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Diego Sánchez de Badajoz es un destacado autor teatral del siglo XVI, siglo en el que se
extiende por Europa una corriente denominada erasmismo. Esta corriente surgió a partir
del pensamiento y la obra del gran humanista, Erasmo de Rotterdam, coetáneo de Diego
Sánchez.
El erasmismo supuso una renovación de pensamiento en una sociedad medieval
atrasada y controlada por la Iglesia, que se aprovecha de la escasa alfabetización del
pueblo.
Este trabajo contrastará las opiniones de diversos autores sobre la relación que pudo
existir entre el pensamiento erasmista y la obra dramática de Diego Sánchez de Badajoz,
así como de algunos otros autores y tendencias importantes de la época.
Palabras clave:
Diego Sánchez, Erasmo, Renacimiento, teatro, farsas.
1
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN..............................................................................................................3
1.2. OBJETIVOS...............................................................................................................3
1.3. METODOLOGÍA......................................................................................................4
2. VIDA Y OBRA.......................................................................................................................5
3. FUENTES...............................................................................................................................7
3.1 FUENTES SECUNDARIAS...........................................................................................8
3.1.1 La Biblia: La gran obra de la literatura universal.................................................8
3.1.2 Dictatus Papae.........................................................................................................11
3.1.3 San Bernardo..........................................................................................................12
3.1.4 Tomas de Aquino, patrón de los estudiantes........................................................13
3.1.5 Poema de Elena y María.........................................................................................13
3.1.6 La Divina Comedia..................................................................................................14
3.1.7 Bartolomé de Torres Naharro...............................................................................15
3.1.8 Juan Martínez Silíceo.............................................................................................17
3.1.9 Martín Lutero.........................................................................................................18
3.2 FUENTES PRIMARIAS................................................................................................20
3.2.1 Diego Sánchez de Badajoz y el erasmismo.............................................................20
3.2.1.1 Vía de influencia indirecta...................................................................................21
3.2.1.2 Vía de influencia directa......................................................................................25
4. CONCLUSIÓN...................................................................................................................35
5. BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................37
2
1. INTRODUCCIÓN
Este Trabajo de Fin de Grado versa sobre la figura de dramaturgo pacense Diego
Sánchez de Badajoz y, más concretamente, sobre su producción dramática. Sánchez de
Badajoz es uno de los autores más representativos del teatro religioso del siglo XVI,
merced a las veintiocho farsas que componen su obra cumbre, la Recopilación en metro,
publicada en Sevilla en el año 1554 por su sobrino Juan de Figueroa. Durante mucho
tiempo su obra cayó en el olvido, si bien desde finales del siglo XIX hasta nuestros días
se han escrito interesantes libros y artículos sobre su obra. Es el caso de los trabajos de
M. Bataillon, J. López Prudencio, V. Barrantes, M. Á. Pérez Priego, M. Á. Teijeiro
Fuentes o E. Campanario.
1.2. OBJETIVOS
El objetivo de este Trabajo de Fin de Grado es repasar las diferentes fuentes que
se encuentran en el origen de la producción dramática del clérigo de Talavera,
aportando la opinión de los diferentes críticos a los que he leído para conformar el
trabajo y siguiendo un criterio cronológico (primero las más antigua y luego las fuentes
más cercanas a nuestro autor). Teniendo en cuenta que la obra de Sánchez de Badajoz
es, en gran medida, de contenido religioso, y que en ella se encuentra el germen de los
posteriores autos sacramentales que tanto éxito obtuvieron en el teatro barroco hasta
Calderón de la Barca, es lógico que muchos de los textos que pudieron haber servido de
fuente literaria a la obra de nuestro escritor tengan que ver con fuentes evangélicas o de
contenido religioso (la Biblia, santo Tomás, el Dictatus Papae, san Bernardo…). En
este sentido, Sánchez de Badajoz no fue ajeno a las corrientes espirituales que surgieron
por Europa a lo largo del siglo XVI y, en consecuencia, se ha hablado mucho de la
posible influencia que en sus farsas ejerció la doctrina difundida por Erasmo de
Rotterdam e, incluso, por el mismo Lutero, razón por la cual también hemos dedicado
dos apartados a reflexionar sobre la opinión de la crítica acerca de estas fuentes
imprescindibles para entender su obra.
3
Por otra parte, algunas de sus fuentes son de contenido más literario, como la
Disputa de Elena y María, la Divina Comedia de Dante o la influencia que en la obra
del talaverano ejerció su paisano Bartolomé de Torres Naharro, otro de los dramaturgos
más destacados del primer teatro renacentista. El de Torre de Miguel Sesmero dejó una
honda huella en su, tal vez, amigo a partir de sus introitos con la presencia del pastor
bobo y lujurioso que venía a explicar el argumento de la obra y proponer su
ejemplaridad.
1.3. METODOLOGÍA
Para todo ello, utilizo la siguiente metodología. Comienzo el trabajo con un breve
resumen de la vida y obra de Diego Sánchez de Badajoz con el fin de situar a nuestro
dramaturgo en su contexto histórico y literario. El centro del trabajo consiste en ir
desarrollando aquellas fuentes sobre las que la crítica ha vertido alguna opinión
poniéndola en relación con la obra de Diego Sánchez. He comenzado con el epígrafe
que llamo FUENTES SECUNDARIAS, aquellas que inciden de manera menos
importante, por algunos detalles destacados, en la producción dramática del pacense y
he dejado para el final el apartado dedicado a las FUENTES PRINCIPALES, en el que
centro mi atención sobre la figura de Erasmo y su influencia posible en Sánchez de
Badajoz, sin duda asunto al que la crítica, desde M. Bataillon a M.Á. Pérez Priego o E.
Campanario, le ha dedicado una mayor atención. En cada apartado planteo un estado de
la cuestión sobre la opinión que los estudiosos de la obra del extremeño han vertido
acerca de la relación de sus farsas con otros textos o autores, aportando su opinión y, en
algún caso, la mía propia.
He dejado también para el final el capítulo dedicado a resumir las conclusiones que me
parecen más interesantes sobre el tema que propongo y el apartado en donde recojo la
bibliografía que me ha servido para componer este Trabajo de Fin de Grado sobre uno
de los escritores más relevantes de la literatura extremeña y una de las figuras capitales
del teatro del primer Renacimiento.
4
2. VIDA Y OBRA
Diego Sánchez de Badajoz fue un autor teatral del siglo XVI. Su figura es muy
importante dentro del panorama teatral español porque se le considera el consolidador
del teatro religioso en la Península. Para hablar sobre la vida de Diego Sánchez me voy
a basar principalmente en un libro El teatro en Extremadura durante el siglo XVI de
M.Á. Teijeiro.
Son muy escasos los datos que tenemos sobre D. Sánchez, y los pocos datos que
hay no se pueden considerar como verdaderos en su totalidad. En la actualidad se ha
descartado el posible parentesco de nuestro autor con la familia noble de los Sánchez de
Badajoz y también se ha descartado que fuese hermano de Garci Sánchez.
Una vez que muere el escritor talaverano es su sobrino, Juan de Figueroa, quien
se encarga de recopilar toda su producción literaria en un libro. Para conseguir este
5
propósito tuvo que buscar ayuda económica que le permitiese publicar el libro, esta
ayuda la encontró en Gómez Suarez de Figueroa, quinto conde de Feria. Es importante
tener en cuenta que Diego Sánchez tuvo una estrecha vinculación con la casa de Feria, a
la que le compuso algunas farsas como la Farsa de Tamar.
