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z=—Aceho (Ed_) Isabel Gome Relectura , get, Genesis ame * e inicia con este volumen una nueva coleccidn de libros religiosos = ) y teolégicos con la pretensién de divulgar el pensamiento femenino a sobre estas materias, un pensamiento que se ha presentado con fuerza a partir de los afos 70 y que se inicio, fundamentalmente, en el mundo americano y aleman Tradicionalmente se han buscado en la Biblia los razonamientos necesarios para asentar el principio de una pretendida subordinacion natural de las mujeres a los varones. jNo sdlo se ha interpretado sin contar con las mujeres, sino que a menudo esta interpretacion ha sido en su contra! Pero, también, muchas mujeres a lo largo de los siglos han encontrado en las paginas del texto sagrado motivaciones para combatir situaciones de esclavitud contrarias a la dignidad humana. La intencidn de este libro, escrito por cinco prestigiosas autoras, es hablar de las mujeres del Génesis. La razon es la negativa interpretacién a la que tradicionalmente han sido sometidas las mujeres biblicas, tachadas de tentadoras, seductoras, rivales...Es bueno detenerse sobre ellas y ofrecer, si es posible, una lectura re-constructiva de sus personalidades que sirva de ejemplo y de espejo para generaciones futuras. Sacarlas del anonimato y del silencio haciéndolas caminar junto a los varones por la senda que conduce a la tierra prometida ISBN 84-330-1247-9 SHIM 788433°0124 Isabel G6mez-Acebo (Ed.) Carmen Bernabé Ubieta Elisa Estévez Lopez Maria Dolores Aleixandre Parra Mercedes Navarro Puerto RELECTURA DEL GENESIS Desclée De Brouwer © EDITORIAL DESCLEE DE BROUWER, S.A. 1997 C/ HENAO, 6 48009 BILBAO Printed in Spain ISBN: 84-330-1247-9 Depésito Legal: BI-1484-97 Impresién: Ecolograf, $.A. INDICE 1 - Introduccién 9 2 - Un jurado femenino declara a Eva: No culpabl. 7 3 - {Dejad que hablen las matriarcas! .. 71 4- Las grandes ausentes. La memoria de las esclavas 5 - Las extrafas, tan parecidas y tan diferentes .. 155 » 221 6 - Libro de origenes y fundamentos.. INTRODUCCION SE INICIA CON ESTE VOLUMEN UNA NUEVA COLECCION de libros religio- sos y teolégicos con la pretensién de divulgar el pensamiento feme- nino sobre estas materias. Un pensamiento que se ha presentado con fuerza a partir de los aftos 70 y que se inicié, fundamentalmen- te, en el mundo americano y aleman. Las mujeres espafiolas hemos entrado tarde, lo que no le puede extrafiar a nadie, ya que nuestra cultura mediterranea ha supuesto un mayor freno a la incorpora- cién de las mujeres a la vida publica cualquiera que fuera su campo. Mil razones impedian los estudios teolégicos a las mujeres en Espafia. En primer lugar, la prerrogativa de su ensefianza en los seminarios frente al resto de Europa que tenia facultades teologicas en las universidades civiles; y en segundo, innumerables razones sociales y econémicas. Por un lado, se necesitaban medios para “perder el tiempo” estudiando y por otro, una vez terminados los estudios, las expectativas profesionales estaban copadas por los sacerdotes. Gracias a Dios, en los tiltimos afios han caido muchas barreras y hoy hay un buen ntimero de mujeres espafiolas capaci- tadas para ofrecer su investigacién y opinién sobre estos temas; para ofrecer una teologia desde nuestro pais y con nuestras carac- teristicas propias. 10 INTRODUCCION Pretendemos recuperar silencios, corregir interpretaciones, ofrecer espiritualidad... con la convicci6n de que también las mujeres podemos y “debemos” acceder a alguna parcela de verdad sobre Dios. Un camino que con frecuencia se cruza con la senda de la teo- logia tradicional y sus modos de ver la realidad de las mujeres. Como nos sentimos Iglesia queremos poner por escrito todas estas intuiciones para que puedan servir a la comunidad. Los futuros lec- tores diran si las consideran enriquecedoras o si nuestra oferta no es digna de tenerse en cuenta. Tradicionalmente se han buscado en la Biblia los razonamientos necesarios para asentar el principio de una pretendida subordina- cién natural de las mujeres a los varones. jNo sélo se ha interpreta- do el texto sin contar con las mujeres sino que con frecuencia esa interpretacion ha sido en su contra! Pero también muchas mujeres a lo largo de los siglos han encontrado en las paginas del texto sagrado motivaciones para combatir situaciones de esclavitud con- trarias a una dignidad humana que comparten con el hijo de Dios. Por ello, hemos querido que nuestro primer libro