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Clemente fernandez, 5.1. Los fil6sotos antiguos Seleccién de textos tetera eae cee On ate ar nek La B. A.C. 2 BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS reine or- & ‘camer te, 2n las divetsas secciones que la in- tegran, el princiyal acervo de la sabiduria cristiana perenne y seluccionados estudios de la investigacién moderna, A! Jac de tas fuentes ttadicionales del pen- samiento cristiano ha ido i:-orporando obras fund .- mentales de tedlogos y perisadoces de nuestra época, La BAC no es de escuela, ae institucién determi- nada, ni de un grupo particular. Es de todos y para todos y, atenta a los signos de la época, ¢aiere servir de instrumento para canalizar la respuesta del pen- samiento cristiano a los problemas de hoy. Nuestra obra no es oficial ni de mecenazgo, des- cansa unicamente en la confianza, estimulo y apoyo de sus lectores. Es una comunidad moral de autores, editores y lectores. Antepone al provecho propio el servicio general. Por eso procura conjugar el criterio de mayor perfeccién con la maxima baratura. En esta linea de superacién, la BAC ha ido mejorando sen- siblemente tanto la calidad interna de sus textos como el cuidado tipografico de sus ediciones. La BAC esta patrocinada por la Pontificia Univer- sidad de Salamanca, que ayuda y asesora eficazmente a los editores. Se ve respaldada por centenares de juicios elogiosos en revistas cientificas nacionales y extranjeras. Y se siente apoyada, finalmente, por el plebiscito significativo de millones de lectores cultos, que agotan copiosas ediciones. La BAC ha rebasado ya la cifra de 8.750.000 vo- lamenes editados y en repetidas ocasiones ha recibido de la Santa Sede, y concretamente de los tres wiltimos Papas, palabras de bendicicn y aliento, que consticu- yen nuevo motivo para contin.iar la obra comenzada hace ya treinta afios. Diciersbre 1974. El pan de arcstra cultura -ristiana Pide toda clae de vformes a LA ELITC IAL CATOLICA, 9, A. BIBLIOTECA! E AUTCRES CRIS1'Ai!0S MATE INURE A, -5- Arartabo 4¢6-MADRID (16) Los FILOSOFOS ANTIGUOS N este nuevo volumen de la Biptiaveca DE AUTORES Cristianos prosigue cl P. Clemc«re Fernandez, pro- fesor de Filosofia en la Universidad Comill.: ta tarea—ini- ciada con su obra anterior- Los fi! cofos moaesvos. Selec- cién de textos (BAC, 1970; 2.* e\., 1973)—de ofrecer los textos fundamentales para cl et udio de los grandes temas doctrinales de la filosofia. @-mpleta asi y proporciona una base sdlida a dicha obra anterior, pues 11 filosofia moder- na no se puede entender ni valora: sin el c-nocimiento de la filosofia antigua, cuya influencia si.[te por muchos titulos, aun en el caso extremo de que no la . cepte o la efute. Siguiendo el mismo método de lecturs directa de la to- talidad de las obras de los filésofus que los historiadores suelen comprender dentro de la denominacién de «flésofos antiguos» (de TALES a PROcLO), el autor ha ido seleccionan- do lo més representativo de cada pensador, con un criterio de amplitud que con toda verdad permite afirmar que se encuentra reunido aqui todo el rico acervo doctrinal de la antigiiedad, sin que nada importante haya quedado por te- coger. En la lectura de la abundante documentacién que presen- ta se asiste al alborear del pensar filoséfico, en los filésofos llamadas «presocraticos»; se contemplan en todo su esplen- dor las tres grandes cumbres del pensamiento humano: S6- CRATES, PLATON y ARISTOTELES; se aprecia la crisis del pen- samiento en el movimiento escéptico, se admira la elevacién —con sus limitaciones—de la moral estoica, y, por fin, se conoce en sus dos maximos representantes, PLOTINO y Pro- cLo, la novisima manifestacién del pensamiento antiguo, el neoplatonismo, de tanta influencia en la especulacién cris- tiana medieval. Una bibliografia, distribuida en dos secciones—general y especial zadi—, ayuda a la comprensién y valoracién de las ensefianzas ufrecidas en los texts. Todo el rico material acumulado se hace manejable pur un copioso y detallado indice de materias, en el que, en proposiciones, se van reco- giendo las afirmaciones de los autures en torno a los concep- tos filoséficos fundamentales. Y, para avuciur al conocimien- to de las influencias de unos aui‘P@s eu o:ros, se hace en un indice de nombres una relacién d 10s pasajes en que un filésofo cita y, con frecuencia. juzga a ouo. Se trata, pues, de un valioso y decisivo in.strumento para el estudio de la filosofia «sistemdticas.y tam.ién de i. his- toria