Gula, una de las secciones de la Mesa de los pecados capitales, de Hieronymus Bosch. Cuatro
personajes, en la escena: a la mesa hay un hombre gordo comiendo; a la derecha, de pie, otro que
bebe ansiosamente, directamente de la jarra; a la izquierda, una mujer presenta una nueva vianda
en una bandeja. Aparece un niño obeso, que simboliza el mal ejemplo que se da a la infancia. En
primer plano, una salchicha se asa al fuego.
Los alimentos tabú son aquellos alimentos (carnes, pescados, vegetales o bebidas) que por
razones culturales o religiosas no se consideran aceptables para su consumo y son por lo tanto,
de un modo o de otro, tabú para algunas personas.
Contenido
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1 Introducción
2 Modelos de explicación
3 Alimentos tabú debido a las creencias religiosas
o 3.1 Carne vacuna
o 3.2 Carne de cerdo
o 3.3 Carne de caballo
o 3.4 Sangre
4 Alimentos tabú por motivos no religiosos
o 4.1 Carne de perro
o 4.2 Insectos
o 4.3 Plantas y verduras tabúes
5 Alimentos prohibidos y aversiones
o 5.1 Pájaros cantores
o 5.2 Ballenas
o 5.3 Tortugas
o 5.4 Vísceras
o 5.5 Productos lácteos
6 Canibalismo
7 Cuadro resumido sobre alimentos tabú
8 Véase también
9 Referencias
10 Bibliografía
[editar] Introducción
La mayoría de los investigadores coinciden acerca de la naturaleza omnívora del hombre; no
obstante, existe un elemento importante que es la preferencia hacia algunos alimentos frente a
otros. Dejando este apartado a otras áreas de la ciencia como la psicología, la sociología,
etcétera, lo cierto es que los gustos adquiridos por una sociedad son desaprobados por otra.
Ciertamente, el carácter tabú de los alimentos es más un aspecto local que global, que
corresponde a las naciones y grupos sociales. Los mecanismos que gobiernan esta decisión no
parecen corresponder a razones lógicas. Las investigaciones sobre este tema reflejan que las
preferencias de unos alimentos con respecto a otros no están en nosotros desde que nacemos sino
que van adquiriéndose por motivos sociales y educación, ya que los animales no tienen estas
limitaciones.
La comida tabú se ha asociado desde sus inicios con una sensación de repugnancia. La
asociación con un alimento incomestible ha sido siempre social (como es el caso de la carne de
perro), siendo en cualquier caso interpretada como una cuestión reactiva del instinto, debido en
parte a que la clasificación de tabú proviene de situaciones extremas de emergencia, como las
hambrunas tal y como fue en el vuelo 571 de Uruguay. Como regla general, la fuerte aversión
respecto a los alimentos tabú se muestra como una náusea que evita la ingestión de alimentos.
La mayor parte de los tabúes alimentarios se refieren a la carne y a los subproductos del despiece
animal; sólo una pequeña parte se relaciona con las plantas. Los investigadores Daniel Fessler y
Carlos David Navarrete encontraron en sus investigaciones 38 tabúes basados en carne, pero sólo
siete en plantas. Para la investigación examinaron cerca de doce culturas diferentes. En las
investigaciones se refleja que, respecto a Occidente, China es el país cuya comida más tabúes
inspira, mientras que fuera de las culturas asiáticas el mayor número de alimentos tabú se sitúa
en Europa Central, en concreto en Francia.
Uno de los más conocidos tabúes alimentarios es la prohibición religiosa del Hinduismo de
sacrificar y comer la carne de los vacunos, en especial la de las vacas, que son consideradas
divinas e inviolables. La vaca se considera en la India como la representación divina de Prithivi
Mata (la Madre Tierra). Además de un Krishna o encarnación del dios Vishnú, las
representaciones de la religión hinduista representan a las vacas con el dios a su lado. Un toro
denominado Nandi es la representación del dios Shivá. Para algunos hindúes una vaca es la
reencarnación directa anterior antes de ser un humano, por lo que si se sacrifica a una vaca se
retroceden 87 escalones de reencarnación. Se considera sagrada no sólo la vaca sino también la
leche y cualquier producto del bovino.