Cuando el sobrino consigue el apoyo económico reúne una serie de
composiciones líricas junto con veintiocho piezas dramáticas que habría compuesto su
tío entre 1525 y 1547 y publica el libro. La obra se titularía Recopilación en metro del
Bachiller Diego Sánchez de Badajoz, en el cual por gracioso, cortesano y pastoril
estilo se cuentan y declaran muchas figuras y autoridades de la Sagrada Escritura, un
título demasiado extenso, motivo por el cual terminaría llamándose Recopilación en
metro. Esta obra se publica por primera vez en Sevilla en 1554. Según M.Á. Pérez
Priego1, Juan de Figueroa presentó la obra en abierta competencia con la obra de Torres
Naharro; además el sobrino organizó la obra siguiendo el modelo propuesto en la
Propalladia.
Se sabe que el teatro del Bachiller se representó en Badajoz para el vulgo, pero
se cree que sus obras también pudrieron llegar a los salones cortesanos, como a la corte
de los duques de Feria.
En su teatro se puede situar el origen de los autos sacramentales, piezas teatrales
que tendrán mucho éxito en España y que más tarde estarán unidas a la festividad del
Corpus Crhisti.
1
Miguel Ángel PÉREZ PRIEGO, Prólogo a Farsas de Diego Sánchez de Badajoz, Madrid, Cátedra, Letras
Hispánicas, 1985.
6
3. FUENTES
Cuando Diego Sánchez de Badajoz comienza a escribir sus obras teatrales y sus
poemas pudo recurrir a numerosas fuentes que le sirvieron de inspiración. Dicho
razonamiento no se puede afirmar con rotundidad porque la información que poseemos
sobre Diego Sánchez es muy limitada, por lo tanto estamos ante suposiciones.
Los estudiosos de Sánchez de Badajoz, tras un análisis exhaustivo de su obra,
han encontrado ciertas similitudes entre esta y la de autores tanto contemporáneos como
de siglos anteriores. En esta investigación que he realizado no solo he encontrado
coincidencias con otras obras, sino que también han visto reflejados en sus piezas
dramáticas el espíritu de personalidades destacadas a las que pudo admirar y de las que
tomó prestados ciertos pensamientos.
Las fuentes son muy diversas y el hecho de que Diego Sánchez fuera un escritor
vinculado al mundo de la Iglesia explica que pudiera haber accedido a los ambientes
universitarios salmantinos, así como a los textos conservados en la Catedral de Badajoz
o en la corte de los duques de Feria. Era un hombre culto y esto extiende la nómina de
obras con las que pudo estar en contacto.
7
3.1 FUENTES SECUNDARIAS
La fuente más antigua a la que recurre Diego Sánchez es a los textos bíblicos.
Según indica N. Fernández Marcos en Biblia y humanismo, un extenso libro de casi
trescientas páginas donde profundiza sobre la importancia que tuvo La Biblia en el siglo
XVI, en este siglo se produce una vuelta a la fuente primera, La Biblia. Hasta el siglo IV
solo existía una versión en hebreo, arameo y en griego helenístico, pero en este siglo
Jerónimo decide traducir La Biblia al latín. Esta traducción se conoció como La
Vulgata. La Vulgata de Jerónimo tenía una gran calidad estilística, a diferencia de otras
traducciones, como la Vetus Latina, traducción latina que estuvo en uso durante el
Imperio Romano de Occidente desde el siglo II hasta el siglo V. La Vulgata se irá
imponiendo progresivamente en Occidente y seguirá vigente a lo largo de la Edad
Media, hasta que en el siglo XVI comienzan a imponerse en el mundo protestante las
traducciones vernáculas. Aún así la traducción de Jerónimo será seguida en el ámbito
católico hasta mediados del siglo XX.
A finales del siglo XV comenzarán a aparecer ya las primeras críticas a la
traducción de Jerónimo, como la manifestada en Italia por el humanista Lorenzo Valla.
Las críticas a La Vulgata se convirtieron en un movimiento generalizado entre los
intelectuales europeos de comienzos del siglo XVI, según indica N. Fernández Marcos2.
Una vez que comenzaron a cuestionar La Vulgata, los cimientos de la sociedad
comenzaron a tambalearse, ya que esa traducción era la base de la teología, la cultura, el
derecho y la política del mundo medieval, por lo tanto la crisis de La Vulgata llevaba
consigo la crisis del pensamiento heredado.
No sabemos con certeza que Biblia leyó Diego Sánchez ya que a principios del
siglo XVI todavía se leía La Vulgata, a la cual pudo acceder el Bachiller y más si
tenemos en cuenta su evidente vinculación con la Iglesia, aunque ya circulaban otras
versiones de La Biblia, como la que hizo Erasmo de Rotterdam que tituló Novum
2
Natalio FERNÁNDEZ MARCOS y Emília FERNÁNDEZ TEJERO, Biblia y humanismo: textos, talantes y
controversias del siglo XVI español, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1997, pp. 15-26.
8
Instrumentatum y publicó en 1516 en griego. Los intelectuales preferían las
traducciones más fieles al hebreo mientras que en el ámbito religioso seguían utilizando
como base La Vulgata, ¿Qué ocurre entonces con Diego Sánchez? Él era intelectual,
pero al mismo tiempo formaba parte del clero. Es más probable que Diego Sánchez
leyese los Veteris et Novi Testamenti nova translatio. Esta obra, publicada en 1528, fue
otra traducción de la biblia al latín pero más fiel al texto hebreo, por lo tanto se
decantaría por seguir el camino de los intelectuales de la época y no de los religiosos,
aunque seguramente Diego Sánchez leyese las diferentes versiones de La Biblia.
La Biblia es una fuente fundamental dentro del teatro de Diego Sánchez que se
caracteriza por ser en su mayoría un teatro de carácter religioso. En el teatro del
Bachiller aparecerán un gran número de figuras bíblicas, pero aparecerán formando
parte de la nómina de personajes de sus farsas, como veremos más adelante.
F. Cazal3 también se dedicará al estudio de la influencia que tuvo la Biblia en el
Renacimiento español. Varios años después de la publicación de Biblia y humanismo, F.
Cazal escribe un interesante artículo en el que pone en relación la obra del Bachiller con
una serie de fragmentos bíblicos concretos. Lo que pretende demostrar F. Cazal es que
en la obra de Sánchez de Badajoz se transmiten ideas casi idénticas a las que
encontramos en La Biblia. Por ejemplo la Farsa de Abraham es tan idéntica al texto
bíblico que se podría confundir con una traducción de este. En la Farsa de Tamar
Diego Sánchez adapta con libertad, pero a la vez con fidelidad, otro fragmento bíblico
inspirado en el Génesis (38: 1-30).
Asimismo, Diego Sánchez, en la Farsa de Moysén, transmite una serie de ideas
provenientes de la figura bíblica de San Pablo como el concepto de igualdad. El clérigo
pacense quiere hacer llegar a sus lectores la idea de que todos los seres humanos somos
iguales y por eso no debe existir la discriminación, idea que trasmite el personaje de San
Pablo en unos versos de la Farsa de Moysén que cita F. Cazal4:
¡Ora, hermanos, amistad!,
que Dios a negros y blancos,
pobres, ricos, sanos, mancos,
nos tien, y quier hermandad. (vv. 265-268)
3
Françoise CAZAL, “Un aspecto de la interlocución en el teatro de Sánchez de Badajoz: la no
comunicación y sus usos dramáticos”, en Criticón, nº 81-82, 2001, pp. 29-48.
4
Françoise CAZAL, Dramaturgia y reescritura: el teatro de Diego Sánchez de Badajoz, Toulouse, Presses
Universitaries du Mirail, 2001, p. 471.
9
San Pablo es una de las figuras evangélicas principales en las que se inspira
Diego Sánchez. Así en la Farsa de Moysén aparece como representante del Nuevo
Testamento y es el que va dotando de sentido a las figuras pertenecientes al Antiguo
Testamento, por lo que el discípulo de Cristo aparece representado como el icono del
cambio y del progreso.
