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Presupuestos antropolégicos it : ‘ de la educacién ente el estudio del ser humano en cuanto educable. Los de- rrollan conductas instintivas y no necesitan ser educados, icas propias de nuestra especie —entre ellas la plasticidad y la libertad— hacen posible y necesaria la creacién ite a través de la educacién. Esta labor puede describirse, ito, como el proceso de incorporacién de las nuevas gene- allas tradiciones culturales a las que pertenecen. icidad biol6gica; cultura objetiva; cultura en sentido lentidad personal; felicidad. § HUMANOS NECESITAMOS QUE NOS EDUQUEN? " LAEDUCABILIDAD 6 Aristételes, una de las caracterfsticas més notables de los ‘en que no son «desde el principio» todo lo que pueden e alcanzan la perfeccién que corresponde a su especie me- d, a lo largo de la vida, Los seres vivos son, por tanto, que regulan «desde s{ mismas» sus propias operaciones. turaleza no se muestra en plenitud cuando nacen, sino Ta madurez. 1 embargo, Ia gran diferencia que existe entre los hom- Jonales —los vegetales y los animales no humanos—, 36 FILOSOFIA DE LA EDUCACION porque estos tiltimos realizan autométicamente las funciones vitales que les condutcen a la plenitud biolégica, gracias a los tropismos e instintos de que es- én dotados naturalmente. Los seres humanos, por el contrario, debido a la plasticidad biolégica, la carencia de instintos y la inadaptacién natural al medio ffsico que nos distingue, s6lo somos viables en un ambito cultural, y privados de él no podemos desarrollarnos en cuanto humanos. Nuestra «pre- cariedad» biol6gica est4 compensada por las posibilidades que nos brindan las facultades superiores —Ia inteligencia y la voluntad— que hacen posible la aparicién de la cultura. La cultura es el 4mbito creado por el hombre cuando transforma el mun- do fisico con el fin de hacer de él un lugar habitable, un ambiente adecuado para desarrollar una existencia que trasciende los parémetros meramente materiales de la vida biol6gica porque se abre a dimensiones afectivas, éticas, leddicas, estéticas, religiosas, etc. La cultura constituye, por tanto, una conti- nuacién del mundo fisico hecha desde la libertad, que es asumida por el hom- bre a modo de segunda naturaleza y queda incorporada al sujeto en la forma de habitos, destrezas, habilidades, etc. Ast, y s6lo asf se hace posible el desarrollo de la vida humana’. Las relaciones entre la dimensién biol6gica y la cultural en el ser humano se han malinterpretado en no pocas ocasiones —como sucede, por ejemplo, en aquellas tradiciones filos6ficas que establecen una tajante oposicin entre lo que le ha sido dado al hombre (la dotacién biolégica) y lo que el hombre ha hecho de i mismo (el émbito cultural)—. Esto ha conducido a considerar la biologfa y la cultura como dos esferas autosuficientes y clausuradas, meramente yuxta- puestas: como si hubiera un orden biol6gico «natural» cerrado en sf mismo, al que se superpone otro orden también completo, pero accidental y «artifi- cial», que seria el Ambito de la cultura. Por el contrario, la «visién sintética» segrin la cual los factores biol6gicos, psi- colégicos, sociales y culturales remiten unos a otros como elementos integrantes de esa tinica entidad que es el ser humano, es mas conforme a la realidad”. ‘Asf pues, el modo de ser propio del hombre —Io que, en términos metafi- sicos, constituye su esencia o naturaleza— incluye la cultura y se orienta hacia ella. Por tanto, es tan natural para el hombre la cimensiGn biolédgica invariable, como la cultura, que es hist6ricamente cambiante. Los planos de lo que la biolo- gfa ha dado al hombre y lo que el hombre ha hecho consigo mismo no pue- 7 fe. Garcia AMURU, M, «Cultura», en FERNANDEZ LabasTDA, F-Mencano, J A. (eds) Philosophica: Enciclopedia filosfica on line, URL: ‘tp / www philosophicainfo/ voces /eultara/Cultura html (Cltimo acceso 1 Noviembre 1). Che. Grewerz, C, La interpretaciin de las culturas, Gedisa, Barcelona, 1987. © NARCEA/UNED PRESUPUESTOS ANTROPOLOGICOS DE LA EDUCACION 37 se, Porque para el ser humano es tan necesaria la constancia del ©, como la variabilidad de los modos de organizar su vida. cién cultural llevada a cabo por el ser humano puede contemplar- 0s perspectivas diferentes: itura objetioa esta integrada por el conjunto de artefactos 0 