de la filosofia FILOSOFOS ANTIGUOS BIBLIOTECA AUTORES CRISTIANOS Declarada de interés nacional ESTA COLECCION SE PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA DIRECCION DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA LA COMISION DE DICHA PONTIFICIA UNIVER- SIDAD FNCARGADA DE LA INMEDIATA RELA (ION CON LA BAC STA INTEGRADA EN EL ANO 197-4 POR LOS SENORES SIGUIENTES: PRESIDE Emmo. y Rvdmo. Sr. Dr. VICENTE ENRIQUE Y TARANCIN, Curdenal Arzobispo de Madrid- Alcalé y Gran Canciller de La Universidad Pontificia Ilmo. Sr. Dr. FERNANDO SEBASTIAN AGUILAR, Reclor Magnifico VICEPRFSIDEN VocaLes: Dr. ANTONIO ROUCO VARELA, Vicerrector; Dr. OLEGARIO GONZALEZ DE CARDEDAL, Decano de la Fa- cultad de Teologia; Dr. JULIO MANZANARES MartjuAN, Decuno de la Facultad de Derecho Canonico; Dr. ALFONSO: ORTEGA CARMONA, Decuno de la Facultad de Filosofia y Letras y Vicedecano de lu Secciin de Filologia Biblica Tri- lingiie; Dr. MANUEI. CAPELO MARTINEZ, Decano de la Facultad de Ciencias Sociales; Dt. SATURNINO ALVAREZ TURIENZO, Vicedecano de la Seectin de Filosofia; Dr. CLAU- DIO VILA PaLa, Vicedecuno de la Seccién de Pedugogia; Dr. ENRIQUE FREIJO BALSEBRE, Vicedecano de la Secciin de Psicologia. Secrerario: Dr. JUAN SANCHEZ SANCHEZ, Catedrdtico de Derecho Cundnico. LA EDITORIAL CATOLICA, S. A. — APARTADO 466 MADRID * MCMLXXIV LOS HLOSOFOS ANTIGUOS SELECCION DE TEXTOS POR CLEMENTE FERNANDEZ, 5. I. PROL1NOK DE FILOSOLE4 FN 1s UNIVERSIDAD COMTEE Os BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS MADRID * MCMLXX1V © Biblioteca de Autores Cristianos, de La Editorial Catélica, S. A. Madrid 1974 Con censura eclesidstica Depésito legal M 38357-1974 ISBN 84.220-0701-0 Impreso en Espatia. Printed in Spain INDICE GENERAL Pags, PROLOGO 3 Tales... 3 Anaximandro .. .......... ” 6 Anaximenes 8 Jendfanes a ce 10 Pitdgoras y Pitagér 0S 13 Alcmeén 18 Herdclito 0... wes cence cones 20 Parménides Fee iae tet tte errr niteennen 26 Zenén de Elea 30 Empédocles .... . 33 Anaxagoras ......... 36 Leucipo y Demécrito ceeeeeeeceeces ces 40 Protdgoras 46 Gorgias 49 Platén 51 Laques 52 Hipias Mayor ... we wo eee 66 *Critén ....... . 77 +Menén 90 Cratilo secee sees an 109 - El Banquete . bee ee 113 -Fedén 2.0... . . 130 ~ Republica wees ce wee + be . 174 ~Fedro ......, ce ects . : cee 216 Parménides 224 Teeteto .... . . 237 El Sofista ce ceeeeeeeeeees . : fee se 248 Timeo 263 271 287 Arist6teles oo. cece cere eset 288 Categorias ieee cecececctccecevesecsvevtenetitteseseevee 289 De la Interpretacion coe . seen 291 Primeros Analiticos 0.000000... vecsececctesetece 292 Segundos Analiticos 294 ‘isica 299 Del alma . 325 Melafisica . 343 Etica a Nicémaco . 49 Politica . 447 v Indice general Pags. Epicuro Carta a Meneceo 468 Crisipo 472 Séneca De la brevedad de la vida .. 477 De la vida bienaventurada 479 De los beneficios .. 486 Cartas a Lucilio ... 487 Epicteto Platicas 503 Marco Aurelio Reflexiones para consigo mismo ........- cette tte ieee 521 Sexto Empirico Los tres libros de Hipotiposis pirrénicas .. sete 535 Plotino Eneadas 544 Proclo Elementos de Teologia 604 INDICE DE NOMBRES ........... : : ve cceeeeee - 623 INDICE BIBLIOGRAFICO ...00..0. 0. oe o 624 INDICE DE MATERIAS . : ce 628 PROLOGO Et presente libro pretende servir a los mismos fines que el anteriormente publicado: Los fildsofos modernos. Selec- cién de textos *: ofrecer, sobre todo al que estudia la filo- sofia, los textos de los filésofos antiguos que ilustran los temas doctrinales fundamentales, y a la vez, y en la medida que en ello va incluido, dar a conocer el ideario de dichos pensadores; al propio tiempo, se le puede considerar como un complemento de dicha obra anterior, ya que la filosofia moderna no se puede entender ni valorar sin conocer la filosofia antigua, cuya influencia sufre, aun en el caso cx- tremo de que no la acepte o la refute. Con esto queda ya indicado el criterio seguido en la se- leccién de los textos, que sigue siendo, también en este libro, el de la utilidad para el estudio de los grandes temas doc- trinales, mds que el de la informacidn sobre las particulari- dades de la doctrina de cada filésofo, aunque en los grandes autores se han conseguido ambas cosas, por el numero y extensién de los textos aducidos. Se mantiene también la funcidn decisiva de la bibliogra- fia en su misién de ayudar a entender y valorar el material doctrinal acumulado; dada la copiosa produccidn de estu- dios sobre la filosofia antigua, es ocioso advertir que en el presente trabajo, si en alguno, no