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Persona y Humanismo Mtra.

Astrid Martín del Campo

A pesar de ser un libro escrito hace más de 40 años, aborda una problemática de interés actual: el
consumismo. La sociedad actual de nuestros días valora más a las personas en estos momentos por sus
posesiones y bienes materiales que por lo que realmente son. Es fácil perder el rumbo en este mundo
globalizado si no nos mantenemos centrados en lo que es esencial, dejando de lado el propósito principal de
nuestra existencia.

Hoy en día nos dejamos llevar por lo que vemos, pues la tecnología, aunque tenga muchos aspectos positivos,
también tiene muchos negativos. La mercadotecnia y su publicidad hacen que nuestra cabeza seduzca el
pensamiento de poseer lujos, que desde mi punto de vista no son necesidades básicas para el ser humano.

La satisfacción de deseos materiales no da la felicidad ni llegará a producirla, la libertad no se encontrará si


nos apegamos a todo lo que consumimos y que ha puesto en peligro la naturaleza de la vida. Sin darle
importancia al daño que puedes llegar a hacerle a los demás solo por poseer algo y que tu ego no sea
perjudicado.

Todo esto va de la mano con muchos temas controversiales actuales como lo es:

➢ El patriarcado y el feminismo: el famoso círculo vicioso donde los machistas creen poseer a las
mujeres y a sus hijos (muchos) gratuitamente, equivalente a tener un poder sobre ellos. Y estos hijos
varones, harán lo mismo cuando crezcan y tengan una familia.
➢ La ideología conservadora y liberal: que los adultos nieguen por completo las opiniones de los jóvenes
pues no le dan importancia a la política y religión y mejor buscan algo con lo que se identifican, no
mienten y aceptan su ignorancia. ¿Siendo por esto considerados perdidos, fracasados y apáticos? No
me convence estimado ser humano adulto…
➢ Los hijos, el sexo y el aborto: visto como algo malo, “no es de Dios”. Aquí la voluntad del individuo
es completamente quebrantada y no posee su cuerpo y además su decisión. Cuando personalmente
lo considero lo más importante, pues con ello nos identificamos y reconocemos el individuo que
somos en este mundo. Es en realidad lo único que podemos poseer hasta el último segundo de vida.
➢ Inmortalidad: desde las herencias y los testamentos hasta las redes sociales (que son los nuevos
sacerdotes) forman una fama para que jamás seas olvidado y muestres que poseías cosas de valor,
presumiendo tu estatus ante la sociedad en la que vivías.

Ahora, el símbolo del Cristal Azul con el significado que le dan. El hecho de que deja pasar solo el azul y refleja
los demás colores dice en realidad que no se le nombra por lo que posee, sino por lo que ofrece. Esta idea la
apoyo y la rijo en mi vida día a día. Pues la primera vez que ves a alguien es la expresión, postura o entonación
con la que habla y no por cuánto dinero tiene en su cuenta bancaria. O bueno, por lo menos yo nunca veo eso
pues siento que no debería ser un tema de conversación o discusión.

Otro tema que apoyo es el de renunciar para tener. El deconstruirnos para primero desaprender y después
aprender. Solo se necesita el empujón para iniciar desde cero. Y si, tal vez la angustia le gana a la cabeza, pero
eso es normal, como cualquier cosa nueva crea incertidumbre, pero se logra. Y considero que aparentar es
una conducta reprochable y te hace menos persona, aunque culpes a la sociedad a la que perteneces, es la
realidad. Si estos factores no son considerados antes de crecer como persona, no hay un fin a este conflicto
del ser humano.

Lo que me llevó como aprendizaje de esta lectura es que si buscas sobrevivir o compartir, dar y sacrificarse;
Busca cual domina y decide a que te va a llevar ya sea a largo o corto plazo. Todo por tu salud mental, por tu
crecimiento personal y por amarte a ti y con eso después poder amar a alguien más.

¿Tener o ser? Erich Fromm Tania A. Hernández Palomino


Capítulo IV y V

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