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EDITADO POR KEITH E.

SWARTLEY
1a edición
Traducción: Jonathan Rugna, Regina Okamura, Ruben Del Ré y Anne
Folta
Curitiba
2017
Keith E. Swartley (ed.)
Descubriendo el Mundo del Islam
Coordinación editorial: Walte r Fe ckinghaus
Edición: Ke ith Swartle y
Título original: Encounte ring the World of Islam
Traducción: Jonathan Rugna, Re gina Okamura, Rube n De l Ré y Anne Folta
Revisión: Ale jandro Las
Tapa: Adaptación de Sandro Bie r
Edición Electrónica: Josiane Zanon More schi
Copyright © 2005 by Cale b Proje ct
Originally publishe d in English unde r the title
Encounte ring the World of Islam
Publishe d by Biblica
This translation publishe d by arrange me nt with Pione e rs
10123 William Care y Drive , Orlando FL 32832, USA
All rights re se rve d.
Dados Inte rnacionais de Catalogação na Publicação (CIP)
[Catalogación de datos inte rnacional de las publicacione s]
De scubrie ndo e l Mundo de l Islam/[e ditado por] Ke ith E. Swartle y.- Curitiba, PR : Editora Espe rança, 2017.
Título original: Encounte ring the world of Islam
Varios traductore s
ISBN 978-85-7839-161-4
1. Cristianismo y otras re ligione s - Islamismo 2. Cristianismo - Ese ncia 3. Islam - Re ligión I. Título II. Swartle y, Ke ith E.
Los te xtos Bíblicos han sido tomados de la ve rsión Re ina-Vale ra © 1960 Socie dade s Bíblicas e n Amé rica Latina; © re novado 1988 Socie dade s
Bíblicas Unidas. Usados con pe rmiso.
Todas las citas de l Corán vie ne de “El Coran” traducido por Julio Corte s, de re chos de autor 2003 par Tahrike Tarsile Qur ’a n. Usadas con
pe rmiso.
Todos los derechos reservados.
Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito del editor cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o
transformación de esta obra.
Editora Evangé lica Espe rança
Rua Aviador Vice nte Wolski, 353 - CEP 82510-420 - Curitiba - PR - Brasil
Te lé fono: 55 (41) 3022-3390 - come rcial@e ditorae spe ranca.com.br - www.e ditorae spe ranca.com.br
La amplitud del material en este texto de 560 páginas se eleva por encima de todos los demás. Los principios
educativos que se imparten en cada lección aseguran la asimilación de material. La variedad de métodos y prácticas
es incompleta. Los consejos sobre la evangelización no tienen precio. Pero por encima de todo, Keith nos lleva más
allá de los estereotipos de la derecha en el corazón de nuestros vecinos musulmanes con amor y respeto.
Ministerio para los Musulmanes
Don McCurry, Presidente

Este libro ¡te hará ver el Islam con otros ojos! Los ojos del evangelio que en su mensaje y mensajeros es capaz de
“encarnarse” en aquellos que han de recibir las buenas nuevas. Y te desafiará a buscar los valores fundacionales tu fe,
más allá del envoltorio cultural que le hemos impuesto en occidente. Pero sobre todo ¡te motivará y ayudará a
compartir tu fe con los musulmanes!
CMM – Obrero evangélico con más de 30 años de experiencia en un país musulmán

Sea como texto para un curso formal o un recurso para reflexión y estudio personal, este volumen nos brinda la
oportunidad de aprender de misioneros con décadas de experiencia sirviendo entre musulmanes. Lo recomiendo
tanto para misioneros actuales y los que están en preparación como también para pastores y cada persona con
interés en servir, amar, y alcanzar a nuestros vecinos musulmanes.
David Greenlee, PhD
Coordinador de Investigaciones, Operación Movilización

Avance ágape al mundo musulmán no solo es una realidad en el día de hoy sino también es un compromiso.
Luis Bush, Facilitador Internacional, Transforma Mundo

Es con profunda alegría que recibí la noticia de la publicación de DMI en la lengua de Cervantes. Un colega me
regalo una copia en Inglés hace unos años y quede de inmediato capturado por la riqueza del texto, por su amplitud
en los temas históricos, doctrinales y de praxis misionológica al Islam, el cual probablemente no tiene paralelo en otra
publicación de esta naturaleza. ¡DMI será enriquecedor para aquellos que aspiran servir al Señor en medio de
nuestros amigos musulmanes, como también traerá profundidad a los que ya servimos en medio de ellos, sea bien en
Amman, Estambul, Karachi, Jakarta, Nueva York o Paris! ¡Quiera Dios usar esta herramienta como un recurso útil
para construir puentes de paz, reconciliación y salvación en Cristo para todos aquellos que nuestro buen Señor ya
tiene preparados para Su Reino entre los seguidores del Islam!
Allan E. Matamoros
Presidente Comité Ejecutivo Visión 5:9
Director de Campos de COMIBAM Internacional
Director para Medio Oriente y Norte
de Africa PARTNERS International

Por los últimos 20 años en mi propia experiencia trabajando en este contexto, el leer este libro me ha animado al ver
como el testimonio y trabajo de algunos, pueden dar ejemplo para ayudarnos a ser mas efectivos en nuestra tarea. El
poder conocer la cultura, ver la experiencia y efectividad del trabajo de aquellos que aman compartir a Jesús de
manera relevante, se que animara a aquellos que creen que la tarea es compleja y con poco fruto.
Victor A. Ibagon
Frontiers Iberoamérica
RESÚMEN
MATERIAL INTRODUCTORIO
Prefacio - Marcos Amado
Introducción al Curso
Guía de Pronunciación del Idioma Árabe
Lista de Palabras Frecuentes

EL DESARROLLO DEL ISLAM


Lección 1 Fundación del Islam
Introducción
Cómo Empezó el Islam
El Cristianismo y Los Inicios del Islam
Lección 2 Expansión del Islam
Introducción
Breve Historia de La Civilización Musulmana
La Difusión y el Desarrollo del Islam
El Islam y el Progreso del Conocimiento
Lección 3 Creencias Islámicas
Introducción
El Corán, el Hadith y la Sharia
Prácticas Religiosas Islámicas: Los Pilares de La Fe
Los Artículos Fundamentales de La Fe Islámica

EXPRESIONES DEL ISLAM


Lección 4 Los musulmanes hoy
Introducción
La Diversidad Dentro de La Umma Islámica
Una Franca Confrontación: La Umma Musulmana, La Iglesia Cristiana
Un Análisis De La Pluralidad Musulmana
Lección 5 Vida cotidiana de los musulmanes
Introducción
Las Prácticas Sociales Musulmanas
El Ayuno Y Las Fiestas
Honrando A Los Extranjeros
La Comunidad Y Sus Costumbres
Lección 6 Mundo espiritual de los musulmanes
Introducción
El Islam Popular: El Camino Al Poder Sobrenatural
El Poder En El Islam Popular
La Lucha Espiritual En El Mundo Del Islam Popular
El Misticismo, Un Escape De La Ley

CRISTIANISMO E ISLAM
Lección 7 Barreras que debemos cruzar
Introducción
El Valle De La Decisión
Diez Obstáculos Para Alcanzar A Los Musulmanes
El Camino De La Reconciliación
Selecciones De Conversión
Formas De Cambio
Testigo Discreto
Relación Personal Con Cristo
Símbolos De Conversión
El Mensajero De Dios
¿Israel o Palestina?
Viviendo Como La Familia De Dios
Lección 8 Consideraciones teológicas
Introducción
¿Por Qué Compartimos Las Buenas Nuevas De Jesús a Todas Las Personas, Incluso a Los
Musulmanes?
Divergencias Teológicas
Apologética De Emergencia: Respondiendo A Objeciones Comunes
La Comunicación Del Evangelio Desde Adentro
Una Pregunta Que Debe Ser Respondida
El Islam Y El Cristianismo En La Paternidad De Dios
Compartiendo Nuestra Fe Con Los Musulmanes
Lección 9 Enfoques De alcance
Introducción
Enfoques A La Evangelización De Musulmanes
Samuel Zwemer
¿Por Qué Tan Pocos Frutos?
Lecciones Misioneras De La Historia
Lista De Observación Mundial
Declaraciones Sobre Las Actitudes Cristianas Hacia Los Musulmanes
¿Qué atrae a las mujeres musulmanas hacia cristo?

NUESTRA RESPUESTA AL ISLAM


Lección 10 Movimientos de Plantación de iglesias
Introducción
La Plantación de Iglesias en El Mundo Musulmán, ¿Una Misión Imposible?
Siete Etapas Para La Plantación De Iglesias: Etapas Y Lista De Actividades
La Plantación De Iglesias Que Incluye A Las Mujeres Musulmanas
El Espectro C1 a C6
¿Cuán Lejos es Demasiado Lejos?
Lo Que El Ayuno Me Enseñó
La Exaltación De La Fatwa
Lección 11 Nuestra respuesta al Islam
Introducción
Ann Croft Y Los Fulani
Cómo Llenar La Brecha: Los Jóvenes Recién Casados Responden Al Llamado De Dios Para Servir
A Los Musulmanes
Carta De Un Musulmán en Busca de Dios
Una Mirada Al Corazón Hambriento Del Islam
El Ministerio En La Tierra Natal Como Una Preparación Previa Al Campo
Asia Meridional: Peces, Verduras Y Mezquitas Mesiánicas
¿Por Qué Soy Misionera A Los Musulmanes?
Lección 12 Oración por el mundo musulmán
Introducción
Cómo Alcanzar A Los Musulmanes Por Medio De La Oración
La Oración Y La Adoración: Las Herramientas Para Responder Al Islam
¿Qué se necesita para ganar a los musulmanes?
IberoAmericanos Que Alcanzan A Musulmanes Árabes
Cómo Superar Un Milenio De Odio

APÉNDICES
Los 99 Nombres Más Bellos de Dios
Lectura Cronológica Del Corán
Vínculo Con Los Musulmanes
Visita A Una Mezquita
Glosario
BIBLIOGRAFÍA
TEXTOS DESTACADOS
CONCEPTUALES
¿Deben Los Cristianos Usar el Nombre “Alá” en La Traducción Bíblica?
¿Dónde Está Oriente Medio?
La Promesa de Dios Para los Musulmanes
¿Qué Dice La Biblia Acerca de Los Cinco Pilares del Islam?
¿Cómo Ve Usted al Mundo?
El Honor y La Vergüenza
Progresión De La Violencia
La Cosmovisión Representada En La Vida Diaria
Preparados Para Presentar Defensa
El Evangelismo Como Un Proceso
Cuestiones Que Afectan La Percepción Musulmana
Testigo Encarnacional
La Pérdida Constante De Testimonio
Completo En Cristo
Derechos Humanos Islámicos
Unidad, Sumisión y Comunidad
¿Qué Es Un Movimiento de Plantación de Iglesias?
Diez Pasos Para Una Narración
Libre Para Sufrir
Pluralismo Y Diversidad

EVANGELÍSTICOS
La Necesidad Del Momento
El Amor Ágape
Tome La Iniciativa
Sea Usted Mismo
La Fiesta Del Sacrificio
La Oración
Formule Buenas Preguntas
Consejos Para Compartir La Fe Con Un Musulmán
Más Sugerencias Para Compartir La Fe Cristiana
Compartiendo Lo Que Dios Ha Hecho Por Ti
Los Musulmanes Que Nos Rodean
Una Biblia En Sus Manos
Sugerencias Para Las Caminatas De Oración
Cómo Motivar A Un Amigo Musulmán A Poner Su Confianza En Jesucristo

ÉTNICOS
¿Dónde Viven Los Musulmanes?
El Mundo de Habla Árabe
Pueblos Asiáticos Del Sur
Los Pueblos Malayos
Los Pueblos Persas-Medos
Los Pueblos Euroasiáticos
Los Pueblos Subsaharianos
El Pueblo Turco
Los Musulmanes De La China
Inmigrantes Europeos
Los Musulmanes en Norteamérica
Movimientos De Musulmanes Hacia Cristo

CITAS
¿Quién fue Muhammad?
Citas
¿Alá es Dios?
Los Valores Divergentes
El Ritmo De Vida Musulmán
Los Supuestos Culturales
Creencias Y Prácticas
Alambre De Púas
¿Quién Es Responsable Por La Salvación del Hombre?
Siguiendo Al Cordero
¿Cómo Puedo Continuar Dando Testimonio de Mi Fe?
¿Qué Es Una Iglesia?
Nuestro Camino Hacia El Corazón Musulmán
Recite Las Escrituras De Memoria
¿Por Qué Orar Por Los Musulmanes?

CORÁN
¿Qué Dice el Corán?
Los Libros Sagrados
¿Qué Está Permitido?
¿Qué Está Prohibido?
¿Que es La yihad?
La Comunidad Musulmana
¿Por Qué Es Necesaria La Baraka?
¿Por Qué Los Musulmanes Dicen “Insha Allah”?
La Muerte De Jesús
La Mujer Ideal
Amor Condicional
Paraíso E Infierno

PERSONALES
La Historia de Rashid
“Tengo Que Pensar en La Eternidad”
Superando El Pasado
Aprendiendo A Perdonar
Yo Lo Ví En Un Sueño
Otra Fuente De Poder
“¿A Qué Pir Sigues Tu?”
¿Quién Puede Alcanzar El Norte De La India?
Las Presiones Del Matrimonio
El Alto Costo De Creer
Amables Y Devotos
Un Dios Que No Está Lejos
Sanidad Para El Alma Y El Cuerpo
Cómo Responder al Analfabetismo Y a La Pobreza
Cómo Llevar A Casa La Nueva Fe En Cristo
Los Medios Alcanzan A Naciones De Acceso Restringido
Testigos Fieles
Una Viuda Musulmana Llega Por Disposición Divina

FEMENINOS
Una Taza de Té
La Hijab
La Familia y Los Hijos
Una Visión de Las Mujeres Occidentales y El Cristianismo
La Protección Del Honor De Las Mujeres
Las Mujeres Y El Poder
A Través De Sus Ojos
Barreras Al Evangelio
Los Derechos De Las Mujeres
Matrimonio Y Divorcio
Cómo Alcanzar A Una Mujer Musulmana
Hospitalidad
MATERIAL INTRODUCTORIO
PREFACIO
Una de las características más sobresalientes de los cristianos evangélicos es el deseo de proclamar las Buenas Nuevas
a todos los pueblos de la tierra. Es por eso que David Bosch, en su excelente libro “Misión Transformadora”, se toma
el trabajo de afirmar que:
“La mi s i ón i ncl uye l a eva ngel i za ci ón como una de s us di mens i ones es enci a l es . La eva ngel i za ci ón es l a procl a ma ci ón de l a s a l va ci ón en
Cri s to a l a s pers ona s que no creen en Él , l l a má ndol a s a l a rrepenti mi ento y a l a convers i ón, a nunci a do el perdón de l os peca dos e
i nvi tá ndol a s a converti rs e en mi embros vi vos de l a comuni da d terrena l de Cri s to y a comenza r una vi da de s ervi ci o a l os demá s en el
poder del Es píri tu Sa nto.”
Ciertamente, la mayoría de los cristianos no tendría ninguna dificultad en relación con esta definición de Bosch.
Empero, las principales diferencias surgen cuando intentamos definir cuál es la mejor forma de poner en práctica el
mandato divino de proclamar la salvación en Cristo, principalmente cuando el enfoque de nuestra proclamación son
los musulmanes.
Durante cerca de 20 años tuve el privilegio de estar involucrado en un ministerio hacia los musulmanes en el
exterior. Entre las muchas experiencias que tuve, una de las más sobresalientes fue vivir, junto con mi familia, en
casas de musulmanes en un país del norte de África. A pesar de ser cristianos, fuimos recibidos como si fuéramos
parte de sus propias familias. Hice buenos amigos y aprendí a colocarme en el lugar de ellos cuando intentaba
analizar los principales acontecimientos relacionados con el pueblo musulmán alrededor del mundo. No obstante,
percibía que cada vez que conversaba con un cristiano en mí país sobre el tema, las reacciones estaban, con mucha
frecuencia, cargadas de animosidad e incomprensión.
Hasta cierto punto esas reacciones son comprensibles, pues somos bombardeados diariamente con noticias
negativas sobre los musulmanes. Eso sucede principalmente a través de los medios de comunicación, pero cuenta con
la ayuda de muchos misioneros, que al das sus informes en conferencias misioneras sobre sus experiencias en tierras
islámicas, tienden a resaltar únicamente los aspectos exóticos y negativos. Encima de eso, parte de la teología que
heredamos contribuye negativamente al aprecio que les tenemos a los descendientes de Ismael. Nos olvidamos que
en la biblia encontramos muchas promesas de parte de Dios para ellos.
Al decir esto no estoy cerrando los ojos hacia la dura realidad de la persecución que los cristianos sufren en muchos
países musulmanes. Yo viví esta realidad. Tampoco estoy negando lo que se ve con mucha frecuencia en los medios
de comunicación: grupos musulmanes radicales atacando los intereses occidentales, produciendo con esto la muerte
de miles de inocentes.
Pero los radicales representan una minoría dentro de los más de mil millones de musulmanes alrededor del mundo.
Si caemos en la generalización, se torna casi imposible hacer un análisis intelectualmente honesto sobre el Islamismo,
y tener como punto de partida en nuestra relación con ellos, un conocimiento objetivo sobre su historia y creencias.
Consecuentemente, pasamos a tener una postura casi bélica en relación a los seguidores de Muhammad. Hasta
nuestro lenguaje, lleno de metáforas militares como “conquistar las tierras musulmanas”, “derribar las murallas del
Islamismo”, etc., denota un posicionamiento que se asemeja mucho más a una estrategia de ataque que a la
estrategia de amor ejemplificada en la vida y palabras de nuestro Señor Jesucristo.
Es por eso que doy gracias a Dios por el lanzamiento en español del libro “Descubriendo el Mundo del Islam”. En
un momento histórico en que seguimos siendo inundados por noticias sobre revueltas, guerras y manifestaciones
masivas en diferentes partes del mundo musulmán, un libro como este llena un gran vacío en nuestra bibliografía
misionera.
Además de haber sido escrito por renombrados especialistas cristianos de diferentes partes del mundo, el libro, sin
dejar de lado las convicciones evangélicas, conduce al lector a mirar a los musulmanes como personas creadas a
imagen y semejanza de Dios, los cuales, a pesar de seguir caminos que no llevan hacia Él, necesitan ser
comprendidos y tratados con respeto, amor y dignidad, y no como enemigos que están al acecho, listos a diezmar a
todo cristiano que se cruce por sus caminos.
Los autores de los diferentes capítulos, basados en las mejores fuentes históricas y académicas, llevan al lector a
hacer un viaje que se inicia con el nacimiento de Muhammad, alrededor del año 570 d.C., y llegando hasta el día de
hoy. En ese proceso vemos cómo un pequeño movimiento, iniciado por un hombre que se decía descendiente de
Ismael, se transformó en una de las principales religiones del mundo contemporáneo. Aprendemos sobre su
desarrollo geográfico, social y político a lo largo de los siglos, sobre sus principales postulados teológicos y somos
alertados sobre las implicaciones de todo eso frente al desafío de presentar a los musulmanes la salvación que hay en
Cristo Jesús.
En resumen: este libro coloca al alcance de todo cristiano una gama riquísima de material con informaciones
preciosas sobre los musulmanes. Estas informaciones llevarán al lector a comprender la extensión del desafío y de la
responsabilidad que tenemos en la tarea de orar y compartir el amor de Cristo a aquellos que creen encontrar, en las
palabras y ejemplo de Muhammad, el camino hacia una vida de fidelidad y sumisión a Dios, y además cómo
compartir ese amor de manera respetuosa, con integridad intelectual y usando los “puentes” que existen entre la
Biblia y el Corán.
Por eso recomiendo a cada cristiano que, al emprender el viaje propuesto por este libro, lo haga con una mente
abierta y en espíritu de oración, pidiéndole a Dios que muestre cuáles son las ideas preconcebidas que tenemos, las
cuales impiden que la misión cristiana hacia los musulmanes sea más efectiva. Si hacemos esto, entenderemos, de
una vez por todas, que nuestra guerra es espiritual, contra las potestades celestiales, y no contra los seguidores de
Muhammad, que así como usted y yo, ellos también precisan escuchar por lo menos una vez que Cristo es el Señor.
Marcos Amado - Director para América Latina - Movimiento de Lausanne
INTRODUCCIÓN AL CURSO
Descubriendo el Mundo del Islam es el título tanto del libro como del curso que utiliza el libro como texto principal.
Esta introducción explica las características del libro, así como las actividades del curso. Si usted lee el libro sin asistir
al curso, esta introducción le permitirá comprender la estructura de cada capítulo (o lección). Además puede disfrutar
de algunas tareas asignadas en el curso y obtener más información de Descubriendo el Mundo del Islam en nuestro
sitio www.encounteringislam.org.

NUESTRAS PREMISAS FUNDAMENTALES


Nos hemos basado en varias premisas fundamentales para la creación y ensamble de este material.
1. Creemos en Jesucristo como Dios encarnado. Es para Él que hacemos nuestro trabajo. Su ejemplo y obediencia es
el parámetro con el cual todos somos comparados. Porque Cristo es nuestra esperanza, tenemos una visión
optimista del futuro en cuanto a las relaciones entre cristianos y musulmanes. Al evaluar este curso considere
cuánto hemos reflejado del carácter de Cristo, nuestro Señor y Salvador.
2. Como cristianos deseamos relacionarnos de manera igualitaria con los musulmanes. No creemos en discusiones
inútiles, porque los musulmanes no son enemigos de los cristianos. No les tememos, ni los culpamos, ni los
rotulamos como un emblema del mal. En comparación con Cristo ningún ser humano es justo, nadie cumple con
toda la ley de Dios. Buscamos superar patrones de participación social que se han erigido como paredes divisorias,
basadas en conclusiones ideológicas, políticas y nacionalistas. Siguiendo el ejemplo de Cristo, queremos establecer
una base de entendimiento y empatía, derribando todas las barreras mediante la construcción de relaciones
duraderas. Al momento de evaluar el Islam hemos puesto especial cuidado en usar los mismos parámetros críticos
que aplicaríamos a nosotros mismos. Creemos que el primer y principal parámetro es Cristo. Entonces aprecie
nuestra imparcialidad hacia los musulmanes solo en comparación con el ejemplo de la justicia de Cristo.
3. Somos cristianos evangélicos. Deseamos compartir las Buenas Nuevas de salvación en Cristo Jesús y, al mismo
tiempo, respetar el valor intrínseco de cada persona. Estamos obligados a compartir nuestra fe en Jesucristo y
escogemos ejercer nuestro derecho humano fundamental de hacerlo.
4. Creemos que la demostración cabal del amor cristiano debe manifestarse en favor de todas las necesidades
humanas: médica, educativa, social, económica y política. Como nuevas criaturas, transformadas por Cristo,
debemos avanzar en la amistad, la evangelización y las buenas acciones hacia el prójimo, para alcanzar tanto a
personas como a comunidades en forma integral.
5. Somos prácticos. Cada lección de este curso merecería un semestre completo de estudio académico, pero no es el
propósito aquí. Queremos equipar a los cristianos con el conocimiento práctico y la experiencia necesaria para
agilizar su acercamiento a los musulmanes y la posibilidad de entablar relaciones interpersonales. Aquellos
interesados en integrarse a una comunidad musulmana necesitarán un estudio más profundo del Islam, de la
cultura y del lenguaje, y requerirán de una capacitación específica proporcionada por otros programas existentes.

A NUESTROS LECTORES MUSULMANES


Celebramos que usted esté leyendo este material. Es lamentable reconocer que muchos cristianos hoy día tienen
prejuicios contra los musulmanes por falta de conocimiento del Islam o por inexperiencia en las relaciones
interpersonales, y en oposición a todo debate, queremos promover una visión constructiva e imparcial de
Muhammad, el Islam y los musulmanes.
Si bien el Proyecto Caleb es un ministerio evangélico, no apoya proselitismos u otras formas de coacción o presión,
y desalienta profundamente toda expresión negativa de testimonios personales meramente argumentativos o
irrespetuosos de las tradiciones y opiniones de terceros.
Como cristianos evangélicos tenemos el mandato de compartir la fe en Jesucristo en un marco de amor
incondicional y respeto. En 1 Pedro 3:15 dice: “…estad siempre preparados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” La respuesta al
testimonio está en manos de Dios y los cristianos no deben mostrar conducta intimidatoria alguna.
Durante el curso solicitamos a los cristianos su oración y lucha por mejoras en las condiciones humanitarias de los
musulmanes. Muchos de ellos no tienen acceso a los derechos humanos, la educación básica, la salud, el agua potable
y una alimentación adecuada; otros no pueden practicar libremente su religión o no tienen autonomía para gobernar
sus propios asuntos.
Bien sabemos que los trágicos eventos del 11 de setiembre de 2001 han producido cambios sustanciales en múltiples
aspectos. Tristemente, muchos siguen reaccionando por miedo al terrorismo y en apoyo incondicional a Israel, niegan
la igualdad de derechos para todos los miembros de la sociedad. Otros han menospreciado a Muhammad y al Islam
sin reconocer la deuda profunda que las sociedades modernas tienen con la civilización islámica. Por barbarie e
ignorancia se han cometido horrendas injusticias contra el pueblo musulmán, llámense Cruzadas, esclavitud,
imperialismo e incluso, en la actualidad, formas de opresión político-económicas. Los cristianos no deben permanecer
en silencio frente a semejantes atrocidades ni permitir que el nombre de Jesucristo sea mancillado por oportunistas
llamados cristianos.
Por eso, en este curso animamos a los cristianos al arrepentimiento, a pedir perdón por estos pecados.
También alentamos a las iglesias cristianas a construir vínculos con la comunidad musulmana local y global. En
este sentido los palestinos cristianos han traído una mirada más equilibrada del Oriente Medio a las congregaciones.
Líderes musulmanes han sido invitados a disertar en numerosos cursos llevados a cabo luego de septiembre de 2001
y han sido cordialmente recibidos. Los estudiantes consultan el Corán y diversos autores islámicos, y son desafiados a
entablar relaciones de amistad, no proselitistas, con sus contactos musulmanes.
Entendemos que la bibliografía musulmana provee la explicación más calificada en cuestiones inherentes a su
propia cultura e historia. Temas tales como la vida de Muhammad, la contribución musulmana a la civilización
mundial o la diversidad de opiniones en la comunidad islámica no podrían ser mejor abordados por otras fuentes.
Por lo tanto, la lectura de estos artículos beneficiará a los cristianos en su apreciación general del Islam. Sin tener en
cuenta el grado de conocimiento previo de esta religión y cultura es importante que el cristiano descubra los puntos
de vista comunes y analice cuidadosa y razonablemente la fe explicada por los propios musulmanes.
Agradecemos especialmente a la Embajada Real de Arabia Saudita, Amana Publications y al Dr. Akhter Javeed por
permitirnos incluir sus artículos. Esperamos que el presente material resulte absolutamente respetuoso, y al mismo
tiempo exponga con claridad nuestro deseo de compartir la fe en Jesucristo con los musulmanes.

A LOS COORDINADORES
Si usted va a coordinar una clase local en base a nuestro plan de estudio puede recibir una guía para la promoción
del curso y la recepción de sus alumnos. En nuestro sitio encontrará la información necesaria: muestras de materiales
promocionales, asesoramiento en la selección de instructores, planillas y notas de clase, folletos, manuales de
clasificación y otras actividades. Además, están disponibles otros servicios: descuentos en los productos del Proyecto
Caleb, talleres para capacitación de coordinadores, inscripciones a las clases, presentación de tareas, calificaciones y
anuncios de clase, entre otros. El material didáctico en línea también contiene lecciones de audio y video para los
estudiantes que no puedan asistir a todas las sesiones. Por favor visite www.encounteringislam.org/coordinators

A LOS INSTRUCTORES
Al momento de preparar su clase tenga en mente la lección específica que usted desarrollará para poder revisar los
objetivos y la introducción correspondientes, a fin de obtener un panorama general de la clase asignada. Tenga en
cuenta el contenido de las clases anteriores y posteriores para no superponer la enseñanza dada por otro instructor.
En nuestro sitio (www.encounteringislam.org/instructors) encontrará planes de estudio y presentaciones
audiovisuales de cada lección adaptables a su necesidad. No es necesario copiar fielmente el material tal como está
detallado y, porque valoramos su punto de vista, le recomendamos ajustar su presentación para incluir datos y
experiencia propios. De seguro, los estudiantes estarán más interesados en asimilar el tema de la lección en la
experiencia del aprendizaje.

ESTRUCTURA DE LA LECCIÓN: ELEMENTOS DE INSTRUCCIÓN


Este curso incorpora sistemas de instrucción que mejoran el aprendizaje de los adultos, en una adaptación de la obra
de Robert Gagne, Leslie Briggs y Walter Wager (Principles of Instructional Design, 1988). Un principal énfasis
descansa en la incorporación de los objetivos a la cosmovisión del estudiante y su estilo de vida. Cada objetivo es
alcanzado a través de los siguientes medios:
1. Captar la atención: Introducción: preguntas introductorias (“Reflexione”) y lecturas asignadas acerca del objetivo.
2. Objetivo: se refiere a la materia objeto de la lección.
3. Revisión de las ideas más destacadas, desarrolladas con anterioridad: introducción a la lección y revisión de la
clase.
4. Presentación de nueva información: ponencia de la semana y asignaciones de lectura.
5. Guía de aprendizaje: discusiones en clases y en foros online.
6. Obtención de resultados: cuestionarios, examen final y discusiones en el foro online.
7. Retroalimentación: clasificación de tareas y discusiones online.
8. Evaluación: examen final y trabajo escrito.
9. Mejora de la retención y el aprendizaje: relación interpersonal con un musulmán, visita a una mezquita,
discusiones en el foro online y oración.
Las actividades adicionales, los planes de las lecciones, las presentaciones y los folletos están disponibles para
instructores y coordinadores en www.encounteringislam.org. Se requiere una inscripción única.

TRABAJOS PRÁCTICOS
Si usted quiere realizar este curso sin asistir a las clases deberá controlar su aprendizaje por sí mismo. Puede verificar
en www.encounteringislam.org si hay dictado de clases cercano a su región, caso contrario puede registrarse en las
clases online. Varias áreas del sitio son gratis y otras requieren un único pago de valor nominal. Para los alumnos
asistentes la tarifa web será una parte del precio del curso regular y su coordinador le dará la clave de acceso, solo
necesaria para la primera visita al sitio.
Los trabajos prácticos del curso Descubriendo el Mundo del Islam incluyen: lecturas, debates y test online,
encuentro con un musulmán, visita a una mezquita y examen final escrito, oral o ambos. Tenga en cuenta que si
usted toma este curso para obtener crédito, debe asegurarse de seguir las directrices de su programa de estudios, pues
éstas sustituyen a las instrucciones para las tareas en el test.
Los trabajos se detallan a continuación.

Tareas de Lectura
Cada conjunto de lecturas apunta a reforzar y ampliar los conocimientos adquiridos en clase, por lo cual deben ser
hechas con anterioridad a la clase respectiva.
Las tareas de lectura se encuentran en cada lección de este libro bajo el título Lecturas de la Lección. Todas las
lecturas no están en el libro y algunas solo están disponibles en el sitio www.encounteringislam.org/readings
Vea en un ejemplo de lecturas para la lección 1. Otras actividades complementarias y enlaces también están
disponibles gratuitamente en este sitio.
Las preguntas con el título Reflexione, el objetivo de la lección y la introducción, le servirán de ayuda para
enfocarse en su aprendizaje a medida que avanza en la lectura de cada lección. Si usted no dispone del tiempo
suficiente, la lectura de estas tres partes antes de cada clase lo ayudará a participar y aprender de la lección. Algunas
lecturas generarán polémica, incluidas con el único propósito de estimular el pensamiento y no para forzar
precisamente que el alumno concuerde con lo expresado. Cada conjunto de lecturas se divide en tres partes:

Lecturas claves: conforman aproximadamente veinte páginas por lección y se hallan ubicadas después de la
introducción. Recomendadas en extremo para los asistentes al curso. Estas lecturas darán comprensión de los puntos
claves de cada lección.

Lecturas básicas: contenidas aproximadamente en treinta y cinco páginas por lección y ubicadas a
continuación de las lecturas claves. Altamente recomendadas para la mayoría de los estudiantes. Estas lecturas
brindan una comprensión general del tema de la lección. Todo aspirante a obtener el certificado del Proyecto Caleb
deberá leer obligatoriamente tanto las lecturas claves como las básicas.
Alumnos: para obtener certificado de finalización o crédito educativo académico y poder continuar con los
estudios, los alumnos serán evaluados en sus respuestas a las discusiones en el foro online, cuestionarios y examen
final.
Coordinadores: para cumplir con los requisitos de su institución académica según el plan de estudios, y obtener
créditos académicos, los coordinadores podrán asignar lecturas adicionales a los estudiantes.

Características adicionales de la lección


Reflexione: las preguntas introductorias sirven para orientar sus pensamientos al inicio de la lección. Antes de
continuar con el estudio, tome un momento para reflexionar sobre ellas.
Estudios adicionales: este título identifica la lectura adicional, sugerida en cada lección, que puede ser utilizada
para un estudio más profundo. Los profesores que usan este libro como texto pueden asignar algunas de estas
lecturas a sus estudiantes. Hay otros estudios a lo largo del libro que proporcionan más detalles y ubicación en el
contexto acerca de los temas de referencia.
Preguntas para la discusión: son preguntas abiertas que dan oportunidad de aplicar el material de la lección a un
tiempo de discusión. Útiles para una actividad de clase o como aporte de publicación en su foro de discusión o
simplemente para propia reflexión.
Lecturas recomendadas y actividades: este material puede ser tanto de su interés personal como asignado por su
profesor. Las actividades incluyen: leer, asistir, orar, visitar, comer, escuchar, reunirse, comprar o navegar en Internet.
Las lecturas recomendadas y actividades se encuentran al final de cada lección y enriquecen el tema de la lección.

EL SITIO DE APOYO
El Proyecto Caleb tiene un sitio de acompañamiento para este libro con múltiples recursos disponibles: lecturas
complementarias, actividades de aprendizaje, software educacional para completar las tareas, herramientas para
promover un curso y otras ayudas para estudiantes, instructores y coordinadores. Visítenos en
www.encounteringislam.org, previo registro. Después de la inscripción inicial, usted podrá adoptar su propia ruta y
explorar áreas de interés en el orden deseado.

Foro de discusión online


Los conocimientos adquiridos en este curso no son más importantes en sí mismos que el efecto que causarán en su
concepción de los musulmanes y sus futuras interacciones con ellos. Es posible que para demostrar su integración y
aplicar las ideas encontradas en clase y en las lecturas, pueda solicitársele su participación en el foro de discusión
online. Allí se presentarán experiencias y reacciones frente al mundo del Islam a medida que el alumno va asimilando
e integrando el contenido del curso a su propia vida. Además del trabajo en clase, los mensajes deben registrar
comentarios de contactos que el alumno tenga con el Islam y los musulmanes, como por ejemplo, análisis de la
actualidad mundial, impresiones de musulmanes conocidos o no, nuevas percepciones sobre las experiencias pasadas
con los musulmanes o reflexiones de una conversación con un amigo musulmán.
La publicación puede ser evaluada, y en ese caso, el estudiante tendrá que presentar un escrito por lección. Una vez
que el coordinador lee la publicación podrá responderla. Por un lado, el coordinador buscará evidencia de una
cuidadosa interacción con el material del curso, y por el otro, la integración de los contenidos en el comportamiento y
pensamiento del alumno. La publicación será calificada por los pensamientos de reflexión y la fecha de entrega es
anterior a la clase. De no publicarse en el plazo establecido, el trabajo puede ser rechazado. Los comentarios para el
foro de discusión online se realizan en www.encounteringislam.org. En su primera visita al foro, usted deberá
registrarse con su contraseña de matriculación en el curso.

Respondiendo a mensajes en los foros de discusión


Adicionalmente a la publicación de nuevos mensajes en el foro de discusión para cada lección, puede requerírsele
navegar a través de las publicaciones de sus compañeros y responderles con sus propios comentarios, estímulos o
percepciones. El coordinador podrá optar por puntuar sus respuestas publicadas y requerir que sean presentadas
antes de su próxima clase. En clases numerosas, usted puede ser asignado a un grupo pequeño dentro de su clase. Su
coordinador de curso designará estos grupos, y usted podrá publicar las respuestas a las discusiones dentro de su
grupo reducido. También puede considerar trabajar junto con este grupo pequeño para otras actividades y proyectos
de integración.

Cuestionarios online
Hay cuatro cuestionarios online que podrán serle asignados por el coordinador de su curso. Estas pruebas están
diseñadas para realizarse a libro abierto. Sus respuestas deberían mostrar que usted ha pensado cada pregunta, y
que redujo sus respuestas a los puntos más sobresalientes. Cerciórese de responder completamente las consignas. Si le
piden citar dos ejemplos, asegúrese de incluirlos. La clave para responder estos cuestionarios es leer y pensar cada
pregunta antes de contestarlas. Las respuestas no deberían ser largas; unas pocas oraciones o un corto párrafo es
suficiente. Cada cuestionario cubre una sección del curso, o tres lecciones. A menos que en su plan de estudios se
especifique lo contrario, las fechas de entrega de cada cuestionario son las siguientes:
CUES TIONARIO 1 – antes de la clase correspondiente a la lección 4.
CUES TIONARIO 2 – antes de la clase correspondiente a la lección 7.
CUES TIONARIO 3 – antes de la clase correspondiente a la lección 10.
CUES TIONARIO 4 – una semana después de la clase correspondiente a la lección 12.

EXAMEN FINAL
Para completar el curso Descubriendo el Mundo del Islam hay diferentes tipos de examen final. Como requisito
básico para todos los estudiantes que desean obtener su certificado de finalización de Proyecto Caleb es obligatorio el
desarrollo de un informe oral a la clase o al coordinador durante la lección 11 (“Nuestra respuesta al Islam”). A los
estudiantes que pretenden créditos académicos se les requerirá un examen final, un trabajo o ambos, en función de
su plan de estudios. A continuación se detallan las directrices específicas para los exámenes orales y trabajos.

Informe oral
Tanto para un breve informe a la clase como para una presentación al coordinador es preciso analizar de qué manera
integrará su aprendizaje y experiencias en sus valores, actitudes y comportamiento. Enuncie cómo incorporará los
nuevos conocimientos en la percepción de su cosmovisión y estilo de vida.
El formato de la reunión con el coordinador es el de una conversación informal. El coordinador examinará el diario
de reuniones con su amigo musulmán, las impresiones de las visitas al campo de estudio, las lecturas de clase y los
cuestionarios. El alumno debe prepararse para dar una evaluación de su crecimiento personal a lo largo del curso. La
preparación de esta tarea es importante. Como es el caso de un examen escrito, la calificación reflejará su nivel de
cumplimiento de los objetivos declarados en esta tarea:
1. Antes de la cita con el coordinador revise el cambio de valores, creencias, actitudes y comportamiento hacia los
musulmanes como resultado del presente curso. Enumere las preguntas que tenga para hacerle al coordinador
quien podrá aconsejarlo en maneras diferentes en su aplicación de lo aprendido acerca del Islam.
2. Formule y explique el plan personal que ha elaborado para comunicar el evangelio a un musulmán. Este deberá
incluir ejemplos prácticos del uso de sus dones espirituales, talentos y vida de oración.
Trabajo final
Para obtener crédito es probable que usted tenga que escribir un artículo. También puede solicitársele un breve
resumen oral frente a su clase o una presentación más detallada con el coordinador. A menos que su plan de estudios
indique alguna especificación extra, el trabajo final es la redacción de un plan de ministerio de 10 a 15 páginas.
El escrito debe mostrar el logro de los objetivos del curso y la descripción de un plan de ministerio personal para
comunicar el evangelio a los musulmanes. Revise el cambio de valores, creencias, actitudes y comportamiento hacia
los musulmanes como resultado del presente curso. Incluya ejemplos prácticos del uso de sus dones espirituales,
talentos y vida de oración para comunicar el evangelio en el mundo musulmán.
Luego de la entrega del artículo convenga una cita con el coordinador para defender su trabajo en una
conversación informal. Prepárese para dar una evaluación de su crecimiento personal durante el curso, y cómo
planea integrar su nuevo conocimiento y percepciones dentro de su cosmovisión y estilo de vida.
En el caso de presentarse a un examen escrito, la nota obtenida reflejará el nivel de superación y cumplimiento de
los objetivos. Durante el debate el coordinador puede hacerle preguntas basadas en el diario de reuniones con su
amigo musulmán, las impresiones de las visitas al campo de estudio, las lecturas de clase y los cuestionarios. Antes de
la cita enumere las preguntas que tenga para hacerle al coordinador quien podrá darle diferentes consejos aplicables
a su aprendizaje del Islam.

PROYECTOS POSTERIORES AL CURSO


Una vez terminado el curso alentamos al alumno a establecer ciertas prácticas a fin de facilitar el aprendizaje
continuo, la integración y la participación personal:
1. Elabore un plan de oración personal (ver lección 12).
2. Mantenga lazos de amistad permanente con los musulmanes.
3. Viaje a un país musulmán priorizando la construcción de vínculos y el aprendizaje del idioma. Lo ideal sería vivir
con una familia musulmana.
4. Realice alguna actividad de ayuda solidaria entre los musulmanes.

EVALUACIÓN DEL CURSO


El curso Descubriendo el Mundo del Islam está en constante perfeccionamiento. Creemos que todas las críticas,
incluso las negativas, pueden utilizarse de manera constructiva para mejorar el aprendizaje. Por lo tanto solicitamos y
apreciamos mucho sus comentarios y sugerencias acerca de cómo mejorar contenidos, énfasis, clases, lecturas y
tareas. Por favor, notifíquenos si conoce una lectura más adecuada o a algún buen instructor. O acaso prefiere la
omisión de cierto material utilizado. Queremos saber su opinión, envíenos un correo electrónico a
info@encounteringislam.org.

CITAS DE LA BIBLIA Y DEL CORÁN


A menos que se indique lo contrario, las citas de la Biblia pertenecen a la versión de Reina Valera 1960.
Las citas de las traducciones utilizadas se mencionan al término de cada referencia con abreviaturas en
mayúsculas. Cuando un autor se ha basado en una traducción en particular, la información figura en la parte
inferior de la primera página del artículo por debajo de la cita bibliográfica. En algunos casos, cuando no se ha
podido determinar la traducción usada aparece la denominación “traducción desconocida”. A continuación, se
detallan claves para otras abreviaturas.
Traducciones del Corán: Las citas pertenecen al Sagrado Corán o Kerim, en su traducción al castellano de Julio
Cortez.
La versificación del Corán no está estandarizada. Si la cita no coincide con una traducción revisada del Corán debe
recurrirse a los versos adyacentes para encontrar la referencia.

ÍCONOS DE NAVEGACIÓN
Los íconos se utilizan en todo el libro para guiar su aprendizaje. Algunos se refieren a niveles de lectura y brindan
orientación para detener la lectura o para seguir avanzando más tarde. Otros íconos identifican temas destacados de
la lección. A continuación se detalla cada uno de ellos.

ÍCONOS DE LECTURA
Lecturas Claves: altamente recomendada a todos los alumnos.

Lecturas Básicas: aportan profundidad a las Lecturas Claves y son recomendadas a todos los alumnos.

ÍCONOS DESTACADOS
Importante concepto bíblico o cultural.

Medio adecuado para alcanzar a los musulmanes.

Breve reseña de los grupos étnicos afines a los musulmanes.

Breve cita que ilustra un punto principal de la lección.

Verso y concepto fundamental del Corán.

Historia que permite conocer la vida de los musulmanes y el trasfondo de sus creencias.

Tema aplicado específicamente a las mujeres musulmanas.

GLOSARIO
A lo largo del libro las palabras escritas en cursiva indican su aparición en el glosario donde encontrará las
definiciones de cada término. Además, hay una la lista de palabras frecuentes, pero éstas no se identifican en cursiva.
Probablemente, si usted descubre una palabra o concepto desconocido podrá localizarlo en el glosario. Hay varias
referencias cruzadas que pueden ayudarlo.
GUÍA DE PRONUNCIACIÓN DEL IDIOMA ÁRABE
Este curso utiliza una guía simplificada para la pronunciación de términos árabes. En el glosario y entre paréntesis se
encuentra la pronunciación después de la transliteración al español de cada palabra con su definición. Haga un
esfuerzo para aprender la pronunciación de las palabras más comunes.1

DIACRÍTICAS
El ayn (‘) es una constricción en la parte posterior de la garganta, por ejemplo Ka‘aba.
El hamza (’) produce un cierre glótico o captura, por ejemplo en inglés escocés, reemplazando la t, como en “bi´er”
(en “bitter”), o “Sco´ish” (en “Scottish” – escocés).
El alif (’) es una excepción de hamza que extiende el sonido, por ejemplo Corán (“Qur’an” [kohr-aahn]).
1 la lista de palabras fre cue nte s
LISTA DE PALABRAS FRECUENTES
Abu Bakr: primer hombre convertido, patrocinador de Muhammad; primer califa.
Agar: la madre de Ismael.
Aisha: esposa preferida de Muhammad (tercera).
Ali: primo de Muhammad, sucesor (chiíes).
Alá: Dios (árabe).
Allahu Akbar: “Alá es el más grande”.
Amuleto: encanto, talismán.
Animismo: creencia de que la creación está llena de espíritus; culto a los espíritus.
Árabe: lengua semítica, el idioma del Corán.
Árabes: hablantes nativos del idioma árabe.
Arabia: península al sudoeste asiático.
Aya: verso de una sura del Corán.
Ayatolá: señal de Alá; título honorífico para un experto en jurisprudencia de alto rango del chiísmo.

Beduino: nómadas árabes del desierto.


Bismillah: “en el nombre de Alá”; invocación de Alá.
Bizancio: antigua ciudad griega (Estambul).
Bizantino, imperio: último imperio romano de Oriente.

Cairo, El: capital de Egipto; centro islámico.


Califa: anteriormente, gobernante político y espiritual islámico.
Califato: estado musulmán dirigido por un califa.
Carismático: experiencia religiosa personal con énfasis en los dones sobrenaturales.
Casa santa: Kaaba.
CCM: creyente de cultura musulmana.
Chiíes: rama del Islam minoritaria (15 %); seguidores de Ali.
Ciudad sagrada: la Meca.
Constantinopla: antiguo nombre de Estambul.
Contextualización: proceso de testificación bíblico autóctono y culturalmente pertinente.
Corán: escrituras sagradas del Islam (en árabe).
Credo: testigo; Shahada, primer pilar.
Creyentes: monoteístas; los que creen en Alá.
Cristiandad: el Cristianismo como entidad geográfica.
Cruzadas: campañas cristianas para reconquistar la Tierra Santa, Jerusalén (1200-1300).

Dar al-Harb: territorio fuera de la supremacía islámica (en tiempo de guerra).


Dar al-Islam: territorio de la supremacía musulmana (en tiempo de paz).
Da’wa: invitación; llamando a todas las personas a la senda de Alá.
Dhimmi: individuos protegidos; por lo general, judíos y cristianos.
Du’a: llamar, súplica, oración informal.
Encuentro de poder: confrontación de los poderes del mal por medio de la oración.
Encuentro verdadero: confrontación de la incredulidad con la Biblia.
Evangelio: mensaje de Jesús.

al-Fatihah: primera sura (Corán); se repite en el salat.


Fátima: hija de Muhammad y de Khadija.
Fatwa: edicto religioso.

Gabriel: arcángel que Alá envió para revelarle el Corán a Muhammad.

Hadiz, hadiz: tradiciones; colección de la literatura que interpreta el Islam; dichos del Profeta.
Hajj: peregrinación (a la Meca), quinto pilar.
Halal: permitido, legal.
Hanif: monoteísmo árabe pre islámico.
Haram: prohibido, ilegal.
Hasan: hijo mayor de Ali, nieto de Muhammad.
Hégira: emigración musulmana (de la Meca a Yathrib [Medina]).
Hombre de paz: líder de la comunidad que acoge el testimonio cristiano (Lucas 10:5-9).
Husayn, Husain, Hussein: hijo de Ali, nieto de Muhammad; los chiíes lloran su muerte.

Id al-Adha, Eid al-Adha: fiesta del Sacrificio, al final del Hajj.


Id al-Fitr, Eid al-Fitr: fiesta donde se rompe el ayuno, fin del Ramadán.
Ijma: consenso entre los juristas.
Imán: líder espiritual.
Imam: jurista prominente (sunitas); sucesor divino (chiíes).
Infiel: no creyente, politeísta, idólatra.
Injil: evangelio original no corrompido; Nuevo Testamento actual.
Isa: Jesús (en árabe).
Islam: sumisión; fe musulmana monoteísta.
Islamistas: activista islámico (político o social).
Islam popular: son las prácticas comunes de los musulmanes que abordan los problemas del miedo, de los poderes
y de los seres espirituales.
Ismael: padre de los árabes, hijo de Abraham.

Jinn: espíritus; pueden ser malos o de ayuda.

Kaaba: casa santa en la Meca donde se encuentra la piedra negra santa; centro del Islam.
Khadija: primera esposa de Muhammad.
Kafir: ingrato, no creyente, infiel.

Madrasa: escuela musulmana.


Mahdi: los bien guiados; el Imán venidero, una especie de Mesías líder mundial que volverá.
Muhammad: último Profeta; fundador del Islam (570-632). “Mahoma” se usa a menudo en español, pero algunos
musulmanes de habla hispana consideran esta traducción del nombre de Mahoma un insulto. Usar Muhammad es
más respetuoso.
Mal de ojo: mirada de envidia que trae el mal.
Masjid: mezquita (en árabe).
Meca, La: ciudad sagrada del Islam; lugar de la Kaaba.
Medina: segunda ciudad sagrada del Islam.
Mensajero de Dios: Muhammad.
Mezquita: casa de adoración y de oración de los musulmanes.
Minarete: torre de la mezquita que sirve para llamar a orar.
Monofisita: que cree en la doctrina de la naturaleza divina y humana inseparable de Cristo.
Mujahid: guerreros de la guerra santa (jihad).
Mulá: líder o clérigo religioso musulmán.
Musulmán: el que se somete; seguidor del Islam.

Nestoriana: doctrina que cree que Cristo tenía dos naturalezas distintas: una divina, otra humana.

Oriente Medio: sudoeste de Asia.


Otomano: imperio turco (c. 1250 - 1922).

Paraíso: recompensa después de la muerte; el cielo.


Persia: antiguo imperio en el suroeste de Asia.
Piedra negra: piedra sagrada en las paredes de Kaaba.
Pilares de la fe: los cinco deberes religiosos de los musulmanes.
Pir: anciano, sabio; santo, guía espiritual (Sufi).
Profeta: uno que advierte por inspiración divina.
Profeta, El: Muhammad, el Mensajero de Dios.
Pueblo del libro: judíos y cristianos (Corán).

Quraysh: tribu árabe dominante de la Meca (de Muhammad).

Rakat: conjunto de oraciones rituales.


Ramadán: mes sagrado del ayuno.
Rasul: apóstol, mensajero; un profeta; título de Muhammad.

Salaam: paz; un saludo de paz.


Salat: cinco momentos rituales de oración diarios; segundo pilar.
Saum: ayuno, cuarto pilar, en especial, durante el Ramadán.
Shahada: testigo, credo; primer pilar.
Sharia: ley islámica ideal; la voluntad de Dios expresada en el Corán, en el Hadiz y en la Sunna.
Sheik: jefe; líder de la tribu, orden religioso.
Shirk: asociación de dioses con Alá. Se la considera una forma de politeísmo.
Sind: región de Pakistán; un río.
Sufí: misticismo islámico; que busca una conciencia de la presencia de Dios, una relación con él.
Sunita: rama más grande del Islam (85 %); derivado de Sunna.
Sunna: costumbre; precedente normativo establecido según el ejemplo de Muhammad de la Hadiz.Sura: capítulo
del Corán.

Ta ethne: todas las naciones (griego), todos los grupos étnicos.


Tawhid: término que se utiliza para expresar la unidad de Alá, el único Dios.
Tradiciones: Hadiz.

Ulama: grupo de eruditos musulmanes capacitados en la ley islámica.


Umar: suegro de Muhammad; más tarde, segundo Califa
Umma, ummah: comunidad musulmana; pueblo unido e igualitario del Islam.
Uthman: primo de Muhammad; tercer califa.

Visión del mundo: sistema de valores; visión de la realidad de una persona.


Wahabí: rama conservadora del Islam suní.

Yathrib: destino de la emigración (hégira); otro nombre para Medina.


Yihad: lucha; por la santidad interna, externa y para extender la umma, término popular usado por los medios de
comunicación para hablar de la guerra santa.

Zaid: hijo adoptivo de Muhammad.


Zakat: impuesto reglamentario para la limosna (para los necesitados); tercer pilar.
EL DESARROLLO DEL ISLAM
LECCIÓN 1
FUNDACIÓN DEL ISLAM
REFLEXIONE
• ¿Qué influencias recibió Muhammad para convertirse en líder?
• ¿Qué aprecia de Muhammad?
• ¿En qué difieren los caminos de vida elegidos por Muhammad y por Cristo?
• ¿Cuál debe ser la actitud del cristiano frente a Muhammad?
PUNTOS CLAVE
1. El plan de Dios para redimir a todos los pueblos a través de Cristo.
2. La naturaleza espiritual de este esfuerzo.
3. Una perspectiva musulmana sobre la vida de Muhammad y el comienzo del islam.
4. La divergencia de Muhammad y Cristo.
5. Allah es la palabra árabe para Dios y es anterior al islam.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVES Introducción
Cómo Empezó el Islam
BÁSICAS El Cristianismo y Los Inicios del Islam
INTRODUCCIÓN

La humanidad, constituida universalmente por criaturas caídas, viene equipada con su bagaje cultural, o sea, el
conjunto de prejuicios o lentes a través de los cuales mira el mundo. Utilizamos estas lentes para editar, interpretar y
evaluar lo experimentado. Generalmente, esta “mirada cultural” es imperceptible a menos que sea confrontada con
una persona de un diferente contexto cultural.
Por lo tanto, y para entender el Islam, necesitamos usar una lente diferente cuya óptica mostrará una mayor
comprensión, apreciación e incluso empatía por el mundo musulmán. Ciertos conceptos incorrectamente recibidos
serán corregidos y la propia red de interpretación se expandirá. ¿Significa que vamos a estar de acuerdo o aceptar
todo lo expuesto? No, porque ese no es el objetivo del presente estudio.
Descubriendo el Mundo del Islam no solo ha sido diseñado para desarrollar una interpretación correcta respecto de
los puntos de vista islámicos, sino también para ayudar a generar relaciones profundas y duraderas con los
musulmanes. Hay muchas cosas de este pueblo y su religión que pueden ocasionar alertas, pero el enfoque en un
entendimiento mutuo y las relaciones amistosas deben hacer énfasis en escuchar y aprender.

LA PRIMERA REVELACIÓN DE MUHAMMAD


Esta primera revelación de Muhammad es la experiencia que dio origen al Islam. Una de sus esposas la describe
claramente en la recopilación de las tradiciones acerca de Muhammad conocida como el Hadith:
El i ni ci o de l a i ns pi ra ci ón di vi na del apóstol de Dios fue en forma de buenos s ueños que s e torna ron rea l i da d como bri l l a nte l uz del día ;
entonces el don de recl us i ón l e fue otorga do. Sol ía recl ui rs e en l a cueva de Hira donde rendía cul to (s ol o a Al á ) conti nua mente dura nte
va ri os día s a ntes de ver a s u fa mi l i a . Sol ía l l eva r cons i go l a comi da s ufi ci ente por un ti empo a corda do y l uego vol vía a (s u mujer) Kha di ja
pa ra toma r má s provi s i ones .
De repente, l a verda d des cendi ó s obre él mi entra s es ta ba en l a cueva de Hira. El á ngel s e l e a cercó y l e pi di ó que l eyera . El profeta
res pondi ó: “No s é l eer”. Y a gregó: “El á ngel me s ujetó a pretá ndome ta n fuerte que no pude s oporta rl o má s . Luego me s ol tó y de nuevo me
pi di ó que l eyera , pero otra vez res pondí: ‘No s é cómo l eer’ Entonces él me a ga rró por tercera vez, me s ol tó y di jo: “¡Reci ta en el nombre de
tu Señor, Que ha crea do, ha crea do a l hombre de s a ngre coa gul a da ! ¡Reci ta ! Tu Señor es el Munífi co” (s ura 96.1-3). Entonces el mens a jero
de Al á regres ó con l a i ns pi ra ci ón y con s u cora zón l a ti endo fuertemente. Luego fue con Kha di ja y l e di jo: “¡Cúbreme, cúbreme!” As í l o
hi ci eron ha s ta que s u mi edo des a pa reci ó y rel a ta ndo él todo l o que l e ha bía s ucedi do di jo: “Temo que a l go puede s ucederme”. Kha di ja
res pondi ó: “¡Nunca ! Por Al á , Al á nunca l e des honra rá . Ma nti enes buena s rel a ci ones con s us pa ri entes y a mi gos , a s i s tes a l os pobres y a
l os des pos eídos , s i rves a tus i nvi ta dos con generos i da d y a yuda s a l os que l o merecen, a a quel l os a fecta dos por ca l a mi da des .”
Entonces Kha di ja l o a compa ñó a ver a s u pri mo Wa ra ka bi n Na ufa l bi n As a d bi n Abdul Uzza , qui en dura nte el peri odo prei s l á mi co s e
convi rti ó a l Cri s ti a ni s mo y es cri bía l a s Es cri tura s des de el eva ngel i o en l etra s hebrea s como Al á quería que es cri bi era . Era un hombre vi ejo
y ha bía perdi do l a vi s ta . Kha di ja di jo a Wa ra ka : “Es cucha l a hi s tori a de s u s obri no o mi pri mo!”, Preguntó Wa ra ka : “Oh, mi s obri no! ¿Qué
ha s vi s to? “El a pós tol de Al á des cri bi ó l o que ha bía vi s to. Wa ra ka di jo: “Es te es el mi s mo que gua rda l os s ecretos (el á ngel Ga bri el ) a
qui en Di os ha bía envi a do a Moi s és . Me gus ta ría s er joven y vi vi r ha s ta el momento en que l a gente s e converti rá . “El a pós tol de Al á
preguntó: ¿Me expul s a rá n?” Wa ra ka res pondi ó a fi rma ti va mente y di jo: “Na di e que ha veni do con a l go s i mi l a r a s us di chos fue tra ta do con
hos ti l i da d; y s i yo perma neci era con vi da ha s ta el día en que us ted s erá corta do, entonces yo l o a poya ría deci di da mente”. Pero pocos día s
des pués Wa ra ka muri ó y l a i ns pi ra ci ón di vi na s e detuvo por un ti empo.1
Al parecer algo extraordinario ocurrió en la cueva del monte Hira, cerca de la Meca, suceso que cambió
profundamente el rumbo de la vida de Muhammad. Hay personajes bíblicos que tuvieron experiencias similares, por
ejemplo Jacob, que luchó durante toda una noche con un ser espiritual (Gn. 32) o Samuel, que necesitó el aliento de
Elí para escuchar la voz de Dios (1 S. 3). En la Biblia, la mayoría de las visitas angelicales comienzan con la orden:
“No tengas miedo”. Sin embargo, en el pasaje mencionado con anterioridad, Muhammad fue sacudido claramente
sin recibir un mandato en contra del miedo.

¿QUÉ PIENSA USTED DEL PROFETA MUHAMMAD?


A menudo, ésta es la primera pregunta que realiza un musulmán a modo de prueba cuando inicia una amistad, y
por supuesto que la respuesta dada afectará esa relación. Muhammad ha sido acusado de enfermo mental, epiléptico
e incluso endemoniado, y su comportamiento hacia las mujeres y los judíos ha sido cuestionado. No obstante,
Muhammad es el fundador de uno de los mayores y más duraderos movimientos de la Historia, tanto que, a la hora
de componer una lista de las personas más influyentes de la Historia, Muhammad debería ser incluido en ella. Pero
¿qué sabemos acerca del profeta del Islam y del movimiento que formó?
El correcto entendimiento de las circunstancias en que nació y se desarrolló el Islam provee una comprensión más
profunda y justa de Muhammad. Por un lado es necesario reconocer las debilidades y los fracasos del Cristianismo
en ese tiempo, y por el otro, el movimiento reformista a comienzos del Islam que por su crecimiento y persecución en
la Meca dio a luz una sociedad nueva en Medina.
De pobre huérfano, Muhammad se convirtió en un confiable y exitoso comerciante, y más tarde en un reformador
religioso y social, un líder político brillante. Muhammad llamó a la gente a adorar al único y verdadero Dios, creador
del universo. Se puso de pie en contra de la idolatría, la usura y el maltrato de los pobres, huérfanos y viudas. Instó al
pueblo a someterse a Dios y a ser agradecido por su provisión para no sufrir el juicio venidero de Dios. Debido a estas
enseñanzas Muhammad y sus seguidores fueron brutalmente perseguidos por su propio pueblo.

DE LA MECA HACIA MEDINA


después de doce años de persecución Muhammad y su pequeño grupo de seguidores huyeron a Yathrib, más tarde
conocida como Medina, donde ocurrió el gran cambio en el desarrollo del Islam. Muhammad comenzó a detestar la
persecución y el sufrimiento e inició la búsqueda del éxito, considerándolo como un signo de la bendición de Dios.
Por lo tanto el Islam marca su fundación en la fuga de Muhammad a Medina y no en las fechas de su nacimiento, su
muerte o su primera experiencia en la cueva del monte Hira. Muhammad entendió que la invitación de Yathrib para
resolver sus rivalidades tribales indicaba la liberación del sufrimiento por parte de Dios mismo. Esta migración inició
una nueva y próspera sociedad islámica que incluyó la construcción de la primera mezquita en Medina y el
establecimiento de las oraciones musulmanas. Aun hoy, cuando las comunidades musulmanas alrededor del mundo
son llamadas a la oración cinco veces cada día, resuenan exclamaciones tales como: “¡Dios es grande! ¡Venid a la
oración! ¡Venid al éxito!”
Mientras la nueva sociedad musulmana crecía en poder, Muhammad comenzaba a mostrar señales de corrupción
debido a su influencia. Si bien el profeta se mantuvo fiel a Khadija, su primera esposa, hasta la muerte de ella, se casó
luego con más de nueve mujeres. La mayoría eran sus protegidas, viudas de sus primeros seguidores, cuyos
matrimonios políticos conservaron la lealtad de las tribus árabes. Una de estas mujeres era joven, otra había sido
esposa de su hijo adoptivo, y otras fueron esclavas.
Al principio, Muhammad trató de identificarse con las tres tribus judías de Medina, pero al encontrar oposición
exilió a dos tribus y mató a 800 hombres de la tercera y vendió a mujeres y niños como esclavos, práctica común de
la época. Además, Muhammad y su gente atacaban caravanas por sorpresa y fueron acusados de violar tratados. No
debemos suponer que la extensión del control ejercido por Muhammad llevara a las personas a conversiones forzadas
o corazones cambiados. Muhammad avistó la posibilidad de retribución financiera de sus enemigos en el asalto de
caravanas de la tribu de Quraysh y luchó con clanes árabes insubordinados a su autoridad. Estas acciones pueden
haber establecido patrones para la futura expansión del mundo islámico y su perfil exitista. Sin embargo, el nivel de
violencia desplegado no es en nada comparable con el de la invasión mongola, las Cruzadas, las guerras mundiales y
los genocidios del siglo XX.

EN LAS LUCES DE SU TIEMPO


¿Qué ocurre cuando evaluamos los logros obtenidos por Muhammad en función de su época y no por normas
actuales? ¿Cuánto tiempo tardó el mundo moderno en abolir la esclavitud o legalizar el voto femenino? Tratar a la
gente como propiedad no es una característica privativa del mundo musulmán, sino más bien compartida por la
mayoría de nuestras culturas. ¿Acaso Salomón no tuvo esposas jóvenes y esclavas? ¿Cuántos años tenía María
cuando se casó con José? ¿Cuántos líderes judío-cristianos como David y Gedeón se corrompieron y sufrieron la
manifestación exterior de su propia infidelidad y depravación? Si analizamos a Abraham frente a Faraón o a Josué en
la conquista, ¿qué enseñanzas aprendemos de ellos y de su tiempo? ¿Qué sucede con los fracasos de nuestros líderes
espirituales contemporáneos? ¿Cómo reaccionamos frente a nuestros opositores? Si buscamos el ejemplo de uno que
fuera tentado en todo, pero sin pecado, solo el Cristo vivo se levanta como nuestro modelo.
La naturaleza humana lleva a los cristianos a poner el énfasis en las fallas y debilidades de Muhammad sin
reconocer sus puntos fuertes. ¿Podemos identificar a Muhammad como un reformador progresista que se dedicó a
predicar en contra de la idolatría y el maltrato de mujeres y huérfanos? ¿Lo vemos como un líder que unificó a una
sociedad feudal y tribal en una comunidad gobernada por leyes? ¿Reconocemos a un ser humano pecador como
nosotros?
¿QUÉ DICE EL CORÁN?
La primera de las 114 suras (capítulos) se llama al-
Fatiha, y significa apertura. En cierto modo es un texto
paralelo a la oración del Señor en el Nuevo Testamento.
“La comparación de ambas oraciones permite eliminar
la extrañeza que nos produce la oración en el Islam, y
nos ayuda a apreciar algunos puntos comunes en la
espiritualidad cristiana e islámica. Acercarnos a los
musulmanes en sus momentos de oración puede darnos
oportunidad para sentarnos donde ellos se sientan y
entrar en su relación con Dios.”1 Al-Fatihah se recita
cinco veces al día en salat (oraciones).
La traducción de al-Fatihah del árabe dice:
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso!
Alabado sea Alá, Señor del universo,
el Compasivo, el Misericordioso,
Dueño del día del Juicio,
A Ti solo servimos y a Ti solo imploramos ayuda.
Dirígenos por la vía recta,
la vía de los que Tú has agraciado, no de los que han
incurrido en la ira, ni de los extraviados.
El pasaje mencionado que comienza la sura es una de
las más repetidas en todo el Corán. La primera línea,
llamada Bismillah, se dice en ocasiones variadas; por
ejemplo, para suplicar protección de las maldiciones,
bendecir a un niño, iniciar algo nuevo o antes de comer.
1 Colin Chapman, “Biblical Foundations of Praying for Muslims”,
e n Dudle y Woodbe rry, e d. Muslims and Christians on the Emmaus
Road (1989), p. 306.
Fue nte : Descubriendo el Mundo del Islam.

INTERACCIÓN ENTRE JUDÍOS Y CRISTIANOS


Como uno que buscaba la verdad es bueno preguntarse por qué Muhammad no vio a Cristo en los cristianos de su
tiempo. Al parecer ellos se dividieron centrándose en el control político de sus imperios terrenales y olvidándose de
compartir a Cristo con la gente de su alrededor. En el siglo VII hubieron pocos avances sobresalientes de la misión
cristiana; por un lado los nestorianos llegaron a la India y la China, y por el otro los celtas a los pueblos germánicos.
La realidad es que ambos movimientos fueron lejanos al territorio de Arabia. ¿Qué hubiese sucedido si los cristianos
de la época y región de Muhammad hubieran sido menos racistas y egocéntricos? ¿Y si hubieran ayudado a
Muhammad a ampliar su conocimiento de la verdad de Dios? Estas cuestiones teóricas tienen implicaciones para
nosotros en la actualidad. Necesitamos preguntarnos si los cristianos no tienen responsabilidad por lo que las
personas a su alrededor piensan acerca de Dios. O hasta qué punto sus interacciones con los demás muestran un
testimonio negativo en lugar de positivo.
Cuando empezó el Islam, Arabia carecía de testimonio bíblico. Muhammad y los pueblos árabes no tenían la Biblia
en su lengua. Los judíos y algunos cristianos de la región realizaban prácticas heréticas y en consecuencia no
aportaban soluciones bíblicas a los males sociales, males que Muhammad intentaba corregir. La Biblia no sería
traducida al árabe hasta el año 837 d.C., y no sería publicada (más allá de unos pocos manuscritos académicos) hasta
1516. Durante los últimos catorce siglos pocos cristianos han alcanzado a los musulmanes y actualmente, aunque un
tercio de la población no cristiana profesa el Islam, solo uno de cada doce misioneros trabaja entre los musulmanes.
Muhammad intentó alcanzar a los judíos con su mensaje, pero el rechazo de ellos produjo el distanciamiento
creciente del Islam de la tradición judío-cristiana. Más tarde Muhammad recibiría instrucciones divinas para orar en
dirección a la Meca y no a Jerusalén y para instituir el ayuno de Ramadán en lugar del día de la expiación. La
peregrinación anual a la Meca para el Hajj fue adoptada a fin de unir a las tribus árabes bajo el Islam.
K.S., editor

NOTAS FINALES
1 De Sahih Bukhari, The Collection of Hadith, narrado por Aisha; trad. M. Muhsin Khan; vol. 1, libro 1, núme ro 3. Aisha fue la e sposa favorita de
Muhammad e n su ve je z.
CÓMO EMPEZÓ EL ISLAM
por William M. Miller

NOTA DEL EDITOR


A medida que estudiamos el siguiente artículo deberíamos preguntarnos cómo podemos tener un acercamiento más
equilibrado hacia el fundador del Islam, así como lo tenemos con nuestra propia historia cristiana. Creo que la
diferencia entre musulmanes y cristianos no radica en el comportamiento cristiano, sino en Jesús, a quien
consideramos el Salvador. Por otra parte, si los cristianos se creen mejores que los demás toman una posición
arrogante y bíblicamente ilegítima para dar testimonio de Cristo.
El doctor Miller fue mi mentor. Tuve la gran bendición de recibir sus enseñanzas y ver su corazón lleno de amor por
los musulmanes durante sus últimos años de vida. Fue un hombre de fe y de oración que conservaba enormes cajas,
con fichas en su interior donde registraba los nombres de sus contactos musulmanes, y durante décadas oró por cada
uno de ellos. Su enfoque y fe en la gracia de Cristo sin recurrir a la crítica irracional del Islam me impresiona aún
hoy. Ya pasados los noventa y cinco años de edad lo recuerdo especialmente recitando de memoria el pasaje bíblico
de Hebreos 12.1-3:
Por ta nto, nos otros ta mbi én, teni endo en derredor nues tro ta n gra nde nube de tes ti gos , des pojémonos de todo pes o y del peca do que
nos a s edi a , y corra mos con pa ci enci a l a ca rrera que tenemos por del a nte, pues tos l os ojos en Jes ús , el a utor y cons uma dor de l a fe, el
cua l por el gozo pues to del a nte de él s ufri ó l a cruz, menos preci a ndo el oprobi o y s e s entó a l a di es tra del trono de Di os . Cons i dera d a
a quel que s ufri ó ta l contra di cci ón de peca dores contra s í mi s mo, pa ra que vues tro á ni mo no s e ca ns e ha s ta des ma ya r.

Es esencial que los cristianos que testifican de Cristo, oran sabiamente o trabajan entre los musulmanes, entiendan
claramente quién fue Muhammad, y cuáles fueron sus enseñanzas. A pesar de la gran variedad de excelentes libros
escritos por eruditos cristianos acerca de la historia y enseñanzas del Islam, pareciera que algunos cristianos aún
tienen una idea vaga de las doctrinas y prácticas sobre las cuales se estableció este sistema político religioso. En el
presente artículo se narra brevemente la historia más interesante del profeta de Arabia, que fuera contada por los
primeros historiadores musulmanes. Haremos un esfuerzo sincero para decir “la verdad en amor” (Ef. 4.15). Sin
embargo el registro de la vida de Muhammad no tiene una completa precisión histórica, pues las fuentes disponibles
provienen en gran parte de las tradiciones, algunas de las cuales se originaron mucho después de la muerte del
profeta. El fundamento más confiable es el Corán. Los hechos mencionados en las siguientes páginas son aquellos en
los cuales la mayoría de los escritores musulmanes y no musulmanes coinciden.

ARABIA EN LOS TIEMPOS DE MUHAMMAD


Por la providencia de Dios, cerca del año 570 d.C., nació un niño en la Meca, en la parte occidental de Arabia, que
recibió el nombre de Muhammad (alabado). Quienes dieron nombre al niño poco intuyeron del grado de influencia
que ejercería en el mundo, y que él sería elogiado por millones de personas en los siglos venideros.
Arabia es un país vasto y predominantemente desértico. Los nómades beduinos se desplazaban por estas regiones
junto con sus rebaños y manadas, y vivían en carpas negras. Las transacciones comerciales se llevaban a cabo en las
ciudades, siendo la principal de ellas, la Meca. Por allí pasaban caravanas de camellos transportando mercancías
entre Yemen, en el sur, y Siria, en el norte. Además de ser un importante centro comercial, la Meca era considerada
una ciudad santa debido a la presencia de la Kaaba (cubo), un edificio cúbico conocido como la casa de Alá desde
tiempos antiguos. Cuenta una tradición que esta santa casa fue destruida por un diluvio, pero más tarde reconstruida
por Abraham (Ibrahim) y su hijo Ismael (Ismail). En el idioma árabe, Alá significa Dios, reconocido como el Ser
supremo por este pueblo. No se sabe con certeza cómo llegó a ellos el conocimiento de Dios, si fue a través de los
judíos o por herencia de su antepasado Abraham. El padre de Muhammad se llamaba Abd Allah, que significa
esclavo de Alá.
Aunque los árabes aceptaban a Alá como supremo no lo consideraban como el único dios ni daban importancia a
su culto ya que adoraban a otras deidades. Tanto es así que durante los años jóvenes de Muhammad, la Kaaba estuvo
repleta de imágenes de dioses y diosas. Cuando los árabes llegaban a la Meca para el comercio en las ferias anuales
también realizaban ritos de peregrinación a la Kaaba. Caminaban a su alrededor siete veces y besaban o tocaban la
santa piedra negra (al-Hajar al-Aswad) construida en la pared, un meteorito al que se le atribuía gran significación
religiosa. A pesar de que los árabes no conformaban un pueblo demasiado religioso, el santuario de la Meca y los
rituales fueron importantes elementos en su patrimonio cultural.

HANIFS, JUDÍOS Y CRISTIANOS EN ARABIA


No toda la gente de la Meca estaba satisfecha con las condiciones imperantes de vida. A la difícil situación política de
las pequeñas tribus que se alzaban en frecuentes conflictos, se sumaba el peligro de los grandes imperios –Persia,
Bizancio y Etiopía– que amenazaban con devorarlos a causa de sus divisiones. La religión popular era insuficiente
para unos pocos individuos que querían conocer a Dios, de modo que un pequeño grupo de hombres inteligentes,
conocidos como hanifs, comenzaron a reunirse para discutir los problemas políticos y religiosos.
¿No había personas en Arabia que pudieran hablarles del único Dios verdadero? Sí. Desde la antigüedad un gran
número de judíos vivía en Arabia y algunos en la Meca. En Medina, a 450 kilómetros al norte de la Meca, había tres
grandes tribus judías con sus sinagogas y sus Escrituras. Estas tribus prosperaron materialmente y sus pobladores
fueron dueños de camellos, casas y tierras, y controlaron gran parte del comercio de la ciudad. Su educación y nivel
de vida eran superiores a las de los árabes paganos que vivían a su alrededor. Estos sabían que los judíos no
adoraban ídolos, sino que eran adoradores de Alá, el Dios invisible. Sin embargo es improbable que los judíos hayan
compartido con los paganos los tesoros espirituales contenidos en sus Escrituras.
También hubo cristianos en Arabia. En el norte varias tribus árabes se convirtieron al Cristianismo, y en el sur de
Nejran las comunidades cristianas tenían sus obispos y sacerdotes y las Escrituras en el idioma siríaco. Esta iglesia
nestoriana de Oriente había enviado misioneros a Arabia aunque no tuvo gran éxito en sus esfuerzos de alcanzar a
los árabes, pues la mayoría de ellos permaneció en el paganismo. Al parecer los cristianos carecieron del amor, la
pureza y fuerza espiritual necesarios para convertirse en una agencia misionera efectiva en Arabia.

LA JUVENTUD DE MUHAMMAD
Abd Allah, el padre de Muhammad, murió en la Meca antes del nacimiento de su hijo, aproximadamente en 570
d.C. Amina, su madre, falleció cuando el niño tenía seis años de edad, por lo cual siendo huérfano fue confiado al
cuidado de su abuelo. El anciano murió poco tiempo después y Muhammad fue a vivir con su amable tío Abu Talib.
La familia de Muhammad pertenecía a una tribu muy poderosa, llamada Quraysh, responsable de la Kaaba. A
pesar de ser una persona influyente, Abu Talib era pobre por lo que se cree que durante algún tiempo Muhammad
estuvo a su servicio como pastor en el desierto, y también que a los doce años acompañó a su tío en una caravana
comercial a Siria.

¿QUIÉN FUE MUHAMMAD?


La disposición de Muhammad para soportar la
persecución debido a sus creencias, la alta reputación
moral de los hombres que creían en él y lo consideraban
un líder, y la grandeza de su logro final son
características que defienden su integridad
fundamental. La suposición que presenta a Muhammad
como un impostor plantea más problemas que
soluciones. Además ninguna de las grandes figuras de la
Historia ha sido tan poco apreciada en Occidente como
Muhammad.
W. Montgomery Watt, Mohammad at Mecca (Oxford
University Press, 1953), p.52.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


w. Montgomery Watt, Muhammad: Prophet and
Statesman (Chicago, Illinois: Kazi Publications, 1996).
www.kazi.org

EL MATRIMONIO
El joven Muhammad llegó a convertirse en un hombre capaz y de buen carácter. Cuando tenía veinticinco años una
viuda rica de la Meca, llamada Khadija, lo contrató para conducir su caravana a Siria. Tan exitoso resultó el negocio
que al regreso de Muhammad, Khadija le hizo una oferta de matrimonio la cual fue aceptada. La mujer de cuarenta
años no solo brindó amor y riquezas al joven, sino también una posición influyente en la sociedad de la Meca. De
esta unión nacieron dos varones y cuatro mujeres, pero los dos niños murieron en la infancia. Hasta la muerte de
Khadija, veinticinco años más tarde, él no tomaría otra esposa.
Durante estos años Muhammad se asoció con el jefe de la Meca y consiguió suficiente información de la situación
religiosa y política del país. Khadija era pariente de uno de los hanifs convertidos al Cristianismo y probablemente
Muhammad discutió con él y otros hanifs los problemas de Arabia. Él sabía que tanto judíos como cristianos
adoraban a Alá y no a las imágenes. Si bien la adoración continuaba realizándose en la Kaaba, es posible que
Muhammad comenzara a percibir que las estatuas de la casa de Alá no eran dioses.

INFLUENCIA CRECIENTE
Por los datos históricos de la vida de Muhammad parece clara su búsqueda sincera de Dios. Sin embargo nos
preguntamos por qué si disponía del tiempo libre y del dinero suficiente no procuró viajar a Nejran, Siria o Etiopía
para inquirir de los eruditos cristianos las enseñanzas acerca de Dios en las Escrituras. Al parecer Muhammad nunca
hizo un esfuerzo serio para aprender las Escrituras, a pesar de que él sabía que estaban en manos de los judíos y los
cristianos y que luego certificaría como verdaderas. Evidentemente Muhammad recibió reportes del contenido
bíblico de fuentes incorrectas lo que determinó que hasta el final de su vida nunca aprendió el verdadero evangelio.
¿Acaso fueron las amargas disputas entre los miembros de las diferentes ramas de la iglesia un impedimento para
llegar a los maestros cristianos? ¿O el orgullo étnico de pertenecer a la raza árabe de la Meca lo incomodaba para
buscar orientación entre las minorías judías y cristianas? La realidad es que, sin importar cuál haya sido la causa por
la cual Muhammad perdió la senda a Dios, no buscó ayuda espiritual en las personas calificadas que lo guiaran a
Cristo, el camino al Padre.

NOMBRAMIENTO DE MUHAMMAD COMO PROFETA DE ALÁ


Muhammad y otras personas que buscaban a Dios acostumbraban ir de tanto en tanto a una cueva localizada a tres
millas de la Meca donde meditaban y adoraban. Alrededor del 610, cuando Muhammad tenía cuarenta años, se
hallaba en la cueva junto con su familia durante el mes de Ramadán. Según la tradición, una noche el ángel Gabriel
(Jibril) se le apareció a Muhammad mientras dormía y le ordenó dos veces que dijera un recitado. Muhammad
preguntó que debía recitar y el ángel le respondió: “¡Recita en el nombre de tu Señor, Que ha creado, ha creado al
hombre de sangre coagulada!” (sura 96.1-2). Cuando Muhammad despertó se hallaba confundido acerca del
significado de esta experiencia. Dudaba si esta revelación procedía de los genios, criaturas que inspiraban a los
adivinos, o de Alá. Muhammad había oído hablar a los judíos acerca de los profetas que Alá envió al pueblo de Israel.
Sin embargo ninguno había sido enviado a los árabes. ¿Podría ser este un mensaje de Alá a fin de convertirlo en
profeta y apóstol de su propio pueblo? Muhammad encontró consuelo en su fiel esposa quien le aseguró que se
trataba de una cita para el oficio profético. Pero en los meses sucesivos no se produjo ninguna revelación y
Muhammad cayó en profunda depresión y hasta consideró la posibilidad del suicidio.
Dos años más tarde otras formas de revelación comenzaron a manifestarse. A veces Muhammad veía al ángel
Gabriel, en algunas solo escuchaba una voz y en otras oía el sonido de una campana que le acercaba las palabras del
ángel. En ocasiones el mensaje llegaba en un sueño o en sus pensamientos. Cuando venía la revelación todo el cuerpo
de Muhammad se agitaba y el sudor empapaba su rostro; con frecuencia caía al suelo y echaba espuma por la boca.
Las comunicaciones siempre fueron en idioma árabe y las palabras recibidas eran pronunciadas por Muhammad, de
cuyos labios escribían los oyentes. En general, los musulmanes creen que Muhammad era analfabeto. El profeta
estaba convencido de que las palabras recibidas no provenían de sí mismo, sino de Dios, y solo se consideraba “el
recitador” de ellas. Después de su muerte, sus mensajes fueron incorporados al Corán, que significa recitación. Por lo
tanto los musulmanes no estiman que el Corán es un libro de Muhammad, sino de Dios.
EL MENSAJE REVELADO A MUHAMMAD
El corazón del mensaje recibido por Muhammad fue que no hay dios sino Alá, el único y verdadero Dios que creó el
cielo, la tierra y todo lo que hay en ella. El hombre es esclavo de Dios y su primer deber es someterse y obedecer a
Dios. La bondad y misericordia de Dios se ven en su provisión para todas las necesidades del ser humano, que debe
estarle agradecido. Cierto día vendrá un grande y terrible juicio, la tierra será sacudida y Dios resucitará a los
muertos a vida y los juzgará. Él recompensará con los placeres de un paraíso sensual a aquellos que lo adoran y
hacen buenas obras, y condenará en el fuego del infierno a los que realizan malas obras, la peor de las cuales es
asociar a otros dioses con Dios. ¿De dónde provino el mensaje de Muhammad? Los musulmanes insisten en la
revelación directa de Dios. Sin embargo es probable que la verdad en cuanto a la unicidad de Dios haya sido impresa
en la mente del profeta por sus contactos judíos. Además, posiblemente, la esperanza de la resurrección y del juicio
final, una doctrina repugnante para los árabes materialistas, haya llegado a Muhammad a través de la predicación
de algún misionero cristiano. De cualquier modo, Muhammad proclamó estas verdades con gran intensidad
buscando atraer a la gente de la Meca al arrepentimiento y fe en un solo Dios.

EFECTOS DE LA PREDICACIÓN DE MUHAMMAD EN LA MECA


Cuando Muhammad afirmó ser un profeta enviado por Dios pocas personas creyeron en él. Al principio solo su
esposa, Khadija, el joven primo Alí, que luego sería su yerno, y su hijo adoptivo Zaid. Luego un comerciante
honorable, más tarde conocido como Abu Bakr, que no era pariente de Muhammad, profesó su fe en él. Y otros, en
su mayoría personas de origen humilde, se unieron al movimiento. Muhammad estaba ansioso por ganar a los
principales de la ciudad, pero ellos lo ignoraban y pronto empezaron a burlarse de él. Se preguntaban quién era este
hombre común para hacer tal afirmación de sí mismo. Tampoco creían en su mensaje de resurrección y lo acusaron
de brujería y fraude. Muhammad comenzó a atacar las estatuas de la Kaaba diciendo que no eran dioses de la Meca,
acto que causó gran enojo. Entonces una centena de seguidores del profeta sufrieron persecución, pero nada podían
hacer a Muhammad, pues era protegido de su tío Abu Talib.
La persecución se tornó tan severa que Muhammad envió a ochenta de sus seguidores a Etiopía, un país cristiano.
Allí fueron bien tratados y más tarde se unieron a Muhammad en Medina. Esta oposición no detuvo la amarga
denuncia de Muhammad que amenazaba a sus enemigos con la ira de Dios. Los nuevos convertidos que iban
sumándose al movimiento recibían el aliento de Muhammad a través del relato de historias de los valientes antiguos
profetas y creyentes en tiempos de sufrimiento.
¿DÓNDE VIVEN LOS MUSULMANES?
Mucha gente piensa que la mayoría de los musulmanes
son árabes que viven en Medio Oriente, pero el bloque
islámico es mucho más diverso. En la actualidad, más de
1.600 millones de musulmanes habitan en todas partes
del mundo y representan el 23% de la población
mundial. El árabe es el idioma nativo de más de 223
millones de personas en todo el mundo. Esta cifra
constituye menos del 15% de los musulmanes,
convirtiendo al árabe en el quinto idioma más hablado
en el mundo. Los cuatro países de mayor población son
Indonesia (187 millones), Pakistán (177 millones), India
(172 millones) y Bangladesh (146 millones). Irán,
Turquía, Egipto y Nigeria albergan cada uno entre 70 y
74 millones. Cuarenta y nuev países cuentan con
mayoría musulmana y otros veintisiete tienen más de un
millón. China suma 25 millones y Rusia 14 millones.
Mientras que la mayoría de los musulmanes vive en Asia
y el Pacífico (986 millones), el mundo árabe (317
millones) y África (248 millones), un número creciente
establece su hogar en Francia, Alemania, Reino Unido y
los Estados Unidos. En Europa hay 43 millones y en
Norteamérica 3.5 millones. La población musulmana
mundial está creciendo un 1,9% anual, principalmente
por las altas tasas de natalidad.
Unos 2.100 grupos musulmanes carecen de un
movimiento de plantación de iglesias, reproductivo y
auto sustentable dentro de su propia cultura.
Aproximadamente el 8% de la fuerza misionera mundial
se enfoca en este bloque. Muchos musulmanes sufren
falta de alimentos y agua potable, analfabetismo,
deficiente educación, escasa asistencia médica,
pobreza, desastres naturales y ausencia de derechos
humanos básicos. Nuestra movilización en actos de
ayuda concreta y alcance misionero debería ser la
respuesta compasiva por su bienestar.
Fuentes: World Christian Encyclopedia, Operación
Mundo, 2010.

EL PROGRESO EN LA FORMACIÓN DE LAS COMUNIDADES MUSULMANAS


Durante estos años Muhammad se dedicó a la formación de una comunidad de personas unidas no por lazos
sanguíneos, como en la sociedad árabe, sino por la fe en Alá y su enviado. La creencia que más tarde se convirtió en
su credo básico (shahada) es: “No hay otro dios más que Alá y Muhammad es el apóstol (profeta) de Alá”. Aquellos
que se sometían por fe a Alá y a su apóstol fueron conocidos como musulmanes, que en árabe significa aquel que se
somete, nombre que denominaría al movimiento. Desde el principio el Islam fue concebido para ser una iglesia-
estado, una religión propiamente dicha en una sociedad política, y Muhammad era su autoridad tanto en asuntos
religiosos como civiles bajo el mando de Dios. Su posición era parecida a la de Moisés en la teocracia de Israel. La
tribu quraysh en la Meca percibió la gestación de un nuevo estado dentro del ya existente, lo cual generó un
profundo rechazo.
En el décimo año de su misión (620 d.C.), Muhammad sufrió dos grandes pérdidas. Sobrevino la muerte del
amable hombre que lo había ayudado y protegido desde la infancia, aunque nunca se confesó musulmán, su tío Abu
Talib; y también murió Khadija, su fiel esposa. Pasados varios meses Muhammad buscó consuelo y se casó con la
viuda de uno de los creyentes. Además tomó por mujer a la pequeña Aisha, de tan solo siete años e hija de su amigo
Abu Bakr, pero la llevó a su morada tres años después. Ella se convirtió en su esposa favorita.

LA HÉGIRA O MIGRACIÓN A MEDINA (622 D.C.)


Al no lograr avances de su misión en la Meca, Muhammad no vislumbró otra alternativa que trasladarse a una
ubicación más favorable. Por tanto, decidió ir a Yathrib, una ciudad 280 millas al norte de la Meca, más tarde
conocida como Medina, la ciudad del profeta. Sus habitantes eran de mente más abierta que los guardianes de la
Kaaba y aproximadamente la mitad de ellos eran judíos. Los árabes paganos consideraban superiores a los judíos
por su cultura, pero los rechazaban por su éxito económico. Al parecer en el año 621, Muhammad conoció a doce
hombres que habían llegado a la Meca para la peregrinación anual provenientes de Yathrib, y los convirtió al Islam.
Ellos consiguieron adeptos en su ciudad y en la peregrinación del año siguiente, setenta y dos hombres y dos mujeres
de Yathrib se unieron al profeta jurándole lealtad y prometiendo defenderlo con sus vidas. Al contestar
recíprocamente con la promesa de luchar por ellos, Muhammad manifestó en esta alianza la naturaleza de la
sociedad que deseaba establecer.
Después de trece años de esfuerzos infructuosos Muhammad contemplaba a la gente de su ciudad natal que lo
acompañaría. Cuando se acercó el momento de su partida a Yathrib, el profeta tuvo una visión que sin dudas lo
animó. Se vio llevado desde la Meca hasta Jerusalén, la ciudad donde él y sus seguidores, al igual que los judíos, se
reunían para la adoración. Desde allí fue conducido al cielo y habló con los apóstoles y profetas del pasado siendo
aprobado y honrado por ellos. En algunas tradiciones este viaje nocturno (Lailat al-Miraj) está relacionado con una
ascensión corporal al cielo, sin embargo su esposa Aisha declaró que esa noche Muhammad no salió de su cama. El
coraje y la fe de este hombre durante los años de relativo fracaso en la Meca y su seguridad de la victoria final son
actitudes dignas de alabanza. ¡Ojalá nosotros hubiéramos sufrido tanto en el servicio de Jesucristo!
En su mensaje final al pueblo de la Meca, Muhammad denunció severamente a todos por su incredulidad y los
amenazó con terribles castigos, tanto en este mundo como en el venidero. Luego ordenó a sus seguidores en
pequeños grupos para el viaje de varias semanas en camello a Yathrib. Enterados del plan que los de la tribu quraysh
tramaban para evitar su partida, Muhammad y Abu Bakr escaparon de la ciudad y permanecieron escondidos por
varios días en una cueva para dirigirse más tarde, por una ruta segura, a Yathrib. Esta migración, llamada Hégira, se
llevó a cabo en el verano de 622. Según los musulmanes éste es el evento fundacional de su historia, pues el Islam
realmente comenzó cuando el profeta y sus seguidores establecieron su comunidad en Medina. Actualmente, las
tierras musulmanas, los papeles, las cartas, los periódicos, etc. son fechados a partir de la hégira (A.H., Anno Hegirae,
fecha de inicio del calendario lunar musulmán).

QUIEBRE DE LA TRADICIÓN JUDAICO-CRISTIANA


Durante sus años en la Meca, Muhammad nunca afirmó haber realizado un milagro para demostrar que era un
profeta. No obstante cuando se le solicitó una señal para convencer a la gente de ser un enviado de Dios,
Muhammad respondió que su milagro era el Corán, pues nadie era capaz de producir un texto similar (los versos
[ayat] de sus capítulos son llamados señales, en árabe). Muhammad consideraba verdaderas las Escrituras de los
judíos y cristianos, pero creía que ellos habían mal interpretado y corrompido sus religiones. Sostuvo que Dios le
había ordenado llamar a la gente a volver a la auténtica adoración a Dios, que era la religión de Abraham. En el
cumplimiento de esta misión, Muhammad imitaba a los judíos en dirección a Jerusalén y ansiaba ganar la lealtad y
el apoyo de ellos. Él jamás pretendió la divinidad para sí mismo y decía al pueblo: “Yo soy un hombre como
ustedes.” Al igual que cualquier mortal era consciente de su necesidad de confesar los pecados y pedir perdón a Dios.
Cuando Muhammad llegó a Yathrib mucha gente de diferentes tribus lo invitó como huésped en sus hogares y,
como él no quiso ofender nadie, permitió que su camello decidiera por él. Así que cuando el animal se detuvo sin
orden alguna y dejó bajar al jinete determinó el sitio donde Muhammad finalmente establecería su morada y
construiría la primera mezquita erigida para culto. Se cree que su sermón inicial fue predicado un viernes, por lo cual
éste se ha convertido en el día de adoración congregacional del Islam. Zaid, el hijo de Muhammad, fue enviado de
regreso a la Meca para traer a la familia del profeta a su nuevo hogar. La situación política en Medina era confusa y
carente de un poder central que mantuviera la paz entre las diversas tribus. La conversión de un gran número de
personas al Islam y su sometimiento al profeta hicieron que pronto Muhammad mostrara su capacidad para
transformarse en la autoridad civil y religiosa. Se estima que gobernó con sabiduría y trajo orden a su nueva capital.
Al principio, los judíos de Medina parecieron apoyar las prédicas de Muhammad. Es probable que en ese tiempo el
profeta recibiera una revelación que lo instaba a tomar una actitud conciliadora hacia los incrédulos a fin de no
inducirlos forzosamente a aceptar el Islam. La orden fue: “No cabe coacción en religión” (sura 2.256).
Más tarde este verso fue abrogado (derogado, abolido). Muhammad buscaba su certificación como profeta de Dios y
aunque algunos judíos aseguraran que su venida había sido predicha en las Escrituras, la mayoría de ellos se
mantuvo alejada de él. Sabían que Muhammad no podía ser el Mesías, puesto que no era de la familia de David
(Dawud) y el profeta los consideró hipócritas. Entonces los judíos le dijeron francamente que su venida no estaba
predicha en las Escrituras y Muhammad reaccionó acusándolos de malinterpretar los libros sagrados. No los culpó
de cambiar el texto de las Escrituras, sino de omitir las referencias de su persona.

¿DEBEN LOS CRISTIANOS USAR EL


NOMBRE “ALÁ” EN LA TRADUCCIÓN
BÍBLICA?
BÍBLICA?
por Joshua Massey
La traducción de la palabra “Dios” por “Alá” es objeto
de acalorados debates en tierras no árabes, pues
muchos cristianos sinceros están convencidos de que
Alá es un dios falso. Curiosamente, este debate no
existe entre los cristianos de trasfondo árabe, ya que
siempre han traducido elohim y theos (los términos
principales para Dios en hebreo y griego del texto
bíblico) como “Alá”, en las traducciones de la Biblia en
árabe desde el siglo VIII hasta la actualidad.
La mayoría de los eruditos coinciden que “Alá” es la
forma arabizada del término bíblico arameo elah
correspondiente al hebreo eloah, que es el singular de
elohim, una palabra genérica para referirse a Dios,
usada a lo largo del Antiguo Testamento. La Biblia
emplea elah y elohim para referirse tanto al “Dios
altísimo” como a los “falsos dioses”; esto también
ocurre en el idioma castellano solo que usa D mayúscula
o d minúscula para distinguir entre ambos. En contraste,
los musulmanes nunca utilizan el término “Alá” para
referirse a un dios falso. Alá se refiere exclusivamente
al único Dios verdadero, el Dios de Abraham, Isaac y
Jacob.
Desde el siglo IX los escritores musulmanes han
utilizado el término “Alá” en sus citas de la Biblia
cristiana. También desde el siglo IX y hasta nuestros
días los eruditos judíos han usado elohim y elah como
“Alá” en las primeras traducciones árabes de la Torá,
Entonces, a pesar de las aparentes diferencias entre el
concepto de Dios, según el contenido bíblico o coránico,
tanto los judíos, como los cristianos y los musulmanes
de habla árabe se han dirigido a Dios como “Alá”
durante los últimos catorce siglos.
Sin embargo muchos misioneros sinceros, en su afán
de ser bíblicos, tienden a rechazar toda terminología,
cultura y forma religiosa de los musulmanes, incluso
elementos bíblicos de origen judío y cristiano, por
interpretarlos como islámicos. Las cuestiones
semánticas son significativamente más complicadas en
países no árabes, donde se trabaja con los musulmanes
que viven rodeados de cristianos que usan términos
alternativos para referirse a Dios. Aunque millones de
cristianos árabes y no árabes (por ejemplo, 30 millones
de javaneses y sondaneses en Indonesia) adoran a Dios
con el nombre de Alá, otros cristianos no árabes son
propensos a oponerse a este título, cuando desconocen
la historia y el uso más amplio en el cuerpo de Cristo.
Pero es muy fácil malinterpretar cualquier término
cuando no se sabe la lengua o el contexto de su uso.
Del mismo modo es igualmente difícil ignorar la
problemática procedencia de muchos términos no
árabes usados por los cristianos. Por ejemplo la palabra
inglesa ”God” proviene del germánico pagano Gott,
atribuido como nombre propio a la principal deidad
teutónica Odín. Este dios vive encima del árbol del
mundo y creó a los primeros humanos con su esposa
Freya, una rubia de ojos azules, que es la divinidad del
amor, la fertilidad y la belleza. ¿Deberían los adoradores
ingleses dejar de dirigirse al Altísimo con el nombre de
“Dios”? A pesar de su origen pagano y su uso actual
para designar tanto a los dioses falsos como al Altísimo,
la palabra Dios (con mayúscula) es en general entendida
por los hablantes ingleses como el Dios de la Biblia, y
por los hablantes ingleses como el Dios de la Biblia, y
por lo tanto, perfectamente aceptada. En cambio, la
denominación Alá comparte la misma raíz semítica del
hebreo y arameo bíblicos, no se utiliza en la actualidad
para llamar a los dioses falsos, y es claramente
entendida y aprobada por los cristianos árabes y los
musulmanes como el Dios de las Escrituras. Por lo tanto,
Ala es el término perfectamente aceptable para los
cristianos árabes y los musulmanes.
Mientras que el empleo de Alá no presenta conflicto
para los cristianos árabes, hay muchos cristianos no
árabes que encuentran dificultades en separar la
palabra de su significado en la enseñanza islámica. Se
cree que si no se asigna una nueva denominación, los
musulmanes podrían malinterpretar la naturaleza del
Dios de la Biblia.
Los cristianos defensores del uso de “Alá” entre los
musulmanes no árabes insisten en que la introducción
de términos foráneos para Dios creará enormes
obstáculos en la comunicación, y posiblemente impedirá
el surgimiento de iglesias autóctonas. Aclaran que el
asunto no es descartar estos términos, sino llenarlos de
significado bíblico. Cuanto mayor entendimiento de Alá
reciba un musulmán a través de las Escrituras tanto más
bíblica será su teología de Dios.
Desde el principio, la iglesia ha dado sabiamente un
nuevo significado a palabras conocidas en lugar de
rechazarlas como pérdida. Por ejemplo logos (la Palabra)
fue utilizada por los estoicos paganos para describir “el
alma divina del mundo”. Como elohim y elah, el uso del
griego theos por los no judíos en el primer siglo no
designaba una deidad específica, sino un concepto
politeísta, con Zeus como el padre de los dioses y de los
hombres (Hch. 14:11-12). Sin embargo, los autores del
Nuevo Testamento no vacilaron en emplear logos (Jn.
1:1,14) y theos, la cual aparece reproducida 1.343 veces
en el Nuevo Testamento y traducida con el término Dios
1.320 veces.
Tomando en cuenta lo dicho, el objetivo del traductor
es proporcionar la Biblia a los lectores musulmanes para
que ella sea recibida como las “Buenas Nuevas”. La
solución a este obstáculo lingüístico no es
necesariamente evitar el uso del término Alá, aun
considerando la vehemencia con la que algunos
cristianos no árabes oponen resistencia. La palabra Alá
ha sido la expresión perfectamente aceptada en la
traducción bíblica para millones de cristianos árabes y
no árabes por más de un milenio y hasta nuestros días.

EL ISLAM, UN SISTEMA POLÍTICO-RELIGIOSO INDEPENDIENTE


En el segundo año de la hégira se completó la ruptura entre musulmanes y judíos. Antes Muhammad había
observado el día santo de expiación, pero después estableció en su reemplazo el Ramadán que contempla un mes de
ayuno. También instituyó la fiesta del sacrificio (Id al-Adha) en memoria de la inmolación del carnero, en lugar del
hijo de Abraham (Ismael, según la creencia islámica). Hasta este momento tanto Muhammad como sus seguidores se
volvían al norte, en dirección a Jerusalén para realizar sus oraciones, pero por revelación le fue indicado el cambio de
dirección hacia la Meca. Cierto día el profeta estaba en la mezquita, de pie ante los creyentes, dirigiendo sus
oraciones en sentido a Jerusalén. De repente se movió al sur y terminó el servicio mirando hacia la Meca. En verdad
su fracaso en alcanzar a los judíos hizo que buscara una manera de obtener el favor de la tribu quraysh.
Muhammad justificó este cambio radical diciendo que la Kaaba había sido dedicada por Abraham y que era el
centro original de la adoración a Dios. Este giro completo en la adoración marcó un hito de gran significación. Se
estaba abandonando la tradición judío-cristiana y estaba poniéndose en marcha un nuevo rumbo, que en algunos
aspectos se relacionaba con la anterior, pero que en sus puntos esenciales entraba en conflicto con las enseñanzas
bíblicas. El Islam se había establecido como un sistema político-religioso independiente.

LA DECISIÓN DE USAR LA FUERZA


Durante el segundo año en Medina, la vida se tornó muy difícil para los inmigrantes oriundos de la Meca. Los
recursos económicos se habían agotado y posiblemente la hospitalidad de los creyentes locales estaba llegando a su
límite. La crítica situación requería un cambio para asegurar la prosecución de la comunidad. ¿Qué solución fue
provista por Alá? Muhammad recibió la siguiente revelación: “¡Profeta! ¡Combate contra los infieles y los hipócritas,
sé duro con ellos!” (sura 9.73). Así que Muhammad comenzó a imitar el ejemplo de los jefes beduinos cuando
estaban en dificultades financieras, y con la aprobación divina, inició el ataque de las caravanas de sus enemigos en
la Meca. Durante trece años había intentado someterlos por la vía pacífica, pero el fracaso lo indujo a usar la espada,
estrategia que le valió también obtener ayuda para sí mismo.
Transcurrían los meses sagrados, tiempo en que los árabes se abstenían de la guerra, cuando Muhammad envió un
grupo para atacar a una caravana perteneciente a la Meca. La empresa tuvo éxito y el botín fue dividido, pero la
violación de los meses sagrados fue justificado a causa de una revelación recibida por el profeta.
Alentados por la victoria Muhammad y sus seguidores se lanzaron a la conquista de un trofeo mayor la captura de
una caravana muy grande cargada de mercancías que regresaba a Siria. Muhammad salió personalmente
acompañado de 350 hombres armados, y en Badr enfrentó y derrotó al ejército de mil hombres de la Meca que
escoltaban a la caravana. Se cree que las bajas del ejército de la Meca fueron cuarenta y nueve y las del grupo
ofensivo solo catorce. El botín fue distribuido entre los guerreros y la quinta parte fue retenida por Muhammad para
ser utilizada como ayuda a los necesitados. Este acto sentó el precedente para repartir el botín de guerra. La victoria
de Badr fue un evento de gran importancia para el Islam. Por un lado aseguró que Dios estaba con Muhammad y
convenció a los fieles de pertenecer al bando ganador, y en consecuencia de ser beneficiarios de futuros triunfos. Por
el otro el hecho alarmó a los quraysh quienes empezaron a temer una derrota final por mano de Muhammad.
Además, indujo a muchos árabes paganos a dirigirse a Medina para someterse al liderazgo de Muhammad. El uso
de la fuerza demostró ser más efectivo que la persuasión verbal al momento de ganar convertidos para el Islam.

EL ATAQUE A LOS JUDÍOS DE MEDINA


Los judíos no celebraron la victoria de Muhammad en Badr. Algunos de ellos compusieron y recitaron versos
burlescos alusivos a los habitantes de Medina mencionando su sometimiento a un hombre asesino de su propio
pueblo en la batalla. Debido a dichos escritos, los historiadores musulmanes citan al menos a cuatro judíos, entre ellos
a una mujer, que fueron muertos por celosos seguidores de Muhammad. Los criminales ni siquiera fueron
reprendidos por el profeta.
Muhammad entendió que los judíos eran sus enemigos y decidió deshacerse de ellos. Una de las tribus, llamada
Banu Qainuga, fue acusada de romper un tratado y obligada a aceptar el Islam. Debido a su negativa la aldea fue
sitiada por quince días y finalmente tomada por los musulmanes. Los judíos se vieron forzados a abandonar sus
hogares y todos sus bienes fueron confiscados.
Poco después, un ejército de mil hombres procedentes de la Meca avanzó con el fin de derrotar a Muhammad. La
tropa se enfrentó con la hueste musulmana en Uhud, cerca de Medina, obteniendo una victoria que incluso contó al
mismo Muhammad como uno de los heridos. Por alguna razón los vencedores no continuaron la embestida y
retornaron a la Meca. Si bien esta derrota significó una humillación, Muhammad fue consolado a través de diversas
revelaciones que le mostraron las causas. Los soldados musulmanes habían desobedecido órdenes y el resultado final
había sido permitido por Dios para probar su fe. Sin embargo, la victoria final fue prometida y Muhammad pudo
alentar a sus seguidores para soportar los sufrimientos y el dolor por la pérdida de los caídos en batalla.
Luego de haber derrotado a varias tribus hostiles, Muhammad atacó a otra tribu judía, llamada banu nadir, aliada
de sus enemigos. La tribu fue obligada a abandonar tanto el lugar como sus pertenencias, pero ante la negativa una
fuerza musulmana cortó los árboles de dátil y arruinó las propiedades. Cuando la resistencia se volvió insostenible los
judíos acordaron la retirada pudiendo llevarse consigo, según órdenes recibidas, solo la carga que sus camellos
pudieran soportar. Las armas y los cultivos fueron repartidos entre los musulmanes.
Después de un tiempo Muhammad atacó a otra gran tribu judía, llamada Banu Qurayza. La relación fue amistosa
hasta que los judíos se negaron a participar en una de las batallas del líder musulmán. La tradición dice que Gabriel
se le apareció a Muhammad y le ordenó que luchara en contra de los “idólatras poseedores del libro, los banu
qurayza”. Entonces la tribu fue atacada por un gran ejército, pero resistió hasta que las provisiones se agotaron.
Cuando la resistencia se hizo imposible pidieron permiso para emigrar al igual que sus hermanos de la tribu Banu
Nadir. La petición fue rechazada y se les ordenó la rendición incondicional. Las mujeres y los niños fueron vendidos
como esclavos, las propiedades divididas entre los soldados musulmanes y ochocientos hombres fueron llevados a
Medina para ser masacrados. Así ocurrió la eliminación de los judíos de Medina y sus alrededores.

LAS ESPOSAS DE MUHAMMAD


Luego de la muerte de Khadija, Muhammad llegó a tener seis esposas. No obstante quiso casarse también con
Zainab, la bella mujer de Zaid, su hijo adoptivo. Conforme a la ordenanza árabe el casamiento de dos personas en
situación semejante era ilegal aun si el hijo adoptivo se divorciaba de su mujer. Sin embargo Muhammad recibió la
autorización divina a través de una revelación, por lo tanto Zaid se separó de Zainab, y ella llegó a convertirse en la
séptima esposa del profeta. Según los historiadores musulmanes Muhammad tenía entre nueve y once esposas al
tiempo de su muerte, sin contar a varias concubinas. Una de ellas fue María, una esclava cristiana copta que había
sido entregada a Muhammad por un gobernante egipcio. Cada esposa tenía una habitación individual y
Muhammad dormía una noche con cada una. No resulta llamativo que ante tal realidad la paz fuera un valor escaso
en la casa del profeta.

LA BATALLA FINAL CON LA MECA


En el quinto año de la hégira, los quraysh hicieron el último intento desesperado para destruir a Muhammad y su
centro de poder en Medina (Batalla de la Trinchera). Un ejército de diez mil hombres avanzó hacia Medina y los
musulmanes se protegieron cavando una zanja alrededor de la ciudad como defensa. Los guerreros de la Meca no
pudieron tomar la ciudad y en cuanto se agotaron sus provisiones debieron regresar a su lugar. Nunca más
intentaron luchar en contra de Muhammad.
Sin embargo, Muhammad estaba decidido a someter a la Meca, pues deseaba poseer este sitio en Arabia más que
ninguno otro. En el año 628 el anhelo del profeta de realizar otra peregrinación a la casa de Alá lo impulsó a viajar
hacia la Meca junto a un grupo de musulmanes. Pero los quraysh prohibieron la entrada de los peregrinos a la
ciudad, motivo por el cual se iniciaron negociaciones que concluyeron con la celebración de un tratado. Ambas
partes acordaron el cese de las luchas por diez años y Muhammad obtuvo un permiso para ingresar con sus
seguidores a la Meca, el año siguiente, sin armas. Los musulmanes consideraron este acuerdo como una derrota, pero
el profeta les aseguró que era una gran victoria. Por revelación, Muhammad supo que el Islam era “la religión
verdadera, para que prevalezca sobre toda otra religión” (sura 48.28). A partir de entonces, tanto el judaísmo como el
Cristianismo serían sustituidos por el Islam.
En el año 629, Muhammad había obtenido varias victorias en batallas con las tribus rebeldes. Por entonces, el
profeta y dos mil de sus seguidores se acogieron al permiso conseguido en el tratado, el año anterior, y viajaron a la
Meca para la peregrinación menor (Lesser Hajj). Mientras los musulmanes se aproximaban para entrar desarmados a
la ciudad, los quraysh la abandonaban. Muhammad realizó toda la observancia de los rituales paganos: caminó siete
veces alrededor de la Kaaba todavía llena de imágenes, besó la piedra negra y ofreció sacrificios. Además, se casó con
su undécima mujer y enroló en sus filas a varios de sus antiguos enemigos.
UNA TAZA DE TÉ
Usted fue vista. Por Halima, una joven musulmana.
Ella está intrigada por su vida. ¿Por qué salió usted de
su país natal? ¿Por qué vino aquí? ¿Por qué no es igual a
las mujeres de la televisión?
Halima quisiera conocerla, pero teme que usted no
vaya a entenderla o aceptarla. Ella está esperando que
usted le hable.
Y usted se pregunta: “¿Qué le digo?” Sin embargo, se
aproxima a ella y, para su sorpresa, las palabras fluyen
naturalmente.
“Hola. ¿Le gustaría venir a mi casa para tomar una
taza de té?”
Luego de haberse producido el encuentro, usted
sonreirá y pensará: “Todo lo que yo debía hacer era
invitarla a tomar una taza de té.”
En la actualidad, las mujeres musulmanas aparecen
con frecuencia en las noticias. Por lo general, se hallan
en situaciones extremas: o son dignas de compasión
como las afganas veladas bajo el dominio talibán, o son
merecedoras de admiración como las fuertes activistas
políticas de Indonesia, Bangladesh y Egipto. Podemos
observar a las mujeres detrás de su misterioso velo,
pero a medida que las conocemos descubrimos que son
similares a nosotras. Como Halima, ellas sufren dolores,
tienen sueños, adoran a Dios, afrontan obligaciones
familiares, laborales y académicas. Muchas mujeres
musulmanas han encontrado a Jesús y han percibido su
amor a través de las palabras y las acciones de sus
congéneres cristianas. Más tarde se constituyen en
soportes esenciales de las comunidades centradas en
Cristo.
Fuente: www.frontiers.org.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Geraldine Brooks, Nine Parts of Desire: The Hidden
World of Islamic Women (New York: Anchor Books,
2004).

LA MECA, CENTRO DEL ISLAM


A pesar del acuerdo que garantizaba el cese de las guerras por una década, Muhammad estaba convencido de que
había llegado el momento de conquistar la Meca a fin de controlar toda Arabia. Apenas volvió de la peregrinación
menor reclutó un ejército de diez mil hombres en Medina y emprendió el regreso a la Meca. Cuando la tropa llegó a
la ciudad, Abu Sufyan, líder de los quraysh y uno de los peores enemigos de Muhammad, viendo que la resistencia
era inútil decidió salir al encuentro de los conquistadores y convertirse al Islam. Entonces los musulmanes entraron a
la ciudad sin oposición. Muhammad se dirigió a la Kaaba y ordenó que las imágenes fueran sacadas y destruidas.
Asumió el gobierno de la ciudad de la cual había huido ocho años atrás. Declaró la amnistía general para los
habitantes de la Meca, a excepción de unos pocos individuos que fueron ejecutados por ciertos delitos. La Meca se
convirtió en el centro del Islam, y Muhammad en su jefe supremo. Realmente fue un día alegre y triunfal para
Muhammad y sus seguidores. Los nuevos creyentes de la Meca fueron recompensados por su actitud de sumisión y
recibieron generosas porciones de un gran botín recientemente adquirido en batallas contra algunas tribus rebeldes
de Hunain. No obstante, algunos antiguos creyentes no celebraron los acontecimientos.

CONVERSIÓN POR LA FUERZA


En el noveno año de la hégira, muchas tribus que intentaban resistir a Muhammad debieron sometérsele. El profeta
recibió una revelación que abrogaba la orden anterior de no usar la fuerza en la incorporación de nuevos conversos
(sura 2.256). “Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores dondequiera que les
encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y
dan el azaque, entonces ¡dejadles en paz!“ (sura 9.5). El propósito de este comando fue acabar con la idolatría y así
sucedió con gran éxito. No solo los paganos fueron forzados a convertirse en musulmanes a punta de espada, sino
también los cristianos. Ukaider, un príncipe cristiano del norte de Arabia, recibió la promesa de retener su vida a
cambio de abrazar la fe islámica, cosa que hizo más tarde. De este hecho podemos inferir que los cristianos de aquel
tiempo se cuentan como politeístas.
Sin embargo, una política diferente fue aplicada a los cristianos de Nejran, en el sur de Arabia. La tradición dice
que esta comunidad cristiana recibió una carta de Muhammad con la orden de convertirse al Islam provocando gran
perplejidad entre ellos. ¿Tenían que someterse o debían luchar contra Muhammad? Los líderes de la comunidad
decidieron enviar a una numerosa delegación para hablar con el profeta, de modo que el obispo y varios de sus
principales hombres hicieron el largo viaje a Medina. A su arribo encontraron a Muhammad en la mezquita. Él les
dio la bienvenida y les permitió realizar allí su culto cristiano. Luego de tres días Muhammad instó a los cristianos a
aceptar el Islam suscitando una discusión acerca de Isha (Jesús). Muhammad manifestó que Jesús era su hermano y
solo un siervo de Dios, por cuyo permiso había sanado a los enfermos y resucitado a los muertos. Pero los cristianos
insistieron en su afirmación de que Jesús era el Hijo de Dios, y se negaron a renunciar a su fe en Jesús para
convertirse en musulmanes.
En esta instancia Muhammad recibió una nueva revelación con instrucciones precisas de juzgar a los cristianos por
imprecación. Ellos se maldijeron unos a otros y dejaron librada su razón a Dios. Entonces Muhammad salió con su
hija Fátima, con Ali, el marido de ella (primo del profeta) y con sus hijos Hasan y Husein, y se sentó sobre un manto.
Pero los cristianos llegaron a la cita adornados con las mejores prendas de seda. Profundamente impresionados por la
sencillez de la familia santa del Islam y temerosos de ser destruidos por la maldición de Muhammad, se negaron a
participar del juicio. Este es el relato de la tradición islámica, pero no existe escrito cristiano alguno de esta notable
confrontación.
Muhammad permitió a los cristianos mantener su religión y permanecer bajo su amparo a cambio del pago de un
alto tributo. La condición fue aceptada y los cristianos regresaron a sus hogares. Probablemente, esta fue la primera
ocasión en que Muhammad estuvo cara a cara con cristianos instruidos e influyentes; sin embargo, parece no
haberse esforzado en lo más mínimo para aprender las verdaderas enseñanzas de la religión cristiana. Su objetivo era
dominar a los cristianos y lo consiguió.

LA GRAN PEREGRINACIÓN Y LA MUERTE DE MUHAMMAD (632 D.C.)


En el décimo año de la hégira, Muhammad salió con rumbo a la Meca en su última gran peregrinación (Hajj). Llevó
consigo a todas sus esposas y, según se cree, cientos de miles de personas lo acompañaron. El profeta realizó todos los
ritos de la peregrinación de acuerdo con las antiguas costumbres paganas, incorporándolos a su religión y
estableciendo el ejemplo para los futuros peregrinos. Pronunció estas palabras en un discurso: “Hoy os he
perfeccionado vuestra religión” (sura 5.3).
Conforme a la tradición de los musulmanes de la secta chií, en el viaje de regreso a Medina, Muhammad detuvo la
caravana en un lugar desértico muy caluroso y reunió al pueblo a su alrededor. Convocó a su yerno Ali y lo nombró
su sucesor ordenándoles a sus fieles que lo obedecieran. Pero esta tradición es considerada falsa y rechazada por otros
musulmanes. Poco tiempo después de su retorno a Medina, Muhammad enfermó seriamente. Temiendo que tras su
muerte los fieles se pelearan entre sí, amonestó a los líderes a ser leales y a obedecer a su sucesor. Debido a su grave
enfermedad, el profeta delegó la dirección de la adoración a Abu Bakr, hecho que fue considerado por algunos como
la indicación del futuro sucesor. Finalmente Muhammad murió el ocho de junio de 632 en la habitación de su mujer,
Aisha, mientras descansaba en su regazo. Se cree que en ese sitio fue excavada la tumba y fue sepultado el profeta de
Arabia. Más tarde se erigió una mezquita, llamada Mezquita del Profeta, y la tumba se convirtió en lugar de
peregrinación.

EL PROGRESO DEL ISLAM


Tras la muerte de Muhammad se desató una lucha por el poder. Si bien Ali había sido nombrado por Muhammad
como su sucesor, no fue reconocido por los líderes. Ellos ofrecieron su lealtad a Abu Bakr, quien se transformó en el
primer califa (lugarteniente o representante de Alá). Otros tres se sucedieron en el cargo, pero todos fueron
asesinados por su propia gente y Ali llegó a ser el cuarto califa. A pesar de las graves dificultades internas por las
continuas guerras entre los musulmanes, sus ejércitos salieron a conquistar el mundo. Los increíbles éxitos
alcanzados parecían señalarles que Dios estaba con ellos.
En poco tiempo la fuerza islámica impulsada por el fervor religioso y el ansia de ambición y conquista, derrotó a los
ejércitos imperiales de Persia y Bizancio. Además conquistó Siria y Egipto, avanzó por el norte de África, ganó las
tierras que habían sido bastiones cristianos y ocupó España. Recién en el año 732 la milicia musulmana se detuvo en
su avance hacia el oeste por la victoria de Carlos Martel, en la batalla de Tours, en Francia. También acometió hacia el
este conquistando los territorios cercanos a los ríos Oxus e Indo. Por las vías pacífica o guerrera, el Islam continuó su
avanzada hasta establecerse en toda Asia y África. Actualmente la quinta parte de la población mundial ostenta con
orgullo su elección por el Islam.

MEDIDO Y HALLADO FALTO


Después de haber presentado con precisión e imparcialidad la historia de Muhammad, el fundador del Islam, nos
preguntamos cuál es nuestra apreciación personal acerca del profeta. Las posibles opiniones han sido expuestas. Por
un lado, ha sido descrito como el profeta más santo y perfecto de Dios, y por el otro, ha sido considerado como el
diablo encarnado, que, según Dante, encabezará la fila de los condenados por haber conducido a mucha gente por el
mal camino. No se cuestiona aquí la gran capacidad de este hombre que logró un éxito notable al enfrentar
dificultades casi insuperables. Como líder tuvo la extraordinaria habilidad de ganar y conservar la lealtad de sus
seguidores. Fue un hombre muy religioso que detestó a los ídolos y se dedicó con pasión a quien admitía como el
único y verdadero Dios: Alá. Su coraje y perseverancia en la proclamación de la doctrina de la unidad de Dios son
verdaderamente inspiradores.
Sin embargo, la vida de este hombre importante resulta exigua cuando se la compara con la de Jesucristo.
Muhammad comenzó su misión siendo un predicador sincero y obediente a la verdad, tal como él la percibía, pero
en algún momento perdió el rumbo. Por no recurrir a personas calificadas que lo guiaran a Dios, tomó un camino
equivocado para sí mismo y para una incontable multitud de seguidores. Al ignorar las enseñanzas de Cristo, ya sea
intencionalmente o por ignorancia, Muhammad nunca conoció el gran amor de Dios por él y por toda la
humanidad, y la entrega de su Hijo para salvar al mundo.
La falta de conocimiento verdadero de Dios llevó a Muhammad a colocar la conveniencia política e incluso las
preferencias personales por encima de los principios morales y éticos que él mismo había enseñado. Utilizó las
revelaciones, que declaraba divinas, para justificar ciertas acciones que hasta los árabes paganos consideraban
equivocadas. Cuando afirmó que el Islam había reemplazado al Cristianismo, y que él mismo, el sello de los profetas,
había suplantado a Cristo, rechazó el santo propósito de Dios de salvar al mundo solo por medio de Cristo. El
mensaje de los auténticos profetas de Dios debe ser concordante en todos los tiempos. La enseñanza de Muhammad
contradice los principios fundamentales de la Palabra de Dios revelada por los antiguos profetas y los apóstoles, y en
particular difiere de la verdad de Jesucristo. Entonces no es posible que los cristianos estimen a Muhammad como un
verdadero profeta de Dios, sino más bien como a uno de aquellos predichos por Cristo que engañarían a muchos
(Mt. 24.24-25). Por lo tanto, debemos trabajar y orar por la salvación de los musulmanes.

Final de las lecturas claves de la Lección 1. Ver Aprende Más.


EL CRISTIANISMO Y LOS INICIOS DEL ISLAM
por Samuel H. Moffett

NOTA DEL EDITOR


Al igual que el doctor Miller, el doctor Moffett es respetuoso en sus referencias acerca de los musulmanes, y
particularmente perspicaz en la percepción de las oportunidades que los cristianos perdieron en los comienzos del
Islam. Tanto Miller como Moffett fueron adelantados de su tiempo en la adopción de posiciones bastante imparciales
respecto de los musulmanes. Sin embargo, por ser el resultado de generaciones anteriores, ambos proyectan alguna
superioridad occidental. En particular, la asociación que el doctor Moffett realiza de Muhammad con la derrota del
Cristianismo, y de Carlomagno con el triunfo del Cristianismo parece mal concebida. El avance político-militar y la
retirada no indican el avance y el retroceso del evangelio, pues sería afirmar que Dios debería estar detrás de los
“ganadores”. (Y como ya hemos leído anteriormente, el doctor Miller efectúa varios golpes indirectos a Muhammad
debido a la discordia presente en su hogar y a su disposición de usar la espada).

En 717 Uma r a l -Azi z l l egó a l poder y l os cri s ti a nos de Nejra n l e ma ni fes ta ron el pel i gro de extermi ni o a l que es ta ba n expues tos … Que
debi do a l a s conti nua s i ncurs i ones á ra bes el l os pa decía n oneros a s s obreca rga s en l os i mpues tos pa ra a ba s tecer ta l es a va nces , y que
s ufría n un tra to i njus to por pa rte del goberna dor. Por órdenes de Oma r s e rea l i zó un cens o que revel ó que el grupo s e ha bía reduci do a
una déci ma pa rte del número ori gi na l (Ba l a dhuri [d. 892], tra d. por Hi tti ).
Muhammad en Asia y Carlomagno en Occidente fueron dos hombres que podrían haber cambiado de manera
dramática y decidida la historia del mundo, mejor que nadie en los segundos quinientos años de la era cristiana (500-
1000). Muhammad simboliza la derrota del Cristianismo en Asia y Carlomagno denota el triunfo en Occidente. En la
historia de la Iglesia, la derrota nunca es final ni el triunfo es completo, pero para el Cristianismo asiático, la pérdida
del Medio Oriente en manos del Islam fue más que la pérdida de su hogar y de su lugar de origen. Esta avanzada
marcó el freno inicial a la expansión cristiana en los primeros 600 años de la historia de la Iglesia.
La conquista musulmana de mediados del séptimo siglo, que terminó abruptamente con la era persa de la historia
de la iglesia asiática, no señaló el fin del Cristianismo persa. Fue una época de agitación en los imperios, pero la
Iglesia no fue derribada en medio del caos de la persecución religiosa y la masacre con la que popularmente se las
asocia. Al contrario, existe evidencia considerable para decir que los nestorianos persas le dieron la bienvenida a los
árabes como libertadores de la opresión zoroastriana, y que los conquistadores árabes en cambio entendieron que era
más ventajoso segregar y utilizar a los cristianos antes que exterminarlos. La metáfora inolvidable de Gibbon
presentando a los cristianos enfrente de “Muhammad con la espada en una mano y el Corán [Qur’an] en la otra” es
doblemente engañosa. Para Muhammad el Libro Sagrado era la Biblia, el Corán apareció recién después de su
muerte. Una mejor metáfora que la de la espada hace alusión a una red, refiriéndose a las relaciones entre
musulmanes y cristianos. Ilustra que luego de la conquista los cristianos se encontraron atrapados en la red del Islam,
pero no solía ser bajo su espada. Aunque la red no siempre era cómoda, al menos era más segura que la espada.
En la historia de los nestorianos, escrita probablemente a principios del siglo IX, el desconocido autor de la “Crónica
de Seert” describe en términos muy positivos la reacción perso-cristiana frente a los vencedores. Ni los cristianos ni los
judíos estaban obligados a renunciar a su religión y si bien padecieron impuestos demasiado elevados, en general no
sufrieron maltratos violentos. El cronista cristiano dice: “Los árabes han tratado a los cristianos con generosidad, y,
por la gracia de Dios (alabado sea), la prosperidad reinó y el corazón de los cristianos se alegró bajo el dominio de los
árabes. Que Dios lo afirme y lo haga triunfante”.1

MUHAMMAD Y LOS CRISTIANOS


A medida que la marea árabe avanzaba, los cristianos reclamaban que la autoridad de Muhammad saliera en
defensa de sus derechos religiosos. Diversas fuentes árabes y cristianas han conservado copias o extractos de un
tratado que dice haberse celebrado por el profeta y los cristianos de Nejran (norte de Yemen) y todas las demás sectas
cristianas.2 Es posible que Muhammad hiciera un acuerdo especial con la iglesia de Nejran, bien conocida por los
árabes como el centro cristiano del sur de Arabia3 . Este convenio pudo haber servido como un modelo base para los
posteriores. Pero los detalles de la vida del profeta son demasiado inciertos4 para rubricar la autenticidad de
cualquiera de los compromisos jurídicos formales que le han sido atribuidos hacia las comunidades cristianas.
Probablemente, la primera tentativa comprensible de esbozar la situación de los cristianos bajo el Islam es el pacto de
Umar (Omar). Umar, suegro de Muhammad, gobernó como segundo sucesor del profeta desde 634 (dos años
después de la muerte de Muhammad) hasta diez años después de la toma de Seleucia-Ctesifonte, capital del imperio
persa, en manos de los árabes (644).
Sin embargo, Muhammad tuvo contacto personal con los cristianos, y en general se formó una opinión favorable
de ellos, años antes que sus sucesores los conquistaran por completo. La historia de su primera reunión con un
cristiano es tan poco fiable como las anécdotas de los inicios de su vida, pero tanto los historiadores árabes como los
cristianos la repiten a menudo. El primero y más confiable de los biógrafos del profeta musulmán es Ibn Ishaq. Este
escritor del siglo VIII informa que a los doce años, en un viaje en caravana a Siria con su tío, el joven Muhammad
conoció a Bahira, un monje cristiano (nestoriano), en Basra (sede del obispo monofisita de los árabes del desierto). El
viejo monje reconoció los signos de grandeza en el niño y lo protegió de algunos que podían perjudicarlo.5 El mismo
biógrafo menciona a Jabr, otro cristiano tal vez etíope, que ejerció gran influencia sobre el profeta: “Según mis
informaciones, el apóstol se sentaba frecuentemente en Al-Marwa (una colina con vista a la Meca), en el puesto de un
joven cristiano llamado Jabr, un esclavo de B. al-Hadrami (tribu). Solían comentar: “El que enseña a Muhammad la
mayor parte de lo que él expone es Jabr, el cristiano”.6

Otra tradición sugiere que un primo de la primera esposa del profeta era cristiano. Su nombre era Waragah ibn
Naufal, la persona más informada acerca del Cristianismo, en el entorno de los conocidos de Muhammad. Se lo
describe como “hanif”, un término que define a uno que se había convertido por descontento con el paganismo y era
atraído por vagas ideas monoteístas.7 Algunos dicen que Waragah ibn Naufal se convirtió en un cristiano antes de su
muerte,8 pero la familia de Muhammad, el Hashim, que pertenecía a la tribu quraysh, tenía intereses creados en el
paganismo. Su bisabuelo, Hashim, había ganado para los quraysh el derecho de proporcionar alimentos y agua para
los peregrinos de la Kaaba, la casa santa en la Meca. Más tarde la tradición musulmana identificaría a ese como el
lugar donde el ángel se le apareció a Agar en el desierto para salvar al padre de los árabes, el niño Ismael (Ismail; cf.
Gn. 21:15-20). No obstante, cuando nació Muhammad, la casa santa todavía estaba llena de ídolos. Los elementos
más sagrados eran la santa piedra negra, que según algunas tradiciones había bajado del paraíso, y la estatua
moabita de Hubal, jefe de muchos dioses de la Meca.
Muhammad fue un líder improbable. Pertenecía a una familia pobre y decadente en poder. Su padre murió antes
de que él naciera y, de acuerdo a la costumbre árabe, no podía heredar los bienes paternos. Fue criado por un tío, jefe
de la familia de Hashim. Pero su suerte comenzó a cambiar a los veinticinco años. Se casó con una viuda rica quince
años mayor que él y alcanzó una vida más tranquila que le permitió entrar en un período de meditación y
experiencias místicas. Alrededor del año 610, Muhammad tenía cuarenta y cuatro años, y mientras una triunfante
Persia hacía retroceder a los ejércitos de Constantinopla a través de Odesa, Antioquía y el Mediterráneo, las
meditaciones empezaron a ser interrumpidas por visiones y voces que Muhammad asumió como el llamado de Dios
para ser su mensajero.9

CAMBIOS SOCIALES Y RELIGIOSOS


La península Arábiga padeció una época de agitación social. Durante casi cien años de guerra incesante (540-629),
Roma y Persia se destruyeron una a la otra, lenta pero eficazmente. Mientras la guerra continuaba en el siglo VII, los
agotados imperios eran cada vez menos capaces de proteger a sus estados árabes en las fronteras del desierto. Los
reyes Ghassanid en el noroeste debían lealtad a Roma, y Lakhmid y Yemen, en el este y el sur respectivamente,
cuidaban a Persia. En aquellos reinos las comunidades cristianas árabes habían sido plantadas por los monofisitas en
la frontera sur de Roma y por los nestorianos más cerca de Persia. La nueva riqueza se acumulaba en el centro de la
neutralidad política, a lo largo de la estratégica ruta de caravanas norte-sur de África a la Siria romana, y estaban
fuera de las comunidades de los reinos árabes donde las asociaciones cristianas árabes habían comenzado a florecer.
Más tarde, el poder económico y político se escurriría de las fronteras evangelizadas del imperio hacia los centros no
alcanzados, a través de la ruta de caravanas África-Siria y las ciudades comerciales paganas del desierto, Medina y la
Meca.10
En medio de este fermento de cambio las revelaciones de Muhammad trajeron dos pronunciamientos más
inquietantes y decisivos, uno religioso y otro social. Para los paganos, su prédica en contra de los ídolos y la proclama
de un solo Dios, bueno y todopoderoso, amenazaba la principal fuente de orgullo de la Meca, la casa santa, el
santuario de los dioses. Para los ricos, máximos beneficiarios de la actividad de caravanas y peregrinos, su mensaje
apuntó a que la riqueza debía ser compartida con los pobres. Por lo tanto, es bien comprensible que Muhammad
fuera menos popular entre los ricos que entre los pobres. Las lealtades al clan se debilitaron y las divisiones de la
gente no fueron por causa de las familias, sino por las posesiones. Toda la ciudadanía estaba molesta. Entonces
sucedió el inolvidable incidente en que los ricos y más poderosos miembros de su propio clan, los quraysh, llevaron a
Muhammad a las afueras de la Meca por considerarlo un buscapleitos.11
Con alrededor de setenta seguidores, el profeta encontró refugio en Yathrib, aproximadamente a 300 millas al norte
de la Meca. Más tarde Yathrib reemplazaría su nombre por Medina, en honor a Mahoma12 . La historia de los
musulmanes está fechada en el año 622, a partir de esta peregrinación de gran impacto, conocida como la Hijra (o
Hégira que denota cambio de dirección, también emigración, o menos precisamente, huida).13
En Medina, Muhammad continuó su cruzada contra el politeísmo. Su contacto religioso más importante fue con
los judíos pertenecientes a una gran comunidad de la ciudad. Muhammad llegó a la conclusión de que un pacto de
tolerancia mutua parecía lógico en su afán de atraer juntamente a ambos grupos monoteístas: los judíos y los
musulmanes.14 Comenzó a elaborar un reglamento de culto para sus propios seguidores e incluso pensó en utilizar
una trompeta, tal como los judíos empleaban en su llamado a la oración. Pero muy pronto la alianza entre
musulmanes y judíos se desmoronó. La tradición musulmana deduce que sucedió así porque muchos judíos de
Medina comenzaron a identificar a Muhammad con la venida de su Mesías y empezaron a unirse a los peregrinos de
la Meca.15

LA ACEPTACIÓN DE MUHAMMAD COMO LÍDER


En verdad Muhammad no pudo realizar una alianza con los judíos, pero finalmente encontró su lugar de liderazgo
entre las comunidades paganas de la Medina árabe.16 Por último ganó entre estas personas la aceptación como un
profeta de la religión, aprendió a estimular a sus seguidores para la guerra y perfeccionó sus habilidades como
estratega y árbitro políticamente neutro de las tribus antagónicas que estaban destrozando la ciudad. Muhammad
comenzó por unificar a la gente de Medina que reñía con los comerciantes árabes rivales (sus propios opositores) en
la Meca y la capitaneó en devastadores ataques a las caravanas de la Meca. Aprovechó su alejamiento de la
comunidad judía para reunir religiosamente a los árabes en contra de ella. Exhortó a sus seguidores a rechazar la
demanda exclusiva que los judíos se atribuían de ser “los hijos de Dios”, y aún más, despertó en aquellos la envidia
por la prosperidad de los judíos. En una serie de episodios trágicos que acarrearon duras críticas al profeta, los judíos
de Medina fueron expulsados de la ciudad por exilio, asesinato y ejecución.17 Antes Muhammad había dirigido el
culto hacia Jerusalén, pero más tarde cambió la dirección del pueblo hacia la Meca, la ciudad santa, y la Kaaba, el
lugar sagrado. Instituyó el ayuno de Ramadán en sustituto del día de expiación. En el año 630, los ejércitos de la
unida Medina ocuparon la Meca luego de haber obtenido el triunfo, conducidos por el líder religioso que había sido
ridiculizado y rechazado por los habitantes de la Meca. El Islam se había convertido en algo más que el primer paso
hacia la unificación de la península Arábiga, o una variación de la religión judaica. Fue el comienzo de una nueva y
universal visión que abarcaría una meta futura superior, es decir, la conquista del mundo. Ese mismo año
Muhammad condujo a un ejército de treinta mil hombres hacia el norte, contra las fronteras del sur de Persia. Esta
movida podría haberse convertido en una ayuda significativa de las dos mayores tribus arábigas cristianas
(monofisitas): Bakr banu-Wail y Taghlib. Pero dos años más tarde murió Muhammad.

EL CRISTIANISMO Y EL CORÁN
Para encontrar la más auténtica referencia de las actitudes primitivas musulmanas, debemos remitirnos en primer
lugar al Corán.18 Las 114 suras o capítulos del Corán no aparecieron por escrito en forma compilada, sino hasta
después de la muerte de Muhammad. Fueron reunidas y editadas por su secretario durante los mandatos de los
sucesores del profeta. En el período del califa Umar se intentó producir una colección inicial, pero la versión canónica
fue formulada en la época del califa Uthman (644–656). La fecha de varias visiones y profecías es muy discutible y a
menudo los académicos no concuerdan al respecto de cuáles suras se remontan a los primeros tiempos de
Muhammad en la Meca y cuáles proceden del período posterior en Medina. Sin embargo, aceptando cierto cambio
gradual en la comprensión de la fe cristiana que tenía Muhammad, y juzgando las cosas por el Corán en su
conjunto, se puede decir que resulta sorprendente la tolerancia que el profeta tuvo con el Cristianismo, y asombroso
el desconocimiento de su doctrina.
LA NECESIDAD DEL MOMENTO
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas. (Mt.
9:36)
La mayoría de los musulmanes hoy día no han
experimentado la compasión de Cristo a través de
actitudes de amistad y servicio por parte de los
cristianos. La necesidad del momento es que los
creyentes se relacionen con los musulmanes con
compasión. Un primer paso sería mostrar amistad.
Hágase amigo de un compañero musulmán o salude a
los musulmanes de su vecindad. ¿Cómo podemos hacer
eso? Jesucristo nos muestra el camino.
Jesús tomó la iniciativa, exhibiendo compasión y
servicio. Él dejó el cielo para convivir y servir a la
humanidad (vea Fil 2:5-11). Motivado por su compasión
hacia nosotros, Dios tomó la iniciativa y vino a nosotros
con un mensaje de amor, esperanza y salvación.
Así como Jesús tuvo compasión de los hombres y las
mujeres, Dios nos concede compasión como motivación
para que nos identifiquemos, ofrezcamos ayuda y
mostremos misericordia a los demás, compartiendo sus
sufrimientos. Pidamos a Dios que nos conceda su
actitud de amor y servicio, para que podamos alcanzar a
los musulmanes que Él coloca a nuestro alrededor.
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org (Sitio
en ingéls. Acceso en 3/7/2013).

El principio general de Muhammad acerca de la revelación cristiana en el Antiguo y el Nuevo Testamento no


presentaba conflicto. La Palabra de Dios había venido tanto a los profetas judíos, a Jesús y a los apóstoles, como a él
mismo por manifestación directa.19 La influencia del Antiguo Testamento en el Corán es predominante, pero las
referencias a las enseñanzas del Nuevo Testamento, aunque importantes, aparecen más bien dispersas y desiguales.
Muhammad no fue el culpable. L.E. Browne ha señalado que si los cristianos de aquella época, en que Arabia estaba
poco alfabetizada, hubieran aprovechado la oportunidad y hubieran “hecho de la Biblia el primer libro árabe en
lugar del Corán, el curso de la historia religiosa de Oriente podría haber sido diferente”.20 A pesar de la presencia de
cristianos calcedonios, nestorianos y monofisitas en Arabia por al menos 300 años, no se había realizado la traducción
del Nuevo Testamento en árabe.21 Así que cuando el profeta buscó un nombre para el único Dios verdadero, ese
mismo Dios que él creía que tanto cristianos como judíos también adoraban, no escogió el título hebreo o griego de
Dios, sino que adoptó “más bien vacilante” el utilizado por los árabes para el pagano ser supremo, Alá.22 Mantener
una religión estrictamente monoteísta purificándola del desorden de los dioses árabes y de las supersticiones, pero al
mismo tiempo sostenerla firmemente arraigada en la tradición arábiga, probó ser el golpe maestro a la adaptación
cultural.
JESUCRISTO
Muhammad se refiere a Jesucristo con el mayor respeto, pero solo considerándolo como uno de los más grandes
profetas. Según algunas citas tradicionales la primera mención de Jesús en el Corán23 se halla en la sura 19, donde
Jesús es descripto como un profeta del libro, al igual que Moisés. Aunque Moisés es mencionado frecuentemente,
Muhammad atribuye más títulos honoríficos a Jesús que a cualquier otra figura en la historia del Islam, su
“verdadera religión”, Jesús nunca es criticado. Él es mensajero, profeta, siervo, palabra de la verdad, espíritu de Dios,
hijo de María y Mesías. Nació de una virgen, obró milagros y fue llevado con vida al cielo.24 Sin embargo, su
principal misión en la tierra fue confirmar la ley anunciada por los antiguos profetas, dada a los descendientes de
Abraham y traer “el anuncio de un Enviado que vendrá después de mí, llamado Ahmad [Muhammad]” (sura 61.6).
Muchos detalles sumados al Corán, con ecos de documentos apócrifos del siglo III, convierten en historia fantástica
la vida y obra de Jesús. Por ejemplo, menciona que el nacimiento de Cristo sucedió debajo de una palmera en el
desierto y que un ángel instruyó a María a sacudirla y a comer sus dátiles. Luego el ángel hizo descender del paraíso
una mesa preparada para un banquete. Resulta más grave en sus implicaciones teológicas el relato coránico de la
crucifixión, pues se aparta del Nuevo Testamento. El Corán afirma que Jesús no murió, sino que fue rescatado de la
cruz y que un sustituto tomó su lugar (sura 19.22, 3.49, 4.157, 5.112-18).25
LA HISTORIA DE RASHID
Cuando Rashid se dio cuenta de que el libro que tenía
en sus manos estaba escrito en tifinagh, el antiguo
alfabeto de su propia lengua, su rostro arrugado se
iluminó. A pesar de que no podía leer las palabras, su
identidad bereber hizo que aquellos símbolos parecieran
preciosos.
Exclamó: “¡No tienes idea de lo mucho que esto
significa para mí!” Estudiando las letras por muchos
minutos, su atención se volvió hacia el resto del
misterioso cuadernillo que sujetaba. Luego tomó otra
copia del libro en árabe la cual pudo leer más
fácilmente. Una vez más se mostró encantado. Era el
evangelio de Juan. Y dijo: “¡Este es el Inyil! Yo siempre
he querido leer el Inyil (parte del libro religioso de los
cristianos; ver en el glosario). El Corán habla acerca de
él. Usted me ha dado el regalo más precioso”.
Rashid es un bereber del norte de Marruecos. Después
de jubilarse, hace ya varios años, dedicó su vida al
estudio del Islam. Vive tranquilamente, rara vez sale de
su casa, excepto para hacer las oraciones, y pasa el
tiempo leyendo libros religiosos. Es uno de los muchos
hombres bereberes riffi. A medida que ellos llegan al
final de la carrera y sus hijos son adultos, empiezan a
pensar más en las cosas espirituales. Algunos solo
tratan de comportarse de una manera respetable y otros
quieren subsanar los pecados de la juventud. Pero
muchos como Rashid están buscando la verdad
espiritual. Que encuentren lo que buscan.
Fuente: Marti Smith, www.missionscatalyst.org

REPUDIO A LAS DOCTRINAS CRISTIANAS


Es imposible determinar cronológicamente cuándo y cómo las diferencias entre Muhammad y los cristianos se
tornaron más evidentes porque las fechas de los capítulos del Corán son muy inciertas. Pero los principales puntos de
discusión se esclarecieron en la época en que el Corán comenzó a escribirse, tal vez no mucho antes de la muerte del
profeta, en 632. Como ya mencionamos, la primera colección se compiló recién en el califato de Umar (634-644) y,
según la tradición, “de las hojas del dátil y las tablas de piedra blanca y de los pechos de los hombres”. La edición
canónica final se completó en el siguiente califato de Uthman (644-656).26
En ese momento, el profeta manifestó explícitamente su repudio a la doctrina central cristiana de la Trinidad y la
divinidad de Jesucristo. Aceptó el hecho de la ascensión de Jesús, pero sin su paso por la cruz. Su diferencia con
quienes todavía llamaba “el pueblo del libro” radicaba en su rechazo a la integridad de las Escrituras. Muhammad
acusó a los cristianos de alterar sus propios registros escritos de la revelación de Dios. Debido a que Dios no cambia,
la Palabra dada a ellos en la antigüedad debía estar en completo acuerdo con sus postreras revelaciones al último y
más grande de los profetas, o sea a Muhammad. “¡Creed, pues, en Alá y en Sus enviados! ¡No digáis ‘Tres’!… Alá es
solo un Dios Uno. ¡Gloria a Él! Tener un hijo…” (sura 4.171). “Y cuando dijo Alá: ¡Jesús, hijo de María! ¡Eres tú quien
ha dicho a los hombres: ‘¡Tomadnos a mí y a mi madre como a dioses…!’ Dijo: …¿Cómo voy a decir algo que no
tengo por verdad?” (sura 5.116). “Pero los impíos de ellos [cristianos] cambiaron por otras las palabras que se les
habían dicho” (sura 7.162). “¡Gente de la Escritura! ¿Por qué disfrazáis la Verdad de falsedad y ocultáis la Verdad?”
(sura 3.71).27
De todos modos, el profeta mantuvo lazos de amistad con las comunidades cristianas que encontró en Arabia. Esto
manifiesta un claro contraste en su actitud hacia los judíos: “Verás que los más hostiles a los creyentes son los judíos y
los asociadores [politeístas], y que los más amigos de los creyentes son los que dicen: ‘Somos cristianos’ [nazarenos].
Es que hay entre ellos sacerdotes y monjes, y no son altivos” (sura 5.82).
Pero hay pistas de endurecimiento en la mentalidad islámica dispersas en las páginas del Corán, a partir de las
diferencias de creencias y enseñanzas cada vez más evidentes. Entonces, tanto los cristianos como los judíos fueron
recriminados por igual: “¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de
otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío” (sura 5.51).
Es evidente que poco antes de su muerte, el profeta vio muy claramente que sus primeras esperanzas de atraer a los
monoteístas, judíos y cristianos, a sus nuevas revelaciones, habían sido una ilusión. Para ese tiempo, también,
cualquier esperanza cristiana sólida de convertir el Islam al monoteísmo cristiano se había esfumado.

POR QUÉ MUHAMMAD NUNCA SE CONVIRTIÓ AL CRISTIANISMO


Cabe preguntarnos por qué si Muhammad al principio estuvo tan abierto al testimonio del Antiguo y Nuevo
Testamento no se convirtió más tarde al Cristianismo.
La primera razón ya fue sugerida y es que no existía la Biblia en la lengua árabe. Muhammad nunca tuvo la
oportunidad de conocer las Escrituras del canon cristiano verdadero y plenamente aceptado, y además los
fragmentos que había oído no le resultaron lo suficientemente convincentes. Es muy posible que en relación a ello
hubiera cierta insensibilidad cultural hacia los árabes de parte de los cristianos del imperio persa y la Siria bizantina.
¿Por qué los misioneros asiáticos tradujeron las Escrituras a los idiomas de las culturas más conocidas, como el siríaco
o el chino en parte, y no al árabe? ¿Acaso no consideraban válido el esfuerzo? Ellos se ocuparon de traducir algunos
fragmentos a ciertos idiomas tribales de Asia Central, pero no a la lengua árabe. Si esta falencia indicaba un perjuicio
cultural y racial, ciertamente los árabes se resintieron por ser muy orgullosos de su identidad.
La segunda causa puede haber sido el triste espectáculo de la desunión de los cristianos. Muhammad se dio cuenta
de las divisiones en el Medio Oriente –los nestorianos, los monofisitas y los calcedonios, sin mencionar los cismas de
las sectas heréticas– y pudo haber concluido que su búsqueda de la unidad y reforma religiosa nunca podrían
haberse concretado dentro del marco cristiano.
Probablemente, el tercer motivo fue el efecto negativo de las conexiones políticas del Cristianismo con los vecinos
imperialistas de Arabia. Bizancio era ortodoxo-calcedónico; la más amplia minoría persa, era nestoriana; y Etiopía
era monofisita. La Siria bizantina tenía, también, una población monofisita considerable. W. M. Watt escribió: “El
Corán ofreció a los árabes un monoteísmo comparable al judaísmo y al Cristianismo, pero sin sus lazos políticos”.28
Más allá de todas las conjeturas acerca de las razones por las cuales Muhammad nunca se convirtió al Cristianismo
había una certeza refulgente en el alma del profeta: el único verdadero Dios, “el misericordioso, el compasivo”, lo
había elegido por encima de todos los profetas y se había revelado directamente a él como a ninguno otro, antes o
después. El poder de Muhammad no se consolidó en su reacción contra diversas religiones, patrones sociales o
gobiernos, sino que se basó en la transparente sinceridad de sus convicciones religiosas. Fue un profeta auto
autenticado. Esa fue su fuerza, pero también su debilidad para aquellos que no lo siguieron.

Final de las lecturas básicas de la Lección 1. Ver APRENDE MÁS .

NOTAS FINALES
1 Histoire Ne storie nne (Chronicle of Se e rt), A. Sche r, e d., e n PO t. 13, fasc. 4, núme ro 65, p. 581f. La fe cha de Chronicle of Se e rt e s incie rta,
pe ro hay e vide ncia inte rna que la sugie re de spué s de 828 ó 1228 d.C.
2 De l lado cristiano, e l tratado me ncionado e n de talle por Chronicle of Se e rt (p. 601ff.) e xtie nde sus disposicione s a todas las se ctas
cristianas. Mari Ibn Sule iman, historiador ne storiano de l siglo XII da una ve rsión dife re nte que atribuye e l pacto a una re unión dire cta
e ntre Muhammad (ante s de su mue rte e n 632 d.C.) y e l patriarca ne storiano Ye shuyab II (628–643 d.C.). Citado por L. E. Browne , The
Eclipse of Christianity in Asia from the Time of Muhammad till the Fourte e nth Ce ntury (Cambridge : Cambridge Unive rsity Pre ss, 1933), p.
41. De l lado árabe , las re fe re ncias al tratado se e ncue ntran e n Baladhuri, de un pe rsa de l siglo XIX (Kitab al-farq bain al-firaq, P. K. Hitti,
trad. [Cairo, 1924]). Se is copias de l “Cove nant of the Prophe t” todavía e stán pre se rvadas e n St. Cathe rine ’s Monaste ry al pie de l monte
Sinaí. Citado por A. S. Atiya, A History of Easte rn Christianity (London: Me thue n, 1968), p. 268.
3 Hay muchas re fe re ncias a los cristianos de Ne jran e n las prime ras biografías de Muhammad, e spe cialme nte e n Ibn-Ishaq (707–773), Sirat
Rasul Allah (como e ditado por Ibn-Hisham e n e l siglo XIX), trad. por A. Guillaume as The Life of Muhammad (Oxford: Oxford Unive rsity
Pre ss, 1955), p. 14ff. Ve r come ntarios de Guillaume , pág. xviii, tambié n la larga cue nta de Ibn-Ishaq, la de le gación cristiana de Ne jran a
Muhammad e n Me dina, probable me nte basada e n sus me morias finale s, p. 270ff.
4 Re cié n 125 años de spué s de la mue rte de Muhammad come nzaron a apare ce r las prime ras cole ccione s de la tradición histórica de su vida.
5 Ibíd., pp.79–81. Ibn-Ishaq’s e s la prime ra y mayor biografía de l profe ta, bie n docume ntada e n e l pe ríodo de spué s de la hé gira de 622 d.C.,
pe ro no crítica de los años ante riore s. Los historiadore s musulmane s usaban le ye ndas para indicar e l re conocimie nto de la santidad de
Muhammad de parte de los cristianos. A su ve z los cristianos se re fe rían a e sto como una prue ba de que las e nse ñanzas cristianas fue ron
la fue nte de inspiración de l profe ta.
6 Ibíd, p. 180. Estas prime ras historias constituye n las se ccione s no críticas de la biografía, a principios de l pe ríodo e n la Me ca.
7 R. Be ll, The Origin of Islam in Its Christian Environme nt (London: Cass, 1926; re print, 1968), p. 57f.
8 K. Cragg, Muhammad and the Christian (Maryknoll, N.Y.: Orbis, 1984), p. 18.
9 Ve r ace rca de sus visione s e n e l Corán, sura 53.1–18.
10 “Los e xtraordinarios e ve ntos de l siglo XVII re virtie ron comple tame nte e l rol de los árabe s. De pue blo pe ninsular que jugó un pape l
marginal y subordinado e n la historia, se de sarrolló e n una raza impe rial e n progre sión para pone r fin al inte rre gno indo-e urope o e n e l
Orie nte Próximo, re ponie ndo la pre se ncia política se mita e n la re gión, y lle vando e l factor político se mita hacia e l mundo me die val por la
fundación de l e stado unive rsal”; Irfan Shahid, e n P. M. Holt, e t al., e ds., The Cambridge History of Islam, vol. 1 (Cambridge : Cambridge
Unive rsity Pre ss, 1970), p. 25f.
11 Ibn-Ishaq, pp. 112–231.
12 Madinat al-Nabi, i.e ., “City of the Prophe t”.
13. A.H. (Anno He girae ) El prime ro corre sponde a 622 d.C. En la re lación de los cale ndarios coránico y occide ntal y la de te rminación de las
fe chas ve r E. J. Brill, First Encyclope dia of Islam, “Hidjra (Hijra)” (Le ide n, 1987).
14. “Los judíos tie ne n su re ligión y los musulmane s la suya. Cada uno de be ayudar al otro contra cualquie r ataque al pue blo de e ste
docume nto” Ibn-Ishaq, p. 233.
15. Ibíd., pp. 239–270.
16. El me jor análisis de e ste pe ríodo corre sponde a W. M. Watt, Muhammad at Me dina (Oxford: Clare ndon, 1956). Yo sigo su inte rpre tación.
17 Ve r los núme ros y análisis e n Watt, pp. 204–220. Tambié n Ibn-Ishaq, pp. 239–247.
18 Se gún notas de Goldzihe r, e n e l de sarrollo poste rior de l Islam “la sunna [tradición] se e rige e n jue z sobre e l Corán [Qur ’a n] y no e l Corán
como e l jue z de la sunna”. I. Goldzihe r, Mohamme danische Suidie n, vol. 2 (Halle : Nie me ye r, 1889), p. 19.
19. Ve r discusión de Be ll ace rca de la influe ncia de los cristianos y los judíos sobre Muhammad, p. 100ff.
20. Browne , p. 14. Los historiadore s dudan de l grado de conocimie nto de Muhammad. Él te nía se cre tarios, una de sus e sposas (Hafsa) podría
habe r oído y e scrito lo e scuchado y otras dos podrían habe r le ído, pe ro no e scrito.
21. Se de sconoce la fe cha de la prime ra traducción de los e vange lios al árabe . Una tradición re pe tida por Bar He brae us (Abu’l Faraj) e n e l
siglo XIII re lata que un príncipe árabe orde nó “a un monofisita llamado Juan” hace r una traducción alre de dor de l año 635 d.C., pe ro los
fragme ntos más antiguos no pue de n se r fe chados ante s de l siglo XIX. Ve r B. Spule r, The Muslim World, pt. I (Le ide n: Brill, 1960), p. 26,
núme ro 1. Las e nse ñanzas adquiridas dire ctame nte por Muhammad ace rca las Escrituras cristianas de bie ron habe rle lle gado por me dio
de la comunicación oral. Ve r Brill, First Encyclope dia of Islam (Le ide n, 1987), pp. 1913–1936ff e n Inyil (o Indjil, e vange lio). El Inyil e n e l Corán
se re fie re básicame nte a la re ve lación divina dada a Je sús, y e n se gundo té rmino a las Escrituras cristianas.
22. Spule r, p. 117.
23. Las re fe re ncias de l Corán son de la traducción de A. Yusuf Ali, The Me aning of the Glorious Quran: Te xt [e n árabe ], Translation [e n inglé s],
and Comme ntary (Cairo, Be irut y Lahore , 1938ff.), e l trabajo de un musulmán comprome tido. Para ace rtadas e xpre sione s e n inglé s
comparar A. J. Arbe rry e n Oxford’s the World’s Classics se rie s, The Koran Inte rpre te d (Oxford, London, Ne w York: Oxford Unive rsity Pre ss,
1964). La nume ración de los ve rsículos varía e n otras traduccione s.
24. Ve r e spe cialme nte los e ve ntos re lacionados con Je sús e n las suras 3, 5 y 19. Ve r e n particular las suras 2.87, 253; 4.157–159, 171; 9.30–31;
43.57–65; 57.26–27 y 61.6. Para conside racione s más amplias de Je sús e n e l Corán ve r G. Parrinde r, Je sus in the Qur ’a n (Ne w York: She ldon,
1965); S. M. Zwe me r, The Mosle m Christ, An Essay on the Life , Characte r, and Te achings of Je sus Christ According to the Koran and
Orthodox Tradition (Ne w York: Ame rican Tract Socie ty, 1912); Cragg, pp. 100–120.
25. Los come ntaristas musulmane s no han sido hábile s e n corre lacionar la afirmación de la sura 4.157 que me nciona que Je sús no murió, con
la sura 3.55 donde Dios de clara “lo haré morir ” (e n traducción lite ral). Las traduccione s musulmanas suavizan e sta e xpre sión e n inglé s
dicie ndo: “Yo te lle varé .”
26. W. Muir, The Life of Mohamme d (Edinburgh: Grant, 1923), p. xxff.
27. Entre otros, T. P. Hughe s e n “A Dictionary of Islam” (Lahore : Pre mie r Book House , 1885; re impre so e n 1964), cue stiona que e l Corán nunca
disputa la ve rdade ra inspiración de l te xto de l Nue vo Te stame nto, sino solo se re fie re a la distorsión de los cristianos e n cuanto a su le ctura.
Ve r artículo e n “Inyil”.
28. Holt, e t al., e ds., The Cambridge History of Islam, vol. 1, pp. 33–35. Ve r tambié n Be ll, p. 12ff.
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. Considere las enseñanzas que ha adquirido acerca de Muhammad. ¿Cuáles de ellas han aumentado su
comprensión de Muhammad y de musulmanes? ¿Ha cambiado su respeto por él?
2. Reflexione acerca del Cristianismo en los tiempos de Muhammad. ¿Qué tipo de interacción tuvo Muhammad con
los judíos, los cristianos y sus libros sagrados? ¿Qué impresión causaron en Muhammad? ¿Por qué?
3. ¿Qué implicancias tienen estas enseñanzas para los cristianos contemporáneos?

APRENDE MÁS
Leer Karen Armstrong, Muhammad: A Biography of the Prophet (New York, Harper Collins, 1992).
Ver The Message: The Story of Islam, protagonizada por Anthony Quinn (Anchor Bay Entertainment, 1976).
Orar Orar por los grupos de personas no alcanzadas usando tarjetas de oración de los pueblos musulmanes. Vaya a
www.encounteringislam.org/resources para descargar su conjunto gratuito.
Pedir una copia gratis del Corán por Internet.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
LECCIÓN 2
EXPANSIÓN DEL ISLAM
REFLEXIONE
• ¿Qué beneficios trajeron los musulmanes en las culturas en las cuales se expandió?
• ¿Por qué razones históricas las personas han sido atraídas al Islam?
• ¿Cómo se ha beneficiado el mundo con las contribuciones de los musulmanes a la civilización global?
• ¿De qué manera los conflictos actuales acarrean la influencia de confrontaciones pasadas entre las sociedades de
musulmanes y cristianos?
PUNTOS CLAVE
1. Una perspectiva musulmana sobre la expansión del islam.
2. Inicialmente, la gobernabilidad musulmana se expande rápidamente.
3. La influencia musulmana posterior se expande a través del comercio y el logro cultural.
4. La creencia en el islam crece más gradualmente.
5. Los imperios musulmanes a menudo absorben a otros pueblos sin requerir la conversión al islam.
6. Una perspectiva musulmana sobre el efecto duradero de las Cruzadas en nuestro mundo.
7. Nuestro objetivo es el Reino de Dios y no los reinos terrenales, aunque los llamemos Cristiandad.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVES Introducción
Breve Historia de La Civilización Musulmana
La Difusión y el Desarrollo del Islam
BÁSICAS El Islam y el Progreso del Conocimiento
INTRODUCCIÓN

Cien años después de la muerte de Muhammad los musulmanes gobernaban la franja comprendida entre
España y Afganistán. Nos preguntamos por qué el Islam se expandió tan rápidamente y cómo serían estas
sociedades islámicas. Muchas veces la historia es enseñada con demasiado énfasis en la conquista. A menudo el
liderazgo político y económico de los musulmanes, además de sus progresos en la ciencia, la tecnología, el derecho y
el arte, son despreciados. Recuerdo que mi libro de Historia en la escuela secundaria comparaba el avance de las
fuerzas musulmanas en España y Francia con el saqueo y quema de Roma a manos de los godos.
En ese momento como estudiante no se me ocurrió preguntar qué estaban enseñándome. Tampoco me he detenido
a pensar quién estaba preservando el saber de los griegos para el “redescubrimiento” en tiempos del Renacimiento o
por qué Colón se sintió motivado a buscar una nueva ruta a la India y la China. Nunca aprendí acerca de las vastas
civilizaciones islámicas de África y Asia incluyendo los imperios de Delhi, Hausa, Suanusiya, Turkestán o Yunnan.
Recién hasta que conocí África oriental, y más tarde estudié en Turquía pude descubrir las omisiones de mi
educación.
Al igual que otros estudiantes, cada vez que observaba que el Islam había sido “difundido por la espada” suponía
que las subyugaciones musulmanas habían sido extremadamente sangrientas, y mayor aún la destrucción
provocada. Es cierto que al principio las conquistas se consumaron con las guerras o “yihad”, así llamadas por los
propios musulmanes, pero en comparación con las Cruzadas y las invasiones mongolas ellos se mostraron benignos.
Si los generales trataban brutalmente a los cristianos y a los judíos eran exiliados por el califa. Numerosos ejércitos
musulmanes no mataban a los paganos, pero poco a poco los convertían mediante la presión económica y política
que ejercían sobre ellos. También el Islam se extendió por las relaciones comerciales y la Islamización, y no por la
fuerza. Por ejemplo, el pueblo mongol se volvió al Islam debido a la prédica de la doctrina y no por las victorias en los
campos de batalla.
Aunque el pueblo musulmán tiene sus propios prejuicios y en múltiples ocasiones no ha reconocido su deuda con la
filosofía griega, la ciencia y la astronomía, es innegable que la humanidad le debe mucho a las realizaciones
culturales de las civilizaciones árabes. La valoración de estos logros debería afectar nuestras relaciones con los
musulmanes en la actualidad. ¿Estamos dispuestos a dejar a un lado los mitos y escrúpulos a fin de comprender la
perspectiva musulmana en el mundo? En verdad hacerlo sería una cuestión de justicia.

LA INDEPENDENCIA Y EL FIN DEL IMPERIALISMO OCCIDENTAL


Un número s orprendente de pa ís es mus ul ma nes no l l egó a s er i ndependi ente de l os poderes col oni a l es ha s ta el s i gl o XX. A conti nua ci ón s e
deta l l a n l a s fecha s de i ndependenci a y l a s a brevi a tura s de l a s potenci a s ocupa ntes .
B - Bél gi ca PB - Pa ís es Ba jos
RU – Rei no Uni do P - Portuga l
F - Fra nci a R - Rus i a
A - Al ema ni a E - Es pa ña
Is - Is ra el T - Turqui a
It - Ita l i a EU - Es ta dos Uni dos
M - Ma rruecos Y - Yugos l a vi a

1918 Ara bi a Sa udi ta (RU, T)


1921 Turqui a (F, R, It)
1925 Irá n (RU)
1932 Ira k (RU)
1936 Egi pto (RU)
1943 Líba no (F)
1945 Al ba ni a (It)
1946 Jorda ni a (RU), Fi l i pi na s (EU), Si ri a (F)
1948 Mya nma r (RU), Sri La nka (RU)
1949 Indones i a (PB)
1951 Li bi a (F)
1953 Ca mboya (F)
1954 La os (F), Sudá n (RU), Tuni ci a (F)
1959 Gui nea (F)
1960 Benín (F), Burki na Fa s o (F), Ca merún (F), Cha d (F), Repúbl i ca Centro Afri ca na (F), Congo (F), Cos ta del Ma rfi l (F), Chi pre (RU), Ga na (RU),
Ma da ga s ca r (F), Ma l í (F), Ma uri ta ni a (F), Níger (F), Ni geri a (RU), Senega l (F), Soma l ía (RU, It), Togo (F), Repúbl i ca Democrá ti ca del Congo
(B)
1961 Kuwa i t (RU), Si erra Leona (RU), Ta nza ni a (A)
1962 Argel i a (F), Burundi (B), Rua nda (B) Uga nda (RU)
1963 Keni a (RU), Ma l a s i a (RU)
1964 Ma l a wi (RU), Ma l ta (RU), Za mbi a (RU)
1965 Ga mbi a (RU), Ma l di va s (RU), Si nga pur (RU)
1967 Yemen (RU)
1968 Gui nea Ecua tori a l (E)
1971 Ba hrei n (RU), Qa ta r (RU), Emi ra dos Ára bes Uni dos (RU)
1974 Gui nea -Bi s s a u (P)
1975 Ga bón (P), Moza mbi que (P), Sa ha ra Occi denta l (E), Comora s (F)
1976 Seychel l es (RU)
1977 Dji buti (F)
1983 Brunei (RU)
1989 Afega ni s tá n (R)
1991 Azerba i já n, Ka za qui s tá n, Ki rgui zi s tá n, Ta dzhi ki s tá n, Turkmeni s tá n, Uzbeki s tá n (R)
1992 Es l oveni a , Croa ci a , Bos ni a -Herzegovi na (Y)

Toda vía s e ha l l a n ocupa dos l os terri tori os de Ga za y Ci s jorda ni a (Is ), Sa ha ra Occi denta l (M), Ma yotte (F) Ada pta do de: Don McCurry, Hea l i ng the
Broken Fa mi l y of Abra ha m (Col ora do Spri ngs , Col ora do, Mi ni s tri es to Mus l i ms , 2001), pp. 349-350.
www.mtmbooks .com. Us a do con permi s o.