Para la mayoría de los indios que viven en los estados federales de la India es ilegal sacrificar un
bovino, existiendo leyes que lo impiden.
De Mahatma Gandhi se tiene la siguiente cita: «El centro del Hinduismo es la protección de las
vacas. La protección de las vacas es uno de los más maravillosos fenómenos de la evolución
humana (...) Su protección del sacrificio es el regalo del hinduismo al mundo. Y el hinduismo
vivirá en el futuro, en tanto le sea permitido proteger a las vacas.»
La veneración de los hindúes por las vacas difiere bastante según las regiones. Por ejemplo, en el
norte de la India existe una relación religiosa y casi emocional con las vacas, pero en el sur de
Kerala se ofrecen para el sacrificio los ejemplares más viejos a carniceros cristianos o
musulmanes; la ternera se come en ciertas cantidades en esta zona. Para la mayoría de los
hindúes la ingesta de carne de ternera es sin embargo un tabú. Los ejemplares improductivos se
mantienen alimentados, e incluso existen unas especies de residencias para vacas, donde se las
adora y se las alimenta con pan. Según el antropólogo Marvin Harris, en el período de la década
de los años 1980, la India tenía 3.000 de esas residencias para vacas, en total cerca de 580.000
animales, la mayoría de ellas pertenecientes a los seguidores del jainismo.
La mayoría de los hindúes creen que en la India también existía en la antigüedad la veneración y
el principio de no sacrificio de los bovinos; el consumo de buey sólo es difundido por los
seguidores del Islam en el territorio. Esta opinión generalizada puede ser contradicha, sin
embargo, al consultar diversas fuentes. Ya en el período que va desde el 1800 hasta 800 en
nuestro sistema de cómputo de años, los indoari portadores del veda que vivieron en el norte de
la India eran nómadas, y de acuerdo con las fuentes sacrificaban parte de su ganado como ritual
religioso. En estas ofrendas tras el sacrificio eran ingeridas entre los sacerdotes y los guerreros.
Esta representación ha sido frecuentemente investigada por los indólogos. «El ganado en la
época de los vedas no era sólo la única ofrenda importante realizada a los dioses, sino que
también era realizada a diario, tal y como se ve (...) en numerosos (...) textos. Todavía en la
época del emperador Ashoka a mediados del siglo III no era tabú el sacrificio de vacas y ovinos.
Los brahmanes comían carne de vaca, y la ofrecían a sus invitados (...). Con el transcurso del
tiempo la carne de los ovinos fue convirtiéndose en tabú para todos los hindúes, mientras que al
mismo tiempo los subproductos eran considerados sagrados o como ejemplo de purificación.»
Tanto en la religión Judía como en la Musulmana, la carne de cerdo es un tabú. Los textos
sagrados de ambas prohíben el consumo de esta carne. La Torá prohíbe el consumo en crudo de
una gran cantidad de animales, y esta prohibición afecta también al cerdo doméstico. La
prohibición se menciona en el Levítico, el tercer libro de Moisés:
Estos son los animales que comeréis de entre todos los animales que hay sobre la tierra. De entre los
animales, todo el que tiene pezuña hendida y que rumia, éste comeréis. Pero de los que rumian o que
tienen pezuña, no comeréis éstos: el camello, porque rumia pero no tiene pezuña hendida, lo tendréis por
inmundo. También el conejo, porque rumia, pero no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo. Asimismo la
liebre, porque rumia, pero no tiene pezuña, la tendréis por inmunda. También el cerdo, porque tiene
pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo
Tercer libro de Moisés 11
Dicho libro se corresponde con el Levítico del Antiguo Testamento y por tanto también aparece
en éste la mencionada prohibición (Levítico 11:7). A pesar de ello, el cristianismo no ha
desarrollado el correspondiente tabú.
