de la opción del home club del equipo que represente.

2- Inscripción: La fecha límite para inscribir o retirar jugadores será el día treinta (30) de noviembre.

3- El Directorio de Liga tendrá la responsabilidad de entregar periódicamente a los delegados las


estadísticas relacionadas con el Campeonato Oficial de Liga: actuación general de los jugadores, porcentaje
mínimo, porcentaje máximo de los lanzadores, utilización de bateadores asignados, Box score de los
juegos de la semana, etc.

4- El Directorio de Liga asignarán para cada campo donde se desarrollen los juegos, un supervisor de
campo, él cual supervisará e informará a la liga sobre todo lo ocurrido.

5- Las ligas darán estricto cumplimiento al aparte 3.8.1 (Constancia Médica).

6- Los equipos deberán presentar al momento de su inscripción los siguientes recaudos:

a. Nómina de jugadores (Roster) ficha colectiva, original de la partida de nacimiento y foto copia
de la Cédula de Identidad, constancia médica y las fichas familiares de los jugadores que ingresen por
vez primera en la Corporación.

b. La cancelación de lo estipulado en el artículo 7.

7- Costo: El costo del Campeonato Oficial de Liga será determinado por el Direc torio de Liga una
vez se conozca el número de participantes por categoría y la forma de desarrollo de la misma.

8- La Forma de Pago es:

a) Al momento de la inscripción: Bolívares (el monto que establezca la directiva de la liga).

- 191 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

b) 50% del total: antes del (día acordado).

c) El saldo: antes del (día acordado).

9- Morosidad: Una vez cumplidos los plazos de pago, el Directorio de Liga no le fijará juegos a aquellas
organizaciones que se encuentren morosas. Sí por circunstancias especiales la divisa solicitase una
reconsideración de esta norma, se propondrá a la aprobación de la asamblea de delegados la concesión de
una prórroga que en ningún caso podrá exceder de los 15 días continuos desde que se venció la fecha de
pago respectiva.

10- Cuando un equipo sea extrañado por cualquier causa, o se retire del campeonato antes de finalizar el
mismo, deberá cancelar, de todos modos, la totalidad del costo. La razón reside en que los gastos generales de
la liga fueron calculados con base a los equipos inscritos. En caso de no hacerlo el equipo no podrá inscribirse
en la liga.

11- Ronda eliminatoria: La ronda eliminatoria consistirá en la cantidad de vueltas que


establezca El Directorio de Liga, de acuerdo a la cantidad de equipos que existan para cada categoría y el
tiempo/campos disponibles, para realizar el Campeonato Oficial de Liga donde jugarán todos contra todos
(Round robín).

12- Play-Off: La realización o no del play- off se acordará en el Congresillo Técnico, así como
las condiciones establecida en el aparte 6.12 (Formas en las que se puede programar un Campeonato Oficial
de Liga).

13- Para que un equipo pueda intervenir en el PLAY-OFF deberá cumplir con los siguientes
requisitos:

a) Haber finalizado entre los puestos que se definan en el congresillo.

b) Haber cumplido en la ronda eliminatoria con lo establecido en el aparte 3.33


(Porcentaje mínimo de participación del jugador).

c) Haber cumplido con lo establecido en el aparte 4.1 (El equipo debe finalizar el campeonato como
mínimo con doce (12) jugadores).

d) Estar solvente con la liga (la totalidad de la divisa).

14- Campeón: En caso de no poder ser determinado por puntos el equipo campeón, según el aparte 7.12
(Puntuación para la tabla de posiciones) el representante de la categoría de la liga será definido en una
acción de juego.

15-Los equipos deberán avisar con 15 días de anticipación la imposibilidad de jugar en algún día en
particular según aparte 7.8 (Solicitud de suspensión de un juego programado) para poder reprogramar el
calendario de juego con suficiente antelación.

16- Los juegos suspendidos serán realizados al finalizar el calendario de la ronda eliminatoria, en el
orden que decida la directiva de la liga en función de las necesidades. A tal efecto, la liga suministrará un
listado con la fecha de los juegos reprogramados.

17- Home-Club: Durante la ronda eliminatoria el home-club se fijará en el mismo calendario de juegos.
El home-club se pierde por las siguientes causas:

- 192 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

a) Cuando el equipo no entregue en el término de dos (2) minutos la nómina de juego una
vez solicitada por el árbitro principal.

b) Cuando haya que esperar los veinte (20) minutos estipulados por estar el equipo incompleto
según aparte 7.7.1. (Veinte (20) minutos de prorroga).

Nota: Si los dos equipos estuviesen en las mismas condiciones, el Home-Club lo pierde el último en
entregar el line-up.

c) Cuando el delegado llegue tarde o no asista a la reunión de la liga, de acuerdo al (Art. 1. b.)
de estas condiciones.

18- Acto Inaugural: Para el acto inaugural deberán participar todos los jugadores inscritos, así como el
personal técnico. En caso que un equipo desfile con menos de nueve (9) jugadores y/o menos de dos (2)
técnico, será visitador en todos los juegos de la ronda eliminatoria. Cuando se enfrenten 2 equipos que hayan
perdido el home-club, se respetará el calendario, pero ambos pagarán una multa de Bs.

19- Barras: El personal técnico será responsable del comportamiento de sus barras (representantes y
simpatizantes). En caso de hacerse ésta intolerable, el árbitro tomará las medidas que considere necesarias
para garantizar el normal desarrollo del partido según aparte 7.9. (Confiscación).

20- Las conductas reñidas con el Instructivo y demás reglamentos de los Criollitos que pudiesen ser
imputables a un representante, ocasionarán sanciones para el equipo al que pertenezca su representado,
para su representado individualmente, para el representante, o para todos; dependiendo de la gravedad de
la falta.

21- Personal técnico: El personal técnico de una divisa que esté fichado en uno de sus equipos, podrá
ayudar en otros equipos de su divisa, siempre y cuando no lo haga en otro equipo de la misma categoría.

22- Sólo se permitirá la presencia de tres (3) adultos como personal técnico en el terreno de juego
según aparte 11.1.2 (Cantidad de técnicos) que la puede ejercer cualquier representante. Cualquier otra persona
no uniformada no puede estar dentro del terreno de juego a menos que sea un directivo del Directorio de Liga en
funciones de tal.

23- Nómina de juego: Los técnicos están en la obligación de incluir en la nómina de juego como
reservas a todos los jugadores presentes que no estén en el line-up abridor. Se acepta incluir directamente en
el line-up a un jugador que llegue tarde según aparte 7.6.1 (Llegada tarde de un jugador, antes que sea juego
legal).