fuera biblico y més concretamente que hiciera referencia al Génesis, el primer texto de la Sagrada Escritura y el que con mas safia se ha interpre- tado en perjuicio de nuestro sexo. Hablar de Génesis es hacer referencia a un comienzo que en nues- tro caso se ajusta al inicio de una nueva coleccién y con nuestra mayoria de edad. Iniciamos una singladura de libertad de expre- si6n y de opinion dejando atraés un pasado de silencio y de opre- sién. Como cristianas liberadas por Cristo rebosamos de nueva vida y se agolpan las palabras en nuestra boca para proclamarlo. Muchas de estas palabras han contribuido a la formacién de este libro y contribuiran a los venideros. Somos conscientes de que la Sagrada Escritura es un texto patriar- cal, escrito por varones y para varones pero en el que subyacen pequefias pistas que nos permiten una lectura muy distinta de la que tuvo el autor original y los cientos de intérpretes masculinos RELECTURA DEL GENESIS que lo han lefdo a lo largo de los siglos. Desde esas pistas queremos poder seguir leyendo la Biblia, poder mirar atras, poder encontrar modelos de comportamiento en el mundo antiguo que enriquezcan nuestra fe de personas, de cristianas y de mujeres. La palabra de Dios no es idéntica a la del texto biblico ya que el cre- ador se somete a las limitaciones de su criatura y nuestra mision es eliminar sus telarafias hist6ricas y colocarla a la luz del rayo laser de la modernidad; un rayo en el que ha entrado la 6ptica del femi- nismo y su consecuente critica por todos aquellos que no quieren cambios en el statu quo. Los feminismos son, antes de hablar, tacha- dos de extravagantes aunque simplemente pidan que las mujeres tengan la posibilidad de votar como sucedié con las famosas sufra- gistas de finales del XIX. No queriamos Hamar nuestra produccién femenina por todo lo que este término conlleva de color rosa y desmayos de debilidad. Tampoco nos gustaba el apelativo de feminista por contraponerse a machista y aparecer como agresivo y anti-varén. Finalmente, hemos optado por decidir que esta coleccién llevara por titulo En Clave de Mujer algo que no compromete de antemano y que per- mite que se nos juzgue y valore a posteriori, a sabiendas de que no es posible escribir para el gusto de todos. Para nuestra recepcién, nos viene bien la falta de cultura biblica de las generaciones jéve- nes ya que pueden aceptar mejor nuestras sugerencias pues no tie- nen su pensamiento prejuzgado. Incluso, creo que, encontrarén més l6gicos nuestros razonamientos que los defendidos tradicio- nalmente. Con la intencién de que en estos libros colabore el mayor nimero de personas hemos optado por dividirlos en partes. En éste sobre el Génesis son cinco los capitulos y cinco las mujeres que los firman. Lo que la obra puede perder en conexién lo gana con creces en la riqueza de enfoques y de perspectivas. Incluso, me atrevo a afirmar que sin esta parcelacion seria muy dificil ofrecer una produccién literaria pues la falta de tiempo dificulta Ja realizacién una obra 11 12 INTRODUCCION completa en solitario. Si hemos apostado por muchas autoras tam- bién lo hacemos por numerosos lectores y para ello escogemos un estilo divulgativo, pero serio, que tiene como trasfondo muchas horas de trabajo y de investigacién. La intenci6n del libro es hablar de mujeres del Génesis. Haber opta- do por este camino no significa que no nos interesen los demas per- sonajes ya que una lectura En clave de mujer puede detenerse sobre cualquier figura o episodio del texto. La razén de nuestra eleccién viene dada por la interpretacién negativa a la que tradicionalmen- te han sido sometidas las mujeres biblicas, tachadas de tentadoras, seductoras, rivales... Es bueno detenerse sobre ellas y ofrecer, si es posible, una lectura re-constructiva de sus personalidades que sirva de ejemplo y de espejo para generaciones futuras. Sacarlas del anonimato y del silencio haciéndolas caminar junto a los varones en Ja senda que conduce a la tierra prometida, la misma senda que recorremos los seres humanos de todos los tiempos. Ese esfuerzo revalorativo de las mujeres del Génesis es la linea comtin que reco- rre la obra. El primer capitulo, que escribo yo misma, nos sumerge de Ileno en el tema de Eva. Esa mujer mitica que se convirtié en el chivo expia- torio de toda la humanidad y que transmitié su culpa a todo el género femenino. Mi intencién, a lo largo de esas paginas, ha sido presentar el relato como una lectura que hacen los autores del Génesis