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INSTITUTO SUPERIOR "DR.

BERNARDO HOUSSAY"

Esos viejos Bizcochitos


de grasa.
Relato
Jorge Nahuel Lencina

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INSTITUTO SUPERIOR "DR. BERNARDO HOUSSAY" 1
Esos viejos Bizcochitos de grasa.

EL INICIO.

“Como todo culmino así”. Estas fueron las últimas palabras del director Floyd. Después de mi
ausencia, me avoque enteramente a encontrar las causas de este final y poniéndome en la piel
de un investigador “que escapo de alguna vieja novela” inicie mi búsqueda.

En el primero de los días que resonaba en mi memoria recordé ese 12 de diciembre cuando
entre algunos pocos, sobrevolaba la idea de realizar un evento que aglutinara los distintos
pensares de la carrera. En unas breves pero no menos exigentes jornadas por lo menos eso
pensábamos al inicio.

Así fue como después de acordar algunos puntos básicos en el grupo raudamente me dirigí a la
dirección del instituto a comunicarle al Sr. Floyd la idea que habíamos tenido. “Quiero pensar
que en ese caso no era el momento” ya que pocas veces se me respondió con tanta apatía y
desinterés. Aunque por esos días el entusiasmo podía más que una mala cara.

“¡Sera para el año próximo!”… “¡Ahora no es momento!”… Me decía, tendré que esperar
pensé, me retire y avise a mis más cercanos compañeros de lo sucedido.

Por esos últimos días del año se avecinaba un verano con muchas cosas por hacer… y un cierto
olor a “cosas” inesperadas se respiraba en mi vida.

EL VIAJE.

La ansiedad por el inicio del año me llevo por caminos nunca antes recorridos. Por ser el
primero que desde otro lugar, le toco acercarse a la institución. Comencé a desandar el camino
de las preguntas sobre el evento, sin saber que a futuro esto me jugaría una mala pasada.

Por esos días no dude en encontrarme con Floyd para reflotar el pedido de realización del
evento. Fue así, sin pensarlo que la vida escolar dio un giro poco previsto.. “¡Samuel! ¡Samuel!
tenés que viajar a capital”. En las palabras de la “vice” ¿a dónde? Pregunte, A capital Samuel…
nos convocan y sos el único que dispone de la oportunidad… pero Sra. Clapton, tengo que
pensarlo, dije. “Te doy hasta mañana Samuel, comunícate con migo ni bien decidas. La
respuesta siempre fue sí, pero la dilate solo sabe dios por qué.

Con un rápido arreglo en mi vida personal, me sume a ese viaje ocupando un espacio de mis
emociones. Ya que la temática me atraía de por sí, La emoción y el entusiasmo que me
transmitió siempre la capital, me mostraba un sinfín de cosas y realidades.

Pasaron los días y en un claro después de tanta euforia capitalina. Apareció ahí, en ese lugar
que mi padre siempre mencionaba. “Si si” ahí automáticamente pensé que eso sería el
principal valor del evento. Y sin vacilar me aboque a su llegada, “claro abría que acortar 750
kilómetros y algunas diferencia de pensamiento”… Pero bien, di ese paso (que dicen que es el
más importante).

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Esos viejos Bizcochitos de grasa.

A mi regreso “corrí” a informarle a Virginia sobre mi idea y lo que había hecho. Para mi
sorpresa lo tomo a bien y entonces comprendí que mi papel en todo este desandar no sería
como el común de los mortales.

LA EL ABSURDO OBSTACULO.

Desde la vuelta, no sé si por paranoia o que las miradas entre pares y superiores ya no eran las
mismas, (ni siquiera de esa persona que un momento parecía haber trabajado para nuestro
beneficio). Pero en bien, cosas de la vida. Salió el sol y nos pusimos a trabajar detrás de un
objetivo común, pero como todo lo que sucederá en esta historia tiene como centro a la
problemática, que no tardó en llegar.

El primer contratiempo se anunció así “Chicos la fecha que eligieron para el evento no es
factible” pensé ¡uh¡ Con lo que nos costó ponernos de acuerdo, pero rápidamente elegimos
una fecha sin problemas. Al mismo tiempo Floyd y Virginia me pedían que me transforme en
una especie de soplón del grupo y que informara novedades. En honor a la verdad ese papel
no me disgustaba y hasta si se quiere me daba una especie de poder, pero como al supremo
esas cosas no le agradan, justo en el momento más álgido de la problemática “me resfrié”
irónico ¿no?

Con lo cual no pude informar de lo que puertas adentro se estaba gestando, disfrazado de
supuesto interés se encontraba un desgano y dejadez para con el trabajo que pocas veces en
mi vida experimente. Estaba de moda entre mis compañeros acusar y excusarse, en la falta de
ayuda para maquillar la ausencia de trabajo y avances.