24- La nómina de juego debe estar escrita en letra clara y contener como mínimo: primer apellido y
primer nombre de cada jugador, así como su posición y número de uniforme, tanto de los regulares como
de los suplentes que estén presentes en el juego; en este último caso se obvia la posición. Si no está
completa esta información, el árbitro no aceptará dicha nómina y seguirá corriendo el tiempo como si no hubiese
sido entregada.

25- Forfeit: Los equipos que incurran en tres forfeit, no justificados, serán extrañados del campeonato, y
se le aplicarán las siguientes multas según aparte 7.9.6 (Multa o extra ñamiento por confiscación y/o
forfeit):

Primera vez Bs. (Lo acordado)


Segunda vez Bs. (Lo acordado)
Tercera vez Bs. (Lo acordado)

- 193 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

26- Uniforme: Los equipos deberán tener su uniforme característico, pasado treinta (30) días de haber
comenzado el campeonato, ningún jugador podrá actuar o permanecer en el dogout sin estar uniformado
correctamente, según apartes 4.8.1 (La franela y la gorra).

27- Queda prohibido quitarse o ponerse el uniforme dentro del dogout. Los jugadores y/o personal
técnico deberán entrar y salir del terreno de juego con su respectivo uniforme y la franela dentro del
pantalón según complemento aparte 4.8.1. (La franela y la gorra). Los árbitros, el supervisor de campo o
cualquier directivo del Directorio de Liga velarán por el cumplimiento de esta disposición.

28- Arbitro: Los juegos se efectuarán regularmente con dos (2) árbitros, siendo igualmente aquellos
válidos en los cuales asista sólo uno. Con la presencia de un árbitro emergente, el juego será válido
como amistoso.

29- Anotador oficial: En cada juego debe haber un anotador oficial, designado por la liga; de no
asistir éste, se aplicará lo establecido en Aparte 12.5.1 (Juego sin anotador oficial). En cualquier caso el
juego debe salir y es válido, aunque sea que anote el árbitro solamente las carreras, inning por inning, y los
lanzamientos efectuados por cada lanzador que actué en el juego.

30- Protesta: En el caso de una protesta, ésta deberá estar asentada en la hoja de anotación y
firmada, para que tenga validez, por el manager protestante y el árbitro.

En caso de no firmarla alguno de ellos, no tendrá ninguna validez; el anotador oficial debe dejar
constancia de la razón de la negativa de no firmar la hoja de anotación.

El delegado del equipo deberá ratificar la protesta por escrito en la s iguiente reunión de liga y
acompañarla con la cantidad en bolívares que establezca el Directorio de Liga, los cuales serán devueltos si la
protesta prospera.

31- Un juego se le rectifica a un árbitro, cuando viole una de las normas establecidas en el instructivo o
una regla de béisbol. La consecuencia es que el árbitro no cobra el juego, el cual se repite desde el
momento en que se incumplió la normativa, si la violación tuvo una influencia determinante, a criterio del Directorio
de Liga, en el resultado del encuentro en detrimento del equipo protestante. Lo mismo es válido para el
anotador.

32- En caso que un equipo compruebe que otro le dañó algún implemento de juego, aquél está en la
obligación de pagarlo y de no hacerlo el Directorio de Liga estipulará la sanción respectiva.

33- Es obligación de todos los integrantes de la liga velar por el cuidado y mantenimiento de las áreas verdes
y las Instalaciones donde estén los campos deportivos.

NOTA: Los jugadores que sean sorprendidos ensuciando los campos de juego o dañando los jardines
ubicados alrededor de los campos deportivos serán objeto de sanción, a criterio del Directorio de Liga.

34- Alojamiento: Cada equipo inscrito en la liga está en la obligación de alojar, cuando sea
necesario, como mínimo a dos (2) jugadores visitantes para cumplir con los compromisos establecidos
en la Región por la liga, o por el Directorio Regional, cumpliendo con lo estipulado en el aparte 15.3
(Convivencia en hogares Criollitos). En caso de no colaborar con el alojamiento de los jugadores, se
aplicará las sanciones previstas a los responsables.

35- Se precisan las siguientes normas previstas en el instructivo y que requieren de una decisión por
parte del Directorio de Liga:

- 194 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

a. En caso que un equipo no pueda inscribirse para el campeonato que se inicia el 01 de septiembre,
podrá permitir a sus jugadores inscribirse en otro equipo, pero tendrán que regresar a su equipo original
en la siguiente temporada, si el equipo no se ha disuelto definitivamente.

b. No se permite el uso del pantalón-mono a ningún técnico en un juego oficial de campeonato.

c. El Himno Nacional será entonado antes del comienzo de cada jornada y se izará la Bandera
Nacional, la cual será acompañada de la Bandera de la Corporación.

d. Los técnicos que no asistan a un juego programado para el equipo sin razón justificada deberán
colaborar con la liga actuando como árbitro o anotador en un juego de otra categoría sin
ninguna remuneración.

e. Los técnicos que asistan a los juegos fijados por la liga, sin el Instructivo Oficial de la Corporación,
no podrán dirigir los juegos en el evento programado.

f. La pelota oficial de la Corporación Criollitos de Venezuela es la pelota Wilson, de no haber


existencia en el mercado, las ligas podrán implementar cualquier otra pelota que una vez analizada
esté apta para ponerla en juego.

g. Luego de haberse realizado el congresillo técnico, antes del comienzo de campeonato y una vez
aprobado las condiciones de campeonato, una modificación de las mismas se podrá hacer
siguiendo lo estipulado en el aparte 6.5 (Modificación de condiciones de campeonato).

Lo no previsto en estas condiciones será resuelto por lo establecido en los Estatuto

- 195 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

FILOSOFÍA DEL MANAGER

Ser manager involucra mucho más que llevar bates y pelotas al campo de juego y dejar que los niños
jueguen. Requiere prepararlos física y mentalmente para competir en forma efectiva, deportiva y sin peligro
así como también proveerlos de un modelo de conducta que sea positivo, porque los niños tratarán de
imitarlo.

Generalmente el manager es un adulto con poca o ninguna preparación formal para conducir a niños y
dirigir béisbol. Por lo que es imprescindible que le guste trabajar con los niños, disfrutar el béisbol, poseer
mucha sensibilidad humana y predisposición para aprender. El personal técnico debe entender que no está
tratando con profesionales, sino con niños en plena formación corporal, intelectual y emocional que requieren
ayuda en el desarrollo integral de sus talentos, de su carácter y de su personalidad.

El manager debe saber ejercer su doble papel de educador y de instructor; debe ser maestro no sólo de
las técnicas de béisbol, de sus tácticas y estrategias, sino también del comportamiento humano, debe enseñar
a los niños a respetar siempre a sus compañeros y al adversario. Debe explicar los fundamentos del juego y
preocuparse por el progreso de TODOS los jugadores del equipo y no sólo de los nueve mejores.