Otras figuras bíblicas de las que pudo extraer ideas nuestro autor son san Mateo
y San Marcos. Ambos aparecen en La Biblia como ejemplo de sencillez: san Mateo en
las sagradas escrituras prohíbe llevar bastón y sandalias, promulgando así la austeridad
y el antimaterialismo. San Marcos promovía el desprendimiento material del misionero,
del religioso. Pero para máximo representante de sencillez y humildad tenemos la figura
de Jesucristo. También hay un gran número de textos bíblicos que hablan sobre la
pobreza del discípulo (Juan 3:17, Mateo 25:44-46…). Estos personajes y textos bíblicos
esconden un claro mensaje y es que para hacer el bien y para practicar la fe no
necesitamos lo material, solo es necesario tener un espíritu limpio, y estos valores son
los que toma Diego Sánchez y los plasma en alguna de sus farsas para denunciar a la
Iglesia de su tiempo, que cada vez tenía más riquezas y se preocupaba menos por el
prójimo.
5
Miguel Ángel PÉREZ PRIEGO, El teatro de Diego Sánchez de Badajoz, Cáceres, Universidad de
Extremadura, 1982, p. 118.
10
3.1.2 Dictatus Papae
Otra fuente de inspiración para sus obras pudo ser la figura de Gregorio VII y la
reforma gregoriana, un movimiento que tenía objetivos muy diversos, pero uno de los
principales objetivos de esta reforma era la instauración en la sociedad de una vida
conforme al Evangelio y para llegar a esto era necesario que se produjese la restauración
espiritual de toda la Iglesia. El bachiller de Talavera pudo haber estado en contacto con
la obra de Gregorio VII, Dictatus Papae, donde el Papa reúne veintiséis puntos
fundamentales de su pensamiento en relación con la Iglesia. Hay historiadores que creen
que los Dictatus Papae fueron redactados con posterioridad al año 1089, pero según
otros fueron redactados o dictados por el propio Papa. El encabezado de la obra sugiere
que el fue el pontífice quien verdaderamente los escribió.
Gregorio VII pide una reforma eclesiástica siguiendo a su predecesor, León IX,
el primer Papa que quiso enfrentarse a los problemas de la Iglesia y fue él el que en
realidad dio pie a que se iniciase la reforma gregoriana. Diego Sánchez podría haber
sido un seguidor de esta reforma como párroco que era y por su evidente vinculación
con la Iglesia, además tuvo la posibilidad de leer la obra de san Gregorio, que se
encontraba en la biblioteca de un deán de la catedral de Badajoz, Alonso Martel.
E. Campanario6 realiza un estudio exhaustivo sobre el teatro de Diego Sánchez
de Badajoz en su tesis doctoral, que se puede considerar el trabajo más actual sobre este
tema. E. Campanario en 487 páginas trata todos los aspectos que pudieron influir en la
obra del Bachiller y en ella se refiere a la figura de Gregorio VII, quien tal vez aparezca
mencionado en la Farsa Theologal (vv. 437-440), en donde alude a un tal Gregorio que
bien podría ser tanto Gregorio VII como Gregorio Magno.
Pudo inspirarse también en la figura de Pío V, que quiso restaurar la Iglesia, al
contrario que su antecesor. El Bachiller podría haberse inspirado en estas figuras tan
significativas para crear personajes de sus obras.
6
Eugenio CAMPANARIO LARGUERO, El teatro de Diego Sánchez de Badajoz y las encrucijadas teológicas
del siglo XVI: tradición e innovación doctrinal, Madrid, UNED, 2015, p. 124.
11
3.1.3 San Bernardo
7
Aurelio PASTORI RAMOS, “La Segunda Cruzada y su fracaso en De Consideratione ad Eugenium Papam
de Bernardo de Claraval”, Dialnet, 2010.
12
3.1.4 Tomas de Aquino, patrón de los estudiantes
Esta composición, datada entre finales del siglo XIII y principio del siglo XIV,
refleja la disputa de dos mujeres; una de ellas defiende a un clérigo y la otra defiende a
un caballero. C. Bañeza Román, en su artículo titulado Sobre el supuesto erasmismo de
8
Damián BYRNE, Suma de Teología, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2001.
9
Eugenio CAMPANARIO LARGUERO, op. cit, pp. 123-124.
13
Diego Sánchez de Badajoz (Comentario al prólogo de la Farsa de la Muerte) II parte,
afirma que la crítica a la avaricia del clero no aparece por primera vez en la obra de
Erasmo o de Sánchez, sino que se puede ver siglos antes en el Poema de Elena y María.
Tras la afirmación de C. Bañeza Román, he utilizado un artículo que escribe el doctor
emérito M.Á. Pérez Priego10 sobre este poema para establecer posibles similitudes entre
ambas obras.
Este poema aparece escrito en numerosas lenguas y en cada una de ellas tratan el
tema de un modo diferente. Las versiones europeas del poema se caracterizan por los
adornos retóricos que aparecen en la composición, sin embargo en la traducción
española se apartan de esos adornamientos y añaden otro elemento más importante que
lleva a la reflexión. En la versión castellana aparece la figura del burgués, perteneciente
a la nueva clase social emergente en ese momento, este personaje criticará duramente
tanto al caballero como al clérigo, ambos representantes de la antigua sociedad
estamental.
Esta obra maestra de la literatura, fue escrita por Dante Alighieri y publicada a
principios del siglo XIV. En el artículo, que he mencionado anteriormente, C. Bañeza
Román establece una relación entre la Divina Comedia y la obra de Erasmo. En ambas
obras aparecen argumentos en contra de los malos vicios de los clérigos. A partir de esta
afirmación y utilizando otros artículos relacionados con el tema, que mencionaré más
10
Miguel Ángel PÉREZ PRIEGO, “El poema de Elena y María”, Biblioteca Nacional de España.
14
adelante, he intentado establecer una posible relación entre la obra de nuestro Bachiller
y la Divina Comedia.
Las primeras traducciones al castellano aparecieron a principios del siglo XVI y
fueron realizadas por Enrique Villena y por Pedro Fernández de Villegas, como explica
Cinthia María Hamlin11, razón por la cual pudo haberla leído nuestro escritor.
Dante realiza un recorrido desde el infierno hasta el paraíso pasando por el
purgatorio. En ese viaje critica duramente los vicios que tienen los pastores de la
Iglesia, critica a la Iglesia católica romana y sus comportamientos. Esta dura crítica
aparece cuando decide enviar a varios papas al infierno, por este motivo intentaron
señalar su obra como una herejía, pero no lo consiguieron. La principal fuente que
utilizó el poeta italiano fue La Biblia, al igual que Diego Sánchez de Badajoz. Dante era
creyente y además conocedor de las Sagradas Escrituras y por este motivo quería
denunciar a la Iglesia de su tiempo, que no seguía y ni era fiel a las Sagradas Escrituras.
Este autor se suma a la nomina de humanistas e intelectuales que están en total
desacuerdo con las actuaciones de la Iglesia, estos autores intentan que la sociedad se
percate de lo que está pasando, pero en una sociedad donde la mayoría de la población
era analfabeta estas ideas solo llegaban a los sectores más intelectuales entre los que se
encontraba Diego Sánchez.
Para hablar sobre esta figura he recogido las ideas que M.A Teijeiro Fuentes 12
plasma en su libro El teatro en Extremadura durante el siglo XVI, en el que realiza un
recorrido por el teatro del siglo XVI a través de los dramaturgos extremeños más
destacados.
Bartolome de Torres Naharro fue un poeta y dramaturgo renacentista español.
