prepandemia No solo la recuperación global avanza a varias velocidades, con China y los países ricos escapando del hoyo a un ritmo mucho más ágil que los emergentes y los de renta baja. En la eurozona, la divergencia también es la tónica general: 12 de los 19 países que comparten la moneda única tendrán que esperar hasta bien entrado 2022 para regresar al PIB que lucían justo antes de que el estallido pandémico diese jaque mate a la economía global, según las cifras publicadas este martes por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Como tras la Gran Recesión de 2008 y 2009, estas severas diferencias complican la tarea del Banco Central Europeo (BCE), que en los próximos meses se enfrentará al difícil reto de nadar y guardar la ropa: ir normalizando su política monetaria e ir replegando velas en las cuantiosísimas compras de deuda pública que han evitado el colapso financiero, pero cuidándose mucho de no golpear a los más rezagados. Entre ellos, España.
En la nómina de países que ya han vuelto a sus fueros no figura
ninguno de los cinco mayores países del bloque (Alemania, Francia, Italia, España y Países Bajos) y tampoco ninguno del Sur, por mucho los más golpeados. Pero sí los tres bálticos (Estonia, Lituania y Letonia, que ni siquiera tendrán que esperar hasta finales de año para recuperar todo el terreno perdido), dos centroeuropeos (Eslovenia y Luxemburgo), un nórdico (Finlandia, que logrará el hito en el tramo final del ejercicio) e Irlanda. Este último caso es, de largo, el más llamativo: es el único país del euro y uno de los 31 Estados del FMI —menos del 20% del total— que ni siquiera vieron retroceder su PIB en 2020. Mientras sus socios vivían una pesadilla, la isla sobresalía con un crecimiento del 5,9%. Los números son igualmente ilustrativos en el bienio 2020- 2021: frente a la contracción de casi dos puntos porcentuales en la zona euro respecto al punto de partida de finales de 2019, Irlanda cerrará ese mismo periodo creciendo un 20%.