El manager debe definir el patrón de conducta para su equipo y explicárselos a los niños y a sus padres.
El jugador debe aprender a aceptar la autoridad del manager así como también la de los árbitros y dirigentes
de la liga. Nada se podrá conseguir si los jugadores no respetan a su instructor.

Las acciones disciplinarias deben ser constantes y equitativas, tanto para la estrella del equipo como para
el jugador de menores condiciones. Ellas forman el carácter. Fumar, beber, el consumo de drogas, el
lenguaje obsceno en cualquier actividad de Los Criollitos no debe ser tolerado.

«Darle» y «quitarle» a la vez a los niños debe ser una forma de trato, estimulándolos y observándolos;
transmitir optimismo brindando capacidad y conocimiento para que el jugador sienta respeto y simpatía por su
manager.

Los jugadores deben aprender a practicar y jugar en equipo haciendo los sacrificios necesarios
para realizar un efectivo juego de conjunto. Y, el manager, para «hacer equipo», tendrá que prepararlos
y ubicarlos en la correcta posición de acuerdo a sus aptitudes.

El béisbol tiene que ser divertido. Aunque no se llegue a ser campeón lo que le sucede a la mayoría hay
que asegurarse de lograr un ambiente agradable, inyectando humor y variedad en las prácticas, y ánimo y
propósito en los juegos.

Es imperativo minimizar la posibilidad de lesiones, lo cual se logrará estando alerta de lo que acontece
para evitar daños en la musculatura, ligamentos y/o articulaciones, por movimientos inapropiados y/o viciados.

Nunca hay que olvidar que el jugador es primero un estudiante y por ende hay que estar pendiente de
su rendimiento escolar. El manager tiene que estimular al jugador en el cumplimiento del deber estudiantil y
darle la mano al promover actividades para superar las deficiencias escolares.

Planificar los horarios de práctica es un requisito para aprovecharlos en forma óptima, iniciándolos a la
hora preestablecida. Estas deben consistir en rutinas diseñadas para enseñar las técnicas y fundamentos a
todos los jugadores y no basarse simplemente en juegos de práctica para fomentar la capacidad de los nueve
abridores. Todo los integrantes del equipo tienen que recibir igual oportunidad para poder demostrar sus
aptitudes y talentos bateando, fildeando, lanzando y corriendo.

- 196 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

¿Quién puede reclamarle a un niño su falta de interés cuando él juega solamente el mínimo exigido y no
se le da tampoco una atención individual durante las sesiones de práctica? Permitir que jugadores con más
experiencia cumplan funciones de auxiliares del entrenador: dejarles batear Rolling al cuadro o elevados a
los jardines libera del trabajo al entrenador y así obtienen los jugadores de menores condiciones más
atención individual.

Cuando un manager es al mismo tiempo padre de un jugador corre el peligro que se le mal interpreten
las decisiones que él tome donde esté involucrado su hijo, sobre todo si se trata de un jugador no destacado.
El trato objetivo rendirá sus frutos, sin exigirle al hijo de menos, pero tampoco demás.

Los niños también disfrutan de actividades distintas al juego de béisbol y no deberían tener que
concentrarse exclusivamente en este solo juego en detrimento de otros deportes o intereses. La familia se
conforma también por otros miembros que piden que se les tome en cuenta. El manager debe desarrollar una
política que permita a sus jugadores, previo permiso, ausentarse de algunos compromisos durante la
temporada. De esta manera se permitirá a los jugadores participar en otras actividades familiares o de su
propio interés y obligará al manager a considerar con más cuidado a los niños 30%.

La búsqueda de talento y experiencia en jugadores establecidos en otros equipos, la piratería de


peloteros, es la demostración de un enfoque errado del papel de un manager Criollito. El deseo egoísta de ser
campeón a ultranza no debe superar el sentido de corresponsabilidad por la vida del otro equipo que también
requiere de los aportes de su jugador fogueado y formado en largos años de trabajo.

Llegar a ser campeón es la meta de cualquier manager, pero la verdadera satisfacción debe provenir de la
profunda experiencia de saber que realizó su mejor esfuerzo ayudando en el desarrollo integral de cada niño o
adolescente que le ha sido confiado.

- 197 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

EL DIRIGENTE Y EL VOLUNTARIADO:

En toda asociación humana es necesario que las personas identifiquen sus objetivos, se organicen
y participen activamente para lograr sus metas comunes. Los niños toman parte jugando y los adultos
creando la estructura y el entorno al servicio de los primeros.

La sintonía de estos dos elementos es la que no sólo proporciona el buen funcionamiento, sino que permite que
se logren los altos ideales.

Los Criollitos como agrupación de personas, requiere guías que dirijan a la gran diversidad de adultos
niños, representantes, técnicos que conforman la familia Criollito.

Esta conducción se realiza a distintos niveles, en variadas tareas y precisa de plu rales aptitudes,
conocimientos y experiencias. Siempre, es verdad, cada miembro puede contribuir en algo, siempre habrá una
tarea que él pueda realizar.

El padre y representante se acerca casi siempre a la Corporación por un interés particular circunscrito a
la participación y el progreso de su propio hijo, su representado.

Si tiene vocación de servicio y quiere aportar su capacidad, conocimientos, tiempo y dedicación se


involucrará cada vez más y empieza a constituirse en un elemento esencial del movimiento Criollito
convirtiéndose en voluntario de la Corporación.

El voluntariado se identifica con el hecho que el dirigente busca dar y no espera recibir. La
remuneración la obtiene cuando ve el resultado positivo de su acción en el otro, en los otros. Se auto- realiza
al ver la labor cumplida, al verse integrado en un grupo de personas de iguales propósitos. Colabora con
voluntad propia. Nadie lo obliga, sólo su conciencia le llama a entregar algo de sus talentos a la comunidad, a
la sociedad.

Complace observar a aquel dirigente que permanece en el movimiento aún des pués haber sus hijos
dejado de ser jugadores activos porque ya han crecido más allá de las categorías establecidas por los
Criollito, la experiencia de ellos hace falta.

Un dirigente «modelo» deberá reunir muchas cualidades difíciles de encontrar en una sola persona, pero
que se complementan en la conjunción de todo un cuadro directivo.

Por otra parte, la cultura humana es primordial porque en el fondo los asuntos que tratamos son
esencialmente ínter-personales y no técnicos. Continuamente hay que tomar decisiones que necesitan un
profundo sentido de la equidad y de lo justo, basado en el conocimiento de las normas, del instructivo,
reglamentos y leyes, de los derechos del niño, niña y adolescente.