se aspira a dar una biblio- grafia exhaustiva; se ha procurado, mas bien, hacerla io mas utilizable posible, desglosando la BIBLIOGRAF{A GENERAL en dos secciones: una, mds general, sobre la filosofia del autor en cuestién; y otra, mds diferenciada, sobre cada obra en particular; después, la bibliografia en notas a pie de pa- gina va especificando, a su vez, los puntos particulares, ya dentro de cada obra. Para una informacién mayor, se indi- can, al citar los titulos de las obras, las que incluyen bi- bliografia. _ El indice de materias se ha hecho también por proposi- clones, a ser posible de citacidn literal, agrupadas en torno a los conceptos fundamentales, y trata de recoger el mate- tial copioso de ideas y teorfas contenido en la exposicién, tan densa, de aquellos fildsofos; de no haber tenido que 1, Los fuldsofos modernos. Seleccién de textos (BAC, toy Madria 1970! "19995 > vit Prélogo atender a las limitaciones de espacio, habria sido todo lo ex- tensa que merece la riqueza doctrinal de tales pensadores. Una advertencia hay que hacer respecto de los textos aducidos de los filésofos llamados “presocraticos” (Tales a Demécrito incluidos): sabido es que de dichos fildsofos no se conserva ninguna obra, sino que su pensamiento nos es conocido a través de citas, extractos y referencias de auto- res posteriores. Por eso, en la presente seleccién de textos presenta un cardcter especial dicha seccidn, citandose no la obra, que no existe, sino el autor en que aparece el texto aducido; unicamente se ha estimado conveniente establecer una distincién entre la cita textual--segun el testimonio del autor que cita— y la mera referencia (en estilo indirecto) del pensamiento del fildsofo presocratico en cuestién, con la diferencia de tipo de letra y diversa posicién de la fuente aducida en uno y otro caso, Por lo que hace a los limites cronoldgicos de esta selec- cién, hemos considerado, con la mayoria de los historiadores de la filosoffa, como término final de la filosoffa antigua, al neoplaténico Proclo, estimando a otros pensadores (San Agustin, Boecio, El Seudo-Dionisio) mas bien como precur- sores de la filosofia medieval, objeto, D. m., de un trabaio similar al presente. Agradezco vivamente al R. P. Jestis Igal, profesor de !as Universidades de Deusto y Comillas, su generosa ccsién de su traduccién del poema de Parménides. Madrid, junio de 1974. LOS FILOSOFOS ANTIGUOS SELECCION DE TEXTOS TALES (6242-548?) Fuentes: H. DiELs, Die Fragmente der Vorsokratiker (Berlin 1903), Ed. 5." revisada por W. Kranz (Berlin 1934-1937), 2 vols. (sigla: DK). Trad. del editor. : Bistiocr. GEN.; G. S, Kirk y J. E. Raven, The Presocratic Philosophers. A Critical History with a selection of texts (Cam- bridge 1966); trad. esp. por J. Garcia FERNANDEZ: Los fildsofos presocrdticos. Historia critica con seleccién de textos (Madrid 1969) p. 111-144; F. Cusetts, Los fildsofos presocrdticos, parte 1.* (Valencia 1965) p.16-22; W. K. Guturie, A History of Greek Philo- sophy (Cambridge 1962) vol. p.45-72.140-145; J. Burnet, Early Greek Philosophy (Londres '1930) p.40-50; E. ZELLER, Die Philo- sophie der Griechen in ihrer geschichtlichen Entwicklung, vol.1 t1 (1923); t.2, por W. NESTLE (Leipzig *1920); trad. ital. por R. Mon- poo: La Filosofia dei Greci nel suo sviluppo storico. Parte 1. I Presocratici, testo della 5.* ed. tedesca con nuovi aggiornamenti; parte II:Jonici e Pitagorici (Florencia 1938), p.100-135; B. SNELL, Die Nachrichten iiber die Lehre des Thales und die Anfdnge der Griechische Philosophie- und Literatur Geschichte, Philol. (1944) p.170-182; B. Wisniewski, La philosophie de Tales: Rendiconii, Inst. Lombardo de scienze et Lettere 99 (Milan 1965) 168-174; D. R. Dicks, Thales: Classical Quarterly (1959) 294-309; N. K. FREE- MAN, The Presocratic Philosophers (Oxford 1946) p.49-55; F. M., Principium Sapientiae: the origin of Greek philosophical Thought (Cambridge 1952). ARISTOTELES (Met. A 3,983 b 6 [DK 11 A 12]) 1 Los més de los primeros fildsofos pensaron que los uni- Cos principios de todas las cosas eran los que son de indole material; pues afirman que aquello de que constan todos los entes y el ultimo elemento en que se resuelven al corromperse, Subsistiendo la sustancia, pero cambiando en Jas afecciones, es el elemento y principio de los entes; y por eso piensan que nada nace ni perece, ya que tal naturaleza se conserva siempre, de la misma manera que tampoco decimos que Sécrates Hega @ ser sin mds cuando Nega a ser hermoso o misico, ni que