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administrativo expedido por parte de la máxima autoridad solo es susceptible de ser

impugnado en vía judicial.

A su vez en el artículo 223, en aplicación del principio “non refromatio in peius”,


se determina que la resolución que la resolución de impugnación en ningún caso
empeorara la situación inicial de la persona interesada.

Para Roberto Dromi, el Recurso es un remedio administrativo específico por el que


se atacan solamente actos administrativos1 y se defienden derechos subjetivos o intereses
legítimos2. El autor argentino Agustín Gordillo, lo define como el remedio o medio de
protección del individuo para impugnar los actos y hechos administrativos que lo afectan y
defender sus derechos frente a la administración3. El recurso tiene como fin jurídico
específico la revocatoria o modificación del acto administrativo recurrido.

APELACIÓN

Para el doctor Álvaro Mejía Salazar, el recurso de apelación tiene como finalidad, el
salvaguardar el orden público, pues a través de él se verifica la correcta aplicación de las
normas del ordenamiento social. […], no es menos cierto que él posee también fines
remotos […] por una parte precautelar el acatamiento de las normas que rigen una sociedad
y por otra el control de la correcta administración pública4.

Por ende el recurso de apelación es aquella vía impugnativa de carácter ordinario,


mediante el cual la parte interesada solicita a la máxima autoridad de una institución que
revise la actuación del inferior, con el fin de lograr su revocación, sustitución o reforma del
acto administrativo recurrido.

Para la interposición de este recurso se tiene el término de diez días, contados desde
el día de la notificación del mismo. El recurso de apelación reviste de ciertas
particularidades puesto que en el mismo se puede hacer mención a nuevos hechos o

1
Roberto Dromi, Derecho Administrativo, Buenos Aires, Editorial Ciudad Argentina, 2004, p. 239
2
Alvaro Renato Mejía Salazar, “Contenido y Alcance de las Presunciones del Acto Administrativo”,
en Revista Ruptura Año 51, Quito, Edición de la Asociación Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad
Católica del Ecuador-Quito, 2007, p. 340.
3
Agustín Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, Tomo 4, Buenos Aires, Fundación de
Derecho Administrativo, 2002, p. III-1.
4
Alvaro Mejía Salazar, “Los Recursos Administrativos, Naturaleza Jurídica y Aplicación en Materia
Tributaria”, (Quito: Corporación de Estudios y Publicaciones, 2013), 53.
documentos que sirvieron para su fundamentación, y que los mismos deben ser puestos en
conocimiento de la parte contraria para hacer efectiva la contradicción. A su vez se puede
solicitar en la apelación la nulidad del acto administrativo o del procedimiento bajo el cual
se sustanció.

Durante la tramitación del recurso de apelación, se puede declarar la nulidad de


procedimiento a solicitud de parte o de oficio, desde el momento en que se produjo y será a
costas del servidor que la ocasiono, pero solamente se podrá declarar la nulidad siempre y
cuando la causa que lo provoque tenga influencia en la decisión.

Dentro de la misma línea el artículo 229, hace referencia a la suspensión de los


actos administrativos, que por regla general, los mismos se presumen legítimos y deben ser
ejecutados luego de su notificación. La interposición de cualquier recurso administrativo o
judicial no suspenderá la ejecución del acto impugnado, salvo que la persona interesada lo
solicite. La ejecución del acto impugnado podrá suspenderse, cuando concurran las
siguientes circunstancias:

1. Que la ejecución pueda causar perjuicios de imposible o difícil


reparación. La emisión del acto administrativo, pueda causar un daño tan grave a los
derechos o intereses del accionante, que de iniciar su ejecutoría no se pueda volver
al estado anterior previo a su emisión.
2. Que la impugnación se fundamente en alguna de las causas de
nulidad de pleno derecho, previstas en este Código o las normas que rijan el
respectivo procedimiento especial. Por las causales establecidas dentro del artículo
105 (competencia, contrario a la ley y constitución, dictado fuera tiempo, etc).

La administración debe resolver la solicitud de suspensión y la falta de resolución


expresa al pedido de suspensión, se entenderá como negativa tácita. De la negativa expresa
o tácita, no cabe recurso alguno.

El plazo máximo para resolver y notificar la resolución es de un mes contado desde


la fecha de interposición.

Finalmente el COA, da un gran salto permitiendo la apelación en procesos de


contratación pública, y dentro de los cuales se podrá interponer exclusivamente de los actos
administrativos expedidos por entidades públicas contratantes. Quienes tengan interés
directo en el proceso de contratación pública dispondrán del término de tres días contados
desde la notificación del acto administrativo para formular su recurso.

3. RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN

Un acto administrativo surge de la actividad de la Administración y por tanto de él


emergen efectos jurídicos que puede favorecer o no al administrado, en ese sentido, Dromi
asegura que, “por medio del recurso administrativo se promueve el control de la legitimidad
(legalidad y oportunidad) de un acto emanado de la autoridad administrativa, a fin de que se
lo revoque o modifique con el objeto de restablecer el derecho subjetivo o interés legítimo
lesionado por dicho acto. (…)”5, fundamento acogido constitucionalmente, ya que
conforme se desprende del artículo 76 numeral 7 literal m), la Constitución de la República
ha previsto como garantía del debido proceso, la facultad de recurrir en todos los
procedimientos en los que se resuelva sobre derechos.

