Breve bosquejo histórico de la educación a lo largo de la historia de la humanidad.
Sitio: Aulas digitales UAGRM Aula digital: Didáctica general Libro: Historia de la educación Imprimido por: Claudia Noemi Villa Rivero Fecha: Thursday, 3 de December de 2009, 11:26 Tabla de contenidos La educación: un fenómeno social La educación en la edad primitiva La educación en la antigüedad. La educación en el antiguo Egipto. La educación en la antigua India. La educación china. La educación griega. La educación romana. La educación en la edad media
La educación: un fenómeno social
En el argot popular se emplean indistintamente palabras como educación, instrucción, capacitación, enseñanza y aprendizaje entre otras. En ese sentido estos términos pueden parecer similares, pero en un análisis científico cada uno tiene significado diferente, aunque todos apuntan a la educación como fenómeno social. Durkheim expresa que: “la educación es la acción ejercida por las generaciones de adultos sobre las que no están maduras para la vida. Tiene como objeto suscitar y desarrollar en el niño determinado número de estados físicos, intelectuales y morales”. Luzuriaga, considera que es: “… la influencia intencional y sistemática sobre el ser juvenil con el propósito de formarlo o desarrollarlo. Pero también significa la acción general, difusa, de una sociedad sobre las generaciones jóvenes con el fin de conservar y trasmitir su existencia colectiva. La educación es así una parte integrante, esencial de la vida del hombre y de la sociedad y desde que hay seres humanos cobre la tierra”. Castellanos y otros opinan que: “ …la educación representa un proceso social complejo, de carácter histórico concreto y clasista a través del cual tiene lugar la transmisión y apropiación de la herencia cultural atesorada por el ser humano”. La educación es un acto de amor, expresó el educador brasileño Paulo Freire, mientras el Informe Delors, auspiciado por la UNESCO lleva por título: “La educación encierra un tesoro”. Desde el punto de vista etimológico educar parte de: “educare” que significa: conducir, orientar, guiar; y “educere” que indica: extraer, dar luz. En ese sentido consideramos que la educación es un proceso continuo, permanente y científico, orientando al individuo hacia un equilibrio entre su individualidad y la sociedad que le rodea. La educación en la edad primitiva En la era primitiva la educación se limita a la imitación, a la capacidad que tiene el niño de repetir lo que ve, para vivir como un ser adulto y repetir estas acciones, repetidas de un modo consciente. En la etapa primitiva el niño era incorporado lo más tempranamente posible a las actividades de los adultos, es posible que en esa temprana edad se hiciera alguna distinción en cuanto al sexo y actividades. Los derechos y prohibiciones, los respetos y tabúes que debían ser observados se enseñaban en la práctica, en la participación en los rituales o en las ceremonias colectivas.. Es conocido que algunas tribus abandonaban al niño a sí mismo para que se construyera su vivienda con ramas y viviera apartado del resto, solo o con otros niños de su edad. Pero transcurrida su corta infancia era completamente absorbido por la sociedad adulta. En un estadio más avanzado de la evolución humana aparecen en ciertas tribus una costumbre, que aún se mantienen, consistente en la iniciación. A una determinada edad, que varía mucho de una tribu a otra, se señala por medio de una ceremonia particular el fin de la adolescencia y la entrada de los jóvenes de ambos sexos en el grupo social. La cantidad de información que se transmite en este acto es variable, pero supone una actividad reglada, organizada, de carácter social y dirigida. En esta primera etapa la educación parece responder a un ideal de la época actual. La educación es una tarea de todos. En la etapa primitiva no existe ninguna institución, ningún orden en la enseñanza. Esta será dada por la participación de los menores en todas las situaciones y acontecimientos, tanto en el plano material como en la formación de valores. En la actividad adultos y jóvenes se desarrollan, y a partir del trabajo, de la satisfacción de sus necesidades primarias surgen etapas en su desarrollo. La educación es entonces una especie de condicionamiento perfecto a las formas variadas pero siempre adecuadas, de ligar al niño con el medio en que vive, en una educación que lo va preparando para la vida, pero puede perder esta antes de su preparación. La educación en la antigüedad. En el siglo cuatro antes de Cristo, en la cuenca del Nilo del Eufrates y del Indo, aparecen después de varios siglos de formación una forma muy evolucionada de civilización. El hombre conocía la agricultura, la vida urbana, el comercio, la navegación y la escritura. Sus formas de comunicación, estrechamente ligadas a su desarrollo van cada vez perfeccionándose a partir de la actividad. Aparecen entonces diversos sistemas educacionales donde la educación comienza a tomar un carácter especializado y conscientemente organizada. Algún tiempo después en China y en la India se producen nuevos sistemas de educación más perfeccionados. La educación en el antiguo Egipto. La estabilización