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La historia de la empresa abarca desde las dinámicas de los fenicios

hasta las complejas estructuras que están en funcionamiento en la


actualidad. Para poder explicar estos antecedentes es importante
comprender que una empresa es una unidad económica formada por
personas y capital destinada a obtener un beneficio económico.
La empresa en la actualidad se puede categorizar según su actividad
económica, según la forma en la que ha sido creada y según su
tamaño. Según el sector de la economía a la que está dedicada, las
empresas pueden ser del sector primario (obtención de materia
prima), secundario (industria manufacturera) y terciario (prestan un
servicio).
Según su forma de creación, una empresa puede existir bajo la forma
de empresa individual, que es aquella de una sola persona; o como
sociedad anónima, que es la forma más común de empresa en la
actualidad y su principal característica es que los socios aportan un
determinado capital, respondiendo solo por el capital que hayan
aportado.
También puede tratarse de una sociedad de responsabilidad limitada,
muy parecida a la sociedad anónima pero empleada mayormente en
pequeñas y medianas empresas; o una cooperativa, donde todos los
miembros tienen los mismos derechos y obligaciones.
Según su tamaño las empresas pueden denominarse grandes
empresas —esta definición está sujeta a la facturación anual y varía
según cada país— y PYMES -pequeñas y mediana empresas según sus
siglas-, cuya facturación anual está por debajo de lo establecido para
las denominadas grandes empresas.

Antecedentes históricos
Se podría decir que la primera empresa es el núcleo familiar. En la
antigüedad la familia intercambiaba bienes y comida para satisfacer
sus necesidades: la madre cocinaba, el padre cazaba y proveía a los
hijos de alimentos, ropa y casa para satisfacer sus necesidades más
básicas.
Esto responde al concepto más básico y primitivo de empresa: un
grupo de personas reunidas para obtener un bien común; en este
caso, satisfacer sus necesidades básicas.
Al ver satisfechas las necesidades del núcleo familiar, se
intercambiaban sobrantes de comida o herramientas con otras familias
de los pueblos o aldeas.
Con la evolución, los individuos fueron desarrollando nuevas
necesidades, lo que dio paso al aprendizaje de oficios. El individuo se
vio obligado a trasladarse a otros pueblos para conseguir diferentes
bienes o para ofrecer su trabajo. Este movimiento de personas y
productos dio paso al comercio.

Primeros comerciantes
Los primeros comerciantes de los que se tiene registro son los fenicios.
Estos individuos fueron grandes estrategas en el ámbito comercial ya
que establecieron sus asentamientos cerca del mar para facilitarse a sí
mismos el transporte de mercancías.
Estaban ubicados estratégicamente entre Egipto y Asiria, desde allí
fueron conquistadores comerciales del Mediterráneo. Hacían largos
viajes por mar, llevaban madera, tejidos de colores llamativos,
colgantes y jarras de oro, entre otros elementos.
Sus viajes no se limitaban a llevar productos a un sitio y volver a casa,
sino que se fueron convirtiendo en intermediarios de mercancía:
llevaban productos a un sitio y se cargaban con otros nuevos para
llevarlos al siguiente destino, así hasta volver a casa.
El éxito comercial de los fenicios radicó en dos aspectos: su dominio de
la navegación y su desinterés por conquistar pueblos; no fueron
grandes militares ya que su único interés era comerciar.
Luego de los fenicios, otro grupo importante de comerciantes fueron
los arameos. A diferencia de los fenicios, los arameos hacían el
transporte de mercancías por tierra.

Origen de la primera empresa


La primera empresa conocida y constituida bajo los parámetros
de empresa que conocemos hoy fue el Estado romano. El
municipio era visto como una persona jurídica independiente
capaz de poseer bienes y contraer obligaciones independientes
a las persona naturales que la lo constituían.
Remontándonos un poco más al pasado y siguiendo lo definido
antes en los antecedentes históricos, en el derecho romano se
define la primera empresa como la unión de los hijos en torno a
la herencia luego de la empresa del padre.
La segunda empresa conocida surgió de la necesidad del
intercambio de bienes y la tercera, de la que nos referiremos
como primera empresa formal existente, corresponde a las
societates publicanorum.
Las societates publicanorum surgieron en el año 215 a. C., su
principal función era recaudar impuestos para el Estado pero
también participaban en licitaciones públicas par contratos de
obra. Se puede decir entonces que las societates publicanorum
fueron la primera hacienda pública conocida.

Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales


La Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales fue la
primera empresa multinacional del mundo, así como la primera
en hacer público el valor de sus activos. Se fundó en 1602 y
durante casi 200 años fue la más grande empresa comercial del
mundo.
Se iniciaron exitosamente gracias el gran capital proveniente
de Holanda, haciéndose con el dominio del comercio de
especies finas y obteniendo posteriormente el monopolio de la
nuez moscada, la maza y los clavos.
Movilizaron unas 70 000 toneladas de mercancía y sus acciones
estuvieron valoradas en casi 8 millones de dólares.
Al igual que una empresa moderna, el capital de la compañía
estaba dividido en acciones. Sus accionistas eran personas
influyentes, miembros de la realeza y grandes comerciantes.
Su intención jamás fue conquistar extensiones de terreno; al
igual que los fenicios, solo querían tener el monopolio
comercial.
Durante casi 200 años la compañía Neerlandesa de las Indias
Orientales fue el mayor comerciante de mercancías entre Asia y
Europa, siendo en su momento el único en tener contacto con
Japón.

Fin de la compañía
Con el pasar de los años, la compañía no era la única haciendo
comercio entre Asia y Europa. Las rutas comerciales se fueron
expandiendo y entró nueva competencia que hizo que el
poderío de la compañía neerlandesa disminuyera.
En 1780 la compañía se nacionalizó debido a las grandes
deudas que tenían. Algunos atribuyen este hecho a una mala
repartición de los dividendos, otros a la ubicación en Indonesia
de la compañía lo que hacía logísticamente los viajes muy
complicados.
Otros atribuyen el fracaso a lo mal remunerados que estaban
sus empleados, hecho que generó corrupción en la compañía.
Probablemente el declive haya sido una suma de todas estas
razones.

Mercantilismo
El mercantilismo se basa en la obtención de riquezas con base
en el comercio. Esta corriente de pensamiento era la
predominante durante los siglos XVI, XVII y parte del XVIII.
Bajo esta premisa, las empresas y el Estado se enriquecían a
través del comercio internacional con el intercambio de
mercancías, principalmente por mar.
El mercantilismo fue un sistema que no se pudo sostener en el
tiempo, y con hechos como la Revolución francesa y la
independencia de los Estados Unidos, vio su fin.

Capitalismo industrial
El capitalismo industrial vio sus inicios con la Revolución
Industrial inglesa. Las empresas dejaron de ser unidades
comerciales para ser centros industriales de producción. En
este periodo se dedicaron mayormente a convertir la materia
prima en productos terminados.
Las primeras empresas que surgieron durante el capitalismo
industrial son las textiles; fueron las primeras en inventar
grandes maquinarias revolucionarias en aquel momento. El
segundo grupo de empresas fueron las dedicadas al sector
ferroviario y el tercer grupo a la industria del hierro y del
petróleo.
Esta etapa evolutiva dentro de las empresas provocó la quiebra
de las pequeñas empresas artesanas. Las líderes fueron las
empresas con gran flujo de capital, un gran número de
empleados y maquinaria que podían llevar a cabo estos nuevos
procesos de fabricación.
La evolución de la empresa en el capitalismo industrial también
abrió paso a una nueva etapa en la banca.
Anteriormente los bancos se usaban para financiar grandes
cruzadas bélicas; en la etapa del capitalismo industrial, los
bancos financiaron capital para estas nuevas empresas
industriales. El capitalismo industrial llegó a su fin luego de la
Primera Guerra Mundial.
Con el desarrollo del capitalismo, también vino el de las formas de
asociación empresarial.

Aunque siguieron existiendo los empresarios individuales o formas


solidarias con socios, aparecieron las sociedades colectivas, de
responsabilidad limitada y anónimas. En ellas, los socios solo arriesgan el
capital invertido.

