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La filosofía empirista llevó a cabo una saludable autocrítica de la razón,

delimitó sus límites y restringió sus posibilidades asentándola en el ámbito


de la experiencia.

En un sentido bastante general, se denomina empirismo a toda teoría que


considere que la experiencia es el origen del conocimiento, pero no su límite

Subjetivismo del conocimiento

En este punto, empiristas y racionalistas coinciden al afirmar que, para


conocer el mundo se ha de partir del propio sujeto, no de la realidad en sí.
La mente no puede conocer las cosas más que a partir de las ideas que
tiene sobre ellas.

Por lo tanto, si lo primero en el orden del conocimiento son las ideas, éstas
habrán de tener un origen distinto a la propia mente (tesis racionalista). Su
validez objetiva le vendrá de las cosas mismas. Este último punto no puede
ser aplicado a todos los empiristas sin excepción. Hume, por ejemplo, negó
que se pudiera inferir la existencia de la realidad exterior a partir de las
"percepciones" que tenemos sobre ella.

La experiencia (empeiría) como única fuente del conocimiento

El origen del conocimiento es la experiencia, entendiendo por ella la


percepción de los objetos sensibles externos (las cosas) y las operaciones
internas de la mente (emociones, sensaciones, etc.). Esta afirmación no
tiene la misma significación en todos los empiristas. Si para Locke estas
ideas (percepciones) son objetivas, es decir, son producidas por las cosas
mismas o substancias, para Berkeley y Hume no se puede admitir que
nuestras ideas sean causadas por las cosas materiales (idealismo). Berkeley
negará la existencia de la substancia material: la causa de nuestras ideas es
Dios y nuestra propia mente. "Ser" consiste únicamente en ser percibido
(esse est percipi).

Hume extenderá su crítica empirista a la existencia de toda substancia,


corporal, espiritual (yo) o divina (Dios). Nuestro conocimiento es
conocimiento de nuestras propias percepciones (impresiones) de las que se
han de derivar, como sus copias, todas las ideas. Por ello, no podemos
defender la existencia de un mundo exterior, ni de un "yo" ni de una
substancia divina. Hacerlo implicaría rebasar los límites de nuestra propia
razón (ir más allá de la experiencia).

Así pues, para los empiristas, el único criterio de verdad es la experiencia


sensible.

Negación de las ideas innatas de los racionalistas

Si todo conocimiento ha de provenir de la experiencia esto supone que


habrá de ser adquirido. La mente no posee contenido alguno (ideas
innatas), sino que es como una "tabla rasa", un receptáculo vacío que debe
"llenarse" a partir de la experiencia y el aprendizaje.

El innatismo racionalista presume que todo hombre, por el mero hecho de


ser racional, nacería con unos contenidos de conciencia dados que no podría
ignorar, por lo que todos conoceríamos las cosas sin aprendizaje ni
experiencia previa, cosa que no sucede.

El conocimiento humano es limitado: la experiencia es su límite.

Esta postura es radicalmente opuesta a la de los racionalistas, para los que


la razón, utilizando un método adecuado, no tiene límites y podría llegar a
conocerlo todo.

Los empiristas restringen la capacidad de la mente humana: la experiencia


es su límite, y más allá de ella no es lícito ir si no queremos caer en el error,
atribuyéndole a todo lo que no ha sido "experimentado" una realidad y
existencia objetiva.

Hume, el más radical y consecuente con los postulados del empirismo,


criticará y negará la posibilidad de la metafísica, al no tener base empírica y
traspasar los límites la experiencia. Las ideas de la metafísica son absurdas
e ininteligibles, porque no provienen de ninguna impresión sensorial de la
cual sea copia la idea. Tampoco aceptará que la física pueda proporcionar
un conocimiento verdadero y necesario sobre los fenómenos (cuestiones de
hecho) por basarse en el principio metafísico de la causalidad. Sobre los
fenómenos naturales no cabe más que un conocimiento probable basado en
la creencia. Únicamente la matemática, que no se fundamenta en la
experiencia, sino en nuestras propias ideas y en las relaciones que
mantienen estas entre si, puede considerarse un ciencia en el sentido
estricto de la palabra: un conocimiento absolutamente verdadero y
necesario sobre las cosas.

Negación del valor objetivo de los conceptos universales

Los empiristas aceptarán el postulado nominalista de que los conceptos


universales no hacen referencia a ninguna realidad en sí (objetiva), sino que
son meros nombres que designan a un conjunto de ideas particulares o
"percepciones" simples que se encuentran vinculadas entre sí. Cualquier
idea compleja ha de ser explicada por combinación y mezcla de ideas
simples. Los universales o conceptos generales son sólo designaciones de
estas combinaciones más o menos "estables" de ideas simples.

El método experimental y la ciencia empírica

El interés por hallar un método adecuado para dirigir el pensamiento fue


uno de los intereses principales tanto del racionalismo como del empirismo.
La diferencia entre ambos estriba en que, si para los racionalistas el modelo
ideal de método era matemático y deductivo, para los empiristas debía ser
experimental e inductivo, similar al que utilizó Newton en el campo de la
física, y que tan excelentes resultados había dado.

La ciencia no puede basarse en hipótesis o presupuestos no contrastados


con la experiencia. La validez de las teorías científicas depende de su
verificación empírica. Salvo en las matemáticas, que no versan sobre
hechos, sino sobre nuestras propias ideas y sus leyes de asociación, las
ciencias de los fenómenos naturales (física, geografía, biología, etc.) deben
evitar cualquier supuesto u hipótesis metafísica, así como rechazar el
método matemático deductivo. El error cometido por los racionalistas
consistió en tratar de igual forma y bajo el mismo método a todas las
ciencias, sin distinguir si se referían a hechos de la experiencia (cuestiones
de hecho) o a un simple proceder de la mente (relaciones de ideas).