de los egipcios en el valle del río Nilo, acabó por eliminar la vida nómada, dando lugar al nacimiento de aldeas, a una organización social de clases diferenciadas y a una civilización de tipo agrícola y sedentaria. En lo alto de la estructura estaban los sacerdotes, ricos, influyentes, poseedores de la ciencia; más abajo los soldados y por último los productores fijados a un oficio o a la tierra, sometidos al castigo y al diezmo. El gobierno, que estaba bajo control de los sacerdotes, creó con la unificación un sistema burocrático muy organizado, cuyo funcionamiento estaba asegurado por los escribas, únicos individuos instruidos, además de los sacerdotes. La educación con el carácter clasista que se impone no llegaba a todas las personas, por ello la importancia de los escribas. La organización social era elemento principal para la educación, de esta manera que el hijo del agricultor era generalmente agricultor y el hijo de artesano, artesano. En un sistema social tan rígido la educación sólo podía ser de dos tipos: esencialmente práctica y profesional, o familiar y corporativa. En lo que respecta a las masas populares se limitaba a enseñarles un oficio. Si en ciertas épocas y en ciertas condiciones se impartió una educación intelectual elemental, comprendía lectura escritura, cálculo simple y geometría práctica, fue por las exigencias de la vida y en particular por la de fijar límites físicos después de cada inundación del río Nilo. La educación en la antigua India. La India muestra, más aún que Egipto, un tipo de educación totalmente sujeta a un sistema social y destinado únicamente a perpetuarlo. El sistema indio descansa totalmente sobre la diferencias entre las castas, introducidas por los arios cuando invadieron el valle del Ganges, dominando a las poblaciones autóctonas, pasando a integrar la aristocracia religiosa y guerrera; después adquirieron alguna consideración los comerciantes, en virtud de la necesidad económica. Así se constituyó la casta teocrática de los brahmanes, debajo de la cual venían los guerreros, los comerciantes y finalmente los esclavos. Cada uno nacía en una posición social de la que no podía evadirse. La educación del individuo depende, como en el antiguo Egipto de la clase social a la que pertenece. Sólo los sacerdotes o los futuros brahmanes pueden adquirir educación superior y transmitirlas en las escuelas brahmánicas de maestro a discípulo, de iniciador a iniciado. Este será posteriormente el procedimiento de muchas escuelas filosóficas en todas las civilizaciones: la adhesión a un maestro, el contacto personal directo, la imitación y veneración de un modelo por parte de un discípulo presto a recibir inspiración e influencia para encaminar su propio pensamiento y su propia vida. Las restantes clases sociales pueden acceder en parte a esta formación, pero en general reciben una instrucción elemental, que se imparte al aire libre o en lugares rudimentarios y comprende elementos de lectura, escritura, calculo y principalmente la transmisión de las creencias, ritos religiosos, tradiciones, fábulas y parábolas que constituyen la cultura de dicha nación. La educación superior, sí se puede llamar de esta manera constaba de doce años. Para llegar al conocimiento de las obras sagradas se debía aprender gramática, poesía, filosofía y leyes. Se enseña también medicina, astronomía y matemática. Los métodos están dirigidos a la memorización: ser sabio consiste en conocerlas enseñanza de los sabios y de los religiosos, en repetir de memoria lo que ellos enseñaron. Los maestros son muy respetados y viven de los regalos voluntarios de los alumnos, no existe ninguna preocupación por la educación física, en general se tiene muy poca estima por el cuerpo. El sistema educacional indio es tan rígido que a pesar de la influencia del budismo y de la invasión islámica, conservan sus características esenciales hasta la época moderna. No despertaba simpatía entre las clases; cultivaba en el individuo principalmente las cualidades pasivas sin preocuparse por desarrollar sus capacidades creadoras o sentido de la responsabilidad; por el contrario desarrollaba las cualidades contemplativas. La educación china. El imperio chino se desarrolló, casi al mismo tiempo que la India y logró un tipo de educación que perdura hasta nuestros días. Este fenómeno singular se explica por su misma inspiración, por el excesivo papel que jugaba en él la tradición. Esta tradición fue lentamente elaborada desde el siglo III hasta el siglo VI antes de Cristo, que se consolida bajo la influencia de dos grandes filósofos; Confucio y Lao-Tsé. Este se levanta contra “los malos soberanos que vean vacíos el corazón y espíritu del hombre y que se esfuerzan por dejar en la ignorancia al pueblo para que éste no pida mucho o con el pretexto de que es difícil gobernarlo si sabe demasiado”. Por su parte Confucio al enseñar una moral activa, oportunista, pero basada en la búsqueda de la felicidad general del pueblo, dotaba a China de una moral que seguirá siendo la base de su orden social. El profundo respeto por la familia y el Estado, por las ideas tradicionales y las costumbres, el formalismo y el culto por los muertos, inspira