El Corán prohíbe igualmente y de forma explícita el consumo de la carne de cerdo, dando una
clara indicación acerca de lo que es en los alimentos puro (halal) e impuro (haram) desde el
punto de vista de las leyes islámicas:
Se os prohíbe comer la carne del animal que haya muerto de muerte natural, la sangre, la carne de cerdo y
la de un animal que se sacrifique en nombre de otro que Dios; no obstante quien se vea obligado a hacerlo
en contra de su voluntad y sin buscar en ello un acto de desobediencia, no incurrirá en falta. Es cierto que
Dios es Perdonador y Compasivo […]
Corán 2.173
En ambas religiones la carne de cerdo es considerada como tabú y ambas justifican hoy en día
este rechazo mencionando las cualidades poco limpias del animal en su rutina diaria: se
menciona que es sucio y que se alimenta de sus propios excrementos. Además, la ingestión de su
carne está relacionada con numerosas enfermedades, incluida la triquinosis. La verdad es que los
cerdos comen sus excrementos sólo cuando no encuentran otro tipo de alimento a su alcance. No
poseen en su piel poros por los que para regular su temperatura corporal necesitan refrigerarse
por la boca. No obstante también las cabras y las gallinas se alimentan de sus propios
excrementos. La triquinosis fue conocida por la comunidad científica a finales del siglo XIX y no
hay razón para la emergencia de este tabú. «Si la la principal causa de la prohibición hubiera sido
solamente los aspectos higiénicos, en este caso los ovinos hubieran sido prohibidos urgentemente
mucho antes, debido al contenido de parásitos, muchos de los cuales producen enfermedades
como el carbunco (…)». Descubrimientos arqueológicos realizados en el pasado en la región de
Oriente Medio muestran que los cerdos eran consumidos en la zona.
Anatomía de un caballo en una representación del antiguo Egipto procedente del siglo XV.
La carne de caballo es considerada en algunos países como un alimento más en la dieta, pero al
igual que otras carnes en otros países se ha convertido en un alimento tabú o al menos es
rechazada para su consumo. El Cashrut judío prohíbe entre otras cosas el consumo de la carne de
caballo, en el Islam se considera a la carne de burro y caballo como un alimento regular, y no es
considerado como halal. En el cristianismo si existen reglas restrictivas al respecto, biblicamente
está prohibido siendo el caballo un animal rumiante pero sin pezuña hendida como lo dice
Levitico 11 . No obstante la carne de caballo es considerada tabú en algunos países como Gran
Bretaña, Estados Unidos y Australia, pero en algunas zonas de España, Francia, Bélgica, Países
Bajos, Italia y Polonia es comercializada normalmente y puede encontrarse en supermercados.
En Alemania, en Austria y en Suiza existen carnicerías de caballo, aunque la carne es consumida
por una minoría en la actualidad. Existen platos en la cocina alemana como el Rheinischer
Sauerbraten que en tiempos fue elaborada con carne de caballo; el Leberkäse elaborado en
cocina austriaca con carne de caballo es considerado en este país como una delicia. Existen
platos en la cocina japonesa como el sakura (桜) o sakuraniku (桜肉) donde es considerado una
delicia.
En el año 2002 en el mundo China, México, Kazajistán, Italia, Argentina y Mongolia fueron los
países de mayor consumo y producción de carne caballar. En el año 2001 sólo en Europa se
consumieron aproximadamente 153.000 toneladas de caballo.
Las tribus moras que conquistaron España en el año 711 cruzaron los Pirineos en el año 720 y
sufrieron una derrota en la Batalla de Poitiers del año 732 por las tropas comandadas de Carlos
Martel; este contratiempo hizo que el avance se detuviera. La caballería jugó un importante papel
en esta victoria. En la misma época se realizaban sacrificios con animales dedicados a los dioses
por las tribus teutones; entre los que se incluía el sacrificio de caballos. Tras la batalla de año 732
el Papa Gregorio III escribió una carta al misionero Bonifatius en la que requería prohibir el
consumo de carne de caballo de forma inmediata, alegando la pureza de los mismos.
[editar] Sangre
En el Corán la prohibición se puede leer en la Sura 5.4. Para respetar este tabú, en las matanzas
existen métodos especiales y personas especializadas (judaísmo: Shojet, ‘matarife’) encargadas
de «purificar» la carne eliminando todo rastro de sangre para que pueda ser ingerida de acuerdo
con las reglas de cada religión. En el Corán existen prohibiciones explícitas acerca de la ingesta
de sangre (Razi, Bd.): se menciona repetidamente que el sacrificio de los animales debe ir
acompañado de un degüello, que elimina los rastros de sangre en sus venas. No obstante, la
prohibición del Corán se refiere directamente sólo a la «sangre derramada», lo que se puede
entender como la sangre que brota.