de la situacién social en la que viven; una situacién nega- tiva para las mujeres, los varones y las serpientes y que no corres- ponde con la intencién originaria de Dios. Hoy podemos encontrar una serie de pistas adicionales de inter- pretacién que no se corresponden con la intencién primaria de sus autores pero que el Espiritu coloca en el entendimiento de los lec- tores modernos, en este caso de las mujeres modernas. Esas pistas, aunque parezca mentira, reivindican la figura de la madre de todos los mortales haciéndola aparecer dentro de toda una tradicién de mujeres sabias en el Antiguo Oriente Préximo. Todo esto nos da RELECTURA DEL GENESIS motivo para afirmar que no hay razén alguna, en los primeros capi- tulos de Génesis que hacen referencia a Eva, para imputarle culpas de orden moral o de inferioridad temporal que sirvan para justifi- car posturas anti-mujer. Dolores Aleixandre presta su voz para que hablen las matriarcas en un pretendido didlogo entre la tinica hija de Jacob, Dina y su nodri- za Rebeca. La curiosidad de la nifa y las respuestas de la nifiera nos transportan a la vida némada de las mujeres de los patriarcas. Nos asomamos a su vida, a su sufrimiento en un mundo que sdlo las considera como vientres productivos, a sus rivalidades aparentes y a su unién de hermanas en los momentos de infortunio. La propia vida de Dina, que a nadie le importa, se convierte en paradigma de lo que supone ser mujer en este mundo del Israel pri- mitivo: sus sentimientos son sacrificados por los intereses tribales de sus hermanos. Lo mismo ocurrié con Sara, la mujer de Abrahan, y con otras mujeres, meras mercancias al servicio del clan. Si la vida de las matriarcas no era placentera menos atin lo era la vida de las esclavas, las grandes ignoradas en la historia del pueblo que resucitan en el capitulo que sobre ellas escribe Elisa Estévez. A Ja tensién del género (varén-mujer) se suma la tension de la clase social (libre-esclavo) reduciendo a estas mujeres a ser instrumentos de placer, de produccién y de lucro. El proyecto de Dios sobre Israel también se deja ver sobre ellas: Bilhd, Zilpa, Débora y Agar... representan los deseos de libertad que tiene el pueblo judio, los deseos de libertad de todo ser humano. Es sobre todo Agar pionera en la huida de un sistema que la oprime y le niega su derecho a ser persona, una actitud en la que juegan un papel fundamental sus encuentros con Yahvé. Pero no silo las ansias de libertad nos sirven de ejemplo vivificante sino que sus vientres reproductores nos ofrecen una buena metéfora de la tierra prometida, espacio fecundo y fértil, lugar de crecimiento y de cons- truccién comunitaria que todos estamos obligados a fomentar. 13 14 INTRODUCCION A Eva, a las matriarcas y a las mismas esclavas casi podiamos con- siderarlas mujeres normales. A fin de cuentas nos resultan fami res, hemos oido hablar de ellas. Pero hay otras mujeres en el Génesis que nos resultan extrayias a la mayoria porque son desco- nocidas. Por ejemplo ;sabe mucha gente quienes son Adah y Sil- lah?... pero extrafias no sdlo significa desconocidas, sino también mujeres invisibles. Este vuelve a ser el caso de Dina, ejemplo vivo de una ideologia creada para el sexo femenino que dice que lo ideal para una mujer es estar sin estar. Hay otras cuya tinica extrafieza es gozar de mala prensa, gracias a la interpretacién que se hace de algunas de sus conductas, como con las hijas de Lot y la mujer de Putifar. Las primeras, para tener hijos, se acuestan con su padre y cometen incesto. La segunda, apa- rece como el perfecto estereotipo de la mujer, que con su seduccién conduce al varén a la ruina. En esta misma linea de conducta reprobatoria, aunque matizada por el juicio benevolente que al final hace su suegro, se encuentra Tamar que ha urdido una estra- tagema para poder tener hijos. Mercedes Navarro nos acercaré a estas mujeres extrafias, nos colo- cara detrds de sus velos para ver, como ellas, sin ser vistas. Podremos ir a su lado estudiando sus acciones para compararlas con situaciones contempordneas de mujeres de nuestro mundo, con rasgos que caracterizan situaciones permanentemente actuales... Por tltimo, el capitulo que escribe Carmen Bernabé que nos intro- duce en las vicisitudes histéricas, literarias y sociolégicas desde las que se escribieron las paginas del Génesis, unas paginas que jamas tuvieron la pretensién de ofrecer unos relatos histéricos de orden cientifico; los diversos autores y redactores, las épocas de