Es necesario conocer de las técnicas y reglas del béisbol, pero mucho más impor tante es SABER
DE NIÑOS.

Para subsanar la carencia de alguno de los atributos requeridos, el dirigente, el voluntario, debe tener la
predisposición y el ánimo de estudiar, de adquirir los conocimientos y técnicas faltantes mediante la lectura, el
estudio constante y la participación en talleres e intercambios de ideas.

Cada día tenemos que aprender a dirigir, a conducir, a asesorar a las personas que nos rodean.

Antes de tomar una decisión, hay que saber oír, hay que desprenderse de los intereses particulares,
hay que quitarse el uniforme del equipo, de la divisa, de la liga. No debemos precipitarnos para ser objetivos.
- 198 - Instructivo General de Béisbol
Corporación Criollitos de Venezuela

Aún no estando de acuerdo, el dirigente debe acatar las decisiones del órgano superior. Luego tendrá
la posibilidad de apelar a otras instancias, pero siempre respetando la jerarquía.

Ser dirigente, ser voluntario requiere un compromiso a contribuir, a asumir responsabilidades y a


concluir la tarea encomendada sin olvidar que se trabaja en equipo, teniendo una visión global y de futuro y
preguntándose siempre dónde hay que mejorar.

El buen dirigente reconoce la semilla útil y ayuda a formar generaciones de relevo, delegando funciones
y tareas.

El voluntario no busca reconocimiento, placas, ni elogios. El premio de la labor cumplida lo lleva en su


corazón.

«Los Criollitos» constituyen con un voluntario en acción, no sólo para la recreación, sino en especial
para la formación integral de nuestros muchachos, en donde el juego de pelota es una manera, una
oportunidad para conocerse a sí mismo y a los demás, aceptarse a sí mismo y a los demás, respetarse a
sí mismo y a los demás.

- 199 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

CIRCULAR DEL DR. DEL VECCHIO

A TODOS LOS PADRES, REPRESENTANTES, FAMILIARES, MANAGERS, COACHS Y PUBLICO EN


GENERAL QUE ASISTEN A LOS JUEGOS DEL Béisbol MENOR, MUY ESPECIALMENTE A LA Categoría
PREPARATORIA, PREINFANTIL E INFANTIL.

La práctica del béisbol, as’ como cualquier otra disciplina deportiva, debe ser utilizada como medio de
formación del niño. El deporte constituye un eficaz complemento de la educación del hogar y escolar, para
lograr la cabal formación integral del ser humano.

El deporte y la cultura son indispensables para que los niños sean mañana buenos y correctos
ciudadanos, útiles a la sociedad.

La experiencia que tenemos es que las categorías preinfantil e infantil son las que originan más
problemas, muchos de ellos verdaderamente graves.

¿Qué es lo que causa esta situación?

La mayoría de los inconvenientes, son ocasionados por la conducta de los adultos, que van a los campos
sin tener la menor idea del tipo de competencia que van a presenciar. En primer lugar, refiriéndonos al
preinfantil, se trata de una categoría que no es competitiva, sino más bien de aprendizaje, en donde los
participantes, sus hijos, como los otros muchachitos - niños también, criaturas iguales a la suya van al terreno
de juego a dar sus primeros pasos dentro de un deporte, que los va a ayudar a formarse física y moralmente.

Claro que Usted le gustaría que el equipo de su muchachito ganara, pero igual cosa muy natural y
humano piensan los padres de los niños del otro equipo.

Ahora bien, Aquí es lo más importante en estas categorías. ¿Ganar?

¡Por supuesto que no!

Siempre hemos sostenido que a los niños debe inculcárseles espíritu de competencia, ansias de triunfo. No
compartimos en su totalidad la tesis del Barón Pierre de Coubertin, organizador de los modernos Juegos
Olímpicos, quien afirma que lo importante es participar. Creemos que es lógico y conveniente que los niños
entren al campo de juego en busca de la victoria, que jueguen para ganar, siempre naturalmente con
deportivismo, honestidad y gallardía. Pero es aplicable solo a los niños, nunca a los adultos. Para estos
últimos, los objetivos de mas significación no pueden ser los de ganar y mucho menos a toda costa.

El resultado del juego, en este caso, debe ser secundario.

1. Deportivamente hablando, que aprendan a jugar béisbol y es lamentable que ni siquiera este
aspecto lo comprendan bien los adultos, pues hay que ver cómo apabullan a los niños cuando
cometen un error y son causa de mofa, burlas y risas por parte del público contrario, que no se da
cuenta que son unos chiquillos que apenas comienzan y que no puede exigírsele como si fueran
profesionales; y

2. Pedagógicamente hablando - y esto es lo más importante de todo - que se utiliza el béisbol como
medio, para construir a la correcta formación del niño. Es la educación del hogar y la escolar,
combinadas con la práctica de una disciplina deportiva, las que van a dar forma a la personalidad del
niño, a fin que éste, en su vida de adulto, sea factor de importancia y utilidad, tanto para su
comunidad, como para la sociedad en la que le corresponderá vivir.

- 200 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

Es triste reconocerlo, pero ya en esta Organización poco importan las calificaciones obtenidas por los
muchachos en el plantel educacional. Aun cuando el rendimiento en este sentido deje mucho que desear, si
el niño es bueno, entrará en Play, porque no pueden arriesgarse a perder.

La liga no puede controlar las calificaciones de los muchachos. Esto es cuestión de conciencia y de
competencia exclusiva de los padres de los niños en estrecha colaboración con los managers y coachs de los
equipos. Si el niño no cumple con sus estudios, no tiene derecho a jugar. Así entendido, conscientemente, el
béisbol menor y el deporte en general se convierten en un medio de presión, para ayudar a crear en el niño, el
sentido de la responsabilidad. Al pequeño pelotero que no cumple con sus estudios, no se puede premiar
poniéndolo a jugar, así sea la estrella del equipo.

¿Estamos conscientes de la importancia que tiene en la vida el saber ganar y perder? bien, en otros países
se acostumbra que al final de cada juego el equipo derrotado se dirija al Dogout contrario para felicitar al
triunfador. Y debe ser así, que el vencido reconozca con deportivismo los méritos hechos por el adversario
para ganar, y éste, aceptar con hidalguía la felicitación. Hay que saber ganar y saber perder. Si hoy nos toca
a nosotros reconocer la victoria de otro, mañana les corresponderá a ellos aceptar con honestidad y
sinceridad nuestro triunfo.

Es preciso reconocer las derrotas con honradez. Analizar con toda mesura las causas que pudieron
provocarlas, corregir las fallas y esperar otra oportunidad.

