Hacer un gran esfuerzo, tener las intenciones correctas y moverse en un estallido de

motivación no son las fuentes suficientemente fuertes para formar hábitos racionalmente

buenos en tu vida o romper aquellos desagradables que arrinconan tu vida en el paso de los

años. Aun así, ¿Qué o Cómo hacer para dirigirte hacia el cambio o comportamiento que

tanto deseas? Para conquistar esta búsqueda, enfoquémonos en la dinámica que solemos

adoptar para tal propósito. En primera instancia, nos movemos en base al resultado que

queremos obtener y disponemos ciertas acciones o procesos para lograrlo. Sin embargo,

nuestro ser queda a la deriva porque tu identidad emerge de tus hábitos y tus hábitos son

como reflejas tu identidad. ¿Cómo podríamos interiorizar esta realidad? Conscientemente o

inconscientemente, nuestros juicios personales impulsan nuestras acciones, por tanto, en un

ámbito práctico, nuestros comportamientos tienen que ser congruentes con nuestro ser. Y

así es como vemos como nuestra identidad puede sabotear nuestros planes de cambio, o

tienen un efecto temporal. ¿Qué pretendo al decir esto? La mayor forma de motivación

intrínseca es cuando un habito se convierte en parte de tu identidad porque es bastante

eficaz cuando te conviertes en la persona que es eso que quiere lograr, entonces, lo que tú

haces es un indicador del tipo de persona que tu sientes que eres. Esto implica ampliar tus

juicios personales o construir una identidad más amplia. Entonces, cuanto más repitas un

comportamiento, mayor reforzaras tu identidad asociada a ese comportamiento. Entre más

repites esas acciones, la evidencia se acumula y tu imagen propia empieza a cambiar. El

proceso de construir hábitos es en realidad el proceso para ser tú mismo. Es por esto, que

decimos que cambiamos paso a paso, día tras día, en ese continuo avance de tu yo. Cada

acción que tomas es un voto en favor a la persona que deseas convertirte. Y como

resultado empiezas a confiar en ti mismo y de esa manera crees que lo puedes lograr y la

historia que constantemente que te decías: no puedo o soy malo en esto empieza a diluirse
también. Ahora bien, no necesitas ganar siempre o hacerlo perfecto, Lo que más necesitas

es simplemente ganar la mayor parte del tiempo y así pruebas con cada pequeño logro lo

que serás. Recuerda no se trata de tener o alcanzar algo- es ser alguien: constante,

responsable y fiable.