Su figura es muy importante dentro de la literatura española, ya que él fue el primero en
escribir una preceptiva en castellano de todo el teatro europeo. En 1517 publicó en
Nápoles La Propalladia. En este volumen recopiló el total de sus composiciones líricas
11
Cinthia María HAMLIN, “En torno a la traducción en la España medieval: el caso de la Divina
Commedia”, en Revista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Pontificia Universidad Católica
Argentina Santa María de los Buenos Aires, nº 61-62, 2010, pp. 167-178.
12
Miguel Ángel TEIJEIRO FUENTES, El teatro en Extremadura durante el siglo XVI, Badajoz, Diputación
Provincial de Badajoz, 1997.
15
menores y composiciones de mayor extensión, como lamentaciones y epístolas. A pesar
de que esta obra se escribió en Italia la intención de Naharro era adaptarla para que
llegase al público español.
La importancia de La Propalladia no está solo en las obras que aparecen en ella,
sino que se encuentra en el “Proemio” del libro. El “Proemio” resultó ser una
interesante exposición teórica sobre el teatro que se estaba haciendo en toda Europa.
Este “Proemio” tiene un gran valor filológico porque gracias a él hoy hemos podido
conocer cómo era el teatro renacentista. Pero no solo tiene valor ahora, sino que en su
época se recibió con una gran aplauso porque se acababa de reglar el teatro. Él definió
lo que hasta entonces no se había definido. M.A. Teijeiro Fuentes lo explica de esta
manera:
“El Proemio de la Propalladia esboza en apenas unas líneas la preocupación que Naharro sentía
por el teatro. Sus inquietudes teóricas adquieren rango de norma, pues serán respetadas y desarrolladas en
buen parte de su práctica dramática. Así pues, al dramaturgo extremeño le debemos la primer formulación
en lengua castellana de los preceptos que deben regir una comedia.”13
Se cree que su influencia en la evolución posterior del teatro español fue mucho
mayor que la de Gil Vicente o Juan del Encina. La obra de Torres Naharro tenía un
fuerte contenido erasmista y esto provocó que su Propalladia se añadiese a la lista de
libros prohibidos del inquisidor Fernando de Valdés en 1559. Antes de que se
prohibiese ya había llegado a todos los sectores cultos del país y, por lo tanto, habría
llegado también a Diego Sánchez de Badajoz. Se puede casi asegurar que Diego
Sánchez conoció el teatro de Torres Naharro y esto se puede ver en los introitos del
clérigo pacense que son muy similares a los que hacía Torres Naharro, además el
introito fue inventado por él, fue una de las aportaciones fundamentales de su teatro,
ningún autor anterior había hecho nada parecido, por esto no hay duda de que Diego
Sánchez conoció la obra de Torres Naharro y además introdujo en su teatro elementos
propios naharrescos. Los introitos de Torres Naharro están compuestos por un
monólogo que pronuncia un pastor de rudos modales y que habla en sayagués, esta
misma lengua utilizará Diego Sánchez en sus introitos y en todo su teatro moralizante.
En los introitos de Diego Sánchez el encargado de recitar el monólogo es un pastor, al
igual que en los introitos de Torres Naharro, si bien a diferencia de las comedias de su
13
Miguel Ángel TEIJEIRO FUENTES, ibidem, p. 96.
16
paisano, en las del clérigo talaverano el pastor permanecerá en el escenario hasta el final
de la obra.
Diego Sánchez construyó un teatro moralizante y religioso utilizando recursos
propios de otros autores a los que admiraba.
Juan Martínez Silíceo, a parte de ser un gran matemático y lógico, fue una figura
muy importante dentro de la contrarreforma. Martínez Silíceo, natural también de
Extremadura, optó por formar parte de la universidad de Salamanca, allí se reunía la
élite académica que más tarde constituiría la segunda escolástica. Esto muestra la
mentalidad que tenía el Cardenal, una mentalidad muy similar a la de Erasmo en cuanto
a la vuelta de la Iglesia tradicional basada en la Biblia. El Cardenal pudo haber sido el
maestro de Diego Sánchez, ya que pudieron coincidir fácilmente porque ambos
pertenecían a los mismos círculos, ambos estaban en contacto con la universidad de
Salamanca y ambos eran extremeños. Martínez Silíceo tenía un espíritu reformista
contrario a los valores de la Iglesia que había en el siglo XVI, este espíritu lo pudo
transmitir a Diego Sánchez, que dedica en el introito de la farsa Muerte un elogio muy
significativo a su mentor, como señala V. Barrantes14.
14
Vicente BARRANTES, Recopilación en metro del bachiller Diego Sánchez de Badajoz, Madrid, Librería
de los bibliófilos, 1882.
17
Cristo. El fraile defiende el nacimiento y el clérigo la encarnación, la postura de los dos
se presenta como una postura ridícula y cerrada y con estos personajes Diego Sánchez
pretende representar la mentalidad de la Escolástica. Esta disputa se solucionará cuando
aparece en escena un tercer personaje que es la Ciencia, con lo que el bachiller pretende
transmitir que lo importante es la búsqueda de la verdad y no los enfrentamientos por
nimiedades.
Gracias a su mentor, como hemos visto, es como Diego Sánchez pudo adquirir
ese espíritu reformista contrario a los valores de la Iglesia que había en el siglo XVI.
18
era debatir algunas cuestiones que le parecían condenables y que se alejaban del
Evangelio. Estas tesis fueron condenadas en 1520 por el Papa León X, pero un año
después Lutero fue indultado.
Sabemos que Diego Sánchez también bebió mucho de Lutero y se interesó por
sus escritos y por lo que defendía, es más, la primera referencia explícita sobre el
luteranismo en el teatro aparece en la obra de Sánchez de Badajoz, más concretamente
en la Farsa Militar. Es muy importante esta referencia al luteranismo en el teatro de
Sánchez de Badajoz y más si tenemos en cuenta que las referencia a Lutero o al
luteranismo en el teatro español renacentista son escasísimas.
15
Eugenio CAMPANARIO LARGUERO, op. cit, p. 30.
19
3.2 FUENTES PRIMARIAS
16
Stefan ZWEIG, Erasmo de Rotterdam: Triunfo y tragedia de un humanista, Barcelona, Paidós, 2005.
17
Marcel BATAILLON, Erasmo y España, México, Fondo de cultura económica, 1937.
20
indirecta leyendo a autores erasmistas? Estos interrogantes nos llevan a establecer dos
vías posibles de influencia: la vía directa y la vía indirecta.
3.2.1.1 Vía de influencia indirecta
La teoría de que Diego Sánchez adquirió ideas y rasgos propios del erasmismo
es defendida principalmente por un autor, M. Sito Alba, que en 1984 escribió un
artículo titulado “El teatro en el siglo XVI (desde finales de la Edad Media hasta
principios del siglo XVII)”, del que tomo la información.
Este autor cree que Diego Sánchez, a partir de la lectura de otros autores de su
época, se interesó por la corriente erasmista. Alguno de los autores que menciona como
posibles transmisores de ideas erasmista son Luis Vives, Francisco de Vitoria, los
hermanos Valdés o Cristóbal de Villalón.
Juan Luís Vives es una figura muy importante, ya que se le considera como el
precursor del Humanismo. Estudió en la Universidad de Valencia, años más tarde
ingresó en la universidad de París donde adquirió el título de Doctor en 1512, pero aquí
no termina todo. Luis Vives siguió moviéndose y formándose hasta que en 1514, en
Lovaina, se pone en contacto con un grupo de importantes humanistas, entre los que se
encontraba Erasmo. Esto supuso un gran cambio en la mentalidad de Luis Vives, que,
tras conocer a Erasmo, se convirtió en el máximo defensor del erasmismo español. Luis
Vives no solo era el continuador de las ideas de Erasmo, sino que él mismo elaboraba
nuevas ideas que se podían situar dentro del erasmismo.