Perece cuando pierde esas maneras de ser, ya que permanece a Suyeto, Sécrates mismo. Asi, ninguno de los entes se genera rrompe: pues dicen que siempre hay alguna naturaleza, 0 on aoe una, © multiple, de la cual se originan las demds cosas, per- maneciendo ella, 4 Tales 2 En cuanto al numero y a la especie de tal principio, no dicen todos lo mismo, sino que Tales, el iniciador de tal filo- sofia, afirma que es el agua (por lo que también declar6 que la tierra esta sobre el agua); llegando, tal vez, a formar dicha Opinién por ver que el elemento de todas las cosas es himedo y que el calor mismo surge de la humedad y que de ella vive (el principio de todas las cosas es aquelto de donde nacen); de ah{ vino a formar esa opinién, y del hecho de que las semi- Ilas de todas las cosas tienen Ja naturaleza himeda, y el agua es el principio natural de las cosas humedas. ARISTOTELES (De caelo B 13,294 a 28 [DK 1] A 14]) 3 Otros dicen que la tierra descansa sobre e] agua. Esta es la Opinién mds antigua que se nos ha transmitido y que dicen que sostuvo Tales de Mileto, a saber, que la tierra permanece porque flota como un lefio o cosa parecida. SéNnECA (Quaestiones naturales JII 14 [DK 11 A 15]) 4 Pues dice Tales que la tierra se sostiene en el agua y se mueve en ella como un navio, y que cuando se dice que tiembla, es que fluctua por e] movimiento del agua. Di6cENES LaERci0 (1,24 [DK 11 A 1]) 5 Aristételes e Hipias dicen que Tales atribuyé alma aun a los inanimados, conjeturdndolo por lo que veia en la piedra imdn y en el dmbar. ARISTOTELES (De anima A 5, 411 a 7 [DK 11 a 22)) 6 Y algunos dicen que el] alma esté mezclada en el todo, por lo que tal vez Tales pensé que todas las cosas estan Ilenas de dioses. 2 Gutmnir, 0.c., I p.54-58.67; KiRK-RAVEN, 0.c., p.130-135; CURFLIS, 0.¢,, p.18 nota 10; BURNET, 0.¢., p.48.49; ZELLER-MONDOLFO, 0.c., D.109-113.123-129; FREEMAN, 0.¢.. .52, 3 Guinmre, o.c., 1 p.58-61; Kink-RavEN, o.c., D.13 nota 13; BURNET, 0.c., p.48.49. 4 Kink-RAVEN, 0.C., D.136; BURNET, 0.¢., p.48.49; ZRLLER-MONDOLFO, 0.¢.. p.120.131. 5 Gun p53. 5-7 GuTHRIE, o.¢., I p.61-67.71.72; ID., In the Beginning: some Greek views on the origins ‘of life and the early'state of man (1957); Ganszvmiec, R., Die biologischen Grudlagen der ionischen Philosophie: Archiv fur Geschichie der Naturwissenschaften und der Technik (1920) 1-19. 6 GUTHRIE, 0.¢., T p-65; KiRK-RAvEN, o.c., pAIV1I7; CURELLS, 0.¢., p.19 nota’ 15; 0.c., p.53- CupELts, 0.c., p.lY o.c., I p.61-67; 65.66; KiRk-RAVEN, 0.C., p.139; FREEMAN, 0.C.+ . p.139-143; ZELLER-MoNDOLFO, BURNET, 0.c., p.49.50; FREEMAN; Tales 5 Acgcio (I 7,11 [DK 11 a 23)) 7 Tales dijo que dios es la mente del mundo y que el todo esta dotado de alma y lleno de démones, y que a través de Ja humedad elemental penetra una fuerza divina que la mueve. 7 GuruRie, 0.¢., 1 p.61-67; 65; Kirk-RAvEN, 0.¢., p.141-143. ANAXIMANDRO (6112-5472) OBRAS: mepi pvaews ‘Sobre la naturaleza). Fuentes: H. Diets, Die Fragmente der Vorsokratiker, 5.* ed., revisado por W. Kranz (Bertin 1934-1937), 2 vols. (sigla: DK). Trad. del editor. BiBLIOGR. GE: G. S. Kirk y J. E. Raven, The Presocratic Philosophers (Cambridge 1966); trad. esp. por J. Garcia FERNAN- DEz: Los fildsofos presocrdticos (Madrid 1969) p.145-204; W. K. C. Guturic, A History of Greek Philosophy (Cambridge 1962) vol.I p.72-144.140-145; F. CuseLts, Los fildsofos presocrdtt- cos. Primera parte (Valencia 1965) p.16-22; J. BURNET, Early Grek Philosophy (Londres '1930) p.40-50; E. ZELLER, Die Philosophie der Grtechen in ihrer geschichtlichen Entwicklung; trad. ital. por R. Monpotro: La Filosofia dei Greci nel suo sviluppo storico. Parte 1: I Presocratici, testo della 5.” ed. tedesca con nuovi aggior- namenti; parte II: Ionici e Pitagorici (Florencia 1938) p.135-203; N. K. Freeman, The Presocratic Philosophers (Oxford 1946); G. B. Burcu, Anaximander, the First Metaphysician. Studies in Presocr. Philosophy (Londres 1968) p.323-349; G. S. KIRK, Some problems in Anaximander: Rev. of Metaphysics 3 (1949-1950) 137-160; Ip., Some problems in Anaximander: Class. Quart. (1955) 21-38; V. HoLscHER, Anaximander und die Anfange der Philosophy: Hermes (1953) 257. W. Kraus, Das Wesen des Unendlichen des Anaximanders: Rheinisches Museum (1950) 364-379; H. J]. PADRON, Acerca de una nueva interpretacion del fragmento de Anaximandro: Philosophia n. 34 (1968) 79-86. Simpticio (Phys. 24,13 [DK 12 A 9]) 8 Anaximandro, hijo de Praxiades, discipulo y seguidor de Tales, dijo que el principio y elemento de Jas cosas era lo “‘émeipov’’, Siendo el primero que introdujo este término para designar el principio. Y llama tal, no al agua ni a ningtin otro de los jlamados elementos, sino a otra naturaleza indetermi- nada, de la cual proceden todos Jos cielos y los mundos que hay en ellos. 