Por razones diferentes a la religión, en algunos países de la Unión Europea está prohibido vender
sangre líquida, alegando razones de salud pública. Este fenómeno ha hecho que algunos platos
tradicionales como el sanguinaccio dolce (extraña mezcla de chocolate con sangre de cerdo) de
la cocina de Nápoles quedara relegado casi al olvido. Sin embargo, el consumo de sus
subproductos procesados en forma de embutido (morcillas, black pudding, etcétera) está muy
extendido y es altamente popular. En Galicia es tradicional comer durante la matanza del cerdo,
filloas hechas con la sangre del mismo. n la región sur de México es muy consumida la moronga,
que es un embutido hecho con sangre de cerdo y especias.
La carne de perro se consume como alimento humano en ciertos países del mundo, mientras que
en la mayor parte del mundo es considerado como un alimento tabú. En Europa se llegó a
emplear al perro como alimento sólo en situaciones de catástrofe o emergencia en el pasado. En
la actualidad es un tabú y se asocia a menudo con los movimientos de protección de los derechos
de los animales. Hoy en día se consume en países como China, Corea,Vietnam, en las
Filipinas ,Timor Oriental y en el Congo. Existen referencias sobre el hecho de que en Suiza y en
ciertas partes de Alemania se come carne de perro. Hacia 1900 existían mataderos de perros en
Chemnitz, Dresde y Zwickau. En mayo de 2006 en una entrevista realizada al príncipe Enrique
de Dinamarca se declaró amante de los perros y de su carne, dando detalles acerca de su sabor
(que mencionó similar a la del pollo).
Son pocos los psicólogos de la alimentación que afirman la necesidad humana del consumo de la
carne de perro. La aceptación o rechazo de este tipo de carne por la sociedad o por grupos
sociales es un fenómeno que puede definirse sólo como culturalmente adquirido. La discusión
sobre este tema en Europa y Estados Unidos tiene como resultado que su relación con estos
animales domésticos es intensa y comparte lugar común en la vida íntima de las familias. En
conexión con esto en la Copa Mundial de Fútbol de 2002 celebrada en Corea del Sur hubo una
actividad crítica internacional sobre el consumo de carne de perro en Corea ya que este país no
había prohibido su consumo. La actriz y protectora de los animales Brigitte Bardot habló a favor
de la protesta internacional.
Los animales domésticos se han ido considerando en las culturas occidentales como parte de las
familias humanas. Este fenómeno ha hecho distinguir a los antropólogos entre «mascotas»
(animales pequeños que se adoptan), los «animales domésticos» (generalmente más grandes y
conviven con los humanos) y los «animales útiles» como las vacas y los cerdos. Algunos
pensadores hacen ver que existe una unión emocional con estos animales que los convierten en
potenciales alimentos tabú, aunque Harris y otros autores niegan esta unión emocional.
[editar] Insectos
Los insectos no son considerados en Europa como un alimento, mientras que en algunos países
de Asia, África y América Latina pueden incluirlos como alimentos en algunos platos. En
Europa y en Estados Unidos los insectos son asociados con la basura y la suciedad y por esta
razón se evita su consumo. El consumo de insectos se denomina técnicamente con el término
entomofagia en las culturas occidentales, y se deduce de él que es una costumbre desviada o
inusual. Los antropólogos asumen que en la antigüedad algunos insectos formaron parte de la
dieta de los europeos, algunos poetas de la antigüedad como Aristófanes llamaban a las langostas
«pollo de cuatro alas», y los romanos comían larvas denominadas Cossus. En la Edad Media
algunos hábitos alimentarios cambiaron y los insectos desaparecieron de la dieta. No obstante a
comienzos del siglo XX en algunas partes del Norte de Hesse y Francia se elaboran sopas con el
Melolontha. En la Biblia y el Corán se menciona también el consumo de langostas.
Insectos fritos en un mercado de Reino de Camboya.