Tanto Erasmo como Vives quieren renovar los argumentos medievales que tiene
la Iglesia para adaptarse a la mentalidad del hombre moderno que estaba surgiendo en el
siglo XVI. Estos intentos de cambiar las bases de lo que había sido la Iglesia hasta
entonces no fueron del agradado del clero secular, como era de esperar.
En cuanto a la relación de Luis Vives con la Inquisición es muy ilustrador el
artículo que escribe J.A. Escudero18, del cual he recogido una serie de datos que me han
parecido fundamentales en relación con el tema que se está tratando.
La familia de Luis Vives sufrió las actuaciones de la Inquisición, que a su vez
seguía muy de cerca a Luis Vives y a Erasmo. Vives era consciente de que estaba en el
punto de mira de la Inquisición y por eso cuando le ofrecieron en 1522 la cátedra de
Nebrija, que había quedado vacante en la Universidad de Alcalá, la rechazó. La
18
José Antonio ESCUDERO, “Luis Vives y la Inquisición”, en Revista de Inquisición (intolerancia y
derechos humanos), nº 13, 2009, pp. 11-24.
21
Inquisición no pudo actuar directamente contra Luis Vives porque él apenas estaba en
España, se pasó la mayor parte de su vida por Europa, y si no venía a España era a
sabiendas de lo que estaba ocurriendo con la Inquisición.
En 1526 publica en Brujas la obra titulada “De subventione pauperum. Sive de
humanis necessitatibus libri II” o “Tratado del socorro de los pobres” en español.
19
Como dice J.M. Panea Márquez , Vives se preocupaba por la pobreza que
existía en Europa a principios del siglo XVI y que cada vez afectaba a más personas y
por eso decide escribir esta obra. Vives denuncia que el problema de la pobreza se debe
resolver desde las altas instituciones y además va un paso más allá cuando alude
también al cristianismo en relación con la pobreza. Los clérigos de las órdenes
religiosas eran ricos, no les faltaba de nada, mientras que el prójimo, los ciudadanos de
clase baja, se morían de hambre. Vives no puede aceptar una sociedad tan desigual en
cuanto a riquezas. Erasmo también comparte esta preocupación y lo muestra con la obra
que escribió en 1524, “Diálogo de los mendigos”, aunque él se centra más en denunciar
el supuesto cristianismo que permite ver morir a la población de hambre, entre otras
cosas, mientras que los clérigos, cargados de riquezas, no hacen nada para cambiar la
situación.
Como Luís Vives compartía con Erasmo esta preocupación, y otras muchas, es
posible que Diego Sánchez nunca leyese a Erasmo, pero sí que leyese a Vives. Diego
Sánchez pudo haber leído la obra de Vives, y adquirir de ella la preocupación por la
pobreza y la denuncia a los clérigos, que tan presente estará en su obra. En la obra
Diego Sánchez vemos plasmada la preocupación por la pobreza en la Farsa de la
ventera, que tiene como tema principal el hambre que se estaba pasando a principios del
siglo XVI, como bien indica F. Cazal20. Esta temática la pudo asumir perfectamente de
la lectura de la obra de Luis Vives “De Subventione Pauperum”, ya que Vives es el
humanista que más se interesa por el tema de la pobreza y del hambre y lo plasma bien
en su obra, aunque también Diego Sánchez pudo captar la nueva mentalidad que estaba
recorriendo Europa sobre el tema de la mendicidad sin necesidad de leer a Luis Vives.
Todos estos supuestos pueden ser tan verdaderos como falsos, porque no hay pruebas
suficientes que puedan demostrar estos datos.
19
José Manuel PANEA MÁRQUEZ, “Juan Luís Vives y la responsabilidad para con los pobres”, en
Pensamiento: Revista de investigación e información filosófica, nº 278, 2017, pp. 1173-1196.
20
Françoise CAZAL, “Sobre la ordenación editorial de las farsas en la Recopilación en metro de Diego
Sánchez de Badajoz”, en Criticón, nº 86, 2002, pp. 117-137.
22
Otro humanista del que pudo aprender Diego Sánchez es Francisco de Vitoria.
Para hablar sobre esta figura me he basado fundamentalmente en el artículo de R. Ramis
Barceló21 titulado “La presencia de Erasmo en la obra de Vitoria y Soto”. Se trata de un
interesante estudio sobre las alusiones a Erasmo que hay en la obra de Vitoria y Soto, y
la posible influencia erasmista que encontramos en estos autores. A partir de la
información que da R. Ramis Barceló intentaré establecer relación entre la obra de
Vitoria y la obra de Diego Sánchez.
Francisco de Vitoria era un fraile dominico español. Era escritor, humanista y
catedrático en la Universidad de Salamanca, donde también estudió Diego Sánchez,
pero sobre todo fue el fundador del Derecho Internacional.
Vitoria era un gran intelectual, que a su vez pertenecía a la orden de los
Predicadores, y que profesaba un inmenso respeto por Erasmo. Hay autores que niegan
el erasmismo de Vitoria, como R. García Villoslada, que no cree que Vitoria fuese
erasmista debido a su formación escolástica. A pesar de esto se confirma que ambos
tenían afinidad, dado que ambos creían que era precisa una renovación teológica.
Vitoria escribió varias obras, pero es difícil que Diego Sánchez accediese a ellas,
ya que muchas de sus obras fueron publicadas póstumamente por sus discípulos.
Una de sus obras que sí fue publicada en vida de Vitoria y que, además, contiene
diversas alusiones a Erasmo es Relectio de Indis, obra, como la mayoría de los escritos
de la época, en latín y que se publicó en 1532. La tercera edición de Relecciones sobre
los indios y el derecho de guerra22 de la editorial Austral cuenta con una presentacion de
la figura del autor. En esta presentación la obra ha sido considerada como la Carta
Magna de la libertad de los nativos, en ella da un ejemplo del comportamiento que
debían tener los colonizadores con las tribus y pueblos indígenas, dando así una
importante lección Cristiana.
En ella se plasma la siguiente idea: los niños que son bautizados sin uso de
razón, una vez que crecen y adquieren madurez deben ser preguntados sobre si quieren
permanecer en la fe o no. Esta idea también la manifestó Erasmo, ya que creía que se
debía dejar la decisión del bautismo en manos de la libertad de cada persona. Diego
Sánchez en sus farsas no habla directamente sobre la libertad de bautismo, pero sí que
21
Rafael RAMIS BARCELÓ, “La presencia de Erasmo en la obra de Vitoria y Soto”, en Relectiones, nº 5,
2018, pp. 93-114.
22
Francisco DE VITORIA, Relecciones sobre los indios y el derecho de guerra, Madrid, Colección Austral,
1975.
23
en la Farsa de la Iglesia aparece un pastor que bautiza forzosamente a un “moro” y ,
además, lo hace de forma burlesca. La relación de estos dos autores, Vives y Vitoria,
con Sánchez de Badajoz es más plausible, ya que los tres tienen la Universidad de
Salamanca como elemento de unión y los tres presentan ideas muy similares unidas a la
doctrina erasmista. A continuación voy a hablar sobre tres autores que también M. Sito
Alba pone en relación con Diego Sánchez, pero que es mucho más difícil que el
Bachiller leyese la obra de estos y adquiriese así el espíritu erasmista que inunda su
obra. Estos tres autores son los hermanos Valdés y Cristóbal Villalón.
Los hermanos Valdés, Juan y Alfonso, fueron ambos grandes erasmistas, incluso
se carteaban con Erasmo. Los dos, en sus obras, denunciaban la corrupción de la Iglesia
Católica por el lujo y la vanidad de sus representantes, incluso Alfonso de Valdés se
atrevió a acusar al Papa de que estaba desempeñando mal su oficio. Hay una diferencia
entre los dos hermanos: Juan fue perseguido por la Inquisición y se vio obligado a
abandonar España por las ideas que defendía en su obra Diálogo de la doctrina
religiosa, mientras que Alfonso, debido a su posición privilegiada en la corte de
Mercurio Gattinara, defendió las mismas ideas que su hermano, pero sin ninguna
consecuencia.