Si no fuera mi objetivo, la verdad que poco hubiera hecho para cambiar sus ideas. Pero era
algo que en verdad quería hacer y trabaje en pos de ello desde su inicio. Se me ocurrieron
algunas ideas que podían funcionar como motivadores, una fue la de convencer que sería un
legado del grupo en la institución. La otra tenía que ver con demostrar que la mala imagen del
grupo para con los actores institucionales, era infundada y fuera de la realidad. Pero se podrán
imaginar que cayeron en saco roto. La idea ya estaba planteada y el principal conflicto estaba
dentro de los supuestos organizadores. No dude en informarlo a Floyd que me respondió
enérgicamente, “se hace o se hace” ya no por ustedes sino por el prestigio de la institución.
Tenés que buscar apoyo y voluntades, Si no las hay seremos los que estamos.

Por un lado me sentí ungido con el pedido pero a su vez ya sabía que aguas de las piedras no
podría sacar, pero me dije vas a poder.

EL TECNICO QUE LLEVO DENTRO.

Van algunos párrafos que les vengo hablando de lo que paso con la organización del evento y
me doy cuenta que no saben nada de mí.

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Yo soy Samuel Whaters, y llevo estas crónicas sin saber hasta dónde llegare, todo tiempo me
es poco tratando de organizar esto y espero terminarlas cuando el evento pase, no soy escritor
ya lo abran notado pero sin embargo me voy a dar con el gusto. Se me ocurrió que como buen
fanático del futbol no podría armar el mejor equipo para “Jugar el evento” pero si encontrar
las mejores individualidades por puesto y cuando menos tener una performance digna en el
desarrollo.

Desempolve la vieja agenda negra y comencé a discar numero por número. Cual reunión
conmemorativa de algo. Reuní a esos viejos valores de mi adolescencia para que me ayudaran,
claro está que eran agentes externos a la institución pero a esta altura ya era lo que menos
importaba.

¿Cómo le decía a Eduardo y Virginia que el éxito o fracaso del encuentro dependía de gente
desconocida? Se me ocurrió presentarlos por etapas y alternamente a Floyd y Clapton. Así fue
que de la nada pasamos a tener todo un personal que se encargaría de: La logística,
comunicación, ceremonial y alojamiento.

Aceptando un error, en ninguno de estos movimientos volví a consultar a mis compañeros de


carrera. Entonces lo menos esperado paso al unísono en dos niveles distintos., Los chicos al ver
que otros llegaron a realizar sus tareas activaron su interés y participación de manera súbita.
Encontrando un aliado que había sido cuestionado por ellos, Virginia que había roto dialogo
con Floyd, era una especie de capitán para la batalla. De más está decir que por descarte y no
por opción el grupo “b” por denominarlo de alguna manera quedaba conformado por este
humilde servidor y el director.

EL DESNUDO DE LOS EGOS.

No tengo registros desde el desembarco en Normandía de los aliados de que un bando atacare
a otro tan firmemente. Se iniciaron reuniones, talleres, charlas. Todo lo que implicara
movimiento y que demostrara trabajo. Parecía que ellos desde cero trabajarían para superar lo
que ya se estaba realizando, como ya explique por consecuencia y no por elección la dirección
y yo como alumno formábamos parte del plan anterior que siempre firme y sistemáticamente
se siguió formulando.

Desde luego había cosas que no comprendí, ¿que llevo a el director y a su vice a diferenciarse?
juro que mientras jugaba con mi hijo de siete años pensaba en los motivos, y ¡eureka! No
podía ser otra cosa sino eso y sabía que tarde o temprano todas las intenciones serian
sinceradas.

Todos asistimos diariamente a una sociedad de consumo en que cada ser debe obtener
ingresos para satisfaces sus necesidades poniendo andar un sistema perverso de nunca
acabar. Esos ingresos generalmente se denominan ¡DINERO! “Claro eso era” el dinero había
hecho su ingreso a modo de factor de quiebre.

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Para todo lo planeado necesitábamos capital y el dinero francamente no lo disponíamos, todas


las actividades y trabajos estaban respaldados en la palabra y el compromiso de inversores que
aportarían su “billete” para esta organización. El tiempo y los dilatados diálogos entre todas las
partes ya en este el octavo mes de trabajo estaban a punto de hacer sucumbir al entusiasmo
de las dos partes y fue ahí en ese momento cuando el primero de los tres impactos toco tierra.
“No tenemos dinero” anunciaron los altos rangos de la institución. Hemos de cancelar el
encuentro y volver a nuestras actividades normales.