Los hispanohablantes emplean numerosos términos arábigos tales como “alquimia”, “alcohol”, “álgebra”,
“algoritmo”, “álcali”, “antimonio”, y “acimut”, y otras tantas expresiones que llenan el lenguaje técnico desde el
cero hasta el cenit. En lo personal, estoy muy agradecido por no tener que completar mi talonario de cheques con
números romanos, en cambio me siento beneficiado al escribir los números arábigos. Cuando Cristóbal Colón se
embarcó al Nuevo Mundo utilizó mapas e instrumentos derivados de la tecnología árabe. Roger Bacon (1211-1294),
considerado el padre del Renacimiento europeo y del método científico, reconoció en el mundo islámico su fuente
más valiosa de información puesto que los musulmanes ya habían efectuado los descubrimientos que él explicaba a
los europeos. Contrariamente a la opinión popular, los tulipanes no son originarios de Holanda sino de Turquía.
Aunque la dominación islámica se extendía por el mundo, las poblaciones no se convertían en masa. A menudo los
no musulmanes o “dhimmi” eran protegidos y pagaban este beneficio con impuestos más onerosos, una práctica
común en los regímenes de la época. La mayoría de las personas bajo el dominio musulmán preferían este sistema
relativamente benévolo antes que la opresión sufrida en manos de los cristianos bizantinos. Por cierto los no
musulmanes eran ciudadanos de segunda clase con pocos derechos, pero en breve tiempo se convertían, ya sea para
asegurar la reducción de los impuestos o para aliviar la opresión. Otras personas decidieron huir de la ley cristiana
bajo la condición de ser una minoría protegida por los gobernantes musulmanes. Tal fue el caso de fuga de los judíos
de la inquisición española.
El Islam floreció durante la Edad Oscura europea y progresó en la educación, el arte, la medicina, el derecho, la
ingeniería y las destrezas militares. Los eruditos musulmanes trajeron a la luz las obras de la antigüedad y
avanzaron en sus propias teorías, aunque sus nombres se hallen actualmente en el olvido. Al-Battani, Ibn al-Baytar,
Al-Biruni, Al-Idrisi, Hunayn ibn Ishaq, Al-Khawarazmi, Omar Khayyam, Ibn Rashud (Averroes), Al-Razi, Ibn Sina
(Avicenna), Abu al-Qasim, al-Zahrawi, y Al-Zarqali son algunos de ellos. Un historiador describe el verdadero origen
del Renacimiento europeo con estas palabras:
El verda dero Rena ci mi ento tuvo l uga r ba jo l a i nfl uenci a de l a s cul tura s á ra be y mori s ca , y no en el s i gl o XV. Y fue Es pa ña , no Ita l i a , l a
cuna del res urgi mi ento europeo. Má s ta rde, l a Europa cri s ti a na , ca da vez má s hundi da en l a ba rba ri e, a l ca nzó el fondo má s os curo de l a
i gnora nci a y l a degra da ci ón en ta nto que l a s ci uda des del mundo s a rra ceno ta l es como Ba gda d, Ca i ro, Córdoba y Tol edo crecía n como l os
centros de l a ci vi l i za ci ón y l a a cti vi da d i ntel ectua l . Al l í s e ges tó l a i nci pi ente vi da que i ba a des a rrol l a rs e en una nueva fa s e de l a
evol uci ón huma na . Des de el momento en que l a i nfl uenci a de es ta cul tura s e hi zo s enti r comenzó l a a gi ta ci ón de l a na ci ente vi da .1
El Islam siguió extendiéndose gracias a los esfuerzos misioneros de comerciantes y místicos, incluso durante el
tiempo de las Cruzadas y la conquista mongola de las tierras musulmanas.
Los musulmanes llegaron a tener gran parte de la riqueza y el poder del mundo, con monopolios y control de las
rutas comerciales de la seda, los esclavos y las especias.
La sucesión económica favorable a Europa comenzó con la llegada de Cortés al Nuevo Mundo, quien aportó todo
el oro que pudo encontrar a España. A pesar de que el liderazgo del sultán había fallado otra vez en Asia, el Imperio
Otomano mantuvo la supremacía durante cuatrocientos años más, al igual que varios gobernantes musulmanes en
África subsahariana, Asia del Sur, China e Indonesia.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX las potencias europeas se pusieron a tono con el bloque musulmán en
materia económica, militar y cultural. Pero por desgracia aquel imperialismo europeo había dejado una fuerte huella
en el mundo islámico e incluso en esta etapa posterior, la brecha entre las sociedades cristianas y musulmanas
siguieron profundizándose en política y cultura más que en religión.
La mayoría de las naciones musulmanas no obtuvo el gobierno autónomo de los poderes coloniales europeos sino
hasta la década de 1960 y en algunos casos recién hasta la década de 1990. Actualmente el sesenta por ciento de las
personas más pobres del mundo son musulmanas, el ochenta por ciento de los refugiados son musulmanes y el
ochenta y uno por ciento de los países de mayoría islámica no tienen elecciones directas.
Cualesquiera sean las razones, las sociedades musulmanas no lucen tan gloriosas en el presente como en el pasado.
Algunos culpan por completo a la codicia y el poder de Occidente. Otros identifican diversas maneras en que los
musulmanes han sido infieles al Islam y se preguntan si no es la causa del castigo de Dios. Hoy en día los
musulmanes experimentan reformas y avivamientos en busca de respuestas.
Como ciudadanos del reino de Cristo cabe preguntarnos cómo podemos interpretar la historia, y más aún, cómo
responderemos a ella. Podemos reconocer que Jesucristo vino a revertir la lógica del mundo y a establecer el reino
espiritual de Dios. El poder, la riqueza, el éxito e incluso el conocimiento no son signos seguros de contar con la
bendición de Dios o de estar del “lado de Dios.” Ambas sociedades, la cristiana y la musulmana, cometen un error de
juicio. Jesús dijo: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que
yo no fuera entregado a los judíos” (Juan 18:36).
- K.S., Editor

NOTAS FINALES
1. Robe rt Briffault, Rational Evolution: The Making of Humanity (Ne w York, MacMillan, 1930), p. 138.
BREVE HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓN MUSULMANA
por Bruce Sidebotham

PERÍODO DE LA CONQUISTA UMAYYAD (632-732 D.C.)

Luego de la muerte de Muhammad, el Islam se extendió rápidamente. El gobierno político se afianzó en Siria,
Mesopotamia, Persia, Palestina, Egipto, África del Norte y la península Ibérica. Los principales centros culturales
cristianos, Antioquía, Alejandría, Jerusalén y Cartago, cayeron bajo el dominio musulmán.
En ciertas circunstancias y lugares el poder islámico ofrecía más ventajas que las reglas de la cristiandad. Los rivales
imperios bizantino y persa, víctimas de rencillas internas, dieron paso rápidamente a los nuevos señores que podían
arbitrar sus disputas de manera imparcial. Roma y Constantinopla se mantuvieron como los centros del gobierno
cristiano, aunque gran parte de Europa ya estaba viviendo su Edad Oscura.

PERÍODO DE LA CONSOLIDACIÓN ABASÍ (732-1250 D.C.)

La influencia islámica ejercida fuertemente en España no se extendió a Francia y a los alrededor de Europa porque
Carlos Martel, general de los francos, detuvo el avance de los musulmanes bereberes en Poitiers y luego en Tours,
Francia.
Por varios siglos la civilización islámica experimentó una edad de oro. El conocimiento floreció en las comunidades
árabes y persas, y algunas ciudades como Córdoba y la naciente Bagdad, se convirtieron en las mayores del mundo.
Los grandes avances culturales estuvieron basados en las antiguas obras griegas; en la ciencia, el derecho, la filosofía
y la medicina, y en el arte, la arquitectura y la poesía. El poder político emigró de Arabia a Egipto, Bagdad, Persia, y
finalmente a Turquía.
En el este, numerosas poblaciones estaban sufriendo la rápida expansión del imperio mongol y los turcos fueron
empujados a los territorios de Asia Menor bizantina, o sea la actual Asia Central. Tanto los mongoles como los turcos
se convirtieron al Islam y extendieron esa fe a la India y la China, estableciendo imperios en períodos subsecuentes.
Durante la fase de las Cruzadas (1095-1272) los cristianos se apoderaron de Jerusalén y algunas zonas importantes
de Palestina. Los acontecimientos relacionados con las Cruzadas dejaron enormes cicatrices en las relaciones entre
musulmanes y cristianos, pero no fueron particularmente perturbadoras de parte del dominio musulmán. El inicio
del Renacimiento europeo estuvo muy influenciado por los nuevos conocimientos y avances aportados por la
civilización musulmana a través de la devolución de los cruzados.

PERÍODO DEL RESURGIMIENTO OTOMANO (1250-1700 D.C.)

El poderío musulmán de los turcos otomanos constituyó el más grande imperio de su época, con el dominio en la
región que sumaba 650 años. Los otomanos tomaron las ciudades de Antioquía en 1268, Acre (Siria) en 1291 y la
Constantinopla bizantina en 1453. La conquista otomana de Europa se detuvo en Viena en 1683. Durante este
período, la entrada del Islam a los Balcanes sentó las bases de la Primera Guerra Mundial y las crisis modernas de
Kosovo y Bosnia.
Entre los siglos X a XII, el Islam llegó a la India y al este de África mediante la conquista y el comercio. En África
Occidental, Tombuctú se convirtió en un centro de aprendizaje islámico. Desde el siglo XIII hasta el XV los
misioneros, místicos y comerciantes llevaron la fe islámica a la península malaya e Indonesia. Las conquistas
mongolas facilitaron la difusión y el fortalecimiento de la religión en todas las regiones del centro, sur y este de Asia.
Ciertos gobernantes de Asia Central, conocidos en el sur del continente como los mughals, controlaron gran parte de
la India hasta el siglo XIX. Babur (1483-1530), el primer mandatario mongol de la India, fue descendiente de Timur
(1336-1405) y Genghis Khan. Shah Jahan, otro gobernante mongol, edificó el Taj Mahal que ostentaba la
prosperidad islámica en la India.
Los musulmanes dominaron gran parte del comercio mundial el cual se incrementó en este período. Su monopolio
en el negocio de especias impulsó a Colón a buscar rutas comerciales alternativas en 1492, llevó a la expansión a los
Estados Unidos y produjo el crecimiento de España, Portugal y otros imperios rivales de Europa Occidental. Ese
mismo año, los moros musulmanes fueron expulsados de España y Portugal.

PERÍODO COLONIAL DE LA DECADENCIA (1700-1979 D.C.)

Durante los siglos XVII y XVIII, el otrora invencible pero ahora corrupto y burocrático imperio otomano comenzó un
proceso de descentralización que finalmente lo condujo a la desintegración. Su término oficial sucedió en 1922, luego
de una alianza con Alemania en la Primera Guerra Mundial, y los poderes del Occidente imperialista llegaron para
gobernar casi todo el mundo musulmán. De aquí en adelante, el Occidente cristiano dictaría las relaciones
internacionales y establecería los límites políticos del mundo musulmán moderno.
Hay quienes consideran culpable al Occidente cristiano por la falta de unidad, la inestabilidad y la relativa
debilidad del bloque musulmán que entró en decadencia política. El auge de las poblaciones musulmanas en
múltiples zonas, determinado por la riqueza del petróleo y el resentimiento hacia Occidente, alimentó el crecimiento
de las actividades islámicas políticas y religiosas. Sumado a la inseguridad económica, los sentimientos arraigados del
pueblo musulmán imprimieron la necesidad de un cambio, ya sea en las formas del renacimiento, la reforma, el
resurgimiento o incluso la revolución.

PERÍODO MODERNO DE CRISIS INTERNA (1979 AL PRESENTE)


En 1979, la deposición del shah moderado de Irán por parte de los elementos más conservadores marca un punto de
inflexión en la historia islámica moderna. Los musulmanes “Islamistas” de numerosas naciones han estado luchando
por reunir con cierto éxito a la comunidad musulmana bajo la sharia. Los Islamistas tratan de defender y liberar a los
musulmanes de las ideas e influencia extranjeras aun por medios extremos. Sin embargo la mayoría de los
musulmanes prefieren ideales moderados o laicos. Desde Argelia hasta Filipinas, y desde Chechenia hasta el Sudán,
los grupos Islamistas combaten en contra de los gobiernos seculares y de sus propios hermanos moderados. Para
cientos de Islamistas la lucha es más que un movimiento religioso, es un grito de guerra política y un símbolo de las
glorias pasadas.
LA DIFUSIÓN Y EL DESARROLLO DEL ISLAM
por Colin Chapman

Es imposible tratar de comprender el Islam actual, sin tener una idea de su evolución a partir de la época del
profeta. Este aspecto es especialmente importante para el Cristianismo, pues durante catorce siglos tuvo su desarrollo
junto con el Islam, y en gran parte de este tiempo no disfrutaron de una fácil relación.
632 Muerte de Muha mma d
632-661 Gobi erno de l os cua tro pri meros ca l i fa s en Medi na
661-750 Gobi erno de l a di na s tía Umma yya d en Da ma s co.
661 Sepa ra ci ón de s uni ta s y chi i ta s .
710 Ll ega da de l a s fuerza s mus ul mna s a l Indo.
711 Ca mpa ña s de Muha mma d i bn Qa s i m en el Si nd (s ures te de Pa ki s tá n).
714 Ocupa ci ón mus ul ma na de Es pa ña .

Así es como Kenneth Cragg resume algunas de las dificultades que los cristianos pueden encontrar a la hora de
reflexionar en esta historia.
Uno de l os fa ctores que contri buyeron a l a a pa ri ci ón del Is l a m fue el fra ca s o es pi ri tua l de l a i gl es i a cri s ti a na –en el a mor, l a pureza y el
fervor–. Dol oros a mente, como ta nta s veces a ntes y des pués , l a verda d es tuvo mezcl a da con l a fa l l a es pi ri tua l de s us a dmi ni s tra dores . El
Is l a m s e des a rrol l ó en un a mbi ente de Cri s ti a ni s mo i mperfecto, y má s ta rde, por s u propi o poder i nteri or, reuni ó ta l fuerza como pa ra
l l ega r a converti rs e, y perma necer, es enci a l mente en contra pos i ci ón con l a pura fe cri s ti a na .
Es ta es l a tra gedi a i nteri or des de l a pers pecti va cri s ti a na . A pa rti r de s u génes i s y pos teri or di fus i ón, el Is l a m pretendi ó des pl a za r a
a quel l a fe que nunca ha bía conoci do verda dera mente. Su tota l des conoci mi ento del “Cri s to cri s ti a no” fue i ntens i fi ca do por l os nuevos
fra ca s os , de a mor y l ea l ta d, por pa rte del Cri s ti a ni s mo i ns ti tuci ona l , en l a s l a rga s y mucha s veces a ma rga s rel a ci ones exteri ores de a mba s
rel i gi ones , a tra vés de l os s i gl os .1

EL MUNDO DE HABLA ÁRABE


Mucha gente asocia a los musulmanes con el mundo
árabe. A pesar de que la mayoría de ellos, diseminados
en todo el mundo, no son árabes, el Islam tiene sus
raíces en la cultura árabe y en la lengua que hablara su
fundador, Muhammad. La Meca y Medina, máximas
ciudades sagradas del Islam, están situadas en la
península Arábiga y convocan a millones de fieles en su
peregrinación anual.
El Norte de África, la península Arábiga y sudoeste
asiático albergan a 20 países de habla árabe, con casi
340 millones de habitantes. Más de 300 millones o
aproximadamente el 91% de la población de esta región
son musulmanes. Las naciones que componen el mundo
arábigo son el hogar de diversas comunidades –
incluyendo los árabes, los bereberes y los beduinos (los
tuaregs y los egipcios)– que suman el total de 518
grupos étnicos.
Egipto mantuvo su mayoría cristiana solo unos pocos
cientos de años luego del nacimiento del Islam. En la
actualidad el 87 por ciento de su población es
musulmana. Un elevado número de estos 84 millones de
habitantes vive en el fértil valle del Nilo generando una
de las altas densidades de población mundial. En
general los egipcios siguen siendo “fellahin” o
agricultores. Mientras que algunos hombres egipcios
conservan el uso de la vestimenta tradicional, las largas
túnicas hasta los tobillos, otros en las ciudades han
adoptado el jean y los zapatos deportivos.
Otras concentraciones significativas de habla árabe se
encuentran en Chad (más de un millón), en Comoras
(más del 50%), Irán (más de un millón), Israel (20%, más
de un millón) y Estados Unidos (más de un millón).
Fuentes: Operation World; www.joshuaproject.net

LA TEMPRANA DIFUSIÓN DEL ISLAM


A continuación se detallan las fechas (d.C.) de los principales eventos que deben ser tenidos en cuenta:
En el estudio de la propagación del Islam durante los primeros siglos debemos considerar especialmente la posición
de los judíos y cristianos bajo la dominación islámica. Es necesario mencionar ciertos estereotipos mentales que
surgen en cuanto al uso de la fuerza en la expansión del Islam.

732 Expa ns i ón del i mperi o i s l á mi co de Es pa ña a Pers i a (a ci en a ños de l a muerte de Muha mma d).
732 Derrota de l a s fuerza s mus ul ma na s en Poi ti ers y Tours , Fra nci a , ba jo el ma ndo de Ca rl os Ma rtel .
750- Gobi erno de l a di na s tía Abba s i d en Ba gda d (Eda d de Oro del Is l a m).
1258
909- Gobi erno de l a di na s tía Fa ti mi d en Egi pto.
1171
c. 1000 Inva s i ón de Punja b (noroes te de l a Indi a ) efectua da por Ma hmud de Gha zna . Nombra mi ento de un goberna dor mus ul má n en
La hore.

En primer lugar cabe destacar que en varios casos los cristianos dieron la bienvenida a la propagación de la ley
islámica. Por ejemplo en Siria, el Islam trajo alivio del señorío bizantino sobre esa región, y en Egipto ayudó a los
coptos en la deposición de una autoridad títere y la restitución del propio patriarca exiliado. Los coptos se aliaron a la
fuerza musulmana para expulsar a los bizantinos.
En segundo término, toda la gente no musulmana que vivía bajo el dominio islámico pagaba impuesto sobre la
tierra (kharaj). Los judíos y los cristianos fueron tratados como dhimmi, o sea miembros de una comunidad
protegida, y abonaban un tributo de capitación (jizya). No se les permitía hacer el servicio militar ni dar la
contribución de limosna musulmana.
El tercer motivo plantea que la propagación del Islam en el subcontinente de la India, en el este de Asia y en África
Occidental y Oriental se produjo a través de los comerciantes, en su mayoría provenientes originalmente de Arabia.
Los sufíes también ejercieron un papel importante en la difusión del Islam.
Por último afirmar que el Islam fue “propagado por la espada” es una simplificación peligrosa. Por tratarse de un
tema tan polémico vale la pena comparar las historias de la difusión del Islam durante los primeros cuatrocientos
años. Cuatro escritores abordan el tema desde distintas perspectivas y redactan el avance del Islam en un área
determinada y en un momento definido.
LA HIJAB
“Y di a las creyentes que bajen la vista con recato, que
sean castas y no muestren más adorno que los que
están a la vista, que cubran su escote con el velo y no
exhiban sus adornos” (sura 24.31).
Ella estaba completamente cubierta con una túnica
negra. Sus ojos fueron lo único que pude ver. Miró a mi
manera, yo sonreí y balbuceé un saludo. Sus ojos se
iluminaron y nos conectamos. Las dos éramos
extranjeras, visitantes en este país asiático, pero ambas
habíamos encontrado una amiga en la otra.
Compartimos y nos reímos de los esposos y del
matrimonio. Yo también hablé acerca de la confianza en
Dios.
Yo hubiera perdido esta oportunidad si hubiera hecho
lo que otros hacen –pasar y mirar cualquier cosa, pero
no a una mujer musulmana con velo. ¿Será que tenemos
miedo o no sabemos qué decir? Tal vez nosotros no
entendemos por qué ellas se visten de una manera
diferente.
Las mujeres musulmanas llevan el velo con orgullo
porque creen firmemente en la modestia femenina. El
velo recibe los nombres de hijab, burka, chador y
abaaya. El atuendo cubre el pelo y a veces la cara.
Dependiendo de las costumbres locales, la vestimenta
musulmana puede incluir una larga túnica árabe
(chadris) y un pañuelo atado en la cabeza que solo
revela la cara y que se usa con un traje popular moderno
en Egipto. O un chal de seda puesto libremente en la
cabeza con el salwar kameez (pantalones anchos y
túnica) usado por las paquistaníes. Las mujeres usan el
velo como una declaración política, un signo de
identificación religiosa o cultural, una demostración de
honor de la familia o una manera de mantenerse a salvo
y mostrarse respetable.1
Una mujer de veintinueve años, nacida en Arabia
Saudita y educada en Londres, dice:
“Creo que es muy erróneo pensar que el velo… es una
señal de la opresión, el retraso o el sometimiento como
estima Occidente… Yo llevo el velo porque para mí es un
signo de la elección personal y religiosa. Viví en
Occidente y observé toda la corrupción y la
inmoralidad… Ahora estoy más convencida y apegada a
nuestras tradiciones locales. Quiero preservar mi
identidad árabe-islámica y personalmente creo que ésta
es una manera de mostrarla.2
1 Phil y Julie Parshall, Lifting the Ve il: The World of Muslim Wome n
(Wayne sboro, Ga: Gabrie l Publishing, 2002), p. 58.
2 Mona Al-Munaje d, Wome n in Saudi Arabia Today (Ne w York: St.
Martin Pre ss, 1997), p. 57.
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org

RELATOS DIFERENTES
El primer relato fue escrito por el musulmán Hammudah Abdalati y explica las diversas presiones ejercidas sobre
quienes se negaron a abrazar el Islam en sus incipientes años en Arabia.
Los opos i tores que recha za ba n l a nueva fe, s e nega ba n a pa ga r tri butos y col a bora ba n con otros s ectores pa ra a poya r a l es ta do, s ol o
ha cía n l a s cos a s má s di fíci l es pa ra el l os mi s mos . Des de el pri nci pi o recurri eron a a cci ones hos ti l es con l a i ntenci ón de ca us a r probl ema s
no s ol o a l os mus ul ma nes reci én l l ega dos , s i no a s us compa tri ota s converti dos a l Is l a m y a l os pa ga dores de tri butos . Es ta conducta
podría ca ta l oga rs e en s u s enti do na ci ona l como pel i gros a ; en l o huma no, vi l ; en l o s oci a l , des cui da da ; y en l o mi l i ta r, provoca ti va . Pero en
el s enti do prá cti co es ta a cti tud neces i ta ba un freno, no ta nto por l a comodi da d de l os reci én l l ega dos , s i no má s bi en por el bi enes ta r del
es ta do en el que a ún es ta ba n vi vi endo es tos tra i dores . Es ta fue l a úni ca vez en que s e a pl i có l a fuerza , a fi n de ha cer que es ta s pers ona s
entra ra n en ra zón, y s e di era n cuenta de s us res pons a bi l i da des : ta nto como mus ul ma nes , a l a cepta r el Is l a m l i bremente, o como
ci uda da nos l ea l es , a l s er fi el es pa ga dores de l os i mpues tos , y tota l mente ca pa ces de vi vi r con s us compa tri ota s mus ul ma nes ,
compa rti endo i gua l es derechos y obl i ga ci ones .2
El segundo relato corresponde al erudito cristiano-islámico, Michael Nazir-Ali y describe algunas de las campañas
dentro de Arabia dirigidas por Khalid, el gran líder militar que estuvo en el poder inmediatamente después de la
muerte de Muhammad.
Gra n pa rte del méri to de es ta expa ns i ón debe s er a tri bui da a Kha l i d. A excepci ón de Muha mma d es te hombre contri buyó má s que
cua l qui er otro a l a forma ci ón del Is l a m como una potenci a mundi a l . Aunque podemos a dmi ra r s u des treza mi l i ta r, des gra ci a da mente no
podemos des ta ca r s u mora l i da d. Un ejempl o de el l o fue el tra ta mi ento pérfi do que di o a Ma l i k Ibn Nowei ra . La tri bu de Ma l i k s e ha bía
rendi do a Kha l i d y Ma l i k ha bía profes a do l a creenci a i s l á mi ca . Si n emba rgo, Ma l i k fue toma do pri s i onero junto con s u es pos a y s u fa mi l i a ,
y en l a os curi da d de l a noche fue a s es i na do a tra i ci ón. Kha l i d obl i gó a s u vi uda a ca s a rs e i nmedi a ta mente con él . Es te a cto provocó una
rebel i ón en l a s fi l a s mus ul ma na s y una queja forma l contra Kha l i d a nte Abu Ba kr. Kha l i d reci bi ó s ol o una l i gera reprens i ón, pero Uma r, el
s egundo ca l i fa , pos teri ormente a bogó por un ca s ti go má s s evero. Cua ndo Uma r l l egó a l ca l i fa to exoneró a Kha l i d en pri mer l uga r por s u
coma ndo en el es te y en úl ti ma i ns ta nci a por todos l os que ha bía rea l i za do. Por l o que s e s a be, Kha l i d pa s ó s us úl ti mos día s en una gra n
pobreza y os curi da d.3

El tercer relato de las principales conquistas en el Oriente Medio y África del Norte fue aportado por otro erudito
cristiano-islámico, John Taylor.
La tempra na propa ga ci ón del Is l a m a gra n pa rte del mundo ci vi l i za do s ucedi ó pri mera mente como una hi s tori a de éxi to mi l i ta r y
pol íti co; s i gl os a ntes de que l os ha bi ta ntes de l a s ti erra s conqui s ta da s s e hi ci era n vol unta ri a mente mus ul ma nes . Ademá s , l a moti va ci ón
de l os ca l i fa s por detrá s de l a expa ns i ón mi l i ta r y pol íti ca era obtener a deptos pa ra el Is l a m. En l a s mentes de l os s ol da dos , como en l a s
otra s genera ci ones , ha bía un des eo por l os des pojos de guerra ; pero l a s conqui s ta s mus ul ma na s fueron nota bl es por s u di s ci pl i na y por
l a a us enci a de una des trucci ón cruel .4
El cuarto relato de las conquistas en el norte de la India ocurridas en el siglo X fue escrito por Trevor Ling, profesor
de religión comparada en la universidad de Manchester.
Ma hmud, el goberna nte de Gha zna , rea l i zó es ta s i ncurs i ones con el propós i to de a podera rs e del tes oro que s e s a bía di s poni bl e en
forma de oro y joya s en l os templ os hi ndúes del Punja b. Es tos epi s odi os ocurri eron de ta l ma nera que el concepto i s l á mi co de l a yi ha d,
hoy i nterpreta da como “l a guerra s a nta ”, proporci onó l a moti va ci ón rel i gi os a pa ra l a s i ncurs i ones . Según cuenta el propi o Ma hmud, s us
a cti vi da des ponía n de ma ni fi es to el compromi s o pers ona l en una guerra contra l os i nfi el es e i dól a tra s . La na tura l eza de s us opera ci ones
l e otorgó el títul o de “des tructor de ídol os ” y s e cree que ordenó l a ma s a cre de muchos s a cerdotes bra hma nes . A menudo, el rol que jugó
l a l l ega da de l os turcos mus ul ma nes a l norte de l a Indi a es el pa rá metro que ha s i do toma do como norma genera l pa ra ca ta l oga r el
a va nce del Is l a m medi a nte el us o de l a es pa da . T.W. Arnol d fue en contra de es te punto de vi s ta y en s u rel a to de l a expa ns i ón del Is l a m
en 1913 (en The Prea chi ng of Is l a m) proporci onó una correcci ón muy va l i os a .5
LOS LIBROS SAGRADOS
Los musulmanes consideran libros santos tanto al Corán
y al Hadith, como a la Torá, a los Salmos y a los
Evangelios.
El Corán también confirma la enseñanza de los libros
anteriormente citados.
Di : “Creemos en Al á y en l o que s e ha revel a do, en l o que s e
ha revel a do a Abra ha m, Is ma el , Is a a c, Ja cob y l a s tri bus , en l o
que Moi s és , Jes ús y l os profeta s ha n reci bi do de s u Señor. No
ha cemos di s ti nci ón entre ni nguno de el l os y nos s ometemos
a Él ” (s ura 3.84).
Si ti enes a l guna duda a cerca de l o que te hemos revel a do,
pregunta a qui enes , a ntes de ti , ya l eía n l a Es cri tura . Te ha
veni do, de tu Señor, l a Verda d. ¡No s ea s , pues , de l os que
duda n! (s ura 10.94).
Sin embargo, los musulmanes no confían en la Biblia
porque consideran que ha sido corrompida.
Por ha ber vi ol a do s u pa cto l es hemos ma l deci do y hemos
endureci do s us cora zones . Al tera n el s enti do de l a s pa l a bra s ;
ol vi da n pa rte de l o que s e l es recordó. Si empre des cubri rá s
en el l os a l guna tra i ci ón, s a l vo en unos pocos . ¡Borra s us
fa l ta s , perdóna l es ! Al á a ma a qui enes ha cen el bi en.
Concerta mos un pa cto con qui enes decía n: “Somos cri s ti a nos ”.
Pero ol vi da ron pa rte de l o que s e l es recordó y, por es o,
provoca mos entre el l os enemi s ta d y odi o ha s ta el día de l a
Res urrecci ón. Pero ya l es i nforma rá Al á de l o que ha cía n.
¡Gente de l a Es cri tura ! Nues tro Envi a do ha veni do a vos otros ,
a cl a rá ndoos mucho de l o que de l a Es cri tura ha bía i s ocul ta do
y revoca ndo mucho ta mbi én. Os ha veni do de Al á una Luz, una
Es cri tura cl a ra (s ura 5.13-15).
En realidad los musulmanes son animados a leer la
Biblia por sí mismos.
Reci ta l o que s e te ha revel a do de l a Es cri tura de tu Señor. No
ha y qui en pueda ca mbi a r Sus pa l a bra s y no encontra rá s a s i l o
fuera de Él (s ura 18.27).
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam

LAS CRUZADAS Y LAS RELACIONES ISLÁMICO–CRISTIANAS EN EL MEDIOEVO


No debe haber pasado demasiado tiempo para que los cristianos descubrieran que las Cruzadas habían dejado una
profunda cicatriz en la mente de los musulmanes alrededor del mundo. Las nombradas campañas militares
concluyeron hace más de setecientos años, pero muchos mahometanos sienten como si hubieran terminado recién
ayer. Ciertos acontecimientos recientes como el caso Rushdie, la guerra del Golfo y el conflicto de Bosnia confirman
para ellos el sentimiento de que las Cruzadas aún no han terminado. A continuación se detallan algunos eventos
centrales:
1060 Ini ci o de l a s ca mpa ña s pa ra expul s a r a l os moros de Es pa ña .
1096-1291 Des a rrol l o de l a s Cruza da s .
1169 Res ca te de Jerus a l én del poder cri s ti a no y ocupa ci ón mus ul ma na por Sa l a h a l -Di n (Sa l a di no).
1206 Inva s i ón del norte de l a Indi a por l os turcos mus ul ma nes . Comi enzo del s ul ta na to de Del hi .
1220-1249 Inva s i ón mongol a a Pers i a ba jo el ma ndo de Gengi s Ka n. Des trucci ón de Ba gda d.
1291 Ca ída de Acre.
1390 Gobi erno de l a di na s tía de Ma ml uk en Egi pto. El Ca i ro s e tra ns forma en el centro del mundo i s l á mi co.
1396 Entra da de l os turcos en el es te de Europa .
1453 Ca ída de Cons ta nti nopl a a nte l os turcos otoma nos .
1503-1722 Imperi o Sa fa vi d en Pers i a .
1512-1918 Imperi o otoma no con s ede en Turquía .
1526-1858 Domi na ci ón mongol a en el norte de l a Indi a .
1565 Recha zo del a ta que turco a Ma l ta .

1683 Recha zo del a ta que turco en Vi ena .


Li ng res umi ó el l ega do de l a s Cruza da s en una s ol a fra s e: “El res ul ta do dura dero de l a s Cruza da s fue el es tropi ci o de l a s rel a ci ones
entre cri s ti a nos y mus ul ma nes dura nte mucha s genera ci ones , y una gra n ca nti da d de ma l entendi dos y fa l s a s decl a ra ci ones en a mbos
l a dos .”6
De manera similar Albert Hourani se refiere a un legado de sospecha y a la enemistad que ha producido esta lucha
durante numerosos siglos.
Es fá ci l obs erva r l a rel a ci ón entre l os cri s ti a nos y l os mus ul ma nes con res pecto a l a guerra s a nta , l a Cruza da y l a Yi ha d, y ha s ta exi s te
ci erta jus ti fi ca ci ón hi s tóri ca pa ra determi na rl a . La pri mera gra n expa ns i ón i s l á mi ca en ti erra s cri s ti a na s -Si ri a , Egi pto, norte de Áfri ca ,
Es pa ña y Si ci l i a - y l a s pri mera s reconqui s ta s cri s ti a na s -Es pa ña , Si ci l i a y Ti erra Sa nta -, El a va nce del poder otoma no en As i a menor y l os
Ba l ca nes y l uego l a extens i ón del domi ni o europeo en l os úl ti mos dos s i gl os . Es tos proces os ha n crea do y ma nteni do una a cti tud de
s os pecha y hos ti l i da d en a mba s pa rtes que toda vía ofrece, s i no un moti vo de enemi s ta d, a l menos un i di oma en que puede expres a rs e.7
Sin embargo, Hourani explica que la relación entre las dos religiones en Europa Occidental ha sido más compleja
aún.
Pero l a s Cruza da s y l a Yi ha d no a ba rca n toda l a rea l i da d de l a s rel a ci ones pol íti ca s entre l os cri s ti a nos y l os mus ul ma nes , y menos a ún
expl i ca n l a a cti tud de l os unos ha ci a l os otros . La s comuni da des que profes a n a mba s rel i gi ones ha n veni do enfrentá ndos e entre s í por
má s de un mi l l a r de a ños a l o l a rgo del Medi terrá neo, ci erta mente con hos ti l i da d, pero ta mbi én con una mi ra da i ncómoda de
reconoci mi ento.
Cua ndo Europa Occi denta l enfrentó por pri mera vez el des a fío del poder mus ul má n no tuvo ni ngún conoci mi ento rea l de l os moti vos de
s u l ucha , y l a combi na ci ón del mi edo y l a i gnora nci a produjeron un cuerpo de l eyenda s , a l guna s a bs urda s , pero toda s i njus ta s .8

EL AMOR ÁGAPE
Dios mostró su amor sin límites por toda la gente
enviando a su Hijo a morir por ella a fin de redimir a la
raza humana. Este acto certificó que todos los hombres
son amados por Dios. Su amor ágape es incondicional y
no exige ni espera reciprocidad. El amor de Dios nos
impulsa a amar a los demás con el mismo amor
desinteresado que Dios nos manifestó en Cristo.
Puesto que el amor es una elección -una acción y no
una respuesta o solo afecto- puede demostrarse con el
respeto hacia nuestros vecinos musulmanes.
Probablemente no tengamos las mismas opiniones, pero
no debemos menospreciar a Muhammad, ni las
enseñanzas islámicas ni a sus líderes religiosos.
Podemos usar las palabras y acciones, tales como el
saludo, la vestimenta y los gestos, para expresarles
nuestro respeto de su cultura y cosmovisión, y hasta
podemos consentir que nos enseñen acerca de su
singularidad. La decisión de no permitir que la política,
la religión o la nacionalidad se interpongan en el camino
nos ayudará a encontrar distintas maneras de
relacionarnos los unos con los otros.
Mientras que el Corán afirma que Dios es
misericordioso y compasivo, la mayoría de los
musulmanes lo consideran ante todo como juez y rey.
Como consecuencia el Islam puede convertirse en una
religión de leyes y reglamentos. Los fieles viven con
miedo porque no tienen la seguridad del amparo de Dios
y anhelan experimentar su gracia amorosa. El amor
ágape puede abrirles esa puerta.
El Espíritu Santo puede ayudarnos a amar. El primer
fruto del poder que mora en el creyente es el amor
ágape (ver Gál. 5:22-23) y el amor con que Dios nos ama
debe ser el mismo por el cual debemos ser conocidos
(ver Jn. 13:35). Pida al Espíritu Santo que lo motive con
un amor especial hacia los musulmanes y por su
intermedio ellos podrán experimentar el amor de Cristo.
Nosotros somos las manos y los pies de Jesús. Si
decimos que lo amamos debemos amar como Él ama.
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org

EL COLONIALISMO EUROPEO Y EL MOVIMIENTO MISIONERO


Algunos no dudarán en oponerse a la idea de asociar al colonialismo occidental con la misión cristiana. Posiblemente
se sientan incómodos con ciertos vínculos entre los misioneros por un lado, y entre los soldados, comerciantes y
administradores por el otro. Sin embargo, la percepción del mundo musulmán es que básicamente ambos
movimientos procedieron de una misma fuente: el deseo del occidente cristiano por el dominio mundial.
A mediados del siglo XVIII y luego de varias centurias de incómodas relaciones entre los musulmanes y los
cristianos de Europa y del Mediterráneo, la época colonial trajo aparejada una nueva crisis que golpeó al mundo
islámico. Kenneth Cragg explica la significación que tuvieron para el bloque musulmán más de doscientos años de
imperialismo cristiano.
1757 Ini ci o de l a expa ns i ón bri tá ni ca en l a Indi a .
1792 Comi enzo de l a mi s i ón de Wi l l i a m Ca rey en l a Indi a .
1798 Ll ega da de Na pol eón a Egi pto.
1805-1812 Obra de Henry Ma rtyn en l a Indi a y Pers i a .
1857 Rea l i za ci ón del motín de l a Indi a y l a guerra de l a i ndependenci a .
1910 Cel ebra ci ón de l a Conferenci a Mi s i onera de Edi mburgo.
1917 Entra da del genera l bri tá ni co Al l enby en Jerus a l én. Derrota de l os turcos otoma nos y fi na l i za ci ón de s u i mperi o.
1922 Abol i ci ón del ca l i fa to por ma nda to de Ata turk.
1948 Es ta bl eci mi ento del es ta do de Is ra el .

El Is l a m es tuvo pres ente en a mpl i a s zona s de s u di s pers i ón y en gra n pa rte ba jo un gobi erno no mus ul má n. En genera l el control del
i mperi o occi denta l no a fectó l a s prá cti ca s rel i gi os a s . La s mezqui ta s perma neci eron a bi erta s y el Ra ma dá n, l a s peregri na ci ones y l a
mi s ma creenci a no fueron prohi bi dos . Según l a mi ra da occi denta l de es te “tes t rel i gi os o” podría deci rs e que el Is l a m era tota l mente l i bre
de s er pra cti ca do. Pero en el pl a no pol íti co mucha s zona s no es ta ba n regi da s por l a a utori da d mus ul ma na . Recordemos que des de s us
orígenes el Is l a m ti ene l a premi s a bá s i ca de es ta r en el poder y l a l a rga hi s tori a de ca l i fa to l o confi rma . A pa rti r de l a Hégi ra , el Is l a m
ha bía fus i ona do en uno s ol o a l a rel i gi ón y a l es ta do.
Aunque l os ri tua l es rel i gi os os no es tuvi era n cens ura dos , l a fa l ta de poder pol íti co no permi tía l a expres i ón pl ena del Is l a m. Se tra ta ba
de un es ta do de exi l i o, el rompeca beza s y el dol or que ca us ó un gra n deba te en el s i gl o XIX. Por ejempl o, en l a Indi a el Is l a m es ta ba
perpl ejo y cons terna do.9
¿DÓNDE ESTÁ ORIENTE MEDIO?
El subcontinente, Lejano Oriente, Cercano Oriente y
Oriente Medio son términos usados para especificar
algunas zonas de Asia e incluso de África. Pero tales
designaciones no tienen un significado comúnmente
aceptado, y por lo general acarrean connotaciones
negativas para los pueblos que habitan las áreas
nombradas. Los territorios que llevan los rótulos de
Lejano Oriente y el subcontinente se describen mejor
con la denominación de Asia Oriental y el sur de Asia.
Sin embargo, Cercano Oriente y, sobre todo, Oriente
Medio no tienen un claro título alternativo.
En algunas ocasiones la expresión Cercano Oriente
incluye Asia central (los países con terminación “stán”)
e Irán (Persia). A veces Irán, Pakistán y Afganistán se
mencionan como parte de Oriente Medio, aunque son
lingüística, histórica y culturalmente distintos. Debido a
los lazos lingüísticos del norte de África y a las
conexiones históricas de Turquía (gracias al imperio
otomano) se mal rotula a estas regiones como Oriente
Medio aunque en nada importa a los turcos (e iraníes)
esta designación.
La moderna Turquía tiene un nombre geográfico
diferente: Anatolia. También Arabia Saudita, Yemen y los
demás estados árabes del golfo conjugan la península
Arábiga. Anatolia, la península Arábiga, Asia Central,
África del Norte y Persia son los términos exactos para
estas regiones geográficas y aceptables para sus
habitantes. La actualización de nuestra nomenclatura es
apropiada. (Por ejemplo, los occidentales del sudeste
asiático ya no denominan Indochina a su área). En
referencia a los territorios de Irak (antigua
Mesopotamia), Israel, Jordania, Líbano, Palestina y Siria,
si bien el suroeste de Asia puede parecer un rótulo
complicado es una designación más precisa que Oriente
Medio.

Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam

LA REFORMA Y LOS MOVIMIENTOS DE RENOVACIÓN EN EL ISLAM


Frente al contexto de desesperación y derrota anteriormente mencionado podemos llegar a entender el motivo por el
cual las siguientes personas encabezaron la reforma y los movimientos de renovación del Islam. Pero es necesario
considerar que no siempre es fácil determinar hasta qué punto el grado de los impulsos que empujan hacia el cambio
viene por influencias externas o internas.
1. Shah Wali Allah (1702-1762). Fue oriundo de Delhi y militó por la renovación del Islam en la India. Su manera de
hacerlo significó deshacerse de los elementos hindúes que se habían infiltrado lentamente en el Islam y alentar la
esperanza de la restauración del gobierno musulmán. En la opinión de Wali Allah acerca del Islam, “una base
amplia, humanista y sociológica está cubierta por una doctrina de justicia social y económica en términos islámicos,
y coronada por una visión sufí del mundo” (Fazlur Rahman). Según el historiador paquistaní, S.M. Ikram, “más
que cualquier otra persona, Shah Wali Allah es el responsable de la regeneración religiosa de la India al Islam.”10
2. Muhammad ibn Abd al-Wahhab (1703-1792). Fue un jeque árabe. Tenía cuarenta años y, luego de viajar
durante mucho tiempo por Irak y Persia, regresó a Arabia para comenzar un movimiento de purificación del Islam.
Los principales blancos de su ataque fueron: (a) el ejercicio del Islam popular tal como la veneración de los santos,
la visita a sus tumbas, la creencia de la intercesión del profeta y de los santos, entre otras formas que consideraba
superstición; (b) la reducción de las normas morales entre los musulmanes y (c) la adición a las creencias básicas y
prácticas islámicas de los sufíes, filósofos y teólogos. Muhammad hizo un llamado a volver al Corán y a la Sunna
como las únicas fuentes de autoridad y rechazó cualquier mandato musulmán posterior.
Trevor Ling resume el legado de este jeque de la siguiente manera: “El desafío del movimiento wahhabí en contra de
la corrupción moral dentro del Islam y su énfasis en la importancia del elemento ético en la vida y pensamiento
musulmanes tuvo un efecto duradero. Esta premisa se convirtió en una característica casi universal de los
movimientos islámicos reformistas posteriores tanto en Arabia como en otras regiones.”11
3. Sayyid Ahmad Khan (1817-1898). Fue oriundo de Delhi. Se mostró más abierto que otros hacia el conocimiento
científico moderno argumentando su total compatibilidad con el Islam. Además trató de convencer a sus
correligionarios de las semejanzas entre el Islam y el Cristianismo. Dice Trevor Ling: “Es a Khan a quien debe darse
gran parte del crédito en cuanto al despertar de los musulmanes de la India hacia una nueva comprensión del
posible lugar de la religión islámica en el mundo moderno.”12
4. Jamal al-Din al-Afgani (1839-1897). Su mayor preocupación se centró en los temas sociales y políticos que
enfrentaban los musulmanes y protestó contra la inclusión de elementos extraños en las áreas política, cultural y
religiosa. Su afán por unir al mundo musulmán lo transformó en el líder del movimiento Pan-Islam que abogaba
por la creación de un estado islámico mundial.
5. Muhammad Abdu (1849-1905). Teólogo egipcio. Enseñó en la universidad Al-Azhar de El Cairo y fue crítico de
la rigidez y el conservadurismo de muchos teólogos ortodoxos, cuyas mentes parecían estar cerradas al mundo
moderno en su totalidad. Apoyó un tipo de Islam liberal y abierto afirmando que la fe y la razón eran compatibles,
y que la fe y el conocimiento moderno no tenían un motivo para presentar contradicciones entre sí. Abdu quiso
apreciar una mayor flexibilidad en la formulación de la ley islámica y entendió que en algunos casos las leyes
tradicionales debían ser reemplazadas por otras nuevas y más adecuadas al contexto social. Sin embargo, no estuvo
dispuesto a aplicar métodos críticos modernos para el estudio del Corán. Como resultado de su enseñanza surgió
un nuevo tipo de modernismo secular en Medio Oriente y algunos partidarios llegaron a pedir la separación de la
religión y el estado. Al mismo tiempo, hubo oposición por parte de grupos fundamentalistas que pretendían volver
al Corán y a la Sunna.
6. Muhammad Iqbal (1873-1938). Líder durante muchos años de la Liga Musulmana, un movimiento fundado en
1906 que concentraba las aspiraciones políticas de los musulmanes en la India. A partir de 1930 Iqbal comenzó a
abogar por un estado independiente musulmán en el país y debido a su gran influencia generalmente ha sido
considerado como “el fundador espiritual del estado de Pakistán” (nueve años después de su muerte Pakistán
obtuvo la independencia).13 En cuanto a las discusiones sobre la ley islámica él creía que su interpretación
necesitaba ser radicalmente abierta. Iqbal también fue bien conocido por sus escritos como poeta y filósofo.
7. Mawlana Abu al-Ala Mawdudi (1903-1979). Periodista, erudito islámico autodidacta, fundador de la
organización Jamaat-i Islami (Comunidad del Islam) en 1941. Aunque al principio se opuso a la idea de establecer
un estado musulmán separado, cuando Pakistán llegó a convertirse en nación en 1947, tuvo como principal
objetivo “la Islamización completa del gobierno y su purga de toda influencia del oeste espiritual, en lo moral y
político y en sus valores y prácticas.”14
8. Hasan al-Banna (1906-1979). Fue criado en una pequeña aldea en el delta del Nilo, Egipto. Adquirió la mayoría
de sus conocimientos acerca del Islam a través de su padre, un graduado de la universidad al-Azhar de El Cairo.
Durante el tiempo que trabajó como maestro en Ismailiyya, en el canal de Suez, tomó conciencia de la crítica
situación que afrontaba el mundo musulmán en materias política, cultural y económica. Se ligó con unos amigos
bajo juramento y se hicieron llamar los hermanos musulmanes (Ikhwan al-Muslimin).
En las décadas de los años 1930-1940, el movimiento creció rápidamente a pesar de sufrir embestidas del gobierno
por exigir que la sharia fuera establecida como una ley nacional. El primer ministro prohibió las actividades del
movimiento y fue asesinado por un miembro de la hermandad. Más tarde, Banna fue asesinado por la policía
secreta. Aunque en ciertos países árabes la hermandad fue oficialmente suprimida sigue estando muy activa y
pidiendo el restablecimiento de la ley sharia, en algunas ocasiones por medios pacíficos y en otras por la revolución
y la violencia.
9. El ayatolá Ruhollah Khomeini (1900-1989). Nació en una familia islámica y tanto su padre como su abuelo
fueron eruditos religiosos. A los diecinueve años comenzó sus estudios en ciencias religiosas con orientación chiita
mayormente en la ciudad santa de Qom, al sur de Teherán. Pronto atrajo la atención de sus profesores y
compañeros debido a la forma en que combinaba una profunda espiritualidad y misticismo con un interés
apasionado por los temas sociales y políticos.
Se manifestó opositor a la monarquía iraní a la cual consideraba una dictadura totalitaria decidida a eliminar al
Islam como fuerza cultural, social y política. Luego de su primera declaración pública contra el gobierno en 1943,
se convirtió en el líder popular que expresaba las aspiraciones de su pueblo. En 1963 protestó en contra de una serie
de medidas que a su juicio expondrían al país aún más bajo la influencia extranjera. Por tal razón fue arrestado,
pero más tarde recobró la libertad.
Durante los períodos de exilio en Turquía, Irak y Francia (1964-1979), sus sermones y conferencias fueron
ampliamente difundidos a través de la red de mezquitas en Irán tanto en forma impresa como en casetes. En 1979,
tan pronto como el Sah había abandonado el país, Khomeini fue recibido en Teherán con una entusiasta
bienvenida. Unos meses posteriores a la publicación del libro Los versos satánicos –publicado en 1988– pronunció
la sentencia de muerte de su autor, Salman Rushdie, en una resolución especial (fatwa). El ayatola continuó el
liderazgo de la revolución islámica iraní hasta su muerte en 1989.
A partir de este resumen acerca de los movimientos de avivamiento y la reforma dentro del Islam, deberíamos estar
en condiciones de apreciar algunos de los problemas que enfrenta actualmente el mundo musulmán.

Final de las lecturas claves de la Lección 2. Ver Aprende Más.

NOTAS FINALES
1. Ke nne th Cragg, The Call of the Minare t (London: Collins, 1986), p. 219.
2. Hammudah Abdalati, Islam in Focus (London: World Asse mbly of Muslim Youth, 1980), p. 150.
3. Michae l Nazir-Ali, Islam: A Christian Pe rspe ctive (Carlisle , UK: Pate rnoste r, 1984), pp. 35–36.
4. John Taylor, Introducing Islam (Cambridge : Lutte rworth Pre ss, 1971), p. 33
5 Tre vor Ling, A History of Re ligion East and We st (Ne w York: Macmillan, 1982), p. 300. Este autor cita a T. W. Arnold, The Pre aching of Islam
(e ditor de sconocido, 1913).
6 Ling, p. 302.
7 Albe rt Hourani, Europe and the Middle East (Be rke le y: Unive rsity of California Pre ss, 1980), p. 4.
8 Ibid., p. 9.
9 Cragg, Islam and the Muslim (Maide nhe ad, Be rkshire , UK: Ope n Unive rsity Pre ss, 1978), pp. 78–79.
10 El autor no informó la fue nte Rahman or Ikram.
11 Ling, p. 300.
12 Ibíd., p. 384.
13 Ibíd., p. 387.
14 Ibíd., p. 395.
EL ISLAM Y EL PROGRESO DEL CONOCIMIENTO
por la Real Embajada de Arabia Saudita

El Islam es una religión basada en el conocimiento, pues en última instancia el entendimiento de la unicidad de
Dios, sumado a la fe y al compromiso total con Dios, salva al hombre. El texto coránico contiene múltiples versículos
que invitan al mortal a usar su intelecto a fin de reflexionar y conocer que la meta de la vida humana es el
descubrimiento de la verdad, y esta no es otra sino que adorar a Dios en su unidad.
La literatura de los hadices también está llena de referencias acerca de la importancia del conocimiento. Los dichos
del profeta tales como “busca el conocimiento incluso en China”, “indaga el conocimiento desde la cuna hasta la
tumba” y “de cierto los hombres de conocimiento son los herederos de los profetas” constituyen ecos a lo largo de la
historia del Islam. Estas palabras han incitado a los musulmanes a la búsqueda continua del conocimiento
dondequiera que pueda encontrarlo. Durante la mayor parte de su existencia, la civilización islámica ha sido testigo
de una auténtica celebración del conocimiento y cada ciudad Islamita tradicional poseía bibliotecas públicas y
privadas. Las ciudades de Córdoba y Bagdad se jactaban por la riqueza de sus centros literarios con más de 400.000
libros. Además tenían librerías con ventas de un gran número de títulos. Esta descripción también señala la gran
estima que la sociedad islámica ha tenido siempre por los eruditos.

ASIMILACIÓN DE LAS CIENCIAS PRE-ISLÁMICAS


En su expansión hacia el norte –Siria, Egipto y el imperio persa– el Islam se enfrentó cara a cara con las ciencias de la
antigüedad. Los centros que albergaban este patrimonio se habían convertido en parte del mundo islámico. Durante
siglos, Alejandría había sido un núcleo importante de las ciencias y del aprendizaje. El saber griego cultivado en
Alejandría sufrió oposición por parte de los bizantinos, quienes habían quemado su biblioteca mucho antes del
advenimiento del Islam a sus tierras.
Sin embargo, la tradición de la enseñanza alejandrina no murió sino que fue transferida a Antioquía y luego hacia
el este, a ciudades como Edesa (Urfa en Turquía), pues los cristianos orientales estaban en franca oposición a Bizancio
y deseaban tener sus propios centros de aprendizaje independientes. Por otra parte Shapur I, rey de Persia, había
establecido la ciudad de Jundishapur como un centro de alto aprendizaje, igualándose a Antioquía. Además de los
eruditos cristianos que exponían en siríaco, y de los persas que instruían por medio de la escritura pahlavi, los
médicos y matemáticos de la India fueron invitados por el rey persa para enseñar en esta sede principal.
Durante el período Umayyad se consolidó el nuevo orden islámico. Los musulmanes volcaron su atención hacia los
centros de enseñanza que se habían conservado, y trataban de familiarizarse con el conocimiento que se impartía y
se cultivaba en ellos. En consecuencia, comenzaron un esfuerzo concertado para traducir las obras científicas y
filosóficas disponibles, no solo del griego y del siríaco (ésta última era la lengua de los eruditos cristianos orientales),
sino también del pahlavi (el lenguaje académico de la Persia pre-islámica) e inclusive del sánscrito (lengua literaria
clásica de la India). Muchos traductores exitosos fueron árabes cristianos, tal es el caso del destacado médico Hunayn
ibn Ishaq, y otros fueron persas como por ejemplo Ibn Muqaffa, quien tuvo un rol importante en la creación de un
estilo de prosa árabe más adecuado para la expresión de escritos filosóficos y científicos. El gran movimiento de
traducción tuvo su desarrollo desde los inicios del siglo VIII y hasta fines del IX, y alcanzó su punto máximo a
principios del siglo IX con la inauguración de la Casa de la Sabiduría (Bayt al-Hikma) durante el califato al-Ma’mun.
La comunidad islámica hizo un gran esfuerzo para enfrentar el reto de las diversas filosofías y ciencias de la
antigüedad, y para entender y aplicar estos conocimientos en sus propios términos y de acuerdo a su cosmovisión.
Como resultado del trabajo se obtuvo la traducción de un amplio corpus de escritos en árabe: la mayoría de
importantes obras filosóficas y científicas de Aristóteles y su escuela, numerosos volúmenes de Platón y de la doctrina
pitagórica, y las colecciones griegas más relevantes de la astronomía, matemática y medicina (por ejemplo, el
Almagesto de Ptolomeo, Elementos de Euclides y las producciones de Hipócrates y Galeno). Asimismo importantes
obras de astronomía, matemática y medicina fueron traducidas del pahlavi y del sánscrito. Por lo tanto el idioma
árabe se convirtió en el lenguaje científico más importante del mundo durante muchos siglos porque llegó a ser el
depositario de gran parte de la sabiduría y de las ciencias de la antigüedad.
Los musulmanes no tradujeron los escritos científicos y filosóficos de otras civilizaciones no porque tuvieran temor a
la dominación política o económica, sino porque la estructura del Islam se fundamenta en la primacía del saber.
Tampoco consideraron estas expresiones del conocimiento como “anti-islámicas”, siempre que éstas confirmaran la
doctrina de la unicidad de Dios, la cual el Islam afirma que ha estado en el corazón de toda auténtica revelación de
Dios. Una vez que las ciencias y las filosofías confirmaban el principio de unicidad eran adoptadas como propias por
los musulmanes. Ellos las hicieron parte de su cosmovisión y comenzaron a cultivar las ciencias islámicas basadas en
lo que habían traducido, analizado, criticado y asimilado, rechazando aquellas nociones que no estaban de acuerdo
con la perspectiva islámica.

LAS CIENCIAS MATEMÁTICAS


De acuerdo con el carácter abstracto de la doctrina de la unidad, el pensamiento musulmán siempre ha sido atraído
por las ciencias matemáticas. Éstas han incluido tradicionalmente la astronomía, la matemática propiamente dicha y
gran parte de la disciplina que hoy conocemos como la física. Los musulmanes lograron trazar una síntesis que
originó un nuevo capítulo en la historia de la astronomía a partir del siglo VIII, integrando las tradiciones
astronómicas indias, persas, del antiguo Cercano Oriente, y en especial el aporte de los griegos. El Almagesto de
Ptolomeo (tratado de astronomía, geografía y matemática, 150 d.C.) cuyo nombre en castellano revela el origen
árabe de su traducción latina (del árabe ‘al-majisti’, o el más grande) fue estudiado a fondo. Su teoría planetaria ha
sido criticada por varios astrónomos, tanto del este como de las tierras islámicas occidentales, desembocando en la
gran crítica de la teoría de Nasir al-Din al-Tusi y sus estudiantes, en particular la de Qutb al-Din al-Shirazi en el siglo
XIII.
Los musulmanes también observaron cuidadosamente los cielos y descubrieron múltiples estrellas. El libro escrito
por Abd al-Rahman al-Sufi acerca de las estrellas fue traducido al español por Alfonso X el Sabio, y tuvo una
profunda influencia sobre la toponimia estelar (los nombres de lugares) en las lenguas europeas. Muchos nombres de
estrellas en inglés, como por ejemplo, Aldabaran [de ‘dabaran’, o después de (las Pléyades)] aún recuerdan su origen
árabe. Los musulmanes llevaron a cabo numerosas observaciones originales las cuales asentaban en una tabla
astronómica llamada zij. Uno de los astrónomos más precisos fue al-Battani y su trabajo fue imitado por muchos
otros. La zij de al-Ma’mun (observada en Bagdad), la zij Hakimite de El Cairo, las tablas toledanas de al-Zarqali y
sus asociados, la zij Il-Khanid de Nasir al-Din al-Tusi (realizada en Maraghah) y la zij de Ulugh-Beg (de Samarqand)
se cuentan entre las más famosas tablas astronómicas islámicas. Éstas ejercieron una gran influencia en la
astronomía occidental incluso hasta en la época de Tycho Brahe. En realidad los árabes fueron los pioneros en la
creación de un observatorio astronómico con rigor científico, el cual fue fundado por al-Tusi, en Maraghah, Persia e
indirectamente fue el modelo de los observatorios europeos posteriores. Gran cantidad de instrumentos astronómicos
utilizados para la observación han sido desarrollados por los musulmanes. El más famoso es el astrolabio, un aparato
que observa la posición y determina la altitud de un cuerpo celeste. Incluso existían astrolabios mecánicos que fueron
perfeccionados por Ibn Samh y que deben ser considerados como los precursores del reloj mecánico.

Además, las observaciones astronómicas tenían aplicaciones prácticas no solo en la búsqueda de la dirección a la
Makkah (Meca) para realizar las oraciones, sino también en la elaboración de los almanaques (esta última palabra es
de origen árabe). Del mismo modo los musulmanes aplicaron sus conocimientos astronómicos en las cuestiones del
cronometraje y del calendario. El calendario solar más exacto es el Jalali, creado por Omar Khayyam en el siglo XII y
actualmente vigente en tierras de Persia y Afganistán.
Al igual que la astronomía, la matemática propiamente dicha recibió su impulso directo del Corán, no solo porque
la estructura matemática está relacionada con el texto sagrado, sino también porque las leyes de la herencia coránica
requieren soluciones matemáticas complejas. Reiteradamente los musulmanes iniciaron su camino integrando las
matemáticas de Grecia y de la India. El primer gran matemático musulmán llamado Al Khwarazmi vivió en el siglo
IX y escribió un tratado de aritmética cuya traducción al latín trajo a Occidente los conocidos números arábigos.
Actualmente se emplea la palabra guarismo, un derivado de su nombre que en español significa ‘número o cifra’,
pero en cambio se utiliza la expresión “algoritmo” en el idioma inglés.
Por otra parte Al-Khwarazmi fue el autor del primer libro de álgebra. Esta ciencia fue desarrollada por los
musulmanes y tuvo su basamento en las antiguas obras rudimentarias griegas y de la India. La propia
denominación “álgebra” procede de la primera parte del nombre del libro de Al-Khwarazmi: el Kitab al-Jabr wa-l-
muqabalah. Abu Kamil al-Shuja planteó las ecuaciones algebraicas con cinco incógnitas. Posteriormente, la ciencia
siguió desarrollándose gracias a matemáticos tales como al-Karaji, y alcanzó su máxima expresión con Khayyam en
su clasificación de las ecuaciones algebraicas, según su tipo y clase hasta el tercer grado.
Tal como se refleja en el arte, los musulmanes también fueron sobresalientes en el ámbito de la geometría. Puede
decirse que en el siglo IX, al mismo tiempo que aparecían en escena los primeros geómetras musulmanes, los
hermanos Banu Musa, su contemporáneo Thabit ibn Qurra utilizaba el método del agotamiento que aportaba ideas
al futuro cálculo integral. También numerosos matemáticos, tales como Khayyam y al-Tusi, trataron con el quinto
postulado de Euclides, y los problemas derivados en el intento de probar dicho postulado dentro de los límites de la
geometría euclidiana.
La trigonometría es otra rama de la matemática que ha sido desarrollada por los musulmanes. Fue establecida
como una especialidad distinta de la matemática por Al-Biruni. En particular, los matemáticos musulmanes Al-
Battani, Abul Wafa, Ibn Yunus e Ibn al-Haytham explicaron la astronomía esférica y aplicaron la solución de
problemas astronómicos.
El amor por el estudio de los cuadrados mágicos y los números amigables dirigió a los musulmanes a explicar la
teoría de los números. Al-Khujandi descubrió un caso singular del teorema de Fermat que afirma que “la suma de
dos cubos no puede ser otro cubo”. Al-Karaji analizó las progresiones aritméticas y geométricas como por ejemplo,
13 +23 +33 + …+n3 = (1+2+3+…+n)2 . Al-Biruni se ocupó de las progresiones y Ghiyath al-Dinal-Jamshid Kashani condujo
el estudio de la teoría de los números a su máxima expresión.
“TENGO QUE PENSAR EN LA
ETERNIDAD”
Murat nació en una familia musulmana de Uzbekistán.
Cuando era joven jugaba al fútbol con algunos amigos
cristianos y extranjeros con quienes comenzó a estudiar
la Biblia. En cierta ocasión Murat estuvo en el hospital.
Llegó muy enfermo, con severos dolores y sus amigos
cristianos lo visitaron. “Ellos oraron por mí en el nombre
de Jesús y me entregaron a Él” razonaba Murat.
“Todavía me gusta el Islam, pero puedo ver el poder en
el nombre de Jesús.”
Aunque Murat ha empezado a crecer en su
comprensión y compromiso con Cristo ha experimentado
retrocesos desde que su padre murió. Como hijo tenía el
deber familiar de ejecutar los extensos rituales
funerarios islámicos en su localidad. Vivía en la casa de
su familia y se enfrentó a la gran presión de estudiar y
practicar solo el Islam. La viuda, madre de Murat, se
opuso al manifiesto interés de su hijo por Cristo, y Murat
quería hacer cualquier cosa para complacerla. Sabía que
ella era más sabia que él. Varios años atrás, Murat se
había enamorado de una compañera de clase con quien
se casó. Su madre le había advertido que no lo hiciera y
finalmente su matrimonio terminó en el divorcio. Ahora
su madre estaba diciéndole que no siguiera a Cristo.
Por último, Murat se dio cuenta de que tenía que
seguir a Cristo, aun si su decisión trajera dolor y
molestia a su familia. “Si sigo los caminos de mi madre
sé que ella estará feliz, pero yo iré al infierno. Tengo
que pensar en la eternidad. Yo puedo seguirla durante
toda esta vida, pero entonces, ¿qué haré por la
eternidad?”
Fuente: Marti Smith, www.missionscatalyst.org.

LA FÍSICA
En el campo de la física, los musulmanes han brindado su contribución especialmente en tres ámbitos. El primer
aporte fue la medición del peso específico de los objetos y el estudio del equilibrio, luego del trabajo de Arquímedes.
En este aspecto se destacan los escritos de Al-Biruni y Al Khazini. La segunda contribución fue la crítica efectuada a
la teoría aristotélica del movimiento de proyectiles y el intento de cuantificación de este tipo de movimiento. Los
trabajos de Ibn Sina, Abu-l-Barakat al-Baghdadi, Ibn Bajjah y otros condujeron al desarrollo de las ideas de ímpetu y
momento, y desempeñaron un papel importante en la crítica de la física aristotélica en Occidente hasta los primeros
escritos de Galileo. El tercer aporte fue realizado al terreno de la óptica a través de Ibn al-Haytham (Alhazendel en
latín), un brillante científico que vivió en el siglo XI, entre Ptolomeo y Witelo. Su principal trabajo en óptica fue el
Kitab al-Manazir, bien conocido en Occidente como tesaurus opticus. Ibn al-Haytham resolvió múltiples problemas
ópticos (uno de ellos lleva su nombre), estudió las propiedades de las lentes, descubrió la cámara oscura, explicó de
forma corriente el proceso de la visión, examinó la estructura del ojo y explicó por primera vez por qué el sol y la luna
aparecen más grandes en el horizonte. Este interés por las ciencias ópticas se extendió durante dos siglos más a través
de estudiosos tales como Qutb al-Din al-Shirazi y Kamal al-Din al-Farsi. Qutb al-Din dio la primera explicación
correcta de la formación del arco iris.
Es importante recordar que tanto en Física como en muchos otros campos de la ciencia, los musulmanes realizaron
la observación, la medición y la experimentación. Este proceso les asignó el mérito de haber sido los precursores del
método experimental más tarde conocido.
CITAS
Cuando Abu Bakr habló, Umar se sentó. Abu Bakr alabó
y glorificó a Dios y le dijo: “¡No hay duda! Cualquiera
que adore a Muhammad debe saber que Muhammad
está muerto, pero los que adoran a Alá deben saber que
Alá está vivo y que nunca morirá.”
Sa hi h Bukha ri , The Col l ecti on of Ha di th, tra d. M. Muhs i n Kha n,
vol . 1, l i bro 57, número 19. Na rra do por Ai s ha .
“Mejor el turbante del sultán que el capelo cardenalicio”
(de un líder de la iglesia ortodoxa en la época de las
Cruzadas).
Mi cha el Ll ewel l yn Smi th, “La ca ída de Cons ta nti nopl a ”, en
Hi s tory Ma kers (Londres : Ma rs ha l l Ca vendi s h, Si dgwi ck &
Ja cks on, 1969), p. 189.

LAS CIENCIAS MÉDICAS


Los hadices del profeta contienen cuantiosas instrucciones en materia de salud incluyendo los hábitos alimenticios.
Estas palabras se convirtieron en el fundamento de lo que llegaría a conocerse posteriormente como la medicina
profética (al-al-tibb nabawi). Desde sus comienzos el Islam prestó una gran atención a la higiene y al cuidado del
cuerpo, por lo tanto la exploración musulmana en el campo de la medicina se adentró una vez más en todo el
conocimiento disponible de la época: las fuentes de la India, de Grecia y de Persia.
Al principio, los grandes médicos entre los musulmanes fueron mayormente cristianos. Pero la medicina islámica
propiamente dicha nació en el siglo IX con la aparición del más importante compendio llamado El Paraíso de la
Sabiduría (Firdaws al-Hikma), escrito por Ali ibn al-Rabán Tabari. El manual sintetizaba las tradiciones de la
medicina hipocrática y galénica, y las de la India y Persia. Muhammad ibn Zakariya al-Razi (Rhazes en latín) fue
uno de los más prominentes médicos que hicieron énfasis en la medicina clínica y en la observación. Fue un maestro
del diagnóstico, la medicina psicosomática y la anatomía. Fue pionero en la identificación y tratamiento de la viruela,
en el uso del alcohol como antiséptico y del mercurio como purgante. Al-Razi produjo Kitab al-Hawi (Continens), la
obra más larga jamás escrita en la medicina islámica, que fue reconocida como una autoridad médica en Occidente
en el siglo XVIII.
Sin embargo, el máximo exponente en la disciplina fue Ibn Sina, llamado “el príncipe de los médicos” en el oeste.
Ibn Sina sintetizó la medicina islámica en la obra maestra Al-Qanun fi’l-tibb (El canon de la medicina), llegando a
constituirse en el más famoso libro de medicina de la Historia. Fue la autoridad final en los asuntos médicos de
Europa durante casi seis siglos y actualmente se enseña donde la medicina islámica ha sobrevivido, por ejemplo en
Pakistán y en la India. Ibn Sina descubrió muchas drogas e identificó y trató varias enfermedades como la
meningitis, pero su mayor contribución estuvo en la filosofía de la medicina. Fue el creador de un sistema de
medicina en el cual cada práctica podía llevarse a cabo combinando factores físicos y psicológicos, con drogas y
dieta.
Luego de la muerte de Ibn Sina, la medicina islámica se dividió en varias ramas. Dentro del mundo árabe Egipto
siguió siendo un importante centro de estudio de la medicina, especialmente en la especialidad de oftalmología, que
alcanzó su punto destacado durante el califato de al-Hakim. El Cairo contaba con excelentes hospitales que atraían a
médicos de otros países, como por ejemplo a Ibn Butlan, autor de la famosa Agenda de salud. También puede
mencionarse al doctor Nafis Ibn, el descubridor de la circulación menor o pulmonar de la sangre, siglos antes de
Miguel Servet (español, 1511-1553) a quien generalmente se atribuye tal descubrimiento.
España y las tierras occidentales del Islam se beneficiaron con la aparición de médicos de la talla de Saad al-Katib,
en Córdoba, quien compuso un tratado de ginecología; y Abul-Qasim al-Zahrawi (Albucasis en latín), la más notable
figura musulmana en cirugía del siglo XII cuya obra médica, Kitab al-Tasrif, fue conocida bajo el nombre de
Concessio en Occidente. Además hay que mencionar a la familia Ibn Zuhr, que produjo varios médicos destacados, y
a Abd Abu Marwan al-Malik, el médico clínico más sobresaliente del Magreb. Ibn Tufayl e Ibn Rushd, ambos
filósofos españoles de renombre, también fueron excelentes médicos.
La medicina islámica se propagó en Persia y en otras tierras orientales bajo la influencia de Ibn Sina. La aparición
del principal compendio médico persa, El tesoro de Sharaf al-Din al-Jurjani, y de los comentarios del Canon de Fakhr
al-Din al-Razi y el Qutb al-Din al-Shirazi, ayudaron en el proceso de propagación. Incluso después de la invasión
mongola continuaron los estudios médicos tal como puede apreciarse en la obra de Rashid al-Din Fadlallah. Por
primera vez, aparecieron traducciones de la medicina china y un interés manifiesto entre los musulmanes por la
acupuntura. La tradición médica islámica fue restablecida en el período Safavid y varias enfermedades fueron
diagnosticadas y tratadas por primera vez, como por ejemplo la tos ferina. Además, se prestó especial atención a la
farmacología. En esta época Ayn al-Murk, de Shiraz, al igual que otros médicos persas, viajaron a la India para dar
comienzo a la edad de oro de la medicina islámica en el subcontinente, y para sembrar las semillas de la tradición
médica que continúa floreciendo hoy día en esa zona del globo.
Del mismo modo el mundo otomano fue el escenario de una nutrida actividad médica gracias a la herencia de Ibn
Sina. Los turcos otomanos fueron famosos principalmente por la creación de sus ilustres hospitales y centros médicos.
Éstos no solo incluían las unidades para la atención de las enfermedades físicas, sino también las salas para el
tratamiento de los pacientes con trastornos psicológicos. Además los otomanos fueron los primeros en recibir la
influencia de Europa, tanto en medicina moderna como en farmacología.
LA PROMESA DE DIOS PARA LOS
MUSULMANES
Tres grandes religiones del mundo –el judaísmo, el
Cristianismo y el Islam– atribuyen sus orígenes a un
hombre de gran fe, Abraham (He. 11:8, 17-19). Dios hizo
un pacto con Abraham y le dio una promesa de
bendición para sus descendientes y para todos los
pueblos de la tierra por intermedio de él (Gn. 12:1-3;
15:1-21). En el Nuevo Testamento se nos dice que por la
fe en Cristo Jesús “ciertamente linaje de Abraham sois,
y herederos según la promesa” (Gá. 3:26-29). Abraham
es llamado amigo de Dios en las Escrituras (2 Cr. 20:7;
Is. 41:8; Stg. 2:23) y en el Islam se lo conoce con el
mismo nombre, Jalil Ullah (sura 4.125). Tanto las tribus
de Arabia en tiempos de Muhammad como los
musulmanes de la actualidad han trazado su línea de
ascendencia hasta Ismael, el hijo de Abraham y Agar, y
no hasta Isaac, el hijo de Abraham y Sara.
Circunstancias desafortunadas obligaron a Agar a huir
de su hogar, pero Dios tuvo gran compasión de ella.
Cuando Ismael nació Dios le prometió a Agar que su
descendencia sería multiplicada de tal manera que no
podría ser contada (Gn. 16:9-11; 17:20; 21:8-21; 25:13-
16). Hoy en día más de 1.3 millones de musulmanes
(una de cada cinco personas) se identifican con esta
mujer.
Cuando Agar clamó a Dios, recibió la orden de llamar a
su hijo Ismael, que significa Dios oye (Gn. 16:11). Por
otra parte “Dios estaba con el muchacho; y crecía, y
habitó en el desierto” (Gn. 21:20). La relación de Dios
con Agar e Ismael es un ejemplo del amor ilimitado de
Dios para con la humanidad. Aun en el presente Dios no
se ha olvidado de los millones de “Agares e Ismaeles”.
Todavía escucha sus gritos.
En los capítulos 60 y 61, el profeta Isaías describe el
espectáculo glorioso de todos los pueblos de la tierra
reunidos en el cielo: “Alza tus ojos alrededor y mira,
todos éstos se han juntado, vinieron a ti” (60:4). Este
pasaje y muchos otros ofrecen esperanza para nuestros
amigos musulmanes. Los hijos de Ismael traerán a sus
fieles a adorar al Cristo resucitado: “Todo el ganado de
Cedar [sección árabe del desierto] será juntado para ti;
carneros de Nebaiot [primogénito de Ismael] te serán
servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar”
(60:7).

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Adaptado de Don McCurry, Healing the Broken Family of
Abraham (Colorado Springs: Ministries to Muslims,
2001). www.mtmbooks.com.

Cabe destacar que en las más importantes ciudades islámicas había hospitales islámicos. Mientras que algunos eran
centros de enseñanza (en Bagdad), otro contaba con miles de camas para pacientes con cualquier tipo de
enfermedad (el hospital Nasiri, de El Cairo). En estas instituciones la higiene era un valor altamente distinguido, pues
al-Razi había escrito un tratado referido al tema. Ciertos nosocomios se especializaron en determinadas
enfermedades, incluso en las psicológicas, y en El Cairo ofrecían un tratamiento particular para pacientes que
padecían insomnio.
Las autoridades médicas islámicas siempre dieron capital importancia a la farmacología y obras trascendentes
como Canon, contienen libros enteros dedicados al tema. Los musulmanes no solo se convirtieron en los herederos del
conocimiento farmacológico griego contenido en las obras de Dioscórides, sino también de las vastas farmacopeas a
base de hierbas de los persas e indios. Los investigadores estudiaron los efectos médicos de muchos medicamentos,
especialmente los de las hierbas. Las mayores contribuciones en este campo han sido aportadas por los científicos del
Magreb tales como Ibn Juljul e Ibn al-sal. El más original de los farmacólogos musulmanes fue el científico del siglo
XII, al Ghafiqi, cuyo Libro de medicamentos simples ofrece las mejores descripciones de las propiedades medicinales
de las plantas conocidas por los musulmanes. La medicina islámica combinó el uso de drogas para fines médicos y
las consideraciones dietéticas. El estilo de vida derivado de las enseñanzas del Islam creó una síntesis que prevalece
hasta hoy, a pesar de la introducción de la medicina moderna en la mayor parte del mundo islámico.

LA GEOGRAFÍA Y LA HISTORIA NATURAL


La vasta expansión del mundo islámico facilitó el desarrollo de la historia natural, no solo con fundamento en el
entorno del Mediterráneo, como en el caso de los historiadores griegos, sino también en la mayor parte de los pueblos
de África y Eurasia. El conocimiento de los minerales, las plantas y los animales fue montado a partir de áreas
sumamente distantes de la geografía malaya (grupo de islas del sudeste asiático y la parte continental de Australia
que separa los océanos Índico y Pacífico). Ibn Sina sintetizó por primera vez tal información en su escrito Kitab al-
Shifa (El libro de la curación). El historiador al-Masudi entrelazó la historia natural y la humana. Asimismo al-
Biruni, en su estudio de la India, se refirió a la historia natural e incluso a la geología de la región, y describió
correctamente la naturaleza sedimentaria de la cuenca del río Ganges. También escribió la obra musulmana cumbre
en mineralogía.
En cuanto a la botánica, los tratados más importantes fueron compuestos en la España del siglo XII con la aparición
de la obra de al-Ghafiqi. Del mismo modo, durante este período se publicó el título árabe más conocido en
agricultura: Kitab al-falahah. Además, los musulmanes demostraron sumo interés en la zoología, especialmente en
los caballos según lo manifiesta el texto clásico de al-Jawaliqi, pero también en los halcones y en otras aves de caza.
Las publicaciones de al-Yahiz y al Damiri son particularmente famosas en el campo de la zoología y sus páginas no
solo fluyen en los aspectos puramente científicos de su abordaje, sino también en las dimensiones literarias, morales e
incluso teológicas del estudio de los animales. Abu Yahya al-Qazwini guarda el idéntico criterio de los autores
recientemente citados en uno de los escritos musulmanes más célebres: Aja’ib al-makhluqat (Las maravillas de la
creación).

En el campo de la geografía los musulmanes fueron igualmente capaces de ampliar su horizonte más allá del
mundo de Ptolomeo. Por un lado, como resultado de los viajes terrestres y de ultramar se producía el fácil
intercambio de las ideas posibles gracias a la estructura unificada del mundo islámico. Por el otro, la celebración del
Hajj permitía la reunión de los peregrinos de todas partes del mundo islámico que, además de visitar la casa de Dios,
manifestaban sus pensamientos. Este desplazamiento trajo una gran cantidad de conocimientos desde las zonas del
Pacífico y hasta el Atlántico. En el siglo IX al-Khwarazmi sentó las bases de esta ciencia entre los musulmanes y se
inició el estudio de la geografía de todo el globo, a excepción de las Américas. Los geógrafos dividieron a la tierra en
los tradicionales siete climas y cada uno de ellos fue estudiado rigurosamente según los aspectos geográfico y
climático. También empezaron a dibujar mapas, algunos de los cuales revelan con características de precisión
notables el origen del Nilo, no descubiertos en el Oeste hasta mucho más tarde.
Asimismo incursionaron en el dibujo de mapas, algunos de los cuales revelaban muchas características con notable
precisión, tal como el nacimiento del Nilo, que fue descubierto en Occidente tiempo más tarde.
El primer geógrafo musulmán fue Abu Abdallah al-Idrisi y sus mapas son algunos de los máximos logros de la
ciencia islámica. Trabajó en la corte de Roger II en Sicilia (1093-1154) y dedicó su acreditado libro Kitab al-rujari (El
libro de Roger) precisamente al rey.
Es cierto que tanto Magallanes en el cruce del cabo de Buena Esperanza en el Océano Índico como Colón en el
descubrimiento de América se sirvieron de los conocimientos de los geógrafos y navegantes musulmanes.

LA QUÍMICA
El vocablo “alquimia” y su derivado “química” proceden del término arábigo al-kimiya. Los musulmanes
dominaron la alquimia alejandrina –y aun ciertos elementos chinos– y en su historia temprana del siglo VIII
produjeron a su máximo exponente alquimista: Jabir ibn Hayyan (Geber en latín). Al separar los aspectos
cosmológicos y simbólicos de la alquimia, podemos afirmar que este arte fue llevado al terreno de la variada
experimentación con diversos materiales, y en manos de Muhammad ibn Zakariya al-Razi se convirtió en la ciencia
de la química. En la actualidad ciertos instrumentos químicos todavía se llaman con su nombre original, por ejemplo
alambique (del árabe al-anbiq) un aparato utilizado para la destilación. La teoría del mercurio-azufre de la alquimia
islámica sigue siendo el fundamento de la teoría ácido-base de la química. La división de materiales según su origen
animal, vegetal y mineral efectuada por Al-Razi continúa vigente. Un vasto cuerpo de conocimiento acerca de los
materiales acumulado por los alquimistas y químicos islámicos ha sobrevivido durante siglos tanto en Oriente como
en Occidente. Otro aporte relacionado a esta rama del saber fue el uso de tintes en los objetos de arte islámico, desde
alfombras hasta miniaturas, o en la fabricación del vidrio. Occidente ganó acabadamente estos conocimientos de las
fuentes islámicas, pues la alquimia no se estudió ni practicó en esas tierras antes de la traducción de los textos árabes
al latín en el siglo XI.

LA TECNOLOGÍA
El Islam heredó la experiencia milenaria de los pueblos que pasaron a engrosar las filas del mundo musulmán. Por lo
tanto, una amplia gama de conocimientos se convirtió en parte integral de la tecnología que se fundaba, desde la
construcción de las ruedas de agua diseñadas por los romanos hasta los sistemas de agua subterránea trazados por
los persas. Los musulmanes importaron cierto tipo de tecnología del Extremo Oriente –el papel de China–, que luego
transmitieron a Occidente. Además, desarrollaron variadas formas de la tecnología basándose en el conocimiento
preexistente, como por ejemplo el arte metalúrgico del damasceno (metal altamente decorado de Damasco) y el arte
de las espadas (una destreza que se remonta a la fabricación de acero varios miles de años antes en la meseta iraní).
Del mismo modo los musulmanes desarrollaron novedosas técnicas en la arquitectura de bóvedas, en métodos de
ventilación, en el preparado de tintes, en el arte de la tejeduría, en sistemas relacionados con la irrigación y en otras
numerosas formas de las ciencias aplicadas. Algunas de ellas han permanecido hasta la actualidad.
En general, la civilización islámica enfatizó la armonía entre el hombre y la naturaleza, tal como se aprecia en el
diseño tradicional de sus ciudades. Éstas fueron construidas en conformidad con la naturaleza y no en oposición a
ella, buscando optimizar al máximo el uso de los elementos y las fuerzas naturales. Las represas que han soportado
más de un milenio, las cúpulas que han enfrentado terremotos y el acero que manifiesta una habilidad metalúrgica
increíble son algunas de las hazañas tecnológicas que confirman la realización excepcional de los musulmanes en
este campo. Por cierto, esta tecnología muy superior fue la que en principio impresionó a los cruzados en su intento
fallido de conquistar la Tierra Santa, pero que luego ellos mismos llevarían en gran parte al resto de Europa.

LA ARQUITECTURA
Otro de los principales logros de la civilización islámica fue la arquitectura que combinó la tecnología y el arte. Las
grandes obras maestras de la arquitectura islámica –la mezquita de Córdoba, la Cúpula de la Roca en Jerusalén y el
Taj Mahal en la India– muestran la unión perfecta entre los principios artísticos del Islam y la extraordinaria
habilidad tecnológica. Gran parte de la destacada arquitectura medieval de Occidente está en deuda el aporte de las
técnicas islámicas. Un observador de la catedral de Notre Dame en París u otra catedral gótica podrá apreciar las
técnicas de construcción que viajaron desde la Córdoba musulmana hacia el norte. Los arcos góticos y los patios
interiores de las estructuras medievales y del Renacimiento europeo recuerdan al espectador los motivos
arquitectónicos islámicos de donde fueron originalmente copiados. En efecto la imponente arquitectura europea del
Medievo es uno de los elementos de la civilización occidental más directamente vinculado con el mundo islámico. Por
último la construcción islámica también puede admirarse en el estilo morisco de ciertas edificaciones tanto en España
y América Latina como en el suroeste de los Estados Unidos.
LA INFLUENCIA DE LA CIENCIA Y EL CONOCIMIENTO ISLÁMICO SOBRE OCCIDENTE
La universidad islámica de Qarawiyyin es la más antigua del mundo. Está situada en la ciudad de Fez, Marruecos,
fue fundada hace once siglos y desde entonces continúa su actividad. La enseñanza islámica influyó en Occidente
principalmente a través de España, centro en el cual tanto los musulmanes como los cristianos y los judíos tuvieron
una convivencia pacífica la mayor parte de largas centurias.
En el siglo XI se comenzó el trabajo de traducción de las obras islámicas al latín, casi todas en la ciudad de Toledo y
bajo la tarea de eruditos judíos conocedores del idioma árabe, por lo cual a menudo escribían en esa lengua. Gracias
a estas traducciones, el pensamiento islámico, y a través de él gran parte del pensamiento griego, llegó a ser conocido
en Occidente, generando el florecimiento de las escuelas occidentales de aprendizaje, e incluso el sistema educativo
islámico fue emulado en Europa. Aun hoy el uso del término “silla” en una universidad se retrotrae al kursi árabe
(literalmente asiento) en el que un profesor se sentaba para enseñar a sus estudiantes en la madraza (escuela).
Mientras la civilización europea se desarrollaba y alcanzaba la plenitud de la Edad Media, difícilmente hubo un
campo de aprendizaje o forma de arte, ya sea en la literatura o en la arquitectura, donde no estuviera presente
alguna influencia del Islam. Finalmente, la enseñanza islámica se había convertido en parte de la civilización
occidental, pero con la llegada del Renacimiento, Occidente no solo se volvió en contra de su pasado medieval, sino
que trató de olvidar la larga relación que había disfrutado con el mundo islámico, un vínculo que se había basado en
el respeto intelectual más allá de las diferencias religiosas.

Final de las lecturas básicas de la Lección 2. Ver Aprende Más.


PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. En su proceso de expansión, el Islam fue recibido por otras culturas. ¿Qué transformaciones produjo en esas
culturas?
2. ¿De qué manera el Islam preservó y benefició a las culturas en particular y al mundo en general?
3. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que, actualmente, gente de sociedades no musulmanas se siente atraída
por el Islam?
4. ¿Cuál es el significado de la modestia en su propia cultura? ¿Cómo se manifiesta en la práctica?
5. ¿Cómo respondería usted a la dominación extranjera de su sociedad, independientemente de los beneficios que
pudiera traer?

APRENDE MÁS
Leer Karen Armstrong, Islam: A Short History (New York: Modern Library, 2000).
Paul Marshall, Roberta Green y Lela Gilbert, Islam at the Crossroads (Grand Rapids: Baker Books, 2002).
Ver “Islam: Empire of Faith,” PBS Home Video, 2001.
Orar particularmente por los musulmanes mientras camina por barrios étnicos.
Escuchar música tradicional árabe en una biblioteca local.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
LECCIÓN 3
CREENCIAS ISLÁMICAS
REFLEXIONE
• ¿Qué creencias tienen en común los musulmanes y los cristianos?
• ¿Cuáles son los principios de fe más importantes para un musulmán?
• ¿Cuáles son los fundamentos más trascendentes de su fe cristiana?
• ¿Qué creencias musulmanas podrían prepararlos para el evangelio?
PUNTOS CLAVE
1. Creencias y prácticas del islam, incluyendo Shari'a y Yihad.
2. La religión se describe a menudo en términos teóricos más bien que las creencias que vivimos realmente.
3. Acuerdos y similitudes entre el islam y el cristianismo.
4. Los musulmanes enfatizan el destino.
5. El Islam enfatiza las prácticas externas como obras de los justos.
6. El Islam rechaza una comprensión bíblica del pecado, la expiación y la redención.
7. El concepto musulmán de Dios carece de Cristo.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVE Introducción
El Corán, el Hadith y la Sharia
por Samuel H. Moffett
BÁSICAS Los Artículos Fundamentales de La Fe Islámica
INTRODUCCIÓN

Recuerdo la primera vez en que compartí mi fe con unos amigos musulmanes. Yo pensaba que al mostrarles la
veracidad del Cristianismo ellos cambiarían de opinión, pero no pude reconocer que las personas rara vez modifican
su pensamiento por causa de argumentos lógicos. A medida que iba creciendo en mi entendimiento y apreciación de
la historia y cultura del Islam, noté que mis amigos aprobaban mis esfuerzos, pero tenían dificultades para
reconciliar mi saber con mi falta de convencimiento para convertirme en un musulmán. La mayoría de nosotros no
considera que el cambio del corazón es un asunto espiritual, sin embargo mis amigos musulmanes coinciden en que
nadie puede cambiar las creencias de otra persona. El Corán dice: “No cabe coacción en religión” (sura 2.256).
Después de todo, aún más allá de un pobre historial, no se espera que los hinchas de un equipo deportivo muden su
lealtad a otro club, pues el apoyo al equipo no está influenciado por la lógica de ser el ganador o el perdedor.
Mientras que cada uno deseaba que el otro estuviese de acuerdo con sus convicciones, en especial con sus creencias
religiosas, para mí era más fácil valorar la historia y la cultura de mis amigos que comprender su fe y razonamientos;
y parte de esta limitación estaba basada en mi desconocimiento del sistema de creencias del Islam, de su lógica y del
vocabulario. Tampoco había reconocido que mis amigos musulmanes aceptaban sinceramente las enseñanzas del
Islam. Otro obstáculo era que yo me mantenía describiendo mi posición en ideales particulares, como ellos también
lo hacían en los propios, pero ninguno de nosotros observaba que el otro los pusiera en práctica. En realidad, era
necesario detenerse en la carrera por intentar de convencer al otro, y rechazar la presunción personal de ser la versión
perfecta de su religión. Al fin y al cabo, la vida de la mayoría de los llamados musulmanes y cristianos no coincide
con la enseñanza de su fe.
Luego de realizar ciertos cambios de actitud, la relación se cimentó en contrapartes iguales.

ENCONTRANDO A UN MUSULMÁN REFLEXIVO


Parte del objetivo de la presente lección es apreciar al Islam como una religión atractiva y razonable, con una lógica
completa y convincente.

Muchos musulmanes opinan que el Islam ofrece pautas sencillas y claras en cuanto a los requisitos que Dios
demanda a la humanidad y encuentran un gran significado en las prácticas de fe. Además consideran que el Corán
y el Hadith pueden influir en la vida diaria, pues éstos parecen dar una respuesta a cada interrogante del andar
cotidiano. Aunque “sentarse con los musulmanes en el banco” no constituiría “un cambio de equipo” es necesario
entender acabadamente sus creencias. Por un lado este aprendizaje beneficiará la mutua comunicación y, por el otro,
permitirá encontrar puentes para explicar nuestra fe cristiana.
En algún momento de la vida usted se encontrará con un musulmán reflexivo, alguien interesante con quien
conversar. Nuestra esperanza es que usted esté preparado para admirar y respetar a su interlocutor, para tener una
conversación gentil, para acordar en posibles puntos comunes y para evitar ser ofensivo aunque no perciba al Islam
de la misma manera que el otro. Este es el exacto comportamiento que yo esperaba de parte de mis amigos
musulmanes, pero lamentablemente a menudo ellos lo exhibían mejor que yo.

PUEBLOS ASIÁTICOS DEL SUR


Los pueblos sur asiáticos está esparcida en los
territorios de Bangladesh, India, Nepal y Pakistán.
Suman más de 1.500 millones de personas y conforman
1.439 grupos étnicos. Los cuatro países mencionados
tienen desde un 4 hasta un 96 por ciento de población
musulmana, para un total de aproximadamente 500
millones de adherentes. Verdaderamente, la zona sur de
Asia es el corazón del mundo islámico, pues cuenta con
tres de las cuatro mayores conglomeraciones
musulmanas. Al igual que los hindúes, los musulmanes
del sur asiático se dividen en castas.
El pueblo ansari constituye un grupo importante en
esta región, con un universo estimado en
aproximadamente 11,5 millones. El oficio histórico de
los ansari es la tejeduría. Ellos producen sedas y
alfombras, así como otras artesanías que dan fama a
sus tierras.
La mayor parte de los ansari se localiza en los estados
al norte de la India. Allí viven en pequeños pueblos y
aldeas conformando comunidades muy unidas y
estables. Algunos ansaris trabajan en oficios calificados
con el latón y la madera, mientras que otros labran la
tierra o conducen modestas empresas. Como casi todos
los musulmanes de la India, los ansari tienden a ser
pobres y son considerados de una casta baja. También
realizan rituales espiritistas a fin de alejar el mal.
Tradicionalmente una casa ansari es dirigida por el
varón más veterano quien es el que toma las decisiones
que involucran tanto a sus hijos como a sus nueras y
nietos.
Fuente: Operación Mundo, www.joshuaproject.net

LOS CRISTIANOS Y EL LEGALISMO MUSULMÁN


Algunas formas del Islam pueden ser rígidas y legalistas y no abordan adecuadamente el problema real del corazón
humano: la relación Dios-hombre está rota. Si los cristianos comparásemos punto por punto nuestras suposiciones
superficiales y el comportamiento religioso con los de los musulmanes podríamos proyectar fácilmente una rigidez
similar y opiniones simplistas acerca de Dios. Sin embargo, nuestra persuasión religiosa es –o debería ser–
radicalmente diferente, pues se inicia con la solución de Dios a la condición del corazón pecador, y no con nuestros
comportamientos externos. Me pregunto qué pasaría si cambiáramos la forma de expresar nuestras creencias, si en
lugar de decir: “Yo hago esto porque soy un cristiano” dijéramos: “Por gracia, he sido adoptado por Dios como su
hijo amado por medio de mi confianza en Él. Mi identidad y mi comportamiento están siendo transformados desde
mi corazón hacia afuera porque Él me rehace a la imagen de su Hijo Jesucristo.”
El Cristianismo bíblico está enmarcado en una relación de confianza y no en un sistema de reglas a seguir. Tal
como menciona Blaise Pascal: “Dios sintió por el corazón, no por la razón.” En este sentido la diferencia entre un
musulmán y un cristiano no está en el comportamiento, sino en una Persona que es el Salvador. Por cierto, mucha
gente, más allá de los musulmanes, tiene una pobre valoración del Cristianismo como resultado de observar el
comportamiento de los fieles y no de dirigir su mirada a Cristo mismo.

COMPARTIR CON EFICACIA


Luego de lo expresado anteriormente nos sentimos impulsados a presentar las certezas acerca de Cristo con las cuales
los musulmanes no están de acuerdo. Sin embargo, este tema será abordado en la lección ocho. Esta espera puede
parecer demasiado larga, pero tiene una buena razón ya que cuando decidamos exponer nuestros puntos de vista a
los musulmanes deberemos estar preparados para compartir la fe cristiana con eficacia.
A medida que avanzamos en el aprendizaje del Islam, y empezamos a entender la cosmovisión de los musulmanes,
por un lado descubriremos puentes entre ambas religiones, y por el otro, lugares en los cuales será necesario el tierno
amor de Cristo. Un gran porcentaje de la religión islámica se centra en la conducta externa, entonces se hace
necesario observar las prácticas básicas y establecer las convicciones de fe musulmanas. Al encarar este estudio
debemos realizar una correcta investigación para obtener una comprensión más acabada del asunto. Deberíamos
preguntarnos por qué los musulmanes hacen lo que hacen, qué cosas valoran, cómo se perciben a sí mismos, al
mundo que los rodea e incluso a la propia realidad. Al explorar el Islam desdoblaremos un mapa con el cual
comienza este viaje, y en las futuras lecciones ahondaremos en su mundo, más allá de las impresiones exteriores.
En tanto examinamos los desacuerdos existentes esperamos que sean corregidos los errores de percepción, que
logremos un mayor aprecio por la vida y que reduzcamos las diferencias. Después de haber superado la
incomprensión y la comunicación en el plano teórico, estaremos preparados para relacionarnos con los musulmanes
desde la realidad de sus valores y percepciones. Debido a que nuestra investigación se centra en la religión islámica
aprenderemos la mayor parte de su fundamento a través de sus propias voces musulmanas, sin refutaciones. Según
lo aconseja el proverbio americano: “Primero hay que caminar en sus mocasines.”
- K.S., editor.
EL CORÁN, EL HADITH Y LA SHARIA
por Keith E. Swartley

Para poder estimar el lugar que ocupa la ley Sharia en el mundo musulmán, primero debemos entender sus
fuentes de origen como así también su importancia e influencia. La mayor autoridad en el Islam es del Corán.

EL CORÁN, UN MILAGRO DE DIOS


El Corán, el libro sagrado de los musulmanes, es considerado como un milagro de Dios, eterno, increado, enviado
desde el cielo (Ijaz al-Qur’an) y dictado directamente en el idioma árabe. Su existencia fue utilizada por Muhammad
como la prueba de su apostolado (ver sura 10.37-39). Su contenido es norma de conducta obligatoria para los fieles
musulmanes.
Debido a que el Corán llegó mayormente a una cultura, sus escritos no se recogieron en forma de libro durante la
vida de Muhammad. Los manuscritos fueron preservados por los compañeros del profeta quienes los recitaron, los
memorizaron, los practicaron y los transcribieron. En el año 634 d.C. el primer califa, Abu Bakr, encargó a Zayd, el
ayudante de Muhammad, la tarea de reunir y ensamblar el texto de todas las fuentes escritas y orales, en especial las
obras de los compañeros más cercanos al profeta y las de los primeros conversos. Durante el reinado del tercer califa,
Uthman, el texto fue compilado y aprobado como la versión oficial del Corán, y en 657 d.C. todas las producciones
anteriormente escritas fueron condenadas y quemadas.

LA ESTRUCTURA Y EL ESTILO DEL CORÁN


El Corán está dividido en 114 capítulos llamados suras o revelaciones y cada uno tiene un nombre distinto. Las suras
no están dispuestas por tópicos u orden cronológico, sino que van desde la más larga a la más corta con excepción de
la primera (ver “¿Qué dice el Corán?”, p. 44). Las suras más antiguas corresponden a los años en que Muhammad
estuvo en la Meca y son los más líricos y llenos de sentimiento.
Los mus ul ma nes i ns i s ten conti nua mente en que l a prueba i nterna de que el Corá n es l a pa l a bra de Di os es s u ma jes tuos i da d l i tera ri a .
Di cen: “Si us tedes pudi era n entenderl o y es cucha r s u pronunci a ci ón ca nta da en á ra be, s a bría n que es l a verda d.”1
Las revelaciones posteriores luego de los años en Medina tienden a ser menos poéticas y tienen un mayor énfasis en
la enseñanza ética. Las primeras suras muestran una actitud más tolerante hacia los cristianos y los judíos, mientras
que las últimas reflejan un cambio de identificación con las tradiciones judío-cristianas estableciendo al Islam como
una religión distinta con su centro de adoración en la Meca. Generalmente las copias del Corán incluyen un índice o
una tabla que determina el período al que corresponde cada sura. Los eruditos musulmanes no han aplicado la
crítica histórica o textual al Corán, por lo cual su historicidad y coherencia textual no han sido examinadas desde las
entrañas del Islam. En cambio, los cristianos han examinado la Biblia detalladamente.

LAS TRADUCCIONES DEL CORÁN


Los musulmanes no consideran posible una traducción genuina del Corán a otros idiomas, y en consecuencia solo
pueden producirse ejemplares en un sentido general, pero carentes de la perfección del original. Debido a ello, los
musulmanes leen el texto sagrado en árabe independientemente de su lengua materna. Sin embargo existen
traducciones del Corán en muchas lenguas que son clasificadas como comentarios o interpretaciones. Uno de estos
títulos es: El significado del glorioso Corán: una traducción explicativa, por Mohammed Marmaduke Pickthall (1936).
El 80% de los musulmanes en todo el mundo no hablan árabe como su lengua nativa y una gran cantidad de ellos
son analfabetos. A pesar de estos obstáculos muchos fieles memorizan el Corán completo mientras lo escuchan en
árabe. Usualmente en la predicación musulmana el maestro lee o cita el Corán en árabe y a continuación explica su
significado en el idioma local. Esta paráfrasis da el sentido a las frases en árabe para la comprensión de los oyentes.
Los mus ul ma nes mues tra n una gra n reverenci a y a dmi ra ci ón mís ti ca s ha ci a el Corá n, como s i s e tra ta ra de un objeto ca s i di gno de
a dora ci ón. El l i bro s uel e l eers e des de un s ta nd fa bri ca do pa ra s u a poyo y decora do pa ra ta l fi n. Con frecuenci a l os fi el es comenta n l a
bel l eza del texto en á ra be, en es peci a l l a de l os pá rra fos ca nta dos . Exi s te un méri to a dqui ri do en el reci ta do de memori a o en l a l ectura
del Corá n, s i n neces i da d de entendi mi ento.2
¿QUÉ ESTÁ PERMITIDO?
La palabra árabe “halal” significa ‘desatado‘, es decir
algo que está libre de restricciones. La mayoría de los
musulmanes acepta la enseñanza de que todo es halal,
o sea permitido, a menos que exista una prohibición
específica en alguna referencia del Corán o el Hadith.1
El Corán contiene numerosas instrucciones que
enseñan al musulmán cómo llevar una vida santa a fin
de agradar a Dios. Ellos están obligados a realizar más
obras buenas que malas con el solo propósito de que las
primeras superen a las segundas en el día del juicio,
pues sus obras serán pesadas en una báscula.
Entonces, el autor de obras de peso gozará de una vida
agradable, mientras que el autor de obras ligeras tendrá
un abismo por morada (sura 101.6-9).
Generalmente, el término halal se refiere a la
utilización de los alimentos, las bebidas, la medicina y
los cosméticos entre otros productos. Las directrices del
halal en el Islam son muy similares a los principios
kosher del judaísmo. Sin embargo, el Corán otorga cierta
flexibilidad a un musulmán que se encuentra en
circunstancias ajenas a su voluntad. Por ejemplo dice:
“Podéis comer de lo que os cojan los animales de presa
que habéis adiestrado para la caza, tal como Alá os ha
enseñado. ¡Y mencionad el nombre de Alá sobre ello!
(sura 5.4b).
Fuente: Année W. Rose, www.frontiers.org
1 Vé ase “¿Qué e stá prohibido?» e n la p. 138.

EL HADITH
Además del Corán, los musulmanes basan su fe en la sunna, pues el camino recto y el modo de vivir se hallan
expresados en el Hadith. Las colecciones del Hadith registran todos los datos conocidos acerca de los dichos y hechos
de Muhammad y de los primeros musulmanes, o sea los compañeros del profeta. La vida de Muhammad es
considerada como el máximo paradigma del Islam.
Existen seis grandes colecciones del Hadith (tradiciones y dichos del profeta). Cada una de ellas fue recogida y
evaluada a fin de asegurar su transmisión confiable, y posteriormente fue organizada por un erudito islámico que dio
su nombre a cada serie. Estos maestros fueron al-Bukhari, al-Muslim, al-Tirmidhi, Abu Daud al-Sijistani, al Nasai y
al-Qazwini. También se conocen otras colecciones del Hadith aceptadas por los distintos grupos musulmanes. La
obra más respetada y citada es la del erudito al-Bukhari (810-870), quien examinó más de 600.000 potenciales
tradiciones y dichos del profeta y retuvo como auténticos solo 7.397, divididos en 97 capítulos. Los predicadores y
escritores musulmanes citan libremente el Hadith y lo utilizan para definir las acciones apropiadas, aclarar párrafos
del Corán o expresar puntos teológicos.
Debido a que el Islam trata de responder preguntas y establecer directrices en torno a los más variados aspectos de
la vida, estas tradiciones recogidas abarcan todo tipo de temas que incluyen la enseñanza moral, los deberes
religiosos y los problemas legales. Aunque los musulmanes estiman que el Hadith es secundario al Corán, a menudo
se remiten al Hadith para encontrar la orientación en asuntos cotidianos. Por ejemplo el Corán explica solamente dos
de los cinco tiempos de oración diaria, por lo tanto los fieles buscan en el Hadith la explicación de los otros tres.
Abu Barza dijo: “El profeta acostumbraba ofrecer el fajr (oración) y uno podía reconocer a la persona sentada junto
a él (después de la oración), y solía recitar entre sesenta y cien ayat (versículo) del Corán. Él estilaba presentar la
oración zuhr tan pronto como el sol declinaba (al mediodía), y la asr en el momento en que un hombre podía ir y
volver desde el lugar más lejano de Medina, y encontrar el sol caliente. (El narrador olvidó lo dicho acerca del magreb
[oración]). No le importó retrasar la oración isha a un tercio o a la mitad de la noche.”3

LA SHARIA
Las normas y principios derivados del Corán y del Hadith se codificaron posteriormente en un conjunto de
precedentes judiciales y ordenanzas conocida como la Sharia. La Sharia es la ley fundamental del Islam, la
constitución de la comunidad islámica y la aplicación de la voluntad divina en todas las situaciones de la vida. Arabia
Saudita e Irán se cuentan entre varios países islámicos que fijan su ley de gobierno constitucional sobre la Sharia. La
respuesta frente a cada situación está determinada por la interpretación jurídica del Islam (fiqh), y diferentes grupos
se apoyan en métodos y fuentes diversos para la implementación de la Sharia a través del fiqh. Luego del Corán y el
Hadith, otros principios en la resolución de la Sharia son el ijma (el consenso de la comunidad representada con
frecuencia por los eruditos religiosos o los jueces), la qiyas, (la aplicación de principios de casos anteriores,
generalmente por analogía) y el ijtihad (el razonamiento independiente). En algunos grupos musulmanes solo un
erudito religioso o un mufti oficialmente designado, puede traducir o interpretar el Corán, tal es el caso del Consejo
Superior de la universidad Al-Azhar para la mayoría sunita, y el Aga Khan para los ismaelitas.

ESCUELAS DE INTERPRETACIÓN
Aunque casi la totalidad del mundo musulmán enfatiza la unidad y la adhesión a la ley, la realidad muestra
diferencias en cuanto a la forma de su interpretación, tal como sucede con los miembros de otras comunidades
religiosas. Dentro del Islam existen cuatro escuelas principales de interpretación o madhhabi. Las diferentes escuelas
están conformadas tanto por los sunitas como por los chiíes y los sufíes, y cada una de las escuelas tiene numerosos
subgrupos.
1. La escuela Hanafi. Es la más antigua y extendida. Fue fundada en 767 por al-Numan Ibn Thabit ibn Zuta Abu
Hanifa y es avalada por aproximadamente un tercio del bloque musulmán, sobre todo en los territorios de Turquía
y Asia Central. Permite una interpretación liberal del Corán mediante el razonamiento analógico (qiyas) dando
lugar a interpretaciones que pueden ser (y a veces lo son) efectuadas por la opinión (ray) o la preferencia (istihsan)
de las personas comunes.
2. La escuela Maliki. Fue creada en 795 por Malik ibn Anas al-Asbahi y es predominante en el norte de África y en
algunos estados del Golfo Pérsico. Presenta el desarrollo de la ley enfatizando el Hadith, especialmente en las
prácticas atribuidas a los compañeros más cercanos de Muhammad en Medina. Esta escuela utiliza el ray y la
qiyas.
3. La escuela Shafi. Fue establecida en 819 por Muhammad ibn Idris ibn al-Abbas Ibn Uthman ibnShafi’i, Es la
principal autoridad en Egipto, Palestina y Jordania, y ejerce una importante influencia en Pakistán, India e
Indonesia. Aplica una interpretación más liberal del Corán y pone el énfasis en los derechos de la comunidad
(umma), determinado por el consenso (ijma) de los líderes de la comunidad (ulama). A menudo estos líderes
conforman un cuerpo de jueces religiosos (quda) que emite resoluciones judiciales (fatawi). Esta escuela prefiere el
Hadith atribuido directamente a Muhammad sobre cualquier otro y niega el istihsan y el ray como fuentes de
autoridad.
4. La escuela Hanbali. Fue instituida en 855 por Abu Abdillah Ahmad ibn Hanbal. Es la escuela oficial en Arabia
Saudita y Qatar con muchos adeptos en Palestina, Siria e Irak. Es la escuela más pequeña y conservadora. Rechaza
la innovación jurídica y solo considera el uso literal del Corán y el Hadith. Inclusive los sultanes y los califas no
interferían en las decisiones tomadas por los jueces religiosos. Los wahabis de Arabia Saudita pertenecen a la
escuela Hanbali.

IMPLICANCIAS PARA LOS CRISTIANOS


A medida que avanzamos en la información acerca del Corán, el Hadith y la Sharia, y descubrimos las diferentes
interpretaciones dentro del Islam debemos recordar que muchos cristianos también tienen desacuerdos en la
interpretación de la Biblia y en los principales temas teológicos. A pesar de que la fe cristiana está basada en la Biblia
es esencial que manifestemos una actitud de humildad con respecto a nuestra capacidad de entendimiento y
aplicación de las verdades bíblicas a la vida. El sello de identidad de los cristianos debe fundamentarse en la fe en
Jesucristo y no en la adhesión a una determinada interpretación del Cristianismo y de la Biblia.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Ma teen El a s s , Understanding the Koran: A Quick Christian Guide to the Muslim Holy Book (Gra nd Ra pi ds : Zonderva n, 2004). www.zondervan.com.
Ca es a r E. Fa ra h, Islam (Ha uppa uge, N.Y.: Ba rrons Educa ti ona l Seri es , Inc., 2003), ca p. 8–9. www.barronseduc.com.
Steven Ma s ood, The Bible and the Qur’an: A Question of Integrity (Wa ynes boro, Ga .: Authenti c Li fes tyl e, 2001).

NOTAS FINALES
1 Gre g Livingstone , Planting Churches in Muslim Cities (Grand Rapids: Bake r, 1993), p. 183.
2 Bruce McDowe ll and Ane e s Zaka, Muslims and Christians at the Table (Phillipsburg, N.J.: P & R, 1999), p. 72.
3 Sahih Bukhari, The Collection of Hadith, narrado por Abu al-Minhal; vol. 1, libro 10, núme ro 516.
TOME LA INICIATIVA
Si deseamos trabajar entre los musulmanes y
descubrimos a alguno de ellos en una tienda o en el
asiento contiguo de un vuelo aéreo, no debemos esperar
que la iniciativa de entablar un contacto surja del otro.
Debemos dar el primer paso. Aunque la modestia en la
vestimenta y el comportamiento pueden aparecer como
impedimentos, las mujeres musulmanas promueven la
amistad con mayor facilidad que los hombres, pues la
mayoría de ellas se sienten solas y nunca han
experimentado el amor de Cristo. Por una cuestión de
respeto solo las mujeres deben construir lazos de
amistad con las musulmanas. El primer paso puede ser
una invitación para almorzar o para tomar un té y tal vez
otros cristianos podrían unirse.
En cada oportunidad en que me encuentro con un
musulmán oro en silencio: “Señor Jesús, estoy dispuesto
a compartir de Ti. Por favor, abre la puerta para mí”.
¡Cristo nunca ha dejado de otorgarme esa entrada!
Recuerdo que en cierta ocasión viajé junto a un
estudiante libanés en un vuelo desde Beirut hasta
Estambul. Mientras nos poníamos el cinturón de
seguridad yo hice aquella oración en mi interior ¡y el
Señor la respondió!
Inclusive puede presentarse la posibilidad de construir
una relación de amistad con una familia entera. Si
permitimos que el núcleo familiar nos adopte y
comparta su forma de vida con nosotros podríamos estar
marcando el comienzo de una amistad profunda y
significativa. Dios puede manifestar a través nuestro la
fe real en Cristo y el amor de Cristo. La vida y cultura
musulmanas aprecian las relaciones, por lo tanto hay
apertura para encarar nuevas relaciones y no es
probable el rechazo ante cualquier iniciativa de
acercamiento.
Dios nos manda que seamos hospitalarios, que demos
la bienvenida a las personas en nuestra vida, familia y
hogar, y que compartamos el tiempo, el servicio y las
experiencias. Nuestros actos de hospitalidad y
amabilidad dirán todo cuando expongamos nuestra fe en
Cristo. Y si repite la oración que yo digo ¡esté preparado
para la respuesta de Dios!
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org
PRÁCTICAS RELIGIOSAS ISLÁMICAS: LOS PILARES DE LA FE
por C. George Fry y James R. King

Un antiguo himno evangélico exhorta a los creyentes a “obedecer y confiar.” En el contexto islámico, el
compromiso religioso también implica, por un lado, la confianza o fe en la existencia de Dios, en la revelación que él
hace de sí mismo y en su cuidado por la humanidad, y por el otro, la obediencia en cuanto a la realización de buenas
obras que agraden a Dios, sirvan al prójimo y expresen valores. En efecto, la sumisión u obediencia es la esencia
misma del Islam, y según ha observado Frithjof Schuon, existe en esta religión una “dimensión vertical” que abarca
la inteligencia, el intelecto y la razón, y una dimensión horizontal que enmarca a la voluntad, la ética y el
compromiso. El poder que hay en el mundo debe ser utilizado con justicia, y los deberes de la comunidad deben ser
cumplidos. Hay una armonía, un cosmos, un diseño acerca del mundo que debe ser percibido y expresado, y existen
deseos corporales para ser experimentados y sometidos a control.1 Mediante las buenas obras (din), el musulmán
expresa su compromiso con Alá y su aporte a la comunidad a la cual pertenece.
Para los judíos del Antiguo Testamento, la ley moral, civil y ceremonial estaba resumida en el Pentateuco. Para los
primeros cristianos la ley se hallaba expresada en el Sermón del Monte y en las cartas paulinas. Las obligaciones
morales y los rituales islámicos se condensan en cinco o seis pilares de fe (Arkan). Estos proporcionan un contrapeso
entre los severos principios morales y éticos y los diversos fundamentos teológicos que componen la doctrina del
Islam.

¿ALÁ ES DIOS?
Nunca he conocido a un creyente musulmán que se
refiera al Dios que adora como a una deidad totalmente
falsa. Antes bien se llena de asombro y gratitud, pues
ahora ha sido llevado a conocer a Dios tal cual es, en
Cristo Jesús, Señor nuestro.
John D.C. Anders on, “The Mi s s i ona ry Approa ch to Is l a m,”
Missiology 4, número 3 (1976), p. 295.

LA CONFESIÓN DE FE
En todas las religiones de origen abrahámico el deber primordial es la confesión de fe tanto por el tiempo destinado
como por su relevancia. La recitación del credo indica que el creyente ha comprendido, apreciado e internalizado el
mensaje teológico, y además conlleva una prueba de lealtad porque manifiesta un pacto con uno mismo, con la
deidad y con la comunidad. Estos aspectos son igualmente aplicables y con la misma intensidad en el Islam, el
judaísmo y el Cristianismo, pues las tres religiones se basan en la certeza de estar expresándose a sí mismos a través
de la confesión.
En este punto, el término árabe clave es sh-h-d que encierra la idea de estar presente o de testificar. Tashahhud
significa ”dar el propio testimonio” o ”profesar la fe”, y la ciudad de Meshed (Irán), es un lugar donde la fe es
profesada de una manera particularmente intensa. El testimonio, la shahada, se cuenta como una de las expresiones
litúrgicas más famosas de entre todas las religiones del mundo: “La ilaha illa Allah, (wa) Muhammad Rasul Allah”
(No hay dios sino Dios, [y] Muhammad es su profeta.) No hay ningún método formal de ingreso a la fe musulmana
prescrito en el Islam, sino solo el recitado de esta confesión. Sin embargo, se establecen algunas pautas bastante
rígidas en cuanto a la manera de realizar este acto de fe. En primer lugar, la shahada debe ser repetida en voz alta,
con una comprensión absoluta tanto en los niveles intelectual, como emocional y volitivo. En segundo término, debe
ser recitada con sinceridad, con verdadero amor en el corazón y sin reservas ni vacilaciones en la mente. En tercera
instancia, debe implicar que la fe será mantenida hasta la muerte. Por último, debe ser expresada correctamente, en
forma veraz y sin cambios heterodoxos. Si una persona puede confesar este credo con un corazón sincero y una
mente íntegra entonces se convierte en un musulmán. Sorprendentemente de un modo tan simple y directo se
concreta esta decisión, en contraste con las declaraciones elaboradas por parte de las creencias cristianas protestante,
romana y ortodoxa.
El credo comienza con una afirmación de Dios: “No hay dios sino Dios”. Este alegato sencillo y austero del
monoteísmo establece al Islam dentro de la tradición abrahámica. Es una reminiscencia de la primera frase del
Génesis: “En el principio creó Dios” (1.1) y de la apertura del credo de los apóstoles: “Creo en Dios.” Con una breve
oración el Islam extermina una serie de herejías que han atormentado a la fe cristiana: el ateísmo (no hay Dios), el
agnosticismo (si Dios existe no puede ser determinado), el materialismo y el naturalismo (el mundo material es la
única realidad), el panteísmo (Dios es idéntico con el mundo), el deísmo (Dios no interviene en los asuntos humanos)
y el politeísmo (hay muchos dioses). La confesión islámica afirma el teísmo en su sentido más audaz al sostener que
hay un Dios, el creador, el misericordioso, el proveedor, el juez y el que se ha revelado a sí mismo. Tanto los judíos
como los cristianos podrían pronunciar este texto de la shahada con una conciencia tranquila, pues es lo que la shemá
y el credo de los apóstoles afirman con sus propias palabras.
La doctrina musulmana continúa con la descripción acerca de cómo Dios se ha revelado al hombre: “y
Muhammad es el profeta de Dios.” Observemos la audacia del Islam citando juntos, en una sola frase, a Dios y a
Muhammad. Esta mención confunde a muchos en Occidente, pues definen a esta fe bajo el rótulo de
“mahometismo”. Pero este calificativo es erróneo porque “si bien el Islam venera a Muhammad como el supremo
profeta de Dios en la historia humana, sus fieles no lo adoran a él.” El Islam es una creencia que implica la sumisión a
Dios, y no es la religión de un hombre.
Sin embargo, el pleno conocimiento de Dios no sería posible sin el mensaje revelado por Muhammad a los
hombres. La confesión de fe se realiza en todo acontecimiento de la vida: en el nacimiento se la susurra al bebé en el
oído, en la muerte se la recita cerca del cuerpo de la persona fallecida, en tiempos de batalla es un llamado a ser
valiente y en días de paz se la escucha desde los minaretes de la ciudad por las mañanas y por las noches. No hay
momento en la vida de un musulmán en que el credo esté muy lejano de sus labios o de su corazón.

LA ADORACIÓN Y LA ORACION
El segundo gran compromiso de un musulmán es la adoración. La adoración es atribuirle a Dios lo que él es como
creador, protector y juez del universo. La adoración incluye múltiples elementos tales como la predicación, la
enseñanza, la lectura de las escrituras, el regocijo y el compañerismo. En todas las religiones la esencia de la devoción
es la adoración o alabanza de Dios y la conversación u oración. El culto cristiano protestante guarda un lugar
destacado para los sacramentos del bautismo y la cena del Señor. Sin embargo, en el Islam el sitial de esa experiencia
está ocupado por la oración, especialmente la ritual o salat. El salat tiene el formato de los textos litúrgicos y requiere
la realización de gestos fijos, ya sea que se emita en el culto público de una mezquita o en privado. La oración
informal es conocida como du‘a, término que proviene de una raíz que significa “llamar” y que se refiere a acciones
tales como suplicar, invocar o pedir.
El Corán no plantea reglas específicas en cuanto a la oración, pero es sabido que Muhammad experimentó una
variedad de prácticas y también que los primeros musulmanes realizaron ciertas rutinas precisas en el tiempo de
oración. Se supone que Dios instruyó a Muhammad en estas prácticas durante su ascensión o viaje nocturno (Lailat
al-Miraj).
Todas las características de la oración musulmana son prolijamente establecidas por la tradición. Una de ellas es su
cuidadosa programación. El deber del creyente ortodoxo es efectuar el rezo cinco veces en un día aunque
originalmente el propio Muhammad lo hacía solo en dos ocasiones diarias, por la mañana y por la tarde. En los
tiempos de Jesús los judíos oraban tres veces al día –en la mañana, en la tarde y en la noche– y en los monasterios
cristianos medievales las plegarias eran ofrecidas ocho veces cada día. El Islam siempre ha formulado cinco
momentos de la oración diaria: al alba, al mediodía, a la media tarde, al ocaso y en la noche. Si bien el creyente
puede realizar estas oraciones tanto en público como en privado es preferible que se dirija a una mezquita cercana si
eso le fuera posible.
Los musulmanes observan la asistencia al servicio del mediodía de cada viernes, cuya duración aproximada es de
una hora e incluye un sermón del khatib de la mezquita. Antes y después de dicho servicio los musulmanes pueden
estar desempañando sus tareas seculares. A menudo el sábado está reservado como un día de descanso e idealmente
como la jornada en que los fieles meditan en los asuntos espirituales.
Otra característica de la oración musulmana es su estricta liturgia. La plegaria en sí está precedida por el llamado a
la adoración (adan) efectuada por un cantor (muecín) desde el minarete de la mezquita. Frecuentemente en la
actualidad la hermosa llamada está grabada y es transmitida por altavoces. Antes de comenzar el tiempo de oración
el creyente debe realizar dos rituales, el primero consiste en quitarse los zapatos para no ensuciar la alfombra que
también utilizan los demás, y el segundo es proceder a la purificación ritual con agua –si es que está disponible– o
con arena. La práctica consta del lavamiento de los pies hasta los tobillos, de las manos hasta los codos y de la cara e
inclusive hasta el interior de las orejas.
Luego de la purificación, el creyente se une a la comunidad para la oración. Debido a que están en juego diversas
posturas corporales los hombres y las mujeres no rezan juntos, sino que lo hacen en grupos separados. La oración
puede llevarse a cabo en una gran alfombra extendida en el suelo de una mezquita o en una pequeña esterilla de un
domicilio particular o laboral. La oración debe ser elevada en dirección a la Meca y dicha orientación es aportada por
el muro de la qibla de la mezquita donde se hallan construidos los nichos de oración o mihrabs. (Los guías turísticos
musulmanes suelen definir erróneamente a estos nichos como “altares”). Asimismo el muro de la qibla contiene el
mimbar o púlpito elevado y desde allí el predicador profiere su sermón cada viernes.
En el Islam el llamado a la adoración se ejecuta con la voz humana y no con un cuerno de carnero como en el
judaísmo o con una campana como en el Cristianismo. Tras esta invitación y luego de que la congregación se reúne
detrás del líder de las oraciones, conocido como imán (en los países árabes), como mullah (en Irán) y como hoja (en
Turquía), se da comienzo a la liturgia. La oración incluye las atribuciones de gloria a Dios, las recitaciones y los
distintos gestos y movimientos corporales. Las postraciones (suyud) y las reverencias (ruku) comprenden un rakah y
una serie de rakahs conforman un servicio. Las posturas son: (1) el Takbir i-Tahrimah, de pie y con los brazos
parcialmente elevados; (2) el Ruku es una reverencia; (3) el Tasmi’, de pie, (4) el Takbir as-Sijdah es la postración de
rodillas y la flexión de brazos; (5) el Salam, de rodillas y (6) el Munajat, de rodillas y con los brazos apenas en alto.
A primera vista el énfasis en la postura para la oración puede parecer novedoso para un cristiano occidental. Sin
embargo, en momentos de reflexión los episcopales se arrodillan, los luteranos están de pie, los presbiterianos
permanecen sentados y los pentecostales levantan sus manos. La postración total es conocida solo en algunas
facciones de la iglesia ortodoxa rusa y en el catolicismo romano durante ciertas ceremonias. A pesar de que las
posturas de la oración que el Islam prescribe pueden parecer extrañas, presentan algunos paralelismos con el
Cristianismo.

LA MINISTRACIÓN Y LA LIMOSNA
Los cinco pilares del Islam responden a diversas necesidades humanas. El primero apunta a la proclamación y a la
confesión de fe, el segundo está enfocado en la adoración y el culto, y el tercero satisface la necesidad de ministrar a
otras personas que padecen carencias físicas y espirituales. En realidad, el ministerio o el servicio es central dentro de
las tres grandes religiones originadas en Abraham. En el Antiguo Testamento hay múltiples disposiciones acerca del
cuidado de los pobres y de los que sufren, y en los tiempos de la iglesia cristiana primitiva se estableció la función del
diácono justamente para atender las necesidades de los desamparados. En el Corán se manifiesta repetidas veces que
la respuesta del hombre a la abundante provisión de Dios es compartir con los desafortunados. Vale la pena señalar
que la palabra kafir, generalmente traducida como “incrédulo” encuentra en la raíz su verdadera significación, es
decir, “ingrato”.
Existen dos expresiones importantes en el idioma árabe referidas a la limosna. La primera y más común es zakat
que significa “crecer” o “ser puro”, e interpreta que la limosna es un medio para purificar el alma, tal vez de la culpa
que inevitablemente acompaña a la acumulación de las posesiones. El segundo término es sadakat y denota algo
“verdadero” o “sincero” en referencia al objeto que se ha santificado como servicio a Dios. Algunas autoridades
diferencian estas dos palabras en la manera de entregar la dádiva y definen que una es hecha por obligación y la otra
por voluntad. En efecto, esta cuestión es un tema crítico dentro del Islam y plantea si la limosna requerida beneficia
realmente al alma; por consiguiente, las posiciones son distintas. Mientras que en algunos países las limosnas se
canalizan a través de un impuesto estatal (los sellos zakat se adquieren en la oficina de correo), en otros las
contribuciones se realizan como un pago voluntario y personal ya sea en las mezquitas o directamente a los pobres.
Sin embargo, un aspecto más significativo de la limosna es la institución del waqf (evkaf en Turquía). En su raíz
árabe el concepto se traduce “para detener” e implica “que se comprometa a” o “para dedicarse a”. El waqf es la
donación que efectúa un musulmán rico o no al momento de su muerte con un propósito específico. Este donativo
puede tener los más diversos fines, como por ejemplo, la compra de lápices y papeles para los estudiosos de una
biblioteca, la instalación de un bebedero en la vía pública para uso de los animales, un regalo anual para los niños de
una escuela primaria en el aniversario del nacimiento de Muhammad o la construcción de un hospital o de una
universidad. Las dádivas pueden ser grandes o pequeñas y la administración se torna sumamente compleja, en
consecuencia casi todos los países islámicos cuentan con un Ministerio de Waqf, que supervisa las donaciones de
manera que los fondos disponibles se inviertan con prudencia y sean distribuidos adecuadamente.

La obligación de dar la limosna es uno de los más preciados pilares del Islam, que encuentra en dicha práctica un
término medio entre los considerados males gemelos: el capitalismo y el comunismo. Los musulmanes piensan que la
limosna disciplinaría al capitalismo en el sentido de su responsabilidad social, y corregiría al comunismo en su
insistencia de que la única razón válida para compartir la riqueza personal es expresar la gratitud a Dios por su
bondad. En esta materia Muhammad hubiera estado de acuerdo con el apóstol Santiago, cuando escribió: “La
religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones,
y guardarse sin mancha del mundo” (1:27).

EL AYUNO
La cuarta responsabilidad de cada buen musulmán es la práctica del ayuno ritual durante ramadán, “el mejor de
todos los meses”.2 La palabra árabe aplicada al ayuno es saum que implica “abstinencia” y encierra consigo toda la
inspiración moral. Se cree que ramadán es el mes en que Muhammad comenzó a recibir la revelación del Corán,
pero los rituales celebrados en este tiempo también parecen tener sus raíces en el ascetismo cristiano y judío,
especialmente en el día de la expiación del pueblo judío. Además en la Arabia preislámica ya se reconocía la idea de
un mes sagrado.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DE
LOS CINCO PILARES DEL ISLAM?
La Biblia contiene las disciplinas cristianas paralelas a
los pilares del Islam. Estas instrucciones proporcionan
otra manera de construir puentes en favor de nuestras
relaciones con los musulmanes.
1. La confesión (shahada)
“Oye, Is ra el : Jehová nues tro Di os , Jehová uno es ” (Dt. 6:4).
2. La oración (salat)
“Ora d s i n ces a r” (1 Ts . 5:17).
“Y cua ndo ores , no s ea s como l os hi pócri ta s ; porque el l os
a ma n el ora r en pi e en l a s s i na goga s y en l a s es qui na s de l a s
ca l l es , pa ra s er vi s tos de l os hombres ; de ci erto os di go que
ya ti enen s u recompens a . Ma s tú, cua ndo ores , entra en tu
a pos ento, y cerra da l a puerta , ora a tu Pa dre que es tá en
s ecreto; y tu Pa dre que ve en l o s ecreto te recompens a rá en
públ i co” (Mt. 6:5-6).
3. La limosna (zakat)
“Por ta nto, como en todo a bundá i s en fe, en pa l a bra , en
ci enci a , en toda s ol i ci tud, y en vues tro a mor pa ra con
nos otros , a bunda d ta mbi én en es ta gra ci a ” (2 Co. 8:7).
“Má s cua ndo tú des l i mos na , no s epa tu i zqui erda l o que
ha ce tu derecha , pa ra que s ea tu l i mos na en s ecreto; y tu
Pa dre que ve en l o s ecreto te recompens a rá en públ i co “(Mt.
6:3-4).
4. El ayuno (saum)
“Cua ndo a yunéi s , no s eá i s a us teros , como l os hi pócri ta s ;
porque el l os demuda n s us ros tros pa ra mos tra r a l os
hombres que a yuna n; de ci erto os di go que ya ti enen s u
recompens a . Pero tú, cua ndo a yunes , unge tu ca beza y l a va tu
ros tro, pa ra no mos tra r a l os hombres que a yuna s , s i no a tu
Pa dre que es tá en s ecreto; y tu Pa dre que ve en l o s ecreto te
recompens a rá en públ i co” (Mt. 6:16-18).
5. La peregrinación (hajj)
“Ama dos , yo os ruego como a extra njeros y peregri nos , que os
a bs tengá i s de l os des eos ca rna l es que ba ta l l a n contra el
a l ma , ma nteni endo buena vues tra ma nera de vi vi r entre l os
genti l es ; pa ra que en l o que murmura n de vos otros como de
ma l hechores , gl ori fi quen a Di os en el día de l a vi s i ta ci ón “(1
P. 2:11-12).
“… des pojémonos de todo pes o y del peca do que nos a s edi a ,
y corra mos con pa ci enci a l a ca rrera que tenemos por del a nte”
(He. 12:1).
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam.

Durante las horas de cada día en el mes de ramadán, un buen creyente no permite que ni los alimentos sólidos ni
los líquidos pasen por su garganta e incluso, si puede, evita su propia saliva. La inhalación del humo del tabaco y el
derramamiento de vertidos tales como el vómito y la sangre están prohibidos. Si las normas son quebradas, aun por
prescripción médica, el musulmán deberá observar el día de ayuno en otro momento. Mientras dura la oscuridad
están permitidas la comida y la bebida, y, de acuerdo a la piedad del creyente, se utilizarán estas horas para realizar
una fiesta o simplemente para comer lo necesario. Se dice que la luz del nuevo día ha llegado cuando puede
distinguirse entre un hilo negro y otro blanco (ver la sura 2.187).
El calendario islámico está basado en las fases lunares; por lo tanto, hay modificaciones en la fechas establecidas
para el cumplimiento de Ramadán. Los meses son móviles y se suceden aproximadamente treinta y cinco años hasta
que un mes recorra todo el camino alrededor de la agenda, así que a veces el Ramadán se celebra en las estaciones
frías, y en otras, en las temporadas calurosas. El término ramadán significa “día abrasador” y sugiere que,
originalmente, su observancia ocurrió en el verano. La prohibición de beber puede convertirse en una severa
dificultad para los fieles en la época estival, forzándolos en su resistencia hasta el punto máximo y generándoles
estados de ánimo muy inestables. Por lo general, se reducen las horas laborales y escolares a fin de que la gente pase
más tiempo en su hogar, y que los musulmanes más devotos permanezcan en una mezquita durante los últimos diez
días del mes.
El mes de ayuno se inicia con la observación de la luna nueva que puede retrasarse si persiste una capa de nubes. El
evento se anuncia a través de lámparas colgantes en las calles y con disparos. El cumplimiento del Ramadán
concluye con la gran fiesta de Id al-Fitr, o sea “la ruptura del ayuno”. Esta es una celebración general con tiempos
para comprar ropa nueva, intercambiar tarjetas con augurios de felicidad, hacer regalos, visitar a alguien o ir al cine.
En este contexto asoma el sentimiento popular de que los seres humanos han sido puestos a prueba en su capacidad
de resistencia y auto-negación, pero que han superado sus propios instintos básicos. Entonces los poderes del mal
retroceden, las puertas del infierno se cierran y el camino al paraíso es abierto. Según muchos fieles no guardar el
ayuno es más grave que dejar de lado las oraciones diarias y, aún más, es una afrenta a la moral comunitaria y una
afirmación del ateísmo.

LA PEREGRINACIÓN A LA MECA
La quinta obligación que todo musulmán devoto intenta cumplir, al menos una vez durante toda su vida, es la
peregrinación a la Meca (Hajj). El fenómeno de la peregrinación a un santuario religioso específico se encuentra en
todos los períodos históricos de los pueblos y las religiones -Cristianismo, hinduismo, budismo y judaísmo-. Incluso
en la época pre-islámica la Meca ya era considerada como una ciudad santa y era visitada por los beduinos paganos.
Sin embargo, el Corán dio a esta práctica un énfasis mayor y un enfoque más nítido, y el propio Muhammad
estableció los rituales concretos para su realización. Con el transcurso de los siglos la peregrinación ha llegado a
convertirse en un fenómeno social increíblemente complejo que convoca a peregrinos de todo el mundo, de modo
que solo podemos diseñar nada más que un esbozo.3 Encontramos una descripción fidedigna al respecto en la sura 2,
una fuente de importante orientación religiosa.
El objetivo es llegar a la Meca, la ciudad natal de Muhammad, el escenario de su vida temprana y el lugar en el
cual las primeras revelaciones determinaron el comienzo del Corán. Desde los tiempos pre-islámicos el principal foco
de interés ha estado en la santa piedra negra y en la Kaaba, la ermita que la aloja. Según la tradición islámica, este
santuario fue construido por Adán, tal vez dañado o destruido en los días de Noé por el gran diluvio con el cual se lo
vincula, y restaurado por Abraham e Ismael. En la antigüedad la Kaaba albergó a numerosas imágenes de dioses
paganos que luego Muhammad destruyó por completo. Pero durante los albores de los tiempos modernos los
fanáticos partidarios de una secta islámica iconoclasta llegaron más lejos todavía. Intentaron desmantelar la Kaaba
por considerar que ella misma se había convertido en un objeto de culto. La erudición moderna identificó a la piedra
como un meteorito y la religión popular la consideró como un talismán de poder sobrenatural. En el último año de su
vida Muhammad realizó la peregrinación desde Medina hasta la Meca, y después de su muerte, la práctica fue
instituida y continuada a lo largo de las generaciones. Finalmente, las casas aledañas a la Kaaba fueron derribadas
para dar paso a la construcción de la hoy conocida mezquita Al Masjid al-Haram, que ha sido ampliada a través de
los siglos.

Durante Dhu al-Hiyya, el mes señalado para realizar la peregrinación, los peregrinos de todo el mundo acuden a la
Meca. Los ricos vuelan en avión hasta la ciudad de Jidda y otros se trasladan en buques de carga o en largas
caravanas de autobuses. Los pobres hacen su camino dolorosa y pacientemente a pie y la mayoría de ellos sufre
increíbles privaciones a lo largo del viaje. La travesía puede durar varios años, y si acaso el creyente se encuentra con
la muerte durante su peregrinaje o ya en la Meca gozará de una bendición especial.
Sobre la costa del Mar Rojo, aproximadamente a cuarenta kilómetros de la Meca, se ubica la ciudad de Jidda. Allí
los peregrinos varones, sean ricos o pobres, visten dos sábanas sin costura (izar y rida) y buscan establecer la paz
consigo mismos y con los demás. Este doble ritual de la vestimenta y de la búsqueda de paz es llamado ihram. En
estas circunstancias los placeres habituales están prohibidos.
A lo largo de la carretera que conduce a la Meca, la policía de Arabia Saudita verifica las credenciales de los
peregrinos a fin de que solo los genuinos musulmanes tengan acceso a la ciudad santa. Allí hay alojamiento
disponible que va desde el más austero al más lujoso. Durante muchos siglos el despojo de peregrinos fue la principal
fuente de ingresos para los nativos de la zona, pero actualmente el gobierno saudita ejerce diversos controles que
también se extienden a rigurosas inspecciones en las condiciones sanitarias.

¿CÓMO VE USTED AL MUNDO?


Cada uno de nosotros estima al mundo según la
perspectiva de su propia cultura. Los juicios que
establecemos acerca de las posesiones personales, las
formas en que nos relacionamos con otros y los
sentimientos que aceptamos están influenciados por el
marco cultural.
Debajo de nuestros comportamientos exteriores yacen
nuestros genuinos valores y creencias. Los valores son
aquellas cosas que estimamos; nuestras creencias son
aquellas que sostenemos como verdaderas. Estos
valores y creencias pueden ser diferentes de los ideales
que profesamos y hasta inclusive no reflejar con
exactitud nuestra forma de vida cotidiana.
Nuestra cosmovisión individual define la realidad
personal, pues determina no solo todas nuestras
reacciones y decisiones sino también el modo de hablar
y el sentido de belleza. Tal vez es fácil detallar los
comportamientos, pero es difícil explicar las razones por
las cuales son efectuados. La visión que tenemos del
mundo es muy importante porque inconscientemente
nos desempeñamos en función de la misma. Podríamos
decir que nos parecemos a los peces en cuanto a que
ellos no pueden describir el agua porque nunca han
vivido fuera de ella.
En algunas sociedades africanas las mujeres no
pueden tener una gran prole ya que muchos pequeños
mueren en la infancia. ¿Ven estas sociedades a los
niños como su riqueza y futuro? En otras culturas está
determinada la costosa práctica de proporcionar a cada
hijo su propia habitación. ¿Acaso la privacidad y la
autonomía personal son tan valoradas en estas
comunidades como para que los padres tengan que
esforzarse en la provisión de casas más grandes?
Cuando Cristo entra en una vida, comienza a
transformar su cosmovisión. A menudo algunos
cristianos bien intencionados intentan modificar el
comportamiento externo de otras personas sin esperar
que el primer cambio se efectúe en sus corazones. Esto
se traduce como legalismo. Así como Cristo vino a vivir
en medio de la cultura del suroeste asiático, también
nosotros debemos adoptar la cosmovisión de los
musulmanes a fin de ser testigos de Él. Es necesario
confiar en el poder que Dios tiene para interferir en cada
visión del mundo social con el propósito de transformar
los corazones y las vidas.
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam.

La ceremonia de la peregrinación comienza con el ritual de limpieza de las partes santificadas del cuerpo. Luego el
peregrino entra en el área sagrada a través de la puerta de la paz (Bab as-Salam) y pasa por la plaza de Abraham
para finalmente llegar a la imponente Kaaba. Este sitio es el objeto central de la peregrinación y hacia el cual el
musulmán ha dirigido sus oraciones durante toda la vida. Algunos peregrinos logran entrar en la misma Kaaba,
mientras que otros aprietan sus caras contra la pared, pero todos anhelan besar la santa piedra negra que está
montada a una altura adecuada y sobre un soporte de plata maciza.
A continuación sigue el ceremonial del tawaf que contempla las sietes circunvalaciones a la Kaaba y simboliza la
fuerza de los pensamientos dirigidos a Dios en ese momento. Después de la primera de las tres tawafs prescritas los
peregrinos visitan Al-Hijr, el centro desde el cual Muhammad comenzó su famoso viaje nocturno. Más tarde, según
el ritual conocido como say, los musulmanes corren en las colinas de las afueras de la Meca en honor de Agar, la
mujer esclava de Abraham, y de su hijo Ismael (Ismail), ambos abandonados en el desierto debido a la insistencia de
Sara. La tradición dice que Agar, en su angustia por la difícil situación y la sed de su hijo, corrió en estos cerros hasta
que Dios hizo brotar un manantial de agua. Actualmente ese sitio es conocido como el pozo de Zamzam.
Cuando ya están promediando los rituales de la peregrinación, los fieles se desplazan hacia los contornos de la
ciudad de la Meca y se instalan en tiendas de campaña. En el valle de Arafat, al pie del monte de la Misericordia, se
realiza la famosa “ceremonia de pie” por el lapso de una tarde completa. Allí se genera el entorno propicio que eleva
la mente de los devotos a reconocer un profundo sentido de la presencia de Dios y de la necesidad del perdón de los
pecados. La rememoración de la visita y predicación de Muhammad en ese lugar, en su viaje final, hace que esta
ceremonia sea considerada por muchas autoridades como el evento preponderante de la peregrinación. Durante la
noche los peregrinos reúnen cuarenta y nueve piedras pequeñas que llevarán a Mina la mañana siguiente. En el rito
llamado jamra los fieles lanzan las piedras a uno de los tres pilares cuya representación es el diablo y sus poderes de
tentación. Entonces recuerdan la manera en que Ismael resistió a las sugerencias que recibió de Iblis para huir
cuando iba de camino con su padre Abraham para ser sacrificado. (Algunos eruditos musulmanes ubican en la
escena a Ismael en lugar de Isaac). El sacrificio de un animal pequeño evoca la aceptación de Dios de un carnero, en
lugar del hijo, como ofrenda de Abraham. Después de este ritual los peregrinos varones se cortan el pelo y se liberan
de numerosas prohibiciones establecidas al comienzo de la peregrinación. Entonces todos los fieles se apresuran para
regresar a la Meca donde se realiza la segunda circunvalación a la Kaaba. Más tarde vuelven otra vez a Mina para el
segundo ritual de apedreamiento del diablo.
En el décimo tercer día se produce el regreso definitivo a la Meca y se efectúa la tercera serie de vueltas a la Kaaba.
Finalmente, la peregrinación se completa cuando los peregrinos pasan por la puerta de la Despedida. Sin embargo,
hay un Hadith que indica a los peregrinos encaminarse hacia Medina mientras están en el hiyaz, y muchos lo hacen,
pues el profeta está enterrado debajo de la cúpula de la mezquita de esa ciudad. Durante su estadía en Medina los
musulmanes también visitan las tumbas de las esposas y de los compañeros de Muhammad y elevan sus oraciones.
La última recomendación para el peregrino es volver a casa lo más rápidamente posible, a fin de evitar que el exceso
de familiaridad con las cosas santas lo lleven a un debilitamiento de su poder. De regreso a su lugar de residencia, el
musulmán recibirá las más sinceras felicitaciones de familiares y amigos, y gozará de un prestigio hasta entonces
desconocido.

LA YIHAD
La yihad es otra de las obligaciones que todo musulmán debe cumplir e incluso en ocasiones es considerada como el
sexto pilar del Islam. Popularmente se interpreta a la yihad como la pelea de las creencias en contra de los infieles,
pero en su sentido más básico es “la lucha por la fe”. Las estipulaciones esenciales se hallan resumidas en la sura
2.190-193:
“Comba ti d por Al á contra qui enes comba ta n contra vos otros , pero no os excedá i s . Al á no a ma a l os que s e exceden. Ma ta dl es donde
dei s con el l os , y expul s a dl es de donde os ha ya n expul s a do… Comba ti d contra el l os ha s ta que dejen de i nduci ros a a pos ta ta r y s e ri nda
cul to a Al á . Si ces a n, no ha ya má s hos ti l i da des que contra l os i mpíos ”.
Asimismo se mencionan dos clases de personas como los objetos particulares de la yihad. Por un lado, está la clase
conformada por la gente que no cree en Dios de ningún modo y que no respeta sus prohibiciones (sura 9.29), y por el
otro, está la formada por los cristianos que “se atribuyen ser socios de Dios “(sura 2.135, traducción desconocida).
Aunque el significado original del término yihad se define como la lucha o el gasto de esfuerzo en el camino hacia
Ala, en los últimos años ha presentado una gran tensión a causa del ingrediente militarista. El ideario popular que
sostiene que el Islam convierte a sus fieles a través de la espada no está confirmado por la historia, y ni siquiera los
intentos recientes por instalar a la guerra contra Israel como una yihad no han sido recibidos con entusiasmo. Sin
embargo la actual reaparición del fundamentalismo islámico en países como Libia e Irán indica un retorno al aspecto
militarista de la yihad. Por último, cabe señalar que muchas autoridades consideran a la yihad como un deber
específico del testimonio de su fe religiosa, y no como una obligación independiente tomada por derecho propio.

Final de las lecturas claves de la Lección 3. Ver Aprende Más.

NOTAS FINALES
1 Frithjof Schuon, Unde rstanding Islam (Baltimore : Pe nguin Books, 1972), p. 29. [Ve r Glosario para e xplicación más comple ta de din.]
2 Gustave von Grune baum’s Muhammadan Fe stivals (Ne w York: He nry Schuman, 1951). Pre se nta la crónica útil de algunos importante s ritos
islámicos.
3 Richard Burton’s Pe rsonal Narrative of a Pilgrimage to Al-Madinah and Me ccah (1855–1856) e s e l clásico re lato de un hombre occide ntal que
re alizó la pe re grinación. Tambié n e stá disponible la obra de dos tomos de Dove r (1983). La e dición nov./dic. 1974 de Aramco World e stá
de dicado a la pe re grinación. Ve r e l artículo de National Ge ographic, nov. 1978. Mohamme d Amin’s Pilgrimage to Me cca (London: De
Macdonald y Jane , 1978) e s e l re lato más re cie nte .
LOS ARTÍCULOS FUNDAMENTALES DE LA FE ISLÁMICA
por Hammudah Abdalati

A continuación se detallan los principios esenciales de fe que profesa un musulmán auténtico.


1. Un Dios. Hay un Dios único, supremo, eterno, infinito, poderoso, misericordioso, compasivo, creador y proveedor.
Por un lado esta creencia requiere absoluta confianza y esperanza en Dios, sumisión a su voluntad y seguridad en
su ayuda. Por el otro asegura la dignidad del hombre y lo salva del miedo, la desesperación, la culpa y la confusión.
2. Dios ha enviado mensajeros. Los mensajeros fueron grandes maestros y verdaderos propagadores de la verdad.
Fueron escogidos por Dios para enseñar a la humanidad y entregarle su mensaje divino. Fueron enviados en
distintos momentos de la historia y a todas las naciones conocidas, y cada una de ellas tuvo uno o más monitores.
El sagrado Corán menciona a veinticinco mensajeros, aceptados en su totalidad por los musulmanes como enviados
de Dios, sin ningún tipo de discriminaciones. Con excepción de Muhammad cada uno de estos embajadores divinos
fue conocido bajo el rótulo de “nacionales” o “locales”. Sin embargo, el mensaje recibido fue básicamente igual y la
religión se denominó Islam, pues descendió de una misma fuente divina y fue enviada para servir al único idéntico
propósito: guiar a la humanidad al camino correcto de Dios. Todos los monitores, sin distinción alguna, fueron
mortales, seres humanos dotados de una revelación superior y nombrados por Dios para llevar a cabo tareas
específicas. Muhammad se cuenta como el último mensajero y la corona de la fundación profética. Al igual que
todas las creencias islámicas esta no es determinación arbitraria ni un credo conveniente, sino más bien una verdad
auténtica y lógica. El Corán menciona a grandes mensajeros como Noé, Abraham, Ismael, Moisés, Jesús y
Muhammad, y desea la paz y las bendiciones de Dios sobre todos ellos. El Sagrado Libro ordena a los
musulmanes:
Creemos en Al á y en l o que s e nos ha revel a do, en l o que s e revel ó a Abra ha m, Is ma el , Is a a c, Ja cob y l a s tri bus , en l o que Moi s és , Jes ús
y l os profeta s reci bi eron de s u Señor. No ha cemos di s ti nci ón entre ni nguno de el l os y nos s ometemos a Él (s ura 2.136; cf. 3.84; 4.163-165;
6.84-87).
Asimismo el Corán establece en términos claros que el mensaje religioso del Islam es la culminación de las
revelaciones anteriores. Dios dice:
Os ha pres cri to en ma teri a rel i gi os a l o que ya ha bía ordena do a Noé, a Abra ha m, a Moi s és y a Jes ús : “¡Que ri ndá i s cul to y que es to no os
s i rva de moti vo de di vi s i ón!” A l os a s oci a dores l es res ul ta di fíci l a quel l o a que tú l es l l a ma s . Al á el i ge pa ra Sí a qui en Él qui ere y di ri ge a
Él a qui en s e a rrepi ente (s ura 42.13).

3. Dios ha provisto escrituras y revelaciones. En consecuencia del artículo anterior, el musulmán fiel cree en todas
las escrituras y revelaciones de Dios. Ellas son la luz y guía que recibieron los mensajeros para mostrar a sus
respectivos pueblos el verdadero camino a Dios. En el Corán hay una referencia especial hecha a los libros de
Abraham, Moisés, David y Jesús, pero mucho tiempo antes de la revelación del texto sagrado dado a Muhammad,
algunos de esos ejemplares se habían perdido o dañado y los demás habían sido olvidados, descuidados o
escondidos. Actualmente el único, auténtico y completo libro de Dios es el Corán. Los musulmanes aceptan los
libros y las revelaciones anteriores, pero se preguntan dónde estarán sus versiones completas y originales. ¿Será que
acaso una de ellas permanece todavía en el fondo del Mar Muerto? ¿Habrá más pergaminos para descubrir? ¿O tal
vez los arqueólogos cristianos y judíos puedan aportar más información acerca de los escritos originales completos
luego de algún hallazgo de sus continuas excavaciones en la Tierra Santa? Para el creyente musulmán no hay
incertidumbres, pues el Corán completo y auténtico está a su disposición. Ningún escrito está desaparecido ni se
espera agregado alguno. Su legitimidad está fuera de duda y no existe ningún estudioso o pensador respetable que
se haya aventurado a ponerlo en tela de juicio. El Corán es el sello del mismísimo Dios en cuanto a su creación, su
revelación y su preservación de interpolaciones y corrupciones varias. Por lo tanto el supremo texto fue dado a los
musulmanes para ser el parámetro de juicio sobre la totalidad de los demás libros. Entonces, las expresiones que
concuerdan con el Corán son aceptadas como verdades divinas y aquellas que difieren son rechazadas. Dios dice:
“Somos nosotros quienes hemos revelado la Amonestación y somos nosotros sus custodios” (sura 15.9; cf. 2.75-79;
5.13-14, 41, 45, 47; 41.43, 6.91).
4. Existen los ángeles de Dios. Estos son seres puramente espirituales y espléndidos, cuya naturaleza no requiere
de alimento, bebida o descanso. No tienen deseos físicos ni necesidades materiales y dedican su tiempo al servicio
de Dios. Hay gran cantidad de ángeles y cada uno tiene una obligación. La imposibilidad por parte de los
humanos de ver a los ángeles en forma corpórea no significa necesariamente que su presencia puede ser negada.
Hay muchas cosas en el mundo que son invisibles para el ojo o inaccesibles para los sentidos y aun así son
aceptadas como reales. Pueden ser aromas, olores, sabores, sonidos, lugares desconocidos o elementos invisibles,
como el gas y el éter, que no palpamos sensorialmente, no obstante, reconocemos su existencia. La creencia en los
ángeles tiene su origen en el principio islámico que sostiene que el conocimiento y la verdad no se circunscriben solo
al discernimiento o a la percepción sensorial (suras 16.49-50; 21.19-20. Ver las referencias del artículo dos citado
anteriormente).
5. Viene el día del juicio final. Algún día el mundo llegará a su término y los muertos se levantarán para el justo
juicio final. La totalidad de las cosas que el hombre hace –cada una de sus intenciones, los movimientos, los
pensamientos y las palabras que expresa– son contadas y mantenidas en registros precisos, y en el día del juicio
serán sacadas a la luz. Las personas que ostenten un buen registro serán generosamente recompensadas y tendrán
una cálida bienvenida al cielo de Dios, pero aquellos que exhiban malos antecedentes serán castigados y arrojados
al infierno. Solo Dios conoce la verdadera naturaleza y la descripción exacta de ambos destinos. En el Corán hay
detalles del cielo y del infierno, y también en las tradiciones de Muhammad, pero no deben tomarse en forma
literal. El profeta dijo que en el cielo hay cosas que el ojo nunca ha visto, el oído nunca ha escuchado y la mente
humana no ha concebido jamás. Sin embargo el musulmán cree que habrá una recompensa por las buenas obras y
un castigo por las malas acciones. Ese es el día de la justicia y la última liquidación de todas las cuentas.

¿QUÉ ESTÁ PROHIBIDO?


Al igual que en la ley del Antiguo Testamento, el Islam
contempla la prohibición de algunas prácticas (haram).
El musulmán debe combinar la fe y la acción (la creencia
y la práctica) y trabajar por su salvación con la ayuda de
Dios. Su compromiso con la religión (din) implica la
evasión de ciertos comportamientos y la observancia de
prácticas provechosas que incluyen el cumplimiento de
los cinco pilares.
El Islam prohíbe algunos usos –en materia de
alimento, bebida, sexo y recreación– para proteger al
hombre de la locura, la degeneración, la debilidad, la
indulgencia, la indecencia y la tentación. A continuación
se detallan los siguientes:
• Los productos tóxicos de todo tipo: el vino, el licor, la
cerveza, las drogas, etc. (sura 2.219; 4.43; 5.93-94).
• La carne de cerdo y sus derivados (el tocino, el jamón
y la manteca); los animales salvajes que utilizan
garras o dientes para matar a sus presas (los tigres,
los lobos, los leopardos, etc.); las aves de rapiña (los
halcones, los buitres, los cuervos, etc.); los roedores,
los reptiles, los gusanos y similares; los animales
muertos y las aves no sacrificadas en forma adecuada
(sura 2.172-173; 5.3-6).
• Los juegos de azar y los deportes vanos en todas sus
expresiones (sura 2.219; 5.93-94).
• Las relaciones sexuales fuera del matrimonio y las
maneras de relacionarse en público –el habla, la
caminata, la mirada y la vestimenta– que incitan a la
tentación, despiertan el deseo, provocan sospechas y
manifiestan falta de modestia e indecencia (sura 23.5-
7; 24.30-33; 70.29-31).*
Fuente: Année W. Rose, www.frontiers.org.
* Hammudah Abdalati, Islam in Focus (Be ltsville , Maryland:
Publicacione s de Amana, 1998), p. 43.

Algunas personas piensan que son sumamente astutas, que pueden salir airosas más allá de sus malas acciones y
que aún pueden escapar de las penas impuestas por la ley. En verdad ellos están equivocados en su propia seguridad,
pues en el día del juicio no serán capaces de repetir su estrategia. Serán atrapados indefensos, en el acto, sin ningún
abogado que intervenga a su favor porque todas sus obras estarán visibles ante Dios y serán contadas por sus
agentes. Asimismo las personas piadosas que hayan ejecutado las buenas obras agradables a Dios sin recibir
apreciación alguna en el mundo temporal, a su tiempo obtendrán la plena indemnización y el amplio
reconocimiento. En ese momento se aplicará la justicia absoluta para todos los mortales.
La creencia en el día del juicio es la respuesta final de los complicados planteos de nuestro mundo. Por un lado, hay
gente que comete pecados y se entrega a actividades inmorales, pero que aparenta ser “superficialmente” exitosa en
los negocios y próspera en la vida. Por el otro, existen las personas virtuosas que temen a Dios, y en cambio parecen
ser menos reconocidas por sus sinceros esfuerzos y atraviesan sufrimientos mayores. Esta dinámica resulta extraña e
incompatible con la justicia de Dios. Si el hombre culpable puede escapar ileso de la ley mundana y llegar a ser más
próspero aún, ¿qué puede esperarse para las personas honestas? ¿Qué podrán promover la causa de la moralidad y
de la bondad? Debe haber alguna manera de recompensar la bondad y detener la maldad. De todos modos si este
propósito no se logra alguna vez en la tierra –y sabemos que no se produce regular o inmediatamente– se alcanzará
en el día del juicio. Esto no significa ser tolerantes con la injusticia ni con la maldad del mundo, tampoco significa
sedar a los desposeídos o consolar a sus explotadores. Más bien el conocimiento en cuanto a aquel día es un llamado
para advertir a los desviados que hay un camino recto y para recordarles que, tarde o temprano, la justicia de Dios
seguirá su curso definitivo (ver las referencias anteriores).
6. Dios tiene poder infinito y ejecuta su plan. Dios posee un conocimiento ilimitado y el poder sobre la
planificación y ejecución de sus planes. Dios no es indiferente ni neutral con nuestro mundo. Tanto su conocimiento
como su poder están en acción permanente a fin de mantener el orden y el mando absoluto sobre su creación. Él es
sabio y amoroso, y la totalidad de sus obras son efectuadas con motivos buenos y con un propósito significativo. Si
estos conceptos son establecidos en nuestra mente deberíamos aceptar todo lo que Él hace, con buena fe, aunque no
podamos comprenderlo totalmente o aunque pensemos que es algo malo. Debemos tener una gran fe en Dios y
aceptar sus actos, pues en tanto que nuestro conocimiento es acotado y nuestro pensamiento se apoya en
consideraciones subjetivas, la sabiduría de Dios es incalculable y sus designios son trazados sobre una base
universal.
De ninguna manera esta implicancia debe empujar al hombre hacia una actitud fatalista o de desamparo, sino
simplemente hacerlo consciente de la línea demarcada entre los asuntos divinos y las responsabilidades humanas.
Debido a que el hombre es finito por naturaleza tiene como resultado un grado limitado de poder y libertad. Aunque
una persona no puede hacerlo todo, Dios gentilmente la mantiene responsable de aquellas cosas que son accesibles
para ella. Las cosas imposibles por nuestra incapacidad humana o las obras que Dios mismo hace no se encuentran
en el ámbito de nuestra responsabilidad. Dios es justo y nos ha otorgado un poder finito que coincide con nuestra
naturaleza y responsabilidad limitadas. Además, el conocimiento eterno y el poder de Dios para ejecutar sus obras no
son un impedimento para la realización de los planes personales dentro de una esfera limitada de poder. Por el
contrario, el hombre es exhortado a pensar, planificar y tomar decisiones bien fundamentadas, pero si el resultado no
es el deseado o el previsto, no debe perder la fe ni entregarse a sus preocupaciones mentales. Aunque el desenlace no
sea satisfactorio la persona debe seguir intentando mejorarlo, pues así sabrá que ha realizado su mayor esfuerzo y
que no es responsable por algo que está fuera de su capacidad. Los musulmanes llaman a este artículo de fe, la
creencia en qadaa y qadar, entendiéndose que la sabiduría eterna de Dios se anticipa a los eventos y que los hechos
tienen lugar de acuerdo con el conocimiento exacto de Dios (sura 18.29; 41.46; 53.33-62; 54.49; 65.3; 76.29-31).
7. Existe un propósito en la vida. La creación de Dios es significativa y por lo tanto la vida tiene un propósito
sublime, más allá de las necesidades físicas y las actividades humanas. Si bien el propósito de la vida es adorar a
Dios no implica que tenemos que pasar toda la existencia en un constante aIslamiento y una absoluta meditación.
Adorar a Dios es conocerlo, amarlo, obedecer sus mandamientos a fin de cumplir su ley en todos los aspectos de la
vida. Es servir a la causa divina haciendo lo correcto y evitando el mal, es ser recto delante de Dios, de uno mismo y
los demás seres humanos. Adorar a Dios es vivir la vida, no huir de ella. Resumiendo, adorar a Dios es saturarse con
sus atributos supremos. Sin lugar a dudas ésta no es una simple declaración ni tampoco una simplificación, más
bien es la más completa y concluyente conclusión. Así que, si la vida tiene un propósito y si el hombre es creado
para servir a ese propósito, entonces él no puede escaparse de su responsabilidad. No puede negar su existencia ni
tampoco ignorar el papel que le toca desempeñar. Cuando Dios asigna a alguno una responsabilidad, Él también
provee la asistencia necesaria dotando al individuo de la inteligencia y el poder para decidir su línea de conducta.
De modo que el hombre es delegado por Dios para trabajar con todo empeño en el propósito de su existencia. Si
deja de avanzar en este sentido por negligencia o abusos en sus funciones deberá responder a Dios por sus malas
acciones (sura 21.17-18; 51.56-58; 75.37).
8. Hay dignidad en el hombre. El hombre disfruta del máximo grado jerárquico entre todas las criaturas
conocidas; sin embargo, cuanto más destacado es el rango más alta es la responsabilidad. Ocupa esta distinguida
posición porque es el único ser dotado de facultades racionales, de aspiraciones espirituales y de poderes activos.
Desempeña el cargo de virrey de Dios en la tierra; por lo tanto, debe tener cierto poder y autoridad y estar
potencialmente dotado con honor e integridad. La condición del hombre en el Islam no se circunscribe a un estado
de condenación desde su nacimiento hasta la muerte, sino a uno de dignidad ya que es idóneo para realizar nobles
misiones. El hecho de que Dios escogiera mensajeros para revelarse a la humanidad confirma que el hombre es
digno de confianza y que es capaz de adquirir inmensos tesoros de bondad (sura 2.30-34; 6.165; 7.11; 17.70-72, 90-
95).
9. Existe una religión universal: el Islam. Cada una de las personas que nace es musulmana. Esta afirmación
significa que el mismo nacimiento se lleva a cabo en conformidad con la voluntad de Dios, para la realización de su
plan y bajo la sumisión a su mandato. También implica que cada ser humano está dotado de potencialidades
espirituales e inclinaciones intelectuales que pueden convertirlo en un buen musulmán, siempre y cuando tenga el
correcto acceso al Islam y promueva el desarrollo de su naturaleza innata. Si el Islam es presentado adecuadamente
hay mucha gente que está dispuesta a aceptarlo puesto que es la fórmula divina para alcanzar tanto la satisfacción
de las necesidades morales y espirituales como el logro de las aspiraciones más comunes. El Islam es propicio para
los individuos que quieren llevar una vida sana y constructiva, cultivando su desarrollo personal y social, en los
niveles nacional o internacional. Esta es la realidad porque el Islam es la religión universal de Dios. Dios es el
creador de la naturaleza humana y sabe qué es mejor para ella (sura 30.30; 64.1-3; 82.6-8).
10. Hay libertad, responsabilidad y pecado en el hombre. Todas las personas nacen libres del pecado y por lo
tanto pretenden tal virtud heredada. El hombre inicia su vida como si fuera un libro en blanco y, si su desarrollo es
normal y razonable, cuando alcanza la madurez será responsable de sus actos e intenciones. El hombre no solo está
libre de pecado hasta que comete uno, sino que también es libre de hacer las cosas de acuerdo con sus planes y bajo
su propia responsabilidad. Esta doble libertad –del pecado y de las acciones eficaces– borra de la conciencia de los
musulmanes la fuerte presión del pecado heredado. En consecuencia hay alivio para el alma y la mente de la
angustia innecesaria que acarrea la doctrina del pecado original.
El concepto islámico de libertad se basa en el principio de la justicia de Dios y de su responsabilidad directa sobre
las personas. Cada individuo debe llevar su propio lastre y hacerse cargo de sus acciones porque ninguno puede
expiar el pecado de otro.
Por consiguiente, un musulmán cree que si Adán cometió el primer pecado tuvo que ocuparse de conseguir su
propia expiación. Afirmar que Dios no podía perdonar a Adán, y que tenía que poner a alguien para expiar su
pecado; o suponer que Adán no oró por perdón o que oró por él, pero no le fue otorgado, sería extremadamente
improbable y contrario a la misericordia y justicia de Dios, como también a su capacidad y poder para perdonar.
Asumir dicha hipótesis sería un desafío audaz al sentido común y una violación flagrante al mismo concepto de Dios
(sura 41.46; 45.15; 53.31-42; 74.38. Ver las referencias del artículo nueve).
Sobre la autoridad del Corán y el basamento racional previamente mencionado, el Islam acepta que Adán
comprendió su afrenta a Dios y clamó por perdón como cualquier otro pecador sensible lo hubiera hecho. Sobre esa
misma base se sustenta la creencia del Dios misericordioso y clemente que concedió el perdón a Adán (sura 2.35-37;
20.117-122). Por lo tanto, el Islam rechaza la doctrina de que Adán y la descendencia humana fueron declarados
culpables y estuvieron condenados hasta el momento en que Jesús descendió a la tierra para expiar sus pecados. Los
musulmanes no admiten la dramática muerte de Jesús, como el acto hecho de una vez y por todos, para acabar con
la totalidad de los pecados de la raza.
En este punto el lector debe ser advertido de conclusiones erróneas. El Islam no cree que Jesús haya muerto por
mano de sus enemigos, pues la base de la doctrina de la crucifixión se contrapone tanto a la misericordia y justicia
divina como a la lógica y dignidad humana. Tal descreimiento del dogma no reduce en modo alguno la reverencia
que los musulmanes tienen por Jesús, ni degrada su alto rango dentro del Islam, ni censura la fe en Él como un
profeta distinguido de Dios. Al contrario, el rechazo de esta doctrina permite al musulmán aceptar a Jesús aunque
solamente con un alto respeto y estima, pues considera que su mensaje original es una parte esencial del Islam.
Recordemos nuevamente que en la profesión de fe islámica el creyente debe aceptar y respetar a todos los profetas de
Dios sin discriminación alguna.
11. La salvación se obtiene por creencias y prácticas religiosas. El hombre debe trabajar para obtener su
salvación con la ayuda de Dios. Esto implica que una persona debe combinar la fe y la acción, o sea su creencia y
su práctica, porque la fe sin obras es insuficiente y viceversa. En otras palabras nadie es capaz de alcanzar la
salvación si su fe en Dios no llega a ser dinámica de modo tal que convierte sus creencias en realidad. Esta
declaración está en completa armonía con los artículos de la fe islámica. Dios no acepta el servicio hipócrita y
ningún creyente verdadero puede ser indiferente a las exigencias divinas con respecto a las prácticas religiosas.
Asimismo ninguna persona puede actuar en favor de otra o arrogarse el papel de intercesor entre Dios y los
hombres (sura 10.9-10; 18.30; 103.1-3).
LA FAMILIA Y LOS HIJOS
Tu Señor ha decretado que no debéis servir sino a Él y
que debéis ser buenos con vuestros padres. Si uno de
ellos o ambos envejecen en tu casa, no les digas: “¡Uf!”
y trates con antipatía, sino sé cariñoso con ellos. Por
piedad, muéstrate deferente con ellos y di: “¡Señor, ten
misericordia de ellos como ellos la tuvieron cuando me
educaron siendo niño!” (sura 17.23-24).
Los musulmanes valoran la interdependencia dentro
de la familia y la comunidad, de manera que aun la
familia extendida puede vivir junta. Muchos
musulmanes trabajan en empresas que son propiedad
de su propia parentela. En numerosas ocasiones las
decisiones son tomadas por el grupo, sobre todo por los
hombres, en tanto que las mujeres son libres de adoptar
resoluciones independientes siempre y cuando no sean
contrarias a las del líder familiar.
Los matrimonios pueden ser acordados dentro de la
familia ampliada a fin de que las mujeres solteras no
permanezcan solas. Con frecuencia el sistema
matriarcal prevalece entre las mujeres y los niños, y el
estrés en el hogar puede llegar a ser muy alto
especialmente cuando el varón da mayor
reconocimiento a su madre que a su esposa.
La mayoría de las mujeres musulmanas sienten que su
honra consiste en permanecer en sus casas para velar
por las necesidades de toda la familia (ver “El honor y la
vergüenza” en p. 155) Ellas ejercen una importante
influencia en la educación religiosa de sus hijos. En
general los hijos varones son más favorecidos que las
niñas. Si la esposa no concibe hijos el esposo sufre la
afrenta, pues el nacimiento de un bebé es motivo de una
celebración extraordinaria.
A pesar de las aparentes restricciones, millones de
mujeres musulmanas son amadas y respetadas por su
marido e hijos, inclusive en la vejez. Para la cultura
musulmana es difícil entender el motivo por el cual las
personas seniles son separadas de sus familias para ser
llevadas a hogares de ancianos y ser atendidas por
extraños. La niñez musulmana es la encargada del
cuidado de sus padres cuando éstos llegan a la
ancianidad y por consiguiente velarán por ellos para
prodigarles una vida lo más cómoda posible.
Fuente: Année W. Rose, www.frontiers.org.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Miriam Adeney, Daughters of Islam: Building Bridges
with Muslim Women (Downers Grove, Ill.: InterVarsity
Press, 2002). www.ivpress.com.