Es complicado que Diego Sánchez accediese a la obra de Alfonso, ya que sus
obras se publicaron póstumamente, pero sí que pudo acceder a la obra de Juan, que se
publicó en 1528, año en el que seguramente todavía estaba Diego Sánchez en la
Universidad de Salamanca.
Y, por último, es importante citar la figura de Cristóbal de Villalón, que fue otro
humanista destacado del siglo XVI. No se tienen demasiados datos sobre este autor, lo
único que sabemos con seguridad es que estuvo en la Universidad de Salamanca en
1525, ya que él mismo lo escribe en su obra El Scholástico. El hilo conector , por tanto,
entre Villalón y Sánchez es Salamanca. Precisamente cuando Villalón se trasladó a la
Universidad de Salamanca es cuando se supone que Diego Sánchez estaba allí
estudiando. Pudieron tener relación, pudieron compartir ideas e incluso hablar sobre la
corriente erasmista que estaba inundando Europa, pero, como he dicho antes, todo esto
son suposiciones muy dudosas y no se puede saber a ciencia cierta qué es lo que ocurrió
en realidad.
M. Sito Alba es el único defensor de esta teoría que es muy improbable y más si
tenemos en cuenta que Erasmo de Rotterdam en el siglo XVI era una figura
importantísima, todo el mundo lo conocía. Al ser Erasmo una figura tan destaca en el
24
panorama renacentista es mucho más probable que Diego Sánchez accediese
directamente a su obra, ya que la posibilidad de que leyese la obra de autores mucho
menos conocidos, y por lo tanto con obras menos accesibles, es muy remota.
3.2.1.2 Vía de influencia directa
La teoría más aceptada entre la crítica es que nuestro bachiller adquirió ideas
erasmistas porque leyó la obra de Erasmo directamente. A pesar de ser una teoría tan
aceptada hay multiplicidad de opiniones al respecto, cada crítico tiene hipótesis
diferentes sobre como Diego Sánchez pudo acceder a la obra de Erasmo.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que en el siglo XVI no era tan
fácil acceder a los libros como lo es en la actualidad, no cualquiera podía estar en
contacto con obras tan importantes como el Enchiridion Militiis Christiani o Manual
del Caballero Cristiano en español, obra principal de Erasmo. En esta obra el humanista
holandés da unas claves que deben seguir los hombres para llegar a ser buenos
cristianos.
Solo los grupos más privilegiados de la sociedad podían acceder a este tipo de
libros. Para el Bachiller no sería difícil llegar a él por su vinculación con la Iglesia y con
los duques de Feria, que le habrían permitido acceder a la biblioteca que se encontraba
en la catedral de Badajoz y que, seguramente, albergaba una copia del Enchiridion.
En segundo lugar, hay que tener presente que Erasmo escribía sus obras en latín
y que alguna de ellas tardaron en ser traducidas al español, sobre todo porque la
Inquisición incluyó sus obras en el índice de libros prohibidos en 1559, y en 1612
Erasmo pasó a la categoría de auctores damanti. Su obra principal se tradujo
rápidamente al español, más concretamente se encargó de traducirla un famosos
historiador de la época llamado Alonso Fernández. Esta traducción de publicó en 1525
en Alcalá de Henares. Otra de sus obras, Elogio de la locura, un ensayo considerado
como una de las obras más influyentes de la literatura occidental y que produjo un
rápido avance de la reforma protestante, no se tradujo hasta el sigo XVII, según un
último hallazgo que tuvo lugar en 2013. Hasta este año se creía que la primera
traducción al castellano había tenido lugar en el siglo XIX, pero en 2013 encontraron en
la biblioteca de una sinagoga portuguesa en Amsterdam una traducción de la obra
datada en el siglo XVII, y por ahora es considerada como la primera traducción de la
obra. Como veremos más adelante hay rasgos en las farsas que recuerdan al Elogio de
la locura. Esto significa que Sánchez de Badajoz tenía conocimientos de latín y pudo
25
leer la obra sin necesidad de traducción, en ese siglo no era raro que un cura, que
además había estado en contacto con círculos humanistas, supiese latín.
El primer autor que realiza un estudio crítico de la obra de Sánchez de Badajoz
es Vicente Barrantes, que publica en 1882 Recopilación en metro del bachiller Diego
Sánchez de Badajoz. En esta obra vemos cómo V. Barrantes no valora la obra del
Bachiller, es muy crítico con su teatro y además presenta al párroco pacense como un
hombre de pueblo, que no había salido de la provincia de Badajoz, y con escasa
formación teológica.
En su estudio crítico se empeña constantemente en corregir al autor, como bien
observó E. Campanario23, incluso lo culpa de una serie de errores, que más tarde López
Prudencio atribuirá a errores de impresión y de los cajistas. Se nota que Diego Sánchez
no es uno de sus autores predilectos por la poca importancia que le da a su teatro.
En el extremo contrario tenemos la opinión de L. Prudencio, quien cree que al
autor extremeño no se le había concedido la importancia que tenía y exige para este “un
puesto preeminente en la historia literaria”24, esta opinión coincide de lleno con la de
M.A. Pérez Priego que dice: “Diego Sánchez no ha dejado de merecer una continuada
atención crítica que ha llegado a instalarle en uno de los lugares más relevantes del
antiguo teatro sacro”25
A la hora de encuadrar a nuestro Bachiller en las corrientes de pensamiento de
su época, V. Barrantes se deja llevar por las alusiones satíricas que aparecen en su obra
y no duda en declararlo erasmista, preluterano, comunista e incluso socialista
premalthusiano.
Gracias al estudio crítico de V. Barrantes, Diego Sánchez comenzó a ocupar un
puesto dentro de los estudios históricos sobre el teatro español y en manuales de
literatura. A pesar de que en España se empezaba a valorar su figura, en otros países,
como Alemania, no se le concedía la importancia que requería. M.Á. Pérez Priego en su
estudio26 menciona a Wilhelm Creizenach y Eugenio Kohler, para quienes nuestro
Bachiller era un simple seguidor de Encina y Lucas Fernández.
23
Eugenio CAMPANARIO LARGUERO, op. cit.
24
José LÓPEZ PRUDENCIO, Diego Sánchez de Badajoz. Estudio crítico, biográfico y bibliográfico, Madrid,
Tipografía de la Revista de Archivos, 1995.
25
Miguel Ángel PÉREZ PRIEGO, Prólogo a Farsas de Diego Sánchez de Badajoz, Madrid, Cátedra, 1985,
pp. 13-14.
26
Miguel Ángel PÉREZ PRIEGO, El teatro de Diego Sánchez de Badajoz, Cáceres, Universidad de
Extremadura, 1982, p. 14.
26
Es importante señalar que antes del estudio del erudito extremeño el párroco
pacense no aparecía en ninguno de los escritos sobre la historia de la letras extremeñas,
por lo que hasta el siglo XX no se redescubre su figura.
27
interpretación tradicional del teatro de Diego Sánchez como primordialmente
doctrinal”, es decir, esta autora niega que las farsas tengan como objetivo la transmisión
de unas enseñanzas especificas.
El teatro del cura de Talavera podría ser una buena vía para transmitir el mensaje
evangélico en la población, y esto le interesaba sobre todo a la Iglesia. Este punto de
vista lo apoya Miguel Ángel Teijeiro, que cree que “el teatro De Diego Sánchez
apuesta decididamente por la enseñanza y se sustenta en su talante moralizador”. Para
M.Á. Teijeiro el pastor es una figura imprescindible en la obra de Sánchez porque es el
personaje mediante el cual el Bachiller transmite la enseñanza. El pastor se presenta
como un personaje inculto que desconoce los misterios de la fe y las enseñanzas
religiosas, al ser desconocedor el resto de personajes le tendrán que explicar todas las
dudas que le surjan produciéndose así diálogos basados en preguntas y respuestas, a
partir de las cuales se transmitirán las enseñanzas al auditorio que esté viendo la obra.
