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CUENTO INFANT

IL
EL PERRO
MESTIZO

Realizado por:
Marianny Vargas
6to grado sección “A”
Todos los días un perro mestizo salía debajo de un puente a caminar
por las calles de la ciudad en busca de comida. Cansado de tanto
caminar  y con hambre, entró al jardín de una casa y se tumbó bajo la
sombra de un árbol; pero segundos después el niño José salió a jugar
al jardín y al verlo le dio comida. Desde ese día se hicieron muy
buenos amigos y cada tarde jugaban con una pelota en el parque
Rafael Urdaneta que quedaba cerca de su casa.

Una tarde, María vio al perro jugando con su hijo y muy enojada cogió
un palo y lo echó del jardín.

José triste y llorando dijo:


_ ¡Mami, no lo eches, es mi amiguito! ¡Podemos adoptarlo y ponerle
un nombre!

_ ¡Es un perro mestizo, sucio y sin educación, no vale para nada!


¡Prefiero regalarte uno de mejor raza!  ¡Vete de aquí perro!_ gritó
Maria.
El perro comenzó a alejarse… pero detuvo sus pasos por un minuto
para mirar hacia atrás con la esperanza de que le dieran un hogar. Al
final se fue con el filete en la boca que le había regalado Jose.

Pasaban los días y cada tarde el perro seguía yendo al jardín, pero
Silvia siempre lo echaba.

Una mañana, María y su hijo paseaban por el parque y de repente


vieron un gran perro que se acercaba corriendo hacia José. 

Desesperada, María miró para todos los lados para ver si veía a
alguien que les pudiera ayudar, pero para su sorpresa, delante de
ellos, apareció el perro mestizo y se puso a pelear con el gran perro.

José y su madre preocupados no sabían qué hacer, pero segundos


después el gran perro se marchó dejando al perro mestizo tirado en el
suelo muy mal herido.

Rápidamente María lo cogió entre sus brazos y lo llevó al veterinario.


Allí tardó un mes en recuperarse de las heridas.

Al final María comprendió que el prejuicio forma parte de la


ignorancia y que para adoptar a un perro no importa la raza.

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