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Antes de describir con detalle el ciclo del carbono, debemos decir que se lleva a cabo en dos fases:
la biológica, que se desarrolla en periodos que van desde días hasta miles de años y la geológica,
que tarda millones de años en completarse.
En la fotosíntesis, las plantas absorben el CO2 de la atmósfera, así como el H2O del subsuelo y con
ayuda de la luz solar lo convierten en los carbohidratos necesarios para construir todas sus
estructuras (tallos, hojas, raíces, flores, frutos y semillas).
Los seres humanos además de respirar oxígeno también consumimos los carbohidratos de las
plantas y otros seres vivos para tener energía y al exhalar devolvemos a la atmósfera CO2 como
residuo. Finalmente, todos los seres vivos al morir se descomponen liberando CO2 a la atmósfera y
depositando carbono en el subsuelo.
Tanto en las plantas como en los ecosistemas, el carbono puede permanecer durante mucho
tiempo. La fase biológica del ciclo del carbono es de corta duración, ya que los compuestos de
carbono se transforman en procesos que toman desde segundos, como la respiración, hasta pocos
años, como la descomposición de materia orgánica en el subsuelo.
3.2 Producción y productividad. Biomasa y fotosíntesis.
Productividad primaria.
Se define como la tasa a la cual la energía radiante es almacenada por la
actividad fotosintética en forma de materia orgánica, que puede ser utilizada como alimento.
En otros términos, es la tasa de conversión de energía radiante en energía química y materia
orgánica, pues los organismos fotosintéticos utilizan la energía proveniente del Sol, el dióxido
de carbono y las sales minerales para producir la materia orgánica. Se suele distinguir entre
productividad primaria bruta y productividad primaria neta.
Productividad Secundaria.
Es la generada por los organismos secundarios heterótrofos o consumidores, a partir de los
organismos primarios.
3.3 Biomasa como energéticos: Bioenergéticos.
La biomasa es la fuente de energía más antigua utilizada por los humanos Se encuentra
en abundancia en casi todo el planeta.
La biomasa podría proporcionar energías sustitutivas, gracias a biocombustibles tanto líquidos
como sólidos, como el biodiésel o el bioetanol.
En términos energéticos, se utiliza como energía renovable, como es el caso de la leña, del
biodiésel, del bioalcohol, del biogás y del bloque sólido combustible.
Bioenergía:
Se define como la energía producida a partir de la biomasa para uso industrial, residencial o
público por lo cual es energía producida por biocombustibles.
La bioenergía utiliza materia orgánica como energético, por combustión directa o mediante su
conversión en combustibles gaseosos como el biogás o líquidos como bioetanol o biodiesel.
Puede obtenerse a partir de los biocombustibles sólidos como la leña, el carbón vegetal o los
residuos agrícolas que pueden quemarse directamente o gasificarse para producir calor y
electricidad-, los cultivos energéticos –como la caña de azúcar y plantas oleaginosas de las que se
extraen combustibles líquidos como el bioetanol y el biodiesel-, los residuos municipales y el
estiércol – de lo que pueden obtenerse combustibles gaseosos como el biogás.
3.3.1 Combustibles sólidos.
Si bien son muchas las clasificaciones que pueden hacerse respecto de los
combustibles, una de las más frecuentes es la que los divide según su estado de
agregación. La clasificación incluye tres grupos:
Combustibles solidos
Combustibles líquidos
Combustibles gaseosos
Clasificación
Fuego de Tipo A: Son fuegos de materiales sólidos, y generalmente de naturaleza orgánica donde
la combustión se realiza normalmente con formación de brasas (madera, tejidos, etc). –
Fuego de Tipo B: Son fuegos de líquidos o sólidos licuables (gasolina, grasas, etc). –
Fuego de Tipo C: Son fuegos de gases. Por ejemplo, butano, gas natural, ...
Combustibles solidos
Los combustibles sólidos son los que se queman produciendo cenizas. Su
combustión depende de factores como su contenido de humedad, velocidad de
propagación, forma, naturaleza del foco de calor. Cuando se trata de plásticos, es
posible que en la composición de los humos haya gases tóxicos, que pueden ser
nocivos para las personas. Aplicando calor sin contacto con el aire se puede obtener
este tipo de combustible.