Muchos insectos pueden ser considerados como una fuente apropiada de proteínas, por ejemplo
100 g de larvas de termitas africanas pueden llegar a tener 610 kcal, 38 g de proteína y 46 g de
grasa; 100 g de larvas de polillas tienen aproximadamente 375 kcal con 46 g de proteína y 10 g
de grasa. Las larvas secas de abeja poseen un 90% de proteínas, siendo el resto grasa. El hecho
de que los insectos posean una sustancia como la quitina que no podemos digerir no habla en
contra de su consumo, ya que se puede retirarse fácimente antes de su ingesta, al igual que se
hace con los crustáceos (langostas, langostinos, etcétera). Además, las larvas no contienen
quitina. El sabor de las termitas y grillos recuerda al de lechuga y las langostas fritas tienen un
sabor dulce. No obstante, no todos los insectos son comestibles, siendo una parte de ellos
venenosos.
Algunos casos aislados y locales en Europa son un ejemplo tradicional de consumo de insectos.
Uno de ellos es el queso italiano Casu marzu que se come en Cerdeña y que tiene larvas, otro
ejemplo es el Milbenkäse que se elabora con los excrementos de los ácaros.
Mientras la mayoría de las sociedades asocian los tabúes al consumo de determinadas carnes, los
tabúes basados en plantas son raros y existen sólo en pequeñas etnias muy bien conocidas.
Además se produce una distinción en sexos: existen alimentos que son tabús para hombres (y no
para mujeres), y viceversa. Muy pocos autores mencionan los alimentos tabú basados en
verduras o plantas y muchos de ellos afirman que el alimento tabú es sólo con carne, rechazando
la existencia de tabús alimentarios basados en plantas.
La etnóloga Anne Meigs ha investigado la cultura y la vida social de las tribus de Hua en Nueva
Guinea y ha proporcionado entre otras cosas una lista con tabús alimentarios de los hombres.
Todos los alimentos implicados estaban asociados con la femenidad y con la sexualidad
femenina. Por ejemplo, los vegetales con colores rojos, las frutas brillantes del mismo color y las
setas, por su relación con la menstruación, eran tabú, así como los alimentos relacionados con
ciertos olores (entre la lista se tiene algún tipo de seta y dos tipos de dioscoreáceas). Entre los
hombres de la tribu existen sanciones para aquellos que violen los tabús. En las culturas
occidentales se han asociado los tabús de plantas a la sexualidad, en algunos instantes de la
historia no se ha considerado tabú y era considerado sin embargo como afrodisíaco.
Respecto a los pájaros cantores no existe en la UE una prohibición clara sobre su caza e ingesta,
no obstante existen países donde la caza de pájaros está permitida por las leyes a pesar de las
leyes europeas de protección de animales. Por ello en algunos países de Europa se considera una
práctica aceptable servirlos como delicias en los restaurantes y bares, como en los Alpes, Italia,
España o Francia.
En los libros antiguos existen ejemplos históricos que prueban que la ingesta de pájaros cantores
ha sido parte de la dieta de todas las clases sociales durante muchos milenios en el norte de
Europa. Sólo hubo rechazo sobre su ingesta cuando comenzaron los movimientos sociales para la
protección de los animales en el siglo XIX, momento en el que se empezó a poner en duda su
consumo. Algunos autores tratan más este tema como un rechazo que como un tabú.
Existen, no obstante, algunas tradiciones europeas de ingesta de pájaros, como por ejemplo el
Thüringer Meisensuppe en la cocina alemana, el Helgoländer Drosselsoop o el muy conocido
internacionalmente Leipziger Lerchen. Hasta hace poco eran comunes en la cocina española los
pajaritos fritos (prohibidos en la actualidad). En latinoamerica y seguramente heredado de la
tradicion italiana la polenta con pajaritos figura en mas de un libro de cocina como todo un
clasico. El investigador Schmoll menciona en sus estudios que la prohibición de la ingesta de
pájaros en Europa comenzó en el siglo XVIII en el norte de Europa y fue creciendo a medida que
avanzaban los siglos. Los motivos de la protesta son dobles: por una parte este tipo de animales
regula la población de insectos y por otra es visto como un animal social.
[editar] Ballenas
El consumo de ballenas es muy popular en las gastronomías de Islandia, Noruega (en la costa
oeste) y Japón, así como en la cocina Inuit de los Esquimales. En la actualidad su caza para el
comercio está prohibida y con fines científicos altamente restringida.
[editar] Tortugas
La sopa de tortuga empezó a ser en muy popular en el siglo XVIII en Gran Bretaña, lugar donde
fue inventada y consumida como una delicia exótica y símbolo de estatus por las clases medias.
