32 ESCUELA Núm. 3.
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Entrevista
PÍO MACEDA. MIEMBRO DE LA EJECUTIVA DE LA FE-CCOO
“Los jóvenes de Túnez y Egipto vivirán una
sensación de libertad mayor que la nuestra”
MANUEL MENOR CURRÁS
Comienzo por la curiosidad de descu-
brir en tu último libro que el jefe de los
espías de Esperanza Aguirre -el Sr. Ga-
món- pasó una noche en un encierro de
maestros y profesores.
Así fue. Faltaban un par de meses
para que se hiciera famoso cuando la
prensa desveló que era el jefe de los es-
pías de la Sra. Aguirre. Lo que hago en
el libro es mezclar el hecho cierto de
que él y varios de sus hombres pasa-
ron la noche controlando nuestro en-
cierro con una rendición de cuentas
imaginaria a su jefa.
Entre las muchas personas que mencio-
nas, Esperanza Aguirre no sale muy bien
parada...
La que sale mal parada es la polí-
tica de la Comunidad de Madrid de
privatizar los servicios públicos. Utili-
cé la referencia a una imagen del pin-
tor Francis Bacon para simbolizar lo
que hay de obsceno en el negocio de
privatizar la sanidad y la educación.
Resulta simpática, en cambio, la imagen
de unas monjas corriendo por la planta
de traumatología del Clínico pare ver a
Felipe González.
Unos meses antes de las eleccio-
nes de 1982 Felipe González visitaba
a un periodista amigo que había su-
frido lesiones a consecuencia de un
atentado armenio. Esa imagen de las
monjas corriendo para ver al joven
líder era, sin duda, reveladora de su
carisma, pero no supe verlo entonces.
¿Te fue difícil juntar tanto dato para la na-
rración de estas cuatro décadas?.
Quizá lo más difícil no fue conse-
guir los datos, porque aparte de notas
personales -pocas- conservo materia-
les de los años 70. Y a partir de los 80,
es fácil seguirlos en las revistas sindi-
cales y profesionales. Lo más com-
plejo -y no sé si lo he conseguido- fue
seleccionar el tono de la narración y
las escenas que me permitirían contar
esa historia. Parto de datos contras-
tados, pero el punto de vista es el del
narrador. Eso exige la complicidad y
la mirada crítica de los lectores.
¿Cuál fue el motivo que te animó a escri-
bir este libro?
Cuando la jubilación nos vaya
separando de los jóvenes, ¿quién les
transmitirá las experiencias de nues-
tra generación? Este texto es una
narración de algunos de los asuntos
que hemos vivido a lo largo de cuatro
décadas. Cuento las cosas desde mi
punto de vista, pero las circunstancias
fueron bastante comunes. Por eso
pido a los lectores que partan de sus
experiencias para coincidir o disentir.
Los hechos están contrastados, pero
las opiniones son las del maestro que
los cuenta.
¿Qué cambios significativos adviertes en
la enseñanza a lo largo de los años?
“Es imprescindible que todos los gobiernos, por exigencia de sus votantes,
apoyen con los recursos necesarios la profesión docente”
Las dificultades que vivimos no
deben impedirnos reconocer que la
educación en España ha cambiado
profundamente. Hoy el derecho a
la educación está al alcance de todas
las personas, hombres y mujeres, con
independencia del origen social. La
Ley de Educación de 1970 ya había
representado un primer paso en la
buena dirección. La política de los
gobiernos de la etapa democrática,
con sus aciertos y errores, ha cons-
truido el sistema educativo que te-
nemos.
Uno de los rasgos más destaca-
dos de la educación en España es la
atención al alumnado inmigrante
que se multiplicó en los primeros
años de este siglo. Pero, sin duda, el
cambio más significativo de las úl-
timas décadas se dio en el papel de
la mujer. La diferencia entre el mo-
delo que representan las maestras y
profesoras de hoy para los chicos y
las chicas respecto al que tenían hace
menos de medio siglo refleja un
cambio profundo en el mundo. Las
Nuevas Tecnologías también han
transformado nuestra manera de re-
lacionarnos y de trabajar.
¿Qué consideras más positivo de lo
vivido?