12. No hay responsabilidad alguna en los inalcanzados. Dios no considera responsable a ninguna persona sino
hasta el momento en que él mismo le muestra el camino correcto. Por eso, Dios ha enviado numerosas revelaciones
a través de sus mensajeros, y ha dejado claro que no habrá castigo antes de que la persona reciba guía y
advertencia divina. Como resultado de ello, las personas locas o aquellas que nunca se han encontrado con algún
mensajero divino no son responsables ante Dios por su desobediencia. Estos individuos solo serán responsables por
dejar de hacer lo que su propio sentido común les dicta como lo correcto. En cambio, la persona que a sabiendas e
intencionalmente viola la ley de Dios y se desvía del camino verdadero será castigada por sus malas acciones (sura
4.165; 5.16, 21; 17.15).
Este artículo es muy importante para los musulmanes. Hay mucha gente en el mundo que ni han oído acerca del
Islam ni tienen una manera de acceder a él. Estas personas podrían llegar a ser buenos musulmanes si encuentran el
camino hacia la religión. Entonces según vemos las personas que no tienen la oportunidad de acceder al Islam no
serán responsables por no pertenecer a la religión, en cambio, los musulmanes que pueden presentar la fe a los
incrédulos y no lo hacen serán hallados culpables por omisión. La práctica de anunciar el Islam, no solo con palabras
sino también con los hechos, es exigida a cada musulmán alrededor del mundo entero (sura 3.104; 16.125).
13. Hay bondad en la naturaleza humana. La naturaleza humana que Dios ha creado contiene más cosas buenas
que malas, por lo tanto son mayores las probabilidades de una reforma exitosa que de un fracaso irremediable.
Esta creencia deriva del hecho de que Dios ha encomendado ciertas tareas al hombre y en virtud de orientarlo ha
dado revelaciones divinas a través de sus mensajeros. Si el hombre fuera por naturaleza un caso perdido, imposible
de ser reformado, no sería posible que Dios en su sabiduría absoluta le asigne responsabilidades y delegue a su
arbitrio las cosas que debe hacer o no. Dios no obraría de esta manera si todo fuera en vano. La realidad de que
Dios está preocupado por el hombre y que se ocupa de sus intereses confirma que el hombre no vive sin esperanza,
y que él se inclina hacia el bien. Seguramente con una sólida fe en Dios y la debida confianza en el hombre pueden
ocurrir los milagros, incluso en nuestros días. Para entender en forma acabada esta cuestión es necesario estudiar
minuciosamente los pasajes relevantes del Corán y reflexionar en sus correspondientes significados.
14. La fe se completa en las convicciones. La fe no está completa si se acepta sin cuestionamientos, a menos que el
creyente esté razonablemente satisfecho. Si es la fe la que inspira a la acción y ambas son el medio para obtener la
salvación, la fe deberá estar basada en convicciones inquebrantables, sin coacción o engaño alguno. En otras
palabras, la persona que se llama a sí mismo musulmana, ya sea por tradición familiar, por amenaza o por
imitación ciega no es un religioso cabal a los ojos de Dios. Un musulmán debe construir su fe sobre convicciones
sólidas más allá de cualquier duda e incertidumbre y, si las tuviera, es invitado por Dios a buscar evidencias en el
libro abierto de la naturaleza, a usar los recursos de su razonamiento y a reflexionar en las enseñanzas del Corán.
Es su deber investigar la indiscutible verdad hasta encontrarla, y con la suficiente seriedad y capacidad, desde
luego, logrará descubrirla (sura 2.170; 43.22-24).
Por lo tanto, el Islam exige el sustento de convicciones sólidas y se opone a la ciega imitación. Todo ser humano
debidamente calificado como un pensador auténtico y sincero es impelido por el Islam al uso máximo de sus
facultades, pero si alguien es incompetente o está inseguro de sí mismo solo debe seguir su pensamiento hasta los
límites posibles. Esta persona solamente precisa confiar en las fuentes auténticas de la religión, suficientes en sí
mismas, sin necesidad de aplicarlas a una discusión crítica para la cual está inhabilitado. Entonces, nadie puede
catalogarse como un musulmán genuino, a menos que su fe tenga un sólido basamento y que su mente esté libre de
toda duda.
Como consecuencia de ello, no se puede obligar a nadie a aceptar el Islam porque Dios no acepta la fe forzada.
Tampoco es considerado verdadero el Islam que no se origina en las convicciones libres y sanas. Debido a que el
Islam garantiza la libertad de creencias, muchos grupos no musulmanes que viven en los países islámicos gozan de
plena libertad de conciencia e ideología. Los musulmanes adoptan tal actitud porque el Islam prohíbe la coacción en
asuntos de fe. La luz debe ser irradiada desde el interior de la persona porque la libertad de elección es la piedra
angular de la responsabilidad. Esto no exime a los padres de la responsabilidad que tienen sobre sus hijos, ni
tampoco justifica que se muestren indiferentes por su bienestar espiritual. Al contrario, los padres deben hacer todo lo
posible para ayudar a sus dependientes a construir una fe fuerte e inspiradora.
Existen caminos paralelos que establecen la fe sobre bases sólidas. El primero es el acercamiento espiritual basado,
principalmente, en el Corán y en las tradiciones de Muhammad. El segundo es el enfoque racional que, finalmente,
conduce a la fe en el Ser supremo. Esto no quiere decir que el encuadre espiritual carezca de racionalidad, ni
tampoco que el tratamiento racional de la espiritualidad esté privado de inspiración. De hecho, ambos enfoques se
complementan y pueden interactuar perfectamente entre sí. Ahora bien, una persona equipada de un pensamiento
sólido puede recurrir al enfoque racional o al espiritual o a ambos, y puede estar segura de que llegará a una
conclusión cierta. Por otro lado, el individuo incapaz de realizar una investigación profunda debido a sus limitaciones
de razonamiento debe elegir el enfoque espiritual, y contentarse con el conocimiento derivado de las fuentes
auténticas de la religión. El eje del asunto es que ya sea por el uso de la perspectiva espiritual, racional o ambas,
finalmente la persona venga a la fe en Dios. Estas vías son iguales en importancia y aceptación dentro del Islam, y
utilizadas de una manera adecuada conducen a un mismo fin, es decir, alcanzar la fe en el Ser supremo (sura 5.16-
17; 12.109; 18.30; 56.80-81).
15. El Corán es la única palabra perfecta de Dios. El Corán es la palabra de Dios manifestada a Muhammad a
través del ángel Gabriel. El sagrado libro fue revelado por Dios fragmento tras fragmento en ocasiones para dar
respuesta a determinadas preguntas, en varias para solucionar problemas específicos, en algunas para resolver
conflictos y en otras para ser la mejor guía del hombre hacia la verdad de Dios y la felicidad eterna. Cada letra del
texto coránico es la palabra de Dios y todos sus sonidos son el eco de la verdadera voz divina. El Corán es la fuente
primitiva y auténtica del Islam, revelado en el idioma árabe. Su versión árabe original y completa seguirá
existiendo porque Dios se preocupa de preservar este libro como la guía permanente del hombre, y se ocupa de
protegerlo en contra de la corrupción (sura 4.82; 15.9; 17.9; 41.41-44; 42.7, 52-53).51
16. Las tradiciones de Muhammad son la segunda fuente del Islam. Hay una clara distinción entre el Corán y
las tradiciones de Muhammad. Mientras que el primero es la palabra de Dios, las segundas son las interpretaciones
prácticas del Corán. El papel de Muhammad fue transmitir el Corán tal cual lo recibió, luego proceder a su
interpretación y por último llevarlo plenamente a la práctica. El conjunto de dichas interpretaciones y prácticas
fueron recopiladas y conocidas como las tradiciones de Muhammad. Ésta es la segunda fuente de autoridad del
Islam y debe estar en completa armonía con el Corán, norma y fundamento de la religión. En el caso de
presentarse alguna contradicción o inconsistencia entre una tradición y el Corán, los musulmanes solo se adhieren
al Corán. Sin embargo la genuina tradición de Muhammad jamás puede estar en desacuerdo con el Corán.

COMENTARIO FINAL
En la exposición de los artículos fundamentales de la fe islámica deliberadamente hemos esquivado presentar un
informe tradicional. No limitamos su desarrollo nada más que a unos pocos apartados sino que tratamos de incluir la
mayor cantidad posible de ellos. Cabe señalar que cada uno de los principios previamente desarrollados encuentra su
base en las enseñanzas del Corán y en las tradiciones de Muhammad, y podrían haberse incluido más citas en este
volumen, pero no ha sido factible debido a las limitaciones editoriales. Sin embargo el Corán y las tradiciones de
Muhammad son las referencias disponibles para cualquier estudio detallado.
Además hemos minimizado el uso del lenguaje técnico y de la terminología occidental como “predestinación”,
“fatalismo” y “libre albedrío” para evitar confusiones y tecnicismos. La mayoría de los vocablos técnicos que las
personas que no hablan árabe pueden aplicar al Islam, únicamente conducen a la incomprensión o producen
impresiones equivocadas, de modo que si los términos religiosos extranjeros fueran adaptados y acomodados al Islam
el propósito de este trabajo no sería alcanzado. Por otro lado el uso de la terminología religiosa extranjera nos hubiera
obligado a añadir infinidad de calificaciones y comentarios con el objeto de esclarecer la imagen del Islam. En
definitiva, hemos tratado de dar una explicación en el lenguaje normal.

Final de las lecturas básicas de la Lección 3. Ver Aprende Más.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


John L. Es pos i to, What Everyone Needs To Know About Islam (New York: Oxford Uni vers i ty Pres s , 2002).

NOTA FINAL
1 El Corán e s la única e scritura de la historia humana que ha sido pre se rvada e n su ve rsión comple ta y original sin un mínimo cambio e n su
e stilo o puntuación. Este e s un te stimonio de la conse rvación divina de l te xto sagrado. La impre sión de l Corán, la compilación de los
capítulos y la conse rvación de l te xto ge ne ral e stán fue ra de cualquie r duda, no solo e n la me nte de los musulmane s, sino tambié n e n la
conside ración de los hone stos y calificados e ruditos. Ningún e studioso de cualquie r fe que re spe ta su conocimie nto e inte gridad ha
cue stionado e ste he cho histórico. En re alidad, Muhammad ha re alizado un prodigio, pue s aunque toda la humanidad se unie ra para
producir un te xto se me jante no podría siquie ra e laborar un solo capítulo coránico (sura 2.22-24; 11.13-14; 17.88-89.)
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. Considere las creencias de la fe islámica que ha aprendido en esta lección. ¿Hay alguna que lo haya sorprendido?
¿Qué elementos de la lección lo han ayudado a entender mejor a los musulmanes?
2. ¿Qué aspectos del carácter de Dios enfatiza el Islam?
3. ¿Cuál es el juicio del Islam en cuanto a la naturaleza del hombre?

APRENDE MÁS
Leer Phil Parshall, Understanding Muslim Teachings and Traditions: A Guide for Christians (Grand Rapids: Baker
Books, 2002).
Hammudah Abdalati, Islam in Focus (Beltsville, Md.: Amana Publications, 1998).
Ver Inside Mecca, National Geographic DVD (2000) e Inside Islam, History Channel DVD (2002).
Orar por los musulmanes todos los días durante el mes de ramadán. Cada año es publicada una guía de los treinta
días de oración por el Ramadán.
Encontrar un centro internacional de estudiantes, si es que lo hubiere en su comunidad. Pregunte si hay estudiantes
musulmanes que buscan tutoría para prácticas del idioma.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
EXPRESIONES DEL ISLAM
LECCIÓN 4
LOS MUSULMANES HOY
REFLEXIONE
• Ha habido muchos acontecimientos en el mundo desde que el islam fue establecido en el siglo VII. ¿Cómo han
respondido los musulmanes a estos cambios?
• ¿Cómo podemos expresar empatía hacia los musulmanes frente a los desafíos que enfrentan hoy en día?
• ¿Qué requiere el evangelio a los cristianos en respuesta al sufrimiento del prójimo?
• ¿Qué actitudes deben tener los cristianos para responder a la diversidad de la cultura, las personas y las opiniones?
PUNTOS CLAVE
1. La comunidad musulmana (umma).
2. La unidad de Dios (tawhid).
3. Los valores de honor y vergüenza gobiernan profundamente a los musulmanes ya su comunidad.
4. Diversidad entre los musulmanes.
5. Ilustraciones de la diversidad en los conflictos actuales.
6. El descontento social y la opresión pueden llevar a la violencia.
7. La Jihad varía en significado: lucha contra el pecado personal y comunal, guerra justa en defensa contra las
amenazas externas, la expansión del territorio musulmán (dar al-islam), la justificación del terrorismo extremistas.
8. El plan de Dios incluye tanto crear como redimir la diversidad humana a través de Cristo.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVES Introducción
La Diversidad Dentro de La Umma Islámica
Una Franca Confrontación: La Umma Musulmana, La Iglesia Cristiana
BÁSICAS Un Análisis De La Pluralidad Musulmana
INTRODUCCIÓN

El Corán tiene sus raíces en la cultura árabe del siglo VII. Sin embargo, la expresión del Islam –la umma o
comunidad musulmana– ha cambiado y ha crecido, y su grado de relevancia es cuestionada. En respuesta a dichos
retos las comunidades fueron adaptándose a los cambios o atrincherándose en los viejos patrones. Estos
acontecimientos fragmentaron a la umma en varias ramas y grupos, por ejemplo los chiitas, los suníes, los wahabíes,
los ahmadiyas y la nación del Islam entre otros.
La primera variación del Islam sucedió cuando la umma debió huir de la Meca a causa de la persecución y llegó a
conformar una sociedad exitosa en Medina. La naciente umma empezó a subyugar a los no musulmanes, inclusive a
las tribus judías de Medina. En esta instancia la umma giró su enfoque para convertirse en una religión árabe, y en
lugar de celebrar el día de la expiación (de los judíos) y orar en dirección a Jerusalén, comenzó a realizar tanto el hajj
como las oraciones con orientación hacia la Meca. Otra variante se produjo poco después de la muerte de
Muhammad debido a las diferencias culturales y a los desacuerdos en cuanto a la manera de elegir un líder, tanto así
que provocaron la rebelión y una guerra civil dentro de la umma. Aún hoy los musulmanes siguen batallando con
estas tensiones. Es cierto que las mayores transformaciones sociales, políticas, tecnológicas y económicas se han
sucedido en el siglo pasado, más que en todos los años anteriores desde la época del profeta y, como resultado de ello,
el Islam actual, más diversificado, lucha intensamente en contra del cambio.
Por causa de la gran diversidad de la umma, los musulmanes comparten el parentesco espiritual y una similitud de
formas. Todos ellos adoptan estilos equivalentes de cortesía, higiene y vestimenta, y utilizan mayormente nombres
árabes. Los musulmanes alrededor de todo el mundo celebran las mismas fiestas y repiten iguales oraciones. Ellos se
manifiestan, se enorgullecen y se solidarizan con la umma islámica global. Solo hay dos comunidades reconocidas
dentro de la religión: Dar al-Islam (Dar es-Salaam), o sea la casa de la paz y Dar al-Harb, es decir la casa que aún no
es musulmana. Esta conformidad de propósito –la defensa y la propagación de la comunidad– da sustento a la
unidad de la umma y a la convicción de compartir la existencia de un solo Dios.
El tawhid (la unidad) también se erige en contra de la dicotomía entre lo secular y lo sagrado. Los musulmanes
creen que Dios debe regir toda la vida y el corazón, y no solo una parte de ambos. Las esferas personal, religiosa,
económica, social y política de la vida deben ser sometidas a Dios en su totalidad a través del Islam. Según las
palabras de Muhammad Iqbal: “La religión no es un asunto departamental, no es el mero pensamiento ni el simple
sentimiento ni la exclusiva acción, sino que es una expresión del hombre completo”.1
A pesar de que la visión idealista de una sociedad unida y exitosa inspira al da’wa musulmán o su extensión,
muchas personas dentro de la umma padecen sufrimientos bajo los gobiernos “islámicos” opresivos que distan de ser
los ideales. Los imperios musulmanes de antaño se han desvanecido, el califato ha sido disuelto y en la actualidad
miles de musulmanes viven en culturas pluralistas o han emigrado a las sociedades occidentales. A la luz de esta
realidad nos preguntamos qué es exactamente la umma hoy en día.
En realidad, no existe un tipo de musulmanes, pues hay varios géneros comunes. Algunos son activamente
religiosos y muestran una profunda preocupación por la deriva moral que trae la modernidad a sus culturas,
mientras que otros son modernos y de corte occidental en su orientación. Unos son nacionalistas orgullosos de su
esencia (este es un sinónimo del ser musulmán), pero la amplia mayoría está compuesta por personas comunes que
necesitan vivienda, alimento, educación, salud y más oportunidades de empleo. Estas grandes categorías fluyen y se
trasladan libremente.
La lección anterior nos ha ayudado a entender las prácticas religiosas islámicas y la siguiente nos zambullirá en la
vida cotidiana de los musulmanes comunes. Pero la presente lección nos lleva a apreciar el enfoque musulmán de las
temáticas que el mundo islámico enfrenta en la actualidad.
El Islam despierta ciertos movimientos que buscan la modernización de la fe, tanto en una reforma religiosa como
secular. La religión realiza esfuerzos con el propósito de reunir a la umma y volverla a sus ideales. Tal vez estas
corrientes pueden sonar demasiado occidentales o muy árabes para la media de los musulmanes, pero están
afectando a nuestro mundo. A medida que avanzamos en los temas generales debemos tener en cuenta que
precisamos escuchar la opinión del musulmán para poder responder a su exigencia, sin rendirnos y sin darle un
argumento estereotipado.
Al igual que nosotros, los musulmanes viven en un mundo recientemente sacudido por el nacionalismo, el
capitalismo, el socialismo, el modernismo, el materialismo, el secularismo y el racismo. El fracaso de estas filosofías
ha provocado desilusión entre ellos, y muchos se preguntan si acaso Dios los ha abandonado como una manera de
disciplinarlos para que se vuelvan al Islam. Este mensaje atrae a los más variados tipos de musulmanes: a los jóvenes
ricos desilusionados con la vida moderna, a las mujeres pobres reprimidas con escasas oportunidades, a los que
padecen estrechez económica, a los trabajadores de la clase media y a los hombres afro-americanos encarcelados por
el crimen urbano. A veces, la desesperanza de los musulmanes se traduce como ira en contra de aquellos a quienes
consideran la causa de su fracaso. Estiman que en gran medida las naciones occidentales –ricas, volcadas al
consumismo y centradas en sus propios intereses– son las responsables de su padecimiento, y que poco hacen para
traerles alivio. A la vista de numerosos musulmanes el imperialismo del siglo XX continúa vivo en materias
económica y cultural, y manifiesta su opresión a través del comercio y de la industria televisiva, fílmica y
pornográfica de Occidente. Los fieles temen que sus hijos adopten los valores ateos occidentales tan abiertamente
expuestos, y que por ende el futuro de las familias y comunidades sea vea amenazado.
EL HONOR Y LA VERGÜENZA
“Nada limpia la vergüenza, excepto la sangre”
(proverbio árabe).
En todas las familias, comunidades, gobiernos y
culturas los hijos son enseñados en cuanto a que ciertos
comportamientos son aceptables y merecen ser
recompensados, mientras que otros son intolerables y
deben ser castigados. La escala de valores y su modo de
enseñanza varían de una sociedad a otra. Múltiples
culturas occidentales se concentran en la verdad, la
honestidad, la culpa, el bien, el mal y la inocencia. Los
niños son reprendidos con un enfático no. Los sistemas
legales protegen las libertades y los derechos. No está
permitido mentir porque no es justo. Distorsionar u
ocultar la verdad no es un signo de educación, respeto,
civilidad o cortesía, por lo tanto no se puede confiar en
un mentiroso.
Sin embargo, en la mayoría de las culturas no
occidentales los niños son amonestados mediante la
vergüenza y son enseñados a ocultar la verdad de forma
educada a fin de no mostrarse descorteses. Además, la
vergüenza puede ser utilizada como el castigo por una
conducta criminal, y los sistemas legales pueden
defender las acciones tomadas para proteger el honor
propio. El honor puede exigir que un musulmán, como
muestra de respeto, entregue regalos a las autoridades,
en cambio un occidental considera que dicha práctica es
un soborno. Sin embargo en las comunidades no
occidentales aquellas personas que descuidan estos
deberes pueden ser catalogados como descorteses o
irrespetuosos y no se puede confiar en una persona
deshonrosa.
El honor y la vergüenza son poderosos motivadores
sociales. En numerosas culturas el honor es ostentado
globalmente tanto en las familias individuales como en
la comunidad entera, en tanto que la vergüenza es una
ofensa propinada al conjunto y por lo tanto debe ser
desagraviada. Alguien que deshonra a su familia puede
ser rechazado, pero en casos extremos el hallado
culpable puede ser asesinado a fin de restituir el honor
del grupo que fue agraviado. La Biblia se manifiesta con
respecto a la cultura del honor y la vergüenza cuando
expresa en Proverbios 13.18: “Pobreza y vergüenza
tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que
guarda la corrección recibirá honra” (leer Nm. 12.14, 2 S.
13.1-32, He. 12.1-3).
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Roland Muller, Honor and Shame: Unlocking the Door
(Philadelphia, Pa.: Xlibris, 2000). www. xlibris.com.

Algunos musulmanes consideran que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial son las entidades
títeres de las compañías multinacionales, que imponen la austeridad de los pobres, persiguen sus propios intereses
económicos y nunca se hacen responsables por las malas inversiones realizadas en los regímenes dictatoriales. Otros
en cambio observan que las políticas institucionales de las naciones occidentales no solo favorecen los intereses de
Occidente sino que otorgan ayuda financiera para la exportación de equipos militares destinados a gobiernos
ilegítimos. El apoyo incondicional que los Estados Unidos brinda a Israel es un excelente ejemplo del doble criterio
occidental. Los musulmanes sufren la humillación y la impotencia y entienden que deben hacer algo para resolver
sus problemas políticos. No pueden ocultar su vergüenza y debe ser vengada.
¿Cómo reaccionaríamos nosotros ante tal situación? Siendo el editor de este compendio debo manifestar que no
estoy de acuerdo con la visión que tienen los musulmanes acerca de los acontecimientos actuales, sin embargo me
identifico con su difícil situación. Comparto el hecho de que el ateísmo, la apostasía y la infidelidad son los rasgos
distintivos de la modernidad. Reconozco cuánto me enojo con los más pequeños insultos y me pregunto si no
recurriría a la violencia en caso de no tener otra opción. Y cuando escucho que mis amigos musulmanes expresan su
desilusión por la violencia indiscriminada que mata a las mujeres, a los niños y a los débiles, me doy cuenta que ellos
también están ansiado tener otra alternativa.

LA VERDADERA CARA DE LA DEMOCRACIA


Cierta vez, en un barrio bengalí de Londres, vi un cartel que proclamaba: “La democracia es esclavitud.” Por debajo
de la inscripción era posible acceder a una pila de volantes impresos en los cuales podía leerse lo siguiente:
• La democracia representa una forma de vida donde el hombre es soberano. El hombre controla su vida del modo
que quiere, redacta sus propias leyes y juzga el bien y el mal según sus deseos. La democracia ubica al hombre en
independencia de su Creador.
• La homosexualidad, la promiscuidad y los hijos ilegítimos son considerados valores normales en las sociedades
libres y democráticas de Occidente.
• La democracia determina que las personas son esclavas de las leyes, hechas por políticos incompetentes que solo
buscan proteger sus propios intereses.
• La cultura de la libertad y la democracia enseña que no hay diferencia entre musulmanes, judíos, cristianos,
hindúes, ateos e idólatras.
• En el afán que Occidente tiene de conservar a las personas bajo el ideal democrático, aun con el lavado de sus
cerebros, trata de mantenerlas alejadas de la poderosa verdad del Islam.
• El Islam sigue la ley de Dios, no la del hombre.
• El musulmán somete su voluntad a la voluntad perfecta de Dios.

¿CREE USTED TODAVÍA EN LA DEMOCRACIA?


Según acabamos de leer, este particular grupo político musulmán tiene una visión de la democracia con la cual
podemos discrepar. Sin embargo un muy alto porcentaje de gobiernos democráticos están lejos de ser ideales y en sus
decisiones acarrean consecuencias no deseadas para el pueblo. Al igual que muchos musulmanes yo me esfuerzo en
someterme primero a Dios antes que a los imperfectos sistemas humanos.
Los grupos radicales, tales como el hamás, suelen atraer a los fieles para que sean contribuyentes a su comunidad,
alimentando a los pobres y ministrando tanto para los huérfanos como para las viudas. De hecho la Biblia plantea los
mismos retos. De modo que si los musulmanes necesitan gozar de los derechos humanos, el bienestar social, las
oportunidades económicas y la libertad religiosa, entonces los cristianos son responsables de procurarlos y
respaldarlos. A menudo los musulmanes se preguntan dónde están los cristianos que siguen a Jesús, y una respuesta
importante al respecto puede ser hallada en el artículo de David Shenk (Una Franca Confrontación: La Umma
Musulmana, La Iglesia Cristiana).

LOS CAMINOS DE MUHAMMAD Y DE CRISTO


Caminando hacia la hégira Caminando hacia la cruz
Huye de l a pers ecuci ón. Pers evera .
Cons i dera a norma l el s ufri mi ento. Neces i ta pa decer el s ufri mi ento.
Si gue el gobi erno del es ta do. Recha za el gobi erno del es ta do.
Produce l a reforma por medi o de l a l ey. Produce l a reforma por medi o del ci el o (s a l y l uz de l a ti erra ).
Neces i ta poder. Deci de entrega rs e como el Sa l va dor.
Ni ega l a cruz. Cens ura l a debi l i da d y l a vul nera bi l i da d. Toma l a cruz. Es tra ns forma do por medi o de l a debi l i da d y l a vul nera bi l i da d.

Fuente: Da vi d W. Shenk, “Is l a m a nd Chri s ti a ni ty: A Ques t for Communi ty,” tra ba jo no publ i ca do, 14 de enero de 1983.

Es necesario que como cristianos proporcionemos una respuesta informada, pero antes de eso debemos
examinarnos a nosotros mismos. ¿Qué imagen de Cristo estamos mostrando a los musulmanes? ¿Hay divisiones y
conflictos entre las distintas denominaciones? ¿Cómo están estas formas de Cristianismo ligadas a nuestras culturas?
¿Es el Cristianismo bíblico capaz de adaptarse a los tiempos y lugares diferentes? ¿Cómo deberían adaptarse las
iglesias a los cambios del mundo sin caer en el legalismo o en el libertinaje? Carl Ellis, co-autor de The Changing Face
of Islam in America, afirma que frecuentemente presentamos a Cristo envuelto en una bolsa de plástico de la cultura
occidental. ¡Entonces no es extraño que los destinatarios estén sofocándose en el Pan de vida!
El camino de Cristo es diferente de la trayectoria de este mundo. Jesús no buscó el éxito, la riqueza o el poder. Él se
humilló y fue a la cruz por toda la humanidad. Somos llamados a seguir sus pasos, y a construir para el reino
espiritual eterno y no para una comunidad terrenal. Los musulmanes no van a criticar a Jesús porque su reputación
es intachable. El problema radica en el fracaso de los cristianos para actuar según el ejemplo de Jesús, y los
musulmanes necesitan ver que los cristianos son imitadores de su Maestro. ¿Qué haremos al respecto?
- K.S., editor.

ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Ja cob M. Fel l ure, The Everythi ng Mi ddl e Ea s t Book: The Na ti ons , Thei r Hi s tori es , a nd Thei r Confl i cts (Avon, Ma .: F+W Publ i ca ti ons , 2004).

NOTA FINAL
1 Muhammad Iqbal, The Re construction of Re ligious Thought in Islam (Lahore , Pakistán: Ashraf Pre ss, 1968), p. 2.
LA DIVERSIDAD DENTRO DE LA UMMA ISLÁMICA
por Phil Parshall

El profeta tuvo la intuición de que se sucederían futuras divisiones entre sus discípulos. En una de las tradiciones
más famosas se expresa que Muhammad dijo: “De cierto que ocurrirá con mi pueblo lo que pasó a los hijos de Israel.
Ellos se separaron en setenta y dos sectas, y mi pueblo se dividirá en setenta y tres. Cada una de estas fracciones se
irá al infierno, a excepción de una secta.”1
Muhammad supuso que una herejía podría ser fácilmente identificada. Los desviados serían enviados al infierno
por obra de la umma y solo los verdaderos musulmanes tendrían el privilegio de entrar en el paraíso. Pero en
realidad la determinación de una herejía nunca ha sido tarea sencilla, pues hay infinidad de mezclas tanto en las
doctrinas como en las interpretaciones y en las prácticas de cualquier grupo. Siendo así, la pureza es relativa.
La homogeneidad y la heterogeneidad, la unidad y la discordia y el amor y el odio se funden dentro del Islam, a la
vez una religión, una visión del mundo, una comunidad, un ritual y un código. Aunque los musulmanes codician la
tan ansiada unidad no logran obtenerla, y la mayoría de ellos experimenta la frustración de que la umma islámica
está lejos de alcanzar aquel ideal del profeta.

EL CHIISMO DENTRO DEL ISLAM


La s a ntorcha s y pa nca rta s extra ña mente i l umi na da s , el ma nojo de negra s ca dena s en l a ma no derecha de ca da hombre, l a s prenda s
negra s , l os vi dri os os y a gota dos ojos de l os ejecuta ntes y l os cuerpos empa pa dos de s udor fueron l os el ementos de una experi enci a
rel i gi os a con l a cua l yo no es ta ba fa mi l i a ri za do. Intens o pero del i bera do s e es cucha ba el ri tmo l ento del ca nto l i túrgi co que no s ufría
va ri a ci ones , el ti empo es ta ba di ri gi do por el ba rri do de l a s ca dena s y l os gri tos l a rgos y s os teni dos de l os l íderes , y por el rui do s ordo del
meta l s obre l a ca rne. En l a forma a nti gua y di gna , es tos jóvenes es ta ba n expl i ca ndo deta l l a da mente, una vez má s , pa ra un mi l l ón de
peregri nos , l a renunci a , l a humi l da d y l a peni tenci a que ha y en el cora zón del mus ul má n chi i ta .
“Oh, Hus a yn, el má s gra nde y má s nobl e, nos a fl i gi mos por ti ,” l l a ma ba el l íder, ca mi na ndo ha ci a a trá s , a pa s o medi do por el pa s i l l o
des peja do de l a ca l l e. A s u s eña l l a s ca dena s s e ba l a ncea ba n como quema dores de i nci ens o a l o l a rgo del cuerpo y ha ci a un l a do. De
nuevo, un gol pe s i l enci os o vol vi ó a ejecuta rs e en l os hombros des nudos , ma rca do por el pul ga r de l os pi es des ca l zos y a va nza ron uni dos
en s u ma rcha a ntes de l a ma rca ci ón de l a s ca dena s .

“Ya a Hus a yn” fue l a res pues ta de l os va rones jóvenes . Sus hombros es ta ba n ma gul l a dos por l os gol pes ri tua l es y l os pa ñuel os
enrol l a dos en s us ca beza s es ta ba n moja dos por l a tra ns pi ra ci ón. Aún en es e es ta do ma ntenía n l a nota s os teni da , el ri tmo medi do y l a s
ca dena s os ci l a ntes como i ncens a ri os . Mi entra s ta nto l a s ca dena s era n pul s a da s con fuerza y el ca nto l ogra ba un a l to eco en l a s
ga rga nta s , dentro de l a mezqui ta l os ta zi ya s es pera ba n s u turno oyendo des de l ejos l os gol pes del ri tua l conti nuo. “Oh, Hus a yn, nues tro
a ma do má rti r, nos a fl i gi mos por ti ,” vol vi ó a excl a ma r el l íder. La s l á gri ma s corría n por l a s meji l l a s de l os hombres , qui enes s ol l oza ba n a l
l a do mío, y l os gri tos a gudos de l a s mujeres a nunci a ba n l a pérdi da , el dol or, l a pena y l a l a menta ci ón.2
Es ta fue l a vi venci a de El i za beth W. Fernea en oca s i ón de s u vi s i ta a l ma us ol eo del i ma m Hus a i n, ubi ca do en el i mporta nte centro de
peregri na ci ón chi íta de l a ci uda d s a nta de Ka rba l a , en Ira k. Un ri tua l de ca ra cterís ti ca s s i mi l a res ocurre en l a s comuni da des chi i ta s de
todo el mundo i s l á mi co dura nte el a ni vers a ri o de l a muerte de Hus a i n, s u ma yor l íder, héroe y má rti r.

LA SUCESIÓN DE MUHAMMAD: CAUSA DE LA DIVISIÓN ENTRE SUNÍES Y CHIÍTAS


Es importante entender que el motivo de la inicial separación entre suníes y chiítas, estuvo determinado por la
sucesión, un asunto de naturaleza política. En la actualidad, aproximadamente, el 87-90% del bloque musulmán es
suní y solo el 10-13% es chiíta. Muhammad no proveyó para su línea de sucesión. Esto creó el clima para la más
grande crisis del Islam, que trató de constituirse a sí misma como una gran fuerza combinada de política y religión,
tras el fallecimiento de su líder autocrático y carismático.
Abu Bakr, Omar y Uthman Muhammad se sucedieron en el liderazgo y tras el asesinato de este último, Ali llegó al
poder convirtiéndose en califa. Alí fue un primo hermano y también el yerno de Muhammad debido a su
matrimonio con Fátima. De inmediato, Ali entró en conflicto con Muawiyah, el gobernador de Siria y pariente de
Uthman. Aquí se señala el punto de inflexión en el que surgió la divergencia entre suníes y chiítas. Ali fue reconocido
por los chiitas como el primer califa legítimo y, por lo tanto, su hijo sería el heredero. Cuando llegó el momento crítico
en que Husayn, hijo de Ali, debía asumir el liderazgo, los seguidores de Muawiyah lo mataron, y junto con él a
setenta de sus seguidores en la batalla de Karbala.
Como resultado de este conflicto, los chiitas establecen su línea de autoridad en Alí y Husayn, su hijo martirizado.
En cambio, los suníes reconocen la sucesión de Abu Bakr, Omar, Uthman, Ali y Muawiya.
La facción chiíta usa el título de “imam”, no el de “califa”, para citar a los sucesores de Muhammad.
Históricamente, un imam es considerado el guía infalible para llegar al conocimiento de la verdad. El mayor grupo
de creyentes chiitas estima que hubo doce imanes, y que el último del linaje fue Muhammad al-Mutazar, también
conocido como al-Mahdi (el bien dirigido). Este imam alcanzó fama por haber desaparecido (ocultación) en la
mezquita de Samarra, en Irak, en el año 878. Existe un clan entre los chiítas llamado “Los Doce” que cree que
Muhammad al-Mutazar todavía está vivo y que participa activamente en la instrucción de los creyentes. Al final de
los tiempos volverá a aparecer y convertirá al mundo al Islamismo. Esta es la doctrina principal de Los Doce, la cual
es observada con absoluta lealtad.

LAS PECULIARIDADES DE LOS CHIÍTAS


A lo largo de historia islámica tuvo lugar el desarrollo de una corriente chiita que marcó diferencias con otras
tradiciones musulmanas. Por ejemplo, el Corán que utiliza este grupo contiene algunas variantes respecto del
ejemplar que usa el resto del mundo islámico.3 Además los chiítas “tienen sus propias colecciones de hadices que
fueron compuestas durante el siglo X en tiempos en que los amirs buyid eran los maestros de Bagdad.”4 Una
práctica que ha separado a algunos chiítas de los suníes es la muta o matrimonio temporal, particularmente
observada entre los soldados que se encontraban lejos del hogar mientras estaban en combate. En estos casos, la
redacción de un contrato detallaba el período de tiempo en que el matrimonio sería válido y se determinaba una cifra
de dinero. Los líderes ortodoxos suníes condenaban dicha práctica por considerarla equivalente al adulterio5 , pero
según ciertas interpretaciones una cita del Corán apoya el ejercicio de la muta: “Alá quiere aliviaros, ya que el hombre
es débil por naturaleza” (sura 4.28).

EL AYATOLÁ KHOMEINI Y LA DISENSIÓN ENTRE SUNÍES Y CHIÍTAS


Es preciso detenernos aquí en la figura del ayatolá iraní Ruhollah Khomeini, fallecido en 1989. Perteneció al grupo de
Los Doce contemporáneos y fue el más famoso chiita entre ellos. Presentó su alegato en favor de la necesaria
hermandad del universo musulmán a fin de constituirse en un frente de guerra común en contra de los “agentes de
los Estados Unidos y del sionismo”.
Má s tri s te y pel i gros o que el na ci ona l i s mo propi a mente di cho fue el s urgi mi ento de l a s di s cordi a s entre s uníes y chi íta s , y l a di fus i ón
de l a s publ i ci da des da ñi na s de una s a otra s comuni da des mus ul ma na s . Al a ba nza s y gra ci a s s ea n da da s a Di os porque no ha y
di ferenci a s en nues tra revol uci ón entre es tos dos grupos . Todos es tá n vi vi endo l a do a l a do en a mi s ta d y en herma nda d. Los numeros os
s uníes de Irá n vi ven di s tri bui dos por todo el pa ís y ti enen s u propi a ul a ma y s us corres pondi entes jeques . El l os s on nues tros herma nos y
compa rten nues tros i dea l es a l oponers e a l os i ntentos de di s ens i ón en l os cua l es a l gunos cri mi na l es –l os a gentes de l os Es ta dos Uni dos
y l os s i oni s ta s – es tá n i nvol ucra dos . Nues tros herma nos s uníes deben s a ber que l os del ega dos de l a s potenci a s s a tá ni ca s no des ea n el
bi enes ta r del Is l a m. Los mus ul ma nes deben des l i ga rs e de es tos ma l va dos y no pres ta r a tenci ón a l a di vers i da d de s u propa ga nda .
Exti endo l a ma no de fra terni da d a todos l os mus ul ma nes comprometi dos del mundo y l es pi do que cons i deren a l os chi íta s como s us
queri dos herma nos pa ra que juntos frus tremos l os s i ni es tros pl a nes de l os extra njeros .6
Podría decirse que Khomeini fue un defensor pragmático de la umma, pues vio en ella la fuerza unificadora para
promover sus metas revolucionarias. En realidad los actuales desequilibrios políticos en el mundo musulmán
contribuyen a la división religiosa. En 1983 visité una mezquita chiita en Detroit. En una habitación exterior se
exhibía un enorme retrato de Khomeini y sobre una gran mesa había literatura revolucionaria. Resulta obvio que
ningún suní de Irán puede sentirse cómodo adorando en esa mezquita, aun cuando tiene afinidad con la mayoría de
las doctrinas de sus correligionarios iraníes. En la mención de esta anécdota no puedo evitar una comparación que
viene a mi mente. En 1974 mientras participaba del congreso para la Evangelización Mundial en Lausana, Suiza,
pude observar el espíritu de hermandad reinante. Allí bangladesíes y pakistaníes, sudafricanos y zimbabuenses,
alemanes orientales y occidentales, todos creyentes en Cristo, trascendieron las discrepancias políticas y demostraron
la verdadera unidad en Cristo, el mandato del Señor en San Juan, capítulo 17.
Una última cita del musulmán Seyyed Hossein Nasr minimiza las diferencias entre suníes y chiítas, dando a
entender que son hechas con el objetivo de investigar las fuentes primarias, y de permitir que los musulmanes de
diversas tradiciones hablen de los asuntos puestos a consideración:
“Ta nto l os s uníes como l os chi íta s pertenecen a l a ortodoxi a i s l á mi ca y de ni nguna ma nera pueden des trui r s u uni da d. La conformi da d
de l a tra di ci ón no s e rompe por s us di ferentes a pl i ca ci ones , s i no por l a vi ol a ci ón de s us pri nci pi os , s us forma s y s u conti nui da d. Por
cons i dera rs e “l a rel i gi ón de l a uni da d”, el Is l a m exhi be má s homogenei da d y menos di vers i da d rel i gi os a que otra s creenci a s del mundo.
Los s uníes y l os chi íta s s on di mens i ones dentro del Is l a m, pues ta s a l l í no pa ra des trui r s u uni da d, s i no pa ra permi ti r que una huma ni da d
má s gra nde y ma ni fes ta ci ones di ferentes de es pi ri tua l i da d s ea n pa rte del Is l a m. Ambos , l os s uníes y l os chi íta s , s on l a a fi rma ci ón de l a
s ha ha da (“La i l a ha i l l a Al l a h [(wa ) Muha mma d ra s ul Al l a h]”) que s e expres a en di ferentes cl i ma s y con di vers a s fra ga nci a s es pi ri tua l es .”7

LOS WAHABÍES
En 1691 nació Muhammad Ibn Abd al-Wahhab, en Ayinah, al norte de Arabia. Fue instruido cuidadosamente en la
doctrina islámica dentro de la corriente hanbalí, la más estricta de las cuatro escuelas de ley. Ibn Abd al-Wahhab
realizó numerosos viajes, estudió en la Meca, en Bagdad y en Medina y, en el término de tan solo un año, fue
reconocido como un exponente del sufismo. Finalmente se convirtió en un discípulo de Ibn Taimiyyah, un teólogo
hanbalita del siglo catorce quien fuera defensor de una minuciosa observación de la ley y de los rituales islámicos.
La expulsión de Ibn Abd al-Wahhab de su ciudad natal lo obligó a buscar refugio en el pueblo de Dariya bajo el
patrocinio del jefe local, Muhammad bin Saud.
Es ta a s oci a ci ón determi nó el curs o de l a hi s tori a á ra be. Con l a a yuda de l a fa mi l i a Sa ud, l os wa ha bíes comenza ron a a ta ca r a l os
puebl os veci nos y el que l ogra ba s er s ometi do reci bía l a s doctri na s wa ha bíes por medi o de l a i mpos i ci ón. A fi nes del s i gl o XIX, l os
wa ha bíes control a ba n l a ma yor pa rte de l a a ctua l Ara bi a Sa udi ta . Es te nombre es s ugerente pues i ndi ca que “Ara bi a pertenece a l a
fa mi l i a Sa ud”. Des de entonces , a excepci ón de dos períodos de ti empo, el cl a n s a udí ha control a do un á rea i mporta nte de Ara bi a . La
pri mera i nterrupci ón s ucedi ó entre 1818 y 1833 debi do a l a ocupa ci ón turca del terri tori o y l a s egunda ocurri ó des de 1891 ha s ta 1901 ba jo
el rei na do de Muha mma d bi n Ra s hi d.8
Ibn Abd al-Wahhab tuvo como principal objetivo realizar la purga de todas las adiciones que el Islam recibió luego
del tercer siglo del calendario musulmán. En sus continuos viajes se horrorizó al ver las prácticas aberrantes que
acostumbraban los fieles. A continuación se describe la lista de los rituales, las creencias y las prohibiciones
establecidas por Ibn Abd al-Wahhab y se detallan las advertencias que emanan del Islam que él mismo había
observado.
• Las cuatro escuelas de la ley y los seis libros del Hadiz deben ser reconocidos.
• Todo objeto de culto fuera de Alá es falso, y todo el que adora a otro dios que no sea Alá es digno de muerte.
• La visita a la tumba de los musulmanes santos está prohibida como un ejercicio para agradar a Dios y ganar su
favor.
• La mención de un profeta, de un santo o de un ángel en la oración constituye un acto de politeísmo.
• La intercesión debe ser hecha únicamente a Alá.
• La realización de voto alguno a cualquier ser humano está prohibido.
• La profesión de todo conocimiento sin fundamento en el Corán y en la sunna manifiesta incredulidad.
• La asistencia a la oración pública es una práctica obligatoria.
• El acto de fumar tabaco está prohibido y quien desoye esta demanda será castigado hasta con cuarenta latigazos.
• El uso de un lenguaje abusivo y de la afeitada de la barba están prohibidos.
• Las limosnas deben ser entregadas de acuerdo a la totalidad de los ingresos.
• El empleo del rosario está prohibido. Los nombres de Dios deben ser contados con los nudillos de una mano.
• Las mezquitas wahabíes deben construirse con gran simplicidad y los minaretes y los adornos están prohibidos.
• El cumpleaños de Muhammad no debe ser celebrado.
• La vestimenta de seda y el ornato de oro y plata están prohibidos.
• La música debe ser rechazada.
• El concepto antropomórfico de Dios es aceptado. Los textos coránicos que mencionan tanto la mano, el oído y la
vista de Dios como así también su ascenso al trono son interpretados literalmente.
• La yihad o guerra religiosa es un acto obligatorio siempre y cuando sea necesario.
• La utilización de las lápidas no está permitida.9

LA INTERPRETACIÓN ESTRICTA DE LA LEY


Los wahabíes se dedican a la interpretación y aplicación estricta de la ley islámica y en algunos casos han ido más
allá del Corán buscando implementar códigos sociales estrictos. Podemos citar como ejemplo la ejecución de la
princesa árabe y su novio debido al pecado de adulterio, una pena severa y extrema que no está prescrita en el
Corán. Una correcta comprensión del wahabismo actual podría definirlo sobre todo como un movimiento
conservador que favorece la interpretación de la ley. Libia, Irán, Arabia Saudita y Pakistán son algunos países en los
cuales el fundamentalismo islámico radical es dominante y mediante su implementación tales estados están tratando
de volver a la pureza original del Islam. Las ganancias generadas del petróleo en Libia y en Arabia Saudita están
siendo utilizadas para el avance de los misioneros musulmanes y el programa de construcción de mezquitas en todo
el mundo no tiene precedentes en la era moderna. Si en verdad Ibn Abd al-Wahhab estuviera vivo hoy estaría feliz al
contemplar la presente “revolución islámica.”

EL MOVIMIENTO AHMADÍA
El movimiento Ahmadía fue fundado por Mirza Ghulam Ahmad. Ahmad nació en 1839 en Qadian, Punjab, la
India. El título mirza indica que sus antepasados llegaron a la India junto con los conquistadores mongoles. Recibió
una buena educación en árabe y en persa, practicó la meditación y siguió estudios religiosos. Cierta fuente
desconocida declara que Ahmad tenía experiencias místicas con frecuencia y que éstas incluían la escucha de voces
audibles. Aproximadamente en 1880 fue llamado por Dios para realizar una misión especial y poco después publicó
Barahini Ahmadiyya, obra que en primera instancia fue bien recibida por sus correligionarios.
El 4 de marzo de 1889 Ahmad anunció que había sido el destinatario de una revelación divina que lo autorizaba a
nombrar discípulos. A partir de ese momento comenzó a exponer una serie de novedosas doctrinas y pronto atrajo a
un buen grupo de seguidores. Pero rápidamente surgió la oposición contra Ahmad por parte de los musulmanes
tradicionales y la controversia duró hasta su muerte en 1908.
LOS PUEBLOS MALAYOS
Los pueblos malayos, más de 360 millones de personas
en más de 800 grupos étnicos, están esparcidos en las
islas del sudeste asiático, en las naciones de Brunei,
Indonesia, Malasia y Filipinas, y también en Singapur y
el sur de Tailandia.
Las normas políticas de estos países, en cuanto a la
religión, son sorprendentemente diversas. Mientras que
en Brunei el Islam es la religión oficial, el gobierno de
Singapur permite una relativa libertad religiosa. En
Filipinas hay un 6 por ciento de población musulmana y
la iglesia católica tiene una considerable influencia. A
pesar de que el Islam suní es la religión oficial en el
oeste de la península de Malasia, los musulmanes
representan una minoría en el este de Malasia. Aunque
en Indonesia el 80 por ciento de la población se confiesa
musulmana -al menos nominalmente-, el gobierno
demanda que sus ciudadanos elijan su creencia
religiosa, ya sea, el budismo, el hinduismo, el Islam, el
Cristianismo protestante o el católico.
Los cuatro millones de acehneses que habitan el
extremo norte de la isla de Sumatra son musulmanes
casi en un 100%. En las zonas rurales se dedican
principalmente a la agricultura del arroz y a la pesca, y
en las ciudades se desempeñan como trabajadores
manuales para los altos funcionarios gubernamentales,
con una baja remuneración.
En 1976, algunos acehneses formaron un movimiento
de campaña en pro de un estado independiente y miles
de vidas se perdieron en las guerrillas esporádicas
contra el ejército indonesio. Además los acehneses se
enfrentan a las crecientes tensiones entre la cultura
islámica tradicional que estima elevados patrones
morales y sociales (inclusive la responsabilidad activa
por los vecinos), y el estilo occidental de una vida
materialista que se hace cada vez más familiar gracias a
los medios de comunicación masiva. En diciembre de
2004 el pueblo aceh fue devastado por un tsunami.
Fuente: Operación Mundo, www.joshuaproject.net

Los ahmadíes enseñaron las siguientes doctrinas:


• Ningún versículo del Corán puede ser abrogado. Si un verso parece ser incompatible con otro es por el motivo de
una exégesis defectuosa.
• La yihad (guerra santa) ha caducado y la restricción religiosa está condenada.
• La declaración acerca de que Muhammad es el sello de los profetas no significa que él sea el último de ellos. Un
sello es un distintivo que encarna la perfección de la profecía, lo cual no implica que otro apóstol pueda venir
después de él, tal como sucedió en la historia de los profetas hebreos luego de Moisés.
• Jesús está muerto al igual que los demás profetas, y no ascendió corporalmente al cielo.
• El infierno no tiene dimensión de eternidad.
• La apostasía no es sancionable con la muerte.
• Cualquier innovación en la práctica religiosa es condenada. La adoración a los santos es una invasión a la
prerrogativa de Dios.
• La ijma o el consentimiento católico está generalmente limitado a los compañeros de Muhammad.
• La revelación siempre seguirá siendo el privilegio del verdadero creyente.
• La creencia en Mirza Ghulam Ahmad al-Qadiani como el Mesías-Mahdí es un artículo dogmático. La fe está
incompleta sin él.
• En la religión, la espiritualidad es más importante que el legalismo, por lo tanto un ahmadí no necesita pertenecer a
ninguna madhab o escuela de la ley en particular.
• No es necesario seguir el ulema medieval en la interpretación del Corán y del Hadiz.10

LAS CONTROVERTIDAS AFIRMACIONES DE AHMADÍA


Dentro del conjunto de creencias del movimiento Ahmadía se encuentra la más controvertida aseveración de Ahmad.
En sus reflexiones acerca de la enseñanza de Imam-Mahdi, Ahmad señaló que tanto las escrituras zoroastrianas
como las hinduistas y las budistas profetizaron la venida de un gran maestro. Durante cierto período de tiempo
Ahmad llegó a creer que él mismo era un muyaddid (renovador), enviado por Dios con el propósito de restaurar la
verdadera fe del Islam, así que él profesaba ser el mesías prometido, el mahdi y el muyaddid. “Del mismo modo y en
virtud de que con intervalos, Dios envía renovadores de la religión, según él y en su calidad de mahdi, no era otro que
Muhammad en su segundo advenimiento. Por cierto, él era una “imagen del santo profeta’”11 .
Kenneth Gragg ha observado que “la herejía más grave (de Ahmad) fue la importación precisa de sus pretensiones
a la revelación islámica”12 ¿Qué estaba manifestando Ahmad con respecto a su autodeterminación mesiánica?
Muhammad Ali expresa que Ahmad nunca reivindicó su rol profético en un sentido técnico, sino que usó las
palabras -profecía, revelación e incredulidad- en términos sufíes alegóricos y metafóricos.13 Una vez que el lenguaje
esotérico sufí se introduce dentro de la controversia, es desplazado hacia un área que prohíbe todo tipo de
especificidad, pues las palabras sufíes tienen amplios y diversos significados. El principal problema que los ahmadíes
enfrentan en la actualidad es la firme creencia en el Mirza Ghulam Ahmad como un profeta de Dios.
SEA USTED MISMO
La Gran Comisión ordena a los cristianos “id, y haced
discípulos” (Mt. 28:19). Mirando el texto
detalladamente vemos que ambas acciones en conjunto
constituyen nuestra obediencia, o sea “yendo, hagan
discípulos”.
Es necesario comunicar las enseñanzas de Cristo en
nuestras actividades diarias en el hogar, la escuela y el
trabajo. Nuestro compromiso es dejar que otros vean la
pasión y la obediencia que tenemos por el Salvador
Jesús, y mostrar el amor de Cristo independientemente
de la respuesta que las personas den al evangelio.
Dondequiera que vayamos es preciso involucrar a
nuestros amigos musulmanes. Invite a su contacto a
compartir un día de picnic o a asistir a una actividad
deportiva en el colegio de sus hijos. Si comparten el
mutuo interés por algún deporte puede invitarlo a ver
juntos un partido ya sea en un estadio o en la
televisión. No asuma ningún tipo de piedad irreal para
impresionar a los musulmanes que conoce. Sea usted
mismo y busque oportunidades para relacionarse.
Al mismo tiempo, debemos estar dispuestos a
aprender acerca de la cultura de nuestros amigos
musulmanes. Es apropiado manifestar nuestra
ignorancia al respecto y formular diversas preguntas.
Éstas demostrarán nuestro interés, fomentarán el
entendimiento e identificarán los puntos en común.
Podrían ser interrogantes tales como: ¿Dónde ha
nacido? ¿Por qué cosas es conocida su patria? ¿Qué
acciones del estado favorecen a sus habitantes? ¿Por
qué llegó usted a este país? ¿Cuáles son las diferencias
culturales que ve aquí? ¿Qué cosas extraña de su país?
¿Cómo es su familia?
Los musulmanes hablan más acerca de la cultura que
de la religión, pero pueden considerar a los dos
aspectos como uno solo. En tanto vamos aprendiendo
de la vida de nuestros amigos musulmanes, el Señor
Jesús nos guiará en cuanto a cómo compartirles la
Buena Nueva.
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org.

AFUERA DE LA CORRIENTE PRINCIPAL DEL ISLAM


Los ahmadíes instituyeron una estructura propia de creencias y prácticas religiosas por fuera de la corriente principal
del Islam. Su implementación estuvo marcada por el reconocimiento de otro profeta, por un enfoque diferente de la
devoción, por una misión renovada, por un centro espiritual distinto, por rituales novedosos y por líderes religiosos
exclusivos. Estas características colocaron al ahmadismo en la categoría de un nuevo credo, por lo tanto los
musulmanes que optaban por convertirse a la naciente fe debían rechazar las viejas instituciones y personalidades.
Por otra pa rte ha y que des ta ca r que el mi rza el evó el ni vel de l os profeta s y decl a ró ka fi rs (no creyentes ) a a quel l os que no a cepta ba n
s u a s evera ci ón dogmá ti ca . En el mundo mus ul má n ya ra s ga do por l a s di s ens i ones s e l eva ntó un muro de hi erro que s epa ró a l mi rza de l a
tota l i da d de l os fi el es . De un l a do s e a l i nea ron unos cua ntos mi l es de s egui dores del mi rza , y del otro perma neci ó el res to de l os
mus ul ma nes . Mi entra s que el s ector ma yori ta ri o s e exti ende des de Ma rruecos ha s ta Chi na y cuenta con gra ndes pers ona l i da des , con
va l i os a s i ns ti tuci ones y con movi mi entos vi rtuos os de reforma , l os a hma díes s e encuentra n a i s l a dos y opues tos a l a tota l i da d del bl oque
i s l á mi co. De ta l modo, es ta ruptura fue a ña di da i nneces a ri a mente a l uni vers o del Is l a m y a gra vó a ún má s l a des uni ón entre l os
mus ul ma nes , s uma ndo nueva s compl i ca ci ones a l os probl ema s ya exi s tentes .14
Ahmad era una persona severa e inflexible. La fuerza arrolladora de su personalidad y el sentido de su misión
parecían atraer discípulos. Tuvo una cualidad magnética que hizo que un número significativo de personas lo
abandonara todo y lo siguiera, además del atributo de realizar muchos milagros. Ahmad “ordenaba” el mal sobre
sus detractores por medio de imprecaciones y maldiciones. Una muestra documentada de sus violentos ataques a los
líderes musulmanes tradicionales menciona: “De todos los animales, el más sucio y repelente es el cerdo. Pero más
sucios que los cerdos son aquellos que debido a los deseos ocultan la evidencia de la realidad. ¡Oh comedores de
cadáveres maulvis! ¡Oh espíritus inmundos! Lástima de ti que ocultas la verdadera evidencia del auténtico Islam por
hostilidad. ¡Oh gusanos de la oscuridad! ¿Cómo pueden ocultar los rayos luminosos de la verdad?»15

CALIFICADOS COMO “NO MUSULMANES”


Como resultado de dicha retórica Ahmad fue tildado de hereje, blasfemo, impostor y enemigo de la fe. Fue
condenado al ostracismo y se le prohibió la entrada a las mezquitas. Posteriormente, un número de ahmadíes
afganos obtuvo la pena de muerte debido a su herejía. En 1953 se registraron disturbios entre grupos suníes y
ahmadíes en Pakistán y la campaña de mutuo antagonismo continuó hasta 1974. Ese mismo año los integrantes del
movimiento Ahmadía fueron declarados no musulmanes en un acto del parlamento pakistaní. A continuación se cita
un artículo en Arabia que comentaba la situación de Pakistán.
“El gobi erno de Pa ki s tá n ha prohi bi do a l Qa di a ni s (una fa cci ón de Ahma día ) l a uti l i za ci ón de l a s nomencl a tura s mus ul ma na s . La nueva
ordena nza a proba da en a bri l de 1984 prevé una pena de tres a ños de pri s i ón má s una mul ta a toda pers ona de l os grupos Qa di a ni o
La hori (l a otra fa cci ón) que, por medi o de pa l a bra s ha bl a da s o es cri ta s , o por repres enta ci ón vi s i bl e s e refi era n a l os s uces ores o a l os
compa ñeros de mi rza Ghul a m Ahmed, o a Sa ha ba , s u mujer, como un ummul -Momi neen, o a un mi embro de s u fa mi l i a como “a hl e-ba i t”, o
por denomi na r Ma s ji d a s u l uga r de cul to.
Se a pl i ca l a mi s ma s entenci a a l os qa di a ni s que di recta o i ndi recta mente s e procl a men mus ul ma nes , o que s e refi era n a s u creenci a en
el Is l a m, o que propa guen s u credo, o que i nvi ten a otros a a cepta r s u fe. As i mi s mo l a ordena nza fa cul ta a l gobi erno provi nci a l a confi s ca r
cua l qui er peri ódi co, l i bro u otro documento i mpres o de l os qa di a ni s .”16
De acuerdo con las cifras del propio movimiento hay 500.000 miembros de este grupo, y la mitad de ellos vive en
Pakistán. Su cuartel general está en Rabwah, Pakistán, y cuentan con una fuerte secretaría de gobierno. Los
ahmadíes son sumamente generosos en sus dádivas y donaciones, y desarrollan un importante programa de
publicaciones con proyección a todo el mundo musulmán. También han puesto el énfasis en el establecimiento de
escuelas y ciertamente los egresados del antiguo centro Kadiyan están catalogados entre la gente más educada de la
India.
En la ciudad de Lahore hay una secta ahmadí relativamente pequeña que reconoce a Ghulam Ahmad como
muyaddid, pero no como un profeta. La tarea de este grupo se ha centrado en la impresión de libros y folletos con
excelentes programas de difusión.

ORIENTACIÓN ANTICRISTIANA
Los ahmadíes manifiestan una posición extremadamente contraria a los cristianos, pues sostienen que Jesús viajó a
Cachemira, la India, y que su tumba está en la ciudad de Srinagar. También se señala a una montaña cerca de
Murree, en Pakistán, como el sitio donde estaría la supuesta tumba de María, la madre de Jesús. Yo había pasado
algún tiempo tratando de encontrarla, pero mi búsqueda fue inútil.
En cierta ciudad musulmana donde estuve residiendo por varios años había una asociación fanática de ahmadíes.
No era una fuerza importante en la comunidad, no obstante fue capaz de generar tiempos difíciles para el reducido
grupo de misioneros en el cual me encontraba. En una oportunidad uno de sus dirigentes se acercó para hablar con
un misionero del equipo que se dedicaba al estudio del idioma. El misionero no conoció la identidad de su
interlocutor y se mostró muy amable tratando de responder con sinceridad a las preguntas. Pocos días después
pudimos leer un artículo en el periódico del distrito que acusaba al misionero de ser un agente de la central de
inteligencia extranjera y fue evidente que los visitantes ahmadíes habían sido los informantes.
En esa ciudad los ahmadíes tienen una mezquita propia para uso exclusivo de su comunidad, pues ellos no
participan de ningún ritual con los suníes. El celo de esta secta me sorprende. Los ahmadíes son personas altamente
motivadas y que incluso están dispuestas a soportar la muerte por sus creencias, de hecho parecen prosperar en
medio de la persecución. Pero hay una pregunta latente en el universo musulmán: ¿Son los ahmadíes miembros de la
umma islámica? Es importante señalar que ellos se autodenominan musulmanes.

ESTUDIOS ADICIONALES
Da vi d Zei da n, Sword of Al l a h: Is l a mi c Funda menta l i s m from a n Eva ngel i ca l Pers pecti ve (Wa ynes boro, Ga .: Authenti c Medi a , 2003).

NOTAS FINALES
1. Mishkatul-Misabih, libro 1, cap. 6, punto 2.
2. Elizabe th W. Fe rne a, Gue sts of the She ik (Garde n City, N.Y.: Anchor, 1965), pp. 242–243.
3. Maurice Gaude froy-De mombyne s, Muslim Institutions, trans. John P. Macgre gor (London: Ge orge Alle n and Unwin, 1950), p. 38.
4. Ibíd., p. 39.
5. L. Be van Jone s, The Pe ople of the Mosque (Calcutta: Baptist Mission Pre ss, 1932), p. 135.
6. Imam Khome ini, Islam and Re volution: Writings and De clarations of Imam Khome ini, trad. Hamid Algar (Be rke le y, Calif.: Mizan, 1980), p.
302.
7. Se yye d Hosse in Nasr, Ide als and Re alitie s of Islam (Ne w York: Prae ge r, 1967), pp. 147–148.
8. Michae l Nazir-Ali, Islam: A Christian Pe rspe ctive (Exe te r: Pate rnoste r, 1983), p. 96.
9. Samue l M. Zwe me r, Islam: A Challe nge to Faith (Ne w York: Stude nt Volunte e r Move me nt for Fore ign Missions, 1907), pp. 150–151.
10. Alfre d Guillaume , Islam (Baltimore : Pe nguin, 1954), pp. 126–127.
11. L. Be van Jone s, Christianity Explaine d to Muslims (1937; Calcutta: Baptist Mission Pre ss, 1964), p. 169.
12. Ke nne th Cragg, Islamic Surve ys 3: Counse ls in Conte mporary Islam (Edinburgh: Unive rsity Pre ss, 1965), p. 156.
13. Abul Hasan Ali Nadwi, Qadianism: A Critical Study, trad. Zafar Ishaq Anse ri (Lahore : Shaikh Muhammad Ashraf, 1965), p. 121.
14. Ibíd., pp. 136–137.
15. Ibíd., p. 86.
16. “Qadianis—Non-Muslim,” Arabia (junio 1984), p. 72.
UNA FRANCA CONFRONTACIÓN: LA UMMA MUSULMANA, LA
IGLESIA CRISTIANA
por David W. Shenk

“¿Por qué los cristianos no siguen el camino de Jesús?” indagó un musulmán. Yo estaba cenando con un
entrañable amigo musulmán en un restaurante, en Washington, cuando él hizo aquella inquietante pregunta.
Estaba pensativo. Lentamente continuó diciendo: “Cuando leí el evangelio me puse muy contento. La vida y las
enseñanzas de Jesús son maravillosas de verdad, pero por favor, muéstrame a los cristianos que están dispuestos a
seguir la sunna (camino) de Jesús”.
Mientras bebíamos el té de cardamomo estábamos reflexivos y en silencio. Luego, él prosiguió: “He conocido a
muy pocas personas que intentan seguir a Jesús, y si lo hacen es solo en el ámbito de su vida privada. Como
consecuencia de ello, la sociedad estadounidense ha sido dañada grandemente. Yo estimo que ustedes, los cristianos,
creen que la sunna de Jesús no es una cuestión de práctica. Eso me pone muy triste.”
Estos comentarios me recordaron una conversación similar que sucedió en la Navidad de 1979 cuando un grupo de
clérigos se entrevistó con el ayatolá Khomeini. El ayatolá imploró a los clérigos que abrazaran seriamente las
enseñanzas de Jesús. Además mencionó que si los cristianos de Estados Unidos hubieran sido fieles creyentes y
seguidores de Jesús jamás hubiera sucedido la trágica injusticia norteamericana contra Irán.

LOS ASUNTOS TEOLÓGICOS Y PRÁCTICOS


Tanto la umma musulmana como la iglesia cristiana son comunidades de creyentes temerosos de Dios. Ambas creen
ser las receptoras de la misión de Dios que debe ser llevada a cabo en el mundo. Al encontrarse la una con la otra se
producen la familiaridad y el dolor. De hecho, el Islam es un profundo desafío para las percepciones cristianas y su
compromiso de ser el pueblo de Dios. Hay varias razones que definen este desafío.

Los Musulmanes Como Temerosos de Dios


El Islam es un movimiento posterior al Cristianismo que convoca a la gente temerosa de Dios. El Nuevo Testamento
reconoce a los gentiles como buscadores de la verdad y excepcionalmente receptivos de la fe cristiana más que sus
contemporáneos politeístas (véase Hch. 10.34-36, 13.26). Por el contrario, el Islam presenta un problema teológico sin
precedentes en el Nuevo Testamento: una fe monoteísta, posterior al Cristianismo y nacida en un entorno
cristianizado.
Dentro del Islam pueden apreciarse algunas estampas de la fe cristiana. Podría definirse al Islam como una forma
de Cristianismo arriano1 , pero distinto del arrianismo propiamente dicho. El Islam floreció por fuera de la disciplina
que transforma, del testimonio de la experiencia cristiana y de la revelación bíblica. Finalmente, el arrianismo dentro
de la iglesia se marchitó en el olvido; sin embargo, el Islam prosperó como un movimiento externo de los límites de la
disciplina eclesiástica.

LOS VALORES DIVERGENTES


Desde los albores del siglo pasado y hasta la Segunda
Guerra Mundial, Occidente aplicó su regla colonialista
mediante la cual sometió al 90 por ciento del mundo
musulmán. Sin lugar a dudas, tal avasallamiento dejó
una huella indeleble en la mente de estos pueblos.
Actualmente, las sociedades islámicas se enfrentan a la
disyuntiva de poder adquirir la tecnología que proviene
de Occidente sin aceptar la apreciación filosófica que
viene junto con ella. Esta interacción de los valores
culturales ha generado un amplio espectro de
respuestas por parte de los musulmanes, que van desde
la comodidad extrema al rechazo total.
Don McCurry, Hea l i ng the Broken Fa mi l y of Abra ha m: New Li fe
for Mus l i ms (Col ora do Spri ngs : Mi ni s tri es to Mus l i ms , 2001), p.
103. mtmbooks .com

La Inclusión del Islam


El Islam tiene sus orígenes en la necesidad que algunas personas tuvieron de sentirse incluidas en el pueblo de Dios.
La religión busca abrazar y ser abrazada por todos los que temen a Dios, y aquella búsqueda inicial del pueblo árabe
para conseguir la inclusión se fue transformando en una invitación para el conjunto de las personas que quieran
participar de la inclusión.
En el siglo VII Arabia estaba rodeada en gran parte por los pueblos cristianos. Mientras que las culturas avanzadas
-etíope, egipcia y siria- tenían la Biblia en sus idiomas nativos, los árabes paganos y nómades vivían en la ignorancia
(jahiliyyah) debido a la exclusión que demarcaba la comunidad del pueblo del Libro. Para el Islam naciente tanto el
Corán como el profeta de Arabia proclamaron la buena nueva de que los pueblos árabes habían sido incluidos. El
da’wa (invitación) del Islam es la buena noticia para los demás pueblos de la tierra, pues también ellos están invitados
a disfrutar de la inclusión en el pueblo de Dios. Por un lado, la invitación hecha a los hombres, y por el otro, el odio
manifiesto hacia toda forma de exclusivismo revelan la convicción islámica de que todo mortal nace siendo un
musulmán. Entonces, el éxito de la misión islámica no puede ser medido en términos estadísticos, y por ende su labor
está resumida a la invitación hecha a la gente solo para confirmarle la realidad de su inclusión.

La Expansión del Islam en Áreas Cristianas


La rápida expansión del Islam primitivo se produjo durante la primera centuria y su avance ganó el control de la
mitad del mundo cristiano. Por entonces las sociedades cristianas regidas por un gobierno musulmán tenían un flujo
constante de conversos al Islam. Las técnicas de carácter político, como por ejemplo el estado de dhimmi (protegido)
de la iglesia y la ley de apostasía aplicada a los musulmanes que se convertían al Cristianismo se combinaron para
asegurar que el número de adeptos siempre favoreciera al Islam. Por consiguiente, en los países dirigidos por
autoridades islámicas ha sido una norma constante la disminución de las comunidades cristianas. Cuando los
musulmanes dicen Dar al-Islam (casa de paz) se refieren a las regiones que están bajo su dominio político, y en tal
caso la iglesia cristiana se enfrenta con el crecimiento de la fe islámica.

La Pretensión del Islam de Ser La Fe de Los Verdaderos Profetas.


Los musulmanes consideran que el Islam es la religión primaria, media y final de la humanidad, y fue dada por Dios
en un acto de misericordia. Fue la fe de Adán, de Abraham, de Muhammad y de los profetas verdaderos. En el
Corán, el texto sagrado de toda certeza, está resumido el conocimiento absoluto y necesario para la raza humana.
Los fieles que temen a Dios lloran de alegría cuando escuchan la recitación coránica. El termómetro que determina el
grado de fe de una persona es su respuesta al Corán y la creencia en Muhammad; por lo tanto la primera pregunta
que surge en la mente de un musulmán hacia el inconverso es la siguiente: “¿Qué cree usted respecto del Corán y del
profeta?” La falta de compromiso con el profeta y con el libro determina que una profesión de fe no es auténtica y,
frecuentemente, rompe cualquier diálogo posterior (ver sura 84.20-25).
UNA VISIÓN DE LAS MUJERES
OCCIDENTALES Y EL CRISTIANISMO
Es interesante conocer las conclusiones que exponen
las mujeres musulmanas cuando se comparan con las
occidentales y cristianas. Una señora musulmana del
Líbano expresó:
La s cri s ti a na s goza n de ci ertos pri vi l egi os que l a s
mus ul ma na s no tenemos . Nos otra s no pudi mos i r a l a
es cuel a ni a l a uni vers i da d y ta mpoco pudi mos cons egui r
tra ba jo, a s í que tuvi mos que l ucha r por una ca us a . Por ci erto
que a l compa ra r es ta di ferenci a podemos deci r que l a s
mujeres cri s ti a na s na ci eron en el “pa ra ís o”. ¿Pero el l a s
tuvi eron a l gún moti vo por el cua l l ucha r? Muchos pa ís es
occi denta l es ha bl a n en nombre de el l a s , pero ni nguno s e
pronunci a en el nues tro.2
Sin embargo las mujeres musulmanas creen que los
derechos de las occidentales han llegado demasiado
lejos. Una dama árabe dijo: “Yo siento que soy la
persona más feliz de la tierra cuando todos se sientan
alrededor de una mesa para comer. Las mujeres
occidentales han perdido esa sensación preciosa, pues
han descuidado a su familia. Nosotras estamos
contentas por ser capaces de brindar tanto a nuestros
hogares y familias”.3
Las cristianas son culpables por su asociación con la
cultura occidental. Las demandas por los derechos al
aborto, al divorcio, a la subvención estatal para el
cuidado de los niños y a la igualdad de géneros, como
así también el uso de vestimenta indecorosa y el
comportamiento vano han determinado el rechazo de las
mujeres musulmanas al intento occidental de liberación.
Por desdibujarse la distinción entre los sexos, las
mujeres occidentales han obtenido múltiples derechos,
pero han perdido el honor, que, en última instancia, es
su única y poderosa contribución a la sociedad. En otro
sentido los musulmanes se sienten frustrados porque
consideran que en Occidente el Islam es despreciado
debido al trato que reciben las mujeres en las culturas
islámicas.
¿Pueden las cristianas despojarse de la imagen
negativa que supone su condición occidental? La
construcción de puentes de confianza puede acercar a
las cristianas si ellas comparten la preocupación de las
musulmanas: el futuro de la unidad familiar en medio de
una sociedad que no las protege. Una joven saudí dijo:
“Hablen con nosotras, mírennos. Es cierto que no
tenemos muchos derechos, pero tenemos los mismos
problemas que ustedes”.4
Fuente: Fran Love, www.frontiers.org

PARA ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS


Leila Ahmed, Women and Gender in Islam (New Haven,
Conn.: Yale University Press, 1992).

El Énfasis del Islam en La Unicidad de Dios


El concepto del tawhid (la unidad de Dios) afecta profundamente el compromiso musulmán en la comunidad. Esta
creencia se refleja pragmáticamente en la unidad y en la armonía de la sociedad que vive bajo la ley de Dios. Según
el Dr. Ali Shariati, sociólogo iraní chiita (1933-1977), la creencia en el tawhid es el compromiso con el exorcismo de
todos los desequilibrios. Todas las formas de falta de armonía son shirk, es decir un agregado de socios a la divinidad,
y la umma es ordenada por Dios para proteger a la comunidad religiosa del shirk. Ella debe ser resguardada de
cualquier división, inclusive de la desestabilización provocada por el pluralismo religioso no regulado, o por la
dicotomía de una vida en las esferas secular y espiritual. El tawhid es la experiencia y la expresión de la integración
personal y social del creyente que vive en armonía bajo la voluntad revelada de Dios. Dentro del marco del tawhid, el
crecimiento de la iglesia cristiana –que en ningún sentido parece amenazar la integridad de la umma o la autoridad
política de ‘dar al Islam‘– normalmente es percibido como un contribuyente a la falta de armonía; es una forma de
shirk (la umma es la comunidad musulmana y dar al-salaam es la autoridad musulmana territorial y política).
¿Cómo debería responder teológicamente la iglesia cristiana a la breve cosmovisión islámica expuesta en el párrafo
anterior? Es interesante notar que los escritos contemporáneos acerca del crecimiento de la iglesia están mayormente
orientados a las teorías de la comunicación y a la antropología, pero revelan carencias en cuanto a la reflexión
teológica. En 1978 se realizó la Consulta para la Evangelización al Mundo Musulmán en Colorado Springs. Solo uno
de los trece documentos fundacionales intentó una investigación profunda de las cuestiones teológicas y siete de ellos
estuvieron relacionados con la dinámica cultural. La objeción fundamental y subyacente que el Islam hace al
Cristianismo es la cultura occidental, de manera que si el evangelio fuese presentado en una forma cultural
apropiada, seguramente las discrepancias teológicas serían más fáciles de superar. ¿Será éste un argumento válido?
Cabe destacar que en la Consulta para la Evangelización al Mundo Musulmán, ya citada con anterioridad, los casos
de estudio estuvieron basados en datos provenientes de los
los Islamizados marginalmente. Además hubo una seria reflexión acerca de cómo compartir el evangelio con los
devotos islámicos que viven en los países musulmanes ortodoxos.

LA PREGUNTA DE LA UMMA A LA IGLESIA


Tal vez los cristianos no nos atrevemos a aceptar el debate teológico o la relación cultural con el Islam porque nos
sentimos avergonzados por las cuestiones que la umma plantea a la iglesia. Sin embargo, la disposición de considerar
dichos cuestionamientos podría purificar la propia percepción del evangelio, llegando a transformarlo en lo más
atractivo tanto para los cristianos como para los musulmanes.
Hay una serie de preguntas inquietantes que la umma formula a la iglesia. En primer lugar quiero referirme a la
interrogante planteada en párrafos anteriores: ¿Por qué los cristianos no siguen a Jesús? O dicho en otras palabras:
¿Por qué los cristianos no se comprometen con el reino de Dios que Jesús predicó y vivió? La mayoría de los
musulmanes sospechan que los cristianos no creen realmente en el sentido práctico de Jesús. Ellos no comprenden
cómo alguien puede amar a su enemigo.
En numerosas ocasiones he visitado diversas mezquitas en África Oriental. Es sorprendente cuan a menudo los
predicadores musulmanes proclaman al Islam como la fe práctica, en contraste con el Cristianismo, que es
demasiado idealista. Entonces, cuando un musulmán le pregunta a un cristiano por qué no sigue a Jesús, en realidad
lo está invitando sutilmente a seguir a Muhammad, el profeta pragmático.
Sin embargo, la interrogante también refleja el compromiso que el musulmán tiene con el tawhid, es decir la
unidad de todos los aspectos de la vida bajo la ley de Dios. El creyente islámico es perturbado cuando descubre la
facilidad con la que el cristiano viola el tawhid, y con absoluta tranquilidad puede separar los temas seculares de los
sagrados, los asuntos públicos de los privados y las cuestiones temporales de las espirituales.
Asimismo, Jesús ordenó el tawhid. Desde la perspectiva bíblica Él es la perfecta revelación del tawhid, es la
irrupción de la plenitud del reino de Dios en la historia humana. Desde el punto de vista islámico la voluntad unitaria
de Dios se ha evidenciado maravillosamente en el Corán, mientras que en el testimonio bíblico, la eterna Palabra de
Dios es revelada en Jesús mismo. La divergencia entre el Libro (la guía coránica) y la Persona (Jesús, el Redentor), es
el asunto que lleva a una cuña teológica y práctica entre el Islam y el Cristianismo. Esta divergencia impulsa al Islam
hacia una organización nomística de la sociedad (basada en la ley), mientras que el cristiano del Nuevo Testamento
vive bajo la orientación neumática (es decir, espiritual). En el Islam hay una enorme preocupación acerca del
sometimiento a la guía codificada, pero en la experiencia cristiana el creyente es llamado a vivir en el Espíritu de
Jesucristo.

¿JESÚS COMO SEÑOR?


Sin embargo, la perplejidad islámica concerniente a la vida y el compromiso del cristiano no está necesariamente
supeditada a las diferentes visiones de la esencia de la paz revelada. Por el contrario, la umma pregunta por qué los
cristianos no son capaces de comprometerse con Aquel a quien profesan como su Señor y por qué no viven en la paz
que Él mismo ha manifestado. Jesús fue el gran Adelantado del reino de Dios, quien al comienzo de su ministerio
terrenal anunció que había venido para dar las Buenas Nuevas a los pobres, para pregonar la libertad a los cautivos,
para dar vista a los ciegos y para poner en libertad a los oprimidos (Lc. 4:16-21). Jesús manifestó este nuevo orden en
una forma radical y lo hizo posible a través de su muerte y resurrección, en un acto de amor redentor, sufrido y
supremo. De modo que el reino de Dios, revelado en Jesús, se consolida en un compromiso total de amor al prójimo
que incluso abarca a los enemigos. Pero uno no puede vivir de esa manera sin sufrimiento: ese es el asunto.
El Cristianismo occidental ha desarrollado, especialmente, pulcras vías de escape teológicas. Para multitud de
cristianos, la vida del reino es aplicable solo al ámbito privado, pero no al público. Hemos desarrollado una “teología
de doble ciudadanía”, y hacemos una dicotomía entre la vida espiritual y la secular. Así, Jesús es el Señor de la vida
espiritual, pero no de la secular.
La pregunta islámica es una súplica y también una invitación a los cristianos a tomar el tawhid en serio, para
reflejar el reino de Dios en cada área de la vida. Esta invitación es expresada frecuentemente, como ocurrió durante
un diálogo entre musulmanes y cristianos en un foro adyacente a las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York.
El Dr. Ala Eddin Kharafa se dirigió a nosotros. En ese momento, Kharafa era el director de la Liga Mundial
Musulmana de América del Norte y su representante ante las Naciones Unidas. Kharafa señaló que el compromiso
absoluto y fundamental de la Liga es la trascendencia de la umma sobre el nacionalismo, y aseguró que solo hay una
nación musulmana. Todo nacionalismo que fracciona la unidad es una aberración de la realidad islámica.
El concepto nación-estado es un fenómeno reciente para los musulmanes, una consecuencia residual de las
intrusiones imperiales de Occidente y del derrocamiento del califato durante la revolución turca en 1924. Pero a pesar
de los beneficios de la independencia existe una profunda preocupación en sectores musulmanes porque la nación-
estado representa una umma fracturada. El Dr. Kharafa advirtió que cualquier lealtad nacional que reemplaza al
compromiso asumido con la comunidad global musulmana es errónea.
Por otra parte, el Dr. Ali Shariati, teólogo chiita, expresó que la división nacionalista en la umma es una especie de
asociación o idolatría. El tawhid implica armonía, es el compromiso fraterno entre las comunidades y la participación
en el dar al-Islam sin fracturas nacionalistas.
Asimismo, la fe bíblica enseña que las lealtades nacionales no deben anteponerse a la fidelidad al reino de Dios. Si
hay conflicto entre ambas posiciones, el cristiano tiene una sola opción posible: seguir a Jesús. La justicia, la paz, la
rectitud, la causa de los pobres y de los desposeídos, la urgente invitación a participar de una redimida y gozosa
relación con Dios, y con la comunidad de creyentes son todos aspectos del caleidoscopio de la vida del reino. Jesús
proclamó enfáticamente el carácter transnacional del reino de Dios, y llamó a sus discípulos a buscar el reino antes
que aquellas cosas que buscan las naciones (Lc. 12:30-31). En la noche de su arresto, Jesús dijo: “Mi reino no es de
este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían” (Jn. 18:36).
La súplica islámica en la observancia seria del tawhid debería reavivar en los cristianos el sincero compromiso de
vivir a la luz de la intención de Dios “de reunir todas las cosas en Cristo, […] así las que están en los cielos, como las
que están en la tierra” (Ef. 1:10), y dar testimonio de ello. La iglesia en misión es llamada por Dios a ser una señal
auténtica de que Su intención para el cosmos ya ha irrumpido en la Historia. Las congregaciones existentes en todas
las naciones-estado conforman la comunidad mundial más auténtica, y tienen la posición única para dar testimonio
de Cristo. Porque Cristo está levantando un pueblo redimido que trasciende las divisiones de las naciones-estado.

LA INVITACIÓN DE LA IGLESIA A LA UMMA


Tanto los cristianos como los musulmanes deberían perseguir el ideal del tawhid, sin embargo existe una divergencia
significativa en sus respectivas percepciones acerca de la naturaleza de la misión, de la comunidad y del reino de
Dios. Para expresarlo de una manera simple permítanme sugerir que tal divergencia emerge del contraste entre la
Hégira y la cruz de Cristo.
La Hégira se refiere al evento en el cual Muhammad huyó de la Meca para escapar del sufrimiento, y se dirigió a la
ciudad de Medina para alcanzar el triunfo. Mientras Muhammad aún vivía en la Meca recibió una invitación de los
habitantes de Medina para ser un estadista de la ciudad, y la Hégira determinó su respuesta afirmativa. De ser un
iluminado solitario y perseguido en la Meca, Muhammad pasó a convertirse en un profeta y estadista en Medina. En
la Meca la umma estuvo incompleta, sin emblemas de autoridad, pero en Medina todos los mecanismos de poder –
político, económico, cultural y religioso– se alinearon bajo el imperio de Dios mediante la habilidad política del
profeta. En la Meca Muhammad había sido una víctima de sus enemigos, pero en Medina resultó triunfante. La
victoria militar sobre los adversarios del Islam fue considerada una señal del favor de Dios hacia la umma.
La Hégira plantea una gran división teológica entre el Islam y el Cristianismo, pues es un movimiento doctrinal que
va en dirección opuesta al camino elegido por Jesús de Nazaret seis siglos antes de Muhammad. La Hégira afirma
que la voluntad de Dios es invulnerable a los dispositivos de los hombres malvados, por lo tanto niega rotundamente
la cruz como una forma posible de tratamiento divino. Al igual que Muhammad, Jesús recibió la invitación de los
zelotes galileos para acceder al poder económico y político. Este grupo deseaba nombrar a Jesús como el capitán de
su incipiente umma para lograr la implementación de la libertad y del imperio de Dios a través del dominio político.
Pero Jesús rechazó explícita y deliberadamente la ruta de los estadistas y “puso su rostro” para ir a Jerusalén, el sitio
donde encontraría la cruz. Él optó por entregar su vida en un acto de completa vulnerabilidad, en lugar de salvarla
mediante artilugios políticos o militares. La cruz es el símbolo supremo de la total vulnerabilidad redentora de Dios.
Dios establece su gobierno a través de su amor redentor.

SUPERANDO EL PASADO
“Cuando veo la cruz me estremezco,” dijo la joven y
bella mujer, y reconoció que nada la ponía más nerviosa
que el antiguo símbolo. Para ella la cruz representaba
todo lo relacionado con los extranjeros, con aquellos
que habían intentado destruir a su propio pueblo tártaro.
Tal vez esa es la razón por la cual el evangelio ha
marcado tan poca diferencia en la ciudad rusa de Kazan.
Desde los tiempos de Genghis Khan esta ciudad ha
sido dominada por las potencias extranjeras. En 1552
Kazan sufrió una profunda herida cuando Iván el Terrible
y sus misioneros obligaron al pueblo a convertirse al
Cristianismo. Cierto líder musulmán de la comunidad
explicó: “Durante la época invernal las personas fueron
trasladadas a un río. Los enemigos hicieron un agujero
en el hielo y cualquier persona que no estuviera
dispuesta a ser bautizada era ahogada junto con sus
hijos.”
Rahim, un ex-musulmán convertido al Cristianismo,
declaró: “Lo que hizo Iván el Terrible fue sumamente
malo, pues hirió el corazón del pueblo tártaro y puso un
obstáculo en el camino hacia Jesucristo. Cuando mi tío
supo que yo había creído en Jesús fue a mi casa y me
dijo: ‘Usted es un traidor de su pueblo. Si usted cree en
Jesucristo, ha traicionado a sus abuelos, a la religión y a
mí’”.
La dispersión de los tártaros “bautizados” demandó
que se levantara una descendencia de aquellos primeros
convertidos, pero esta sucesión no se ajustó ni a los
rusos ni a los tártaros. Proclamados como los infieles de
su cultura conforman un pueblo que vive para sí mismo y
sus nombres son utilizados para proferir maldiciones.
Incluso el musulmán nominal considera impensable
unirse a ellos porque estaría traicionando al Islam.
Asimismo, está prohibido visitar una iglesia ortodoxa
rusa. Vivir como un cristiano tártaro es una combinación
confusa de por sí, especialmente si uno nunca ha visto a
nadie intentarlo.
Rahim se considera un pionero. Él está sentando las
bases de un nuevo modelo para que la gente de su
comunidad entienda cómo debe seguir a Cristo.
Fuente: Marti Smith, “The Volga Tatars,” Echo
Magazine (invierno de 1999).

LA CRUZ ENFRENTADA CON LA HÉGIRA


La confrontación de la cruz y la Hégira constituye el fundamental callejón teológico sin salida entre el Islam y el
Cristianismo. El Islam se sumerge en un profundo atascamiento y es inducido al punto de ceder a la tentación de
negar la crucifixión de Cristo. Esta negación no se basa en criterios históricos, sino más bien en la necesidad teológica.
El Islam afirma que Jesús es el Mesías. Si Él es el Mesías, entonces ciertamente no pudo ser crucificado por gente
malvada. En cierta ocasión un querido amigo musulmán dijo: “Yo no puedo aceptar que Jesús murió en la cruz
porque Él fue un hombre demasiado bueno. Me parece que la cruz sugiere debilidad, vulnerabilidad de Dios. No
puedo creer que Dios permitiera semejante sufrimiento del Mesías”.
La Hégira y la cruz son direcciones teológicas esenciales que se manifiestan explícita e implícitamente a la umma
musulmana y a la iglesia cristiana según corresponda. Ambas informan la percepción de sí mismas y la misión del
creyente en el mundo. Veamos unos pocos ejemplos. La umma está incompleta si no domina los mecanismos del
poder político, sin embargo la iglesia rechaza la posesión de las estructuras políticas aunque puede ejercer su
influencia en los caminos de la justicia. En tanto que la umma intenta reformar la sociedad mediante la aplicación de
la ley Sharia, la iglesia del Nuevo Testamento busca transformarla desde adentro, siendo el fermento y la luz de su
comunidad. Mientras que la umma considera que el sufrimiento generado por la injusticia es anormal y debe ser
corregido, la iglesia entiende que el sufrimiento por amor es fundamentalmente central y la manera en que Dios
redimió a las naciones.
Así que, la iglesia es fiel a su llamado cuando manifiesta el amor sufrido. No obstante ello, ninguna congregación
revela acabadamente la plenitud del amor de Dios en Jesús, pues la iglesia es una comunidad de pecadores
redimidos. Los cristianos confiesan ser pecadores perdonados que celebran la gracia del perdón, aquel perdón que
Jesús clamó en favor de aquellos que lo habían crucificado. Así como la raza humana entera es cómplice de la muerte
de Jesús, así también el perdón de Dios es ofrecido a todas las personas.
Los cristianos deben estar precavidos para no caer en la tentación de convertirse en “cristianos Islamizados”, puesto
que el Islam y el Cristianismo fueron establecidos sobre diferentes fundamentos teológicos. Los orígenes
puntualmente diferentes detallan sus respectivos enfoques en una amplia variedad de cuestiones: los derechos
humanos, las libertades, la relación fe-estado, la ayuda humanitaria, el desarrollo humano y económico, la
secularización, la posición frente a los enemigos comunes, la perspectiva de la misión y el progreso en la conversión
de una persona, hasta el abordaje de temas referidos al matrimonio y a la familia. Significativamente, tanto la Hégira
como la cruz se expiden en cuanto a la condición humana, a la esencia del reino de Dios y a la naturaleza del perdón
y la salvación.

UNA SEÑAL DEL CORDERO


A pesar de que la Hégira y la cruz se conducen por trayectorias opuestas hay un signo de la cruz presente en el alma
del Islam. El Corán afirma que cuando Abraham estaba a punto de inmolar a su hijo en obediencia al mandato
divino, Dios proveyó un “tremendo” sacrificio en sustitución de Ismael y así el muchacho fue redimido de la muerte.
En la actualidad, los fieles musulmanes de todo el mundo realizan la Hégira anual a la Meca y ofrecen sacrificios de
animales en conmemoración de aquel rescate.
En una ocasión le pregunté a un ex musulmán por qué se había convertido en un creyente del Mesías, y él me
respondió: “Un amigo me regaló el evangelio de Juan y en el primer capítulo pude leer que Jesús es el Mesías, el
Cordero de Dios. Inmediatamente comprendí que el misterio en el alma del Islam se había desentrañado y entendí
que los millones de animales sacrificados en la peregrinación anual son una señal que apunta al Mesías, el Cordero
de Dios”.
Entonces volví a preguntarle quién le había dado esta explicación. Sencilla y profundamente el musulmán exclamó:
“¡El Espíritu Santo!”

Final de las lecturas básicas de la Lección 4. Ver APRENDE MÁS .

NOTAS FINALES
1. Arrio fue un sace rdote cristiano que vivió e n Ale jandría e n e l siglo cuatro. Sostuvo que Je sús no tie ne la misma sustancia de Dios, solo e s
e l más e xce le nte se r cre ado. Esta doctrina he ré tica se conoce como e l arrianismo.
2. Bouthaina Shaaban, Both Right- and Le ft-Hande d: Arab Wome n Talk about The ir Live s (Bloomington and Indianapolis: Indiana Unive rsity
Pre ss, 1991), p. 97.
3. Ibíd., p. 113.
4. “Voice s from be hind the Ve il,” Christian Scie nce Monitor (citado e l 22 de dicie mbre de 2001). www.csmonitor.com.
UN ANÁLISIS DE LA PLURALIDAD MUSULMANA
por Javeed Akhter

Uno de los principales objetivos del Islam es lograr la unión de la raza humana a través del acuerdo de Dios. El
primer paso para llegar a la meta es la conformidad de la umma, es decir la comunidad musulmana. El Corán
exhorta a los creyentes, en términos claros e inequívocos, a permanecer unidos: “Aferraos al pacto de Alá, todos
juntos, sin dividiros” (sura 3.103).1 “Esta es vuestra comunidad, es una sola comunidad. Y Yo soy vuestro Señor.
¡Servidme, pues! Se dividieron en sectas, pero volverán todos a nosotros” (sura 21.92-93). El enojo del Islam contra
aquellos que rompen la unidad es inconfundible, y se expresa cuando dice: “Y esta es vuestra comunidad. Es una
sola comunidad. Y Yo soy vuestro Señor. ¡Temedme, pues! Pero se dividieron en sectas, con Escrituras, contento cada
grupo con lo suyo” (sura 23.52-53). En múltiples ocasiones también aparece con fuerza la condenación sobre las
comunidades pasadas que se degeneraron en diversas sectas (sura 6.159, 21.92-93).
Por lo tanto, es sorprendente apreciar el alcance de la división en la comunidad islámica, y la heterodoxia –o sea el
alejamiento del punto de vista original del Corán y de la sunna del profeta Muhammad– pareciera ser la regla
general y no la excepción. Es difícil señalar a un grupo que sea universalmente reconocido como el representante fiel
de los principios coránicos, pero la mayoría de los estudiosos admiten que la comunidad suní, constituida por 87-90
por ciento del mundo musulmán, es la ortodoxia identificable. En la actualidad hay una multitud de sectas cuasi
islámicas y una ellas se ha convertido en una nueva creencia llamada bahaísmo. Este antiguo y continuo fenómeno
de discordia y heterodoxia merece un escrutinio más minucioso.

CAUSAS DE LAS SECTAS Y LOS MOVIMIENTOS ISLÁMICOS


A pesar de que los datos cronológicos y descriptivos de los diversos movimientos y sectas islámicas se hallan
disponibles y son útiles resultará más instructivo observar las causales de su formación. Un intento para comprender
las verdaderas razones que dieron lugar a las desviaciones de la norma sería más significativo que una mera
catalogación de las creencias y prácticas. Cada categoría será desarrollada y discutida en las sucesivas lecciones.
1. La discordia en torno a la sucesión política: los khariji y los chiitas.
2. Las diferentes opiniones en cuanto a la “libertad de acción” frente a la “voluntad de Alá”: los ashari y los mutazila.
3. Las influencias místicas: los sufíes y los barelvis.
4. Las corrientes de retorno a las raíces: los wahhabis y los salafis.
5. Los movimientos de reforma: Aligarh Muslim University de Sayyid Ahmad Khan, en la India, y el movimiento
salafita original de Mohammed Abdu, en Egipto.
6. Los discípulos de los líderes carismáticos: los hashashians (seguidores de Hasan Salah) y los ahmadíes (de Mirza
Ghulam Ahmad). Los grupos buscadores de un salvador o califa, por ejemplo Hizb ut Tahrir.
7. Los militantes suicidas.
8. Los predicadores islámicos: los tablighis.
9. Misceláneas: la creencia comunista de los qarmatians y la distinta y separada fe del bahaísmo.

La discordia en torno a la sucesión política


En 669 (año 37 de la hégira) o según otras fuentes en 657, tuvo lugar en Siffin la primera guerra civil musulmana. Ali
y Muawiya convinieron resolver la disputa de la sucesión política mediante un arbitraje, pero un grupo de puritanos,
seguidores de Ali, no estuvo de acuerdo al considerar que solo Alá podía expedirse al respecto. Como consecuencia de
la fragmentación se formó el primer grupo heterodoxo en la historia del Islam.
Esta agrupación conocida como los desertores (o secesionistas, los jariyíes) tenía la convicción de que cualquier
musulmán que cometía un grave pecado se convertía de facto en un apóstata y ganaba la pena de muerte. Aunque
eran sinceros en sus creencias, los desertores fueron intransigentes y dogmáticos, y también responsables de mucha
violencia en el Islam primitivo. A partir de la aparición del líder Abdullah bin Ibad, los descendientes de aquel primer
grupo adoptaron el nombre de ibadíes y se mostraron mucho más moderados que aquellos en sus puntos de vista.
La discordia por la sucesión política también dio lugar a la formación del partido de Ali (Shi’at Ali). Actualmente,
dicha agrupación se conoce bajo la denominación chiita y constituye entre el diez y el trece por ciento del mundo
musulmán. Los chiitas consideran que su líder religioso o imam debe ser un descendiente directo de Ali, y porque es
infalible es la única fuente de instrucción y orientación religiosa. Dentro de la secta chiita hay numerosas subsectas
que especulan principalmente con el número de la sucesión de los imanes que se ha visto interrumpida, y con el
encubrimiento del lugar de la muerte del último imam de la cadena. Los iraníes (Ithna Asharis o los Doce Imames)
sostienen que la serie se cortó en el duodécimo imam; sin embargo, los ismaelitas afirman que ocurrió en el séptimo.
Estos últimos consagran el número siete, y por lo tanto señalan la existencia de siete cielos, de siete orificios en la
cabeza, de siete etapas en el conocimiento, de siete profetas mayores y de siete mil años por cada ciclo en que el
mundo se mueve.
La filosofía chiita es altamente milenialista (creencia en la venida del milenio) y anuncia el regreso del “imam
oculto.” Debido a la ausencia del imam, un sustituto puede tener la autoridad absoluta, como por ejemplo, el ayatolá.
La masacre perpetrada en la ciudad de Karbala en contra del imam Husein, hijo de Ali y nieto de Muhammad, y
sus seguidores ha dejado una profunda sensación de martirio. La conmemoración anual de esta tragedia se lleva a
cabo del uno al diez de muharram, el primer mes del calendario lunar islámico.

”La libertad de acción” enfrentada con “la voluntad de Alá”


Wasil Ibn Ata se separó de su mentor, el famoso maestro Hasan al-Basri, y fundó el movimiento Mutazila. La raíz de
la palabra mutazila es italaza que significa apartamiento. La polémica se originó en la determinación de la condición
del musulmán que cometía un pecado grave. Por un lado los jariyíes señalaban al pecador como un apóstata y
demandaban su muerte, pero según las enseñanzas de Hasan al-Basri el penitente no era más que un simple
hipócrita. Frente a la disyuntiva de ambas categorías, Wasil Ibn Ata se colocó en una posición intermedia.
Los mutazilíes eran esencialmente racionalistas y creían que el hombre tiene libre albedrío. Proclamaban que el
Corán fue “creado en el tiempo y que no era la palabra increada de Alá”. Fuertemente influenciados por la filosofía
griega helenística aplicaban la razón para resolver todos los problemas. En 844 (año 212 de la hégira), los mutazilíes
tuvieron su tiempo de esplendor en días del califa al-Mamun y ejercieron su dominio sobre otros grupos. El siguiente
califa, en cuyo reino se afianzó el Asharim, a su vez los persiguió.
El ex mutazilí Al-Ashari fundó un movimiento opositor al mutazila. La doctrina que adoptó su nombre proponía
que “el hombre no tiene poder sobre su voluntad, pero sí tiene control sobre sus responsabilidades, y aun así es
querido por Alá.” Con el fin de propagar las creencias de Ashari se estableció la famosa escuela Nizamiyah, y en el
Islam actual se levanta el asharismo como la corriente que sustenta el libre albedrío del hombre.

Las influencias místicas


El sufismo es un movimiento reaccionario que surgió para contrarrestar y suavizar el rígido ritualismo del Islam
ortodoxo. Inyectó una fuerte dosis de misticismo y fue ampliamente aceptado como “la dimensión interna” de la
religión. Los sufíes observan prácticas ascetas, tienen un lenguaje velado y alusivo y hacen un uso liberal de las
metáforas con respecto del vino y del amor. También son de capital importancia las sesiones dhikr, en las cuales se
entra en trance para invocar a Alá. Hay gran variedad de sectas sufíes en Asia Central y Meridional y en Irán, y la
mayoría sufí es suní. Algunas prácticas sufíes parecen estar influenciadas por el chamanismo persa y el hinduismo de
la India. En el subcontinente indio los barelvis siguen múltiples costumbres sufíes, como por ejemplo, la música
(qawwali) y la intercesión de sus maestros (pir).
PROGRESIÓN DE LA VIOLENCIA
¿Cómo y por qué personas que históricamente han
convivido juntas y en paz de pronto se tornan violentas
unas con otras? Puede suceder que un grupo racial
minoritario no se sienta comprendido en sus
necesidades bajo un régimen opresor o puede ocurrir
que el sector mayoritario eche la culpa de sus
problemas sobre los hombros de una minoría. A
continuación se describen los pasos progresivos hacia la
violencia.1
1. Hay un grupo externo estereotipado.
2. Empieza un largo período de queja verbal contra el
grupo externo.
3. Se produce el incremento de la discriminación.
4. Los integrantes del grupo sufren la tensión social
debido a la privación económica u otro tipo de
opresión.
5. El pueblo oprimido comienza a desconfiar de los
procedimientos racionales como los medios exitosos
para obtener su liberación, de modo que las
explicaciones irracionales y las diversas soluciones
por otros caminos se vuelven atractivas.
6. Los descontentos se organizan.
7. Los individuos toman coraje desde la organización, la
cual valida sus impulsos violentos.
8. Se aceleran los incidentes, y las provocaciones
triviales detonan la explosión de la violencia.
9. La psicología de las masas sustenta actividades
destructivas venciendo la renuencia individual de
participar en violencia.
Anteriormente a 1776 Inglaterra tenía el control de
vastos territorios de América y los colonos no habían
manifestado intención alguna de rebelión en contra del
rey Jorge. Sin embargo la falta de respuesta ante las
múltiples apelaciones hechas al soberano, en petición
de un trato justo, cambió el panorama, y la retórica
radical de los que estaban a favor de la revolución
atrajo a un gran número de seguidores. En última
instancia este evento condujo a la guerra revolucionaria
americana y a la Declaración de la Independencia. A
diferencia de las guerras de independencia, el
terrorismo (atentados perpetrados en contra de los no
combatientes) es una forma inexcusable de violencia. A
pesar de todo, las personas que se sienten acorraladas
adoptan medidas de preservación, y no podemos
defender una falta de empatía hacia el pobre y el
oprimido.
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam.
1 Nabe e l T. Jabbour, “Islamic Fundame ntalism: Implications for
Missions,” Inte rnational Journal of Frontie r Missions, 11,
núme ro 2 (Abril 1994), p. 85. www.ijfm.org. Adaptado de Gordon
Allport’s classic analysis on pre judice : Gordon Allport, The
Nature of Pre judice (Ne w York: Double day Anchor Book, 1958),
pp. 56–58.

Los movimientos de retorno a las raíces


Hace un poco más de doscientos años atrás se fundaba el wahabismo. El movimiento se originó en rechazo a todas
las innovaciones que fueron incorporadas al Islam luego del siglo VII, o sea más allá de los tiempos del profeta. Los
wahabíes refutan la adoración a los santos y creen en el decreto divino (qadaa) sobre todos los empeños humanos.
Son rígidos en su interpretación de la Sharia (la jurisprudencia islámica) y se manifiestan sumamente intolerantes
con el sufismo y las corrientes innovadoras. La principal razón por la cual el wahabismo mantiene su influencia es
que cuenta con el patrocinio de la familia real saudí, y más que esa, el wahabismo es la religión oficial de Arabia
Saudita. Un ejemplo de la interpretación literal de Islam wahabí es la prohibición para la mujer de conducir un
automóvil bajo la premisa de “proteger su dignidad.” En el subcontinente indio, el movimiento deobandi es una
versión suavizada del wahabismo.
El movimiento salafita de reforma fue establecido a principios del siglo XX con el objeto de superar el estancamiento
y el abandono de la mentalidad de taqlid, o la obediencia automática de prioridad por el enfoque ijtihadi.(véase en
los párrafos siguientes el quinto punto: “Progresión de la violencia”).
Gran cantidad de sistemas políticamente activos, como la Fraternidad Musulmana, tienen la filosofía de volver a las
raíces de su fuerza propulsora y esa es su razón fundamental para salir de la decadencia actual que sufre la
comunidad islámica.

Los movimientos de reforma


Otros progresistas consideran que el renacimiento musulmán vendrá por el camino de la modernización, pero
mediante la búsqueda de soluciones creativas para los nuevos problemas, con fundamento en los antiguos principios
(ijtihad).
Sayyid Ahmad Khan, popularmente conocido como sir Sayyid, se formó en la Universidad Musulmana Aligarh,
con la intención de transmitir la educación occidental a los musulmanes. Durante el tiempo en que Sayyid cursaba
sus estudios la mayor parte de la elite gobernante de Pakistán había sido graduada de dicha universidad. Khan fue
vilipendiado en su época, sin embargo obtuvo un éxito notable.
Muhammad Abdu fue otro reformador destacado que fundó el movimiento salafita junto con su discípulo, Rashid
Rida, de Egipto. Ellos atribuyeron los versos coránicos acerca de las instituciones humanas al pensamiento del
profeta, más que a la palabra de Alá. El movimiento salafita se ha transformado en un clon del wahabismo.
Cabe mencionar a otros innovadores destacados como Ali Shariati, de tradición chiita; Afgahani Jamaluddin, un
orador carismático, pero con escaso legado literario; Fazlur Rahman, erudito paquistaní de pensamiento islámico que
desarrolló gran parte de su trabajo en la Universidad de Chicago. En la actualidad podemos nombrar al estudioso
Khaled Abu Fadl quien reside en el estado de California.
Los reformadores no han sido capaces de generar movimientos populistas de cambio y solo han logrado ejercer su
influencia sobre las minorías musulmanas.

Los seguidores de los líderes carismáticos y los grupos que buscan un salvador
Los hashishin (asesinos, “consumidores de hachís”) fueron los seguidores de Hasan al-Salah, adoctrinados
mayormente bajo la marca israelí del Islam chiita. Activos desde 1112 (480 A.H.), seguían las instrucciones de su jefe
hasta la muerte. Las historias de su tradición afirman que estos adeptos fumaban hachís y que salían sin vacilaciones
en cumplimiento de misiones asesinas o suicidas. En general, estas crónicas parecen ser mitos relatados por los
cruzados, quienes fueron constantemente hostigados por los audaces ataques del grupo. Los sobrevivientes de los
hashishin son conocidos como khojas y su cabeza titular es Aga Khan. Ellos son considerados una secta cuasi-
islámica.
Mirza Ghulam Ahmad, fallecido en 1908, inició su carrera siendo un reformador, pero más tarde se declaró a sí
mismo como el profeta, el Mahdi del Islam, el Mesías prometido a los cristianos y el Krishna de los hindúes. El
movimiento ahmadí es básicamente un culto a la personalidad y ha roto con las facciones qadiyani y lahori. Aunque
el estado pakistaní ha hecho una declaración pronunciando a la secta ahmadí como un movimiento no islámico, la
resolución ha sido impugnada con éxito en los tribunales sudafricanos. Así como los bahaís hicieron con anterioridad,
es muy probable que los ahmadíes se declaren bajo la autonomía de una religión separada del Islam.
Hizb al-Tahrir es un partido relativamente nuevo que tiene como objetivo principal el establecimiento del califa
(khalifa) que será el salvador de los musulmanes. Su base fundamental afirma que los musulmanes deben unirse en
un solo estado islámico administrado por la Sharia. El gobierno por fuera de la ley islámica es considerado
transgresor (fasiq) e incrédulo (kafir). Su sistema económico requiere que el estado recaude ingresos de múltiples
fuentes, incluso de los botines de guerra (maal-e-ghanimat). Hizb al-Tahrir es un importante movimiento de
resistencia pacífica en los “stans” rusos, en tanto que en los Estados Unidos y en Occidente, está representado por un
pequeño pero elocuente grupo de seguidores. Ellos son conocidos por su táctica de perturbación en reuniones de otras
organizaciones a las que consideran hipócritas.

Los militantes suicidas


El rechazo del Islam en cuanto al suicidio es claro y categórico y está basado en la creencia de que la vida es un don
divino dado al hombre. En consecuencia, el mortal no puede determinar su fin, aun si se encuentra en circunstancias
de angustia terminal. Asimismo, el repudio de la religión en cuanto al asesinato o perjuicio, incluso a los inocentes, es
igualmente preciso y contundente:
Qui en ma ta ra a una pers ona que no hubi era ma ta do a na di e ni corrompi do en l a ti erra , fuera como s i hubi era ma ta do a toda l a
huma ni da d. Y que qui en s a l va ra una vi da , fuera como s i hubi era s a l va do l a s vi da s de toda l a huma ni da d (s ura 5.32).
En virtud de lo expuesto resulta sorprendente descubrir que en el siglo XXI se haya visto el uso de ataques suicidas
de parte de militantes musulmanes. La lucha contra la opresión es comprensible, pues la impotencia y la humillación
se enfrentan a la hipocresía y a la brutalidad despiadada. Sin embargo, la práctica de los asaltos suicidas que causan
la muerte de muchos inocentes es difícil de entender.
Estos grupos justifican los ataques a militares y civiles designando los grupos-objetivo o naciones como aquellos que
están extendiendo el “desorden” (fasad) sobre la tierra. En alusión a la muerte de civiles palestinos, inclusive al
asesinato de un gran número de niños, cierto erudito racionalizó los ataques solo dentro del estado de Israel, pero no
fuera de ese territorio. Los voluntarios atacantes se consideran a sí mismos como mártires de una causa noble y al
suicidio como una actitud altruista. Al parecer, estos individuos rechazan los medios políticos y económicos no
violentos que están a su disposición para lograr los cambios que anhelan, y se olvidan que Muhammad nunca envió
a alguno en una misión suicida. El Islam honra la valentía y el martirio; no obstante ello, el profeta siempre oraba por
el regreso seguro de los combatientes.

Los evangelistas
La segunda mayor congregación de musulmanes, después de la Hégira, es la reunión (ijtema) de los seguidores de
Tablighi Jamaat. La organización fue constituida a mediados del siglo XIX, en la India, con el fin de lograr adeptos
para el Islam en las nuevas aldeas del norte de la India, y se volvió inmensamente popular con millones de
seguidores. Los tablighis siguen una rutina sumamente estructurada, simple pero exigente. Manifiestan
características muy particulares en cuanto a la vestimenta, la alimentación, el descanso y la relación con sus
semejantes. Su programa consta de seis pasos: (1) dar el testimonio (kalimah) (2) realizar las oraciones rituales (salat)
(3) adquirir conocimientos y recordar a Alá (ilm-o-zikr) (4) conducirse socialmente con el respeto exigido a todo
musulmán (ikram-y- muslimeen) (5) ser sincero en las intenciones (ikhlas-e-niyyat) (6) guardar el tiempo para Alá
(tafriq-e-waqt). Este último requisito demanda la predicación del Islam a cada creyente, con la salida en grupos y en
días de semana establecidos, así como el fortalecimiento de su propia fe. Es habitual escuchar el anuncio de que un
líder de Tablighi Jamaat está de visita en la mezquita local y que luego del servicio de oración tendrá a cargo la
prédica.

Misceláneas
Los numerosos y diferentes movimientos surgidos en la historia musulmana desafían una fácil estratificación. Como
ejemplo mencionaremos a los cármatas, los integrantes de una secta comunista que compartían las propiedades y las
mujeres como una forma de admisión en el grupo. Las voces de infamia en su contra están basadas en el robo de la
Piedra Negra (al-Harjar al-Aswadal) de la Kaaba y su posterior ocultación por más de veinte años.
El Islam ha ejercido su influencia sobre muchas religiones locales, las cuales evolucionaron hasta convertirse en
movimientos monoteístas dentro del hinduismo. El bahaísmo, también conocido como babismo, tuvo sus orígenes en
el Islam. Syed Mohammad Ali (m. 1850), el carismático fundador del bahaísmo, provenía del ámbito musulmán,
pero luego se proclamó a sí mismo como la puerta de entrada (baab) para la revelación de la verdad divina. En varias
ocasiones se hizo llamar como el Mahdí musulmán, el Maitrya budista y el Shah Behram zoroastrista.

LAS LECCIONES APRENDIDAS


Aunque algunos de los movimientos dentro del Islam han sido realmente bizarros, una revisión retrospectiva da
cuenta de que la mayoría de los cismas fue el resultado obvio del crecimiento de la comunidad. Los cambios vinieron
a partir de la diversidad y la fuerza del discurso religioso, y de la influencia de las creencias y las tradiciones que
recibió el Islam a lo largo de toda su carrera de propagación.
Asimismo, llama la atención cuan pobremente fueron toleradas las variaciones de la norma. En ocasiones la
persecución sufrida por los grupos disidentes fue extrema y, en muchos casos, obligó al clan a separarse por completo
de la corriente para formar un culto diferente, y hasta inclusive una nueva religión. También es evidente que la
mayoría de los cismas podrían haberse evitado o al menos articulado, si la comunidad ortodoxa más grande de la
época simplemente hubieran practicado la tolerancia y la compasión.

La discordia política respecto de la sucesión


La discordia política es evitable en el ejercicio del compromiso porque justamente la política es el arte del acuerdo.
Con el desarrollo de una adecuada justificación la discordancia entre chiitas y suníes puede ser considerada como un
accidente en la historia, pues existen múltiples áreas de coincidencia entre ambas comunidades. Entonces el desafío
está en el enfoque de los intereses comunes y la posterior unión de los criterios.
La discordia política no es solo un fenómeno histórico ya que contempla diversos espacios del mundo musulmán
presente. Vale la pena señalar que los estados con gobiernos representativos son más capaces de afrontar la discordia
política.

Las diferencias conceptuales


Es presumible que los honestos desacuerdos conceptuales se producirán en cualquier comunidad religiosa de gran
tamaño. La intolerancia frente al punto de vista del otro se traduce en severas desavenencias, llegando en algunos
casos al derramamiento de sangre. El sencillo arte del respeto de las opiniones distintas transita una gran parte del
terreno ganado para evitar la discordia. Además podría decirse que las diferencias leales de criterio se hallan en el
crecimiento sano de toda comunidad. Según se ha observado con anterioridad, el mayor desafío de un individuo o
grupo está planteado en mostrar su discrepancia sin llegar a ser odioso. Los musulmanes deben aprender lecciones
valiosas en este sentido, tanto de la ética en los desacuerdos iniciales que tuvieron los compañeros de Muhammad,
como de la cultura dominante de Occidente que respeta las diferencias de opinión. Llamativamente la verdadera
paradoja está en que los musulmanes han demostrado mayor tolerancia hacia los no musulmanes que otros pueblos.
¿QUE ES LA YIHAD?
Según el contexto, el término árabe “yihad” significa
luchar o esforzarse. La definición religiosa original es
“luchar en contra de las inclinaciones del mal” o
“esforzarse para convertir a los infieles”.1 Desde los
tiempos de Muhammad, los musulmanes han
contendido para mejorar la comunidad islámica y para
conducir a todas las personas al Islam, o sea a la
sumisión a Dios.
¡Lucha d por Al á como Él s e merece! Él os el i gi ó y no os ha
i mpues to ni nguna ca rga en l a rel i gi ón… ¡Ha ced l a a za l á
[ora ci ón] y da d el a za que [ta s a a l os pobres ]! (s ura 22.78).
Son creyentes úni ca mente l os que creen en Al á y en s u
Envi a do, s i n a bri ga r ni nguna duda , y comba ten por Al á con s u
ha ci enda y s us pers ona s . ¡Es os s on l os vera ces ! (s ura 49.15).
Con frecuencia, los medios de comunicación masiva
han usado la yihad como sinónimo de “guerra santa”. En
los últimos cincuenta años una muy pequeña facción
musulmana ha promovido la yihad fuera de sus propias
tierras mediante la violencia y el terrorismo ya sea en
contra de sus correligionarios como también de los no
musulmanes. “Para justificar la lucha contra sus
correligionarios, los extremistas los tildaron de
incrédulos por su negación en adherirse y hacer respetar
una interpretación particular del Islam”.2 Un gran
número de musulmanes cree que la guerra está
reservada para la protección y para la defensa de la
religión.
Comba ti d por Al á contra qui enes comba ta n contra vos otros ,
pero no os excedá i s . Al á no a ma a l os que s e exceden.
Ma ta dl es donde dei s con el l os , y expul s a dl es de donde os
ha ya n expul s a do. Tenta r es má s gra ve que ma ta r (s ura 2.190-
191a ).
Cua ndo ha ya n tra ns curri do l os mes es s a gra dos , ma ta d a l os
a s oci a dores [i dól a tra s ] dondequi era que l es encontréi s .
¡Ca ptura dl es ! ¡Si ti a dl es ! ¡Tendedl es embos ca da s por toda s
pa rtes ! Pero s i s e a rrepi enten, ha cen l a a za l á y da n el a za que,
entonces ¡deja dl es en pa z! Al á es i ndul gente, mi s eri cordi os o
(s ura 9.5).
¡Comba ti d contra qui enes , ha bi endo teni do l a Es cri tura , no
creen en Al á ni en el úl ti mo día , ni prohíben l o que Al á y s u
Envi a do ha n prohi bi do, ni pra cti ca n l a rel i gi ón verda dera ,
ha s ta que, humi l l a dos , pa guen el tri buto di recta mente! (s ura
9.29).
El musulmán que muere en la realización de la yihad
tiene garantizada la salvación instantánea y la entrada
al paraíso. Dicho mártir no necesita esperar el día del
juicio para saber si sus buenas obras superan a las
malas.
No deja rá que s e pi erda n l a s obra s de l os que ha ya n ca ído
por Al á . Él l es di ri gi rá , mejora rá s u condi ci ón y l es i ntroduci rá
en el Ja rdín, que Él l es ha brá da do ya a conocer (s ura 47.4-6).
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam.
1. John L. Es pos i to, ed. Oxford Di cti ona ry of Is l a m, (Oxford: Oxford
Uni vers i ty Pres s , 2003), pp. 159–160.
2. Ibíd., p. 160.

Las influencias místicas


El sufismo fue el vehículo mediante el cual el Islam se difundió en la mayor parte del centro y del sur de Asia, y aún
hoy sigue siendo el medio para extenderse en los Estados Unidos y en Occidente. Su doctrina continúa ofreciendo la
consolación espiritual a millones de personas y la contribución al Islam ha sido tan grande que evidencia su huella de
pertenencia dentro de la religión.
Sin embargo, el poeta y filósofo Muhammad Iqbal (fallecido en 1938) ha considerado que este grupo es uno de los
principales puntos débiles que afecta al Islam, y una gran cantidad de musulmanes ortodoxos comparten la misma
apreciación. No obstante ello, los sufíes deben ser aceptados dentro de la corriente principal del Islam, deben sentirse
cómodos en todas las mezquitas (masjids) y sus líderes deberían compartir cada viernes el estrado junto a las demás
autoridades. Los sufíes tienden a ser intolerantes con el Islam wahhabi y con el salafita, pero deberían analizar con
cuidado algunos de sus propios rituales fuertemente influenciados por el hinduismo y las prácticas chamánicas,
además de revisar las doctrinas de intercesión y de auto-aniquilación.

Los movimientos de retorno a las raíces


Resulta fácil comprender que dichas corrientes han surgido como una reacción frente a las mutaciones sufridas en el
Islam a lo largo del tiempo, como así también por el anhelo de volver a los orígenes de la religión. Si los musulmanes
son capaces de modular su extremismo podrían jugar un papel saludable en la evolución de la propia comunidad. En
la actualidad, la brecha entre los sufíes y los salafitas constituye un área de fricción principal entre los musulmanes.

Las corrientes de reforma


Aunque diametralmente opuestos en su enfoque a los grupos salafita y wahabí, los movimientos de modernización
comparten el objetivo de reformar la comunidad y restaurar su fuerza. Su enfoque de la reforma es completamente
diferente al del grupo wahabí y utilizan un abordaje innovador o ijtihadi (razonamiento independiente), en oposición
a la óptica literalista o taqlidi (la incuestionable imitación de prioridad) de las agrupaciones wahabí y salafita. La
perspectiva modernista proporciona la mejor chance de volver a energizar a los musulmanes. Los eruditos
modernistas han fracasado notablemente en la consolidación de un movimiento populista y han permanecido
elitistas en gran medida. Si ellos pudieran generar un movimiento populista o una institución de enseñanza,
aportarían un gran beneficio al Islam y a los musulmanes.

Los seguidores de los líderes carismáticos


Mientras tengan gente crédula e ingenua a su alrededor, los líderes carismáticos encontrarán el terreno fértil para
sembrar las ideologías disidentes. En verdad, hay muchos musulmanes que están rastreando a un caudillo atrayente,
y en ciertos casos, otros están buscando al califa para que sea el salvador de ellos. Dichos cabecillas, de fuerte
personalidad, explotan el anhelo popular para establecer el dominio sobre sus seguidores y el único antídoto para
hacer frente a esta situación es el aumento del nivel educativo y la sofisticación de la población en general. La
corriente ortodoxa debería mantener abierta la línea de comunicación con los grupos marginales, en lugar de gastar
sus energías en confrontaciones improductivas. Es probable que cuanto mayor sea el rechazo manifiesto a estas
fracciones, mayor sea la ruptura completa de cualquier posible contacto.

Los militantes suicidas


Dentro de la juventud islámica se encuentran estos individuos que acumulan una rabia humeante y legítima en
contra de los opresores de la comunidad musulmana de todo el mundo. Estos militantes agresivos de una religión no
violenta determinan un verdadero anacronismo, y las misiones suicidas nacen más bien como una respuesta frente a
la injusticia y no como el resultado de una teología o filosofía aceptada. La restauración de la justicia y las reglas
justas en los manejos de la nación y en las relaciones internacionales evaporan considerablemente la motivación de los
ataques suicidas.

Los evangelistas
El empleo de algún método para obtener adeptos es un punto inevitable dentro de cualquier religión. Los líderes
intelectuales de este grupo tienen la oportunidad de canalizar su enorme energía en el ejercicio de la piedad práctica,
como por ejemplo, la alfabetización, la construcción de viviendas para los sin techo y el establecimiento de comedores
y albergues populares.

CONCLUSIONES
¿Podrán los musulmanes alcanzar alguna vez el grado de sofisticación y educación necesario para evitar los cismas?
La respuesta no es clara. Debemos decir, sin lugar a dudas, que luego del atentado del 11-S, los musulmanes no
pueden darse el lujo de permanecer divididos.
La mejor oportunidad para el nacimiento de una corriente musulmana moderada que logre superar la desunión y
las divergencias todavía puede encontrarse en el Occidente. El nivel de educación que consiguen los musulmanes en
el Occidente es superior al que pueden adquirir en cualquier país musulmán debido al libre acceso a la literatura y a
la variedad de opinión. Estas posibilidades acercan al estudiante, de primera mano, a la instrucción de las diferentes
ideologías sin los filtros que están presentes en la mayoría de los estados musulmanes, como por ejemplo una visión
sesgada, la oposición del estado, la censura de la opinión o la opresión intelectual de la comunidad. Asimismo en
Occidente los musulmanes reciben la influencia de las tradiciones locales en cuanto a la libertad de expresión y la
defensa del criterio ajeno, pues en esta cultura una persona rebelde generalmente es tolerada e incluso celebrada, en
lugar de ser condenada al ostracismo.
La solución para la heterodoxia no descansa meramente en un cambio actitudinal. El surgimiento de un estado
modelo musulmán con justicia, pluralismo, éxito económico, dignidad e influencia en los asuntos mundiales, que
practica la democracia en base de los principios islámicos (shuracracia) sería el antídoto más efectivo para frenar las
tendencias extremistas de los musulmanes. Los musulmanes mirarían este modelo exitoso y podrían detener los
intentos de replicar el pasado.
¿Podría la cultura política dominante de Occidente, egocéntrica y frecuentemente maquiavélica, permitir que esto
ocurra? ¿Podría un estado musulmán superar los retos internos de su propia comunidad y emerger como un modelo
a seguir para los musulmanes de hoy? Y otra vez las respuestas no son contundentes. En la actualidad, Malasia es el
único estado viable para poder iniciar el proceso aunque Turquía tendría una remota posibilidad en manos de un
liderazgo modernista, pero no bajo el gobierno del ejército liberal secular que impera al presente.
Es evidente que antes de poder cumplir con el mandato coránico que demanda la unidad de la raza humana, los
musulmanes deberán dar el primer paso: conseguir el acuerdo de la propia comunidad islámica (umma).

ESTUDIOS ADICIONALES
Colin Chapman, Islam and the West: Conflict, Co-existence or Conversion? (Carlisle, UK: Paternoster, 1998).

Final de las lecturas básicas de la Lección 4. Ver APRENDE MÁS .

NOTA FINAL
1 La traducción de l Corán usada e n e ste artículo no fue se ñalada por e l autor.
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. ¿En qué aspectos ha cambiado el Islam a través de los siglos? ¿En cuáles se ha mantenido igual? ¿Qué desafíos
notables ha enfrentado?
2. Cómo ha sido capaz el Cristianismo de ajustarse a los diferentes tiempos y lugares? ¿Hay maneras en las cuales el
Cristianismo necesitaría adaptarse más para reproducirse alrededor del mundo? ¿O necesita adaptarse menos para
preservar su pureza y su unidad?
3. ¿Cómo analizan los musulmanes las múltiples divisiones dentro del Cristianismo? ¿Cómo podemos promover la
unidad del Cristianismo sin caer en el legalismo o en el libertinaje? (ver Col. 1:9-14, 3:12-17).

APRENDE MÁS
Leer Colin Chapman, Whose Promised Land? (Grand Rapids: Baker Books, 2002).
Don McCurry, Healing the Broken Family of Abraham (Colorado Springs: Ministries to Muslims, 2001).
Ver Malcolm X, protagonizada por Denzel Washington (Warner Studios, 1992).
Kandahar, protagonizada por Nelofer Pazira (Makhmalbaf Films, 2001).
Frontline: The Muslims (PBS, 2002).
Orar por las personas o países musulmanes que logre identificar en algún artículo de un periódico local. Interceda
específicamente por el individuo o la familia involucrados en dicha situación. Luego busque la respuesta a sus
oraciones en los resúmenes de noticias.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
LECCIÓN 5
VIDA COTIDIANA DE LOS MUSULMANES
REFLEXIONE
• ¿Cómo es la vida de una familia típica en la comunidad musulmana?
• ¿Qué hace fuerte a una familia musulmana?
• ¿Qué papel desempeñan la honra y la vergüenza dentro de la comunidad musulmana?
• ¿En qué se parecen una familia musulmana y una cristiana? ¿Cómo el honor y la vergüenza afectan la vida en su
comunidad?
• ¿En qué aspectos cambió el papel de la mujer en Occidente en los últimos cien años?
PUNTOS CLAVE
1. La cosmovisión moldea nuestras creencias, suposiciones y comportamiento.
2. Honrar y avergonzar a la familia extensa ya la comunidad local.
3. La familia, el ancla de la comunidad musulmana.
4. Papel de las mujeres en la vida cotidiana.
5. Ritos de paso.
6. Cómo la pobreza, la inestabilidad y la violencia afectan la vida cotidiana.
7. Las luchas diarias se centran en el matrimonio, los niños, la alimentación, la vivienda, la educación y la atención
médica.
8. Historias, poemas y canciones como medios de comunicación.
9. Encarnación: Cristo entra y redime la vida cotidiana.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVES Introducción
Las Prácticas Sociales Musulmanas
El Ayuno Y Las Fiestas
Honrando A Los Extranjeros
BÁSICAS La Comunidad Y Sus Costumbres
INTRODUCCIÓN

La mayoría de los musulmanes considera que el Islam es tanto un estilo de vida como un sistema de creencias,
pero la rutina diaria de esta mayoría puede tener poca semejanza con las prácticas formales de la religión.
Esta realidad se debe fundamentalmente a que el 80% de los seguidores del Islam no tiene procedencia árabe ni
tampoco habla el idioma. Ellos se parecen a muchos individuos que se denominan cristianos, pero que nunca leen la
Biblia y solo concurren a la iglesia durante los días de Navidad o la Pascua, y en las ceremonias de bodas o en los
funerales. Los rituales oficiados en ocasión del nacimiento, del noviazgo, del matrimonio y de la muerte, y las fiestas
anuales pueden ser enumerados como las experiencias religiosas más fuertes de la comunidad islámica. Sin embargo,
la vida diaria de casi todos sus integrantes consiste primariamente en la relación familiar y vecinal, en los aspectos
que tienen que ver con la alimentación, el descanso, el trabajo y el comercio, como así también con las actividades
comunes de los hombres, de las mujeres, de los niños, de la familia extendida y de los líderes comunitarios. Este
marco establece el contexto para la interacción de la siembra y la cosecha, la hospitalidad, la reciprocidad, la
competencia, la honra, la dádiva, la música, los concursos de poesía y los deportes.
El origen étnico particular de las familias musulmanas –sus costumbres, sus valores y su idioma– se fusiona con las
enseñanzas islámicas para conformar la cultura específica de una comunidad local. Aunque la expresión regional
puede mostrar múltiples similitudes con el Islam practicado en cualquier otro lugar del mundo, es evidente que el
sabor, el color, la riqueza y la diversidad de una zona determinada también pueden presentar ciertas contradicciones.
Si un musulmán fuera desafiado a explicar el Islam, seguramente podría articular los principios básicos con gran
precisión. En cambio si tuviera que describir a su familia, su comunidad y sus costumbres, desarrollaría un
panorama más extenso. No obstante, el musulmán no considera esta segunda descripción como una realidad
separada de la religión que había enunciado con anterioridad.
Generalmente, existe la percepción de que los musulmanes son personas acaudaladas, pero incluso en Arabia
Saudita la mayoría no lo son. De hecho, el ingreso promedio por persona en Arabia Saudita es menos de la mitad
que en los Estados Unidos. Casi todos los musulmanes sufren privaciones económicas y su estándar medio de vida es
inferior a una décima parte de la estimada para los Estados Unidos. Por consiguiente, la mayor inversión de su
tiempo y su energía está puesta en la obtención de las necesidades básicas para la familia, como por ejemplo, la
provisión de agua, de comida, de vestimenta y de vivienda. Otra gran cantidad de musulmanes vive en regiones
donde la guerra, la enfermedad, el hambre y los desastres naturales pueden perturbar la vida en cualquier momento.
Otros subsisten como refugiados, pues han sido forzados a huir de sus territorios originales. Aquellos que disponen
de los medios necesarios migran hacia las áreas urbanas o hacia los países ricos en busca de mejores condiciones de
vida. Aun así, las esperanzas, los sueños, las dudas, los temores, las necesidades y los deseos son notablemente
semejantes a los de cualquier mortal.
La cotidianidad es el marco de referencia en el cual se pone de manifiesto la fe de las personas. En virtud de ello y
con el fin de poder servir y entender cabalmente a los musulmanes, se hace necesario conocer las fuerzas que afectan
su vida diaria. Seguramente el máximo tiempo compartido con nuestros contactos musulmanes transcurrirá en torno
de la comida, ya sea en encuentros grupales o familiares. Entonces, aprender a relacionarnos en una forma correcta a
través de los vínculos familiares puede llegar a ser más efectivo que una discusión acerca de las creencias teológicas.
La llave principal para iniciar el camino hacia una comprensión más profunda del mundo musulmán es el
conocimiento del idioma y de la familia. El idioma implica mucho más que recibir una simple información técnica,
pues la lengua nativa expresa en sí misma las historias, los refranes, los proverbios, la poesía, la música y los gestos de
una cultura. Ciertamente pueden obtenerse algunos datos a través del inglés o puede efectuarse una compra
utilizando un dialecto comercial regional, como por ejemplo, el swahili, pero solo la lengua vernácula puede revelar
los detalles exactos y necesarios a la hora de entablar las relaciones de amistad. Sin una sólida comprensión del
idioma es probable que se pierda de vista la verdadera validación dentro de la cultura, como por ejemplo la
identificación de lo que es bello, de lo que es agradable, de lo que se sobrentiende o de lo que está prohibido.
Gran parte de la vida se desarrolla dentro de la unidad fundamental de la sociedad humana que es la familia. Las
percepciones del amor, la lealtad, el respeto, la verdad, la espiritualidad y los demás valores básicos se forman dentro
de ese ámbito. Por el contrario y bajo sus lazos estrechos también se producen los más profundos dolores: la
desconfianza, el rechazo, el chisme, el abuso, la falta de perdón, la amargura, el divorcio, la violencia y la muerte.
Asimismo, los musulmanes padecen los flagelos globales del desempleo, el alcoholismo, los juegos de azar y la
inmoralidad, que determinan la destrucción de la familia. Esta es la realidad, sea que vivan en pequeños poblados o
en grandes ciudades, sean profesionales o iletrados, sean líderes religiosos o activistas políticos, sean sedentarios o
nómades.

Por lo general, el valor de la honra y de la vergüenza ostenta el mismo grado de importancia dentro de las culturas
musulmanas que el idioma y la familia. La honra es el motor del comportamiento, el árbitro de la justicia y la
moneda de cambio. La fuerza circunscripta al honor trae vida y esperanza al individuo, a la familia y a la
comunidad, y el honor de una persona está atado al grupo y viceversa. El clan puede determinar la identidad del ser
hasta el punto extremo de privarlo de su sentido de individualidad por fuera del conjunto. Gracias a la influencia de
la modernidad y a la desestabilización de las tradiciones, las comunidades musulmanas van cambiando y pueden
experimentar un gran sentimiento de pérdida.
Debido al fuerte sentido de identidad grupal que tienen los musulmanes es necesario que los cristianos vayan más
allá de una simple comprensión de su modo de vida. La percepción de los musulmanes en cuanto a que los cristianos
son esos distantes extranjeros con un idioma desconocido y una estructura familiar diferente no favorece un posible
acercamiento. Si un musulmán no ve que el cristiano tiene sus mismas necesidades y luchas no va a mostrar interés
alguno en relacionarse con él. Para compartir el Cristianismo con los musulmanes debemos estar dispuestos a exhibir
los valores cristianos en nuestra vida y también a manifestarnos prestos para recibir sus aportes. Hay mucha gente
que no pide ayuda aun cuando se la ofrecen, aunque a veces las mejores amistades se inician cuando un cristiano
solicita el favor de un musulmán. Jesús dio el ejemplo en aquella ocasión en que pidió agua para beber a la mujer
samaritana (Juan 4:7). Mediante las relaciones de amistad podemos aprender acerca de la hospitalidad, la lealtad y la
honra, y también podemos recibir mientras que estamos dando.
Por otro lado, si el cristiano esconde su vida real con las luchas propias y se parapeta detrás de las paredes del
comportamiento religioso externo, se convierte en una persona inaccesible y ajena a los musulmanes tanto como ellos
pueden parecerle al cristiano. Para presentar la obra salvadora de Cristo y para mostrar el poder de Dios que opera
en el cristiano será necesario exhibir ante los musulmanes la vida diaria imperfecta, pues las relaciones de amistad
funcionan sin encubrimientos. Las palabras tienen poco significado si no están respaldadas con el ejemplo de la vida,
y pueden ser peligrosas si no denotan cambios.
En este aspecto es recomendable considerar el abordaje que hace el apóstol Pablo:
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras
o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve
entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada
en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Co. 2:1-5).
K.S., editor
LA COSMOVISIÓN REPRESENTADA EN
LA VIDA DIARIA
Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un
amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame
tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de
viaje, y no tengo qué ponerle delante? (Lc. 11:5-6).
Día tras día, la comunidad musulmana demuestra
mayor preocupación por mantener las tradiciones y las
relaciones de amistad que por una agenda cargada de
actividades. Los saludos y los intercambios de noticias
son más importantes que las realizaciones y el progreso.
Aun entre los pobres, tanto la visitación como el agasajo
de los comensales son asuntos prioritarios. Para los
occidentales las palabras de Jesús, citadas en el
evangelio de Lucas, no tienen mucho sentido. Si una
persona golpea a la puerta de su vecino a medianoche
para pedirle pan, probablemente provoque un llamado a
la estación de policía. En la cultura occidental los
vecinos realizan escasos intercambios, pero para los
musulmanes la vida está llena de estas acciones. Es
común que los cercanos pidan ayuda, comida y aun
dinero. Un vecino no envía a su semejante con las
manos vacías porque él mismo puede llegar a tener una
necesidad similar en el futuro.
Esta lealtad y cooperación hacia el prójimo están
presentes en los grandes eventos comunitarios, como
por ejemplo en las celebraciones de los días festivos. A
menudo, el vecindario musulmán cuenta con grupos
femeninos que colaboran con los proyectos sociales, y
las mujeres ponen sus recursos para hacer grandes
compras. Con esta misma estrategia se llevan a cabo
diversas empresas. Por otra parte, un empresario
prudente puede conservar en su nómina a un trabajador
improductivo, simplemente porque la familia de éste
aporta para su mantenimiento mediante el patrocinio
del negocio.
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam
LAS PRÁCTICAS SOCIALES MUSULMANAS
por Phil Parshall

NOTA DEL EDITOR


Parshall describe las prácticas sociales musulmanas en términos de sensibilidad por parte de los plantadores de
iglesias hacia la cultura local, y las necesidades de los creyentes de cultura musulmana (CCM). La lista de
adaptaciones contextuales y puentes sugeridos pueden apreciarse como tempranas para nuestra consideración, pero
vale la pena.

LOS FESTIVALES
Los festivales son el eje de la actividad social dentro de la comunidad musulmana. En tanto que los festejos populares
autóctonos en áreas particulares fortalecen la unidad regional, las celebraciones de regocijo a nivel global promueven
la identidad social y la solidaridad. Las principales conmemoraciones son Id al-Adha, Id al-Fitr, Maulid al-Nabi y
Lailat al-Baraa.
• Id al-Adha (Qurbani Id) es la fiesta del sacrificio. Se celebra en el décimo día de dhu al-Hiyya y marca el final de la
Hégira. Se recuerda la disposición de Abraham de sacrificar a su hijo Ismael y la provisión de un carnero por parte
de Alá como el sustituto. El sacrificio es obligatorio para todo musulmán que puede obtener un carnero u otro
animal, se lleva a cabo en cada comunidad musulmana y es parte de los rituales del Hajj. La carne es compartida
con los pobres.
• Id al-Fitr, “la fiesta de la ruptura del ayuno” es el principal festejo programado de tres días que señala el final del
ayuno de Ramadán. Se realiza una gran cantidad de visitas de casa en casa y se usa vestimenta nueva.
• Maulid al-Nabi, el natalicio del profeta Muhammad, se produce en el duodécimo día de rabi al-Awwal. La
extensión de la fiesta varía de acuerdo a cada nación islámica y en general no es un día festivo público. Los grupos
religiosos organizan seminarios especiales acerca de la vida del profeta y leen diversos poemas (qasida) que exaltan
su comportamiento y sus logros.
• Lailat al-Baraa, (shab-i-Barat, en persa) o “la noche de los registros” es el festival observado durante la
decimocuarta noche de shaban. Un alegato de Muhammad afirma que mientras dura esa noche, Dios anota en el
barat (o registro) todas las acciones que los hombres realizarán a lo largo del año entrante, y también inscribe a los
seres que nacerán y morirán en ese lapso de tiempo. Muhammad ordenó a sus seguidores a permanecer despiertos
toda la noche, a repetir ciertas oraciones y a iniciar el ayuno en la mañana siguiente. (A menudo, la fiesta y la
alegría tienen mayor gravitación que el ayuno, especialmente entre los más jóvenes.)1
A continuación se detallan diversas características de las celebraciones musulmanas.
• Todas las fiestas son de índole religioso. Las personas realizan los rituales correspondientes e identifican las
ceremonias con el ayuno, el festejo y la limosna.
• Los festivales tienen una función sociológica. Los tiempos de celebración son muy esperados por toda la sociedad y
los creyentes nominales participan con gran entusiasmo, al igual que los cristianos aparentes cuando festejan la
Navidad.
• Resulta difícil para los nuevos CCM del Islam no participar en alguna medida de las celebraciones. Ellos deberían
ser comprendidos en cuanto al sentimiento de seguir ostensiblemente el dictamen de la sociedad musulmana en
cuanto a las fiestas.
• El extranjero debe respetar las celebraciones musulmanas. Por ejemplo, no puede comer en público durante el mes
de ayuno. Probablemente, la actitud más sensata sería cerrar las oficinas e instituciones en las fechas
conmemorativas.
• La Navidad y la Pascua pueden ser fiestas sustitutas de los días religiosos islámicos, pero deben celebrarse
siguiendo las formas culturales apropiadas. Los CCM buscarán desarrollar las festividades dentro del marco más
cercano posible a las normas sociales. El énfasis debe centrarse en el significado espiritual de ambas
conmemoraciones cristianas. Por ejemplo, yo cuestiono que Santa Claus entregue regalos a los niños cristianos
nacionales en un país predominantemente musulmán.
• En algunos países islámicos los cristianos tienen acceso a la radio y a la televisión, en las fechas de Navidad y
Pascua, con los gastos a cargo del gobierno. Los programas deben estar muy bien preparados, con contenido
cultural y espiritual, a fin de comunicar claramente el mensaje de Cristo.
EL CALENDARIO MUSULMÁN
Los musulmanes hacen el recuento de los años a partir de la Hégira, es
decir desde el momento en que Muhammad emigró a la ciudad de
Medina. Se supone que dicho evento ocurrió el 16 de julio de 622 (d.C.), el
día que marcó el inicio del año primero de la hégira (A.H. 1). El año
musulmán sigue un calendario lunar de 354 días, o sea con 11 jornadas
menos que su par gregoriano.
Nombre del mes Eventos
1. Muharram Año Nuevo islámico (1),
Ashura (10)
2. Safar
3. Rabi al-Awwal Maulid al-Nabi (12)
4. Rabi al-Thani
5. Jumada al-Awwal
6. Jumada Athani
7. Rajab Lailat al-Miraj (27)
8. Sha‘ban Lailat al-Baraa (15)
9. Ramadan Lailat al-Qadr (27)
10. Shawwal Id al-Fitr (1)
11. Dhu al-Qa’da
12. Dhu al-Hijja Hajj (7-10),
Id al-Adha (10)

EL RITMO DE VIDA MUSULMÁN


Hay cuatro movimientos en el ritmo de vida musulmán.
El primer accionar es común a todas las personas e
incluye la comida, el descanso, el trabajo y cualquier
otra actividad relacionada con la vida cotidiana. El
segundo flujo tiene que ver con las formas rituales de la
fe: las cinco oraciones diarias, el ayuno anual, la
peregrinación una vez en la vida, etc. La tercera
actividad se desprende del calendario festivo islámico.
El cuarto y último movimiento es el suministrado por el
protocolo de pasaje de las familias musulmanas que va
desde el nacimiento hasta la muerte. Estas cuatro
corrientes se entrelazan unas con otras conformando el
ritmo de vida musulmán.
Ada pta do de Rol a nd Mi l l er, Mus l i m Fri ends : Thei r Fa i th a nd
Feel i ng (St. Loui s , Mo.: Concordi a Publ i s hi ng Hous e, 1995), p.
290.

LAS PRÁCTICAS EN EL NACIMIENTO


No hay requerimientos específicos en el Corán en cuanto a las costumbres que deben ser observadas en el nacimiento
de un bebé. De hecho, la circuncisión solo se encuentra en las tradiciones.
La comunidad musulmana realiza las siguientes prácticas comunes:
• En el día de su nacimiento, el bebé es envuelto en pañales y es presentado a los familiares y amigos en una reunión.
El sacerdote recita la oración musulmana en el oído del pequeño. De acuerdo con la tradición se distribuye la
limosna a los pobres, la cual debe ser igual al peso del pelo del recién nacido. Los vecinos visitan la casa y llevan
regalos al infante.
• Después de siete días se realiza el sacrificio llamado aqiqa. En el caso de ser un varón está reglamentada la ofrenda
de dos ovejas o de una cabra, pero si es una niña solo es necesario un ejemplar, ovino o caprino. Los animales deben
ser sin defecto alguno. Al momento de ejecutar el sacrificio, el padre del bebé exclama: “¡Oh Alá! Ofrezco este
animal en lugar de mi hijo, su sangre por la sangre de él, su carne por la carne de él, sus huesos por los huesos de él,
su piel por la piel de él y su pelo por el pelo de él. ¡Oh Alá! ¡Yo hago esto por el rescate de mi hijo del fuego, en el
nombre de Alá, el grande!” Los animales son desollados y fraccionados en tres partes iguales para ser repartidas.
Una porción es entregada a la partera, otra es dada al pobre y la restante es usada por los miembros del hogar. Las
razones imperiosas para efectuar esta ceremonia han sido expuestas por Bevan Jones.
“Si es ta ceremoni a no es rea l i za da a l momento del na ci mi ento, en el úl ti mo día Di os no l l a ma rá a l i nfa nte con el nombre da do por s us
pa dres . Se cree que Muha mma d a mones tó de ta l ma nera a l os pa dres . Una a cti tud negl i gente frente a es te ceremoni a l i mpl i ca rá que l a
“ma no” del i nfa nte no s erá “buena ” a l o l a rgo de toda s u vi da . Por el contra ri o, ha y benefi ci os deri va dos del s a cri fi ci o, como por ejempl o
l a s eguri da d de s er l i bra do de toda cl a s e de des gra ci a s y el a mpa ro en contra de l a i nfl uenci a de Sa ta ná s . El cuerpo es puri fi ca do por es te
ri to y es ta rá l i mpi o en el día de l a res urrecci ón. Ademá s es tá ga ra nti za do que el i nfa nte que muere des pués de l a ceremoni a vi vi rá . Si n
emba rgo, s i el pequeño muere dura nte l a ni ñez y s us pa dres va n a l i nfi erno, a quel podrá el eva r l a s ora ci ones a Di os en fa vor de el l os y
l a s puerta s del pa ra ís o l es s erá n a bi erta s .”2

• La elección del nombre del niño es una cuestión de importancia considerable y comúnmente es asignado al
séptimo día de vida. El nombre debe ser conferido por el miembro más veterano de la familia o por un hombre fiel
que recita el Corán, pues ciertamente elegirá uno de acuerdo con el santo libro.
• Recién cuando aprende a hablar o a la edad de cuatro años, cuatro meses y cuatro días, el niño recibe la enseñanza
del bismillah, el recitado islámico que dice: “En el nombre de Dios, el misericordioso, el gracioso”.
• La opinión de los médicos suníes es que la circuncisión de un niño debe realizarse a los siete años de edad, pero la
fecha elegida varía mucho dentro del mundo musulmán. Generalmente la cirugía es practicada por un barbero.
Cuando el infante llega a la pubertad está obligado a observar las costumbres de la ley islámica; no obstante ello,
sus padres tienen la incumbencia de instruirlo previamente en la enseñanza de las oraciones y del Corán.
• A continuación se detallan ciertas prácticas animistas que acompañan al nacimiento.

Antes del a l umbra mi ento s e prepa ra un a mul eto es peci a l , el cua l s e confecci ona con s i ete gra nos de di ferentes ti pos de cerea l que s on
cos i dos en una bol s a . Entonces cua ndo el bebé na ce ya cuenta con un a mul eto de s u pertenenci a . Dura nte l os pri meros s i ete día s de vi da
del bebé, l a ma dre no debe gol pea r a ni ngún ga to, ca s o contra ri o a ca rrea rá s u propi a muerte y l a de s u hi jo. Al s épti mo día s e enci enden
vel a s y s e col oca un ja rro l l eno de a gua cerca de l a ca beza del bebé, pues de es te modo s e ga ra nti za l a protecci ón en contra de l os ma l os
es píri tus . Ademá s l a ma dre pos ee un pl a to bl a nco que expone determi na dos vers os del Corá n que ha n s i do es cri tos con a gua de a l mi zcl e
o con ti nta . Entonces el pl a to es i nunda do con a gua , el col ora nte es di s uel to y el l íqui do res ul ta nte es bebi do como una poci ón.3

• Dejando a un lado las prácticas animistas, nos preguntamos cómo deberían actuar los CCM con respecto a las
ceremonias de nacimiento que han sido tan comunes a lo largo de las generaciones musulmanas.
• El ritual de nacimiento debe ser seguido. Este es un tiempo de alegre celebración. El nombre de Dios y de Jesús
puede ser susurrado en el oído del bebé. En efecto yo conozco a un misionero que realizó esta práctica con su
primer hijo.
• El sacrificio aqiqa presenta un desafío mayor. En lugar de ofrecer un animal a Dios para obtener la protección del
infante contra cualquier ataque de Sanatás, puede convidarse una fiesta para la familia y los amigos. Durante el
evento pueden leerse versículos bíblicos en referencia al único y suficiente sacrificio de Cristo. Asimismo, se puede
elevar una oración por el bebé y dedicarlo formalmente a Jesús.
• Ponerle un nombre del Antiguo Testamento a un recién nacido puede ser parte de la ceremonia del séptimo día. El
apelativo pude ser deletreado y pronunciado como se sugiere en el Corán.
• Todo bebé varón debe ser circuncidado. Por consiguiente, la observancia de esta práctica por parte de los hijos de
los CCM es una importante muestra de identificación con los musulmanes.

LA PROTECCIÓN DEL HONOR DE


LAS MUJERES
La vida diaria dentro de una familia musulmana refleja
los patrones comunitarios referidos al honor y a la
vergüenza. Un proceder inmodesto o desobediente
implica el debilitamiento de la familia y pone en peligro
su integridad. El honor del clan reposa en la castidad de
las mujeres. Ellas deben mantener la virginidad mientras
las mujeres. Ellas deben mantener la virginidad mientras
están solteras y la fidelidad a su esposo durante el
matrimonio. Si una mujer no guarda el honor con su
buen comportamiento, la familia puede repudiarla,
mutilarla o matarla a fin de restablecer su reputación
del grupo. Sin embargo, aunque las mujeres tengan un
comportamiento digno, viven con el miedo de ser
juzgadas por alguna conducta sexual ilícita.
El Corán y el Hadiz establecen ciertos parámetros que
son considerados por los musulmanes como las
orientaciones divinas en cuanto al matrimonio y a la
mujer ideal. El marido debe amar, suplir y proteger a la
esposa, y ella debe tener como prioridad a la familia. En
la medida en que cada miembro obedece las leyes
islámicas, sus acciones traerán el honor tanto a la
familia como a la comunidad. Algunas referencias son:
• La vestimenta y el comportamiento de la mujer deben
ser modestos.
• La mujer nunca debe estar a solas con un hombre
ajeno a la familia extendida.
• Los jóvenes deben casarse de acuerdo con la voluntad
familiar.
• Los niños deben honrar y obedecer a sus padres, aun
cuando llegan a la edad adulta.
• Las mujeres y los niños respetan la autoridad
masculina.
• La mujer que da a luz un hijo honra a la familia y no
debe sentir vergüenza.
• El embarazo fuera del matrimonio es la mayor
vergüenza.
Si un miembro rompe con la fe y las tradiciones,
acarrea vergüenza sobre la familia. Algunos entienden
que es mejor la muerte prematura del desertor antes de
que él continúe sumando la vergüenza a la comunidad.
El temor de traer la vergüenza y el castigo, sobre uno
mismo y su familia, es un poderoso motivador para la
sumisión.
Para algunos extranjeros este estrecho lazo familiar
puede parecer excesivamente restrictivo y también
peligroso respecto a la pérdida de la identidad y de la
elección personal. Sin embargo, el vínculo familiar trae
el beneficio de la seguridad y el sentido de la
pertenencia.
Fuente: Annee W. Rosa, www.frontiers.org

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Mary Ann Cate and Karol Downey, From Fear to Faith:
Muslim and Christian Women (Pasadena, Calif.: William
Carey Library, 2002). www.wclbooks.com.

LAS COSTUMBRES DEL MATRIMONIO


De acuerdo con la diversidad islámica, los estilos y ceremoniales del matrimonio varían a lo largo de todo el mundo
musulmán, de modo que solo vamos a definir los ritos más representativos. Dentro del Islam, la mujer guarda el
lugar de sumisión a su marido. Muhammad dijo: “La mejor mujer es aquella que es amada por su marido y por sus
parientes, es aquella que es humilde en la presencia de su marido y siempre lo oye, es aquella que se embellece y es
alegre exclusivamente para el gozo de él, es aquella que es virtuosa, modesta y retraída ante los demás”.4
La mayoría de las mujeres musulmanas se casa y es considerada una rareza que una mujer permanezca soltera
luego de la edad universitaria. El promedio de edad para el casamiento es aproximadamente a los catorce. Los
hombres están autorizados a casarse con cuatro mujeres. La sura 4.3 declara: “Entonces, casaos con las mujeres que
os gusten: dos, tres o cuatro. Pero, si teméis no obrar con justicia, entonces con una sola.” En los siguientes párrafos se
desarrolla el contenido en cuanto a la usanza del matrimonio que puede incluir ceremonias elaboradas y algunas
tradiciones previas.
• El vínculo legal del matrimonio puede ser acordado años antes de la boda por las familias de los futuros
contrayentes.
• Las dificultades familiares pueden sobrevenir a causa de los hijos rebeldes que no desean acatar las obligaciones
impuestas.
• De acuerdo con la ley musulmana, el matrimonio es un contrato civil, por lo tanto es necesario el consentimiento de
ambas partes con la presencia de testigos. Un imán enuncia los derechos y las obligaciones de los consortes y luego
pregunta a ambos si aceptan el flamante convenio. En base de las respuestas afirmativas se da por concluida la
ceremonia del matrimonio. Más tarde, se realiza una fiesta en la casa paterna del varón.5
• El matrimonio no se efectúa en una mezquita, sino en una casa u otro lugar convenido. El imán imprime el
contenido religioso y el novio debe repetir diversas expresiones y fragmentos:
“Yo des eo el perdón de Di os .”
“No ha y di os s i no Di os y Muha mma d es s u profeta ”.
Cua tro ca pítul os del Corá n que no ti enen rel a ci ón a l guna con el ma tri moni o, pero que má s bi en pa recen ha ber s i do s el ecci ona dos por
s u breveda d.
La profes i ón de fe en Di os , en l os á ngel es , en el Corá n, en l os profeta s , en l a res urrecci ón y en l os decretos a bs ol utos del bi en y del
ma l .
La celebración del casamiento cristiano en las tierras islámicas tiene unas pocas diferencias con respecto a la forma
musulmana. Las divergencias son:
• Los cristianos prefieren realizar su boda en una iglesia. El ministro cristiano pedirá a la pareja que se siente junta
para hacer sus votos, pero en el caso de los musulmanes, la pareja se sentará en salones separados. Entonces, el
imán irá a ambos, por separado, para la profesión de los votos.
• El novio musulmán le promete el pago de una determinada cantidad de dinero a la novia, en el supuesto caso de
un futuro pedido de divorcio. Entre los cristianos no sucede así, con excepción de algunas zonas aisladas.7
• La boda persa está repleta de un profundo y significativo simbolismo. Dicho ritual puede ser mantenido; por lo
tanto, el CCM debe tratar de ser original en la organización del ceremonial a fin de incorporar lo mejor de la
cultura musulmana y también las verdades bíblicas y el testimonio. Es cierto que hay variedad entre una y otra
cultura, pero una ceremonia llena de prácticas occidentales y carente de significado y comprensión para la
comunidad musulmana debe ser evitada.

LOS RITOS FUNERARIOS


Las costumbres funerarias cambian de acuerdo a las distintas localidades, pero hay ciertos hilos conductores
comunes. Por ejemplo:
• Cuando un musulmán está próximo a la muerte es exhortado a repetir su afirmación de fe en Alá. Si debido a un
estado avanzado de deterioro el yacente se encuentra imposibilitado, un amigo o pariente puede hacer la
declaración islámica en su lugar. En el instante en que ocurre el deceso, los cercanos al difunto empiezan a hacer
lamentación y a recitar el Corán. Los pies del fallecido deben posicionarse en dirección a la Meca, y la boca y los
ojos deben ser perfectamente cerrados. Un perfume es esparcido sobre el cuerpo.
• El lavado del cuerpo es un acto extremadamente importante y debe ser realizado por un pariente u otra persona
asignada para tal fin. Existen especificaciones reglamentadas acerca de las partes del cuerpo que deben ser lavadas
primero como así también de las veces en que el cuerpo debe ser movido. Este proceso se lleva a cabo con mucho
cuidado, pues se cree que el cuerpo todavía está sensible a los dolores en las primeras horas posteriores a la muerte.
• Por lo general, el servicio religioso no se desarrolla en una mezquita, sino en algún campo abierto cercano a dicha
institución o a la casa del difunto. Durante el servicio se elevan las oraciones en favor de su alma.
• Cuando una persona muere, los ángeles vienen a preguntarle acerca de sus hechos terrenales. El cuerpo debe ser
enterrado lo más pronto posible a fin de no dilatar la espera. La tumba es excavada en conformidad con ciertas
normas relativas a la dirección, la longitud y la profundidad. Los ataúdes son escasamente utilizados y el cadáver es
envuelto en una mortaja blanca.
Des pués de l a ceremoni a funera l , l a fa mi l i a del fa l l eci do debe perma necer en s u ca s a dura nte di ez día s pa ra reci bi r l a vi s i ta de l os
a mi gos y pa ri entes . En el día tercero s e orga ni za un s ervi ci o es peci a l l l a ma do kol , en el cua l mucha s pers ona s l een el Corá n, en voz a l ta ,
pa ra benefi ci o del a l ma del di funto. Luego s e di s tri buye comi da entre l os ni ños . En el día déci mo s e l l eva a ca bo otro ri tua l y uno má s en
l a cua dra gés i ma jorna da . Dura nte es tos cua renta día s , es neces a ri o da r a l i mento a l s a cerdote mus ul má n y, s egún s e cree, es te a l i mento
l l ega a l a pers ona muerta .8
Hace muchos años atrás, la madre de un amigo musulmán murió en forma repentina. Entonces yo recibí la
invitación de mi amigo para estar por tres días completos en su casa. Su padre había muerto un tiempo antes y por
haber sido él un alto oficial del gobierno, el deceso de su esposa estaba en la portada de los periódicos. La élite de la
ciudad llegó a la casa de mi amigo para ofrecer las condolencias.
Primero, el ritual de lavado del cuerpo. Luego, durante cuarenta días y cuarenta noches, el recitado del Corán y las
oraciones por parte de los sacerdotes “profesionales” contratados. La familia tuvo un tiempo de duras negociaciones
con estos hombres para arribar a un acuerdo con respecto al precio exigido por sus servicios. Una vez resuelta la
cuestión monetaria comenzó el período de oración por el alma con profunda seriedad. El quinto día se desarrolló el
ritual de repetición de las 125.000 oraciones a favor de la difunta y más de dos centenares de personas participaron
en este servicio.
El funeral fue retrasado por muchos días en espera del arribo del hijo mayor de la familia, proveniente de
Inglaterra. Aproximadamente un centenar de hombres, alineados en el patio frente al ataúd, oraron juntos por el
alma de la mujer. Más tarde, me tocó manejar la camioneta que cargaba el ataúd hasta el aeropuerto. Allí el
gobierno había proporcionado un helicóptero para transportar el féretro a su lugar de entierro. De camino a la
estación aeroportuaria, los dos hijos de la difunta me exhortaron a conducir despacio para evitar los golpes y las
sacudidas.
Los servicios funerarios para los CCM deben ser evaluados a la luz de las prácticas musulmanas. Pueden ser tenidos
en cuenta los siguientes aspectos:
• El simple hecho de realizar el servicio religioso en un campo cercano a la casa del fallecido puede ser una decisión
fácilmente adoptada. Por supuesto que los rituales en cuanto al recitado de las oraciones por el muerto deben
omitirse. Sin embargo pueden encontrarse sustitutos apropiados.
• Las reuniones en memoria del muerto pueden celebrarse durante los mismos días propuestos por la tradición
musulmana. Estas citas deberían tener el propósito de honrar la vida y el testimonio de la persona amada. Es
probable que de no concretarlas, la comunidad musulmana concluya que la persona fallecida no era ni amada ni
respetada.
Las sugerencias que han sido hasta aquí desarrolladas, lejos de imponer directrices específicas, intentan demostrar
que el comunicador cristiano debe hacer las aplicaciones pertinentes de acuerdo con su situación particular.
LA FIESTA DEL SACRIFICIO
Cada año los musulmanes alrededor del mundo celebran
la fiesta de Id al-Adha, también conocida como la Fiesta
del Sacrificio o Fiesta Grande (Id Al-Kabir). En el sur
asiático se denomina Bakr Id y entre los turcos Kurban
Bayram. En esta ocasión gran cantidad de fieles
sacrifican una oveja o una cabra en conmemoración de
la redención que Dios proporcionó al hijo de Abraham,
según consta en el texto coránico (sura 37.99-113).
El judaísmo enseña un evento similar en Génesis 22:1-
19. “Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo
para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le
dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano
sobre el muchacho… y fue Abraham y tomó el carnero, y
lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo” (vv.10-13).
Aunque los judíos no evocan este suceso específico en
una fecha determinada, su significado se halla implícito
en la Pascua. La Pascua recuerda a los judíos la noche
en la cual Dios libró a sus hijos primogénitos de la
muerte en Egipto. El ángel heridor “pasó por alto” las
casas de aquellos que habían pintado el marco de la
puerta con la sangre de un cordero sacrificado (Éx. 12:1-
14).
Ahora bien, si los cristianos creen en el sacrificio de
Abraham y en la Pascua, ¿por qué ellos no celebran
tales acontecimientos? ¿Es que acaso hay una Pascua
cristiana? El Injil dice que los seres humanos están
espiritualmente muertos. El pecado es el abismo que
separa al hombre de Dios. Jesucristo fue crucificado y
murió como un sacrificio de justicia para la raza
humana. Así como Dios salvó de la muerte al hijo de
Abraham mediante la sangre de un carnero, así también
Dios redimió al mundo por medio de la sangre de su Hijo
Jesucristo. Jesús se convirtió en el verdadero Adha: Él
era el Cordero de Dios, sacrificado para liberar a la
humanidad del pecado y, por su intermedio, Dios cruzó
el abismo que separaba al hombre de Él.
Los acontecimientos del Adha y de la Pascua fueron
lecciones que Dios usó para que los hombres puedan
entender la verdadera redención. La Biblia dice que “la
sangre de los toros y de los machos cabríos no puede
quitar los pecados” (He. 10:4) y que “todas nuestras
justicias son como trapo de inmundicia” en comparación
con la justicia de Dios (Is. 64:6). Ningún ser humano
puede pagar la enorme deuda que tiene con Dios. La
buena noticia es que Dios envió a Jesucristo como el
perfecto Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo. Tanto el Adha como la Pascua son recordadas
en una gloriosa celebración de la crucifixión y la
resurrección de Jesucristo (en inglés, Easter y en árabe,
Id al-Qiyama). Jesucristo es el Adha para las personas
de todas las naciones y razas. A través de Jesús, la
humanidad puede tener comunión con Dios y
experimentar su amor y redención.
Ada pta do de Fua d Is s a , Adha i n the Injeel (Indi a na pol i s : Ara b
Interna ti ona l Mi ni s try, 1995). Us a do con permi s o.
NOTAS FINALES
1. L. Be van Jone s, The Pe ople of the Mosque (Calcutta: YMCA Publishing House , 1939), p. 129.
2. Ibíd., pp. 411–412.
3. Samue l M. Zwe me r, Across the World of Islam (Ne w York: Fle ming H. Re ve ll, 1929), pp. 127–128.
4. Be ss Donaldson, The Wild Ruc: A Study of Muhammadan Magic and Folklore in Iran (Ne w York: Arno Pre ss, 1978 e dición re impre sa e n
1938), p. 48.
5. Maulana Muhammad Ali, The Re ligion of Islam (Lahore : The Ahmadiyya Anjuman Ishaat Islam, 1936), pp. 628–629.
6. Thomas Patrick Hughe s, A Dictionary of Islam (London: W. H. Alle n and Company, 1895), p. 318.
7. Anwar M. Khan, “Strate gy to Evange lize Muslim Jats in Pakistan” (te sis Mae stro e n Te ología, Fulle r The ological Se minary, 1976), p. 22.
8. Ibíd., p. 29.
EL AYUNO Y LAS FIESTAS
por Marti Smith

Los musulmanes alrededor del mundo observan cada año el Ramadán (o Ramazán), el mes sagrado de saum o
el ayuno religioso. Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico y se adelanta diez días cada año, por lo
tanto puede ocurrir en primavera, en verano, en otoño o en invierno. La sura 2.183-188 proporciona directrices para
el ayuno con respecto a la ingesta de abundante comida antes del amanecer: “Comed y bebed hasta que, a la
alborada, se distinga un hilo blanco de un hilo negro. Luego, observad un ayuno riguroso hasta la caída de la noche.
Y no toquéis a vuestras esposas mientras estéis de retiro en la mezquita. Estas son las leyes de Alá” (sura 2.187).
Si el Ramadán transcurre durante los meses más calurosos del año, el ayuno puede tener una duración de hasta
quince horas diarias y su práctica puede resultar bastante difícil. El ayuno es estricto y está prohibido el consumo de
todas las comidas y las bebidas para el conjunto de los adultos, con excepción de las mujeres embarazadas, de las
menstruosas, de las madres que están amamantando a su cría, de las personas enfermas y de los ancianos en
extremo. Tampoco está permitido fumar y en algunos lugares los musulmanes no se bañan ni tragan su propia saliva
durante las horas de luz. Los niños pequeños están eximidos del ayuno, y las personas que viajan están habilitadas a
elegir su observancia, aunque se espera que ellas recuperen más tarde los días perdidos del ayuno. Después de la
puesta del sol, la comunidad rompe el ayuno en forma conjunta ya que el ayuno islámico es un evento público y
comunitario, y la fiesta que le sigue también lo es. Especialmente durante los primeros tres días del Ramadán, las
escuelas y las empresas pueden permanecer cerradas con el propósito de favorecer la reunión de la familia.
Durante el Ramadán, las calles suelen estar casi despobladas en el transcurso del día, pero por la noche, cuando se
rompe el ayuno, las ciudades musulmanas vuelven a la vida. Las personas que generalmente están muy ocupadas
para encontrarse planifican reuniones especiales en ese tiempo. Particularmente en los países árabes, la fiesta puede
prolongarse hasta altas horas de la noche y, quienes pueden hacerlo, dormirán una gran parte del día siguiente. Esta
situación produce un cambio radical en los patrones de vida durante el mes de ramadán y reduce las dificultades del
ayuno. Entonces, el día se convierte en la noche y viceversa.
Mantener el ayuno en una comunidad secularizada o en una sociedad con minoría musulmana es mucho más
difícil, pues requiere que las tareas ordinarias deban ser desarrolladas aun con las dificultades del ayuno. Para los
fieles que tienen que cumplir con su trabajo y continuar con la vida diaria, el cansancio y la irritabilidad se
transforman en compañeros habituales, y en estas condiciones el ánimo puede estallar. Aunque el ayuno puede ser
un punto a favor del orgullo, también puede enseñar la paciencia, la humildad, la manifestación de las propias
debilidades y la construcción del autocontrol. Las personas que comparten el ayuno pueden orar juntas y animarse
mutuamente, pues alguno se dará cuenta si otro siente la tentación de esconderse para tomar un vaso de agua o para
fumar un cigarrillo.

TIEMPO PARA LA SANTIDAD


Los rituales y las prohibiciones del Ramadán van más allá de las observancias en cuanto a la comida y a la bebida.
Mientras dura el mes sagrado, el conjunto de los fieles debe renunciar a todo pensamiento y comportamiento
pecaminoso, pues está contraindicado dar rienda suelta a prácticas de dudosa moralidad tales como hablar chismes,
manifestar la ira, salir con una pareja o ver ciertos tipos de películas. El Ramadán es un tiempo para incursionar
dentro de uno mismo, para orar y para acercarse a Dios y a los individuos de la comunidad. Sobre todo los hombres
adultos sienten la necesidad de abstenerse de las conversaciones mundanas para dedicarse a la oración y al recitado
del Corán. Algunos musulmanes creen que las oraciones y las acciones justas tienen un valor superior al ser
practicadas en este período, en consecuencia más personas se unen a las oraciones rituales y a las actividades extras
programadas para tal fin. La perspectiva de ganar recompensas en el cielo, por buenas obras realizadas durante el
Ramadán, alienta a los musulmanes a perseverar.
Una gran cantidad de musulmanes seculares, que generalmente no cumplen con los deberes del Islam, observan el
ayuno al menos en parte. El hecho de compartir las dificultades que ocasiona el ayuno une a los fieles y fortalece el
sentido comunitario. Por otro lado, los musulmanes más concienzudos desprecian a aquellos que llevan una vida
impía como norma constante, pero que pretenden ser “santos” durante el Ramadán. También rechazan a los que
hacen trampas y a los que ponen excusas para no participar del ayuno.
TIEMPO DE HOSPITALIDAD
La comida elaborada es la característica principal de la hospitalidad en muchas comunidades musulmanas y, por
ende, es el foco especial de atención durante el mes sagrado. La práctica común es invitar a los amigos, familiares y
vecinos para la reunión y la oración, y para romper el ayuno. Un occidental convertido al Islam describió tales
reuniones de la siguiente manera:
“Nunca ol vi da ré l a s pri mera s veces que fui i nvi ta do a cena r en l a ca s a de unos mus ul ma nes porque s u generos i da d fue i mpres i ona nte.
No s a bía de qué ma nera s debía proceder. Rea l mente el l os pa recía n es ta r poni endo en prá cti ca el Ha di z cua ndo di ce: “Qui en cree en Al á y
en el úl ti mo día debe s er generos o con el hués ped que l o vi s i ta ”.
“Rea l mente a l go di gno de s er di s fruta do es el s ervi ci o de mes a que bri nda n l os mus ul ma nes dura nte el mes del Ra ma dá n. Pri mero s on
s ervi da s l a s s opa s y l os dá ti l es , l uego l os tres o cua tro pl a tos pri nci pa l es de ca rne de cordero, de pol l o y de va ca , con curry, a rroz, cus cús y
pa s ta s . A conti nua ci ón s e repa rten l os pl a tos s ecunda ri os de ens a l a da s , de hummus y de verdura s , pa ra fi na l i za r con l a s torta s , l os
pos tres , l os pa s tel es , el té y el ca fé.
“Ha ce di ez a ños a trá s entré por pri mera vez a l a ca s a de una comuni da d mus ul ma na . Des pués de l l a ma r a l a puerta fui reci bi do por l a
hi ja ma yor de l a fa mi l i a y recuerdo ha ber s i do ca uti va do por l a mezcl a de a roma s ma ra vi l l os os , de s onri s a s bri l l a ntes , de ri s a conta gi os a
y de a l egría pura que i nunda ba n a quel l a s a l a . La a ni ma da convers a ci ón, l a a bunda nte comi da s i n l ími te, l a s bebi da s refres ca ntes . La
cordi a l i da d i mpregna ba todos l os ri ncones . Hubo va ri a dos di á l ogos en di vers os i di oma s , pero en todo momento l a s s onri s a s me di eron
l a s eguri da d de ha ber s i do bi enveni do.1

FINALIZACIÓN DEL AYUNO


Para concluir el Ramadán, los musulmanes cortan el ayuno con la celebración del Id al-Fitr. Esta es una fiesta
extravagante que puede durar varios días y en numerosas comunidades islámicas es el mayor encuentro social del
año. Las costumbres para su realización varían según las diferentes culturas, pero en general son comunes a todas: la
comida y la entrega de regalos. Por ejemplo, en Uzbekistán, las mujeres preparan grandes cantidades del plato
nacional, una especie de pilaf, e intercambian fuentes con sus vecinos. Los uigures de China y Asia Central amasan
fideos caseros. En Malasia cada habitante regresa a su pueblo o ciudad natal. En otros lugares el Id al-Fitr es la
ocasión para que las familias fomenten la unidad. Tui, una mujer musulmana de Indonesia, describió la fiesta con las
siguientes palabras:
“El Id a l -Fi tr es una época de rena ci mi ento. Es un ti empo pa ra vi s i ta r a l os pa dres y a l os a mi gos , y pa ra pedi r perdón por l os errores
cometi dos . Es neces a ri o a cerca rs e a el l os con humi l da d, de rodi l l a s , con una expres i ón de gra ti tud y honor. Es un a l i vi o s er perdona do
pa ra vol ver a un es ta do má s puro y des poja do. Una vez que el perdón ha fl ui do entre l os hombres , Di os s e di s pone a da r el s uyo. Pero el
perdón de Di os no dura pa ra s i empre, s i no que es tempora l y debe s er recl a ma do a ño tra s a ño.2
LOS SUPUESTOS CULTURALES
Los cristianos occidentales pueden elaborar una lista de
directrices en cuanto a la etiqueta y a las costumbres
musulmanas, pero no es suficiente por más útil que sea
su contribución. Más bien, es necesario tener un
conocimiento acabado acerca de los supuestos que
yacen debajo del comportamiento superficial. La
comunicación puede ser fallida o puede desarrollarse en
forma apropiada, precisamente porque se elaboran
diferentes supuestos respecto de lo que sucede en la
relación entre el cristiano occidental y el musulmán no
occidental.
Bi l l Mus k, “To Sa ve a Soul ,” Touchi ng the Soul of Is l a m:
Sha ri ng the Gos pel i n Mus l i m Cul tures (Ea s t Sus s ex, U.K.:
Mona rch Books , 1995), p. 18.