produc- turales que constituyen la objetivacién de la actividad humana. La itura, en este sentido objetivo, comprende los instrumentos, ense- cédigos de valores, creencias, costumbres, instituciones, de comportamiento, etc, de un grupo humano. La cultura ob- tiene cierto grado de consistencia en sf misma, porque los pro- s culturales la artesan‘a, el lenguaje, las costumbres, ete— una -creados, gozan de autonomfa respecto de los sujetos a los que de- origen, y pueden seguir existiendo cuando éstos mueren. ra patte, la cultura subjetioa es la interiorizaciGn o asimilacién vital ‘cada persona de la cultura en la que vive. En este sentido, la subjetiva es el resultado del culfivo del hombre, gracias al cual adquiriendo una mayor perfeccién. Comprende los conoci- destrezas, habitos, etc., adquiridos por la persona, y desapa- on ella cuando muere. i s dimensiones de la cultura son complementarias y se reclaman porque el mundo cultural objetivo se ordena de modo primario ento del ser humano —sentido subjetivo de la cultura—. Y yen el fundamento de toda tarea educativa, porque el ser hu- riza el patrimonio cultural —sentido subjetivo de la cultura— Jletamente distinto a como adquiere su dotacién genética o el materiales que puede obtener a lo largo de su vida —cul- _ Fsto se debe a que la cultura en sentido subjetivo no dad de orden sensible y, por eso, su transmisin y asimilacién se a diferente. La cultura subjetiva s6lo puede asimilarse tras un a-aprendizaje, que sucede cuando alguien inicia a otra per- 1adas formas culturales, y ésta las incorpora a sus propias fa- a de habitos intelectuales, volitivos, motores, alimenticios, etc. humana de asimilar subjetivamente la cultura se llama edu- ye el implicito fundamental sobre el que se sustenta cual- Va, pues ésta no se acometeria sino se tuviera la conviccion, ee solo puede aprender, sino que necesita ser educado?,. i a priori of Teaching», en Philosophy of Education Society of Gre- {nstracts, Oxford, 2011, pp. 35-41, esi PRESUPUESTOS ANTROPOLOGIOS DE cultural. Y para realizarse como «uno mismo» se requiere ademés podido tomar clecisiones libres de acuerdo con el proyecto existencial uuno se ha trazado para sf mismo. idad personal» es el elemento clave de la propia realidad subje- a gracias a la interaccién con otros seres humanos en el seno de particular. Una vez que la identidad personal ha tomado forma, evolucionar homogéneamente, modificarse o incluso reestructu- evo alo largo de la vida en funci6n de las circunstancias externas, interpersonales que se mantienen y las decisiones libremente to- formacién de la identidad personal es por tanto el resultado de un individuacién integrado por cuatro factores: el yo puntual, el orga- la cultura y las decisiones libres de Ia persona’. ales de la vida, los individuos de la misma especie son practicamente indiscernibles unos de otros, y se van diferenciando amo resultado de su propio desarrollo. Pero este proceso consiste en la a individuacién de «algo» que ya debe ser individual, distin- : todos los demas seres de su especie, que permite reconocer una tidad en lo que se esté individuando, Si no fuera asi, en vez de srrollo de una individualidad habrfa que hablar de sustitucién de ividuo por otro, Pues bien, a ese «algo» que es individual desde _que permanece a través de los cambios es a lo que se llama el constituye el primer principio de individuacién y es el sujeto jcacién de todas las demés propiedades que puedan a cada ser humano a lo largo de su vida. principio de individuacion es el organismo biolégico. Cada ‘posee en su carga genética tuna combinacién bioquimica irre- ADN— distinta a la del resto de los humanos. Esta identi- | queda constituida en el momento de la concepcién, y se Ja formacién completa del organismo, de acuerdo con distinguirse de los dems por su cuerpo; pero el desa- ‘no acaba con el nacimiento aunque, cuando ve la luz, el configurados de modo irreversible los sistemas ner y el temperamento 0 tipo constitucional psicolégico. 