8 GuTHRIE, 0.c., I p.76.77.83-88.106-114; Kirk-RavEn, 0.c-, p.156-165.175 132; CupELLS 0.c., p.24 nota 26.37.28; BURNET, 0.c., p.53.54-58; ZELLER-MONDOLFO. 0.C4y p.140-62-175-183.187-196: FREEMAN, p.56-58; CONFORD, F. M., Innu- erable Worlds in’ Presocratic Cosmogony: Classical Quarterly (934) I-16 Anaximandro 7 SimPLicio (ibid. [DK 12 B 1}) 9 [Anaximandro] dijo que el principio y elemento de las cosas era Jo ‘‘&meipov”; de donde Jos seres tienen su origen, alli surge su corrupcidn, por la necesidad. Pues las cosas mismas se hacen justicia mutuamente por sus culpas segtin el orden del tiempo. ARISTOTELES (Phys. A 4,187 a 20 {DK 12 A 9]) 10 Pero los otros dicen que de lo Uno se separan los opuestos que hay en él, como afirma Anaximandro y cuantos dicen que existe lo uno y lo miiltiple, como Empédocles y Anaxdgoras: pues también cllos separan de la mezcla las de- més cosas. 9 KiRK-RAVEN, 0.c., p.170-173; CupELLS, 0.¢., p.25 nota 29; BURNET, 0.c., ‘ZELLER-MoNDOLFO, 0.¢., p,202-205; TopEstan, F., Considerazioni sulla lell’idea di giustizia in un frammento di Anassimandro: Riv. Intern. 41 Fit, Diritlo 45 (1968) 414-428; Viastos, G.. Equality and Justice in the Early Greck Cosmogontes: Classical’ Philology (1947) 156-178; Guénin, P., L'tdée de justice dans la conception de univers chez les premiers philosophes grecs, de Thales a Héraclite (Paris 1934); W. A. HEIvel, The Sixn in Anaximenes and Anaximander: Class. Philo). (1906) 279-282. 10 GuTURIE, o.c., I p.78-82; Kink-Raven, + p-1725.185+187; Cusects. 9.¢., p.28 nota 52; ZELLER-MoNDOLFO, 0.c., p. 164-175. ANAXIMENES (5892-547?) FuENnTES: H. Dies, Die Fragmente der Vorsokratiker, 5.* ed., revisada por W. Kranz (Berlin 1934-1937), 2 vols. (sigli: DK). Trad. del editor. BiptiocR. Gen.: G. S. Krrk y J. E. Raven, The Presocratic Phi- losophers (Cambridge 1966); trad. eso. por J. GARCfA FERNANDEZ: Los fildsofos presocrdticos (Madrid 1969) p.203-232; F. CuBELLs, Los fildsofos presocrdticos. Primera parte (Valencia 1965); Ww. K. C. Guturiz, A History of Greek Philosophy (Cambridge 1962) vol.1 p.115-140.140-145; E. Zetter, Die Philosophie der Griechen in ihrer geschichtlichen Entwicklung; trad. ital. por R. Monpotro: La Filosofia dei Greci nel suo sviluppo storico. Par- te I: I Presocratici, testo della 5.* ed. tedesca con nuovi aggiorna- menti; parte II: fonici e Pitagorici (Florencia 1938) p.206-238; N. K. FREEMAN, The presocratic Philosophers (Oxford 1946); A. O. Lovejoy, The meaning of gio in the Greek physiologers: Philos. Review (1909); W. HEIDEL, Tepi gvoews, a stady of the con- ception of nature among the Presocratics: Proceeding of American Academy (1910) 77-133. AEcio (I 3,4 [DK 13 B 2)) Il Anaximenes. hijo de Euristrato, dijo que el principio de las cosas es el aire: pues de é! procede todo y en él se resuelve de nuevo todo. ARISTOTELES (Met. A 3,984 a 5 [DK 13 A 4]) 12 Anaximenes y Didgenes hacen al aire, mds bien que al agua, el principio con preferencia a los demds cuerpos simples. TEOFRASTO, en SIMPLICIO (Phys. 24,26 [DK 13 A 5}) 13. Anaximenes, Milesio, hijo de Euristrato, compafiero de Anaximandro, dice, como éste, que Ja naturaleza sustante es una e infinita, no indeterminada, como él, sino determinada, a la que llama aire, y que se diferencia en sustancias por rare- 11-16 ZELLER-MONDOLFO, 0.¢., p.206-214,224-229, U1 Cumeiis, oc, p44 noid 99; Goring, o.c., 1 p.115.118; Bunwer, 0.¢. p74; Cortistin, 0. pA 12 Kirk Raven, 0.6% p.208-212; GurHmie, onc, I p.11S-118; Coneiis, oc. p41 nots 1K 13 ZeLLER-MoNDOLKO, 9.c., p.214-216.231-233; GUTHRIE, 0.¢., [ p.119-127; KIRK-Raven, 0.€., .208.212-214.231; CuneLis, p.44 nota’ 101-106; FREEMAN, o.¢., p.66.67. Anaximenes 9 faccién y condensacién. Cuando se hace sutil se convierte en fuego, y cuando se condensa, en viento; después, en nubes; después, condensdndose mis, en agua, luego en tierra, después, en piedras; y los demds seres se originan de esas sustancias. Hace también eterno a] movimiento, por medio del cual se veri- fica el cambio. Hipéuito (Ref. I 7,1 [DK 13 a 7]) 14 Anaximenes dijo que e] primer principio es aire infi- nito, del cual se originan Jas cosas que estan llegando a ser, las ya existentes y las futuras, los dioses y las cosas divinas; Ias demas cosas proceden de las que se Originan de él. CICERON (De natura deorum 1 10,26 [DK 13 A 10]) 15 Después, Anaximenes sostuvo que el aire es un dios, que tiene origen, que es inmenso e infinito y que estd siempre en movimiento, como si el aire sin ninguna forma pudiese ser dios... PLutarco (Strom.3 [DK 13 A 6)) 16 Dicen que Anaximenes sostiene que el aire es el prin- cipio de todas las cosas y que es infinito en magnitud, pero determinado por las cualidades que se dan en él; que todo Nace a causa de una cierta condensacién del mismo, 0 por una rarefaccién. 