Cuántas veces hemos presenciado juegos en los que un equipo pierde por uno o varios errores del
cuadro o del outfield y sin embargo el comentario final de los niños incluso de aquellos que cometieron los
errores pretende achacar el revés a una decisión más o menos discutible de un árbitro, que pudo o no
equivocarse ¡todos somos humanos y cuántas veces habremos de errar en la vida! Pero que en ningún caso
fue la verdadera causa de la derrota.

Lo grave de todo esto es, que al niño puede perdonársele que pretenda encontrar una excusa, pero lo
injustificable e inaceptable es que los adultos, en lugar de aprovechar la oportunidad para corregir tal actitud,
que es negativa sin lugar a duda, la respaldan y más bien contribuyen a avivar el comentario y a crear una
atmósfera de hostilidad en torno al árbitro.

En numerosas oportunidades hemos oído a personas adultas alimentar en sus niños la idea que el árbitro
se equivocó de mala fe, o sea para favorecer intencionalmente al otro equipo... ¡Qué monstruosidad! ; Cuando
lo procedente es explicarle al niño que se trata de una equivocación que responde al hecho de ser humano y
que de ninguna manera obedece a mala intención.

Estamos seguros que muchas de las personas que así actúan, al leer esta circular dirán: « ¡No!» Pero
hay árbitros que se equivocan de mala fe. Y en el supuesto negado que así fuera, tampoco tendría
justificación su proceder, porque no vamos a encaminar a nuestros hijos por los senderos torcidos de las
cosas. En todo caso le negaríamos al niño la mala acción y luego aparte, hablaríamos con el árbitro y de ser
necesario se tomarían las medidas pertinentes.

La pasión incontrolada de los adultos por sus propios hijos o por sus familiares llega al extremo que en
ocasiones ni siquiera les importa lo que ocurre con sus equipos, con tal que sus hijos se destaquen. Son
incontrolables los ejemplos de hombres que han pasado por la organización y que aparentemente les
interesaba el destino de la misma, pero que al salir sus hijos de la categoría juvenil, no volvieron más nunca a
Los Criollitos. Nada importa que ellos hubieran comenzado a los 8 años en el pre-infantil y que durante diez
largos años la organización les hubiera dado la oportunidad de practicar su deporte favorito y que hubiera
contribuido a la correcta formación de ese muchacho. No, lo que a ellos realmente les importaba, muy
egoístamente, eran sus hijos y nada más que sus hijos.

- 201 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

¿Estamos exagerando? ¡Claro que no! Estos comentarios son frutos de la experiencia. Todo lo hemos
presenciado y oído en los campos de juego y en nuestras actividades como directivos de la Organización.

Sería realmente interesante hacer una grabación de las vociferaciones del público que asiste a los
juegos de las categorías pre-infantil e infantil y luego convocarlos para hacérseles oír. De esa manera podría
darse cuenta de las barbaridades que se les dicen a unos pequeñitos cuyas edades oscilan entre los 8 y los
12 años de edad. En lugar de encuentros de béisbol menor, a veces uno tiene la impresión de estar en circo
romano.
Estamos conscientes que los conceptos contenidos en esta circular son realmente crudos, pero en la
conciencia de todos estamos seguros que existe la certeza de no habernos apartado en lo más mínimo de la
verdad. Esperamos muy sinceramente, sin embargo, que sea acogida con amplia receptividad y que
contribuya a lograr una mejor comprensión de lo que para esta organización constituye el béisbol menor y lo
que es más importante aún, que podamos conseguir que los adultos, los padres de nuestros pequeños
jugadores, se den cuenta exacta del extraordinario medio que Los Criollitos de Venezuela ponen en sus
manos para que sus muchachos obtengan una correcta formación, tanto física como moral, a fin que sean
mañana, los excelentes ciudadanos que esta gran Patria necesita.

- 202 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

¿CÓMO TE UBICAS COMO FANATICO EN EL ESTADIO?

El comportamiento de las barras, conformadas por padres y simpatizantes en los campos de juego,
debe estar orientado principalmente hacia la formación del espíritu deportivo de los niños y jóvenes. De allí
que se deben evitar las ofensas hacia el personal técnico, árbitros, equipo contrario, etc. Es lamentable que
por la tensión descontrolada de algunos, las horas de juego destinadas a entretener y a compartir, se
conviertan en momentos desagradables.

Unámonos a los compañeros del equipo para tener una tribuna alegre que anime a los peloteros,
aplaudiendo sus buenas jugadas con manifestaciones positivas y digámosle NO, a quienes ofenden, burlan e
irrespetan nuestra organización.

1- No olvides que tu conducta es imitada por tus hijos y observada por los demás.

2- Los árbitros son humanos y por lo tanto propensos a equivocarse. No te excedas a tus
manifestaciones en contra de ellos.

3- No discutas con ninguna persona cuando estés presenciando un juego de béisbol menor, conversa
amigablemente.

4- No te BURLES de los niños cuando hagan una mala jugada, ALIÉNTALOS.

5- No incites a los niños a jugar con VIOLENCIA.

6- Ganar es secundario, aunque es un aliciente. Es preferible perder un juego por proteger a un niño,
que ganar a toda costa aún poniendo en peligro la integridad física y moral del niño. Primero: Hacer amigos,
Segundo: Competir.

7- Si un equipo gana NO TE BURLES de los perdedores. Si un equipo pierde, NO TE ENOJES con los
ganadores, recuerda que todos son niños.

8- Tómalo todo con calma, esto es una escuela y Tú eres uno de los maestros.

9- El pitcher, el cátcher y el bateador son los jugadores que están más cerca del público, por lo tanto
eviternos que personas mal intencionadas traten de llamarles la atención, con el único fin de ponerlos
nerviosos. Para esas personas la finalidad es ganar, sin importarles el mal que pueden ocasionarles al niño,
NO SEAS TU UNO DE ELLOS.

Todos los niños del mundo son reflejos de los tuyos, quiérelos a todos.

Trata de ubicarte en los siguientes «retratos» que se presentan a continuación.

Los modelos descritos no tienen como propósito ofender, denigrar y no fueron redactados para
caracterizar a determinadas persona en particular. Cualquier parecido es pura coincidencia.

1- El representante «Autosuficiente».

Fue beisbolista en su tiempo. Hizo el esfuerzo por «llegar» y no pudo. Hoy vive de sus añoranzas del
pasado y rotándose de equipo en equipo de «veteranos».

Siempre cree saberlo todo en el béisbol. Es el permanente crítico descalificador de niños y jóvenes que
quieren destacarse « ¿Cuándo en mi época?», es su consigna constante:
- 203 - Instructivo General de Béisbol
Corporación Criollitos de Venezuela

2- El representante «Arbitro de tribuna».