Sin duda, ha sido la transición a la
democracia. Es probable que las per-
sonas que no vivieron en la dictadura
no lo aprecien, lo mismo que no nos
damos cuenta de la importancia del
aire que respiramos hasta que nos ha-
llamos en un lugar contaminado. En
el plano de la vida práctica, Internet y
las Nuevas Tecnologías han cambiado
la manera de ver el mundo y de rela-
cionarnos. Las personas que nos de-
dicamos a la enseñanza tenemos un
reto con la Red. Hemos de conseguir
que los alumnos sean capaces de se-
leccionar y profundizar en las noticias
interesantes. Algunos expertos dicen
que el exceso de información provoca
un pensamiento superficial. Se zapea
en la tele y se busca información y,
habiendo tanta, se consume el tiempo
en mucha información prescindible.
FOTO: TERESA RODRÍGUEZ
¿Hay algún momento que consideres
irrepetible?
Lo sitúo poco después de la muer-
te de Franco, cuando había una sen-
sación ilimitada de libertad, una sen-
sación que no he vuelto a sentir. Estoy
casi seguro de que también influyó la
edad que tenía entonces. Cuando uno
es joven cree que es más fácil cambiar
la sociedad y la escuela. Con el paso
de los años se aprende que los cam-
bios son muy complejos y se deben a
la suma de un conjunto de factores,
algunos de los cuales escapan a la vo-
luntad. Supongo que hoy los jóvenes
de Túnez y Egipto vivirán una sensa-
ción de libertad incluso mayor que la
que vivimos nosotros, porque ellos
han protagonizado los cambios.
¿Qué crees que no se ha logrado o que
se ha frustrado?
Se frustraron muchas posibilida-
des. Pero, refiriéndome a la educa-
ción, creo que se frustró la posibilidad
de un pacto por la educación que
evite la pugna partidista. Esta falta
7 de abril de 2011
Perfil
N
ació en Cancela, una aldea
gallegoparlante de El Bier-
zo (León) hace 60 años.
Inició su profesión de maestro en
Ourense. Se trasladó a Barcelona en
1973 y completó su periplo migrato-
rio en Madrid, donde trabaja desde
1978. Sus inquietudes le han llevado
a implicarse en distintas actividades,
más allá del aula, con la mente pues-
ta en su mejora. Desde mediados de
los 70 compaginó la labor docente
con las tareas sindicales. También
viene participando en foros como la
Plataforma de la Escuela Pública y
el Colectivo Lorenzo Luzuriaga. Fue
uno de los impulsores de Save the
Children en España y, actualmente,
forma parte de la Ejecutiva de la
Federación Regional de Enseñanza
de CCOO de Madrid y coordina la
revista TE.
Ha publicado: La educación ante
los grandes cambios culturales; Na-
dar contra corriente. Confidencias de
un profesor de Secundaria y Educa-
ción y libertad en la sociedad de la
información. En su nuevo libro, Nada
ha terminado. Crónica de cuatro dé-
cadas de escuela, rinde homenaje a
la generación de maestros y profe-
sores que ha realizado los cambios
del sistema educativo en las últimas
décadas. En la introducción dice:
“Siento que la vida pasa deprisa y
quiero que la memoria de las ilusio-
nes y de los esfuerzos de mi genera-
ción no desaparezca a medida que
la jubilación nos vaya separando de
los más jóvenes”.
de acuerdo en algunos puntos bási-
cos -el equilibrio pública-privada, la
asignatura de religión, el papel de las
lenguas propias, el apoyo a innova-
ción educativa- ha llevado a vaivenes
innecesarios. Cada cambio de partido
gobernante ha conllevado un cambio
en la legislación básica. El ministro
Ángel Gabilondo consiguió poner la
educación entre los primeros puntos
de la agenda política. Tuvo el coraje de
decir a sus compañeros de Gobierno
y a la oposición que debían esforzarse
en hallar puntos de encuentro.
¿Qué opinión te merece el no-pacto?
Para definir a los políticos que lo
impidieron, utilizaré la metáfora del
emperador del cuento, al que el niño
le dijo que iba desnudo. Pudo haberle
hecho caso pero prefirió los consejos-
propaganda de los que le jaleaban.
Eso es lo que han hecho los dirigentes
del PP: preferir sus principios, para
utilizarlos en la pugna política, a bus-
car cierta equidistancia que beneficie
la mejora de la educación. Lo que ha
acontecido es muy grave, porque no
ayuda a sumar fuerzas. El Gobierno