Ya en el siglo XVI se valoraba como una carne muy nutritiva. Como la carne de tortuga era
considerada como pescado se podía comer durante la Cuaresma, y de esta forma se produjo un
incremento estacional de se consumo en Semana Santa.
[editar] Vísceras
Riñones de cordero frescos.
Es tradicional que, tras el sacrificio de ciertos animales, se aprovechen todas las partes para el
consumo, no sólo en las casas humildes. El uso de las vísceras en las cocinas se describía en los
libros de cocina del siglo XIX, aunque ya habían sido contempladas como alimento desde la
Edad Media, y se conoce de su consumo desde el mismo origen de la humanidad. El investigador
Stephen Mennell afirma: «Muchos humanos no sienten aversión hoy en día hacia el consumo de
carne, sino en particular hacia el consumo de ciertas partes de animales, denominadas
vísceras.». Su origen en la mayor parte de los casos procede de raíces humildes, de los estratos
bajos de la población que sólo podía alimentarse de forma barata con los restos de sacrificios de
animales, etc. Así se explica por ejemplo la existencia de platos tan populares de antaño como las
gallinejas (tripas e intestinos de cordero fritos) o los callos en la cocina madrileña y en la gallega
o el saumagen de la cocina alemana del Palatinado y los haggis de la cocina escocesa, para luego
dar paso a platos muy preciados en cierta época, como el foi gras francés (paté de hígado de
pato) e incluso el caviar noruego (huevos de esturión).
A pesar de lo popular que fuera antaño, la aversión hacia este tipo de platos con vísceras
(casquería) está incrementando, hasta el punto de que poco a poco se está convirtiendo en una
delicia para una minoría de la población, como por ejemplo las mollejas coronadoras de las
parrillas rioplatenses o los sesos (clásico relleno de buñuelos) o la lengua a la vinagreta y la
invernal buseca de mondongo. Los psicólogos sociales han podido probar, en una escala
Guttman, las actitudes hacia el consumo de las vísceras, y se ha podido comprobar cómo crece el
rechazo al hígado sobre el riñón, lengua, cerebro y testículos, y han descubierto además que en
América el rechazo es mayor que en Inglaterra o en Francia.
Mientras que en Europa y Estados Unidos productos como la leche y sus subproductos lácteos
son generalmente aceptados, en otras culturas existen muchos grupos humanos que los rechazan
o evitan, como por ejemplo en muchos lugares de Asia. No se debe tanto al sabor, sino más bien
a la inexistencia en la mayoría de la población adulta de la enzima intestinal denominada lactasa,
que es la encargada de procesar la lactosa en la digestión. Este fenómeno recibe el nombre de
intolerancia a la lactosa. El bebé humano, nazca donde nazca, tiene este enzima en su estómago
para poder procesar la leche materna, aunque el cuerpo cesa la producción del enzima a los tres
años. Por esta razón la intolerancia a la lactosa no es una regla sino una mutación genética. Sin
esta enzima el colon se irrita en contacto con la lactosa y produce diarreas, así como diversos
trastornos gástricos o intestinales.
[editar] Canibalismo
Artículo principal: Canibalismo
Uno de los alimentos considerado tabú en la mayoría de las culturas del mundo es la carne
humana (canibalismo). Socialmente el consumo de carne humana es considerado aceptable en
ocasiones excepcionales, como por ejemplo en casos de naufragio. Marvin Harris dice que "la
sociedad sanciona el consumo de carne humana cuando existe la presencia simultánea de otros
alimentos", aunque muchas personas piensan que el consumo de carne humana debe ser
considerado como contrario a la moral en cualquier caso.
Los yacimientos arqueológicos encontrados apuntan hacia el hecho de que el canibalismo era
una práctica común en las etapas primigenias del hombre. Se han encontrado referencias datadas
de hace aproximadamente 350,000 años en China. También en la época del hombre de
neandertal se han realizado descubrimientos, algunos casos muestran ejemplos claros de
procesamiento (pre-cocina) en los que la carne humana no se ingería cruda. Las víctimas en
algunos casos eran parte de un culto religioso, algunos casos se han encontrado en Bad
Frankenhausen en Turingia.