la con- feccién de las narraciones, las fuentes... de un libro que habla de origenes. Con la resurreccién de esos origenes Israel intenta su autocom- prensi6n. Esta viviendo un presente problematico y echa la vista RELECTURA DEL GENESIS atrds para buscar en su pasado luz que ilumine sus perspectivas. Es en ese pasado donde aparecen patriarcas y matriarcas, roles mas- culinos y femeninos, practicas matrimoniales, sexualidad... siendo las mujeres tratadas siempre en funcién de los intereses del sistema patriarcal que prevalece. Con esta pequefa introduccién ha Negado el momento de pasar la pagina y dejar que hablen ellas, las mujeres del Génesis. Isabel Gémez-Acebo (Ed.) 15 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE Isabel Gémez-Acebo (Ed.) UNA VIEJA LEYENDA JUDIA RELATA LA HISTORIA de una presunta prime- ra mujer de Addn cuyo nombre es Lilith. Esa pareja inicial habfa sido modelada por Dios de un barro arcilloso al que luego insuflé el aliento vital. La novedad del relato frente al biblico es el cambio de nombre del personaje femenino y la simultaneidad en la crea- cién de ambos seres; una simultaneidad que le impedia a Adan, reivindicar derechos de primogenitura en su aparicion terrenal. Por esa razon, pronto estallaron los conflictos y las discusiones sin fin para determinar a quién de los dos correspondia el mando de la pareja y a quien la sumisién. En vista de la postura arrogante del var6n que reivindicaba el liderazgo, Lilith decide huir; salta la pared del jardin del Paraiso y se adentra en el desierto. Adan protesta y gime, pues se ha quedado sélo. Implora ante Dios para que actuie para que vuelva su mujer; y Yahvé se apiada de su criatura, accede a sus demandas y manda a tres angeles en busca de la fugitiva. Después de un periodo de btisqueda la encuentran junto al Mar Muerto y entablan con ella un didlogo encaminado a convencerla 17 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE para que vuelva al Paraiso. Ninguna palabra es capaz de hacerla cambiar de opinién y tienen que desistir de su empefio, no sin antes, amenazarla y maldecirla con la muerte de muchos de sus hijos en el momento de su nacimiento. La leyenda se amplia y la que empezé siendo Lilith acaba convirtiéndose en bruja que persi- gue a parturientas y recién nacidos. Un desarrollo no muy distinto del que sigue el personaje de la auténtica Eva, pero, no conviene que adelantemos acontecimientos'. Lo que aqui nos interesa de esta leyenda es el hecho de que una mujer no quiso seguir las reglas que le imponja la sociedad y salté unas tapias en busca de la libertad y del desarrollo de su persona- lidad. Hoy, son muchas las mujeres que consideran que las iglesias han creado unas normas y han confeccionado unos roles femeninos que les impiden ser mujeres auténticas y por ello, abandonan la ins- titucién y rompen la cadena de la fe. Saltan, como Lilith, las tapias del Paraiso y se niegan a volver por grandes que sean sus prome- sas. Asu lado, hay otra postura que reconoce la legitimidad de muchos argumentos que aconsejan saltar tapias pero que postula la posibi- lidad de un cambio desde dentro. Hay que convencer al sistema de que muchos desarrollos racionales estén obsoletos y que muchos mitos ya no sirven para fundamentar las opiniones. Uno de estos mitos ha sido el personaje de la auténtica Eva al que se le han ido colocando sucesivas capas que han hecho irreconocible su figura inicial, a la par, que han servido para legitimizar la subordinacién de la mujer. No creo que jamds se hubieran imaginado los autores de los prime- ros capitulos del Génesis la importancia que sus relatos iban a tener sobre la reflexién teolégica referente a la mujer. El mito-cuento de la + Numerosos libros dan referencias sobre la leyenda judfa de Lilith. Se puede consultar para mas informacién R.Graves y R.Patai, Los mitos hebreos, Madrid, 1986 el capitulo 10 dedicado a los ayudantes de Adan. 18 RELECTURA DEL GENESIS creacién y la caida pasé a ser considerado como historia auténtica y la madre de todos los vivientes, el chivo expiatorio sobre el que todas las culpas se cargaban. La misoginia se encarg6 de ampliar la culpabilidad de la primera mujer a todas las demés y todo ello, con la legitimacién de los pensadores teologicos mas relevantes. No puede extrajiar, por ello, que una de las primeras reflexiones de la teologia feminista se haya dedicado al estudio de esta parte de la Biblia para desentrafar una posible hermenéutica falseada. En la medida en que