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10 de Septiembre de 2020

Demostración:

Página 92

5. Tema: En importancia respectiva.

● La ética.
● El tiempo.
● La existencia y la muerte.

Ansia

El calor en aumento se siente como un ardor interno que va desgastando


entre sus llamas cada sentido de vivir, desgarra la existencia misma. Es una
sensación de caos entre la calma. Pues existe el silencio ¿Existe? Hablamos
de un estado que no se percibe ¿En verdad existe? Y si es así ¿Las cosas
dentro de este estado existen? No ha de ser importante, de cualquier modo,
ya he muerto.

Ya he perdido la cuenta, pero, en un enorme esfuerzo de recordar, he podido


deducir que llevamos alrededor de dos semanas atrapados en la cápsula.
Hemos reducido la ración de comida por persona, pero eso no evitará que
llegue el día en que se acaben las provisiones. Duelen los víveres dejados
atrás con el choque de la cápsula. Nos espera la muerte, es lo único seguro.

Los segundos se hacen minutos, los minutos se hacen horas y las horas se
hacen días. La cuestión no es si moriremos, sino cuando moriremos ¿Podrá
existir peor tortura que vivir una muerte prolongada?

Se ha sentido un día, no tengo certeza. Mi miedo más grande es perder la


cordura, por ende, tener noción del transcurrir del tiempo me hace sentir que
tengo el control. Aunque mi razón grita sin cansancio que estamos perdidos.
Es necesario tomar el control, aun cuando no consiga nada con esto 1.

Hora de comer, en realidad: es tan solo unos segundos. Una cucharada de


atún después de 24 horas de ayuno es el banquete que esperamos con
ansias. Y eso es lo que nuestras papilas gustativas distinguen. Ansia. Locura.
Desorden. Descontrol. Es debido a esto que Louis divergió contra el resto. Se
paró de inmediato dirigiéndose al baúl de suministros y sacó de este otra lata

1
Idea postulada por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche: “La vida misma es la voluntad de
dominar”.
del pescado, sin titubeo ni duda alguna, solo lo hizo. Todos nuestros ojos se
posaron en él, una transmisión de rabia y recelo se detectaba en el ambiente.
Todos nos abalanzamos a su alrededor. Tres hombres fulminando a uno con
una actitud desafiante. Enloqueció. Se tiró sobre Chris y prosiguió con
golpes. Un puño tras otro ajustándose en los pómulos de nuestro compañero.
Louis no se detenía, antes bien empezó a agredirle con la lata. Chris luchaba,
pero Louis actuaba como un animal, no pensaba ninguno de sus
movimientos, solo era ira, ansia. Karl y yo intentamos detenerlos, pero fue
inútil. Cuando logramos apartarlo, en la silueta de Chris se formaba ya un
charco de sangre mezclada con el atún derramado alrededor de su cabeza,
sus ojos estaban abiertos y heridos, su desnutrido rostro se encontraba lleno
de cortadas profundas. No tuvo la fuerza, tampoco Louis, fue el hambre,
manifestada en salvajismo. Pero, si un hombre tiene conciencia, sufrirá por
su error, ese será su castigo y su prisión 2. Con perplejidad y angustia, Louis
no tardó en tomar el arma y tirar del gatillo, apuntando a su mentón disparó.
Como un buen hombre, prefirió vivir con hambre que vivir con culpa, mal que
en ambas no viviera en verdad.

De dos cadáveres nos deshicimos. Karl y yo, impactados, agotados, sin


ánimo alguno, solo nos quedaba seguir esperando la muerte. No podría
definir nuestra existencia, no creo que la inautenticidad sea el concepto, pues
no tratamos de negar que moriremos, es tan simple como nuestra realidad,
sin embargo la autenticidad tampoco cumple con lo propuesto, pues ni
siquiera definiría esto como vida, es mi muerte prolongada 3.

El tiempo es una medida, así como su magnitud pueden ser los segundos o
las horas; ya que mis acciones se reflejan en un transcurrir atribuido a una
medida del tiempo. Pero es factible que la variedad de perspectivas genera
en la realidad, en función del tiempo, una relatividad del pasar. Pues lo que
ha transcurrido desde que hemos apilado los cadáveres lo he percibido como
semanas enteras, aun sabiendo que lo más probable es que hayan sido tan
solo unas horas ¿Que he hecho para que así sea? ¿No encontrarme
ocupado? ¿No encontrarme feliz? ¿Estar muriendo? Porque ahora veo que
estos días, si los hubiera pasado en la tranquilidad y belleza de una isla
paradisíaca junto a mi esposa e hijos, mi noción del tiempo discreparía con la
que ahora tengo. Sigo creyendo que esperar morir, nunca será vivir.

Solo una lata de atún queda, la cual equivale a más o menos cuatro
cucharadas, que en términos más crudos me muestra que solo me quedan
dos momentos para comer por el resto de mi vida, aproximadamente unos
pocos días hasta que mi corazón deje de latir.