Podemos destacar dos de ellas: la de responsabilidad limitada y la


anónima. La primera es la opción más habitual en sociedades de pequeño
tamaño. Las segundas fueron el punto de partida de las grandes
corporaciones, las cuales comenzaron a aparecer en el siglo XX y XXI.

Capitalismo financiero
Con el crecimiento de las empresas industriales a principios del
siglo XX, empezó a nacer la diferenciación entre la empresa y el
empresario, el concepto básico de una sociedad anónima de
separar a la persona natural del empresario con la persona
jurídica de la empresa.
Este crecimiento y evolución ocasionó lo que se conoce como
monopolio empresarial. El monopolio empresarial requirió una
gran cantidad de financiación para poder invertir en nuevos
países, entrar en nuevos mercados y asociarse con nuevas
empresas.
Todo esto hizo que el papel de los bancos fuera aún más
importante en esta etapa de evolución empresarial.

Historia de la empresa: De Roma a la Edad Media


El derecho romano incluía el llamado «contrato de sociedad». Sin embargo,
las sociedades, en la realidad, no diferenciaban lo personal de lo
empresarial. El auge del comercio propició la aparición de compañías más
complejas, necesarias para llevarlo a cabo.

Por otro lado, en la Edad Media, tenemos algunos ejemplos, como las
«Societas Maris» o la collegantia de Venecia. Estas asociaciones
diferenciaban entre el socio gestor y el socio capitalista. Podríamos
considerarlas el origen de las sociedades empresariales modernas.
Historia de la empresa: La tecnología
La era tecnológica tuvo uno de sus principales puntos de inflexión en los
años noventa, con la aparición de Internet. A su vez, supuso un cambio de
paradigma para el mundo empresarial. Las empresas tuvieron que
incorporar la tecnología a sus procesos productivos si querían sobrevivir.

“Si tu negocio no está en internet, tu negocio no existe” Bill Gates,


fundador de Microsoft.
Esta era digital dio lugar a cambios transcendentales en las relaciones
empresariales.

En el aspecto laboral, la posibilidad de trabajar a distancia permitió el


crecimiento del teletrabajo. En el empresarial, permitió una mayor eficacia
y eficiencia en todos sus procesos.

En definitiva, la historia de la empresa habla sobre su evolución, los


momentos claves o los cambios relevantes. Por tanto, nos permite
conocerlas mejor y así, llegar a entender su funcionamiento a la
perfección.

La empresa en la actualidad
En la actualidad, el papel de las empresas se ha vuelto mucho
más complejo debido a fenómenos como la globalización o al
avance incesante de las nuevas tecnologías de la información y
del conocimiento. En la empresa de hoy en día, y
principalmente en las de gran tamaño, las figuras del
empresario y del dueño del capital están claramente definidas.
La empresa actual integra un conjunto de factores de
producción (recursos naturales, personas y capital), que han
de ser organizados por el empresario y dirigidos para la
obtención de unos objetivos empresariales, como asegurarse la
obtención de un beneficio, pero sin olvidad su responsabilidad
social con el entorno que la rodea y condiciona su actividad.
La empresa no es, por tanto, un ente aislado, sino que forma
parte de un entorno mucho más complejo que está formado
por elementos interrelacionados entre sí y con la propia
empresa, sobre los cuales esta tiene escasa o nula influencia
pero que condicionan su actividad. Nos referimos a los factores
demográficos, tecnológicos, legales, competidores,
intermediarios o entidades financieras, por citar algunos
ejemplos.
En la actualidad la empresa es un engranaje complejo que
separa claramente la figura del empresario de la de la empresa.
Es este empresario quien coordina toda la actividad con todos
estos nuevos conceptos.
Con los avances tecnológicos, la globalización, la competencia y
la creación de nuevas necesidades, la empresa ha de tomar en
cuenta muchísimos más factores de los que se consideraban en
la antigüedad.
Las empresas ya no son solo máquinas que convierten materia
prima en productos terminados. Tienen departamentos
financieros, de marketing y de informática, entre otros, y
mantienen muy presente el fin económico de la misma.

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