podamos reivindicar una nueva Eva, sera posible quedarse en el Paraiso y conseguir lo que intentaba Lilith sin saltar sus tapias. Esta es la intencién de este capitulo’. LOS AUTORES DEL RELATO LOS AVANCES EN LOS ESTUDIOS BIBLICOS CON LA APLICACION de moder- nas técnicas han permitido descubrir la pluma de, al menos, dos autores distintos en la confeccién de los primeros capitulos del Génesis*. Se les conoce con el nombre de Yahvista porque cuando hace referencia a Dios le llama Yahvé y Sacerdotal porque su autor pertenece a los circulos sacerdotales de Jerusalén. Dos letras maytisculas los identifican Y para el yahvista y P (de priester = sacerdote en aleman) para el sacerdotal Conocer los autores y la época en la que escribieron nos permite encuadrar el texto y sus afirmaciones en su mundo. Con ello, obtendremos claves y pistas para entender lo que dicen, rellenar silencios y encontrar la posible raz6n de la afirmacién que aparece en el relato. * La primera vez que he tratado este tema ha sido en Ephemerides Mariologicae, vol. XLVI de 1996 bajo el titulo “La nueva Eva en la teologia feminista”. El lector de ambos textos reconocerd afinidades. » Recientemente se han levantado numerosas voces que disienten de este planteamien- to en la doctrina de las fuentes del Pentateuco. 19 20 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE 1- El Yahvista EL MAS VETERANO DE NUESTROS DOS ESCRITORES es el Yahvista, posi- blemente uno de los escritores mas antiguos y geniales del libro sagrado. Su obra estd datada en una fecha cercana al s.X a.C. (no todos los exégetas estan de acuerdo) correspondiendo posiblemen- te su redaccién a la segunda mitad del reinado de Salomon. Es un momento de paz y prosperidad para Israel lo que permite que se pongan por escrito las grandes sagas constitutivas del pueblo, los relatos conservados por tradici6n oral al calor del fuego, al tiempo, que se intenta recopilar y organizar todo el saber que aporta el entorno. Es esta labor de afan sapiencial la que ha dado a Salomon el adjetivo de sabio. Todos estos relatos serdn el corazén sobre el que el Yahvista trabaja para compilar, organizar y expresar todo un programa teoldégico. El resultado final es un documento tan com- prensivo y universal que es capaz de fundamentar toda la Sagrada Escritura y el Coran. Historicamente han quedado atrés los afios de nomadismo, de esclavitud en Egipto, de peregrinaje por el desierto, de los esfuer- zos de los primeros colonizadores de la tierra prometida, y es la hora de florecimiento de un pequefio imperio bajo los dos monar- cas mas poderosos que ha tenido Israel: David y Salomén. Los aires imperialistas adquieren visos de universalidad y exigen una lectu- ra del papel que tiene el hombre en el mundo y del lugar que les corresponde a Yahvé, a Israel y a su monarquia. Como se trata de mujeres y de la vision que nos ofrecen sobre la primera, es importante destacar el profundo cambio que en los tilti- mos afios habia sufrido la situacién de la mujer israelita. En los ini- cios de la colonizacién de la tierra prometida su papel habia sido muy relevante. Los primeros asentamientos tuvieron lugar en las laderas de las montafas ya que los valles fértiles estaban en manos de los cananeos. Para poder sembrar esas tierras era necesaria una labor de abancalamiento, de roturacién y de sistemas de riego RELECTURA DEL GENESIS mediante cisternas donde guardar el agua necesaria para utilizar en los meses estivales. Junto a este trabajo ingente al que colabora- ban, codo con codo, varones y mujeres, habia que sumar la necesi- dad de acrecentar la poblacién, muy mermada, por las frecuentes luchas contra los pobladores cananeos. La mujer, en su doble face- ta laboral y reproductora, se gané un reconocido prestigio de pio- nera‘. El enriquecimiento econémico, con su consiguiente division del trabajo fue apartando a las mujeres de la vida publica y recluyén- dolas en el mundo de lo privado. La sangre femenina de sus mens- truaciones y partos las incapacitaba para oficiar en el templo. No les quedaba ninguna esfera donde poder codearse con los varones que se convirtieron en los amos absolutos de esposas e hijas, consi- deradas siempre como propiedad masculina y menores de edad. No debemos perder de vista que ésta es la situacién sociolégica que tiene ante sus ojos el autor Yahvista cuando escribe sus relatos. Qué documentos del entorno influyeron sobre estos primeros capi- tulos?

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