UNA RESPUESTA CRISTIANA


Algunos cristianos que viven en los países musulmanes observan el ayuno con el propósito de mostrar su
identificación con la sociedad. Después de todo, el ayuno es una disciplina piadosa y apropiada para la cristiandad;
sin embargo, la idea musulmana de ayuno plantea algunas desavenencias frente al mandato y ejemplo bíblicos.
Algunos creyentes en Cristo consideran que la participación en las prácticas del Ramadán transmite un mensaje
equivocado a los amigos musulmanes. (Véase “Lo que el ayuno me enseñó”, de Erik Nubthar, p 437)
Más allá de las formas en que pueda practicarse el ayuno, el mes de Ramadán ofrece múltiples oportunidades para
que los cristianos puedan orar por los musulmanes. Además aquellos pueden rezar con éstos y pueden participar en
las reuniones sociales y espirituales a fin de intercambiar discusiones acerca de las cosas espirituales. Durante el mes
sagrado los musulmanes buscan a Dios, examinan su propio corazón y también pueden estar más receptivos a los
sueños y visiones de parte de Dios. Los cristianos entienden que la Navidad y la Pascua son los momentos más
excelentes para alcanzar a los incrédulos, pero los tiempos del Ramadán y de otras fiestas islámicas pueden
proporcionar innumerables puertas abiertas. Ore con otros amigos cristianos, y pida al Señor oportunidades para
comprender, experimentar y responder a lo que ocurre en la comunidad musulmana durante el Ramadán.

NOTAS FINALES
1. De bra He wly, “Hosting Amongst Muslim Home s,” Al Jumuah 13, núme ro 4 (julio, 2001), pp. 14–15.
2. Proye cto Cale b, The Madure se of Indone sia (Little ton, Colo.: Proye cto Cale b, 1996), p. 18.
HONRANDO A LOS EXTRANJEROS
por Gregg Detwiler

NOTA DEL EDITOR


Mientras aprendemos acerca de los valores de la comunidad musulmana, tales como la hospitalidad y el honor,
debemos recordar nuestra responsabilidad bíblica de ministrar al prójimo mediante diversos actos de misericordia, de
ayuda, de hospitalidad y de compasión, entre otros.

En Deuteronomio 26:1-13 se menciona el ritual que Dios había dado a Israel, recientemente rescatado de Egipto, el
cual le recordaba su antigua condición de esclavitud. Los israelitas debían llevar su ofrenda de las primicias al
sacerdote, tenían que declarar en voz alta la historia de la salvación y debían expresar su alegría por las bondades del
Señor. Entonces tenían que compartir las ofrendas con los levitas y con los extranjeros que habitaban entre ellos.
“…darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán. Y dirás
delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al
huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado” (Dt. 26:12-13).
El extranjero era un no judío que vivía con los judíos y puede ser comparado con el inmigrante que tiene residencia
permanente en un país que no es el suyo. En cambio el término forastero, usado en algunas traducciones, es el
residente temporal que habita en un país extranjero. Desde el principio, Dios quiso que los gentiles (los no judíos)
fueran parte de su pueblo y, si bien hay una revelación más plena al respecto en el Nuevo Testamento, esta verdad ya
se vislumbraba en el Antiguo Testamento. Puede encontrarse un vistazo de las instrucciones de Dios en cuanto a las
prácticas de la hospitalidad y el servicio a los extranjeros y a los peregrinos, una obra que implica gratitud y
obediencia.
Hoy, a la luz del Nuevo Testamento, podemos apreciar el simbolismo espiritual de estas instrucciones. Una vez,
nosotros también fuimos esclavos en tierra de cautividad. Nosotros también sufrimos la esclavitud del pecado.
Nosotros fuimos liberados del dominio de la oscuridad y fuimos introducidos en la tierra prometida, es decir, en el
reino de Dios. Entonces cabe preguntarnos cuál es la característica de los peregrinos que han hecho este viaje, por la
gracia de Dios.
En Mateo 25:31-46, Jesús pinta un retrato de la escena del juicio celestial en el que “serán reunidas delante de él
todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.” (v. 32). ¿Qué
distingue a las unas de los otros? La diferencia radica en la respuesta que cada uno ofrece al hambriento, al sediento,
al forastero, al desnudo, al enfermo y al preso. Casi sin pensarlo, el justo alimenta al hambriento, da bebida al
sediento, invita al extranjero, viste al necesitado, acompaña al enfermo y visita al preso. El justo es digno de elogio y
es recompensado por su hospitalidad y por su servicio en favor de los desposeídos y de los extranjeros. Por el
contrario el impío, aparentemente ajeno a las necesidades y a las oportunidades que lo rodean, sufre el juicio de Dios.
La descripción de los necesitados en la historia de Jesús se parece mucho al cuadro de los inmigrantes y de los
refugiados de la actualidad. Debido a los disturbios políticos mundiales y a las dificultades económicas, los
extranjeros suelen ser aquellos que a menudo están hambrientos, sedientos, enfermos y encarcelados. Y aunque
tengan la provisión de comida, bebida y ropa, siguen siendo extranjeros en una tierra extraña, y en consecuencia
necesitan construir vínculos de amistad y gustar de la hospitalidad.
LOS PUEBLOS PERSAS-MEDOS
Al igual que los clanes turcos, los pueblos Persas-Medos
se extienden por Asia Central y la península Arábiga en
Irán, Irak, Turquía, Tayikistán, Afganistán, Omán y Qatar.
Algunos grupos persas-medos tienen poblaciones
sustanciales en Siria, Uzbekistán, India y Azerbaiyán.
Los medos persas son más de 150 millones de
personas, entre ellos los pashtunes, los kurdos, los
persas y los tayikos. De los 211 grupos étnicos Medos
Persas, 203 son predominantemente musulmanes.
Aproximadamente el 99 por ciento de la población es
musulmana.
La nación kurda está constituida aproximadamente por
34 millones de individuos. Éstos están esparcidos en la
región denominada Kurdistán, en extensiones de Irán,
Irak, Turquía, Siria, Armenia y Azerbaiyán. Los kurdos son
el mayor grupo étnico sin patria del mundo, y la mayoría
de ellos viven separados de sus hermanos de raza y en
las zonas montañosas, a fin de conservar su propia
cultura, tradiciones y lenguas. Aunque de tradición
nómade, en la actualidad ya casi no se trasladan, sino
más bien están asentados en un determinado lugar. El
mayor porcentaje de este grupo profesa su devoción al
Islam suní. Como pueblo, los kurdos carecen de unidad
política, pero en general se han resistido al
sometimiento de otras naciones y no han perdido su
identidad. Sin embargo, durante la última mitad del siglo
XX, la nación kurda ha sido utilizada como peón de
guerra y ha sufrido el genocidio por mano de los
gobiernos de la región. Actualmente, miles de kurdos
viven en América del Norte y en Europa. La reciente
apertura entre los kurdos del norte de Irak se ha
traducido en un nuevo y creciente movimiento de
plantación de iglesias.

Fuente: Operación Mundo; www.joshuaproject.net.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Robert Blincoe, Ethnic Realities and the Church: Lessons
from Kurdistan (Pasadena, Calif.: Presbyterian Center for
Missions Studies, 1998).

Final de las lecturas claves de la Lección 5. Ver APRENDE MÁS


LA COMUNIDAD Y SUS COSTUMBRES
por Proyecto Caleb

¿Cómo es la vida cotidiana de un musulmán, sea hombre, sea mujer, sea niño? ¿Cuáles son las creencias, los
valores y las tradiciones subyacentes que moldean la conducta familiar y comunitaria? De acuerdo con cada cultura
la respuesta es diferente, e inclusive puede variar dentro de una misma cultura, según los niveles de educación,
urbanización u otros factores. Sin embargo, hay ciertas costumbres comunes a todas las sociedades musulmanas
gracias a la recepción de influencias semejantes. A continuación, se detalla una serie de instantáneas que muestran
algunas de estas costumbres, tanto las comunes como las diferentes. Estas instantáneas son composiciones basadas
en el trabajo de equipos de investigación etnográfica, y fue realizado en tres países de mayoría musulmana:
Azerbaiyán, Indonesia y Siria.

”NUESTRO TESORO MÁS GRANDE”: LA FAMILIA Y LA VIDA COMUNITARIA EN


AZERBAIYÁN
Tofiq es un joven de una familia tradicional de Azerbaiyán.1 A lo largo de toda su existencia, el muchacho mantendrá
una relación estrecha y constante con las mismas personas, es decir con los parientes, con los vecinos y con los
amigos de la escuela y del trabajo. Las actitudes adoptadas en estas relaciones serán iguales a las desarrolladas por
sus padres, sus abuelos y sus vecinos. Tofiq relata su historia con sus propias palabras.

El retrato de una familia tradicional


Nues tra ci uda d de Ga nja es l a s egunda má s gra nde de Azerba i yá n. Muchos vi vi mos en l os compl ejos de depa rta mentos , de cemento
gri s , que s e exti enden por toda l a urbe, pero ha y otros edi fi ci os má s bel l os y ca s a s de di vers os ta ma ños . Ca mi na ndo por el s endero de
ti erra y gra va us ted podrá obs erva r que ca da ca s a es tá rodea da de pi edra s o de pa redes de l a dri l l o, y que l a s puerta s s on de a cero y muy
gra ndes . No s e deje enga ña r por el pens a mi ento de que s omos un puebl o que s e es conde el uno del otro o que vi ve a i s l a do de s u
comuni da d. Ni ngún otro concepto podría s er ta n i nexa cto. Ya l o verá .
Al entra r por nues tra puerta us ted reci bi rá una cá l i da recepci ón. Si l a vi s i ta es una mujer, mi ma dre y mi herma na l a s a l uda rá n con
bes os en l a meji l l a . Si el i nvi ta do es un hombre, mi pa dre y mi s herma nos l e extenderá n l a s ma nos en s eña l de bi enveni da . Des pués de
qui ta rs e l os za pa tos , l a pers ona es i nvi ta da a entra r, y mi ma dre y mi herma na s ervi rá n el té pa ra a compa ña r nues tra convers a ci ón.

Las responsabilidades en las relaciones familiares


Ca s i todos l os probl ema s , s ea n gra ndes o pequeños , s on s ometi dos a l a cons i dera ci ón de mi pa dre pa ra reci bi r s u cons ejo. En verda d
ha y poca s cues ti ones que pueden s er ocul ta da s de s u conoci mi ento. Aunque en Ga nja vi ven má s de dos ci enta s mi l pers ona s , s i yo ha go
a l go que mi s pa dres i gnora n en un extremo de l a ci uda d, l a s noti ci a s de mi conducta s i empre l l ega rá n a ca s a a ntes que yo. Na da puede
s er ma nteni do en s ecreto. A veces deci mos que “el s uel o ti ene oídos .”
Los ni ños pequeños deben res peta r en pri mer l uga r a s u pa dre y l uego a s u ma dre. Yo ya tengo vei nti cua tro a ños y cua ndo cumpl a l os
vei nti ci nco tendré a utori da d s obre mi ma dre. Entonces el l a deberá es cucha rme cua ndo yo l e pi da a l guna cos a , y ta mbi én mi s herma nos
deberá n res peta rme. Incl us o a hora , s i yo l e pi di era a mi herma na que l a va ra mi ropa , el l a l o ha ría s i n objeci ones .
En a us enci a de mi pa dre y s i endo yo el pri mogéni to, s oy el res pons a bl e de proteger a l a s mujeres , el hoga r y el honor de nues tra
fa mi l i a . Como herma no s i ento una es peci a l res pons a bi l i da d por l a defens a del honor de mi herma na . Si un joven extra ño s e a cerca ra
es ta ndo el l a en l a ca l l e, o l a toca ra , o i ncl us o l e di ri gi era l a pa l a bra , yo me vería obl i ga do a bus ca r a es e del i ncuente pa ra l ucha r con él .
Me s enti ré s uma mente a vergonza do s i des cui do mi deber y otros di rá n que no tengo honor.
Si el herma no de mi pa dre vi s i ta nues tra ca s a , l a s mujeres de l a fa mi l i a deben mos tra rl e res peto. Deben poners e de pi e cua ndo él
entra en l a ha bi ta ci ón, nunca deben da rl e l a es pa l da , no pueden i nterrumpi r s u convers a ci ón ni ta mpoco deben ha bl a r en voz a l ta . La
pos tura de l a mujer debe s er vi rtuos a , no debe cruza r l a s pi erna s ni encorva rs e en l a pres enci a del va rón.
Entre l os hombres l a preferenci a s i empre es da da a l ma yor del grupo. Debi do a s u eda d y s a bi duría , mi a buel o es res peta do y bus ca do
pa ra es cucha r s u cons ejo. Los herma nos menores de mi pa dre mues tra n res peto ha ci a él , y Sa na n, mi herma no menor, debe a dmi ra rme a
mí.
La ma yoría de l os pa ri entes res i den cerca de nues tra ca s a , y un tío y s u fa mi l i a vi ven a l l a do. Comúnmente s e rea l i za n dos o tres vi s i ta s
fa mi l i a res en una s ema na , pero a l gunos de s us mi embros s e ven todos l os día s . Toma mos el té y di a l oga mos mi entra s di s fruta mos l a
compa ñía mutua , a un dura nte l a s pri mera s hora s de l a ma ña na . La fa mi l i a es nues tro ma yor tes oro, l a má s i mporta nte pri ori da d.
Entonces , tra ba ja mos pa ra protegerl a y defenderl a , y nos a yuda mos unos a otros de toda s l a s ma nera s pos i bl es . Ta l vez ha y pa ri entes
l eja nos que s ol o vemos en l a s boda s o en l os funera l es , pero s i a l guno de el l os s ufre una neces i da d nos es forza remos pa ra s upl i rl a . Si
es una di fi cul ta d fi na nci era proporci ona remos el di nero y s i es una dol enci a fís i ca a yuda remos a encontra r l a cura .
Tradicionalmente, los niños de la familia se casarán según el orden de su nacimiento. Tanto para las mujeres como
para los varones, la edad esperada para el casamiento es anterior a cumplir los veinticinco años y las familias se
esfuerzan para encontrar el cónyuge apropiado.

La vergüenza y los problemas sociales


Las relaciones humanas son el tesoro más grande en Azerbaiyán, de modo que la ruptura de los vínculos produce un
inmenso dolor a las personas. Los problemas sociales, tales como el divorcio, la delincuencia o el abuso de las drogas,
entre otros, lastiman la comunicación con el prójimo, traicionan la confianza y destruyen el honor de la familia.
El matrimonio ideal es aquel que se concreta con la aprobación de los padres de ambos contrayentes. Sin embargo,
pocas familias escapan de la realidad de contar entre ellas con algún miembro que se ha casado en rebeldía a sus
padres. Esta actitud rompe temporalmente las relaciones familiares, pero rara vez constituye un daño irreparable.
Una mujer se refirió a la angustia que sufría a causa de su familia en los siguientes términos:
“Yo ya es ta ba ca s a da . Cui da ba a mi pequeño Ha ga n y es ta ba emba ra za da de mi s egundo hi jo cua ndo Gul l a , mi herma na , s e fue de l a
ca s a . El l a s i empre di s frutó del es tudi o, ra zón por l a cua l mi pa dre l e permi ti ó a s i s ti r a l Ins ti tuto de Lengua s Extra njera s en Ba kú, a unque
con ci erta reti cenci a . En es e ti empo Gul l a conoci ó a Sul ema n y s e ena moró de él . Ll ega mos a s a ber que el joven no era de nues tra regi ón,
y que s u fa mi l i a era cons i dera bl emente menos tra di ci ona l y educa da que l a nues tra . Ba s a do en s u pens a mi ento y pos teri or cons ejo, mi
pa dre s e negó a cons enti r el ca s a mi ento. No obs ta nte, l a boda fue cel ebra da , pero ni ngún i ntegra nte de nues tra fa mi l i a a s i s ti ó a l a
ceremoni a . Dos a ños (y dos hi jos ) má s ta rde, l os pa dres de Sul ema n vi ni eron a encontra rs e con mi s pa dres pa ra pedi rl es que
recons i dera ra n s u a cti tud di s ta nte. El l os pus i eron un es peci a l énfa s i s en l os dos ni etos , toda vía des conoci dos pa ra s us a buel os
ma ternos . Como es de es pera rs e en una s i tua ci ón s emeja nte, mi s pa dres a dmi ti eron un ca mbi o y cons ecuentemente s e cel ebró una
s egunda boda ”.
La embriaguez es un gran estigma social en Azerbaiyán y, por ende, un hombre nunca debe exhibir públicamente
su borrachera. Cierta persona expresó que es preferible llegar a la casa de noche, aunque sea gateando, antes que ser
encontrado en la mañana, acostado ebrio en alguna puerta. La vergüenza que provoca el alcoholismo se suma al
horror de las consecuencias que acarrea el vicio. El mayor reproche de una persona alcohólica es su falta de
autocontrol. Generalmente, los hombres canalizan en la bebida las frustraciones respecto de su matrimonio y su
familia, y son empujados a cometer abusos que finalmente conducen al divorcio. Como resultado de ello, familias
enteras pueden sufrir la pérdida de su honor y de su dignidad.

La transmisión de las tradiciones a través de las historias, los poemas y las canciones
En la mayoría de las sociedades los niños reciben la enseñanza de los valores y de las tradiciones a través de sus
padres y abuelos. Otros medios de transmisión son la escuela y la educación religiosa que utilizan diversos métodos
tales como la escucha, la memorización, el recitado de historias y proverbios y la música. Muchos musulmanes
alrededor del mundo crecen con una preferencia por el aprendizaje oral; ellos entenderán, creerán y recordarán lo
que se les dice —especialmente a través de la narrativa— por encima de lo que leen o escuchan a través de verdades
proposicionales. Así, los musulmanes también pueden expresar sus ideas y emociones que no podrían ser articuladas
de otra manera. Dos azerbaiyanos aportan diversos conceptos al respecto. El primero de ellos dijo:
“No nos gus ta ha bl a r de cos a s ma l a s y no permi ti mos que otro nos vea l l ora r. Si a l gui en l l ora , l o ha ce en s u ha bi ta ci ón de modo que
na di e l o oi ga . Ll ora mos s ol o con l a mús i ca porque el l a nos permi te expres a r l a s cos a s que no podemos deci r de otra ma nera .”2
El s egundo tes ti moni o decl a ra : “Ama mos l a poes ía pues es el l engua je de nues tro cora zón. Aunque un a zerba i ya no no es cri ba un
poema en un pa pel , toda l a i ns pi ra ci ón es ta rá es cri ta en s u cora zón. La poes ía nos a yuda a entender mejor l a vi da .”3
En un a l to porcenta je de l a s cul tura s mus ul ma na s , l os ni ños es tudi a n y memori za n l a poes ía , l os proverbi os y l a s hi s tori a s .
Pa rti cul a rmente entre l os pers a s y l os turcos , l a gente s e refi ere con orgul l o a “s us poeta s na ci ona l es ” y otros gra ndes pens a dores , y s us
pa l a bra s s on tra ns mi ti da s a l os es tudi a ntes como pa rte de l a vi da fa mi l i a r. Merha ba , una mujer a zerba i ya na , expl i ca : “Deci mos a ta l a r
s oz, que s i gni fi ca ‘l a s pa l a bra s de nues tros pa dres ‘. En es te mi s mo momento puedo es cucha r l a s pa l a bra s de mi ma dre en mi s oídos ”4 .
APRENDIENDO A PERDONAR
Aigul, una creyente de Turkmenistán, sigue a Cristo, y
está aprendiendo a vivir según su ejemplo; sin embargo,
no es nada fácil para ella. Aigul explica:
“Nunca he visto a mis padres disculparse con mis
hermanos, con mis hermanas o con cualquier otra
persona. La humildad es una actitud difícil de encontrar
en los ciudadanos de nuestro país. ¡El orgullo es lo peor!
Ellos dicen: ‘¡No, yo no voy a perdonar ni a inclinarme
ante nadie!’ Y entonces puede suceder que durante
meses dos individuos no se dirijan la palabra. Resulta
muy escabroso, pero finalmente uno de ellos tendrá que
humillarse.
“Durante un tiempo viví con Cristina, una extranjera
cristiana, quien me pidió que yo le hiciera un trabajo de
traducción. Una vez que lo hube terminado se lo
entregué y pude notar que Cristina se sintió disconforme
con mi mala letra. Hasta me dijo: ‘Deberías haber
escrito con una letra más clara”. Mientras ella decía
tales palabras, mis sentimientos fueron heridos y no
volví a hablarle. Mi enojo se prolongó hasta el día
siguiente, pero Cristina me escribió una carta
solicitándome una disculpa y también me regaló una
caja de chocolates. Esa fue la primera vez que alguien
me pidió perdón.
El año pasado tuve una discusión con mi madre
respecto de mi decisión de no casarme. Ella se ofendió y
no quiso hablar conmigo. El viejo argumento sobrevino a
mi mente incitándome a no disculparme, pero después
de algunas horas yo sabía que debía hacerlo. En tanto
yo perseveraba en la oración, Dios puso en mí el deseo
de pedir perdón. Y cuando lo hice mi mamá fue tan
sorprendida que lloró por largo tiempo”.
Fuente: Marti Smith, www.missionscatalyst.org.

La lucha para encontrar nuevas oportunidades


Los problemas económicos sacuden el orgullo de los hombres azerbaiyanos. Muchos de ellos consideran que su vida
actual presenta mayores dificultades que antaño, cuando el territorio estaba bajo el dominio de la Unión Soviética.
En consecuencia la tristeza por los cambios ocurridos es superior a la alegría por las nuevas oportunidades.
“Yo s ol ía ma neja r un tra ctor. Di s fruta ba de mi tra ba jo y me pa ga ba n s etenta rubl os mens ua l es . En mi s a ños jóvenes , mi pa dre me
ens eñó a conduci r y des de entonces he queri do dedi ca rme a conduci r a l gún medi o de tra ns porte. Cua ndo l a Uni ón Sovi éti ca s e di s ol vi ó,
yo perdí mi tra ba jo. No ha bía empl ea dor que me pa ga ra un s uel do. Des de que Azerba i yá n s e convi rti ó en una na ci ón i ndependi ente, no
he teni do un buen tra ba jo y a hora me dedi co a l comerci o. Compro merca dería ba ra ta y l uego l a vendo a un preci o má s a l to en el merca do.
Es toy a vergonza do de tener un tra ba jo como és te, pero no encuentro otra ma nera de ga na r di nero. No ha y s a l i da . Yo es toy es forzá ndome
a l extremo, pero a pena s puedo ma ntener a mi fa mi l i a con di fi cul ta d.”5

ENCONTRANDO A LOS ACEH DENTRO DEL KAMPUNG


Para comprender la cultura del pueblo aceh de Indonesia6 es preciso conocer el término kampung (barrio). Es una de
sus estructuras sociales más importantes, una fuente de comunidad, apoyo y responsabilidad.
La población del kampung puede oscilar entre cien y mil personas y su emplazamiento puede situarse tanto en las
zonas rurales como en las urbanas. En las ciudades el kampung es semejante a los barrios, mientras que en las áreas
rurales se parece a las aldeas. Cada kampung tiene un nombre específico que puede ser el de una persona o el de un
sitio conocido. Además todos los kampungs tienen dos construcciones comunes. Uno de ellos es el meunasah, o sea
un edificio comunitario destinado a la oración, a la enseñanza islámica y a las reuniones civiles. Y la otra es el pos, es
decir una pequeña choza elevada que sirve como un lugar significativo de encuentros. Allí, los jóvenes suelen pasar
un tiempo de distensión ya sea conversando o jugando al dominó.
LA COMUNIDAD MUSULMANA
La umma, o sea la comunidad, es el elemento unificador
del mundo islámico. Ella es la fuente primaria de
identidad de los musulmanes, sustituyendo al lenguaje,
la cultura y la localización geográfica.1
En los siguientes fragmentos del Corán se declara el
carácter superior y universal de la umma:
Soi s l a mejor comuni da d huma na que ja má s s e ha ya
s us ci ta do: ordená i s l o que es tá bi en, prohi bís l o que es tá ma l
y creéi s en Al á . Si l a gente de l a Es cri tura creyera , l es i ría
mejor. Ha y entre el l os creyentes , pero l a ma yoría s on
pervers os ” (s ura 3.110).
Hoy os he perfecci ona do vues tra rel i gi ón, he compl eta do mi
gra ci a en us tedes y me s a ti s fa ce que s ea el Is l a m vues tra
rel i gi ón. Si a l gui en s e ve compel i do dura nte un ha mbre, s i n
i ntenci ón de peca r,… Al á es i ndul gente, mi s eri cordi os o (s ura
5.3b).
También el texto sagrado llama a la umma a ser el
testigo para toda la humanidad:
Hemos hecho a s í de vos otros una comuni da d [umma ]
modera da , pa ra que s eá i s tes ti gos de l os hombres y pa ra que
el Envi a do s ea tes ti go de vos otros (s ura 2.143a ).
Además el Corán menciona que la umma debe
proteger a sus miembros:
Pero l os creyentes y l a s creyentes s on a mi gos unos de otros .
Ordena n l o que es tá bi en y prohíben l o que es tá ma l . Ha cen
l a a za l á , da n el a za que y obedecen a Al á y a s u Envi a do. De
es os s e a pi a da rá Al á . Al á es poderos o, s a bi o (s ura 9.71).
Por lo general, los musulmanes no observan la
actuación de los cristianos en función de una
comunidad. No lo ven en el ámbito político (por ejemplo,
en los conflictos entre los protestantes y los católicos de
Irlanda del Norte) ni en el entorno religioso (por
ejemplo, la falta de comunión entre las iglesias y las
denominaciones). Sin embargo, los musulmanes admiten
que ellos tampoco permanecen siempre unidos, valga el
caso de la ayuda a los kurdos o a los bengalíes.
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam.
1. John L. Es pos i to, Wha t Everyone Needs To Know About Is l a m
(London: Oxford Uni vers i ty Pres s , 2002), p. 15.

Una boda en el kampung


“Hoy ha sido un día ocupado en el barrio de una joven llamada Dewi. La jornada comenzó como cualquiera otra,
con la convocatoria para la oración de las cinco de la mañana. Sin embargo la asistencia a la mezquita fue un poco
baja porque mucha gente había trabajado arduamente durante toda esa noche preparando la recepción de una
boda.”7
Por varios días, muchos integrantes del kampung habían estado colaborando toda la noche, con la familia de Dewi,
en los preparativos para el casamiento. Aunque la participación en esta tarea resultó agotadora, los involucrados se
sintieron privilegiados al demostrar su cercanía con la pareja de contrayentes. Dewi, la novia, ya está lista, esperando
los acontecimientos como una princesa. De acuerdo con la tradición del pueblo aceh, los padres de la novia deben
proveerle a ella su nueva casa.
Otros tantos amigos cercanos de la pareja y demás parientes habían recibido una invitación para acompañar la
celebración aquella mañana. Ismail, el novio, llegó de su kampung junto con setenta amigos y familiares, y todos
fueron bienvenidos a la nueva casa donde se asignó a cada uno su lugar. Por la tarde un grupo aproximado de
doscientas personas vino de toda la ciudad, mayormente de los kampungs de Ismail y de Dewi, para compartir la
impresionante fiesta. No causa sorpresa que un número considerable de las familias del kampung de Dewi se hagan
presentes, ya que casi el cuarenta por ciento de estas personas se relacionan directamente con los padres de la novia.
También el lurah del kampung de Dewi asiste al evento para asegurarse de que todo marcha bien. Él tiene tanto el
cargo de alcalde como de jefe de policía en la comunidad, y desde el principio ha estado involucrado en los
preparativos del casamiento. Algunas semanas atrás, el lurah se había reunido con los padres de Dewi y de Ismail
para formalizar los acuerdos oficiales respecto del precio de la novia, y para ayudar a concretar los planes de la gran
fiesta. Para este dirigente es de vital importancia que su kampung realice una recepción adecuada con una boda
tradicional, de lo contrario, la gente lo advertirá. Asimismo, el imán debe garantizar el orden de los detalles religiosos.
Ambas familias manifiestan su felicidad por el consejo y por la ayuda tan valiosa que han recibido, e igualmente por
la boda musulmana respetable que sus hijos han podido celebrar.
Tanto para los padres de Dewi como para los de Ismail, la opción de ofrecer una fiesta simple y barata hubiera sido
un acto de mezquindad, no solo para sus hijos sino también para el conjunto de la comunidad. Al fin y al cabo los
conciudadanos velarán por Dewi e Ismail. Por un lado los hombres trabajarán para mantener el camino y las zanjas
cercanas a la nueva casa, tal como cuidan sus propios terrenos; y por el otro, las mujeres visitarán a Dewi, en las
tardes, para enseñarle a cocinar para su marido y para los hijos que vendrán. Por lo tanto, esta joven pareja necesita
ser parte de la comunidad desde el mismo comienzo de su vida matrimonial.
Esta es una sociedad matrilocal (las parejas viven con el grupo familiar de la esposa), entonces las relaciones entre
las mujeres conservan el sentido de la herencia familiar. En la mayoría de los casos, las mujeres residen en los mismos
barrios de sus abuelas y bisabuelas. Pero en la actualidad hay algunos kampungs, especialmente en las ciudades,
cuyos integrantes no son parientes o ni siquiera pertenecen a la misma etnia. De todos modos sus residentes
establecen relaciones estrechas y se definen “como una familia”.

El liderazgo de la comunidad
Luego de permanecer un semestre en la universidad, Hati regresó a la casa de su padre, llamado Muhammad. Allí el
ambiente estaba cargado de su impronta y Hati sentía una mezcla de orgullo y nerviosismo. Era miércoles por la
noche y su padre enseñaba la lección del día a las mujeres del kampung. Mientras una docena de damas estaba
cantando pasajes del Corán, él asintió con la cabeza para que su hija atravesara la sala por detrás del coro. Hati fue a
dejar su equipaje en la habitación contigua.
Ese último año la salud de su padre se había deteriorado, pero aun así él mantuvo su apretada agenda. Enseñaba la
religión islámica y el idioma árabe todos los días en una escuela secundaria cercana, y dictaba una clase abierta a la
comunidad cuatro noches de la semana, y dos lecciones más el día sábado. En ocasiones especiales, los vecinos
venían al hogar de este hombre para pedirle oración. El director de la escuela había dejado libre en su horario laboral
los días viernes por la tarde, entonces el profesor podía ir a la mezquita para dar instrucción religiosa y para dirigir la
oración.
A menudo, la gente del kampung se acercaba a este líder para hacerle preguntas no solo referidas a temas
religiosos, sino también a cuestiones laborales y a la crianza de los hijos. Debido a que los consejos recibidos tenían su
fundamento en el Corán eran indudablemente las respuestas más confiables. Si bien este hombre no tenía ningún
cargo oficial en el gobierno era la persona más influyente del kampung. Él recibía el respeto y el honor extremos de
parte de los vecinos.
Con frecuencia, las personas afectadas a diversos eventos tales como funerales, circuncisiones, dedicaciones
infantiles, bodas u otros días festivos islámicos del kampung requerían la presencia de Muhammad. Incluso a pedido
de los padres, él había elegido el nombre de muchos bebés, por lo cual la mayoría de los jóvenes del kampung
llevaban su sello de elección.
Casi todos los líderes importantes y reconocidos en el kampung son buenos musulmanes.8 Algunos de ellos centran
su actividad en los deberes cívicos, mientras que otros cumplen principalmente responsabilidades religiosas. No
obstante eso, en la cultura aceh no hay una clara distinción entre las autoridades seculares y las religiosas, tal vez
porque la religión juega un papel central en la vida, y cada individuo en el kampung desempeña el rol de siervo.

Los pobres
“Solo una vez más”, pensó Ahmad al blandir su machete. Una acometida rápida y la posterior caída de hojas,
setenta y cinco metros abajo, generó una nube de polvo. El cuchillo de Ahmad había derribado un racimo de cocos.
El hombre comenzó a descender lentamente de la palmera para recoger su cosecha y cuando llegó al suelo sacudió
las astillas que tenía en su pecho y en sus brazos. Debido a los gruesos callos en su cuerpo apenas pudo sentirlas, pues
aquellas durezas eran la insignia de sus muchos años de trabajo para ganarse la vida. Ahmad no consiguió ahorrar
dinero, pero al menos pudo proporcionar lo esencial para la subsistencia de una familia de seis integrantes. Cuando
había escasez de cocos o cuando Ahmad estaba postrado a causa de alguna enfermedad, la mezquita local proveía el
alimento y el dinero para su familia, de acuerdo con las enseñanzas islámicas.
Ahmad llevaba la cosecha del día en un transporte de ruedas, y de regreso a su casa se detuvo en el sitio donde se
encontraba su esposa. Ella estaba en la orilla fangosa del río lavando la ropa, en cuclillas y con un cepillo duro sobre
una losa grande de hormigón. Mientras ella y las otras mujeres del kampung fregaban, los niños jugaban en el río.
La sencilla choza de paja de Ahmad tiene una sola habitación y se encuentra bajo la sombra de una hermosa casa
de estuco, la cual cuenta con cinco dormitorios, techo de tejas españolas y pisos de cerámica. Ahmad quisiera poder
proporcionar una vivienda semejante a su familia, pero sabe que nunca podrá lograrlo. Una probable vía para ganar
el dinero suficiente sería mediante algún contacto que lo facilitara. Otro camino podría ser abierto a través de la
educación, pero Ahmad siente que ya está demasiado viejo. Como resultado de ello, él ha aceptado su posición, pues
es mejor disfrutar de lo que tiene que luchar por la obtención de mayores beneficios.
Al igual que Ahmad, muchos hombres aceh son pobres y no cuentan con las conexiones ni la educación necesarias;
por lo tanto, no tienen la posibilidad de ambicionar un mejor puesto laboral o de ganar un sueldo más alto.9 Algunos
se resignan a una vida de pobreza sabiendo que la comunidad nunca permitirá que alguien pase hambre. Los pobres
son recogidos en lugares donde hay abundante comida ya que el Islam insta a los ricos a compartir sus bienes con los
vecinos más necesitados.
Los amigos de Ahmad están de acuerdo en que ser piadoso es más importante que ser rico. Ahmad sabía que su
entendimiento de la religión era muy limitado. Entonces decidió aprender la lengua árabe para leer y entender el
Corán. Esta fue una ruta de muy difícil acceso, tanto como si fuera una educación universitaria, pero él sintió que
podía alcanzar el cielo a través de las oraciones, el ayuno y la recitación del credo. De la misma manera en que llegó
a aceptar su pobreza, sin pensarlo mucho decidió comprometerse con el camino del Islam. De todos sus conocidos
musulmanes ninguno había leído el Corán.

La generación más joven


La banda estadounidense de rock sonaba en la televisión, pero Ida se alejó de las imágenes y de los sonidos de la
MTV para realizar sus oraciones. Ella hizo la limpieza ceremonial y se cubrió el cuerpo con un largo velo blanco.
Mientras la muchacha estaba recitando las palabras y efectuaba los movimientos acordes, escuchó el timbre del
teléfono.
Cuando hubo terminado la oración, Ida devolvió la llamada perdida. Las amistades cercanas saben que ese joven es
su “amigo”, pero ella ha tenido un minucioso cuidado para que su familia no llegue a conocer la verdad. Después de
combinar una cita, en la sala del cine, luego de su clase del día siguiente, Ida se acomodó frente al televisor para
estudiar para sus exámenes de ingreso a la universidad.
Abang, el hermano mayor de la muchacha, apagó la radio que había estado sonando simultáneamente y a todo
volumen en su habitación. Levantó su chaqueta y salió para encontrarse con su amigo en el pos. Abang no solía ir a
jugar a las cartas o al dominó con mucha frecuencia, pues estaba enfocado en conseguir un trabajo como profesor en
la universidad. Algunos jóvenes aceh del kampung pasan casi todas las noches en el pos; por lo general, son aquellos
que no tienen trabajo ni dinero suficiente para terminar la escuela. Abang iba a reunirse con algunos pares con los
cuales había orado, jugado al fútbol o realizado un determinado servicio comunitario. Sin embargo, a pesar de tener
diferentes metas en la vida, estos jóvenes permanecían unidos bajo la hermandad del Islam y de su comunidad.
Abang y sus amigos se sienten cómodos siendo musulmanes en el mundo moderno. A veces ellos mantienen
debates en torno del Corán y de otras enseñanzas islámicas, y les resulta fácil tanto cumplir con los requisitos de la
ley como disfrutar de la música y de la ropa de moda de su preferencia. Tampoco el Corán contiene referencias en
cuanto a sus películas favoritas.
Por otra parte, Ida lucha por mostrarse como una buena musulmana. Ella ha sido enseñada en el uso de la jilbab (o
velo islámico), a fin de evitar relaciones equivocadas con los varones, aunque muchas de sus amigas no han sido
instruidas en el mismo sentido. Ida vacila en la decisión de abandonar a su novio y las citas secretas, pero se pregunta
si sus amigas son verdaderamente más honestas que ella.
Ida y Abang constituyen un modelo para el resto de los adolescentes del kampung. Son hijos de padres respetables
y asumen su responsabilidad respecto de preservar la buena reputación de la familia. En cambio, otros jóvenes
parecen dar la espalda a los principios de vida musulmanes.
Las variaciones que están modificando las sociedades alrededor del mundo también están afectando a la generación
aceh más joven.10 El número creciente de hombres y mujeres que están recibiendo una educación superior adoptan
consecuentemente una mayor conciencia del entorno exterior al kampung. Las personas simples, sin preparación
académica, tienen la tendencia a permanecer en sus relaciones de amistad con los vecinos cercanos, en tanto que los
graduados universitarios buscan entablar contacto con individuos de su misma capacidad intelectual, entonces harán
buenos amigos en el lugar de trabajo.
La mayoría de los jóvenes aceh consideran que la inmoralidad sexual y el consumo del alcohol forman parte del ser
moderno. El mensaje de los programas televisivos enaltece a la riqueza, a la tecnología y a la libertad sexual, de
modo tal que los tres conceptos se asocian en la mente. La influencia de este lado negativo de la modernización se
profundiza entre los musulmanes que no tienen una fuerte convicción de fe. Sin embargo, muchas personas del
pueblo aceh tienen el discernimiento para distinguir que no todo lo que Occidente ofrece es bueno y, por ende,
esperan disfrutar de la tecnología, sin renunciar a sus normas morales. Así que la modernización de la comunidad
aceh no implica una creciente “occidentalización” de su gente, sino más bien es el intento por integrar la cosmovisión
islámica a la vida del mundo moderno.
Conociendo las normas
Al igual que otros habitantes de Indonesia, el pueblo aceh es consciente de las diversas costumbres de su comunidad,
por lo tanto se esfuerza en mantener las tradiciones. Éstas definen sus directrices locales en el adat, un sistema entre
la ley y la costumbre que regula las ceremonias, las festividades y los ritos de paso. Un aceh explica: “Cuando
alguien incumple el adat, las demás personas se vuelven extrañas para él y se separan de él, y tal vez le pidan que se
vaya… El individuo se transformará en un ser infeliz, porque ya nadie querrá compartir su tiempo ni deseará
ayudarlo”. 11 Tal como ocurre en la mayoría de las comunidades musulmanas, el adat juega un papel importante en
la vida de los aceh.
La gente que habita en regiones donde pocos entienden el idioma árabe puede considerar que la totalidad de sus
tradiciones locales son parte de la religión islámica. En casos de desacuerdo con la tradición se procede a consultar a
los ancianos, a los más piadosos o a los sabios en el conocimiento del Corán. Un compromiso compartido de atender
a las opiniones de los líderes comunales mantiene las tradiciones en su lugar. No obstante ello, la modernización está
produciendo su efecto. En el entorno musulmán hay personas que contemplan estrictamente las reglas impuestas
aunque otros son más permisivos, pero en pocas ciudades existe solo una forma de vida.
LA ORACIÓN
La primera vez que visité un restaurante iraní llegué a
enterarme que la esposa del dueño estaba enferma.
Entonces, yo le pregunté a él si podía hacer una oración
por su sanidad. Ante tal pedido el hombre se mostró
agradecido. Cuando le expliqué que estaría pidiendo en
el nombre de Jesús, él me dijo: “Yo creo que Jesús es el
sanador”. El Señor es grande y la señora recobró la
salud. Una semana más tarde, le regalé un Nuevo
Testamento a este hombre.
Debemos elevar un clamor a Dios en favor de la
salvación de los musulmanes de nuestra comunidad. Si
conocemos personalmente a algunos, podemos
mencionarlos por sus nombres en nuestra diaria
intercesión. Además, podemos rogarle al Señor su
manifestación a ellos en “citas divinas” y, según Él las
vaya orquestando, seremos testigos de gratas
sorpresas. Pero si no tenemos conocimiento de los
musulmanes que viven en nuestra sociedad bien puede
ser válida la opción creativa de cierto amigo londinense.
Él acostumbra orar por diversos nombres musulmanes,
uno por cada día de la semana. Por ejemplo, los lunes
intercede por los Ali, los martes por los Muhammad, y
así sucesivamente. Su petición es que Dios envíe un
mensajero para anunciarles a Jesús. ¡Es una buena idea
para implorar a Dios por el despertar del pueblo
musulmán!
Además de orar por los musulmanes también podemos
orar con ellos. El concepto cristiano de la oración como
una conversación con el Padre celestial es desconocido
en la teología y práctica islámicas. En cambio, la fe
musulmana reconoce dos tipos de oración: la ritual
(salat) y la personal (du’a). El salat se lleva a cabo cinco
veces al día, en forma individual o en la mezquita, pero
el du’a es una solicitud informal para obtener la
bendición y la protección de Dios, por caso: “Que tu
casa sea próspera” o “Que nuestros hijos crezcan
sanos”. A medida que construimos una amistad sólida,
los musulmanes compartirán sus necesidades
personales. Ese será el momento para pedirles permiso
y hacer una oración juntos. Y, seguramente, Dios va a
satisfacer esas carencias.
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org.

LA DINÁMICA DEL PODER: FORMAS DE VIDA EN LA CIUDAD DE DAMASCO


Damasco12 es el centro económico y político de Siria. Las tres principales religiones del mundo, el judaísmo, el
Cristianismo y el Islam, han nacido en la misma región, y su posterior crecimiento y desarrollo han afectado a los
damascenos. Las guerras constantes entre los países vecinos y las débiles relaciones con el resto del mundo ponen a
Siria en una posición precaria. Además, los refugiados de guerra procedentes de Palestina, del Líbano, de Irán y de
Irak han inundado la ciudad y han engrosado su población de quinientos mil a más de cuatro millones de
habitantes, en un lapso de veinticinco años.

Los shame, habitantes originales de Damasco


Damasco es la capital de Siria. Este país se halla en el suroeste asiático y es una parte de la antigua región conocida
como Ash-Shaam. Un grupo de árabes llamado shame conforma la descendencia del núcleo original de pobladores y
puede remontar su herencia familiar a cientos de años atrás. A pesar de que el poder y el prestigio de la colectividad
han disminuido debido a la influencia del socialismo, los shame todavía controlan una gran fracción del poder
económico de Damasco. Algunos shame son ricos gracias a una larga línea de sucesión que ha sido transmitida de
una generación a la siguiente. Otros han acumulado una fortuna por su propio esfuerzo. La mayoría son hombres de
negocios, abocados al trabajo duro y amantes del dinero. Muchos poseen empresas familiares que han sido
heredadas de padres a hijos. Los shame no quieren laborar para el gobierno y se resisten a ser controlados por
terceros, pues prefieren dirigir su propio destino.
Khalid y Abudul son hermanos y pertenecen al grupo shame. Aunque son jóvenes ellos trabajan largas horas en la
tienda de su padre y tienen poco tiempo para dedicarle al Islam. Pronto el negocio será de Khalid, ya que él es el hijo
primogénito. El muchacho se esfuerza diariamente y ahorra su dinero con el propósito de formar su propia familia
en el futuro.
En la cultura shame el padre de una señorita no da su consentimiento para la boda hasta que el pretendiente logra
comprar una casa para la nueva familia, de modo que Khalid debe esperar para poder casarse. Esta expectativa pesa
mucho sobre él porque el espiral inflacionario empuja cada vez más lejos la posibilidad de adquirir la tan ansiada
vivienda. El joven cree que si se vuelve rico podrá descansar y será verdaderamente feliz.

Los recién llegados a la ciudad: los migrantes rurales


En la vereda opuesta a los shame se ubican los recién llegados a la ciudad. Un llamativo número de familias ha
emigrado a Damasco, proveniente de los pueblos de Siria, en busca de una oportunidad laboral. Los trajes
tradicionales de colores brillantes y las costumbres transferidas por sus antepasados distinguen a los diversos grupos
que habitan la ciudad. Cada núcleo humano trata de aferrarse a la idiosincrasia de su pueblo y conserva un contacto
regular con su lugar de origen. Aun así, la forma moderna de la vida urbana ejerce una fuerte presión. La mayoría
de los inmigrantes tratan de lograr avances a través de la educación, pero se sienten acorralados entre la necesidad de
adaptarse a la nueva vida en la ciudad y el deseo de mantener la simplicidad de su estilo pueblerino.
Hala está estudiando inglés en la Universidad de Damasco, y su mejor amiga es Minal, una chica shame.
Frecuentemente, los sueños de Hala la conducen de regreso a su aldea en el norte, pero su exposición a las nuevas
costumbres, tradiciones y modos de pensar se canalizan a través de su amistad con Minal.
También Leyla preserva los lazos con su pueblo. Ella ha crecido en Damasco, pero retorna cada verano junto con
sus seres queridos a la aldea natal. Su familia es honorable y está bien constituida; por lo tanto, en Damasco se
mezcla con la gran clase media, pero en el pueblo cada uno de sus integrantes es tenido en alta estima. El poblado de
Leyla es famoso por la firme devoción que sus habitantes profesan al Islam y todos se consideran musulmanes.

Los refugiados y los inmigrantes


Tanto la inestabilidad política como el rol de Siria, en su carácter de mantener el equilibrio del poder regional, han
creado un clima de miedo y de desconfianza en Damasco. La policía secreta vigila cuidadosamente, cuestiona a
cualquiera que pueda representar una amenaza para la seguridad nacional y recompensa a aquellos que informan la
realización de diversas actividades grupales. Esta atmósfera ha reforzado el deseo de la gente de tener amigos
confiables; de modo que, a la hora de elegir un amigo en la ciudad, se lo seleccionará en virtud de la preciada
confianza.
Los grupos extranjeros que se establecen en Siria forman una gran comunidad de palestinos. El gobierno dictó una
serie de leyes que han favorecido su integración en el país y ha permitido la conservación de su propia identidad
nacional. Cierto joven dijo: “Si eres palestino, entonces no te consideres sirio. Una vez palestino, siempre palestino.”
Otro expresó: “¡Por supuesto que mi esposa debe ser palestina! Es importante tener cerca mío a alguien que entienda
nuestros problemas y no que solamente simpatice conmigo.”
Los palestinos se desenvuelven en casi todos los estamentos de Damasco. Las personas que alcanzan especialización
académica trabajan para el gobierno como profesionales ya sean maestros, médicos o abogados. Los árabes sirios
manifiestan el apoyo moral a los palestinos en cuanto a sus luchas políticas, en tanto que los poderosos shame no son
capaces de comprender los sufrimientos que este pueblo ha enfrentado. Un hombre palestino explicó: “Amamos a los
habitantes comunes más que a los shame porque nuestras costumbres son más parecidas a las de los aldeanos. Los
shame no te tratan con franqueza, solo son tus amigos por el dinero.”
Khalid tenía tres años cuando su padre decidió huir de Palestina. Era el año 1948 y estaban librándose los combates
entre israelíes y palestinos; por lo tanto, su familia huyó a los Altos del Golán. Como la mayoría de los palestinos que
habían emigrado, su padre esperaba regresar al pueblo unas pocas semanas más tarde. Pero en 1967 el clan todavía
se encontraba en los Altos del Golán cuando sucedió que el territorio fue invadido y anexado a Israel. Esta vez su
padre decidió quedarse para luchar y fue muerto en la batalla. Después del deceso de su padre, Khalid y los suyos se
trasladaron al Líbano donde vivieron por más de una década. En 1980 la escalada bélica obligó a la familia a
trasladarse de nuevo, y esta vez fueron con destino a Damasco. Actualmente, Khalid vive con su esposa y sus cinco
hijos en el mayor campamento de refugiados de Damasco. Él se refiere a su madre con emoción y cuenta que ella
está “perdida en su mente” por los trágicos sucesos que ha experimentado. Esta cruda realidad mantiene vivo el
dolor de Khalid.

CONCLUSIÓN
¿Hay una sola forma de vida musulmana? Ciertamente, la fuerte influencia del Corán y del Hadiz crean patrones e
inculcan valores que pueden encontrarse en la totalidad del mundo islámico. Sin embargo, la diversidad de culturas
y las circunstancias específicas han fomentado el desarrollo de una gran variedad de costumbres locales. Éstas son las
que determinan la formación de las familias y de las comunidades.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Da vi d W. Shenk, Journeys of the Mus l i m Na ti on a nd the Chri s ti a n Church (Scottda l e, Pa .: Hera l d Pres s , 2003). www.hera l dpres s .com.

Final de las lecturas básicas de la lección 5. Ver Aprende Más.

NOTAS FINALES
1. Cale b Proje ct, The Aze rbaijanis: A Cultural De scription and Strate gy Re port (Little ton, Colo.: Cale b Proje ct, 1995), pp. 56–60, 70.
2. Ibíd., p. 98.
3. Ibíd., p. 100.
4. Ibíd., p. 101.
5. Ibíd., p. 41.
6. Cale b Proje ct, The Cross and the Rince ong (Little ton, Colo.: Cale b Proje ct, 1993), p. 31.
7. Cale b Proje ct, A Praye r for Indone sia (Little ton, Colo.: Cale b Proje ct, 1993), pp. 10–12.
8. Ibíd., pp. 12–13.
9. Ibíd., pp. 20–21.
10. Ibíd., pp. 16–17.
11. Ibíd., p. 57.
12. Cale b Proje ct, The Muslims of Damascus, pp. 19–20, 105–108, y Damascus from Darkne ss to Light (Pasade na, Calif.: Cale b Proje ct, 1988).
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. La cosmovisión occidental observa la vida en compartimentos distintos y separados. Cada comunidad es diferente
y las personas adoptan diversas conductas en función del lugar donde se encuentran, ya sea en el trabajo, en el
hogar o en la iglesia. En cambio, desde la perspectiva del mundo oriental, la vida es percibida como un todo
integrado. ¿Una de estas dos posturas es más “bíblica” que la otra? Fundamente su respuesta.
2. Si los cristianos están tratando de alcanzar a los musulmanes con el mensaje de salvación, ¿por qué el evangelio
que aquellos predican parece estar tan desconectado de la realidad musulmana?
3. ¿Qué aspectos de su vida muestran una falta de integración con la fe?

APRENDE MÁS
Leer Christine Mallouhi, Mini-Skirts, Mothers, and Muslims (Grand Rapids: Monarch Publications, 2004).
Edward J. Hoskins, A Muslim’s Heart (Colorado Springs: Dawson Media, 2003).
Orar por los miembros de las familias musulmanas, por ejemplo, las madres, los abuelos, los tíos, etc. Si es posible
involucre a los integrantes de su propia familia con el objetivo de interceder por clanes similares al suyo. Podría
ser que su familia orara por una parentela musulmana con el mismo número de hijos.
Comer en un restaurante de Oriente Medio, indonesio o africano. Pida un menú desconocido. Pregunte al servicio
del local en qué ocasiones se prepara. También averigüe de qué manera se sirve esa comida. ¿Es un alimento
cotidiano y de elaboración casera? ¿O acaso se degusta en eventos especiales como en una fiesta o en una
celebración familiar?
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
LECCIÓN 6
MUNDO ESPIRITUAL DE LOS MUSULMANES
REFLEXIONE
• ¿Cómo buscan los musulmanes soluciones espirituales efectivas a sus problemas?
• ¿De qué modo intentan los cristianos influjo el mundo sobrenatural?
• ¿Qué ofrece el evangelio a las personas que se enfrentan con el miedo?
• ¿Cuáles son algunas de las cosas que usted hace o dice para manipular a Dios en el cumplimiento de sus
necesidades o deseos?
PUNTOS CLAVE
1. La cosmovisión bíblica incluye el reino espiritual.
2. Las creencias y prácticas musulmanas relacionadas con lo sobrenatural se encuentran en todos los segmentos de la
sociedad.
3. Poder, control y temor en las cosmovisiones musulmanas.
4. Ejemplos de la cosmovisión sobrenatural entre los musulmanes.
5. Misticismo en el islam: Sufism.
6. Trascendencia e inmanencia de Dios.
7. Baraka de Cristo: Bendición de los musulmanes es nuestro ministerio espiritual con resultados eternos.
8. Las buenas nuevas para los musulmanes incluyen la libertad de la muerte, el miedo, la opresión, los espíritus, el
mal y la ira de Dios.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
Claves Introducción
El Islam Popular: El Camino Al Poder Sobrenatural
El Poder En El Islam Popular
Básicas La Lucha Espiritual En El Mundo Del Islam Popular
El Misticismo, Un Escape De La Ley
INTRODUCCIÓN

La comprensión del universo que tiene el pueblo musulmán abarca la dimensión de los seres invisibles y de las
fuerzas sobrenaturales, y ambos elementos afectan su vida cotidiana. Un musulmán podría no preguntarse: “¿Qué
me hizo mal?” o “¿Cómo puedo mejorar?” pero puede ser que formule los siguientes interrogantes: “¿Quién provocó
mi enfermedad?” o “¿Por qué alguien quiere hacerme daño?” Estas frecuentes suposiciones son aceptadas entre los
musulmanes, pero su aplicación varía ampliamente. El Islam popular pudo haber nacido del eco de las creencias pre-
islámicas, ya sean hinduistas o animistas. O bien pudo haberse desarrollado en respuesta a las formas clásicas de la
religión, cuya aridez no se ajusta a las necesidades del corazón humano. De cualquier manera, la mayoría de los
musulmanes intenta ejercer su influencia en Dios y en otros poderes invisibles a través de artilugios terrenales, con el
fin de satisfacer sus propias necesidades. Esta cosmovisión del mundo no es exclusiva de la comunidad musulmana,
pues los animistas y otros grupos religiosos populares actúan en similar conformidad.

RÓTULOS ENGAÑOSOS
Algunos autores han usado el adjetivo “folclórico” para describir al Islam popular, cuya deducción errónea
presupone que los musulmanes rurales o incultos son sus principales seguidores. Sin embargo, los antropólogos y los
expertos conocedores de la cultura islámica tienden a evitar la denominación de “Islam folclórico”. La religión
popular no se limita a los pueblos o a las costumbres regionales y casi todas las formulaciones islámicas cuentan con
elementos del ocultismo. Inclusive los musulmanes modernos e intelectuales de la ciudad se han mezclado con
supuestos y métodos disciplinarios que se relacionan con fuerzas y seres sobrenaturales que afectan sus vidas.
Los cristianos –no los musulmanes– han utilizado términos como “musulmán folclórico”, animista, espiritista,
ocultista o chamanista, para describir su comportamiento habitual. Pero, según se indicó en la última lección, la
etnicidad y las nociones de identidad étnica –las costumbres autóctonas, y su significación y asociación con el
folclore– son probablemente la noción más importante a la hora de comprender a los musulmanes y de relacionarse
con ellos.

OTRAS OPCIONES
Bill Musk nomina al Islam popular como “Islam vulgar”. Los adjetivos “vulgar” y “popular” describen con
precisión la naturaleza de las expresiones islámicas, pero varios autores de la presente lección se refieren a la
diversidad colectiva bajo la denominación de Islam folclórico. Es necesario tener en cuenta que el término folclórico
fusiona tres conceptos diferentes: el animismo, el misticismo y la manifestación particular del Islam local.
Probablemente, la referencia al animismo es una designación equivocada porque se trata de una religión de culto a
los espíritus. La incursión en el mundo de las ánimas es reconocida por la mayoría de los musulmanes, pero ellos no
son animistas ya que no deifican a los espíritus. No importa qué grado de ocultismo practiquen, los musulmanes son
monoteístas.
Dentro del Islam, el misticismo abarca varios aspectos del ideario popular. La identificación de estas
representaciones como místicas no explicaría adecuadamente algunas prácticas consideradas en esta lección. Es
posible que, de manera inconsciente pero errónea, rotulemos a las costumbres místicas como “supersticiosas”, bajo el
juicio de ser creencias irracionales, ilógicas, anti-intelectuales y asumidas solo por los ingenuos y los crédulos.

UNA DICOTOMÍA INVÁLIDA


Otras personas catalogan al Islam popular como informal, no ortodoxo e “inferior”. Sin embargo, hay musulmanes
que incursionan activamente en el ámbito espiritual y a su vez observan todos los requisitos formales de la religión.
Ciertamente, gran cantidad de musulmanes han adaptado el Islam a sus propias culturas y necesidades marcando
una diferenciación evidente entre las expresiones populares y el Islam clásicamente representado. No obstante ello, la
dicotomía entre las formulaciones “clásicas” y las “populares” ya no es aceptada en los círculos antropológicos ni en
los programas de estudios islámicos. Por ejemplo, el Corán y el Hadiz avalan el uso de amuletos. Entonces, cabe
preguntarnos si los encantamientos y los talismanes son aspectos del Islam popular o de la religión clásica. Y por otro
lado, saber quién decide qué modalidades se corresponden con el Islam popular y cuáles con la creencia ortodoxa.
Generalmente, los musulmanes buscan una conexión con el mundo espiritual y con Dios en particular. Una
definición principal en la teología islámica es que Dios es trascendente, que está distante y que no se involucra en los
asuntos humanos. Pero el hombre fue creado con una sed interior que requiere ser saciada a través de una relación
íntima con su Creador. Esta sentida necesidad del individuo de conectarse con Dios (inmanencia) es la fuerza
impulsora del Islam popular. Además la mayoría de los musulmanes teme a las presiones que afectan su vida
cotidiana, llámense enfermedades, muertes, infidelidades, celos o carencias, entre otras. Y como resultado de ello la
búsqueda de las influencias sobrenaturales para contrarrestar estas fuerzas es incesante. De modo que un aspecto
importante a tener en cuenta en nuestra interacción con los musulmanes es contar con una correcta comprensión
acerca del miedo y de los poderes espirituales que repercuten en la vida.

LOS PUEBLOS EUROASIÁTICOS


Mientras que el cristianismo es la religión mayoritaria
de más de 810 millones de personas eurasiáticas, hay
136 grupos musulmanes con una población de más de
18,5 millones. Los más grandes son los albaneses, los
bosnios y los caucásicos. La región montañosa del
Cáucaso, situada entre el Mar Negro y el Mar Caspio,
está formada por siete repúblicas rusas, Georgia,
Armenia y Azerbaiyán. Los caucásicos y los pueblos de
Siberia perdieron la mitad de su población debido a la
conquista de Rusia, bajo el genocidio y las
deportaciones del gobierno de Stalin. Durante los siglos
XIX y XX todas las poblaciones musulmanas del territorio
se vieron seriamente afectadas por la opresión
comunista, el control cultural y la aplicación de la
ortodoxia rusa. Pero un alto porcentaje de los habitantes
norteños del Cáucaso son musulmanes y se resintieron a
dicha dominación.
Los chechenos son pobladores autóctonos de Eurasia
que han vivido durante milenios en el Cáucaso y han
subsistido gracias a la actividad pastoril y agricultora
llevada a cabo en las montañas. Tienen la práctica
religiosa suní, ejercen el misticismo sufí y hablan un
idioma distinto al de la zona. Por constitución
tradicional, las comunidades chechenas se agrupan bajo
la estructura de un clan, y su población de casi 1,5
millones de individuos es, predominantemente, rural.
En 1991 la declaración de independencia expedida por
un movimiento separatista checheno desencadenó las
guerras entre la República de Chechenia y Rusia. En
1996 el conflicto terminó oficialmente con la retirada de
Rusia, pero en 1999 Rusia recuperó el control y se
reanudaron las violentas batallas en Chechenia. En
2009, Rusia anunció el fin de su “operación
antiterrorista” en la región. Durante los conflictos,
murieron más de 100.000 chechenos. A partir de 2013,
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos había emitido
más de 210 sentencias en relación con las violaciones
de los derechos humanos en Chechenia y, a partir de
2010, había 100.000 refugiados procedentes de
Chechenia fuera de Rusia.
Fuente: www.joshuaproject.net;
www.peopleteams.org; www.tconline.org.

LA COSMOVISIÓN BÍBLICA
Si encontrar un nombre apropiado para identificar al sistema de creencias musulmana es una dificultad, la otra es
nuestra cosmovisión mal concebida. Los cristianos occidentales necesitan ser reorientados en la percepción del
universo tal como se halla descrito en la Biblia, incluyendo la existencia de fuerzas y seres espirituales invisibles (2 Co.
10:3-5, Ef. 6:12). Tal vez no recurrimos a intentos animistas para manipular a Dios a fin de que satisfaga nuestras
necesidades. ¿Pero nos volvemos a Dios con todo el corazón? ¿Demostramos una total dependencia del dominio
supremo y sobrenatural de Dios en todas las facetas de la vida: espiritual, emocional, mental y física? Tanto los
musulmanes como los cristianos1 alrededor del mundo consultan a los adivinos y a otras personas “espiritualmente
poderosas”. Una motivación primaria para esto es que la gente encuentra la respuesta a sus necesidades
aparentemente no satisfechas en otras experiencias religiosas. Otro disparador de estas consultas espirituales parece
radicar en la elección que el pecador hace de la acción antes que la pregunta, la confianza o la espera en el Soberano.
Aunque los cristianos afirman estar bajo la autoridad bíblica han incurrido en la falla lamentable de caer en la
negación o en la ignorancia acerca de los seres y las fuerzas espirituales. La magia, las brujas, los demonios, los
milagros y los sueños son conceptos que se consideran arcaicos, de una época no iluminada y que no guardan
relación con su realidad. Algunos fueron más lejos y han limitado los registros bíblicos de tales influencias y
personajes para convertirlos en “meros” cuentos más que en realidades históricas. Otros individuos minimizan la
verdadera potestad del reino sobrenatural, como así también del poder de la oración, y no enfatizan el rango
completo de los dones espirituales (además de la predicación). Providencialmente, muchos cristianos han retornado a
las Escrituras y reclaman la cosmovisión bíblica de un mundo espiritual auténtico y activo.

ARMAS PODEROSAS PARA UN ENEMIGO REAL


A lo largo de esta lección las hipótesis personales respecto de las cosas que son reales deberán ser cuestionadas. ¿Qué
línea de pensamiento siguen los cristianos? ¿Tienen una cosmovisión bíblica incompleta o inadecuada? La muerte y
la resurrección de Cristo no solo han provisto la salvación de los pecados y la cura para la vergüenza humana. Estos
gloriosos eventos han roto el poder del reino de las tinieblas, han trasladado a quienes creen al reino celestial y han
equipado a los redimidos con la autoridad sobrenatural de Cristo.
Si nosotros nos relacionamos con los musulmanes solo a través de nuestras propias lentes culturales podremos dejar
de percibir las indicaciones de la perspectiva islámica popular. Por otra parte, para entrar a la cosmovisión real de los
musulmanes será preciso ayudarles a entender que nosotros también reconocemos la existencia de fuerzas y seres
invisibles malignos que afectan nuestras vidas, y que debemos hacerle frente al mal generalizado. Los cristianos
creemos que nuestro enemigo, Satanás (Shaytan, según los musulmanes), está vivo y es poderoso, y que él controla a
muchos demonios que son hábiles para engañar, para oprimir, para manipular y para tentar a los hombres. En la
iglesia primitiva, el exorcismo constituía una práctica habitual dentro del bautismo y el renunciamiento a Satanás
formaba parte de la comunión. El Cristianismo bíblico tiene una teología tanto defensiva como ofensiva para tratar
con el mundo de los espíritus. La oración en favor de los musulmanes tiene una fuerza sobrenatural que confiere una
potente baraka, o sea las bendiciones espirituales, en el nombre de Jesús. Si hasta ahora no hemos comprendido
nuestra responsabilidad, nuestras prerrogativas y nuestra asociación con la iglesia, deberemos proveernos de las
armas necesarias.
Podemos ser inexpertos en el manejo de las armas del poder divino –en pedir a Jesucristo que manifieste su
autoridad para salvar o sanar, para hacer milagros o para hablarle a la gente a través de sueños y visiones–, pero
estos son los eventos a través de los cuales la mayoría de los musulmanes están viniendo a Cristo. Además, podemos
no haber usado oraciones para implorar la protección a Dios, por ejemplo, cuando interactuamos con la gente,
accedemos a determinados lugares o recibimos ciertos objetos. Sin embargo, el texto bíblico es convincente: “orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos
los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio
del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar” (Ef. 6:18-20).
K. S., editor
PARA ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Ri ck Love, Mus l i ms , Ma gi c a nd the Ki ngdom of God (Pa s a dena , Ca l i f.: Wi l l i a m Ca rey Li bra ry, 2000).
www.wcl books .com.

NOTA FINAL
1
Muchas culturas alre de dor de l mundo abrazaron al Cristianismo, pe ro con visos sincré ticos.
EL ISLAM POPULAR: EL CAMINO AL PODER SOBRENATURAL
por The Center for Ministry to Muslims

El Islam confiesa la grandeza de Dios, pero muchos de sus seguidores viven con temor a los espíritus malos. La
religión enseña que existe un solo Dios y que no hay un mediador entre Dios y la humanidad. No obstante ello, un
sinnúmero de musulmanes busca a un sujeto capaz de manipular a los poderes mágicos.
El Corán reconoce que Dios está más cercano que la propia vena yugular; sin embargo, Él parece estar muy lejos,
en una posición inalcanzable y de difícil acceso. Varias veces, cada día, los musulmanes devotos recitan el bismillah
al-Rahman al-Rahim (en el nombre de Alá, el clemente, el compasivo). A pesar del anhelo desesperado que clama
porque Dios sea misericordioso y compasivo, la mayoría musulmana siente temor frente a los actos divinos
impredecibles. En todos los continentes los seguidores del Islam se saludan con las palabras As-salaam alaikum (la
paz sea contigo) y hablan de paz, pero sin Jesús no encuentran reposo. Entonces, las personas carentes de poder
tienen una profunda necesidad de tomar contacto con alguna fuerza sobrenatural.
Toda la gente, sea rica o pobre, intelectual o analfabeta, se vuelve vulnerable frente a los problemas abrumadores
que son comunes a la humanidad. El desamparo y el agobio llevan al individuo, en su acción desesperada, a buscar
las opciones inmediatas que logren conectarlo con el mundo invisible. Las prácticas orientadas a la búsqueda de tales
fenómenos son reconocidas dentro del Islam popular.

¿QUÉ ES EL ISLAM POPULAR?


El Islam popular es una expresión amplia y general que describe la combinación de las prácticas islámicas formales u
ortodoxas y las prácticas primitivas o animistas. El animismo sostiene que la creación en su conjunto se halla
impregnada de espíritus o almas y, en cierto sentido, que toda ella está viva. Como consecuencia, las personas tratan
de ejercer su influencia en los espíritus mediante el uso de la magia y de diversos rituales a fin de aprovechar los
poderes sobrenaturales para el beneficio humano. Estas prácticas pueden estar enfocadas en el esfuerzo de apaciguar
a los espíritus, de atraer las bendiciones personales o de articular las maldiciones sobre los enemigos.
Comparemos ahora al Islam ortodoxo con un centro comercial. Podríamos ver que allí hay tiendas perfectamente
organizadas, un directorio colorido, una clara identificación de nombres y números, y patrones establecidos con
precios y horarios determinados. En cambio, el Islam popular puede ser equiparado con un mercado al aire libre o
bazar, un laberinto líquido que fluye libremente y que se formó sin una previa y cuidadosa planificación, sino más
bien por una necesidad.
En la práctica, los musulmanes oscilan entre la estricta ortodoxia que rechaza todas las formas de magia, y aquellos
que abiertamente se involucran en las prácticas mágicas. Probablemente, la mayoría de los musulmanes se ubica
entre ambos extremos, ya que en ciertos momentos críticos visita a un chamán o utiliza amuletos de protección
secretamente. La vida real de la mayor parte de los musulmanes es bastante diferente de la que se “publicita” en el
Islam.
El Islam popular acerca a las personas hacia la solución de los problemas cotidianos del presente, pero no se
preocupa de la vida después de la muerte. Al igual que todos los seres humanos, los musulmanes sufren agobiantes
aflicciones y corren detrás de las prácticas mágicas buscando respuestas sobrenaturales. El Islam popular surgió por
la necesidad de las personas débiles de obtener el poder para superar los problemas de esta vida. Si el manantial
espiritual del Islam satisficiera la sed y mitigara el dolor, los musulmanes no se involucrarían en el ejercicio animista.

LAS MUJERES Y EL PODER


El Islam popular impregna todas las regiones
territoriales y las clases sociales del mundo musulmán.
Su mayor influencia es ejercida sobre las personas que
no tienen un fácil acceso a la enseñanza islámica oficial,
incluyendo a quienes viven en las zonas rurales, a los
que no cuentan con una educación formal y a las
mujeres. Éstas últimas tienen una entrada limitada a la
mezquita y pocas de ellas reciben instrucción del Corán.
Por lo tanto, una inmensa mayoría no se da cuenta de su
extravío de la fe ortodoxa y aun consideran que son
fieles musulmanas por observar las creencias populares
que heredaron de sus abuelas.a Salvo excepciones las
damas que son ricas y educadas rechazan toda forma de
magia, pero el resto de las mujeres participa
abiertamente de las prácticas animistas o al menos
recurren a ellas en tiempos de desesperación.b
Por lo general, la perpetuación de este sistema de
credos y prácticas está a cargo de las mujeres
musulmanas. Puede suceder que mientras un hombre
educado se burla de las supersticiones del Islam
popular, su esposa está sujetando con alfileres, un
objeto encantado en la vestimenta de su hija. El padre
lleva a su prole a la mezquita y se ocupa de enseñarle
los rezos islámicos, pero la madre llena la mente de sus
vástagos con historias de genios y con información
acerca del mal de ojos, a fin de pertrecharlos en contra
de las fuerzas maléficas. Es así que, a través del relato
fantástico y no mediante la educación formal, las
madres pasan las creencias del Islam popular a la
siguiente generación.
El liderazgo del Islam formal pertenece a los hombres,
pero un gran número de mujeres demuestra ser
practicante del Islam popular en sus múltiples
manifestaciones. Estas mujeres gozan de gran autoridad
y respeto dentro de la comunidad, e incluso son
personajes que infunden temor. Pueden ser
identificadas dentro del grupo de las ancianas, de las
masajistas, de las adivinas, de las exorcistas, de las
comadronas, de las hechiceras,c de las lavadoras de
muertos y de las shaykhas.d Estas poderosas mujeres
juegan un papel muy importante en el quehacer
religioso y en los diversos eventos del ciclo de la vida.
Se estiman indispensables aquellos servicios que están
relacionados con la trata de la infertilidad, la protección
del feto y la práctica del parto propiamente dicha. A
menos que las instrucciones recibidas se ejecuten con
exactitud, las mujeres del pueblo consideran que no
podrán dar a luz un bebé sano.e
Fuente: Amy Bennett, www.christar.org.
a. Bill Musk, The Unse e n Face of Islam, nue va e d. re v., (London:
Monarch Books, 2003), p. 182
b. Rick Love , Muslims, Magic and the Kingdom of God: Church
Planting among Folk Muslims (Pasade na, Calif.: William Care y
Library, 2000), p. 24.
c. Ibíd., p. 29.
d. Musk, Unse e n Face , pp. 108–109.
e . Julia Colgate , “Muslim Wome n and the Occult: Se e ing Je sus Se t
the Captive s Fre e ,” Ministry to Muslim Wome n: Longing To Call
The m Siste rs, e d. Fran Love y Je le ta Eckhe art (Pasade na, Calif.:
William Care y Library, 2000), p. 41.

EXPERIENCIAS DEL ISLAM POPULAR


A continuación examinaremos las experiencias cotidianas de algunos musulmanes comunes y la búsqueda que ellos
hacen de un poder sobrenatural que sea capaz de resolver las situaciones adversas.
Aisha está a punto de dar a luz a su primer hijo. De pronto, y sin un motivo aparente, la idea de un serio peligro
invade su mente. Ella está paralizada por el miedo porque cree que su bebé morirá en el parto. Desesperada y
deseando oír una palabra de esperanza, Aisha llama a la adivina del barrio. Misteriosamente esta mujer mayor sabe
los secretos del corazón de la joven y conoce su futuro.
Hace seis años que Fátima, vecina y amiga de Aisha, está casada, sin embargo no ha podido concebir un hijo. Ella
siente una dolorosa vergüenza y se atribuye toda la culpa por esta carencia. Fátima ha recitado fielmente sus
oraciones y ha visitado la tumba de un santo para hacer invocaciones especiales. Ella cree que ese santuario es un
lugar de poder, pero su esterilidad continúa. Se siente sola y vulnerable. De oídas Fátima llega a enterarse de un
anciano de la comunidad, a quien la gente considera un santo en vida y que está dotado de poderes sobrenaturales.
Él no es una persona muy educada en la religión, pero sus amigos dicen que tiene baraka, es decir la bendición de un
poder especial para obtener los resultados deseados. Fátima escucha decir que este hombre ha ayudado a otros con
esta “fuerza espiritual positiva”. Entonces ella decide apartar cierta cantidad de dinero que usualmente utilizaría
para abastecer de alimento a su familia. Más tarde, se acerca al practicante, le besa la mano y entre llantos le cuenta
su problema.
Samira vive con miedo, pues considera que alguien ha proferido una maldición en su contra o en contra de su hijo
recién nacido. Por esta razón, Samira posee un amuleto que obtuvo para protegerse de los efectos del mal de ojos de
un vecino envidioso.
El mayor temor de Saida es la posible infidelidad de su marido, pero sabe que no puede controlar el
comportamiento de él a todas horas. Entonces Saida agrega unas gotas de su propia orina en el té de su esposo. Se
espera que esta “poción de amor”, especialmente bendecida por arte de magia, mantenga al hombre en fidelidad a
su esposa.
Daoud es licenciado en derecho de una prestigiosa universidad de su país y también es un juez respetado del
tribunal superior. Su hijo mayor, Ahmed, no se ha desarrollado con normalidad y apenas es capaz de hablar. La
condición del pequeño ocupa la mente de Daoud durante todo el día, y consume su tiempo y su energía durante las
noches y los fines de semana. En el ámbito laboral, Daoud posee la autoridad para tomar las decisiones más difíciles
en complejos casos criminales. Sin embargo, en su hogar él se siente impotente, pues ama profundamente a su hijo,
pero es incapaz de encontrar una solución para el mal que lo afecta. Este padre siente vergüenza porque su hijo de
seis años no está preparado mentalmente para comenzar la escuela. De modo que el juez Daoud visita en secreto al
jeque, un respetado académico que ha hecho la peregrinación a la Meca y que enseña con expresiones admirables las
grandes tradiciones del Islam. El líder espiritual explica numerosas visiones místicas a Daoud y luego le asigna varias
instrucciones a seguir. Éstas incluyen el ayuno en ciertos días, la repetición de oraciones especiales y la memorización
y el recitado de algunos versículos del Corán. Por último Daoud recibe un pedazo de papel doblado, el cual contiene
una cuidadosa selección de versos coránicos, e inmediatamente lo inserta en un bolsillo de cuero. Ahmed tiene que
portar este amuleto él mismo, como un instrumento de poder. No obstante ello, si Daoud quiere ser testigo de la
verdadera sanidad de su amado hijo debe hacer un voto y matar a un animal en sacrificio.
Durante años el sueño del joven Azamat ha sido llegar a convertirse en un arquitecto, y se proyecta a sí mismo
diseñando hermosas casas y departamentos comerciales. Pero él sabe que si no aprueba el examen final, sus anhelos
nunca se harán realidad.
De manera que Azamat visita a un hombre santo, poseedor de poderes sobrenaturales, que quema incienso y hace
oraciones. El muchacho es instruido en la toma de un baño, a medianoche, con el agregado de siete tipos de flores
esparcidas en el agua. Mientras dura el aseo personal, Azamat debe mencionar reiteradamente el nombre del
director de la escuela en la cual realizará el examen. Si sigue las pautas establecidas garantizará el resultado positivo.

Musa sigue teniendo la horrible pesadilla noche tras noche. Se despierta y tiembla de miedo, y cree que los duendes
están molestándolo y causándole el terror. Él está convencido de que hay una gran agitación en el mundo invisible de
los espíritus malignos en este momento del año. Debido a la falta de descanso nocturno, Musa se ha vuelto
extremadamente irritable y encuentra serios obstáculos en su trabajo, sobretodo porque no logra concentrarse en sus
deberes contables en el banco. Después de consultar a un practicante, Musa luce un hilo blanco alrededor de su
muñeca. Además ha atado un amuleto a su almohada para garantizar el descanso durante las noches.
Las historias de Aisha, de Fátima, de Daoud y de los otros individuos mencionados con anterioridad, representan a
los musulmanes de todo el mundo. Ellos creen en la operación de las fuerzas sobrenaturales: personas de poder,
objetos de poder, lugares poderosos, tiempos poderosos y rituales poderosos. Cada una de estas personas, por
separado, puede enumerarse bajo una diferente procedencia tanto étnica como social, pero el conjunto guarda una
sola consonancia. Cuando ellos se enfrentan a situaciones difíciles, todos reconocen la necesidad de contar con un
poder sobrenatural y entonces buscan a algún mediador que los ponga en contacto con el mundo espiritual.
YO LO VÍ EN UN SUEÑO
Sokrat despertó de una pesadilla, sudando. En el sueño
había visto que Satanás venía por su alma. Entonces
advirtió que una espada de fuego se interpuso entre
ambos. Y desde la espada provino una voz que le dijo:
“Sokrat, soy Isa. Yo tengo el poder para salvarte, pero
tienes que creer en mí.”
Sokrat pertenece al pueblo uigur, un grupo que forma
parte de una gran comunidad musulmana de la China. Él
no ha decidido todavía cómo responderá a la visión.
¿Aceptará el ofrecimiento de Jesús para rescatarlo?
¿Estará abierto para aprender más acerca del hombre
que le habló en el sueño?
La mayoría de los cristianos residentes en el mismo
territorio donde vive Sokrat enfatizan la enseñanza
bíblica y la formación del carácter sobre las experiencias
emocionales, sin embargo reconocen que Dios está
obrando de un modo sobrenatural. Muchos musulmanes
que vienen a Cristo confiesan a los cristianos que ellos
han reconocido la verdad a través de sueños. Sigamos
orando para que el Espíritu de Dios continúe hablando a
los uigures, tal como lo hizo con Sokrat. Y que también
llegue la voz de Dios a los musulmanes dispersos en
toda la tierra, ya sea mediante sueños o a través de sus
mensajeros.
Fuente: The Uyghurs of Central Asia (Littleton, Col.:
Caleb Project, 2003), p. 26.

PRESENTANDO EL EVANGELIO DE CRISTO COMO LA RESPUESTA


Las consideraciones previas sitúan al lector dentro del marco espiritual que reconoce el promedio de los musulmanes.
Esta perspectiva escenifica un maravilloso telón de fondo sobre el cual el evangelio de Cristo puede ser presentado a
ellos. ¡Cuánta tranquilidad encontraría Samira si escuchara el mensaje apropiado de un seguidor de Jesús! Porque si
la mirada de Dios está sobre su vida, la muchacha ya no tendría que preocuparse a causa del “mal de ojo”.
El severo sufrimiento que padecen miles de personas es el motivo por el cual renuncian a toda esperanza de
recuperación. Tal vez usted tiene un amigo musulmán que, debido a cierta preocupación, vive en la más profunda
tristeza y casi llega al punto de la desesperación. Él puede estar preguntándose: “¿Es éste el propósito real de la vida?
¿Es que acaso Dios ha creado a la humanidad para vivir con ansiedad, desesperanza y miedo a los espíritus
malignos? ¿Acaso el destino de la raza humana no tiene esperanza de liberación y paz interior? ¿Es éste el deseo de
al-Rahman al-Rahim, el misericordioso, el compasivo?“ Por supuesto que la sentencia a todos estos interrogantes es
negativa. Ungidos por el Espíritu Santo, los discípulos de Jesús tienen la respuesta para la búsqueda desesperada de
los musulmanes, pues el poder supremo está en Cristo.
El Corán otorga a Jesús el título único de al-Masih (el Cristo), sin explicar su significación como el Ungido. La
palabra dada a los musulmanes debe ser “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y
cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hch.
10:38).
La descripción de cada uno de los casos expuestos anteriormente demuestra que los musulmanes anhelan encontrar
soluciones reales y duraderas a los problemas de la vida. La baraka (o el poder para obtener resultados) ganada de
parte de un mediador que manipula las fuerzas mágicas es ilusoria, engañosa y de corta duración.
La unción que Jesús poseía, y que fue transmitida a sus seguidores, es la baraka verdadera, aquella que la gente
busca en la actualidad para satisfacer las necesidades angustiosas de su alma. En Jesús, los musulmanes pueden
encontrar el equilibrio de un mundo inestable y hostil. Ellos están pidiendo un mediador, alguien que esté en
contacto con el mismo Dios, y deben saber que el Espíritu Santo está activo. ¿Seremos los instrumentos de Dios para
mostrar la baraka verdadera y bíblica, que es la unción del Espíritu Santo?
PARA ESTUDIOS ADICIONALES
Bi l l Mus k, The Uns een Fa ce of Is l a m, rev. nueva . ed. (London: Mona rch Books , 2003).
EL PODER EN EL ISLAM POPULAR
por J. Dudley Woodberry

Al igual que en el mundo del Islam popular, la gente del entorno en el cual Jesús vivió estaba preocupada por los
poderes. Por ese entonces, había poderes espirituales a los cuales Jesús exorcizó (Lc. 9:37-43). La mujer que padecía
de flujo de sangre consideró que el manto del Maestro era un objeto de poder (Lc. 8:41-56). El estanque de Betesda
era un lugar poderoso, y cuando el agua era agitada se operaba un tiempo poderoso (Jn. 5:1-47). Ungir al enfermo
con aceite (Mr. 6:13) o exorcizar mediante la oración de fe y una orden (Mr. 9:14-29) podrían ser vistos como rituales
poderosos. El mismo Señor se manifestó como una persona de poder (Lc. 5:17-26).

LA METODOLOGÍA DE JESÚS
En el capítulo 10 de Lucas, se describe la misión que Jesús encomendó a sus discípulos. Aquí se sugiere el tratamiento
divino hacia los musulmanes practicantes del Islam popular; por lo tanto, este paradigma permite identificar trece
principios en el ministerio de poder.
Principio #1. Jesús iría en asociación. Leemos que el Señor los “envió de dos en dos” (v. 1). Aunque inicialmente Él
enfrentó solo a su adversario, desarrollaría una metodología de asociación. Los poderes son reales y es preciso tener
discernimiento para enfrentarlos. La obra más significativa entre los musulmanes populares en el sur de Asia ha
colocado una pareja en cada pueblo.
Principio #2. Jesús tendría el camino preparado para Él. El pasaje continúa diciendo que el Señor los mandó
“delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir” (v. 1). Cada avance importante de la iglesia ha tenido un
período de preparación, de pre-evangelismo. Inayat, un hombre que tiene un efectivo ministerio de poder en
Pakistán, ha detectado que generalmente la salvación y la sanidad suceden poco a poco luego de un tiempo de
entrenamiento en la enseñanza.1
Principio #3. Jesús oraría por refuerzos al momento de entrar en la lucha espiritual. El versículo 2 continúa
diciendo: “rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”. Los ministerios de poder más eficaces en el sur de
Asia son desarrollados por equipos de trabajo. Un equipo está compuesto por quince miembros de las iglesias de los
Hermanos Libres, de los Pentecostales, de los Episcopales y de los Católicos Romanos.2 Esto es guerra espiritual, por
lo tanto la oración se torna esencial. Cierto país estaba siendo azotado por las inundaciones y la ribera del río estaba
siendo erosionada. Un loco desnudo llamó a cinco parejas cristianas para que oraran a fin de que la erosión se
detuviera. Entonces ellos se metieron al río y oraron desde las 8.30 de la mañana hasta el mediodía, mientras los
aldeanos los observaban y se burlaban de ellos. Entonces, el viento cambió, el agua se aquietó y la erosión fue
interrumpida. Dos personas aceptaron a Cristo y otros todavía señalan el sitio de la ribera donde cesó la erosión.
Principio #4. Jesús entraría en la lucha con un poder manifestado por la vulnerabilidad, por la cruz. Cristo dijo:
“… yo os envío como corderos en medio de lobos” (v.3). Nuestro Señor conquistó los poderes cósmicos en la cruz
(Col. 2:15) y podemos gozarnos porque somos “participantes de los padecimientos de Cristo” (1 P. 4:13). Un líder
musulmán de cierto país del sur asiático se convirtió al Cristianismo. Una multitud se reunió para matarlo, pero él
oró a Dios. Alguien vociferó que una persona había sido gravemente herida, de modo que el gentío se disolvió al
momento que todos corrían a la casa de aquel hombre.
Principio #5. Jesús alteraría la metodología, según el momento y el contexto. La instrucción de Cristo en Lucas
10:4 fue: “No llevéis bolsa”; sin embargo, en otra cita bíblica los discípulos reciben la orden de tomar la bolsa e
inclusive comprar una espada si no la tuvieran (Lc. 22:35-36). En los ciclos históricos pueden observarse señales y
prodigios extraordinarios, con masivas concentraciones en los tiempos de las grandes expansiones de la Iglesia.
Principio #6. Jesús centraría su ministerio en las personas receptivas, pero también dejaría un testimonio para
aquellos que no lo son. Jesús comunicó a los discípulos: “En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, […] sanad
a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios” (Lc. 10:8-9). Por el contrario,
el Señor les ordenó salir de cualquier ciudad donde no los recibieran, bajo la sentencia de que “el reino de Dios se ha
acercado a vosotros” (vv. 10-11). En la actualidad, los musulmanes que practican el Islam popular se muestran más
abiertos que los ortodoxos. Entonces, la prioridad debería estar puesta en los primeros, sin descuidar el testimonio a
los segundos.
Principio #7. Jesús llevaría a cabo un ministerio holístico de sanidad y anuncio del reino de Dios, de demostración
y proclamación, en el cual la sanidad es una señal del reino. La sanidad de los enfermos era una clara señal del reino
divino. El mandato del Señor a los discípulos fue la sanidad de los enfermos y la divulgación de la cercanía del reino
celestial (v. 9), pero ellos contaron que aun los demonios se les sujetaban en el nombre de Jesús (v. 17). En el sur de
Asia, los médicos rurales informaron que una niña de tres años estaba agonizando, pero una pareja cristiana oró por
ella, y la pequeña fue sanada. Como resultado de este milagro, otros cuatro se convirtieron en seguidores de Cristo.
Durante los meses siguientes, los aldeanos empezaron a recibir instrucción bíblica y nueve más creyeron en el
Salvador. Con la posterior combinación de los testimonios y la proclama en la zona, el número de los convertidos se
ha multiplicado en miles.
Principio #8. Jesús señalaría que los ministerios de poder conducen a las personas tanto a la oposición como a la fe.
A las ciudades impenitentes les fue anunciado: “¡Ay de ti! …que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros
que se han hecho en vosotras, […] se habrían arrepentido” (v. 13). Como en los días de nuestro Señor todavía se
encuentran ambas posiciones. En cierta localidad del sur asiático, cientos de personas se convirtieron al Cristianismo,
pero una multitud estimada en diez mil almas decidió matar a un converso quemándolo con gasolina. La turba se
sintió defraudada al saber que un imán de la zona también se había convertido en un seguidor de Jesús. El imán
consiguió calmar los ánimos de la muchedumbre, pero dos individuos comenzaron a rodar en el suelo de dolor, y
más tarde debieron ser hospitalizados. Casi dos centenares de personas creyeron en Cristo a partir de estos
acontecimientos.
Principio #9. Jesús señalaría que la cosmovisión del ministerio debe incluir la realidad del mundo de los espíritus y
la batalla cósmica que allí se desata. A su regreso de la misión, los discípulos informaron: “Señor, aun los demonios se
nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (vv. 17-18). Paul Hiebert define la
omisión de esta mirada en la cosmovisión occidental como “la falla del medio excluido”3 .

OTRA FUENTE DE PODER


por Dale Fagerland
Bokoum nació en Malí, África Occidental, hace cuarenta
o cincuenta años atrás, nadie lo sabe con seguridad.
Debido a una revelación recibida, los padres de Bokoum
llegaron a creer que el niño se transformaría en un
hombre muy malo. Por ese motivo y siendo aún un bebé,
la pareja decidió sacarle uno de sus ojos. Ambos
razonaron que si su hijo era minusválido, seguramente
no llegaría a ser malvado en extremo. El miedo empujó
al matrimonio a tan horrible maltrato del pequeño, y en
efecto, Bokoum llegó a convertirse en un individuo
despreciable. Era un hombre grande, fuerte y violento.
Pasaron los años y Bokoum se trasladó a Djibo, en el
norte de Burkina Faso. En la ciudad él acechaba el
camino que conducía al mercado, esperando a sus
víctimas. Entonces atacaba simultáneamente a varias
personas con el propósito de robarles y, a causa de la
golpiza, las abandonaba medio muertas. Sin lugar a
dudas era el bandido más temido de la región.
Cada vez que Bokoum promovía un alboroto, la policía
trataba de detenerlo, pero fueron necesarios al menos
diez hombres para lograr su captura y el posterior
confinamiento. Antes de encerrarlo en la cárcel se
procedió a drenar la sangre de sus venas a fin de
debilitarlo. Sin embargo, cuando el flujo sanguíneo
volvió a nivelarse y su fuerza resurgió, Bokoum salió de
la prisión y planeó su próximo ataque.
El hombre confiaba en el poder que provenía de los
amuletos y de los fetiches. Él recogió un guijarro de
noventa y siete cerros diferentes y un líder espiritual
musulmán bendijo el montón de piedras. Según el propio
Bokoum, dicho acto le había otorgado la potestad sobre
toda la tierra de aquellas colinas.
El tiempo transcurrió, y lentamente, Bokoum comenzó
a percibir la existencia de otra fuente de poder. Por
aquel entonces, mi esposa y yo estábamos trabajando
con un pequeño grupo de cristianos en Djibo, y
estábamos abocados a la construcción de un edificio
para la iglesia. La curiosidad de Bokoum hizo que él se
dirigiera al lugar de trabajo y que hablara con los
cristianos voluntarios. Dios ya había comenzado a
inquietar su corazón. El hombre no ejecutó la violencia
hacia estas personas tal como la manifestaba
habitualmente, sino que se mostró más bien amigable.
La construcción del edificio demandó la mezcla manual
del cemento y la producción de cada bloque, en forma
individual, a partir de un molde. Bokoum quiso ayudar,
individual, a partir de un molde. Bokoum quiso ayudar,
así que con mucho gusto fue contratado. ¡Él podía hacer
el trabajo de cuatro hombres! Mientras trabajaban, los
cristianos comenzaron a hablar con Bokoum acerca de
su alma.
En esa época, Jim Bryant y su familia se unieron al
equipo de trabajo en Djibo. Cuando Jim me preguntó si
yo conocía a alguien que pudiera montar la guardia
nocturna en su domicilio particular, no dudé en la
respuesta. “¡Claro que sí! Conozco a un hombre que es
mejor que un pastor alemán, que un dóberman Pinscher
o que un Pitbull Terrier”. Así que Jim contrató a Bokoum
y la familia Bryant perseveró en hablar con él acerca de
la salvación. Le explicaron que Dios quería cambiar su
vida. Poco a poco, Bokoum se dio cuenta de su
necesidad espiritual, y finalmente, los Bryant lo
condujeron a los pies del Señor.
De inmediato, la vida de Bokoum comenzó a cambiar
radicalmente. Quemó todos los fetiches que poseía y
hoy nadie podría creer que él fue un temido criminal.
Actualmente, Bokoum tiene una esposa y una familia, y
él le cuenta a todos, incluso a los líderes musulmanes,
las cosas que Dios ha hecho en su vida. Ahora Bokoum
sabe que el verdadero poder no proviene de los fetiches
ni de los puños, sino del Espíritu de Dios.
Fuente: Intercede 17, número 1 (Enero–Febrero, 2001),
p. 5. Usado con permiso.
www.reachingmuslimpeoples.com.

Principio #10. Jesús otorgaría autoridad a sus discípulos tanto en el terreno físico como en el espiritual. Él les dio
“potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo” (v. 19). En el episodio citado
anteriormente, observamos con claridad cómo Dios respondió a la oración por un cambio en los fenómenos
naturales. Algunos creyentes oraron para que las inundaciones y la erosión se detuvieran, y así sucedió. Del mismo
modo, los cristianos que sufren opresión espiritual deben aprender que tienen toda la autoridad para ordenar la
expulsión de los demonios.
Principio #11. El Señor daría prioridad a la tarea evangelizadora por encima de la obra de liberación. Los
discípulos fueron advertidos: “Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros
nombres están escritos en los cielos” (v. 20). Algunos creyentes implicados en el ministerio de liberación han
empleado gran parte de su tiempo en esta obra, en detrimento de la evangelización.
Principio #12. Jesús demostraría que, en lugar de estar invadido por seres y fuerzas potencialmente dañinos, el
universo está bajo el control de un Padre personal y amoroso. El Hijo se dirigió a Dios diciéndole: “Yo te alabo, oh
Padre, Señor del cielo y de la tierra” (v. 21). El previo análisis del Islam popular ha demostrado que la mayoría de los
musulmanes vive con miedo.
Principio #13. Jesús observaría que para comprender estas realidades espirituales son más importantes la fe sencilla
y la docilidad que la erudición. La oración de Cristo continúa: “…porque escondiste estas cosas de los sabios y
entendidos, y las has revelado a los niños” (v. 21). Los cristianos que trabajan en el extranjero, ya sea en el mundo
académico o en la obra misionera, aprenden acerca de los espíritus y de la guerra espiritual en el entorno de las
personas comunes a las cuales sirven. Richard DeRidder observó cuántas falencias había tenido en su capacitación,
con base en la teología reformada tradicional, para lidiar con el mundo espiritual en el cual su gente vivía. Él
concluyó: “Este es un capítulo de la teología reformada que todavía no se ha escrito y, tal vez, no podrá ser escrito
desde Occidente”.4
EL MÉTODO DE PABLO
Según leemos en Hechos capítulo 19, en la ciudad de Éfeso de los tiempos de Pablo, se hallan descritos los principales
elementos del Islam popular. Hubo allí manifestaciones de los poderes espirituales (vv. 11-20), objetos de poder en los
santuarios de plata dedicados a Diana (v. 24) y una piedra sagrada que cayó del cielo (v. 35), un meteorito como la
Piedra Negra, en la Kaaba de la Meca. En Éfeso había un lugar de poder, “el templo de la gran diosa Diana” (v. 27)
y tiempos de poder en los cuales había celebraciones en honor de la diosa. Había rituales de poder llevados a cabo
por los judíos exorcistas que intentaban usar el nombre de Jesús como una palabra de poder (v. 13). Otros rituales
habrían sido usados por los practicantes de las artes mágicas (vv. 18-19). De acuerdo con la estrategia usada por
Pablo en Éfeso, podemos inferir quince principios que el apóstol aplicaría en el mundo del Islam popular.
Principio #1. Pablo participaría en los ministerios de poder dentro del contexto de la enseñanza. El apóstol entró en
la sinagoga y “habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios”.
Entonces él argumentaba “cada día en la escuela de uno llamado Tiranno. Así continuó por espacio de dos años, de
manera que todos… oyeron la palabra del Señor Jesús” (vv. 8-10). Ya hemos hecho referencia al ministerio de poder
en la ciudad de Inayat, Pakistán, que alcanzó su eficacia espiritual en el contexto de la enseñanza. Las sanidades y las
liberaciones que no se producen dentro del marco de una instrucción extendida, rara vez producen un impacto
duradero en la iglesia. Dicha enseñanza fue necesaria en un país africano cuando un brujo musulmán tradicional se
convirtió al Cristianismo. El engaño, una norma natural en su vida, era un hábito tan difícil de quebrar, que
necesitaba todo el refuerzo espiritual posible.
Principio #2. Del mismo modo que observamos en la metodología empleada por el Señor en Lucas 10, Pablo
centraría su tarea en las personas receptivas. “Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino
delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos” (Hch. 19:9).
Principio #3. Dios usaría a Pablo en los milagros, pero Dios sería quien llevaría a cabo la tarea. El relato continúa
diciendo: “Y hacía Dios milagros [literalmente, hechos poderosos] extraordinarios [literalmente, no los ordinarios] por
mano de Pablo” (v. 11). Contrariamente, el Islam popular tiende a enfocarse en el instrumento humano como la
persona de poder.
Principio #4. La palabra “extraordinarios” nos recuerda que Dios también trabaja de una manera ordinaria.
Entonces, podemos notar que Dios usaría a Pablo en maneras ordinarias. Necesitamos recordar que el Dios que hace
cosas extraordinarias es el mismo que estableció las obras mediante las leyes naturales, tal como la sanidad a través
de la medicina. Aun el don de la gracia para soportar el sufrimiento sin cambios es una obra de Dios.
Principio #5. Dios permitiría que los objetos sean transmisores de poder, pero el poder sería de Dios y no de los
objetos. “De tal manera que aun llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se
iban de ellos, y los espíritus malos salían” (v. 12). Siguiendo el ejemplo de Jesús, que había empleado su saliva para
sanar a ciertos ciegos, un sacerdote copto ortodoxo de Egipto acostumbraba a enviar una botella conteniendo un
poco de su saliva a los enfermos que no podían llegar hasta él. En ocasiones, Dios sanó a algunos de ellos.
Principio #6. A menudo, la prueba real del poder de Dios es acompañada por las falsificaciones. Lucas relata que
“algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían
espíritus malos” (v. 13). Los musulmanes populares realizan la manipulación de las obras del Espíritu. Unos
exorcizan a los espíritus en el culto zar, otros hablan en lenguas y profetizan acerca del futuro, algunos sufren
colapsos o caen en un estado de inconsciencia como si estuvieran “muertos en el espíritu”. En este punto es
imprescindible tener discernimiento para poder diferenciar las cosas reales de las ilusorias, las obras divinas de las
diabólicas, y los hechos que derivan de las causales físicas, sicológicas o espirituales, o de cualquiera de sus posibles
combinaciones.
Principio #7. Los demonios reconocen la autoridad de Jesús y a las personas en las cuales Él reside. El espíritu malo
respondió a los exorcistas: “A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?” (v. 15). El musulmán
popular trata de apaciguar o amenazar a los espíritus, pero el cristiano tiene la autoridad de Cristo que prevalece
poderosamente (Ef. 1:20-21). En cierto país africano, el supremo poder de Dios fue evidenciado cuando un
musulmán decretó una maldición sobre la vida de un cristiano. Su intento fracasó y el mismo hombre cayó postrado
en una severa enfermedad. Ningún médico pudo ayudarlo, así que el musulmán se contactó con los cristianos para
que oraran por él. Como resultado de ello, el hombre fue sanado y se convirtió al Cristianismo.
Principio #8. Los espíritus tienen un poder real y utilizan los cuerpos de las personas en los cuales habitan. El
relato bíblico continúa diciendo: “Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos,
pudo más que ellos” (v. 16). En el mismo país africano que acabamos de mencionar, un hechicero profirió una
maldición sobre tres personas. Éstas cayeron en un estado de locura, pero mediante la oración cristiana ellos fueron
restaurados en su salud mental.

CREENCIAS Y PRÁCTICAS
Es evidente que las creencias y las prácticas de los
musulmanes ordinarios son contradictorias con muchos
aspectos formales de la fe islámica. Las multitudes
conservan su acuerdo con la religión popular.
Desgraciadamente, ese compromiso se ha mantenido
oculto para la mayoría de los misioneros occidentales, o
bien se ha ignorado por considerarlo irrelevante.
Bi l l Mus k, The Uns een Fa ce of Is l a m (Gra nd Ra pi ds : Mona rch
Books , 2003), p. 202; www.l i onhuds on.com.

Principio #9. La evidencia del poder provoca miedo, y éste solo puede ser suavizado cuando se observa a Dios
como un Padre amoroso. En Éfeso, el resultado de las manifestaciones poderosas fue que “tuvieron temor todos ellos”
(v. 17). Como venimos advirtiendo en el desarrollo de la lección, la mente de los musulmanes populares siempre está
teñida de miedo.
Principio #10. Las señales de poder del reino de Dios deben conducir a la exaltación del rey Jesús. El versículo 17
finaliza de la siguiente manera: “… y era magnificado el nombre del Señor Jesús”. Esta no es la meta entre los
musulmanes populares, pues ellos solo anhelan la sanidad aunque no sepan de qué fuerzas proviene. En Mindanao
un enfermo puede decidir si consulta a un chamán musulmán, a un sacerdote católico, a un misionero protestante o
si se dirige al hospital público más cercano.
Principio #11. Frecuentemente, las personas que llegan a ser cristianas siguen manteniendo las prácticas de magia.
En Éfeso, muchos nuevos creyentes confesaron su ejercicio en el ocultismo y quemaron los libros afines (vv. 18-19).
Faisalabad (la antigua Lyallpur) es una ciudad de Pakistán. Allí la gente se deshace de los amuletos musulmanes
durante una reunión evangelística, pero una vez terminado el encuentro compra la medalla de San Cristóbal por
considerarla el talismán cristiano “más poderoso”. Una mujer cristiana de la ciudad capital, Islamabad, escribió
versículos bíblicos en sus fetiches, en reemplazo de las citas coránicas.
Principio #12. La magia pretende ejercer una manipulación mecánica, más que someter a la voluntad de Dios.
Esta es una tentación tanto para los cristianos como para los musulmanes.

Principio #13. Los objetos asociados con la magia deben ser destruidos. La parafernalia de un ex brujo musulmán,
de un país africano, se había quemado. Luego, confesó que de no haber ocurrido así, él la habría utilizado para
descubrir y maldecir a los ladrones de su barco y de su red de pesca. Estas pertenencias eran el único medio de
subsistencia, no solo para él, sino para otros conversos que habían perdido sus puestos de trabajo y sus hogares.
Principio #14. La demostración del poder de Dios debe conducir a un incremento en la proclamación del mensaje,
y no ser un fin en sí mismo. En Éfeso, el resultado de las manifestaciones espirituales fue el siguiente: “Así crecía y
prevalecía poderosamente la palabra del Señor” (v. 20). Esta es la razón por la cual el crecimiento significativo de la
iglesia solamente ha resultado cuando los ministerios de poder han sido combinados con la enseñanza.
Principio #15. “Los poderes” con los cuales los cristianos deben luchar no son solo espíritus, sino también
instituciones humanas, ya sean comerciales, religiosas, legales o gubernamentales. Éstas se hallan incluidas en la
definición bíblica de “los poderes”5 . La historia de Hechos capítulo 19 concluye con la escena de los plateros que, a
causa de sus intereses económicos, provocaron a la población, apelando a sus preocupaciones religiosas y a su orgullo
cívico. A continuación, los organismos legales y gubernamentales se identificaron como los medios adecuados para
expresar las quejas o las reparaciones por el error (vv. 24-39).
Los actuales convertidos de los países previamente mencionados han perdido el empleo, la familia y, en algunos
casos, la propia vida. Ellos han sido llamados incrédulos y han enfrentado el acoso judicial con la privación de la
propiedad. En tales circunstancias, otros cristianos con medios de sustento les han brindado la cobertura necesaria.
En otras situaciones los creyentes han tratado de formar una cooperativa. Aunque el Nuevo Testamento enseña que
los cristianos deben esperar el sufrimiento sin garantía de salvaguardar la vida, Dios vengó dicho tratamiento en una
ciudad africana donde los musulmanes habían estado persiguiendo a los cristianos. Cierto amigo, en cuyo juicio
confío, me informó acerca de bolas de fuego que cayeron y golpearon las cercas y, más tarde, los hogares de los
musulmanes que habían perseguido a los cristianos. Él contempló personalmente este suceso durante cinco meses y a
plena luz del día. El poder de Dios viene en juicio así como también en misericordia.
El año pasado mi esposa, mi hijo menor y yo visitamos Éfeso. El templo de Artemisa, una de las siete maravillas del
mundo antiguo, se había hundido en el pantano, a excepción de uno de los pilares que da testimonio de una gloria ya
pasada. Muy cerca de allí se encuentra la mezquita Isa (Jesús), en representación de la fe ortodoxa que ha sustituido
al viejo paganismo. Todavía la mezquita está rodeada de casas, de las cuales cuelgan réplicas de vidrio de nazars
(ojos azules) con el fin de alejar el mal de ojos. En este ejemplo se mezclan los recuerdos de las creencias y las
prácticas populares con el dogma ortodoxo. Sin embargo, y al igual que el templo, estas cosas también pasarán. Lo
único que permanecerá es el nombre de la mezquita –Jesús– pues como fue dicho a sus primitivos residentes, Él está
sentado “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío” (Ef. 1:21).

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Ri ck Love, Mus l i ms , Ma gi c a nd the Ki ngdom of God (Pa s a dena , Ca l i f.: Wi l l i a m Ca rey Li bra ry, 2000). www.wcl books .com.

Final de las lecturas claves de la Lección 6. Ver Aprende Más.

NOTAS FINALES
1. Vivie nne Stace y, “The Practice of Exorcism and He aling,” Muslims and Christians on the Emmaus Road, e d. J. Dudle y Woodbe rry
(Monrovia, Calif.: Missions Advance d Re se arch and Communications Ce nte r, 1988), pp. 317–331.
2. Ibíd., p. 322.
3. Paul Hie be rt, “The Flaw of the Exclude d Middle ,” Missiology 10 (e ne ro 1982), pp. 35–47.
4. Richard R. De Ridde r, Discipling the Nations (Grand Rapids: Bake r Book House , 1975), p. 222.
5. Walte r Wink, Naming the Powe rs: The Language of Powe r in the Ne w Te stame nt (Philade lphia, Pa.: Fortre ss Pre ss, 1984).
LA LUCHA ESPIRITUAL EN EL MUNDO DEL ISLAM POPULAR
por Rick Love

Greg Livingstone –cofundador de Frontiers–, suele contar una anécdota humorística ocurrida en los primeros
días en que la agencia misionera fue establecida. Por entonces, Greg le había preguntado a uno de los misioneros
pentecostales cuál sería su estrategia para alcanzar a los musulmanes. El obrero respondió: “¡Voy a resucitar a los
muertos!” Sacudiendo la cabeza, Greg volvió a interrogarlo: “¿Tienes algún otro plan?” Generalmente, este diálogo
causa risas entre el público; sin embargo, la mayoría de los misioneros que trabajan entre los musulmanes populares
trata con las cuestiones sobrenaturales.
Más de tres cuartas partes de la población musulmana, es decir unas 800 millones de personas, practican el Islam
popular. Guardan la doctrina islámica, pero tienen costumbres animistas. Por un lado confiesan a Alá y por el otro
adoran a los espíritus. Viven más ocupados en los asuntos relacionados con la magia que con los temas referidos a
Muhammad. Frontiers es una agencia misionera que ha servido en las regiones del norte de África, en Oriente
Medio, en Asia central y meridional y en el sudeste asiático. Los obreros de ésta y de otras agencias han compartido
sus vivencias en el campo misionero, y todos ellos han coincidido en la mención de acontecimientos similares.
Un ejemplo reiterado fue el temor generalizado que los musulmanes populares sienten de ser los receptores de una
maldición. Los tunecinos tienen miedo de que alguien utilice los recortes de las uñas de sus manos con fines
maliciosos. En Yemen es usado el pelo humano como elemento para proferir el mal (ambas prácticas son conocidas
como magia contagiosa). En Jordania son frecuentes “las bendiciones de sangre” en ocasión de adquirir un
automóvil o de construir una propiedad. Este ritual permite obtener la protección de las fuerzas de la oscuridad
mediante el sacrificio de un cordero. En un caso, se esparce la sangre en el paragolpe del vehículo; y en el otro, se
pintan los marcos de las aberturas de la vivienda.
En Marruecos se celebran las ferias ocultistas (moussem) ¡que atraen a más de veinte mil almas! Durante estas
“conferencias de maravillas” la multitud se reúne en pequeños grupos por todo el campo para presenciar las hazañas
sobrenaturales, para ofrecer sacrificios de sangre y para recibir las bendiciones (baraka). Es posible observar que
algunas personas endemoniadas se acuchillan sin cortarse ni sangrar. Otros bailan en situación de trance y recogen
bocados de pan, que luego tiran al público como señal de baraka. Dos obreros veteranos describieron que ciertas
personas poseídas por el espíritu de algún animal (por ejemplo, un león o un tigre), podrían matar a un animal vivo
(como una vaca) con sus propias manos, y luego devorarlo.

Pero hay una faceta más sutil dentro del Islam popular. En Marruecos se consume “una poción de amor” que
garantiza la fidelidad conyugal del esposo a la esposa. Este brebaje mágico se añade al té e incluye la orina de la
mujer. Entre carcajadas, una obrera árabe me dijo: “Todos los hombres marroquíes han bebido la orina de su esposa,
¡desde el rey hasta el campesino más pobre!”
Después de entrevistar a un misionero de Egipto acerca de las diversas prácticas mágicas populares -incluyendo las
ceremonias semanales de exorcismo celebradas a lo largo de toda una noche-, él exclamó: “¡El Seminario Teológico
de Dallas no me ha entrenado para realizar esta tarea!” En verdad, y para ser honestos, hay que reconocer que la
mayoría de los institutos bíblicos carece de dicha capacitación.
La realidad de las señales y de los portentos que se suceden en el campo del Islam popular es el mayor reto que
enfrenta el candidato al mundo musulmán, independientemente de la formación que haya adoptado del seminario o
de la herencia que haya recibido de su denominación.
Los demonios y los magos, ¡no respetan el legado teológico! Recuerdo el caso de un misionero no carismático (de la
denominación Bautista y entrenado en la organización Campus Crusader) que estaba trabajando con Frontiers en
Asia Central. Por entonces, un chamán llegó a conocer a Jesús, pero, a pesar del interés que manifestaba por servir al
Señor, él todavía se sentía atraído por sus pasadas prácticas chamanistas. ¡El encuentro con la verdad por sí sola no
fue suficiente! Algunos líderes no carismáticos de Frontiers viajaron hasta la ciudad donde residía el misionero para
animarlo y proveerle el entrenamiento necesario. Al momento de ser interrogado acerca del reino de los espíritus y de
sus oscuras exhibiciones, su inexperiencia mostró la necesidad de que él se pusiera en contacto con otros misioneros
experimentados. Por vía electrónica, y dentro de las siguientes veinticuatro horas, el obrero recibió el consejo de cinco
líderes del equipo. Actualmente, cada vez que la congregación de este misionero se reúne ¡celebran un culto de
sanidad!
Un misionero presbiteriano que ha trabajado en dos países musulmanes de Asia Central describió sus vivencias en
el campo de la lucha espiritual. En una carta de oración expresó lo siguiente:
He pres enci a do má s ca s os de “demoni za ci ón” en es ta s ti erra s que en cua l qui er otro l uga r en el cua l he es ta do. La s hi s tori a s que podría
conta r rea l mente s orprendería n a a l gunos de us tedes , pero es l a rea l i da d que s e vi ve a quí. Ca da s ema na obs erva mos ca s os de
ma ni fes ta ci ón en l a s reuni ones de cél ul a y de l os domi ngos . Es ta mos procl a ma ndo el eva ngel i o a un grupo de pers ona s que nunca a ntes
l o ha bía es cucha do. ¿Al guna vez ha vi s to a una pers ona endemoni a da , gri ta ndo y voci fera ndo a ca us a de l a l ectura de l a Pa l a bra de Di os o
de l a expos i ci ón bíbl i ca ? ¡Nos otros l a hemos vi s to!
Por largo tiempo, la lucha espiritual ha sido un tema de tratamiento exclusivo del Cristianismo pentecostal y
carismático, pero hoy se ha extendido a un espectro más amplio del mundo evangélico. La demostración del poder
de Dios sobre Satanás –principalmente en el terreno de la sanidad y de la liberación– juega un papel esencial en el
alcance de los musulmanes populares. Aunque la confrontación espiritual no es un aspecto clave para el reino, tal
como algunas señales parecen imponerlo, sí es la llave precisa para abrir la puerta de acceso a los fieles del Islam
popular. Lamentablemente, los cristianos más conservadores no reconocen esta realidad.

¿POR QUÉ ES NECESARIA LA


BARAKA?
La creencia musulmana afirma que Dios derrama su
baraka (bendición) sobre la humanidad. Algunas
personas poseen el poder de la baraka, la cual se
manifiesta en su influencia favorable de los resultados
espirituales. Frecuentemente, la baraka, y su fuerza
opuesta (maldición), se asocia con lugares, cosas,
palabras y gestos.
El saludo As-salaam (u) alaikum (u) (La paz sea
contigo) es la bendición más usual entre los islámicos.
La repetición de la primera línea de cada sura del Corán,
Bismillah al-Rahman al-Rahim (En el nombre de Alá, el
clemente, el misericordioso), es otra bendición común,
citada para obtener protección y para producir el
alejamiento de las maldiciones y de los espíritus
malignos.
La gran mayoría musulmana vive en constante temor
no solo de las maldiciones, sino también de los genios.
Según el texto coránico, Dios creó tanto a estos seres
como a los hombres. ”Creó al hombre de arcilla, como la
cerámica; y creó a los genios de fuego puro” (sura
55.14-15).
La fe musulmana también señala a Iblis, el expulsado
del cielo, como el responsable de la desobediencia de
Adán y Eva. El nombre Iblis es utilizado, indistintamente,
con Shaytan (Satanás), que en el idioma árabe, significa
“adversario.” “Y cuando dijimos a los ángeles:
‘¡Prosternaos ante Adán!’. Se prosternaron, excepto Iblis,
que era uno de los genios y desobedeció la orden de su
Señor. ¿Cómo? ¿Les tomaréis a él y a sus descendientes
como amigos en lugar de tomarme a Mí, siendo así que
son vuestros enemigos? ¡Qué mal trueque para los
impíos!” (sura 18.50).
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org.

Las manifestaciones del poder de Dios deben conducir a la exaltación del rey Jesús. Los musulmanes anhelan la
sanidad física sin darle importancia a la procedencia del poder; en otras palabras, ellos desean satisfacer su necesidad,
pero no buscan necesariamente al Salvador. Dios ha usado a un gran número de obreros de Frontiers a través de
milagros de sanidad y ¡sin embargo pocos de los beneficiados llegaron al conocimiento de Cristo! Un compañero del
ministerio ha estimado que una, de cada diez personas sanadas, sigue a Cristo, tal como sucedió en el pasado cuando
diez hombres leprosos salieron al encuentro de Jesús y fueron limpiados de su enfermedad, pero solo uno volvió para
darle las gracias al Señor.
La cosmovisión del Islam popular es un freno para la conversión de los musulmanes. Por un lado, la convivencia del
pueblo con el mundo de la magia y de los milagros minimiza las demostraciones del poder de Dios. Pero por el otro,
la posibilidad de que los musulmanes sean conmovidos es aún menor si no se producen los hechos portentosos.
Durante mi primera incursión al campo misionero, yo me había centrado en la búsqueda de aquella manifestación
de poder que daría el puntapié inicial al trabajo entre los sudaneses. Y el encuentro se produjo, ¡pero no el avance
esperado! La experiencia que detallaré a continuación, sucedió en una práctica de entrenamiento de artes marciales
(conocida como pencak silat).
Yo es ta ba próxi mo a vi a ja r a l os Es ta dos Uni dos , y el s eñor Agus , i ns tructor y funda dor de Ma ndera ga , es ta ba di ctá ndome una cl a s e
pa rti cul a r. La l ecci ón comenzó con l a ens eña nza de ejerci ci os de res pi ra ci ón, vi ncul a dos a un movi mi ento de empuje. Mi entra s ha cía mos
l a ruti na , él empezó a conta rme a nécdota s a cerca del poder pa ra s a na r y de una prá cti ca l l a ma da ta na ga da l a m. Es ta úl ti ma es l a
exhi bi ci ón de una fuerza i nterna que puede derri ba r a una pers ona di s ta nte, s i n s i qui era toca rl a . El s eñor Agus me comentó que él mi s mo
ha bía experi menta do es ta s cos a s ; entonces l e pregunté s i podía ha cerme una demos tra ci ón porque yo era i nexperto. As í que, él me
ordenó col oca rme en una determi na da pos i ci ón e, i nmedi a ta mente, i ni ci ó el ta na ga da l a m. En ta nto que el i ns tructor i ntenta ba da rme el
empujón, yo ora ba en contra del poder de l a s ti ni ebl a s , en el nombre de Jes ús . El ens a yo fa l l ó. Hi ci mos una s egunda prueba , pero es ta
vez con un ca mbi o en mi ubi ca ci ón. De nuevo, el s i mi l a r empujón, l a s i dénti ca s ora ci ones y el mi s mo res ul ta do. Luego de va ri a s tenta ti va s
fa l l i da s , el hombre me preguntó s i yo quería i ntenta rl o. Nunca a ntes ha bía pra cti ca do el ta na ga da l a m, de ma nera que copi é l o que ha bía
obs erva do. El i ns tructor s e ubi có unos ci nco metros a del a nte mío, y, a l mi s mo ti empo que ora ba en el nombre de Jes ús , l e propi né el
empujón, Ante mi s orpres a , el hombre vol ó ha ci a a trá s como s i Mi ke Tys on l o hubi era gol pea do. Yo no l o ha bía toca do en a bs ol uto; s i n
emba rgo, un poder s urgi do de mí l ogró des pl a za rl o. La es cena s e repi ti ó una s cua nta s veces má s . Fi na l mente, el hombre s e detuvo,
meneó l a ca beza , oró y con una mi ra da tembl oros a y nervi os a di jo con humi l da d: “Va mos a conti nua r con nues tro ejerci ci o”. (Toma do de
l a s nota s de ca mpo del a utor.)
El episodio relatado no condujo al señor Agus a los pies de Cristo, pero la experiencia vivida resulta muy
reconfortante cuando leemos 2 Corintios 12:12: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en
toda paciencia, por señales, prodigios y milagros”. Pablo, el pionero en la plantación de la gran iglesia, describe su
ministerio en los términos del choque de poderes. Su obra se caracterizó por los sucesos sobrenaturales y por el
ejercicio de “toda perseverancia”. Muchas personas repudian el mensaje evangélico desde el principio y aun aquellas
que son sanadas rechazan a Cristo; pero con poder y “toda perseverancia” lograremos ver a las iglesias cristianas
establecidas entre los musulmanes populares.
PREPARADOS PARA PRESENTAR
DEFENSA
“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y
estad siempre preparados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande
razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo
buena conciencia, para que en lo que murmuran de
vosotros como de malhechores, sean avergonzados los
que calumnian vuestra buena conducta en Cristo” (1 P.
3:15-16).
¿Resuena la exhortación bíblica en nuestra mente
cuando los musulmanes refieren objeciones tales como:
“La Biblia ha sido cambiada, la Trinidad es idolatría,
Jesús no es el Hijo de Dios o Dios no dejaría morir a
Jesús?” ¿Acaso la frustración y el enojo van en aumento
proporcional a la negación de nuestras más preciadas
creencias? Mientras elaboramos una respuesta mordaz,
el Espíritu de Dios nos recuerda que solo debemos
“presentar defensa con mansedumbre y reverencia.” Al
fin y al cabo, Cristo ordenó que es necesario volver la
otra mejilla. El Espíritu susurra al creyente que solo Dios
puede cambiar los corazones y aún más, que Cristo
padeció las peores humillaciones en su favor. Es posible
que tengamos que sufrir la injusticia para demostrar el
significado de su gracia y sacrificio.
¿Cómo podemos “presentar defensa”, o según otras
traducciones, dar una respuesta o un argumento que sea
favorable a nuestras creencias? En un tribunal de
justicia, el abogado defensor es el responsable de
presentar el caso de su cliente con toda diligencia. Si el
abogado pelea con el juez, su licencia para ejercer el
derecho puede ser revocada, y el cliente puede disponer
de un nuevo juicio. Y aún más grave resultaría ser que la
falta en el ejercicio profesional conduzca al abogado a
la cárcel, todo por no proveer al cliente de una defensa
adecuada. Para defender correctamente, el abogado se
prepara para el caso, investigando en las opiniones
previas del juez sobre la ley relevante, y sus decisiones
en sumarios similares. El letrado no empieza a
“argumentar” el caso desde la perspectiva del cliente,
sino que comienza su presentación desde el punto de
vista del juez o del jurado. A continuación, paso a paso,
el abogado construye el caso prescindiendo de cualquier
ofensa en contra del jurado, llegando al mutuo
entendimiento de las partes. El juez se toma su tiempo
para considerar la posibilidad del mérito del cliente en
cuestión. Recién cuando la resolución está firme, el
abogado solicita el veredicto confiando el destino de su
cliente al juez y al jurado.
La esperanza que podemos disfrutar en Jesucristo es
extremadamente superior a la certeza que puede
alcanzar cualquier acusado de un caso criminal. En
consecuencia, ¡cuánto mayor cuidado debemos poner al
momento de presentar la defensa del evangelio!
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam.

Algunos de mis mejores amigos y compañeros de trabajo, en el sudeste asiático, han tenido vivencias similares. En
numerosas ocasiones, ellos oraron por los enfermos y algunos recibieron la sanidad, pero otros no. Aun si no se
producían manifestaciones de poder, la gente no venía al arrepentimiento. Sin embargo, estos obreros perseveraron
en la obra y, en los últimos dos años, han observado un importante avance gracias a los prodigios y a las señales. En
cierta ocasión, una pareja de nacionales que servía con el equipo estaba realizando liberación espiritual, y un
musulmán que estaba poseído por numerosos demonios fue limpiado. El hombre se arrepintió de sus pecados y vino
al Salvador junto con toda su familia; y más tarde, llegó a convertirse en un puente para la comunidad.

Sa ns ón, un cha má n l oca l , no l ogra ba conci l i a r el s ueño debi do a l a s fuerza s ocul ta s que a tormenta ba n s u vi da . Él bus ca ba s er l i bre de
l a ca dena de poderes en l a cua l es ta ba enma ra ña do, y ha bía vi s i ta do a un gra n número de cha ma nes , pero ni nguno de el l os pudo
s a ti s fa cer s u dema nda . Ti empo des pués , Sa ns ón promovi ó un terri bl e a l boroto, gri ta ndo como un s a l va je y des troza ndo s u ca s a en el
s i l enci o de l a noche. Pri s ci l a y Aqui l a , l os na ci ona l es que tra ba ja ba n con el equi po mi s i onero, corri eron unos 180 metros de di s ta nci a
ha s ta l a ca s a del hombre endemoni a do, y comenza ron a echa r fuera a l os es píri tus i nmundos , en el nombre del “Señor Is a a l -Ma s i h”.
Aunque l a pa reja era i nexperta en es ta a cti vi da d es pi ri tua l , s e l l enó de a s ombro a l obs erva r que l a s múl ti pl es enti da des a ba ndona ba n
a l s ujeto, y ca da una de el l a s ha bl a ba con una voz di ferente y menci ona ba s u propi o nombre. Es a noche todos l os a mul etos y l a s a rma s
del cha má n fueron quema dos y enterra dos . Al día s i gui ente, a quel hombre que era temi do en el ba rri o y que ha bía cometi do peca dos
repugna ntes , es ta ba pi di endo perdón a l os veci nos y da ndo tes ti moni o a s u fa mi l i a . Pa s a ron va ri os mes es y, en s epti embre de 1993,
Sa ns ón, s u es pos a , s u hi ja , s u yerno, y una s obri na de Aqui l a , que ha bía veni do a vi vi r con l a fa mi l i a , fueron ba uti za dos . Es te grupo l l egó a
converti rs e en el núcl eo de una pequeña comuni da d. (Toma do de l a corres pondenci a pers ona l del a utor.)
El asunto de la lucha espiritual, o las señales y los prodigios no solo son necesarios para el avance de la
evangelización, sino también constituyen un aspecto crucial para la edificación de la iglesia. Hay dos realidades que
ocurren frecuentemente en el contexto del Islam popular que imponen la confrontación de poderes como una parte
central en el proceso pastoral. Primero, yo creo que la “liberación” debe ser parte del rito del bautismo. La gente que
proviene del Islam popular está inmersa en fuerzas de oscuridad, encantos y amuletos. No podemos simplemente
pedirles que se arrepientan en una manera general, y creer que esto es suficiente. Yo encuentro más que interesante el
hecho histórico de que el exorcismo era parte de la preparación bautismal en la iglesia primitiva.
En abril de 1995 tuve el privilegio de participar del bautismo cristiano de un grupo de conversos del Islam popular,
cuyo programa incluyó un momento específico para la liberación espiritual. La ceremonia comenzó con una oración
por parte de los postulantes, previa al acto bautismal propiamente dicho. Cada uno de ellos declaró en público: “Yo
renuncio a toda acción de búsqueda de poder por mí mismo, ya sea a través de la magia, de los encantos, de los
amuletos o de cualquier otro tipo de incursión espiritualista”. Entonces el pastor le preguntó a cada uno de los
candidatos si había estado involucrado en alguna especie de magia y solo un hombre respondió afirmativamente,
puesto que la mayoría eran adolescentes todavía inexpertos en el ocultismo. A continuación, los líderes de la iglesia se
retiraron del salón, junto con aquel hombre, a una habitación contigua, a fin de ministrarle liberación. El pastor lo
desafió a repetir la siguiente frase: “Jesús es el Señor de mi vida,” pero el hombre no fue capaz de hacerlo
inmediatamente. Los líderes reprendieron a las fuerzas de la oscuridad y continuaron reclamando al hombre que
orara con el propósito de someterse por entero al Señor. Después de un tiempo de guerra espiritual, el hombre
confesó a Jesús como su Señor y renunció a toda forma de práctica espiritista. Por último, tuvo convulsiones y los
espíritus inmundos salieron de él. De esta manera, obtuvo la libertad de sus cadenas de opresión.
La segunda realidad que demanda un ministerio de poder entre los convertidos del Islam popular es la típica
reincidencia de la visita a un chamán, en futuros tiempos de crisis. Otro hombre, de la misma congregación citada en
el párrafo anterior, había consultado a un chamán en los días previos al culto de bautismo. Estando presente en la
reunión, tuvo la oportunidad de escuchar la oración pública de renuncia y el testimonio del hombre que había sido
liberado. Entonces él mismo confesó su práctica espiritista y también obtuvo la liberación.
Un amigo que ha trabajado entre los musulmanes populares, por más de ocho años, en el sudeste asiático, ha
recogido mucho fruto de su labor, pero también ha experimentado su cuota de sufrimiento y contratiempos. El
entrenamiento que recibió a través de Los Navegantes y su herencia bautista no lograron capacitarlo para la guerra
espiritual que encontró en el campo misionero. Él opina que el poder de las tinieblas es el dominio más difícil que ha
tenido que afrontar en su ministerio. Además estima que la mayoría de los jóvenes conversos con quienes se
relaciona, todavía sufre de diversos niveles de “demonización”. Debido a ello, mi amigo dedica actualmente el
tiempo final de casi todas las reuniones públicas para llamar al arrepentimiento y para realizar el ministerio de
liberación.
Dentro del contexto del Islam popular, la invitación al arrepentimiento debe incluir la renuncia de las prácticas
ocultas y la liberación de las fuerzas maléficas. En mi opinión los pasajes bíblicos más útiles en este sentido son
Deuteronomio 18:9-15 y Hechos 19:18-20. La primera cita del Antiguo Testamento menciona que cualquier tipo de
espiritismo es una abominación y está firmemente denunciado. En lugar de consultar a un chamán, Moisés exhortó
al pueblo de Dios a escuchar al profeta que habría de venir, es decir a Jesús (Nabi Isa). El segundo texto del Nuevo
Testamento señala estas cuestiones de forma complementaria e ilustra la naturaleza del arrepentimiento que precisan
tener los musulmanes populares. Es necesario hacer una confesión pública de las prácticas ocultas y realizar una
quema de todos los objetos mágicos, más allá de su valor monetario.
Llamativamente, hay otro tipo de encuentro de poder que es positivo. Durante mis primeros días en el campo
misionero conocí a un musulmán, llamado Pono. Él había oído el evangelio y me expresó su deseo de alcanzar la
salvación. Con gran entusiasmo yo le compartí las Buenas Nuevas, pero él no fue impactado por ellas. Él dijo
entender el mensaje, mas quería estar seguro de la salvación. Así que pensé en la posibilidad de que Pono ya hubiera
aceptado a Cristo y que en ese momento solo estaba luchando contra el pecado. De modo que estudié los pasajes del
Nuevo Testamento referidos a la carne y al espíritu, y se los expliqué a Pono. Él sacudió la cabeza. De pronto me di
cuenta del quid de la cuestión. No se trataba de una dificultad en su encuentro con la verdad, más bien era un asunto
de lucha de poderes.
Entonces yo le dije a Pono que iba a imponerle las manos y que oraría para que el Espíritu Santo viniera sobre su
vida y lo llenara de su plenitud. Cuando lo hice, el poder y la presencia de Dios llenaron la habitación. Pono tuvo un
encuentro de poder, en aquel día se encontró con Dios y nunca más volvió a ser el mismo de antes (en Hechos 19:16
se describe una experiencia similar a la suya). Días después, con paciencia –y a veces con impaciencia– compartimos
un tiempo de discipulado, y finalmente, Pono llegó a ser el pastor de una iglesia de musulmanes convertidos al
Cristianismo. Parafraseando al apóstol Pablo, ¡las señales fueron hechas entre ellos con toda perseverancia!
Los seguidores del Islam popular creen que están a la merced de los espíritus, de los demonios, de las maldiciones,
del mal de ojo y de la brujería. Debido a ello se instruyen más en las cuestiones mágicas que en las enseñanzas
referidas por Muhammad. De acuerdo con sus creencias, estos musulmanes insisten en colocar el tema del encuentro
de poder en un primer plano. Los enfermos necesitan ser sanados. ¿Recibirán salud por arte de magia o por el poder
de Cristo? Los endemoniados precisan ser liberados. ¿Lograrán la ansiada libertad a través de la influencia de un
chamán o por la acción de un misionero? Los temerosos requieren protección. ¿Procederá el amparo de algún
encantamiento o de Aquel que apareció “para deshacer las obras del diablo” (1 Jn. 3:8)? El encuentro de poder no es
la única clave para alcanzar el corazón de los musulmanes populares, pero en verdad es un factor esencial que suma
eficacia a la tarea evangelizadora y a la plantación de la iglesia de Jesucristo en estos pueblos.
EL MISTICISMO, UN ESCAPE DE LA LEY
por Don McCurry

Sufismo es la palabra castellana que derivada de la árabe para “misticismo”. Este vocablo tiene una historia muy
interesante. La mayoría de los eruditos coinciden que sufi vino de la palabra árabe suf que significa “lana”. Los sufíes
eran ascetas que adoptaron un estilo de vida simple como protesta en contra de la opulencia de sus gobernantes
musulmanes impíos. En cierto modo, renunciaron al mundo y fueron tras la búsqueda de Dios. Se vestían con
prendas de lana ásperas de donde obtuvieron el apodo de “lanudos” o sufíes.

EL DESARROLLO DEL SUFISMO


Existen varias razones que pueden explicar el nacimiento de esta corriente. Los califas musulmanes no fueron la
excepción del aforismo que expresa: “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.” Después del
gran éxito que habían alcanzado los ejércitos musulmanes, en los albores del Islam, se abrió una gran brecha entre
los gobernantes, que se corrompieron, y los piadosos maestros, quienes eran impotentes contra ellos. Este último
grupo estaba dividido entre aquéllos que admitían la posesión de propiedades y el devenir de una vida normal, y
aquéllos que querían renunciar al mundo para seguir un camino de abnegación física y búsqueda de Dios. Los sufíes
conformaron una comunidad que renunció al mundo y se hicieron “buscadores”.
El sufismo recibió aun mayor impulso por las guerras más amargas en contra de la ortodoxia y la ley. Las
interminables controversias llevaron a una gran esterilidad de espíritu; en reacción a ello, un gran número de
musulmanes devotos puso el énfasis en las experiencias con Dios en lugar de los debates acerca de él. El sufismo fue
aún más estimulado por el pensamiento audaz de que si Muhammad había recibido revelaciones divinas, también
otros podían recibirlas. Sin crear nuevas escrituras, este movimiento quiso replicar las experiencias de Muhammad en
cuanto a su contacto directo con Dios. Michael Nazir-Ali señaló: “El sufismo tuvo su desarrollo como resultado de los
estímulos que los musulmanes recibieron del monacato cristiano de Oriente Medio.”1
Lo mejor del misticismo islámico podría ser representado por los dichos de Rabiah al-Adawiyya (713-801) de
Basora:
“Yo existo en Dios y estoy totalmente en él. Yo vivo en la sombra de su dominio… con un Marido real, estoy
desposada, y ministro para él; y si yo dejo su ministerio, mi Desposado estará airado conmigo, y me escribirá una
carta de divorcio, y me despedirá de su hogar”.2
“Te he a ma do con dos a mores , un a mor egoís ta y un a mor que te mereces . Egoís ta , porque me ocupo en recorda rte excl uyendo a todos
l os demá s . Y el que te mereces , en él Tú l eva nta s el vel o pa ra poder contempl a rte. Y no ha y a l a ba nza pa ra mí en es to o a quel l o, s i no que
l a a l a ba nza es pa ra Ti , s ea en a quel l o o en es to”.3
“¿A QUÉ PIR SIGUES TU?”
Henry es un creyente local que ha servido junto con
misioneros de SIM, en un ministerio de compasión en
Asia. Un día, Henry estaba caminando por su barrio
natal cuando un desconocido, de mediana edad, se
acercó y lo saludó: “Paz a ti, hermano”, y Henry
respondió: “Que haya paz.”
El extraño invitó a Henry a su casa para conversar un
rato. En pocos minutos ya estaban teniendo una típica
conversación amistosa, mientras tomaban una taza de
té dulce. De pronto, el hombre dijo: “Yo he estado
observándolos a ustedes por mucho tiempo y he notado
que son diferentes. Su comportamiento, su familia, su
forma de vida, todo es diferente. ¿A qué pir sigues tú?”
Un pir es un líder espiritual del Islam popular, ya sea
vivo o muerto. Muchos pirs vivos, o la tumba de los ya
difuntos, son famosos debido a sus poderes mágicos. Se
estima que en el país donde vive Henry, más del 70 por
ciento de la población es adepta a un pir.
El desconocido dedujo correctamente que la vida de
Henry era distinta porque él era seguidor de un maestro
diferente. Henry entendió esta circunstancia como una
oportunidad dada por Dios, y poco a poco comenzó a
hablar al hombre de los “otros libros sagrados”, de la
Ley, los profetas y los evangelios. Como resultado de
ello, este nuevo amigo está reuniéndose semanalmente
con Henry para estudiar la Biblia.
Fuente: Serving in Mission 102, p. 12, www.sim.org.

LAS CREENCIAS SUFÍES


Gradualmente, el sufismo se desarrolló en los niveles estructural y metafísico. Lo que al principio fue una forma de
religión adoptada por individuos y comunicada entre un círculo pequeño de compañeros, poco a poco se convirtió en
un sistema monástico, una escuela de santos, con normas de disciplina y devoción. Los novicios (murids) aprendían
de su director espiritual (pir, ustad o murshid) a quien se sometían por completo.4
El desarrollo del pensamiento teosófico dentro del movimiento ha sido notable. La teosofía es una de las formas de
pensamiento filosófico o religioso basada en conocimientos supuestos dentro de la naturaleza divina. Rahman Fazlur
explicó:
“La pi eda d a s céti ca i ni ci a l , con s u énfa s i s en l a i nteri ori za ci ón del moti vo, fue una rea cci ón externa a l des a rrol l o de l a l ey. Dura nte l os
s i gl os IX y X el s ufi s mo des a rrol l ó una doctri na de “gnos i s ”, de un conoci mi ento experi enci a l i nteri or (ma ri fa h), que progres i va mente l l egó
a oponers e a l conoci mi ento i ntel ectua l (i l m) de l a teol ogía , que s e des a rrol l ó dura nte el mi s mo período.5
Así, en el transcurso de un siglo, el sufismo, que inicialmente era un poco más que el ascetismo, se fue convirtiendo
en algo místico y teosófico, y hasta corrió el riesgo de ser confundido con el panteísmo.6 Más tarde , el sufismo dio origen a
todo tipo de rituales desordenados y frenéticos que involucraban heridas autoflagelantes, cantores que se mecen
hasta que caen inconscientes al suelo y se revuelcan en éxtasis religioso, solo para ser colgados por los pies hasta que
vuelven a estar conscientes. Estas escenas han sido descritas gráficamente por el testimonio de John A. Subhan.7
No todas las órdenes del sufismo siguen las mismas etapas de disciplina, sino que cada orden establece sus propias
reglas. Subhan continúa describiendo los pasos o etapas del viaje místico que todo discípulo debe seguir, según la
orden sufí que haya observado8 :
1. Arrepentimiento. Despertar de la indiferencia hacia el mal y desarrollar un sentido de contrición hacia el pecado.
2. Amor. El adepto se entrega a los recuerdos de los nombres de Dios e intenta excluir todo pensamiento, excepto el
de Dios.
3. Renuncia. El aspirante es obligado a observar la pobreza y a renunciar a todo deseo mundano. Por último
renuncia a todo excepto a Dios.
4. Conocimiento. El aspirante contempla la naturaleza, los atributos y las obras de Dios hasta el punto en que Dios es
su único pensamiento.
5. Éxtasis. Recordando y recitando los nombres y atributos de Dios, es inducido a un estado mental de éxtasis.
6. Realidad. En esta instancia se supone que el corazón está iluminado con la naturaleza verdadera de Dios. Entonces
el aspirante debe buscar la total dependencia de Dios para confiar en él.
7. Unión. En esta etapa el místico cree que ve a Dios cara a cara. Sostiene que su viejo yo está aniquilado y que él está
completamente satisfecho con Dios y que Dios está completamente satisfecho con él.
El énfasis sufí en la experiencia interna estaba unido al profundo deseo de escaparse de uno mismo, o dicho de la
manera sufí, la aniquilación del yo, haciendo así posible la absorción del ser en Dios. Además de ofrecer una supuesta
“visión” de Dios, o la unión con Dios, el sufismo se caracterizaba por la espontaneidad con que los grupos locales
podían surgir por medio de un predicador itinerante o de un místico local de gran piedad. A lo largo de su desarrollo,
los líderes de estas órdenes (o sus seguidores) sintieron la necesidad de perseguir la luz divina residente en su líder (pir
o jeque) hasta el mismo Muhammad.9
Los sufíes se congregan en casas de reunión establecidas o informalmente en un lugar conveniente. Además pueden
reunirse de forma voluntaria en agrupaciones naturales de gente; por ejemplo, los granjeros en comunidades rurales,
los hombres en unidades militares, profesiones u oficios similares, las mujeres en vecindades locales y grupos de
personas de ideas afines dentro de una ciudad. En resumen, cualquier agrupación natural de gente puede
concentrarse en cualquier lugar alrededor de un líder piadoso.
FORMULE BUENAS PREGUNTAS
La cosmovisión y las formas de proceder que tiene el
pueblo musulmán están influenciadas por su creencia
religiosa, su historia política, su patrimonio educacional
y su entendimiento de la fe cristiana. El arte de elaborar
las preguntas adecuadas nos permitirá conocer a
nuestros amigos musulmanes y nos ayudará a construir
relaciones fraternales. Un correcto interrogatorio puede
ayudarnos a comprender la perspectiva, los
sentimientos y las aspiraciones de nuestro interlocutor,
sondeando su corazón y no solo su mente. Algunas de
las preguntas que podríamos hacer son:
• ¿Cuál es su país de procedencia?
• ¿Qué es lo mejor de su país?
• ¿Qué cosas disfrutó mientras vivía allá? ¿Cuáles le
disgustaron?
• ¿Qué cosas aprecia de esta nación?
• ¿Está complacido con su crianza bajo la fe islámica?
¿Por qué?
• ¿Ha oído hablar de Jesús? ¿Cómo sabe si lo que ha
escuchado acerca de él es cierto?
• ¿Cuál es su opinión acerca de Jesús?
• ¿Ha leído el Inyil que revela a Jesús?
• ¿Por qué cree que hay diferentes religiones?
Los pasajeros de los automóviles estaban esperando
el ferry que los trasladaría desde Europa hasta el norte
de África, y mientras tanto, yo estaba entregándoles
copias del Inyil. Una de las personas a quien estaba
obsequiándole un ejemplar se presentó como musulmán
e imán. Fui inquietado interiormente, y luego movido a
centrar mi conversación en la enseñanza islámica que
señala al profeta Jesús; y además que su mensaje, que
es el Inyil, fue dado por Dios. El imán me preguntó si yo
había leído el Corán, y fui capaz de responderle que lo
había hecho doce veces. Al mismo tiempo, tuve la
oportunidad de preguntarle si él había leído el Inyil y
cuando escuché su contestación negativa, le repliqué:
“¿Tú eres un maestro de religión y nunca has leído el
mensaje del profeta Jesús?” Declarado culpable, se
llevó un libro y se comprometió a leerlo. Yo creo que la
Palabra de Dios no volverá vacía y hará su obra en la
vida de este musulmán.
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org.

LA RECUPERACIÓN DE LA MÚSICA
Las órdenes sufíes fomentaron la expresión poética y musical del hombre. Talentosos compositores escribieron
hermosas melodías para dedicar sus canciones de amor a Dios. Algunas hermandades se animaron a incorporar el
baile como parte de la adoración, pero, debido a que la música y el baile no están permitidos en las mezquitas, los
sufíes construyeron sus propios salones o promovieron sus encuentros al aire libre.
Sofonías, el profeta inspirado por el Espíritu Santo, ha revelado que Dios canta, cuando dice: “Jehová está en medio
de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos” (Sof.
3:17). ¿Y por qué no? Los seres humanos fuimos creados a su imagen y cantamos. Dios se agrada de nuestra
alabanza y ha dado su Espíritu al hombre para ayudarlo en su adoración: “Antes bien sed llenos del Espíritu,
hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros
corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo “ (Ef. 5:18-20).
Por lo tanto, los musulmanes han recurrido a la música romántica y folclórica. Los sufíes no pudieron dejar de
“pedir prestada” la música religiosa de sus vecinos. Dios nos hizo musicales; como cristianos tenemos mucho que
ofrecer a los sufíes en la rica tradición de nuestra música. Antes fueron los “cánticos sufíes” los que llevaron a muchos
paganos a los rediles del Islam, ahora es el turno de que los cristianos llevemos a los sufíes a los brazos de Jesús a
través de la música y el canto. “Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos” (Sal. 95:2). En
algunas órdenes sufíes es aceptada la práctica de la danza como un camino de búsqueda para alcanzar el éxtasis; de
modo que la danza, al ritmo de la música de muchos instrumentos tiene su lugar preponderante para traer a los
sufíes a Cristo. El salmista escribió:
“Alaben su nombre con danza; con pandero y arpa a él canten. Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo;
hermoseará a los humildes con la salvación” (Sal 149:3-4).
“Al a ba dl e a s on de boci na ; a l a ba dl e con s a l teri o y a rpa . Al a ba dl e con pa ndero y da nza ; a l a ba dl e con cuerda s y fl a uta s . Al a ba dl e con
címba l os res ona ntes ; a l a ba dl e con címba l os de júbi l o. Todo l o que res pi ra a l a be a JAH. Al el uya ” (Sa l . 150:3-6).
Ayudemos a los sufíes a descubrir sus auténticas raíces en Jesús. Usemos la importancia que ellos le dan a la música
y al canto para atraerlos al Dios verdadero.

LA EXPANSIÓN DEL SUFISMO


De humilde inicio en los siglos VIII y IX, estas órdenes sufíes barrieron el mundo musulmán y constituyeron un
movimiento misionero altamente exitoso en los siglos posteriores. Por lo general, se reconoce que los sufíes cantores
hicieron tanto como los ejércitos musulmanes para convertir a los paganos al Islam.
El sufismo puede existir tanto como una orden altamente organizada y secreta o como una asociación libre de
individuos sin estructura alguna. Un miembro puede ser residente o puede asistir como voluntario. Junto con todos
los puntos fuertes y las ventajas que este movimiento ofrece a sus miembros, también tiene muchas debilidades. Al
ofrecer al devoto un supuesto acceso directo a Dios, debilitó el lugar que ocupaba la ley, atenuó la posición del Corán
y del Hadiz, y llevó a un fuerte nominalismo y, en muchos casos, al relajamiento moral.
Una de las características más insólitas del sufismo es su fuerte penetración, en una u otra variedad, a lo largo de
todo el mundo musulmán. Teóricamente, uno puede ser integrante de cualquier secta musulmana y, al mismo
tiempo, ser un miembro de una orden sufí. El ofrecimiento del “acceso directo a Dios” ha generado que el buscador
ya no precise de un imán chiíta ni de un ayatolá; y por cierto, ha permitido que muchos chiítas cambiaran a la rama
sunnita.

Final de las lecturas básicas de la Lección 6. Ver APRENDE MÁS

NOTAS FINALES
1 Frontie rs in Muslim–Christian Encounte r (Oxford: Re gnum Books, 1987), p. 22.
2 Margare t Smith, Studie s in Early Mysticism in the Ne ar and Middle East (Oxford: One world Publications, 1995), p. 186.
3 Ibíd., p. 223.
4 R. A. Nicholson, Studie s in Islamic Mysticism (Cambridge : Unive rsity Pre ss, 1907), p. 392.
5 Fazlur Rahman, Islam, 2d e d. (Chicago: Unive rsity of Chicago Pre ss, 1979) p. 141.
6 Nicholson, Studie s, p. 391.
7 John A. Subhan, Sufism: Its Saints and Shrine s (Lucknow, India: Lucknow Publishing House , 1938), pp. 1–4.
8 Ibíd., pp. 68–72.
9 Phil Parshall, Bridge s to Islam (Grand Rapids: Bake r Book House , 1983), p. 57.
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. ¿Qué necesidades buscan satisfacer los musulmanes que practican el Islam popular?
2. Si un musulmán oyó que oraba en la iglesia, ¿tendrían la sensación de que estaban orando por ellos o en contra de
ellos?
3. Reflexione acerca de su posición frente a las dificultades de la vida y a la realidad de las fuerzas sobrenaturales.
¿Cómo se evidenciaría su plena confianza en el amor y en la soberanía de Dios?

APRENDE MÁS
Leer Rick Love, Muslims, Magic, and the Kingdom of God (Pasadena, Calif.: William Carey Library, 2000).
Bill Musk, The Unseen Face of Islam, nueva edición (London: Monarch Books, 2003).
Ver una película o un drama de televisión. Note el rol de los íconos o poderes sobrenaturales. ¿Cómo se comparan
estas creencias tácitas con las del Islam popular?
Orar asumiendo todas o algunas de las seis posturas de oración que los musulmanes emplean en el salat. Ver “Las
posturas de oración” en la p 127.
Visitar un mercado internacional. Pregunte a un comerciante acerca de los productos alimenticios que le sean
desconocidos. Pruebe comidas poco habituales en un restaurante étnico y converse amistosamente con el
gerente o el mesero.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
CRISTIANISMO E ISLAM
LECCIÓN 7
BARRERAS QUE DEBEMOS CRUZAR
REFLEXIONE
• ¿Qué conceptos erróneos tienen los musulmanes acerca de los cristianos y viceversa?
• ¿Cuál fue el rol que jugó su familia en el momento en que usted vino a Cristo?
• ¿De qué manera una familia musulmana influye en la decisión de uno de sus miembros que desea seguir a Cristo?
• ¿Qué valores del mundo musulmán resultan atractivos para usted?
• ¿Cómo su cultura crea barreras para comunicar el evangelio?
PUNTOS CLAVE
1. Como Cristo, es nuestra responsabilidad encarnar el mensaje en otra cultura.
2. La humildad es el fundamento de nuestra conducta hacia los musulmanes.
3. La naturaleza del pecado va más allá de las formas a su significado o esencia.
4. La conversión es un proceso que va más allá de la respuesta intelectual inicial.
5. Las barreras son históricas, políticas, económicas, sociales y sobrenaturales.
6. Nos adaptamos a la cultura: lenguaje, comida, música, nombres y mascotas.
7. La contextualización debe demostrar la transformación en Cristo dentro de la cultura, pero no comprometer el
evangelio para evitar dificultades.
8. Como testigos, Cristo nos llama a cruzar barreras históricas, políticas y culturales para demostrar el evangelio
dentro del contexto musulmán.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVE Introducción
El Valle De La Decisión
Diez Obstáculos Para Alcanzar A Los Musulmanes
El Camino De La Reconciliación
Selecciones De Conversión
El Mensajero De Dios
BÁSICA ¿Israel o Palestina?
Viviendo Como La Familia De Dios
INTRODUCCIÓN

¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de
recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros
corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por
nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del
corazón. Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos
para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos
hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu
vivifica (2 Co. 3:1-6).
Del mismo modo que los corintios, a los cuales Pablo estaba escribiendo, los musulmanes van a llegar a la verdad a
través de nuestro testimonio, pero nuestra comunicación deberá perfilarse hacia una profunda relación que construya
una amistad duradera.
Por lo general, el rechazo que una persona manifiesta para poner su confianza en Jesús no se basa principalmente
en la duda teológica. Un musulmán que es confrontado con el Cristianismo se hará muchas preguntas; por ejemplo:
“¿Cómo reaccionará mi familia? ¿Cuáles serán las consecuencias que mi decisión acarreará a nivel cultural, político,
económico y social, dentro de la comunidad? ¿Cómo se verá afectada la lealtad a mi familia y a la comunidad?
¿Quiénes seguirán siendo mis amigos? ¿Con quién me casaré?” Estos interrogantes condicionan la decisión de seguir
a Jesús, aun en aquellas sociedades que no están orientadas hacia la comunidad.
Asimismo, las incertidumbres que tiene una persona acerca del mensaje del evangelio no se resuelven de inmediato
tras la decisión primera de seguir a Cristo. Las actitudes adoptadas cambian de forma progresiva ante los nuevos
mensajes recibidos, y un enfoque prematuro que contrasta las creencias islámicas con la nueva y desconocida
teología, puede atrincherar rápidamente al simpatizante en supuestos acerca del Cristianismo. La adhesión de un
individuo a Cristo durante toda su existencia puede empezar con una decisión personal, pero las elecciones de vida
rara vez se hacen en respuesta a los argumentos racionales a favor o en contra de las creencias, valores y
comportamientos. El modelo occidental de comunicación directa y el énfasis en una prueba innegable pueden
mostrar una falta irreflexiva de respeto hacia una cultura que observa una forma indirecta de comunicación, más
persuasiva, y que elabora las decisiones por consenso.

Dimensiones de la
respuesta a Cristo
Cogni ti vo: Conoci mi ento del eva ngel i o.
Afecti vo: Acti tud ha ci a el eva ngel i o.
Pres unti vo: Eva l ua ci ón del eva ngel i o.
Vol i ti vo: Deci s i ones a cerca del eva ngel i o.

LAS BARRERAS
La comprensión de la problemática cultural, sociológica, histórica, política y económica es de vital importancia en
nuestro acercamiento a los musulmanes. ¿Cuáles son sus conflictos y necesidades más profundas? A partir del
correcto entendimiento del contexto musulmán y del reconocimiento de los obstáculos culturales e históricos
existentes, seremos capaces de superar las barreras y podremos encontrar numerosas oportunidades para compartir
la fe cristiana con los musulmanes. En cambio, si no logramos abordar las cuestiones sociológicas, estaremos
favoreciendo el rechazo de nuestras palabras y acciones, antes que los musulmanes puedan escuchar y descubrir
realmente la belleza del evangelio. Hasta el presente, la humanidad no ha logrado desarrollar barreras efectivas para
resistir al amor, la humildad, la vulnerabilidad y la autenticidad que son experimentados en las relaciones
interpersonales. Este era el método de Cristo y el de Pablo.
Muchas veces los musulmanes reaccionan en contra de nuestra cultura y muestran desinterés hacia el mensaje del
evangelio. En parte, el Islam fue fundado en rechazo a la “helenización” del Cristianismo. Entonces, en esta lección
deberíamos hacernos las siguientes preguntas: ¿Cómo podemos comunicar el mensaje del evangelio con mayor
claridad y menos bagaje cultural? Afirmando los aspectos positivos de la sociedad musulmana y utilizándolos como
puentes para construir una cosmovisión bíblica adecuada, ¿cómo podemos corregir nuestros métodos de evangelismo
con la ayuda del Espíritu Santo?

ALAMBRE DE PÚAS
A menudo misioneros bien intencionados han erigido
una gran barrera de alambre de púas que agravia a su
área circundante. El mensaje bíblico ha sido entrelazado
con la economía y la política de Occidente, y la religión
ha sido expuesta desde un enfoque altamente
occidental.
Phi l Pa rs ha l l , Mus l i m Eva ngel i s m (Wa ynes boro, Ga .: Authenti c
Medi a , 2003), p. 85.

Los musulmanes repudian rotundamente los usos y costumbres llamados cristianos, a saber, vestimentas
impúdicas, alimentación insana, disoluciones familiares, aborto, borracheras, consumo de estupefacientes,
homosexualidad y otras inmoralidades que son exportadas a las comunidades musulmanas a través de la televisión,
el cine y la pornografía. No podemos limitarnos a borrar estos ingredientes solo como subproductos negativos de la
cultura occidental, pues ellos empañan la imagen del verdadero Cristianismo. Todavía muchos musulmanes tienen
que encontrarse con cristianos que aborrecen estas prácticas y que articulan una crítica honesta de su propia cultura.

Por un instante, imagínese que un musulmán participa de un culto cristiano, y observa que los miembros de ambos
sexos se congregan juntos, que todos llevan puestos su calzado y están sentados en los bancos ante la presencia de
Dios, que la gente habla incluso cuando la reunión ha comenzado, que mientras la congregación canta también hay
mujeres que danzan con vestimentas indecorosas, y que el vino es servido en la comunión. El musulmán podría
exclamar: “¡Oh Dios, por favor, líbrame de esta discoteca!” La manera en que los cristianos se visten, el tipo de
comida que comen, el tiempo que dedican para compartir con los musulmanes, las actitudes que manifiestan hacia
su cultura, la forma en que usan su dinero, la crianza que dan a sus hijos, e incluso la apariencia de la casa en la cual
viven, serán las impresiones que afecten a los musulmanes en su opinión de Cristo.
En 1 Corintios capítulo 9, Pablo declara que debemos “soportarlo todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio
de Cristo” (v.12). Cristo es el único que puede levantarse como obstáculo, no así nuestro comportamiento cultural. Por
lo tanto, en el sentido cultural, Pablo se convirtió en judío para ganar a los judíos y en griego para alcanzar a los
griegos; e indudablemente, nosotros podemos imitar el modelo para con los musulmanes. En Gálatas y en otros
textos bíblicos, Pablo sostiene enfáticamente que los griegos no debían adoptar las prácticas judías para llegar a ser
cristianos. Entonces los cristianos debemos permitir que los musulmanes se mantengan en su posición cultural, en
tanto que son transformados por Cristo.
También hay cuestiones históricas que determinan la percepción que tienen los musulmanes acerca del
Cristianismo. Para los cristianos, las Cruzadas y el colonialismo pueden parecer una historia lejana; sin embargo,
aquellos recuerdos hacen su eco en el pensamiento de los musulmanes contemporáneos, por ejemplo, en su
interpretación de los acontecimientos actuales en Israel, Bosnia, Kosovo e Irak. ¿Podemos ser primero nacionalistas y
luego cristianos bíblicos? ¿Qué dice la Biblia acerca de la justicia para con los pobres y los oprimidos políticos?
Reaccionamos solo cuando los cristianos son perseguidos, pero mientras tanto un número diez veces mayor de
musulmanes son explotados por sus propios gobiernos dictatoriales. Hay muchas organizaciones humanitarias
cristianas que llevan excelentes registros para brindar asistencia a la gente necesitada, independientemente de su
origen religioso. ¿Podrían los cristianos hacer todavía más? ¿Podrían buscar la reconciliación, pedir perdón e insistir
ante los organismos correspondientes a fin de que los gobiernos concluyan los conflictos de larga data que afectan a
los musulmanes?
Por lo general, las cuestiones de economía y política no son admitidas como temas religiosos. Los musulmanes se
sienten avasallados por los países occidentales, juzgados injustamente por su historia de derechos humanos e
invadidos por la cultura pop occidental y sus productos. Los cristianos no han registrado que estas sensibilidades
generadas en los musulmanes manifiestan la representación de Cristo que ellos perciben. Podemos tratar de alejarnos
rápidamente de las políticas “cristianas” de gobierno y también podemos estar en desacuerdo con las cifras
“cristianas” occidentales de los periódicos, pero ¿no deberíamos declararnos más categóricamente en contra de estas
cosas? La pregunta: “¿Qué haría Jesús?” no debe ser aplicada solo a los niños pequeños, en alusión a su obediencia a
los padres. Los valores cristianos trascienden a las áreas de la economía y la política, ya sea que el abuso se cometa en
contra de los judíos, de los palestinos cristianos y musulmanes o de nosotros mismos.

MAYOR NECESIDAD, MAYOR PODER


El valor que el individualismo tiene dentro de la cultura occidental ha causado fricciones con las sociedades que
valoran más la conformidad del grupo. Frecuentemente, los musulmanes perciben a los cristianos occidentales como
personas carentes de sinceridad y distantes al momento de establecer vínculos. A menudo, los cristianos tendemos a
hacer amigos que respondan al evangelio entre aquellos individuos que ya son independientes, no conformistas o
culturalmente rebeldes, y por lo tanto, cortamos la fuerza potencial de la comunidad en la vida de la iglesia que
surge de un trasfondo musulmán. Por otra parte, cuando los musulmanes se convierten al Cristianismo, en la
mayoría de los casos se retrasa el bautismo hasta que cada candidato tenga un historial probado; y a raíz de ello, el
bautismo se transforma en un rito de pasaje y no en una celebración de bienvenida a la comunidad. Es importante
saber que los creyentes que provienen del Islam sufren un insólito sentimiento de soledad que es incomprendido por
los cristianos occidentales. Los musulmanes que abrazan la fe de Cristo tienen la gran necesidad de pertenencia a un
grupo, a fin de llenar el vacío producido por lo que ellos abandonaron, sobre todo si han sido rechazados por sus
familias.
Si nuestro objetivo es establecer vínculos duraderos con los musulmanes tenemos que entender su realidad política
y económica, por lo tanto debemos admitir su instrucción en cuanto a sus culturas, lenguas y valores. Ganarse la
confianza del nuevo conocido lleva su tiempo, al igual que la búsqueda de las personas espiritualmente sensibles. La
iglesia cristiana primitiva se enfrentó a los problemas de su comunidad, como por ejemplo la unidad, la moralidad,
los derechos, las libertades, los preceptos, la comida lícita, la reverencia en el culto, la vida del cuerpo y el amor.
Primera y Segunda Corintios están dedicadas a ayudar a los nuevos creyentes a luchar con estos dilemas. Una de las
soluciones centrales para hacer frente a todas las problemáticas de la vida es la actividad vivificante del Espíritu de
Cristo, tanto a nivel personal como en la comunidad de los creyentes, y las pruebas de su obra entre ellos. Como
cristianos deseamos expresar a los musulmanes el amor que tenemos por Cristo y las verdades bíblicas de la
salvación, pero no podremos transmitirlos exclusivamente a través de palabras persuasivas.
“Pues no me envi ó Cri s to a ba uti za r, s i no a predi ca r el eva ngel i o; no con s a bi duría de pa l a bra s , pa ra que no s e ha ga va na l a cruz de
Cri s to” (1 Co. 1:17).
“As í que herma nos , cua ndo fui a vos otros pa ra a nunci a ros el tes ti moni o de Di os , no fui con excel enci a de pa l a bra s o de s a bi duría . Pues
me propus e no s a ber entre vos otros cos a a l guna s i no a Jes ucri s to, y a és te cruci fi ca do. Y es tuve entre vos otros con debi l i da d, y mucho
temor y tembl or; y ni mi pa l a bra ni mi predi ca ci ón fue con pa l a bra s pers ua s i va s de huma na s a bi duría , s i no con demos tra ci ón del Es píri tu y
de poder, pa ra que vues tra fe no es té funda da en l a s a bi duría de l os hombres , s i no en el poder de Di os ” (1 Co. 2:1-5).

K.S., editor

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Anne Cooper y El s i e Ma rkwel l , eds . Is ma el , My Brother: A Chri s ti a n Introducti on to Is l a m (Gra nd Ra pi ds : Mona rch Books , 2003).
EL VALLE DE LA DECISIÓN
por Lyndi Parshall Thomas

Era un día hermoso, soleado y tropical. Un pollo se escabulló al costado de la carretera. Akbar Khan lo había
visto mientras caminaba hacia el mercado del pueblo. Dio la vuelta por la calle polvorienta, y allí estaba la comidilla
de la ciudad. Un gran edificio, de color amarillo brillante, se levantaba majestuosamente delante de él, casi
resplandeciendo bajo el abrasador calor del sol mañanero. Se detuvo en la esquina contemplando a su alrededor. La
gente estaba ingresando a través del portón, vestida con sus mejores atuendos.
El día anterior, su padre se había reído de la persona a quien todos llaman misionero, pero Akbar no estaba bien
seguro de la opinión que tenía de aquel hombre. Lo había estado observando cuando el edificio denominado
“iglesia” estaba en construcción. El misionero siempre lucía trajes limpios y parecía tener un montón de ellos. Por
supuesto, si él cuenta con los recursos suficientes para construir el edificio, entonces debe tener dinero de sobra.
Justo en ese momento, vio a Muhammad, el platero, dirigiéndose hacia el portón de la iglesia. Akbar miraba con
curiosidad. Hay un rumor que dice que Muhammad había llegado a creer la prédica del misionero. La gente
comentaba que su actitud había cambiado y que él se había transformado en un hombre mucho más paciente.
La curiosidad de Akbar creció. ¿Qué tendrá para decir este misionero? La mayoría de las personas del pueblo
hablaba con desprecio del hombre blanco. Estaban celosos de su dinero y se preguntaban por qué en lugar de
utilizarlo para ayudarlos a ellos, lo gastaba en la construcción de un absurdo edificio.
De pronto apareció un niño que estaba persiguiendo a una vaca perdida y se topó con Akbar, haciéndole recordar
que él debía averiguar el precio de las lámparas. Se acercaba el mes de ayuno y quería tener un buen artefacto que lo
alumbrara adecuadamente mientras comía durante las primeras horas de la mañana.
Akbar se sintió tentado a entrar en la iglesia extranjera e investigar de primera mano lo que allí sucedía.
Probablemente su esposa va a enojarse con él, si él lo hace. Poco a poco avanzó hacia la puerta hasta que percibió el
alambre de púas que recorría la parte superior de la pared alta, el cual había sido colocado para mantener alejados a
los niños mendigos. Luego alzó la vista y divisó una gran cruz, erigida en un lugar sobresaliente del edificio. ¡Qué
horror! Instantáneamente la cruz representó el símbolo del odio y le recordó a Akbar las grotescas historias que había
aprendido en la escuela acerca de las Cruzadas, cuando sus antepasados musulmanes habían sido asesinados por los
cruzados que portaban la cruz.
Akbar prefirió no pensar más en ello y decidió continuar su recorrido. Se sintió extraño estando en día domingo en
un sitio de adoración ya que el día normalmente señalado para tal fin es el viernes. Siguió el camino de ladrillo, un
poco más allá de la pequeña casa de cemento, donde vivía el evangelista y su familia. Entonces descubrió un
ventilador que colgaba del techo. ¡Qué lujo! ¡Electricidad! Ni el hombre sagrado de los musulmanes tiene una casa de
cemento y solo los banqueros y las personas de clase alta tienen electricidad. Por último, se dirigió a la puerta
principal de la iglesia.
Akbar se agachó para desabrocharse las sandalias, pero se dio cuenta de que casi no había zapatos afuera, en
comparación con el número de personas que podía verse en el interior. ¡Qué repugnante! En una mezquita no está
permitido el uso de zapatos. Akbar se quitó las sandalias, las añadió a la pequeña pila y atravesó la puerta. Levantó
la vista hacia la parte delantera del salón y distinguió un estante elevado que contenía algunos libros. Había otra
cruz, detrás del púlpito.