14 Gurumr oc. 1 p.127-132s Kink-RAvEN, 0-¢., p.208-212; CunELLs, 0.¢., P.46 nota 111-120; FREEMAN, 0,¢.. p.66.67. 15 KiRK-RAVEN, 0.¢., p.215-217. 16 Kink-Ravin, 0.¢., p.212,231; CUBELLS, 0.c., p.107-109; ZeLLER-MoNDOL~ Fo. 0.¢., p.231-233; GUTHRIE, 0.¢., B-115.118. JENOFANES (5702-4757) Osras: Un poema, o conjunto de poemas: wepl pucews (Sobre la naturaleza). Fuentes: H. Diets, Die Fragmente der Vorsokratiker, 5. ed. revisada por W. Kranz (Berlin 1934-1937), 2 vols. (sigla: DK), Trad. del editor. BrstioGr. GEN.: G. S. Kirk y J. E. Raven, The Presocratic Phi- losophers (Cambridge 1966); trad. esp. de J. GARcfA FERNANDEZ: Los fildsofos presocraticos (Madrid 1969) p.233-257; F. CuBELLS, Los filésofos presocrdticos. Primera parte (Valencia 1965); W. K. C. Guturig, A History of Greek Philosophy (Cambridge 1962) vol.1 p.360-402; E, ZELLeR-R. Monpotro, La Filosofia dei Greci nel suo sviluppo storico, Parte 1: vol.2: Eleati, a cura di G. Reale (Flo- rencia 1967) p.57-164 (bibliogr. p.XIX-XXIII); J. Burnet, Early Greek Philosophy (Londres ‘1930) p.112-129; N. K. FREEMAN, The Presocratic Philosophers (Oxford 1946); M. UNTERSTEINER. Seno- fane, testimonianze e frammenti: introduzione, traduzione e com- mentari (Florencia 1956); K. DrICcHGRABER, Xenophanes, epi gvoews. Rheinisches Museum (1938) 1-31; A. Levy, Sul pensiero di Senofa- ne: Atheneum (1927) 17-29; R. ZIEGLER, Xenophanes von Kolophon, ein Revolutiondr des tes: Gy! sium 75 (1965) 289-302: K. JasPERs. Jenofanes: Folia humanistica 7 (1969) 599-608: W. JAE- GER, The Theologie of the Early Greek Philosophers (Oxford 1947): trad. esp.: La teologia de los primeros fildsofos griegos (México- Buenos Aires 1952); O. GiGon, Die Theologie der Vorsokratiker: Fundation Hardt. Entretiens I (1952) 127-155. ARISTOTELES (Met. A 5,986 b 21 [DK 21 A 30]) 17 Jendfanes, que es el primero de ellos que asenté la uni- dad (pues se dice que Parménides fue discfpulo suyo), no acla- ré nada, ni parece que tocéd el tema de esas dos naturalezas, sino que, puesta su mirada en todo el cielo, afirmé que ]o Uno es dios. 18 Pero los mortales creen que los dioses han nacido y que tienen vestido, voz y figura como ellos. CLEMENTE (Strom. V 109,2 [DK 21 B 14]) 17 ZeLLER-MONDOLFO, 0.¢., p.104-114,162-164; GCTHRIE, 0.¢., I p.380.4018; BURNET, 0.¢., p.127.128; FREEMAN, 0. 18 KIRK-RAVEN, 0.c., p.241-244 GuTHRIE, 0.c., 1 p.371-373; FREEMAN, 0.¢. p.96. Jendfanes 11 19 Pero si los bueyes, los caballos y los leones tuviesen manos, o pudiesen pintar y hacer las obras que hacen los hom- bres, los caballos dibujarian las figuras de los dioses semejantes a los caballos, los bueyes, semejantes a los bueyes, y harian sus cuerpos tal como cada uno de ellos tiene el suyo. CLEMENTE (Strom. V 109,3 [DK 21 B 15]) 20 Homero y Hesiodo atribuyeron a los dioses todas las cosas que entre los hombres son vergonzosas y reprobables: robar, cometer adulterio y enganar mutuamente. Sexto Empirico (Adv. math. 1X 193 [DK 21 B 11]) 21° Un iinico dios, el mayor entre los dioses y los hom- bres, ni en su figura ni en su pensamiento semejante a los mor- tales. CLEMENTE (Strom. V 109 [DK 21 B 23]) 22 Sin fatiga mueve todas las cosas con el pensamiento de su mente. Simpricio (Phys. 23,19 [DK 21 B 25]) 23 Siempre permanece en el mismo lugar, sin moverse nada, y no le es propio el ir de un sitio a otro. Simpuicio (Phys. 23,10 [DK 21 B 26]) 24 Todo él ve, todo él piensa, todo él oye. SExto EmpPixico (Adv. math. IX 144 [DK 21 B 24]) 1+“ ZeLLuR-MoNDOLEO, 0. 19 Cun VEN, 0.¢ S = Tres wan, + p.62-84. p-126 nota 8284; Gurnie, oc 1 p37l- 2373; Kink-Ra- P Zien. -MONOLFO, 0.¢., 2, Te Kirk-Ra- i . P.3: iicwhi'r. oven, p12. 199 ZecuEe Monpoue G weir, 0.c., 1 p.373-376; Kian-Raven, 0. 22 Crbents, 0. 25, 2 Geman. o. R383 304; CupELts, p.133; FREEMAN, 0.98.97. 931 CUMFILS, oc. p.I3Is; ZeLLER-MONDOLFO, 0.