El tiempo, no obstante, dio la razón a los empiristas, pues a partir del siglo
XVIII la física se independizó de la metafísica que, después de la crítica
kantiana, dejará de considerarse una ciencia.
…..
La filosofía empirista, pese a restringir el poder de la razón, sirvió de sana
autocrítica respecto a nuestros límites y posibilidades racionales.

El empirismo es lo opuesto al racionalismo. Común a ambos es el deseo de


dar nuevos fundamentos a la filosofía haciendo de ella una ciencia en
sentido estricto según el modelo de las ciencias exactas; para ello había que
encontrar un primer punto de partida inmediato y seguro.
…..
John Locke

1. La impresión sensible.
En su obra. Ensayo sobre el entendimiento humano. Locke plantea la
cuestión de la critica del conocimiento: ¿Cómo surge el conocimiento? ¿Qué
grado de certeza puede alcanzar? Y además revela la influencia de
descartes. Cuyo enfoque metodológico-critico se deja sentir en locke.

También el quiere alumbrar las fuentes mas originarias del conocimiento y


reducir, por ende, los complejos contenidos de la ciencia a sus elmentios
primeros y mas simples. Locke se plantea la mismo cuestión que Descartes,
aunque desde el comienzo su respuesta sigue un camino totalmente
distinto. Para el no hay ni ideas ni principios innatos , ya sea que se trate de
axiomas teoréticos o practicos.

Dice que el alma del comienzo esta vacia y limpia como una tabla rasa u
hoja en blanco esta es una comparación que se remonta al mismísimo
Aristóteles. Asi pues el no pretende discutir las diposiciones o capacidades
innatas; solo que no son ni ideas ni contenidos de conciencia, los cuales
proceden exclusivamente de la experiencia.

Cabe tener en cuenta que la palabra idea se refiere a cualquier contenido


de conciencia tanto conceptual-raciional como d índole sensible,lo que
omprende imaginación representación o concepto u cualquier cosa de la
que puede ocuparse el espíritu pensante.

Los contenidos o ideas simples del conocimiento proceden de la


experiencia. Distingue entre experiencia externa y experiencia interna. La
experiencia externa o sensación. Acoge a las experiencias sencibles de las
cosas corpóreas, mientras que la experiencia interna o refleccion asume los
propios actos estados y vivencias . pero no solo hay ideas simples sino que
también hay ideas compuestas o complejas, que son las que formamos a
través de la unión, comparación, o relación de las ideas simples, sin que
estas puedan producir ideas nuevas en el pensamiento

La experiencia externa o sensación derivan de una facultad sensible, como


son las sensaciones del color, sonido, olor, sabor, etc, o bien de varias
facultades sensibles como pasa con el sentidp del tacto y de la vista, las
cuale3s son la extencion, la forma o el movimiento. La percepción interna o
refleccion adquiere las ideas de la pensamiento representación, y deceo. De
la percepción y de la de la interna al ves emanan las ideas simples de placer
, alegría o dolor de fuerza, de la existencia. Y con esto según Locke, quedan
recogidos todos los elementos básicos de los que se compone el mundo del
conocimiento.

George Berkeley

La base de su pensamiento lo constituye un empirismo que Berkeley toma


en lo esencial de locke, aunque dándole un mayor desarrollo y fuerza. Se lo
ve claramente al comienzo del tratado en que rechaza cualquier idea
general o abstracta. Con ellos no solo conbate la existencia de esencias
generales, asi también cualquier representacionb de contenidos generales.
Dice que es imposible representarse a un hombre en general, si no que solo
y simpre a un hombre en particular, de modo que podemos representar una
cosa en particular concreta y determinada, y no un contenido en general.
Dice que no existe concepto alguno que capte la esencia general y común a
una pluralidad de las cosas.
Berkeley sostiene que no existe ningún genuino concepto general, que sólo
existen palabras como signos lingüísticos con los que designamos
externamente una pluralidad de cosas, a fin de ordenarlas y clasificarlas. La
palabra señala siempre una cosa individual, determinada y concreta, que
nosotros percibimos o nos representamos.

Cuando Berkeley señala que no podemos lo general es evidente que sólo


esta pensando en la representación sensible.

Señala que el conocimiento sensible no derivas de las cosas corpóreas


existentes, cuyas propiedades marcan nuestros sentidos, sino que las
percepciones sensibles no son mas que puras representaciones del espíritu.

Berkeley intenta demostrar que la hipótesis de una mundo corpóreo


existente fuera de nosotros no solo carece de fundamento sino que además
resulta contradictorio. No hay mundo material alguno que corresponda a
nuestras representaciones. El ser de las cosas corporales consiste en ser
percibidas.
Fuera de nosotros no existe una pluralidad de cosas materiales sino pues
una variedad de substancias reales, y substancias espirituales, inmateriales,
con esto Berkeley sostiene su concepto de substancia pero aplicándolo
solamente a realidades espirituales

El pensador inglés se queda en la pura manifestación como un fenómeno de


nuestra conciencia al que, sin embargo, no corresponde ninguna cosa
material. Solo que el fenómeno síb supone un sujeto consciente y, por tanto,
espiritual que es el que se manifiesta.

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