Siempre está en contradicción con los verdaderos árbitros del juego. Jugó béisbol en su tiempo y se
retiró porque según él los árbitros se la tenían dedicada y éstos siempre son unos vendidos. Dice tener vista
de «águila» para ver de lejos un out y distinguir muy bien un strike. Cuando se le invita a colaborar en el
terreno, se hace el loco, inventa mil excusas porque «sabe mucho» (desorientar el juego de los niños, ya que
no conoce las reglas que se aplican en este béisbol).

3- El (la) representante espontáneo (a).

Siempre está en todo: quiere ser desde limpiador y marcador de terreno hasta directivo de liga, porque
teme delegar funciones. Siempre dice sí a toda ayuda solicitada. Es útil en las divisas y éstas se lo pelean. Se
dice que todos los años llega una persona con estas cualidades a la Corporación: quién se lo consiga es de él
(ella).

4- El (la) representante banco.

Le ha comprado toda la indumentaria deportiva importada a su hijo, le fascina verlo «vestido de


pelotero». Dice que éste debe distinguirse de los demás. Asimismo le ha prohibido prestarle los útiles a sus
compañeros. En días pasados, el equipo casi pierde por confiscación, ya que el niño no quiso prestar su
casco.

Después que ve a su hijo uniformado, se va del juego porque ya el espectáculo no le atrae mucho y a su
hijo alguien lo llevará a casa.

5- El (la) representante nervioso (a).

Siempre se ubica en la tribuna detrás del home. De allí intenta «dirigir» y regañar a su hijo. Le hace
señas, le grita y hasta le insulta. El niño lo observa y dice por dentro: «Papá (Mamá) déjame concentrarme
para poder hacerlo bien».

Sale corriendo por la tribuna con el batazo que conecta su hijo y grita provocadoramente: «Ese es mi hijo».
Generalmente, lo (la) sacan del estadio porque no sabe controlarse y se pelea con todo el mundo.

6- El (la) representante solidario (a).

Es humilde, sencillo (a) y pasa desapercibido (a). Es un (a) defensor (a), sempiterno (a) de la
institucionalidad. Maneja inteligentemente la normativa para las grandes decisiones. Algunas veces ciertos
«vivianes» que nunca faltan, lo utilizan y se aprovechan de él (ella) para «trepar» y él (ella) pocas veces se da
cuenta. Su opinión siempre es escuchada con atención, es admirado (a), respetado (a) por todos,
especialmente por aquellos que desean aprender. Pasa desapercibido en el estadio. Llega calladito y así se
va después del «out 27».

7- El (la) representante criticón (a).

Desde que inscribió a su hijo en la divisa comenzó a cuestionarlo todo. ¿Por qué tengo que pagar?,
¿Por qué tantas reuniones?, ¿Por qué levantarse tan temprano si van a divertirse?, ¿Por qué ese campo está
tan lejos?.....

Cuestiona la forma y color del uniforme, pero no formula sugerencias novedosas, no trae ideas
positivas. No está de acuerdo con la directiva, ni con el personal técnico porque en efecto, ya todos lo (la)
tienen «marcado» (a). Siempre anda colérico (a) y buscando en las tribunas sus próximas «víctimas» para

- 204 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

envenenarlas contra todo el mundo. Su actitud es explicable: Es a su hijo a quien de veras le gusta el béisbol;
él (ella) siempre anheló que su hijo fuese un boy scout o un cantante de música rock: lástima, ¿verdad?

8- El (la) representante pantallero (a)

Es pura figura y pinta. Quiere saber y hacer de todo, siempre queda mal y hace el ridículo. Es él (la)
primero (a) en las inauguraciones y en los grandes actos, sobre todo cuando va la prensa y los fotógrafos.
Llega con las mejores «galas deportivas», porque su afán es distraer y llamar la atención. Se indigna cuando
hay buenas jugadas porque nadie lo (la) observa. Termina yéndose disgustado (a) del estadio, porque todos
saben que éste (a) se equivocó de entrada.

9- El (la) representante casual

Una vez pasó por el estadio, oyó la gritería, le llamó la atención, y entró como si nada. Después se
incorporó a las actividades y piensa que en la Corporación todo es válido: desde promover individualidades y
grupos hasta lograr montar un «negocito» a cuenta de Los Criollitos. Nunca atiende al juego y por lo general la
gente le saca el cuerpo porque últimamente hasta ha promovido apuestas. Es grosero (a) y provocador (a).
Siempre es conveniente llamar a las autoridades para que no lo (la) dejen entrar nunca más.

10.- El (la) representante soñador (a)

Cada vez que ve a su hijo se lo imagina en los campos de grandes ligas. Lo inscribió en la Corporación
porque considera que la misma es sinónimo de academia deportiva y que se lo conviertan en él «grande liga»
de la familia. Por donde quiera ve a su hijo lo observa lleno y pintarrajeado de ($$) dólares, nunca cargado de
amor y afecto.

11- El (la) representante tallerísta.

Pocas veces va al juego a ver a su hijo. Es una persona muy ocupada. Considera a la Corporación
como una guardería o taller de actividades extra- escolares. Se disgusta cuando lo (la) convocan a una
reunión y le piden colaboración porque siempre afirma que a estos organismos los subsidia el gobierno y ello
es suficiente.

12- El (la) representante barra.

Acude al estadio con toda una parafernalia payasística: tambores, pitos, cornetas, sirenas y demás
estridencias. Su afán es darle vivas al equipo de su hijo, pero termina ofendiendo a los demás atletas. Se
defiende afirmando que él (ella) puede hacer lo que le venga en gana, pero siempre olvida que está en un
juego de niños y asistió a un juego que no era el suyo. Muchas veces tiene que irse antes que finalice el
juego porque si no es así, lo tienen que sacar oculto.
** *
Ojala que tu ubicación haya sido la más acertada, franca y sincera. Píensela muy bien.

¿Crees que esas son tus características personales?

¿Puedes mejorarlas, modificarlas o estás conforme con tu escogencia?

Nota Final:

Es probable que tu escogencia coincida con dos o más retratos. Si es así, eres un «fanático-híbrido»,
por tanto, es urgente que te dispongas a revisar y mejorar tu conducta en el espectáculo deportivo.

- 205 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

CARTA DE FRANCISQUITO A SU PAPÁ

Mí querido papaíto:

Tengo que decírtelo, no sé si ésta es la mejor manera para un carricito de nueve años, como yo, pero
tengo que decírtelo de alguna forma. Es que sufro mucho, ¿tú ves? Cuando se supone que debería
divertirme, según creo. Digo, porque cuando lo ponen a uno a jugar algo es para que se divierta. Y a mí me
gustaba jugar béisbol. Ahora no, porque sufro. Yo creí que jugar pelota era eso y nada más: jugar.