2
Frase postulada en “Crimen y castigo” por el escritor filosófico ruso Fiodor Dostoyevski.
3
Idea postulada por el filósofo alemán Martin Heidegger: la existencia auténtica e inauténtica.
Es constante la inconstancia, inconstancia de saber cuántos días han
pasado, de saber que tan veloz transcurren los días. Pero el hambre, la que
me posee, la que posee a Karl, expresa que han pasado al menos tres días
desde nuestra última cena. El sueño es el escape, pero la muerte es la
salida. El suicidio ronda en mis pensamientos, como un depredador
esperando por su presa, en la oscuridad, a la sombra de la locura que
incrementa en mi ser, llegando a definir mi existencia. Mi cuerpo lo
demuestra, en mis gestos, mis movimientos, mis gemidos. Consigo lleva el
olvido, pues mi memoria se mantiene en los viejos recuerdos, en los que
estoy vivo, ocupado, feliz. Pero mi presente es nada.

Unos días más, quizá solo han sido horas, es probable que sea un sueño. La
certeza se desaparece arraigada a la esperanza. En su lugar yace la
demencia y el pesimismo, que lo traduzco como aceptación, quizá sumisión.
Como la desilusión generada por la frustración de mis metas, de mi voluntad 4.

Karl duerme. Mi hambre, constantemente despierta, que llama al ansia, es


quien obtuvo el control que alguna vez creí necesario ¿Para qué? ¿Por qué?
El fin será el mismo, predicho estaba y sin alteración culminará ¿Con que fin?
¿Cuál es el propósito? No existe. Cualquier tipo de consecuencia sólo
repercutirá en cadáveres al desenlace de recuento. Tengo hambre. El
hambre me tiene. Respirar pesa, ya que el calor estruja. Punzada tras
punzada, como mil hilos rozando ardientemente mi piel, quemándome. Y
aunque aquí muera, mi existencia se resumirá a lo que se hable de mí en la
superficie. Mis últimos momentos de vida serán insignificantes. Nadie me ve.
Nadie me oye.

Tire de mi pantalón y envolví el trozo de tela por el cuello de Karl y presione.


Presione. Hale del trozo con las últimas fuerzas que me quedaban. Notaba
que sus labios se movían al mismo tiempo que sus ojos se abrían, pero no
podía verlo, no podía oírlo. El ruido en mi cabeza tenía mayor estruendo que
cualquier otro factor en aquel momento. Pero mi estómago era el que
pensaba. No era solo hambre, había locura en mis manos.

Ahora mi compañía no era un hombre dormido, era mi compañero asesinado


por mi propia voluntad. Su carne era blanda y de sabor indetectable, no eran
mis sentidos los que percibían sus características, era mi culpa. El poco
raciocinio que quedaba en mi conciencia justificaba mi acto como si estuviese
comiendo una de las latas de atún ¿Por qué no sentimos culpa al degustar un

4
Idea postulada en “El mundo como voluntad y representación” por el filósofo alemán Arthur
Schopenhauer.
delicioso filete de res? 5. Y me confundía en ello mientras engullía a mi
compañero.

Si el fin justifica los medios, no hubo medio que justificara que regurgitara
esos trozos de carne. En vano. Murió en vano ¿Porque no me alimento? En
realidad, me referiré a que lo mate en vano. Ya ni mi discernimiento era
preciso. Justificaba mis actos sin poder explicarlos 6. El bien y el mal eran
ideas abstractas que excusaba con la relatividad expuesta.

Moriría con mi culpa. Pues no hubo dolor más grande que cargar con mi
propio castigo, con mi propia cárcel.

La muerte trajo consigo calma. Mi existencia, intacta por el anillo de Giges 7,


suplanto en esperanza la culpa que en mi conciencia atormentaba 8. No tenía
fuerzas para el arrepentimiento. Ya un eterno suplicio me esperaba, tal así
que ni la muerte, expresada en el suicidio, podría funcionar por salida ¿El fin
justificara los medios? ¿Que define lo bueno y lo malo? ¿Para qué vivir si al
final se morirá? Es la carne, el hambre, el salvajismo, la locura. Así actúe en
mi ansia. Es el ansia lo que hace al ser, aun cuando al final son los recuerdos
la existencia. Es el ansia, pues pesa más que la culpa. Es el ansia.

Fin.

- Gabriel Hurtado Carrillo


Est. 10°- 2

5
Idea postulada por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche en su crítica a la moral: “Si matas una
cucaracha eres un héroe. Si matas una hermosa mariposa, eres malo. La moral tiene criterios
estéticos”.
6
Idea postulada por el escritor filosófico ruso Fiodor Dostoyevski: “No nos olvidemos de que las
causas de las acciones humanas suelen ser inconmensurablemente más complejas y variadas que
nuestras explicaciones posteriores sobre ellas. Creo que el diablo no existe, pero el hombre lo ha
creado, lo ha creado a su imagen y semejanza”.
7
Relato griego que expone que si el hombre encontrase una remota posibilidad de escapar del
“pacto social” (como volverse invisible), irá por ella, debido a que su naturaleza así lo prefiere.
8
Idea postulada por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche: “Soportamos más fácilmente la mala
conciencia que la mala reputación”.

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