la adaptación de todos los educadores del niño en la escuela y en la familia. El individuo aprende los usos, ritos, sentimientos y costumbres comunes a todos los hombres: sumisión a la autoridad absoluta del padre de familia y sumisión total de la mujer al hombre; casada sin haber conocido a su futuro marido, vendida a veces a causa de una penosa situación económica, la mujer depende toda su vida del hombre y si escapa de la autoridad de uno es para caer bajo la de otro. A los diez años se envía al niño a la escuela, abierta a todo el mundo, pero destinada en un pueblo tan numeroso a educar sólo algunos. Los letrados o “mandarines” forman la clase instruida y también la de los funcionarios. El joven chino que cuenta con recursos aspira a ser letrado. El camino para recorrer todo los grados del mandarinato es muy largo. Primero necesario conocer la difícil lengua china además aprenderse de memoria numerosos libros donde se hallan proverbios y otros aspectos vitales de la cultura china. La originalidad, la iniciativa, la libertad, la solidaridad la inventiva son en cierto modo rechazados. Esto puede explicar la inmovilidad de la sociedad china. La educación griega. A la Grecia antigua, principalmente a Atenas, le debemos no sólo la fuente de la inspiración literaria, artística, filosófica y científica, sino también la educación superior que dejará su huella hasta en la cultura llamada secundaria o clásica. Esparta sólo nos dejó el gran ejemplo de una civilización militar mientras Atenas es el alma de la civilización cultural. Grecia le debe mucho al oriente, en particular a Egipto. Si bien es cierto que la geometría práctica nació en Egipto, se convirtió en una disciplina en Grecia. La educación en Esparta. Existe una notable diferencia entre la educación espartana y el humanismo ateniense. Este pueblo de soldados, de invasores debía dominar a una buena parte de la población, esto justifica en parte que la educación era principalmente deportiva, militar y cívica. Tratar de formar soldados valientes fuertes respetuosos de las leyes y fieles a la patria. En el plano moral se ocupa sobre todo de formación del carácter y del ciudadano. El joven es entrenado desde los siete a los veinte años en los “campos de la juventud” en gimnasia, caza y ejercicios militares bajo la dirección de maestros designados por el estado; se los somete a un régimen de vida sobrio, a una disciplina rigurosa donde los golpes y el sufrimiento son considerados útiles para fortalecer al individuo. No existe interés por la formación intelectual; el espíritu es sacrificado al cuerpo y el único arte autorizado es la música religiosa o guerrera porque refuerza la educación patriótica. Los poemas de Homero y algunos cantos guerreros constituyen todo el arte que conoce el espartano. Desde su nacimiento el niño depende del estado: como la ciudad no puede albergar ciudadanos enfermizos o débiles, el consejo de ancianos condena a los recién nacidos endebles, a ser abandonados a la intemperie en las laderas del monte Taigeto. La educación de las mujeres está dirigida a convertirla en seres fuertes y sometidas al interés común como los hombres. Su educación es muy semejante a la de los jóvenes. Toman parte en los mismos ejercicios y aprenden como ellos a cantar, bailar, luchar lanzar el dardo. Deben llegar a ser robustas, capaces de tener hijos sanos y fuertes y anteponer la patria a sus hijos o a sus maridos. La educación es dirigida por el estado, no por la religión tratando de poner al individuo al servicio de la colectividad. La educación en Atenas. A Atenas le debemos gran parte de nuestro pensamiento occidental y también la educación llamada liberal. La educación común que daban a todos sus ciudadanos los llevó a un nivel de cultura que los capacitó para entender los problemas políticos o las grandes obras literarias representadas en el teatro durante las fiestas religiosas. Esta educación incluía una dosificación de formación física concebida como una armonía entre el cuerpo y el alma, y deformación estética, artística y del pensamiento. La gimnasia no se proponía sólo el cuidado del cuerpo o la formación de atletas, trataba de lograr un equilibrio entre la fuerza y la gracia, entre la destreza y el carácter. La influencia educacional se ejercía también en la vida social por medio de ceremonias o fiestas religiosas que otorgaba un gran valor a las danzas y al canto; el teatro, los juegos, los desfiles artísticos, los monumentos, todos reunía para dar ese sentido del orden y de la belleza que penetraba profundamente los espíritus y costumbres. El éxito de la civilización ateniense se debe en gran parte al amplio papel que desempeñó la educación. Sin embargo esta educación tenía un profundo carácter clasista, explotaba el trabajo esclavo que les facilitaba la disponibilidad de tiempo para dedicarse a tareas artísticas y literarias. La democracia ateniense fue limitada y oligárquica. Atenas concibió un tipo de educación que sobrepasó los imperativos sociales de su época. A diferencia de lo que ocurre en Esparta el padre tiene la posibilidad hasta el quinto día después de nacer su hijo de aceptarlo o abandonarlo. De uno a siete años