¢., P.79-84; FREEMAN, 0.c.. 12 Jenéfanes 25 Ninguin hombre conocid ni conoceré lo cierto sobre los dioses y sobre cuantas cosas digo; pues, si alguien, a lo sumo, llegase a decir la verdad, no lo sabria: sobre todas las cosas no hay sino opinar. SExTo Empirico (Adv. math. VII 49 y 110 [DK 21 B 34]) 26 Los dioses no revelaron todas las cosas a los hom- bres desde el principio, sino que éstos, investigando, llegaron con el tiempo a encontrar lo mejor. EsToBEo (Ant. I 8,2) 25 CUBELIS, 0.¢., p.139; FREEMAN, 0.C., p.97.98; Guriaie, 0.c.. 1 p-395-401; Kirk-RAVEN, 0.¢., p.256.257. 26 Gureintt, 0c. 1 p.395-401; Kirk-RavEN, 0.¢., p.256-257; CuBELLS, ply nota 88. PITAGORAS y PITAGORICOS (584/572?-4902) (s.v-1v) Fuentes: H. Drews, Die Fragmente der Vorsokratiker, 5° ed., revisada por W. Kranz (Berlin 1934-1937), 2 vols. (sigla: DK). Trad. del editor. G. S, Kirk y J. E. Raven, The Presocratic Phi- losophers (Caml Ige 1966); trad. esp. por J. GaRcfA FERNANDEZ: Los fildsofos presocrdticos (Madrid 1969) p.307-367; F. CuBELLS, Los fildsofos presocréticos, Primera parte (Valencia 1965) p.55-109; ZELLER-R. MonvOLFO, La Filosofia dei Greci nel suo sviluppo sto- rico, Parte I vol.2 (Florencia 1938), p.386-434; 476-490.584-612; J. Burnet, Early Greek Philosophy (Londres ‘1930) p.84-112.276-309; N. K. Freeman, The Presocratic Philosophers (Oxford 1946); F. Co- PLESTON, Historia de la Filosofia (trad. esp. por J. M. Garcia de la Mora, Barcelona 1965); G.* Juncepa, El Pilagorismo antiguo: valores cientificos de una actitud mitica: Estudios filosdficos 17 (1968) 419-469; 18 (1969) 83-123; J. E. RAVEN, Pythagoreans and Eleatics (Cambridge 1948); J. S. MORRISON, Pythagoras of Samos: Class. Quart. (1956) 135-156; W. K. C. GuTHrie, A History of Greek Philosophy 1 (Cambridge 1962) p.146-359. Di6cenes LakErcio (VIII 36 [DK 21 B 7]) 27 Sobre el tema de la reincarnacidén, aduce Jendfanes un testimonio en uma elegfa que comienza: “Ahora paso a otro tema, y enscfiaré el camino”. Y lo que sobre Pitdgoras él dice ¢s esto: “Y cuando pasaba un dia por donde se estaba mal- tratando a un cachorro, se dice que sintid compasién y dijo estas palabras: Deja de maltratarlo, pues es el alma de un ami- 80, al que he reconocido en cuanto le he oido gritar”. PorFirio (Vita Pythagorae 19 [DK 18a]) 28 Entre todas sus declaraciones, Ilegaron a hacerse las mas célebres, en primer lugar, que el alma es inmortal; en se- 8undo lugar, que se transforma en otras clases de seres vivos; Que, ademas, vuelven a repetirse las cosas que suceden cada cier- "0S Periodos, y que no hay nada absolutamente nuevo, y que Gere, o.c., 1 p.157-161: KiRK-RAVEN, 0.c., p.314; CUBELIS, 0.¢4, PYLLER-MONDOLFO, 0.c., p.564-571; FREEMAN, 0.C., p.79; CopLest 0.¢., p.62-64; ZELLER-MONDOLFO, 0.¢., D.564-571. Uae, 0c, f peiBI-183; Kink RAVEN, ©. pale, 14 Pitdgoras y pitagdricos todos los seres vivientes que nacen deben ser considerados como emparentados entre si. Parece, en efecto, que Pitdgoras fue el primero que introdujo en Grecia estas teorfas. HERODOTO (II 123 [DK 14 A 1]) 29 Los egipcios son los primeros en sostener esta doctri- na: que el alma del hombre es inmortal, y que, al perecer e] cuerpo, se introduce en otro animal que esté naciendo enton- ces; después de haber recorrido todos los animales terrestres, del mar y los volatiles, se introduce de nuevo en un cuerpo humano en nacimiento, y su ciclo consta de tres mil afios. Esta teoria la profesaron algunos griegos, unos antes y otros mas tarde, como si fuera propia suya: conozco sus nombres, pero no los consigno. Aecio (1 3,8 [DK 58 B 15}) 30 Pitagoras de Samos afirma que ja naturaleza del nu- mero es 10. Pues todos los griegos y todos los barbaros cuen- tan hasta 10, y vuelven después a la unidad. Y afirma tam- bién que la fuerza interna del 10 radica en el 4, y en la tétrada, y da esta razon: si se parte de la unidad, y se le van afiadiendo los nuimeros que siguen, hasta el 4, se obtendr4 el numero 10; si se toma el 1, y se afiade el 2, el 3 y el 4, se completa el nu- mero 10: de suerte que cl niimero, en cuanto a la unidad, ra- dica en el ntimero 10, perc en cuanto a su potencialidad, en el ntimero 4. ARISTOTELES (Met. A 5,985 b 23) 31 En tiempos de éstos *, e incluso antes que ellos, los lla- mados pitagéricos, ]os primeros en cultivar las matematicas, las hicieron progresar, y, nutridos en ellas, pensaron que sus prin- cipios eran los principios de todas las cosas. Y, puesto que los numeros se hallan, por naturaleza, entre esos principios, y en ellos les parecfa contemplar muchas semejanzas con lo que es y lo que deviene, mas que en e] fuego, en la tierra y en el agua, siendo ta] afeccién de los nimeros la justicia, ta] otra 29 GutHRIF, 0.