Sus ojos recorrieron la habitación, estaba llena de sillas nuevas. ¿De dónde obtiene el hombre blanco todo su
dinero? Pensaba cuán diferente era en la mezquita, donde uno debe sentarse en el piso. Entonces se dio cuenta de
que los hombres estaban sentados de un lado y las mujeres del otro. Eso era bueno para él, aunque singular, porque
las mujeres no suelen ir a la mezquita.
En la primera fila, sentados todos juntos, estaban el misionero, su esposa y sus dos hijas. Akbar se sorprendió al
verlos juntos, ubicados en el sector femenino, y esperó que nadie se sintiera tan ofendido como él.
En su recorrido visual encontró una foto en la pared. Identificó a un hombre, de apariencia agradable, con el pelo
largo y barba. Luego Akbar leyó que la palabra del epígrafe decía “Jesucristo”. ¡No podía creerlo! ¡Ningún
musulmán tiene una imagen de un profeta colgada en la pared! Es algo totalmente prohibido. Sus pensamientos
fueron interrumpidos cuando un niño pasó corriendo cerca de él. Entonces, se dio la vuelta y buscó un lugar para
lavarse la cara, las manos y los pies. Sin duda habría un rincón reservado para lavarse, como en la mezquita; sin
embargo, no encontró ninguno. Caminó por el pasillo central buscando a alguna persona conocida y vio ciertas caras
familiares, pero decidió sentarse solo, en silencio, para poder hacer su propio análisis del servicio religioso. Así que,
encontró un asiento y se sentó. Comenzó a revisar uno de los libros que tenía a mano, era grueso y estaba muy bien
encuadernado. Lo abrió e intentó leerlo, pero no pudo entender las palabras, aunque solo distinguió una que decía
“Biblia”. ¡Era el libro sagrado de los cristianos! ¿Dejaron el ejemplar al alcance de alguno que podría estropearlo? ¿A
nadie le importa si alguien lo deja caer o lo toca con las manos sucias?
Miró hacia arriba y descubrió que las hijas del misionero estaban corriendo. En una mezquita, los niños no pueden
causar molestias. Además los pequeños estaban jugando con el mismo tipo de libro que él tenía en sus manos, la
Biblia. ¿Acaso no es importante para los misioneros que sus hijas muestren falta de respeto por su libro sagrado?
Akbar contempló las flores dispuestas sobre el órgano de fuelle y se preguntó si estarían ahí como un objeto
decorativo o como una ofrenda para Jesús. Enseguida posó su mirada sobre una hoja que un niño acababa de tirar
en el suelo. En la imagen pudo distinguir una pequeña cerca con algunos animales en su interior: una vaca, un
caballo y un cerdo. ¡Un cerdo! ¡Qué terrible! Pero comprendió que este animal no sería asqueroso para el misionero.
Ahora que lo pensaba, Akbar recordó que alguien le había dicho que los misioneros compraban carne de cerdo en la
carnicería cristiana. ¡Claro, ellos comen carne vil!
Akbar dirigió su atención al predicador y su familia. ¡Qué bella ropa vestían! ¡Y cómo brillaba aquel reloj bajo el
sol? La señora lucía un vestido largo, sin mangas. Esto era llamativo, pues ni siquiera las mujeres de la clase alta de la
ciudad usaban vestimentas sin mangas, con sus saris. ¡Eso es indecente! Además percibió que ella no tenía ninguna
manera de cubrirse la cabeza en el momento de la oración.
En ese preciso instante, el evangelista se puso de pie en el frente del salón y comenzó a hablar. Dio la bienvenida a
todos y luego, algunos anuncios. Entonces indicó a todos que abrieran el cancionero en la página treinta. ¿Iban a
cantar? Sí, un hombre se levantó, se dirigió al armonio y empezó a ejecutarlo. Era muy raro para Akbar, pues los
musulmanes solamente cantan sus canciones.
Akbar asió el único libro que vio y encontró la página que había sido indicada, pero no pudo leer lo suficientemente
bien como para seguir la canción, de modo que se remitió a escuchar el canto. La música sonaba muy extraña. Él
constató que las personas que estaban a su alrededor también tenían dificultades para entonar la melodía. A él le
gustaba cantar mucho mejor.
El extranjero se levantó y leyó un pasaje de la Biblia. ¡Qué acento tenía! Luego de diez años de estar en este país,
¿todavía no podía hablar más parecido a nosotros? Akbar notó que la mayoría de las mujeres nacionales se cubrían
la cabeza, pero la esposa del predicador no lo hizo. Cuando el hombre terminó de leer, se sentó y el servicio continuó
con el levantamiento de una ofrenda. Algunos hombres se levantaron e hicieron circular un plato para que la gente
pudiera depositar su dinero. Este no es un procedimiento que se realiza en una mezquita. El sistema de esta iglesia
parecía estar mendigando para el misionero y Akbar se preguntó cuál sería el destino de esos fondos porque
indudablemente el hombre blanco ya tenía una cuantiosa cantidad.
Una vez más, el misionero pasó al frente e inició la prédica. Akbar prestó atención durante un rato, pero ya no
podía escuchar más la palabra Jesús. Siendo un musulmán solo consideraba a Jesús como un buen profeta que vivió
hace mucho tiempo, pero no como el Hijo de Dios. Era repulsivo para él pensar que Dios pudiera haberse
relacionado con María para tener un hijo, al cual llamaron Jesús.
Cuando el predicador concluyó el sermón, inició una oración. Akbar se percató que todas las personas cerraron los
ojos, pero ninguna de ellas cambió de posición, ninguno se postró, sino que permanecieron sentados en sus sillas.
¡Cuán diferente era esta religión!
La reunión culminó y la gente empezó a desalojar la sala. Akbar se levantó también y, mientras se dirigía hacia la
puerta, el misionero se acercó, le extendió la mano y murmuró algunas palabras que él no pudo entender.
Finalmente se puso sus sandalias y salió a la carretera. Entonces oyó a un vocero que invitaba a todos a volver de
nuevo aquella misma noche. Akbar salió por el portón y se encaminó hacia el negocio de lámparas, meditando en las
cosas que había visto y oído.
Esa noche Akbar regresó a la iglesia y, parado frente a ella, observó su magnífica iluminación. Mientras la gente iba
entrando, él reflexionaba acerca de los acontecimientos que habían sucedido durante la mañana. Giró su cabeza
hacia la derecha y vio la mezquita, algo distante, solo iluminada con pequeñas velas encendidas. Y una vez más
retornó su mirada hacia la iglesia, luego se movió y comenzó a caminar lentamente por el polvoriento camino, hacia
la mezquita.
EL EVANGELISMO COMO UN
PROCESO
Hay preguntas típicas tales como: “¿Cuánta gente
recibió a Cristo en su último viaje misionero? o ¿Cuántos
fueron bautizados? o ¿Cuántas personas asisten a su
iglesia?” Cabe preguntarnos por qué ponemos tanto
énfasis en los números. Con demasiada frecuencia,
nuestra cultura orientada a los objetivos nos ata,
haciéndonos creer que las cifras y los eventos cuentan
la historia y miden la tarea. ¿Nos sentimos satisfechos
de ser los responsables de la presentación de tantos
objetivos de este tipo?
La evangelización es un proceso –de amistad, de
apoyo y de amor– y nuestro progreso debería ser medido
en función del objetivo de parecerse más y más a Cristo.
De manera particular, Dios me alienta en su Palabra a
través del testimonio de su siervo Pablo: “Yo planté,
Apolo regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios” (1 Co
3:6). Todos los cristianos tienen sus “tareas” en la obra
de Dios, pero Dios es el que hace crecer la semilla y da
la salvación a su tiempo. El ministerio entre los
musulmanes necesita un largo tiempo, a veces años,
antes de que puedan verse los primeros frutos. Pero
como Dios es el único responsable por los resultados,
nosotros debemos disfrutar de las amistades y del
proceso.
Durante la misión al extranjero, Pedro, mi compañero
de trabajo, llegó a tener un buen amigo musulmán, de
nombre Mahmud. Después de siete años, Pedro expresó
su frustración, pues se preguntaba si estaba perdiendo
el tiempo en aquella relación. Pedro había ayudado
muchas veces a Mahmud, incluso hasta consiguiéndole
un puesto de trabajo, pero rara vez él había expresado
alguna inquietud espiritual.
El equipo misionero oró al respecto y alentó a Pedro a
seguir adelante. En la próxima reunión, Pedro vino
trayendo una excelente noticia. Mahmud le había dicho:
“Yo te conozco desde hace siete años y, a menudo, me
he preguntado si eras realmente mi amigo, o si yo solo
era un potencial converso al Cristianismo. Pero he
entendido que has sido un verdadero amigo y ahora
quiero bautizarme.”
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org.
DIEZ OBSTÁCULOS PARA ALCANZAR A LOS MUSULMANES
por Waleed Nassar

Desde la caída del comunismo y la apertura de Europa del Este y la ex Unión Soviética al evangelio, muchos
creyentes de la iglesia occidental han centrado su atención en la tarea de evangelización al mundo musulmán.
En los últimos años, se han escrito numerosos libros referidos al tema. Algunos ofrecen una perspectiva estrecha,
“profética y armagedónica” sobre el Medio Oriente y los musulmanes. Otros hacen un abordaje más positivo, con
énfasis en la guerra espiritual y la estrategia misionera. Mi preocupación es que probablemente muchos esfuerzos de
la iglesia occidental para alcanzar al pueblo musulmán resulten infructuosos, a menos que los cristianos hagamos
algunos cambios drásticos en nuestras actitudes y conductas.
Soy oriundo del Oriente Medio y he tenido el privilegio de hacer el discipulado con musulmanes que han venido a
Cristo en Occidente. La experiencia me ha permitido encontrar diez grandes obstáculos en el alcance de los
musulmanes, los cuales detallaré a continuación.

1. El sesgo político de la iglesia hacia Israel.


Por lo general, la iglesia occidental falla en su apreciación del conflicto de Oriente Medio solo como un
enfrentamiento árabe-israelí. En verdad, ésta es una disputa entre musulmanes y judíos que se remonta al
desacuerdo inicial entre Muhammad y los judíos de Arabia en el siglo VII.
Si la iglesia desea ganar a los musulmanes deberá abstenerse de tomar partido. Dios está en control de las
cuestiones políticas, entonces los cristianos debemos concentrarnos en la evangelización de los musulmanes de una
manera amorosa e imparcial.

2. La enseñanza insensible de la profecía.


Este es el tipo de doctrina que considera que los musulmanes son “la madera para el Armagedón”. Hay maestros
bíblicos que catalogan a los países árabes como enemigos de Israel, y a los musulmanes como gente de la Yihad, o
“guerra santa”. Esta postura es perjudicial porque no se puede insultar a los musulmanes mediante alguna
interpretación bíblica y todavía esperar que ellos respondan al mensaje que queremos darles.

3. El nacionalismo extremo.
En algunos casos, el orgullo nacionalista de los creyentes estadounidenses reemplaza a la humildad cristiana. Sin
embargo, el que se gloría, ha de gloriarse en el Señor (1 Co. 1:31); por lo tanto, el celoso “patriotismo” está fuera de
cualquier disposición bíblica. Esta actitud representa una ofensa para quienes no son americanos, y especialmente
para los musulmanes, que consideran injustas las políticas occidentales que les son impuestas.

4. El relajamiento moral.
Nada resulta más ofensivo para un musulmán que alguien enseñe una cosa y haga otra, pues “el movimiento se
demuestra andando”. El Islam es una religión legalista, con un fuerte énfasis en el castigo de los delitos morales.
Para muchos musulmanes, el pecado flagrante y abierto de algunos cristianos es una gran piedra de tropiezo.
Debemos recordarlo y también demostrarlo, que si bien tenemos libertad en Cristo, no es la libertad para dar rienda
suelta al pecado.
¿POR QUÉ LOS MUSULMANES DICEN
“INSHA ALLAH”?
La creencia musulmana indica que todas las cosas en
la vida son planeadas por Dios. Nada sucede, a menos
que Dios lo determine. Por lo tanto, alrededor de todo el
mundo musulmán se oye la frase árabe: Insha Allah, “si
Dios quiere”, para todas las situaciones de la vida. A
veces se utiliza como una forma educada de manifestar
una respuesta negativa. Muchos critican este punto de
vista como demasiado fatalista, pues lleva al
pesimismo, a la complacencia y a la pasividad. Desde
este marco de referencia, porque Dios es soberano, los
fieles no tienen influencia para cambiar los
acontecimientos futuros. “Alá abre al Islam el pecho de
aquel a quien Él quiere dirigir. Y estrecha y oprime el
pecho de aquel a quien Él quiere extraviar, como si se
elevara en el aire. Así muestra Alá la indignación contra
quienes no creen” (sura 6.125).
En las notas al pie de página de la sura 76.30-31,
Yusuf Ali explica: “El hombre en sí mismo es débil y
debe buscar la gracia de Dios; sin ella no puede hacer
nada, con ella puede hacer todo. Porque Dios sabe todas
las cosas y su sabiduría abarca el bien de todos. Eso es
de acuerdo a su plan justo y sabio. Si la voluntad es
correcta, se obtiene la gracia y la misericordia de Dios.
Si la voluntad del hombre rechaza a Dios, el hombre
debe sufrir la pena”.1 Los versos en mención declaran:
“Pero vosotros no lo querréis, a menos que Alá quiera.
Alá es omnisciente, sabio. Introduce en su misericordia
a quien Él quiere, pero a los impíos les ha preparado un
castigo doloroso” (sura 76.30-31).
Contrariamente, muchos cristianos no buscan
diariamente la guía de Dios para el futuro, “en lugar de
lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y
haremos esto o aquello” (Stg. 4:15).
1. Yusuf Ali, The Holy Qur ’a n, nota al pie de página 5861 y 5862.
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org.

5. El estilo impropio de vida.


Otro obstáculo se levanta en la enseñanza desequilibrada acerca de la prosperidad y el estilo de vida materialista que
ostentan muchos cristianos occidentales. Además la vestimenta indecente, sobre todo entre las mujeres cristianas.
Todos los ex musulmanes que he discipulado, me han manifestado su incomodidad, para decir lo más suave, y peor
aún, su repugnancia al respecto. Estos individuos tienen un largo tiempo de residencia en Occidente, por lo cual el
problema no radica solo en el ajuste cultural. Ellos simplemente esperan que los valores cristianos sean más elevados
que los que son impuestos por la sociedad (ver Ro. 2:24).
¿Oramos regularmente por las
necesidades de los
musulmanes?
6. El escaso grado de reverencia.
Bajo la lupa musulmana, la forma en que hablamos con Dios y nos referimos a su Persona refleja el respeto hacia Él
o, por el contrario, la irreverencia.
Los estadounidenses son adictos al entretenimiento y, por desgracia, este modelo ha invadido práctica y
teológicamente a la iglesia. Los musulmanes se sienten disgustados ante la falta de reverencia, e incluso el humor
excesivo desde el púlpito les suena ofensivo. Luego de su conversión, los ex musulmanes desearían seguir
reverenciando a Dios como Padre (ver Mal. 1:6).

7. La ignorancia del Islam.


La mayoría de los cristianos occidentales conocen muy poco –si acaso algo– acerca del Islam o su historia, creencias y
prácticas. Como resultado de dicha ignorancia, la gente proyecta injustamente las imágenes mediáticas de Khomeini,
Saddam Hussein y los fundamentalistas islámicos sobre todos los musulmanes.
Esta falta de entendimiento está reflejada también en el púlpito. Yo he visto a predicadores ser ovacionados de pie
mientras gritaban: “¡Alá no es Dios! ¡Jesucristo lo es!” Ellos no se dan cuenta que “Alá” es la única palabra para Dios
en la lengua árabe.

8. La falta de compasión.
En la actualidad, la mayor parte de los cristianos tiene tanta compasión por los musulmanes como los judíos del
primer siglo la tuvieron por los samaritanos. En el mejor de los casos les estamos mostrando nuestra apatía y falta de
cuidado. Esta carencia de sensibilidad o interés por sus almas debe ser transformada por el Espíritu de Dios, si alguna
vez hemos de alcanzar a los musulmanes.

9. La falta de oración y alcance.


Lamentablemente, la iglesia occidental muestra un severo déficit en su vida de oración. Debido a su rápida y
frenética carrera cotidiana, la gente no encuentra el tiempo para la oración. Sumando los obstáculos anteriormente
mencionados, puede entenderse el motivo por el cual el alcance a los musulmanes es el más débil de todos los
esfuerzos misioneros.

10. El desprecio por la cultura musulmana.


Una vez escuché que un pastor dijo a su congregación: “Me alegro de no haber nacido en Irán o en algún otro de
esos países.” En cierto sentido puedo entender su sentimiento, pero no creo que sea una actitud cristiana válida, y
agregaría que no es una expresión adecuada dicha desde un púlpito. ¿Qué hubiera pasado si un iraní hubiese estado
presente aquel día?
La iglesia occidental tiene una tendencia a degradar a las culturas no occidentales. Tenemos que comenzar a
apreciar los aspectos positivos de la tradición musulmana, por ejemplo la fortaleza en sus relaciones interpersonales y
la hospitalidad.
En última instancia, el llamado de Dios no es a exponer una adaptación occidental del Cristianismo a los
musulmanes, sino a presentar a Cristo para que ellos respondan a Él.
EL CAMINO DE LA RECONCILIACIÓN
por SOON Online Magazine

En la mañana del domingo de Pascua de 1996, tuvo su inicio “el Camino de la Reconciliación” en Colonia,
Alemania. Novecientos años antes, en ese mismo sitio, había comenzado la primera Cruzada. Un gran grupo de
cristianos empezó su marcha siguiendo los idénticos caminos que habían tomado aquellos soldados. Viajaron a través
de diferentes rutas, atravesando la antigua Yugoslavia y llegaron a Estambul, Turquía, en el otoño. En un período de
doscientos años, los cruzados cometieron todo tipo de atrocidades en contra de árabes y judíos, y más grave aún, fue
que hicieron estas cosas en nombre de la religión cristiana. Estas barbaries no han sido olvidadas todavía.
Mientras que los cristianos recorrían la antigua ruta, se detenían para orar en diferentes lugares y pedían perdón a
los musulmanes por las brutales acciones en su contra ocurridas novecientos años atrás.
Lynn Green, la líder de la marcha, informó: “Mientras caminamos, el punto más destacado del día fue la visita a
una mezquita turca y centro de enseñanza en Colonia. El día anterior, un cristiano local se había puesto en contacto
con el imán, entregándole un mensaje impreso de disculpa, y le preguntó si podíamos visitar la mezquita.
“Así es que fuimos conducidos a una habitación espaciosa de oración donde se reunieron cerca de 200 hombres y
niños. Las mujeres y las niñas se ubicaron en una sala contigua, pero el imán dio instrucciones para leer el mismo
mensaje.
“Cuando todos estábamos ubicados en la alfombra, el imán nos dio la bienvenida. Entonces le expliqué que
habíamos venido a pedir disculpas por las atrocidades cometidas en nombre de Cristo, durante las Cruzadas. La
lectura del mensaje alusivo (ver p. 283) en turco, alemán e inglés fue recibido con fuertes aplausos sostenidos.
“Entonces el imán, que sabe hablar los tres idiomas, dijo: ‘Al comprender la naturaleza de este mensaje, me llené de
asombro y esperanza. He pensado que quien ha concebido esta iniciativa ha recibido la visitación del mismo Dios. Es
mi deseo que este proyecto redunde en un éxito muy grande.’
“Luego el imán me comentó en privado que muchos musulmanes habían comenzado a examinar sus propios
pecados en contra de los cristianos y los judíos. También agregó que nuestro ejemplo les mostraría cómo actuar
acerca de los pecados pasados. Por último él se comprometió a enviar el mensaje a doscientas cincuenta mezquitas de
toda Europa.
“En la época de las Cruzadas, los habitantes de Colonia aniquilaron al conjunto de la población judía. Así que al
final del día, nos detuvimos cerca de la sinagoga y clamamos por bendición y sanidad.
EL MENSAJE DE DISCULPA
Novecientos años atrás, nuestros antepasados salieron en son de batalla a lo largo de todo el Oriente Medio, en el
nombre de Jesucristo. Impulsados por el miedo, la codicia y el odio traicionaron el nombre de Cristo, al conducirse de
manera contraria a los deseos y al carácter de mismo Cristo. Los cruzados levantaron la bandera de la cruz por encima
de su pueblo. Con este acto corrompieron el verdadero significado de reconciliación, perdón y amor desinteresado.
En otro aniversario de la primera Cruzada también llevamos el nombre de Cristo. Pero esta vez queremos volver sobre los
pasos de los Cruzados, a modo de disculpa por sus acciones, y en demostración del genuino significado de la cruz.
Lamentamos profundamente las atrocidades cometidas por nuestros predecesores, en nombre de Cristo. Renunciamos a
la codicia, al odio y al miedo, y condenamos toda violencia hecha en nombre de Jesucristo.
Donde estaba la motivación del odio y el prejuicio, ahora ofrecemos el amor y la fraternidad. Jesús, el Mesías, vino a dar
la vida. Pedimos perdón por hacer que su nombre sea asociado con la muerte. Por favor, volvemos a pedir una vez más
que acepten el legítimo significado de las palabras del Mesías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha
ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a
los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lc. 4:18-
19).
En tanto que vamos, los bendecimos a ustedes en el nombre del Señor Jesucristo.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Chri s ti ne A. Ma l l ouhi , Wa gi ng Pea ce on Is l a m (London: Mona rch Books , 2000).
SELECCIONES DE CONVERSIÓN
NOTA DEL EDITOR
La comprensión de la naturaleza de la conversión afecta la forma en la cual interactuamos con nuestros amigos
musulmanes. La siguiente recopilación de variadas experiencias, en culturas musulmanas muy diferentes, puede
ayudar a desarrollar una percepción más amplia acerca de la conversión.

FORMAS DE CAMBIO
por David W. Shenk
¿Qué formas de cambio social y teológico ocurren en la conversión? ¿El proceso de conversión afecta la cosmovisión
o solo opera en el nivel de los valores de la cultura y de la psiquis? En muchas sociedades cristianizadas, la iglesia ha
logrado un acercamiento bastante cómodo con la cultura dominante. ¿Es correcto esperar que los musulmanes se
sometan a un quiebre mucho más radical con su cultura que el que se espera de los cristianos en las así llamadas
culturas cristianizadas, aun teniendo en cuenta que en muchos aspectos la cultura islámica puede estar más en
sintonía con los temas bíblicos que las seculares culturas cristianizadas?
Si bien estas cuestiones son urgentes e importantes está claro que el punto central de la conversión es la
transformación de la vida hacia un compromiso enfocado en Jesucristo como Señor y Salvador, y el descubrimiento
asombroso de Dios como nuestro tierno Padre celestial. En algunos casos, la conversión es un evento preciso, pero
mayormente en la experiencia de los musulmanes parece manifestarse como un proceso. Muchas personas de
nuestro grupo (pertenecientes a la cultura en la que trabajó Shenk) han padecido severas persecuciones después de su
conversión a Cristo. No obstante, el precioso premio de conocer a Jesús como Señor y Salvador, y a Dios como Padre,
ha sido un regalo digno de cualquier sufrimiento. La obra exterior de este compromiso es variada y fascinante, y
opera en diferentes niveles de la psiquis de un individuo y de la cultura. Sin embargo, en todas las culturas y dentro
de cada persona, el eje neurálgico de la conversión es la confesión de Jesucristo como Señor y Salvador, y de Dios
como el amoroso Padre. El Espíritu Santo revela que Jesús es el Señor y produce el nuevo nacimiento, que es el fruto
del arrepentimiento y del compromiso con Cristo.
También debemos reflexionar acerca de aquellos musulmanes que en algún momento confesaron la fe de Cristo,
pero no lograron integrarse plenamente al cuerpo de creyentes, y en algunos casos, han regresado a la comunidad
islámica. Es común que los nuevos creyentes tengan que enfrentar las presiones familiares y de la umma, que sean
condenados al ostracismo de las estructuras económicas de la comunidad islámica y que devengan en personas
pobres. La iglesia no debe ser solamente una comunidad que evangeliza y nutre a sus miembros, sino también la
nueva familia que contiene al incipiente converso. La conversión no es solo a Cristo, sino también a la iglesia que
debe estar lista para recibir y alentar al nuevo discípulo.
Nosotros también creemos que la iglesia tiene una misión dentro del Islam, además de invitar a los individuos a la
fe en el Mesías. Esto es un testimonio al Islam en sí mismo, llamando a una conversión dentro del espíritu del Islam.
Esta es una apelación a considerar el Espíritu de Jesús en asuntos tales como el trato hacia la mujer y la familia, los
derechos humanos y la ecología. Es un llamado a reconocer la legitimidad de la iglesia que testifica en medio de ellos.
La presencia de la iglesia debe ser una invitación al conjunto de la umma en aras de una calidad más completa de
vida. Además, la oración en favor de la paz de la comunidad es un ministerio primordial.

TESTIGO DISCRETO
por Phil Parshall
Por lo general, hay muy poca consideración con respecto a los temas sociológicos que intervienen en el proceso de
conversión. Tim Matheny da la siguiente explicación:
“En la sociedad árabe, el primer acercamiento puede lograrse con una persona joven, pero el desafío de cambio
debe ser encarado al jefe de la familia extendida. Otorgar el tiempo suficiente para la toma de decisiones es
indispensable en una sociedad como la árabe, que está orientada hacia el grupo. La tendencia del evangelista de
alentar a un individuo, especialmente sensible, hacia una determinación personal, puede producir el rechazo del
mensaje de la gente en su conjunto. Hasta que una persona no es capaz de optar por una decisión que considera
válida, cualquier desarraigo (o aIslamiento) de los miembros de su grupo planteará de inmediato el temor a la
pérdida de solidaridad”.1
En nuestra tarea evangelizadora solemos decir al recién convertido que comparta discretamente su fe, ya sea con
amigos o miembros de su familia, pero esta práctica deberá hacerse de tal manera que no estimule la oposición
social. Si es necesario, aconsejemos al nuevo creyente a evitar la referencia de su conversión hasta tanto los demás
noten un cambio cualitativo en su vida, pues a partir de ese momento se abrirán puertas para dar una palabra
amable como testigo de Cristo. Seamos muy honestos desde el principio con el converso en cuanto a que él debe
permanecer dentro de la comunidad islámica.
Nuestro objetivo es el establecimiento de un pequeño grupo de creyentes en una determinada zona geográfica.
Recién cuando el ideal de la fuerza sociológica se suma a la madurez de los creyentes es posible considerar el
bautismo, pues con frecuencia su prematura celebración ha desatado una intensa persecución por parte de la
comunidad islámica.

RELACIÓN PERSONAL CON CRISTO


por Harvie Conn
Bajo el impacto cultural del pietismo (devoción y pureza personales), los misioneros entendieron el acto de la
conversión como conducir a “una sola alma perteneciente a un pueblo pagano hasta Dios”2 . Aunque modificado por
la preocupación acerca de las necesidades sociales del hombre3 , este individualismo estrecho, reforzado por el
moralismo puritano (rigor escrupuloso moral) y la escolástica protestante (conservadurismo académico) redujo la
conversión a un mero acto de arrepentimiento y fe, distinto de otras categorías separables como la santificación y la
adopción, entre otras. El resultado final ha sido la disminución o la pérdida completa del sentido de la conversión
como una designación general para la renovación completa del hombre (según la visión de Calvino), y como un
signo del reino de Cristo, en el cual estamos arraigados todos los días. La conversión como un proceso de cambio de
vestidura (Ef. 4:24, Col. 3:9-10) y como la metamorfosis continua a lo largo del tiempo (Ro. 12:1-2) se reduce a una
escritura de cesiones y transferencias por la cual el individuo se vuelve de los ídolos a Dios, en Cristo (1 Ts. 1:9). Al
hacerlo, la perspectiva de Pablo acerca de la conversión como un proceso continuo –que comenzó con el encuentro
poderoso de Cristo con el pecador, pero que no se consumará hasta la venida del Hijo de Dios desde el cielo (1 Ts.
1:10) – ha sido aislada de la glorificación, y reducida a la conversión como iniciación. El fuerte énfasis en el
individualismo y la decisión de un único paso como señal de conversión fue un prejuicio cultural, teologizado por los
pietistas en contra del contexto europeo que contaba con un gran número de cristianos nominales. Puede repetirse
fácilmente el modelo del nominalismo también presente en las comunidades cristianas del mundo musulmán, por lo
tanto, hay que seguir insistiendo en la necesidad de una relación personal con Cristo como parte esencial de la
conversión. Pero además debemos reconocer que en las culturas del mundo, las relaciones personales no siempre se
inician a través de decisiones “individuales” aisladas, prescindiendo del grupo, sino más bien mediante juicios
pluralistas, bajo la aprobación del conjunto. Los términos “personal” e “individual” no son equiparables.

SÍMBOLOS DE CONVERSIÓN
por Dean Gilliland
Los estudiantes africanos del seminario cristiano donde yo era profesor habían aprendido que las formas
musulmanas eran absolutas, inmutables y cargadas de mensajes perniciosos; por lo tanto, las formas cargaban un
mensaje emocional, negativo. Hamidu era un converso al Cristianismo que no consideraba relevante el uso del
atuendo como un símbolo de su identidad musulmana. El Corán era un libro sagrado que llevaba junto con su
flamante Biblia. Sin embargo, el significado de estas formas islámicas representaba un anatema para los estudiantes
cristianos. En 1972, Hamidu llegó a la Facultad de Teología situada en el norte de Nigeria, cuando yo era el director,
y había sido enviado por una de las denominaciones de soporte de los Estados Unidos. Los alumnos quedaron
impresionados cuando escucharon el relato de conversión del joven. Mientras estaba realizando el salat, Hamidu oyó
una voz que le ordenó poner fin a sus oraciones musulmanas, en el nombre de Isa al-Masih. Esta fue toda la
referencia que tuvo para iniciar su búsqueda de Jesús. ¡Y se convirtió en un creyente aguerrido! Cuando le pedí que
leyera la Biblia en la capilla del seminario, estuvo de acuerdo. En primer lugar leyó pasajes en árabe respecto a Isa,
en el Inyil. A continuación leyó los versículos relevantes de los evangelios que relatan el nacimiento de Jesús. El factor
más polémico fue que Hamidu permaneció parado en el púlpito llevando su vestimenta musulmana completa,
incluida la taqiyya (casquete o gorro). Él no me había preguntado si podía hacerlo y ahora yo me encontraba en un
dilema.
Cuando el muchacho terminó hubo tan grande consternación entre los estudiantes que ellos se reunieron para
exigir la expulsión de Hamidu. Como director de la institución tuve que dar las explicaciones pertinentes, de modo
que traté de justificar los actos del joven ante la junta directiva, compuesta por misioneros occidentales, y los líderes
de la iglesia de Nigeria. Expliqué que todo había sido una cuestión de forma y significación. Hamidu era
completamente ingenuo al entorno de las enseñanzas que habían favorecido el inmediato rechazo de los cristianos
hacia las formas musulmanas. Más tarde, el alumnado conminó al muchacho a abandonar, de manera total e
inmediata, las costumbres de su cultura, y como resultado de su respuesta negativa, Hamidu fue avisado a salir de la
institución. Como director tuve que participar de esta convocatoria y lamento, más de lo que puedo decir, haber
permitido que prevaleciera la idea de que “la forma equivale al significado”. Perdí mi oportunidad de enseñarles
cómo discipular a un nuevo y precioso creyente, y de presentarme como un modelo de aquello que los seminaristas
necesitaban conocer.
Estoy poniendo la atención en el hecho de que las formas y los significados pueden ser controlados por la persona,
aunque es obvio que hay casos diferentes. He visto que en ciertos niveles los significados son, por así decirlo,
“flexibles” de parte de la persona que toma la decisión de tratarlos de ese modo. Los significados atribuidos a las
formas no dictan de manera absoluta lo que un individuo puede o no hacer en un lugar determinado. Pero el aspecto
más importante en el cual deseo poner un marcado énfasis es la confianza que debemos depositar en el Espíritu
Santo, pues la metanoia (del griego, arrepentimiento) conduce al musulmán a los pies de Cristo, independientemente
de su circunstancia. La forma en que se manifiesta la metanoia siempre depende de la situación particular. Es
esencial prestar ayuda al converso del Islam, a fin de que Jesús sea el Señor y el nuevo centro de su vida.

¿QUIÉN PUEDE ALCANZAR EL NORTE


DE LA INDIA?
Steven es un creyente de la India y pertenece a una
familia que ha seguido a Jesús a lo largo de varias
generaciones. Ahora él es misionero entre los
musulmanes de una ciudad del norte de la India. Steven
explica: “Tú sabes, ha habido una tendencia de los
indios diciendo: ‘Los extranjeros deberían volverse a su
casa. Nosotros podemos hacerlo mejor’. Ahora escucho
a la gente decir: ‘Los indios del sur deberían volverse a
sus casas. Nosotros, los del norte, podemos hacerlo
mejor que ustedes’. Es cierto que cualquier persona que
llega desde el exterior causa un poco de revuelo, debido
a que ella no puede dejar de traer consigo su propia
cultura; así que estamos trabajando para movilizar a la
población local.
“Nuestra ciudad está dividida en diagonal por un
ferrocarril, de un lado están los musulmanes y del otro
los hindúes. Los cristianos, sus iglesias y, por ende, sus
actividades ¡están insertos en el ala hindú! Hay cinco
puentes y una pasarela que unen ambos sectores, y los
cristianos y el evangelio deben cruzar estos pasos.
Estamos orando por un despertar de toda esta ciudad a
Cristo.
“Mi esposa se reúne cada viernes con un grupo de
mujeres musulmanas que leen el Corán y el Hadiz, pero
ninguna de ellas tiene entendimiento de la lectura. Ella
está aprendiendo la lengua urdu mientras espera la
oportunidad para compartirles el mensaje de la Biblia.
Ahora puede percibirse una gran apertura entre las
mujeres musulmanas. Ellas nos han manifestado:
“Nosotras queremos tener libertad para explorar el
mundo, queremos ser como ustedes”. Estas mujeres
piensan que precisan acceder a la educación, pero lo
que realmente necesitan es encontrar la libertad en
Cristo.
“Los hombres pueden aportar mucho a este ministerio,
pero hacen falta más mujeres. ¿Cuál es el principal
obstáculo? ¡Los maridos! Es imprescindible que los
hombres cristianos sean capaces de ver la urgente
necesidad, que estén dispuestos a venir al campo
misionero, que traigan a sus familias consigo y que
permitan a sus esposas ser partícipes del trabajo entre
las mujeres musulmanas”.
Fuente: Marti Smith, www.missionscatalyst.org.
NOTAS FINALES
1. Tim Mathe ny, Re aching the Arabs: A Fe lt Ne e d Approach (Pasade na, Calif.: William Care y Library, 1981), p. 63; citado por Phil Parshall,
Be yond the Mosque (Grand Rapids: Bake r, 1985), pp. 186–187.
2. Christe nse n, Je ns, The Practical Approach to Muslims (Uppe r Darby, Pa.: North Africa Mission, 1977), p. 118.
3. Ve rkuyl, J., Conte mporary Missiology (Grand Rapids: Ee rdmans, 1978), pp. 176–181; citado por Conn, “Muslim Conve rt,” pp. 97–111.
EL MENSAJERO DE DIOS
por Phil Parshall

Ser misionero es un llamado y un gran privilegio. Ha sido un motivo de alegría poder conocer a cientos de
obreros extranjeros durante las últimas décadas, y en general, me han impresionado muy positivamente.
La vocación misionera tiene características únicas. El candidato debe contar con una instrucción razonable, debe
estar dispuesto a ir más allá de sus fronteras geográficas, a dejar seres queridos, a renunciar a posibilidades
financieras (aunque no siempre), a adaptarse a otro idioma y cultura, y a trabajar muy ligado a un equipo. Al mismo
tiempo, el misionero debe estar abierto a la crítica de amigos y de enemigos, y debe realizar una evaluación
permanente de la metodología sacrosanta.
El doctor Saeed Khan Kurdistani fue un sobresaliente cristiano iraní que murió en 1942. En 1960, un hombre visitó
la zona donde el doctor había realizado su ministerio. El visitante le preguntó a un anciano de la comunidad si había
conocido a Khan. Casi sin aliento, el hombre susurró: “¡El doctor Saeed fue el mismo Cristo!” Con reverencia
podemos decir que este es nuestro objetivo.
A medida que nos adentramos en el nuevo milenio tenemos que echar una mirada a las cuestiones prácticas del
misionero, tales como las finanzas, la vivienda, la vida intelectual y el ministerio con las iglesias.

LAS FINANZAS
Hay una diferencia abrumadora de opiniones respecto de este tema. Algunos consideran que es imprescindible
“volverse nativo” y denunciar a quienes no imitan el modelo. Otros están convencidos que deben vivir en un patrón
occidental a fin de preservar el bienestar mental y físico de la familia trasplantada, y defienden su posición diciendo
que los ciudadanos locales entienden estas necesidades. Entre ambas posturas encontramos múltiples criterios
imaginables.
Muchos países del tercer mundo sufren de depresión económica, condición que sienta la base para las discrepancias
entre el nivel de vida de los misioneros occidentales y los nacionales. Chaeok Chun, misionero coreano en Pakistán,
comenta al respecto: “Creo que es significativo que la imagen actual de la obra misionera cristiana, desde el punto de
vista del receptor asiático, muestra comodidad y privilegio. Por lo tanto, los asiáticos tienden a rechazar al misionero
y a malinterpretar su mensaje”.1
Los monjes irlandeses de los siglos VII y VIII eran bien conocidos por su ascetismo. Su bagaje completo consistía en
un bastón de peregrino, una billetera, un odre de agua y algunas reliquias. Cuando recibían dinero de los ricos,
inmediatamente lo regalaban a los necesitados.2
¿Es éste un modelo adecuado para el misionero contemporáneo? El doctor Donald McGavran sugirió que “el
misionero proveniente de un país rico tiene un nivel de vida mucho más elevado que el necesario. Si queremos
revertir este modelo se requiere una orden de misioneros, célibes o casados sin hijos, que se establezcan en
Bangladesh, con trescientas rupias (diez dólares) mensuales. Sin embargo, cualquier iniciativa de este tipo es
desgraciadamente impensable en la actualidad.” 3

La mayoría musulmana del


mundo entero vive en pobreza
Aun a riesgo de resultar polémico, quisiera exponer algunas ideas acerca de este importante asunto.
1. La mirada de la ciudadanía local respecto del perfil financiero de la comunidad misionera es relevante. Por lo
general, el nativo se muestra sorprendido ante la diferencia abismal que existe entre su nivel de vida y el del
misionero occidental. Si nos desentendemos de esta perspectiva, corremos el peligro de infringir la clara enseñanza
de Pablo en cuanto a no ser piedra de tropiezo para los demás.
2. Las personas solteras y los matrimonios sin hijos tienen mayor facilidad para ajustarse a un estilo de vida sencillo.
Esta premisa sirve de estímulo, pero de ninguna manera dicta una ley.
3. La experimentación debe ser permitida. Un matrimonio, con su bebé recién nacido, que vive en una aldea rural
musulmana –y su vivienda es una choza de bambú con piso de barro– debería recibir la ayuda necesaria; pero al
mismo tiempo, no debería ser avergonzado si en algún momento ellos sienten que su retirada es lo aconsejable.
4. Cada familia debe considerar los asuntos financieros delante del Señor. Con una actitud abierta y en franca
oración debe evaluar las propias necesidades físicas y emocionales. El objetivo es moverse lo más cerca posible del
estilo de vida de las personas que son su meta, sin resultados adversos para los miembros de la familia. En este
sentido, equilibrio es la palabra clave.
5. El misionero que reside en la simplicidad rígida de una zona rural puede viajar algún fin de semana a una ciudad
cercana, para tener un tiempo de distensión y realizar las compras necesarias. En mi opinión, creo que la
identificación del propio origen cultural no es un acto de hipocresía. Tenemos que ser realistas respecto de nuestras
necesidades personales y de los distintos niveles de capacidad para soportar las privaciones dentro de una cultura
extranjera.
6. Este punto puede ser discutido con otros misioneros, pero la crítica ociosa, el juicio y la justicia propia deben ser
meticulosamente evitados. A menudo, los misioneros que viven en extrema pobreza como los que están en gran
abundancia son los más obstinados y se parapetan en su auto defensa. Por el bien de la unidad del cuerpo, es
prudente eludir las acaloradas discusiones con los misioneros, particularmente en torno a este tema.

CONSEJOS PARA COMPARTIR LA FE


CON UN MUSULMÁN
1. Tómese el tiempo necesario para construir una
relación genuina, esto es algo que los musulmanes
valoran en demasía. De este modo, su amigo verá a
Cristo en sus acciones, actitudes y luchas diarias.
2. Practique la hospitalidad, sumamente apreciada por
los musulmanes. Pase tiempo tomando un café o
disfrutando de una comida.
3. Escuche. Un buen oyente se centra en las
preocupaciones y necesidades de su amigo. Busque
puentes que acerquen su entendimiento a las
verdades bíblicas.
4. Utilice preguntas creativas que revelen la verdad y
que ayuden a su amigo a desarrollar el pensamiento
crítico, de manera que reconozca su necesidad de un
Salvador.
5. Mantenga la comunicación en torno a temas comunes
y no a cuestiones discrepantes. Siempre que sea
posible, concuerde en algún asunto que sea
consistente con la Biblia.
6. Comparta su testimonio acerca de la transformación
que Dios operó en su vida mediante el poder del
evangelio.
7. Ore con regularidad por su amigo. Pídale a Dios que
le revele las necesidades de su amigo y que el Espíritu
Santo intervenga sobrenaturalmente en su vida. Las
palabras que usted puede decirle son solo una parte
del obrar de Dios.
8. Sea un buen amigo. Su amor incondicional lo atraerá a
nuestro mejor amigo, Jesucristo, en cuyas manos están
los resultados.
9. Tenga paciencia, esta es un fruto del Espíritu Santo
que mora en nosotros. Él creará en el hombre o la
mujer musulmanes el deseo de conocer más acerca de
Jesús.
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org.

LA VIVIENDA
Sin lugar a dudas, los días del “complejo misionero” están terminados, no obstante estos enclaves occidentales
todavía se hallan presentes en todo el mundo en vías de desarrollo. En su mayoría dichas propiedades son mal vistas
por la sociedad y, en algunos casos, hasta despreciados por los nativos. Un creyente cuestionó su existencia con la
siguiente pregunta: “¿Me equivoco si digo que los chalés de la misión representan un muro de separación entre el
corazón de la gente y los misioneros?”4
En mi convicción personal, estimo que los complejos de misión aún existentes deberían ser desmantelados. Esta
acción permitiría al misionero mudarse a la comunidad y compartir su testimonio cristiano viviendo entre la gente,
en lugar de estar encerrado en una gran parcela de terreno que tiene una valoración muy negativa en el ideario
popular. Es preferible que los cristianos salgan y se esparzan entre la gente del pueblo que está sin Cristo, antes que
permanezcan en un gueto cerrado. La luz debe ser difundida y debe otorgar el beneficio esperado.
Nuestros primeros cinco años en un pequeño pueblo de Bangladesh fue una época de gran aprendizaje e
intercambio de experiencias. Justo detrás de una ventana de la casa que alquilábamos vivía una mujer musulmana,
que estaba separada de su marido, y dos hijas compartían también la vivienda. En poco tiempo, nuestra familia
logró estrechar una amistad cercana con ellas. Las chicas siempre venían a pedir una especie o un huevo y nosotros
nos sentíamos en libertad de hacer lo mismo. Cierta vez, la hija más joven enfermó con altísima fiebre, entonces la
trajimos a nuestra casa y cuidamos de ella. Una veintena de libros jamás podrían habernos enseñado todo lo que
aprendimos a través de la ventana de nuestra habitación. Esta experiencia me permite ver que la residencia dentro de
un complejo misionero no posibilita el estilo de vida similar al local ni la participación plena en la comunidad.
Es necesario tener cierta libertad respecto de la vida de la ciudad, pueblo o aldea. La principal preocupación es
relacionarse con el grupo con el cual uno está trabajando. El ministerio entre estudiantes en un área universitaria
demandaría comodidades bastante diferentes de las de una aldea rural.

LA VIDA INTELECTUAL
A fines del período colonial, el trabajo misionero sufrió una transformación radical debido a la exigencia de nuevos
enfoques y actitudes. Pioneros como el doctor Donald McGavran han popularizado la ciencia de la misiología.
Actualmente, cientos de casos de estudio y libros de texto están accesibles en el mercado y pueden ser utilizados
como materiales de referencia. Muchas escuelas ofrecen estudios de posgrado en misión y seminarios por extensión
para el obrero en el campo. Revistas tales como Evangelical Missions Quarterly, International Journal of Frontier
Mission y Missiology mantienen informado al misionero sobre conceptos actualizados y alcances prácticos alrededor
del mundo.
Joseph A. McCoy ha dado un consejo relevante a los misioneros cuando dijo: “Es indispensable tener la mente
abierta para poder percibir que los tiempos cambian y que hay que hacer los ajustes necesarios. Las tácticas
empleadas hace una década atrás ya no funcionan e incluso las de cinco años de antigüedad también están
desfasadas”.5 Siempre es triste observar a un misionero que se vuelve rutinario e inflexible. La orientación y la lealtad
que algunos misioneros, adultos y también jóvenes, conservan por la metodología tradicional, pueden llevarles a
pensar que un movimiento cuidadoso hacia nuevas áreas de experimentación sensible es casi una negación de la
verdad. Así que, el obrero joven que llega al campo de labor con un enfoque emprendedor, rápidamente puede
sentirse frustrado, y a veces sus ideales y celo pueden desvanecerse porque son ahogados con algún comentario
condescendiente tal como: “Mantenlas debajo de tu sombrero por unos pocos años, la experiencia te moldeará a ti y
madurará tu contribución”. Por lo tanto, la naciente relación entre el misionero experimentado y el novato no debe
entablarse bajo un tono amenazante, en cambio el uno puede aportar la experiencia y el otro la última innovación en
conocimiento más su entusiasmo. Unidos son casi invencibles, pero divididos pueden generar una catástrofe, no solo
para el equipo misionero interno, sino también para la perceptiva y observadora comunidad local.
Nuestro compromiso con Jesucristo demanda que debemos ser los más excelentes siervos posibles para su gloria.
Esto implica el máximo esfuerzo, no solo a nivel espiritual sino también intelectual. La verdadera excelencia
académica conduce a una mayor eficacia en el servicio y no al orgullo ni al esnobismo. Debemos estar seguros de
estar germinando en el campo misionero, entonces nuestro corazón y mente deben permanecer vitales y alertas.
Harold Cook fue profesor de misiones, durante muchos años, en el Instituto Bíblico Moody. Sus palabras dichas en
1959 todavía están frescas en mi mente: “Estudiantes, el área más importante de su vida y ministerio es el ámbito de
las actitudes. Es allí donde cualquiera tendrá éxito o fracasará como misionero, pues las actitudes tocan cada extremo
nervioso de la existencia. Las relaciones que establezcamos con Cristo, con los compañeros de misión, con los
creyentes locales y con los incrédulos se verán profundamente afectadas por nuestras actitudes propias o impropias.”
Hay una serie de ingredientes para demostrar una actitud positiva hacia los habitantes locales. Uno de ellos es la
empatía. Permítanme ilustrarlo. Cada amanecer, un vecino hindú de nuestro pueblo se levantaba, se lavaba y salía de
la casa para instalarse cerca de su vaca. Acto seguido miraba el sol, entrelazaba las manos y realizaba una ceremonia
que incluía la adoración al sol y a la vaca. Puedo decirles que observé este ritual veintenas de veces. Cierto día, la vaca
enfermó y repentinamente murió. El desconsuelo y la depresión invadieron aquel hogar hindú; de hecho, significaba
una pérdida trágica para la familia. Personalmente, yo no aceptaba que una vaca fuese objeto de adoración, pero de
algún modo estaba compenetrado con la cosmovisión del hindú. El hombre sufría y yo también. Hacía poco tiempo
que yo había llegado al país, pero rápidamente aprendí algunas frases apropiadas y me dirigí a su tienda.
Tartamudeé algunas palabras, mal pronunciadas, tratando de expresarle mi pesar por la muerte de su vaca, y noté
que mi amigo se conmovió profundamente. Procedemos de dos mundos distantes tanto en lo cultural como en lo
religioso, pero aun así me preocupaba por él. Por un breve instante, yo había logrado incursionar adentro de su vida.
Hay un viejo adagio que contiene una gran verdad: “El don sin dador está vacío”. Los misioneros son gente que da,
su trabajo demanda ese rol. Ellos pueden estar ocupados en aliviar necesidades, en la enseñanza, en el trabajo médico
o en algún otro ministerio que demande el acto de compartir. Pero la acción de dar es insuficiente en sí misma. ¿Cuál
es la fuerza que motiva la acción? ¿Es impulsada por el amor? ¿Existe una verdadera preocupación por el prójimo?
¿Se ha convertido mi acto de servicio en una obligación profesional? ¿Son los pobres y los marginados un “producto
que vende”? Estas son preguntas difíciles.

CUESTIONES QUE AFECTAN LA


PERCEPCIÓN MUSULMANA
1. El conflicto palestino-israelí.
2. La invasión estadounidense a Irak.
3. La presencia militar estadounidense en Arabia
Saudita, Afganistán e Irak.
4. Las sanciones de las Naciones Unidas en contra de
naciones musulmanas.
5. Las disposiciones del Fondo Monetario Internacional y
las restricciones del Banco Mundial a la economía
musulmana.
6. Los estereotipos del Corán que tienen los no
musulmanes.
7. El legado de las Cruzadas y del colonialismo.
8. El efecto de la economía mundial.
9. La fobia de Occidente en los medios musulmanes.
10. Las teorías de conspiración.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Actualizado y adaptado de: Peter G. Riddell and Peter
Cotterell, Islam in Context: Past, Present, and Future
(Grand Rapids: Baker Academic, 2003), pp. 153–163.
www.bakeracademic.com.

EL MINISTERIO
Para considerar el enfoque ministerial del obrero cristiano podemos echar una mirada a las misiones en el Nuevo
Testamento. Allí encontramos que la participación de Pablo era muy temporal. El apóstol llegaba a cierto lugar, se
quedaba un par de semanas, meses o unos pocos años y partía hacia nuevas zonas. Las iglesias que él plantó no
permanecieron bajo su control. Aun si una influencia herética venía a las iglesias, Pablo solo exhortaba a los cristianos
a caminar en la verdad. Él no disponía de recursos económicos para condicionar a nadie, es más, los creyentes eran
totalmente libres. Por cierto, el panorama contemporáneo de las misiones es diferente de los días de Pablo.
Lesslie Newbigin afirma que Pablo confió totalmente el liderazgo a los creyentes locales y diferencia al apóstol de
los misioneros modernos, en términos ásperos, cuando dice que “Pablo no construyó un chalet.”6 George W. Peters
sostiene que Pablo podría haber dicho perfectamente: “Aquí hay suficiente trabajo para mí y aquí es donde voy a
quedarme”; sin embargo, él se resistió a este supuesto y se mantuvo en movimiento.7 Roland Allen señala que Pablo
no descuidó a las iglesias, sino que continuó visitándolas y relacionándose con ellas. No obstante, Pablo delegó la
responsabilidad básica en manos del liderazgo local.8
El misionero debe retirarse lo más pronto posible, luego del establecimiento de un grupo de adoradores. Los
conversos no deben transferir su dependencia al misionero y permanecer lejos del Señor. Después de realizar con
ahínco el trabajo pionero, de ver el nacimiento de la obra y de cuidar de la joven iglesia, el misionero –ya sea tamil,
naga, americano o australiano– debe entregar la autoridad a los líderes autóctonos. El trabajo no debe prolongarse
por mucho tiempo más, sino que debe producirse el destete y el empuje hacia afuera del nido. A continuación, el
misionero seguirá su carrera y repetirá el proceso.9 El desafío en la búsqueda de nuevas fronteras es el imperativo
constante de todo obrero.

CONCLUSIÓN
El precioso cuadro de un barco, en medio de aguas tormentosas, embellece la puerta de entrada a mi dormitorio.
Una inscripción dice: “Un barco en el puerto está seguro, pero los barcos no han sido construidos para esa finalidad.”
La primera línea en el campo de batalla es riesgosa, pero ninguna victoria, registrada en los anales de la historia, ha
sido ganada solo con el apoyo de las personas que están en la retaguardia, muy por detrás del alcance del fuego
enemigo. La tarea misionera es un exhorto a la reflexión, a la decisión y al compromiso.

Final de las lecturas claves de la Lección 7. Ver Aprende Más.

NOTAS FINALES
1. “An Exploration of the Community Mode l for Muslim Missionary Outre ach by Asian Wome n,” dise rtación no publicada D. Miss. Fulle r
The ological Se minary, Pasade na, 1977.
2. Mary Just, Dige st of Catholic Mission History (Maryknoll, N.Y.: Maryknoll Publications, 1957), p. 22.
3. Carta de l autor, marzo, 1979.
4. D. A. Chowdhury, “The Be ngal Church and the Conve rt,” The Mosle m World no. 29 (1939), p. 347.
5. Advice From the Fie ld (Baltimore , Md.: He licon Pre ss, 1962), p. 144.
6. The Ope n Se cre t (London: SPCK, 1978), p. 144.
7. “Issue s Confronting Evange lical Missions,” Evange lical Missions Tomorrow (Pasade na, Calif.: William Care y Library, 1977), p. 162.
8. Missionary Me thods: St. Paul’s or Ours? (Grand Rapids: Ee rdmans, 1962), p. 151.
9. Donald McGavran, Ethnic Re alitie s and the Church (Pasade na, Calif.: William Care y Library, 1979), p. 130.
¿ISRAEL O PALESTINA?
por Chawkat Moucarry

Siendo yo un árabe cristiano, el conflicto árabe-israelí y los derechos del pueblo palestino son temas en mi
agenda desde que vivo en Europa. Estoy convencido de que esta problemática sumada a la situación de los
inmigrantes musulmanes en Europa, tienen su alto impacto en las relaciones cristiano-musulmanas.
Un gran número de los inmigrantes residentes en Europa son musulmanes, sin embargo durante siglos el
continente ha estado estrechamente asociado con el Cristianismo. Entonces, ¿cuál es la posición de los musulmanes
en un país no musulmán? ¿Cómo deben ser tratados? ¿Qué respuestas debemos dar en sumisión a la Torá y a los
Evangelios?
La mayoría de países europeos dieron su apoyo incondicional a la creación del estado de Israel en 1948. Además
muchos cristianos, en especial los evangélicos, continúan dando su respaldo a esta nación alegando el cumplimiento
de la profecía bíblica.1 ¿Pero es necesariamente este aval la actitud correcta? ¿Es coherente con el propósito de Dios en
la tierra? ¿Es compatible con la justicia divina? Los cristianos no pueden eludir las preguntas referidas al conflicto en
Medio Oriente.2

LA PROMESA DE UNA TIERRA


El debate teológico acerca de la tierra de Israel comienza con la promesa de Dios hecha a Abraham: “Vete de tu tierra
y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré,
y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré;
y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gn. 12:1-3).
Muchos judíos sionistas y un gran número de cristianos evangélicos consideran que esta promesa es el fundamento
bíblico del derecho eterno del pueblo judío a tener una nación en Palestina. Pero esta no es la única manera de
entender esta promesa y su cumplimiento. Debemos recordar que el Evangelio enseña que Jesús de Nazaret es el
Mesías de Israel, y que en Él se cumplen las promesas de Dios para su pueblo.
En primer lugar, el territorio de Canaán fue dado a los israelitas como un don temporal y la venida del Mesías hizo
que el concepto de una tierra prometida fuera obsoleto. En virtud de los cambios radicales que traería la venida del
Mesías, el profeta Ezequiel anunció que la tierra de Israel dejaría de ser propiedad exclusiva de los judíos:
“Repartiréis, pues, esta tierra entre vosotros según las tribus de Israel. Y echaréis sobre ella suertes por heredad para
vosotros, y para los extranjeros que moran entre vosotros, que entre vosotros han engendrado hijos; y los tendréis
como naturales entre los hijos de Israel; echarán suertes con vosotros para tener heredad entre las tribus de Israel. En
la tribu en que morare el extranjero, allí le daréis su heredad, ha dicho Jehová el Señor” (Ez. 47:21-23).
El mandato de compartir la tierra entre judíos y no judíos, en términos de igualdad, es muy significativo, pues
simboliza que la venida del Mesías marcó un nuevo orden. Así que las promesas de Dios dadas a Israel serían
disfrutadas por todos los pueblos porque ya no habría más discriminación entre Israel y las demás naciones.
Si se toma esta profecía en forma literal queda demostrada la ironía de la situación actual. El estado de Israel fue
establecido principalmente por los judíos europeos a expensas de los palestinos nativos, ¡muchos de los cuales han
sido privados de sus tierras y se han convertido en refugiados de países vecinos!
En segunda instancia, la tierra de Israel representa el reino de Dios. El evangelio tiene que ver con el reino de Dios
que Jesús vino a establecer (Mt. 4:17, Lc. 17:21). La única vez que Jesús hizo alusión a la tierra prometida fue en las
bienaventuranzas: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mt. 5:5).
Los discípulos del Señor estaban convencidos de que todas las promesas hechas a Israel, incluyendo la restauración
del reino de David, habían sido cumplidas por Jesús, el hijo de David (Hch. 15:12-18). Después de todo, el mismo
Abraham, que había recibido el juramento inicial “esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios” (Heb. 11:10). Esta ciudad no es una localidad en la región de Canaán, sino “Jerusalén la
celestial” (Heb. 12:22, Gál. 4:26). Si mi exégesis realiza la espiritualización de la promesa de Dios hecha a Israel,
entonces tiene el mérito de estar basada en la interpretación de Jesús y sus discípulos.
Por último, la promesa de Dios a Abraham fue condicional. En otras palabras, Dios estableció que los israelitas
habitarían la tierra solo si obedecían sus leyes. Caso contrario, Él los castigaría, tal como lo hizo con los cananeos,
antiguos moradores de la región (Gn. 15:16, Dt. 18:12). Moisés advirtió claramente al pueblo y habló de la sentencia
que todos enfrentarían si no eran obedientes a Dios: “Así como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros,
así se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar
posesión de ella. Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo” (Dt.
28:63-64). Esta advertencia se hizo realidad en la historia de Israel en dos ocasiones. En 586 A.C., Nabucodonosor,
rey de Babilonia, invadió Jerusalén, destruyó su templo y deportó a sus habitantes. En el año 70 de nuestra era, el
ejército romano sitió a Jerusalén y expulsó a sus habitantes.
Jesús sabía lo que iba a pasarle a Jerusalén, entonces lloró a causa del juicio futuro de la ciudad. Sin embargo, habló
de este trágico suceso como la consecuencia directa de su rechazo al Mesías:
“Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en
este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus
enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus
hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación” (Lc.
19:41-44).
A diferencia de los profetas que anunciaron que los israelitas regresarían a Babilonia, Jesús no les prometió que su
nación sería restaurada (Lc. 21:20-24). Por lo tanto, el actual estado de Israel no tiene ningún significado teológico. En
todo caso, Israel no es mejor ni peor que cualquier otra nación y su historia reciente demuestra que está lejos de los
patrones morales de Dios.

EL CONFLICTO PERMANENTE
El establecimiento de Israel en tierras árabes fue una inmensa injusticia y determinó la tragedia de los habitantes
históricos del territorio. En efecto, el pueblo palestino fue privado de su patria y, en su mayoría, obligado a vivir en
campos de refugiados. Este atropello se hizo sentir profundamente en los pueblos árabes de todo el mundo. Muchos
palestinos cayeron en desesperación, sobre todo después que los gobiernos árabes no lograron concretar la promesa
de devolverlos a su terruño. Los refugiados palestinos decidieron tomar el destino en sus propias manos y, como
resultado de ello, nació la Organización de Liberación Palestina (OLP). Algunos recurrieron al terrorismo cuando el
mundo se mostraba indiferente a su difícil situación, pero Israel parecía invencible. En junio de 1967, Israel conquistó
nuevos territorios árabes y consecuentemente los problemas de la población árabe fueron en aumento bajo la
dominación israelí.
La década de 1980 fue testigo de la intifada (revuelta) de los jóvenes palestinos en los territorios ocupados de
Cisjordania y la Franja de Gaza. Hubo manifestaciones y ataques de apedreamiento contra soldados y civiles
israelíes, y la reacción del gobierno fue dura. Esta “revolución de piedras” fue bien encubierta por los medios de
comunicación, pero tuvo un doble impacto; por un lado, mostró al mundo que los palestinos no habían renunciado a
su esperanza de independencia, y por el otro, impulsó a muchos israelíes a la introspección y al examen de su propia
identidad. Aquellos que durante años se habían considerado como oprimidos ahora estaban convirtiéndose en
opresores. La política del gobierno israelí favoreció el encarcelamiento, la deportación y la tortura de un creciente
número de palestinos. Las tierras palestinas fueron confiscadas y en su lugar se establecieron flamantes
asentamientos judíos. Israel estaba convirtiéndose en un país del apartheid.
A principios de 1990, ambas partes entendieron que la única salida del conflicto era reconocer el derecho mutuo de
subsistencia. En septiembre de 1993, los líderes israelíes y palestinos firmaron el acuerdo de Oslo que significó el
primer paso hacia la paz, sin embargo grupos opositores al proceso de pacificación se mantuvieron activos en ambos
bandos. En noviembre de 1995, la sociedad israelí fue sacudida por el asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin;
un judío era ultimado por un compatriota y no por un enemigo árabe.
En el verano de 2000, el proceso de paz alcanzó una fase crítica. La delicada situación de Jerusalén había sido
dejada deliberadamente hasta esta instancia, pero ahora pasaba a ser el centro de las conversaciones. Desde que el
ejército israelí conquistó Jerusalén oriental, en junio de 1967, todos los líderes israelíes han afirmado que “Jerusalén es
la capital eterna e indivisible de Israel”. Por lo tanto, las negociaciones israelíes no contemplaron la posibilidad de un
acuerdo formal respecto de Jerusalén e Israel se negó a aceptar la devolución de la parte oriental de la ciudad a la
soberanía árabe. Como consecuencia de ello, los palestinos consideraron que el gobierno israelí admitía una alianza
pacífica, pero sin el reconocimiento de igualdad de derechos a la tierra, y, más concretamente sobre Jerusalén, ciudad
apreciada no solo por los judíos, sino también por los pueblos nativos del contorno. La intransigencia de Israel
sumada a su actual política de fundación de nuevos asentamientos judíos en territorio palestino, inflamó de furia y
exasperación al pueblo palestino. El fracaso de esta ronda decisiva de negociaciones de paz tuvo como respuesta la
segunda intifada, revuelta que comenzó en septiembre de 2000 y demandó la vida de más de 800 personas,
mayormente palestinos, en menos de doce meses. Una resolución de Naciones Unidas culpó al gobierno de Israel por
el uso de fuerza excesiva en contra de los palestinos.
LOS PUEBLOS SUBSAHARIANOS
Los casi 800 millones de personas del África
subsahariana –la región sur de África del Norte, de
habla árabe– adhieren a una amplia gama de creencias
que incluyen el Cristianismo y el animismo y islam.
Cerca de 200 millones de estos son musulmanes. Las
actividades misioneras musulmanas a lo largo de los
siglos se han expandido hasta el África Subsahariana,
donde actualmente el Islam es la religión mayoritaria en
dieciséis países.
Nigeria es representativa de África en su conjunto. La
población está dividida geográficamente y
religiosamente. El cuarenta y cinco por ciento de la
población es musulmana y se encuentra
predominantemente en el norte, y el 51 por ciento de la
población es cristiana y se encuentra principalmente en
el sur. Los conflictos entre cristianos y musulmanes
ocasionan atrocidades cometidas por ambos bandos y
continúan ocurriendo a lo largo de las líneas limítrofes.
Las tribus de los fulani viven en todo el territorio
subsahariano –desde Mauritania y Senegal hasta
Sudán– y forman una minoría en diecinueve países. Su
número es de aproximadamente 33 millones y su
principal actividad es la ganadería, permaneciendo fiel a
la larga trayectoria de pastores nómadas. Hace siete
siglos atrás, la tribu fulani fue una de las comunidades
precursoras que abrazó el Islam y su estilo de vida
itinerante contribuyó a difundir la religión en gran parte
de África Occidental. A pesar de que el pueblo fulani es
la cultura nómada más grande del mundo, muchos de
sus representantes actualmente llevan un estilo de vida
sedentario. Entre los fulani instruidos hay muchos
estudiosos y maestros islámicos célebres, y los fulani
acaudalados y urbanizados tienden a ser los creyentes
más ortodoxos. Sin embargo, la mayoría fulani observa
una mezcla de creencias tradicionales y prácticas
islámicas.

Fuente: Operación Mundo; 30daysprayer.com;


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APLICANDO LA ENSEÑANZA DE LA ESCRITURA


Es indispensable hacer algunas observaciones acerca de este conflicto que ha colocado a Israel en oposición a los
árabes, cristianos y musulmanes por igual.
En primer lugar, las Escrituras judías, cristianas y musulmanas enseñan que la tierra es del Señor y que Él es su
propietario último. Tanto árabes como judíos reclaman la tenencia de la tierra en disputa; sin embargo, ésta no es
intrínsecamente de ellos, sino que le pertenece a Dios (sura 7,128; Sal. 24:1, 1 Co. 10:26).
Jesús advirtió a sus discípulos acerca del peligro de poner toda su esperanza y energía en ganar este mundo a riesgo
de su propia vida eterna: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Mt.
16:26). Es muy triste confirmar que muchos judíos y árabes han perdido literalmente la vida en sucesivas guerras de
los unos en contra de los otros. También hay personas que han amenazado su destino eterno dando la máxima
prioridad a su compromiso político. En realidad el conflicto árabe-israelí ha expuesto el pecado de ambas facciones y
ningún individuo puede excusarse de tener las manos limpias. Hasta hoy, el único vencedor de este enfrentamiento
ha sido el mal, el cual ha causado el sufrimiento extremo en las dos comunidades.
En segundo término, la Biblia enseña que Dios es un Dios misericordioso que llama a la gente a arrepentirse y a
recibir su perdón. Dios no solo perdona sino que exhorta a su pueblo a imitarlo. En cierto sentido, la “tierra santa” ha
sido uno de los lugares más profanos del mundo, porque todas las guerras allí desatadas han sido lideradas por los
supuestos adoradores de un Dios misericordioso. Tanto árabes como judíos deben volver a sus Escrituras y reclamar
la misericordia y ayuda de Dios, a fin de ser clementes con los demás.

Para los cristianos, la misericordia de Dios ha sido manifestada en la historia a través del Siervo Sufriente, Jesucristo.
El amor llevó a Jesús a padecer el sufrimiento con el objetivo de obtener la reconciliación del hombre con Dios. La
búsqueda de Jesús como el Siervo herido puede ayudarnos a encontrar el sentido a nuestro propio sufrimiento.
En tercera instancia, el Dios de paz es también el Dios de justicia. La injusticia que padecieron inicialmente los
árabes, y en especial los palestinos, debe ser reconocida y reparada por la comunidad internacional. En términos
políticos, esto significa que Israel y las naciones árabes deben ser tratadas con rigurosa igualdad. ¿Por qué Israel
jamás fue obligada a poner fin a la ocupación de las tierras árabes tras el apercibimiento de Naciones Unidas? Tales
fueron las retiradas de Irak del territorio de Kuwait, de Indonesia de Timor oriental y de Serbia de Kosovo, pero Israel
parece ser el único país en el mundo que desafía las resoluciones de la ONU sin tener que enfrentarse a las sanciones
internacionales.
El reclamo de “justicia y solo justicia” del pueblo palestino debe ser escuchado.3 Esto implica el reconocimiento del
derecho a tener un estado fidedigno que permita a los palestinos recuperar su dignidad e identidad nacional. Además
significa tener el acceso palestino a Jerusalén oriental como su ciudad capital y la eliminación de los asentamientos
judíos en Gaza y Cisjordania. Caso contrario, y dicho por un israelí, este estado no sería nada más que un “pollo
atado.” La Franja de Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del mundo. Este territorio palestino
autónomo mide 140 kilómetros cuadrados y está habitado por un millón y medio de personas. El 65 por ciento del
territorio alberga a la población palestina y el restante 35 por ciento contiene a las colonias israelitas, con solo seis mil
propietarios judíos.
La cuarta consideración está en que el concepto de un estado judío es problemático en sí mismo. La historia pasada
y numerosas situaciones contemporáneas indican que cuando un país está estrechamente asociado con una religión o
un grupo étnico, en el mejor de los casos, las minorías étnicas y religiosas tienden a ser discriminadas, y en el peor,
son perseguidas. Un mandato laico, plural y democrático está más de acuerdo con a las enseñanzas de Jesús que un
gobierno religioso, ya sea cristiano, islámico o judío (Mt. 22:21).
Por ejemplo, ¿cómo reaccionaríamos si el Reino Unido se diseñara únicamente para cristianos de raza blanca? Poca
gente estaría a favor de tal determinación, sin embargo el estado de Israel fue concebido por la ideología sionista
como la patria de los judíos, ¡el judaísmo siendo definido por el criterio racial y religioso! 4 Esta ideología es
cuestionada no solo por la población árabe que vive en Israel, sino también por los judíos “mesiánicos”. ¿Pero éstos
mesiánicos (cristianos) siguen siendo judíos? A pesar de que la respuesta es absolutamente positiva, su propia
existencia, en especial en Israel, y su actividad misionera son consideradas como una amenaza para la identidad
judía. En ningún estado puede garantizarse la protección de los derechos humanos, si antes los ciudadanos no son
apreciados por su calidad de seres humanos, independientemente de su origen étnico o religioso.
Por lo tanto, el conflicto de Medio Oriente plantea algunos interrogantes fundamentales. ¿Es posible que un estado
mantenga vínculos estrechos con una determinada religión o grupo étnico sin que los residentes de otras
colectividades se sientan ciudadanos de segunda clase? ¿Cómo puede un país relativamente pequeño acomodarse a
las demandas de los pueblos judío y palestino? ¿Llegará el día en que ambas facciones vivan en términos de mutua
aceptación y no solo de tolerancia los unos a los otros? Por supuesto que estas preguntas no son de formulación
exclusiva para Israel, sino también para los demás estados de la región. El compromiso de un estado laico y
democrático para el conjunto, separado de identidades religiosas y étnicas, puede parecer idealista en el presente,
pero en el largo plazo es la opción que garantiza la paz porque hace justicia a ambos pueblos, el judío y el palestino,
a personas con una determinada fe y a aquéllas que no la consideran. A menos que la discriminación estructural de
Israel sea tratada adecuadamente, es ilusorio creer que israelitas y palestinos puedan concretar la convivencia (Jer.
6.13-15). Ya es tiempo que Israel se dé cuenta que el poder militar y las armas nucleares no representan un camino
hacia la paz con el pueblo palestino. Es necesario tomar decisiones críticas y valientes, como por ejemplo el repudio a
la ideología sionista. Únicamente entonces, la justicia, la paz y la reconciliación tendrán la verdadera oportunidad de
convertirse en una realidad tangible en Medio Oriente.

NO MOSTRAR PARCIALIDAD
Muchos cristianos en Occidente simpatizan naturalmente con Israel por ser el pueblo elegido de Dios y por haber
sido víctimas del Holocausto. Sin embargo, el resultado indebido y perjudicial de esta tendencia en ocasiones
manifiesta un sesgo pro-israelí. El favoritismo hacia Israel, combinado con los prejuicios en contra de árabes y
musulmanes, ha determinado que los cristianos sean incapaces de hacer una contribución positiva en el camino hacia
la justicia y la paz en Medio Oriente. En cierto grado esto también explica el motivo por el cual muchos árabes y
musulmanes son sospechosos a la vista de Occidente y del Cristianismo occidental. Por lo tanto, las personas que
están verdaderamente preocupadas por el conflicto en Medio Oriente deben examinar sus actitudes hacia israelitas y
árabes, para asegurarse de que no están mostrando favoritismo hacia una de las partes en detrimento de la otra. “No
hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque
el juicio es de Dios “(Dt. 1:17).

NOTAS FINALES
1. Ve r T. We be r, “How Evange licals Be came the Be st Frie nds of Israe l,” Christianity Today 42, núme ro 11 (octubre 5, 1998), pp. 38–49; P. Be nnis
and K. Mansour, “‘Praise God and Pass the Ammunition!’ The Changing Nature of Israe l’s U.S. Backe rs,” Middle East Re port, núme ro 208
(otoño 1998), pp. 16–18, 43. Ve r tambié n pe riódicos tale s como Israe l and Christians Today y la así llamada Embajada Cristiana e n
Je rusalé n.
2. Un libro de stacado ace rca de l te ma e s de Colin Chapman, Whose Promise d Land? Israe l or Pale stine ? (Oxford: Lion, 1983). Ve r tambié n
Pe te r Walke r, Je sus and the Holy City: Ne w Te stame nt Pe rspe ctive s on Je rusale m (Grand Rapids: Ee rdmans, 1996); Pe te r Walke r, e d.,
Je rusale m: Past and Pre se nt in the Purpose s of God (Cambridge : Tyndale House , 1992); y Ke nne th Cragg, Pale stine : The Prize and Price of
Zion (Londre s: Casse ll, 1997).
3. Naim Ate e k, Justice , Only Justice : A Pale stinian The ology of Libe ration (Maryknoll, N.Y.: Orbis, 1989). Ve r tambié n Riah Abu El-Assal, Caught
in Be twe e n: The Story of an Arab Pale stinian Christian Israe li (Londre s: SPCK, 1999); Elias Chacour, Blood Brothe rs (Eastbourne , UK:
Kingsway, 1984); y Aude h Rantisi, Ble sse d Are the Pe ace make rs: The Story of a Pale stinian Christian (Guildford, RU: Eagle Publishing, 1990).
4. Lue go de la cre ación de l e stado de Israe l e n 1948, e l gobie rno inte ntó limpiar la tie rra de la población árabe re stante . Esta política fue
e vide nte e n un caso bie n docume ntado e n e l que e l gobie rno israe lí dise ñó un e sque ma de transfe re ncia se cre ta para ale ntar a la
población pale stina de Galile a para salir de l país y radicarse e n la Arge ntina y Brasil. Ve r Nur Masaiha, “A Galile e without Christians? Yose f
We itz y ‘Ope ration Yohanan’ 1949–1954,” e n Anthony O’Mahony, e d., Pale stinian Christians: Re ligion, Politics, and Socie ty in the Holy Land
(Londre s: Me lise nde , 1999), pp. 190–222.
VIVIENDO COMO LA FAMILIA DE DIOS
por Christine Mallouhi

La adoración a Dios no es necesariamente una “actividad religiosa” desarrollada en un ritual. A pesar de que
Pablo dice: “Puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos” (Hch. 17:28, NVI), frecuentemente actuamos como
si solo estuviéramos con Dios de veras en los momentos de adoración formal, en alguna habitación específica e
inmersos en un ceremonial. ¿Cuál es el propósito de una comunidad cristiana? ¿No es el crecimiento en la fe y la
adoración a Dios? Hay muchas maneras de alcanzar estos objetivos sin estar reunidos en un salón, celebrando un
reunión formal.
Guardo en mis recuerdos los enriquecedores años que viví en el mundo árabe, y en particular algunos momentos
maravillosos de los cultos que teníamos al aire libre. Los fines de semana nuestro grupo armaba carpas en un sitio
que tenía asadores cerca de un lago, y allí pasábamos tiempos de oración, comunión y estudios bíblicos. Por lo
general, la reunión de bautismos se celebraba durante un fin de semana de campamento. Se alquilaban grandes
barcos para tal fin y nadie quería perderse esta fiesta de comunión. A medida que la embarcación se deslizaba por el
río compartíamos la comida que cada uno había traído. Las personas que no se habían visto recientemente, se
instalaban en algún rincón e intercambiaban sus historias de vida. Luego realizábamos el canto, la lectura de la
Palabra, la oración por necesidades específicas y la exposición de diferentes mensajes. Este mismo patrón era
observado en las reuniones caseras. A partir de las primeras vivencias compartidas en los momentos de comida y
diversión, comenzaba a fluir la comunión que, finalmente, desembocaba en la adoración. ¿Cuántas veces nos hemos
sentado en la reunión de una iglesia y nos hemos sentido aislados, sin percibir un toque especial ni el calor en nuestro
corazón? A veces, la formalidad de un culto impide a las personas ser naturales o corta la comunicación espontánea
entre ellas. A menos que en el grupo haya algún hermano singularmente perceptivo, un miembro puede estar
participando de la adoración colectiva, y sin embargo, sentirse totalmente solo. Recién al finalizar la reunión, todos se
relajan y la comunión real empieza cuando la gente dialoga en confianza, exponiendo sus comentarios o pedidos de
oración mutua. A menudo, el sentido de familia es el ingrediente faltante en las experiencias estériles de adoración. Es
especialmente difícil para una persona relacionarse con los demás si no tiene nada en común con ellos, excepto la fe,
y su única experiencia compartida es la hora de la reunión formal. La comunidad cristiana necesita compartir
experiencias de familia juntos.
A TRAVÉS DE SUS OJOS
Ver el mundo a través de los ojos de las mujeres
musulmanas puede resultar más útil que escuchar los
comentarios de terceros describiendo el supuesto
sentimiento de ellas. Es posible deducir una percepción,
en las revistas musulmanas y otros recursos en línea, en
planteos tales como: ¿Qué pensamientos hay en la
mente de una mujer? ¿Qué temas ocupan su corazón?
¿Cuáles son sus preocupaciones? ¿Cuáles son sus
sentimientos? Con un ligero vistazo de los titulares de
algunos artículos, es posible comenzar a “ver” los
problemas y temas preocupantes del universo femenino.
Un lector de la última edición de Azizah1 puede hacer
diversas inferencias, de acuerdo con los titulares leídos.
Por ejemplo:
• “Por qué uso velo”: estoy interesada en los temas del
acoso y la modestia.
• “¿Es esto halal?”, “Hechos dignos y obras devotas”:
quiero ser fiel a mi religión.
• “Estilos de celebración. Ropa exquisita de siete
diseñadores talentosos”, “¿Refleja su mezquita la
diversidad étnica del Islam?”, “Decoración: fe en cada
momento de la existencia, una mirada a la geometría
en el arte persa y la tradición”: me siento orgullosa de
mi herencia islámica.
• “Paz agitada”: me preocupa el lugar del Islam en las
actuales relaciones geopolíticas.
• “Bienestar: pregúntele a su médico”, “Nombres
robados, vidas robadas: tener su información personal
robada puede convertirse en una pesadilla”: soy muy
parecida a las mujeres norteamericanas.
Si abrimos los ojos a los asuntos vigentes en las
comunidades musulmanas cercanas, ¡podremos ver más
de lo que hemos descubierto a primera vista!
1
Ve r www.azizahmagazine .com (vol. 1, núme ro 1).
Fuente www.frontiers.org.

Un pastor muy apreciado de cierto país árabe se retiró de su actividad ministerial y fue reemplazado por un obrero
veterano. Un miembro de la congregación llamó por teléfono al nuevo ministro para animarse mutuamente. El
obrero le agradeció el saludo y luego le preguntó: “¿Qué puedo hacer por ti?” Instantáneamente, el interlocutor cortó
la comunicación y tachó de su agenda telefónica el nombre del recién llegado. El hombre había interpretado que, por
la pregunta del ministro, éste no estaba interesado en su amistad. El ministro no era parte de la familia de miembros
de la iglesia y solo esperaba las llamadas telefónicas por alguna razón específica. En realidad, el creyente no tenía un
motivo determinado para comunicarse con él, aparte de expresarle que estaba preocupado en su persona; entonces,
él se había sentido ofendido y rechazado.
En Siria, mi familia llama a cada uno varias veces en un día, solo para mantenerse en contacto. En Egipto, Mazhar,
mi esposo, se comunicaba con unas doce personas al día aunque las veía a todas semanalmente. Las llamadas
deseaban mostrar una actitud amable hasta el próximo reunión. ¿Comenzamos una llamada o una visita
disculpándonos por inmiscuirnos en el tiempo de la persona y afirmando que tenemos una razón para hacerla? Esta
explicación implica decir que no molestaríamos al individuo, de no ser por algún asunto en cuestión.
Cuando estábamos en el norte de África, apartamos un día para compartirlo con un matrimonio cristiano que vivía
en otra ciudad. Caminamos a través de plazas y jardines, comimos en un restaurante especial y llevamos a los niños
a un parque de diversiones. Mientras disfrutábamos cada momento hablábamos acerca del matrimonio, de las
dificultades en la crianza de los hijos en la fe de Cristo, en medio de una sociedad absolutamente musulmana, y del
modelo de iglesia, de acuerdo a los habitantes locales. De pronto, un viejo y profundo sufrimiento del pasado salió a
la superficie y también los pasos hacia la sanidad necesaria, y las cosas se arreglaron allí mismo en donde estábamos,
en la calle principal. Con lágrimas en los ojos este matrimonio nos confesó que nunca antes habían tenido un
momento tan especial. Ellos mencionaron que los cristianos solemos tener reuniones y por eso no tenemos tiempo
para el esparcimiento y las relaciones sociales. Ese día casual de comunión tuvo un alto significado espiritual en la
vida de ellos y en la nuestra también.
Las familias necesitan divertirse juntas, compartir experiencias y recuerdos; en efecto, estos tiempos deben ser una
parte regular de la vida ya que son buenas oportunidades para la mutua edificación. En Egipto, mis hijos eran los
mayores dentro del grupo de niños. La idea de un largo viaje programado en barco no les causaba el mismo placer
que a los niños más pequeños, ya que éstos llevarían consigo sus juguetes. No obstante, los jóvenes egipcios solteros
pasaron tiempo con mis hijos jugando al ajedrez, y lograron crear lazos fraternales. Este vínculo no se habría
generado en una reunión casera, pues los niños no habrían estado tan involucrados en la actividad.
Este tipo de comunión contribuye a la unidad de la iglesia porque combina dos aspectos importantes de la cultura
oriental que son la hospitalidad, manifiesta en las reuniones centradas en el intercambio de alimentos, y la familia. La
familia cristiana necesita invertir su tiempo, conjuntamente, en actividades habituales de la vida cotidiana para
reforzar los nuevos valores, tal como lo hace cualquier clan. La familia musulmana tiene un doble vínculo, por un
lado son miembros de un grupo por vía sanguínea, y por el otro pertenecen a la umma, la comunidad del Islam. Se
espera que las personas renuncien a sus derechos en favor de los intereses de ambas familias, y de hecho son
entrenadas para hacerlo desde su nacimiento. Los flamantes conversos al Cristianismo tienen el peso de la deshonra a
sus familias debido a su nueva fe, y es muy difícil para ellos sufrir la soledad y el enfrentamiento con su parentela y
con la sociedad. Los autores Ibrahim Muhawi y Sharif Kanaana dan la siguiente explicación: “Por medio del respeto
a la tradición y la deferencia a la edad, los individuos son socializados desde la infancia para armonizar su voluntad
con la de la familia. Cada uno es animado a verse a sí mismo tal como lo ven los demás, y a validar su experiencia en
términos de la aprobación colectiva. Sobresalir, hacer las cosas de manera diferente o desobedecer a la autoridad,
acarrean castigos que van desde lo físico a lo psicológico, como por ejemplo, sufrir la contrariedad, el reproche, la
censura pública o el ostracismo social.”1
Cuanto más tiempo dedican los creyentes al crecimiento, al cuidado y al apoyo mutuo, más cerca está la iglesia de
la acción que del mero conocimiento bíblico. Entonces, cuando los cristianos leen acerca de la necesidad de
congregarse y de fomentar la hermandad del cuerpo, entienden cabalmente su importancia porque estos principios
ya forman parte de su corazón y vida.
Las actividades amenas de tipo familiar también son provechosas para las iglesias occidentales. La primera vez que
viví con mi familia en los Estados Unidos organizamos un encuentro de matrimonios cristianos en nuestra casa.
Después de la cena, todos se sentaron formalmente en la sala de estar aguardando el comienzo de la reunión. Ellos
esperaban la oración y el estudio bíblico, pero fueron sorprendidos ante el anuncio de que no había otra agenda que
disfrutar la comunión. De modo que contamos un montón de historias alegres que son comunes a los cónyuges (que
muchas veces incluían cómo habíamos llegado al compromiso cristiano) y tuvimos un nuevo entendimiento de los
demás. Al día siguiente, recibí varias llamadas telefónicas expresando no solo el deleite de una velada distendida, sino
también el reconocimiento de los lazos más profundos que se habían cimentado entre los miembros del grupo, luego
de años de permanencia en la misma iglesia. Fue una época de convivencia familiar. Los diez matrimonios ahora
tenían un vínculo más estrecho cuando adoraban juntos.

Final de las lecturas básicas de la Lección 7. Ver APRENDE MÁS .

NOTA FINAL
1. Spe ak Bird, Spe ak Again: Pale stinian Arab Folktale (Be rke le y: Unive rsity of California Pre ss, 1989), p. 31.
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. Un tema clave de esta lección es el papel que juegan la cultura y los errores culturales en las relaciones entre
musulmanes y cristianos, y en los musulmanes que abrazan la fe de Cristo. Lea Colosenses 4:2-6. ¿Qué desea Pablo
para sí mismo? ¿Qué instrucciones tiene para darnos?
2. Klein, Hubbard y Blomberg afirman: “La contextualización de la verdad bíblica requiere lentes bifocales
interpretativas. En primer lugar, necesitamos una lente para mirar hacia atrás, en el trasfondo bíblico, para
aprender el significado correcto. Luego, precisamos otra lente para ver el primer plano y determinar la mejor
expresión –contextualización– de esa verdad para el mundo actual.”1 ¿Qué significa contextualizar nuestro mensaje
a los musulmanes? ¿Qué cultura(s) tenemos que entender para poder realizarlo?
1. William W. Klein, Robert L. Hubbard Jr. y Craig L. Blomberg, Introduction to Biblical Interpretation (Nashville,
Tenn.: Nelson Reference, 1993), p. 174.

APRENDE MÁS
Leer Phil Parshall, Muslim Evangelism, rev. ed. (Waynesboro, Ga.: Gabriel Publishing, 2003).
Badru D. Kateregga y David W. Shenk, A Muslim and a Christian in Dialogue (Scottdale, Pa.: Herald Press, 1997).
Ver un programa de televisión y responder las siguientes preguntas: ¿Qué elementos pueden causar ofensa a los
musulmanes? ¿De qué maneras los programas televisivos que usted ve retratan la cultura occidental, o sea la
no musulmana?
Orar practicando el ayuno desde las primeras horas del día hasta el ocaso, al igual que los musulmanes en el mes de
ramadán. Transforme el hambre que siente en alimento para sus oraciones en favor del pueblo musulmán.
Escribir una lista durante un día apuntando todas las comidas y bebidas que usted consuma. ¿Cuántas de esos
ítems serían considerados halal para los musulmanes? El segundo día sírvase solamente de los alimentos que
son halal. Vea “¿Qué está permitido?” (en la p. 120)
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
LECCIÓN 8
CONSIDERACIONES TEOLÓGICAS
REFLEXIONE
• ¿Cuáles son las formas más adecuadas para comunicar el evangelio a los musulmanes?
• ¿Cómo debemos responder a aquellos que no están de acuerdo con nuestra fe?
• ¿Cómo encarnamos el evangelio entre los musulmanes?
• ¿Cómo vive usted su “teología”? ¿Qué observan los demás en tus actitudes acerca de la creencia tuya?
• ¿Qué valores sostienen ustedes que todavía necesitan ser cambiados por el evangelio?
PUNTOS CLAVE
1. Tenemos un derecho humano universal y un imperativo bíblico de compartir nuestra fe en Cristo.
2. Abordar malentendidos con humildad.
3. Muchos musulmanes son devotos de Dios y son un pueblo temeroso de Dios.
4. Los musulmanes tienen una comprensión inexacta e incompleta de Dios porque carece de Cristo.
5. Compartir a Cristo construyendo sobre la naturaleza redentora de Dios y una comprensión bíblica del pecado.
6. Conciliar conceptos erróneos comunes.
7. Ilustraciones de cómo compartir a Cristo con los musulmanes.
8. Dios crea la vida espiritual: Sólo él cambia corazones y mentes.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVES Introducción
¿Por Qué Compartimos Las Buenas Nuevas De Jesús a Todas Las Personas, Incluso a Los Musulmanes?
Divergencias Teológicas
Apologética De Emergencia: Respondiendo A Objeciones Comunes La Comunicación Del Evangelio Desde Adentro
BÁSICAS Una Pregunta Que Debe Ser Respondida
El Islam Y El Cristianismo En La Paternidad De Dios
Compartiendo Nuestra Fe Con Los Musulmanes
INTRODUCCIÓN

Los musulmanes tienen muchos supuestos equivocados acerca de la fe cristiana. Algunos provienen de las
enseñanzas islámicas y otros de las fuentes populares callejeras de cualquier ciudad musulmana. Por ejemplo,
podemos mencionar que los cristianos tenemos la más alta valoración de la Biblia y nunca permitiríamos
modificación alguna en su escritura, sin embargo, los musulmanes afirman que el texto bíblico ha sido cambiado en
varias ocasiones. Aunque debemos presentar un argumento en contra de esta y de las demás ideas falsas, no
necesitamos convencer a los musulmanes de que nosotros estamos en lo cierto. Podemos aseverar sosegadamente que
honramos la Palabra de Dios, pero no debemos permitir que desacuerdos iniciales produzcan roces en nuestro
acercamiento. Creemos en el poder de la Palabra de Dios y confiamos en Cristo, como Aquel que revela la verdad, al
momento de entregar personalmente la Biblia a algún amigo musulmán, alentando su lectura en forma individual.
Asimismo los musulmanes pueden tener grandes dificultades en su comprensión de la Trinidad, pues su
pensamiento es que los cristianos adoran a tres dioses. En lugar de enredarnos en vanas discusiones podemos
afirmarles que creemos en la unicidad de Dios, y que oraremos para que progresivamente Dios les dé el
entendimiento espiritual necesario para discernir este concepto. En efecto, la doctrina de la Trinidad es difícil de
entender aun para los cristianos; por lo tanto, no deseamos que esta consideración condicione nuestra amistad con los
musulmanes.
La interpretación acabada del Cristianismo está disponible únicamente en la resurrección de Jesucristo, pues este
evento manifiesta la necesidad de la muerte de Cristo en la cruz, el pago con su sangre de los pecados de la
humanidad y de la justicia divina que fue satisfecha, y el poder sobre la muerte, el pecado, la vergüenza y el miedo.
Pero antes de lidiar con el fin de la historia de la redención, los musulmanes pueden necesitar una introducción al
resto de la revelación de Dios.

LA VERDADERA NATURALEZA DE DIOS


A pesar de que los musulmanes creen en Dios, lo adoran y le atribuyen muchas características mencionadas en la
Biblia, no pueden comprender plenamente su naturaleza redentora. En el Antiguo Testamento somos convencidos de
la necesidad de un sacrificio perfecto por el pecado, hay revelación del claro anticipo de la venida y misión de Cristo
y se detalla el registro de las incontables ocasiones en que Dios rescató a su pueblo y proveyó para sus carencias. Si
estudiamos las historias bíblicas con los musulmanes, es probable que ellos acepten con mayor facilidad la idea de
que Dios pudo hacerse completamente humano, sin renunciar a su divinidad, además de comprender por qué Él
permitió ser sacrificado en nuestro lugar. La captación de una idea más acabada de la naturaleza de Dios puede
ayudar a los musulmanes a vislumbrar el poder y el interés de Dios por enviar a Cristo para morir por toda la
humanidad.
También los musulmanes requieren una interpretación correcta respecto de la mirada del Dios santo sobre el
pecado, y de cómo absolutamente todos los mortales fallamos en el cumplimiento de sus normas. Recién en el
momento en el que una persona se enfrenta de veras con su predilección por el pecado, tal como está ilustrado en la
vida del pueblo de Dios, no llegará a la conclusión de la necesidad de un Salvador provisto por Dios. ¿Cómo podemos
esperar que los musulmanes acepten el obrar inusitado de Dios de redimir a la gente por medio de Cristo, si primero
no descubren a Dios como redentor y comprenden el carácter mortífero del pecado?
Los cristianos evangélicos tenemos la tendencia de concentrarnos en los hechos teológicos que consideramos
fundamentales a fin de que un incrédulo crea en Jesucristo. Sin embargo muchas personas realmente ponen su
confianza en Jesús antes de entender gran parte del contenido del Evangelio. Al enfatizar demasiado el aspecto
cognitivo en la comunicación podemos caer en formas que enfrían las relaciones interpersonales e impiden las
demostraciones de amor a nuestros vecinos. ¿No estamos desviándonos así del medio real que Dios usa para atraer a
la gente a Sí mismo?

TESTIGO RELACIONAL
En la medida en que nuestras relaciones están centradas en el conocimiento estaremos viviendo de la cabeza y no del
corazón. Entonces, la interacción se vuelve abstracta y evita la real conexión entre los individuos. Tal vez preferimos
esta evasión con el propósito de preservar el espacio personal, o bien para mantener en secreto las propias debilidades
en aquellas áreas en las que no somos capaces de vivir según el modelo bíblico. Parece más fácil exponer significados
bíblicos que aplicar el contenido de la Biblia a nuestras luchas diarias. Si aún no podemos tener intimidad con
nuestro cónyuge, con nosotros mismos o con Dios, cuanto menos podremos tenerla con un nuevo amigo de una
cultura o religión diferente. Es fuerte la tentación de permanecer oculto detrás del conocimiento antes que revelar la
realidad imperfecta del ser. En su libro “La búsqueda de Dios”, A.W. Tozer dice: “Nosotros, los cristianos, estamos
frente al peligro real de perder a Dios en medio de las maravillas de su Palabra.” 1
Las enseñanzas del Islam acerca del Cristianismo se basan principalmente en la interacción temprana que tuvieron
los musulmanes con los judíos y los aberrantes cristianos. El sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz, hecho por causa
de los pecados de la humanidad, es un tema muy malentendido. Los judíos adquirieron los conceptos bíblicos básicos
–la naturaleza redentora de Dios, el gran amor de Dios por todas las personas, la innata condición pecadora de la
raza y el resultado letal del pecado– mediante la revelación de Dios, su historia y otros múltiples aspectos de su
cultura y rituales. Sin embargo, ellos consideran que la idea de la crucifixión y resurrección de Cristo es ofensiva, una
piedra de tropiezo. Y para los griegos el Cristo crucificado era una locura (1 Co. 1:17-25).
En gran parte, los musulmanes responden de igual modo que los griegos. Los musulmanes tienen una escasa
comprensión bíblica, pues no encuentran la lógica o la dignidad en el sacrificio vicario de Cristo. Ellos no creen que
haya una necesidad significativa de un salvador, por lo tanto niegan o desdeñan la crucifixión de Cristo. Antes de que
pueda producir un impacto en los corazones, la idea es rechazada en la mente de los musulmanes. ¿Cómo podemos
encaminarlos hacia el profundo gozo de saber que Dios, amorosamente, les ha proporcionado su justicia, amor,
perdón y adopción?

TESTIGO ATRACTIVO
La controversia de los griegos era entender por qué Dios cometería el acto ilógico de convertirse en un ser humano y
vivir una vida sin pecado, solo para sufrir una muerte injusta. Los musulmanes tienen un dilema similar, así que
pueden ser favorecidos a partir de un enfoque más progresivo. Esta perspectiva nos permitirá completar
cuidadosamente el conocimiento bíblico básico del mensaje del evangelio, en tanto que demostramos a los
musulmanes que pueden observar nuestro estilo de vida. Por otro lado, el testimonio más tangible es más atractivo
que el tradicional “tiroteo” de argumentos lógicos verdaderos que no se corresponden con los observados por los
musulmanes en el mundo “cristiano”. La mayoría de los musulmanes llega a una apreciación real del evangelio y a
interesarse en nuestro Señor cuando ven una fe práctica, manifiesta en las luchas diarias de los auténticos cristianos
que sirven abierta, humilde y fielmente a las comunidades musulmanas.
K.S., editor

NOTA FINAL
1. Toze r, Pursuit of God (Camp Hill, Pa.: Christian Publications, 1993), p. 13.
¿POR QUÉ COMPARTIMOS LAS BUENAS NUEVAS DE JESÚS A TODAS
LAS PERSONAS, INCLUSO A LOS MUSULMANES?
¿Por qué algunos cristianos arriesgan su libertad y aun su vida con el propósito de predicar a Jesucristo en
entornos aparentemente inhóspitos, tales como países musulmanes? ¿Es correcto que lo hagan? ¿Cómo hacerlo aun
en países que niegan a sus ciudadanos el derecho, internacionalmente reconocido, a la libertad religiosa? En el
manifiesto detallado a continuación, los dirigentes firmantes de cincuenta y cinco organizaciones cristianas, de
diecinueve países, enuncian los motivos y métodos de evangelización, explicando que la tarea no consiste en la
representación de ningún gobierno o cultura, sino en la obediencia a Jesús.

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


En pri mer l uga r, es i mporta nte recorda r que, s egún un a cuerdo i nterna ci ona l , toda s l a s pers ona s ti enen el derecho de di s cuti r s u fe con
otros , ta nto en s u l uga r de res i denci a como en cua l qui er s i ti o de trá ns i to. El conjunto de 151 pa ís es ha ra ti fi ca do el Pa cto Interna ci ona l de
Derechos Ci vi l es y Pol íti cos de l a s Na ci ones Uni da s . Uno de s us a rtícul os a fi rma :
“Toda pers ona ti ene derecho a l a l i berta d de pens a mi ento, de conci enci a y de rel i gi ón; es te derecho i ncl uye l a l i berta d de tener o
a dopta r l a rel i gi ón o l a s creenci a s de s u el ecci ón, a s í como l a l i berta d de ma ni fes ta r s u rel i gi ón o s us creenci a s , i ndi vi dua l o
col ecti va mente, ta nto en públ i co como en pri va do, medi a nte el cul to, l a cel ebra ci ón de l os ri tos , l a s prá cti ca s y l a ens eña nza . Na di e s erá
objeto de medi da s coerci ti va s que pueda n menos ca ba r s u l i berta d de tener o de a dopta r l a rel i gi ón o l a s creenci a s de s u el ecci ón”.1
Por l o ta nto, no debe exi s ti r un tra ta mi ento di ferente. Si l os mus ul ma nes que vi ven en Occi dente ti enen l a l i berta d de expres a r y
compa rti r res petuos a mente s u fe, entonces l os s egui dores de Jes ús res i dentes en el mundo i s l á mi co deben goza r del mi s mo pri vi l egi o.

PERO, ¿POR QUÉ Y CÓMO COMPARTIMOS ACERCA DE JESÚS CON LOS MUSULMANES?
1. Somos seguidores de Jesús, llamado Isa al-Masih por los musulmanes. Los cristianos consideramos que Jesús es el
Ser supremo en importancia, de modo que buscamos centrar nuestras vidas en Él y en anunciar las Buenas Nuevas
de salvación.2
2. ¿Qué es el mensaje de las Buenas Nuevas? Que podemos alcanzar la paz con Dios, obtener el perdón de nuestros
pecados y tener la esperanza de la vida eterna por medio de la muerte y resurrección de Jesucristo.3
3. Compartir las Buenas Nuevas no es solo nuestro deleite,4 sino también nuestro deber hacia todos los pueblos del
mundo, según la enseñanza de Jesús.5
4. Por lo tanto, anhelamos vivir en el mundo siendo trabajadores de la paz que instan a hombres y mujeres, de todas
partes del mundo, a reconciliarse con Dios y con el prójimo.6
5. Nosotros procedemos de diversas culturas, países y contextos, y ofrecemos este mensaje de paz a toda la gente, en
un marco de amor, respeto y sensibilidad cultural, sin coacción o inducción material.
6. Creemos que solo Dios puede cambiar el corazón de los individuos. El Cristianismo y el Islam concuerdan en este
punto8 y muchos opinan que los títulos “musulmán” y “cristiano” definen una identidad cultural externa. Evitando el
énfasis en las etiquetas exteriores, invitamos a todas las personas, incluidos los musulmanes, a experimentar una
transformación interna por medio de Jesús.9
7. Es motivo de alegría observar que una vez que el evangelio produce la conversión interior de los creyentes, el
cambio repercute en modificaciones positivas que ellos mismos aportan a sus comunidades.10
8. Como discípulos de Jesús, estamos llamados a hacer buenas obras; por lo tanto honramos a Dios, imitamos a Jesús
y trabajamos para sanar a un mundo herido.11
9. Para los cristianos, la vida integral está dedicada a Jesús. Así que dondequiera que vivamos y cualquiera sea
nuestra profesión, trabajamos para ser testigos y somos testigos en el trabajo.12
10. La persona de Jesús y el mensaje de las Buenas Nuevas son inmensamente preciosos, es por ello que los cristianos
estamos dispuestos al sacrificio y al sufrimiento con tal de darlos a conocer.13

NÓMINA DE LAS ORGANIZACIONES CRISTIANAS FIRMANTES DEL MANIFIESTO EN MARZO DE 2004


Antillas
Mr. Da vi d Ha rper
Di rector
Youth Wi th A Mi s s i on Ba rba dos
Australia
Rev. Dr. Stua rt Robi ns on
Pa s tor ti tul a r
Cros s wa y Ba pti s t Church
Brasil
Dra . Ba rba ra Hel en Burns
Coordi na dora de Educa ci ón
Centro Nordes ti no de Mi s s ões
Canadá
Rev. Geoff Tuni cl i ffe
Di rector de Ini ci a ti va s Gl oba l es
Eva ngel i ca l Fel l ows hi p of Ca na da
Dr. Jon Ohl ha us er
Pres i dente
Pra i ri e Bi bl e Ins ti tute
Corea
Dr. Da vi d Ta i Woong Lee
Di rector
Gl oba l Mi s s i ona ry Tra i ni ng Center
Costa de Marfil
Sr. Younous s a Dja o
As oci a do
Interdev Pa rtnerhi p As s oci a tes
España
Rev. Ma rcos Ama do
Pres i dente
Puebl os Mus ul ma nes Interna ci ona l
Estados Unidos
Rev. Ji m Ki l l gore
Pres i dente/CEO
ACMC
Dr. Gregory E. Fri tz
Pres i dente
Proyecto Ca l eb
Dr. Ha ns Fi nzel
Pres i dente
CBInterna ti ona l
Dr. Steve Hoke
VP Peopl e Devel opment
Church Res ource Mi ni s tri es
Dr. Pa tri ck Ca te
Pres i dente
Chri s ta r
Dr. Wa rren F. La rs on
Di rector, Zwemer Center pa ra Es tudi os Mus ul ma nes
Col umbi a Interna ti ona l Uni vers i ty
Dr. Pa ul McKa ugha n
Pres i dente
Eva ngel i ca l Fel l ows hi p of Mi s s i on Agenci es
Dr. A. Scott Morea u
Cha i r, Mi s s i ons a nd Intercul tura l Studi es , Whea ton Col l ege
Edi tor, Eva ngel i ca l Mi s s i ons Qua rterl y
Dr. J. Dudl ey Woodberry
Profes or de Es tudi os Is l á mi cos y Deca no Eméri to
School of Intercul tura l Studi es
Ful l er Theol ogi ca l Semi na ry
Dr. John H. Orme
Di rector Ejecuti vo
Interdenomi na ti ona l Forei gn Mi s s i on As s oci a ti on
Dr. Da vi d Pol l ock
Di rector Ejecuti vo
Intera cti on Interna ti ona l Inc.
Dr. Da vi d W. Stoner
Lea d Gl oba l Outrea ch Pa s tor
Ma rs Hi l l Church
Mr. Ll oyd A. Cooke
Coordi na dor pa ra Ja ma i ca
Mi ni s tri es -In-Acti on
Dr. Pa ul D. Kooi s tra
Coordi na dor
Mi s s i on to the Worl d
Rev. John E. Fl etcher
Di rector Interna ci ona l
Pi oneers
Dr. J. B. Crous e Jr.
Pres i dente
OMS Interna ti ona l , Inc.
Dr. W. Wa rd Ga s que
Pres i dente
Pa ci fi c As s oci a ti on for Theol ogi ca l Studi es
Dr. Steve Stra us s
Di rector
SIM
Dr. Mi ri a m Adeney
As s oci a te Profes s or of Worl d Chri s ti a n Studi es
Sea ttl e Pa ci fi c Uni vers i ty
Dr. Cha rl es A. Da vi s
Executi ve Di rector
TEAM
Mr. Kenneth O. Smi th
TIE Interna ti ona l Coordi na tor
TIE Tentma kers
Dr. D. Ji m O’Nei l l
Pres i dente
UFM Interna ti ona l
Rev. Tom Correl l
Pa s tor, Woodda l e Worl dwi de
Woodda l e Church
Rev. Ga ry Edmonds
Secreta ry Genera l
Worl d Eva ngel i ca l Al l i a nce
Dr. Wi l l i a m Da vi d Ta yl or
Executi ve Di rector
Worl d Eva ngel i ca l Al l i a nce Mi s s i ons Commi s s i on
Rev. Al bert Ehma nn
Executi ve Di rector
Worl d Tea m (Gl oba l Mi ni s tri es )
Rev. H. Al l a n Gra ha m Jr.
Pres i dente
Worl d Thrus t North Ameri ca
Sr. Mi n-Young Jung
Interna ti ona l Coordi na tor, As i a n Di a s pora Ini ti a ti ve
Wycl i ffe Bi bl e Tra ns l a tors Interna ti ona l USA, Korea
Rev. Steve Cochra ne
Di rector
Youth Wi th A Mi s s i on Nei ghbours
Ghana
Rev. Johns on As a re
Di rector
Ma rka z Al Bi s ha ra
Holanda
Sr. Trev Gregory
Di rector Interna ci ona l
TEMA-MISSION
Sr. Ma rco Vermi n
Di rector
Ga ve (obra entre refugi a dos )
India
Dr. K. Ra jendra n
Secreta ri o Genera l
As oci a ci ón de Mi s i ones de l a Indi a
Dr. Da ni el Sa thi a ra j
Funda dor
Pra yer Fel l ows hi p Interna ti ona l
Jamaica
Sra . Pa ul a Wong
Di rectora Ejecuti va
NEST (The Networki ng Equi ppi ng Sendi ng Tea m for Worl d Eva ngel i za ti on)
Jordania
Dr. Ima d Sheha deh
Pres i dente
Jorda n Eva ngel i ca l Theol ogi ca l Semi na ry
Kenia
Rev. Ca non Ba yo Fa monure
Secreta ri o Ejecuti vo
Eva ngel i s m a nd Mi s s i ons Commi s s i on of As s oci a ti on of Eva ngel i ca l s i n Afri ca
Nigeria
Rev. Na hor Sa ma i l a
Di rector
Eva ngel i ca l Mi s s i ona ry Soci ety
Portugal
Rev. Pa ul o Ca rl os Noi vo Pa s coa l
Di rector de l a Comi s i ón de Mi s i ones
Al i a nza Eva ngél i ca Portugues a
Reino Unido
Rev. Dr. Da vi d Lundy
Di rector Interna ci ona l
Ara b Worl d Mi ni s tri es
Dr. Ri ck Love
Di rector Interna ci ona l
Fronti ers
Mr. Cl i ve Ja mes Pri tcha rd
Di rector Interna ci ona l
Peopl e Interna ti ona l
Rev. Eva n Da vi es
Di rector Interna ci ona l
WEC Interna ti ona l
Mr. Pa tri ck Johns tone
Author, Opera ti on Worl d
WEC Interna ti ona l
Sudáfrica
Rev. Wi l l i a m F. Crew
Di rector Interna ci ona l
Worl d Mi s s i on Centre
Suiza
Mr. Ma rcel Durs t
Líder Interna ci ona l
La ti n Li nk
Rev. Ma rti n Voegel i n
Secreta ri o Ejecuti vo
As s oci a ti on of Eva ngel i ca l Mi s s i ons

NOTAS FINALES
1. Fue nte : www.unhchr.ch/html/me nu3/b/a_ccpr.htm. La De claración Unive rsal de De re chos Humanos de las Nacione s Unidas utiliza un
le nguaje más fue rte afirmando que : “Toda pe rsona tie ne de re cho a la libe rtad de pe nsamie nto, de concie ncia y de re ligión; e ste de re cho
incluye la libe rtad de cambiar de re ligión o de cre e ncia, así como la libe rtad de manife star su re ligión o su cre e ncia, individual y
cole ctivame nte , tanto e n público como e n privado, por la e nse ñanza, la práctica, e l culto y la obse rvancia.” Fue nte :
www.un.org/es/documents/udhr/index.shtml.
2. Fil. 1:21. Gál. 6:14.
3. Hch. 10:43, Ro. 5:1, 6:23, 1 Co. 15:1–4.
4. 2 Co. 5:14; Ef. 5:2.
5. Mt. 28:18–20.
6. Mt. 5:9, 2 Co. 5:18.
7. Ro. 12:17–18, 1 Co. 16:14, 2 Co. 8:2; 1 P. 3:15.
8. Je sús se ñaló: “Ninguno pue de ve nir a mí, si e l Padre que me e nvió no le traje re ” (Jn. 6:44). El Corán concue rda, dicie ndo: “Dios convie rte a
quie n Él quie re ” (sura 24.46, 35.8). De he cho, ambas son re ligione s misione ras, con un me nsaje para todos (sura 3.20, 25.1, 38.87; Jn 3:16).
Ambas cre e ncias re claman e l me nsaje ro final (sura 33.40 [Se llo de los Profe tas; Rasul-Ullah, Me nsaje ro de Alá]; He b. 1:1–2). Ambos grupos
son llamados a se r te stigos (sura 2.143, Mt. 28:19–20). Ambas Escrituras re claman e xclusividad para su me nsaje (sura 3.85; Jn. 14:6; Hch.
4:12). Aun ambas son llamadas a te stificar de una mane ra amable (sura 16.125, 29.46, 1 P. 3:15).
9. Ez. 36:26–27, Jn. 3:3–7, 2 Co. 5:17–20.
10. Históricame nte , las organizacione s re ligiosas voluntarias han te nido un impacto positivo e n e l de sarrollo inte rnacional de paíse s no
occide ntale s. Se ha e stimado que dichas organizacione s son re sponsable s por aproximadame nte e l 70 por cie nto de l trabajo de de sarrollo
inte rnacional, habie ndo fundado, por e je mplo, más de la mitad de los cole gios y hospitale s de África y Asia. (Fue nte : Dr. Ralph D. Winte r,
William Care y Inte rnational Unive rsity).
11. Mt. 5:16, Hch. 10:38, Tit. 2:7–8, 14, 3:14.
12. 1 Co. 10:31, Col. 3:17, 23.
13. Hch. 5:41, Fil. 1:29.
DIVERGENCIAS TEOLÓGICAS
por Bruce A. McDowell y Anees Zaka

Aunque los musulmanes y los cristianos pueden estar agradecidos por las cosas que tienen en común, deben
confesar que sostienen notorias diferencias. El musulmán testifica que el Corán es la revelación final y definitiva de
Dios, de su voluntad perfecta para la raza humana. El cristiano testifica que Jesucristo es la Palabra viviente de Dios
en forma humana. El musulmán considera que el Corán es el criterio de verdad, pero el cristiano estima que el
completo testimonio de la Biblia que culmina en Jesús, el Mesías, es el criterio de la verdad. Estos compromisos
determinan las creencias de musulmanes y cristianos acerca de Dios, del hombre, de la salvación, de la dirección, de
la justicia, de la revelación y del juicio.1
Para un musulmán, el éxito y la salvación del hombre se encuentran en la aceptación de Dios como su Dios, el
Ma’bud (el objeto de adoración, reverencia, lealtad y obediencia). Los cristianos creen que la única revelación de
Cristo es el acto redentor de Dios, en contraste del Islam que solo acepta la manifestación de Muhammad como la
obra salvadora de Dios. Así como la revelación de Cristo redimió al hombre de la esclavitud del pecado, la revelación
de Muhammad redimió al hombre de la esclavitud del shirk (asociar algo con Alá) y del kufr (impiedad o
incredulidad).2
El Islam y el Cristianismo coinciden en que Dios es misericordioso y amante. Esta afirmación plantea preguntas
tales como: ¿Cuán estrechamente elige Dios identificarse con la condición humana? ¿Cómo expresa Dios su amor y
misericordia? Según el Islam, la misericordia de Dios se expresa soberanamente en la revelación de una ley perfecta.
El Cristianismo sostiene que el amor de Dios es expuesto magníficamente en el sufrimiento, es decir, en el amor
redentor que fue evidenciado en la vida, crucifixión y resurrección de Jesús, el Mesías. Éstas son diferencias muy
significativas.3
Desde la perspectiva cristiana, la santidad de Dios y la pecaminosidad del hombre son dos graves omisiones del
Corán. Ambas verdades son inseparables y plantean un problema que requiere la solución del sacrificio vicario del
Justo, en lugar del pecador, como requisito para que éste alcance la salvación. Si los conceptos de la santidad de Dios
y la pecaminosidad del hombre se reducen o se pasan por alto, entonces la necesidad de la salvación por gracia
desaparece y la religión de las buenas obras humanas es admisible. Justamente ésta es la enseñanza del Islam.
Los musulmanes y los cristianos están de acuerdo en que la verdad es la revelación autoritativa de Dios, pero este
punto de partida también es el ítem de divergencia. ¿Cuál es la palabra verdadera revelada por Dios?
¿Está expuesta en un libro que descendió del cielo por la manifiesta voluntad de Alá? ¿O está supremamente
evidenciada en la persona de Cristo, quien es revelado a nosotros a través de la comprensión de la Biblia, el texto
inspirado por el Espíritu Santo? El musulmán venera el Corán como un libro eterno, increado, conservado en el cielo
y casi adorado. Los cristianos, que creen en la Biblia, confían que ella es la palabra autoritativa e inerrante de Dios,
que muestra la supremacía de Dios en Cristo para nuestra salvación.
LAS PRESIONES DEL MATRIMONIO
Gulzar llegó al conocimiento de Cristo en sus años de
estudio universitario y creció rápidamente en la nueva
fe. Ella entendió el mandato de Dios de “no unirse en
yugo desigual” (2 Co. 6:14) y le dijo a Rustam, su novio,
que ellos no podrían casarse a menos que él se
convirtiera en un cristiano. Rustam observó el cambio en
la vida de Gulzar y fue motivado a buscar la verdad. Por
último, el joven se encontró con el Salvador, fue
bautizado y llegó a casarse con Gulzar.
Inmediatamente, comenzaron las presiones familiares
en favor del divorcio. Los padres de Rustam rechazaban
a Gulzar y la responsabilizaron de encaminar a su hijo
lejos de las tradiciones islámicas. Los amigos de Rustam
lo incitaron otra vez a la bebida y él dejó de relacionarse
con los creyentes. Cuando está borracho, Rustam abusa
verbalmente de su esposa, aunque no llega a golpearla.
Gulzar ama a su esposo, y cree que él conoce a Jesús,
pero él es débil y no se ha unido a ella en su lucha
contra el pecado.
En la sociedad de esta pareja, el matrimonio es de
capital importancia. Es preferible casarse y luego
divorciarse, antes que permanecer soltero toda la vida.
Para muchas personas esta carga social se erige como
una gran barrera frente a la decisión de aceptar a Cristo.
Llegar a ser un cristiano puede implicar que la persona
nunca se case.
Fuente: The Uyghurs of Central Asia, Caleb Project

NOTAS FINALES
1. Badru D. Kate re gga y David W. She nk, Islam and Christianity: A Muslim and a Christian in Dialogue (Grand Rapids: Ee rdmans, 1981), p. 170.
2. Isma’il Ragi al-Faruqi, Christian Ethics (Montre al: McGill Unive rsity Pre ss, 1967), p. 225.
3. Kate re gga and She nk, Islam and Christianity, pp. 169–170.
APOLOGÉTICA DE EMERGENCIA: RESPONDIENDO A OBJECIONES
COMUNES
por Edward J. Hoskins

Cuando un musulmán se encuentra con un cristiano por primera vez, invariablemente hará preguntas y tendrá
objeciones acerca de la fe cristiana. Su manera directa podrá parecerle impertinente a un occidental que no está
acostumbrado a este tipo de relación. El cristiano puede sentirse amenazado e incómodo y, por lo general, responde a
la defensiva tratando de hacer una presentación lógica y completa del evangelio. Un intercambio estridente puede
producir la ofensa en ambas personas, o bien la frustración en el cristiano, al sentirse subyugado por no poder
terminar su argumento. Por consiguiente, el musulmán puede concluir en la pasividad y cobardía de los cristianos.
¡Esto no augura nada bueno para una amistad incipiente!
Existe una alternativa. He desarrollado algunas respuestas concisas en torno a las preguntas más comunes que el
musulmán formula a un cristiano. Todas las argumentaciones pueden decirse con una sonrisa y, de seguro, dejarán
satisfechos a la mayoría de los inquisidores. Analice cuidadosamente las preguntas de un musulmán, pues éstas dirán
mucho en cuanto a su nivel de interés espiritual. Las inquietudes de un musulmán pueden apuntar a algo diferente
de lo que aparentan ser; tal vez él va más allá de las dudas doctrinales y está sondando si sus puntos de vista y su
persona son realmente respetados.
Las respuestas que siguen a las siguientes preguntas no pretenden ser apologéticamente exhaustivas, sino más bien
tratan de demostrar el interés por la persona y su religión, manifestando así el deseo de mantener un diálogo futuro.

¿QUÉ PIENSA ACERCA DE MUHAMMAD?


Para un seguidor del Islam, Muhammad es la persona más preciosa del mundo, por consiguiente el concepto emitido
respecto del profeta marcará el tono de una posible relación amistosa. Sea honesto y respetuoso en sus apreciaciones
de Muhammad, tal como usted quisiera que su amigo musulmán se refiriera a la persona de Jesús.
Respuesta: “Usted sabe que Muhammad no es mi profeta, sino el suyo. Si bien yo no creo exactamente lo mismo
que usted cree acerca de él, lo respeto. Políticamente, fue un reformador, un estadista y un líder nacional;
religiosamente, él llamó a la gente idólatra a regresar a la adoración del único Dios verdadero. Además, él dijo
muchas cosas positivas de mi Señor Jesús. Creo que cada una de estas razones hacen a Muhammad merecedor de mi
respeto.”

¿QUÉ PIENSA ACERCA DEL CORÁN?


Respuesta: “Soy cristiano y, por ende, el Corán no es un libro sagrado para mí. Aunque el Corán no tiene la misma
autoridad sobre mi vida como sobre la suya, lo he leído. Me agradó encontrar en sus páginas muchas porciones
maravillosas acerca de mi Señor Jesús, el Mesías.”
¿QUIÉN ES RESPONSABLE POR LA
SALVACIÓN DEL HOMBRE?
En el Islam, la salvación del hombre descansa sobre sus
propios hombros y su obediencia a la ley; mientras que
en el Cristianismo, la salvación descansa pura y
exclusivamente en la gracia de Dios.
El Islam dice qué hacer para ganar la salvación; el
Cristianismo comunica al hombre lo que Dios hizo para
otorgarle la salvación.
El Islam es un llamado a la obediencia; el Cristianismo
es una proclamación de la iniciativa de Dios.
Ja mes P. Dretke, A Chri s ti a n Approa ch to Mus l i ms (Pa s a dena ,
Ca l i f.: Wi l l i a m Ca rey Li bra ry, 1979), p. 38.

¿POR QUÉ NO SE HA CONVERTIDO EN UN MUSULMÁN?


Respuesta: “Porque soy cristiano no puedo abrazar su religión, ni su profeta, ni su libro. Sin embargo, usted está
usando la palabra ‘musulmán’, y en su verdadero sentido –uno que se somete a Dios– yo lo soy. He sometido mi vida
a Dios y he sido completamente limpio mediante el sacrificio de la sangre poderosa de Jesús, el Mesías.”

¿FUE MUHAMMAD PROFETIZADO EN LA BIBLIA?


El Islam afirma que la venida de Muhammad está profetizada en la Biblia, en el llamado de Dios a Abram (Gn. 12:1-
3): “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a
los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”
Los musulmanes creen que esta bendición mundial se concretó con el establecimiento del Islam. Su interpretación
está basada en el nacimiento de una gran nación que Dios levantaría a través de Agar y su hijo, Ismael (según Gn.
17:20). También sostienen que Moisés profetizó acerca de Muhammad, cuando Dios le dijo al líder hebreo: “Profeta
les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que
yo le mandare” (Dt. 18:18).
Respuesta: “Creo que en la Biblia, Dios predijo la venida de un profeta muy especial. Pocos iluminados podrían ser
confundidos con Muhammad, sin embargo hay más de trescientas profecías de señalamiento específico. He
estudiado dichas profecías y encuentro que solo hay una persona que pudo haber cumplido cada una de ellas (y de
hecho las cumplió). Él es el Mesías Jesús, el Hijo de María. ¿Estaría dispuesto a analizar algunas de estas profecías en
algún momento?”
Con un trato gentil y una sonrisa en el rostro es posible señalar el camino de encuentro con Jesús y las Escrituras.
Sin comprometer la verdad pueden darse respuestas a objeciones comunes de manera corta, concisa y respetuosa.
Nuestra meta no es ganar una discusión, sino a un amigo y a una audiencia para anunciar el evangelio.
LA COMUNICACIÓN DEL EVANGELIO DESDE ADENTRO
por Patrick O. Cate

Existen obstáculos históricos que separan a mil millones de musulmanes de la posibilidad de vincularse
personalmente con Dios, a través de la fe en Jesucristo. Este artículo trata con algunas murallas teológicas históricas,
además de las barreras culturales, sociales, familiares, políticas y lingüísticas existentes. Es necesario mantener, de
continuo en nuestra mente, la certeza de que no hay sustitutos para la oración, el amor y una relación personal a la
hora de guiar a los musulmanes a la luz del Salvador. Este acercamiento requiere tiempo, energía y una alta posición
en nuestras prioridades.

DENTRO DE LA MENTE MUSULMANA


Desde una percepción externa del Islam, querer conducirse a través de los puntos rechazados, categórica y
antagónicamente, por un musulmán es similar al acto de golpearse la cabeza contra un muro. Si vamos a ser
especialistas en la apertura de puertas en las paredes de los musulmanes, debemos comenzar por situarnos en la
concepción musulmana, tomando en cuenta los principios que son aceptados y aquellos que son resistidos. Nosotros
no comenzamos por el lugar al cual queremos que ellos lleguen.
A lo largo de catorce siglos de convivencia entre musulmanes y cristianos han surgido invariablemente los mismos
argumentos, tales como la deidad y filiación de Cristo, el Dios trino y la veracidad de la Biblia. Podríamos sacar
provecho de la lectura de Juan Damasceno (m. 740), y de muchos otros que debatieron con los musulmanes en los
primeros siglos.
Frecuentemente, el intercambio con los musulmanes puede llegar a ser un debate lógico, basado en premisas
rebatidas por los musulmanes, de modo que el resultado es un aparente ataque al Islam. En ocasiones, la discusión
permite establecer la naturaleza del juicio a los musulmanes, haciendo que ellos se conviertan en jueces y jurado, y
que los cristianos permanezcan a la defensiva. Para comunicar el amor de Jesucristo a los musulmanes tenemos que
entender, en espíritu de oración, sus estructuras de pensamiento. Es crucial detectar el punto de situación para
comenzar con las premisas aceptadas y valoradas por los musulmanes y no con los supuestos que son rechazados.
Un comienzo centrado en los ítems admisibles será útil para superar lentamente el escollo de las ideas preconcebidas
que generan el rechazo al evangelio, a fin de que los musulmanes puedan llegar a conocer a Dios de una manera
personal a través de la fe en Jesucristo. Ofrecemos el siguiente enfoque práctico y gradual para dar testimonio del
evangelio a los musulmanes, desarmando sus argumentos en puntos claves y bajando barreras al evangelio.
EL PUEBLO TURCO
El pueblo turco está conformado por 194 grupos de
personas, 170 millones que se extienden a lo largo de la
China, Rusia, Turquía, Irak y Asia Central, principalmente
en los países de Irán, Afganistán, Azerbaiyán, Kazajstán,
Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
Aproximadamente 160 millones de turcos son
musulmanes. Un gran número de pueblos turcos
también han formado comunidades en naciones
europeas, incluyendo Bulgaria, Francia, Macedonia y el
Reino Unido, que tienen más de 100.000 habitantes
turcos y Alemania, donde viven ahora 2.2 millones de
turcos.
Años atrás, la ex Unión Soviética dictó un decreto
estableciendo a ciertos países como el hogar de los
pueblos turcos. Consecuentemente, la población de esas
regiones ha visto cambios increíbles, pues sus naciones
ganaron autonomía en las dos últimas décadas del siglo
XX. Por ejemplo, Azerbaiyán obtuvo la independencia de
Rusia en 1990 y los azerbaiyanos suman un número
cercano a los 7 millones dentro de sus contornos, pero
otros 19 millones viven en Irán. Ochenta y siete por
ciento de los azerbaiyanos son musulmanes.
Bakú, la capital de Azerbaiyán, es un centro urbano
desarrollado. Sus habitantes reciben una significativa
influencia occidental, a causa del comercio internacional
del petróleo. Sin embargo, las aldeas rurales tienden a
conservar las costumbres y el estilo de vida tradicional
azerbaiyano. A principios de 1990 sucedió la guerra de
Azerbaiyán con la vecina Armenia, y a partir de este
evento Bakú experimentó una creciente brecha cultural.
La ciudad recibió la afluencia de refugiados
azerbaiyanos rurales, provenientes de Armenia, que dio
origen a diversos asentamientos urbanos. Bakú también
atrae a gran cantidad de estudiantes de las zonas
rurales para estudiar en sus universidades.
El pueblo de Azerbaiyán es orgulloso de su prolífico
patrimonio en el campo de la poesía y de la música.
Algunas calles de Bakú llevan el nombre de famosos
poetas azerbaiyanos, y además la ciudad ostenta una
serie de gigantescas estatuas que rinden homenaje a
sus ilustres escritores.
Muchos azerbaiyanos mezclan las prácticas islámicas
con una antigua forma de adoración al fuego. Este rito
surgió debido a que las abundantes reservas de gas
natural, existentes en la región, eventualmente
provocan incendios que son emitidos de manera
espontánea desde el interior de la tierra.

Fuentes: Hope and a Future for Azerbaijan: A Prayer


Guide (Littleton, Colorado: Proyecto Caleb, 1999),
Operation World; www.joshuaproject.net.
LA DEIDAD DE CRISTO
El Islam enseña que la deidad de Cristo es un concepto falso. Sin embargo, es posible que algunos musulmanes
logren zafarse de tal argumento, e inclusive lo acepten sin citar el Corán o la Biblia y sin referirse específicamente al
término “deidad de Cristo.”
Después de establecer una relación amable, dirijo la conversación a los temas espirituales, sobre todo hacia la
persona de Jesús. Me interesa conocer la opinión que tienen los musulmanes acerca del nacimiento virginal de Cristo,
y, en su mayoría, ellos manifiestan una posición afirmativa. Entonces les digo: “Cristo no tuvo un padre terrenal; por
lo tanto, su nacimiento fue único y sobrenatural, ¿no?” En ocasiones, los musulmanes señalan que Adán tampoco
tuvo ni madre ni padre humanos, concepto con el que concuerdo. Pero yo regreso a mi primera sentencia y vuelvo a
recalcar: “Cristo no tuvo un padre como el resto de los mortales, así que su nacimiento fue único y sobrenatural,
¿no?” A pesar de que esta verdad está claramente expresada, tanto en la Biblia (Mt. 1:23) como en el Corán (sura
3.45-47), en general, no hago referencia a ninguna de estas citas en esta primera instancia.
A continuación, destaco que Cristo realizó numerosos milagros de amor, de bondad y de compasión. Sanó a
personas que estaban ciegas de nacimiento y ellas recobraron la vista, curó a personas que estaban cojas desde la
cuna y ellas pudieron saltar de alegría, sanó a los leprosos y hasta resucitó a los muertos (sura 3.49, 5.110). Por
consiguiente, la vida de Cristo fue única y sobrenatural. A veces los musulmanes comentan: “También otras personas
han hecho milagros y el Corán es un milagro de Muhammad.” Y yo agrego: “La Biblia dice que hubo otros que
hicieron milagros. Pero los milagros de Jesucristo fueron sobrenaturales y actos únicos, ¿verdad?”

TESTIGO DEL EVANGELIO


Aunque los conceptos que he compartido hasta este punto ya son creídos por los musulmanes, y de mis omisiones a
las citas de la Biblia y del Corán, generalmente los musulmanes aceptan mis aseveraciones concernientes a Cristo.
Sobre esta base, yo introduzco un enunciado que ellos no admiten: “Y el profeta Jesús murió en la cruz para el
perdón de nuestros pecados, y también se levantó de la tumba y venció la muerte”. En esta instancia, es común que
el musulmán niegue los hechos referidos, pero yo trato de no refutar la contradicción. Los musulmanes necesitan
escuchar el evangelio y tal vez necesitarán oírlo varias veces antes de poder aceptarlo, y como se trata del testimonio
del evangelio intento expresarlo de la mejor manera posible. Por otra parte, es probable que nunca vuelva a ver a esta
persona nuevamente, así que debo anunciarlo con total claridad.
Más tarde, hago alusión a otro punto en común con los musulmanes. Ambos concordamos en que el profeta Jesús
ascendió al cielo, pero yo añado que no existe una tumba donde podamos dirigirnos para adorar sus huesos muertos
porque el término de su vida fue único y sobrenatural, ¿verdad? (la sura 3.55 menciona la ascensión de Jesús.) Yo
incluyo la frase: “Así que no hay una tumba donde puedes adorar sus huesos muertos”, para alertar a los
musulmanes acerca de sus raíces y tendencias hacia el animismo. Medina no es el único sitio de adoración a los
huesos de Muhammad, sino que a lo largo de todo el mundo musulmán, los fieles practican el animismo o se aferran
a algún poder sobrenatural. La creencia popular admite que los huesos de los santos difuntos tienen poder para dar
respuesta a las oraciones del creyente. Esto es atribuirles una asociación con Dios, o shirk, el pecado imperdonable.
Aunque no entro en una explicación detallada de este punto, no obstante sirve como un amable recordatorio.
En este punto, evito referirme a los hechos de la muerte y de la resurrección de Cristo, y digo: “El final de la vida de
Cristo fue único y sobrenatural. El fin de su vida no es como el resto de los mortales, que ostentan una tumba y un
cuerpo muerto”. Yo no utilizo la expresión “muerte de Cristo” propiamente dicha, sino que en los tres puntos del
debate sobre la vida de Cristo hago la siguiente pregunta: “¿No son únicos y sobrenaturales los sucesos del
nacimiento, la existencia y el final de la vida de Jesús?” E insisto con el interrogante hasta que consigo una respuesta
afirmativa de parte de mis amigos musulmanes.

EL NACIMIENTO, LA EXISTENCIA Y EL FINAL DE LA VIDA DE CRISTO: TRES EVENTOS


ÚNICOS Y SOBRENATURALES
Para introducirme en la parte crucial del desarrollo de este pensamiento, reitero: “Entonces, esto haría del nacimiento
de Cristo, la existencia y el final de su vida, hechos únicos y sobrenaturales”. Esta afirmación conduce a otra: “El
profeta Jesús sería la única persona, que jamás vivió, que tuvo estos tres: un nacimiento único y sobrenatural, una
existencia única y sobrenatural y un final de vida único y sobrenatural, ¿no es cierto?” A veces, los musulmanes
señalan excepciones de algunos casos particulares y, efectivamente, comparto el comentario acerca de otras personas
que tuvieron un parto sobrenatural o que operaron milagros. Por lo tanto, es importante enfatizar la singularidad de
Jesús mediante el uso de las palabras “solo” y “todos” para mostrar que Cristo fue exclusivo en los tres hechos.
Durante el transcurso de la conversación, sigo insistiendo en los conceptos con el objeto de obtener una respuesta
afirmativa. Entonces pregunto específicamente: “Si el profeta Jesús es el único que tuvo nacimiento, existencia y final
de vida singulares y sobrenaturales, ¿no lo convierte en la persona más extraordinaria y única que jamás haya
vivido?” Tiempo atrás, llegué a esta instancia con un musulmán, y él respondió: “Sí”. Dejó sus objeciones a un lado, e
inmediatamente preguntó: “¿Podría conseguirme una copia del Nuevo Testamento, así puedo leerlo?” Según vemos
que a través de este intercambio y la progresión del pensamiento, y sin necesidad de utilizar las palabras “Dios”,
“deidad” o “Hijo de Dios” realmente es posible llegar a un acuerdo. En la primera charla, un musulmán puede
admitir que Cristo es la persona más sobrenatural y única que jamás vivió, y este dictamen se acerca bastante al
reconocimiento de la divinidad de Jesucristo.

DARSE CUENTA DE LA IMPORTANCIA DE CRISTO


Hace algún tiempo, tuve la oportunidad de participar en un foro de discusión en una de las mezquitas más
importantes de los Estados Unidos. Alrededor de veinte personas estábamos allí reunidas, mitad musulmanes y el
resto, cristianos del seminario local. En un momento la conversación se volvió acalorada, pero yo repetí mi pregunta
habitual: “¿No haría eso de Jesús la única persona que jamás vivió que tuvo un nacimiento, una existencia y un final
de vida sobrenaturales y únicos?” Continué formulando el mismo interrogante hasta que un jeque erudito contestó
afirmativamente. A partir de esa hora, la conversación cambió de manera radical, y en lugar de atacar al
Cristianismo ellos comenzaron a elogiar a Jesús. Es obvio que esta actitud no implicó que los musulmanes creyeran y
llegaran a ser salvos, sin embargo frenó sus ataques y permitió que ellos abrieran su mente a posibilidades
impensadas.
La ventaja de este tipo de enfoque es que procede de la propia concepción musulmana, pasando de lo conocido a lo
desconocido. La disposición mental para aceptar el nacimiento virginal, los milagros y la ascensión de Cristo puede
ayudarles a descubrir que Cristo es la única persona sobrenatural que vivió jamás, puesto que los tres eventos así lo
corroboran. Los musulmanes nunca han enlazado estos acontecimientos ni han percibido la trascendencia de la vida
de Jesús. Animo a los cristianos, que aman al pueblo musulmán, a probar también este método.

EL HIJO DE DIOS
En la mayoría de las conversaciones con musulmanes, no son los cristianos los que traen a colación el concepto y la
discusión acerca del “Hijo de Dios”, sino los musulmanes quienes comienzan a hablar de ello con absoluto rechazo.
Sin embargo, he detectado que ésta es una de las objeciones de más fácil respuesta. A los principiantes deberíamos
preguntarles qué quieren decir con la expresión ‘Hijo de Dios’. Generalmente, ellos no ofrecen una respuesta, así que
trato de indagar: “¿Acaso quieres decir que Dios se casó con María? ¿O que ha tenido relaciones sexuales?” Si el
interlocutor afirma tal cuestionamiento, entonces yo exclamo: “¡Haram, fosh! (¡Blasfemia!)”, expresando así un
rechazo mucho más vehemente que el de ellos. Es importante que los musulmanes entiendan que lo que ellos
rechazan –la idea de una relación sexual entre Dios y María– es una blasfemia mayor para el Cristianismo que para
el Islam.
Entonces ¿qué significado tiene la denominación “Hijo de Dios”? Una vez más considero que es de vital
importancia comenzar desde la percepción musulmana para poder avanzar paso a paso. Un poco de investigación
puede resultar sumamente valiosa, por lo cual animo a cada evangelista de musulmanes a hacer un estudio de la
lengua musulmana que habla. El objetivo es encontrar los términos más ilustrativos y metafóricos referidos a las
relaciones de parentesco, todas las que sean posibles dentro de ese idioma para hijo, padre, madre, hija y hermana.
Yo tengo una lista de sesenta analogías de parentesco en árabe, y cinco en persa.

EL USO DE ANALOGÍAS DE PARENTESCO PARA CORREGIR SU DEFINICIÓN


Posiblemente, en los idiomas musulmanes, la figura lingüística más común para referirse a “hijo de” es Ibn is sabil,
que significa literalmente “hijo del camino”. En árabe es un término equivalente a “caminante, errante, transeúnte,
viajero.” Este concepto podría ser el más universal, fundamentalmente porque se encuentra cinco veces en el Corán
(suras 8.41, 9.60, 17.26, 30.38, 59.7). El Corán rechaza la expresión “Hijo de Dios” como título de Cristo, pero en
cambio acepta la de “hijo de María.”

En este contexto, cuando me encuentro con un musulmán utilizo mi propio método de sondeo. Simplemente, le
pregunto qué significa ‟Ibn is sabil”, y añado comentarios insensatos tales como: “¿Quiere decir que el camino se
casó y tuvo un bebé camino que se convirtió en viajero? ¿O tal vez propone que el camino se desposó, y luego de
mantener relaciones sexuales engendró un hijo del camino?” La respuesta habitual es: “¡No, no, no!” Pero cuando
vuelvo a interrogar: “¿Qué quieres decir, entonces?”, generalmente escucho definiciones similares a “caminante,
errante, transeúnte o viajero.” Así que respondo: “Entonces no te refieres a una interpretación literal, física o
biológica, sino más bien espiritual o metafórica. Asimismo, cuando la Biblia afirma que Cristo es el Hijo de Dios no
significa que Dios se casó con María y que tuvieron relaciones sexuales y produjeron al bebé Jesús. No creemos que
un ‘papá Dios’ y una ‘mamá diosa’ dieron origen al ‘bebé Dios’. ¡Eso es una blasfemia!” Generalmente, digo: “No lo
entendemos como algo literal, físico o biológico, sino espiritual y metafórico”. Yo hago la repetición de esta serie de
preguntas y respuestas acerca del “Hijo de Dios” en cada una de las analogías usadas en este método.
En el idioma común de Egipto, la famosa esfinge de Giza es llamada Abul-houl que traducido es “padre del terror.”
Pregunto qué significa: “Será que la esfinge se casó y tuvo un bebé esfinge que era terror”. Ellos responden: “No, la
esfinge es guardiana del desierto y de las pirámides”. Yo replico: “Entonces usted no se refiere a una explicación
literal, física o biológica, sino espiritual y metafórica. Es lo mismo cuando decimos ‘Cristo es el Hijo de Dios’. La
Biblia no se refiere a algo literal, físico o biológico, a que un ‘papá Dios’ y una ‘mamá diosa’ tuvieron un ‘bebé Dios’.
Nos referimos a algo espiritual y metafórico”.
Los chiíes frecuentemente veneran a Ali por encima de Muhammad. Por lo tanto, en el idioma persa, he buscado
las mismas analogías que hablan de Ali como “el marido de las viudas, el padre de los huérfanos, la espada de Dios y
la mano de Dios.” Entonces, las preguntas son: “¿Adoptó Ali a todos los niños huérfanos del mundo? ¡Eso no sería
correcto! ¿Se casó él con todas las viudas del mundo? ¡Eso no sería correcto! ¿No son suficientes cuatro matrimonios?
¿No es inmoral casarse con todas? ¿Entonces qué significa? ¿Estás hablando en un sentido literal, físico o biológico?
Del mismo modo que tú no estás hablando literal, física o biológicamente; nosotros no suponemos que Dios se casó y
tuvo relaciones sexuales con María y produjo un bebé Dios cuando decimos: ‘Cristo es el Hijo de Dios’”.
Estas son solo unas pocas analogías del persa y del árabe. Por cierto, hay un fuerte ingrediente cultural que varía de
acuerdo con los distintos idiomas utilizados en el vasto mundo musulmán.

PROPORCIONANDO LA CARACTERIZACIÓN CORRECTA


No solo es importante ayudar a los musulmanes a percibir su error en cuanto al título de Jesús como el Hijo de Dios,
sino también a llegar a la definición cierta. Más allá de conocer cuál es el significado de este título debemos
preguntarnos qué comunica el concepto. Teológicamente, la denominación “Hijo de Dios” transmite varias ideas
trascendentes. Una de ellas es que el Hijo revela al Padre, según está señalado en Hebreos 1:1-4, y afirma que Dios
“nos ha hablado por el Hijo” y que el Hijo es “el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia
(naturaleza)”.
También tenemos que considerar el concepto “revelación” y tal vez un ejemplo visual puede ayudarnos a
entenderlo mejor. Supongamos que yo llego de noche a un país desconocido y las cortinas de la habitación donde
estoy alojado están cerradas. Recién a la mañana siguiente las cortinas serán abiertas y “el velo” será quitado. En ese
instante ocurre la revelación, cuando yo puedo mirar hacia afuera y contemplar la hermosura de aquel país. Las
personas no podemos ver a Dios cara a cara, pero Él ha decidido quitar el velo para que todos tengamos la
posibilidad de conocerlo mejor a través de Jesús, el profeta. En el mundo físico, un hijo siempre revela a los demás
alguna característica de su padre, aunque no conozcamos personalmente al padre. Por lo general, los musulmanes
piensan que los cristianos hemos adoptado a un buen hombre, el profeta Jesús, y lo hemos elevado a la categoría de
Dios. Comenzando desde el interior de la mentalidad musulmana, desde donde ellos están y lo que ellos valoran,
podemos guiarlos gradualmente a la verdad.

LA ELECCIÓN DE DIOS: REVELARSE A SÍ MISMO EN JESÚS


Los asharitas y los mutazalitas fueron dos grupos principales en la historia y teología del Islam. Los mutazalitas se
aferraban a la responsabilidad y al libre albedrío del hombre, pero salieron perdiendo frente a los asharitas que
abrazaron la libre y soberana voluntad de Dios. Este concepto se popularizó con el grito de “Allahu Akbar” (¡Alá es el
más grande!) . “Allahu Akbar”, takbir, es vociferado cinco veces al día desde todos los minaretes, y es mencionado en
cada tiempo de oración. Las multitudes protestan en contra de sus gobiernos afirmando llamativamente: “Estamos
del lado de Dios y ustedes no, así que con su ayuda ¡los vamos a derrocar!”
Dios es completamente soberano y las personas debemos someternos a Él. Dios puede hacer lo que desea. Nosotros,
siendo seres insignificantes y finitos, no podemos sugerirle a Él lo que puede o no hacer. No tenemos la potestad de
decirle a Dios que no puede revelarse a sí mismo en Cristo. Jesús no es el caso de un hombre que se convirtió en Dios,
sino que Dios eligió quitar el velo y revelarse a sí mismo en la forma del profeta Jesús, para nuestra salvación.

LA TRINIDAD
Además de los conceptos de la deidad de Cristo y de Jesús como el Hijo de Dios, es necesario comunicar la doctrina
de la Trinidad. Hay variedad de métodos que contribuyen a su presentación y uno de ellos proviene del pensamiento
islámico, de la teología asharita que es abrazada por todos los musulmanes. La creencia asharita sostiene dos puntos
básicos. El primero es la voluntad libre y soberana de Dios y el segundo es que el Corán es la palabra increada de
Dios, que ha existido en la mente de Dios desde la eternidad pasada.
Normalmente, yo no abordo este tema, a menos que oiga una voz musulmana acusando a los cristianos de tener
tres dioses. En tal caso, mi cuestionamiento es: “¿Cree usted que el Corán es creado o increado?” Cuando el
musulmán me responde que el Corán es increado, yo digo: “Entonces el Corán es eterno e increado, y Dios es eterno
e increado. Tú tienes dos seres o cosas eternas e increadas; tú tienes dos dioses, ¿es correcto?” Por supuesto, ellos
refutan firmemente este punto. Pero vuelvo a insistir con la misma pregunta, y tal vez hasta una tercera vez. Por
último, digo: “Tú me estás diciendo que tienes dos cosas eternas e increadas, pero un Dios. Tú sabes, nosotros
también tenemos dos o tres seres o cosas eternas e increadas, pero solo un Dios” (cf. Jn. 1:1).

UNA EXPLICACIÓN APROPIADA DEL PECADO


A veces, sacamos la ligera conclusión de que si logramos dar razón de los conceptos de la deidad de Cristo, de Jesús
como el Hijo de Dios y de la Trinidad, los musulmanes darán el paso siguiente para llegar a ser cristianos, pero
generalmente no sucede así. Admitir que Cristo es Dios y el Hijo de Dios y creer en la Trinidad no transforma a las
personas en cristianas. Un individuo tiene que aceptar que es pecador, debe confesar su pecado y arrepentirse, y debe
creer que Cristo murió en la cruz por sus transgresiones. La raíz del problema no está en las cortinas de humo que los
musulmanes han levantado, sino en la negación de la existencia del pecado tal como está definido en la Biblia. Para la
mayoría de los musulmanes, el pecado es semejante a un engaño infantil en un concurso de primer grado. No
constituye un grave problema. No es la afrenta moral a un Dios santo. Uno de nuestras principales tareas como
evangelistas a los musulmanes es ayudarles a darse cuenta de que ellos son pecadores, y por el hecho de que Dios es
santo, el pecado no es insignificante.
¿Cómo podemos transmitirles el problema del pecado? Debemos conocer los profundos asuntos que están en juego.
Los musulmanes no se consideran a sí mismo pecadores y tampoco creen que están afrentando a un Dios santo. Por
lo tanto, ellos no están interesados en un Salvador que los libre de sus pecados.

GENERALIZACIÓN DEL PECADO


Una manera de comunicar el concepto del pecado es a través de una ayuda visual. Yo le pregunto a mi amigo
musulmán: “¿No sería agradable tomar una taza de té caliente ahora, o una Coca-Cola?” Él responde: “Sí, claro”.
Pero justo antes de darle la bebida, le digo: “¡Espera un minuto!” En este punto, añado un poco de veneno, o
repelente o soda cáustica. Cuando un poco de soda cáustica se agrega a la Coca-Cola en un vaso transparente,
cambia el color de la bebida haciendo la ayuda visual aún más efectiva. Entonces, se la ofrezco a beber a mi amigo
diciéndole: “¿La quieres?” Cuando la rechaza, yo advierto: “Pero yo solo puse un poco de veneno en ella; la mayor
parte es una bebida muy buena. ¿Por qué no quieres tomarla?” Luego hago la pregunta: “¿Cuántos pecados tuvo
que cometer Adán para ser quitado de la comunión con Dios? Dios le dijo a Adán que labrase la tierra. Él labró la
tierra. También Dios le ordenó que le pusiese nombre a los animales. Él le puso nombre a los animales. Él solo peco
una vez. Él tomó el fruto del árbol y, por ese único pecado, perdió la comunión con Dios.” En este momento, indico
que yo he cometido mucho más que un pecado, al igual que él y que cualquier otra persona.
TESTIGO ENCARNACIONAL
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros” (Jn. 1:14).
Jesús adoptó la identidad de siervo para formar parte
de una comunidad, con sus normas y costumbres
culturales, y nosotros buscamos imitar su ejemplo. Pablo
modeló el testimonio de encarnación en la comunidad (1
Co. 9) y el objetivo del cristiano es seguir ese patrón,
modificando su estilo de vida para llegar a ser eficaz.
¿Cómo podemos “hacernos a” los musulmanes –
culturalmente, en nuestro estilo de vida– “para ganar” a
los musulmanes?
Mientras el apóstol Pablo estaba en Atenas, “su
espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la
idolatría” (Hch. 17:16), entonces hizo referencia a un
altar pagano y citó a un poeta griego con el fin de
ayudar a los atenienses a entender a Jesucristo (vv.16-
34). Pedro alentó a las esposas, a encarnar el modelo de
Cristo, en la vida hogareña: “Asimismo vosotras,
mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que
también los que no creen a la palabra, sean ganados sin
palabra por la conducta de sus esposas” (1 P. 3:1).
Asimismo, Pablo animó a los esclavos en su
responsabilidad hacia Dios de permanecer en el estado
en que fueron llamados (1 Co. 7:24). Los cristianos
podemos presentar un testimonio de encarnación a los
musulmanes comenzando con el aprecio de su
cosmovisión y su cultura, y el aprendizaje de su idioma,
pero sobre todo anhelamos que ellos alcancen el
entendimiento de la persona de Cristo. Aunque puestas
delante de Dios en oración, las convicciones de las
personas difieren en cuanto a cómo testificar con
sabiduría; sin embargo, el resultado del testimonio
cristiano debe reflejar claramente a Jesucristo. Esta
evidencia puede acarrear la persecución. El testimonio
encarnacional abraza esta consecuencia: “lo soportamos
todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de
Cristo” (1 Co. 9:12).
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también
en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:5-8).
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam

EL PROBLEMA DE LA SANTIDAD DE DIOS


Dios es santo y el hombre es pecador. La morada de Dios está en el cielo y allí no hay lugar para el pecado. Cabe
preguntarnos quién querría ir al cielo si éste fuera semejante a nuestro mundo, un lugar lleno de adúlteros, lascivos,
ladrones, engañadores, groseros y mentirosos. El cielo está lleno de Dios. Dios es santo y puro, y Él está
completamente separado del pecado, de manera que no podemos ir al cielo arrastrando la carga de nuestra propia
maldad. El pecado debe ser perdonado como requisito previo de entrada al cielo. De igual modo que el agregado de
té o gaseosa cola no puede librar del veneno al contenido del vaso, la añadidura de buenas obras no es suficiente para
eximirnos del pecado. Ese es el hecho maravilloso acerca del profeta Jesús. Cuando Él murió, Él murió en la cruz
como el sacrificio perfecto por nuestros pecados, para que podamos ser completamente perdonados, y podamos ir al
cielo sin llevar nuestros pecados con nosotros.
Los musulmanes se sienten atraídos hacia el animismo porque consideran que es una vía para conseguir el poder
necesario para hacerle frente a las áreas débiles de su vida. Pero cuando ellos son honestos están dispuestos a admitir
su falta de dominio sobre el pecado. Por encima de todo, los musulmanes necesitan saber que Cristo tiene la
autoridad para perdonar pecados y para asegurar la victoria sobre el poder del pecado.

CUATRO VACÍOS CON FORMA DE CRISTO


Hay cuatro beneficios que Jesucristo ofrece a todas las personas y que están ausentes dentro de la fe musulmana. El
Islam no hace énfasis en un Dios amoroso, un Dios personal, la seguridad del perdón de pecados y la certeza de la
vida eterna.
Existen variadas formas que nos permiten comunicar a Dios como un Ser amoroso y personal. Debemos recordar
que “Amor” es uno de los noventa y nueve nombres de Dios, (ver Apéndice, p. 519). Es el nombre cuarenta y siete,
al-Wadud. El amor de Dios no es un principio destacado en el dogma islámico, sino más bien se muestran como
sobresalientes la justicia, la soberanía, la grandeza y la unicidad de Dios. Los musulmanes no tienen la imagen de un
Dios amoroso que se ocupa de ellos, ni tampoco tienen la idea de un Dios personal. Consideran que Dios es
trascendente, que Él es el creador del universo, pero que está lejos de su obra y de sus criaturas. Por consiguiente,
cuando un musulmán tiene una necesidad personal frecuentemente invoca a algún santo difunto, consulta a un
adivino o va detrás de los rituales animistas. Si él ora a Dios repite oraciones memorizadas, pero no experimenta una
relación gozosa con un Dios amoroso y personal.
Un maravilloso medio para comunicar el evangelio –y subsanar cualquier error– es la oración a favor de nuestro
amigo musulmán, al término de una conversación. Tal vez en el transcurso de la charla hemos podido llegar a
percibir algún sufrimiento o problema. Así que, frecuentemente, pregunto: “¿Puedo orar por ti? Yo acostumbro cerrar
mis ojos e inclinar la cabeza cuando oro”. Entonces, oro a Dios, nuestro Padre amoroso acerca de los problemas
particulares que tiene mi amigo. Esto me permite mostrar a un Dios de amor personal que escucha las oraciones. En
ocasiones he levantado mi cabeza, al promediar la oración, y he visto lágrimas en los ojos de mi compañero. Algunos
fieles musulmanes, adherentes por la mayor parte de su vida, me han confesado: “Tú eres la primera persona que
alguna vez ha orado por mí”.
Por supuesto, los musulmanes no tienen seguridad del perdón de pecados y tampoco de la vida eterna; sin
embargo, éstos son regalos maravillosos prometidos por Cristo y enseñados en la Palabra de Dios. Necesitamos ser
muy cuidadosos en señalarles, con amor, cada una de estas verdades, porque son un gran vacío en el corazón del
musulmán. Y él no sabe cómo llenarlo.

OBJETIVO: QUE LOS MUSULMANES ESTUDIEN LAS ESCRITURAS


Uno de los propósitos principales en nuestro acercamiento a los musulmanes es la recomendación de la lectura de la
Biblia. Resulta conveniente disponer de una copia del evangelio en su idioma, preferentemente de San Lucas, para
obsequiarlo en tanto invitamos a su lectura. Cuando he preguntado a los musulmanes si no es sensato leer todos los
libros dados por Dios, la mayoría me ha respondido afirmativamente; y en verdad, casi la totalidad de los
musulmanes nunca ha leído los evangelios. Entonces comento al musulmán que este ejemplar es una biografía del
profeta Jesús y le insto a la lectura. Me gusta explicarle que la lectura no actuará a modo de fetiche, para alejar el mal
de ojo (como muchos musulmanes podrían pensar), sino más bien que le ayudará a conocer al profeta Jesucristo,
quien puede responder a sus oraciones y darle poder sobre el pecado y el mal que afectan su vida.
También podemos sugerir el video de la película Jesús en su propio idioma. Adicionalmente, y en actitud de oración,
deberíamos dirigir nuestros esfuerzos en la identificación de aquellas personas que podrían estar interesadas en el
estudio bíblico. En estos encuentros ideales puede desarrollarse un estudio profundo acerca de la persona de Cristo,
con ayuda del evangelio de Lucas, o de los profetas del Antiguo Testamento aceptados por los musulmanes, o de la
enseñanza cronológica a partir del libro del Génesis. Este tipo de instrucción proporciona una excelente base para la
fe, pero, debido a que normalmente, los musulmanes rechazan la autoridad bíblica, es más ventajoso empezar el
estudio desde el punto de vista de su propio pensamiento y de los conceptos teológicos aceptados tanto por
musulmanes como cristianos.

CONCLUSIÓN
Animo a que todos, en actitud de oración, puedan adoptar algunas de las ideas prácticas hasta aquí sugeridas. Dios
puede utilizar cualquier método para abrir la mente y el corazón de muchos musulmanes, a fin de que reciban la
maravillosa noticia: el Salvador del mundo ama a los musulmanes y murió por ellos. Sin embargo, más allá de
nuestras acciones o consideraciones personales, la condición indispensable para que los musulmanes lleguen hasta
nuestro Salvador y Señor es el amor y la oración, para que seamos conducidos hacia las almas que están abiertas a
las cosas espirituales. En efecto, Dios redimirá de todas las naciones, tribus y lenguas musulmanas a un pueblo para
Sí mismo, para su propia gloria.

Final de las lecturas claves de la Lección 8. Ver Aprende Más.


UNA PREGUNTA QUE DEBE SER RESPONDIDA
por Del Kingsriter

En mis viajes alrededor del mundo, aun en zonas remotas e inaccesibles a los medios de comunicación, he
encontrado una asombrosa barrera entre musulmanes y cristianos. Durante siglos, ambos grupos religiosos se han
mantenido en colinas separadas, gritando a través del valle, el uno al otro, sin atreverse a acercarse lo suficiente para
examinar juntos, concienzudamente, las creencias del otro. La mutua falta de acercamiento a los latidos del corazón
del otro impide dar respuesta a las preguntas de los demás porque nunca se han escuchado de manera acabada.
Señalar con el dedo acusador los acontecimientos del pasado, e inclusive los del presente, es un ejercicio inútil. En
realidad, existe un abismo profundo que podrá ser atravesado únicamente con el amor y la comprensión.
Gracias a Dios, están apreciándose rápidos cambios. Cristianos y musulmanes no solo están mostrando interés por
las diferencias en el sistema de creencias del otro, sino en la consideración de los demás como seres individuales, como
personas igualmente creadas por Dios. Este es un paso importante que debe fomentarse en todos los niveles posibles.

MUCHOS MALENTENDIDOS
En diálogo con diversos cristianos he descubierto que ellos tienen conceptos tergiversados respecto de los
musulmanes. La gran mayoría de los cristianos tienen miedo de acercarse demasiado a los musulmanes por
considerarlos gente mala e incluso terroristas. Pero en general, he encontrado que los musulmanes son muy
conscientes de la persona de Dios.
Recíprocamente, en mi conversación con los musulmanes, he tropezado con idénticos miedos y sospechas. Sin
embargo, ellos también están inquiriendo en algunos temas fundamentales que necesitan ser explicados. Uno de los
asuntos que preocupa más sinceramente a mis amigos musulmanes es la supuesta corrupción de las Sagradas
Escrituras de los cristianos.

¿HA SIDO CORROMPIDA LA BIBLIA?


La Santa Palabra de Dios es relevante. Tanto los musulmanes como los cristianos creen que Dios ha dado
instrucciones para que la humanidad sepa cómo debe vivir y pueda encontrar el camino al cielo.
Los cristianos afirman que Dios habló a los hombres por medio de su Espíritu Santo, y que estos hombres
escribieron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 P. 1:19-21). El apóstol Pablo dijo: “Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Ti. 3:16). La Biblia misma
explica que las Escrituras fueron reveladas por Dios a hombres santos, sumisos al Espíritu Santo, que escribieron a
medida que el Espíritu de Dios “soplaba” sobre ellos.
Por otro lado, Muhammad expresó que el Corán le fue declarado por el ángel Gabriel de manera idéntica al
registro que figura en “la madre de los libros que están en el trono de Dios.” Los musulmanes profesan que el Corán
es el último testimonio de Dios dado a la humanidad y que sustituye a toda la revelación anterior. Pero los cristianos
sostienen que la Biblia, recibida siglos antes que el Corán, es la Palabra completa de Dios y la regla de fe y práctica
para todas las personas. La misma Biblia afirma ser la revelación definitiva de Dios para la humanidad (Ap. 22:18-
19).
Es curioso que Muhammad creyera firmemente en la autenticidad de la Biblia, tal como existía en su época. Hay
muchos versículos del Corán que demuestran su confianza en los Libros Sagrados que habían venido antes que él.
“Di: ’¡Gente de la Escritura! No hacéis nada de fundamento mientras no observéis la Torá, el Evangelio y la
Revelación que habéis recibido de vuestro Señor’” (sura 5.68). “Antes de ti, no enviamos sino a hombres a los que
hicimos revelaciones. Si no lo sabéis, ¡preguntad a la gente de la amonestación!” (sura 21.7). En el libro
Compartiendo tu fe con un musulmán, el doctor Akbar Abdul-Haqq dice:
En vi s ta de l a cl a ra ens eña nza del Corá n a cerca de l a a utenti ci da d de l a Bi bl i a y s u l i berta d de toda corrupci ón, no es de extra ña r que
ta nto l os pri meros doctores del Is l a m como ta mbi én muchos es tudi os os mus ul ma nes que l os s ucedi eron, s e ha ya n nega do a una
creenci a contra ri a . Su pos i ci ón s e ve reforza da en un vers o cruci a l del Corá n: “La pa l a bra de tu Señor s e ha cumpl i do en verda d y en
jus ti ci a . Na di e puede ca mbi a r Sus pa l a bra s ” (s ura 6.115). Y otra vez: “No ca be a l tera ci ón en l a s pa l a bra s de Al á . ¡Es e es el éxi to
gra ndi os o!” (s ura 10.64).1
Los cristianos pueden decir amén a estas palabras. A modo de aclaración, por favor tenga en cuenta que el uso que
el autor hace del Corán no implica que los seguidores de Cristo acepten este libro como autoridad para sus propias
vidas. Sin embargo, debido a que los musulmanes consideran que el texto coránico es autoritativo, los cristianos
deberían aceptar el testimonio del Corán en las referencias acerca de la autenticidad de la Biblia o de Jesucristo.

¿CUÁNDO OCURRIÓ LA CORRUPCIÓN?


Con esto en mente, un cristiano debería preguntarle a su amigo musulmán: “Si Muhammad creía en la autenticidad
de la Biblia y si los eruditos musulmanes no tuvieron cuestionamientos al respecto, ¿cuándo sucedió la corrupción de
la Biblia?” Tanto los manuscritos del Antiguo como del Nuevo Testamento, fechados varios cientos de años antes de
Muhammad, han sido preservados, y actualmente están intactos en museos; de modo, que estos impresos originales
dan crédito al contenido de la Biblia. El cristiano podría formular su pregunta de esta manera: “¿Cuándo fue
corrompida la Biblia? ¿Fue antes o después de que Muhammad viviera?”
Sus posibles respuestas representan un dilema. Por un lado, si él contesta que ocurrió “antes”, estará acusando a
Muhammad de ser un falso maestro, porque según claras referencias del Corán –el verdadero texto sagrado
islámico– la Biblia es la Palabra de Dios que debería ser obedecida y seguida. Por el contrario, si el musulmán
responde que las modificaciones se efectuaron “después”, no tendrá fundamento alguno, pues la Biblia ya había sido
escrita en muchos idiomas y había sido distribuida ampliamente en todo el mundo.
El cristiano podría hacer otros interrogantes válidos, como por ejemplo: “¿Quién cambió el texto bíblico? ¿Cuándo
fue modificado? ¿Cómo fue posible que tal cosa ocurriera? ¿Qué decía el escrito original? ¿Hay un registro histórico
de tales modificaciones, pues sin lugar a dudas, todos los líderes de las comunidades cristianas y judías del mundo
tuvieron que haberse reunido entonces para volver a escribir la Biblia?» Los cristianos aman las Sagradas Escrituras,
y nunca, en ningún tiempo, estarían de acuerdo con cualquier intento de cambio. Por cierto, la Biblia promete la
pena más severa para la persona que añada o quite palabras de su contenido. Asimismo, los judíos reverencian los
libros del Antiguo Testamento de la ley y jamás colaborarían con los cristianos, o con cualquier otra persona, en la
alteración de sus Escrituras.
BARRERAS AL EVANGELIO
El analfabetismo y el enfoque islámico de la
espiritualidad femenina son los dos mayores obstáculos
para el avance del evangelio entre las mujeres
musulmanas. En algunos países hasta el 85 por ciento
de las mujeres son analfabetas.1 Además la mayoría de
las mujeres musulmanas se enfrentan a pensamientos
culturales arraigados que denigran el valor del alma
femenina y su capacidad para comprender las cosas
espirituales.
El número de varones creyentes de cultura musulmana
(CCM) que han recibido educación es superior al de
mujeres. Esta proporción se debe a que los hombres son
más propensos a frecuentar lugares públicos donde es
posible tomar contacto con los cristianos, y porque,
históricamente, los cristianos han presentado el
evangelio sobre todo de manera escrita. Es lamentable
que esta estrategia margine a las personas de escasa
instrucción, y en especial a una gran cantidad de
mujeres. La mayoría de las hermanas creyentes carecen
de madurez, pues reciben menos enseñanza y
discipulado.
Además, las cristianas casadas que están centradas
principalmente en el cuidado de sus hijos reducen el
acceso de otras mujeres musulmanas al conocimiento
del evangelio. Mientras que los varones comparten su fe
con hermanos, tíos, sobrinos y amigos, las esposas
dejan fluir un limitado testimonio hacia madres,
hermanas, tías y sobrinas. Quizás porque los hombres
(CTM) consideran que las mujeres son inferiores y que,
por ende, no vale la pena el esfuerzo, ellos transfieren
sus antiguas suposiciones al Cristianismo.
Sin embargo están produciéndose cambios. Por un
lado, hay mayor concientización de las diferencias
respecto de las formas de alcanzar a las mujeres
musulmanas con el evangelio y están empleándose
métodos orales para enseñarles acerca de Cristo. Por el
otro, el discipulado a los hombres (CTM) incluye la
enseñanza bíblica sobre el valor más equitativo de la
mujer y su capacidad de acceso a Dios. Las familias
(CTM) están siendo alentadas en Cristo a mostrarse
como modelos de matrimonio entre sus amistades
musulmanas. El alcance y la enseñanza de las mujeres
están convirtiéndose en aspectos más integrales en la
plantación de iglesias y el discipulado.
1
AH, “Di s ci pl es hi p of Mus l i m Ba ckground Bel i evers ,” Mi ni s try to
Mus l i m women: Longi ng to Ca l l Them s i s ters , ed. Fra n Love y
Jel eta Eckhea rt (Pa s a dena , Ca l i forni a : Wi l l i a m Ca rey Li bra ry,
2000), p. 151.
Fuente: Année W. Rose, www.frontiers.org.

LOS MANUSCRITOS SON ANTIGUOS


En los últimos años, los descubrimientos arqueológicos han desenterrado manuscritos con data de más de dos
milenios de antigüedad. Estos códices contienen porciones de todos los libros del Antiguo Testamento, con excepción
de Ester; y se ha encontrado el libro completo del profeta Isaías. La totalidad de estos manuscritos antiguos no
muestran diferencias sustanciales con la Biblia actual.
Pero la duda sincera en cuanto a la posible adulteración del texto bíblico debe ser respondida con las propias
palabras de Dios: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt. 24:35). La Palabra de Dios es
eterna y Él nunca permitiría que ella sea cambiada. Es de vital importancia leer y obedecer la Biblia, y aceptarla
como la Palabra pura de Dios “la cual puede salvar vuestras almas” (Stg. 1:21). “Desde la niñez has sabido las
Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Ti. 3:15).

¿PUEDEN LAS DIFERENTES TRADUCCIONES GENERAR CONFUSIÓN?


El Antiguo Testamento original fue escrito principalmente en hebreo, con algunas partes en arameo, y el Nuevo
Testamento, en griego. Cuantiosos manuscritos de la Biblia todavía existen en estos idiomas. A medida que el mensaje
del evangelio de Jesucristo se fue extendiendo a diversos países, la Biblia fue traducida a sus correspondientes lenguas.
Las distintas traducciones de la Biblia pueden generar confusión entre los musulmanes y como resultado de ello
debemos presentar una explicación. Por ejemplo, la versión King James, en inglés, se remonta a 1611 y todavía es
ampliamente utilizada. Sin embargo el lenguaje ha cambiado desde entonces, de modo que las versiones revisadas
han sido impresas para hacer más comprensible la lectura de la Biblia. Cabe destacar que estas traducciones se hacen
a partir de los documentos originales y por lo tanto no hay diferencia de significado.
También los cristianos pueden aducir que hay numerosas versiones del Corán, traducidas por diferentes estudiosos
y que difieren en muchos aspectos. En mi biblioteca tengo las versiones Dawud, Yusuf Ali, Arberry y Pickthall. Todas
son diferentes, aunque cada una trata de ser fiel al significado original del Corán.
Como conclusión, hago un llamado a mis amigos cristianos y musulmanes para escucharse los unos a los otros. Es
realmente necesario que ambas partes puedan sentarse a discutir abiertamente los asuntos vitales de desacuerdos y
malentendidos. Sí, deben atreverse al encuentro para analizar las creencias del otro y responder sus preguntas en un
espíritu de amor y comprensión. Mi ruego va más allá de que unos lleguen a tener una mejor apreciación de los
otros, sino que ambos grupos alcancen una conciencia más profunda de Dios y de su plan para la humanidad.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


John Gi l chri s t, Fa ci ng the Mus l i m Cha l l enge (Ca pe Town, South Afri ca : Li fe Cha l l enge Afri ca , 2002).

NOTA FINAL
1 Abdiyah Akbar Abdul-Haqq, Sharing Your Faith with a Muslim (Minne apolis: Be thany, 1980), página no citada.
EL ISLAM Y EL CRISTIANISMO EN LA PATERNIDAD DE DIOS
por R.C. Sproul y Abdul Saleeb

LA PERSPECTIVA DE A. SALEEB
Uno de los conceptos más importantes de la fe cristiana es la paternidad de Dios. Respecto a la oración, Jesús nos
enseña que debemos dirigirnos a Dios de la siguiente manera: “Padre nuestro que estás en los cielos” (Mt. 6:9). Los
cristianos nos sentimos privilegiados de poder hablar con Dios en términos tan íntimos, y también creemos que, por
medio de la fe en Cristo, podemos llegar a ser hijos adoptivos de Dios. Entonces cuando los cristianos consideran que
están compartiendo las Buenas Nuevas con los musulmanes, en realidad no están entendiendo que a los oídos de ellos
suena como una noticia terrible, pues los musulmanes estiman que es una blasfemia pensar en Dios como nuestro
padre y en las personas como hijos de Dios.
Debemos recordar que el Islam y el Cristianismo son religiones monoteístas y por consiguiente tienen muchos
puntos en común. Ambas creencias sostienen que Dios es uno, es justo y es soberano, y que Él gobierna y perdona.
Dios ha enviado profetas y también ha dado revelaciones. Pero si bien hay acuerdos, no debemos ignorar que
también existen diferencias muy fundamentales.
El texto de la sura 112 del Corán es recitado todos los días, por millones de musulmanes alrededor del mundo
entero. La parte esencial de la oración cotidiana de un musulmán expresa: “Di: Él es Alá, Uno, Dios, el eterno. No ha
engendrado, ni ha sido engendrado. No tiene par.”
En gran medida, el Islam enfatiza la soberanía absoluta de Dios: “Es impropio de Alá adoptar un hijo. ¡Gloria a Él!
Cuando decide algo, le dice tan solo: ‘¡Sé!’ y es”(sura 19.35). En una nota adjunta a este versículo, el traductor de la
versión del Corán, Abdullah Yusuf Ali escribe: “Engendrar un hijo es un acto físico en función de las necesidades de
la naturaleza animal del hombre. Alá, el Altísimo, es independiente de todas las necesidades, y es un insulto a él
atribuirle dicho acto. No es más que una reliquia de la superstición materialista pagana y antropomórfica”1 .
Esta creencia se remonta propiamente al Corán. Referirse a Dios como nuestro padre implica una alusión a las
relaciones sexuales y atribuye algo incorrecto a Dios: “Creador de los cielos y de la tierra. ¿Cómo iba a tener un hijo si
no tiene compañera, si lo ha creado todo y lo sabe todo?” (sura 6.101).
“Dicen: ‘Alá ha adoptado [engendrado] un hijo’. ¡Gloria a Él! ¡No! Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra.
Todo le obedece” (sura 2.116). En su nota sobre este verso, Yusuf Ali dice: “Es una excepción a la gloria de Dios –de
hecho, es una blasfemia– decir que Dios engendra hijos como si fuera un hombre o un animal.”2 Por supuesto que
este no es el dogma cristiano, pues de ninguna manera el Cristianismo atribuye un acto sexual a Dios cuando se
refiere a la paternidad de Dios o a la adopción de las personas como hijos de Dios.
Sin embargo, los musulmanes no lo interpretan del mismo modo. Yusuf Ali continúa diciendo: “La doctrina
cristiana es aquí enfáticamente repudiada. Si las palabras tienen un significado, ellas implicarían atribuirle a Dios
una naturaleza material y funciones sexuales propias de los animales.”3 Por lo tanto, los musulmanes consideran que
es una blasfemia nombrar a Dios con un término tan íntimo como “nuestro Padre celestial”.
Hasta el momento solo he usado la palabra “padre”, pero hay cuantiosas figuras en la Biblia acerca de Dios, por
ejemplo la de un pastor que carga a las ovejas en sus brazos o la de un marido herido que va en busca de su esposa
infiel (la nación de Israel). Cristo es reconocido como el Esposo que viene por su novia, la Iglesia. Hay muchas otras
imágenes tiernas de Dios en su relación con la humanidad. Pero el concepto dominante de Dios en el Islam y en el
Corán es la de un maestro, y la relación de las personas con él está circunscripta en el marco de siervos a maestro. El
Islam no admite intimidad alguna entre Dios y el individuo, ni tampoco la posibilidad de llamar a Dios como
“nuestro Padre celestial”. Entonces, los cristianos tenemos que estar informados en cuanto a la mentalidad
musulmana y de los sentimientos que causan expresiones tales como “Padre celestial” o “hijos de Dios”.