recibe su primera educación en el grupo familiar tras lo cual la ley exige que el jefe de familia se ocupe de hacerle impartir una instrucción suficiente; pero no llega transformar la escuela en una institución pública. Llevado a la escuela elemental por un viejo esclavo llamado pedagogo, el niño es allí alumno del gramático, aprende lectura, escritura, mitología elementos del cálculo. Otro maestro, “el citarista” le imparte nociones de música y le enseñará a tocar la flauta y la lira para acompañar su declamación. Hacia los 12 ó 14 años llega a la “palestra”, terreno al aire libre donde aprende gimnasia, continuando sus estudios de gramática y música. En los exámenes anuales se controla el resultado de estos estudios y se distribuyen premios. En la mayor parte de las civilizaciones antiguas, las mujeres eran menos favorecidas. Su educación realizada en el hogar, era únicamente práctica, sólo las de las clases sociales altas aprendían a leer y escribir La educación romana. Es importante distinguir dos épocas en el largo período que abarca la historia romana: antes de la conquista de Grecia y después de ella. La primera se limitó a una educación esencialmente práctica y moral, conforme con carácter romano. Este pueblo de espíritu utilitario, patriótico y Guerrero, otorgaba el primer lugar a las virtudes del ciudadano y del soldado, que subordinada estrechamente el individuo al estado y que respetaba por encima de todo la ley. La educación inicial del niño era responsabilidad de la madre y aparte ir de los siete comenzaba una verdadera educación, surgido entre las clases dominantes la alternativa de emplear un esclavo preceptor, y más tarde a maestro privado. Hasta el imperio la educación fue privada. A los diecisiete años el joven pasaba a ser juvenis donde se realizaba una ceremonia que le permitía presentarse en el foro. Esta educación satisfizo a los romanos casi hasta el final de la República pero en el siglo II y en contacto con la civilización griega se produjeron varios cambios. Entre ellos emplear preceptores griegos, frecuentemente rehenes o esclavos. La gramática, literatura y la retórica invadieron la escuela y la familia fue cada vez menos capaz de asegurar por si sola la formación del niño. En todo lo países ocupados por el ejército romano la escuela será un instrumento de profunda penetración. El latín reemplaza las lenguas indígenas. Roma tuvo el mérito de reconocer el valor de la civilización y educación griegas y de transmitirlas, pero cometió el error de eliminar algunos de sus elementos importantes, como las ciencias y las artes no literarias. Sólo vio el aspecto utilitario de las cosas.
La educación en la edad media
El cristianismo y la educación antigua. El cristianismo no cambió las formas de la educación antigua, como se hubiera podido pensar sus ideas de la filiación divina de todos los hombres y en consecuencia de la fraternidad universal debía contribuir a liberar al individuo de los estrechos lazos que los sujetaban a las clases sociales y que por ende determinaban el tipo de persona. Por el contrario estos problemas se agudizaron al extremo que hoy en día sigue siendo permanente. El cristianismo no había triunfado totalmente cuando las invasiones bárbaras chocaron con lo que había sido el imperio romano poniendo en peligro a toda la civilización en el siglo VI de nuestra era. Se afirma “que el estudio de las letras desapareció por completo; uno puede liberarse a los actos buenos y malos con igual impunidad. La ferocidad de los bárbaros despiertan indignación por todas partes y no hay nadie que pueda describir o narrar el curso de los trágicos acontecimientos” En medio de estos serios problemas los monasterios establecidos en Europa pasarán a ser el último refugio de la cultura y de la civilización. Allí se siguió aprendiendo el latín, y se continua con la trascripción de los manuscritos de los autores antiguos, para la formación de lo que iban a ingresar en las órdenes y el perfeccionamiento de los monjes. Carlomagno y la escuela del palacio Consagrado emperador romano en el año 800 restaurando, aunque por poco tiempo el imperio de occidente logró importantes adelantos en el plano cultural. Recurriendo a la cultura anglosajona desarrollada durante los siglos siete y ocho la adoptó para la formación de los hijos de los nobles. La preocupación de Carlomagno por la educación no se manifestó sólo por la fundación de la escuela del palacio, y por su decisión de estudiar gramática y latín cuando tenía treinta y dos años; alentó además a los monasterios para que fundaran escuelas y exigió una mejor educación para el clero . Lo más importante de la educación en la edad media es el surgimiento de la universidad, esto indica que la elaboración del edificio escolar comenzó por el techo y no por los cimientos. Todos los pisos inferiores fueron construidos tomando en cuenta el techo. En la edad media no se crearon escuelas para los ciervos o los campesinos, pues era necesario reclutar para la iglesia clérigos capaces de predicar la religión y de administrar los asuntos religiosos. De ahí la preocupación por extender el beneficio de la cultura, alrededor de los obispados y de los claustros.