[editar] Referencias
1. ↑ vgl. Rolf Degen: Nicht nur Verdorbenes macht Angst, en Tabula 02/2005
2. ↑ Eva Barlösius, Soziologie des Essens (Sociología de los alimentos), pag. 45
3. ↑ Daniel Fessler/Carlos Navarrete, Meat is Good to Taboo, S. 4
4. ↑ Monika Setzwein, Zur Soziologie des Essens, S. 109 f.
5. ↑ Eva Barlösius, Sociology of the meal, S. 104
6. ↑ Gesetzliche Bestimmungen zum Schutz von Kühen vor Schlachtungen in den indischen
Bundesstaaten und Unionsterritorien
7. ↑ Gandhi-Zitat
8. ↑ Nicolai Schirawski, Very dear cow, en P.M.Magazin 09/2002
9. ↑ Marvin Harris, pág. 61
10. ↑ Ram Puniyani: Beef Eating: Strangulating History, en: The Hindu (2003)
11. ↑ Entrevista con el indio histórico D.N. Jha
12. ↑ Renate Syed, Das heilige Essen - Das Heilige essen. Religiöse Aspekte des
Speiseverhaltens im Hinduismus, en: Perry Schmidt-Leukel (Hg), Die Religionen und das Essen,
Kreuzlingen, 2000, pág. 131 y sig.
13. ↑ Renate Syed, pág. 135
14. ↑ Sura 2.173
15. ↑ Marvin Harris, Wohlgeschmack und Widerwillen, pág. 67 y sig.
16. ↑ Peter Heine, Food and food taboo in the Islam, en Perry Schmidt Leukel (Hg): The
religions and the meal, pág. 90
17. ↑ Marvin Harris, Wohlgeschmack und Widerwillen, S. 67 ff.
18. ↑ MHR-viandes magazine
19. ↑ Marvin Harris, Wohlgeschmack and aversion, pág. 89 y sig.
20. ↑ Citado por Marvin Harris, pág. 98
21. ↑ Hechos 15:19-21
22. ↑ Alois Payer: The Jewish food laws
23. ↑ Manfred Goetz: Pits of victim and utilizable animals
24. ↑ John Feffer: The Politics of Dog, 2002
25. ↑ Markus Rohner: Nicht nur Asiaten lieben Hundefleisch (No sólo los asiáticos comen
carne de perro) y árticulo sobre la protección de la carne del perro en Suiza ( Hundefleischverzehr
in der Schweiz)
26. ↑ Erhard Oeser, Hund und Mensch: die Geschichte einer Beziehung, Darmstadt 2004,
pág. 143 y sig.
27. ↑ MDR: Prinz Henrik isst gern Hundefleisch (El príncipe Enrique come carne de perro)
28. ↑ Artículo de TIME sobre el consumo de carne de perro en Corea (2002)
29. ↑ a b c Insects eat - disgust or benefit? (2003)
30. ↑ Legislación europea sobre el novel Food
31. ↑ Marvin Harris, pág. 172 y sig.
32. ↑ Monika Setzwein, Zur Soziologie des Essens, pág. 137 y sig.
33. ↑ vgl. Birgit Punks: Vegetarismus. Religiöse und politische Dimensionen eines
Ernährungsstils, pág. 22 y sig.
34. ↑ James Dye: Explicación de la abstinencia pitagórica de las judías
35. ↑ Monika Setzwein, Zur Soziologie des Essens, pág. 79
36. ↑ a b peace man Schmoll: Humans are, which he does not eat, in: Science Lunch, October
2004
37. ↑ De acuerdo con los datos de las sociedades protectoras de animales WWF information
(2006)
38. ↑ Stephen: The Cultivation of the Appetite, s. 392.
39. ↑ Stephen Mennell, p. 392.
40. ↑ Artículo de Planet Wissen sobre la intolerancia a la lactosa
41. ↑ Marvin Harris, S. 216
42. ↑ Canibalismo en las primeras etapas de la humanidad
43. ↑ Susanne Wetzel: Kannibalismus - Canibalismo
[editar] Bibliografía
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Stephen Mennell: Die Kultivierung des Appetits. Geschichte des Essens vom Mittelalter
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Perry Schmidt-Leukel (Hg): Die Religionen und das Essen, Hugendubel Verlag,
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