LA RESPUESTA DE R. C. SPROUL
En primer lugar, como usted ha señalado, el Cristianismo ortodoxo estaría de acuerdo con casi todos los textos
mencionados, en los términos de un absoluto rechazo respecto de la propagación física divina de seres humanos.
Cualquier tipo de idea, tal como es descrita en las mitologías griega y romana, es inadmisible. El concepto de dioses
que interactúan sexualmente con los seres mortales es completamente ajeno a los principios judío-cristianos, al igual
que en el Islam.
Es obvio que cuando el Cristianismo refiere expresiones tales como “la paternidad de Dios”, “el Hijo de Dios” y “los
hijos de Dios” no está comunicando el significado de una propagación física o biológica. Esta noción errónea ha
surgido en ciertos cultos, pero ha sido rechazada por completo por la gran mayoría de las denominaciones cristianas,
sean liberales o conservadoras.
Tenemos que estudiar rigurosamente cómo el Antiguo Testamento, y en especial el Nuevo Testamento, articulan su
entendimiento acerca de la paternidad de Dios y la, así llamada, hermandad de los hombres. Joachim Jeremías, un
importante teólogo del siglo XX, estudió el tema de la paternidad de Dios en una extensa literatura –no solo en el
Antiguo Testamento, sino también en los escritos talmúdicos, rabínicos y demás textos judíos existentes que
sobrevivieron hasta el siglo XX– para examinar el uso del título “Padre”, atribuido a Dios, dentro del judaísmo. En
ninguna parte del Antiguo Testamento ni en los escritos rabínicos, Joachim pudo identificar a una persona judía que
se dirigiera a Dios, en oración, directamente como Padre. Esta ausencia de intimidad parece ser análoga a la
observación de los eruditos musulmanes.
De hecho, Jeremías concluyó que el primer caso de una persona judía que se dirigió directamente a Dios, con el
término “Padre”, ocurrió en el siglo X de nuestra era. (No obstante, en cada oración de Jesús de Nazaret registrada
en el Nuevo Testamento, a excepción de una, Jesús se dirigió a Dios como Padre). Jeremías detalló que los judíos
tenían una lista de títulos prohibidos y otros aceptables, denotando aquellos que podían ser usados en el culto y en la
oración privada, y que de ninguna manera resultaban denigrantes para la gloria y majestad de Dios. Notoriamente,
en dicha lista no figura el título de “Padre”. En raras ocasiones hay referencias indirectas a Dios como el padre de la
raza humana, solo en la medida que fue su Creador, pero no en la forma burda en que objetan los musulmanes o en
la manera que los cristianos entienden la paternidad de Dios.
La tesis de Jeremías observó que la comunidad cristiana actual se dirige rutinariamente a Dios como Padre. La
Oración del Señor es una parte integral de nuestra adoración, y si usted presta oídos a la oración de un grupo de
cristianos será inevitable que escuche de sus labios el término “Padre”. Sin embargo, debido al uso tan predominante
de este título en la cultura cristiana, a menudo se lo da por sentado. Jeremías afirma que, en los tiempos de Jesús, la
utilización del término “Padre” marcó un cambio radical en la tradición judía. La innovación sustancial que Jesús
hizo fue señalada por sus contemporáneos e inclusive enfureció a sus enemigos, quienes cuestionaron su audacia
respecto a sugerir un tipo de relación tan íntima con Dios.
Por otra parte, esta relación se descubre desde otra perspectiva en el Nuevo Testamento. Dios habló desde el cielo y
declaró: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mt. 17:5); y Jesús ostenta el título de “Hijo de Dios”,
aunque de una manera muy cuidadosamente guardada. Cristo es llamado “el Hijo de Dios”, en griego monogenesis,
que significa “el unigénito” del Padre. Muy pronto, la iglesia comprendió que este concepto no implicaba que Jesús
tuviera un comienzo en el tiempo, ni tampoco que hubiera idea alguna de la procreación del Padre en cuanto a
engendrar un hijo.
La Biblia habla en términos de filiación, no solo en referencia a la generación biológica, sino también a una relación
de obediencia. Cuando Jesús hizo alusión a la verdad que puede traer libertad a la gente, los fariseos se mostraron
molestos y le respondieron: “Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie” (Jn. 8:33). “Jesús les
dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais” (v. 39). Ser llamado hijo de Dios significa ser una
persona que ha obedecido a Dios, es decir que aquí la filiación no está definida en el aspecto biológico, sino en
términos éticos. Y en ese sentido, el Nuevo Testamento habla de la relación única de Cristo siendo perfectamente
obediente al Padre.
Jesús enseñó a sus discípulos la manera en que debían orar: “Padre nuestro que estás en los cielos” (Mt. 6:9). Esta
declaración fue radical e inicialmente asombrosa para los oyentes. No me sorprende en absoluto que los musulmanes
se sientan ofendidos por este concepto, ya que los judíos ortodoxos también se sintieron molestos por tan grande
alejamiento de su tradición. Por cierto, desde la caída y a través de todo el Antiguo Testamento, hay una historia de la
pared que separa a la humanidad de Dios a causa del pecado. Un ángel, con una espada de fuego, protegía la
entrada al paraíso (Gn. 3:24) para evitar que los seres creados tuvieran una relación íntima con Dios.
En Romanos 8, Pablo escribió acerca del concepto de la adopción hecha por Dios, el Padre, en virtud de la obra del
Espíritu Santo, de modo que las personas que han sido adoptadas en la familia de Dios tienen el derecho y la
autoridad de clamar: “¡Abba, Padre!” (v. 15). Ahora tenemos el derecho de dirigirnos a Dios como Padre porque la
antigua relación de alejamiento que definía nuestra conexión antes de la obra expiatoria de Cristo ha terminado, y
aquella pared divisoria ha sido eliminada. Dios es tan amoroso que no solamente ha perdonado nuestros pecados,
sino que nos ha invitado a participar de la comunión íntima al hacernos miembros de su familia. A pesar de que no
somos hijos de Dios por naturaleza, somos sus hijos por adopción gracias a nuestra relación con Cristo, y hemos sido
incluidos en la familia de Dios.
Esta relación difiere notablemente de cualquier otra que pudiéramos encontrar dentro del Islam. En este sentido, el
Islam está profundamente empobrecido, pues no cuenta con una vía de restauración para la relación filial, aquel
vínculo de intimidad para el cual fuimos creados originalmente. El concepto de adopción es vital para comprender la
redención y no debemos darlo por sentado. Cuando el apóstol Juan escribió acerca de este tema en su Primera
Epístola, inició la declaración con la palabra “mirad”. Esta expresión pudiera ser vista como la señal de un cruce
ferroviario que parpadea con una luz roja e invita a detenerse, mirar y escuchar. Indica una voz de “alto ahí” o
“presta atención” porque algo importante está por exponerse: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que
seamos llamados hijos de Dios” (1 Jn. 3:1). Aun los apóstoles del primer siglo se sintieron profundamente conmovidos
por la relación filial que Dios establece con las personas a partir de la obra de Cristo.

EL DESAFÍO DE SALEEB
Al momento de conversar con los musulmanes acerca de la paternidad de Dios es necesario ser conscientes de que no
estamos refiriéndonos a la procreación física de Dios, por ello es muy importante enfatizar el aspecto de la
obediencia, como una definición de la filiación. Además tenemos que entender el contexto pagano imperante en el
cual se produjo el nacimiento del Islam, ya que originalmente el Corán denunció los puntos de vista paganos en
cuanto a que los seres humanos son hijos de Dios. En verdad, el Islam surgió dentro de este marco, pero más tarde la
teología islámica se apartó de dicha temática y nunca desarrolló la relación Dios-hombre en términos de intimidad y
amistad.
Recientemente, el Seminario Fuller realizó una encuesta a seiscientos ex musulmanes convertidos al Cristianismo.
Uno de los factores determinantes en estas conversiones fue el énfasis en el amor de Dios y la intimidad que los
creyentes pueden tener con Dios como su Padre celestial. Esta verdad tuvo una importante influencia en el
acercamiento de estos musulmanes a Cristo, de modo que tenemos que comunicarla a todo el mundo musulmán.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Ti mothy George, Is the Fa ther of Jes us the God of Muha mma d? (Gra nd ra pi ds : zonderva n, 2002). www.zonderva n.com.

NOTAS FINALES
1. Abdullah Yusuf Ali, The Me aning of the Holy Qur ’a n (Be ltsville , Md.: Amana Publications, 1989), p. 751.
2. Ibíd., p. 49.
3. Ibíd.
JESÚS EN EL CORÁN
Aunque l os mus ul ma nes no a cepta n que Jes ús es el Hi jo de Di os ni ta mpoco creen que Él muri ó en l a cruz por l os peca dos del mundo, el Corá n
confi rma s us cua l i da des úni ca s (es peci a l mente en l a s s ura s 3 y 19).
Recomenda mos a l l ector el es tudi o de l os s i gui entes pa s a jes . Ta mbi én puede pregunta r el s i gni fi ca do de l os fra gmentos del Corá n a a l gún
mus ul má n conoci do.
TEMA REFERENCIA EN EL CORÁN REFERENCIA SIMILAR EN LA BIBLIA
Pa l a bra de Di os , el eva ngel i o 3.45; 5.46, 110; 57.27 Ma rcos 1:14-15; Jua n 1:1-18
Es píri tu de Di os 4.171 Roma nos 8:9-17
Mes ía s 3.45; 4.171; 5.17, 72, 75 Jua n 4:25-42
La i ma gen de Adá n 359 1 Cori nti os 15:22, 45
Na ci do de una vi rgen 3.47; 19.20-22; 21.91; 66.12 Ma teo 1:18-25; Luca s 1.26-38
Una s eña l 3.49; 19.21; 21.91 Luca s 2:8-35; Jua n 20:30-31; Hechos 10:38
Honra do 345 Luca s 1:32; Fi l i pens es 2:5-11
Si ervo de Di os 4.172; 19.30 Is a ía s 42:1-4; 49:1-6; 50:4-9; 52:13-53.12; Ma rcos 10:42-45
Reuni rá a toda s l a s pers ona s a Él 4.172 Ma rcos 13:26-27
Un Profeta o un Mens a jero de Di os 3.49; 6.85; 19.30; 57.27 Jua n 5:30; 6:38; 7:29; 8:25-30, 42; 9:4; 10:36; 17:8, 21; 20:21
Sa nó a l os enfermos 3.49; 5.110 Ma teo 4:23-24; Luca s 17.11-19; Jua n 9:1-11
As cendi ó a l ci el o 355 Ma rcos 16:19-20; Luca s 24:50-53; Jua n 10:14-18; Fi l i pens es 2.8-11
Rea l i zó mi l a gros 2.253; 5.112-115 Jua n 10:32
Res uci tó a l os muertos 3.49; 5.110 Ma teo 8:18-26; Luca s 11:17-44; Jua n 11:1-44
Fue forta l eci do por el Es píri tu Sa nto 2.253 Ma teo 3:13-17
Le fue da da revel a ci ón de Di os 3.48; 5.110; 19.30-34 Jua n 7:16-18
Muri ó 3.55; 5.117; 19.33-34 Ma teo 27:32-54; Jua n 19:1-37
Res uci tó de l os muertos 3.55; 19.33-34 Hechos 1:9; 2:24; Fi l i pens es 2:9-10
Vi no con s a bi duría 5.110; 43.63 Efes i os 1:2-14
Su regres o s erá s eña l de l a l l ega da del jui ci o 4.361 Ma teo 25:31-46
Ti ene poder pa ra crea r 5.110 Jua n 1:3; Col os ens es 1:13-23; Hebreos 1:1-14
Intercede por nos otros 6.70; 19.87; 43.86 Roma nos 8:34-39; 1 Ti moteo 2:1-6; Hebreos 7:22-28
Puro, s i n peca do 1.919 Hebreos 4:14-16
COMPARTIENDO NUESTRA FE CON LOS MUSULMANES
por Charles R. Marsh

Quisiera enunciar algunos principios generales que deben ser tenidos en cuenta en la presentación del evangelio
a los musulmanes.
1. Deberíamos evitar condenar al Islam o hablar en forma despectiva de la persona de Muhammad. En vez
de mostrarnos críticos del Islam, debemos tratar de entenderlo con simpatía, poniéndonos en el lugar de un
musulmán. Es sabio no dejarse arrastrar hacia una discusión en torno de la vida o del carácter del hombre que es
honrado como el profeta del Islam. Nuestro objetivo debe ser atraer a los musulmanes al Señor Jesús, demostrándoles
que Cristo es una Persona que vive, que es poderoso para salvar y que puede satisfacer sus corazones. El Señor dio un
fundamental principio de enseñanza a sus discípulos: “…no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se
vendimian uvas” (Lc. 6:44). Él dedujo que las espinas y zarzas de la controversia son repelidas, pero todas las
personas se sienten atraídas por la fruta.
Señalar las deficiencias del Islam es oponerse a un musulmán. Algunos cristianos argumentan que el Islam es una
religión de obras cuando el hombre solo puede ser salvo por la gracia de Dios. Insisten en que la forma de oración de
los musulmanes no es verdadera porque Dios quiere un corazón humilde y contrito, y no la simple postración del
cuerpo. Dicen que si Muhammad hubiera sido un auténtico profeta, él no hubiera tenido tantas esposas. El mensaje
de estos cristianos es negativo y crítico, y el musulmán se siente rechazado y pinchado por las espinas.
Contrariamente, nuestro propósito debe ser la presentación positiva de la Vid verdadera, a fin de que los musulmanes
deseen recolectar para sí mismos el fruto del evangelio. No queremos provocar ningún argumento para la represalia.
2. Debemos recordar que un musulmán es un creyente en el Dios único y verdadero, y en sus leyes. Las
ideas islámicas pueden ser falsas, pero un estudio cuidadoso de los noventa y nueve nombres de Dios, recitados con la
ayuda de rosarios, muestra que los musulmanes creen y adoran al único Dios verdadero. Muchos de estos atributos
se encuentran tanto en la Biblia como en el Corán; por lo tanto, siempre puede hacerse referencia a la existencia,
poder, juicio, fidelidad y santidad de Dios. Los musulmanes conocen que Dios es omnipresente, omnipotente y
omnisciente, y por ende ellos nunca deben ser tratados como paganos, agnósticos o idólatras.
3. En el corazón de todo verdadero musulmán existe el temor de Dios. Este es el punto más fuerte en nuestro
enfoque. Los musulmanes no creen en Dios solo en el marco teórico, sino que reconocen, en lo más íntimo del
corazón, que un día van a encontrarse con el juicio de Dios. Los fieles al Islam son conscientes de sus propios defectos
y fracasos, saben que el infierno existe y tienen pánico de ser echados ahí. Los musulmanes expresan la conciencia de
su temor cuando adoptan la postración corporal para realizar sus oraciones y en la veneración, tomando así la
actitud de los esclavos que están frente a su amo. Aunque en contraste directo con la mentalidad filial del creyente en
Cristo, que conoce a Dios como su Padre celestial, es obvio que el verdadero temor o reverencia a Dios es la base para
una apelación a la conciencia. El impresionante respeto o temor de Dios, tan necesario en nuestros países occidentales
hoy en día, todavía se encuentra en muchos países islámicos. Algunos pueden objetar este temor a Dios como una
superstición, pero indudablemente cada obrero cristiano que trabaja entre los musulmanes puede dar fe de esta
conciencia colectiva, y también reconocer en ello un provechoso potencial.
4. La mayoría de los musulmanes tiene una percepción definida acerca del pecado. En términos generales, los
musulmanes no tienen una profunda convicción en cuanto al pecado, pero están totalmente conscientes de su
incapacidad para alcanzar el nivel requerido por Dios. En cierto sentido, el Islam apela a la conciencia del musulmán,
pues él sabe que transgrede la ley de Dios. En las oraciones islámicas diarias hay peticiones para alcanzar el perdón y
continuamente se repite la siguiente fórmula: “Pido el perdón de Dios” (astaghafr Alá). Los musulmanes reconocen
sus faltas y esperan recibir el perdón misericordioso de Dios, pero también advierten que su religión no les ofrece
garantía alguna al respecto, sino más bien una espera expectante. El deseo de obtener el perdón de los pecados sigue
latente en los corazones y podemos hacer uso de ello.
Los musulmanes tienen poca dificultad en la comprensión de la naturaleza malvada del hombre, aquella que la
Biblia define como “la carne” o “el pecado.” Diferentes musulmanes expresan esta realidad de variadas maneras y
palabras, pero los devotos tienen una conciencia aguda del mal morando en su interior. Los musulmanes entienden
que su naturaleza es mala, y, aunque desean hacer el bien, son incapaces de hacerlo. También el sincero esfuerzo por
observar su código moral resulta infructuoso, pues el musulmán percibe que el problema se halla en su propio
corazón perverso. Solamente Cristo es la respuesta a las necesidades tan profundas del alma.
5. Los musulmanes, al igual que los cristianos, son seres humanos pecadores. Considerando las razones que
han sido expuestas con anterioridad, debemos dejar de lado la identidad religiosa y aceptar que los seguidores de
Muhammad son seres humanos, y por lo tanto, son pecadores. Los pecadores necesitamos un Salvador y los
cristianos conocemos el mensaje que puede satisfacer esta necesidad. Los musulmanes tratarán de debatir acerca de
su religión, apelando a las diferencias entre el Cristianismo y el Islam. Es preciso evitar tal debate, en cambio,
debemos volver continuamente al oyente hacia su necesidad de un Salvador, recurriendo primero a su conciencia
antes que a su intelecto. Debemos demostrar que la fe cristiana es lógica. La persona debe ser alcanzada en su
totalidad y los problemas teológicos deben ser tratados, pero la primera apelación debe hacerse al corazón y a la
conciencia.
No avergonzarse nunca de confesar sus creencias es una característica distintiva del creyente musulmán. Él siempre
expresa sus convicciones con toda claridad y no dudará en tratar de llevar a su interlocutor a repetir el testimonio de
Muhammad (shahada), a fin de lograr un nuevo adepto para el Islam. Los musulmanes admiran el celo y la
franqueza que otros pueden tener al confesar abiertamente su fe, así que los cristianos no deben ocultar ni disminuir
las verdades bíblicas, y mucho menos intentar que encajen con las creencias islámicas. El Islam y el Cristianismo son
diametralmente opuestos y es imposible encontrar una fe común que adapte el mensaje cristiano al pensamiento
islámico. El musulmán tiene una mente aguda y perspicaz, y detecta rápidamente cualquier intento de
encubrimiento de la verdad o de contemporización. En cierta ocasión, el doctor Samuel Zwemer manifestó que una
persona puede decir cualquier cosa a un musulmán, siempre y cuando sea dicha en amor y con una sonrisa. Los
musulmanes respetan al individuo que, aun solo y en medio de una multitud de adversarios, tiene el coraje de
exponer sus convicciones y no vacila en declarar toda la verdad. No obstante, es de suma importancia que esta
convicción esté respaldada por una vida coherente.

6. El mensaje cristiano es juzgado por el carácter del mensajero. Es evidente que en el primer acercamiento
entre dos personas, el mensajero es tan importante como el mensaje. En tiempos pasados ocurrió que hubo
mensajeros que no eran verdaderamente cristianos y, como resultado de ello, tanto musulmanes como otros oyentes
no quisieron escuchar el mensaje. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza” (Gál. 5:22). El conjunto de estas virtudes constituye un carácter semejante al de Cristo, y
solo puede reproducirse en las personas por la acción del Espíritu Santo.
La Biblia enseña consistentemente que el carácter válido del mensajero es el de un siervo. La persona que es apta en
su labor y es respetada por los demás tiene las siguientes cualidades: el amor que permanece inalterable a pesar del
odio y la amargura de los musulmanes, que es sufrido y benigno, que todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta; el
gozo en el Señor que trasciende más allá de oposiciones y persecución; la paz de Dios que tanto anhelan los
musulmanes; la paciencia laboriosa que sigue adelante; la bondad práctica que los musulmanes no pueden refutar
con argumentos; la fidelidad a la palabra empeñada que es digna de toda confianza; la mansedumbre suave que
persiste aun frente a la arrogancia; la templanza que permanece ecuánime aunque la persona sea tentada a expresar
su enojo sobre juicios sin sentido. A este carácter ejemplar hay que añadirle un espíritu de reverencia y sobriedad,
pues los musulmanes no pueden comprender la exaltación jubilosa que caracteriza a algunos cristianos. Por cierto,
un hombre de Dios es alegre, pero debe mostrarse sobrio y reverente sobre todo cuando transmite las verdades
divinas, su fe viva en Dios y el mensaje del evangelio.
MÁS SUGERENCIAS PARA COMPARTIR
LA FE CRISTIANA
1. Interactúe solo con personas de su mismo sexo. En la
religión islámica los géneros suelen mantenerse
separados, y la piedad y la pureza son cualidades
respetadas (tal como en el Cristianismo). Las mujeres
siempre se visten con modestia y no participan de un
encuentro masculino. Por otra parte, los hombres no
entran en una casa donde no haya otros varones
presentes.
2. Esquive las discusiones. La meta es ganarse un amigo
y no salir airoso en una discusión. Nuestro mensaje no
pretende presentar una religión y su régimen ritual ni
un sistema filosófico, sino que busca comunicar la
relación que la gente puede obtener con Dios a través
de Cristo. Exprese su gratitud por la obra del Salvador
y comparta las Buenas Nuevas.
3. Evite los agravios al Corán, a Muhammad y al Islam.
La humillación es alienante, pero la presentación de
Jesús y su obra son atractivas y lograrán acercar a
nuestro amigo a la fe.
4. Sea sensible a las costumbres de su amigo musulmán,
observe el modo en que se sienta, las comidas que
saborea y la rutina que desarrolla al ingresar en una
casa. Nuestros propios hábitos culturales pueden
resultar una afrenta a su sensibilidad.
5. Sea consciente de las prácticas islámicas. Podemos
ofender al creyente musulmán si colocamos la Biblia
en el suelo, si ponemos algún objeto encima de ella o
si marcamos sus páginas.
6. Los cristianos no deben denigrar al prójimo; por ende,
absténgase de criticar a sus hermanos en Cristo y a
otros ministerios cristianos.
7. Persista en la sencillez del evangelio y en la férrea
creencia de él.
8. Mantenga un estilo de vida coherente que refleje que
el evangelio de Cristo es poder de Dios para salvación
y liberación del pecado.
9. Con respecto a la salvación de los perdidos, ruegue a
Dios por una obra genuina del Espíritu Santo porque es
Él quien busca y afirma a los seguidores de Jesús.
Entonces no es la decisión de una persona, pero ¿está
usted dejando que Dios le utilice en su obra?
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org.

7. Necesitamos usar las verdades ya conocidas por los musulmanes para conducirlos a aceptar la verdad
completa de la Palabra de Dios. A medida que vayamos explorando las creencias islámicas seremos capaces de
encontrar varios puntos de contacto. Por ejemplo, los musulmanes creen que Dios es luz y que no hay ninguna
tiniebla en él; reconocen que Cristo es el hijo de María; admiten que uno de los títulos de Jesús, en el Corán, es la
Palabra de Dios (Kalimat Allah); saben que el Señor Jesucristo regresará pronto para reinar; sostienen que la gente
debe ser pura para acercarse a Dios en oración. Según vemos en los aspectos recién enumerados, los musulmanes
tienen un atisbo de la verdad y podemos dar gracias a Dios por ello. Asimismo, podemos elogiarlos por sus
conocimientos y creencias, mientras que tratamos de guiarlos hacia la verdad más profunda. Puede suceder que en
la primera instancia el musulmán no acepte el mensaje, pero ellos reflexionarán.
En conclusión, otros dos principios complementarios deberían guiarnos:
8. El musulmán responde al amor. Los musulmanes deben percibir que estamos interesados en ellos como
personas –no meramente por sus almas– y que nuestro amor es genuino. En casi todas las conversiones de
musulmanes, ese hombre o esa mujer fueron impactados primeramente por el amor cristiano.
Mebarek era un joven estudiante del Corán, era maestro en la mezquita e instruía a los niños en el recitado del libro
sagrado. Durante muchos años, Mebarek había asistido a las clases bíblicas dominicales, pero la enseñanza no había
dejado huella en él. Su corazón fue endureciéndose hacia el evangelio y comenzó a burlarse de los maestros
cristianos. Cuando tenía dieciocho años, y muy orgulloso de su conocimiento del Islam, se dirigió a la casa de una
misionera y le pidió un evangelio en árabe, aludiendo que deseaba mucho volver a leerlo. La sierva de Dios se
emocionó grandemente, pues la búsqueda espiritual de este muchacho era la respuesta a sus oraciones. Cuando
Mebarek tuvo el evangelio entre sus manos le dio un rápido vistazo e inmediatamente, y con una mirada desafiante,
lo rompió en pedazos, lo tiró al suelo y pisoteó las piezas esparcidas. El joven esperaba recibir una aguda reprobación
por su maltrato hacia la Palabra de Dios, pero en cambio observó lágrimas que afloraban de los ojos de la mujer. Con
un rostro de tristeza indecible, pero llena de amor genuino, ella giró sin decir una palabra y entró a su casa para orar
por él.
Mebarek regresó a su hogar, pero la manifestación del amor paciente, la mansedumbre y la ternura de Cristo que
acababa de ver, causó un fuerte impacto en su corazón. Después de una hora, el muchacho volvió para encontrarse
con la misionera, mas esta vez como un pecador convicto en busca de salvación. La simple expresión de amor, de
Aquél que lloró sobre Jerusalén, produjo lo que los años de enseñanza no habían podido conseguir. De modo que el
mensajero amoroso es tan importante como el mensaje.
Los cristianos han fallado en este aspecto a lo largo de los siglos, especialmente, desde la época de las Cruzadas y
hasta la actualidad. Algunos misioneros insisten en luchar en contra del Islam mediante el uso de argumentaciones,
abusos y hasta el ridículo. Es primordial mostrar el verdadero amor de manera práctica, poco a poco, para derribar
las barreras. Nunca deje de saludar con una sonrisa a sus amigos musulmanes, incluso en épocas de tensión política.
Muestre solidaridad en tiempos de enfermedad o muerte. Realice pequeños actos de servicio. Invite a sus contactos a
su casa y acepte las invitaciones de ellos a la suya. Sea meticulosamente honesto en todos los tratos comerciales.
Demuestre que es cristiano en los mínimos detalles de la vida. Si un comerciante musulmán le ha dado un vuelto
erróneo, asegúrese de indicárselo. Sea respetuoso y dé honra a quien es debido. Evidencie su amor a los musulmanes
tratando de entender sus puntos de vista. Sea un buen oyente. Dios me ha enseñado en la vejez que es sabio escuchar
pacientemente a otras personas, no importa si se trata de adolescentes ingleses o de musulmanes fanáticos. Si
podemos dar crédito a alguno de sus argumentos debemos hacerlo sin lugar a dudas, pero mostrándonos
transparentes y sinceros. Los musulmanes pueden leer nuestras vidas como si fueran un libro, y por lo general los
apodos que reciben los misioneros y otros cristianos son siempre acertados. Recuerde que el verdadero amor no
oculta la verdad y los cristianos tenemos que comunicar el mensaje de vida. Sin embargo, antes de que los
musulmanes puedan aceptar y amar a nuestro Señor deben aprender a amarnos a nosotros, y antes de confiar en el
Señor ellos deben ver que pueden confiar en nosotros. El amor es la manera de Dios.
9. Por último, toda nuestra dependencia debe estar en la obra del Espíritu Santo. Los cristianos tenemos que
someternos totalmente al Espíritu Santo, pues Él nos enseña las cosas que debemos hablar, produce convicción de
pecado y fe en Cristo Jesús, infunde vida nueva y proporciona la garantía de paz. Todo esfuerzo humano que
podamos realizar, en la empresa de compartir la fe cristiana a los musulmanes, será totalmente inútil sin la obra del
Espíritu Santo de Dios (Jn. 16:8-14).

Final de las lecturas básicas de la Lección 8. Ver Aprende Más.


PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. ¿Cuáles son los términos o conceptos que se encuentran en el Islam y en el Cristianismo que tienen significados,
implicaciones o suposiciones muy diferentes?
2. Los bancos adiestran a sus empleados en el reconocimiento de las monedas falsificadas mediante el estudio de los
proyectos originales. ¿Qué es el “verdadero Cristianismo”? Lea Romanos 5:1-11.
• Ha ga una l i s ta de l os verbos que des cri ben l a s a cci ones huma na s .
• El a bore una nómi na de l os verbos que menci ona n l os a ctos de Di os .
• Contra s te l a condi ci ón de s u vi da a ntes y des pués de l a obra s a l va dora de Cri s to.
• ¿Qué nueva s i dea s ha encontra do medi a nte el es tudi o de es te pa s a je?
• Medi te en es te texto bíbl i co dura nte l a s ema na y pi da que Di os l e convenza de s u verda d de una ma nera má s profunda . Que el a mor
de Di os fl uya en s u i nteri or y pueda derra ma rs e a tra vés s uyo en l a vi da de otra s pers ona s .

APRENDE MÁS
Leer Norman L. Geisler y Abdul Saleeb, Answering Islam, 2a ed. (Grand Rapids: Baker Books, 2002).
Abdiyah Akbar Abdul-Haqq, Sharing Your Faith with a Muslim (Minneapolis: Bethany House, 1980).
Fouad Elias Accad, Building Bridges: Christianity and Islam (Colorado Springs, Colo.: NavPress, 1997).
Chawkat Moucarry, The Prophet and the Messiah (Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 2001).
Ver una película que presente el Islam desde una perspectiva cristiana.
Orar al menos un día, por los musulmanes en los cinco horarios islámicos prescritos. En diversos sitios web puede
encontrar la lista de los horarios, de acuerdo con el lugar donde usted vive.
Encontrar a un musulmán con el propósito de comenzar una relación de amistad mediante una conversación.
Invítelo a tomar el té o a una comida.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
LECCIÓN 9
ENFOQUES DE ALCANCE
REFLEXIONE
• ¿Cómo ha alcanzado la iglesia cristiana a los musulmanes a lo largo de los siglos? ¿Qué resultados ha obtenido?
• ¿Cómo debemos trabajar en los países de mayoría musulmana con las iglesias cristianas existentes?
• ¿Por qué un musulmán se angustia cuando otros musulmanes vienen a Cristo?
PUNTOS CLAVE
1. La falta de esfuerzo de la iglesia hacia los musulmanes.
2. Ilustraciones de testigos fieles de la historia.
3. La movilización de las minorías cristianas para llegar a la mayoría musulmana a menudo eficacia.
4. Sobre-confianza en el debate y el uso argumentativo de la apologética.
5. Creciente eficacia de los medios de comunicación.
6. La extracción de los conversos y la persecución generalizada dan lugar a la pérdida del testigo.
7. Más musulmanes están viniendo a Cristo que nunca.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVES Introducción
Enfoques A La Evangelización De Musulmanes
Samuel Zwemer
¿Por Qué Tan Pocos Frutos?
BÁSICAS Lecciones Misioneras De La Historia
Lista De Observación Mundial
Declaraciones Sobre Las Actitudes Cristianas Hacia Los Musulmanes
¿Qué atrae a las mujeres musulmanas hacia cristo?
INTRODUCCIÓN

¿Cuál es el registro de testigos de la iglesia cristiana en el mundo musulmán? ¿Cómo debemos responder a tal
registro? Los esfuerzos hechos por la iglesia, en el pasado, han legado muchos beneficios en cuanto a nuestro actual
acercamiento a los musulmanes. Sin embargo, no debemos ser lentos para admitir y reparar nuestros errores y
fracasos.
Es vergonzoso comprobar que, desde la época de Muhammad, las actividades efectivas de divulgación cristiana a
los musulmanes han sido muy escasas. E incluso cuando el testimonio cristiano pudo haber llegado,
lamentablemente los musulmanes conectaron la obra de evangelización con la expansión territorial, el imperialismo
y la guerra. Ellos han acusado a la iglesia de utilizar la ayuda financiera y el otorgamiento de empleo para
“comprar” convertidos de entre los sectores más pobres.
En efecto, el avance cristiano sucedió por diversos motivos. Mucho tiempo después del fin de las Cruzadas, la
política y el comercio continuaron para dar forma a la estrategia de misión. Aun en la actualidad, los musulmanes
vinculan muchos esfuerzos evangelísticos bien intencionados con el colonialismo y la dominación cultural de
Occidente. Las actitudes de superioridad cultural han minado las buenas obras cristianas, y como “prueba” de ello,
los musulmanes han hecho el siguiente alegato: “A menudo, los actos ruidosos de los ejércitos occidentales ahogan los
esfuerzos silenciosos de los siervos de Cristo”. Sin embargo, en el presente se realiza más trabajo evangélico entre los
musulmanes que hace treinta años atrás, y hay disposición para cambiar las percepciones equivocadas. Por lo tanto,
tenemos gran esperanza.
Antiguamente, la mayoría del evangelismo solía realizarse sin una base en las relaciones humanas. Los obreros
repartían la literatura cristiana, pero no vivían entre los musulmanes ni los invitaban a sus hogares ni confiaban en
ellos para solicitarles ayuda. Frecuentemente, los misioneros montaban ataques polémicos en contra del Islam,
denunciándolo como una ideología herética; y en lugar de hacer énfasis en la unicidad de Jesucristo, trataban de
convencer a los musulmanes de los errores e inferioridad de su religión. Sin embargo, algunas personas que
inicialmente habían sido agresores verbales del Islam, más tarde, cuando comprendieron a los musulmanes y los
apreciaron como sus amigos, se convirtieron en defensores del testimonio de la encarnación (el exponente más
notable fue Samuel Zwemer).
De los pocos misioneros valientes que evangelizaron las comunidades musulmanas siglos atrás, casi todos ellos se
centraron en las minorías y otros grupos no musulmanes, como por ejemplo, los armenios de Turquía. Los obreros
buscaban movilizar primero a los cristianos locales para luego alcanzar a los musulmanes de la comunidad. Aunque
esta estrategia fue útil en algunos casos, no resultó eficaz en general, debido a que las iglesias minoritarias debían
enfrentar diversos obstáculos tales como la persecución, el racismo (de su familia y de la sociedad), el miedo a
padecer el martirio y la tendencia humana de producir conversos a la propia imagen cultural. Los cristianos
tradicionales vivían cultural y geográficamente cerca de los musulmanes, pero se mantenían en una comunidad
separada, y en muchos casos, evitaban cuidadosamente una relación de amistad con los musulmanes. A raíz de ello,
la mayoría de los misioneros tuvo poco impacto tanto en las iglesias como en las comunidades musulmanas cercanas.
Si bien no podemos ignorar a las iglesias existentes en la planificación de las estrategias actuales de acercamiento,
tampoco debemos asumir que nuestros esfuerzos para hacerlas crecer se traducirán en un alcance a sus vecinos
musulmanes.
LA MUERTE DE JESÚS
La opinión aceptada generalmente por los musulmanes
es que Jesús no padeció la muerte humana, sino que Él
está vivo, en forma corpórea, en el cielo.1 La teoría más
popular es que Jesús no murió en la cruz, sino que otra
persona tomó su lugar. Algunos teorizan que Jesús fue
crucificado, pero sin sufrir la muerte, sino solo un
desmayo; y otros dicen que la crucifixión es una
leyenda. (Para un estudio adicional, consulte la Lectura
Completa de la lección 8: “La crucifixión de Jesús”,
www.encounteringislam.org/readings).
Y por ha ber di cho: “Hemos da do muerte a l Ungi do, Jes ús , hi jo
de Ma ría , el envi a do de Al á ”, s i endo a s í que no l e ma ta ron ni
l e cruci fi ca ron, s i no que l es pa reci ó a s í. Los que di s crepa n
a cerca de él , duda n. No ti enen conoci mi ento de él , no s i guen
má s que conjetura s . Pero, ci erta mente no l e ma ta ron, s i no
que Al á l o el evó a Sí. Al á es poderos o, s a bi o (s ura 4.157-158).
En el contexto de este verso, “ellos” hace referencia a
los judíos; y el Corán refuta el enunciado judío que
afirma que ellos mismos mataron a Jesús. Pero otros
versos coránicos parecen dar a entender que Jesús
murió.
Yo [Jes ús ] no l es he di cho má s que l o que Tú me ha s
ordena do: “¡Servi d a Al á , mi Señor y Señor vues tro!” Fui
tes ti go de el l os mi entra s es tuve entre el l os , pero, des pués
de l l a ma rme a Ti , fui s te Tú Qui en l es vi gi l ó. Tú eres tes ti go de
todo (s ura 5.117).
Cua ndo Al á di jo: “¡Jes ús ! Voy a l l a ma rte a Mí, voy a el eva rte a
Mí,2 voy a l i bra rte de l os que no creen y poner, ha s ta el día de
l a Res urrecci ón, a l os que te s i guen por enci ma de l os que no
creen. Luego, vol veréi s a Mí y deci di ré entre vos otros s obre
a quel l o en que di s crepa ba i s (s ura 3.55).
1. Ver l a nota de comenta ri os número 664, Abdul l a h Yus uf Al i , The
Mea ni ng of the Hol y Qur’a n (Bel ts vi l l e, Md: Ama na Publ i ca ti on,
1989), p. 236.
2. La ma yoría de l os tra ductores evi ta tra duci r el verbo á ra be
“ma ut”, que l i tera l mente s i gni fi ca “mori r, perecer”.
Fuente: Année W. Rose, www.frontiers.org

Existen ejemplos excepcionales de cristianos que han trabajado de manera productiva entre los musulmanes
durante los primeros catorce siglos del Islam. El enfoque institucional, uno de los pilares de las misiones cristianas en
tierras musulmanas, estableció las primeras universidades y hospitales modernos en numerosos países islámicos. No
obstante, la fiel permanencia de estas instituciones en la comunidad no siempre se manifestó en importantes
relaciones de testigos. Durante ese período, los pocos musulmanes que llegaron a conocer a Cristo fueron alentados a
dejar sus familias y a cambiar sus nombres, en la hora de la persecución. Incluso algunos tuvieron que maldecir a
Muhammad y pararse encima del Corán, como condiciones previas al bautismo cristiano. Aun en la actualidad, la
piedra de tropiezo para el evangelio entre los musulmanes a veces no es la persona de Jesús o la cruz, sino la
percepción de que el nuevo creyente debe dar la espalda a su cultura y debe convertirse en un extranjero dentro de su
propia comunidad. En estos términos, la conversión es vista como el rechazo hacia las lealtades familiares y locales,
una ruptura rebelde de la comunidad más que una transformación interior a través de Cristo.
Sin embargo, muchos métodos históricos de testimonio efectivo entre los musulmanes siguen siendo actualmente
viables. A pesar de que las escuelas de misiones, los hospitales y los orfanatos ya no pueden ser un medio estratégico,
los musulmanes todavía necesitan tener la Palabra de Dios en sus lenguas vernáculas. Las conversaciones en una
mesa redonda y las relaciones a largo plazo entre varones musulmanes de paz son prometedoras para la generación
de comunidades de creyentes, en Jesucristo, de trasfondo musulmán (leer Lucas 10:5-9). A menudo, los misioneros
cristianos de antaño lideraron la promoción mundial en favor de mejores condiciones sociales, derechos humanos y
libertad religiosa; y sus ejemplos deben ser asimilados y perfeccionados por la iglesia cristiana contemporánea.
Después de la Guerra de los Seis Días entre árabes e israelíes, en 1967, la crisis del petróleo de la OPEP en 1973 y la
revolución islámica de Irán en 1979, el Islam desembarcó en la escena mundial. Por otro lado, durante la década de
1970, varios eventos marcaron un cambio en el testimonio cristiano a los musulmanes: la Conferencia de Lausana
para la Evangelización Mundial (1974), la Consulta para la Evangelización Musulmana Glen Eyrie (1978), la
fundación del Instituto de Estudios Musulmanes Zwemer (1979) y la formación de varias agencias misioneras, tales
como Pioneers (1979) y Frontiers (1982). A partir de estos sucesos, el acercamiento cristiano a los musulmanes se ha
vuelto más amplio y constructivo. Aunque todavía es eventual, los musulmanes de nuestros días tienen más
probabilidades de encontrar un testimonio relevante de Jesús que las que tuvieron sus congéneres en cualquier otro
momento de la Historia.
Debemos honrar el ejemplo y el legado de los primeros misioneros a los pueblos musulmanes. Su valor y fidelidad
nos siguen inspirando, y en el presente, la fecundidad es directamente proporcional a esa voluntad que ellos tuvieron
de soportar las aflicciones de Cristo: sirvieron, sufrieron, e inclusive murieron por causa de Él (Col. 1:24). La sangre
de ellos fue derramada, al igual que la de Cristo, con el propósito de que los musulmanes crean. Asimismo, Dios nos
llama a evaluar los errores de aquellos que nos precedieron (como un día nuestros hijos considerarán los nuestros).
Debemos modelar su fe, aprender de su trabajo, y examinar acabadamente sus premisas, a fin de evitar caer en las
mismas dificultades y servir con métodos –cultural y bíblicamente– apropiados.
K.S., editor

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Col i n Cha pma n, Is l a m a nd the Wes t: Confl i ct, Coexi s tence, or Convers i on (Ca rl i s l e, RU: Pa ternos ter, 1998).
ENFOQUES A LA EVANGELIZACIÓN DE MUSULMANES
por Juan Marcos Terry

El Cristianismo se ha encontrado con el Islam desde los tiempos de Muhammad. En obediencia al mandato de
Cristo, de predicar el evangelio, los cristianos han utilizado variadas estrategias, unas ásperas y otras benignas, unas
frustradas y otras exitosas, con resultados igualmente dispares. Este artículo presenta una breve reseña histórica de
las cinco categorías principales en las que pueden agruparse los diferentes métodos y enfoques de evangelismo al
mundo musulmán. La contextualización parece ser el mejor modelo probado; sin embargo, el enfoque propicio se
encuentra en la elección de los elementos más convenientes de cada modelo, según la situación presentada.
1. Modelo de confrontación. En los siglos XVIII y XIX, algunos misioneros –como por ejemplo Henry Martyn, Karl
Pfander y St. Clair Tidall– intentaron ganar a los musulmanes a través del debate público. También predicaron en
bazares y produjeron literatura apologética y polémica tanto en inglés como en las lenguas vernáculas. El método no
fue muy exitoso en términos de conversiones y generalmente despertaba una mayor antipatía de los musulmanes
hacia el Cristianismo.
En la actualidad, este modelo no es ampliamente utilizado. Con frecuencia, sus antiguos defensores trabajaban bajo
la protección de los gobiernos coloniales, pero, hoy en día, esto no es tolerado en la mayoría de los países
musulmanes. Aunque de vez en cuando algún intelectual musulmán es convencido, o un orador cristiano llega a ser
más respetado debido a su enérgica presentación, este tipo de debate no genera el movimiento de las masas. El
debate, como técnica evangelística, es muy diferente del diálogo, un medio para la construcción de relaciones (véase
más adelante).
2. Modelo evangélico tradicional. Samuel Zwemer (1867-1952), llamado el “apóstol de los musulmanes”, fue el
pionero de este método. Durante sus años jóvenes (1890-1916), Samuel tendió a la confrontación; y en sus libros, La
desintegración del Islam (1915) y Muhammad o Cristo (1916), llamó a un “desplazamiento radical”, al completo
rechazo del Islam por parte de sus seguidores. Sin embargo más tarde, Zwemer adoptó un enfoque más
antropológico y cristocéntrico, y escribió con empatía acerca de los musulmanes. Reconoció que ellos eran personas
que buscaban a Dios y, al mismo tiempo, se mantuvo firme en la sentencia de que solo Jesús podía satisfacer sus
necesidades.1
Zwemer sostuvo que la evangelización debe enfatizar la encarnación, la expiación y la mediación de Cristo. El
evangelista debe llamar a los musulmanes al arrepentimiento, a la sumisión a Cristo y a la participación en la iglesia
local. En los últimos años, Zwemer respaldó el testimonio dado a personas individuales y grupos pequeños, y
recomendó a los estudiantes que realizaran la evangelización en términos de amistad, pues él creía que la
personalidad humana es el mejor puente para transportar el evangelio.2 Zwemer fue un prolífico escritor que produjo
innumerables libros y folletos, y su ejemplo fue imitado por los evangélicos en cuanto a la vasta distribución de
Biblias y la propagación del evangelio a través de la radio y los cursos bíblicos por correspondencia.
El modelo tradicional ha originado iglesias de estilo occidental, puesto que los misioneros impulsaron al recién
convertido a romper lazos con el Islam y a identificarse públicamente con una iglesia cristiana. Zwemer rechazó la
idea de que los convertidos permanecieran en el Islam tanto como sea posible como para influenciar a otros
musulmanes.3 Las principales críticas a este enfoque son la falta de eficacia y el tinte extremadamente occidental. No
obstante, sus defensores consideran que el modelo es bíblico; por lo tanto, siembran fielmente la semilla, aguardando
con esperanza los frutos que vendrán a su tiempo. Además, atribuyen los magros resultados a los obstáculos
políticos, históricos y sociales que escapan a su control.
LA PÉRDIDA CONSTANTE DE
TESTIMONIO
El 95 por ciento de los creyentes de cultura musulmana
(CCM) “desertan” de su comunidad de testimonio en un
lapso de diez años. A continuación, se enuncian algunas
de las razones:
• Emigración para huir de la persecución, por temas de
empleo o por odio al padre y a la propia cultura.
• Abandono del hogar o elección de permanecer soltero
para no casarse con un incrédulo.
• Casamiento con un cónyuge extranjero y posterior
emigración.
• Expatriación por empleo o educación.
• Imposición de matrimonio con un cónyuge musulmán,
establecido por la familia. La pareja deberá criar a los
hijos en la religión islámica, caso contrario, la guarda
de los menores estará a cargo de la familia o del
gobierno.
• Silencio o negación de la fe por miedo al martirio y a la
persecución.
• Martirio por razones ajenas al testimonio.
Resumiendo, entre el 50 y el 70% de los CCM son
“arrancados” de su comunidad; aproximadamente el
80% recibe educación fuera de su país, y hasta el 60%
se casa con una persona extranjera. En consecuencia,
solo el 5% de los CCM permanece en su cultura para ser
testigo, discipular a la próxima generación de creyentes
y formar familias en Cristo.
Fuente: Nik Ripken. Desde 1984, Nik ha servido en
África, junto con su familia. Actualmente es consultor de
estrategia para los pueblos del norte de África y Oriente
Medio.

3. Modelo institucional. Este modelo es utilizado por varias misiones denominacionales. Tanto presbiterianos como
congregacionales han tratado de ganar a los musulmanes mediante la instalación de hospitales, escuelas y orfanatos;
asimismo la Junta de Misiones Extranjeras de la Convención Bautista del Sur ha erigido tres hospitales en países
árabes, y escuelas y orfanatos en el Líbano, Jordania e Israel (para palestinos). Este enfoque supone que las
demostraciones de amor, compasión y humildad derriban los muros de prejuicios. Algunos especialistas en misión
sostienen que más cristianos deberían ser enviados, ya sean maestros, médicos, enfermeras o agricultores, porque sus
obras hablarán más fuerte que las palabras.4
El método institucional sigue teniendo validez, pues las instituciones son un buen canal para superar los prejuicios y
ganar audiencia en aras del evangelio; y en algunos países, por ejemplo Yemen, estos centros son la única presencia
cristiana permitida. Sin embargo, las instituciones enfrentan tiempos difíciles debido a la inflación, que dificulta el
mantenimiento, y a los gobiernos, que toman el control de muchos de sus servicios.
4. Modelo dialogal. Temple Gairdner (1873-1928) fue pionero de este enfoque, y Kenneth Cragg lo desarrolló más
detalladamente. El diálogo es motivado por un amor sincero que busca reconciliar a musulmanes y cristianos.
Cuenta con cuatro propósitos: primero, conocer las creencias islámicas y apreciarlas en función de su cultura;
segundo, establecer contacto con los musulmanes en base de una relación de amistad sincera y honesta; tercero,
aprender a dar testimonio a los musulmanes; por último, traer a los musulmanes a la salvación en Cristo.5
Este enfoque no debe ser confundido con los diálogos sincréticos y universalistas patrocinados por algunos grupos
ecuménicos. Los misioneros no renuncian a sus convicciones, sino que las afirman mediante el uso de un método que
permite el crecimiento concomitante en la comprensión de los musulmanes.
SIGUIENDO AL CORDERO
¿Podemos aprender a confiar en Dios que la
coincidencia –de nuestros métodos con el contenido
pacífico del evangelio– será la mejor manera de
proceder en el testimonio entre los musulmanes? La
naturaleza misma del evangelio nos conduce en
dirección a la vulnerabilidad y el sacrificio. ¿Podemos
seguir “al Cordero por dondequiera que va”? (Ap. 14:4).
Gordon D. Ni ckel , Pea cebl e Wi tnes s Among Mus l i ms
(Scottda l e, Pa .: Hera l d Pres s , 1999), p. 106.

5. Modelo de contextualización. En este acercamiento, los misioneros adoptan métodos culturalmente relevantes
mediante la presentación del evangelio, en formas religiosas y culturales que puedan ser identificadas por los
musulmanes. Este método tiene en cuenta el “escándalo de la cruz”, pero trata de evitar objeciones inaceptables,6 y
requiere la realización de cambios en el estilo de vida misionero, los modos de adoración, los términos teológicos y las
estrategias.
Los defensores de la contextualización argumentan que este modelo de evangelismo debe considerar las siguientes
tácticas:
• El primer contacto amigable debe ser establecido con los líderes musulmanes, con el propósito de reducir la
posibilidad de una abierta oposición.
• El foco del testimonio debe estar en los líderes de opinión de la comunidad, y no en los marginados de la sociedad.
• La meta inicial de conversiones debe centrarse en las familias, los parientes y grupos de amigos, y no en el
individuo aislado.
• Al principio, deben ser presentados únicamente los conceptos teológicos básicos.
• Debe permitirse un tiempo adecuado para que ocurra el cambio.7
• No es recomendable alentar a los nuevos conversos a repudiar el Islam. Más bien “cada uno en el estado en que fue
llamado (por Dios), en él se quede” (1 Co. 7:20) para influir en sus compañeros.
• En la mayoría de los casos, el bautismo debe ser pospuesto, con el objeto de que el nuevo creyente tenga cuantiosas
oportunidades de ganar a otros musulmanes. La confesión de fe debería ser abierta, pero el bautismo es
considerado como un acto político en algunos países.
• Las prácticas animistas deben ser revisadas para descubrir las áreas de sentida necesidad y proporcionar los puntos
útiles de contacto en la tarea evangelizadora.8
En resumen, el modelo institucional es necesario en los países árabes donde hay prohibición del ministerio cristiano.
El método dialógico permite un acercamiento hacia los musulmanes en diferentes entornos. El modelo tradicional,
con énfasis en la iglesia, es bíblico y debe ser destacado. El enfoque de la contextualización, basado en ideas de la
antropología, ofrece las reformas necesarias que conducirán a verdaderas iglesias autóctonas.

CARACTERISTICAS DE UNA BUENA ESTRATEGIA


En la descripción de un modelo útil, y teniendo en cuenta las diferencias culturales que existen de acuerdo con los
diversos grupos musulmanes, yo he incorporado elementos de cada uno, porque una sola estrategia no resultará
efectiva para todas las situaciones. A continuación, se enumeran algunas reglas generales que deben adjuntarse a una
adecuada estrategia de evangelización a los musulmanes.
1. La iglesia.
Todos los modelos debe estar orientados hacia la iglesia, tal como lo expresara Kenneth Cragg: “Ningún hombre
llega a una iglesia sin Cristo”9 ; sin embargo, la iglesia debe estar contextualizada. El modelo que no conduce a los
nuevos convertidos a una iglesia en crecimiento fallará.

2. La adoración.
El modelo exitoso pone énfasis en un culto diseñado para satisfacer las necesidades de la gente. Las formas serán
diferentes; por ejemplo, en África y Asia, la clave es la contextualización.

3. El Corán.
Los misioneros deben mencionar ciertos pasajes del Corán, a modo de trampolín, para explicar el evangelio,
utilizando libremente los nombres de Alá e Isa.

4. El estilo de vida.
Los obreros residentes en países musulmanes deben ajustar su estilo de vida en beneficio del evangelio. En este
sentido, las agencias misioneras deben someter a los candidatos a pruebas de aptitud psicológica.
COMPLETO EN CRISTO
Los años tempranos de la vida de Omar transcurrieron
en una comunidad beduina, donde pasó la mayor parte
de sus días cuidando cabras y camellos. Cuando su
padre se dio cuenta de que había poco futuro en la vida
del desierto, se trasladó con su familia, a la ciudad, para
que sus hijos pudieran recibir una educación formal.
Omar fue el primero de su tribu que tuvo acceso a la
universidad y, por ser un musulmán devoto, rápidamente
se convirtió en el líder del partido de la juventud
islámica. Durante esos años, el joven recibió el
testimonio amoroso y persistente de un cristiano que se
mantuvo cerca de él, aun después de que Omar le
pegara, casi hasta matarlo. Omar aceptó el reto de leer
la Biblia y, finalmente, llegó al conocimiento de Cristo.
A partir de su transformación, el hombre comenzó a
ser perseguido por su familia, fue encarcelado y
condenado a muerte. Luego de una liberación milagrosa,
Omar fue invitado a refugiarse en otro país y recibió una
beca para asistir a una escuela bíblica donde obtuvo su
título y, más tarde, fue ordenado al ministerio. En la
actualidad, Omar es pastor de dos iglesias de habla
árabe.
Inicialmente, él se mostró áspero y distante hacia sus
congéneres, pero Dios comenzó a desafiar su vida: él
debía amar a su familia y amigos musulmanes. Primero,
Omar luchó por perdonar a quienes él sentía que lo
habían defraudado, pero debido a su obediencia, Dios
derramó en su corazón un gran amor por los
musulmanes de todas partes. Desde entonces, él ha
viajado por doquier para enseñar y discipular a cientos
de creyentes de trasfondo musulmán. En varios países,
Omar ha amonestado y enseñado a sus hermanos, a
perdonar y a testificar a los musulmanes en
agradecimiento por lo que Cristo hizo por ellos. Omar
dio un giro completo y es un ejemplo de madurez
cristiana. “A quien anunciamos, amonestando a todo
hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría,
a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo
hombre” (Col. 1:28).
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os
halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su
obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin
que os falte cosa alguna” (Stg. 1:2-4).
Fuente: L’Annee W. Rose, www.frontiers.org.

5. El Islam.
Los misioneros novatos deben estudiar el Islam durante varios años, como así también la lengua y cultura del país de
destino. Una preparación intensiva y expectativas razonables reducirán la deserción de los obreros y mejorarán el
rendimiento.

6. La narración.
Los misioneros deben adaptar sus enseñanzas a la cultura del pueblo. Contar historias puede resultar más efectivo
que la predicación.

7. Los medios de comunicación.


Los medios de comunicación –radio, televisión y literatura– deben ser más profusamente empleados, pero tanto la
programación como la escritura deben ser contextualizadas. El drama será más efectivo que el tradicional formato de
himno y sermón.

8. La oración.
Por encima de todo y cualquiera que sea el modelo, la estrategia debe estar signada por el amor y la oración en favor
de los musulmanes. Precisamente, un musulmán convertido a Cristo declaró: “Es estimulante pensar que los casos de
conversión producidos mediante el razonamiento puro del dogma de dos religiones, son muy raros, tal vez
inexistentes. A veces, la conversión es abrazada en función de la prosperidad, de la condición social, de la seguridad,
de la venganza contra la sociedad autóctona o de la experimentación emocional y cosas similares. Pero cuando no
son éstos los motivos, el cambio de fe está más bien motivado por el amor reflejado en las virtudes encantadoras de
una persona magnética o de un grupo de amables asociados, que por la fría aritmética religiosa.”10

NOTAS FINALES
1. Lyle Vande rWe rff, “Our Muslim Ne ighbors: The Contribution of Samue l Zwe me r to Christian Mission,” Missiology 10 (Abril 1982), p. 191.
2. Ibíd., p. 195.
3. Samue l M. Zwe me r, The Cross Above the Cre sce nt (Grand Rapids: Zonde rvan, 1941), p. 261.
4. C. Ge orge Fry and Jame s R. King, Islam: A Surve y of the Muslim Faith (Grand Rapids: Bake r, 1980), p. 133.
5. Ray G. Re giste r Jr., Dialogue and Inte rfaith Witne ss with Muslims (Fort Washington, Pa.: Worldwide Evange lization Crusade , 1979), pp. 11–
12.
6. Bashir Abdol Massih, “Incarnational Witne ss to Muslims: The Mode ls of Je sus, Paul, and the Early Church,” World Pulse (12 de se ptie mbre
de 1982), pp. 1–8.
7. Phil Parshall, Muslim Evange lism (Wayne sboro, Ga.: Authe ntic Me dia, 2003), p. 112.
8. John D. C. Ande rson, “The Missionary Approach to Islam: Christian or Cultic?” Missiology 4 (Julio, 1976), pp. 295–299.
9. Ke nne th Cragg, Sandals at the Mosque (Ne w York: Oxford Unive rsity Pre ss, 1959), p. 143.
10. Frank Khair-Ullah, “Evange lism Among Muslims” in Le t the World He ar His Voice , e d. J. D. Douglas (Minne apolis: World Wide
Publications, 1975), p. 824.
SAMUEL ZWEMER
por Ruth A. Tucker

La intensidad que tanto caracterizó a los jóvenes e instruidos voluntarios que se esparcieron por todo el mundo –
desde fines del siglo XIX– fue la cualidad que estimuló el esfuerzo misionero en el mundo islámico, donde la
resistencia al Cristianismo era feroz. La primera misión cristiana de importancia a los musulmanes fue llevada a cabo
por Raimundo Lulio en el siglo XIII. Él estuvo casi solo, entre los cristianos, en su interés de evangelizar a los
musulmanes en vez de pelear contra ellos. En los siglos siguientes, según Esteban Neill, “las misiones cristianas
prefirieron campos más productivos en lugar de las tierras musulmanas.”1 Este panorama cambió en el siglo XIX
“cuando hubo una verdadera confrontación entre la fe de Jesucristo y la de Muhammad.”2 Los anglicanos iniciaron
la obra en 1860 y otras denominaciones los siguieron vacilantes. Sin embargo, fue Samuel Zwemer, un voluntario
estudiantil sin el apoyo inicial de su denominación, quien coordinó los esfuerzos misioneros y llamó la atención del
mundo hacia la población musulmana y su necesidad de Cristo. Muchos otros estudiantes voluntarios, entre ellos
W.H. Temple Gairdner, el doctor Pablo Harrison y William Borden también sacrificaron su vida en la más difícil y
mal recompensada empresa misionera.
Samuel Zwemer, el “Apóstol del Islam”, nació cerca de Holanda, Michigan, Estados Unidos, en 1867; el décimo
tercero de quince hijos. Su padre era pastor de la Iglesia Reformada, por eso a Samuel, según crecía, le resultaba
natural la idea de estudiar para ministro. Cuatro de sus cinco hermanos también ingresaron en el ministerio
evangélico, y su hermana, Nellie Zwemer, fue misionera en China durante cuarenta años. Mientras asistía a la
Universidad de Hope, Zwemer sintió el deseo de convertirse en misionero. Durante su último año de estudios, por la
predicación persuasiva de Robert Wilder, el mismo que había animado a Juan R. Mott y a los Cien de Mount
Hermon, cinco compañeros de clase, de siete que eran, y él se presentaron como voluntarios al servicio misionero.

FALTA DE SOPORTE DENOMINACIONAL Y PROGRESO LENTO


Después de sus estudios en el seminario y de su preparación médica, Zwemer y un colega seminarista, James
Cantine, se ofrecieron a la Junta de la Iglesia Reformada para servir en el mundo árabe, pero fueron rechazados
debido a la creencia generalizada de que tal misión no resultaría “práctica”. Sin desanimarse, este par de entusiastas
formó su propia sociedad misionera: la Misión Árabe y Americana, e inmediatamente comenzaron a recaudar
fondos. Zwemer recorrió unos 6.500 kilómetros y visitó “casi todas las iglesias de nuestra denominación al oeste del
estado de Ohio”; en tanto, Cantine viajó por el este. El método que ellos usaron para recaudar fondos era único; en
vez de pedir sostenimiento cada cual para sí mismo, lo hacían por el otro, es decir que Zwemer pedía apoyo para
Cantine y viceversa. ‟La apatía de los pastores –escribió Zwemer– es el gran obstáculo”; pero también había
pequeñas molestias: “El domingo pasado, por la tarde, prediqué sobre misiones, pero no se me permitió colgar el
mapa porque era domingo. ¡Esa misma congregación tenía ensayo del coro de jóvenes después del culto! ¡Oh,
coherencia, eres una joya! No obstante, con la ayuda de Dios puedo hablar sin mapa; y así lo hice.”3 .
En 1889 Cantine se embarcó rumbo a Arabia y Zwemer lo siguió en 1890. Los líderes de la iglesia no pasaron por
alto la determinación y consagración de estos misioneros, y en 1894 invitaron a la misión a formar parte de la Iglesia
Reformada de Estados Unidos. Durante los primeros años de su ministerio en el golfo Pérsico, el lento progreso y la
oposición que Zwemer afrontó no lo desanimaron, pues él tenía previsto que así serían los resultados. Al principio,
Cantine y Zwemer vivieron con misioneros anglicanos, pero cuando la pareja anglicana se trasladó, ellos se quedaron
solos, con la excepción de un creyente sirio que había venido a trabajar con ellos. La prematura muerte del sirio, seis
meses después de su llegada, fue un doloroso golpe a la obra.

“COMPRA” DE UNA ESPOSA


En 1895, luego de pasar cinco años como misionero soltero, Zwemer se enamoró de Amy Wilkes, una enfermera y
misionera natural de Inglaterra, que estaba patrocinada por la Sociedad Misionera de la Iglesia Anglicana. Pero tal
como sucedía con su trabajo evangelístico, el noviazgo y el matrimonio de Zwemer también tuvieron obstáculos.
Dejar de lado las “muy estrictas reglas referidas a los amigos de las señoritas misioneras” de la Sociedad Misionera
de la Iglesia fue una dura prueba, pero el matrimonio presentaba aún mayores impedimentos, en especial para un
misionero joven con limitados recursos económicos. El biógrafo de Zwemer escribió: “Es verdad que la Sociedad
Misionera de la Iglesia no cedió su tesoro con facilidad. Como es la costumbre en la mayoría de las sociedades
misioneras, la persona que no permanece cierto tiempo en el campo deberá reembolsar, al renunciar, parte del costo
del transporte. Fue necesario cumplir esa regla, de modo que Samuel Zwemer compró a su esposa conforme al estilo
oriental.”4

PERSEVERANDO EN LAS DIFICULTADES


Después de un tiempo de visita en los Estados Unidos, en 1897, los Zwemer regresaron al golfo Pérsico para trabajar
con los musulmanes en la isla de Bahrein. Distribuían literatura y evangelizaban en las calles y en los hogares, pero
rara vez vieron una respuesta positiva. Las condiciones de vida complicaban aún más los esfuerzos para el desarrollo
de un ministerio exitoso. Como no existía el aire acondicionado, el calor era casi insoportable: “En la parte más fresca
de la galería había 40 grados centígrados.” La tragedia personal también interfirió con la obra. En julio de 1904
murieron las dos hijas de los Zwemer, de cuatro y siete años, una ocho días después de la otra. A pesar del dolor y de
las dificultades, Samuel estaba contento en su ministerio. Al recordar esa época, unos cincuenta años más tarde, dijo:
“El gozo perfecto de todo eso me invade de nuevo. Con mucho gusto lo haría otra vez.”5
En 1905 la misión árabe de Zwemer ya había establecido cuatro bases misioneras y, aunque eran pocos, los
conversos mostraban un valor poco común en la profesión de su nueva fe.
Viajando y reclutando para las misiones a los musulmanes
En aquel año, los Zwemer volvieron a los Estados Unidos, y Samuel viajó y habló a favor de las misiones entre los
musulmanes. Recaudó fondos enérgicamente, sin tener en cuenta la filosofía de Hudson Taylor de no manifestar las
necesidades económicas. En 1906 presidió la primera asamblea general de misiones en los países islámicos, la cual se
celebró en El Cairo.
Mientras estaba en los Estados Unidos, Zwemer aceptó la urgente invitación para convertirse en el secretario
viajero del Movimiento de Voluntarios Estudiantiles, un cargo que le gustó mucho. Al mismo tiempo se desempeñó
como secretario de campo del Comité Reformado de Misiones Extranjeras, y pasaba el tiempo viajando y hablando
en público. A diferencia de su obra entre los musulmanes, este trabajo produjo una reacción entusiasta, y muchos
estudiantes respondieron al llamado misionero. No obstante, Zwemer tenía deseos de volver a Arabia, y en 1910,
después de la gran Conferencia Misionera de Edimburgo y de un viaje a Estados Unidos, se embarcó rumbo a
Bahrein para continuar su obra.
La esposa y los hijos menores de Zwemer lo acompañaron al golfo Pérsico, pero no se quedaron allí mucho tiempo.
La situación de los dos hijos mayores en Estados Unidos no era satisfactoria, y la educación de los dos menores en el
campo misionero tampoco era buena; por lo tanto, Amy regresó a los Estados Unidos para encargarse de los asuntos
familiares. Esta situación colocó a la familia, como lo describió Zwemer, en “los tres cuernos de un dilema”, un
problema sin solución. “Si la esposa volvía a su patria con los niños, algunos señalarían que el misionero no amaba lo
suficiente a su esposa al dejarla irse así. Si dejaban a los niños en su país de origen, se diría que los padres los habían
abandonado. Si el esposo y la esposa pasaban más tiempo del debido en su patria, los acusarían de descuidar la obra
misionera.”6

De regreso al campo misionero, Zwemer encontró dificultades para establecerse en la obra. Su capacidad para el
liderazgo estaba en gran demanda, y la planificación de conferencias y los compromisos para hablar en público con
frecuencia lo apartaban de su trabajo misionero. En 1912 recibió una invitación de la Misión Presbiteriana Unida de
Egipto, respaldada por la Sociedad Misionera de la Iglesia, en la que le pedían que estableciera en El Cairo para que
fuera el coordinador de la obra misionera de todo el mundo islámico. Zwemer aceptó la invitación, pues también se
manifestaron a favor de ella la Prensa Misionera del Nilo, conocida por su distribución de literatura entre los
musulmanes, la Asociación Cristiana de Jóvenes y la Universidad Americana de El Cairo.
EL ALTO COSTO DE CREER
Ali había estado involucrado con un grupo de rebeldes
en Etiopía, fue arrestado, y todavía lleva las cicatrices
de las heridas de bala que recibió en ocasión de su
posterior fuga. Él huyó a otro país y allí conoció a
algunos misioneros de la agencia SIM (Sociedad
Internacional Misionera). Primero, vio la película Jesús
en inglés y fue conmovido; y más tarde, cuando la
descubrió en su lengua materna, comenzó a invitar a un
gran número de amigos para verla junto con él.
Finalmente, Ali se declaró un creyente en Jesucristo.
Entonces empezaron los problemas. Sus vecinos
musulmanes recogieron todas sus pertenencias y las
quemaron en una hoguera. Lo expulsaron de su casa, y
Ali y su familia tuvieron que esconderse en un albergue
hecho de cartón, detrás de una pared de barro. Después
de un tiempo, sus enemigos dieron con su paradero,
pusieron una cuerda alrededor de su cuello, lo
arrastraron hasta un lugar abierto, le dieron patadas, y
lo golpearon y apalearon hasta dejarlo casi
inconsciente. Pero aún no habían terminado. También
dejaron caer una enorme piedra sobre su espalda y lo
dejaron abandonado en medio de la carretera. Los
ocasionales transeúntes trasladaron a Ali hasta el
destacamento policial, pero en cuanto los oficiales
supieron que ese hombre era un ex musulmán
convertido al Cristianismo, se negaron a socorrerlo. Por
último, algunos amigos lo llevaron a la casa de los
misioneros.
Mohammed, un musulmán que ha entendido que el
evangelio es la verdad, llegó a enterarse de la historia
de Ali, y entonces se pregunta: “¿Podría convertirme en
cristiano y hacerle frente al sufrimiento como Ali?”
Fuente: Howard Brant, www.sim.org.

SIRVIENDO EN EL CAIRO
En El Cairo, Zwemer encontró una sociedad mucho más abierta, donde los jóvenes instruidos querían escuchar al
gran misionero intelectual de Occidente. Samuel pasaba muchas horas cada semana en las universidades y, según
Sherwood Eddy, aun “logró tener acceso a los directores de la orgullosa e influyente universidad musulmana El
Azhar.”7 En ocasiones dictó conferencias con una asistencia de hasta dos mil musulmanes, pero las conversiones eran
escasas y la oposición intensa.
En una oportunidad se vio obligado a salir de El Cairo, pues sobre él recayó la acusación de distribuir tratados, de
manera ilegal, entre los estudiantes universitarios. Pero este incidente contribuyó a la conversión de uno de los
estudiantes. Un profesor, muy enojado, rasgó en pedazos uno de los tratados frente a su clase. Más tarde, un
estudiante, curioso de averiguar la razón por la cual un pequeño folleto había causado semejante enojo, recogió los
trozos de papel y los reconstituyó. Posteriormente este muchacho se convirtió al Cristianismo.
Durante su primer año en El Cairo, Zwemer tuvo la compañía de William Borden, un joven voluntario estudiantil
de Yale quien había firmado el “Compromiso de Princeton” como resultado de la predicación de Zwemer. La
humildad y el entusiasmo con que Borden repartía tratados, mientras recorría las calurosas calles de El Cairo en su
bicicleta, hacían difícil imaginarse que había nacido rico y era el heredero de la inmensa fortuna de los Borden. Antes
de aventurarse en el campo misionero, había donado centenares de miles de dólares a varias organizaciones
cristianas. Al mismo tiempo, se negó ante la tentación de comprar un automóvil, lo que consideraba “un lujo
injustificable”. Su única meta era dedicar su vida al servicio misionero. Así lo hizo, aunque por poco tiempo. Después
de cuatro meses en El Cairo, murió de un ataque de meningitis espinal.
Durante diecisiete años, El Cairo fue el centro de operaciones de Zwemer. Desde allí viajó por todo el mundo,
participando de conferencias, recaudando fondos y estableciendo obras entre los musulmanes de la India, China,
Indochina y África del Sur. Los métodos evangelísticos de Zwemer fueron una combinación del evangelismo
tradicional y la idea más moderna «compartir», característica entre los voluntarios estudiantiles. Él trató a los
musulmanes en un plano de igualdad, compartiendo su propia fe (una teología muy conservadora) mientras
intentaba aprender más de la fe de ellos, siempre dando muestras de gran respeto. A pesar de que los convertidos
fueron pocos, probablemente menos de una docena en casi cuarenta años de labor misionera, Zwemer logró grandes
progresos entre los cristianos, en cuanto a la necesidad de evangelización de los pueblos islámicos.

¿CÓMO PUEDO CONTINUAR DANDO


TESTIMONIO DE MI FE?
Un joven creyente de trasfondo musulmán, compartía
una charla en nuestra casa, cerca de Beirut. Él me dijo:
“Hermano David, ¿cómo puedo evitar dar testimonio de
mi Señor Jesús? He llevado a tres de mis amigos al
conocimiento de Jesús, pero todos han sido asesinados
por sus familias. Mi propia familia ha intentado
matarme en tres oportunidades, pero el Señor me
permitió escapar vez tras vez.” Yo solo pude llorar con él
y alentarlo para que siguiera la dirección del Señor, que
fuera obediente a su Palabra y que dejara al Espíritu
Santo guiar sus pasos.
Fuente: David King, Junta de Misiones Internacionales
de la Convención Bautista del Sur, www.imb.org.

DECLARANDO LA NECESIDAD
En 1918 Zwemer recibió la tentadora oferta de unirse al plantel del Seminario Teológico de Princeton, pero su deseo
de continuar la obra en El Cairo era demasiado grande, por lo cual rehusó la invitación. En 1929 la obra ya estaba
bien establecida, entonces cuando volvió a recibir otra invitación de Princeton, pudo dejar su puesto con buena
conciencia y comenzar una nueva carrera como jefe del departamento de Historia de la Religión y de Misiones
Cristianas.
Además de la enseñanza, Zwemer dedicó el resto de su vida a escribir y a dictar conferencias. Durante cuarenta
años fue director de Mundo Musulmán, que, según Heriberto Kane,8 fue “la revista más prestigiosa de su clase en el
universo de habla inglesa.” Además, escribió centenares de tratados y cincuenta libros aproximadamente.
Hasta el fin, Zwemer estuvo lleno de “energía nerviosa” y de una incesante actividad mental. Cierta vez, un
compañero de viaje relató de mala gana cómo había sido una noche que le había tocado pasar en el mismo sitio que
Zwemer: “Él no podía permanecer acostado por más de media hora seguida. Zwemer prendía la luz, se levantaba de
la cama, buscaba papel y lápiz, escribía unas cuantas frases y se acostaba de nuevo. Cuando mis párpados se
tornaban pesados de nuevo, notaba que Zwemer se dirigía a la luz una vez más, escribía notas y volvía a acostarse.”9
Durante toda su vida, Zwemer tuvo que afrontar tragedias y dificultades. Sufrió la muerte de sus hijas pequeñas,
de compañeros cercanos y de dos esposas, la primera en 1937 y la segunda en 1950. No obstante, se mantuvo feliz y
optimista, y siempre tuvo tiempo para divertirse y hacer chistes. En cierta ocasión, en un restaurante de Grand
Rapids, Michigan, Estados Unidos, su risa fue tan “alegre y desaforada” que el jefe de meseros tuvo que intervenir
para restablecer el orden. Zwemer mostró un gran aprecio por el lado cómico de la vida, y, en muchos aspectos, esta
faceta lo ayudó a sobrellevar aquellos años de trabajo en el duro campo del mundo islámico.

NOTAS FINALES
1. Ste phe n Ne ill, A History of Christian Missions (Ne w York: Pe nguin, 1964), p. 366.
2. Ibíd.
3. J. Christy Wilson Jr., The Apostle to Islam: A Biography of Samue l M. Zwe me r (Grand Rapids: Bake r, 1952), p. 23.
4. Ibíd., p. 47.
5. Ibíd., p. 43.
6. Ibíd., p. 234.
7. [El autor no citó la fue nte .]
8. [El autor no citó la fue nte .]
9. Ibíd., p. 81.
¿POR QUÉ TAN POCOS FRUTOS?
por Greg Livingstone

¿Por qué el trabajo pionero de plantación de iglesias en las comunidades musulmanas ha llegado a ser
considerado recientemente dentro de las prioridades de la iglesia cristiana?
• Las agencias misioneras estimaron que la tarea preponderante era resucitar las antiguas iglesias locales de los
países musulmanes, con el propósito de que los creyentes autóctonos fueran los portavoces del evangelio a sus
conciudadanos. Desgraciadamente, los misioneros occidentales no solo fallaron en la plantación de nuevas iglesias,
sino que también subestimaron el hecho de que siglos de amargura de las iglesias autóctonas no podían ser
superados únicamente por medio de enseñanza o exhortación.
• Los gobernantes coloniales, con plena autoridad sobre todos los aspectos de la vida en los países islámicos,
decidieron impedir el trabajo misionero centrado en los grupos musulmanes para no ofender la fe islámica. Por lo
tanto, los plantadores de iglesias se enfocaron en los pueblos de las colonias, sean chinos, indios o tribales.
• Tradicionalmente, las agencias misioneras solo han enviado obreros a los países que proporcionan “visa de
misionero”. ¡Pero esta no es otorgada por los gobiernos musulmanes!
Y volvemos a preguntarnos por qué el trabajo realizado entre los musulmanes ha producido tan pocos frutos.
• Debido a que la Biblia enseña que los hijos de Dios pertenecen a su única familia, las iglesias no musulmanas
alentaron a los creyentes de trasfondo musulmán a salirse fuera de su cultura; y por ende, restaron el testimonio al
pueblo musulmán.
• Históricamente, los cristianos han incitado al musulmán a negar su cultura y no participar en las celebraciones
musulmanas y reuniones familiares tradicionales, provocando con ello la deshonra de padres y parientes. En
definitiva, los musulmanes se han mostrado menos abiertos a cambiar su lealtad religiosa porque aparentemente
Cristo es un extranjero que rechaza su cultura y costumbres.
• Hasta hace poco tiempo, la Biblia no estaba disponible para una gran variedad de lenguas, utilizadas en el mundo
musulmán, debido a que la tenencia de la Biblia era ilegal, la gente no contaba con recursos para comprar un
ejemplar en su propio idioma, o no había suficientes obreros dispuestos a priorizar la traducción de la Biblia a estas
lenguas.
• A lo largo de los siglos, la mayor parte del testimonio dado a los musulmanes no fue más que debates teológicos
acerca de la naturaleza de Jesús, la Trinidad y la autenticidad de la profecía de Muhammad. Todo cuestionamiento
en torno de la persona de Muhammad ha significado la anulación de los musulmanes en cuanto a su capacidad de
escuchar objetivamente a los cristianos.
• En los tiempos precedentes a Henry Martyn (fallecido en 1812), la mayoría de los esfuerzos de evangelización del
pueblo musulmán tuvo un principal objetivo político, en vez de un auténtico interés por su situación presente o el
peso por su destino eterno. Aún hoy, los musulmanes interpretan la predicación cristiana como una propaganda
occidental.
COMPARTIENDO LO QUE DIOS HA
HECHO POR TI
En cierta ocasión, yo estaba distribuyendo Nuevos
Testamentos en un país de Europa. Un joven, llamado
Khaled, comenzó a polemizar conmigo acerca de la
autenticidad del Nuevo Testamento y la superioridad del
Islam. Entonces le expliqué que Dios es más poderoso
que cualquier hombre, y le dije: “Dios reveló su
mensaje, el Injil, y envió a su mensajero, Isa. ¿Acaso
puede alguna persona modificar la Palabra de Dios sin
su autorización?”
Pero Khaled continuó argumentando, entonces oré en
mi corazón pidiendo sabiduría a Dios. Así que le
pregunté si deseaba tomar un refresco, y mientras
disfrutamos nuestras bebidas, Khaled me dijo que
estaba leyendo el Corán por segunda vez. La
conversación siguió y tuve oportunidad de compartirle
mi testimonio acerca de Jesús. Primero le conté cuánto
odio había en mi alma hacia palestinos e israelíes y
cómo Cristo había quitado aquél sentimiento,
transformándome en un pacificador y creando en mí un
espíritu de oración en favor de esos pueblos. Luego le
relaté mi experiencia de conversión a Cristo, y la
seguridad que ahora gozaba al saber que Él me había
rescatado de mi pecado.
“Yo he leído el Corán, pero no he encontrado ninguna
respuesta para el pecado”, confesó Khaled.
Inmediatamente le expliqué: “Eso te sucede porque
Jesús es la solución. La obra redentora de Cristo, en la
cruz, es el único remedio para nuestra naturaleza
pecaminosa, la única cura para la pena del pecado.”
Khaled me miró y luego preguntó: “¿Podrías darme un
ejemplar del Injil?”
Pienso qué hubiera pasado si yo hubiese permanecido
en la polémica inicial, en vez de invitarlo con un refresco
y dirigir naturalmente la conversación hacia mi
testimonio personal. Al compartir la fe con un
musulmán, pídale al Señor que traiga a su mente algo
que Él haya hecho por usted, ya sea una respuesta a la
oración, un versículo consolador o la guía amorosa en un
momento fallido. Ése debe ser su testimonio.
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org.

• Es poco común que un musulmán tenga un amigo cristiano que hable su lengua materna, por medio del cual se
vea reflejado el amor cautivante y desinteresado de Dios. Ese es el amor genuino de un amigo que también se
preocupa por las necesidades más sentidas del alma.
• Tampoco es frecuente encontrar ejemplos de cristianos insertos en comunidades musulmanas, que tengan una
amistad profunda con un musulmán, e inclusive que en una relación haya expresiones de mutua confianza.
• Por otro lado, el Corán advierte a los musulmanes que eviten una amistad estrecha con los cristianos para que no se
desviados del verdadero camino del Islam.
• De los pocos cristianos que tratan de introducir a los musulmanes en las verdades de la Biblia, la mayoría no
conoce suficientemente la lengua nativa como para realizar la enseñanza bíblica.
• En casi la totalidad de los países de supremacía musulmana, los cultos cristianos generalmente no se realizan en el
idioma musulmán, no guardan parámetros culturales apropiados y hasta pueden llegar a ser escandalosos e
irreverentes para un musulmán.
• Muchos obreros que salen al campo misionero musulmán son eruditos y profesores, pero no evangelistas. Los
siervos con el don de evangelismo, según piensan algunos historiadores misioneros, han ido a lugares en donde
podían predicar abiertamente, como Sudamérica o Filipinas.
• Los misioneros instruidos, procedentes de países ricos, encuentran dificultades para trabajar entre los musulmanes
pobres, espiritualmente más abiertos.
• El énfasis puesto en la obra de evangelización rápida, la asistencia médica y la educación ha dejado pocos obreros
disponibles para realizar la tarea de hacer discípulos en una forma amplia, gradual y personal.
• Con excepción de algunos casos, es difícil para el misionero trabajar a tiempo completo, aprender el idioma,
ocuparse de los asuntos familiares y además disponer de las horas necesarias para la formación de discípulos
firmes.
• La intimidación y el temor paralizante frente a la cultura musulmana son factores que siguen desalentando la
salida de muchos obreros a los pueblos musulmanes.

Final de las lecturas de la Lección 9. Ver Aprende Más.


LECCIONES MISIONERAS DE LA HISTORIA
por Lyle VanderWerff

La historia de las relaciones entre cristianos y musulmanes proporciona un laboratorio desde el cual pueden
extraerse muchas lecciones para quienes están comprometidos con el cumplimiento de la Gran Comisión. Bien haría
la iglesia en investigar el registro de los siglos, a partir del año 622 de nuestra era, y preguntarse: ¿En qué momento
histórico la iglesia demostró ser efectiva en su testimonio al mundo islámico? ¿En qué aspectos fracasó en su labor de
reconciliar a hombres y mujeres con Dios, en nombre de Cristo? El apunte es agridulce, con comprensiones positivas
y negativas. En este breve estudio destacaremos algunas lecciones.

PERIODO DE FORMACIÓN DEL ISLAM


Uno de los factores que motivaron el surgimiento del Islam fue que la iglesia había “descuidado” a Arabia
(precisamente, “Abandonada Arabia” es el título de una publicación de la Iglesia Reformada en América, y
distribuida en la época de Samuel Zwemer y James Cantine). Los desiertos y las ciudades de Arabia fueron pasados
por alto en la tarea evangelizadora y las iglesias no pudieron saciar el hambre espiritual de los antecesores y
contemporáneos de Muhammad. Las comunidades cristianas, como la tribu árabe de los ghassanids y la persa de los
lakhmids, levantaron más bien barreras y no puentes en pro del evangelio. Del mismo modo, hubo poca evidencia de
presencia cristiana entre los árabes de Bahrein, Yemen y Etiopía, aunque es cierto que algunos primeros discípulos de
Muhammad se convirtieron al Cristianismo luego de su huida a Etiopía. Sin embargo, los países centrales de Arabia
recibieron solo las expresiones heréticas y marginales de esa fe, y Muhammad debió continuar su búsqueda
espiritual.
La rápida expansión del Islam, durante su primer siglo de existencia (622-722), hizo posible que los musulmanes
pudieran tomar abiertamente elementos de muchas culturas, que luego incorporaron en el Dar al-Islam (casa del
Islam). Así que el Islam continuó extrayendo ingredientes de los patrimonios culturales y religiosos de Siria, Egipto,
África del Norte, España, este de Turquía, Armenia, Mesopotamia, Persia, norte de India y de otras zonas asiáticas.
A pesar de que los califas musulmanes y los generales del ejército fueron agentes poderosos que insistieron en la
postura de rendición o muerte, pronto aprovecharon el establecimiento del dhimmi, que significa pueblo sometido y
protegido, para recibir tributos anuales (de acuerdo con el Pacto de Omar). Estas condiciones de sometimiento
perjudicaron gravemente la influencia cristiana, pero aun así fue sorprendente que tanto conocimiento, discusión
religiosa, y tecnología fueran transferidos a la casa del Islam.

MALENTENDIDOS RECÍPROCOS
Desde los albores del Islam ha existido un mutuo equívoco entre musulmanes y cristianos. Originalmente,
Muhammad estimaba que todos los monoteístas eran sus correligionarios, pero a partir de su disputa con los judíos
en Medina, alimentó una animosidad que influyó en otros posibles contactos. Muhammad se consideraba el sucesor
de Abraham, de Moisés y de los profetas, e hizo un llamamiento directo a los judíos de Medina. El rechazo de ellos
aumentó la hostilidad en Muhammad, quien respondió con la expulsión de los judíos o la matanza del liderazgo
masculino (una de las tribus que sufrió tales embates fue Banu Qurayza). Acusó al pueblo judío de corromper las
Escrituras en cuanto se correspondían con diferencias de sus propias revelaciones. Aunque Muhammad adoptó una
actitud agria hacia los judíos, mantuvo una postura más conciliadora hacia los cristianos y otros “pueblos del Libro.”
Al principio, él instó a sus seguidores a que consideraran a los cristianos como sus amigos (sura 5,82).
Inicialmente, Muhammad intentó proteger a los líderes cristianos y sus lugares de culto, pero la expansión política
que lograron las fuerzas del Islam redujeron estas libertades. Las conquistas militares, bajo el mandato de los cuatro
primeros califas, erosionaron aún más las relaciones entre cristianos y musulmanes, y la religión fue utilizada para
legitimar la expansión. La guerra oculta las mejores intenciones y los registros de las discusiones teológicas son
limitados. Las cuestiones políticas, económicas y militares acapararon el protagonismo. Los gobernantes árabes
musulmanes desalentaron la confraternización, alojando a sus tropas en guarniciones de pueblos cercanos.
Sin embargo, hubo algunos rayos de luz. En los relatos de Juan I, patriarca de Antioquía; de Isho Yahb III, líder
nestoriano, y de Juan de Nikiu, rector a cargo de los obispos coptos, hay informes de una comunicación positiva entre
cristianos y musulmanes. Con frecuencia, los cristianos eran halagados por el califa de turno, pues el aporte de ellos
era necesario para la gobernabilidad de la dinastía en expansión. Los cristianos sirios tenían mucho para ofrecer y los
grupos tribales árabes del desierto debían aprender a manejar un rico patrimonio cultural, un imperio heterogéneo.
Los omeyas se apropiaron de numerosas políticas y prácticas bizantinas de Damasco, y los cristianos proporcionaron
un flujo constante de contribuciones que ayudó a los musulmanes a dar forma a su sueño de una sociedad mejor.
El comercio y la correspondencia beneficiaron a todas las partes. El emperador León III realizó un escrito para
aclarar algunos puntos de la fe cristiana que eran malinterpretados por el Islam, e instó a los musulmanes a leer toda
la Escritura, en respuesta a la denuncia de corrupción. El emperador también debatió acerca de la naturaleza y la
obra de Cristo, el juicio, la resurrección, la vida después de la muerte y la obra del Espíritu Santo. La carta de León
tuvo un impacto positivo en Umar, quien, como reformador, conversó con el Papa Gregorio y San Juan Damasceno.
Personas como Umar y Gregorio han permitido observar los beneficios resultantes de una conversación sincera y
cordial. Desgraciadamente, algunos musulmanes, celosos de los altos cargos que ocupaban los cristianos, presionaron
a Umar para restringir el puesto de aquellos que no eran políticamente correctos. Propiedades, posiciones y presión
fueron tentaciones para que muchos cristianos se convirtieran al Islam.

EL PERÍODO OMEYA
Juan de Damasco (665-750) expone algunas cualidades necesarias que deben estar presentes en los testigos efectivos
al mundo islámico. Este cristiano ocupó altos cargos y sirvió como consejero personal del califa. Sus escritos
evidencian el conocimiento del Corán y las creencias islámicas, y un estilo dialéctico influenciado por Aristóteles. En
su libro referido a las herejías, Juan clasifica al Islam como una rama judeocristiana. Lamentablemente, se mueve de
una simpática erudición hacia ataques verbales y es difícil determinar dónde termina el diálogo y dónde comienza el
debate. En su trabajo que alude a las discrepancias, se halla la descripción de una técnica que deben seguir los
cristianos para dar respuesta a los planteos de los musulmanes. Tal argumentación paralizó una búsqueda sensible
del evangelio y, durante siglos, este estilo reaccionario marcó su influencia en la comunicación entre cristianos y
musulmanes. Haría falta mucha paciencia para llegar más allá del formato de controversia que cristianos y
musulmanes tomaron prestado de los filósofos griegos. Pasaría más de un milenio antes que la apologética cristiana
tuviera un tono más coloquial.

AMABLES Y DEVOTOS
Mientras Yenni crecía, en una pequeña ciudad de
Sumatra, los únicos cristianos que conoció eran chinos.
Siendo ya una joven adulta, ella percibió que los
cristianos eran diferentes a muchas personas de su
entorno: no fumaban, no bebían alcohol y no consumían
drogas. Yenni había estado involucrada en estas tres
actividades. A ella le llamaba la atención, sobre todo, la
manera amorosa en que los cristianos se trataban entre
sí. No obstante, Yenni nunca consideró aprender algo
del Dios de los cristianos porque su gente es
musulmana.
En cierta oportunidad, tres cristianos indonesios
buscaban alojamiento. La familia de Yenni les alquiló
habitaciones en su casa y los forasteros permanecieron
allí por dos meses. Yenni observó algo diferente en
ellos, algo que le resultaba muy llamativo. “Ellos eran
muy devotos y amables”, explicó la joven. A pesar de
que los tres hombres procedían de diversas etnias, se
cuidaban amorosamente el uno al otro. Ninguno fumaba,
bebía alcohol ni consumía drogas, y este testimonio
desafió a Yenni para examinar su propia vida.
Antes que abandonar la ciudad, estos cristianos
invitaron a Yenni a hacer una oración mediante la cual
ella pudiera aceptar a Jesús como su Señor. La
muchacha no entendió muy bien la petición que había
hecho, pero le pidió a Dios que le revelara la verdad.
Después de varios días de oración, Dios le dio a Yenni la
convicción de que Jesucristo es la verdad. “Ahora, yo
también soy una seguidora de Isa al-Masih, Jesús, el
Mesías.”
Fuente: Conversación de una creyente de Sumatra con
el equipo de investigación del Proyecto Caleb.

EL PERÍODO ABASÍ
Muchos líderes cristianos continuaron sirviendo como médicos, administradores financieros, asesores políticos, y en
otras áreas. A su vez, los gobernantes musulmanes establecieron diferencias entre jacobitas, maronitas y nestorianos.
Los profesores cristianos sirvieron en las universidades de Alejandría, Bagdad, Damasco y Jerusalén. Había, por
entonces, avidez por la física, la astronomía, la filosofía y la literatura. Las obras clásicas fueron traducidas del griego
y del latín, al árabe y al siríaco, por hombres como Teodoro de Edesa († 785). Fue una época de efervescencia
teológica.

Bajo el período abasí (750-1258), el Islam y el Cristianismo se vieron afectados por el racionalismo, y sufrieron un
“endurecimiento de las arterias.” La teología escolástica de Al-Ashari († 935) representó una religión
institucionalizada. Al-Ghazali († 1111) intentó recuperar una fe experiencial recurriendo al sufismo –que ha bebido
de las fuentes del Cristianismo– pero su trabajo fue deficiente. El Islam y Occidente se mantuvieron aislados el uno
del otro, y casi transcurriría un milenio antes que el intercambio en el ámbito público permitiera una discusión acerca
de la naturaleza redentora de Dios en Cristo. Los cristianos, como dhimmis, estaban protegidos; sin embargo, bajo el
sistema millet1 , luchaban por sobrevivir recurriendo a la ciencia y la tecnología (así como lo hicieron los cristianos en
China, en la década de 1966-1976, bajo la revolución cultural). No resulta sorprendente que muchos cristianos se
convirtieron en musulmanes con el solo propósito de escapar de las imposiciones de capitación, y de la presión
política, pero millones de cristianos se mantuvieron firmes en medio de grandes sufrimientos.
El patriarca nestoriano Timoteo, en su extensa correspondencia (780-823), revela el compromiso con la misión sin
importar el costo. En el año 781, Timoteo pasó dos días en la corte del califa abasí, Al-Mahdi, dando testimonio de la
fe ortodoxa. El califa elogió a Timoteo por su significativa teología, pero lamentó su negativa de aceptar a
Muhammad como un profeta. Ambos tampoco estuvieron de acuerdo en el debate de la unidad y de la Trinidad de
Dios. Según Timoteo, tanto el Corán como Muhammad carecían de confirmación por causa de los milagros, un sello
de autenticación importante para los nestorianos. Otros cristianos, como Al-Kindi (830), no fueron tan amables en su
diálogo, y parecían más interesados en sumar puntos en contra de Muhammad, que en compartir la gracia de Dios.
La lógica aristotélica se tornó en un sustituto para el evangelio. Cuando las discusiones se mantenían sobre una base
bíblica, el diálogo cristiano-islámico era más productivo. Por cierto, la Palabra de Dios sigue siendo un lugar de cita,
de encuentro con la verdad.
Esta es una lección que no debe olvidarse, pues el Cristianismo y el Islam pretenden estar basados en la revelación
divina. El Islam reconoce la autoridad de las Escrituras, aunque en alguna instancia denuncia que ha habido
“corrupción” en ellas. Por necesidad, los musulmanes están comprometidos con el hecho de que Dios se revela a Sí
mismo, y que Él preserva aquello que revela.
El diálogo cristiano-islámico debe tener su fundamento en las cosas que Dios ha hecho. Entonces es bueno
comenzar las conversaciones en torno del Antiguo Testamento, en las verdades básicas de la Biblia: la creación, la
caída, la redención, el pacto y el reino. Haga la pregunta elemental en cuanto a la fe de Abraham: ¿Cómo alcanzó
Abraham la justicia ante los ojos de Dios (Gn. 15:6)?
Así como nuestros vecinos judíos, también los musulmanes necesitan realizar el abordaje de estas cuestiones
primordiales, y es llamativa la cantidad de puntos en los cuales hay coincidencia. Los cristianos contemporáneos de
Europa y de los Estados Unidos están en una posición incomparable debido al influjo de los pueblos de origen
musulmán. Hay nuevas oportunidades para abrir el diálogo, para cumplir el mandato de Cristo, y para recoger una
bendita y rica cosecha intercultural.

MODELOS DE MISIÓN: EN LOS COMIENZOS Y EN LA REFORMA


Inicialmente, Europa respondió al Islam movida por el temor ya que la expansión musulmana amenazaba su
existencia. En ese contexto no resulta extraño que la literatura de Occidente se llenara de duras caricaturas y
estereotipos, y que, en general, Muhammad y los musulmanes tuvieran mala prensa en la Europa medieval.
Afortunadamente, comenzó a circular una información más precisa y surgieron numerosos modelos positivos de
testimonio cristiano, como por ejemplo: Pedro el Venerable, abad de Cluny (1092-1156); Pedro de Lombardo (†
1164), autor de Sentences; Francisco de Asís (1181-1226), fundador de la Orden Franciscana; Raimundo de Penaforte
(† 1275), quien ganó a muchos musulmanes para Cristo en el Norte de África y en España; Tomás de Aquino (†
1272), cuya obra Summa Theologiae intentó dar testimonio a los pueblos de otras religiones; y Roger Bacon († 1292),
que tuvo una mirada sin prejuicios hacia el prójimo. La última parte del siglo XIII podría ser llamada “las décadas de
la esperanza”.
Una de las figuras más destacadas de la época medieval fue Raimundo Lulio (1232-1315). Convencido de la
inutilidad de la violencia, es decir, de las Cruzadas, y sometido a una conversión radical cuando tenía treinta años,
Lulio hizo un pacto con Dios: servir al mundo musulmán en el Espíritu de Cristo. De modo que, por más de
cincuenta años, dedicó su vida a tres tareas necesarias para el desarrollo de un ministerio eficaz.
En primer lugar, Lulio buscó el conocimiento preciso y exhaustivo de las lenguas de la gente. Después de lidiar
dolorosamente con el árabe durante nueve años, fundó un colegio para los Franciscanos en Mallorca, su ciudad
natal. En el Concilio de Viena (1312), instó al Papa a formar otros cinco colegios de idiomas, geografía y cultura, los
cuales llegaron a establecerse en Roma, Bolonia, París, Oxford y Salamanca. Él mismo enseñaba, en estudios bíblicos
y misioneros en París, e hizo un llamado a los papas y a los reyes para que alcanzaran a los musulmanes en amor.
En segundo término, Lulio se dedicó a la producción de una prodigiosa literatura que llegó a varios cientos de
escritos. Su autobiografía y trabajo místico, Libro del Amante y del Amado, fue tan popular como Los cien nombres
de Dios lo fue de práctico. Para testificar a los musulmanes de Túnez, en África del Norte, hizo caso de “la ley de
Cristo” y evidenció una fe experimental y racional.
En tercera instancia, Lulio demostró ser tanto un hombre de acción como de palabras. Habló de Cristo y se reunió
con los convertidos en Túnez, a pesar de las expresas prohibiciones establecidas que incluían la pena de muerte.
Postuló un foro abierto, un parlamento de religiones. Discutió con los líderes las debilidades del Islam: la ausencia del
amor en el concepto de Dios, y la falta de armonía en los atributos de Dios. Lulio fue martirizado el 30 de junio de
1315, a los ochenta años, pero aún sigue siendo reconocido por su vida ejemplar. Esa vida fue moldeada por el lema:
“El alma que no ama, no vive”.
Por razones de espacio, no es posible realizar aquí un tratamiento exhaustivo de los católicos romanos y los pre-
reformadores que contribuyeron a una actitud más saludable hacia los musulmanes, y un conocimiento más
completo de los sarracenos y compasión por ellos. A menudo, los protestantes son reacios a reconocer que los
reformadores, Martín Lutero (1483-1546) y Juan Calvino (1509-1564), tardaron en desarrollar un concepto claro de
las misiones. Sin embargo, Lutero mostró preocupación por el renuevo de las congregaciones, y el suministro de
pastores que siempre era escaso. Él tenía un corazón de “envío”, pero sus recursos eran insuficientes. Cuestionó que
el papa debía enviar evangelistas a los turcos, en lugar de tropas.
El académico Juan Calvino estaba convencido de que solo una iglesia reformada era capaz de transmitir el
evangelio a todas las naciones. Mantuvo correspondencia
con trescientos suizos-franceses, calvinistas que se habían establecido en Brasil, y asumió el desafío de evangelizar a
los pueblos originarios de aquella tierra, pero, por desgracia, las cartas se extraviaron. No obstante, la visión global de
Calvino acerca de un Dios soberano y de un mundo pecador impulsaría, más tarde, el movimiento misionero
moderno.

LUZ SOBRE LOS MÉTODOS DE MISIÓN


Desde el año 1800 y hasta el presente, el testimonio de los cristianos en la India (incluyendo a Pakistán y Bangladesh)
ha aportado muchas ideas para una comunicación efectiva entre los musulmanes. Guillermo Carey, Henry Martyn,
y los capellanes evangélicos, Tomás Valpy French y Roberto Clark, son ejemplos de personas que aprendieron a
relacionarse con el Islam sin el duro enfrentamiento del método controvertido. Alejandro Duff, J.N. Farquhar y A.G.
Hogg, entre otros, vieron en la educación el vehículo propicio para preparar el camino del evangelio, y para el
entrenamiento del futuro liderazgo. Las misiones médicas y otros servicios sociales en la India demostraron la
realidad del amor de Dios, en Cristo, y dieron a las iglesias nacionales un lugar bajo el sol.
El trabajo misionero en el Cercano Oriente fue sumamente problemático. Las iglesias anglicanas y reformadas
pronto reconocieron la presencia debilitada de las iglesias ortodoxas, que habían sufrido durante mucho tiempo bajo
el sistema millet, y la necesidad de una renovación si querían que el Cristianismo recuperara su misión mayor. Los
presbiterianos, la CMS (Church Missionary Society) y otros, combinaron el estímulo hacia estos hermanos orientales,
así como la evangelización limitada de musulmanes. Las obras pioneras, como la Misión de Arabia, iniciada por
Samuel Zwemer y James Cantine, se extendían a lo largo del valle de la Mesopotamia, en Kuwait, Bahrein y Omán.
Los hitos salientes del siglo XX se destacan en la vida y el trabajo de Temple Gairdner, misionero de la CMS en
Egipto, y de Samuel Zwemer, misionero de la Iglesia Reformada Americana. Debido a los incansables esfuerzos de
Zwemer, la obra fue establecida y se fundaron iglesias en el golfo Pérsico, antes que se construyera una red
ecuménica desde Indonesia, a Egipto, a Europa y a Princeton. La reforma de la “proclamación” que propuso
Zwemer influenciaría a la generación de misioneros a partir de la conferencia del Consejo Misionero Internacional de
Madrás en 1938. Gairdner fue sensible a la cultura y a las necesidades cruciales de la la iglesia nacional. Siendo un
respetado erudito del Islam y estando comprometido con la evangelización, se convirtió en un defensor de la
“presencia cristiana en medio del Islam”, un enfoque que maduró bajo el excelente liderazgo de Kenneth Cragg.
Tanto Zwemer como Gairdner encontraron el tan ansiado equilibrio, que todavía hoy, puede servir de ejemplo a los
siervos evangélicos ecuménicos que predican a Cristo en el mundo islámico.
DERECHOS HUMANOS ISLÁMICOS
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos se
convirtió en ley internacional en marzo de 1976 y fue
ratificado por 151 países (ver “¿Por qué compartir la
Buena Nueva de Jesús con todos los pueblos, incluso
con los musulmanes?” en la p 316). La Declaración
Universal de Derechos Humanos, que forma parte de la
Carta de las Naciones Unidas (diciembre de 1948),
también apoya firmemente la libertad religiosa, tal
como está expresado en el artículo 18:
Toda pers ona ti ene derecho a l a l i berta d de pens a mi ento, de
conci enci a y de rel i gi ón; es te derecho i ncl uye l a l i berta d de
ca mbi a r de rel i gi ón o de creenci a , a s í como l a l i berta d de
ma ni fes ta r s u rel i gi ón o s u creenci a , i ndi vi dua l y
col ecti va mente, ta nto en públ i co como en pri va do, por l a
ens eña nza , l a prá cti ca , el cul to y l a obs erva nci a .
Además de las promesas internacionales de libertad
religiosa, existe la Declaración Islámica Universal de los
Derechos Humanos, la cual ha sido publicada por el
Consejo Islámico (Londres). Dice:
Artículo 12. Derecho a la libertad de creencia, de
pensamiento y de palabra
a. Toda persona tiene derecho a expresar sus
pensamientos y convicciones en la medida en que
estén dentro de los límites prescritos por la ley. Por el
contrario, nadie tiene derecho a divulgar mentiras ni
difundir noticias susceptibles de atentar contra la
decencia pública, ni de entregarse a la calumnia o a la
difamación, ni de perjudicar la reputación de otras
personas.
b. La búsqueda del conocimiento y de la verdad no son
solamente un derecho sino un deber de todo
musulmán.
c. Todo musulmán tiene el derecho y el deber de
protegerse y combatir (dentro de los límites fijados por
la ley) contra la opresión, incluso si ello le lleva a
impugnar a la más alta autoridad del Estado.
d. No debe haber ningún obstáculo a la propagación de
la información en la medida en que no haga peligrar la
seguridad de la sociedad o del Estado y permanezca
en los límites impuestos por la ley.
e. Nadie debe despreciar ni ridiculizar las convicciones
religiosas de otros individuos ni fomentar contra ellos
la hostilidad pública. El respeto hacia los sentimientos
religiosos de los demás es una obligación para todos
los musulmanes.
Artículo 13. Derecho a la libertad religiosa
Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia
y de culto conforme a sus convicciones religiosas.
Fuentes: www.ispi-usa.org; www.un.org.

RESPETO A LAS IGLESIAS ORTODOXAS ANTIGUAS Y NACIONALES


Una cuidadosa lectura de la Historia debería aumentar la valoración de las iglesias, ortodoxa y católico-romana, en
tierras de mayoría musulmana. Las iglesias que lograron sobrevivir a la severa dominación del Islam, por más de
catorce siglos, y a pesar de ello, conservaron una fe vibrante y un ministerio diligente, deben ser meticulosamente
examinadas. ¿Cómo sostienen su fe las iglesias sirias, asirias, armenias, griegas, nestorianas, coptas y otras
ortodoxas? En el nombre de Cristo, aun en medio del Islam, mantienen la vida del Cuerpo de millones de personas.
Así que, antes de encarar cualquier esfuerzo pionero y creativo estamos obligados a aprender, cuanto más nos sea
posible, de estos “santos vivientes”, y a formar una alianza con ellos en favor del evangelio.
Cuando los primeros misioneros protestantes de la Iglesia Reformada y Anglicana llegaron a Oriente Medio, en el
siglo XIX, se sorprendieron por la condición imperante en las iglesias orientales. Ellos se preguntaban si estas iglesias
podían ser testigos, sin experimentar previamente un renacimiento. Sin embargo podemos afirmar que la iglesia,
aunque estaba sometida a duras pruebas y era una minoría perseguida, continuó dando testimonio de Cristo. Desde
entonces, los cristianos orientales se han ganado un merecido respeto por parte de los hermanos protestantes y
católicos.
En los últimos dos siglos se produjo el surgimiento de las iglesias evangélicas nacionales como resultado del
movimiento misionero moderno, principalmente del trabajo de los obreros presbiterianos y anglicanos reformados.
El pueblo evangélico, de Egipto, Palestina, Israel, Líbano, Siria, Irán, Irak, Kuwait y los estados del Golfo, merece ser
nombrado, pues ha proporcionado una iglesia local tanto para los nativos como para los miles de trabajadores y
profesionales expatriados. En Kuwait, por ejemplo, la Misión de Arabia, que comenzara en 1914, tuvo su
florecimiento en la iglesia evangélica nacional. Allí, una vibrante iglesia árabe da cobijo a otras hermandades étnicas,
entre ellas, la Congregación Internacional Inglesa (organizada en 1962), que tiene representantes de los pueblos de
todo el mundo. Durante la semana, cada mañana y cada noche, hay reuniones de distintos grupos para el estudio de
la Palabra, la oración, la administración y el compañerismo. Verdaderamente, esta es la iglesia de Cristo, los
hermanos unidos, todos como uno solo, la familia santa, católica y apostólica de la fe. Es la iglesia, evangélica y
ecuménica. Además hay miles en la iglesia Reformada, en la Católica Romana y en la Ortodoxa Oriental. A la
sombra del Islam, estos grupos saben que están unidos en el Espíritu para la adoración y el testimonio.
No hay otra manera de hacer evangelismo itinerante, o de fundar un testimonio eficaz sin la colaboración de estos
organismos cristianos autóctonos. Es un escándalo cuando un evangelista itinerante visita a un aislado grupo casero,
en Kuwait o en Bahrein, y luego informa que solo hay una “docena” de cristianos, haciendo caso omiso de las
decenas de miles de ellos que están en esas tierras y que viven su fe con valentía. No debemos subestimar la amplitud
y la profundidad de la obra de Dios en nuestro tiempo. Del mismo modo, nuestras conversaciones con los
musulmanes en cuanto a la forma que debe tener la comunidad del pacto de Dios deben dar testimonio del reino de
Dios, en Cristo, que trasciende el formato actual de iglesia.

LA CUESTIÓN DE LA LIBERTAD RELIGIOSA


Los musulmanes aún no han experimentado la cirugía mayor que sufrió la iglesia en tiempos de la Reforma, en
cuanto a que, poco a poco, ella fue desarticulándose de “los principados y de las potestades políticas”, y tuvo que
aprender a vivir como una comunidad de fe en un mundo pluralista. Desde hace mucho tiempo, el Islam se visualiza
como un sistema totalitario, y se frustra cada vez que pierde el control. Incluso en la actualidad, las tierras
musulmanas están luchando por obtener la libertad religiosa, consagrada en la Carta de las Naciones Unidas.
Aunque hubo oleadas recientes de reacción fundamentalista, la creciente marea de modernidad no disminuirá ni en
musulmanes ni en cristianos. A menudo, la diversidad, la pluralidad y la modernidad son vistas con recelo por parte
de los evangélicos, pero bien pueden servir como fuerzas aliadas. Las mismas corrientes que alteran las tradiciones y
la religiosidad superficial también pueden preparar el camino para un encuentro real con el Dios vivo. Habrá de
imponerse la religión, en lugar de la laicidad, pero será con una fe reformada. Tanto los cristianos como los
musulmanes y los judíos serán humillados por la prueba de la historia. Los cristianos harán bien en defender siempre
la libertad religiosa, generando el espacio necesario para que todos los pueblos y personas puedan responder a la
visitación de Dios.
En la medida en que la iglesia sea capaz de convertirse en la encarnación del reino de Dios, se transformará, por
medio de Cristo, en el puente para reconciliar a todos los pueblos con el Dios vivo. En la medida en que los
musulmanes, los judíos y otros pueblos se acerquen al gobierno de Dios, en Cristo, podrán unirse al círculo de la
comunidad mesiánica. Si la iglesia debe ser tanto la receptora como la agencia de la venida del reino, entonces está
siendo llamada a una transformación.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Ergun Mehmet Ca ner y Emi r Fethi Ca ner, Chri s ti a n Ji ha d (Gra nd Ra pi ds : Kregel Publ i ca ti ons , 2004). www.kregel .com.

NOTA FINAL
1. Mille t, uno se parado, no musulmán, grupo re ligioso. Una comunidad de pe rsonas con una re ligión e n particular, bajo e l dominio musulmán,
que te nía e l de re cho le gal de : hablar e n su idioma nativo; de sarrollar sus propias institucione s re ligiosas, culturale s y e ducativas; re caudar
impue stos y pagar tributos al gobie rno musulmán; y mante ne r tribunale s para e l tratamie nto de sus mie mbros. Cada mille t te nía un líde r,
que e ra e l re sponsable ante e l gobie rno musulmán e n asuntos re fe ridos a los impue stos, al bue n comportamie nto y a la le altad de los
mie mbros de su comunidad.
LISTA DE OBSERVACIÓN MUNDIAL
por Open Doors

La Lista de Vigilancia Mundial de los 50 países más intolerantes al cristianismo está basada en la persecución a
cristianos por su fe en cinco esferas: vida particular, vida familiar, vida comunitaria, vida en el contexto nacional y vida
en la iglesia. La persecución por las creencias cristianas puede tomar la forma de “coacción”, intensa presión por parte
de la familia, de la sociedad y del gobierno, o “represión”, actos violentos de persecución. La Lista de Vigilancia Mundial
hace investigaciones sobre la persecución de ambos tipos en todas las áreas de la vida que pueden causar obstrucción
de la libertad religiosa en un país. Como muestra la siguiente lista, de los once países donde los cristianos se enfrentan
a la persecución extrema, 10 son de mayoría musulmana. En estos, el radicalismo islámico es la fuente dominante de
esa persecución.

PAÍSES CON PERSECUCIÓN EXTREMA


1. Corea del Norte
2. Arabia Saudita
3. Afganistán
4. Irak
5. Somalia
6. Maldivas (Islas Maldivas)
7. Malí
8. Irán
9. Yemen
10. Eritrea
11. Siria

OTROS PAÍSES
En los 32 de los 39 países restantes, el extremismo islámico también es la principal fuente de persecución: Sudán,
Nigeria, Pakistán, Etiopía, Uzbekistán, Libia, Turkmenistán, Qatar, Omán, Mauritania, Tanzania, Egipto, Emiratos
Árabes Unidos, Brunéi, Arabia Saudí, Jordania, Bahía, Palestina, Azerbaiyán, Marruecos, Kenia, Comoras, Malasia,
Yibuti, Tayikistán, Indonesia, Uganda, Kazajstán, Kirguistán, Níger.

PAÍSES CON PERSECUCIÓN EXTREMA


Arabia Saudí – No hay dispositivo legal para la libertad religiosa en la constitución de Arabia Saudita. Todos los
ciudadanos deben adherirse al islam y la conversión a otra religión es castigada con la muerte. El culto cristiano
público está prohibido; Los adoradores se arriesgan a ser arrestados, azotados, deportados y torturados. El
evangelismo de los musulmanes y la distribución de material no islámico es ilegal. Los musulmanes que se convierten
al cristianismo se arriesgan a ser muertos y empleados cristianos extranjeros están expuestos a abusos por parte de
sus empleadores.
Afganistán – En Afganistán, la presión de la familia y de la sociedad combinadas con la persecución por parte del
gobierno han hecho que la iglesia se haga subterránea. El Estado trata a los convertidos, que son todos de origen
musulmán, de manera muy hostil. Debido a esta persecución, los cristianos no pueden reunirse en público. Incluso
las reuniones en las casas requieren extrema cautela. No existen iglesias construidas, ni siquiera para extranjeros, y
tanto cristianos locales como extranjeros están sujetos a secuestros, muerte y fuga del país. El Talibán está
recuperando el poder y juró librarse de todos los cristianos de Afganistán, tanto extranjeros como locales.
Irak – Los cristianos en Irak están al borde de la extinción. Una gran cantidad de cristianos perseguidos huyeron al
exterior o (hasta recientemente) a la región segura del Kurdistán, donde enfrenta el desempleo y la falta de escuela
para sus hijos, cuidados médicos precarios y vivienda inadecuada. La iglesia enfrenta muchos desafíos - miembros
siendo muertos o secuestrados y la falta de líderes capacitados. En la región central y en el sur de Irak, los cristianos
tradicionales sufren tanto como los de origen musulmán (COM) como resultado de su visibilidad. En mayo de 2012,
20 familias cristianas en Mosul recibieron amenazas y la casa de un cristiano fue incendiada.
Somalia – Es muy peligroso para los cristianos reunirse abiertamente en Somalia, un estado estrictamente islámico.
Grupos terroristas tales como al-Shabaab buscan los convertidos al cristianismo y hacen todo para eliminarlos. Los
que prestan ayuda humanitaria, cristianos o no cristianos, siempre necesitan mucha seguridad debido al riesgo de
secuestro. La elección de un nuevo parlamento y presidente en 2012 creó una estructura para un gobierno más
legítimo. Sin embargo, para los cristianos perseguidos, el futuro sigue siendo sombrío, pues la constitución no prevé
el permiso para la libertad religiosa.
Islas Maldivas – Las Islas Maldivas son el único país en el mundo que exige que todos sus ciudadanos sean
musulmanes. La conversión a otra fe está prohibida por la ley y los convertidos se enfrentan a una gran persecución
de la familia y la sociedad, a menudo se ven obligados a abandonar el país. Las autoridades tienen un estricto control
de las personas para corregir cualquier desvío del islam. No hay reuniones en iglesias o edificios. La religión es en
torno al islamismo Deobandi - la religión del Talibán, cuya misión es limpiar el islamismo de todas las otras
influencias. Hay muy pocos cristianos nacionales.
Malí – Hasta hace poco, Malí era relativamente estable, un estado constitucionalmente secular, con una población de
musulmanes moderados. Sin embargo, después de un golpe militar en marzo de 2012, guerreros musulmanes y
rebeldes tuaregas lograron el control del norte, declarando un estado independiente y estableciendo un régimen
islámico rígido. Decenas de miles de sus ciudadanos huyeron hacia el sur o dejaron el país, incluyendo muchos
cristianos. Desde la primavera de 2013, las fuerzas francesas y africanas han intentado reconquistar el norte del país,
pero la región está lejos de regresar a la estabilidad.
Irán – Con miedo del creciente número de cristianos, particularmente en las iglesias en los hogares, las autoridades
iraníes monitorean actividades cristianas de cerca, particularmente iglesias que evangelizan a los musulmanes. El
evangelismo, el entrenamiento bíblico y la publicación de las Escrituras en Farsi son ilegales. Las detenciones de los
cristianos son comunes. Varios cristianos perseguidos fueron forzados a dejar sus casas o huir del país. Los cristianos
de origen musulmán enfrentan mucha presión - cualquier musulmán que deja el islamismo enfrenta la pena de
muerte. En septiembre de 2012, el Pastor Nadarkhani fue liberado después de tres años de prisión, acusado de
apostasía.
Yemen – Hay alguna libertad religiosa para extranjeros en Yemen y hay pocas iglesias oficiales para varios miles de
cristianos expatriados y refugiados en Aden, pero en el norte, iglesias no están permitidas. El país es muy inestable y
un número grande de expatriados ya ha dejado el país. Tanto el evangelismo y la conversión están prohibidos. Los
yemeníes que dejaron el islam pueden enfrentar la pena de muerte. Los pocos centenares de cristianos de origen
musulmán afrontan persecución de las autoridades y familias, y grupos extremistas usan esa amenaza para
presionarlos a volver atrás negando la fe.
Eritrea – Todas las iglesias evangélicas en Eritrea se cerraron en 2002, una prohibición gubernamental contra grupos
religiosos diferentes de los ortodoxos, católicos, luteranos y musulmanes. El gobierno persigue a los cristianos en el
lugar, pero miembros de la Iglesia Ortodoxa también los denuncian, y los musulmanes extremistas están listos para
asumir la situación cuando el gobierno se omite. Cuando los cristianos son descubiertos, son arrestados y llevados a
contenedores en campos militares, de donde quedan atrapados. Al menos 105 cristianos fueron arrestados en 2012 y
31 murieron en la prisión.
Siria – Antes de la guerra civil en Siria, aunque las reuniones fueran monitoreadas, los cristianos eran respetados en
la sociedad, pero eso está cambiando rápidamente. Los cristianos de origen musulmán (COM) se enfrentan a la
separación de la familia y amigos, y ahora también de extremistas mercenarios extranjeros. Antiguamente, los
cristianos eran perseguidos por el gobierno al por no tomar partido alguno. Ahora, un motivo religioso claro fue
agregado por la llegada de estos radicales extranjeros. Muchos cristianos fueron secuestrados, maltratados
físicamente y muertos, iglesias dañadas o destruidas, y decenas de miles de cristianos huyeron.
DECLARACIONES SOBRE LAS ACTITUDES CRISTIANAS HACIA LOS
MUSULMANES
por Accelerating International Mission Strategies

Según estadísticas actuales, la contribución que hace Occidente para el avance de la obra cristiana entre los
pueblos musulmanes, es menor al dos por ciento respecto de los recursos totales que posee. Esta distribución desigual
parece ser el resultado de ideas erróneas generalizadas que recaen sobre el mundo musulmán, ideas que se
intensificaron en los países occidentales, particularmente, debido a la Guerra del Golfo (1990-1991), a las situaciones
críticas padecidas por rehenes y a los ataques terroristas. A través de los medios masivos de comunicación y de los
círculos religiosos, el imaginario popular elabora conclusiones que sugieren que los musulmanes son personas
hostiles, y también incapaces de recibir el evangelio de Jesucristo.
Se nos ordena en las Escrituras a amar a todas las personas, y esto incluye a los musulmanes. El mandato de la
Gran Comisión (Mt. 28:18-20) nos obliga, como seguidores de Jesucristo, a comunicar eficazmente el evangelio a
todos los pueblos, sin excepción ni criterios personales.
Independientemente de los grandes esfuerzos misioneros realizados en todo el mundo, los cristianos hemos fallado
en proveer los recursos necesarios para la adecuada comunicación del evangelio de Jesucristo a los pueblos
musulmanes. En adelante, deberíamos poner todo empeño para que nuestra percepción del mundo musulmán
manifieste el mismo amor que Jesucristo muestra hacia toda la humanidad, en la cruz del Calvario.
Los seguidores de Jesucristo creemos que nuestra principal responsabilidad es compartir las Buenas Nuevas de
Jesucristo con todas las etnias del mundo. Por consiguiente, confesamos que:
1. Hemos fracasado en comprender el significado de los múltiples problemas emocionales de los pueblos
musulmanes, especialmente con respecto a la nación de Israel.
2. Hemos permitido que nuestras falsas percepciones y pobre entendimiento den lugar a actitudes equivocadas, y a
la falta de compasión por los pueblos musulmanes; y, por ende, no hemos tratado de aliviar su sufrimiento.
3. Somos culpables de aceptar ideas erróneas, y de perpetuar malentendidos y prejuicios; y en algunos casos, la
hostilidad y el odio absoluto hacia los pueblos musulmanes.
4. No hemos reconocido el tiempo del Señor, cuando el Espíritu Santo se movió en el corazón de los musulmanes
dando a estas naciones un hambre para entender el verdadero Cristianismo. Pero, a pesar de nuestras actitudes, el
Espíritu Santo está trabajando entre los pueblos musulmanes a través del testimonio cristiano y de la revelación
directa.
LOS MUSULMANES DE LA CHINA
Aunque los musulmanes representan sólo el 2 por ciento
de la población de 1.300 millones de habitantes de
China, son aproximadamente 25 millones de personas
dentro de una variedad de grupos étnicos: uigures,
kazajos, uzbecos, kirguises, tayikos, tártaros, salars,
dongxiangs y hui. A pesar de contabilizar un gran
número, los musulmanes chinos constituyen una minoría
en su país, al igual que los musulmanes lo son en la
India.
El pueblo hui es la mayor etnia musulmana de la
China, con más de 11.5 millones de personas. Sus
miembros viven en la totalidad de las provincias chinas,
con concentraciones más altas en algunas de ellas. El
pueblo hui representa el 34.5 por ciento de la población
de la Región Autónoma de Ningxia Hui, a lo largo del río
Amarillo, en el norte de la China. En esta área, el 34 por
ciento de los habitantes profesan el Islamismo, la
religión mayoritaria.
Los hui son descendientes de los mongoles y de los
comerciantes chinos musulmanes. Hablan el mandarín,
el idioma nacional; sin embargo, muchos de sus
integrantes mantienen la cultura propia dentro de las
comunidades localizadas en los centros urbanos. En las
zonas rurales, los hui crían ganado y se desempeñan
como agricultores y comerciantes viajeros. El pueblo hui
ha tenido un incremento numérico debido a la
migración, a los matrimonios mixtos, e incluso a la
adopción. Las familias adoptan a los hijos de la dinastía
Han (el grupo mayoritario de la China), y luego los crían
como hui.
En una población de minoría étnica, los hui pueden
sufrir la discriminación social. Sin embargo, llegan a
disfrutar de ciertos derechos que reciben de varios
gobiernos, como por ejemplo, los subsidios para la
carne vacuna y ovina, y para la reconstrucción de las
mezquitas, como así también el permiso para publicar y
vender la literatura islámica.
Fuente: Operación Mundo, www.chinasource.org,
www.tconline.org.

Estamos arrepentidos de nuestra conducta apática y hostil hacia los musulmanes. El arrepentimiento es una
decisión que produce cambios en la mente, y a la vez, conduce a una transformación de propósitos y acciones. La
reconciliación es la meta de nuestro arrepentimiento. Esforzándonos por alcanzar la reconciliación, nos
comprometemos a:
1. Orar fervorosa y responsablemente para que el evangelio de Jesucristo sea aceptado por la totalidad de los pueblos
musulmanes.
2. Orar fervorosa y responsablemente para que los seguidores de Jesucristo desarrollen actitudes de compasión, amor
y perdón hacia los musulmanes.
3. Actuar dentro de nuestras esferas individuales de influencia, a fin de reprender las conductas pecaminosas que
puedan aparecer en la comunidad cristiana.
4. Promover fervientemente la oración, la ayuda y la asistencia para el desarrollo de los pueblos musulmanes.
Algunos se cuentan entre los grupos más pobres del mundo, con menos instrucción, con deficiencias en la atención
médica, y con un alto porcentaje de personas que son víctimas de violencia.
5. Apoyar de manera comprometida a los obreros que ya se encuentran trabajando en el mundo musulmán, a través
de la oración y la contribución financiera.
6. Orar y buscar la voluntad de Dios, fervorosamente, en cuanto a la determinación de nuestros esfuerzos
individuales, con el propósito de asegurar que todos los musulmanes tengan la oportunidad de entender y
responder a la Buena Nueva de Jesucristo. Una manera concreta en que podemos hacerlo es mediante el desarrollo
de las relaciones personales y la exposición de nuestra fe a los musulmanes que viven en nuestras comunidades y en
todo el mundo.
¿QUÉ ATRAE A LAS MUJERES MUSULMANAS HACIA CRISTO?
por Miriam Adeney

No es nuestra intención faltar el respeto al Islam, cuando escribimos acerca de las mujeres musulmanas que
vienen al conocimiento de Cristo. Al pasar algún tiempo con los musulmanes, yo he sido bendecida por su alto
concepto de la naturaleza de Dios, su vida de oración, su énfasis en la comunidad, su insistencia en cuanto a que la fe
debe expresarse públicamente, y su preocupación por la ética social. Una y otra vez, el Islam nos dirige a nuestro
Creador.
Sin embargo, si una fe no conduce a Dios en Cristo, pierde su eje. En Cristo, Dios visitó este planeta en forma
humana. En la muerte de Cristo, Dios experimentó la profundidad del dolor humano. En la resurrección de Cristo,
Dios generó el poder para un nuevo comienzo, para la transformación de la vida. Los musulmanes se refieren
continuamente a Dios como “el misericordioso y el compasivo”. En Cristo, Dios demuestra más plenamente estas
cualidades, y es ésta la razón por la cual las mujeres musulmanas vienen a Cristo. Por medio de Él, el Dios a quien
ellas conocían muy de lejos, y de forma incompleta, llega a ser su Padre personal.
Las mujeres musulmanas acuden al Señor Jesucristo por una gran diversidad de caminos. Unas acceden a Él a
través de la lectura de la historia del evangelio. Otras tienen visiones o sueños en los cuales ven al Salvador. Algunas
lo hallan cuando atraviesan luchas en contra de los demonios, y comprueban que en el nombre de Jesús hay socorro
y liberación.
Muchas mujeres sufren abusos como consecuencia de relaciones disfuncionales y encuentran que Jesús les ofrece
sanidad y dignidad. Algunas han recibido una educación dentro de los ideales de rectitud, y desean una sociedad
más justa; también ellas descubren que hay poder en el Señor Jesús. Algunas vienen a Cristo debido a la valoración
que Él hace de la mujer. Algunas mujeres, inmersas en la promiscuidad, claman por una base de sustento moral para
sus propias vidas. Otras tienen temor a la muerte y anhelan tener la garantía del paraíso eterno. Dos mujeres, con
quienes tuve la oportunidad de conversar, me manifestaron su hambre de Dios, casi por sí solas desde los primeros
años de la infancia. Muchas vienen a Cristo porque la familia, en forma conjunta, decide seguir al Salvador.
Las mujeres musulmanas son seres humanos, y sus motivaciones son complejas. Sin embargo, encontramos varios
elementos que se repiten en estas jornadas: las Escrituras, los encuentros espirituales de poder, el amor de los
cristianos, las inquietudes acerca del sexo y la belleza y los asuntos referidos a la justicia social.

MITOS ACERCA DEL MINISTERIO ENTRE LAS MUJERES MUSULMANAS


El ideario popular y los estudios antropológicos han etiquetado, frecuentemente, a los misioneros de paternalistas,
críticos, condescendientes y colonialistas. En su libro Orientalismo, por ejemplo, Edward Said afirma que, durante la
Era del Imperio, los misioneros y otros expatriados veían a la historia musulmana, a la cultura y a la ética a través de
lentes occidentales. Por lo tanto, sus informes eran defectuosos.1
Hay algo de verdad en esto. En 1866, un artículo publicado en la revista de la principal agencia misionera de las
mujeres americanas observaba: “La degradación del sexo femenino, en muchas zonas de Oriente, no ha sido
suficientemente considerada en las tierras cristianas. Ellas están totalmente desprovistas de casi todas las bendiciones
que nos distinguen como seres racionales y religiosos, y sin las cuales deberíamos considerar insoportable la vida.”2
“El estado deplorable de las mujeres paganas”, “son totalmente ignorantes”, “hermanas menos favorecidas,”
“patéticas, miserables, oprimidas” eran frases comunes en el siglo XIX, el “Gran Siglo” de las misiones en general y
de las misiones a las mujeres en particular. Verdaderamente, hubo mujeres maltratadas en los países musulmanes, al
igual que en otras partes del mundo. Incluso hoy, dentro de preciosas familias musulmanas, hay millones de mujeres
que necesitan recibir educación, salud, habilidades que les permitan generar ingresos, y sobre todo, las palabras del
evangelio.
Sin embargo, cuando nos concentramos en las debilidades de otra cultura no vemos sus puntos fuertes y sus
bellezas. Tampoco vemos los pecados de nuestra propia cultura. Por ejemplo, los musulmanes se horrorizan de las
prácticas de la vida familiar en Occidente: los abortos, la promiscuidad, la falta de respeto hacia los padres y el
abandono de los ancianos. En cualquier caso, aun en el apogeo de la Era del Imperio, las obreras cristianas vivían y
trabajaban, frecuentemente, en estrecha colaboración con las mujeres locales. El ministerio entre las mujeres nunca
ha sido meramente cerebral, sino más bien siempre integral, ya que comprende cuerpo, mente y espíritu. Debido a
que las mujeres trabajaron juntas, descansaron juntas, rieron juntas y lloraron juntas, lograron acrecentar su
empatía. La hermandad unió a las mujeres de todas las culturas, más allá de sus ideologías misioneras.3
Algunas misioneras del pasado vieron la diferencia entre su cultura y el evangelio. En Irán en 1903, el doctor
Winifred Westlake escribió: “No queremos anglicanizar a las mujeres persas, ¿verdad? No, si podemos ser usados
para conducirlas a la libertad de las ataduras del Islam, y colocarlas bajo la luz del evangelio de Cristo, seguramente,
ellas van a crecer en la voluntad de Dios; y ¿quién se anima a decir lo que estas mujeres pueden hacer para el honor y
la gloria de Dios?”4
LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Dentro del Islam, los derechos de la mujer son
moldeados por el Corán, el Hadiz, la ley Sharia y las
costumbres locales. Bajo ciertas condiciones, el Corán y
el Hadiz permiten el divorcio. Sin embargo, varias
escuelas de derecho interpretan tales cláusulas de
manera diferente, y ellas son aplicadas o reformadas de
acuerdo con la tradición de cada país. El Corán no
sanciona la circuncisión femenina, pero en unos pocos
hadices hay referencias de ello; según la ley Sharia no
es obligatoria, pero tampoco está prohibida. En África, la
circuncisión femenina es una práctica que precede al
Islam y persiste actualmente por razones culturales.
Hay grupos Islamistas que hacen cumplir las
interpretaciones estrictas, y que se niegan a conceder a
la mujer los derechos a la educación y al empleo,
basados en la observancia local y en una lectura
estrecha de la ley islámica. En cambio, las feministas y
los islámicos moderados rechazan los puntos de vista
rígidos, argumentando que éstos no encuentran tanto
respaldo en el Corán, sino más bien en débiles hadices y
en las tradiciones culturales. Esta corriente está
alentando un movimiento de “retorno al Corán,” por
considerar que en él hay una visión tolerante hacia las
mujeres. Ellas admiran y veneran a Muhammad como un
emancipador debido a que él prohibió la matanza de
bebés del sexo femenino, y concedió privilegios sin
precedentes para la mujer en la Arabia pre-islámica.
Entre los derechos de la mujer se incluyen: poseer una
propiedad, adquirir educación, ganar y administrar su
propio dinero, negociar los términos del matrimonio, ser
sostenida por su marido, tener un trato igualitario al de
todas las mujeres de su esposo, recibir satisfacción
sexual de parte de su marido, acceder al divorcio.
No es extraño descubrir que hay discrepancias en las
enseñanzas del Corán, y que también hay diferencias en
las formas en que cada sociedad aplica esas doctrinas.
En nombre del Islam, los derechos de la mujer son
atropellados en los ámbitos del matrimonio, de la
familia y de las libertades individuales. En Arabia
Saudita, por ejemplo, la segregación entre hombres y
mujeres llega al extremo: la mujer tiene prohibido
conducir un vehículo; este acto la llevaría a tener que
mostrarse con el fin de obtener las fotos de su
credencial, o bien, la pondría en contacto con un agente
de tránsito varón, si es que ella se viera involucrada en
algún accidente callejero, con el agravante de no contar
con la supervisión de un acompañante masculino.
Muchos países musulmanes están adoptando una
nueva postura: respetan la ley islámica y, al mismo
tiempo, tienen una mayor sensibilidad hacia los
problemas sociales que resultan de desigualdades en
cuanto a la aplicación de la ley.
Fuente: Fran Love, www.frontiers.org.

Hoy en día, hay nuevos “mitos” acerca del trabajo entre las mujeres musulmanas. Algunos se centran en la
estrategia del ministerio. Estos mitos pueden inducirnos al error:
Mito 1
Las mujeres musulmanas son pasivas y sumisas. Rara vez piensan por sí mismas o ejercen el liderazgo.

Mito 2
En general, las mujeres musulmanas no pueden venir a Cristo ni crecer en Él, si sus esposos no llegan a ser cristianos
primero.

Mito 3
Una familia musulmana se siente más amenazada si un miembro femenino de su núcleo –hija o esposa– cree en
Cristo, que si lo hace uno del sexo masculino.

Mito 4
Mujeres y hombres musulmanes pueden ser evangelizados y discipulados juntos, de manera eficaz, mediante las
mismas estrategias y los idénticos textos bíblicos.

Mito 5
Las mujeres musulmanas no deben ser evangelizadas hasta tanto no haya un varón cristiano que esté predicando a
los hombres. Actuar contrariamente a lo expuesto determina un mal proceder, pues las mujeres no llegarán a
alcanzar la comunión verdadera.
Consideremos los mitos cuatro y cinco. ¿Es posible que las mujeres sean evangelizadas y discipuladas de la misma
manera que los hombres? La evangelización de las mujeres, ¿podría estar subordinada a la de los hombres? La
respuesta breve es: “A veces”. ¡Es hermoso ver cuando todos los integrantes de un hogar siguen juntos a Jesús! Y más
aún en aquellas comunidades donde la toma de decisiones importantes, en forma colectiva, es algo natural. Por
desgracia, el Islam resiste el señorío de Jesús en demasía; de hecho, si un grupo familiar oye el evangelio por primera
vez en su conjunto, más tarde los miembros intentarán boicotearse unos a otros para evitar un acercamiento al
Salvador. Entonces, los individuos que quieren buscar la verdad tienen que hacerlo en privado. A veces, las
oportunidades de compartir el mensaje se dan inicialmente con las mujeres antes que con los hombres. En ocasiones,
las mujeres cristianas están más dispuestas a llegar a sus pares musulmanas antes que los hombres cristianos hagan
lo mismo con sus congéneres. A menudo, el abuso que han sufrido las mujeres o bien la riqueza de los mundos
femeninos requieren un enfoque de género.
Sin duda, Agar es un ejemplo resonante. Nutrida por la ferocidad, apta en el desierto, espiritualmente viva y
temblorosamente vulnerable, Agar se fue en busca de un futuro para su hijo. Después que ambos bebieron de la
fuente de agua que Dios les proveyó en el desierto, revivieron; el niño creció y se convirtió en un fuerte cazador. Más
tarde, Agar le tomó mujer de la tierra de Egipto, y él engendró hijos e hijas. Algunos de esa prole aparecen en el
relato del profeta Isaías, entre aquellos que irán en gran procesión alrededor del trono de Dios, al final de los tiempos.
Los descendientes de Nebaiot, el primer nieto de Agar, y Cedar, otro de sus nietos, marcharán en el séquito. Ellos ya
no serán los forasteros; Dios aceptará su ofrecimiento (Is. 60:7).
Y las hijas de Agar también estarán allí.

Final de las lecturas básicas de la Lección 9. Ver Aprende Más.

NOTAS FINALES
1. Edward Said, Orie ntalism: We ste rn Conce ptions of the Orie nt (London: Pe nguin, 1995).
2. Judith MacLe od, Woman’s Union Missionary Socie ty: The Story of a Continuing Mission (Uppe r Darby, Pa.: Inte rse rve , 1999), p. 12.
3. Ve r Erik Fre as, “Muslim Wome n in the Missionary World,” The Muslim World (April 1998), pp. 141–164; y Guli Francis-De hqani, “CMS
Wome n Missionarie s in Pe rsia: Pe rce ptions of Muslim Wome n and Islam, 1884–1934,” in The Church Mission Socie ty and World Christianity
1799–1999, e d. Ke vin Ward y Brian Stanle y (Grand Rapids: Ee rdmans, 1999), pp. 91–119.
4. Francis-De hqani, “CMS Wome n Missionarie s,” p. 118. [El doctor We stlake (e n 1903) utilizó e l té rmino “mahome tismo” que actualme nte no
se pre fie re , por lo cual aquí se ha re e mplazado por “Islam.”]
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. ¿Qué principios ha aprendido de los enfoques pasados hacia el ministerio musulmán?
2. Considerando los esfuerzos históricos que se han realizado para alcanzar a los musulmanes con el evangelio,
¿cuáles son los ejemplos que deben seguirse? ¿Qué cosas cree que deberían hacerse de una manera diferente?
3. La mayoría de los creyentes en Cristo de trasfondo musulmán sufren por causa de su fe, y algunos han dado la
vida por ella. ¿Qué significado tiene “sufrir por Cristo” para usted y para su comunidad?

APRENDE MÁS
Leer Thomas L. Friedman, From Beirut to Jerusalem (New York: Anchor Books, 1989).
William Miller, My Persian Pilgrimage, 2nd ed. (Pasadena, California: William Carey Library, 1995).
Ver un retrato de Hollywood referido al mundo musulmán: Hidalgo, protagonizada por Viggo Mortensen (2004);
Not Without My Daughter, protagonizada por Sally Field (1991); Lion of the Desert, protagonizada por
Anthony Quinn (1980); o The Wind and The Lion, protagonizada por Sean Connery (1975). En virtud de lo
que usted ha aprendido durante este curso, ¿qué opinión le merece la manera en que estas películas presentan
a los musulmanes?
Orar por los musulmanes, cada mediodía de los viernes, junto con un grupo de amigos cristianos.
Pedir una suscripción gratuita de la revista Saudi Aramco World a través de www.aramcoworld.com. Podrá aprender
más acerca del mundo musulmán.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
NEUSTRA RESPUESTA AL ISLAM
LECCIÓN 10
MOVIMIENTOS DE PLANTACIÓN DE IGLESIAS
REFLEXIONE
• ¿Qué se necesitaría para que muchos musulmanes siguieran a Cristo?
• ¿Qué es una iglesia?
• ¿Cómo se inicia una iglesia?
PUNTOS CLAVE
1. Iglesia, plantación de iglesias y movimientos de plantación de iglesias (MPIs).
2. Evangelismo es sólo un componente de la plantación de iglesias.
3. Necesidad de una estrategia de plantación de iglesias.
4. Trabajar hacia un movimiento de iglesias que se multiplican.
5. Dios hace que los movimientos de plantación de iglesias.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVES Introducción
La Plantación de Iglesias en El Mundo Musulmán, ¿Una Misión Imposible?
Siete Etapas Para La Plantación De Iglesias: Etapas Y Lista De Actividades
La Plantación De Iglesias Que Incluye A Las Mujeres Musulmanas
BÁSICAS El Espectro C1 a C6
¿Cuán Lejos es Demasiado Lejos?
Lo Que El Ayuno Me Enseñó
La Exaltación De La Fatwa
INTRODUCCIÓN

¿Qué se necesita para que los musulmanes entiendan que Jesucristo vino por ellos? Si queremos ver a los
musulmanes ser alcanzados con el evangelio, es entonces, de suma importancia plantar iglesias sólidas, autóctonas,
que se reproduzcan y que se sostengan por sí mismas en cada grupo musulmán. Esto requiere un esfuerzo en equipo
a largo plazo que comienza con la encarnación personal y con un profundo amor por los musulmanes, que son los
cimientos para construir un ministerio.
Aunque muchos países musulmanes no les permiten a los cristianos ingresar ni vivir como misioneros, sí somos
bienvenidos como ingenieros, como maestros, como médicos y como otros profesionales. Entramos a las
comunidades como profesionales (hacedores de tiendas), no para engañar ni ocultar nuestro propósito, sino para
manifestar con claridad nuestra intención como cristianos de acatar sus leyes, de respetar sus culturas y de ofrecer
beneficios tangibles. Responder a las necesidades extremas de los musulmanes presos de la pobreza, de los desastres
naturales o de las calamidades de índole política o social a través de emprendimientos comunitarios y económicos
cristianos a largo plazo es mucho más que una mera estrategia de entrada. Se trata de un enfoque integral hacia las
personas que transmite y confirma el carácter de Cristo y de su iglesia.
Si deseamos establecer una presencia que sea de testimonio dentro de una comunidad, debemos vivir allí y
aprender el idioma local, incluidos los modismos, los proverbios y las figuras de lenguaje. Es preciso conocer el
lenguaje del hogar y de la familia, no solo el que se utiliza en el mercado. Si hablamos de anunciar el evangelio, no
existe nada que sustituya el evangelismo personal ni el discipulado. El discipulado debe hacerse en forma individual,
en medio de los altibajos de la vida cotidiana y con la intención de sembrar frutos que permanezcan. En cierto
movimiento de plantación de iglesias, sucedió que el obrero expatriado nunca entró al territorio del grupo de
personas que se pretendía alcanzar. Sin embargo, en poco tiempo, miles de personas conocieron a Cristo y se
plantaron decenas de iglesias.
Él había pasado años centrándose en un pequeño círculo de hombres (de este grupo de personas) enseñándoles
todo lo que sabía acerca de Jesús.

ETAPAS DE LA PLANTACIÓN DE IGLESIAS


1. Presencia 4. Plantación
2. Proclamación 5. Propagación
3. Persuasión 6. Asociación

A menudo, las historias son un recurso más eficaz para establecer una conexión entre la alfabetización y las
barreras culturales que otros métodos de enseñanza. El arte dramático y la narración de cuentos se adaptan a los
medios masivos de comunicación por medio de la radio y de la televisión. Las historias penetran en la vida al
instante. De hecho, la mayor parte de la Biblia está compuesta por narraciones. Una de mis primeras experiencias
con musulmanes fue en las descuidadas cabañas de un barrio pobre fuera de Mombasa, Kenia, mientras escuchaba a
un obrero veterano leer y discutir una historia de la Biblia con un líder de los refugiados somalíes. Con amable
paciencia, este cristiano honró a este hombre somalí, dedicó tiempo cada semana como invitado y, poco a poco
recorrieron la Biblia desde Génesis hasta Cristo. Como verá en esta lección, en muchas culturas musulmanas, la
narración es un método respetado para anunciar las buenas nuevas.Si queremos proclamar a Cristo, debemos
entender el contexto cultural local desde donde deseamos desarrollar un enfoque específico, ya que nos ayudará a
transmitir el evangelio a la mente y al corazón de esa comunidad musulmana. Nuestro objetivo no es que los
musulmanes crean en Jesús en secreto (lo que los autores aquí se refieren como C6; ver pág. 379). Tampoco deseamos
que los musulmanes se rebelen contra sus comunidades y asistan a aquellas iglesias que siguen un patrón occidental
y en donde no se hablan las lenguas locales (C1). Es de lamentar que, en el pasado, la C1 y la C6 hayan sido los
modelos predeterminados. Aquellos que hoy sirven entre musulmanes trabajan para construir iglesias que utilicen las
lenguas locales y las formas autóctonas de música, de alimentación y de vestimenta (C2). La mayoría de los obreros,
en conciencia, desean también que la iglesia local incluya el lenguaje y las prácticas islámicas aceptadas desde el
punto de vista bíblico (C3).
Un tema de debate es cuán más allá de estos pasos evidentes y “seguros” es posible avanzar para lograr
contextualizar el evangelio para los musulmanes. No obstante, el objetivo de la contextualización no está en
discusión. Queremos ver comunidades transformadas por Cristo, adorando a Jesucristo como Señor y Salvador en
público, creciendo en Cristo por medio de la instrucción de la Biblia y testificando en sus barrios de manera eficaz.
Solo cuando los musulmanes se persuadan de seguir a Cristo, habremos cumplido nuestro objetivo de proclamar el
evangelio.
A medida que la iglesia emerge, los creyentes necesitan la guía y el ánimo del Espíritu Santo para responder ante
las presiones de la contextualización y de la persecución, ya que son ellos los que deben permanecer plantados en el
contexto local. En definitiva, la iglesia autóctona debe ser capaz de apoyarse y de gobernarse a sí misma y de
testificar en forma independiente. Muy a menudo, el dinero y la influencia extranjera le han dado a la iglesia una
imagen foránea. Por ejemplo, debemos motivar las formas locales de música y de adoración, aunque sean extrañas
para nosotros. Para ello, debemos evitar copiar nuestras melodías preferidas en la nueva iglesia sin el debido cuidado.
Una vez, asistí a una reunión multiétnica en Londres. Se entonaron la combinación de himnos y de coros de
alabanza habituales. Más tarde, los occidentales se fueron y solo quedaron los creyentes de Punjabi: trajeron el
armonio, un instrumento popular del sur de Asia y el lugar se sacudió en adoración con una pasión y un poder como
nunca antes había visto.
UNIDAD, SUMISIÓN Y COMUNIDAD
“Preocupémonos los unos por los otros, a fin de
estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos
de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos,
sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora
que vemos que aquel día se acerca.” (He. 10:24-25,
NVI).
Mucho antes de que el Islam enfatizara la unidad
(tachad), la sumisión (abd) a Dios y la comunidad
(umma), Dios estableció la iglesia para ejemplificar la
unidad, la sumisión y la comunidad como sus marcas
distintivas.
Cristo oró por nuestra unidad para que el mundo
conociera que Dios lo había enviado: “Yo les he dado la
gloria que me diste, para que sean uno, así como
nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí. Permite que
alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo
reconozca que tú me enviaste y que los has amado a
ellos tal como me has amado a mí” (Jn. 17:22-23, NVI).
Nuestra sumisión a Dios, a otros cristianos y a las
autoridades humanas, da testimonio de Cristo: “Dios
resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Someteos, pues, a Dios” (Stg. 4:6b-7a). “Sométanse
unos a otros, por reverencia a Cristo” (Ef. 5:21, NVI).
“Por causa del Señor someteos a toda institución
humana” (1 P. 2:13 a).
No hay nada que cause tanta alegría como reunirse
con personas que se aman. Por medio de esta
comunidad cristiana, adoramos a Dios. Nos servimos
unos a otros en la comunión unos con otros como Cristo
nos ordenó. El ideal que procuramos se demostró en la
iglesia primitiva: “Se mantenían firmes en la enseñanza
de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del
pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los
muchos prodigios y señales que realizaban los
apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían
todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y
compartían sus bienes entre sí según la necesidad de
cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un
solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la
comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y
disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada
día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos”
(Hch. 2:42-47, NVI).
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam

Además, no basta con colocar una pequeña congregación de creyentes musulmanes dentro de una etnia de cientos
o de millones. Sin duda, Dios tiene un plan de llegar a los pueblos musulmanes con las buenas nuevas y nos guiará a
medida que busquemos nuevos métodos para alcanzarlos. Como pescadores de hombres de Jesús, ¿nos imaginamos
“echando la red”, pidiendo que familias y que comunidades enteras, aun cientos de personas, se salven al mismo
tiempo? Esto demanda una fe audaz, que comienza con la oración, para creer que Dios ama a los musulmanes y que
los llama a la salvación. Seguimos adelante con el fin de ver a Dios glorificado a través de movimientos masivos de
musulmanes que vengan a Cristo, que extiendan a la iglesia en sociedades enteras, como sucedió en partes de
Indonesia, de África del Norte y de Bangladesh. Por la gracia de Dios, trabajemos para que esto suceda.
Es prerrogativa de Dios cambiar corazones. Es nuestra responsabilidad llevar el evangelio a las comunidades
musulmanas, en hechos y en palabras, para asegurarnos de que el evangelio, una vez arraigado, prospere y
entonces, darles la bienvenida a los creyentes de origen musulmán y confiar en ellos como colaboradores nuestros,
unidos en la comunidad global de aquellos que proclaman que Jesucristo es el Señor.
K.S., editor

LOS MUSULMANES QUE NOS


RODEAN
“No hay musulmanes en nuestra comunidad. No es tan
variada”. Es lamentable que, con frecuencia, nosotros,
los cristianos, no podamos ver a los inmigrantes, a los
estudiantes y a los musulmanes convertidos que están
alrededor de nosotros. ¿De qué manera podemos
reconocer y llegar a estos musulmanes?
• Establezca un horario habitual para orar por los
musulmanes. (Quizás los viernes al mediodía).
• Realice caminatas de oración por el barrio. Deles la
bienvenida a los nuevos vecinos musulmanes que
recién llegan a la comunidad. Haga amistad con ellos y
expóngales su fe.
• Concurra a los restaurantes y a los negocios locales
cuyos dueños sean musulmanes. Busque nombres
musulmanes en las páginas amarillas o en Internet
para descubrir las maravillosas experiencias culturales
disponibles cerca de usted.
• En las tiendas de comestibles y en los mercados que
atienden a musulmanes, pregunte cómo cocinar los
platos preferidos de las tierras musulmanas. Esto
puede ayudarle a entablar una conversación, sembrar
una amistad y permitirle preparar una comida sabrosa.
• Visite salas de chat y sitios web religiosos. Muchos
musulmanes están mal informados y necesitan
aprender de cristianos comprensivos que les
demuestren amor, compasión y tacto.
• Ayude a los que sufren. Muchos musulmanes son
refugiados que huyen de la guerra y de conflictos
políticos en su tierra natal. Las agencias locales y las
organizaciones sin fines de lucro necesitan voluntarios
para ayudarlos.
• Hágase amigo de aquellos que están solos. Muchos
musulmanes son estudiantes internacionales, como
yo. Los días festivos pueden ser los más solitarios y
una gran oportunidad para invitarlos.
• Hágase amigo de las personas que se han convertido
del Islam al Cristianismo. Podemos aprender cómo y
por qué se convirtieron. Su amistad puede
contrarrestar una comprensión bíblica errónea o una
opinión negativa de los cristianos.
Fuente: Fouad Masri, www.crescentproject.org.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


The International Journal of Frontier Mission cuenta con di ez tema s que s e centra n en el Is l a m, en l a fa bri ca ci ón de ti enda s y en l a
contextua l i za ci ón. Los a rchi vos en l ínea es tá n di s poni bl es en www.i jfm.org. Evangelical Muslims Quarterly, con má s de vei nte a rtícul os s obre l os
mus ul ma nes . Los a rchi vos en l ínea es tá n di s poni bl es en www.billygrahamcenter.org/emis.
LA PLANTACIÓN DE IGLESIAS EN EL MUNDO MUSULMÁN, ¿UNA
MISIÓN IMPOSIBLE?
por Jim Rockford

Dos medias verdades: plantar iglesias entre los musulmanes es una tarea imposible y Dios debe intervenir de una
manera especial para revelar cómo hacerlo. En primer lugar, en cierto modo, es imposible. Cuando consideramos
toda la oposición que implica ver que un movimiento de musulmanes entre en el reino, la posibilidad parece casi
absurda. Segundo, ¿quién puede discutir que, sin la obra milagrosa del Espíritu Santo en el corazón de una persona,
no existen ojos que puedan abrirse? Sin embargo, en nuestra corta experiencia, noventa y un equipos de Frontiers en
África del Norte, Oriente Medio, Asia Central, Asia Meridional y el sudeste asiático están viendo en este momento
cómo se plantan iglesias. En casi todos los países, Dios está formando a su iglesia con creyentes de cultura
musulmana (CCM). ¡No es imposible!

UN PLAN BÍBLICO
Dios no espera que hagamos esto a partir de cero. Sin lugar a dudas que dependemos de él para que nos guíe en
forma específica y nos proporcione las llaves que abrirán las puertas en cada lugar. No obstante, vemos que él ya
reveló en la Biblia la mayor parte de lo que necesitamos saber sobre cómo llevar a cabo la tarea. Una buena parte de
ello es solo cuestión de tener un objetivo firme.
En Frontiers, observamos que existe una estrecha correlación entre los objetivos acotados de un equipo y su
efectividad final. Cuando un equipo entra a un lugar no alcanzado con el simple objetivo de plantar una iglesia entre
la mayoría musulmana y solo se compromete a hacer lo que contribuya a ese objetivo teniendo en mente algunas
etapas, es probable que surjan comunidades de CCM.
Sin embargo, cuando un equipo entra a un lugar con múltiples objetivos generales, solo con una vaga noción de
cómo llegar allí y con puntos de vista opuestos dentro del mismo equipo sobre cuál será la estrategia, por lo general,
hay pocos resultados o ninguno. Cuando una iglesia interviene entre un grupo de personas no alcanzadas, es como
encontrar una tortuga sobre el poste de una cerca: no hay dudas de que hubo un tercero involucrado.

EL MODELO DE LAS SIETE ETAPAS


El modelo “Siete etapas para la plantación de iglesias” de Frontiers (ver “Siete etapas para la plantación de iglesias:
etapas y lista de actividades” en la pág. 361) surgió a partir de esa experiencia. Si bien algunos pueden argumentar
que, en el Nuevo Testamento, no existe un plan mágico para plantar iglesias, creemos que, en realidad, sí hay etapas
definidas. El sentido común nos dice que, antes de que podamos tener una iglesia, sin duda de que primero habrá
una reunión de creyentes que, probablemente, no posean todavía las cualidades mínimas de una “iglesia”, según el
Nuevo Testamento. Previo a eso, una persona del grupo de destino, al menos, vino a Cristo y la estamos discipulando.
Y eso supone que hemos estado evangelizando. Por lo tanto, no es de extrañar que estas etapas básicas (con algunas
variaciones) se repitieran cada vez que Pablo fundaba una iglesia.
Otros modelos de plantación de iglesias en múltiples etapas no son nuevos (por ejemplo, “The Pauline Cycle” [El
ciclo paulino] de David Hesselgrave). Claro que otros modelos influenciaron estas siete etapas y se han
contextualizado según nuestros equipos de plantación de iglesias musulmanas y según los valores de la agencia.

LOS BENEFICIOS
En nuestra organización, comprobamos que promover y emplear ampliamente las siete etapas no tiene precio.
Algunos resultados positivos son:
• Cuando se forma un nuevo equipo en Frontiers, lo unimos a otros noventa equipos más que trabajan en las
distintas etapas, desde la 1 a la 7, un entorno ideal para entrenarse de igual a igual. El nuevo equipo se estimula
ante la seguridad de que, por la gracia de Dios, también llegará a la etapa 5, 6 o 7.
• Cuando un equipo tiene una idea clara del paso 1 o 2 que siguen, es capaz de trabajar con más confianza e
intencionalidad (por ejemplo, en el aprendizaje de un idioma). No tener que descubrir el próximo paso permite
ahorrar mucho tiempo.
• El modelo aborda una de las principales causas de conflictos y de ineficacia en el equipo, las ideas opuestas que se
tienen sobre los objetivos fundamentales, estrategias, métodos, distribución del tiempo para tareas específicas y
demás. El modelo brinda, como una herramienta de planificación, un vehículo compartido que reduce las
expectativas en conflicto. Los miembros individuales pueden identificar su rol dentro de un panorama más amplio.
• Las siete etapas nos brindan un lenguaje en común para identificar los niveles de progreso, las estrategias y las
actividades que se realizan a lo largo de toda la organización.

QUÉ NO SON LAS ETAPAS DE PLANTACIÓN DE IGLESIAS


Este modelo no es una receta exacta ni un mapa de ruta. Establecer comunidades de creyentes en algunos de los
lugares más hostiles y peligrosos del mundo no es sencillo ni automático. Ciertamente habrá batallas espirituales,
persecuciones, pecados arraigados, falsas concepciones acerca de Dios, apostasía, traiciones y desviaciones de las
expectativas. Los equipos en el campo aun precisan tanto de ayuda (correcciones por parte de los líderes y de los
entrenadores) como de su propia creatividad e inventiva guiada por el Espíritu, lo cual no es una ciencia, sino un arte.
Frontiers abarca una amplia diversidad en teología evangélica, en filosofía del ministerio y en ideas sobre la
“iglesia”. El modelo de las siete etapas, para ser funcional, pretende incluir una variedad de patrones para la
plantación de iglesias. Por ejemplo, un equipo planea plantar iglesias caseras. Otro, una iglesia celular. Otro equipo
plantará una iglesia grande, tradicional o de tipo normativo. Las filosofías específicas del ministerio se mantuvieron a
un mínimo para que puedan aplicarse de manera general.

EJEMPLOS REALES DEL CAMPO


Tenemos un equipo de tres familias en una gran ciudad indonesia. Comenzaron con una comunidad de CCM
creciente y ya están en la etapa 5. El grupo tiene aproximadamente veinte creyentes adultos, más los niños. Una
pareja de CCM de mediana edad, espiritualmente madura, tiene a cargo el liderazgo principal. El líder expatriado
del equipo y su esposa siguen muy cerca a esta pareja y los están discipulando. En este momento, se centran en gran
parte en los asuntos del ministerio y de la iglesia, un buen ejemplo de 2 Timoteo 2:2.Sin embargo, la situación está
lejos de ser unidimensional. Varios miembros del equipo deben trabajar duro para discipular a los CCM, para formar
otros líderes, para aprender el idioma más a fondo (sobre todo, para los nuevos miembros) y para llevar a cabo los
trabajos gubernamentales necesarios relacionados con los proyectos y con otros aspectos logísticos. Además, algunos
de los miembros del equipo no están muy involucrados en el grupo de CCM, ya que las dinámicas culturales no
permiten demasiada presencia de expatriados. Por lo tanto, se centran principalmente en evangelizar y en formar
creyentes cristianos para evangelizar a la comunidad musulmana.
Al mismo tiempo, el equipo debe prestar atención a los aspectos de la vida y al crecimiento personal. Así que, bajo
el paraguas de la etapa 5, ellos permanecen activos en muchas facetas de las etapas anteriores (aprendizaje del
idioma, evangelismo, discipulado y demás). No obstante, este equipo tiene que seguir adelante hacia la etapa 6 (en
los últimos aspectos del trabajo antes de introducirse de lleno en la iglesia, tales como enfocarse en el desarrollo del
liderazgo) y, al mismo tiempo, poner su mirada en el enfoque de la Etapa 7 (nombramiento de ancianos, garantizar
un modo de reproducción y de salida). Mantener en vista estas dos últimas etapas evitará que el equipo se pierda en
un callejón sin salida o en ministerios atractivos que no contribuyen al objetivo principal: plantar iglesias.
Un equipo muy grande en Kazajstán plantó una gran iglesia de CCM y algunos grupos satélites en otras ciudades.
Como en el ejemplo anterior, hay varias cosas que hacer y son oportunidades para que los miembros del equipo
ejerzan sus dones, sea enseñar la Biblia, discipular, evangelizar, servir, aconsejar, liderar, hacer música, trabajar con
jóvenes, administrar u otros. Como este equipo está en la Etapa 7, el trabajo se centra en la multiplicación a partir de
nuevas comunidades e iglesias.
Otro equipo trabajó años en una capital árabe principal. Después de haber experimentado muchos contratiempos y
olas de oposición de parte del gobierno, la comunidad de CCM que comenzaron creció en tamaño y en madurez.
Esta iglesia tiene aproximadamente veinte adultos, más niños. Dos hombres CCM han sido reconocidos como
ancianos por su participación activa en liderar y en enseñar. Sin embargo, uno de estos ancianos, con un gran don
para plantar iglesias, desea mudarse con su familia a una ciudad nueva y volver a comenzar. Por lo tanto, este
ministerio debe centrarse en las prioridades de las etapas 6 y 7.

CÓMO EVITAR DISTRACCIONES


En las etapas 2 y 3, en particular, es difícil perseverar. Por lo general, existe una fuerte tentación a darse por vencido.
Más común aún, se corre el riesgo de distraerse con otras buenas tareas: hacer tiendas, trabajar con cristianos étnicos,
crear medios de comunicación, tareas relacionadas con la informática, actividades frecuentes del equipo o pasar
tiempo con amigos musulmanes (sin desafiarlos a tomar una decisión por Cristo). Todas estas actividades pueden ser
útiles, pero es probable que no contribuyan a plantar una iglesia. Por lo tanto, las siete etapas son un recordatorio
constante y una disciplina para que el equipo vuelva a la meta principal. El modelo de etapas presenta una guía
específica sobre los objetivos que el equipo debería estar llevando a cabo en las Etapas 2 y 3.
Por último, Frontiers tiene varios equipos en la etapa 5; es decir que están liderando a las comunidades de CCM que
comenzaron en las ciudades de destino. Sin embargo, quizás algunos sean tentados a concluir que la tarea ya
terminó. El modelo demanda más esfuerzo antes de acabar con la tarea. De esta manera, podremos llevar a los
grupos a la misma condición eclesiástica que Pablo y Tito dejaron en Creta: iglesias auténticas, cada una bajo una
pluralidad de ancianos cualificados.

LOS TRES SIGNOS DE UNA IGLESIA


El tema “¿Qué es una iglesia del Nuevo Testamento, y cómo sabemos cuándo hemos plantado una?” está fuera de
nuestro alcance aquí. Sin embargo, si consideramos el criterio y ejemplos del Nuevo Testamento, existen tres
características que no deben faltar:
1. Debe haber una cierta “masa crítica”, un tamaño mínimo y una composición social. Un grupo de tres hombres
solteros no es una iglesia. Una comunidad de quince adultos, más niños, puede ser. El Nuevo Testamento no nos da
un número, probablemente porque la masa crítica mínima puede variar.
2. Debe haber dos o más hombres que reúnan las condiciones para ser ancianos y que estén dispuestos a servir como
tales. El Nuevo Testamento enseña que, en una iglesia determinada, debe haber una pluralidad de ancianos.
Aunque no se menciona ningún número, tres o más suele ser mejor que dos.
3. Estos ancianos deben instalarse y asumir la autoridad y la responsabilidad del liderazgo. Si los creyentes siguen
esperando que los plantadores realicen esta tarea, la plantación de la iglesia no concluyó aún.
Aquí, ya celebrando dos milenios de esfuerzos de la iglesia en obedecer la Gran Comisión, está claro que la tarea no
está terminada. Sin embargo, hay indicios de que Dios está derramando su misericordia en cada vez más grupos de
personas no alcanzadas y, los equipos pioneros en plantación de iglesias están dando a conocer resultados que, en
muchos casos, no tienen precedentes. Creemos que la labor principal de la iglesia para extender el evangelio a “los
que no han oído” debe ser plantar iglesias. Una herramienta como las “Siete etapas para la plantación de iglesias”
puede ayudar en esta tarea.
SIETE ETAPAS PARA LA PLANTACIÓN DE IGLESIAS: ETAPAS Y LISTA
DE ACTIVIDADES
por Dick Scoggins y Jim Rockford 1

ETAPA 1: FORMAR UN EQUIPO


Definición
Preparar el equipo. Estrategias y planes iniciales para plantar una iglesia.

Cuándo comienza
El director general selecciona al aspirante a coordinador del equipo de manera oficial, quien se convertirá en el
coordinador del equipo designado.
1. Se recopila la mejor información disponible sobre la cultura, la historia y el idioma del país y del grupo
destinatario.
2. Se prepara una declaración de la visión.
3. Se elabora un memorándum de entendimiento.
4. Se forma un equipo.
5. Se obtiene la aprobación de la Iglesia y el respaldo para cada miembro del equipo.
6. Se prepara un documento de estrategia.
7. Cada miembro del equipo se asegura de contar con la oración y el apoyo financiero necesario.
8. Se logra que el equipo se apropie de la visión y de la estrategia para plantar iglesias.

ETAPA 2: PREPARARSE PARA SEMBRAR


Definición
Aprender el idioma, adaptarse a la cultura y, de este modo, pertenecer a la sociedad.

Cuándo comienza
La mayoría del equipo ya está en el lugar, y, por lo general, participa activamente del aprendizaje del idioma.

Actividades
1. Los miembros del equipo llegan y encuentran una vivienda adecuada. Se hacen los arreglos para la estrategia de
entrada inicial del equipo.
2. Se resuelven los conflictos que surgen en las familias del equipo.
3. Se abordan los conflictos del equipo.
4. Se desarrolla una vida en equipo que sostiene espiritualmente a los miembros.
5. Se planean y se establecen metas para el equipo.
UN DIOS QUE NO ESTÁ LEJOS
“Yo era una musulmana religiosa”, afirma Ayse.
“Había leído un libro sobre el infierno y me aterraba la
idea de convertirme en una persona religiosa. Descubrí
que el Dios del Islam está demasiado lejos”. Luego, un
amigo le dio a Ayse un Injil y la desafió a que lo leyera.
“¡Me convertí a Cristo luego de cuatro días de leer la
Biblia!”, exclama.
En su lectura, Ayse entendió que era posible conocer a
Dios por sí misma: “El Dios de la Biblia no está
demasiado lejos. Podemos llegar a él. Me veía reflejada
en la historia del hijo pródigo. Dios es mi Padre
celestial, que me dio la bienvenida de nuevo”.
Algunos opinan que la manera más eficaz de persuadir
a los musulmanes a volverse a Cristo es poniendo una
Biblia en sus manos. “Porque la palabra de Dios es viva
y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas
y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón” (Hb. 4:12).
Fuente: Turkey: A Time for Harvest, (Littleon, Colo.:
Caleb Project, 1997).

Ajustes en la cultura y en el idioma:


6. Los miembros del equipo se esfuerzan en aprender la lengua meta.
7. Se define el programa de aprendizaje del idioma y el método de responsabilidad de las acciones.
8. Se aprende a sobrevivir en la zona elegida, a sentirse cómodo y a disfrutar de la vida en dicho país.
9. Se capacita a cada familia del equipo a hacer lo mismo.
10. Se inicia el procedimiento de residencia según la estrategia.
11. Se desarrollan múltiples relaciones de diversa profundidad con las personas de destino.
12. Ayudar a los miembros de la familia (esposas e hijos) a desarrollar relaciones con las personas de destino.
13. Introducir elementos redentores en este tipo de relaciones.
14. Fortalecer el carácter mediante la presión de adaptarse a la cultura en lo individual, como familia y como equipo.
15. Descubrir y reunir cualquier herramienta evangelística disponible en el idioma de destino.

ETAPA 3: SEMBRAR
Definición
La noble tarea de evangelizar.

Cuándo comienza
La mayoría de los miembros del equipo pasan la mayor parte del tiempo de ministerio evangelizando, en vez de
aprendiendo el idioma.

Actividades
1. Memorizar porciones de la Biblia (parábolas o milagros y demás) en el idioma de destino.
2. Aprender a compartir las verdades bíblicas en el idioma.
3. Generar una actitud comprensiva hacia el evangelio en amigos.
4. Desarrollar una estrategia para llegar a las personas dispuestas a escuchar y a sus vínculos más cercanos
(familiares o amigos) como grupo.
5. Comenzar estudios bíblicos evangelísticos.
6. Motivar a estas personas a traer algún familiar interesado.
7. Mediante la oración, evaluar las relaciones en busca de un posible hombre de paz, un hombre de influencia en su
entorno familiar o en la comunidad: ¿podría traer a otros con él?
8. Mediante la oración, identificar uno o más amigos como potenciales hombres o mujeres de paz. (Es posible que sea
más sencillo identificar mujeres, en especial si ellas están respondiendo y los hombres no.)
9. Guiar a una persona a comprometerse en seguir a Jesús.

ETAPA 4: COMENZAR EL DISCIPULADO


Definición
Discipular a uno o más creyentes de cultura musulmana (CCM) del grupo de destino. Ambas partes deberían
reconocer que este es un proceso de maduración de los CCM en el carácter y en el servicio a Cristo.

Cuándo comienza
Comienza el discipulado habitual con un CCM, independientemente de cómo él o ella llegó a Cristo.
1. Desafíe a uno o a más CCM (si es posible, a un hombre o a una mujer de paz) a ser discipulado por un miembro
del equipo para que puedan crecer “a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (cf. Ef. 4:13).
2. Imite el estilo de vida de Cristo delante de esta persona y delante de su entorno.
3. Persuada a este creyente para que invite a algún amigo o familiar a formar parte del discipulado.