¿Por qué elige Diego Sánchez la figura del pastor como transmisor de las enseñanzas?
El pastor, al ser un personaje rural e inculto, puede lograr que los espectadores se
sientan identificados con él. Además para que el pastor entienda lo que el resto de
personajes le intentan explicar estos deben utilizar ejemplos y palabras simples y
coloquiales, facilitando de este modo la comprensión de esas enseñanzas y doctrinas no
solo al pastor sino también al público teatral.
Otro estudioso de la obra de nuestro Bachiller es J.M. Díez Borque 29, quien en el
prólogo de su edición crítica de las Farsas comenta que la obra de D. Sánchez no refleja
un espíritu erasmista como tal, ya que el erasmismo es mucho más complejo. También
este autor habla sobre la importancia que tiene la figura del pastor en el teatro de
Sánchez de Badajoz, pues del pastor depende la función cómica que es fundamental
para hacer visible la enseñanza. Es tan importante esta figura en las farsas que incluso
cuando no interviene en ellas aparece de algún modo.
Este autor niega tanto el anticlericalismo como el erasmismo en la obra del
bachiller. Para J.M. Díez Borque la ética de las farsas sigue rigurosamente la moral
cristiana, pero esto no le impide dar una visión alegre del cristianismo. Diego Sánchez
actúa como un moralista y no como un crítico social. En las farsas hay repetidos ataques
29
José María DÍEZ BORQUE, Prólogo a Farsas de Diego Sánchez de Badajoz, Madrid, Cátedra, 1978, pp.
39-40.
28
a clérigos y frailes, sobre todo, que muestran la utilización del tópico literario del fraile
como recurso para la hilaridad. Sobre esto opina J.M. Díez Borque que no se trata de
una muestra de anticlericalismo en la obra de D. Sánchez, que como se ha mencionado
con anterioridad era cura, sino que se trata del rigor moralista por el que no permite que
nadie se desvíe de su función ética. Por este motivo cree que Diego Sánchez es un
espíritu rectilíneo que ataca las debilidades del clero, especialmente la de los frailes,
porque por sus hábitos están obligados a ser mejores, y esto no es anticlericalismo.
Años más tarde, M.Á. Pérez Priego escribe también una edición crítica de las
Farsas. A diferencia de J.M. Díez, en el prólogo de su edición crítica dedica un
apartado para tratar exclusivamente el contenido doctrinal de las farsas. En este
apartado M.Á. Pérez Priego describe el teatro de Sánchez de Badajoz como un teatro
doctrinal y religioso, además lo encuadra dentro de un movimiento de reforma católica
interna, que M. Bataillon describe como un movimiento que estaba liderado por la
“voluntad de dar a los fieles una instrucción religiosa que los hiciese llegar más allá de
la fe del carbonero, que les hiciese sentir, si no comprender, los misterios fundamentales
de su religión”30.
M.Á. Pérez Priego no cree que las farsas escondan una espiritualidad profunda y
comprometida, coincidiendo así con la opinion de J.M. Díez, simplemente cree que
nuestro párroco intenta transmitir a través de su obra dramática una serie de pautas y
conocimientos, a modo de guía, para que los espectadores de sus obras llegasen a ser
mejores cristianos. A partir de esta idea, M.Á. Pérez Priego realiza una división y
establece dos tipos de conocimientos que se transmiten en las farsas: unos
conocimientos relacionados con la religión y la fe, y otros conocimientos relacionados
con la vida moral del individuo. Habla así de una “doctrina cristiana” y de una “doctrina
moral”. Por lo tanto, y como ya he mencionado antes, M.Á. Pérez Priego también niega
el erasmismo en la obra del Bachiller.
29
personajes más cómicos o que producen más comicidad son los que están vinculados a
la Iglesia, lo que a primera vista puede parecer un recurso propio del espíritu erasmista.
Sin embargo Francoise Cazal quiere negar la influencia erasmista. Para negar el
erasmismo en la obra del párroco pacense afirma que las constantes burlas que Diego
Sánchez hace de los clérigos y de los pastores no proceden de la influencia de las
preocupaciones erasmistas, sino que lo atribuye a un reflejo del viejo fondo popular
anticlerical.
M.A. Pérez Priego, Marcel Bataillon y L. Prudencio opinan lo mismo que F.
Cazal, el único que defiende rotundamente que Diego Sánchez sí estuvo marcado por la
doctrina de Erasmo es Américo Castro.
Américo Castro, tras analizar su obra, le asignó a nuestro Bachiller la condición
de converso y declaró que había visto en sus farsas algunos “de los pasajes más audaces
31
en la literatura antieclesiástica del siglo XVI” y también afirmó que había pasajes en
las farsas que eran claramente erasmistas.
31
Américo CASTRO, “Perspectiva de la novela picaresca”, en Revista de la Biblioteca, Archivo y Museo,
nº46, 1957, pp. 123-143.
30
era un autor teatral marcado por la doctrina entonces triunfante en toda Europa, la de
Erasmo de Rotterdam.
M.A. Pérez Priego, en 1998, escribe un libro titulado Estudios sobre Teatro del
Renacimiento32 donde abre un espacio a dudas, es decir, ya no niega la posible
influencia erasmista, pero tampoco la afirma, es consciente de que faltan muchos datos
para llegar a una respuesta unánime sobre el posible erasmismo en la obra de D.
Sánchez. A pesar de esto acepta que en los primeros versos de la Farsa de la muerte el
autor hace eco de la idea del “miles christianus”expuesta por Erasmo en su manual.
Para Américo Castro el pasaje es claramente erasmista: el clérigo debería ser
caballero de Cristo volviendo así a la simplicidad de la Iglesia primitiva.
M. Bataillon, sin embargo, cree que estos pasajes expresan un sentimiento
anticlerical en su forma más popular. Para él no tiene tanta relación con la obra de
Erasmo, aunque acepta que en el monólogo inicial de la farsa hay una reminiscencia del
título del Enchiridion.
32
Miguel Ángel PÉREZ PRIEGO, Estudios sobre Teatro del Renacimiento, Madrid, UNED, 1998
31
recoge el bachiller en la Farsa de la muerte, (vv. 55-56), donde dice “que ciego tras
ciego andando/ todos mos ymos al hoyo”.
En cuanto a los elementos que conforman el espíritu humano también
encontramos similitudes en ambas obras: en el Enchiridion, Erasmo dice que el
hombre es un animal prodigioso compuesto de cuerpo y alma, y esta misma idea la
plasma Diego Sánchez en la Farsa del libre albedrío, donde dice que el estado
original y perfecto del hombre es cuando el cuerpo está sujeto al alma y a la razón.
También Erasmo en su obra menciona el ejemplo bíblico de la estéril Sara, mujer de
Abraham que a pesar de ser estéril dará a luz a su hijo Isaac. “Casualmente” nos
encontramos con que Diego Sánchez recurre al mismo ejemplo bíblico en su
Recopilación en Metro, en la Farsa de Abraham. En realidad que los dos usen los
mismos ejemplos tomados de La Biblia no es una señal que nos permita asegurar
que Sánchez de Badajoz leyó a Erasmo, ya que tomar ejemplos de las Sagradas
Escrituras no era una labor exclusiva de Erasmo y además los ejemplos que toman
son los más conocidos y los que utilizarán otros muchos autores.