Resulta que, tú y las mamás y los papás de los demás muchachos del equipo, me tienen loco y sin
ganas de uniformarme más. En estos días cuando yo estaba catcheando porque no fue el muchachito que
juega en esa posición, hice un tiro a segunda porque uno del otro equipo iba a robar y tú me gritaste: “¡Así’ no
se tira, es sobre la base!“ La verdad es que yo no pensaba siquiera que iba a llegar con mi tiro, mucho menos
que podía poner la bola en la base.

Ese día, que era domingo, o sea cuando uno tiene que gozar porque ha estado toda la semana en la
escuela, que es buena pero no es lo mismo, pase muchas angustias. No te dije nada porque pensé que me
regañarías, pero mi mano izquierda quedó hinchada después del juego. Creo que fue porque nunca había
jugado con mascota; tú sabes que mi posición es segunda base, la mascota era muy pesada, me bajaba el
brazo y la bola me pegaba en todo el centro. Ese golpe me produjo el dolor, pero si te decía algo, quizás me
ibas a decir esas cosas de disgusto que tú dices cuando perdemos o cuando me poncho.

A mí me gustaba ser como Omar Vizquel o Luis Sojo en segunda base, pero ahora ya no me gusta
mucho, porque eso me gustaba cuando creía que se podía jugar sin tanta gente atrás, incluyendo al papá de
uno, gritando y regañando.

Todos los chamos del equipo hemos hablado de eso y varios hemos decidido no jugar más pelota, a ver
si somos felices como los demás niños.

Y el manager de nosotros también sufre mucho con las cosas que ustedes gritan, y porque cuando
perdemos le reclaman que hizo cambios malos, y también porque todos los papás y mamás quieren que sus
hijos jueguen todo el juego, y él a veces, no puede ponernos a todos a la vez. También porque nadie lo felicita
cuando ganamos.

Yo siempre estoy seguro, papito, que tú haces todo bien y me imagino que ahora también estás
haciendo lo que se debe hacer. Pero ¿tú sabes lo que oí decir en estos días por ahí? Que muchos padres lo
que quieren es divertirse y presumir por la calidad de juego de su hijo, sin importarles si el muchacho se
divierte o no, ¿verdad que tú no eres así, papito? Porque eso sería malo y tú eres bueno.

A mí se me olvidó cómo es que yo bateaba, papi, porque cuando me paro allí’, comienza a decirme
cosas, que si mas allá que acá, y estoy enredado.

Además, lo que ustedes me gritan de atrás es diferente a lo que practicamos. No entiendo. Y desearía
entender, sin embargo, como te veo tan preocupado y te oigo tan angustiado cuando yo juego, creo que te voy
a resolver ese problema dejando de meterme en esas cosas del béisbol.

Tú sabes, papito, que te quiero mucho y no quiero que sufras por nada, menos por no saber yo jugar
como tú quieres que lo haga, y que yo creo que es la mejor manera, es decir, como Vizquel o Sojo.

Te pido la bendición

Francisquito, el que no sabe catchear.


- 206 - Instructivo General de Béisbol
Corporación Criollitos de Venezuela

CARTA A UN JOVEN CRIOLLITO


Mí querido Omar:
Ayer tuvimos un intercambio de palabras, para no llamarlo discusión. Pretendías ir a una fiesta cuando
los trimestrales están prácticamente en la puerta. “Es mi problema - decías y yo sé cómo resolverlo”. Y te
embarcaste en una programación ideal que media cada hora con gran precisión y que me demostraba al
menos eso pensaste que tenías tiempo suficiente para ir a la fiesta y para estudiar para los trimestrales.

Al fin se impuso mi criterio, creo que sinceramente compartido por ti, y no hubo fiesta. Sin embargo no
quedé satisfecho con la conversación y con las cosas que nos dijimos. Por eso quisiera aclararlas en estas
líneas.

Hijo, no es cuestión de tener una o dos horas para estudiar. Si te propusieras solamente ver
menos televisión y dormir menos, ya tendrías tiempo suficiente para presentar exámenes de cirugía
nuclear. La cuestión es de actitud y de asumir una posición ante las cosas importantes. De darles una
valoración a cada una de ellas y dedicarles tiempo y esfuerzo sin dosificación y sin regateos. Los exámenes
trimestrales no son un requisito que impone el colegio o la ley de educación. Es un reto personal en la cual te
vas a demostrar a ti mismo que éstas mejorando y que estás preparándote para el futuro. Y eso no son frases
rebuscadas en algún librito escolar de los que tienen el niño bueno y el niño malo. En el diario compromiso de
la vida, el hombre esta solo con su capacidad. Y si no la desarrolla vale un poco menos que otros que sí
encontraron tiempo para hacerlo.

Para dejar bien claro mi punto de vista te voy a hacer una comparación. O a recordártela porque ya
me has oído decir lo mismo en otras oportunidades. Piensa en tu vida como si fuera un juego de béisbol. Tú
eres el manager y tus jugadores son tus propias facultades: inteligencia, memoria, salud, fuerza física y sigue
contando hasta que reúnas dieciocho jugadores deseosos de ganar todos los juegos. Solamente puedes poner
en el campo nueve de ellos y ya allí’ comienza la primera tarea de selección.

La inteligencia es como un buen receptor que maneja bien a sus jugadores y que hay que mantener en
juego todo el tiempo, pero muchas veces es mejor no contar con la memoria que es un lanzador muy veloz
pero muy “bolero” que falla en los momentos difíciles.

Mejor es abrir los juegos con compresión que necesita tiempo para calentar pero que es mucho más
seguro. Y dejamos a la memoria para un relevo de angustia.

Como manager debe tener una imagen completa del juego y de los valores de los equipos que se te
enfrentan. Cada una de tus facultades los hombres de tu equipo son valores que deben invertirse para
beneficio del equipo completo, sin desperdiciarlas. Debes hacer carreras primero. Lo de ganar el juego viene
después. Las carreras se anotan gradualmente, poniendo hombre en primera, luego en segunda y así hasta
llegar a la goma. Con paciencia y tesón. Uniendo un hit con un robo de bases, una base por bolas con un
sacrificio, en una combinación de cerebro y músculo. El ir a una fiesta teniendo un compromiso de exámenes
por delante pensando que después habrá tiempo de estudiar es desperdiciar la oportunidad de poner un
hombre en primera pensando que después viene el cuarto bate que con un jonrón va a poner el equipo a
ganar. Y los jonrones son raros, hijo mío, hasta en las Grandes Ligas.