El discipulado implica:
4. Instruir al creyente sobre cuál es su nueva identidad como hijo de Dios, por fe, no por obras. Tratar cualquier
tendencia a regresar a la mentalidad islámica en cuanto a las obras.
5. Enseñarle el propósito del bautismo como señal externa de la muerte del yo y del renacimiento en Cristo.
6. Presentarle al creyente las historias de la Biblia que serán de influencia en la vida cotidiana.
7. Discipularlo para crear el hábito regular de recurrir a la Biblia para poder hacer frente a problemas específicos que
puedan surgir.
8. Mostrarle al creyente cómo reconocer el pecado en la vida personal y responder con arrepentimiento, confesión y
desarrollando nuevos patrones.
9. Desafiarlo a vivir la vida de Cristo en su entorno familiar (por ejemplo, Mt. 5-7).
10. Ayudar al creyente a desarrollar patrones piadosos, como amar al cónyuge, resolver conflictos, pedir perdón y
reconciliarse.
11. Enseñarle al creyente a desarrollar patrones piadosos para criar a sus hijos y ser el líder de la familia.
12. Demostrar cómo aplicar patrones piadosos para resolver conflictos con los demás.
13. Guiar al creyente a comprender el lugar y la función del sufrimiento en la vida de los creyentes, y aplicar esto a
sus vidas.
14. Animarlo en la práctica de dar respuestas piadosas a quienes se muestran hostiles a su fe (por ejemplo, el
gobierno, sus parientes, amigos, el empleador).
15. Enseñarles la perspectiva bíblica sobre las prácticas ocultas locales y alternativas y respuestas piadosas.
16. Capacitar al creyente para que esté preparado para dar razón de su fe. La presentación elegida debe estar
preparada y ser firme, pero no temerosa ni agresiva.
17. Apoyarlo para que comparta las buenas nuevas con su familia y amigos.
18. Desafiarlo a identificar sus dones y su llamado.
19. Verificar que el creyente se familiarice con el plan de Dios para la extensión de su reino que enseña el libro de los
Hechos.
20. A las mujeres del equipo: comenzar a discipular a las mujeres en las habilidades y en la sumisión al marido según
Tito 2:3-5.

ETAPA 5: COMENZAR LA IGLESIA


Definición
El ministerio de reunir CCM y de guiar a esa comunidad hacia la madurez. Es lograr que la comunidad se convierta
en una iglesia o llevar a cabo esa tarea en más de un grupo. Durante esta etapa, los plantadores de iglesias ejercen
una gran influencia en la comunidad.

Criterios sobre cuándo comienza


Compromiso del grupo: el grupo se reúne en forma periódica para tener comunión en Cristo, enseñar, orar y
demás.
Tamaño: tres o más CCM (dos de ellos, al menos, deben ser del grupo de destino).
Alcance: no especificado.
Liderazgo: no especificado. Se supone que, al principio, el fundador de la iglesia es quien lleva adelante todo o casi
todo el liderazgo y la enseñanza.
Fortaleza: no especificado. Suele ser bastante frágil al comienzo.

Objetivo
Lograr el crecimiento en número y la madurez del grupo, con CCM comprometidos entre sí como expresión del
cuerpo de Cristo. (Nota: El objetivo de la Etapa 5 son los Criterios sobre cuándo comenzó la Etapa 6).

Actividades
1. Familiares y amigos comienzan juntos a explorar las buenas nuevas.
2. Tres o más creyentes deciden juntos seguir a Cristo en una comunidad comprometida.
3. Los plantadores de iglesias comparten el plan de Dios con el fin de formar comunidades del reino entre familiares
y amigos.
4. Los creyentes abrazan el plan de Dios de formar comunidades del reino y, junto a los plantadores de iglesias,
eligen un patrón cultural significativo que puedan aplicar a las reuniones habituales.
5. Los creyentes aprenden a reconocer y a aprovechar al máximo los dones espirituales en la nueva comunidad de
creyentes.
6. Los creyentes con más años demuestran comprender los versos de la Biblia que enseñan los deberes que tenemos
“unos a otros” y cómo estos definen la comunidad cristiana.
7. Los creyentes con más años establecieron una forma adecuada de regular la comunión en la comunidad (por
ejemplo, a través de un pacto).
8. Es posible identificar la comunidad (una vez más, a través del pacto).
9. La comunidad celebra la Cena del Señor.
10. La comunidad se reúne en forma regular para un tiempo importante de adoración, instrucción y oración.
11. Los creyentes llevan adelante la tarea de evangelizar.
12. Las reuniones de la comunidad cobran relevancia a nivel cultural.

Los plantadores de iglesias comienzan a retirarse:


13. Las responsabilidades de los plantadores de iglesias y de los líderes de la CCM están bien definidas.
14. La mayoría de los plantadores de iglesias se retiran de las reuniones.
15. Los plantadores de iglesias retirados se centran en comenzar nuevas comunidades de creyentes (Etapa 4).
16. El resto de los plantadores de iglesias adoptan un perfil secundario en las reuniones.

ETAPA 6: CAPACITAR LÍDERES


Definición
Preparar a la comunidad para ser una iglesia por sí misma. Consiste en desarrollar una pluralidad de hombres que
pronto puedan asumir el rol de ancianos. El fundador de iglesias se centra en desarrollar varios líderes (2 Ti. 2:2) más
que en ministrar a la comunidad.

Criterios sobre cuándo comienza


Compromiso del grupo: los CCM hicieron un pacto (o expresaron su compromiso de otro modo) mutuamente, y
ven a la congregación como una expresión de la iglesia local.
Tamaño: diez o más CCM que participan en forma regular (incluidos los niños que han creído). Esto no significa
necesariamente que las reuniones tengan, en promedio, diez o más personas, solo que existe algún tipo de
participación habitual (de CCM, no solo de personas en la búsqueda de Dios).
Extensión: tres o más hombres CCM casados involucrados en forma regular.
Liderazgo: al menos, un hombre CCM, a quien, sin duda, veamos como un “anciano en formación” y al que otros
consideren un líder, quien, asimismo, asuma cada vez más las responsabilidades del liderazgo y de la enseñanza.
Fortaleza: no todos los CCM son creyentes a escondidas con una fe oculta. Algunos CCM están bautizados y ya han
enfrentado persecución o amenazas graves y salieron bien, manteniendo su fe y confesando a Cristo ante las
personas. (Ver Mt.10:32).

Objetivo
Nombrar a dos ancianos o más (se recomienda tres o más). Ver Etapa 7, Cuándo comienza.

Actividades Surgen los líderes:


1. Los creyentes con más años han bautizado a los creyentes nuevos.
2. Los creyentes con más años están discipulando a los creyentes nuevos.
3. Las mujeres mayores enseñan las virtudes de Tito 2 a las mujeres creyentes nuevas.
4. Los hombres mayores y más maduros se capacitan para asumir el liderazgo de las reuniones de la comunidad.
5. Los creyentes asumen la responsabilidad de la instrucción bíblica.
6. Los creyentes con más años presiden en la mesa del Señor.
7. Surgen los primeros líderes, quienes actúan como pastores.
8. El crecimiento en la piedad en los hogares de los creyentes establece un modelo para los demás.
9. Se fomentan y se desarrollan los dones para la edificación.

Virtudes pacificadoras que practica la comunidad:


10. La comunidad es paciente y perdona.
11. La comunidad confronta, exhorta y reprende a los miembros que están en el error.
12. Se aparta y rechaza a quienes persisten en el pecado.

Entrenamiento y reconocimiento de líderes:


13. El carácter se está desarrollando en los matrimonios de la comunidad.
14. Se enseñan e implementan los conceptos del liderazgo de equipo.
15. Los líderes disciernen, enseñan y practican la voluntad del Señor.
16. Se enseña y practica el rol del líder en la resolución de conflictos y en hacer la paz en la comunidad. Ver Etapa 6,
Hacer la paz.
17. Se reconoce a los ancianos emergentes (liderazgo provisional).
18. También se reconoce a las mujeres maduras en el ministerio.
19. Se trata los conflictos relacionados con el nombramiento de líderes.
20. Los líderes comienzan el pastoreo y la disciplina en la iglesia.
21. Los líderes buscan nuevos hombres para que se desarrollen como líderes.
22. Los líderes comienzan a discipular a nuevos líderes. (Ver Etapa 4, El discipulado de los creyentes y Etapa 6, El
surgimiento de un líder).
23. Los plantadores de iglesias suelen estar ausentes de las reuniones de la comunidad; lideran los líderes.
24. Los plantadores de iglesias suelen estar ausentes de las reuniones de liderazgo.
25. Se designa ancianos de manera formal.

ETAPA 7: REPRODUCIR Y SALIR


Definición
Desarrollar la reproducción de la iglesia, otros esfuerzos nuevos para plantar iglesias o ayudar a la nueva iglesia
durante un período temporal. El objetivo de los plantadores de iglesias no es hacer carrera trabajando en la única
iglesia que plantaron, sino trabajar de manera conjunta con creyentes nacionales a fin de plantar más iglesias.

Cuándo comienza
Cuando se haya reconocido una pluralidad de ancianos, que desde el punto de vista bíblico, reúnan las condiciones
para desempeñar esa tarea y que, asimismo, estén instalados en la iglesia inicial, que ya cuenta con la “masa crítica”
suficiente. La autoridad y la responsabilidad local de guiar a la iglesia queda exclusivamente en manos de los líderes
autóctonos.

Criterios sobre cuándo comienza


Compromiso del grupo: igual al de la Etapa 6.
Tamaño: igual al de la Etapa 6, con una “masa crítica” suficiente.
Extensión: igual a la de la Etapa 6, con una “masa crítica” suficiente.
Liderazgo: se reconoce una pluralidad de ancianos de CCM (mínimo dos), que, desde el punto de vista bíblico,
reúnen las condiciones para desempeñar la tarea y que están instalados en la iglesia inicial. La autoridad y la
responsabilidad local de guiar a la iglesia queda exclusivamente en manos de los líderes autóctonos.
Fortaleza: igual a la de la Etapa 6.

Actividades Comienza la reproducción:


1. La comunidad está capacitada para brindar una enseñanza seria a las comunidades en reproducción.
2. La comunidad acepta el objetivo de reproducirse.
3. Los miembros comienzan a buscar nuevos hombres de paz en el entorno que puedan comenzar otra comunidad.
4. Se empieza una reunión nueva (un estudio de la Biblia) o la iglesia se hace cargo de ella (si otros plantadores de
iglesias la comenzaron).
5. Los líderes comienzan a relacionarse con los líderes emergentes de la nueva reunión y asumen cierta
responsabilidad con respecto a su formación.
6. Los líderes reconocen formalmente a los nuevos líderes emergentes (ancianos provisorios).
7. Los líderes de dos comunidades comienzan a reunirse habitualmente.
8. Los ancianos asumen mayor responsabilidad para desarrollar líderes en la nueva comunidad.
9. Se empieza una reunión nueva en la comunidad.
10. Las comunidades se cuidan entre sí y comparten los recursos.
11. Se practican las virtudes que hacen la paz entre los líderes (de comunidades diferentes).
12. Los ancianos (y probablemente, los plantadores de iglesias) les imponen las manos a los nuevos ancianos en la
nueva comunidad.
13. Se entabla y se formaliza la relación entre las comunidades y los líderes (a través de un pacto).
14. Se practican las virtudes que hacen la paz entre las comunidades y los líderes de las diferentes comunidades.
15. Los plantadores de iglesias encomiendan la primera comunidad a Dios y rara vez visitan las reuniones
comunitarias.
16. Los plantadores de iglesias redefinen su relación con los líderes como instructores, asisten a las reuniones de
liderazgo solo si se los invita.
17. Se comienzan nuevas iglesias sin plantadores de iglesias no autóctonos.

La visión de la gran comisión:


18. Se desarrolla la visión de plantar iglesias más allá del área local.
19. La visión incluye reconocer, capacitar y enviar a plantadores de iglesias nacionales a otros países y a otras
ciudades.
20. El liderazgo transmite su visión a la congregación.
21. Se elaboran los medios para enviar a equipos con personas de origen nacional.
22. Se envían plantadores de iglesias, sea con un equipo de Frontiers o con otros equipos.
23. Se comienzan nuevos grupos de comunidades.
24. Se envían equipos nacionales de plantadores de iglesias.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Greg Li vi ngs tone, Planting Churches in Muslim Cities: A Team Approach (Gra nd Ra pi ds : Ba ker Books , 1994).
Trent Rowl a nd y Rowl a nd Vi vi a n, Pioneer Church Planting (Li ttl eton, Col o.: Ca l eb Project, 2001).www.calebproject.org.
Tom A. Steffen, Passing the Baton: Church Planting that Empowers (La Ha bra , Ca l i f.: Center for Orga ni za ti ona l & Mi ni s try Devel opment,
1997).www.comd.org.
LA PLANTACIÓN DE IGLESIAS QUE INCLUYE A LAS MUJERES
MUSULMANAS
por Fran Love

Con sabiduría se construye la casa, con inteligencia se echan los cimientos, con buen juicio se llenan sus cuartos
de bellos y extraordinarios tesoros. (Pr. 24:3-4, NVI)
Cuando mi marido y yo estábamos plantando una iglesia en Indonesia, me gustaba pensar que la iglesia se
construía con sabiduría y entendimiento, y que los bellos y extraordinarios tesoros de Proverbios 24:3-4 eran las
mujeres musulmanas.
Con dos décadas de experiencia en las misiones a los musulmanes y a través de los debates con mis compañeros de
trabajo, llegué a la conclusión que, a menudo, en la estrategia para plantar iglesias, no se tienen en cuenta a las
mujeres musulmanas debido a lo que yo llamo una “misiología ciega en cuestiones de sexo”. Según esta teoría, los
misioneros deben influenciar la cabeza del hogar y los líderes, quienes, luego, guiarán a sus familias y a quienes
están bajo su autoridad. Si bien este argumento tiene como fundamento la sabiduría convencional, y es probable que
en general sea cierto, representa una perspectiva incompleta, tanto por razones bíblicas como por razones prácticas.
En primer lugar, en el mundo encontramos a las Lidias que serán usadas por Dios como puentes estratégicos para
alcanzar a otros, contrario a las típicas convenciones culturales orientadas al sexo masculino (ver Hechos 16). En
segundo lugar, la experiencia en el mundo musulmán enseña que el evangelio no siempre sigue estos puentes
masculinos para llegar a Dios. Cuando se trata de la plantación de iglesias entre musulmanes, esta perspectiva no es
apropiada, ya que respalda estrategias que, en gran medida, se centran en alcanzar a los hombres, no a las mujeres.
De allí el calificativo “misiología ciega en cuestiones de sexo”.
¡Qué maravilloso es cuando un hombre le entrega su vida a Jesucristo y luego, en su fresca alegría y amor, les habla
de Jesús a las mujeres de la familia! Por desgracia, en muchos países no siempre sucede esto. Los obreros entre
musulmanes en China, Bangladesh, Mauritania, Turquía y Yemen informan que, mientras los hombres se habían
convertido en cristianos, las mujeres no. Los motivos son varios.

POR QUÉ POCAS MUJERES SE CONVIERTEN


En primer lugar, según muchos hombres musulmanes, las mujeres musulmanas no son criaturas dignas de
cuestiones espirituales, ni están interesadas en ellas. Por lo general, cuando se le pregunta a un musulmán convertido
por qué no trae a su esposa a una reunión cristiana, él responde “Es mujer; no entendería”. Es lamentable que
nuestros misioneros, en especial las mujeres, refuercen este estereotipo y se quejen de que las mujeres musulmanas no
están interesadas en hablar de Dios. Afirman que es frustrante intentar mencionar a Dios en una conversación,
porque las mujeres musulmanas prefieren hablar del precio de las verduras en el mercado, de la cocina, de los bebés
y de los métodos de control de natalidad.
En segundo lugar, el rol religioso que se les atribuye a las mujeres musulmanas hace hincapié en el hecho de que
ser una buena musulmana significa ser una buena esposa e hija. Mientras que la práctica religiosa del hombre (la
sumisión a Dios) lo vincula directamente con Dios, la práctica religiosa de la mujer la vincula de manera directa con
los hombres presentes en su vida; ella le debe sumisión al padre, al esposo, al hermano y al tío. El valor de la vida de
una mujer musulmana se mide por el grado en que honra a su familia.1 Este modo de pensar caracteriza incluso al
nuevo convertido. Para él, fomentar una relación independiente entre Dios y su esposa o hija es de poco valor. Basta
con que ellas lo honren.
En tercer lugar, se cree que las mujeres ponen en peligro la seria atención que el hombre debe poner en Dios.
Fátima Mernissi, en Beyond the Veil, escribe sobre la relación entre marido y mujer: “Esta participación constituye
una amenaza directa contra la lealtad del hombre hacia Alá, que demanda la inversión incondicional de todas sus
energías, de todos sus pensamientos y de todos sus sentimientos en su Dios”.2 Por ello, (en la mayoría de los países
Musulmanes), cuando se trata de asuntos religiosos, predomina una estricta separación entre el hombre y la mujer.
Las mujeres rara vez asisten a la mezquita y, cuando están allí, se sientan detrás de la pared de separación. Las
conversaciones religiosas son casi exclusivas entre hombres, pocas veces entre mujeres y nunca entre hombres y
mujeres.
La cuarta razón es el miedo personal de los hombres convertidos. Es probable que un hombre creyente tema que la
familia de su esposa la presione a divorciarse de él. Es también probable que tema una represalia espiritual por parte
de las mujeres de su familia, una posibilidad no poco probable debido al gran porcentaje de mujeres musulmanas
estrechamente vinculadas a prácticas animistas y ocultistas. Por lo tanto, quizás él entienda que, tan pronto como su
esposa se convierta, calificarán a la familia de cristiana, con consecuencias dolorosas como el ostracismo, presiones
económicas y oportunidades educativas limitadas para sus hijos.

SE BUSCA UNA ESTRATEGIA DE INCLUSIÓN


Estas cuatro razones por sí solas le quitaron a muchas mujeres, la mitad oculta del mundo musulmán no alcanzado,
la oportunidad de escuchar el evangelio. Mi intención en este informe es complementar las estrategias de los
plantadores de iglesias que ignoran las repercusiones de la misiología ciega en cuestiones de sexo. Aunque alcanzar al
hombre puede ser el paradigma principal, necesitamos una estrategia amplia que incluya a las mujeres musulmanas.
Cada vez, los misioneros son más conscientes de esta injusticia y, de manera deliberada, adoptan tres estrategias
para corregirla: en primer lugar, gracias a la enseñanza de la Palabra y del ejemplo personal, los misioneros varones
son capaces de desafiar a los nuevos hombres convertidos. En segundo lugar, las esposas de los misioneros dedican
una atención personalizada y un ministerio a las mujeres. En tercer lugar, los equipos, de manera deliberada, se
centran en estrategias para alcanzar a las mujeres musulmanas.
Puesto que, al parecer, las mujeres musulmanas no se convertirán de forma automática, incluso si su esposo o su
padre se convierten, debemos desechar la esperanza de que los nuevos convertidos hagan la tarea más difícil por
nosotros. El ministerio a los musulmanes debe estar asegurado con sabiduría, comprensión y conocimiento (ver Pr.
24:3). En mi experiencia y opinión, las Siete etapas del programa para la plantación de iglesias que desarrolla
Frontiers, una agencia misionera centrada exclusivamente en la plantación de iglesias entre los musulmanes, les
otorga a los misioneros un plan sabio para llenar las nuevas iglesias con esos tesoros extraordinarios y hermosos: las
mujeres musulmanas.
Los pasos identificados en las Siete Etapas Para La Plantación De Iglesias: Etapas Y Lista De Actividades: guía al
equipo de plantadores de iglesias desde las etapas iniciales del ministerio hasta la reproducción y salida al campo.3 Al
actuar como una regla, le permite a la organización misionera realizar un seguimiento de los equipos durante el
proceso de plantación de iglesias. Al servir de guía, les ayuda a los misioneros a prever los próximos pasos que deben
tomar. Yo puse de relieve cada etapa e ilustré las actitudes, las actividades y el pensamiento estratégico con ejemplos
personales o de otros (complementarios con otros ministerios), que les ayudarán a los misioneros que ministran a
mujeres musulmanas. Mis sugerencias están destinadas a apoyar a las mujeres que trabajan junto a sus colegas
hombres en el establecimiento de iglesias donde se incluyan tanto a hombres como a mujeres musulmanes.

EL LANZAMIENTO DEL EQUIPO


En esta primera etapa, la actividad más importante es orar por compasión. Las mujeres musulmanas pueden parecer
inaccesibles, escondidas detrás de los velos, en circunstancias de vida difíciles. La aprehensión de alcanzar a estas
mujeres se disipa cuando se comprende y se siente compasión por las heridas que la cultura islámica infligió en ellas:
inferioridad, poligamia, divorcio fácil, mutilación genital femenina, velo obligatorio (en zonas gobernadas por grupos
fundamentalistas), encarcelamiento y divorcio por violación, incluso asesinatos por cuestión de honor.
Jeremías, el profeta llorón, con gran insistencia nos lleva a pensar en esta compasión: “Mis ojos no dejan de llorar,
pues ya no hay remedio, a menos que desde los cielos el Señor se digne mirarnos. Me llena de tristeza ver el
sufrimiento de las mujeres de mi ciudad.” (Lm. 3:49-51, RVC).

LA MUJER IDEAL
La mujer ideal es una mujer fiel y casta, como la mujer
de faraón y como María, la madre de Jesús.
Y Al á pone como ejempl o pa ra l os creyentes a l a mujer de
Fa ra ón. Cua ndo di jo: “¡Señor! ¡Cons trúyeme, junto a Ti , una
ca s a en el ja rdín y s á l va me de Fa ra ón y de s us obra s !
¡Sá l va me del puebl o i mpío!” Y a Ma ría , hi ja de Imra n, que
cons ervó s u vi rgi ni da d y en l a que i nfundi mos de nues tro
es píri tu (en s u cuerpo). Tuvo por a uténti ca s l a s pa l a bra s y
Es cri tura de s u Señor y fue de l a s (s i erva s ) devota s (s ura 66.11-
12).
La mujer debe ser obediente a Dios y a su esposo, a
diferencia de la esposa de Noé y de Lot.
Al á pone como ejempl o pa ra l os i nfi el es a l a mujer de Noé y a
l a mujer de Lot. Amba s es ta ba n s ujeta s a dos de nues tros
s i ervos jus tos , pero l es tra i ci ona ron, a unque s u tra i ci ón no
l es s i rvi ó de na da frente a Al á . Y s e di jo: “¡Entra d a mba s en el
fuego, junto con l os demá s que entra n!” (s ura 66.10).
Ella hace que, para su marido, sea sencillo ayudarla a
ser una buena esposa.
Los hombres ti enen a utori da d s obre l a s mujeres en vi rtud de
l a preferenci a que Al á ha da do a unos má s que a otros y de
l os bi enes que ga s ta n. La s mujeres vi rtuos a s s on devota s y
cui da n, en a us enci a de s us ma ri dos , de l o que Al á ma nda que
cui den. ¡Amones ta d a a quel l a s de qui enes temá i s que s e
rebel en, deja dl a s s ol a s en el l echo, pega dl es ! Si os
obedecen, no os metá i s má s con el l a s . Al á es excel s o, gra nde
(s ura 4.34).
Sin embargo, si tiene alguna dificultad con su marido,
debe presentar sus quejas ante Alá.
debe presentar sus quejas ante Alá.
Al á ha oído (y a cepta do) l o que decía l a que di s cutía conti go a
propós i to de s u es pos o y que s e queja ba a Al á (en ora ci ón).
Al á oye vues tro di á l ogo (s i empre). Al á todo l o oye, todo l o ve
(s ura 58.1).
La mujer ideal debe imitar a las esposas del Profeta,
llamadas Madres de los creyentes.
El Profeta es tá má s cerca de l os creyentes que el l os l o es tá n
de s í mi s mos . La s es pos a s de a quel s on (como) l a s ma dres de
es tos … ¡Mujeres del Profeta ! Vos otra s no s oi s como otra s
mujeres cua l es qui era . Si teméi s a Al á , no s eá i s ta n
compl a ci entes en vues tra s pa l a bra s que l l egue a a nhel a ros
el enfermo de cora zón. ¡Ha bl a d, má s bi en, como s e debe!
¡Queda os en vues tra s ca s a s ! ¡No os a ci ca l éi s como s e
a ci ca l a ba n l a s a nti gua s pa ga na s ! ¡Ha ced el a za l á ! ¡Da d el
a za que! ¡Obedeced a Al á y a s u Envi a do! Al á s ól o qui ere
l i bra ros de l a ma ncha , gente de l a ca s a , y puri fi ca ros por
compl eto. Recorda d l o que de l a s a l eya s de Al á y de l a
s a bi duría s e reci ta en vues tra s ca s a s (s ura 33.6, 32-34).
La mujer ideal es modesta.
Y di a l a s creyentes que ba jen l a vi s ta con reca to, que s ea n
ca s ta s y no mues tren má s a dorno que l os que es tá n a l a vi s ta ,
que cubra n s u es cote con el vel o y no exhi ba n s us a dornos
s i no a s us es pos os , a s us pa dres , a s us s uegros , a s us
propi os hi jos , a s us hi ja s tros , a s us herma nos , a s us s obri nos
ca rna l es , a s us mujeres , a s us es cl a va s , a s us cri a dos va rones
fríos , a l os ni ños que no s a ben a ún de l a s pa rtes femeni na s .
Que no ba ta n el l a s con s us pi es de modo que s e des cubra n
s us a dornos ocul tos (s ura 24.31).
La mujer ideal es piadosa y cumple con todas las leyes
de Alá y de su apóstol, el Profeta Muhammad.
Al á ha prepa ra do perdón y ma gnífi ca recompens a pa ra l os
mus ul ma nes y l a s mus ul ma na s , l os creyentes y l a s creyentes ,
l os devotos y l a s devota s , l os s i nceros y l a s s i ncera s , l os
pa ci entes y l a s pa ci entes , l os humi l des y l a s humi l des , l os
que y l a s que da n l i mos na , l os que y l a s que a yuna n, l os
ca s tos y l a s ca s ta s , l os que y l a s que recuerda n mucho a Al á
(s ura 33.35).
Y su recompensa será grande en el cielo.
Al á ha prometi do a l os creyentes y a l a s creyentes ja rdi nes
por cuyos ba jos fl uyen a rroyos , en l os que es ta rá n
eterna mente, y vi vi enda s a gra da bl es en l os ja rdi nes del Edén.
Pero l a s a ti s fa cci ón de Al á s erá mejor a ún. ¡És e el éxi to
gra ndi os o! (s ura 9.72).
Pero si no obedecen a Alá ni a su apóstol, se quemarán
en el infierno.
Los hi pócri ta s y l a s hi pócri ta s s on todos uno. Ordena n l o que
es tá ma l y prohíben l o que es tá bi en. Ci erra n s us ma nos . Ha n
ol vi da do a Al á y Él l es ha ol vi da do. Los hi pócri ta s s on l os
pervers os . Al á ha a mena za do a l os hi pócri ta s , a l a s hi pócri ta s
y a l os i nfi el es con el fuego de l a gehena , en el que es ta rá n
eterna mente. Les ba s ta rá . ¡Qué Al á l es ma l di ga ! Tendrá n un
ca s ti go perma nente (s ura 9.67-68).
Fuente: Fran Love, www.frontiers.org.

CÓMO PREPARARSE PARA SEMBRAR


Una mujer misionera trabaja duro durante esta segunda etapa manteniendo un equilibrio entre las demandas de la
familia y las del equipo mientras intenta construir un hogar en su nueva cultura. La larga lista de actividades puede
desbordarla al intentar sobrevivir, comprender y ser comprendida. Sin embargo, para las mujeres que trabajan entre
los musulmanes, existe una dimensión aún más crucial relacionada con esta segunda etapa, una dimensión que, si no
se cultiva, con el tiempo socavará cualquier ministerio que puedan tener: la necesidad de actuar como mujeres
honestas en quienes las familias musulmanas, en especial los hombres, puedan confiar. La manera en que las mujeres
misioneras se ajusten a lo que la sociedad local considera respetable y apropiado será clave para la eficacia y la
longevidad del ministerio con mujeres musulmanas. Entre las mejores formas de desarrollar y de transmitir
confianza están la vestimenta, el comportamiento público y la modestia con los hombres. Muy a menudo sucede que
las tradiciones culturales y, a veces, incluso la supuesta libertad en Cristo, nos insensibilizan para reflejar la enseñanza
bíblica sobre la modestia (1 Ti. 2:9-10; 1 P. 3:3-4). Para nosotros, el velo y el vestido de una mujer musulmana, que
cubre casi todo el cuerpo, son solo un rasgo islámico, sin otro significado y sin necesidad de ser imitados. Por
desgracia, la falta de aprecio y respeto por la cultura islámica envía un mensaje, no sobre la libertad en Cristo, sino
sobre la libertad sexual.
Una mujer estadounidense relata lo que sucedió al invitar a una mujer musulmana a su casa, sin imaginar que ella
vendría con su marido. La mujer se mostró fría toda la noche, evitando incluso el contacto visual o alguna
conversación. Desconcertada, esta conocida trató de adivinar el porqué de tal cambio de actitud en su amiga. Al
final, se dio cuenta de que tenía puesto unos jeans y que no se había cambiado a algo más modesto cuando el marido
llegó. Su amiga musulmana nunca regresó.
Cuando yo era una misionera nueva en Asia, quería invitar a mis amigas a ir a la ciudad a ver vidrieras y comer
juntas, un pasatiempo común para las mujeres estadounidenses. Las mujeres musulmanas finalmente tuvieron el
valor de decirme que sus maridos estaban molestos. Una mujer honrada no salía durante el día cuando debería
ocuparse de los quehaceres de la casa o cuidar a sus hijos. Los maridos desconfiaban de mis intenciones y creían que
yo estaba distrayendo a sus esposas con conductas frívolas y libertinas.

SEMBRANDO
A menudo escuchamos decir a misioneros entre los musulmanes que las mujeres musulmanas no quieren hablar de
Dios: “¿Cómo podemos evangelizar a los que no tienen hambre espiritual?” Un colega me contaba cuánto lamentaba
que la tarea de ganar mujeres musulmanas fuera mucho más difícil que evangelizar a los hombres musulmanes, que
aman hablar de Dios y de religión. Le respondí que puede que a los hombres les guste hablar de Dios, pero que a las
mujeres les gusta hablar de la vida. Es una ventaja para nosotros, ya que la Biblia tiene tanto que decir sobre la vida.
En esta tercera etapa, la tarea más importante es traer a Dios a las situaciones cotidianas de la mujer musulmana.
Las mujeres misioneras encontraron muchas formas creativas de compartir el evangelio: clases donde se enseñan
habilidades, actividades en conjunto y participación comunitaria, ministerio de misericordia, aconsejamiento, orar en
voz alta, en presencia de ellas, por y con mujeres musulmanas. A medida que aumenta la urbanización, y con ello el
anonimato y la independencia de las mujeres musulmanas (de los valores familiares tradicionales), habrá más
oportunidades, incluso parecerán muy modernas, ya que albergaremos a mujeres abusadas, aconsejaremos a
familias en crisis (en especial sobre el abuso de drogas y la promiscuidad sexual), brindaremos orientación
profesional y ayudaremos a mujeres estresadas a establecer un equilibrio entre las demandas del trabajo y de la
familia.4
Nuestros ministerios serán efectivos en la medida en que Dios sea dado a conocer en el mundo individual de cada
persona y en la medida en que transformemos su percepción de la realidad. No podemos cambiar el hecho de que
sus maridos se casen con mujeres más jóvenes, pero podemos mostrarles cómo Dios las ama y cómo ve el
matrimonio.Una misionera en Marruecos compartió un enfoque único para introducir a Dios en las conversaciones
cotidianas. Después de hacerse amiga de varias vecinas, se le preguntó su opinión sobre un tema determinado. Con
sabiduría y desde una perspectiva cultural, ella contestó: “Solo soy una mujer. Lo que yo opino no es importante.
Pero sé lo que dice mi Profeta sobre este asunto”. Hizo una pausa. Intrigadas, las mujeres le pidieron que les contara
lo que su Profeta tenía para decir. Después de varias incidencias similares, las mujeres empezaron a preguntarle qué
decía su Profeta sobre cuestiones muy personales que afectan a toda mujer, como el divorcio, las relaciones
matrimoniales, etc.
MATRIMONIO Y DIVORCIO
El Corán prohíbe expresamente casarse con una mujer
musulmana en contra de su voluntad. Cuando una mujer
se casa, pasa de estar bajo la autoridad de su padre a la
de su marido. En muchas sociedades, esto también
implica mudarse en forma física a la casa de la familia
de su marido. A menudo se le da una dote o suma de
dinero establecida a la mujer, un plazo del contrato de
matrimonio, con el fin de proporcionarle dinero para
sobrevivir en caso de que se divorcie o enviude.
Existen dos pasajes en el Corán que afectan
profundamente a las esposas: un hombre puede casarse
con hasta cuatro mujeres, pero solo si las trata a todas
de manera justa (sura 4.3), y el marido puede golpear a
la esposa en quien él vea falta de decoro (sura 4.19, 34).
Muhammad minimizó el efecto negativo de estas
concesiones: insistió en que, ya que los hombres no
pueden tratar a todas las mujeres de manera justa (sura
4.129), deberían, al menos, cumplir con sus obligaciones
hacia ellas, y que podrían golpearlas solo después de
que otros métodos de resolución de conflictos no fueran
eficaces. Sin embargo, estos versos le dieron al hombre
la libertad para satisfacer su propio egoísmo y causaron
daño y dolor a muchas mujeres.
Si una mujer es sorprendida en adulterio, debe ser
azotada cien veces, y el hombre también (sura 24.2). No
obstante, se supone que, antes de castigarla, ella está
protegida por un requisito de cuatro testigos que deben
dar cuenta de la transgresión (sura 4.15). Pero, aun si
fue violada, cualquier embarazo resultante puede actuar
como “prueba” de su infidelidad.
Cuando surgen serios problemas en el matrimonio,
tanto el hombre como la mujer deben designar árbitros
de sus familias que los ayuden a reconciliarse (sura
4.35). Si no se pueden reconciliar, el marido debe
devolver la dote de la esposa. Ella puede divorciarse de
él bajo circunstancias determinadas (falta de provisión
financiera o por abandono), pero el marido debe dar su
consentimiento. Por lo general, el hombre es quien inicia
el proceso de divorcio.
Tanto el Cristianismo como el Islam establecen reglas
de comportamiento, pero nuestro corazón pecador no las
respeta. El matrimonio bíblico imita el amor de Cristo
por la iglesia y la sumisión al Padre. Sus seguidores
disponen del poder del Espíritu Santo, que hace posible
el amor incondicional y la sumisión.
Fuente: Fran Love, www.frontiers.org.

EL DISCIPULADO Y EL COMIENZO DE LA IGLESIA


Discipular a los creyentes en forma individual y reunirlos en grupos de comunión es el tema de la cuarta etapa,
crucial para asegurarse de que los grupos de discipulado lleguen a ser iglesias y que las mujeres musulmanas
participen.
Una y otra vez, las historias son similares: grupos de comunión que luchan para mantenerse con vida, ya que la
mayoría de sus miembros son hombres solteros, peticiones de oración desde el campo que piden la conversión de
mujeres para que los creyentes varones puedan tener esposas cristianas. Los matrimonios cristianos proporcionan
estabilidad a las iglesias y hacen que sea posible que familias enteras vayan a Cristo. De esta manera, pueden
transformar a los grupos de comunión emergentes e incompletos en iglesias sólidas y completas.
En esta etapa, los misioneros necesitan elaborar una eclesiología que refleje las realidades culturales locales en
cuanto a la interacción entre el hombre y la mujer, desarrollar una exégesis bíblica de los roles que las mujeres
puedan tener el ministerio en la iglesia y una teología práctica del ministerio hacia la mujer. Me preocupa que, si bien
consideramos que esta es la etapa más crítica para el establecimiento de la iglesia, hayamos implementado un
pensamiento estratégico muy pobre acerca de cómo encajan las mujeres. La aplicación automática de nuestra
eclesiología occidental en la que solo el hombre es anciano y pastor podría resultar insuficiente en las culturas donde
las mujeres y los hombres no se mezclan en las reuniones religiosas.
Los problemas relacionados con la presencia de hombres y de mujeres musulmanes que concurren a un mismo
grupo cristiano surgieron cuando un obrero de Sri Lanka me preguntó qué hacer con las mujeres mayores que se
negaban a estar en la misma sala con los hombres. O con las mujeres que se negaban a convertirse al Cristianismo
porque habían escuchado que tendrían que ser bautizadas por hombres. O con las mujeres que se sienten incómodas
por mezclarse con hombres o por tener reuniones por la noche y que piden reunirse solo con mujeres durante una
hora del mediodía.
Debido a estas necesidades, deberíamos mirar el proceso de plantación de iglesias como un continuo que comienza
con la iglesia emergente hasta llegar a la iglesia establecida y, durante dicho continuo, ofrecerles un grupo
exclusivamente de mujeres. Este grupo se nutriría y se desarrollaría como cualquier iglesia y, con cuidado, permitir
que el cuerpo principal de hombres y mujeres lo asimile con naturalidad.
En los pasajes exegéticos, debemos prestarle mucha atención a la vida de las mujeres en la Biblia: ¿qué tipos de
ministerios tenían las mujeres en el sistema religioso de Israel y, más tarde, en el ministerio de plantación de iglesias
de Pablo en la iglesia primitiva? El punto de vista cultural de la mujer es, pues, muy similar a lo que observamos hoy
en las culturas islámicas. Si las mujeres piadosas pudieran lograr lo que hicieron en aquel entonces, no deberíamos
esperar menos para las mujeres que se convierten en la actualidad. Para ello, debemos orar por mujeres como Lidia,
Priscila, Febe, Junias, Eunice, Loida, Dorcas, y otras (Hch. 9, 16, 18; Ro. 16; 2 Ti. 1).
Como resultado de hacer frente a las necesidades, la actividad más importante en la cuarta etapa es desarrollar una
teología práctica para el ministerio a las mujeres musulmanas. Esto abarca más que aplicar la Biblia a sus vidas.
Significa crear un sistema eclesiástico y, dentro de ese sistema, ministerios donde se sientan cómodas y seguras, y
puedan crecer en sus dones y caminar con el Señor. Las iglesias caseras son el entorno más adecuado para lograrlo,
la norma en la mayoría de los contextos musulmanes, pero que, tristemente, muchos misioneros en el campo no
tienen experiencia en plantar. Ellos intentan reproducir, o reproducen, los ministerios de una estructura eclesiástica
tradicional y, sin darse cuenta, pierden muchas oportunidades que ofrece el modelo de iglesias caseras para un
crecimiento espiritual más profundo y más rápido, en especial para la mujer.
La estructura de las iglesias caseras ofrece numerosas ventajas para la mujer musulmana. Por lo general, se forman
en torno a redes familiares y es allí donde las mujeres están más cómodas. Se sienten seguras en un ambiente familiar
y con personas que conocen. Debido a que las iglesias caseras no dependen tanto de un maestro sino más bien de un
debate participativo, es una atmósfera que anima a las mujeres a hacer preguntas y compartir puntos de vista. Las
iglesias caseras se centran menos en los cultos de iglesia y más en los ministerios de transformación para cambiar
vidas. En este contexto, una mujer musulmana puede pedir y obtener ayuda en cualquier área de la vida, sabiendo
que su marido y que sus hijos u otros familiares recibirán la misma ayuda y atención. La ventaja única y más
importante es el ambiente natural que las iglesias caseras ofrecen para que las mujeres desarrollen sus dones y el
liderazgo, necesarios para la reproducción de la iglesia.
Un método práctico que utilizamos para discipular a las mujeres y motivarlas en su desarrollo fue un ministerio
para niños, un aspecto esencial, natural y poco intimidante de una iglesia casera. Las mujeres, en especial las madres,
asumieron la responsabilidad de la educación espiritual de sus hijos. Su amor innato por los niños las llevó a aprender
a orar, a enseñar historias de la Biblia y a memorizar pasajes de la Biblia con ellos.

LA CAPACITACIÓN DEL LÍDERES Y LA SALIDA AL CAMPO


Esta etapa incluye la terminación de la iglesia. Para ello, debemos desarrollar, formar y designar líderes. Muchos
sostienen que la finalización de la iglesia tiene lugar cuando los ancianos varones asumen el liderazgo. El ancianato
masculino es importante, pero no es el único liderazgo necesario para una iglesia que se sostiene por sí misma, que
crece entre los musulmanes. Debe haber un espacio para que las mujeres mayores formen a las mujeres más jóvenes
(Tit. 2:3-5). La definición de los roles y de las responsabilidades del liderazgo (como ancianos, pastores, pastor
superior, supervisores) estará determinada por las convicciones teológicas de los misioneros. Mi petición es que
vayamos más allá de los cargos y de los títulos hacia un concepto de liderazgo de la iglesia más apropiado para las
mujeres musulmanas: mujeres que lideren a mujeres, en asociación y en cooperación con los hombres.
Cuando se ordenó al pastor de la iglesia que plantamos en Indonesia, su esposa recibió la orden con él. Era evidente
que, desde el principio, eran un equipo, y que ambos eran encomendados al ministerio. Varios años antes, mientras
consideraban este paso, estudiaron, y luego adoptaron, el modelo de Priscila y Aquila que figura en el Nuevo
Testamento y llamaron a un hijo Aquila, que representa el trabajo en equipo en el liderazgo.
En resumen, el problema de integración de las mujeres musulmanas en las iglesias emergentes se puede resolver
mediante determinadas actitudes y actividades sugeridas para cada una de las siete etapas para la plantación de
iglesias: orar por tener compasión de las mujeres musulmanas, generar la confianza a través de una conducta
honrada como mujeres, hacer a Dios parte de su vida cotidiana, desarrollar una eclesiología útil y pertinente, una
teología práctica del ministerio y modelos bíblicos para el discipulado y, asimismo, desarrollar y designar a mujeres
que sean líderes.

Final de las lecturas claves de la Lección 10. Ver Aprende Más.

NOTAS FINALES
1. Christine Mallouhi, Miniskirts, Mothers, and Muslims: Modeling Spiritual Values in Muslim Culture (UK: Spe ar Publications, 1994).
2. Beyond the Veil: Male-Female Dynamics in Modern Muslim Society, re v. e d. (Indianapolis: Indiana Unive rsity Pre ss, 1987), p. 8.
3. En Dick Scoggins and Jim Rockford, “Is Planting Churche s in the Muslim World ‘Mission Impossible ’?” Evangelical Missions Quarterly 33, n. ° 2
(Abril 1997), pp. 156–165.
4. Bob Hitching, McDonalds, Minarets, and Modernity (UK: Spe ar Publications, 1996).
EL ESPECTRO C1 A C6
por John Travis

El espectro C1 a C6 compara y contrasta tipos de “comunidades Cristo céntricas” (C, o grupos de creyentes en
Cristo) que se encuentran en el mundo musulmán. Los seis tipos de comunidades que forman parte del espectro se
diferencian entre sí por el idioma, la cultura, las formas de adoración, el grado de libertad de culto con otros y la
identidad religiosa. Todos adoran a Jesús como Señor, y comparten los mismos elementos fundamentales del
evangelio. El espectro intenta abordar la enorme diversidad que existe a lo largo del mundo musulmán en términos
de etnicidad, historia, tradiciones, idioma, cultura, y, en algunos casos, teología.
Esta diversidad indica que se necesitan enfoques múltiples para compartir correctamente el evangelio y plantar
comunidades Cristo céntricas entre los más de mil millones de seguidores del Islam en el mundo. El propósito del
espectro es ayudar a los plantadores de iglesias y a los creyentes de cultura musulmana a determinar qué tipo de
comunidad Cristo céntrica puede atraer la mayor cantidad de personas del grupo de destino a Cristo y cuál es la que
más se ajusta a un contexto determinado. Cada uno de estos seis tipos de comunidades está presente en la actualidad
en alguna parte del mundo musulmán.
Nota: autóctono se refiere a la población musulmana local; foráneo se refiere a la población local no musulmana.

C1
Iglesias tradicionales que usan el idioma foráneo
Pueden ser católicas, ortodoxas o protestantes. Algunas son anteriores al Islam. En la actualidad, hay miles de iglesias
C1 en tierras musulmanas. Muchas reflejan la cultura occidental. Con frecuencia, existe un gran abismo cultural
entre la iglesia y la comunidad musulmana circundante. Es posible encontrar algunos creyentes de cultura
musulmana en las iglesias C1. Los creyentes C1 se llaman a sí mismos cristianos.

C2
Iglesias tradicionales que usan el idioma autóctono
Son en esencia igual que la C1, excepto por el idioma. Aunque se utiliza el idioma autóctono, el vocabulario religioso
es, probablemente, no islámico (distintivamente cristiano). La brecha cultural entre los musulmanes y las C2 sigue
siendo amplia. A menudo, se encuentran más creyentes de cultura musulmana en las C2 que en las C1. La mayoría
de las iglesias ubicadas en el mundo musulmán hoy en día son de la C1 o C2. Los creyentes de la C2 se llaman a sí
mismos cristianos.

C3
Comunidades Cristo céntricas contextualizadas que usan el idioma autóctono y que son
neutras, desde el punto de vista religioso, con formas culturales autóctonas
Entre las formas neutras, desde el punto de vista religioso, están la música tradicional, la vestimenta étnica, las obras
de arte y demás. Los elementos islámicos se filtran (si es que los hay) con el fin de utilizar formas puramente
culturales. El objetivo es reducir la extrañeza del evangelio y de la iglesia contextualizando las formas culturales
admisibles según la Biblia. Pueden reunirse en el edificio de una iglesia o en un lugar neutro desde el punto de vista
religioso. Las congregaciones C3 están formadas, en su mayoría, por creyentes de cultura musulmana. Los creyentes
de la C3 se llaman a sí mismos cristianos.

C4
Comunidades Cristo céntricas contextualizadas que usan el idioma autóctono y las formas
culturales e islámicas admisibles según la Biblia
Al igual que en las C3, también se emplean las formas y las prácticas islámicas admisibles según la Biblia (por
ejemplo, orar con las manos levantadas, ayunar; evitar comer cerdo, beber alcohol y tener a un perro como mascota;
usar vestimenta y términos islámicos, etc.). Se evitan las formas C1 y C2. No se celebran reuniones en los templos.
Las comunidades C4 están compuestas casi por una totalidad de creyentes de cultura musulmana. Los creyentes C4,
si bien están muy contextualizados, por lo general no se consideran musulmanes ante los ojos de la comunidad
musulmana. Los creyentes C4 se identifican como “seguidores de Isa el Mesías” (o algo similar).

C5
Comunidades Cristo céntricas de “musulmanes mesiánicos” que han aceptado a Jesús como
Señor y Salvador
Los creyentes C5 continúan legal y socialmente dentro de la comunidad del Islam. Es algo similar al movimiento
judío mesiánico. En él, se rechazan los aspectos de la teología islámica que son incompatibles con la Biblia o se
reinterpretan, si es posible. La participación en la adoración islámica colectiva varía de una persona a otra y de un
grupo a otro. Los creyentes C5 se reúnen en forma regular con otros creyentes C5 y comparten su fe con los
musulmanes no salvos. Para los musulmanes no salvos, desde una perspectiva teológica, es probable que los
creyentes C5 estén desviados y que, finalmente, sean expulsados de la comunidad islámica. Cuando todo un pueblo
acepta a Cristo, es posible que las C5 se conviertan en “mezquitas mesiánicas”. Los creyentes C5 son considerados
musulmanes por la comunidad musulmana, y se refieren a sí mismos como musulmanes que siguen a Isa el Mesías.

C6
Pequeñas comunidades Cristo céntricas de creyentes secretos o subterráneos
Son similares a los creyentes perseguidos que sufren bajo regímenes totalitarios. Debido al miedo, el aIslamiento o la
amenaza de un gobierno extremista o a la acción legal de la comunidad o a la venganza (incluso la pena capital), los
creyentes C6 adoran a Cristo en secreto (de forma individual o tal vez, menos frecuente, en grupos pequeños).
Muchos vienen a Cristo mediante sueños, visiones, milagros, programas de radio, folletos, un testimonio cristiano en
el extranjero o la lectura bíblica por iniciativa propia. Los creyentes C6 (a diferencia de los C5) se mantienen en
silencio en cuanto a su fe. El espectro C6 no es el ideal. Dios desea que su pueblo testifique y tenga comunión en
forma habitual (He. 10:25). Sin embargo, los creyentes C6 son parte de nuestra familia en Cristo. Si bien es posible
que Dios llame a algunos a una vida de sufrimiento, encarcelamiento o martirio, él puede deleitarse en que algunos
de sus hijos lo adoren en secreto, al menos, por un tiempo. Para la comunidad musulmana, los creyentes C6 son
considerados musulmanes y se identifican como musulmanes.

Espectro de la contextualización de la iglesia


DESCRIPCIÓN DE LA COMUNIDAD CRISTO CÉNTRICA IDENTIDAD PROPIA PERCEPCIÓN
MUSULMANA
C1 Una iglesia foránea a la comunidad musulmana, tanto en la “Cristiano” Cristiano
cultura como en el idioma.
C2 Igual que la C1, pero hablan el idioma de los musulmanes, “Cristiano” Cristiano
aunque la terminología religiosa sin duda no es musulmana.
C3 Igual que la C2, pero utilizan elementos culturales que no “Cristiano” Cristiano
pertenecen al Islam (alimentación, arte, música y
vestimenta).
C4 Igual que la C3, pero con algunas prácticas del Islam “Seguidor de Isa” Un tipo de
admisibles según la Biblia. No es una iglesia. cristiano
C5 Reunión de musulmanes dentro de la comunidad “Musulmán seguidor de Isa”. No Un tipo
musulmana, Cristo céntrica. No es una iglesia. es un cristiano. extraño de
musulmán
C6 Creyentes en secreto. Pueden estar activos o no en la vida En secreto, “seguidor de Isa” o Musulmán
religiosa de la comunidad musulmana. Puede ser una iglesia “musulmán seguidor de Isa” o
subterránea. cristiano.
Ada pta do de Eva ngel i ca l Mi s s i ons Qua rterl y, 35, n. ° 2 (a bri l , 1999), p. 190 www.bi l l ygra ha mcenter.org/emi s .
INMIGRANTES EUROPEOS
Muchas de las grandes ciudades de Europa
(Ámsterdam, Roma, París, Londres) se convirtieron en el
hogar de una multitud de culturas y de idiomas, a
medida que inmigrantes y refugiados inundaron el
continente. Algunos de ellos, provenientes de ex
colonias europeas, llegaron en busca de oportunidades y
de educación. Millones de ellos emigraron después de la
Segunda Guerra Mundial, trabajadores extranjeros que
ayudaron a reconstruir Europa y que, finalmente,
trajeron a sus familias y se establecieron en las
ciudades. Muchos refugiados siguen llegando, huyendo
de la guerra, del hambre, de las privaciones económicas
y de otras circunstancias.1
A partir de 2010, había 47,3 millones de residentes
nacidos en el extranjero en la UE y 300 000 personas
solicitaron asilo en la UE en 2011. Entre estos recién
llegados se encuentran muchos musulmanes, en gran
parte del Oriente Medio, de África del Norte y
Subsahariana y del suroeste de Europa (la mayoría son
bosnios, albaneses y turcos). En Europa, el Islam sigue
creciendo por el alto índice de natalidad y además por la
inmigración: el Islam es ahora la segunda religión más
grande de Europa.2
Muchos europeos nacidos allí ven a los recién llegados
como extranjeros y, a menudo, se los culpa por los
problemas urbanos en forma desproporcional. El
columnista Thomas Friedman incrimina a Europa por no
tener éxito en “la integración y el empleo de las
crecientes minorías musulmanas, muchas de los cuales
sufren un profundo sentimiento de alienación”.3
Un joven argelino musulmán que vive en Bruselas
expresó la tensión que muchos inmigrantes sienten: “Yo
no pertenezco a ninguna parte. Nos vamos a África del
Norte de vacaciones y se ríen de nosotros por nuestro
escaso árabe…. Luego,… volvemos a casa, en Europa,
donde somos los ‛árabes suciosʹ”.4
1. Inmigrants and Refugees: The New Faces of Europe (Li ttl eton,
Col ora do: Ca l eb Project, 2003), p. 2.
2. Pa tri ck Johns tone a nd Ja s on Ma ndryk, Operation World, 21st Century
Edition (Wa ynes boro, Georgi a : Pa ternos ter EE.UU., 2001), p. 54.
3. Thoma s Fri edma n, “Wa r of Idea s , Pa rt 6,” New York Times (25
Ja nua ry 2004), p. 15.
4. Immigrants and Refugees, p. 5.
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam
¿CUÁN LEJOS ES DEMASIADO LEJOS?
por David Racey

En un esfuerzo audaz por contextualizar el evangelio, cinco cristianos en El Cairo (un egipcio, tres
estadounidenses y un neozelandés) intentan eliminar los obstáculos que impiden difundir el evangelio. Estos
occidentales se dejan crecer la barba como demás musulmanes y sus mujeres llevan el velo. Se llaman “musulmanes
que siguen a Cristo”. Los estadounidenses son empleados de una agencia occidental que fabrica tiendas. Los vecinos
musulmanes comienzan a escuchar de Jesús y algunos de ellos deciden seguirlo. Quienes tomaron esta decisión
aprenden a retener todas las formas islámicas, pero cambiando algunas de las frases memorizadas. Todo marcha
bien, por un tiempo.
Sin embargo, una noche, las autoridades les golpean la puerta y los arrestan acusados de “explotar la religión para
corromper el Islam y para fomentar la rebelión sectaria”. Encuentran grandes cantidades de literatura cristiana
incriminatoria. Se interroga a los cinco y luego, se los arroja a la cárcel. Hostigan a sus familias y las desalojan de sus
hogares. Separan al egipcio de sus amigos occidentales y lo atan a una cama en una prisión psiquiátrica. Le lanzan
gatos salvajes sobre el pecho. Finalmente, después de cuarenta y cinco días de encarcelamiento y de prolongada
presión por parte de los gobiernos occidentales, los cuatro son liberados y expulsados de Egipto.
Aun así, de una o de otra manera, la contextualización ya es algo permanente. Los obreros transculturales puede
que intenten evitarla, sea debido a los cambios que demanda en su estilo de vida o porque temen el compromiso y el
sincretismo, pero no hay lugar donde esconderse de ella si se está en el campo. Si no contextualizamos, el evangelio
parece irrelevante a nuestros oyentes. Sin embargo, debemos estar seguros de que la contextualización sea tanto
sensible a la cultura local como fiel a la Palabra de Dios.

CONTEXTUALIZACIÓN GENERAL Y RESTRINGIDA


La definición general de contextualización es “cualquier acción que ponga al evangelio en una forma más
comprensible y culturalmente relevante mediante la inclusión de elementos provenientes de las costumbres, del
idioma y de las tradiciones de la cultura de destino”.1 La definición restringida de contextualización (en sentido
estricto) que siguen muchos de los obreros cristianos en el Oriente Medio podría llamarse Islamización, un intento de
ver y de actuar de la manera más islámica posible, manteniendo, al mismo tiempo, la fidelidad a Cristo. Significa
adoptar la vestimenta y nombres islámicos y seguir tantos cinco pilares del Islam según lo permita la conciencia.
Los practicantes de la definición restringida dicen que quieren parecer autóctonos culturales, para que los
musulmanes no rechacen el evangelio por razones equivocadas. También desean proporcionar un modelo para que
los investigadores puedan observar y los nuevos creyentes puedan seguir, y para demostrar que un musulmán puede
llegar a ser un creyente cristiano verdadero, sin ser un “traidor cultural”. En los países islámicos, se hace difícil
practicar la definición general de la contextualización, porque la cultura está muy estrechamente entrelazada con la
religión. Cuanto más uno se identifique con la cultura islámica, más cerca está una persona de practicar el Islam. Por
lo tanto, tenemos que pensar detenidamente si aplicar la definición restringida.
Por ejemplo, no podemos oponernos a costumbres como comer la comida local y seguir las costumbres locales o
incluso quitar los bancos de la iglesia por el bien de los musulmanes convertidos ni quitarse los zapatos para adorar.
Sin embargo, ¿es admisible usar el Corán para testificar? ¿Y utilizar el término Alá para referirse al Dios
todopoderoso? ¿Ayunar durante el Ramadán? ¿Orar y dar a los pobres en público? ¿Usar las formas ritualizadas de
oración? ¿Usar la vestimenta propia de los musulmanes? ¿Identificarse como musulmán? ¿Orar en una mezquita en
fila con los musulmanes en dirección a la Meca? ¿Viajar a la Meca? ¿Recitar el credo islámico?
Necesitamos algunas respuestas. Necesitamos saber dónde trazar la línea y cuando la contextualización ha ido
demasiado lejos y ha comprometido nuestra fe. Estos son algunos principios que yo recomiendo como guía.
¿QUÉ ES UNA IGLESIA?
Una iglesia local es una agrupación de miembros de la
iglesia universal, con una estructura suficiente para
demostrar su identidad corporativa, dentro de su
contexto social y cultural, y para llevar a cabo sus
funciones corporativas de adoración, de edificación y de
extensión.
Lo que sigue a continuación es una lista de elementos
que creemos esenciales para conformar una iglesia
local de funcionamiento autónomo:
• creyentes bautizados;
• familias cristianas;
• líderes locales reconocidos y cualificados según la
Biblia;
• lugares de reuniones independientes del fundador de
iglesias expatriado;
• asunción de la responsabilidad de las finanzas y del
ministerio por el grupo local.
Wendel l Eva ns , Churching Planting in the Ara-Muslim World
(Upper Da rby, Pens i l va ni a : Ara b Worl d Mi ni s tri es , 1986), p. 2.

CONCIENCIA INDIVIDUAL
La conciencia individual le permite a cada uno permanecer alineado con lo que sabemos de la voluntad de Dios.
Cuando violamos nuestros principios morales, pecamos (Ro. 14:14, 22-23). Al hablar de contextualización, si una
persona tiene alguna duda en cuanto a la práctica de una costumbre islámica, entonces está mal.
Comprender en qué se basa una persona para decidir qué es un comportamiento adecuado, según la conciencia, es
difícil. Además, todos tenemos una capacidad asombrosa para justificar nuestros deseos. Por ejemplo, podemos
convencernos de que llamarnos musulmanes no es un engaño. Podemos razonar que, ya que la definición de un
musulmán es “alguien que se somete a Dios”, es aceptable que los cristianos afirmen que son musulmanes. Al
principio, es probable que nos sintamos incómodos, pero cuanto más lo hagamos, menos objetará la conciencia.

Se dice que la conciencia es, a menudo, la única medida para Islamizar nuestro testimonio. Si mi conciencia no me
molesta, entonces la práctica debe ser legítima. Sin embargo, entran en juego otras consideraciones. Una de ellas es
la unidad del equipo. Compartir objetivos hace posible el trabajo en equipo. Esto demanda cooperación y
coordinación en nuestro testimonio (Am. 3:3; Mt. 12:25; Ef. 4:2-3).
La obra cristiana en tierras musulmanas ya es bastante difícil sin divisiones en la jerarquía. La unidad es un
requisito básico para cualquier equipo. Si el enfoque de un miembro con respecto a la contextualización va en contra
de las opiniones de otros miembros del equipo, la unidad del equipo se quiebra y el equipo se vuelve ineficaz. A veces,
los equipos maduros desarrollan dos puntos de vista opuestos sobre un tema muy importante. En ese caso, una
separación amistosa puede ser pertinente, pero no hasta que el asunto se haya tratado a fondo y se hayan hecho
serios intentos de reconciliación.
LA CONSCIENCIA DE LA CULTURA DE DESTINO
Robert Priest ha argumentado que los enfoques hacia una cultura nueva no deberían estar determinados
principalmente por nuestras propias normas, sino por los escrúpulos de las personas a quienes hemos ido a servir.2 En
otras palabras, para ser vasijas limpias para el Maestro, se necesita ser santo ante los ojos de quienes intentamos
alcanzar (2 Co. 4:2). El principio es que debemos vivir de tal manera que nuestro comportamiento reciba el elogio o
la aprobación de aquellos a quienes servimos. Si se nos considera personas profanas, entonces el mensaje será
rechazado por estar contaminado.
Por ejemplo, algunos obreros en Japón se enorgullecen de su compromiso con la verdad. Ellos creen al decir la
verdad en forma directa, sin importar las consecuencias, porque están mostrando el testimonio de una vida piadosa.
Sin embargo, los japoneses solo observan la insensibilidad de los obreros hacia los sentimientos de otros.3 Yo violé esa
sensibilidad cuando hice que una mujer iraquí de clase alta se sentara al lado de un recolector de basura de clase
baja. Pensé que estaba demostrando la naturaleza igualitaria del evangelio. Lo único que ella vio fue mi falta de
respeto.
En las zonas islámicas, estamos ignorando este principio de conformar el comportamiento a la definición que tienen
las culturas de destino de lo que se espera cuando nos negamos a orar en público. Jesús exhortó a la oración privada
(Mt. 6:5-6), pero también oró en público por otros (Jn. 11:42-43). Si solo oramos cuando estamos fuera de la vista de
nuestros amigos y criadas, suponen que nunca oramos y nos consideran profanos. Debemos reconocer que los
escrúpulos de nuestra conciencia pueden variar notablemente de los escrúpulos de la conciencia de la cultura a la que
intentamos adaptarnos y alcanzar.

NORMAS DOBLES
Cambiar el comportamiento para que coincida con las costumbres locales, mientras no intentamos entender lo que
nuestros amigos piensan de él, puede simplemente desafiar sensibilidades morales relevantes para ellos. Solo porque
algo no ofende a nuestra conciencia no significa que no ofenda a la conciencia local. Honrar lo que es aceptable para
nuestro grupo de destino es fundamental a la hora de presentar la verdad a una cultura nueva. Si no deseamos que
nos perciban como engañadores (Ef. 4:25), debemos aprender lo que para la cultura local es un engaño, en especial
con respecto a la religión, y entonces, evitar toda apariencia de hipocresía.
Cierto es que es difícil determinar dónde termina ser considerado e inteligente y dónde empieza el engaño. Las
diversas culturas trazan la línea en diferentes lugares. Pregúntele a un estadounidense cómo está y siempre
responderá: “Bien”, no importa cómo se sienta. Los árabes musulmanes toleran el engaño en los negocios y en el
sexo mucho más que los estadounidenses. Los árabes musulmanes prefieren mentir antes que ofender. Piensan que
es mejor decir que no tienen dinero que rechazar una solicitud para obtener un préstamo. Mentir para alcanzar lo
bueno es aceptable y no provoca molestias en la conciencia ni afecta la reputación.
Sin embargo, los árabes musulmanes juzgan los asuntos religiosos de otra manera y evalúan a los extranjeros con
una regla diferente. A nosotros, las normas dobles nos pueden parecer mal, pero son respetadas en muchas culturas.
Los musulmanes pueden jurar en nombre del Corán y luego, romper el juramento sin remordimiento, siempre y
cuando sea por un motivo importante. Pueden distorsionar la Escritura para demostrar un punto o respaldar un
documento falso como el evangelio de Bernabé, pero si creen que nosotros lo estamos haciendo, protestan.
En las culturas que no son sumamente islámicas, orar en una mezquita e identificarse como musulmán puede ser
considerado una simple marca de una persona religiosa. Las personas incluso pueden llamar musulmán al obrero
cristiano porque lo ven como alguien justo, a pesar de que asista a la iglesia y lleve a cabo otras actividades cristianas.
En dichas culturas, el término “Islam” se utiliza de manera muy amplia. Abarca a todo lo bueno e íntegro, e incluso
admite desviaciones teológicas del Islam tradicional. Sin embargo, en las culturas islámicas estrictas, orar en una
mezquita, identificarse como musulmán y adoptar ciertos comportamientos islámicos envía una señal
completamente diferente. Si esta persona no renuncia a su lealtad a Cristo, no adopta el credo musulmán ni coloca a
Muhammad en el centro, entonces se presume que es engañosa.
Una vez más, la norma que evalúa a las personas de allí es más flexible que la que rige para los extranjeros. Por lo
tanto, un musulmán nacional que confía en Cristo puede seguir identificándose como musulmán y no ser
considerado un hipócrita. A los ojos de la mayoría, una persona que nace musulmán siempre será musulmana, no
importa lo que crea. Sin embargo, los extranjeros que se identifican como musulmanes se miden por una norma
totalmente diferente. Al adoptar los cargos y las costumbres islámicas, están diciendo que son como las personas de
allí. Más tarde, cuando llegan a conocerlos y descubren que esto no es verdad, los acusan de engaño. Una vez que
esto sucede, el testimonio de los extranjeros queda desacreditado.
NOTA DEL EDITOR
Hasta este momento, el autor ha sido muy elocuente en su análisis. En cambio, los puntos finales (gracia y testimonio
Cristo céntrico, que todos afirmaríamos) tienen, sin duda, un tono diferente y, al parecer, conciso. Uno desearía que él
explicara con mayor detalle sus fuertes convicciones en contra de algunas expresiones de la contextualización en
relación con estos últimos puntos.
Asimismo, nos gustaría tener espacio para incluir un artículo escrito por la esposa de uno de los hombres que
fueron encarcelados en El Cairo. Hemos publicado el artículo en nuestro sitio web
www.encounteringislam.org/readings.

SANIDAD PARA EL ALMA Y EL


CUERPO
Ibrahim, un hombre gravemente enfermo, llegó al
Hospital Galmi en Níger hace cuatro años. Durante el
tratamiento de su enfermedad, un médico misionero le
compartió las buenas nuevas de Jesús y le prestó una
Biblia en hausa. El personal y los misioneros de Nigeria
habían publicado recientemente un audio casete
dramático que respondía a las preguntas más comunes
de los musulmanes desde una perspectiva bíblica.
Ibrahim lo escuchó una y otra vez y, cuando se recuperó,
pidió llevarse la Biblia y la cinta a su casa con él.
Cuatro años más tarde, al oír que su amigo misionero
había regresado, Ibrahim volvió. En un extraño momento
privado, le contó al doctor que la cinta se había gastado
de tanto uso, pero que lo había convencido de que Jesús
es el Camino verdadero. Le pidió al misionero que le
explicara cómo podía ser un seguidor de Jesús. Pronto
Ibrahim inclinó la cabeza y entregó su vida a Cristo.
Poco tiempo después regresó a su aldea llevándose
consigo una copia nueva de la cinta para reproducírsela
a sus vecinos.
Fuente: www.sim.org.

GRACIA
Hemos sido salvos por gracia y seguiremos viviendo por gracia (Gál. 2:14-16; 3:3). Podemos vivir temporalmente
bajo la ley para ganar a personas que están bajo la ley (1 Co. 9:20), pero nuestra vida no debe convertirse en una vida
centrada en la ley. El objetivo es educar y liberar a las personas bajo la ley, no someternos a nosotros y a ellos a la ley
(Col. 3:20).Debemos convertirnos en ejemplos de la gracia y demostrar que somos libres de la esclavitud del
legalismo (Gál. 4:9-10; 5:1).
Por lo tanto, en nuestro fervor por encajar en la cultura islámica, debemos asegurarnos de que no hacer tropezar a
aquellos que conocen la gracia de Dios. ¿En verdad deseamos que los convertidos sigan nuestro ejemplo y continúen
practicando los mismos rituales legalistas que no podrán darles la vida eterna? Practicar los rituales islámicos en
nombre de la contextualización y, al mismo tiempo, predicar el evangelio de la gracia, es una contradicción. En
palabras de William Saal: “Es ingenuo suponer que se puede realizar estos rituales según lo prescrito por la ley
islámica, y darles un sentido diferente del que siempre tuvieron para los musulmanes. Lo que usted puede esperar
transmitir a través de su participación es irrelevante”.4
Denis Green explica: “Identificar todos estos elementos (las formas islámicas de ayuno, oración, el cumplimiento
con las pautas de alimentación y la pureza ceremonial) con las obras necesarias para obtener el favor de Dios en el
Islam, puede llevarlos fácilmente a depender continuamente de ellos para alcanzar la salvación, en vez de descansar
solo en la fe”.5 Por otra parte, ¿no es ingenuo ignorar las fuerzas espirituales que han operado durante siglos a través
de estos rituales para mantener a las personas esclavas a espíritus malignos?

TESTIGOS CRISTO CÉNTRICOS


La contextualización es solo un medio para un fin. Nuestra meta debe ser que seamos testigos Cristo céntricos (Hch.
4:12). En lugar de ver cuánto podemos acercarnos a la cultura de destino, debemos ver cuánto podemos acercarnos a
Cristo. Cristo debe ser honrado y glorificado en todo lo que decimos y hacemos.
Desobedecemos esta doctrina si permitimos que Muhammad o que cualquier otra figura religiosa sea el centro de
alguna área de la vida. Es un error pensar en repetir el credo del Islam, “No hay otro dios sino solo Dios y
Muhammad es su profeta”, sin quitar a Cristo del centro.
La práctica de la mayoría de los cinco pilares del Islam, en especial el Hajj (peregrinación a la Meca) y el rakat
(oraciones rituales en la mezquita), es casi participar de la mesa de los demonios (cf. 1 Co. 10:21). Practicar estos
rituales es, en palabras de Saal, “declarar la sumisión del adorador a Dios en la forma prescrita por Muhammad”, y
elevar una falsa adoración por encima de la adoración correcta de la persona de Cristo.6
Se podrían agregar otros principios. Por ejemplo, la edificación: ¿construye el cuerpo de Cristo? Rendimiento:
¿aporta a la plenitud de la vida en Cristo? Propiedad eclesiástica: ¿ofende a los miembros locales del cuerpo de
Cristo? No obstante, las pautas aquí sugeridas deberían ser suficientes.
LO QUE EL AYUNO ME ENSEÑÓ
por Erik Nubthar

La parte más difícil del Ramadán para mí no era el ayuno (me acostumbré a eso), sino la falta de sueño. Trataba
de dormir una cantidad de horas normales, pero muchos marroquíes se quedaban despiertos hasta la 1 o 2 a. m.
(hasta las 3 a. m. los fines de semana) para comer el plato principal.
Se invertía el día por la noche. Las noches se convertían en momentos de celebración, fiesta, diversión, socialización
y un mes de programación de televisión especial. Podía sentir el ambiente eléctrico y entendí por qué a uno de mis
amigos marroquíes en Francia siempre le encantaba regresar a su casa en Marruecos para el Ramadán.
En el aspecto espiritual, un cartel en la mezquita citaba uno de los hadiz (tradiciones de Muhammad): “El que
guarda el ayuno de Ramadán fiel y verdaderamente saldrá de debajo de sus pecados como en el día en que su madre
lo dio a luz”. Las personas me contaron que ayunar durante Ramadán es de gran mérito ante Dios y puede
compensar muchos actos de desobediencia.
Este es el legalismo insoportable que los foráneos al Islam rara vez ven: siempre algo más, un peldaño más, un paso
más. Siempre hay más que hacer y siempre hay más personas dispuestas a hacer más para demostrar su propia
rectitud. Estas declaraciones sobre el mérito espiritual me llevaron a excelentes conversaciones sobre el pecado, el
juicio y la necesidad de un Salvador. Aunque antes de ir a Marruecos me dijeron que Ramadán es un tiempo muy
difícil para los misioneros, yo tuve toda clase de oportunidades para hablar de Cristo y del verdadero ayuno. Llevaba
unas fotocopias de versículos de la Biblia que hablaban sobre el ayuno en árabe y se las mostraba a la gente.
Algunos misioneros no estarían de acuerdo en que haga ayuno y dirían que sería transmitirle a los musulmanes
que yo estaba interesado en ser musulmán. Sin embargo, ningún musulmán ni siquiera insinuó en voz alta que yo
intentaba convertirme en musulmán por practicar el ayuno. Siempre dejé en claro que yo era cristiano, que los
cristianos a veces ayunamos y que lo hacemos, no para ganar méritos ante Dios, sino por otras razones. A menudo le
seguía un buen debate espiritual.
Por lo tanto, mi ayuno, lejos de transmitir interés en el Islam, dio este mensaje: “Es un buen hombre y, no obstante,
cristiano, que habla la verdad y buenas palabras sobre la adoración a Dios, aunque muy diferentes de las que estoy
acostumbrado a escuchar”. Mi esperanza era que los musulmanes, a continuación, pensaran: “Quisiera saber más
de esto”.
Mi ayuno me ayudó en mis relaciones con las personas (una barrera cultural menos entre ellos y yo y, además, el
ayuno en Marruecos claramente no tiene solo tiene un aspecto religioso, sino también cultural). Al año siguiente, no
guardé el ayuno, pero, aun así, entablé los mismos tipos de debates y tuve las mismas oportunidades de testificar. No
ayunar durante Ramadán no parecía entorpecer ninguna relación.
En general, estuve muy contento de haber guardado el ayuno y recomendaría que todos que los que ministran
entre musulmanes lo hagan, al menos, una vez. Fue importante sentir lo que sienten los musulmanes y entrar un
poco en su cosmovisión. También tuvo un efecto positivo en mis relaciones con los marroquíes. Es probable que no
vuelva a guardar el ayuno de nuevo. Los beneficios no parecieron ser tan contundentes como para justificar hacerlo
todos los años y, el ayuno fue bastante difícil. La parte más ardua fue cambiar el horario de la familia y mis patrones
de sueño. Yo podía aguantar sin comer, pero poner la alarma todas las mañanas a las 4:30 me hizo envejecer
rápidamente.
CÓMO RESPONDER AL
ANALFABETISMO Y A LA POBREZA
En Bangladesh, el analfabetismo y la pobreza extrema
van de la mano. El Proyecto de Desarrollo Comunitario
Kushtia (CDPK, por sus siglas en inglés) ofrece una
salida. Veinticinco personas al mismo tiempo estudian
alfabetización y matemáticas, seis días a la semana
durante seis meses. Al final de la capacitación, ellos
forman una cooperativa de ahorro. Los aldeanos de la
cooperativa colaboran con fondos a fin de
proporcionarles pequeños préstamos a otros miembros.
Ellos, a su vez, invierten el dinero prestado en
herramientas innovadoras y rentables: calesas
orientales, máquinas de coser, prensas de caña de
azúcar o en mercancías para establecer una pequeña
tienda. En los clubes, las mujeres constituyen la mayoría
de las personas y sus nuevas fuentes de ingresos están
produciendo cambios radicales en las vidas de las
familias. Hay ochenta y nueve de esos grupos que
benefician a más de cinco mil personas. Diez grupos ya
se “graduaron” de la necesidad de ser supervisados por
el CDPK. Algunos de estos grupos ahora transmiten lo
que han aprendido a grupos nuevos. La alfabetización
obligatoria y la capacitación en gestión financiera les
permiten garantizar el éxito. Son muy raros los casos de
incumplimiento del pago de un préstamo. ¡Imagínese!
Fuente: www.sim.org.

NOTAS FINALES
1. Adaptado de David He sse lgrave and Edward Romme n, Contextualization: Meanings, Methods, and Models (Grand Rapids: Bake r, 1989), pp. 1–2.
2. Robe rt J. Prie st, “Missionary Ele nctics: Conscie nce and Culture ,” Missiology 22, n. ° 3 (julio, 1994).
3. Ibíd.
4. William Saal, Reaching Muslims for Christ (Chicago: Moody Pre ss, 1993), p. 158.
5. De nis Gre e n, “Guide line s from He bre ws for Conte xtualization,” e n Muslims and Christians on the Emmaus Road (Monrovia, Calif.: MARC, 1989),
p. 247.
6. Saal, Reaching Muslims, p. 147.
LA EXALTACIÓN DE LA FATWA
por Phil Parshall

Fatwa: edicto de carácter religioso emitido por una autoridad islámica.


Me sorprendió un poco leer esta declaración de un respetado líder cristiano que participa en un enfoque polémico
hacia el evangelismo entre los musulmanes: “Estoy orando para que Phil Parshall emita su fatwa en contra de
nuestro ministerio entre los seguidores de Ismael”.
La edición del periódico Evangelical Missions Quarterly de octubre de 1998 inició el debate público sobre hasta qué
punto ha llegado, está llegando y, probablemente, llegará la contextualización. Mi artículo principal expresó la
preocupación de que una estrategia legítima pudiera caer en sincretismo, si no se tiene mucho cuidado.1
Además, ¿dónde estamos ahora, cinco años después? Resulta adecuado, creo, decir que los puntos centrales se
encuentran en siete áreas principales: 1) usar el espectro C1 a C6, según el concepto de “John Travis”;2 2) emplear
ciertos pasajes de la Biblia para validar la postura de una persona; 3) motivar al creyente de cultura musulmana
(CCM) a que continúe identificándose como “musulmán”, sin ningún calificativo; 4) permitir que el CCM
permanezca en la mezquita en forma permanente, como una estrategia para ganar a los musulmanes para Cristo; 5)
afirmar explícita o implícitamente el Credo islámico (Shahada), “No hay otro dios sino solo Alá y Muhammad es su
profeta”; 6) introducir en las traducciones de la Biblia “Isa al-Masih” (“Jesús el Mesías”) por “Hijo de Dios” y 7)
definir una respuesta adecuada para aquellos que están en desacuerdo con la postura de una persona con respecto a
alguno de los puntos anteriores o a todos.
Mi objetivo aquí es analizar estas siete áreas en forma breve. Es lamentable que, debido a las limitaciones de
espacio, inevitablemente, sea criticado por haber tratado todos o algunos de estos temas de manera superficial. Pero,
al menos, estos pensamientos nos deberían alejar del monólogo interno que, en este momento, está bastante
generalizado entre las iglesias en cuestión, las juntas misioneras, los misioneros y los CCM, y acercarnos a un
diálogo.
¿QUÉ ES UN MOVIMIENTO DE
PLANTACIÓN DE IGLESIAS?
“Un movimiento de plantación de iglesias es una
multiplicación rápida de iglesias autóctonas que plantan
otras iglesias y que se propagan a través de un grupo de
personas o de un segmento de la población”.
Elementos universales de los Movimientos de
plantación de iglesias
1. Oración extraordinaria
2. Evangelismo abundante
3. Plantación intencional de iglesias que se reproducirán
4. Autoridad escritural de la Biblia (sea oral o escrito en
la lengua materna)
5. Liderazgo local
6. Liderazgo laico
7. Iglesias caseras o celulares
8. Iglesias que plantan otras iglesias.
9. Reproducción rápida
10. Iglesias saludables
Otros factores comunes en los movimientos de
plantación de iglesias
1. Un clima social de incertidumbre
2. AIslamiento del extranjero
3. Alto costo por seguir a Cristo
4. Una fe valiente sin temor
5. Patrones de conversión basados en la familia
6. Rápida incorporación de los nuevos creyentes al
ministerio
7. Adoración en la lengua materna
8. Señales y prodigios divinos
9. Capacitación para el liderazgo en el lugar de trabajo
10. Misioneros que sufren aflicción

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Adaptado de: David Garrison, Church Planting
Movements: How God Is Redeeming a Lost World
(Midlothian, Va.: WIGTake Resources, 2004).

1. USO DEL CONTINUO C1 A C6


Todos estamos en deuda con Travis por su sistema de identificación abreviado de la estrategia para la evangelización.
Es mucho más cómodo decir: “Yo practico la C4” que dar una descripción exacta, pero muy larga, que haga que la
audiencia se pierda. Sin embargo, por desgracia, esto provocó una espesa niebla y trajo más confusión que claridad.
En numerosas ocasiones he escuchado personas que con vehemencia se dicen ser C5 y que niegan creer en algún
punto estratégico importante que otro C5 declarado sostiene.
Permítame una ilustración. Algunos de nosotros, con ingenuidad, pensábamos que el alcance evangelístico global
contextualizado a los musulmanes se originó a mediados de la década de 1970 en un cierto país de Asia meridional.
Pero, ¿qué le sucedió a Sadrach? 3 Este hombre de Indonesia nació en 1835 y murió en 1928, a los noventa y tres
años. Fue un devoto musulmán hasta los treinta y dos años. Después de su conversión, trabajó incansablemente para
crear una iglesia. Al momento de su muerte, había 7500 CCM en la isla de Java, como resultado de su trabajo.
Algunas de las características del ministerio contextualizado de Sadrach fueron:
• Los líderes se llamaban imanes.
• Se guardaban los festivales similares a los del Islam.
• Se recogía el Zakát (ofrendas).
• Los edificios de la Iglesia eran llamados mezquitas. No se mostraban cruces.
• Al igual que los musulmanes, utilizaban un tambor para llamar a las personas a adorar.
• Antes de sacrificar las vacas, se oraba al estilo islámico.
• Se recitaba este credo en las iglesias: “Creo que Dios es uno. No hay otro dios sino solo Dios. Jesucristo es el Espíritu
de Dios, cuyo poder está por encima de todo. No hay otro dios sino solo Dios. Jesucristo es el Espíritu de Dios.” Esto
se entonaba al estilo dhikr (recitación), con intensa emoción, pues se pretendía llevar al devoto a una especie de
unión mística entre Dios y el devoto.
• Los creyentes se llamaban “cristianos”. No confirmaban a Muhammad de ninguna manera, sino que, más bien,
hablaban muy abiertamente de la superioridad de Jesús sobre Muhammad.
Entonces, ¿tenemos C1, C2, C3, C4, C5, o una amalgama de todas las cinco? Sin tratar de aniquilar las categorías C,
sólo insto a la necesidad de que haya claridad al momento de usar esta identificación de la estrategia.

2. ¿INTEGRIDAD HERMENÉUTICA O DESCUIDO?


La respuesta a esta pregunta depende, en alguna medida, de dónde viene y hacia dónde quiere ir. Los contextualistas
siempre se hay apoyado fuertemente en 1 Corintios 9:19-22. En la presente controversia, “convertirse en musulmán a
fin de ganar a los musulmanes” encierra un significado muy diferente para los grupos C4 y C5. Cada uno insiste en
que su propia exégesis de estos versículos es una prueba positiva de la validez de su postura.
Sin embargo, la nueva hermenéutica en el debate se centra en 1 Corintios 7. En el versículo 20, “Que cada uno
permanezca en la situación que estaba cuando Dios lo llamó”, ciertos contextualistas observan una exhortación que
motiva a los CCM a permanecer musulmanes al máximo.
Scott Woods, un experimentado misionero entre los musulmanes en Indonesia, comenta:
En el contexto de 1 Cori nti os 7, s e a borda n l a s cues ti ones del ma tri moni o y de l a s ol tería , del creyente ca s a do con un no creyente, de l a
ci rcunci s i ón y de l a i nci rcunci s i ón y, por úl ti mo, de es cl a vos y l i bres . Es te pa s a je na da ti ene que ver con un ma nda mi ento de que l a s
pers ona s de una rel i gi ón fa l s a deben perma necer en s u rel i gi ón fa l s a a fi n de no a l tera r l a s i tua ci ón. Aquí, l os proponentes de l a C5
podría n s er a cus a dos de “i s óges i s ” (que es a grega rl e un s i gni fi ca do a l texto). Es te pa s a je prevé que l os creyentes deben perma necer en
s u es ta do fa mi l i a r y s oci a l donde s e encontra ba n a ntes de conocer a Cri s to, pero no es tá da ndo permi s o pa ra que l os creyentes conti núen
en s u a nti gua rel i gi ón.4
A medida que cada estratega recorta su teología apologética, es importante lidiar con la enseñanza bíblica y sus
implicancias. Es cierto que la historia de la iglesia, a través de los siglos, en repetidas ocasiones, ha demostrado que la
única certeza absoluta en este proceso es que los verdaderos creyentes, temerosos de Dios, con frecuencia disentirán
entre sí sobre sus conclusiones. Algunos dicen: “Solo coloque una Biblia en manos de un CCM y déjelo que saque su
propia conclusión”. Sin embargo, debemos recordar el mandato bíblico de enseñarles a los nuevos creyentes.

3. CUESTIONES DE IDENTIDAD
El CCM, ¿debe seguir llevando el nombre de musulmán sin ningún tipo de calificativo? Ramsay Harris, un misionero
a largo plazo entre los árabes, comparte su opinión: “La mayoría de los que he llevado a Cristo no se identifican más
como musulmanes, pero algunos sí. Yo no los empujo en una u otra dirección. Para la mayoría de las personas, la
palabra musulmán significa “adepto a la religión de Muhammad”. No obstante, existe un principio que debe ser
universal: uno siempre debe identificarse con la persona de Jesucristo (Mt. 10:33, 1 P. 4:16)”.5
Este último punto de Harris pone de relieve la controversia. “Soy un musulmán seguidor de Isa al-Masih” es
mucho más sencillo de aceptar por algunos misioneros que solo la denominación “musulmán”. La palabra
“musulmán” se define como aquel que se somete a Dios. En la práctica, sin embargo, todos los musulmanes en todo
el mundo piensan que este término se refiere a aquellos que siguen los principios teológicos del Islam.
En este punto es donde podemos ser acusados de engaño. ¿Somos engañosos a propósito? ¿Está en riesgo la
integridad? La respuesta, para algunos, es “definitivamente no”. Uno, sostienen ellos, debe mirar al “musulmán” en
su más amplio contexto cultural y social, como lo hacemos con la palabra “cristiano”. ¿Cuántas personas que se
llaman cristianas son practicantes de la fe en verdad? ¿Están engañando o solo siguen la corriente de la sociedad? La
refutación será: “Sí, pero estas personas no buscan usar este término como una estrategia para ganar a otros para su
fe”. Y así continúan los argumentos y los contraargumentos.

DIEZ PASOS PARA UNA NARRACIÓN


por Avery Willis
1. Seleccione un principio bíblico esencial, pero simple y
claro, que debería enseñarse.
2. Defina los temas de interés relacionados con la
cosmovisión que tiene el grupo de personas elegido, lo
cual determinará qué historia elegirá y la metodología
narrativa.
3. Identifique las brechas, las barreras y los puentes
pertinentes que existen en la cosmovisión de dicho
grupo de personas: este proceso confirmará cómo
abordar cada uno de ellos.
4. Seleccione la historia bíblica o las historias
adecuadas para transmitirle un principio o un concepto
bíblico específico al grupo.
5. Elabore la historia dentro del método narrativo
adecuado. Planifique el diálogo complementario a fin
de ayudarles a los oyentes en el aprendizaje de cómo
esta historia bíblica trata cuestiones críticas de su
cosmovisión.
6. Cuente la historia de manera culturalmente apropiada
(incluyendo canciones, danzas, ejemplos o historias).
7. Motive el diálogo complementario. Para ello, puede
hacer preguntas que les ayudarán a los oyentes a
descubrir las verdades de la historia y sus
aplicaciones.
8. Guie a los oyentes a analizar situaciones en que se
podrían aplicar los principios bíblicos de la historia a
fin de vivirlos en obediencia y en forma práctica.
9. Genere una responsabilidad en el grupo de oyentes,
de modo que se ayuden a obedecer el principio bíblico
entre sí.
10. Anime a los oyentes a ser reproductores al imitar el
principio en la vida propia y al contarles las historias a
otros.
Para obtener más información, ver Lecturas completas
sobre la narración, “Cómo contar historias que atrapen
el corazón”, por Trudie Crawford.
Dr. Avery T. Willis Jr. es vicepresidente de Overseas
Operations en el International Mission Board de la
Convención Bautista del Sur en Richmond, Virginia.
Tiempo atrás, fue misionero en Indonesia durante
catorce años.
Cortes ía de Dr. Avery T. Wi l l i s , Following Jesus Series (2003).
www.fjseries.org/low/storing.html (ci ta do el 10 de di ci embre de
2004). Us a do con permi s o del Interna ti ona l Mi s s i on Boa rd
(IMB). www.imb.org.

4. ¿LA PERMANENCIA EN LA MEZQUITA?


Aquellos que sostienen esta postura señalan que los primeros cristianos continuaron adorando en la sinagoga.
Woods, propone:
Pa bl o fue a predi ca r de Jes ús a l os mi embros de l a s i na goga . La ma yoría de l a s pers ona s que pertenecen a l a C5 i ngres a n a l a mezqui ta
y s e forma n en fi l a en l a l ínea de s a l a t. Se l os perci be como mus ul ma nes . No ti enen ni nguna ma rca di s ti nti va que di ga que s on
s egui dores de Is a . Incl us o s i ora n a Is a , l a percepci ón es que s on mus ul ma nes . A Pa bl o, evi dentemente, s e l o reci bi ó en un entorno judío
(a veces ), pero fue reconoci do como un s egui dor del Mes ía s res uci ta do. ¿Sucede l o mi s mo con l os CCM de l a C5? 6
Es probable que todos coincidamos en que la política de que los CCM permanezcan en la mezquita un tiempo
breve después de la conversión es válida. De lo contrario, habría una grave dislocación social. El desacuerdo es sobre
si deberían permanecer de forma permanente dentro del contexto de la enseñanza religiosa falsa.
La postura a favor de la mezquita hace hincapié en que el CCM dará un testimonio discreto de su fe a los
musulmanes que allí concurran. Por lo tanto, correspondería que los imanes lo excomulguen. La persona es libre de
permanecer el tiempo que ellos lo permitan. Harris cree que el CCM podría continuar orando en la mezquita bajo
estas condiciones: “Si no viola la propia conciencia del CCM; si no lo hace con el propósito de engañar ni de negar a
Cristo; si el CCM no habla, en oración, palabras que no cree. Para mí, personalmente, esto incluye la Shahada. Todos
los CCM que llevé a Cristo les parece que la mezquita es aburrida y deprimente después de haber llegado a conocer
las riquezas espirituales de Jesucristo”.7

5. ¿LA RECITACIÓN DEL CREDO ISLÁMICO?


Esta cuestión surge de identificarse como musulmán y de continuar asistiendo a la mezquita. El Credo es el
fundamento principal en el que descansa todo el Islam, el primer pilar. No solo afirma la unicidad de Alá, sino la
centralidad de Muhammad como el Profeta o el Mensajero de Dios. Es imposible ser un musulmán verdadero sin
afirmar este Credo.
Brian Armstrong, que sirvió durante muchos años en el Oriente Medio, fue un teórico y practicante precoz del
movimiento C5. Al hablar del Credo, me dijo lo siguiente:
Creo que un CCM puede repeti r el Credo con convi cci ón e i ntegri da d, s i n comprometer ni s i ncreti za r s u fe en Jes ús . El reconoci mi ento de
Muha mma d es ta ría en s u mi s i ón proféti ca como un mens a jero que a nunci a un di os y l a s umi s i ón a s u vol unta d en el contexto de l a
Ara bi a i dól a tra del s i gl o VII o en el es cena ri o pre-i s l á mi co pa ga no de un puebl o que pos teri ormente a ceptó el Is l a m. Aunque l a mi s i ón
de Muha mma d fue, cronol ógi ca mente, d.C., no debería mos permi ti r que es to os curezca el hecho de que el entorno es pi ri tua l a l que s e
di ri gi ó fue, en es enci a , a .C. En un movi mi ento cri s ti a no del Is l a m, Muha mma d s ería como un mens a jero a l es ti l o del Anti guo Tes ta mento.
Pa ra a quel l os cri s ti a nos que pueden tropeza r en ci ertos a s pectos de l a vi da de Muha mma d, l es i ns to a es tudi a r l a vi da de l os profeta s
del Anti guo Tes ta mento de ma nera má s objeti va , donde, ta nto l a guerra s a nta , en una forma má s vi ol enta que a l a que l l a ma el Is l a m (el
genoci di o en el l i bro de Jos ué) y l a pol i ga mi a fueron ba s ta nte comunes .8
Sí, pero si se trata de afirmar el “profeta” del Credo, ¿no se entiende que, por lo tanto, uno tiene que creer en su
profecía? Y la profecía, que es el Corán, nos presenta un gran problema. No es mi intención hacer aquí una exégesis
de los diferentes puntos de vista de la enseñanza coránica, pero mi conclusión es que no se puede afirmar el Corán
como la Palabra de Dios.En mi opinión, expresar el Credo me define teológicamente en forma directa. Sin embargo,
puedo reinterpretar las palabras, para que los musulmanes espectadores me acepten como uno de ellos en todo el
sentido de la palabra.

6. ISA AL-MASIH POR “HIJO DE DIOS”


Las palabras “Hijo de Dios” siempre fueron repugnantes para los musulmanes. Solo se puede entender este término
en un marco biológico. Para ellos, que Dios tenga hijos es una blasfemia total. Entonces, ¿cómo podemos superar el
error de comprensión de nuestros amigos musulmanes? Algunos contextualistas actuales han optado por una cirugía
radical, seguida de un trasplante lingüístico: basta con quitar la construcción “Hijo de Dios” e insertar Isa al-Masih.
Esta nueva traducción se está promoviendo en varios idiomas en todo el mundo islámico. Los primeros comentarios
de los musulmanes y de los CCM son positivos. La ofensa de la palabra “hijo” se ha ido. Se preserva y se resalta el
concepto de Jesús como Mesías. El significado de “Mesías” se puede explicar luego.
Una defensa de este enfoque es que ciertos pasajes del Nuevo Testamento colocan “Hijo de Dios” y “Mesías” juntos,
lo que demuestra la intercambiabilidad de los términos (Mt. 16:16, 20; 26:63-64, Lc. 4:41).
Rick Brown es asesor internacional de traducción. Él opina lo siguiente: “El hecho es que, a pesar de que los judíos
tenían conceptos diferentes para el Mesías esperado, ellos usaron la mayoría de los títulos de manera intercambiable
y, tanto ‘Cristo’ como ‘Hijo de Dios′ se tomaron como conceptos bastante equivalentes. Sin embargo, debido a que los
zelotes nacionalistas favorecieron estos términos, Jesús, por lo general, evitó ambos y prefirió el título divino inclusivo
de salvador ‛el Hijo del Hombre′ o la forma abreviada ‛el Hijo′ y, a veces, ‛el Señor′”.9
En una carta personal, le pregunté a Brown cuál era su punto de vista acerca de la sustitución de “Hijo de Dios”
por “Isa al-Masih” en pasajes bíblicos donde no aparecen juntos. Él respondió: “A pesar de que el título ‘Hijo de Dios’
evoca el mismo concepto que ‘Masih’, también evoca el concepto de Dios, y esto se perderá si se dice solo ‹Isa al-
Masih›. Por lo tanto, mi sugerencia sería ‛el Masih a quien Dios ha enviado′. En general, para nuestro público, lo
mejor es poner ‛Hijo de Dios′ en la introducción o en la nota al pie de página”.10 Dejaré que los expertos de la
lingüística traten esto, la controversia contextual más nueva a presentarse.

7. ¿NUESTRA RESPUESTA?
El número de adeptos a algunas posturas de la C5 o a todas ellas va en crecimiento. El país donde nació la C5 ahora
reclama a decenas de miles de MBB de la variedad C5. Asimismo, allí se encuentran miles de MBB de la C4.
Veintenas de misioneros y varias juntas misioneras evangélicas están practicando y promoviendo la C5 en un número
importante de países musulmanes. En lo personal, he conocido a muchos de estos misioneros, algunos desde hace
veinte años. No hay duda de que son sinceros y que desean de todo corazón ver musulmanes llegar a Cristo. En un
caso, un Islamista evangélico muy respetado investigó un gran movimiento de la C5 y declaró que era una
maravillosa obra de Dios.
Armstrong comenta: “Aquellos que serán parte de fomentar un movimiento por Jesús en el Islam no pueden ser
cazadores de herejías ni tipos sospechosos, siempre dispuestos a abalanzarse sobre cualquier manifestación de Cristo
que no coincida de inmediato con lo que estaban acostumbrados antes. No pueden ser la clase de gente que solo
puede ver “en blanco y negro”, pues el mundo donde trabajarán estará lleno de matices de grises. Si somos así,
lamentablemente, ante la misión que siembre una herejía nos preguntaremos: ¿serán aquellos que se adhieran a
dicha misión peor que antes?”11 El punto de vista de Armstrong es que tal “herejía” podría ser un futuro trampolín
para aquellos musulmanes que alcance madurez en la fe en Cristo.
Lucho por tomar una postura personal sobre un tema tan importante. El Señor me ha estado hablando a medida
que intentaba procesar el macro panorama. Estos son los versículos de la Biblia en los que he estado meditando:
• Romanos 14:10: “¿Por qué juzgas a tu hermano? O tú también ¿por qué menosprecias a tu hermano?”
• Romanos 14:13: “Ya no nos juzguemos más los unos a los otros”.
• Romanos 15:2: “Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación”.
• Romanos 15:7: “Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió”.
Estoy muy consciente de otros pasajes del Nuevo Testamento que se refieren a los aberrantes teológicos como a
“perros”, y los maldice y los llama anticristos. En la historia de la iglesia, encontramos el mismo tema en la
Inquisición. Incluso los Reformadores tuvieron palabras duras para aquellos que se atrevieron a estar en desacuerdo
con su interpretación de la Biblia.
Entonces, ¿a dónde llegamos? Piense en la fatwa (que nunca se decretó) que se emitió. No quiero terminar mi vida,
ahora a los sesenta y cinco años, conocido como un cazador de herejes. Sí, voy a seguir (con mayor sensibilidad,
creo) expresando mis inquietudes. Sin embargo, si voy a errar rumbo al desequilibrio, quiero que sea en el aspecto
del amor, de la afirmación y poniendo tan alto a mis colegas como si fuera a mí mismo. No me considero infalible.
En cuanto a quién tiene razón o no, y hasta qué punto, confiemos de todo corazón en el Juez final de las intenciones
del corazón.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Phi l Pa rs ha l l , Muslim Evangelism: Contemporary Approaches to Contextualization (Wa ynes boro, Ga .: Authenti c Medi a , 2003).

Fin de las lecturas básicas de la Lección 10. Ver Aprende Más.

NOTAS FINALES
1. Phil Parshall, “Dange r! Ne w Dire ctions in Conte xtualization,” Evangelical Missions Quarterly 34, n. ° 4 (octubre , 1998), pp. 404–410.
2. John Travis, “The C1 to C6 Spe ctrum,” Evangelical Missions Quarterly 34, núme ro 4 (octubre , 1998), pp. 405–408.
3. Sutarman Soe de man Partonadi, Sadrach’s Community and Its Contextual Roots (Amste rdam: Rodopi, 1988).
4. Scott Woods, “A Biblical Look at C5 Muslim Evange lism”, Evangelical Missions Quarterly 39, núme ro 2 (abril, 2003), p. 190.
5. Ramse y Harris, corre sponde ncia pe rsonal con e l autor, 2002.
6. Woods, “A Biblical Look,” pp. 193–194.
7. Harris, corre sponde ncia pe rsonal con e l autor, 2002.
8. Brian Armstrong, corre sponde ncia pe rsonal con e l autor, 2002.
9. Rick Brown, “The ‘Son of God’: Unde rstanding the Me ssianic Title of Je sus,” International Journal of Frontier Missions 17, n. ° 1 (primave ra,
2000), p. 48.
10. Rick Brown, corre sponde ncia pe rsonal con e l autor, 2003.
11. Armstrong, corre sponde ncia pe rsonal con e l autor, 2002.
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. Considere algunas de las cuestiones que una nueva congregación de tradición musulmana deberá enfrentar. ¿Qué
consejo le daría en estas situaciones?: cuando un hombre con varias esposas se convierte en cristiano, ¿debe
divorciarse de todas menos una? Vea 1 Corintios 7:17-24. ¿Qué otros principios deberían aplicarse? En muchas
partes del mundo, el alcoholismo abunda entre los hombres, y familias enteras sufren. ¿Qué debería hacer una
mujer creyente si su marido es alcohólico?
2. ¿Qué otros retos es probable que encuentre un creyente o un grupo de creyentes?

APRENDE MÁS
Leer Greg Livingstone, Planting Churches in Muslim Cities (Grand Rapids: Baker Book House, 1993).
Bruce A. McDowell and Anees Zaka, Muslims and Christians at the Table (Phillipsburg, N.J.: P&R Publishing, 1999).
Yehia Sa’a, All the Prophets Have Spoken (Durham, Canada: Good Seed International, 2001).
Ver CNN o un noticiero local y preste atención a temas relacionados con musulmanes. ¿Puede detectar algún
prejuicio en la manera en que se presentan estas historias?
Orar Suscríbase a la Guía Mundial de Oración y reciba los pedidos de oración diarios por correo electrónico.
Dar Extienda un gesto de amistad dando un regalo a un musulmán o a una familia musulmana, sea para celebrar
una festividad musulmana o cristiana.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
LECCIÓN 11
NUESTRA RESPUESTA AL ISLAM
REFLEXIONE
• ¿Qué es más importante: obedecer la gran comisión (hacer discípulos) o el gran mandamiento (amar a Dios y al
prójimo)?
• En una relación con un amigo musulmán, ¿en qué momento cree usted que es oportuno ofrecerle el regalo de la
vida en Jesús?
• Cuando usted comparte su fe con un musulmán o con otra persona, ¿qué aspectos de su fe parecen conectarse con
ellos y atraerlos?
PUNTOS CLAVE
1. No hay conferencia: Los participantes comparten planes del ministerio.
2. Aplicar el crecimiento personal y comprometerse con un plan de acción.
3. Comunicando este compromiso con otros para el estímulo mutuo y la responsabilidad.
4. Historias de personas comunes que están llegando a los musulmanes.
5. La difusión es una opción diaria, no una lista de métodos.
6. Llamado a la fidelidad a lo largo de la vida.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
CLAVES Introducción
Ann Croft Y Los Fulani
Cómo Llenar La Brecha: Los Jóvenes Recién Casados Responden Al Llamado De Dios Para Servir A Los
Musulmanes
Carta De Un Musulmán en Busca de Dios
Una Mirada Al Corazón Hambriento Del Islam
BÁSICAS El Ministerio En La Tierra Natal Como Una Preparación Previa Al Campo
Asia Meridional: Peces, Verduras Y Mezquitas Mesiánicas
¿Por Qué Soy Misionera A Los Musulmanes?
INTRODUCCIÓN

“Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve
para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea. Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de
un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto
para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la
gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo” (Mt. 5:13-16, DHH).
¿Podría ser que pocos musulmanes han llegado a conocer a Cristo porque pocos de ellos alguna vez conocieron a
un verdadero seguidor de Cristo? Los musulmanes, como la mayoría de las personas, responden de manera positiva
a la amistad, si las palabras y las acciones son genuinas. Este curso ha sido diseñado con el fin de motivarnos a ser
fuertes en la teoría y eficaces en la práctica y ayudarnos a responder a nuestro llamado a ser sal y luz. Llegó el
momento de preguntar: ¿cuál es nuestro plan para alcanzar a los musulmanes? A la luz de todo lo aprendido: ¿cuál
sería una respuesta apropiada y justificada?
Un hecho simple pero elegante acerca de la humanidad es que, si evitamos correr riesgos, no aprendemos. Al
entablar una relación con los musulmanes aquí en las comunidades actuales, podemos aplicar nuestra nueva
comprensión y darle forma. Algunos de nosotros tienen la esperanza de, algún día, tener el privilegio de vivir en
comunidades musulmanas. Sin embargo, si aún no logramos integrar un compromiso cómodo y natural con no
creyentes en nuestro estilo de vida, ¿cómo esperamos poder hacerlo más adelante, en lugares desconocidos?
¡Comience con lo que tiene hoy! Cualquier cosa funcionará y todo es necesario. ¿Necesita lavar ropa? Vaya con un
amigo nuevo. ¿Asiste a la práctica de fútbol de su hijo? Lleve a un estudiante internacional. Algunas mujeres
cristianas que desean perder peso y ponerse en forma sin espectadores masculinos, han comenzado grupos de
entrenamiento solo para mujeres. ¡Qué buena idea y qué atractiva para las mujeres musulmanas!
Algunos ex alumnos de este curso en Houston, Texas, comenzaron a alcanzar a refugiados. Ahora varios de ellos se
han trasladado a un complejo de apartamentos donde primero se reubica a los refugiados. ¡Suena como algo que
haría Jesús! Vivir en este vecindario trajo como consecuencia vehículos destruidos y bienes personales robados. Sin
embargo, la iglesia se está estableciendo, y la fragancia del eterno propósito está emanando. Y comen las mejores
comidas y se ríen con amigos verdaderos hasta altas horas de la noche. ¿Suena atractivo?
Ser como Cristo requiere valentía, no solo en el discurso, sino también en intentar esos esfuerzos que otros no están
dispuestos a hacer. Las elecciones que perjudicarán nuestra carrera o la opción de vivir en un vecindario donde las
necesidades son tan evidentes que es difícil no ir, no son sendas populares en la “iglesiandad”. Otro ex alumno de este
curso se hizo amigo de un musulmán propietario de una tienda de pizza y comenzó a orar y a adorar con los
cristianos de Pakistán y de la India. Ellos le enseñaron a tocar un instrumento asiático y lo invitaron a unirse al grupo
de alabanza. Por desgracia, su comportamiento fue demasiado radical para la mayoría de las personas que asistían a
la iglesia. El obstáculo principal puede ser la falta de comprensión por parte de nuestra propia comunidad cristiana.
No se desaliente. De hecho, pídales a otros creyentes que lo acompañen. Tal vez el deseo de alcanzar a los
musulmanes no se encienda hasta saborear la dulzura de pasar tiempo con ellos. C.S. Lewis, en su ensayo “Peso de
gloria”, describe a estas personas como niños urbanos que nunca han experimentado unas vacaciones en la playa.
Ante la oportunidad, prefieren seguir haciendo pasteles de barro en una calle popular de la ciudad. ¡No conocen la
imagen de la brisa del mar!1 No podemos darnos el lujo de permitir que nuestros amigos (o nosotros) nos aferremos a
una imaginación limitada, cuando toda la “supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos
“ (Ef. 1:19 a) está a nuestra disposición para ministrar a las personas que necesitan un encuentro con Jesús.
A principios de la década de 1900, William Borden, heredero de la fortuna de los tambos de la familia Borden y
egresado de la Universidad de Yale, fue como misionero a los musulmanes. Rechazó un puesto en la empresa
familiar y otras prestigiosas ofertas de trabajo solo para morir de meningitis espinal mientras realizaba sus estudios
de idiomas. Sus compañeros de clase, conmocionados, quizás sintieron que este sacrificio fue una pérdida, pero, en su
Biblia, Borden había escrito: “Sin reservas, sin retiros, sin arrepentimientos”.2
Muchos de los seguidores de Jesús viven la mitad de la vida, en la rutina de la vida, haciendo rodar la misma roca
por la misma colina una y otra vez. ¡Esta es la imagen de la mitología griega del infierno! Compare eso con un joven
ministro irlandés que conocí que sufre de asma sin tratar. Vivía en la pobreza que él mismo se había impuesto en un
barrio Bengalí en Londres. Previo a ello, había sido golpeado por musulmanes y llevado al hospital tras un falso
rumor que se había divulgado de que había insultado a Muhammad. Mientras caminábamos por esta comunidad,
con frecuencia lo saludaban y lo recibían con afecto. Nos contaba: “Mis amigos del seminario me sugieren: ‘¿Por qué
no te mudas a una parroquia en un pueblo tranquilo donde tendrás la mañana libre para estudiar?’” Con
repugnancia, respondo: “¿Qué? ¡Prefiero ver a algunas personas llegar a conocer a Jesús!”
¿Estamos demasiado ocupados? ¿Estamos retenidos por las obligaciones familiares? ¿Por una deuda financiera?
¿Nos faltan dones? Podemos llevar todas estas preocupaciones a nuestro amado Dios. Muchas excusas legítimas en
realidad tienen su raíz en la reticencia del corazón a confiar en Cristo. Nos avergonzamos de dar testimonio, no
porque nos falte la fortaleza del Espíritu, sino porque hemos permitido que nuestro miedo y nuestra falta de
experiencia nos exoneren de estar involucrados. Entiendo: yo también me he avergonzado cuando, a pesar de que los
musulmanes que estaban conmigo percibían a Cristo en mí, yo no sentía su presencia dentro de mí. Si hemos sido
libertados del pecado, de la vergüenza y del miedo, ¿por qué estamos en silencio?
Todas las personas en todas partes (incluidos nosotros) están desamparadas y dispersas como ovejas sin pastor (cf.
Mt. 9:36). Ser llamado oveja no es un halago, porque las ovejas no son criaturas inteligentes. Si ruedan sobre la
espalda, morirán de hambre, porque ni siquiera pueden levantarse. Nosotros, los cristianos, no somos “ovejas súper
inteligentes”. Lo que pasa es que tenemos un Pastor, y ese es nuestra tarea: seguir al Buen Pastor. Cuando lo
hagamos, ¡otras ovejas vendrán con nosotros! Para seguir al Pastor, no se necesita intelecto, dones ni experiencia. No
es tarea de nosotros estar atentos ante los leones, ante la estrechez del camino ni ante la profundidad del barranco:
solo tenemos que seguir al Pastor. Y, seguir al Pastor, es siempre mejor que lo que imaginamos. Es incluso
reconfortante, como el agua fresca de un arroyo de verdes pastos cerca.

NUESTRO CAMINO HACIA EL


CORAZÓN MUSULMÁN
Para llegar al corazón musulmán, a menudo el camino
más corto que mejor nos llevará allí será a través de un
estudio subjetivo más que objetivo. La barrera puede
estar dentro del corazón del misionero y [en] el corazón
del musulmán. El misionero debería cultivar compasión
al más alto grado y también, una apreciación de todas
las grandes verdades fundamentales que tenemos en
común con los musulmanes.
Sa muel Zwemer, The Muslim Christ (Londres : Ol i pha nt,
Anders on, y Ferri er, 1912), p. 183.

Ex alumnos integrados en las comunidades, que encuentran formas sencillas de aliviar las necesidades económicas
de sus vecinos o que buscan la reconciliación y la justicia para los oprimidos: ¡me emocionan sus historias! También
me complace escuchar los testimonios de aquellos que dicen: “Todavía no llegué ahí. Todavía estoy luchando por
amar a los musulmanes, pero estoy empezando a ver el amor de Dios por ellos, y estoy orando para que Dios me
cambie el corazón para reflejar con mayor perfección el suyo. ¿Podrías orar por mí?” Esta es una respuesta honesta y
loable también.
¡Podemos hacer esto! Podemos conocer el gozo de escuchar a nuestro Salvador decirnos: “Bien hecho, siervo bueno
y fiel”, y ver a creyentes de cultura musulmana dándonos la bienvenida al cielo. Podemos separar un tiempo para
entablar una amorosa amistad con nuestros vecinos. El mayor imperativo de Jesús para nosotros es: “Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el primero y grande
mandamiento. Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas” (Mt. 22:37-40).Los cristianos creen que amar y cuidar a las personas es sinónimo
de alcanzarlas con el evangelio. Si decimos que amamos a las personas y no actuamos en consecuencia, ¿será que las
amamos? Los musulmanes se darán cuenta si hemos entablado una amistad con ellos simplemente como un
“proyecto” o si en verdad nos preocupamos por ellos como amigos. Cuando los musulmanes perciban que los
amamos de corazón, también verán el amor de Dios demostrado. Solo eso puede abrirles el corazón para que reciban
su amor y la salvación por medio de Jesucristo.
“A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho” (Lc. 12:48b, DHH)
K.S., editor
AMOR CONDICIONAL
Si bien los musulmanes ven a Dios como un Dios
amoroso, misericordioso, clemente y compasivo, la
mayoría no lo perciben como un Dios cercano ni
personal. Su amor se experimenta por medio de las
bendiciones condicionales. El Corán habla del amor de
Dios:
El día que ca da uno s e encuentre frente a l bi en y el ma l que
ha hecho, des ea rá tener bi en l ejos es e día . Al á a dvi erte (que
recuerdes ) que tengá i s cui da do con Él . Al á es ma ns o con Sus
s i ervos . Di : “Si a má i s a Al á , ¡s egui dme! Al á os a ma rá y os
perdona rá vues tros peca dos . Al á es i ndul gente,
mi s eri cordi os o”. Di : “¡Obedeced a Al á y a l Envi a do!” Si vuel ven
l a es pa l da ,… Al á no a ma a l os i nfi el es (s ura 3.30-32).
Otros versículos coránicos también ilustran el amor
condicional de Dios:
¡Bus ca en l o que Al á te ha da do (l a ri queza ) l a mora da
pos trera , pero no ol vi des l a pa rte que de l a vi da de a cá te
toca ! ¡Sé bueno, como Al á l o es conti go! ¡No bus ques
corromper en l a ti erra , que Al á no a ma a l os corruptores !»
(s ura 28.77).
Qui enes no ha ya n creído s ufri rá n l a s cons ecuenci a s de s u
i ncredul i da d, pero qui enes ha ya n obra do bi en s e ha brá n
prepa ra do un l echo (de repos o) (en el ci el o). Pa ra retri bui r
con Su fa vor a l os que ha ya n creído y obra do bi en. Él no a ma a
l os i nfi el es (s ura 30.44-45).
Pa ra que no des es peréi s s i no cons eguís a l go y pa ra que no
os regoci jéi s s i l o cons eguís . Al á no a ma a na di e que s ea
pres umi do, ja cta nci os o (s ura 57.23).
La Biblia también advierte en contra del orgullo, de la
maldad y de la infidelidad: “Mas Dios muestra su amor
para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros” (Ro. 5:8). “Si fuéremos infieles, él
permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo”. (2 Ti.
2:13)
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Shi ri n Ta ber, Muslims Next Door: Uncovering Myths and Creating Friendships (Gra nd Ra pi ds : Zonderva n, 2004). www.zondervan.com
Tony Pa yne, Islam In Our Backyard (Ki ngs ford, Aus tra l i a : Ma ttha i s Medi a , 2002).

NOTAS FINALES
1. C. S. Le wis, The Weight of Glory and Other Addresses (Ne w York: Touchstone , 1996), p. 26.
2. Mrs. Howard Taylor, Borden of Yale (Minne apolis: Be thany House , 1988).
ANN CROFT Y LOS FULANI
por Fátima Mahoumet

El padre de Ann Croft había plantado muchas iglesias en el medio oeste de los Estados Unidos durante su
infancia, pero ella, cuando fue a Nigeria, no pensaba en ser misionera. Ella era solo una profesora de inglés como
idioma extranjero. Logró llegar a conocer mejor a algunos de sus alumnos nigerianos, reunirlos para algunas
comidas, y finalmente, leer y analizar historias de la Biblia. Uno de los alumnos mostró un interés extraordinario en
la Biblia.

ACCESO A LA COMUNIDAD
A medida que crecía la amistad, este alumno le abría las puertas al laberinto de la vida familiar entre los fulani en el
área donde ella vivía. Él tenía muchas hermanas que se habían casado y habían formado algunas familias. Cuando
su alumno los visitaba, Ann lo acompañaba y conocía a cada miembro de la familia.
Como profesora, Ann tenía el respeto de los líderes varones de la comunidad. A petición de ellos, pasó muchas horas
respondiendo preguntas acerca de la Biblia, ayudándolos a comprender los acontecimientos y los personajes bíblicos
de manera más profunda, entre ellos Jesús, a quien ellos habían encontrado en el Corán. Como preparativo, ella
había realizado un estudio comparativo entre el Corán y la Biblia, teniendo en cuenta su singularidad, las diferencias
y las similitudes. Utilizó los cuentos populares como un puente para analizar la Biblia.
Al poco tiempo, Ann tenía acceso a todas las partes de la comunidad musulmana. Como mujer, pudo conocer a las
mujeres relacionadas con todos sus contactos masculinos, incluso a aquellas en la más estricta purdah (reclusión), que,
de otro modo, estarían fuera del alcance de los hombres cristianos casados y, más aún, de los solteros. Una de las
mujeres sintió un magnetismo especial hacia Ann. La llevó a todas las ceremonias especiales: bodas, ceremonias de
nombramiento y funerales. Ella la ayudó con el idioma y le brindó muchos puentes necesarios para la comunicación
y muchas explicaciones mientras que Ann seguía aprendiendo sobre el estilo de vida musulmán. Ann también
aprendió las historias tradicionales de su nuevo pueblo y llegó a amar y a apreciar profundamente la abundante
estructura de sus vidas.
Descubrió que ser una mujer soltera tenía sus ventajas. En respuesta a las preguntas de por qué ella no estaba
casada, Ann se refirió a 1 Corintios 7 y a un pasaje similar en el Corán acerca de las mujeres solteras que son capaces
de estar completamente involucradas en la obra del Señor. Agregó que la Biblia, a diferencia del Corán, le permitió
hacerlo después de su vigésimo cumpleaños. Además, comentó, de lo contrario ¿cómo podría educar a sus hijos y
estar a disposición de ellos siempre y cada vez que tuvieran un problema, de día o de noche? Ella no estaba sujeta a
las exigencias del matrimonio ni a las limitaciones del purdah. Siempre era libre para ayudar.
CÓMO ALCANZAR A UNA MUJER
MUSULMANA
Después de treinta y ocho años de ministerio a los
musulmanes, una experimentada misionera dijo que
descubrió que muchas mujeres musulmanas necesitan
escuchar el evangelio 150 veces antes de entenderlo.
Construir un puente de amistad, lo suficientemente
fuerte como para transmitir el evangelio, demanda
tiempo y compromiso. Tenga en cuenta estos medios
prácticos para entablar un puente de amistad firme para
llegar a una mujer musulmana:
• Sea una alumna: sea una oyente. Aprenda sobre su
familia, cultura, idioma, incluso la forma de preparar
sus comidas preferidas. Esto bendecirá a ambas.
• Reconozca que quizás ella aprenda de otra manera.
Muchas mujeres musulmanas no saben leer ni escribir.
Y, si lo hacen, puede que no valoren ni disfruten la
lectura, ni se relacionen con los métodos de
enseñanza basados en la lectura. Muchas de ellas
viven en un mundo oral y aprenden escuchando.
• Identifíquese como alguien que sigue las enseñanzas
de Jesús. Identifique las creencias que tienen en
común, y compartan cómo Dios está obrando en su
vida, cómo Él responde sus oraciones, y cómo
satisface sus necesidades.
• Cuente historias. Los “Relatos cronológicos de la
Biblia” son una forma muy eficaz de presentar el
evangelio.1 Exprese su imaginación artística por medio
de poemas, canciones y obras de teatro.
• Ayude a satisfacer las necesidades prácticas de su
amiga en tiempos de crisis. Esté disponible para
llevarla al médico, preparar una comida cuando esté
enferma, hacerle los mandados o ayudarla con el
aprendizaje de un idioma o con las tareas de escuela
de sus hijos.
• Ore con ella. Averigüe sus necesidades específicas y
elévenlas juntas a Dios. Pida señales y prodigios,
creyendo que Dios se revelará por medio de sueños,
visiones y sanidades.
1. AH, “Di s ci pl es hi p of Mus l i m Ba ckground Bel i evers ”, Ministry to
Muslim Women: Longing To Call Them Sisters, ed. Fra n Love y Jel eta
Eckhea rt (Pa s a dena , Ca l i f.: Wi l l i a m Ca rey Li bra ry, 2000), p. 146.
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org.

ACCESO AL CORAZÓN
Ann comenzó a centrar sus esfuerzos en el pueblo fulani del norte de Nigeria. Los fulani son, en gran parte, un
pueblo nómada que, debido a la búsqueda de buenos pastos para el ganado, se ha dispersado en toda la región del
sub-Sahara de África Occidental. Su fuerte fidelidad al clan y seis siglos de evangelismo musulmán los convirtieron
en los triunfadores más eficaces del Islam en África Occidental. De 6,7 millones de fulani, solo 400 se conocen como
cristianos.
A medida que Ann más estudiaba acerca de las personas a las que Dios la había enviado, descubría maneras de
mostrarles a los pastores fulani que eran muy especiales para Dios. En la Biblia, encontró numerosas referencias a
pastores de ganado nómadas que desempeñaron un papel especial en la historia bíblica.
Al conocer la gran importancia que tenía el ganado para ellos, Ann comenzó a ayudarlos a mejorar la salud de los
animales con medicamentos veterinarios, que permitió que los fulani empezaran a hacer frente a algunos de los
problemas económicos que enfrentaban a causa de la creciente presión de la urbanización.
El cuidado del ganado fue el camino hacia el corazón de los fulani. En una ocasión, Ann ayudó a un anciano fulani
a conseguir un medicamento contra la tuberculosis para su hijo y medicamentos contra los gusanos para él. Sin
embargo, recién después que ella le diera el medicamento para las vacas, él dijo: “¡Ahora sé que nos ama en verdad!”
Ann fue capaz de reunir fuerzas con otra agencia misionera en una ciudad remota que planeaba una conferencia
evangelística de tres días especialmente para los fulani. Se les dijo a los fulani que sería una conferencia religiosa
donde estudiarían uno de los profetas, Abraham, un súper pastor que tenía vacas, ovejas, burros, cabras y camellos.
Este fue un gran acontecimiento para los fulani, que no están acostumbrados a eventos especiales exclusivos.
Al final de la conferencia evangelística, el cacique de la zona le dijo a Ann que quería que su pueblo fuera parte de
la comunidad cristiana. Había visto que los cristianos y que el Libro sagrado se preocupaba por las necesidades de su
pueblo. Después de todo, algunos de los profetas más importantes, como Abraham, ¡eran pastores también! Además,
le recomendó que, para que muchas personas se interesaran en la fe cristiana, lo mejor que podía hacer sería seguir
mostrando un interés genuino y real en todos los aspectos de la cultura.
Reunir nuevos creyentes en posibles comunidades resulta un gran desafío. Para algunos jóvenes fulani, es bastante
difícil establecerse para asistir a la escuela bíblica. Radicarse en una ubicación permanente podría desentrañar la vida
nómada. Quizás haya llegado la hora de Dios para el pueblo fulani, a medida que avanzan hacia un futuro
económica, política y socialmente incierto.
CÓMO LLENAR LA BRECHA: LOS JÓVENES RECIÉN CASADOS
RESPONDEN AL LLAMADO DE DIOS PARA SERVIR A LOS
MUSULMANES
por Frontiers

“Will y Jamie Jordan” hacía solo nueve meses que se habían casado cuando se unieron a la pasantía Phoenix con
sede en Livingstone. Creían que este año de formación con los obreros de Frontiers les ayudaría a alcanzar su
objetivo a largo plazo: servir en el extranjero como testigos de Jesús entre los pueblos musulmanes no alcanzados.
Los Jordan encontraron un pequeño apartamento en un complejo lleno de refugiados. Al buscar entablar relaciones
genuinas y ganarse la comprensión de sus vecinos musulmanes, Will y Jamie no tardaron en recibir a sus nuevos
amigos en su casa para tomar el té y para cenar. En todos los casos, los invitados les devolvieron el favor. La pareja
consiguió trabajos seculares para financiar los años de ministerio: Will subía equipaje y Jamie trabajaba en una
guardería infantil.
Cada semana, los Jordan y los internos se reunían con otros instructores de Frontiers y juntos, adoraban y oraban.
Will y Jamie se hicieron responsables de escribir investigaciones, reunirse con musulmanes en forma semanal y hacer
estudios bíblicos. A medida que surgían cuestiones de carácter y aparecían malos hábitos, los líderes de Frontiers, con
gentileza, los desafiaron a establecer objetivos para crecer en estas áreas. En septiembre de 2001, la pareja había
finalizado correctamente la pasantía y comenzó la búsqueda activa de un campo de ministerio en el exterior. En una
carta a sus amigos, escribieron: “Llegó el momento de experimentar la cultura de Oriente Medio sin acento
estadounidense”.
Will y Jamie no tuvieron que esperar mucho tiempo ya que los acontecimientos del 11 de septiembre y sus secuelas
produjeron cambios significativos en un país de Asia Central, lo que dio lugar a grandes necesidades. Luego de que
la mayoría de los combates cesaran, los Jordan lideraron un “Equipo de solución de diferencias” formado por varios
solteros y dos parejas que se comprometieron, al menos, a seis meses de ayuda humanitaria que satisficiera las
necesidades inmediatas de la población en este país predominantemente musulmán.
Al describir su “llamado” a esta nación, Will y Jamie, más tarde, escribieron en un boletín informativo: “¿No fue
para esto que nos preparamos durante un año? ¿Cómo podemos escuchar suplicar por obreros para llevar alimentos
a un país hambriento y no responder?”

JULIO: “¡ESTAMOS DISFRUTANDO CADA MOMENTO!”


Después de que los Jordan y su equipo llegaron al país, pronto se comunicaron con obreros a largo plazo a fin de
encontrar su lugar en los ministerios en desarrollo que ya habían comenzado. Will y Jamie pasaban cuatro horas
diarias aprendiendo sus nuevos roles y buscando su lugar en la ciudad. Invertían otras cuatro horas en un curso
intensivo de idiomas. En todo momento, el equipo tuvo cuidado de vestirse con un atuendo modesto, según la
costumbre, que para Jamie, significó llevar un pañuelo en la cabeza para mantener su cabello cubierto.
El equipo tuvo la bendición de obtener un poco de ayuda doméstica local, entre ellos, una cocinera (“Tabitha”) que
abrazó a Jamie y le dijo: “Como estás muy lejos de tu madre, yo seré tu madre aquí y tú serás mi hija”. Su conductor
(“Ahmed”) fue también una gran fuente de ayuda, intercambiando buenos precios para los alimentos en nombre de
los equipos y brindándoles ayuda de muchas otras formas.
Pasados los primeros días, Will envió un correo electrónico a su casa: “Ayer, un muchacho de catorce años de edad
me enseñó a ponerme los pantalones. Básicamente, en esta cultura equivalemos a niños de cinco años y estamos
disfrutando cada momento de ella. Los desafíos de la vida cotidiana siguen siendo una aventura para nosotros.
Espero que nunca cambie”.

AGOSTO: SUFRIENDO PÉRDIDAS


Poco después de llegar, el abuelo de Jamie falleció en los Estados Unidos: una pérdida marcada por el hecho de que
no podía volver a casa para el funeral. El equipo llevó a cabo un funeral, para que ella pudiera hacer duelo. Durante
la misma época, Jamie comenzó a tener náuseas por la mañana y pronto se dio cuenta de que estaba embarazada.
Will empezó a supervisar la construcción de dos escuelas para mil niños, que incluía a niñas. Jamie les enseñaba
inglés a los profesores, que luego usarían lo aprendido para enseñar a otros. Asimismo, Will trabajaba con el resto del
Equipo de solución de diferencias para comenzar a cavar veinte pozos para los pueblos desesperados.

SEPTIEMBRE: CONSIDERANDO EL COSTO


Jamie escribió esta carta a su casa:
“Nues tro Pa dre ha s i do un verda dero cons uel o, de una ma nera que nunca ha bía experi menta do. Me di o gozo y energía que s é que no
vi ene de ni nguna fuente externa . Perder el bebé fue ta n duro. Gra ci a s a el l o, des cubrí una mejor ma nera de i denti fi ca rme con l a s mujeres
de a quí. En un puebl o, es cuché que ‛Na ncyʹ l e pregunta ba a una mujer l oca l cuá ntos hi jos tenía . La mujer res pondi ó que tenía di ez. Na ncy,
con l a s a bi duría de qui en ha vi vi do a quí des de ha ce va ri os a ños , l e preguntó cuá ntos hi jos es ta ba n vi vos . La mujer di jo: ‛Aún tengo un hi jo
conmi goʹ. Na ncy l e preguntó s i a l guno de es os ha bía n s i do a bortos na tura l es , y el l a l e di jo que el l a ha bía da do a l uz a di ez hi jos y que
a demá s , ha bía teni do a l gunos a bortos na tura l es . Na ncy l e preguntó a l médi co s i era porque tenía a l guna condi ci ón médi ca que l e
i mpedía tener hi jos s a nos . El médi co res pondi ó que no, que l os perdi ó del modo ha bi tua l en que l os ni ños mueren a quí: de
enfermeda des tra ns mi ti da s por el a gua , de des nutri ci ón,y por l a guerra ”.

OCTUBRE: PURIFICANDO EL AGUA


Will escribió:
“Es toy es forzá ndome por di s eña r e i mpl ementa r un s i s tema de a gua pa ra una a l dea entera (a l rededor de 1.500 pers ona s ). Los
a l dea nos , en es te momento, beben a gua de l a s za nja s de ri ego y de l os es ta nques a bi ertos cua ndo el a gua corre, y a bren pozos poco
profundos cua ndo el a gua no corre. Amba s fuentes de a gua es tá n muy conta mi na da s con a gua s res i dua l es y otros a gentes ca us a ntes de
enfermeda des . Con l a a yuda de otra a genci a , es ta mos perfora ndo un pozo muy profundo e i ns ta l a ndo una bomba y una torre de a gua .
Des de l a torre, l a s tubería s s ubterrá nea s l l eva rá n el a gua a l os gri fos en l a s ca l l es y a l gún día , a ca da hoga r. Bus ca r l a s pi eza s y l a s
herra mi enta s fue un poco como bus ca r pi eza s de a utomóvi l es en una ferretería , pero es toy di s fruta ndo el des a fío”.

NOVIEMBRE: FESTEJOS CON NUEVOS AMIGOS


El Equipo de soluciones de diferencias y sus amigos locales celebraron juntos el Día de acción de gracias (al estilo
musulmán). El equipo preparó dos pavos y dispusieron diferentes platos sobre las alfombras para los veinte y siete
invitados. Un aldeano tomó el tazón de salsa italiana, se lo colocó en la boca y comenzó a beberla, pensando que era
sopa. Con una mueca ligera, sonrió amablemente y se lo entregó a la siguiente persona. Jamie escribió: “Después de
la comida, un obrero del equipo dio un discurso sobre la acción de gracias y luego le pidió a las personas que
mencionaran por qué estaban agradecidos. Varios de nuestros amigos del vecindario dijeron de lo contentos que
estaban por estar trabajando para el proyecto en desarrollo, y que ellos nos consideraban una familia”.

DICIEMBRE: CAMINANDO UNA MILLA EXTRA


Cuando finalizan los treinta días de ayuno diurno de los musulmanes, llamado Ramadán, comienza la fiesta más
grande del año: Eid. Will escribió: “El Eid tiene la popularidad e importancia espiritual de la Navidad, pero, en mi
opinión, es mucho más divertida”. Para mantener la tradición, los Jordan visitaron muchas casas durante los tres días
festivos, comieron caramelos, bebieron té y compartieron lo que más apreciaban en sus anfitriones. En esta cultura,
las personas suelen vestir ropa nueva para representar una limpieza espiritual que sienten que adquirieron por el mes
de ayuno previo. Los Jordan visitaron solo nueve familias durante las fiestas, una cifra escasa para un nativo, pero
Jamie escribió: “Al final del día, sentimos que no podemos comer otra almendra azucarada. La temperatura fue bajo
cero durante las fiestas y algunas de las ventanas no tenían vidrio. Estábamos muy contentos por el té caliente y la
ropa de abrigo que teníamos para combatir el frío. Creo que llevaba cinco capas de ropa. Aun en estos hogares muy
humildes, nos sentimos como invitados de honor. La hospitalidad es, sin duda, un mercado que este grupo de
personas ha acaparado”.

2003
Finalizado los seis meses de compromiso, los Jordan y varios otros miembros del Equipo de solución de diferencias
decidieron quedarse hasta abril de 2003, con el fin de seguir ayudando a los obreros a largo plazo con proyectos de
ayuda al pueblo. Este verano, la pareja de Will y Jamie estuvo involucrada en un accidente automovilístico que, por
milagro, no les costó la vida, cuando se estrellaron con otro vehículo (y giró en U, lo cual es ilegal) durante un viaje
de 55 millas por hora. Los paramédicos se asombraron de que los Jordan salieran con heridas leves, entre ellas, Jamie
se quebró la nariz y Will se fracturó una costilla. Luego del accidente, escribieron lo siguiente acerca del conductor
culpable: “Tuvimos una oportunidad de ministrarle paz mientras estábamos en el hospital, una paz que no
ameritamos. La paz de Dios estuvo presente de manera sobrenatural y sirvió de gran consuelo”.

Más tarde, ellos describirían su experiencia en Asia Central como el momento más difícil que alguna vez vivieron,
pero también el mejor. Dios hizo un trabajo maravilloso en ellos a través de todas las circunstancias: las relaciones
dinámicas y los momentos sosegados, los tiempos de conflicto y de paz entre los miembros del equipo, los proyectos
exitosos y planes fallidos. Los Jordan experimentaron una transformación.
Will y Jamie y otros tienen planes de regresar a Asia Central para los años de plantación de iglesias, con más ayuda
humanitaria, entre personas que aman. Se dan cuenta de que, para hacer un impacto significativo en este grupo de
personas, se necesitará tiempo, esfuerzo y amistades a largo plazo. El año en el Equipo para solucionar diferencias les
permitió abrir los ojos ante las duras realidades y posibilidades de vida enviadas del cielo y ante el servicio y el
testimonio que se puede llevar a cabo entre un pueblo musulmán de Asia Central. En la actualidad, están formando
un equipo y trabajando con la oficina de Frontier en los Estados Unidos inscribiendo a personas interesadas en los
Equipos para solucionar diferencias que irán al Oriente Medio.
CÓMO LLEVAR A CASA LA NUEVA
FE EN CRISTO
Un movimiento subterráneo cristiano crece en
Afganistán, un país devastado por la guerra. Antes del
régimen talibán, Afganistán era uno de los países menos
alcanzados en el mundo, con menos de tres mil
creyentes afganos. Ahora, de manera sorprendente,
regresaron uno dos millones de refugiados y algunos
traen consigo algo que no tenían cuando salieron: la fe
en Cristo.
“Es sorprendente cuántas personas encontraron al
Señor mientras estuvieron en Pakistán”, afirmó un
socorrista a la revista Charisma. “Muchos tenían sueños
sobrenaturales en los que Jesús se les aparecía y se
revelaba como la verdad. Otros fueron ganados para
Cristo por medio de la red de creyentes pakistaníes en
zonas remotas y montañosas”.
Es difícil obtener información sobre la iglesia en
Afganistán, y la mayoría de los cristianos extranjeros
que trabajan en el país son reacios a dar información
que pueda comprometer su trabajo y poner en peligro
los creyentes afganos, pero el evangelismo continúa
adelante.
“Para el afgano, es poco natural hablar de Dios”,
explicó un obrero cristiano. Ellos buscan algo nuevo,
sabiendo que no pueden seguir adelante con lo que
tuvieron en el pasado. Hablo de Jesús todos los días,
porque la gente me pregunta. Es así de simple”.
Fuente: Charisma Magazine (enero de 2004),
www.charismanow.com.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Ma rti Smi th, Through Her Eyes: Perspectives on Life from Christian Women Serving in the Muslim World (Wa ynes boro, Ga : Authenti c Medi a , 2005).
CARTA DE UN MUSULMÁN EN BUSCA DE DIOS
por Philip Yancey

Mi fecha límite para escribir esta columna fue poco después de los ataques terroristas del 11 de septiembre. Una
centena de posibles diferentes columnas pasaron por mi mente. Al final, decidí dedicar este espacio a fragmentos de una
carta que me enviaron por fax el 12 de septiembre, un día después de la tragedia. Ofrece un punto de vista individual y
personal a un conflicto que, por lo general, se analiza en términos mundiales, y plantea un desafío importante para la
iglesia. Para mí, gracias a esta carta, todo lo que sucedió en el mundo tomó un enfoque diferente.
Estimado Sr. Yancey:
Teniendo en cuenta la terrible tragedia que ocurrió ayer en esta nación, no sé si este será el momento apropiado
para escribir acerca de algo personal. Sin embargo, quizás debido a lo que sucedió, creo que debería escribir esta
carta, porque ahora estoy convencido de que el mal existe en este mundo.
Crecí en Pakistán y era un musulmán moderadamente religioso. Durante los últimos meses, algunos de los
acontecimientos en mi vida me hicieron pensar en Dios. Un amigo mío tuvo un tumor cerebral, y eso me causó
mucho dolor y me hizo comenzar a buscar la respuesta a la pregunta “¿por qué?”. Leí algunos libros sobre el profeta
Muhammad y sobre la fe islámica escritos por eruditos occidentales. Quedé impactado al aprender un montón de
cosas acerca de mi religión que nunca supe. Me sentí (y me sigo sintiendo) herido y traicionado. En una sociedad
cerrada como la de Pakistán, cualquier tipo de crítica al Islam es punible con la muerte, por lo que no se puede tener
una visión imparcial de la fe.
A medida que descubría todas estas cosas no tan agradables sobre el Islam, me sentí atraído hacia la fe cristiana.
Así que llamé por teléfono a un pastor local en los Estados Unidos. En los últimos meses, me reuní con él en forma
regular y, en cada encuentro, le hice muchas preguntas. En cada ocasión, él me daba libros para leer.
Es impensable para un musulmán estar tan interesado en la fe cristiana. Mi familia y yo hemos hablado sobre
temas como el concepto de salvación del Islam (que es a través de las obras) y del Cristianismo. Les resulta bastante
ridículo el concepto de un Salvador y de una persona que muera por los pecados de todos, y que lo único que tienes
que hacer es creer en él. Para ser honesto, este concepto es un poco extraño para mí también.
El Islam cree en el nacimiento virginal de Jesús, pero sostiene que él era un profeta de Dios y nada más. También
dice que fue levantado por Dios y que no fue crucificado. Solo los judíos pensaban que lo habían crucificado. El Islam
incluso cree en la segunda venida de Jesús. Me encuentro defendiendo las creencias cristianas contra mi familia, con
el argumento de que la crucifixión es un hecho histórico y que alguien tan especial como para nacer de una virgen (y
que, incluso, regresará al mundo) no puede ser solo un profeta de Dios.
LOS MUSULMANES EN
NORTEAMÉRICA
La población musulmana de Norteamérica creció de
manera drástica desde la década de 1960. Ahora hay
aproximadamente 3,4 millones de musulmanes, aunque
todavía es menos del uno por ciento de la población
total de más de 460 millones. El informe Pew Global
Religious Landscape 2010 indica que Estados Unidos
alberga a 2,7 millones de musulmanes.
Canadá tiene poco más de 700.000 musulmanes y
México tiene menos de 10.000. Se espera que la
población musulmana de Canadá aumente del 2,8% de
la población en 2010 al 6,6% para 2030. Toronto, que
presume ser la ciudad con más diversidad racial en el
mundo, tiene una población musulmana estimada del
5%, una de las mayores concentraciones musulmanas en
una ciudad norteamericana1.
En los Estados Unidos, muchos musulmanes son de
origen árabe (26%) o del sur de Asia (16%). Un gran
número son ciudadanos nacidos en los Estados Unidos o
naturalizados. No todos los inmigrantes árabes o del sur
de Asia son musulmanes, sin embargo: un número
significativo de árabes estadounidenses son cristianos y
muchos de los inmigrantes del sur de Asia son hindúes y
sikhs. Estados Unidos es también el hogar de al menos
500.000 iraníes. De los 760.000 estudiantes
internacionales que llegaron a los Estados Unidos para
el año escolar 2011-2012, más de 100.000 procedían de
países de mayoría musulmana, aunque, desde el 11 de
septiembre 2001, el número de estudiantes musulmanes
del Oriente Medio disminuyó de manera significativa.
No todos los musulmanes de Norteamérica son
inmigrantes recientes. Aproximadamente el 20% de los
musulmanes en los Estados Unidos son afroamericanos.
Según la investigación realizada por la Fundación Pew,
el 59% de los estadounidenses convertidos al Islam son
afroamericanos, el 34% son caucásicos y el 7% son de
otros orígenes raciales. No obstante, otros estudios
revelaron que muchos convertidos al Islam no
permanecen en el Islam por mucho tiempo.
1. www.torontomuslims.com.
Fuentes: Operation World; www.cair.com.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Roy Oksnevad and Dotsey Welliver, The Gospel for
Islam: Reaching Muslims in North América (Wheaton,
III.: Evangelical Missions Information Service, 2001).
www.billygrahamcenter.org/emis
Larry A. Poston with Carl F. Ellis Jr., The Changing Face
of Islam in America (Camp Hill, Pa.: Horizon Books,
2000).

Sin embargo, el descubrimiento más doloroso para mí sobre la fe islámica fue el concepto de militancia. Siempre
pensé que estos fanáticos eran solo personas equivocadas que hacían quedar mal al Islam. Para ser preciso, el Islam
no permite el asesinato de mujeres ni de niños inocentes, pero, según descubrí, sus enseñanzas son muy diferentes de
las de Jesús, que quiere que pongamos la otra mejilla. Por lo que sé ahora, la violencia tiene un fuerte precedente en el
Islam.

La terrible tragedia que ocurrió ayer en este país parece ser el resultado lógico de enseñanzas que dicen que está
bien responder con la misma moneda. Creo que eso es lo que sucede cuando se trata de hacer cumplir la voluntad de
Dios en este mundo terrenal, en vez de creer que su reino no es de este mundo sino de otro.
Mi mamá está tan angustiada. Me ha estado suplicando que no abandone mi fe musulmana. La amo tanto, pero,
¿cómo puedo obligar a mi corazón a creer en algo que no parece correcto? Todavía tengo un montón de preguntas
sobre las creencias cristianas, pero sé que si decido convertirme, seré motivo de mucha pena. Todos mis parientes me
excluirán. Además, mi estado legal en este país vence el próximo año y, teniendo en cuenta mis opiniones acerca del
Islam ahora y mi punto de vista comprensivo y favorable acerca de la fe cristiana, no puedo imaginar regresar a
Pakistán.
¿Usted cree que encontraría amigos amorosos y con una mente abierta en la iglesia? ¿Sería justo decir que algunas
personas levantarán la guardia y no querrán tener nada que ver con alguien que pertenece a una raza india asiática
diferente? ¿Alguien con un color de piel diferente y que habla con acento?
En verdad estoy tan confundido, tan perdido. Dígame qué hacer. Que Dios lo bendiga.
UNA MIRADA AL CORAZÓN HAMBRIENTO DEL ISLAM
por Erich Bridges

Mire el rostro radiante de “Esther” y vislumbre parte del futuro de la obra de Dios en el mundo musulmán.
Esther es una joven árabe nacida en una de las minorías cristianas tradicionales de Oriente Medio. Inteligente y bien
educada, vive en uno de los países más prósperos de la región. Si ella quisiera, podría buscar el éxito del mundo allí o
en cualquier lugar.
Sin embargo, para Esther, proclamar a Cristo es más que un patrimonio histórico que se desvanece. Planea
mudarse (sola) a una nación conocida por perseguir a los cristianos, sobre todo si se atreven a contarle a la mayoría
musulmana acerca de Jesucristo. Allí, asistirá a una universidad y les hablará a los musulmanes de Jesucristo. ¿Suena
un poco impulsivo? “Cuando uno no sabe nada, confía en Dios para todo”, explica Esther con una sonrisa.
En realidad, ella sí sabe algo sobre el país adónde va. Viajó allí para explorar lugares para vivir y estudiar. No tenía
la intención de decirle a nadie acerca de su fe en Cristo hasta que regresó y se estableció allí. Sin embargo, se quedó
en hogares musulmanes y, tras puertas cerradas y en voz baja, las personas le preguntaron de Jesús. Hasta los
“hombres con barba” (musulmanes conservadores) le preguntaron. “Cuando tienes hambre, pides comida”, dice
Esther. “Ellos tienen tanta hambre. Tienen el Islam, pero no satisface su hambre”.
Aun así, sentía fuerzas oscuras que la presionaban para impedir que compartiera el alimento espiritual. “Por la
noche, estaba muerta de cansancio y algo venía y me despertaba”, recuerda. “Sentía que me estrangulaba. No podía
ni siquiera pronunciar el nombre de Jesús”.
Sin embargo, las personas le seguían preguntando y ella encontró su voz. Luego de que ella les contara del amor
apasionado de Dios por ellos a través de Cristo, algunos de sus oyentes exclamaron: “¡Ahora entendemos!”, mientras
lágrimas de alegría y alivio corrían por sus mejillas.
La aventura espiritual de Esther comenzó hace varios años cuando se preguntó por qué más cristianos árabes no
alcanzan a los musulmanes entre los que viven. “Le dije a Dios: ‘Yo amo a los musulmanes’”, relata ella. “Pero él me
convenció. Me dijo: ‘No los quieres. Ni siquiera te agradan′. Y es cierto. Si los amáramos, más creyentes árabes
compartirían el evangelio con los musulmanes. No los queremos. Y tenemos miedo. Seamos honestos: tenemos
miedo de este gigante llamado Islam”.
Ella comenzó un estudio intensivo sobre el Islam y viajó a los bastiones musulmanes en el Oriente Medio, África del
Norte, incluso a la India. En un país árabe, se hizo amiga de una misionera bautista del sur que entregó muchos años
de su vida al amor y al servicio a las personas en condiciones difíciles. No obstante, Esther se dio cuenta de que, a
pesar de toda la dedicación y todo el esfuerzo de la misionera, ella nunca entendería el idioma de la nación ni a su
gente tan bien como ella. Esa realidad fue un sello al llamado de Esther a ser misionera.
“Nosotros (los creyentes árabes) sabemos árabe. Entendemos la cultura. Entendemos el Islam. Sabemos el Corán”,
comenta. “Pero debemos dar el paso siguiente”. Ella cree que el paso siguiente es acción: amar a los musulmanes y
hablarles de la gran salvación de Dios, a pesar de las barreras culturales, las antiguas sospechas, los temores y las
nuevas amenazas de persecución.

RECITE LAS ESCRITURAS DE


MEMORIA
Desde los primeros días de mi amistad con varias
mujeres musulmanas, tuve el gozo de incorporar pasajes
de la Biblia en las conversaciones. Estas amigas venían
esperando un consejo sabio de mi parte, ya que, para
ellas, era evidente que yo conocía la Palabra de Dios y
que la había aplicado de muchas maneras a mi vida
diaria.
De Jul i a Col ga te, Invest Your Heart: A Call for Women To Evangelize
Muslims (Mes a , Ari zona : Fronti ers , 1997), p. 29.

Eso es lo que Esther está haciendo. Y está desafiando a otros cristianos árabes a que vayan con ella. No tiene
ilusiones sobre las dificultades que hay por delante, pero después de ver toda la alegría en el rostro de los
musulmanes que llevó a Cristo, no puede volver atrás.
Algunos estrategas evangélicos creen que las minorías cristianas en el mundo árabe están demasiado atrapadas en
la tradición, son demasiado pequeñas, están demasiado marginadas, con demasiado miedo después de muchas
generaciones de persecución como para tener un impacto significativo con el evangelio entre los musulmanes.
Algunos cristianos (por sus palabras, sus acciones o su inacción) parecen estar de acuerdo. No en el caso de Esther.
Ella sigue a Dios en el camino hacia el corazón del Islam. Espera que otros vayan con ella, pero ella va, sea que
alguien la siga o no. “Cuando te pongas a disposición de Dios”, afirma, “verás milagros”.

Final de las lecturas claves de la Lección 11. Ver Aprende Más.


EL MINISTERIO EN LA TIERRA NATAL COMO UNA PREPARACIÓN
PREVIA AL CAMPO
por Joshua Massey

En la actualidad, los misioneros que han sido designados tienen grandes oportunidades de realizar una gran
experiencia ministerial transcultural antes de ir al extranjero. En Norte América, se construye un número cada vez
mayor de pagodas budistas, templos hindúes, gurudwaras sikh y mezquitas musulmanas. Dios nos trajo las
naciones. Esta inmigración masiva de los pueblos ya no se limita a los centros urbanos. Una ciudad donde no residen
inmigrantes se está convirtiendo en algo extraño. Estas tendencias ofrecen enormes oportunidades para aquellos que
Dios está preparando como embajadores a las naciones.
En 1987, un anciano de mi iglesia con paciencia me escuchaba mientras le describía mi visión de alcanzar a los
musulmanes en el sur de Asia. Él entonces preguntó: “Hábleme de su ministerio a los musulmanes aquí”.
“Bueno”, contesté, un poco confundido, “en realidad no conozco muchos musulmanes aquí. Tengo un buen amigo
egipcio musulmán, pero no nos estamos viendo mucho. Además, estoy tan saturado de trabajo, con la escuela y el
ministerio en la iglesia que no tengo mucho tiempo para pasar con los musulmanes a nivel local, incluso si conociera
a algunos”.
Vern con gentileza preguntó: “¿Qué clase de ministerio crees que te preparará mejor para plantar iglesias entre los
musulmanes del sur de Asia: liderar grupos pequeños de estudios bíblicos (algo que había estado haciendo durante
varios años) o el evangelismo a través de una amistad entre musulmanes?” La respuesta fue vergonzosamente obvia.
Vern, a continuación, me motivó a orar para que Dios me guiara a algunos musulmanes del sur de Asia aquí
mismo, en mi propia ciudad natal. Lo hice. Y, en pocos días, casi como un milagro, ¡comencé a ver musulmanes en
todas partes! Encontré a Syed en mi clase de ciencia política (nunca antes lo había visto). Vi un estudiante con barba
caminando alrededor del campus de la universidad. Seguramente debía de ser un musulmán del sur de Asia. Conocí
a una joven musulmana en mi clase de biología el siguiente semestre y la invité a ella y a su marido a mi casa a cenar
una noche. ¡Su marido era el estudiante con barba que había visto en el campus! Empecé a ver musulmanes del sur
de Asia en las gasolineras, en los mini mercados e, incluso, en mi propio barrio. ¡Estaban por todas partes! Dios
contestó mi oración abriéndome los ojos. Sin embargo, existe una pregunta que todavía me desconcierta: ¿Cómo
pude haber sido tan ciego?

LAS RAÍCES DE LA CEGUERA


Creo que mi ceguera a las oportunidades increíbles que había a mi alrededor estaba relacionada con la idea errónea
de que las “misiones” es algo que sucede en el extranjero, no en mi ciudad natal. La iglesia y los líderes misioneros
todos desean ver algún tipo de “experiencia ministerial” en los aspirantes a misioneros antes de ir al extranjero, pero
pocos esperan una experiencia local intercultural significativa previa al campo. Desde una perspectiva histórica,
evidentemente, existen buenas razones para esto. Los musulmanes, los hindúes, los sikhs, los budistas y los
inmigrantes no siempre estuvieron en cantidades tan importantes como hoy.
A principios de 1900, la mayoría de los inmigrantes de origen extranjero en norte América provenían de Europa. La
inmigración europea disminuyó en forma constante desde 1910 hasta 1970, pero la década de 1980 fue testigo de un
punto de inflexión. Según los informes del censo actual, más de la mitad de todos los inmigrantes nacidos en el
extranjero que habitan en los Estados Unidos llegaron hace menos de dieciocho años. En la actualidad, ¿cuántas
personas en los Estados Unidos son nacidas en el extranjero? ¡El diez por ciento! Una de cada diez personas en los
Estados Unidos nació en otro lugar. Y esos inmigrantes nacidos en el extranjero llegan de China, India, Vietnam, de
los centros de poblaciones budistas, hindúes, musulmanes, sikhs en cantidades cada vez más grandes.
¿Qué está haciendo Dios en nuestros días? Creo que intenta corregir nuestras ideas erróneas de lo que significa
“hacer misiones”. Misiones es la gente, no la geografía. Tenemos que eliminar la idea de que las misiones pioneras es
solo ir al extranjero. Dios trajo miembros de un sinnúmero de grupos étnicos no alcanzados a vivir entre nosotros.
El ministerio de la iglesia prepara a un misionero para servir principalmente a los creyentes, pero el plantador
pionero de iglesias debe comenzar por ministrar primero a los no creyentes. A esto se le suman los desafíos
comunicativos de la lengua y de la cultura y, no es de extrañar que, muchos que van a los campos pioneros no
alcanzados pasan la mayor parte del tiempo ministrando a creyentes en iglesias existentes. En cambio, es mucho
más probable que el misionero nuevo con experiencia en el ministerio transcultural a los musulmanes, hindúes,
budistas y sikhs no alcanzados o en su propia ciudad natal soporte los retos necesarios en contextos donde la
plantación de iglesias es una tarea pionera.

LOS BENEFICIOS DE COMENZAR AHORA


Cuando Dios empezó a abrirme los ojos para ver musulmanes del sur de Asia en mi ciudad natal, nunca me imaginé
cómo usaría esas relaciones para prepararme para un ministerio fructífero en el extranjero. Comencé a aprender no
solo el idioma sino también las normas de cortesía culturales apropiadas de mis nuevos amigos del sur de Asia, de los
ancianos, de mis compañeros y de los jóvenes. Aprendí historias, anécdotas y proverbios islámicos, que forman una
parte importante de ser culturalmente instruido a los ojos de estos musulmanes. Comencé a acostumbrarme hasta
sentirme cada vez más a gusto con la comida picante y la música del sur de Asia. Las películas asiáticas, el humor,
sus pasatiempos me enseñaron mucho acerca de su cosmovisión. Eso también me permitió acumular una riqueza de
trivialidad necesaria para desarrollar ilustraciones comunicativas arraigadas en sus tradiciones culturales. Cuando se
acercó el momento de partir al sur de Asia, un amigo musulmán hizo los arreglos para que el director de un instituto
islámico nos recogiese en el aeropuerto. Él, a su vez, nos presentó a otros musulmanes que nos alojaron en su casa
hasta que encontramos un lugar para vivir.

La calurosa acogida que recibimos de parte de la comunidad musulmana fue una clave más, dado que éramos los
primeros misioneros de nuestra agencia en la ciudad, sin compañeros de equipo a quienes llamar para pedir ayuda.
Había unos pocos estadounidenses en la ciudad, pero mi esposa y yo creímos que cuanto más dependiéramos de los
amigos musulmanes en busca de asistencia, más profundamente creceríamos en nuestra relación con ellos y mayor
sería nuestro círculo de amigos musulmanes. El hecho de que conocíamos a sus amigos musulmanes y a sus
familiares en los Estados Unidos fortaleció los lazos de la amistad aún más.
Dios usó el tiempo en los Estados Unidos para preparar el camino para el ingreso al sur de Asia. Antes de que
llegáramos, ya tenía un círculo de amigos musulmanes a la espera de reunirse con nosotros. Estos amigos nos
presentaron a otros más que nos abrieron sus hogares y sus corazones. A lo largo de nuestro primer período, tuvimos
incontables oportunidades para compartir el evangelio, una vez establecida la confianza a través de la amistad.
Cuando llegamos al final de nuestro primer período, un amigo musulmán cercano insistió en que pasáramos por su
casa antes de ir al aeropuerto. Para nuestra sorpresa, se habían reunido sus familiares (más de veinticinco personas)
de todos los rincones de la ciudad para despedirse. Nos sentamos en el suelo para disfrutar de la última cena y
entonces, me pidió que orara, como era mi costumbre. Mientras pedía la bendición de Dios sobre los alimentos y le
agradecía por guiarnos a tan buenos amigos, quedé maravillado por lo que Dios había hecho en tan poco tiempo.
¡Solo habíamos estado allí dos años y medio! ¿Cómo hizo Dios para generar una red de amigos musulmanes íntimos
tan amplia con quienes pudimos compartir las buenas nuevas? Lo hizo al abrir mis ojos para ver las increíbles
oportunidades que tenía de involucrarme en amistades musulmanas años antes de que incluso llegara al sur de Asia.
LOS MEDIOS ALCANZAN A
NACIONES DE ACCESO RESTRINGIDO
¿Cómo compartir el evangelio con las personas que
viven en países de acceso restringido? Las ondas de
radio son un medio para llegar a la gente donde otros
medios de comunicación son imposibles, como las
emisoras cristianas bien saben. Las emisoras de radios y
los programas de televisión cristianos viajan por satélite
por todo el mundo a regiones remotas y a zonas que, de
otra manera, están cerradas al mensaje del evangelio.
Estas emisoras comparten el mensaje del amor de
Cristo, su paz y esperanza con millones de personas.
En Indonesia, un programa en particular, realiza un
ministerio eficaz con la juventud. Key for Today
transmite desde hace muchos años, y un número
incontable de musulmanes han llegado a Cristo como
resultado de estos programas. Key for Today presenta
temas que son relevantes para los jóvenes de hoy. Se
transmite el evangelio con cuidado y respeto. Como
consecuencia, las líneas telefónicas se saturan durante
varias horas después de que el programa sale al aire
debido a la cantidad de llamadas de personas que
quieren saber más.
Asimismo, estos programas son la base para los
eventos de seguimiento que se llevan a cabo en
diversos lugares. En estas reuniones, los locutores de la
radio y los creyentes indonesios tienen maravillosas
oportunidades de reunirse con los oyentes y compartir
el evangelio de forma más directa. Establecen
relaciones que generan luego contactos regulares para
el discipulado.
En China, el pueblo de Uigur (con una mayoría
musulmana) se está alcanzando a través de programas
de radio producidos por creyentes uigures que viven
fuera del país. Por lo que conocemos, esta es la única
transmisión en idioma uigur que está al aire. Aunque
es difícil lograr un seguimiento efectivo de esas
emisiones, está claro que Dios está usando estos
programas para tocar el corazón de muchos al
escuchar el evangelio, muchos por primera vez.
También se utilizan los medios de difusión para
llegar a Mindanao, un área de las Filipinas
predominantemente musulmana. Con los años, hemos
tenido muchas respuestas positivas y se han plantado
iglesias como resultado de estas transmisiones. No hay
duda de que los medios de comunicación funcionan, y,
en muchas naciones “cerradas” del mundo, está
abriendo puertas y construyendo relaciones que están
produciendo la cosecha del reino.
El Salmo 104:4a dice: “Haces de los vientos tus
mensajeros” (NVI). Y, en verdad, los vientos que
soplan en todas las naciones de este mundo son sus
mensajeros, llevando el evangelio a los hogares y a los
corazones de hombres, mujeres y niños de toda etnia,
lengua y tribu.
Fuente: Intercede, www.reachingmuslimpeoples.com.
¿MUY OCUPADO PARA ESTAR PREPARADO?
A medida que visito universidades bíblicas en todo el país y hablo con los alumnos acerca de las oportunidades para
extender el reino de Dios entre los musulmanes, encuentro que la misma ceguera que sufrí en la década de 1980
continúa afectando al pueblo de Dios hoy. Cuando yo comparto la motivación que Dios usó para abrir mis ojos,
algunos responden: “¡Pero trabajo a tiempo completo! ¿Cómo puedo tener ahora un ministerio significativo para los
pueblos no alcanzados en mi comunidad?” Pregunto: “¿Crees que será muy diferente en el extranjero? La tarea de
hacer tiendas puede demandarte mucho tiempo. Necesitas pensar de manera estratégica aquí, incluso como si
estuvieras allá. Comienza aquí mismo alcanzando a personas internacionales, aunque sea solo unas horas por
semana”.
Cuando un candidato a misionero plantador de iglesias se pierde una preparación significativa previa al campo
evangelizando a través de una amistad íntima con personas internacionales de otras religiones y, en vez de eso,
simplemente los estudia en los libros, suelen llegar al campo y preguntarse: “Y ahora ¿qué hago?”
Preste atención a este ejemplo: un misionero nuevo en el campo está visitando a un amigo musulmán quien le pide
permiso para tener su momento de oración. El misionero reflexiona: “¿Qué debería hacer? ¿Debería ir a la mezquita
y orar junto con él? ¿Debería quedarme por aquí con las mujeres y ser visto como un cristiano que no ora? ¿Debería
lavarme, pedir una alfombra de oración y postrarme en oración hacia Jerusalén? ¡Quizás debería buscar un refresco!
¿Qué hago?” En esta etapa, en la que el nuevo misionero podría estar iniciando el “nivel superior” en el proceso de
aprendizaje continuo para llegar al pueblo de destino, es como si recién comenzara el “nivel inferior” que podría
haber aprendido años antes de llegar.
Un misionero nuevo pudo haber aprendido todo tipo de ideas teóricas de los libros, pero, en vez de probar estas
ideas entre los musulmanes que se encuentran en su país natal antes de viajar al extranjero, el misionero suele
comenzar a experimentarlas al estar al frente de batalla, junto con las complejidades agregadas de aprender el
idioma y la cultura. Es cierto que muchas lecciones solo se pueden aprender en el campo, pero no es menos cierto que
podríamos hacer un trabajo de preparación para el campo mucho mejor al desarrollar amistades genuinas con
aquellos a quienes Dios nos ha llamado, buscándolos en el lugar donde estamos. Dios no nos llama a un lugar, sino a
las personas.

EL ENFOQUE NATURAL
Después de servir hace poco como pastor interino de misiones, fue difícil recomendarle a una agencia un candidato
que no hubiera demostrado, al menos, algo de fidelidad en el ministerio que llevaría a cabo en el extranjero. Si bien,
la humildad verdadera, un corazón de siervo y la perseverancia son cualidades que pueden llevarlo lejos, parecía
inoportuno enviar candidatos al extranjero para alcanzar a los musulmanes que nunca se hubieran tomado el tiempo
para entablar una amistad con un musulmán durante los años de preparación para el servicio misionero.
Piense cuánto más sencillo sería para una iglesia enviar a un misionero para plantar iglesias pioneras si esa persona
demostrara sus habilidades en participaciones locales a los pueblos no alcanzados. Encomendar a un candidato que
ya fue probado sería algo natural para cualquier iglesia enviadora: “Hemos visto que esta persona (o esta familia) ha
mostrado fidelidad en el ministerio aquí. Ha servido a las familias pobres de Camboya, ministró a la comunidad
hindú, cuidó inmigrantes bosnios, invirtió incontables horas en amorosos diálogos con musulmanes o bendijo a
numerosos refugiados vietnamitas. Ahora lo enviamos a Asia para continuar el trabajo para el cual, sin duda, Dios lo
ha dotado”.
Si usted vive en uno de esos lugares extraños del mundo donde en verdad no hay inmigrantes, todavía puede hacer
experiencia trabajando entre los pobres, en el lado “oscuro” de la ciudad, en cárceles, en orfanatos, en centros de
rehabilitación para drogadictos, en asilos para esposas y niños maltratados. Si desea estar mejor preparado para las
realidades que implica la plantación de iglesias entre los no alcanzados, bastará casi cualquier lugar incómodo fuera
de las paredes seguras de la iglesia. Existen desafíos reales en el reino que nos rodea.

SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA PREPARARSE


Dios trajo a millones de personas no alcanzadas a nuestras patrias, no solo para que su iglesia tuviera el privilegio de
asociarse con él en la tarea de atraer a las naciones al Hijo, sino también, creo, para prepararnos para obras de
servicio en el extranjero donde los pueblos no alcanzados viven en concentraciones más grandes. Si se está
preparando para la plantación de iglesias entre musulmanes, hindúes, budistas o sikhs, piense en separar, al menos,
mil horas para evangelizar por medio de una amistad íntima con esos pueblos antes de ir. Si no puede verlos
alrededor de usted ahora, ore a Dios para que se los muestre. Luego, alce sus ojos y observe a los que atienden las
gasolineras, a sus compañeros de trabajo, a sus compañeros de escuela y a los dueños de las tiendas, sobre todo en
aquellas partes de la ciudad que no suele visitar. ¡Están allí, alrededor de usted!
No se preocupe si, en su zona, no hay “programas” cristianos que lo ayuden a involucrarse entre estas personas. De
hecho, aún si los hay, usted podría considerar centrarse en una relación más natural con sus compañeros de trabajo,
de estudios, con los dueños de restaurantes o con los comerciantes que suele ver. Las relaciones que nacen con
naturalidad son, a menudo, mucho más fáciles de mantener. Permanezca enfocado y sea deliberado.
Cuando lleguemos al extranjero, la mayoría de nosotros no encontrará personas que llamen a la puerta para ser
nuestros amigos. Tenemos que acostumbrarnos al proceso de buscar y de hacer nuevos amigos. Nada mágico sucede
cuando vamos a otro país. Al bajarnos del avión, no nos transformamos de repente en una especie de súper
misionero. Si Dios lo llamó a alcanzar a musulmanes, hindúes, budistas o sikhs, empiece ahora. ¿Por qué esperar?
ASIA MERIDIONAL: PECES, VERDURAS Y MEZQUITAS MESIÁNICAS
por Shah Ali, con J. Dudley Woodberry

Mi padre musulmán intentó matarme con una espada cuando me convertí en seguidor de Jesús, luego de comparar
el Corán y la Biblia. Él interpretó mi decisión como un rechazo no solo de la fe, sino también de la familia y de la
cultura. De manera histórica, los cristianos eran, en su gran mayoría, personas convertidas de la comunidad hindú y
habían incorporado palabras hindúes y formas occidentales en su adoración.
Al tratar de expresar mi fe, me encontré con dos tipos de problemas. En primer lugar, como ya se mencionó, el
Cristianismo parecía extranjero. En segundo lugar, los intentos de los cristianos para satisfacer la tremenda necesidad
humana en la región llevaron, con frecuencia, a la atracción de convertidos superficiales oportunistas y por
consiguiente, al resentimiento de la mayoría musulmana.

LA FE CRISTIANA CON VESTIDOS MUSULMANES


Tuve la oportunidad de empezar a tratar con la extrañeza del Cristianismo cuando un misionero me contrató para
traducir el Nuevo Testamento. Para ello, debía usar vocabulario musulmán en vez de hindú y llamarlo por su
nombre musulmán, el Injil Sharif (Noble evangelio). Se compraron cientos de Injils, en su mayoría por musulmanes,
que ahora lo aceptan como el evangelio del que habla el Corán. Este enfoque se puede respaldar no solo en forma
pragmática por sus resultados impresionantes, sino, más importante aún, en forma teológica. A diferencia de las
escrituras hindúes, el Corán comparte una gran cantidad de material con la Biblia. De hecho, la mayoría de los
términos teológicos musulmanes se tomaron originalmente de los judíos y de los cristianos.1
Tiempo después, un graduado de la Escuela para la Misión Mundial del Seminario Fuller me pidió que capacitara a
veinticinco parejas para que vivieran en aldeas y para que implementaran programas de desarrollo agrícola. Solo
una pareja era de origen musulmán. Todas las demás tenían problemas: los musulmanes intercambiaban visitas con
ellos, pero no comían su comida, hasta que las parejas comenzaron a ducharse por la mañana. De este modo,
quedaban limpios, según la ceremonia, ante la ley musulmana, luego de dormir con su cónyuge.
Las parejas cristianas recibieron el nombre de ángeles porque eran muy amables, honestas y sacrificadas, y porque
oraban a Dios. Sin embargo, no se las consideraba religiosas en verdad porque no hacían la oración ritual
musulmana cinco veces al día. A partir de entonces, solo contratábamos parejas de cultura musulmana que seguían a
Jesús y desarrollábamos una oración ritual que conservaba todas las formas y los contenidos que comparten los
musulmanes y los cristianos, pero sustituyendo pasajes de la Biblia por pasajes del Corán. Se necesitaba poca
adaptación, ya que el Islam primitivo tomó prestado muchos aspectos de la práctica judía y cristiana en la
formulación de los pilares de la práctica religiosa (la confesión de la fe, la oración ritual, la limosna, el ayuno y la
peregrinación).2
Nuestros vecinos musulmanes definen el Cristianismo como “una religión extranjera de los infieles”, así que, a
menudo nos identificamos como musulmanes (literalmente, sumisos a Dios). La necesidad de someterse a Dios es, sin
duda, cristiana (Stg. 4:7), y los discípulos de Jesús se llaman a sí mismos musulmanes, según el Corán (sura 5.111).3
Cuando un pueblo decidía seguir a Cristo, las personas continuaban utilizando la mezquita para el culto a Dios,
pero ahora por medio de Cristo. Donde es posible, los ex líderes de oración de la mezquita (los imanes) se capacitan
para continuar con su rol como líderes espirituales.

PERSUASIÓN, PODER Y GRUPOS


Dios usó otros medios para traer musulmanes a la fe en Cristo tanto como la contextualización. En varias ocasiones
tuve debates públicos con maestros musulmanes (malvis) y pude demostrar que, contrario a la creencia popular, el
Corán no menciona a Muhammad como intercesor. Más bien, afirma que en el día del Juicio, “la intercesión no
servirá de nada, excepto [la de] aquel a quien el Compasivo de permiso, y de cuyo discurso él apruebe” (sura 5.109,
ed. egipcia; v. 108 , ed. Fluegel). Sin embargo, el Injil (el evangelio, que proviene de Dios, de acuerdo con el Corán;
sura 5.47-48), no solo declara que Dios aprueba a Jesús (Mt. 3:17), sino que él es el único intercesor (1 Ti. 2:5).
Dios también mostró su poder a través de respuestas a la oración: la recuperación de una niña de tres años de edad
que, según los médicos, moriría en pocas horas; la llegada de la lluvia y el cese de las inundaciones; y la aparición de
un hombre desconocido para detener a una multitud con intenciones de matar a un imán que seguía a Cristo.
Se hizo un esfuerzo consciente para fomentar el movimiento de grupos más que de personas individuales a Cristo.
Las personas solo se bautizaban si el jefe de la familia se bautizaba. Se hizo un esfuerzo para ver que los líderes
entendieran el mensaje. Un jeque místico musulmán (sufí), al enterarse de que el velo del templo se había rasgado de
arriba a abajo, arrojó su manto musulmán, siguió a Cristo y trajo a sus seguidores con él. Debido a la elevada tasa de
analfabetismo, la Biblia y los materiales de capacitación se graban en casetes, y se ponen reproductores de casetes de
bajo costo a disposición de los aldeanos.
Hubo persecuciones. Nuestro centro de capacitación fue clausurado. Se levantaron cargos en contra de mí y en
contra de tres compañeros de trabajo. Asimismo, hubo roces entre los líderes y malentendidos por parte de otros
grupos cristianos. Sin embargo, el movimiento de las personas a Cristo continúa. La mayoría de los nuevos creyentes
permanecen en mezquitas mesiánicas independientes, pero algunas congregaciones contextualizadas se unieron a la
denominación principal, mientras que a otras las absorbe la iglesia hindú tradicional.