Otra similitud la encontramos en la Farsa del libre albedrío. Es evidente que
esta farsa surge tras la disputa que hubo entre Erasmo y Lutero. En primer lugar
Erasmo escribe Diatriba sobre el libre albedrío, después Lutero le contesta con otra
obra, Siervo arbitrio. Erasmo defiende la existencia del libre albedrío, mientras que
Lutero defiende solo la Fe, para Lutero todo que ocurre es gracias a Dios y Erasmo
estaba en desacuerdo con esa idea. En su farsa, Diego Sánchez se posiciona,
claramente, del lado de Erasmo y de sus ideas, por eso en su farsa aparece Albedrío
como un personaje que reclama su libertad y que habla sobre la fuerza y el poder
que tiene. De este modo comprobamos que Diego Sánchez estaba al día en todo lo
referente a Erasmo, al que no solo leyó sino que también fue seguidor de sus ideas.
A pesar de las numerosas similitudes hay una diferencia significativa y es
que Erasmo cree que el hombre está compuesto por tres elementos: espíritu, cuerpo
y alma, sin embargo en la obra de Diego Sánchez nunca aparecen los tres elementos
juntos, siempre aparece el cuerpo y el alma, y en ocasiones excepcionales el alma y
el espíritu. Lo que nos muestra este hecho es que Diego Sánchez leyó a Erasmo
pero en este aspecto no estaba de acuerdo con él, para Sánchez el hombre no era un
compuesto de tres elementos, sino de dos. ¿Cómo se puede comprobar esto? Lo
podemos comprobar leyendo el texto que aparece en la Farsa de David donde sí
que aparecen los tres elementos de Erasmo pero de manera cómica “ el alma, bofes
32
y entrañas”. Que aparezcan los tres elementos del humanista holandés pero sólo de
forma cómica nos lleva a pensar que quizá Diego Sánchez no estaba de acuerdo con
la afirmación de Erasmo, pero para llegar a este desacuerdo primero hubiese sido
necesario que leyese la obra.
Se observa también una gran similitud en las sentencias de ambos, como
bien dice E. Campanario “hay expresiones en las Farsas que pueden servirnos para
recordar algún Adagio de Erasmo”. Un ejemplo que nos muestra la similitud
existente entre las sentencias de ambos es el siguiente: Un adagio de Erasmo es
“Stultus stulta loquitur” (“el necio habla necedades”) y en la Farsa de la Natividad
de Sánchez de Badajoz el pastor critica la necedad de algunos que presumen de
sabios “Presumen de muy hinchados,/ y después son como cestos ”. Pero esta crítica
a la falsa erudición también la hace Erasmo y de forma más amplia en Elogio de la
locura, donde constantemente alude a los falsos sabios que utilizan palabrería
antigua y vocablos griegos para intentar dar la imagen de eruditos, a estos Erasmo
los denomina “retóricos vulgares” y acomete contra ellos en numerosas ocasiones.
Viendo como la Farsa de la Natividad refleja esta idea erasmista podemos
plantearnos la posibilidad de que el Bachiller también leyese el Elogio de la locura,
también conocido como Elogio de la Necedad, lo que sí es seguro es que si lo leyó
lo tuvo que leer en latín porque la traducción al castellano no se realizaría hasta
siglos más tarde.
“Es decir, que en un período de no menos de 15 años, Diego Sánchez de Badajoz, párroco
de Talavera, a menos de 20 km. de la capital, autor de obras representadas en la catedral, conocedor
de la vida interior de esta institución... pudo tener acceso libre a una biblioteca de unos 300 títulos,
repartidos en unos 318 ejemplares.” 33
33
Eugenio CAMPANARIO LARGUERO, op. cit, pp. 324-325.
33
Este dato tan importante llega a E. Campanario a través de Fco. Tejada
Vizuete en 2011, que era sacerdote, canónigo de la catedral de Badajoz y director
de la revista Pax et Emerita. Francisco Tejada envía a E. Campanario una
referencia. Esta referencia era el artículo que publica C. Solís Rodríguez, titulado
“La biblioteca de D. Alonso Martel, deán de la Catedral de Badajoz (+1536)”. En
este articulo C. Solís hace un listado de todos los libros que contenía la biblioteca
del deán Alonso Martel y descubre cómo en esta biblioteca estaban catalogados más
de doce libros de nuestro humanista holandés, y todos ellos a disposición de Diego
Sánchez. El Bachiller no solo pudo acceder a la obra fundamental de Erasmo, el
Enchiridion, sino que pudo leer otros muchos libros suyos con los que sumergirse
de lleno en el pensamiento erasmista.
Todos estos datos los expone E. Campanario en su tesis justificando de algún
modo la búsqueda de similitudes entre ambas obras, es decir, él busca similitudes
porque tiene suficientes datos para creer que las hay.
34
4. CONCLUSIÓN
En primer lugar, una vez reunida toda la nomina de estudios críticos que me
han servido para elaborar este Trabajo de Fin de Grado, me ha parecido interesante
rastrear las posibles fuentes secundarias, pero también importantes, que pudieron
influir en la obra de nuestro Bachiller. Tras revisar todas estas posibles fuentes, veo
que muchas de ellas tienen que ver con textos o autores religiosos, salvo la relación
con su paisano Torres Naharro. Este hecho está muy ligado a la vida personal del
autor, ya que él era párroco y por lo tanto tenía una estrecha relación con el mundo
eclesiástico. Esto no quita que no haya en su obra influencia de fuentes más
literarias, como el Poema de Elena y María, aunque en menor medida.
35
Una vez rastreadas las posibles fuentes secundaria, nos adentramos en la
parte central de este Trabajo de Fin de Grado, DIEGO SÁNCHEZ DE BADAJOZ Y
EL ERASMISMO. En esta parte central, y a partir de un gran número de estudios
críticos acerca del tema, he observado que algunos estudiosos niegan rotundamente
la influencia erasmista en la obra de nuestro autor talaverano, mientras que otros la
afirman sin ninguna duda. Esta diversidad de opiniones me ha servido para
contrastar información y determinar qué datos pueden ser ciertos y cuales son
simples suposiciones.
Una vez repasados todos los estudios que hay sobre la influencia de Erasmo
en el teatro de Diego Sánchez de Badajoz, llego a la conclusión de que es muy
posible que Diego Sánchez basase gran parte de su teatro en ideas o fragmentos que
aparecen en la obra del humanista holandés, por lo tanto puedo afirmar que sí hay
influencia erasmista en las farsas de Diego Sánchez de Badajoz. Para llegar a esta
conclusión han sido fundamentales los estudios críticos de V. Barrantes, J. López
Prudencio, M.Á. Pérez Priego, M.Á. Teijeiro Fuentes, J.M Díez Borque y, sobre
todo, E. Campanario, que es el que proporciona en su tesis doctoral un listado de
similitudes entre ambas obras.
36
5. BIBLIOGRAFÍA
37
Cazal, Françoise: “Sobre la ordenación editorial de las farsas en La
Recopilación en metro de Diego Sánchez de Badajoz”, en Criticón, nº 86,
2002, pp. 117-137.
38
López Prudencio, José: Diego Sánchez de Badajoz. Estudio crítico,
biográfico y bibliográfico, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos,
1995.
Panea Márquez, José Manuel: “Juan Luís Vives y la responsabilidad para
con los pobres”, en Pensamiento: Revista de investigación e información
filosófica, nº 278, 2017, pp. 1173-1196.
Sito Alba, Manuel: “El teatro en el siglo XVI (desde finales de la Edad Media
hasta principios del siglo XVII)”, en Historia del teatro en España, ed. J.M.
Díez Borque, 1983, pp. 155-472.
39
Teijeiro Fuentes, Miguel Ángel: El teatro en Extremadura durante el siglo
XVI, Badajoz, Diputación Provincial de Badajoz, 1997.
40