Desbastados, así era la imagen del grupo, algunos que tenían la intención de vencer a otros,
otros por el simple hecho de haber trabajo en vano. A la luz del sol fueron días muy
complicados.

ESE HEROICO FINAL QUE NO SUCEDERA.

No nos tenemos que olvidar que esto es simplemente una anécdota de un instituto donde se
estaba cursando una carrera que por todo esto los contenidos quedaban en un segundo plano.
Se sucedieron treinta días en que no se habló más del evento, se trató de volver a reorganizar
los contenidos y tener un cierre de año decoroso en todos los aspectos.

Como soldados gastados del combate interno y en plena retirada luego de ver frustrado el final
llego el segundo impacto.

En un mundo globalizado donde la imagen y la información son los principales motores de


opinión publica “llega” a oídos de todos que un alto mando educacional DENOSTABA LA
ORGANIZACIÓN DEL EVENTO Y CULPABA DE MANERA VIOLENTA a los organizadores,.
Alumnos, docentes e institución, de la pérdida del evento como legado social.

Inesperado, el aviso llego de unos de mis compañeros y hasta me avergonzó de ser uno de los
últimos en enterarme ya que la bomba había explotado en mi área, la de comunicación.
Inmediatamente convoque a mis principales aliados en la vida, LA CORDURA – EL RESPETO –
LA PACIENCIA Y LA TOLERACIA, que por cierto tardaron cerca de 6 horas en llegar y formular
una respuesta que fuera firme, respetuosa e ineludible, Todos participamos de ella como
grupo, un verdadero grupo que ante un agente externo reacciono en defensa de todos los
valores y esfuerzos comprometidos. y me sentí al igual que todos feliz de haber participado
cuando menos de una acción conjunta en cuatro años de convivencia.

Fue una especie de final de película yanqui, todos unidos y logrando una victoria. Pero estamos
en Argentina y la verdad que un final así no tiene razón de ser.

¿ALGUIEN PODRA TOMAR MI PLUMA?

Todo derivo en reflotar el evento, trabajamos durante 15 días incansablemente, éramos tantos
que nos estorbamos entre sí. Floyd y Clapton estaban tan mimetizados con el grupo que se
podrían confundir con alumnos, estaba todo diagramado, la fecha lista, los alojamientos, la
comida y esas cosas que la vida siempre nos prepara. Se habrán dado cuenta que hasta aquí ni
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el amor ni las fatalidades aparecieron en el relato, pero están y formaron parte del tercer y
último impacto. A veces el amor y las fatalidades van de la mano y así fue, ¡yo! O más bien
Samuel, en los cuatro años formo inicialmente una amistad dentro del instituto y con el
transcurrir de este último año eran una especie de pareja “Teen” por los pasillos. Samuel horas
antes de iniciar el evento debería dirigirse a buscar a un disertante de Buenos Aires a Córdoba
Capital (¿se acuerdan?) ese que contacto en su viaje a C.A.B.A. Para eso le pidió a su novia que
lo acompañara para no hacer el viaje de ida en soledad y también hacia unas horas había
manifestado no sentirse del todo bien.

Mientras se ultimaban detalles del inicio, despidió a todos sus compañeros y dijo en breve
regresar. Pasaron cerca de 4 horas y Eduardo recibió un llamado desde el aeropuerto… Era la
“gente de Bs. As” que preguntaba por quién los recogería para asistir al evento. Eduardo les
dijo que Samuel ya debía estar ahí, Inmediatamente la preocupación se apodero de todos he
intentaron dar con Samuel y su pareja, pero fue en vano todo intento. Era inútil se los había
tragado la tierra.

Pasaron días y Virginia Clapton encabezo junto a la familia de Samuel y su novia la búsqueda
que resultó infructuosa., así fue como después de tanto buscar y no tener respuesta un alto
mando de la seguridad provincial le dijo a Clapton “Samuel y su novia, no están… ni vivos ni
muertos… son desaparecidos” entre lágrimas y llanto Virginia y Eduardo no lo podían creer
como una simple actividad institucional terminaba de esta manera, Con la congoja del no saber
y la espina de la duda.

¿Tendría que ver esto con la temática del evento? ¿Quedarían aun resabios de la intolerancia
política y social? Eso se preguntó el director. 30 años después la tragedia seguía latiendo en los
corazones revolucionarios y aún retumba el suspiro diciendo. “Como todo culmino así”…

Hola mi nombre es Nahuel y he tratado de contarte la historia de Samuel y su último trabajo.


Son sus palabras, exceptuando por el final que espera a que aparezca con vida y él lo pueda
relatar…

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