UNA BIBLIA EN SUS MANOS


Creemos en el poder de la Palabra de Dios. Muchos
testimonios de creyentes de cultura musulmana incluyen
el momento cuando comenzaron a leer la Biblia por sí
solos. ¿Cómo les damos el regalo de la Palabra de Dios
a los musulmanes y les ayudamos a descubrir su poder?
• Ore con paciencia esperando que Dios le conceda el
momento oportuno. Espere que el Espíritu le impulse a
darle una Biblia a su amigo.
• Entienda que no todos pueden leer bien y prepárese
para superar este obstáculo. Ayude a su amigo a
aprender a leer o busque grabaciones de la Biblia y
videos.
• Esté preparado para entregarle una Biblia en su
idioma. Utilice internet u otras fuentes para encontrar
una. Imagínese tratando de leer la Biblia en un idioma
extranjero: incluso si lo habla con fluidez, nunca será
su lengua materna.
• Guíe a su amigo al mejor lugar para comenzar a leer:
Lucas suele ser el preferido. Muéstrele cómo encontrar
una historia o una parábola elegida de un evangelio.
• Cuando comparta una historia o busque un versículo,
léanlo juntos, sentados uno al lado del otro. Coloque la
Biblia en las manos de su amigo y léala en voz alta.
Como quizás su amigo se sienta incómodo leyendo o,
incluso, manipulando un libro sagrado, una amable
demostración lo ayudará.
• Sugiérale hacer una lista de palabras desconocidas de
la Biblia y búsquenlas juntos. Enséñeles los nombres
equivalentes, como Ibrahim y Ayyub, más naturales
para la mayoría de los musulmanes que Abraham o
Job.
• Realice un seguimiento preguntándole si ha leído el
pasaje que le sugirió. Todos estamos ocupados y nos
podemos olvidar.
• Siga orando para su amigo lea la Biblia. En muchos
testimonios, las personas comienzan a leer la Biblia
años después de haber recibido una.
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam

AUTONOMÍA PARA LA IGLESIA AUTÓCTONA


Además de tratar de expresar nuestra fe en formas culturales significativas, hemos estado intentando satisfacer la
enorme necesidad humana que nos rodea. Queremos proclamar el evangelio y demostrar sus valores. Tratar de hacer
ambas tareas presenta algunos problemas.
En primer lugar, existe el problema de usar la necesidad humana con fines evangelísticos (manipular a las personas
y atraer a personas poco sinceras). Por consiguiente, ayudamos a todos los aldeanos independientemente de su
afiliación religiosa y no damos ayuda financiera a las mezquitas de Jesús ni a los imanes. En segundo lugar, la
antigua dependencia entre colonizador y colonizado se traslada fácilmente a la dependencia entre donante y
receptor.
En tercer lugar, debido a la dificultad para distribuirlos, los alimentos que donan desde el extranjero son solo una
ayuda en la ciudad, y no ofrece mucho incentivo a los campesinos para que aumenten la producción ya que el precio
se rebaja de manera artificial. En cuarto lugar, la introducción de la tecnología solo puede ayudar a aquellos que
poseen las habilidades o las finanzas para hacer uso de ella, mientras que los más pobres observan cómo aumenta la
brecha entre los que tienen y los que no tienen.
Para hacer frente a estos problemas, hemos adoptado prácticas de desarrollo comunes como, por ejemplo, prestar
semillas para la siembra que se repondrán en el tiempo de la cosecha y disponer de bombas que se pagan con el
crecimiento de la productividad. Ahora, sin embargo, estamos adaptando un programa que se desarrolló en el
sudeste asiático, que permitiría expresar la preocupación cristiana a nivel integral, abordar los problemas
mencionados y asegurar de que la iglesia autóctona siga siendo autónoma.
El programa está capacitando a obreros nacionales en la plantación de iglesias contextualizadas y en un sistema
integrado de cultivo de peces y de hortalizas. Los trabajadores son, a su vez, enviados a distritos necesitados donde
son responsables de capacitar a los agricultores locales y enseñarles tecnología de fácil aplicación, para que puedan
ser autónomos. El aumento de la población significa menos tierra disponible para el cultivo, y la deficiente
infraestructura de los medios de transporte significa que los alimentos se deben producir en zonas próximas a los
centros de consumo.
Se desarrolló un sistema de producción intensivo de alimentos en otro lugar. A través de ese sistema, se cavan
estanques para peces y la tierra excavada se utiliza para huertas en altura. El exceso de hojas y de tallos de los
vegetales se usa para alimentar a los peces, y los desechos de los peces se usan como fertilizante para las verduras.
Estos centros de producción de alimentos están a poca distancia de los centros urbanos regionales de ventas diarias, y
brindan un espacio para la capacitación de los agricultores de la región y de los líderes de las mezquitas de Jesús.
El concepto de mezquitas Mesiánicas y completamente musulmanas (siguiendo el modelo de sinagogas Mesiánicas
y completamente judías), sigue provocando considerables malos entendidos entre otros cristianos. La combinación de
los ministerios de evangelismo y de ayuda humanitaria por parte de las mismas personas también plantea
inquietudes entre los que piensan que las agencias cristianas solo deberían enfocarse en una cosa o en la otra. No
obstante, los modelos que estamos desarrollando han sido utilizados por Dios para levantar muchos discípulos
nuevos y para expresar su preocupación por todas las personas con necesidades físicas y espirituales. Asimismo, el
movimiento mesiánico musulmán se ha extendido a un país vecino gracias a la visita habitual de los familiares.
Cuando, hace poco, unos colegas y yo visitamos un país del sudeste asiático, toda una aldea musulmana comenzó a
seguir a Jesús.

NOTAS FINALES
1. Ve a Arthur Je ffe ry, The Foreign Vocabulary of the Qur’an (Orie ntal Institute , 1938).
2. Si de se a obte ne r más de talle s sobre e sta polé mica, consulte J. Dudle y Woodbe rry, “Conte xtualization among Muslims: Re using Common
Pillars,” in The Word Among Us, e d. De an S. Gilliland (Waco, Te x.: Word, 1989), pp. 282–312.
3. En e ste conte xto, no obstante , e llos de mostraron su sumisión al cre e r e n Dios y e n su apóstol (apare nte me nte Muhammad, que todavía no
había nacido).
¿POR QUÉ SOY MISIONERA A LOS MUSULMANES?
por E. J. Martin

Cuatro médicos del Hospital de Jibla en Yemen fueron asesinados a tiros en una reunión de la mañana. Bonnie
Witherall fue baleada cuando se dirigía a una clínica de la maternidad en Sidón, Líbano. Heather Mercer y Dayna
Curry fueran arrestadas en Afganistán por mostrar un video sobre la vida de Jesús. Martin Burnham fue secuestrado
y asesinado en las Filipinas. Cuatro países, cinco misioneros muertos y dos detenidos durante varios meses. Y esta
lista incluye solo a algunos de los norteamericanos que protagonizaron recientemente los titulares de los Estados
Unidos.
Ser misionero entre los musulmanes puede, de pronto, parecer que se convirtió en un negocio peligroso. En
realidad, no es nada nuevo. Tampoco es una ocupación peligrosa solo en países musulmanes. Sin embargo, a la luz
de estas atrocidades recientes, es razonable preguntarse: ¿por qué nosotros, los misioneros a los musulmanes,
pretendemos seguir adelante con la tarea?
En primer lugar, hay varias razones que podemos descartar. Yo no soy misionera a los musulmanes por ningún
motivo político. Muchos países musulmanes (no todos) se rigen por regímenes represivos donde las nociones de los
derechos humanos son meras palabras vacías. Sin duda que tengo una preocupación especial por el derecho humano
básico de la libertad religiosa. Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU: “Toda persona
tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de
religión o de creencias y la libertad, ya sea solo o en comunidad con otros y en público o en privado, de manifestar su
religión o su creencia en la enseñanza, en la práctica, en el culto y en la observancia”. Aquellos que se oponen a esto
contradicen los derechos humanos y los principios más fundamentales de la libertad de culto y de expresión. En la
mayoría de los países islámicos, parece que los cristianos tienen la libertad de convertirse al Islam, pero los
musulmanes no gozan de esa libertad de cambiar de religión. Aunque esta hipocresía me horroriza, no es mi objetivo
generar un cambio político.
No me interesa garantizar que el occidente ganará el tan popular choque de civilizaciones, porque creo que no
podría haber ganadores en ese choque. No soy misionera porque deseo atraer a personas necesitadas a un trueque de
almas por alimentos. En primer lugar, esta acusación supone el más básico de los motivos por parte de los cristianos
que abandonan las comodidades del hogar con el fin de brindar ayuda humanitaria compasiva. En segundo lugar, se
presume que dichas “conversiones” tendrían un significado real. Finalmente, un escenario tan ridículo insulta la
inteligencia de los musulmanes. Los incentivos no darían lugar a un cambio espiritual genuino, y todos los
involucrados lo saben. Se trata de una artimaña que proviene de espectadores cínicos que intentan confundir y
distraer.

No soy misionera porque tengo complejo de mártir. Si bien me doy cuenta de que hay peligros, no quisiera pagar
el precio que mis colegas que cayeron pagaron hace poco. No somos personas raras con los ojos desorbitados, que
desperdiciamos la vida de manera atolondrada. Aunque tomamos las precauciones necesarias para protegernos
(como lo hice al escribir bajo un pseudónimo), el riesgo es inherente a la tarea.
El estilo de vida del misionero viene con ciertas ventajas. Nos gusta la aventura, los viajes, experimentar nuevas
comidas y lugares. Nuestros hijos se benefician por la exposición multicultural. Disfrutamos (la mayoría) el desafío
de aprender un nuevo idioma y una nueva cultura. Sin embargo, la fascinación de la aventura se desvanece tan
pronto como la mayoría de los enamoramientos y, agradezco, que existen entonces afectos más profundos que echan
raíces.
Por ejemplo, disfruto la vida como misionera a los musulmanes porque he hecho muchos amigos musulmanes. Me
enriquecen al mostrarme el mundo desde su punto de vista. Descubrí en ellos una humanidad común. Aman, tienen
esperanza, miedo, y sueñan como yo. Incluso encontré muchas cosas en el Islam que, juntos, podemos afirmar que
son ciertas acerca del Dios santo.
A medida que nos conocemos, rompemos con los estereotipos equivocados que enfrentarían a nuestras culturas
entre sí. Estoy ansiosa por mis amigos, para que ellos puedan darse cuenta de que, como cristiana, me uno a ellos en
repudio a la degradación moral que el llamado occidente cristiano representa para ellos. Y ellos están ansiosos por
mí, para que yo me dé cuenta de que no todos los musulmanes son terroristas, aunque algunas de las atrocidades
que sobresalen en las noticias las cometen terroristas que dicen hacerlas en nombre del Islam. Sin embargo, por cada
yihadista islámico, mis colegas y yo tenemos como amigos a muchos más musulmanes pacíficos y amables.
Con todo, esta es una respuesta insuficiente a la pregunta de por qué mis colegas y yo elegimos ser misioneros.
Jesucristo nos dio la razón cuando él estuvo en la tierra: “Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a
ustedes” (Lc. 6:31, NVI). Si fuera pobre y viviera en Yemen o en Jordania, ¿me gustaría que alguien me ayudara a
dar a luz a mis hijos en forma segura? Si tienes muchos deseos de trabajar, pero no tienes habilidades para el trabajo
ni capital para emprender un pequeño negocio, ¿me gustaría que alguien me ayudara a aprender y me prestara un
poco de dinero hasta que pueda sostenerme? Si no tuviera agua potable para beber, ¿esperaría que alguien me
ayudara a cavar un pozo cerca de casa?
LIBRE PARA SUFRIR
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os
ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os
aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes
de los padecimientos de Cristo, para que también en la
revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” (1 P.
4:12-13). Necesitamos una comprensión bíblica del
sufrimiento: oímos que el sufrimiento es parte normal
de la vida cristiana, pero muy pocas veces le damos la
bienvenida como algo necesario para el testimonio
cristiano. Como resultado de ello, no somos capaces de
valorar el testimonio de la iglesia perseguida en otras
partes del mundo.
¿Por qué hay solo no occidentales que sufren y mueren
por Jesús? ¿Están los occidentales dispuestos a caminar
por el fuego, como la iglesia no occidental? Jesús dijo:
“Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de
lobos” (Lc. 10:3). Cuando los musulmanes entregan sus
vidas a Cristo, es casi seguro que sufrirán persecución.
Jesús enseñó: “El siervo no es mayor que su señor. Si a
mí me han perseguido, también a vosotros os
perseguirán” (Jn. 15:20). Como primera generación, los
creyentes de origen musulmán están viviendo, sufriendo
y muriendo por la fe en Cristo. Sus hijos e hijas deben
ser discipulados para ser la próxima generación de
creyentes. En China y en las ex repúblicas soviéticas, las
iglesias prosperaron bajo la persecución como resultado
de que la segunda generación de creyentes lleva la fe
de sus padres. Las investigaciones demuestran que el
Cristianismo crece bajo la persecución cuando se les
enseña a los creyentes, como parte del discipulado,
porqué deben sufrir.
Un obrero veterano entre los musulmanes, Nik,
entrevistó a un creyente de origen musulmán que sufrió
años en la prisión. Este creyente dijo: “Me alegró mucho
sufrir en la cárcel en mi país para que usted pudiera ser
libre para compartir de Cristo en Kentucky”. Nik
comenzó a llorar: “Esa deuda es demasiado grande y no
la puedo aceptar”. El hombre respondió con la ternura
de alguien que ha sufrido enormemente: “Esa es la
deuda de la cruz y la unidad del pueblo de Dios. Cuando
usted es libre para anunciar a Cristo sin estorbos,
aunque estoy en la cárcel, también soy libre porque soy
parte de la iglesia. Y si me persiguen, usted comparte
mi persecución. No hay iglesia libre ni perseguida. Solo
existe la iglesia de Jesucristo. No me quite el gozo. Yo
fui libre para sufrir para que usted puede ser libre para
predicar”.
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org.

Jesús también me dice: “… porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Lc. 12:48
b). Crecí en una pequeña ciudad con padres amorosos, un montón de comida en la mesa, muy buena educación,
una carrera agradable y entretenimiento. Era pura América central. Sin embargo, cuando comparo mi vida con la
del resto del mundo, veo que soy excepcionalmente rica, lo mucho que recibí. “Traten a los demás”. ¿Acaso puede la
sociedad seguir sin entender la regla de oro?
¿Convertí a algún musulmán? Mi amigo musulmán me dice que el Corán concuerda con la Biblia en este punto:
Dios convierte a quien quiere, (ver sura 42.13). No puedo convertir a la gente, pero me veo obligada a contarles el
mismo mensaje que llegó a través de la historia y me tocó el corazón. La comunión íntima con el Dios santo es un
banquete exquisito que no podemos ocultar. No comeremos y dejaremos que otros se mueran de hambre. Así que sí,
les he contado a mis amigos acerca de este banquete exquisito.
El perdón de Dios está disponible por medio de Jesús el Mesías, una vida abundante independiente de las
circunstancias externas, la promesa de la vida en el cielo con el creador que me hizo: estoy muy agradecida a la
persona que me invitó a venir. Mi vida cambió totalmente para bien. Me he deleitado en el privilegio de ver otras
vidas transformadas. Sostuve las manos de musulmanes que soportaron el rechazo, la cárcel y la tortura, porque
descubrieron que la vida con Jesús vale la pena este precio.
Nosotros, los misioneros a los musulmanes, ¿regresaremos a casa a causa de estos brutales asesinatos recientes?
Esta violenta reacción al mensaje de Jesús no es nueva. ¿Recuerda aquel hombre que fue arrojado a la cárcel, a quien
las autoridades religiosas locales advirtieron que no hablara de Jesús? ¿La respuesta del apóstol Pedro? “Juzgad si es
justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y
oído” (Hch. 4:19-20).

Fin de las lecturas básicas de la Lección 11. Ver Aprende Más


PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
Escriba tres acciones que llevará a cabo como resultado de esta clase y cuéntelas a otros. Ejemplos:
1. Hablar con los líderes de mi iglesia acerca de lo que aprendí.
2. Convertirme en “defensor” de un grupo musulmán o ayudar a mi iglesia a que adopte uno.
3. Invitar a un amigo, a una familia o a un musulmán a comer.
4. Participar en un viaje misionero a corto plazo hacia un grupo de personas musulmanas.
5. Establecer correspondencia con una o con varias agencias misioneras.
6. Crear un grupo de oración centrado en los musulmanes.
7. Unirme al comité misionero de mi iglesia o crear uno.
9. Comenzar a apoyar de manera financiera a un misionero que está alcanzando a los musulmanes.
10. Mantenerme en contacto con otros compañeros de clase para animarnos unos a otros a ver a los musulmanes
entrar en el reino.
11. Empezar a comprar en un mercado internacional propiedad de musulmanes.

APRENDE MÁS
Leer Roland Muller, Tools for Muslim Evangelism (Belleville, Ontario, Canadá: Essence Publishing, 2000).
Ver Born in the USA: Muslim Americans, un documental dirigido por Ahmed Soliman (2003).
Orar usando Internet o la guía telefónica para encontrar mezquitas o negocios y escuelas de propiedad musulmana
en su comunidad. Pase por allí, preséntese y pregunte si puede orar por ellos.
Visitar una mezquita local o a un centro islámico; pregunte si tienen un horario de visita abierto al público.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
LECCIÓN 12
ORACIÓN POR EL MUNDO MUSULMÁN
REFLEXIONE
• ¿Qué se necesitará para ver a miles de musulmanes creer en Jesucristo? ¿Quién puede lograr esto?
• ¿Cuáles son algunas de las necesidades profundamente sentidas de sus amigos musulmanes? ¿Quién puede
suplirlas?
• ¿Por qué es difícil para nosotros y para nuestras iglesias orar con fidelidad y en forma específica por los
musulmanes y por el mundo musulmán?
PUNTOS CLAVE
1. Ninguna conferencia: En realidad orando versus hablando de ello.
2. La oración debe ser modelada y practicada.
3. Insistir en cada oportunidad de orar (entre sí).
4. Persistir en la oración.
5. El enemigo es Satanás no musulmanes.
6. La cruz y la resurrección de Cristo aseguran la victoria.

LECTURAS DE LA LECCIÓN
Claves: Introducción
Cómo Alcanzar A Los Musulmanes Por Medio De La Oración
La Oración Y La Adoración: Las Herramientas Para Responder Al Islam
Básicas: ¿Qué se necesita para ganar a los musulmanes?
IberoAmericanos Que Alcanzan A Musulmanes Árabes
Cómo Superar Un Milenio De Odio
INTRODUCCIÓN

“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y
denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en
Cristo Jesús” (Fil. 4:6-7, NVI).
La mayoría de las veces, nuestras oraciones son simplistas. Le pedimos a Dios que nos mantenga sanos y seguros a
nosotros y a nuestros amigos y, rara vez, le pedimos específicamente por lo profundo, lo poderoso o lo que parece
imposible. Si vamos a perseverar en oración por el mundo musulmán, necesitamos descubrir la emoción de entrar a
la presencia de Dios, unirnos a él en el cumplimiento de su voluntad e involucrarnos en la oración que gira en torno
al reino. Cuando hayamos experimentado este tipo de oración, ¡desearemos practicarla de nuevo!
Este curso no se ha centrado mucho en la imagen bíblica de la guerra espiritual. A veces, en el pasado, estas
imágenes se usaban de manera inapropiada para caracterizar a los musulmanes como enemigos. Sin embargo, de
hecho, nosotros, al igual que los musulmanes, hemos sido víctimas de la maldad y de la opresión, ciegos ante la
mentira y el engaño. Todos necesitamos la obra de Dios para vencer las tinieblas de este mundo y la batalla contra
Satanás, sus fuerzas y nuestro propio pecado que nos enreda. Aquí, la imagen de la guerra es válida.
La oración puede muy bien ser la disciplina espiritual de la que más se habla, pero que rara vez se practica.
Afirmamos que es una prioridad, pero una evaluación honesta de nuestras vidas ocupadas revela lo contrario.
¿Estamos practicando la rutina esperada y habitual de la oración, sin creer vehementemente en lo que estamos
haciendo? ¿Hemos vivido como ateos funcionales hasta enfrentarnos con una situación personal desesperante que
nos impulsa entonces a orar con profundidad? O ¿es nuestra oración débil y limitada y, por lo tanto, aburrida y sin
vida? Alguna vez se preguntó: “¿Por qué debo orar? No sé qué pedir” o “Eso es lo que he pedido una y otra vez”?
¡La oración no debería ser así! La verdadera oración es siempre dinámica. Más aún, ¡es un privilegio precioso! Las
personas que invierten en acciones o en metales preciosos tienen un interés activo en lo que sucede con dichas
inversiones en los mercados cambiarios. ¿Estamos invirtiendo en el reino de Dios? Si es así, ¿cuánta atención
fundamental deberíamos prestarle a la oración?
Debemos comenzar a centrarnos en nosotros mismos, orando para que Dios nos perdone y cambie nuestro
corazón, penetre más allá de las enormes distracciones y nos lleve a donde podamos esperar en silencio. Por difícil
que parezca, esos primeros minutos de total dependencia son muy eficaces para enfocar nuestras actitudes y nuestras
oraciones. Cuando no invitamos a Dios a que interceda por nosotros, nuestras oraciones carecen de propósito y de
profundidad. Si le pedimos que transforme la incredulidad, creyendo que Dios es fiel (capaz y dispuesto a responder)
podemos, con confianza, presentar nuestras valientes peticiones.
Sí, muchos de nosotros todavía no hemos experimentado orar de esta manera. Estamos ocupados y obstaculizados
por malos hábitos que desalientan la vida de oración. Descuidamos darle al Espíritu el control de la mente y del
corazón al comenzar ese momento. ¡Una experiencia fresca nos recordará lo sencillo que es acceder, la alegría de
hablar con nuestro Dios Padre, Rey del universo, el Creador todopoderoso! Reunirse con otros creyentes para
centrarse en la adoración y en orar de manera renovada vencerá la resistencia interna y les dará impulso a nuestras
oraciones.
Muchos de mis mejores experiencias en oración fueron con equipos de ministerio, mientras corríamos un riesgo y
servíamos juntos. Dependíamos de Dios y los unos de los otros. Qué delicia escuchar el informe de mis compañeros
de equipo: “Así que oramos, y ¡no saben lo que pasó!” Tal vez este servicio podría ser una meta, ya que es la mejor
manera de aprender a orar con valentía y ver cómo Dios responde.
¿POR QUÉ ORAR POR LOS
MUSULMANES?
Todo conocimiento sobre el Islam, todo sentimiento por
los musulmanes y la comprensión hacia ellos, incluso el
conocimiento íntimo de la Biblia, en un análisis final, no
nos hará suficientemente adecuados para la tarea de
alcanzar a otros. Lo que importa es lo que Dios hace por
medio de sus siervos amorosos y dispuestos. Cuando su
poder, su amor y su compasión operen en nosotros,
seremos sus testigos en verdad. Lo que somos y lo que
decimos, sin embargo, se implanta cuando vivimos en su
presencia.
Gerha rd Nehl s , Muslim Evangelism (Ca pe Town, South Afri ca :
Li fe Cha l l enge Afri ca , 1991), p. 245.

Los musulmanes también han tenido experiencias negativas con la oración y, la mayoría de los musulmanes, no
siguen las oraciones islámicas establecidas. De aquellos que sí lo hacen, muchos quedan muy sorprendidos la
primera vez que oran en el nombre de Jesús. “¡Esto funciona de verdad!”, es el testimonio de muchos creyentes de
origen musulmán. Cuando alguien ora por ellos en el nombre de Jesús o cuando ellos mismos oran y le piden a Dios
que los ayude, que los sane, que les hable o que los pruebe, sus oraciones son contestadas con claridad y con el poder
transformador.
Debo confesar que me da envidia, y me confunden, las oraciones de algunas personas, porque Dios responde sus
súplicas audaces pidiendo provisión y milagros con tanta frecuencia. Ellos descubrieron el secreto a voces para
obtener una respuesta de Dios: centrarse en el reino. La oración del Señor es un modelo simple pero elegante de la
oración del reino: “Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.
Recuerde que estamos luchando en los lugares celestiales con un arma espiritual, cuyo poder es divino y apuntamos
a los enemigos de Dios (2 Co. 10:3-5; ver la Lección 6). Dios es soberano. Él es el gobernante legítimo y, por lo tanto,
puede ejercer su autoridad y utilizar su poder (Ef. 1:18-20). Puede responder nuestras peticiones para que su nombre
sea honrado. Cuando la mente y el corazón se centran en obediencia a nuestro Señor, él se compromete a ejercer esta
arma poderosa de guerra a través de nosotros.
K.S., editor.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Jea n-Ma ri e Ga udeul , Called from Islam to Christ (London: Mona rch, 1999).
PLURALISMO Y DIVERSIDAD
En una era cuando se analiza lo adecuado a nivel
político, es probable que los evangélicos se incomoden
ante términos como tolerancia, diversidad y pluralismo.
Estas palabras evocan imágenes de relativismo y
universalismo teológico. Tememos que la insistencia en
la tolerancia y en la diversidad, que nacen de una
cultura post cristiana, nos obligue a aceptar valores que
desaprobamos o que silenciarán nuestra voz bíblica en
la sociedad.
Sin embargo, al mismo tiempo, creemos en la iglesia
mundial y universal de Cristo, que un día incluirá a los
miembros de toda tribu, lengua, pueblo y nación. A
pesar de que las iglesias no están de acuerdo con la
forma de bautismo, los dones espirituales, los estilos de
adoración, los modelos de liderazgo, los puntos de vista
sobre los últimos tiempos y sobre otras cuestiones,
sabemos que el Cristianismo es inclusivo. ¿Podemos
rescatar la tolerancia del debate secular y abrazar la
amonestación bíblica de aceptarse unos a otros en amor
(Ef. 4:1-3)? ¿Podemos respetar la pluralidad de los
enfoques indispensables para responder de manera
integral a las necesidades del mundo?
Mientras oramos y trabajamos juntos para la venida
del reino de Cristo, tenemos una opción: ¿celebraremos
la diversidad y el pluralismo de la iglesia o impondremos
nuestro estilo de Cristianismo a los demás? En The
Gospel in a Pluralist Society, Lesslie Newbigin llama a la
iglesia a ser la vasija de la misión cristiana, incluso
hoy.1 Los cristianos no deben perder la confianza en
proclamar con valentía la singularidad y la autoridad de
Cristo. Sin embargo, en lugar de enfocarse en la
apologética, Newbigin propone el diálogo abierto entre
cristianos y personas de otras religiones. La atención
debería estar en desarrollar una comunicación abierta y
de confianza, donde los cristianos puedan proclamar el
evangelio con amor.
1
Le sslie Ne wbigin, The Gospel in a Pluralist Society (Grand Rapids:
Ee rdmans, 1989).
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam
CÓMO ALCANZAR A LOS MUSULMANES POR MEDIO DE LA
ORACIÓN
por J. Christy Wilson Jr.

“La apertura del mundo musulmán al evangelio”, escribe Patrick Johnstone, “no se puede organizar mediante el
esfuerzo ni los estratagemas humanos, sino solo con la oración. Nuestras armas son espirituales, no carnales. Ore
para que se levante un ejército de intercesores, para que haya un avance tan decisivo y repentino en el mundo
musulmán como el que hubo en China y en la ex Unión Soviética”.1
De las aproximadamente once mil etnias en el mundo que todavía necesitan evangelizarse, alrededor de cuatro mil
son islámicas. El Señor prometió: “Este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las
naciones (ta ethne o todos los pueblos), y entonces vendrá el fin” (Mt. 24:14, NVI). En ese mismo pasaje, Cristo dijo:
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt. 24:35). Por tanto, la evangelización del mundo es
absolutamente cierta. Sin embargo, ¿cómo se alcanzarán a las etnias musulmanas? La respuesta es: ante todo, a
través de la oración extraordinaria.

LA ORACIÓN, EL PRIMER PASO PARA EL AVIVAMIENTO


El Dr. J. Edwin Orr, en sus libros sobre la historia de los avivamientos, señala que existen cuatro niveles para todo
verdadero avivamiento.2 Esto es cierto en el libro de los Hechos y a lo largo de la historia de la iglesia. La primera
etapa es la oración y la reconciliación entre cristianos. La segunda es la evangelización, cuando las almas perdidas se
ganan para el Señor. La tercera es la de las misiones, con la participación en la evangelización mundial y la cuarta es
nuestro servicio a Cristo en acción, cuando amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos y satisfacemos sus
necesidades física, intelectual, social y espiritualmente.
La mayoría de los avivamientos en el pasado sufrieron las limitaciones de la dificultad del transporte y de la
comunicación. Creo que ahora estamos al borde de un avivamiento en proporciones mundiales (ver Joel 2:28-32).
Esto cumplirá la profecía de Joel, citada por el apóstol Pedro:
Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y
sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, y
señales abajo en la tierra… Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. (Hch. 2:17-19, 21)
Este avivamiento, en mi opinión, traerá la culminación de la comisión de Cristo de evangelizar a todo el mundo, y
será la esencia que permitirá llegar a los grupos musulmanes no alcanzados para Cristo.
MOVIMIENTOS DE MUSULMANES
HACIA CRISTO
En los últimos cincuenta años, se convirtieron más
musulmanes a Jesucristo que en los mil trescientos años
anteriores. Gran parte de este cambio de creencia se
produjo en medio de disturbios sociales, como cuando
dos millones de musulmanes javaneses se convirtieron
al Cristianismo en la década de 1960 o cuando miles de
iranís en la diáspora se convirtieron en cristianos en los
veinticinco años desde la Revolución islámica de Irán,
en 1979. Hubo otros movimientos, que abarcan entre
varios cientos y varios cientos de miles en Bangladesh y
entre los Bereberes de África del Norte. Los Balcanes,
Turquía, Asia Central y muchos otros lugares que no
contaban con comunidades autóctonas locales de
creyentes de origen musulmán, ya las tienen. Las
comunidades caseras también se reúnen en el corazón
del mundo islámico, lo que es de mucho riesgo.
¿Por qué sucede esto hoy? Creemos que este es el
tiempo de Dios. Entre otros factores asociados que
hemos identificado, encontramos:
• el sufrimiento del pueblo musulmán en casi todo el
mundo, desde privaciones económicas hasta
regímenes políticos represivos;
• más conciencia de los pueblos no alcanzados en
iglesias con una mentalidad misionera, a partir de la
Conferencia de Lausana para la Evangelización
Mundial en 1974;
• especial atención en las necesidades de los
musulmanes y de otros grupos étnicos no alcanzados
por parte de más agencias misioneras (por ejemplo,
Frontiers y Pioneers);
• envío de misioneros para alcanzar a los musulmanes
por parte de iglesias africanas, indias, coreanas, latino
americanas, egipcias y otras iglesias no occidentales;
• el uso generalizado de las herramientas multimedia,
como, por ejemplo la película Jesús.
Sobre todo, hay más oración, gracias al uso de
herramientas como la Guía anual de oración mundial
de 30 días por el mundo musulmán, que se centra en
las necesidades de los musulmanes durante el ayuno
anual de Ramadán o la disciplina de elevar las
necesidades eternas de los musulmanes todos los
viernes al mediodía, cuando los musulmanes se
reúnen para los cultos en la mezquita. Esto, sin duda,
contribuyó a que los musulmanes se conviertan a
Cristo, luego de experimentar sueños sobrenaturales,
visiones, milagros y sanidades.
“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: ‛Digno eres de
tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios,
de todo linaje y lengua y pueblo y naciónʹ” (Ap. 5:9).
Fuentes: David Garrison, Greg Livingstone y Don
McCurry.
AQUELLOS QUE FUERON TOCADOS EN LOS AVIVAMIENTOS
Vemos esto, a menor escala, en el avivamiento del año 1858 y en los que le subsiguieron. Todo comenzó con un
convertido de Charles Finney, quien era misionero urbano. Jeremiah Lanphier comenzó la reunión de oración los
miércoles al mediodía en la calle Fulton en 1857, orientada a trabajadores y a empresarios en la ciudad de Nueva
York. En seis meses, cada mediodía se reunían alrededor de diez mil personas para orar. Este avivamiento trajo más
de un millón de convertidos que se añadieron a las iglesias estadounidenses en los dos años siguientes.
El líder más prominente de este avivamiento en los Estados Unidos, y en las Islas Británicas, fue D.L. Moody. Uno
de sus colaboradores más cercanos, Ruben A. Torrey, señaló que Moody era mucho más un hombre de oración que
de predicación. Una vez más, vemos la absoluta necesidad de la intercesión en los grandes avivamientos. Moody no
solo participó en la evangelización, ya que muchas personas llegaron a Cristo por medio de sus mensajes, sino que
también ayudó a establecer la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA, en inglés) en América del Norte, abrió
escuelas para niñas y para niños, estableció el Instituto Bíblico Moody y fundó una editorial cristiana, ahora llamada
Moody Press.
Su participación en misiones, que es otra etapa de un verdadero avivamiento, llegó a través de sus amigos íntimos
como Arthur T. Pierson, quien popularizó la frase: “La evangelización del mundo en esta generación”. Moody,
haciendo referencia a esto, dijo: “Puede hacerse, debería hacerse, debe hacerse”.3 En el verano de 1886, Moody invitó
a Pierson, junto con Adoniram Judson Gordon, para hablar con 251 líderes estudiantiles que habían sido invitados a
la Escuela Monte Hermón para niños en Massachusetts. Uno de ellos fue Robert Wilder, quien acababa de terminar
su último año en Princeton.
Wilder nació en la India, donde sus padres habían sido misioneros. Él y su hermana Grace oraron fielmente para
que cien de los estudiantes de la Conferencia Monte Hermón entregaran su vida para el servicio misionero en el
extranjero. En respuesta a su intercesión, cien personas exactamente firmaron el compromiso: “Dios mediante, me
propongo ser un misionero en el extranjero”, y nació el Movimiento de estudiantes voluntarios.

LOS RESULTADOS DE LA ORACIÓN: LAS MISIONES A LOS MUSULMANES


Al siguiente año académico de 1886-1887, Robert Wilder y John Foreman, un estudiante del seminario, difundieron
la visión al visitar los campus en los Estados Unidos y en Canadá. Más de dos mil estudiantes más firmaron el
compromiso de ser misioneros. Uno de ellos fue Samuel Zwemer, en Hope College en Holland, Michigan. Llegó a ser
el misionero a los pueblos musulmanes más grande de la historia.
Zwemer creía que Dios lo estaba llamando para al campo misionero más difícil del mundo: los pueblos islámicos de
Arabia. Ninguna junta misionera lo enviaría. Dijeron que, seguramente, lo iban a matar y que no querían ser
responsables por ello. Por lo tanto, el Dr. James Cantine y él formaron su propia agencia, la Misión de Arabia. En
palabras del Dr. Zwemer: “Si Dios lo llama y la junta no lo envía, perfore la junta y vaya de todos modos”. Luego de
explorar la península arábiga, establecieron estaciones misioneras en Muscat, Kuwait, Bahrein y Basra.
Después de trabajar en el mundo musulmán durante veinticinco años, invitaron a Zwemer a hablar en una
Convención de Keswick, en Inglaterra. Usó este texto:
Ma es tro, toda l a noche hemos es ta do tra ba ja ndo, y na da hemos pes ca do; ma s en tu pa l a bra echa ré l a red. Y ha bi éndol o hecho,
encerra ron gra n ca nti da d de peces , y s u red s e rompía . Entonces hi ci eron s eña s a l os compa ñeros que es ta ba n en l a otra ba rca , pa ra que
vi ni es en a a yuda rl es ; y vi ni eron, y l l ena ron a mba s ba rca s , de ta l ma nera que s e hundía n (Lc. 5:5-7).
Zwemer continuó diciendo que él y otros habían trabajado en el mundo musulmán toda la noche y había pescado
casi nada. Podía contar los musulmanes convertidos con los dedos. Sin embargo, agregó, tenemos el mandato de
Cristo de obedecer, y que, si somos fieles, llegará el momento en que tantos musulmanes vendrán a Cristo que, como
el problema con las barcas sobrecargadas, no habrá espacio en las iglesias para contenerlos. Las personas en la
Convención de Keswick se emocionaron tanto que le preguntaron al Dr. Zwemer qué podían hacer. Su respuesta fue:
“¡Oren!” Este fue el comienzo de la Asociación para la Oración por los Musulmanes, que ha llevado a cabo
momentos especiales de intercesión como nunca antes visto.4 Por ejemplo, en la zona de Filadelfia y de Los Ángeles,
se destinan días de oración por los musulmanes varias veces al año. También producen y distribuyen literatura que
fomenta la oración.

LA ORACIÓN: LA HERRAMIENTA DE LOS QUE SON LLAMADOS


Fue el Movimiento de estudiantes voluntarios que también influyó en el Dr. William M. Miller (1892-1993) a dar su
vida por las misiones. Mientras estudiaba en el seminario, colgó un mapa del mundo en la pared de su dormitorio. Se
arrodillaba junto a su cama frente al mapa y oraba: “Señor, estoy dispuesto a ir a cualquier lugar del mundo por ti.
Muéstrame dónde”. Fue entonces cuando oyó al Dr. Zwemer compartir el desafío del mundo musulmán. Dios, por
medio de él, llamó a Bill Miller a ir a Mashad, al este de Irán, cerca de la frontera con Afganistán.
Bill Miller comenzó una reunión de oración diaria en su habitación para pedirle a Dios que envíe misioneros de
acuerdo con el mandato de Cristo: “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mt. 9:38). Por
medio de la oración, pudo conseguir más de un centenar de personas dispuestas a ser misioneras. Entre ellos, estaba
el Dr. Philip Howard, padre de Elizabeth Elliot, cuyo marido Jim fue asesinado por los indios aucas. También fue el
padre de David Howard, que fue misionero en Colombia, América Latina; encabezó dos de las Convenciones
urbanas de estudiantes misioneros; fue director del Congreso de Lausana en Pattaya, Tailandia; fue secretario
ejecutivo de la Alianza Evangélica Mundial y, más tarde, vicepresidente de la Fundación David C. Cook. Gracias al
desafío de Bill Miller, mis padres también fueron como misioneros a Irán. De esta manera, vemos los resultados en el
mundo musulmán que llegaron por medio de la oración después del gran avivamiento de 1858.

SUGERENCIAS PARA LAS CAMINATAS


DE ORACIÓN
“Puede ser difícil centrarse en el mismo tema mientras
estamos sentados en ronda en una sala”, dijeron Steve
Hawthorne y Graham Kendrick.1 Caminar por la calle
rodeado de necesidades de oración puede ser útil.
Aumenta el nivel de preocupación y la capacidad de
concentración. “Podemos orar con perspicacia por
familias concretas, conociendo sus nombres y rostros.
La percepción se agudiza y, por lo tanto, la oración
puede ser mucho más dirigida por el Espíritu de Dios”.2
Las caminatas de oración son una forma silenciosa de
ministrar a los vecinos, al mismo tiempo que aprende a
cuidar de ellos. También rompe las barreras espirituales
honrando el reino de Dios donde no es honrado. Las
caminatas de oración preparan el terreno para el
ministerio futuro. Hawthorne y Kendrick tienen estos
consejos para los caminantes de oración:

ANTES DE COMENZAR:
1. Preparen el corazón, concentren la mente, y pidan la
guía de Dios.
2. Asegúrense de que no haya conflictos en sus
relaciones con otras personas.
3. Organicen equipos de oración (por lo general, de dos
o tres).
4. Designen zonas, rutas o sitios. Los mapas pueden ser
útiles.
5. Pónganse de acuerdo en un tiempo determinado para
volver a reunirse e intercambiar experiencias.
6. Analicen el entorno y las Escrituras que pueden avivar
sus oraciones.

DURANTE LA CAMINATA:
1. Oren por lo que ven y pídanle a Dios que les muestre
la ciudad a través de sus ojos.
2. Oren en voz alta, para que sus compañeros puedan
escuchar y estar de acuerdo ustedes. Háganlo de
manera que no llame la atención de otras personas en
la calle.
3. Oren juntos, escuchándose unos a otros y poniéndose
de acuerdo. No salten de un tema a otro, sino oren en
forma de diálogo. Las oraciones cortas son útiles.
4. Oren con las Escrituras. Permita que las palabras de
la Biblia les enseñen a orar.
5. Oren siendo sensibles a las personas y a los lugares
5. Oren siendo sensibles a las personas y a los lugares
que ven. ¿Qué quiere hacer por ellos el Señor?

DESPUÉS DE LA CAMINATA DE ORACIÓN :


1. Compartan sus temas de oración con el resto del
grupo. Busquen patrones y escriban en un diario lo que
pidieron en oración.
2. Evalúen la caminata de oración. La próxima vez, ¿qué
harían de otra manera?
3. Piensen en lo que vieron y por lo que oraron y qué
significaría en los esfuerzos posteriores del ministerio.
¿Dios les reveló algo?
4. Decidan cómo, cuándo y dónde continuar las
caminatas de oración.

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Steve Hawthorne and Graham Kendrick, Prayerwalking:
Praying On Site with Insight (Lake Mary, Fla.: Creation
House, 1993), pp. 23–39.
1. Ste ve Hawthorne and Graham Ke ndrick, Prayerwalking: Praying
On Site with Insight (Lake Mary, Fla.: Cre ation House , 1993), p. 37.
2. Ibíd., p. 38.

LOS RESULTADOS DE ORAR POR AFGANISTÁN


Nací en Irán, donde mis padres eran misioneros. Cuando era un niño pequeño, los escuché orar por un país hacia el
este, donde no había cristianos. Era Afganistán. No recuerdo este incidente, pero mi madre me contó que nuestro
pastor iraní, Stephen Khoobyar, una vez me preguntó qué quería ser cuando fuera grande. Le dije que quería ser
misionero en Afganistán. Él respondió que, en esa zona, no permitían que entraran misioneros. Le dije que por eso
quería ser misionero allí.
No solo los misioneros y los cristianos en Irán oraban por la nación de Afganistán, cerrada al evangelio, sino que
hombres y mujeres de Dios dedicados en las fronteras de ese país, en la India, más tarde en Pakistán y en Rusia,
también intercedían. Por ejemplo, Flora Davidson de Escocia vivía en una casa de adobe de dos pisos en la ciudad de
Kohat en la frontera noroeste. Ella tenía un pequeño banco en frente a una ventana desde donde, a la distancia, se
podían ver las montañas de Afganistán. En aquel banco, pasaba horas de rodillas orando para que Dios abriera ese
país al evangelio.
Ella comenzó un círculo de oración por Afganistán. Distribuía, en forma regular, pedidos de intercesión a los
creyentes que estaban preocupados en alcanzar a esa nación para Cristo. Poco tiempo después, Margaret Haines, la
cuñada del Dr. William Miller, trabajó con Flora Davidson en Kohat. Ella editó y publicó un boletín de oración
trimestral llamado “Misiones en las fronteras de Afganistán”. Cuando regresó a la zona de Filadelfia, debido a su
débil salud, siguió motivando la intercesión por Afganistán y, durante años, escribió cartas de oración mensuales por
la obra en ese país.
Luego de terminar mis estudios, Afganistán aún seguía siendo un país cerrado al misionero regular. Por lo tanto,
firmé un contrato con el Embajador en la Embajada de Afganistán en Washington, DC, para enseñar inglés allí.
Después de llegar allá en 1951, mientras leía la Biblia, entendí que esto era lo que hizo el apóstol Pablo (Hch. 18:1-4).
Al igual que él, me convertí en un misionero auto sostenido.
Cuando mi esposa Betty y yo llegamos a Kabul, el ministerio principal fue la oración. También nos reuníamos con
otros maestros cristianos para interceder. Esta fue la forma en que comenzamos una iglesia casera en nuestro hogar.
Yo acostumbraba orar todos los días por mis alumnos afganos musulmanes de la escuela pública donde enseñaba.
Uno de ellos por quien oraba fue al extranjero para continuar sus estudios. Pertenecía a la familia real de Afganistán.
Tiempo después, recibí una carta suya contando que había puesto su confianza en Jesucristo como su Salvador.
Asimismo, se había unido a una iglesia evangélica y enseñaba en una clase de jóvenes de la escuela dominical.
Adjuntó un cheque para colaborar con la obra de Dios en Afganistán.

UNA ORACIÓN RESPONDIDA: UNA SEÑAL Y UN PRODIGO


No solo es eficaz la oración por los musulmanes. La oración con ellos por sus necesidades puede ser una señal y un
prodigio cuando vean la respuesta y esto puede llevarlos a aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador. En una
ocasión, un amigo afgano se acercó a mí con su tío que necesitaba una operación de cataratas. Venían del hospital
público, donde lo habían rechazado diciéndoles que, por tres meses, no habría cama disponible para hacer la
operación.
Mi amigo me explicó que esto dificultaba la situación, ya que su tío venía del altiplano central, que era un viaje de
varios días de ida y de vuelta. Por lo tanto, no sería sencillo para él regresar en tres meses. Por otro lado, sería muy
difícil quedarse en Kabul, la capital, y estar lejos de su familia durante tres meses. Me preguntó si yo conocía al
director de ese hospital público. Le dije que sí. Entonces, con gentileza, me pidió que le escribiera una nota
explicando la situación y que solicitara si sería posible admitir a su tío antes. Le respondí que no escribiría una nota,
sino que hablaría con el director del hospital personalmente.
Este hombre me preguntó cuál era el nombre del encargado del hospital. Yo contesté: “Su nombre es el Señor
Jesucristo. Él es el director de todos los hospitales”. Entonces, le dije: “Vamos a hablar con él ahora”. Oré en su
idioma y le expliqué la situación al Señor y le pedí que los ayudara. Luego le dije que regresaran al hospital público.
Sin embargo, ante esta propuesta, ellos se mostraron reacios, ya que recién los rechazaban. Yo les dije: “Ustedes me
pidieron que intercediera ante el director del hospital, y lo hice. Ahora vuelvan”. Al final, estuvieron de acuerdo en
volver a intentarlo.
Varias horas más tarde, mi amigo regresó muy emocionado. Exclamó: “¡Usted conoce de verdad al director de ese
hospital!” Seguido, me explicó que, tan pronto como llegaron, se le daba de alta a un paciente y admitieron a su tío
de inmediato y lo recostaron en la cama que recién se desocupaba. En breve, llevarían a cabo la operación necesaria.
Este musulmán se convirtió en un creyente en Jesucristo como Señor y Salvador.5
Un musulmán convertido a Cristo en Europa descubrió que la oración es un medio eficaz para evangelizar.
Averigua las necesidades de las personas y las desafía a orarle a Jesús para que los ayude con estas necesidades.
Cuando el Señor responde, ven una señal y un prodigio en respuesta a sus oraciones. Muchos musulmanes, entonces,
elevan una oración a Cristo pidiéndole que perdone sus pecados y lo reciben como Salvador y Señor.

LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA


Como el apóstol Pablo nos recuerda: “… las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas” (2 Co. 10:4). También lo declara cuando escribe:
Por l o demá s , herma nos míos , forta l eceos en el Señor, y en el poder de s u fuerza . Ves tíos de toda l a a rma dura de Di os , pa ra que podá i s
es ta r fi rmes contra l a s a s echa nza s del di a bl o. Porque no tenemos l ucha contra s a ngre y ca rne, s i no contra pri nci pa dos , contra potes ta des ,
contra l os goberna dores de l a s ti ni ebl a s de es te s i gl o, contra hues tes es pi ri tua l es de ma l da d en l a s regi ones cel es tes . (Ef. 6:10-12).
Nuestro verdadero adversario es Satanás y todas sus fuerzas del mal. De la misma manera, Jesucristo, en su oración
modelo, nos enseñó a pedir diariamente que seamos librados “del maligno” (en griego, tou ponerou, Mt. 6:13, NVI).
Tenga presente que Pablo dice que nuestra lucha no es contra sangre ni carne ni contra personas. Necesitamos
constantemente amar a nuestros amigos musulmanes. Nuestro Señor los ama de manera infinita, y esta es la razón
por la que no solo murió por ellos, sino que nos envió a anunciarles las buenas nuevas del perdón y de la vida eterna.
Debemos entender que en verdad estamos luchando contra los poderes espirituales detrás del Islam. Por este motivo,
el pasaje añade que, además de ser fuertes en el Señor y de vestirnos con toda la armadura de Dios para que
podamos estar firmes contra el diablo, también necesitamos “orar en el Espíritu en todo momento, con peticiones y
ruegos” (Ef. 6:18, NVI).

EL VERDADERO ENEMIGO CONTRA QUIEN LUCHAMOS


Es interesante ver cómo ciertos cultos también tienen su origen en una visión de un ángel o de un mensajero especial
quien dice venir de Dios. Por ejemplo, José Smith Jr., a quien los mormones siguen como su profeta, afirmó que el
ángel Moroni se le apareció y le dio la comisión tres veces.7
Asimismo, Sun Myung Moon, que fundó la Iglesia de la Unificación, sostiene que Jesucristo se le apareció en Corea
en el día de pascua en 1936 y lo llamó a ser un mensajero especial.8 El apóstol Pablo nos advierte que, a veces,
“Satanás mismo se disfraza como ángel de luz” (2 Co. 11:14).
El apóstol Juan nos enseña en la Biblia que “para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”
(1 Jn. 3:8 b). También nos dice que debemos “probar los espíritus si son de Dios” (1 Jn. 4:1). A continuación, nos
revela cuál es la prueba para determinar la fuente: “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa
que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es
de Dios” (1 Jn. 4:2-3). En otras palabras, la revelación divina verdadera reconoce la encarnación de Cristo. El Corán
niega que Jesús sea Dios o el Hijo de Dios. Es más: el Islam también niega que Cristo haya muerto en la cruz por
nuestros pecados.
Fue buscando el perdón de pecados verdadero que Haji Sultan Muhammad recibió a Jesús como Salvador. Él
escribe su testimonio en el folleto Why I Became A Christian.9 Tras ser líder islámico, erudito y una persona que había
peregrinado a la Meca, finalmente llegó a la conclusión de que solo en la muerte de Cristo estaba la expiación de sus
pecados.

RECLAME LAS NACIONES PARA EL SEÑOR


En su libro El último de los gigantes, George Otis señala que, tal como Josué y sus ejércitos tuvieron que luchar
contra guerreros gigantes antes de ocupar la tierra prometida, hoy existen fuerzas extraordinarias que obstaculizan
la evangelización del mundo. Para él, el más grande de estos gigantes es el Islam.10 John Wimber afirma que
Jesucristo ganó la guerra por la evangelización mundial, y que, con su fuerza, debemos despejar la zona y ganar las
batallas. ¿Cómo lo lograremos? No con nuestras propias fuerzas, sino a través de la oración ante el Comandante del
ejército del Señor, como lo hizo Josué (Jos. 5:15-18).
El presente avivamiento de la oración en todo el mundo debería ser de gran ánimo para la vida. Los conciertos del
Movimiento de oración están sumando más grupos de intercesores fieles en todos los continentes. El Dr. C. Peter
Wagner, coordinador de AD 2000 Prayer Track escribe: “Cada vez es más claro que la verdadera batalla por la
evangelización mundial es una batalla espiritual”.11 El Dr. Kim Joon-Gon de Cruzada Estudiantil en Corea escribe:
“El Señor Jesús tiene las llaves para abrir lo que nadie puede cerrar. Creo que, en los próximos diez años, sucederá el
avivamiento más grande de la historia”.12
En 1993 y 1994, la organización misionera Juventud Con Una Misión motivó a los cristianos a ayunar y a orar por
los musulmanes de manera especial durante el mes lunar islámico de Ramadán. Planean continuar con esta práctica
todos los años. Además, separaron el mes de octubre de 1993 como un tiempo de oración centrada en más de sesenta
países de la Ventana 10/40, de los cuales, más de dos tercios son islámicos.
Dios el Padre le da la promesa a Dios el Hijo: “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya
los confines de la tierra” (Sal. 2:8). Nosotros también podemos reclamar esta promesa por los pueblos musulmanes.
Como dijo nuestro Señor: “Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro
gozo sea cumplido” (Jn. 16:24). El avivamiento mundial vendrá por medio de lo que Jonathan Edwards llamó un
“acuerdo explícito y una unión visible del pueblo de Dios en oración extraordinaria por el avivamiento de la religión
y el avance del reino de Cristo en la tierra”.13 De esta manera, se alcanzará a todos los grupos étnicos no alcanzados,
entre ellos los pueblos musulmanes. Y entonces, como promete la Biblia: “la tierra será llena del conocimiento de la
gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar” (Hab. 2:14).

NOTAS FINALES
1. Patrick Johnstone , Operation World, 5th e d. (Grand Rapids: Zonde rvan, 1993), p. 72.
2. J. Edwin Orr, The Eager Feet, Evange lical Awake nings, 1792 y 1830; The Fervent Prayer, Evange lical Awake nings, 1858–; The Flaming Tongue,
Evange lical Awake nings, 1900-(Chicago: Moody Pre ss, 1975, 1974, 1973). La re fe re ncia e spe cífica sobre e sto e stá e n The Fervent Prayer, p. 160.
3. Luis Bush, e d., AD 2000 and Beyond Handbook, 3rd e d. (Colorado Springs: AD 2000 and Be yond Move me nt, 1993), frontispicio.
4. La dire cción de Fe llowship of Faith para Amé rica de l Norte e s: P.O. Box 65214, Toronto, Ontario, Canada M4K 3Z2. Algunos me se s se
publica un bole tín de oración con las ne ce sidade s de l mundo musulmán.
5. Si de se a le e r re latos similare s, consulte mi capítulo e n e l libro e ditado por J. Dudle y Woodbe rry, Muslims and Christians on the Emmaus Road
(Monrovia, Calif.: Missions Advance d Re se arch and Communications Ce nte r, 1989), pp. 323–336.
6. The Glorious Qur‘an, Text and Explanatory Translation, by Mohamme d Marmaduke Pickthall (Me cca, Saudi Arabia: The Muslim World Le ague ,
1977), pp. 689–690.
7. The Pearl of Great Price, Writings of Joseph Smith, se cc. 2, vv. 29–54.
8. J. Isamu Yamamoto, The Puppet Master (Downe rs Grove , Ill.: Inte rVarsity Pre ss, 1977), p. 16.
9. Sultan Mohamme d Paul, Why I Became A Christian (Bombay, India: Gospe l Book House , n.d.).
10. Ge orge Otis Jr., The Last of the Giants (Tarrytown, N.Y.: Chose n Books, Fle ming Re ve ll, 1991).
11. Bush.
12. Bush.
13. Jonathan Edwards, A Humble Attempt to Promote Explicit Agreement and Visible Union of God’s People in Extraordinary Prayer for the Revival of
Religion and the Advancement of Christ’s Kingdom on Earth (Ne w York, 1844).
LA ORACIÓN Y LA ADORACIÓN: LAS HERRAMIENTAS PARA
RESPONDER AL ISLAM
por John Haines

De todas las herramientas útiles para dar testimonio de la fe al vecino musulmán, existe una que es fundamental.
Y creo que cualquier persona que testifica a musulmanes estará de acuerdo con lo que vuelvo a descubrir una y otra
vez. La herramienta más necesaria es la oración.
Imagínese que está construyendo un objeto hecho de madera en bruto. Usted trabaja desde un plan preconcebido
(un diseño) porque quiere entrar en la mente del diseñador. En nuestro caso, el diseñador es nuestro Padre en el cielo.
Dios dirige el aspecto final de nuestro trabajo en las personas que nos pone en el camino, y trabajamos con ellos
mediante la habilidad que nos da su Espíritu. Sin embargo, Dios también diseñó las herramientas individuales para
el proceso de construcción. Estos son los principios para la evangelización establecidos en la Biblia.
En la oración, descubrimos el plan maestro y el método. Todas las otras herramientas dependen del uso eficaz de
este instrumento fundamental. Sin la oración, solo tendremos un comienzo a medias.

EL CONCEPTO DE ADORACIÓN DEL ISLAM


En el corazón de la oración, encontramos la doctrina bíblica de la adoración. Nos inclinamos ante nuestro gran y
santo Dios, nuestro Padre. Nos presentamos delante de Dios en nombre de un amigo musulmán. Y entonces, le
hablamos. Sin embargo, los diferentes conceptos de adoración del Islam y del Cristianismo pondrán en riesgo, casi al
instante, el diálogo.
El credo musulmán es esencial para todo lo que un musulmán cree. El credo declara: “Yo testifico que no hay dios
sino solo Alá y que Muhammad es el Enviado de Dios”. Aquí, como en otras partes del Corán, los nombres de Dios y
de Muhammad aparecen uno al lado del otro. Ningún otro profeta recibe tal honor en el Islam. Sin embargo, nuestro
amigo afirma que cree en la igualdad de todos los profetas ante Dios. Esta relación del nombre de Muhammad con el
de Dios es frecuente en el Corán.1 En la práctica del Islam popular, el uso del Credo puede poner al musulmán al
borde de la elusión, lo que significa la asociación de otros con el único Dios.
PARAÍSO E INFIERNO
El Corán exige que las personas crean en Dios. Dios será
el juez y él promete el paraíso o el infierno. La justicia y
la obediencia son el camino hacia el jardín del paraíso.
Qui enes , en ca mbi o, crea n y obren bi en… No deja remos de
remunera r a qui enes s e conduzca n bi en. Pa ra es os s erá n l os
ja rdi nes del Edén, por cuyos ba jos fl uyen a rroyos . Se l es
a dorna rá a l l í con bra za l etes de oro, s e l es ves ti rá de s a tén y
broca do verdes , es ta rá n a l l í recl i na dos en di va nes . ¡Qué
a gra da bl e recompens a y qué bel l o l uga r de des ca ns o! (s ura
18.30-31).
El paraíso es un lugar que ofrece delicias físicas y
sensuales, mientras que el infierno es un lugar de fuego
y tortura.
En ca mbi o, l os s i ervos es cogi dos de Al á tendrá n [en el má s
a l l á ] un s us tento conoci do: l os frutos [de s u vi da en l a ti erra ].
Y s erá n honra dos en l os ja rdi nes de l a del i ci a , [recos ta dos ]
en l echos , unos enfrente de otros , ha ci éndos e ci rcul a r entre
el l os una copa [con una bebi da ] de a gua vi va , cl a ra , del i ci a
de l os bebedores , que no a turdi rá ni s e a gota rá . Tendrá n
[junto a el l os ] a l a s de reca ta do mi ra r, de gra ndes ojos , como
huevos [de a ves truz] bi en gua rda dos (s ura 37.40-49).
Tendrá n en él toda cl a s e de fruta s y perdón de s u Señor.
¿Será n como qui enes es tá n en el fuego por toda l a eterni da d,
a l os que s e da de beber un a gua muy ca l i ente que l es roe l a s
entra ña s ? (s ura 47.15b).
Pa ra l os i nfi el es hemos prepa ra do ca dena s , a rgol l a s y fuego
de gehena (s ura 76.4).
En el Corán, no hay ninguna disposición para el
arrepentimiento en el lecho de muerte.
Que no es pere perdón qui en s i gue obra ndo ma l ha s ta que, en
el a rtícul o de l a muerte [vi endo próxi ma s u muerte], di ce:
“Ahora me a rrepi ento”. Ni ta mpoco qui enes mueren s i endo
i nfi el es . A és tos l es hemos prepa ra do un ca s ti go dol oros o
(s ura 4.18).
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org.

EL CONCEPTO BÍBLICO DE ADORACIÓN


Por lo tanto, debemos pensar seriamente en la naturaleza de la adoración. ¿Cuáles son las implicaciones de nuestro
concepto de adoración? ¿O de la práctica de adoración del vecino musulmán? Desde el principio de la historia, Dios
quiso que nosotros adoráramos a él y a su Hijo, Jesucristo. Juan fue el gran apóstol de la deidad de Cristo. Él nos
muestra la deidad de Jesús con toda claridad en el punto culminante de sus escritos, el libro de Apocalipsis. En
Apocalipsis 4, se nos dirige hacia el Dios eterno, sentado en su trono. Allí, se le rinde adoración. La escena cambia de
pronto en el capítulo 5. Ahora el Cordero, Jesús, está en el centro del escenario. Él también recibe adoración (Ap. 5:12-
14). Todas las capacidades y los logros de la humanidad se han de derramar como el ungüento de María a los pies de
Jesús. De repente, en el flujo de la estructura de la oración en griego una palabra se destaca: “digno” (axion). Jesús es
digno. ¿Por qué? “Porque tú fuiste inmolado” (5:9). Ningún otro profeta puede decir lo mismo. Nuestro Señor
Jesucristo merece las siete ofrendas que se describen en el versículo 12: él recibe “el poder, las riquezas, la sabiduría, la
fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza”. A medida que crecemos en la adoración a Cristo y, día a día, le llevamos
este tipo de ofrendas a sus pies, nos ponemos la armadura espiritual para el ministerio. El corazón se centra en Cristo
en adoración. Y, entonces, pasamos a la acción en oración.
¿Cuál es el objetivo en esta oración? Hemos visto que Cristo no está en el centro de la visión del vecino musulmán.
Cristo se convertirá en ese importante punto central espiritual solo cuando el musulmán centre su adoración en él.
Esto es porque el Señor Jesús, como el Cordero de Dios, es el único digno de recibirla. Nosotros, como testigos, nos
acercamos a Dios en adoración e intercesión. Entonces, el Espíritu de Dios quebranta la tierra sólida del corazón de
nuestro amigo.

LA ADORACIÓN Y LA ORACIÓN: NUESTRA PROTECCIÓN


Un verano, un equipo de jóvenes se reunió para prepararse para alcanzar a los tantos musulmanes que había en una
gran ciudad. Todas las mañanas, nuestro objetivo era vestirnos de la armadura para la batalla espiritual por medio de
un tiempo de estudio de la Biblia y de oración. Sin embargo, empecé a darme cuenta de que estábamos cayendo en
una rutina muy predecible. El tiempo de estudio bíblico siempre ocupaba el tiempo asignado o se extendía. Poco a
poco le fuimos quitando tiempo al momento de adoración y de intercesión.

Sin embargo, la premisa “perseveren en toda oración” es la última arma en la lista de Efesios 6:10-18 (NVI). Ahora
observe la gran comisión. En el evangelio de Mateo, está precedida por un momento de adoración espontánea guiada
por el Espíritu (Mt. 28:17). ¿Cómo pudimos pasar por alto este punto? Aun así, lo hicimos, y lo hacemos. La oración
también una herramienta esencial para restaurar las paredes de adoración que están derribadas en nuestra vida.
Durante los ocho años que mi esposa y yo pasamos en Grenoble, Francia, fui el único hombre de origen no francés
entre los ancianos de la iglesia. Muchas veces llegábamos a las reuniones de oración del lunes por la noche, cargados
con alguna preocupación diaria. A veces, éramos conscientes de una diferencia de opinión. Sin embargo, nunca hubo
una grieta abierta y duradera en la unidad. El motivo principal es que el Espíritu Santo nos había atraído a Cristo y
unos a otros en nuestra adoración a él. El tiempo de apertura de adoración a Cristo muy a menudo nos fundía en un
mismo sentir.

LA ADORACIÓN: EL GUARDIA DE LA CENTRALIDAD DE CRISTO


Los diversos equipos de ministerios musulmanes en Europa y en otras partes nos permiten tener un tiempo adecuado
para la adoración. Al hacerlo, protegemos la centralidad de Cristo en la vida y en el testimonio. Luego de declarar
que el Cordero es digno, el apóstol Juan expone en detalle en siete palabras lo que significa: “El Cordero que fue
inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza” (Ap.
5:12).
Cuando esperamos ante el Padre Celestial en adoración, a menudo somos llevados a la acción. Por ejemplo, quizás
comenzamos a tomar conciencia de que no estamos usando nuestras riquezas de manera correcta. Tal vez nuestra
actitud hacia otra persona no ha estado honrando al Señor. Dios puede darnos una nueva sabiduría para desarrollar
una relación con un amigo musulmán.
La adoración abre puertas espirituales. Aprende de nuevo a adorar a Jesús, el Hijo de Dios. Esta adoración,
inevitablemente, alcanzará a los musulmanes a quienes Dios, en su providencia, ha puesto ante su puerta.
Ahora quiero enfatizar tres aspectos de esta vasta doctrina bíblica de la oración que encontré pertinente para mi
propio ministerio de evangelizar a través de una amistad.

EL CONFLICTO DE LA ORACIÓN
¿Alguna vez tuvo esta experiencia? Acaba de llegar al lugar de oración. Se anticipa a comenzar un tiempo de
comunión con el Señor. De repente, se acuerda de una pequeña tarea que debe terminar. O una voz interior
persistente le recuerda de algo que usted debe anotar antes de se le olvide. Antes que se dé cuenta, su mente comenzó
a divagar. Y, de pronto, observa que ha estado vagando sin rumbo por algún rincón del pensamiento. Todos, a diario,
tenemos experiencias como esta. ¿Por qué?
La respuesta está en Efesios 6. Pablo describe una gran batalla que se libra entre nosotros y una gran multitud
satánica de “huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (v. 12). La victoria en la lucha consiste en tomar
las armas provistas para nosotros. Asimismo, debemos “[orar] en el Espíritu en todo momento, con peticiones y
ruegos” (v. 18, NVI). Cuando usted comienza a interceder, la distracción que experimenta es un asalto deliberado por
parte del enemigo.
¡La oración lleva en sí conflicto! Cuán fácil será ceder en sus avances contra la fortaleza que Satanás ha levantado en
el corazón de un amigo musulmán. Las muchas buenas actividades competirán con la herramienta más importante:
la oración. El Señor Jesucristo debe hacer de cada uno de nosotros un “buen soldado” en la incesante lucha diaria. Y
entonces, llegamos a ser como Pablo, quien dijo: “Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros”
(Col. 2:1).

EL MINISTERIO DE LA ORACIÓN
¿Acaso cada uno de nosotros no desea ser de alguna utilidad práctica para el Señor? No obstante, nos preguntamos
si nuestras oraciones son realmente importantes. ¿De verdad usted siente que el tiempo que pasa delante del trono de
Dios es un ministerio?
Quizás recuerde a Epafras, un conocido de Pablo. Pablo dijo que Epafras estaba “siempre luchando en oración” y
“se preocupaba” por la iglesia de Colosas (Col. 4:12-13, NVI). Él tenía una carga especial por los creyentes de esta
pequeña ciudad decadente en Asia Menor, por lo que trabajó con fervor en oración por ellos. ¿Dónde estaba Pablo en
ese momento? ¿En una oficina cómoda? No, él y Epafras eran prisioneros en una cárcel romana. Esas circunstancias
limitadas, ¿les impidieron llevar a cabo un ministerio con los colosenses? No. De hecho, los siervos de Dios tenían una
tarea muy importante y real que hacer entre ellos desde la celda de aquella prisión: “no hemos dejado de orar por
ustedes. Pedimos a Dios que los llene” (Col. 1:9, PDPT). Pablo y Epafras llevaron a cabo fielmente un ministerio
sólido y duradero a través de la oración y vieron una gran obra de Dios cumplida.
William Carey una vez habló de su campo en la India como una mina de oro espiritual en donde planeaba cavar.
No obstante, se apresuró a añadir: “Ustedes deben sostener las cuerdas en su casa”. Su testimonio a un amigo
musulmán es como cavar buscando oro o un tesoro perdido. Aun así, debe comenzar con la oración. La oración es un
ministerio verdadero, no obstante, puede ser invisible a quienes lo rodean. Sin duda, no es ni una pérdida de tiempo
ni un ejercicio en vano.

LA RECOMPENSA DE LA ORACIÓN
Con frecuencia somos tentados a pensar que no vale la pena pasar tiempo en oración. Tenemos tantas otras
exigencias. Sin embargo, nuestro gran sumo Sacerdote nos da beneficios a medida que nos acercamos a Dios por
medio de él. Uno de ellos es el deleite absoluto de ver a Dios responder nuestras oraciones en verdad. Varios días antes
de navegar por primera vez hacia Casablanca en 1964, mi esposa y yo estábamos leyendo juntos el devocional diario
Daily Light (para el 16 de abril). Vimos tres fantásticas ilustraciones del Antiguo Testamento en respuesta a la
oración. Me detendré por un momento para considerar a Jabes, a Salomón y a Asa.
Jabes oró y Dios le concedió la protección de sus enemigos y extender su porción en la tierra prometida. Salomón
oró y Dios le respondió de modo que nadie pudo igualarlo en sabiduría en la historia de la humanidad. Asa oró y
Dios destruyó un poderoso ejército etíope delante de él. ¡Hablando de respuestas! A veces nuestras oraciones parecen
bastante débiles y sin fe. Y, entonces, es una grata sorpresa para nosotros cuando, en varias ocasiones, Dios nos
permite verlo responder en forma específica. Tal vez Dios sonría ante la baja estima que tenemos de nosotros
mismos… y de él.
No existe ningún evangelismo que pueda progresar contra la gran fortaleza del Islam sin la visión celestial que nos
proporciona la adoración y la oración. Esto es cierto en especial al referirnos al conflicto espiritual que sucede en la
vida de nuestros vecinos musulmanes. Si Cristo no ocupa el lugar correcto, se produce un vacío en lo profundo del
ser. Alguna otra persona o cosa se apresurará a llenarlo.
La primera herramienta esencial es examinar el corazón del Diseñador. Descubrimos lo que está en el corazón de
nuestro Padre Celestial por medio de la oración. Volvemos a comenzar un ministerio de oración por los demás.
Recuerde que el ministerio que Dios le ha dado en la oración es auténtico. Es tan real como el ministerio que le
concede cuando está de pie, hablando con un amigo musulmán.

Final de las lecturas claves de la Lección 12. Ver Aprende Más.

NOTA FINAL
1. Por e je mplo, e n la sura 9 e ncontramos a me nudo la e xpre sión Allah wa rasulihi, “Dios y su Profe ta”, e s de cir, Muhammad.
¿QUÉ SE NECESITA PARA GANAR A LOS MUSULMANES?
por Patrick O. Cate

Hace poco más de un siglo (1890), Samuel Zwemer comenzó su obra entre los musulmanes en el Medio Oriente,
cuando quizás había unos 300 millones de musulmanes en todo el mundo. Trabajó en la causa de la evangelización
musulmana por más de cincuenta años y esperaba de lleno ver la caída del Islam, pero eso no sucedió. Después de la
Guerra del Golfo, algunas otras personas predijeron un colapso repentino. No obstante, no se ha producido dicho
desmoronamiento. Antes bien, en la actualidad, existen casi mil millones de musulmanes y la religión continúa
prosperando.
Después de estas decepciones, ¿qué se necesita en definitiva para ganar a los musulmanes? Más oración persistente,
sin duda, pero también más de la clase correcta de misioneros y nuevas acciones y un mayor compromiso con la
evangelización entre los musulmanes en medio de la iglesia occidental y de las agencias misioneras.

UN ANÁLISIS DE NUESTRAS PRIORIDADES


Una de las razones básicas por la que los musulmanes no han llegado a la fe en Cristo es que no han oído hablar de
Cristo y, una de las razones básicas por la que no han oído hablar de Cristo es que los misioneros no han ido a
hablarles de Cristo. Una de las razones básicas por la que los misioneros no han ido a hablarles de Cristo es que la
iglesia no ha orado con seriedad al Señor de la mies para que envíe obreros hacia los campos musulmanes. Los
musulmanes, que representan uno de cada cinco personas en el mundo, ¿figuran en la lista de oración diaria?
Es evidente que algunas personas automáticamente piensan en todos los obstáculos para la evangelización
musulmana, en especial, aquellos obstáculos políticos, como la imposibilidad de obtener visas para trabajar en países
donde prevalece el Islam. Sin embargo, en los países donde los musulmanes son una minoría, es sencillo obtener y
mantener una visa. Y usted puede trabajar con estos musulmanes el cien por ciento del tiempo. No tiene que usar un
empleo como hacedor de tiendas que limita el tiempo para evangelizar. A veces, estas minorías musulmanas son más
sensibles a Cristo que lo que son en su país de origen, así que tenemos que pensar más seriamente en alcanzar a
musulmanes desplazados o inmigrantes.
Las agencias misioneras, asimismo, deben pensar en desarrollar nuevos ministerios en los países donde los
musulmanes representan la mayoría de la población. Algunas agencias trabajan en esos países, pero no están
haciendo nada para alcanzar a los musulmanes. Se ocupan de alcanzar a cristianos profesantes o a otras minorías, a
las “personas más fáciles”. Nunca conoceremos algunas puertas, a menos que las golpeemos, las sacudamos o las
pateemos un poco. Siempre debemos empujar puertas para ver qué sucederá. A veces, después de años de
empujarlas, se abren.
Tenemos obreros entre los musulmanes que hace poco tuvieron que abandonar su país después de veintitrés años.
En los primeros quince años no vieron ni un musulmán llegar a la fe en Cristo. Sin embargo, no se dieron por
vencidos, ya que fueron llamados por Dios a ser fieles. Entre esos 15 años y 23 años de trabajo, cientos de
musulmanes tomaron decisión por Cristo. En la actualidad, 4.500 personas en ese necesitado país musulmán realizan
cursos bíblicos por correspondencia a causa de su ministerio. Se plantó una iglesia con liderazgo autóctono
compuesta por musulmanes convertidos. ¿Qué habría pasado si los obreros hubieran dejado el campo antes? Para
ver la cosecha, se necesitará oración, sacudir algunas puertas, perseverancia y confiar en Dios.

LA PARTICIPACIÓN DE OBREROS A LARGO PLAZO


Las agencias misioneras que se centran en las tierras musulmanas deben encontrar la manera de captar una nueva
generación de reclutas misioneros para trabajar en países donde las respuestas rápidas y sencillas no ocurren. Estas
personas existen. En las visitas a iglesias y a escuelas encontré algunos que creen que la norma de Dios es la fidelidad,
no los resultados inmediatos. Aquellos que reclutan misioneros deben preguntarse qué se necesita para que los
obreros tengan el compromiso a largo plazo indispensable para alcanzar a los musulmanes. ¿Qué se necesita para
que los obreros tengan la actitud de entregar sus vidas hasta el fin en el campo misionero, si Dios lo permitiera?
Una de las claves para alcanzar a los musulmanes son las relaciones. Se necesita tiempo para desarrollar relaciones
y visitas repetidas. Por otro lado, debemos tener cuidado de no solo desarrollar amistades y nunca compartir a Cristo.
Asimismo, debemos reconocer que algunas personas con habilidades para hacer tiendas tienden a ir solo con un
compromiso de tres a cinco años. A veces, por desgracia, están más interesados en el desarrollo profesional que en
usar sus habilidades para penetrar en la cultura y en el país con el evangelio. A veces, su deseo de lograr seguridad en
la carrera y desarrollo profesional puede hacerlos demasiados tímidos para testificar. El hacedor de tiendas debe estar
capacitado en cómo compartir el evangelio entre los musulmanes, en fundamentos bíblicos y teológicos y en la ética
de la fabricación de tiendas.

CÓMO ENFRENTAR OTROS RETOS


Debemos motivar a la oración, no solo por los musulmanes, para que puedan creer y por más obreros, sino también
por la libertad de culto y los derechos humanos. Las agencias misioneras y las iglesias podrían proponer días de
ayuno y oración por el mundo musulmán.
Uno de los retos en el mundo musulmán es que lo bueno suele ser enemigo de lo mejor. Es tan fácil pasar el tiempo
haciendo cosas buenas. Esto evidentemente es cierto en cualquier lugar pero parece intensificarse en el mundo
musulmán. Podemos entregarnos a la mecánica de la vida, al trabajo, a las responsabilidades del equipo, a la tarea
burocrática misionera y, en realidad, terminar no cubriendo muchas horas, sea en el estudio del idioma durante los
primeros años o en el ministerio a los musulmanes después.
Necesitamos rendir cuentas. ¿Qué nivel hemos logrado en el dominio del idioma? ¿Cuántas horas a la semana lo
estudiamos durante los primeros años? Después de eso, ¿cuántas horas a la semana pasamos con los musulmanes?
¿Cuál es la calidad de nuestras relaciones y de compartir de Cristo con los musulmanes?

CÓMO MOTIVAR A UN AMIGO


MUSULMÁN A PONER SU CONFIANZA
EN JESUCRISTO
Queremos que nuestros amigos musulmanes depositen
la fe en Jesucristo y sabemos que solo Dios puede llevar
a cabo esa decisión, pero ¿cuál es nuestra parte en todo
esto? Motivamos, oramos, contestamos preguntas,
hasta los persuadimos con gentileza y los animamos a
decidir, pero, finalmente, confiamos en Jesucristo y
encomendamos a nuestros amigos en sus manos. La
confianza en Cristo y en su voluntad soberana nos libera
para ser amigos pacientes constructivos.
• ¡Ore! Dios puede cambiar el rumbo de un corazón.
• Comparta cómo Dios lo está cambiando.
• Ore con ellos por sus necesidades.
• Anímelos a orar con usted por sus necesidades.
• Escuche sus preguntas con atención.
• Ore para que Dios le dé las respuestas acertadas.
• Anímelos a leer la Biblia.
• Ore para que Dios les permita comprender su Palabra.
• Reclame con paciencia las promesas de Dios de la
gracia y de la misericordia.
• Ore para que Dios les permita recibir el regalo de la
vida nueva por medio de Cristo.
Muchas veces somos aprensivos en preguntar a
nuestros amigos si quieren creer en Jesús. Quizás
tememos que lo rechacen y que rechacen también
nuestra amistad, por lo que, en repetidas ocasiones,
postergamos la pregunta para otro momento. Como
resultado de ello, presentamos a Cristo, compartimos el
evangelio, damos testimonio, pero descuidamos ofrecer
el regalo del evangelio y pedirles que lo acepten. A
pesar de nuestra incomodidad y miedo, nosotros, que
hemos experimentado la paz en Cristo podemos invitar a
otros a creer: confiando en la incitación del Espíritu
Santo, pregúntele: “¿Quieres aceptar a Jesucristo como
tu Señor y Salvador?”
Fuente: Descubriendo el Mundo del Islam.

UNA COMPRENSIÓN DE LA MENTE DE LOS MUSULMANES


Hay otra trampa que debemos evitar: siempre estudiar el Islam y nunca evangelizar a los musulmanes. De verdad se
puede decir que el Islam es la religión más estudiada y menos evangelizada. Es fenomenal la cantidad de libros sobre
cómo entender el Islam. Mucho se ha dicho y escrito para ayudarnos a comprender la mente musulmana, pero
debemos tener cuidado, no sea que nos limitemos a ser eruditos y separemos la erudición de la gran comisión.
Por otro lado, antes de ir y mientras están de licencia, las personas tienen que refinar sus habilidades bíblicas,
teológicas y ministeriales y, en ocasiones, sus habilidades seculares también. En su libro, America, Oil and the Islamic
Mind1 , Michael Youssef afirma: “La crisis es el abismo entre nuestras formas de pensar”. Si nos vamos a dedicar a
comprender mejor la mente musulmana, será de gran ayuda al compartir de Cristo con los musulmanes. Esto
significa no solo entender el Islam clásico, sino también el animismo, ya que cada musulmán es, hasta cierto grado,
animista. El animismo ha influido en toda la esencia del Islam.
A medida que crecemos en nuestra comprensión del Islam, aprendemos que es bastante pluralista, con diferentes
matices de creencias religiosas y políticas. Por ejemplo, muchos musulmanes están en contra el fundamentalismo
islámico y de la ley Sharia.
Es triste, pero una de las razones por la que más musulmanes no responden al evangelio es que algunos misioneros
no han aprendido la mente musulmana en verdad. Tal vez leyeron uno o dos libros o hicieron un curso sobre el
Islam, pero eso no es suficiente.

ENVÍE LO MEJOR
Un obrero que pasó su vida en el mundo musulmán y que ha alimentado y guiado a más de doscientos misioneros
para trabajar entre los musulmanes, hizo una observación interesante. Dijo que, a pesar de que tenemos muchos más
obreros que en los días de Zwemer y los otros pioneros, en términos de calidad, Zwemer y compañía nos superan. En
la actualidad, sostiene, no tenemos personas como Temple Gairdner (1873-1928, Church Missionary Society, El
Cairo) o como Samuel Zwemer, que combinaron su agudo ingenio con el amor por las personas y la pasión por Dios.
Él sugirió que, por lo general, ignoramos algunas de las mejores fuentes de candidatos y dijo que deberíamos
reclutar alumnos cristianos en Harvard, en Yale, en Princeton, en la Universidad de Chicago, en la Universidad de
California en Berkeley y demás. Algunos piensan que también deberíamos alistar más personas en los seminarios,
porque no solo necesitamos mentes agudas, sino que necesitamos obreros que puedan manejar algunas de las
cuestiones teológicas que separan a los mil millones de musulmanes de la fe en Cristo. Algunos estudiantes del
seminario poseen títulos seculares y antecedentes profesionales seculares. Tenemos que animar a estas personas a
buscar oportunidades en los países musulmanes.

CÓMO CONTROLAR EL DESÁNIMO


¿Qué le parece un exhibición de poder sobrenatural para ganar a los musulmanes? Para muchos evangélicos, es
sorprendente enterarse de que un gran porcentaje de musulmanes convertidos tuvieron un sueño en el que Cristo se
les apareció y le dijo algo como: “Yo soy el Camino”, o “Sígueme”. Esto los ha llevado a encontrar un cristiano o una
Biblia, y aprendieron más de Jesús y a poner su fe en él.
Sin embargo, debemos advertir en contra de la idea de entrar a las zonas musulmanas con la expectativa de que
ver milagros a derecha e izquierda. Gracias a Dios por los milagros que hemos visto y oído, pero algunos obreros,
luego de cuatro o cinco años, abandonaron el campo desanimados porque no veían milagros, no pudieron levantar a
nadie de la tumba, ni ver a nadie recibir sanidad. Pensaron que no tenían una relación correcta con Dios, que no
estaban bien dotados o que no tenían el llamado y, por lo tanto, renunciaron.
Los misioneros a los musulmanes tienen que creer que el evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que
cree (Ro. 1:16). Su fe no debe descansar en la capacidad para obrar milagros ni sanidad. Ser llenos del Espíritu Santo
no equivale a eso. Cristo crucificado es poder de Dios (1 Co. 1:22-24).
TESTIGOS FIELES
En un viaje a Pakistán, Tom White, el director de La voz
de los mártires, se encontró con un señor mayor quien,
en voz baja, casi en tono de disculpa, compartió este
testimonio:
Toda s l a s ma ña na s me s ubo a un a utobús en l a ci uda d.
Cua ndo el a utobús s e pone en movi mi ento, ca mi no por el
pa s i l l o y repa rto fol l etos eva ngel ís ti cos . Es tos conti enen el
s i mpl e mens a je de Jes ús , nues tro Sa l va dor, qui én es y por
qué vi no. La s pers ona s s enta da s en el a utobús no ti enen
na da que ha cer. Mucha s l o l een. A veces , l os hombres
mus ul ma nes me gol pea n. Por l o genera l , pa ra es e momento,
ya termi né de repa rti r y es toy cerca de l a puerta de a trá s . Me
ha cen el gra n fa vor de ti ra rme por l a puerta . Puede que
s a ngre, pero tengo un pa ñuel o. As í que encuentro a otro
a utobús y vuel vo a empeza r.
Los valientes miembros de la iglesia perseguida
(cristianos que arriesgan sus vidas por compartir su fe)
no tienen que evangelizar. Eligen testificar.
Fuente: www.cmmequip.org.

¿DEBEMOS REVIVIR LA IGLESIA HISTÓRICA?


A través de la mayor parte del mundo musulmán existen iglesias históricas, no compuestas por musulmanes
convertidos, como, por ejemplo, iglesias católicas romanas, iglesias griegas ortodoxas, armenias, asirias y coptas.
Algunos son de origen hindú. Se podría argumentar que, en los últimos dos siglos, una mayoría de misioneros que
fueron a evangelizar al mundo musulmán dedicaron la mayor parte del tiempo evangelizando y discipulando a
personas de estas iglesias históricas. Si se los compara con los musulmanes, son más fáciles de alcanzar y más
receptivos. Sin embargo, corremos el peligro de invertir todo el tiempo intentando revivir estas iglesias e ignorar al
pueblo musulmán.
Por otro lado, en algunas iglesias nacionales, existe una pequeña minoría de personas que cumplen una tarea en la
misión de evangelizar a los musulmanes. Hay mucho que aprender de ellos. Deberíamos escucharlos, trabajar con
ellos e invitarlos a hablar en reuniones misioneras semanales, en reuniones mensuales y en conferencias anuales. No
podemos tener una actitud de saberlo todo, sino que debemos acercarnos como aprendices.
Por ejemplo, sé de un anciano ciudadano que bautizó alrededor de 200 convertidos musulmanes. Podemos
aprender mucho de gente como él. Un objetivo noble sería encontrar, al menos, una persona prometedora en la
iglesia nacional. Invitemos a esa persona para que nos enseñe la cultura y el idioma, mientras el misionero enseña
cómo hacer evangelismo entre los musulmanes y oremos para que la iglesia capte la visión de hacerlo.

CÓMO UTILIZAR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN PARA PENETRAR EN LA CULTURA


Debemos seguir preguntándonos qué medios de comunicación son más eficaces en el mundo musulmán y en
determinados países. Yo vivía en un vecindario de clase media (cerca de un barrio de clase baja) en el mundo
musulmán y había tres tiendas de video que funcionaban a dos cuadras de nuestra casa. La mayoría de los
musulmanes leen poco, pero pasan horas mirando videos y viendo televisión. Una red de televisión cristiana, que
transmitía desde un satélite, logró penetrar las murallas musulmanas y fue bienvenida por muchos musulmanes
más, una vez que lograron recibir la antena parabólica.
En los últimos años, la película de Jesús fue, probablemente, el medio que Dios usó para conducir a más musulmanes
a la fe en Cristo, más que cualquier otra herramienta de los medios de comunicación. Ha sido traducida a casi todos
los idiomas musulmanes importantes.
Sin embargo, los obreros más capacitados y la última tecnología será en vano a menos que las agencias misioneras
y las iglesias consideren participar en la tarea de alcanzar a los musulmanes. Las agencias y las iglesias deben mirar
el presupuesto y el personal que disponen y preguntarse qué porcentaje dedican a alcanzar a los mil millones de
musulmanes perdidos en todo el mundo. ¿Qué parte de su vida de oración está entregada a pedirle a Dios que abra
el corazón y las puertas cerradas de los musulmanes y que envíe obreros nuevos? Necesitamos examinar nuestras
oraciones, nuestras prioridades y nuestra preparación si queremos ver a los musulmanes ser ganados para Cristo.

NOTA FINAL
Michae l Yousse f, America, Oil, and the Islamic Mind: The Real Crisis Is the Gulf Between Our Ways of Thinking (Grand Rapids: Zonde rvan, 1991),
página no citada.
IBEROAMERICANOS QUE ALCANZAN A MUSULMANES ÁRABES
por Steven Downey

“Si está en África del Norte y se le pide que se presente en la policía, empiece a preparar las maletas. Si tiene
suerte, le darán veinticuatro horas para salir del país. Si no tiene tanta suerte, lo meterán en la cárcel”.
El Rev. Marcos Amado, líder de Partners International, una agencia misionera de América Latina, estaba contando
una historia acerca de Carlos, un obrero de Partners International que había formado un equipo de baloncesto para
personas discapacitadas en un país en África del Norte.
“Se acabó mi tiempo aquí”. Llegó el día cuando Carlos tuvo que presentarse ante el jefe de la policía en la ciudad
capital. El jefe le preguntó si él trabajaba en el país. Carlos dijo que sí. El jefe le preguntó si estaba ayudando a las
personas con discapacidad. Sí, respondió otra vez. El jefe continuó: “Lo llamé aquí porque mi hija ha recibido ayuda
de este programa, y quiero darle las gracias”.
Carlos no podía creerlo. Él había tenido algunos inconvenientes con el permiso de residencia. Al día siguiente, un
policía fue a su casa y le entregó el permiso.
Carlos es uno de los 6.500 iberoamericanos (que se definen como latinoamericanos, portugueses, españoles y
norteamericanos hispanos) que sirven en más de un centenar de países, desde Albania hasta Zimbabue. Sin
embargo, a partir del 11 de septiembre, quizás el lugar más importante donde sirven los misioneros Iberoamericanos
es en países de mayoría musulmana. Algunos también sirven entre grupos étnicos musulmanes en países como la
India, donde el Islam no es la religión principal.

APTO PARA EL MINISTERIO ENTRE MUSULMANES ÁRABES


La afinidad entre iberoamericanos y musulmanes, al menos superficialmente, es natural. Las características raciales
iberoamericanas son más cercanas a las de los árabes que las de los norteamericanos y europeos. Asimismo, desde el
punto de vista cultural, son más parecidos en su manera de percibir el tiempo, el concepto de familia, la importancia
del grupo (en comparación con el individualismo) y la preeminencia de lo espiritual sobre el mundo material.
“No podemos decir que es lo mismo en América Latina que en Jordania o en Túnez, pero, en general, la mayoría
de los latinos están más próximos a las culturas musulmanas árabes que la población occidental”, explica Amado.
El Sr. Hugo Morales, coordinador en colaboración para la capacitación de la Cooperación Misionera
Iberoamericana (COMIBAM), un movimiento que moviliza la obra misionera iberoamericana, cree que también hay
motivos históricos, coloniales y económicos. En el año 711 d. C., los musulmanes de África del Norte comenzaron
una invasión a lo largo del Estrecho de Gibraltar y ocuparon la mayor parte de la Península Ibérica durante más de
siete siglos. Los lazos coloniales de la península se extienden por América Latina. América Latina y África del Norte
están más cerca entre sí en materia de condiciones de vida que las naciones muy ricas de los Estados Unidos y
Europa Occidental. Por último, “los iberoamericanos no tienen el bagaje político de superpotencia como los
ciudadanos estadounidenses”, comenta Morales.
No obstante, Morales se apresura a señalar que, si bien estas similitudes en cierto modo facilitan el ingreso a las
culturas de África del Norte, cuanto más tiempo permanecen los misioneros iberoamericanos, más se dan cuenta de
que los desafíos son casi tan grandes como los que enfrenta cualquier misionero: aprender el idioma, entender los
surcos culturales, enfrentar la hostilidad, educar a los niños, y demás.
Fue en parte este descubrimiento lo que llevó a Partners International (PMI, por sus siglas en inglés) a desarrollar
capacitaciones con inmersión intercultural. “Yo mismo hice esta capacitación”, cuenta Amado. “Son cinco meses en
que la persona irá a un país a trabajar, a vivir con familias musulmanas autóctonas, a viajar solo y a estudiar el
idioma cuatro o cinco horas al día. Es difícil, pero al final vale la pena. Algunos misioneros me preguntaron cómo
había aprendido tanto después de solo cinco meses en el país. Pocos de ellos nunca habían tomado un taxi ni un
autobús ni viajado por allí”.
La capacitación intensiva vale la pena. En promedio, el 50 % de los misioneros iberoamericanos permanecen más de
tres años; en los misioneros del PMI, es el 90 %. En 1999, Amado encabezó la formación del primer Instituto
Iberoamericano de Estudios Islámicos, un programa que une a dieciocho organizaciones misioneras para capacitar a
los misioneros de habla española.
LAS RAÍCES DE LAS MISIONES IBEROAMERICANAS
Las raíces del movimiento que transformó a América Latina de un campo de misión en una fuerza misionera se
remontan a la COMIBAM de 1987. Este movimiento sigue siendo fundamental en la movilización de las iglesias
iberoamericanas para la misión mundial. En la actualidad, la mayoría de sus recursos provienen de Iberoamérica. En
1996, había 3.900 misioneros iberoamericanos; hoy hay 6.500. Según Ted Limpic de OC International, quinientos de
ellos trabajan en el mundo musulmán, noventa y dos entre hindúes y ochenta y siete en los países budistas.
Debido a que la mayoría de los países de mayoría musulmana prohíbe la obra misionera, el ministerio de hacer
tiendas resulta la mejor opción. El tipo de trabajo que un misionero realiza determina el grupo de personas entre las
que ministrará. “Un buen ejemplo es un obrero de Partners International, ingeniero de profesión, que diseña sistemas
de purificación de agua para las comunidades necesitadas”, dice Amado. “Esto lo pone en contacto con personas de
diversos niveles sociales, principalmente con los necesitados, y le da una oportunidad de compartir su fe”.
Partners International reconoce que, para hacer el ministerio en países más pobres, uno debe tener un compromiso
con el testimonio integral. No obstante, Amado explica: “Nosotros no estamos involucrados en proyectos de
desarrollo comunitario únicamente porque nos dan la oportunidad de entrar a los países musulmanes. Participamos
en ellos porque creemos que es parte de nuestra misión como cristianos. Y, al mismo tiempo, hablamos de Cristo”.
Los proyectos integrales de PMI, como los centros comunitarios de extensión, los pozos de agua y la formación
profesional, son financiados por Partners International, entre otros. Partners International levanta el sustento de los
obreros en América Latina, lo que, según Amado, es un desafío cada vez más grande. “Las economías
latinoamericanas son muy inestables. Los argentinos atraviesan un tiempo de crisis y la economía brasileña no es
buena. Las iglesias hacen un esfuerzo extra, pero es difícil mantenerse al día con la devaluación del 450 %”, sostiene
Amado. Hace poco vendió su automóvil para poder llegar a fin de mes.
A pesar de los desafíos económicos y espirituales, el movimiento misionero entre iberoamericanos es saludable. PMI
envió equipos a más países de África del Norte, Asia Central, África subsahariana y la India, y espera comenzar la
obra en Pakistán y en Níger.
Morales apunta a una nueva tendencia: los iberoamericanos están escuchando el llamado de Dios a la India, en
especial a los dalits (intocables).
“Como un continente que ha conocido la pobreza y la opresión de un sistema de clases tácito, somos capaces de
identificarnos con ellos y de brindar un mensaje acorde con la difícil situación material y espiritual de los dalits. Los
iberoamericanos están despertando a la realidad de hacer misiones en los lugares difíciles del mundo”.
HOSPITALIDAD
Unos rostros sonrientes me saludaron durante mi paseo
matinal hacia el bosque de palmeras… eran los rostros
de las mujeres beduinas de esta aldea en el desierto, en
un país pobre de África. Una señora, apoyándose en el
azadón, me saludó desde el jardín y hablamos del clima
mientras el fresco de la mañana aumentaba. Cada una
de nosotras llevaba puesto un malahfa, un poco más de
siete metros de algodón envuelto de la cabeza a los
pies, que ofrece poca protección del calor. Sintiéndome
culpable, me di cuenta de que, al detenerme a
conversar, la había obligado a invitarme a entrar a su
tienda. Me recosté sobre las alfombras y los cojines, y
hablamos mientras ella preparaba un poco de zrig, una
bebida especial a base de una costosa leche en lata en
vez de yogur, mezclada con agua tibia y azúcar, que se
sirve de una jarra de piel de cabra.
Muchas culturas musulmanas tienen en alta estima
aquellos actos de bondad, de hospitalidad y de
generosidad. Una visita a un hogar musulmán es
inolvidable: se trata al huésped como una realeza y se le
da lo mejor que la familia puede ofrecer. Quienes
entablan una amistad con los musulmanes reciben
muchos de estos ejemplos de hospitalidad, además de
oportunidades para practicar la reciprocidad.
Las mujeres invitadas deben actuar con modestia,
observando e imitando cómo se comportan las otras
mujeres en el hogar. (Ver “La Hijab” en la pág. 89). No
se nos escuchará ni tampoco se nos invitará a hogares
musulmanes, si, debido a nuestra forma de vestir o a
una interacción inadecuada con los hombres, nos
consideran mujeres no dignas de confianza.
Fuente: Annee W. Rose, www.frontiers.org.
CÓMO SUPERAR UN MILENIO DE ODIO
por Luis Bush

Mina nació en una familia judía religiosa en Israel. Sus padres nunca permitieron que el nombre de Jesús se
mencionara en su casa, y le enseñaron que los árabes quieren hacerles daño a los judíos y que no son confiables.
Al cumplir veinte años, Mina pasó un año viajando en Sud África. Cerca del final del viaje, entregó su vida a
Jesucristo. Al regresar a su casa en Haifa, fue guiada a unirse a la asamblea Carmel Assembly, donde creció en el
Señor.
Ocho años más tarde, consiguió trabajo como vendedora de cosméticos puerta a puerta, lo cual incluía muchos
hogares árabes. Para su sorpresa, muchas árabes la recibieron e, incluso, hizo nuevas amigas. Sin embargo, no
sucedió lo mismo con las musulmanas que eran militantes de su fe. La desconfianza mutua y el enfrentamiento de
los espíritus, la ponía muy incómoda.
Un día, mientras oraba, le dijo al Señor: “Odio a los musulmanes y no quiero verlos otra vez”. El Señor le dejó en
claro que ella debía amar a todos. “Si quieres que ame a todos”, respondió ella, “te pido que, por el poder del Espíritu
Santo, hagas eso en mí, porque no puedo hacerlo sola”.
Un año más tarde, el Señor la llevó a asistir al instituto Israel College of the Bible en Jerusalén. Un día, mientras
recorría la Antigua Ciudad, sucedió algo asombroso. Escuchó a un comerciante musulmán discutiendo con otro
hombre. Se acercó a él y le preguntó por qué gritaba.
Él respondió: “¡Porque él no quiere comprarme!” Le preguntó de nuevo y el comerciante la miró con un enojo
silencioso. En sus ojos, vio todo el odio cultural y religioso que devastaba su patria. El hombre se dio vuelta y se alejó,
gritando: “Algún día, ¡tomaremos su país!”
El lado israelí de Mina retrocedió con miedo, pero, para su gran asombro, se llenó de la compasión y del amor del
Señor por el comerciante enojado. Corrió hacia aquel hombre y, alcanzándolo, le dijo: “No lo odio. ¿Por qué me
habló de esa manera? Fue doloroso”. Cuando el mercader vio la bondad en sus ojos, la ira se desvaneció. “Perdón por
haberla lastimado. Mi nombre es Ibrahim”. Ella se presentó y se ofreció a venir a visitarlo algún día.
Ese día, el Señor había respondido su oración cuando pidió amor por los musulmanes. El amor del Señor había
atravesado generaciones de odio y de desconfianza reprimidos. Los ojos de Ibrahim se abrieron a la luz del amor de
Cristo que brillaba a través de los ojos de una mujer israelí. Y el corazón de Mina se había llenado con el amor divino
por los árabes, entre ellos, los musulmanes.
A través de este encuentro, Mina también vio la respuesta a los problemas que infestan su tierra natal: el gran poder
del amor de Dios. Como Mina misma dice: “La única manera en que los árabes y los judíos pueden estar unidos es a
través de la fe en el Señor Jesucristo. Solo podemos orar para que más y más musulmanes y judíos lleguen a
conocerlo”.
UNA VIUDA MUSULMANA LLEGA
POR DISPOSICIÓN DIVINA
Por G. Johnson
Me pidieron que predicara en una pequeña iglesia. El
culto fue agradable, pero un neumático desinflado
retrasó mi salida. Mientras esperaba el arreglo, una
anciana viuda musulmana con sus dos nietos huérfanos
tímidamente entró a la iglesia. Ella había venido a
buscar a Jesús y me dijo que, la semana anterior, había
tenido dos sueños extraños. En el primero, estaba
orando junto a otros musulmanes y un hombre tenía el
Corán abierto. En la otra orilla de un río, vio unos
cristianos con la Biblia que le hacían señas para que
fuera a escuchar la Palabra de Dios. Quería cruzar el río,
pero los musulmanes le decían que la expulsarían de su
familia y de la sociedad.
Al cruzar el río hacia la otra orilla donde estaban los
cristianos, miró hacia atrás y vio que el Corán se había
puesto totalmente en blanco. Los cristianos
compartieron la Palabra con ella y, cuando los
musulmanes comenzaron a buscarla, encontró seguridad
entre los cristianos.
En el segundo sueño, ella acababa de terminar la
última oración del día y se había quedado dormida,
cuando un hombre con un sombrero, que llevaba un
bastón, se le acercó (un típico pastor). Este hombre la
llamaba para que fuese a él para orar por ella. Ella no
entendía todo lo que él decía, pero una luz brillaba en
todas partes y sentía una profunda alegría. Ella supo
que este pastor era Jesús, el Mesías.
Cuando ella le contó los sueños al hermano de su
difunto esposo, la echó de la casa, junto con sus hijos.
Esa mañana, pasó por la iglesia y decidió que era el
momento para ir a Jesucristo. ¡Ella oró y aceptó a Jesús
como Salvador! No tiene idea de cómo va a sobrevivir
sola, pero dice que necesitaba ser fiel a quien se le
había aparecido en el sueño.
Fuente: www.sim.org.

Fin de las lecturas básicas de la Lección 12. Ver Aprende Más.


PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN
1. Piense en un momento que en verdad trabajó en la oración. ¿Qué lo ayudó a centrarse en esa situación y le dio
energía para impulsar a otros a orar?
2. ¿Qué lo mantiene motivado a orar?

APRENDE MÁS
Leer J. Christy Wilson, More To Be Desired Than Gold, cuarta edición (South Hamilton, Mass.: Gordon-Conwell
BookCentre, 1998).
Bilquis Sheikh, I Dared To Call Him Father (Grand Rapids: Chosen Books, 2003).
Orar usando el libro Operación Mundo para interceder por los países musulmanes.
Invitar a un amigo musulmán a tomar el té o a comer un postre a su casa.
Navegar para más recursos, visite www.encounteringislam.org/lessonlinks.
APÉNDICES
LOS 99 NOMBRES MÁS BELLOS DE DIOS
(AL-ISMA AL-HUSNA)
Los mus ul ma nes genera l mente a prenden es ta l i s ta de memori a , y s i empre es precedi da por l a fra s e: “No ha y di os s i no Al á ” (Allah-la-ilaha-ila-
Allah). Cons i dere es tudi a r con s us a mi gos mus ul ma nes l a s referenci a s bíbl i ca s s obre l os a tri butos de Di os .
ATRIBUTO NOMBRE EN ÁRABE REF. CORÁNICA REF. BÍBLICA
1 El Compa s i vo Al Ra hma n 1.1 Sa l 103.8
2 El Mi s eri cordi os o Al Ra hi m 1.1 Sa l 86.16
3 El Sobera no Al Ma l i k 59.23 Za c 14.9
4 El Sa gra do Al Quddus 59.23 Ez 39.7
5 La Fuente de Pa z Al Sa l a m 59.23 Is 9.6
6 El Gua rdi á n de l a Fe Al Mu´mi n 59.23 Lm 3.22s
7 El Protector Al Muha ymi n 59.23 Jn 10.1-18
8 El Ami go Poderos o Al `Azi z 59.23 Sa l 24.8
9 El Omni potente (Irres i s ti bl e) Al Ja bba r 59.23 2 Cr 20.6
10 El Ma jes tuos o Al Muta ka bbi r 59.23 Dt 33.26
11 El Crea dor Al Kha l i q 59.24 Gn 1.1
12 El que Conci be Al Ba ri ´ 59.24 Ma l 2.10
13 El Forma dor Al Mus a wwi r 59.24 Col 1.15-20
14 El que Perdona Al Gha ffa r 38.66 2 Cr 7.14
15 El Domi na dor Al Qa hha r 12.39 Dt 9.3
16 El Da dor Al Wa hha b 3.6-8 Dn 2.21-23
17 El Proveedor Al Ra zza q 51.58 Sa l 127.2
18 El que a bre Al Fa tta h 34.26 Ap 3.7s
19 El que Todo Sa be Al `Al i m 6.71 Sa l 139.1s
20 Aquel que Cons tri ñe Al Qa bi d 2.245 Ap 3.7s
21 El que Expa nde Al Ba s i t 2.245 Job 36.16
22 El que Humi l l a Al Kha fi d 58.5 Sa l 94.10
Mt 7.22s
23 El que Exa l ta Al Ra fi ´ 40.15 1 S 2.7
24 El que Honra Al Mu`i zz 3.26 1 S 2.30
25 El que Des honra Al Mudhi l l 3.26 1 Co 1.27
26 El que Todo l o Oye Al Sa mi ` 2.127 Is 59.1
27 El que Todo l o Ve Al Ba s i r 17.1 Dt 11.12
28 El Juez Al Ha ka m 22.69 Sa l 7.11
29 El Jus to Al `Adl 6.115 Dt 32.4
30 El Bonda dos o (Suti l ) Al La ti f 6.103 Ro 2.4
31 El que Sa be Al Kha bi r 6.18 Gn 16.13
32 El Cl emente (El Del i ca do) Al Ha l i m 2.225 Jer 15.15
33 El Ma gni fi cente; EL Infi ni to Al `Azi m 2.255 Jer 32.18
34 El que Todo l o Perdona Al Gha fur 2.225 Dn 9.9s
35 El Apreci a dor Al Sha kur 35.3 Ro 2.29
36 El Má s Al to Al `Al i 2.255 2 S 22.14
37 El Má s Gra nde Al Ka bi r 34.23 Sa l 145.5
38 El Pres erva dor Al Ha fi z 11.57 Jn 10.28
39 El Sus tenta dor Al Muqi t 4.85-88 Sa l 136.25
40 El que Reconoce Al Ha s i b 4.6-7 He 11.18
41 El Subl i me Al Ja l i l 55.78 Ex 15.11
42 El Generos o Al Ka ri m 82.6 Dt 28.12
43 El Vi gi l a nte Al Ra qi b 4.1 Gn 28.15
44 El que Res ponde (l a s ora ci ones ) Al Muji b 11.61-64 Jn 14.14
45 El que Todo l o Abra za Al Wa s i ` 5.54 Jn 3.17
46 El Sa bi o Al Ha ki m 59.24 1 Co 1.25
47 Aquel que Ama Al Wa dud 11.9 2 Co 13.11
48 El Gl ori os o Al Ma ji d 11.73 Jud 25
49 El que Res uci ta Al Ba ´i th 22.7 Jn 11.25
50 El Tes ti go Al Sha hi d 4.33 Ap 1.5
51 La Verda d Al Ha qq 22.6 Jn 14.6
52 El Confi a bl e; El Depos i ta ri o Al Wa ki l 4.81 Gn 1.16
53 El Má s Forte Al Qa wi yy 11.66 Pr 18.10
54 El Fuerte, El Lea l Al Ma ti n 51.58 Sa l 102.25
55 El Ami go Protector; El Pa trono Al Wa l i 3.68 Jn 15.15
56 El Di gno de Loor Al Ha mi d 14.1 Ap 19.5
57 El Reconci l i a dor (Numera dor) Al Muhs i 19.93-95 2 Co 5.18
58 El Ori gi na dor de Todo Al Mubdi ’ 10.34 Gn 1.1
59 El Res ta ura dor Al Mu`i d 10.34 Lc 6.10
60 El Da dor da Vi da Al Muhyi 10.34 Jn 11.26
61 El Crea dor de l a Muerte Al Mumi t 2.28 1 S 2.6
62 El Eterno Vi vi ente Al Ha yy 2.255 Ap 1.17s
63 El Autos us tenta bl e Al Qa yyum 2.255 Jn 17.5,24
64 El que Encuentra (Perci be) Al Wa ji d 16.45-46 Sa l 89.20
65 El Nobl e Al Ma ji d 85.15 Job 22.12
66 El Úni co Al Wa hi d 12.39 Jn 1.14
67 El Indi vi s i bl e Al Aha d 112.1 Ef 4.6
68 El Eterno Al Sa ma d 112.2 Gn 21.33
69 El Ca pa z Al Qa di r 30.54 Jer 32.17
70 El que Todo l o Determi na Al Muqta di r 54.42 Hch 2.23s
71 El que Adel a nta Al Muqa ddi m Ha di th Is 10.5-7
72 El que Reta rda Al Mu´a khkhi r 71.4 2 P 3.8s
73 El Pri mero Al Awwa l 57.3 Is 44.6
74 El Úl ti mo Al Akhi r 57.3 Ap 2.8
75 El Ma ni fes to Al Za hi r 57.3 Ro 1.17-20
76 El Ocul to Al Ba ti n 57.3 Col 1.26
77 El que Gobi erna Al Wa l i 13.11 Sa l 66.5,7
78 El Má s El eva do Al Muta `a l i 13.9 Fi l 2.9
79 La Fuente de l a Bonda d Al Ba rr 52.28 Sa l 84.11
80 El que Acepta el Arrepenti mi ento At Ta wwa b 2.37 Ro 2.4
81 El Venga dor Al Munta qi m 32.22 Sa l 94.1
82 El que Perdona Al `Afuww 4.43 Mi q 7.16
83 El Compa s i vo Al Ra uf 2.143 Sa l 116.5
84 El Rey de Reyes Ma l i k a l Mul k 3.26 1 Ti 6.15
85 El Señor de l a Ma jes ta d y de l a Generos i da d Dhu a l Ja l a l wa a l Ikra m 55.78 Sa l 8.1
86 El Equi ta ti vo Al Muqs i t 3.18 Pr 11.1
87 El que Reúne; el que Uni fi ca Al Ja mi ´ 3.9 Is 56.8
88 El Autos ufi ci ente Al Gha ni 60.6 Sa l 50.9s
89 El Enri quecedor Al Mughni 9.28 Col 1.27
90 El que Impi de Al Ma ni ` 5.24-26 Ma l 3.11
91 El que Ca us a Preocupa ci ones Al Dha rr 2.155-57 Jue 2.15
92 El que Benefi ci a Al Na fi ` 10.107 Gn 6.8
93 La Luz Al Nur 24.35 Is 60.19
94 El que Guía Al Ha di 25.31 Jn 16.13
95 El Ori gi na dor Al Ba di ` 2.117 Ro 8.28
96 El Perpetuo Al Ba qi 55.27 Sa l 102.27
97 El Heredero Supremo Al Wa ri th 15.23 Jos 13.33
98 El Guía pa ra el Ca mi no Recto Al Ra s hi d 11.78 Sa l 25.9
99 El Pa ci ente Al Sa bur Ha di th 1 Ti 1.16

PARA ESTUDIOS ADICIONALES


Ver Da vi d Bentl ey, The 99 Beautiful Names of God: For All People of the Book (Los 99 hermos os nombres de Di os : Pa ra todos l os puebl os del Li bro),
(Pa s a dena , Ca l i f: Wi l l i a m Ca rey Li bra ry, 1999), y J. K. Mel l i s , Abu Sharif: The Mystery of the Hundredth Name (Abu Sha ri f: el mi s teri o del centés i mo
nombre), (Hol a nda : Goël Publ i s hi ng, 2000)
LECTURA CRONOLÓGICA DEL CORÁN
La lectura del Corán o la Biblia, libros que no están organizados cronológicamente, puede ser una tarea difícil, hasta
que se logre familiarizarse con el formato y el contenido de ambos. Si bien no existe una cronología universalmente
aceptada para el Corán, presentamos aquí el siguiente orden cronológico de las suras a fin de estimular su lectura y
ayudar a los cristianos a familiarizarse con el libro.

PERÍODO INICIAL EN LA MECA


(A.D. 610-12)
1. □ Sura 96
2. □ Sura 74
3. □ Sura 111
4. □ Sura 106
5. □ Sura 108
6. □ Sura 104
7. □ Sura 107
8. □ Sura 102
9. □ Sura 105
10. □ Sura 92
11. □ Sura 90
12. □ Sura 94
13. □ Sura 93
14. □ Sura 97
15. □ Sura 86
16. □ Sura 91
17. □ Sura 80
18. □ Sura 68
19. □ Sura 87
20. □ Sura 95
21. □ Sura 103
22. □ Sura 85
23. □ Sura 73
24. □ Sura 101
25. □ Sura 99
26. □ Sura 82
27. □ Sura 81
28. □ Sura 53
29. □ Sura 84
30. □ Sura 100
31. □ Sura 79
32. □ Sura 77
33. □ Sura 78
34. □ Sura 88
35. □ Sura 89
36. □ Sura 75
37. □ Sura 83
38. □ Sura 69
39. □ Sura 51
40. □ Sura 52
41. □ Sura 5
42. □ Sura 70
43. □ Sura 55
44. □ Sura 112
45. □ Sura 109
46. □ Sura 113
47. □ Sura 114
48. □ Sura 1

PERÍODO INTERMEDIO EN LA MECA


(A.D. 613-14)
1. □ Sura 54
2. □ Sura 37
3. □ Sura 71
4. □ Sura 76
5. □ Sura 44
6. □ Sura 50
7. □ Sura 20
8. □ Sura 26
9. □ Sura 15
10. □ Sura 19
11. □ Sura 38
12. □ Sura 36
13. □ Sura 43
14. □ Sura 72
15. □ Sura 67
16. □ Sura 23
17. □ Sura 21
18. □ Sura 25
19. □ Sura 17
20. □ Sura 27
21. □ Sura 18

ÚLTIMO PERÍODO EN LA MECA


(A.D. 615-21)
1. □ Sura 32
2. □ Sura 41
3. □ Sura 45
4. □ Sura 16
5. □ Sura 30
6. □ Sura 11
7. □ Sura 14
8. □ Sura 12
9. □ Sura 40
10. □ Sura 28
11. □ Sura 39
12. □ Sura 29
13. □ Sura 31
14. □ Sura 42
15. □ Sura 10
16. □ Sura 34
17. □ Sura 35
18. □ Sura 7
19. □ Sura 46
20. □ Sura 6
21. □ Sura 13

PERÍODO EN MEDINA
(A.D. 622-32)
1. □ Sura 2
2. □ Sura 98
3. □ Sura 64
4. □ Sura 62
5. □ Sura 8
6. □ Sura 47
7. □ Sura 3
8. □ Sura 61
9. □ Sura 57
10. □ Sura 4
11. □ Sura 65
12. □ Sura 59
13. □ Sura 33
14. □ Sura 63
15. □ Sura 24
16. □ Sura 58
17. □ Sura 22
18. □ Sura 48
19. □ Sura 66
20. □ Sura 60
21. □ Sura 110
22. □ Sura 49
23. □ Sura 9
24. □ Sura 5
VÍNCULO CON LOS MUSULMANES
Consideramos que la mera información ofrecida en este curso acerca de los musulmanes sería insuficiente sin un
efectivo acercamiento a ellos. Esta es una de las más ricas experiencias que deseamos aportarle. Por lo tanto, una de
las tareas principales en Descubriendo el Mundo del Islam es concretar dos reuniones con un musulmán. El propósito
de dichas citas es ayudar al alumno a interactuar y aprender, preguntando a su amigo musulmán acerca de su vida,
valores y pensamientos. Este curso es la mejor excusa que usted puede tener para acercarse a un musulmán e
invitarlo a comer o a tomar un café. Su introducción podría ser:
Es toy es tudi a ndo a cerca del Is l a m y de l os mus ul ma nes , y una de mi s ta rea s es pedi rl e a un mus ul má n que compa rta conmi go qué
s i gni fi ca s er un mus ul má n des de s u pers pecti va . ¿Es ta ría di s pues to a a yuda rme?
Preferentemente, la primera reunión debe fijarse después de la tercera conferencia y antes de la novena; y la
segunda, antes de completar el curso. Después de cada reunión, el coordinador puede requerirle la publicación de sus
reflexiones personales como un foro de discusión o un diario. Al igual que otras publicaciones esta tarea puede ser
completada online en www.encounteringislam.org.
Escuchar y aprender son los objetivos primeros cuando el estudiante pasa tiempo con un musulmán. Asegúrese de
ser extremadamente sensible a sus puntos de vista, opiniones, creencias y cultura, por si pudiera aparecer la sospecha
de la “conversión”. Tal vez su amigo se muestre cauteloso debido a experiencias negativas con otros cristianos y
exprese así sus frustraciones.
No centre sus conversaciones en las diferencias entre el Cristianismo y el Islam ni tampoco participe de un debate.
Si el musulmán comienza a discutir, escúchelo con paciencia. Si puede hacerle preguntas, exprésele su deseo de
aprender. Si su contacto es un inmigrante, pregúntele de su lugar de nacimiento, cómo es la vida allá, qué come la
gente, cómo enseñan a sus hijos, qué cosas extraña más, cómo es vivir en un nuevo sitio, etc. La lectura del libro
Sharing Our Faith with Muslims, de C.R. Marsh, puede ser útil para esta instancia.
No limite el tiempo de los encuentros; sin embargo, la breve conversación generada para concretar la cita no puede
ser considerada como una reunión. Recién luego de ese contacto inicial sucederá la primera reunión. Se le requerirán
dos reuniones.

IDENTIFIQUE A UN MUSULMÁN
Usted estará preguntándose dónde encontrar a un musulmán y cómo empezar el contacto. He aquí algunas
sugerencias. A menudo los musulmanes están a su alrededor. Tal vez sean los integrantes de aquella familia que
habla tan diferente y que atiende el comercio donde compra el té. O en el ámbito universitario, solo bastará con
escuchar los acentos o advertir las diversas vestimentas, por ejemplo, las mujeres con sus cabezas cubiertas. O
también pueden ser estudiantes musulmanes que buscan compañeros para practicar el idioma. Donde quiera que
esté haga una pausa para observar a las personas que lo rodean, en busca de pistas, pues tal vez usted tenga muchos
más contactos musulmanes de los que cree. Otra forma concreta de conseguir su candidato es llamando a algún
centro islámico de su localidad o a una mezquita, explicando el motivo de su búsqueda. Es de capital importancia
pedir la guía de Dios hacia el musulmán con el cual pueda construir una amistad para más tarde poder identificar a
la persona que Él le enviará.

COMIENCE LA RELACIÓN CON ESPONTANEIDAD


Inicie su conversación naturalmente como lo haría con cualquier otra persona que recién conoce. Tal vez su amigo
musulmán está cansado de ser el centro de atención ya sea por su acento o por su manera de vestir, así que si lo
rechaza no lo tome como algo personal. Además es necesario considerar los tiempos y responsabilidades de la
persona; si está ocupada espere hasta que esté libre para empezar una conversación. O si está apurada no intente
concertar una cita justo en ese momento. Algunas preguntas para abrir el dialogo pueden ser:
Di s cul pe, ¿qué i di oma ha bl a ba con s u a mi go?
Ha bl a ba con un a cento di ferente. ¿Le i mporta s i l e pregunto de dónde es us ted?
Veo que us a un pa ñuel o s obre l a ca beza . ¿Es us ted mus ul ma na ?
A continuación, explique a la persona el motivo de su pregunta con palabras semejantes a estas:
Me i nteres a es tudi a r a cerca del Is l a m. De hecho, una de l a s ta rea s del curs o que es toy toma ndo es enta bl a r una convers a ci ón con un
mus ul má n con el propós i to de conocer l a cul tura i s l á mi ca y s us creenci a s . ¿Podría mos reuni rnos en a l gún momento pa ra convers a r? Le
a gra dezco por a yuda rme.
Si la persona acepta su pedido establezca el horario y lugar de encuentro. Asegúrese de intercambiar números
telefónicos u otra forma de contacto mutuo. Puede ocurrir que su invitado no se presente a la primera cita por
escepticismo en cuanto a su sinceridad o intenciones, o por malinterpretar el acuerdo hecho. Llámelo para confirmar
su cita. Haga todo lo posible para que la persona no se sienta como un “objeto” a quien usted tomó como blanco
para conseguir sus intereses. Los musulmanes son gente muy amable y hospitalaria, y seguramente si usted se
muestra respetuoso logrará reducir sus preocupaciones.

ELIJA A UNA PERSONA DE SU MISMO SEXO


Preferentemente, esta es la opción que debe hacerse ya que las reglas sociales en el Islam están claramente definidas.
En el caso que un hombre lograra un acercamiento a una musulmana sería conveniente que le preguntara por algún
amigo o pariente varón que pudiera estar dispuesto a concretar una entrevista. De igual modo, si la mujer se contacta
en primera instancia con un musulmán deberá ir en busca de una candidata de su mismo sexo.
Otra posibilidad de conseguir contactos está entre los estudiantes internacionales, pues a menudo ellos se conocen
entre sí ya sean miembros de su propia nacionalidad o de otra. No se avergüence si cree identificar a un musulmán
que resulta no serlo. Pida disculpas, explique el motivo de su pregunta e indague por algún posible contacto.

ACOMPAÑE A SU AMIGO MUSULMÁN


Puede suceder que la relación iniciada no continúe una vez finalizado el curso, caso contrario en algún momento
surgirá la oportunidad de compartir su fe. Después de varios encuentros, su amigo puede comenzar a preguntarle
por sus creencias. Sea claro en sus respuestas, no agresivo. No lo invite a la iglesia de inmediato, e incluso, si él
voluntariamente quiere ir, demórelo, porque muchas de las prácticas culturales cristianas pueden resultarle ofensivas,
más aún si no ha sido previamente advertido.
Un estudio bíblico o una cena con amigos cristianos son excelentes oportunidades iniciales. Exponga a su amigo
musulmán a conocer a otros cristianos, a observar la comunión y el amor en lugar de doctrina o enseñanza
incómoda. Piense que si el contacto con su amigo no perdura en el tiempo se hará más difícil compartirle todo el
evangelio. Dios puede usar esta relación temporal haciendo que usted siembre la semilla que luego será regada y
cosechada por otros.
Reconocemos que esta tarea puede parecer amenazante, sin embargo lo alentamos a tomar una actitud de valentía,
ya que experiencias vividas por alumnos de cursos anteriores fueron positivas. Por decisión propia usted está
tomando el curso o leyendo el libro buscando acercarse al mundo del Islam. Tal vez quiere obtener más información
para orar por los musulmanes, o conoce a uno de ellos, o tiene intenciones futuras de vivir en una comunidad
musulmana. En algún momento usted tendrá la oportunidad concreta de sentarse frente a un musulmán de carne y
hueso. ¿Por qué no empezar ahora?
VISITA A UNA MEZQUITA
Realizar el estudio del Islam sin un acercamiento concreto con sus seguidores es una negligencia. Una acabada
comprensión de los musulmanes es incompleta si no se presencia su expresión de espiritualidad: la oración ritual de la
comunidad religiosa en la mezquita. Por tanto, otra de las tareas del curso Descubriendo el Mundo del Islam es la
visita a una mezquita o centro comunitario islámico para observar las oraciones de primera mano. Luego de la
misma, el coordinador puede requerir al alumno las impresiones de dicha experiencia en un diario adicional online o
como una publicación en el foro de discusiones.
El propósito principal de la visita es que usted pueda observar, escuchar y aprender del culto y de la conversación
con los musulmanes en la mezquita. Sea extremamente sensible a sus puntos de vista, opiniones, creencias y cultura,
de modo que ellos no interpreten que usted quiere discutir. La lectura del libro Sharing Our Faith with Muslims, de
C.R. Marsh, puede ser útil en esta instancia.
Si usted tiene la oportunidad de hacer preguntas, hágalo respecto de qué es ser un musulmán, cómo son sus
prácticas religiosas o qué significa el Islam para ellos. No enfoque su interrogatorio en temas referidos a las
diferencias entre el Cristianismo y el Islam, ni debata con los fieles o los líderes. Si se vuelven dogmáticos en algún
punto con el cual usted discrepa, solo escúchelos. Esta visita puede proveerle los contactos para su tarea de reunirse
con un musulmán.
Preste especial atención a su comportamiento durante la visita. Observe a su alrededor y obedezca cualquier
instrucción. Si comete un error u ofende a alguien pida disculpas inmediatamente. No trate de justificarse, solo
pregunte con humildad qué debería haber hecho. Sobre todo quítese los zapatos en el lugar indicado antes de entrar
en el salón de oración de la mezquita. Tanto los hombres como las mujeres se visten de manera conservadora, con
ropa holgada y se sientan por separado con los de su mismo sexo. Si es mujer no use faldas cortas, vestidos sin
mangas y vestuario transparente, y cúbrase completamente la cabeza. Dentro del salón de oración todos deben estar
en silencio y en actitud reverente. Si alguien le solicita que se lave antes de entrar o que se siente en un lugar
específico hágalo sin objeción. No obstante, si usted averigua con anticipación acerca de los rituales no tiene la
obligación de participar, recuerde que su propósito es observar respetuosamente. El Corán, libro sagrado del Islam,
debe ser tratado con respeto y no puede escribirse en él ni colocarlo en un nivel debajo de la cintura.
Si acaso después de las oraciones usted recibe la invitación a una comida es de mala educación rechazarla. Coma y
beba algo aun cuando no tenga hambre. Si estuviera enfermo o es alérgico, explíquelo claramente y exprese su
agradecimiento. Durante la comida hable en voz baja y tenga cuidado de no interrumpir o monopolizar la
conversación. No hable solo con sus compañeros de clase, sino más bien con su anfitrión. Pregunte en lugar de hacer
declaraciones. Continúe observando, adáptese a la guía de sus anfitriones y a las conversaciones que pueda seguir. Si
los hombres musulmanes se sientan en un lugar determinado, todos los hombres deberán reunirse con ellos. Esto es
válido también para las mujeres.
Acepte con agradecimiento algún regalo que los musulmanes quisieran hacerle. Si hay materiales para comprar
puede adquirirlos si lo desea, pero no tiene la obligación. Antes de salir de la mezquita no olvide dar las gracias
personalmente a sus anfitriones por la hospitalidad y disposición para explicar sus creencias e incluirlo en su culto.
GLOSARIO
GLOSARIO
Observación – El uso de itálicos al principio de las definiciones se refiere al significado literal de la entrada (o
término).
A.H. – Después de la Hégira (el 16 de julio de 622 d.C.), la fecha inicial del calendario musulmán.
Abbasid – La segunda dinastía islámica, que gobernó en Bagdad (750-1258 d.C.), la Edad de Oro del Islam.
abd – Siervo o esclavo; Adorador de Allah; Prefijo común de nombres.
abu – padre de.
Abu Bakr – Primer hombre convertido, patrocinador de Muhammad; el primer califa.
Ahmad – Otro nombre para Muhammad.
Ahmadi, Ahmadiya – Pequeña secta de Punjab en la India (1889 d.C.); considerada por la mayoría de los
musulmanes como herética.
aiatolá – Señal de Allah, título honorario para un chií de alto rango del área jurídica.
Aisha – Tercera esposa de Muhammad, su favorita.
al-Fatiha – Sura de la apertura del Corán, repetido en el salat.
Al-hamdu-lil-lah – “Alabanza a Allah” en árabe; a menudo se utiliza como expresión de gratitud.
Ali – Primo de Muhammad; su sucesor (según los chiitas).
al-Kitab – El Libro; el Corán.
Allah – El único Dios verdadero; el creador, sostenedor; el ser supremo para los musulmanes. El término “Dios” en
árabe.
Allahu Akbar – “Allah es el Altísimo” en árabe.
Al-Madina – Medina.
al-Masih – En el Corán, “el Cristo”.
al-Miraj – Noche de la Ascensión; cuando el Profeta fue a Jerusalén y desde allí ascendió al cielo.
al-Qadr – Noche de Poder; en la que Muhammad recibió su primera revelación de Allah.
Amina – Madre del Profeta Muhammad.
animismo – Creencia que la creación es viva y posee espíritus; adoración a los espíritus.
ángeles – Mensajeros de Dios; guardianes de los humanos.
arcángel – Uno de cuatro: Azrael, Israfel, Jibril (Gabriel) y Miguel.
Ashari – Punto de vista sobre el libre albedrío del ser humano, prevalente en el Islam en los días de hoy.
Ashura – décimo día del mes de muharram, el día en que el martirio de Husayn es lamentado por los chiitas.
asr – Tarde o tercera oración.
aya – Señal; verso de una sura del Corán.
ayn – Diacrítico árabe (') para indicar la compresión en el fondo de la garganta, como en la palabra Ka'aba.
Badr – Lugar de la primera gran batalla en la historia islámica (624) cuando Muhammad venció a los Quraysh de
Meca.
baraka – Bendición; poder especial que caracteriza a la persona con poderes espirituales excepcionales.
bin, ibn – Hijo de; bint, bent – Hija de.
Bismillah – La frase “en nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo”; invocación de Allah que introduce cada
sura.
Libros de Dios – Los cinco libros que Dios envió a los seres humanos: Suhoof, Taurat, Zabur, Injil (Nuevo
Testamento) y el Corán.
califa – Representante; Gobernante espiritual islámico, antes de 1922 d.C.
Califato – Territorio gobernado por un califa.
chamán – Práctico en el Islam popular, que usa encantamientos, amuletos, maldiciones y magia.
Chiita – La rama minoritaria del Islam (15%); Creen que la sucesión verdadera de Muhammad en el liderazgo es de
Ali y de los doce imanes descendientes de Ali.
COM – Siglas para cristianos de origen musulmán.
Compañeros, los – Los más cercanos de Muhammad durante su vida que memorizaron las revelaciones dadas a él
y también preservaron el hadith.
Constantinopla – Antiguo nombre de Estambul.
Corán – Libro sagrado del Islam.
Creyentes – Según el Islam, monoteístas; creyentes en Allah y en el Corán.
Cristianismo – Cristianismo como conjunto de pueblos o entidad geográfica.
Cruzadas – Las expediciones cristianas para reconquistar la Tierra Santa y Jerusalén (entre 1095 y 1291 d.C.).
da‘wa – Invitación; llamado a todas las personas para seguir el camino de Allah; Trabajo misionero musulmán.
Dar al-Harb – Territorio fuera de la supremacía islámica.
Dar al-Islam – Territorio de la supremacía musulmana.
dhikr – Los ejercicios espirituales Sufi, en los que la gente recuerda a Allah, con el propósito de convertirse
místicamente en uno con él.
dhimmi – Individuos protegidos, generalmente judíos y cristianos.
Dhu al-Hijja – El duodécimo mes, separado para la Hajj que se produce del séptimo al décimo día.
din – Religión; suma total de la fe y práctica de los deberes religiosos musulmanes.
djinn – Un tipo de espíritu según el Islam popular; pueden ser malos o buenos.
du‘a – Conversación; súplica, oración informal.
Encuentro de poder – Enfrentamiento de los poderes del mal a través de la oración.
fajr – Primera oración del día, de madrugada o antes del sol nacer.
Fátima – filha de Maomé e Khadija.
Fatimid – Imperio en Egipto y partes del norte de África (909-1171 d.C.).
fatwa – Decreto religioso pronunciado por una autoridad islámica.
fudamentalismo islámico – Movimiento militante; promueve el resurgimiento en la doctrina, en la política y en la
vida, abogando el retorno a la unión de la religión musulmana ortodoxa y el estado, basado en la ley Sharia.
hadith, Hadith – Tradición; dicho del Profeta; una colección oficial de literaturas que interpreta el Islam.
Hajj – Jornada; peregrinación a la ciudad de La Meca, quinto pilar del Islam.
halal – Permitido, legal; carne que es adecuadamente cortada en nombre de Allah.
HAMAS – sigla para Harakat al- Muqawamah al-Islamiyya (Movimiento de Resistencia Islámica) fundado en
Palestina en 1987.
hamza – Diacrítico árabe (') que significa una parada glotal.
Hanbali – Escuela de ley más conservadora, que rechaza las innovaciones más allá de la interpretación literal del
Corán y del Hadith.
haram – Prohibido, pecado, ilegal.
Hasan – Hijo mayor de Ali; para los sunitas, fue el cuarto califa; para los chiíes, se convirtió en el segundo imán
después del asesinato de Ali.
Hégira ou Hijra – La emigración musulmana de La Meca a Medina.
hijab – El velo; Ropa islámica aceptable para las mujeres.
houri (plur., hur) – Las creaciones femeninas de Allah, especialmente creadas para la diversión sexual de hombres
musulmanes en el Paraíso.
Husayn – Hussein, el hijo más joven de Ali, que para los chií, se convirtió en el tercer imán después del asesinato de
Hasan. Los chiíes lamentan su martirio profundamente en el Ashura.
iblis – Diablo; Satanás, la fuente de todo mal y la tentación.
Id al-Adha – Fiesta del Sacrificio; el principal festival de cuartos días del Islam, marca el final del Hajj.
Id al-Fitr – Fiesta de la quiebra del ayuno al final del mes del Ramadán.
ijma – Consenso de académicos del área jurídica.
ijtihad – Uso de razonamiento independiente para interpretar los principios de la fe.
imán – Líder espiritual, clérigo profesional.
Imán – Sucesor designado por Dios (chiíta).
Imami – Ithna Ashari, Duodécimos; Chiitas que creen en el duodécimo Imán, que fue para ocultación en 939 y
retornará como el Mahdi.
Imperio Bizantino – Parte oriental del Imperio Romano que hablaba griego (330-1453 d.C).
Imperio Otomano – Imperio musulmán de los turcos (1300-1922 d.C.).
infiel – Politeísta, adorador de ídolos; persona que no cree en la religión del Islam.
injil – Evangelio original, sin corrupción; actual Nuevo Testamento.
Insha Allah – “Si Allah quiere”.
intifada – El levante; la protesta violenta levantada por los palestinos contra Israel en 1987.
Isa al-Masih – Jesús, el Mesías.
isha – Comida de la noche; hora e la quinta oración del día.
Islam – Sumisión; la fe monoteísta musulmana como revelada a Muhammad y el Corán.
Islam popular – Mezcla de prácticas islámicas ortodoxas con prácticas animistas que trata los problemas referentes
al miedo y poderes espirituales.
Islamista – Radical islámico, activista político o social.
Ismaili – Una secta de los chiíes, también llamada Seveners, que se separó a causa de la disputa sobre la identidad
del séptimo imán.
jam‘a – Mezquita; casa de adoración musulmana.
Ka‘aba –Casa santa en La Meca que posee la Piedra Negra, centro del Islam.
kafir (plur.,kuffar) – Incrédulo; el que rechaza el mensaje del Islam o blasfema.
Karbala – Ciudad en Irak que es el centro del Islamismo chiita; lugar de la tumba del Imán Husayn que fue
martirizado.
Khadija – Primera esposa de Muhammad.
khatib – Clérigo en la mezquita que trae el sermón.
kitab – libro.
Laylat al-Barra – Noche de la Liberación; decimoquinto día del mes de shaban.
madrassa – Escuela religiosa islámica.
Mahdi, al-Mahdi – El bien encaminado; el Imán que viene; Un líder mundial que volverá como Mesías.
Makkah – Meca.
Mameluca – La dinastía en Egipto (1390 d.C.), en la que el Cairo se convirtió en el centro del mundo musulmán.
masjid – Mezquita en la lengua árabe; el lugar de doblarse.
Masjid Issawi – Mezquita de Jesús.
Mal de ojo – Envidioso que trae mal.
maulid – Día de nacimiento, cumpleaños.
Maulid al-Nabi – Aniversario del Profeta, celebrado en el duodécimo día del tercer mes.
Meca – La ciudad más sagrada del Islam, donde se encuentra la Ka'aba.
Medina – La segunda ciudad más sagrada del Islam.
minarete – Torre de la mezquita donde se hace la llamada para la oración.
monofisista – Cree en la doctrina de que Cristo tenía una sola naturaleza (inseparable) que era humano-divino.
Musulmán – El que se somete; seguidor del Islam.
muezzin – El que hace el llamado a la oración del minarete de la mezquita.
Muhammad – Alabado; nombre en árabe para Muhammad, el fundador del Islam. “Mahoma” se usa a menudo en
español, pero algunos musulmanes de habla hispana consideran esta traducción del nombre de Mahoma un
insulto. Usar Muhammad es más respetuoso.
muharram – El primer mes del calendario islámico.
mujaddid – Renovador de la fe; De acuerdo con el Hadith, el que viene a cada siglo para corregir las prácticas
musulmanas.
mujahid – combatente na guerra santa.
mullá – Líder religioso musulmán, clérigo.
nabi – profeta.
nestoriano – Cree en la doctrina de que Cristo tiene dos naturalezas distintas: una divina y una humana.
paraíso – Recompensa después de la muerte, Cielo.
Pilares de la Fe – Las cinco obligaciones religiosas de los musulmanes: Credo, Oración, Ayuno, Esmolas,
Peregrinación.
pir – Anciano, sabio; Santo, guía espiritual (sufi).
Pueblo del Libro, el – Judíos y cristianos, según el Corán.
Profeta, el – Muhammad.
qadaa – La determinación de todas las cosas por Allah.
qiyas – Principio de jurisprudencia por la aplicación de principios de casos pasados, generalmente por analogía.
Quraysh – Tribu árabe en el pasado dominante en la ciudad de Meca, la tribu de Muhammad.
Rahim – El Misericordioso; El segundo de los noventa y nueve más bellos nombres de Dios.
Rahman – El Gracioso, o Misericordioso; El primero de los noventa y nueve más bellos nombres de Dios.
rakat – Conjunto de rituales de oración.
Ramadán – Mes sagrado del ayuno anual.
rasul – Apóstol; El mensajero; Un profeta; Título de Muhammad.
ray – Razonamiento o opinión personal usada en el campo de la ley islámica.
salaam – Paz; Un saludo de paz.
Salafi – Movimiento de reforma a principios del siglo veinte que llamó musulmanes de nuevo a las raíces.
salam – Arrodillarse en un ritual de oración.
salat – Los cinco horarios requeridos para el ritual de la oración diaria; El segundo pilar.
saum – El ayuno, especialmente durante el Ramadán; El cuarto pilar.
Sello de los Profetas – Término para el último profeta, Muhammad (Sura 33:40).
shahada – Testimonio, credo; El primer pilar.
sharia – La ley islámica ideal; La voluntad de Dios expresada en el Corán, el Hadith y la sunna.
Shaytan – El adversario, el que se opone; Satanás; Alternativamente con Iblis, el diablo.
shirk – Acto de asociar socios a Allah; El pecado imperdonable en el Islam, considerado politeísmo.
sufi – Seguidor del misticismo islámico; Busca la experiencia de la presencia de Dios y una relación con él.
sunita – La rama mayoritaria del Islam (85%); El término se deriva de Sunna. Ellos creen que la sucesión de
Muhammad en el liderazgo está en los cuatro Califas.
Sunna – Costumbre; El precedente basado en el ejemplo de Muhammad, como registrado en el hadith. El modo de
vida seguido por la comunidad islámica.
sura – Capítulo del Corán.
takbir as-sijdah – Postración; Posición de oración con las rodillas y los brazos curvados.
takbir i-tahrimah – Posición de oración de pie de pie con los brazos parcialmente levantados.
tawhid – El término usado para expresar la unidad de Allah, el único Dios.
tradiciones, las – Hadith.
ulama – Grupo de estudiosos musulmanes entrenados en la ley islámica.
um, umm – Madre de.
Umayyad – La primera dinastía islámica (661–750).
umma – La comunidad musulmana; El pueblo unido del Islam.
wahhabita – Rama conservadora del Islamismo sunita, responsable del movimiento contemporáneo de reforma en
todo el mundo islámico.
wudu – Purificación ceremonial antes de las oraciones en las que se lavan con agua las manos hasta los codos, pies y
cabeza (cara, orejas, nariz, boca, pelo).
xeique – Jefe; Líder de una tribu o orden religiosa.
Yathrib – Ciudad destino de la Hégira, renombrada como Medina.
Yihad: lucha; por la santidad interna, externa y para extender la umma, término popular usado por los medios de
comunicación para hablar de la guerra santa.
Zabur – Los Salmos.
zakat – Tasa de limosna estatutaria; El cuarto pilar.
zuhr – Según el ritual de oración al mediodía.

Algunos nombres bíblicos que se encuentran en el Islam:


Adam – Adán
Dawud – David
Hanna – Juan
Ibrahim – Abraham
Isa – Jesús
Ishak – Isaac
Ismail – Ismael
Jibril – Gabriel
Maryam – María
Musa – Moisés.
Shaytan – Satanás
Suleiman – Salomón
Yacoub – Jacob
Yunis – Jonas
Yusuf – José
BIBLIOGRAFÍA
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Hammudah Abdalati. Ex-director del Centro Islámico Canadiense de Alberta, profesor asociado de la Syracuse University
y reconocido erudito en asuntos islámicos. Trabajó como consultor de recursos y asesor de numerosas organizaciones (Al-
Azhar University entre otras), y diversas personas en América del Norte y en el extranjero.
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el mundo islámico. www.aims.org.
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Miriam Adeney es Dra. en Antropología, y profesora asociada de los ministerios globales y urbanos en Seattle Pacific
University.
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Javeed Akhter es el director ejecutivo del Chicago-based International Strategy and Policy Institute, fundado en 1994 por
un grupo de americanos musulmanes. Es autor del libro “The Seven Phases of Prophet Muhammad’s Life”.
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Shah Ali es un seguidor de Cristo de familia musulmana en el sur de Asia. Se oculta su identidad debido a la persecución
que sufren los cristianos en dicho país. Él tradujo el Nuevo Testamento a su idioma nacional, con términos musulmanes.
El amor de J. Dudley Woodberry por los musulmanes y su conocimiento de las creencias y de la cultura se reconocen hace
mucho tiempo. Sirvió en el Líbano, en Pakistán, en Afganistán y en Arabia Saudita.
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Luis Bush nació en Argentina y creció en Brasil. Él, junto a su esposa Doris, se mudaron a El Salvador para pastorear una
iglesia local. Luis coordinó una iniciativa iberoamericana para movilizar a la misión llamada COMIBAM y, después de
ello, sirvió como director ejecutivo de Partners International. Luego se convirtió en director internacional de AD2000 &
Beyond Movement y actualmente sirve como mentor internacional para Transform World: Indonesia 2005.
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Erich Bridges es un escritor principal en el Southern Baptist International Mission Board. Su columna se distribuye por
Baptist Press.
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El Dr. Patrick O. Cate es presidente de Christar, antes International Missions, Inc. (IMI). Christar ha trabajado con los
musulmanes en veinte países del mundo durante más de 70 años. www.christar.org.
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Dr. Patrick O. Cate es presidente de Christar, ex International Missions, Inc. (IMI). Christar trabaja con musulmanes en
veinte países hace más de 70 años. www.christar.org
Ada pta do de Pa tri ck O. Ca te, “Wha t Wi l l It Ta ke To Wi n Mus l i ms ?” Evangelical Missions Quarterly, 28, n.° 3 (jul i o, 1992), pp. 230–234. Us a do con
permi s o. www.billygrahamcenter.org/emis.
The Center for Ministry to Muslims
Ada pta do de The Center for Mi ni s try to Mus l i ms , “Fol k Is l a m: The Mus l i m’s Pa th to Superna tura l Power,” Intercede 18, no. 5 (s epti embre–
octubre 2002), pp. 1, 4–5. www.rea chi ngmus l i mpeopl es .com. Us a do con permi s o.
Colin Chapman ha trabajado en Church Missionary Society (CMS) y en International Fellowship of Evangelical
Students en Egipto, Líbano y Chipre. Es experto en Islam y director del Crowther Hall, el CMS Training College in
Birmingham, Inglaterra.
Ada pta do de Col i n Cha pma n, Cros s a nd Cres cent: Res pondi ng to the Cha l l enge of Is l a m (Lei ces ter, RU: InterVa rs i ty Pres s , 1995), pp. 127–138.
www.i vpres s .com. Us a do con permi s o.
Harvie Conn fue profesor de misiones en el Westminster Theological Seminary de Filadelfia, Pennsylvania, hasta su
muerte, en 1999. Harvie sirvió en Corea como predicador itinerante y evangelista en el interior de Seúl. Fue pionero del
evangelismo urbano moderno.
Ada pta do de Ha rvi e Conn, “A Mus l i m Convert a nd Hi s Cul ture,” i n Don McCurry, ed., The Gos pel a nd Is l a m: A Compendi um (Monrovi a , Ca l i f.:
MARC Publ i ca ti ons , 1979), pp. 97-111. Publ i c doma i n.
Gregg Detwiler es el coordinador del ministerio multicultural en Emmanuel Gospel Center en Boston, Massachusetts.
Ada pta do de Gregg Detwi l er, “Honori ng Stra ngers ,” Di s ci pl es hi p Journa l , 137 (2003), p. 31. Us a do con permi s o.
Steven Downey es vice presidente de Comunicaciones y Marketing en Partners International, Spokane, Washington.
www.partnersintl.org.
Ada pta do de Steven Downey, “Ibero-Ameri ca ns Rea chi ng Ara b Mus l i ms ,” Lausanne World Pulse 38, n. ° 5 (ma rzo, 2003), pp. 1, 3. Us a do con
permi s o. lausanneworldpulse.com.
La pasión de Frontiers es glorificar a Dios mediante la plantación de iglesias entre todos los pueblos musulmanes no
alcanzados.
“Fi l l i ng the Ga p: One Coupl e’s Di a ry Duri ng Si x Months i n Centra l As i a “ Frontiers Frontlines 4, n. ° 3 (s epti embre-octubre de 2003), pp. 1, 3-6.
Us a do con permi s o. www.frontiers.org.
C. George Fry es profesor asociado de Teología Histórica y director de Educación para las Misiones en el Seminario
Teológico Concordia.
James R. King es profesor en la Universidad de Wittenberg. Ambos son coautores de The Middle East: Crossroads of
Civilization.
Ada pta do de C. George Fry y Ja mes R. Ki ng, Islam: A Survey of the Muslim Faith (Gra nd Ra pi ds : Ba ker, 1982), pp.71–87. www.bakerbooks.com.
Us a do con permi s o.
Dean Gilliland pasó veinte y dos años como misionero en Nigeria, donde trabajó en la educación teológica, co-fundador y
la Asociación de África Occidental de Institutos Teológicos.
Ada pta do de Dea n S. Gi l l i l a nd, “Model a do de l a Enca rna ci ón es gente mus ul ma nes : una res pues ta a Sa m Schl orff” (enca rna ci ón de
model a do pa ra l os mus ul ma nes : una res pues ta a Sa m Schl orff) en Mi s i onol ogía : Una Revi s i ón Interna ci ona l , 28, No. 3 (2000 ), pp. 332-333.
Us a do con permi s o.
John Haines, junto con su esposa Margy, ha anunciado el evangelio a los musulmanes por más de treinta y dos años.
Comenzaron su servicio con Arab World Ministries en África del Norte en 1970. Desde entonces, han ministrado a
inmigrantes musulmanes en Francia.
Ada pta do de John Ha i nes , Good News for Muslims (Upper Da rby, Pa .: Mi ddl e Ea s t Res ources , 1998), pp.17–25. Us a do con permi s o.
www.awm.org.
Edward J. Hoskins es médico en una importante universidad del Medio Oeste de los Estados Unidos y ha estado
involucrado con el mundo musulmán durante más de veinte años. Edward y su familia han vivido en Beirut, Líbano, en
la década de 1980. “El corazón de un musulmán” es una publicación de Dawson Media, un ministerio de Los Navegantes.
Ada pta do de Edwa rd J. Hos ki ns , A Mus l i m’s Hea rt: Wha t Every Chri s ti a n Needs To Know To Sha re Chri s t wi th Mus l i ms (Col ora do Spri ngs :
Da ws on Medi a , 2003), pp. 35–38. www.da ws onmedi a .com. Us a do con permi s o.
Del Kingsriter fue misionero en Kenia y Tanzania en asociación con Assemblies of God World Missions y fue un miembro
clave para la fundación del Center for Muslim Ministry.
Ada pta do de Del Ki ngs ri ter, Ques ti ons Mus l i ms As k Tha t Need to Be Ans wered (Spri ngfi el d, Mo.: Center for Mi ni s try to Mus l i ms , 1991), pp.
1-36. Us a do con permi s o.
El doctor Greg Livingstone es fundador de Fronteras, una agencia dedicada a glorificar a Dios mediante la plantación de
iglesias entre los pueblos musulmanes inalcanzados. Sirvió durante catorce años con el ministerio Operación
Movilización en la India, Oriente Medio y Europa. Fue director de Ministerios al Mundo Árabe durante seis años.
Fran Love nació y se crió en Indonesia. Ella y su esposo regresaron a Indonesia después de vivir entre los musulmanes para
aprender de ellos y ayudarlos a conocer y a experimentar el amor y el poder que Jesús tiene hacia ellos. Actualmente, reside
en Inglaterra.
Ada pta do de Fra n Love, “Church Pl a nti ng Tha t Incl udes Mus l i m Women”, International Journal of Frontier Missions 13, n. °3 (Jul i o-s epti embre de
1996), pp. 135-138. www.ijfm.org. Us a do con permi s o.
El Dr. Rick Love es el director internacional de Frontiers, una agencia misionera dedicada a glorificar a Dios mediante la
plantación de iglesias en los pueblos musulmanes inalcanzados.
Ada pta do de Ri ck Love, “Power Encounter Among Fol k Mus l i ms : An Es s enti a l Key of the Ki ngdom”, Interna ti ona l Journa l of Fronti er Mi s s i ons
13, número 4 (1996), pp. 193–195. www.i jfm.org. Us a do con permi s o.
Fátima Mahoumet
Ada pta do de Fá ti ma Ma houmet, “Ann Croft a nd the Ful a ni ”. The Zwemer Institute Newsletter, (Spri ng 1981). Us a do con permi s o del Zwemer
Ins ti tute of Mus l i m Studi es , Col ombi a , S.C.
Christine Mallouhi es australiana. Durante treinta años ha tenido su residencia entre los musulmanes del mundo árabe.
Está casada con un árabe, seguidor de Cristo, proveniente de una familia musulmana. Juntos dirigen una asociación de
publicaciones que edita libros en árabe, con el propósito de acercar a Cristo a los musulmanes. Christine ha publicado
numerosos artículos referidos a la relación entre musulmanes y cristianos. Es autora de Waging Peace on Islam (Downers
Grove, Ill.: InterVarsity Press, 2000).
Ada pta do de Chri s ti ne A. Ma l l ouhi , Mi ni s ki rts , Mothers , a nd Mus l i ms (Ca rl i s l e, UK; Spea r Publ i -ca ti ons , 1997) pp. 93–95. Us a do con permi s o.
Es te ma teri a l a pa rece en pa rte de l a reci ente edi ci ón revi s a da , Mi ni s ki rts , Mothers , a nd Mus l i ms (Gra nd Ra pi ds : Mona rch Books , 2004).
www.l i onhuds on.com.
Charles R. Marsh fue misionero pionero en Argelia durante muchos años y también ha servido como misionero y
traductor en la República del Chad. Desde 1968 ha viajado en Argelia y Chad entrenando evangelistas para el mundo
musulmán.
Ada pta do de Cha rl es R. Ma rs h, Sha re Your Fa i th wi th a Mus l i m (Chi ca go, Il l .: Moody Pres s , 1980), pp. 8–13. www.moodypubl i s hers .org.
Us a do con permi s o.
E. J. Martin tiene una maestría en educación y trabajó durante varios años en un país musulmán en el que se acusó a su
marido de distribuir literatura cristiana y pasó varios meses en la cárcel sin presentarse cargos en contra de él.
Ada pta do de E. J. Ma rti n, “Why Am I a Mi s s i ona ry to Mus l i ms ? Mi s s i on Fronti ers (s epti embre–octubre, 2003), pp. 12-13. Us a do con permi s o.
www.missionfrontiers.org.
Joshua Massey es antropólogo cultural. Reside actualmente en Medio Oriente. Coordina el desarrollo de los medios de
comunicación autóctona buscando ayudar a los musulmanes seguidores de Jesús, proclamando el reino de Dios y haciendo
discípulos.
Ada pta do de Jos hua Ma s s ey, “Should the Christians Use “Allah” in Bible Translation? en Serving in Mission Together (104), p. 5. www.sim.org (ci ta do
el 9 de di ci embre de 2004). Us a do con permi s o.
Joshua Massey es antropólogo cultural. Actualmente reside en Oriente Medio y coordina el desarrollo de medios de
difusión autóctonos que brinda ayuda a musulmanes que siguen a Jesús proclamando el reino de Dios y haciendo
discípulos.
De Jos hua Ma s s ey, “Hometown Mi ni s try a s Prefi el d Prepa ra ti on”, Evangelical missions Quarterly 38, n. ° 2 (a bri l , 2002), pp. 196-201. Us a do con
permi s o. www.billygrahamcenter.org/emis.
Don McCurry es el actual director del Summer Institute of Muslim Studies, presidente de Ministries to Muslims y
director interino del Ibero-American Institute of Transcultural Studies de España. Es un misionero veterano que ha
trabajado en Pakistán y ha realizado una obra pionera en Asia Central con Open Doors. Además ha entrenado candidatos
egipcios para el mundo árabe. Ha editado el libro The Gospel and Islam.
Ada pta do de Don McCurry, Hea l i ng the Broken Fa mi l y of Abra ha m (Col ora do Spri ngs : Mi ni s tri es to Mus l i ms , 2001), pp. 89–94.
www.mtmbooks .com. Us a do con permi s o.
Bruce A. McDowell estudió Islam en la Universidad de Temple y tiene experiencia en ministerios musulmanes en los
Estados Unidos y en diversos países alrededor del mundo.
Anees Zaka es el fundador y director de la Iglesia sin Murallas, y fundador y presidente del Instituto Bíblico para
Estudios Islámicos.
Ada pta do de Bruce A. McDowel l y Anees Za ka . Muslims and Christians at the Table (Phi l l i ps burg, New Jers ey: Pres byteri a n a nd Reformed, 1999),
pp. 149-150. www.prpbooks .com. Us a do con permi s o.
William M. Miller fue misionero en la iglesia presbiteriana de Irán, desde 1919 hasta 1962. Murió en 1995, a los 101
años. Fue uno de los últimos misioneros del movimiento de estudiantes voluntarios.
Ada pta do de Wi l l i a m M. Mi l l er, A Christian’s Response to Islam (Phi l l i ps burg, New Jers ey: Pres byteri a n a nd Reformed, 1980), pp. 13-40.
www.prpbooks .com. Us a do con permi s o.
Samuel H. Moffett nació en Corea, hijo de padre y madre estadounidenses. Desde 1947 y hasta 1951 enseñó en la China
bajo los gobiernos comunista y nacionalista. Fue por muchos años profesor de “Historia de las misiones” en el Princeton
Theological Seminary.
Ada pta do de Sa muel H. Moffett, A History of Christianity in Asia, vol . 1 (New York: Orbi s Books , 1998), pp. 324-332. www.orbi s books .org. Us a do
con permi s o.
Chawkat Moucarry nació en Siria y vivió en comunidades musulmanas y cristianas. Adquirió su doctorado en estudios
islámicos en la Universidad de la Sorbona (París). Es mentor y profesor de estudios islámicos en All Nations Christian
College de Inglaterra.
Ada pta do de Cha wka t Mouca rry, The Prophet a nd the Mes s i a h: An Ara b Chri s ti a n’s Pers pecti ve on Is l a m a nd Chri s ti a ni ty (Downers Grove,
Il l .; InterVa rs i ty Pres s , 2001), pp. 275–282. Us a do con permi s o. www.i vpres s .com.
Waleed Nassar es evangelista internacional, maestro y orador de misiones. Vive en Dearborn, Michigan. Ha escrito
tratados acerca de los musulmanes y actualmente está completando un manual referido a la obra de evangelización a estos
pueblos.
Rei mpres o con el permi s o de Mi ni s tri es Toda y, jul i o–a gos to, 1994, p. 80. U.S. Derechos res erva dos . www.mi ni s tri es toda y.com
Erik Nubthar es un misionero de Mission to the World que trabaja con Arab World Ministries.
Ada pta do de Eri k Nubtha r, “Contextua l i za ti on: How Fa r Is Too Fa r?” Evangelical Missions Quarterly 32, n. ° 3 (jul i o, 1996), pp. 309–310. Us a do
con permi s o. www.billygrahamcenter.org/emis.
Fundada por el hermano Andrés (El contrabandista de Dios), Open Doors ministra y capacita a los cristianos que padecen
persecución por causa de su fe en Jesucristo.
Ada pta do de Worl d Wa tch Li s t (Puerta s Abi erta s , a bri l 2013). Us a do con permi s o.opendoors .org.
Phil Parshall es una de las máximas autoridades contemporáneas en la obra al mundo islámico. Phil y su esposa Julie han
vivido desde el año 1962 en Bangladesh y en las Filipinas. Es autor de nueve libros acerca del ministerio cristiano de
alcance a los musulmanes.
Ada pta do de Phi l Pa rs ha l l , Beyond the Mos que (Gra nd Ra pi ds : Ba ker, 1985), pp. 47–63. www.ba kerbooks .com. Us a do con permi s o.
Phil Parshall es una destacada autoridad en el ministerio de alcance a los musulmanes. Phil y su esposa Julie han vivido
desde 1962 en comunidades islámicas de Bangladesh y las Filipinas. Es autor de nueve libros referidos a la obra cristiana
entre los pueblos musulmanes.
Ada pta do de Phi l Pa rs ha l l , Mus l i m Eva ngel i s m: Contempora ry Approa ches to Contextua l i za ti on (Wa ynes boro, Ga .: Authenti c Medi a , 2003),
pp. 223–231. Us a do con permi s o.
Phil Parshall es una persona de autoridad vigente en el ministerio al mundo islámico. Desde 1962, Phil y su esposa Julie
han vivido entre los musulmanes, en Bangladesh y Filipinas. Es autor de nueve libros acerca del ministerio cristiano
entre los musulmanes.
Ada pta do de Phi l Pa rs ha l l , Beyond the Mos que (Gra nd Ra pi ds : Ba ker, 1985), pp. 186–187. www.ba kerbooks .com. Us a do con permi s o.
Phil Parshall es una persona de autoridad vigente en el ministerio al mundo islámico. Desde 1962, Phil y su esposa Julie
han vivido entre los musulmanes, en Bangladesh y Filipinas. Es autor de nueve libros acerca del ministerio cristiano
entre los musulmanes.
Ada pta do de Phi l Pa rs ha l l , “God’s Communi ca tor i n the ’80s ,” Eva ngel i ca l Mi s s i ons Qua rterl y 15, número 4 (1979), pp. 215–221. Us a do con
permi s o. Proyecto Caleb es un ministerio de movilización con sede en la ciudad de Littleton, Colorado. Durante los últimos veinte años, Proyecto Caleb ha
enviado expediciones de investigación etnográfica alrededor del mundo.
Phil Parshall es una de las autoridades que lidera en la actualidad el ministerio a los musulmanes. Él y su esposa Julie
viven entre musulmanes desde 1962 en Bangladesh y en Filipinas. Es autor de nueve libros acerca del ministerio cristiano
entre musulmanes.
Ada pta do de Phi l Pa rs ha l l , “Li fti ng the Fa twa ,” Evangelical Missions Quarterly 40, n. ° 3 (jul i o, 2004), pp. 288–293. Us a do con permi s o.
www.billygrahamcenter.org/emis.
Proyecto Caleb es un ministerio de movilización con sede en la ciudad de Littleton, Colorado. Durante los últimos veinte
años, Proyecto Caleb ha enviado expediciones de investigación etnográfica alrededor del mundo.
David Racey es un obrero con Christar, ex International Missions, Inc (IMI), que vivió nueve años en Oriente Medio.
Ada pta do de Da vi d Ra cey, “Contextua l i za ti on: How Fa r Is Too Fa r?” Evangelical Missions Quarterly 32, n. ° 3 (jul i o, 1996), pp. 304–309. Us a do con
permi s o. www.billygrahamcenter.org/emis.
Jim Rockford es el director de campo en la sede internacional de Frontiers en Inglaterra. Anteriormente, fue plantador de
iglesias durante once años en el Medio Oriente.
Ada pta do de Ji m Rockford, “Is Pl a nti ng Churches i n the Mus l i m Worl d ‘Mi s s i on Impos s i bl e’?” Evangelical Missions Quarterly 33, no. 2 (Abri l ,
1997), pp. 156–165. www.billygrahamcenter.org/emis. Us a do con permi s o.
la Real Embajada de Arabia Saudita
Ada pta do de “Is l a m a nd Knowl edge,” Is l a m: A Gl oba l Ci vi l i za ti on (Wa s hi ngton, D.C.: The Roya l Emba s s y of Sa udi Ara bi a , n.d.), pp. 20–27.
Us a do con permi s o
Dick Scoggins ha entrenado a equipos de plantación de iglesias en el mundo musulmán junto a Frontiers y a otros
organismos. Jim Rockford sirve como director de campo en la sede internacional de Frontiers en Inglaterra.
Anteriormente, fue fundador de iglesias durante once años en el Oriente medio.
Ada pta do de Ji m Rockford, “¿Is Pl a nti ng Churches i n the Mus l i m Worl d ‘Mi s s i on Impos s i bl e’?”; y de Di ck Scoggi ns , “Seven Pha s es of Church
Pl a nti ng: Pha s e a nd Acti vi ty Li s t”, Evangelical Missions Quarterly 33, n. °2 (a bri l de 1997), pp. 156-165. www.bi l l ygra ha mcenter.org/emi s . Us a do
con permi s o.
Dr. David W. Shenk es consultor para las misiones globales en Eastern Mennonite Missions, Salunga, Pennsylvania.
Nació en Tanzania y es hijo de misioneros. Trabajó en Somalía, en Kenia y en los Estados Unidos. Fue profesor en
Lituania. Es autor de más de doce libros referidos a las misiones y a la relación del evangelio con otras religiones.
Ada pta do de Da vi d W. Shenk, Is l a m a nd Chri s ti a ni ty: A Ques t for Communi ty, tra ba jo no publ i ca do, 14 de enero de 1983. Us a do con
permi s o.
El Dr. David W. Shenk es consultor global de misiones para Eastern Mennonite Missions, en Salunga, Pennsylvania.
Nació en Tanzania y es hijo de misioneros. Ha trabajado en Somalía, Kenia y Estados Unidos de América, y también fue
profesor en Lituania. Es autor de más de una docena de libros referidos al tema misionológico y a la relación del evangelio
con otras religiones.
Ada pta do de Da vi d W. Shenk, “Convers a ti ons Al ong the Wa y,” en J. Dudl ey Woodberry, ed., Mus l i ms a nd Chri s ti a ns on the Emma us Roa d
(Monrovi a , Ca l i f.: MARC Publ i ca ti ons , 1989), pp. 8–9. Us a do con permi s o del Zwemer Ins ti tute of Mus l i m Studi es .
El doctor Bruce Sidebotham tuvo siete años de ministerio transcultural en Indonesia. Dirige Operation Reveille, una
rama de Mission to Unreached Peoples, que entrena y equipa a los candidatos para el ministerio transcultural.
Ada pta do de The Revei l l e Shofa r, 6, número 1 (pri mer cua tri mes tre, 2002). www.oprev.org. Us a do con permi s o.
Marti Smith es miembro de Proyecto Caleb. Marti entrena y sirve a los equipos de corto plazo que realizan la
investigación etnográfica de diversas culturas alrededor del mundo.
SOON Online Magazine
Ada pta do de SOON Onl i ne Ma ga zi ne. “The Reconci l i a ti on Wa l k” (ma yo 6, 2003). www.s oon.org.uk/pa ge15.htm (ci ta do el 10 de di ci embre de
2004). Us a do con permi s o.
R.C. Sproul es un conocido autor y profesor invitado en varios seminarios. Tiene un programa de radio.
Abdul Saleeb nació y se crió en un país musulmán, y se convirtió al Cristianismo mientras cursaba sus estudios en
Europa. Es misionero a los musulmanes en los Estados Unidos.
Ada pta do de R.C. Sproul y A. Sa l eeb, El l a do os curo del Is l a m (Whea ton, Il l i noi s : Cros s wa y Books , 2003), pp. 25-33. www.gnpcb.org. Us a do
con permi s o.
Keith E. Swartley es el editor de Descubriendo el Mundo del Islam. Keith comenzó su amistad con los musulmanes en
1983. Desde entonces ha disfrutado del aprendizaje y de la compañía de los musulmanes por todo el mundo.
kswartley@encounteringislam.org
El Dr. Juan Marcos Terry trabaja como profesor en un seminario sobre la costa del Pacífico. Trabajó durante cuatro años
como profesor en el Colegio Bautista y Clear Creek durante 15 años como misionero en Filipinas.
Ada pta do de Jua n Ma rcos Terry, “Enfoques pa ra l a Eva ngel i za ci ón de l os mus ul ma nes ” (Enfoques pa ra l a eva ngel i za ci ón de l os
mus ul ma nes ) Mi s i ones Eva ngél i ca s Tri mes tra l 32, No. 2 (a bri l de 1996), pp.168-173. www.bi l l ygra ha mcenter.org/emi s . (Si ti o en Ingl és .
Cons ul ta do el 03/07/2013) Se uti l i za con el permi s o.
Lyndi Parshall Thomas es hija de misioneros procedentes de Bangladesh. Escribió el presente artículo mientras cursaba la
escuela secundaria en Faith Academy, Manila.
Ada pta do de Phi l Pa rs ha l l , ed., The La s t Grea t Fronti er (Phi l i ppi nes : Open Doors wi th Brother Andrew, 2000), p. 185–188. Us a do con permi s o.
www.opendoors .org.
John Travis ha participado en la plantación de congregaciones entre musulmanes en Asia en los últimos dieciocho años.
Ada pta do de John Tra vi s , “The C1 to C6 Spectrum.” Evangelical Missions Quarterly 32, n. °3 (jul i o 1996), pp. 304–310. Us a do con permi s o.
www.billygrahamcenter.org/emis.
Ruth A. Tucker es misionera, profesora del Calvin Theological Seminary y autora de más de treinta libros.
Ada pta do de Ruth A.Tucker, Ha s ta l o úl ti mo de l a ti erra : Hi s tori a bi ográ fi ca de l a obra mi s i onera (Ed. Vi da , 1988), pp.318-322.
Dr. Lyle VanderWerff sirvió en Kuwait y actualmente es profesor de religión y director para los estudiantes
internacionales de la Northwestern College en Iowa.
Ada pta do de Lyl e Va nderWerff, “Mi s s i on Les s ons from Hi s tory: A La bora tory of Mi s s i ol ogi ca l Ins i ghts Ga i ned from Chri s ti a n-Mus l i m
Rel a ti ons hi ps ,” Interna ti ona l Journa l of Fronti er Mi s s i ons 11, número 2 (a bri l 1994), pp. 75–79. www.i jfm.org. Us a do con permi s o.
Dr. J. Christy Wilson Jr., es Profesor Emérito de Evangelización mundial en Gordon-Conwell Seminary. Sirvió como
misionero en Asia Central por 23 años.
Ada pta do de J. Chri s ty Wi l s on Jr., “Undergi rdi ng the Effort wi th Pra yer: Mus l i ms Bei ng Rea ched Foremos tl y through Extra ordi na ry Pra yer”,
International Journal of Frontier Missions, 11, n. ° 2 (a bri l de 1994), pp. 61–65. Us a do con permi s o. www.ijfm.org.
J. Dudley Woodberry ama al pueblo musulmán. Tiene un vasto conocimiento de las creencias y las culturas islámicas. Ha
servido en el Líbano, en Pakistán, en Afganistán y en Arabia Saudita.
Ada pta do de J. Dudl ey Woodberry, “The Rel eva nce of Power Mi ni s tri es for Fol k Mus l i ms ,” Wres tl i ng wi th Da rk Angel s , ed. C. Peter Wa gner
(Ventura , Ca l i f.: Rega l Books , 1990), pp. 321–331. Us a do con permi s o. Toda s l a s ci ta s bíbl i ca s en es te a rtícul o corres ponden a l a vers i ón
Rei na -Va l era 1960
Philip Yancey es editor general de la revista Christianity Today y autor ganador del premio Gold Medallion. Entre sus
libros, encontramos: Where Is God When it Hurts?, Disappointment With God y The Gift Nobody Wants.
De Phi l l i p Ya ncey, “The Ba ck Pa ge: Letter from a Mus l i m Seeker”, Christianity Today 45, n. ° 15 (di ci embre, 2001), p. 80. Us a do con permi s o.
www.christianitytoday.com.
La humanidad, constituida universalmente por criaturas caídas, viene equipada con su bagaje cultural, o sea, el
conjunto de prejuicios o lentes a través de los cuales mira el mundo. Utilizamos estas lentes para editar, interpretar y
evaluar lo experimentado. Generalmente, esta “mirada cultural” es imperceptible a menos que sea confrontada con
una persona de un diferente contexto cultural.
Por lo tanto, y para entender el islam, necesitamos usar una lente diferente cuya óptica mostrará una mayor
comprensión, apreciación e incluso empatía por el mundo musulmán. Ciertos conceptos incorrectamente recibidos
serán corregidos y la propia red de interpretación se expandirá. ¿Significa que vamos a estar de acuerdo o aceptar
todo lo expuesto? No, porque ese no es el objetivo del presente estudio.
Descubriendo el Mundo del Islam no solo ha sido diseñado para desarrollar una interpretación correcta respecto de
los puntos de vista islámicos, sino también para ayudar a generar relaciones profundas y duraderas con los
musulmanes. Hay muchas cosas de este pueblo y su religión que pueden ocasionar alertas, pero el enfoque en un
entendimiento mutuo y las relaciones amistosas deben hacer énfasis en escuchar y aprender.

En 1983, Keith Swartley hizo amigo de musulmanes por primera vez en la antigua ciudad de Mombasa, Kenia.
Desde entonces, han disfrutado de estas relaciones, el aprendizaje y el intercambio con los musulmanes en muchos
países, desde Europa hasta el sudeste de Asia.
La pasión de Keith es motivar a los cristianos para compartir el amor de Cristo con los musulmanes de una manera
respetuosa y amorosa.
Keith está casado con Ethel durante 30 años y tiene dos hijas. De 1993 a 2002 trabajó con el U.S. Center for World
Mission en Filadelfia, Estados Unidos, y actualmente sirven con Pioneers.
Keith sigue coordinando y enseñándo en los cursos Descubriendo el mundo del Islam en varios lugares. Se le puede
contactar por e-mail: kswartley@encounteringislam.org.

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