De manera que, la interposición del recurso extraordinario de revisión no es la


excepción a la garantía prevista en la Carta Magna, sin embargo, tal como se desprende de
su denominación por su naturaleza procede contra actos firmes y bajo la consideración de
circunstancias determinadas, lo cual, no restringe la previsión constitucional sino que da
plenitud a la seguridad jurídica de que se agoten los recursos ordinarios pertinentes.

En el contexto de las premisas expuestas, el Código Orgánico Administrativo ha


regulado lo referente a este recurso, previniendo desde el artículo 217 numeral 2 que este
medio de impugnación resulta procedente o admisible únicamente del acto administrativo
que ha causado estado, es decir, del que se ha adecuado a los presupuestos del artículo 218
del mismo cuerpo legal y siempre que su interposición se realice ante el mismo órgano que
expidió el acto administrativo y se funde en las siguientes causales:

5
Roberto Dromi, Derecho Administrativo, Buenos Aires: Editorial Astrea de A. y R. Depalma, 2001 p.
42.
PRIMERA: Que al dictarlos se ha incurrido en evidente y manifiesto error de
hecho, que afecte a la cuestión de fondo, siempre que el error de hecho resulte de los
propios documentos incorporados al expediente.

En relación a esta causal, cabe mencionar que previo a manifestar su voluntad la


Administración realiza una apreciación y valoración de los datos fácticos que obran de un
expediente administrativo, de modo que en esta etapa puede llegar presentarse dos
situaciones, la primera que la apreciación que realice la administración de los hechos
coincida con la realidad o que en su defecto no coincida lo cual provocaría el error de
hecho que finalmente afecta a la decisión que se adopte, de ahí que “el error de hecho
constituye un vicio de la causa del acto que da lugar a un acto incongruente con la
realidad.”6

Pero, el mencionado error de hecho además ha de cumplir características como el de


ser evidente, indiscutible, manifiesto, resultar de los propios documentos incorporados al
expediente7 y ser grave, es decir que su relevancia sea tal, que afecte al fondo del acto
administrativo por la desconexión entre los hechos y lo que se resuelve.

SEGUNDA: Que al dictarlos se haya incurrido en evidente y manifiesto error de


derecho, que afecte a la cuestión de fondo.

Respecto del error de derecho se ha de comentar que puede ser atribuible al


equivocado ejercicio intelectual que se realice al aplicar una norma y que por ende impida
que el contenido del acto se acomode al ordenamiento jurídico. Varios tratadistas han
identificado al error de derecho como aquel que se provocó como fruto de una indebida
aplicación de la norma o por su indebida aplicación de la norma, dando lugar a un acto
ilegal y por lo tanto nulo.8
6
Joana M. Socías Camacho, Error Material, Error de Hecho Y Error de Derecho. Concepto Y
Mecanismos de Corrección. Revista de Administración Pública, Num. 157 (España: CEPC - Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, 2014), 179.
7
Franch. Lara, Recurso Extraordinario de Revisión. (Economis y Jurist), 89.
8
Joana M. Socías Camacho, Error Material, Error de Hecho Y Error de Derecho. Concepto Y
Mecanismos de Corrección. Revista de Administración Pública, Num. 157 (España: CEPC - Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, 2014), 180-206.
TERCERA: Que aparezcan nuevos documentos de valor esencial para la resolución
del asunto que evidencien el error de la resolución impugnada, siempre que haya sido
imposible para la persona interesada su aportación previa al procedimiento.

Como bien, se menciona en esta causal, la documentación a la que se haga


referencia al invocarla no puede ser cualquiera, sino aquella que esté dotada de tal
relevancia que incida contundemente en la modificación del contenido resolutivo del acto
administrativo, pero que además el interesado no haya tenido acceso a dichos documentos
durante el procedimiento, de modo que no será admisible que se los haya creado.

CUARTA: Que en la resolución hayan influido esencialmente actos declarados


nulos o documentos o testimonios declarados falsos, antes o después de aquella resolución,
siempre que, en el primer caso, el interesado desconociera la declaración de nulidad o
falsedad cuando fueron aportados al expediente dichos actos, documentos o testimonios.

En referencia a este supuesto, se precisa que los documentos o testimonios deberán


ser declarados falsos mediante sentencia firme y para considerar la procedencia de esta
causal se debería realizará un análisis para determinar si en efecto, los documentos o
testimonios falsos incorporados al procedimiento influyeron en la decisión que se recurre.

QUINTA: Que la resolución se haya dictado como consecuencia de una conducta


punible y se ha declarado así, en sentencia judicial ejecutoriada.

Tal como se desprende de su contenido la conducta punible a la que hace referencia


deberá haber quedado certificada mediante sentencia judicial ejecutoriada.
En cuanto a los plazos y términos para interponer el recurso extraordinario de revisión el
Código Orgánico Administrativo determinar que en caso de invocarse la primera causal, el
recurrente contará con el plazo de un año desde que se le ha notificado con la resolución a
ser impugnada, mientras que para la causal tercera ha referido que se considerará el término
de 20 días para recurrir desde que se tiene conocimiento de los documentos de alta
importancia o desde la fecha en que ha quedado en firma la declaración de nulidad o
falsedad a la que hace referencia la cuarta causal, dejando en evidencia una errónea
redacción, al no referirse que este término, es también, con el que

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