42__FiLosoFia DE LA EDUGAGION entren en concurrencia con los procesos biol6gicos, para que se pro- duzca una maduracién auténticamente humana. Por eso, el ser hu- mano es el viviente que tiene una infancia mas prolongada. Como ya se dijo, s6lo es posible asimilar subjetivamente la cultura a través del proceso de ensefianza-aprendizaje; por eso la educacion ejerce una in- fiuencia decisiva en la constitucidn de la identidad personal a este ter- cer nivel. El conjunto de estos tres primeros principios de individuacién —el «yo» como sujeto dltimo de atribuciones, el organismo bioldgico y el proceso de aculturacién inicial— se llama «sintesis pasiva», porque la persona no puede decidir sobre estas cuestiones que le afectan tan esencialmente. As, nadie ha sido consultado acerca de si querfa 0 no nacer, si deseaba poser el cuerpo o el temperamento que tiene, ni ha podido elegir cudl iba a ser su lengua materna 6 la cultura en la que se levaria a cabo su socializacién primaria; de hecho, para cuando alguien puede empezar a decidir qué y cmo quiere ser, lleva ya viviendo varios afios y pose una imagen del mundo determinada, fruto de su socializacién inicial. La persona se encuentra «situada» en las coordenadas peculiares de la sintesis pasiva, por eso, la educacién recibida —de modo par- ticular, durante los primeros afios— juega un papel decisivo en Ja historia per- sonal de cada ser humano. 4d, Cuando el proceso de socializacién primaria ha concluido, el sujeto es alguien para sf mismo y para los demés en un Ambito social. Su tem- peramento se ha modulado segtin un cierto cardcter y vislumbra los cauces, valores e ideales de la realizacién de su proyecto existencial. Sélo cuando esté asentado este fundamento se puede ejercer el poder de decisién real sobre la propia vida. Entonces interviene la accién hu- ‘mana libre como el cuatto factor del proceso de individuacién. Elser humano elige entonces un proyecto para su vida, y se orienta a su consecucién empleando los medios que considera més adecua- dos. Y aunque cada uno se fija su propia meta en la vida, todos tenemos el mismo deseo tiltimo: ser felices. aan eee rate de la felicidad y el sentido de la existencia son temas es era eae aati ees : soy yo? Quién quiero llegar a ser? ee pug donde vengo y a dénde me dirijo?, etc. Por muy di- spuestas que se ofrezcan a estos interrogantes, todas tienen en comin un elemento: coinciden en la necesidad de hacer reali realidad el proyecto que cada i i Brovest ae cada persona se raza para su vida, qué considera que es lo que (©NARCEA/UNED \que el deseo de felicidad sea la inclinacién mas universal Bib e+ tdci cetermminas en concreto cudl es'elicorsenieio materiale { para cada persona. ando nos preguntamos en qué consiste objetivamente una vida lo- da, nos estamos moviendo en la dimensién de la igualdad radical 0 humano. (Qué se puede decir a este respecto? En ocasiones, se trata de cuestiones complejas, como es el caso que nos ocupa, xejor aproximarse a ellas utilizando una via negativa. Por eso resulta facil enumerar aquello sin lo que no es posible vivir una existencia ‘Ast, analizando su estructura psicosomética, se puede afirmar \do el hombre no tiene cubiertas minimamente las necesidades —comida, vestido, cobijo, etc— es muy diffcil que pueda ‘una vida plena. Asimismo, el hombre tiene otro tipo de necesi- —afectivas, intelectuales, volitivas, etc—, que es necesario aten- ‘vivir una vida lograda. En ese sentido, la ausencia de vinculos —la soledad, el amor no correspondido, el desprecio, ete — mo la ignorancia y la falta de libertad son contrarias a la felicidad a To que respecta a la vivencia subjetioa de la felicidad —que es la s interesa a cada uno en el plano existencial— ésta se halla fnti- e vinculada a que la persona encuentre sentido a lo que hace: tan- ‘uno de sus actos singulares, como a la vida considerada en su ‘Cuando se trata de responder a la pregunta acerca de la feli- ersonal no es suficiente con que se den las condiciones objetivas indispensables para que el hombre pueda sentirse di- ino que es necesario ademés percibir que la propia existencia es _—que es util para algo y, sobre todo, que le importa a alguien— ya ario, toda la vida se vuelve irrelevante. isde el punto de vista objetivo, un proyecto vital que puede estar conforme con las condiciones generales de la per- a humana, que es un ser corpéreo-espiritual. En su ver- el piles de existencia que la persona proyecta para sf mis- sren cuenta sus condiciones particulares, pues cada arn, cada Ze ee eb ‘adquirir un conocimiento suficiente de sf mismo; aceptar- una Ge On aera: ot ales de cada uno.

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