Y otra cosa: pon a jugar a todos tus hombres. Siempre tendrás oportunidad para cada uno de ellos. Y te
lo digo porque hay un oscuro jugador que los managers jóvenes casi nunca sacan al campo. Se llama
renuncia o también capacidad de sacrificio. No es un ganador de juegos, ni un jonronero espectacular, ni
tampoco un fildeador de maravilla. No creo que sea bueno tampoco ponerlo a jugar a cada momento. Peor si
es interesante tenerlo a mano como un recordatorio que no todos los juegos se pueden ganar. Y que a veces
enseña más el juego perdido que el que se gana por carreraje

Te bendice, Tu papá
- 207 - Instructivo General de Béisbol
Corporación Criollitos de Venezuela

LA ACTITUD DEL ADULTO EN EL BÉISBOL MENOR.


Dr. José Del Vecchio

Los padres pueden contribuir a que sus hijos


Sean mejores jugadores de béisbol,
Pero también
Pueden hacerles daño
Al asumir actitudes antideportivas

Los juegos infantiles están llenos de secretos y motivaciones sólo conocidos por los niños. El mundo
fantástico del juego infantil es diferente al mundo positivista y falto de imaginación de los adultos. Los niños se
dan cuenta de esta situación y poco a poco van rechazando la intervención y presencia de los adultos en sus
juegos. Son dos mundos diferentes: el del trabajo fuerte y angustioso del adulto y el maravilloso, lleno de
fantasías y de sueños de los niños.

Nos damos cuenta en la vida diaria, que este distanciamiento entre padres e hijos se va acentuando hasta
convertirse en un verdadero abismo de comunicación. Presenciamos un hecho lamentable pero absolutamente
cierto, cual es que padre e hijo, dos generaciones contiguas, solo vivían uno al lado del otro, sin diálogo y sin
compartir afectos ni intereses.

El béisbol infantil es un medio para lograr ese puente de comunicación cuando los padres se incorporan
a este deporte como managers, o dirigentes, estableciéndose el ansiado puente espiritual, entre niños y
adultos, entre padres e hijos.

Existe un peligro en la intervención de los adultos en el béisbol infantil. Los niños quieren jugar y como
es natural quieren ganar; los adultos pierden de vista el objetivo principal del béisbol infantil, que es dejar que
los niños se diviertan, que se desarrollen física y mentalmente en su mundo imponiendo en el juego de los
niños los intereses, las ambiciones, las angustias y ansiedades resultantes del mundo donde actúan, con el
afán de destacar y predominar, con las discriminaciones e injusticias propias de nuestra sociedad de
consumo.

Muy bueno y positivo es que los padres busquen establecer contacto de interés y comprensión con sus
hijos a través del béisbol infantil, pero si tal situación paternal se torna perniciosa por su mal ejemplo,
llegamos a una situación, que hacemos votos por suprimir de nuestros campos deportivos, que es la
actuación, la influencia maléfica de muchos padres y adultos que en lugar de construir, ayudar y colaborar
vienen a sembrar una mala semilla de odios, injusticias y desplantes negativos en una organización que debe
ser eminentemente educativa, tanto en su origen, en sus fines como en sus mismos estatutos.

La agresividad en el béisbol infantil, es consecuencia de la actuación de los adultos como managers o


como simples espectadores en las tribunas, quienes con palabras y actitudes antideportivas propician que los
niños ya no jueguen con otros niños, juegan contra rivales con los resultados negativos que esta situación
ocasiona.

Los managers son el corazón de las organizaciones del béisbol menor; de su comportamiento en el
campo de juego depende el éxito o fracaso de la liga. A veces se olvidan de los niños y adoptan actitudes de
managers de equipos profesionales.

La labor del manager debe ser de orientación en el juego, de buen ejemplo y principalmente de
honradez a toda prueba. Por ningún respecto debe inducir o favorecer situaciones de trampa y de mentira
con alteraciones y falsificaciones de partidas de nacimiento o documentos de identificación; los que actúan

- 208 - Instructivo General de Béisbol


Corporación Criollitos de Venezuela

de esa manera, no pueden estar al frente de los menores y deben ser extrañados definitivamente del béisbol
menor.

Los managers del béisbol infantil deben ser preparados psicológicamente por medio de seminarios,
para que se les humanicen y dejen de herir a los niños menos dotados, que muchas veces no son tales, sino
menos diestros por falta de entrenamiento y que deben recibir oportunidades en los juegos.

En relación con los padres se presentan varias situaciones: desde la negatividad absoluta de éstos,
apáticos y desobligados, que no se interesan por los juegos de sus hijos, entregándolos en manos de otra
persona y perdiendo esa gran oportunidad del diálogo y la comunicación.

Hay otros que llegan al exceso de intromisión y exigencia que malogran la labor educativa con sus crisis
histéricas, con insultos, gritos y gestos violentos contra el hijo que hirió su amor propio cometiendo un error.

Algunos padres, que desconociendo la labor educativa del béisbol infantil, exigen al manager del equipo
en que juega su hijo, que lo ponga a jugar en tal posición, por “él, es el mejor” sin pensar en el mal que le
hace con esta actitud. Un padre que sea el manager del equipo donde juega su hijo, debe ser muy prudente
para no herir susceptibilidades y cometer injusticias favoreciendo a su propio hijo.

La presencia de los padres y representantes como espectadores en los juegos de béisbol menor
constituye un estimulo para los niños, pero también contribuye a aumentar el nerviosismo entre los pequeños
jugadores. Creemos conveniente que el niño se vaya acostumbrando a enfrentarse a compromisos y
responsabilidades ante un público que debe valorar con justicia la destreza adquirida.

Pero cuando la tribuna se transforma en un monstruo de mil cabezas, profiriendo gritos e insultos en
contra del pequeño deportista, sin tomar en cuenta que es un chiquillo que apenas comienza y que no se le
puede exigir como si fuera un profesional, entonces esta actitud de la tribuna, puede desatar en el niño, de
carácter fuerte, reacciones violentas que afean su conducta y en niños sensibles, la reacción puede ser el
desinterés y la apatía, como fruto de una profunda frustración, que lo llevará a no querer participar en el futuro
en ningún evento deportivo.

¿Tienen los adultos derecho de intervenir en los juegos de los niños, para lastimarlos, ofenderlos y
herirlos?

Las palabras que a continuación copiamos corresponden a los derechos del niño, Principio VII de la
Declaración de la ONU. Del 20 de Noviembre de 1.959.

“El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los que deberán ser dirigidos hacia los
fines de su educación y orientación; la sociedad y sus autoridades se esforzarán por promover el goce de este
derecho”.

- 209 - Instructivo General de Béisbol

También podría gustarte