¢., p.157+161; CUBELLS, 0.¢., p.59. 30 Kirk-RAVEN, 0.€., P.323.324; COPLESTON, 0.¢., p.47. p.212-217.217-226; KIRK-RAVEN, 0.c., _p,336.337.341-346. 349-351; CunELLS,'0-c., p.66.67; BURNET, 0.c., P.107.285-292; " ZeLLER-MoNDoL- FO, 0.¢., "p.435-444.454-457.504-506; FREEMAN, 0.C., 0.82; 'COPLESTON, 0.C.- p.46.47;W. Riocewax, What led Pythagoras to the doctrine that the world was built of numbers: Class. Rev. (1896) 92-95. * Leucipo y Demécrito. 31 GUTHRIE, 0,c. Pitégoras y pitagéricos 15 e] alma y el entendimiento, otra, cl tiempo oportuno, y de ma- nera parecida todas las demas, y viendo, ademéas, en los nime- ros las afecciones y las proporciones de las armonfas, puesto que las demds cosas parecian asemejarse a los ntimeros en toda su naturaleza, y los nimeros eran los primeros de toda la na- turaleza, creyeron que los elementos de los numeros eran los elementos de todos los seres y que los ciclos todos eran ar- monia y numero... ARISTOTELES (De Caelo B 9,290 b 12) 32 Hay quienes creen que, uniéndose cuerpos tan grandes, se produce un sonido, porque el sonido es producido por el movimiento de Jos cuerpos de aqui abajo, los cuales son menos graves y menos veloces que aquéllos. No puede dejar de pro- ducirse, dicen, un sonido muy fuerte por el movimiento del sol, de la luna y de los astros, que son tantos y tan grandes y se mueven a gran velocidad. Y asi creen, que las relaciones de la velocidad de los astros respecto de las distancias son las mismas que las de Jos acordes musicales, y por eso dicen que es armonico el sonido de los astros que se mueven por el espacio, y para justificar el hecho de que no ofmos tal so- nido, dicen que la causa estd en que ese sonido existe de siem- pre desde que nacemos, y por eso falta, nos dicen, el contraste con el silencio, por lo que no podemos distinguirlo, ya que sonido y silencio se distinguen entre si por su mutuo contraste. En una palabra, pasa con ese sonido, a los hombres, lo mismo que pasa al herrero, que por estar acostumbrado al ruido, ya No se apercibe de él. ARISTOTELES (Met. A 5,987 a 13 [DK 58 b 8)) 33 También Jos pitagéricos hablaron de dos principios, en el mismo sentido; pero afiadieron esto que les es propio: que no pensaron que lo finito y lo infinito fuesen algunas otras naturalezas, como el fuego, la tierra o alguna otra cosa seme- jante, sino que lo infinito mismo y lo uno mismo son la sus- tancia de las cosas de que se predican, por lo cual también el numero es la sustancia de las cosas. MonncatZHRIE, 0.¢,, 1. p.235.246-248;_ KirK-RavEN, 0.¢., p.364.365; ZELLER: Studer Or O-+, p.537-541; REINACH, T., La musique des Spheres: Revue des ies Brecques (1900) 4324449. D307. 1997 0-8 .235.246-248; KIRK-RAVEN, 0.¢., p.339; BURNET, 0.c-+ 16 Pitdgoras y pitagoricos ARISTOTELES (Et. Nic. A 4,1096 55) 34 Los pitagéricos parecen hablar de manera mds razona- ble sobre ello, al colocar lo Uno en la serie de los bienes. ARISTOTELES (Et. Nic. B 5,1106 b 29) 35 Pues lo malo es del género de lo indeterminado, como conjeturaban los pitagdéricos, y lo bueno, de lo determinado. ARISTOTELES (Met. 6,1080 b 16) 36 Los pitagéricos, por su parte, dicen que el] nuimero es uno solo, a saber, el matematico, sdlo que dicen que no esta separado, sino que de é! se componen las sustancias sensibles, Construyen todo el cielo con nameros, pero no formados por unidades abstractas, sino que suponen que las unidades tienen magnitud, pero no saben decir cémo surgid el primer Uno como magnitud. Azcio (I 3,19) 37 Ecfanto de Siracusa, uno de los pitagéricos, dijo que Jos principios de todos los seres son los cuerpos indivisibles y el vacio, pues él fue el primero en decir que las unidades pitagdricas son corpéreas. ARISTOTELES (Phys. D 6,213 b 22) 38 Los pitagéricos afirman que el vacfo existe y que el aliento y el vacio se introducen, desde lo ilimitado, en el cielo, como si éste los aspirara; y que el vacio defing las naturalezas de los seres, por ser como un elemento que separa y delimita las cosas que forman serie. Esto sucede ante todo en los nu- meros, pues el vacio delimita su naturaleza. ARISTOTELES (Met. A 5,986 a 15) 39 Parece que estos (los pitagéricos) pensaban que ol nu- mero es el principio y a modo de causa materia! para los seres y como raz6n de sus afecciones y modos de ser. 34 GuTHRte, 0.c., 1 p.246; KIRK-RAVEN, 0.¢., p.339; ZELLER-MonpoLFo, 0.¢., 435-444 .444-448, 35 Kink Ravin, 0. 36 GuTarr, 0. 3? Gurr 38 Kirk RavEN, 0.C., p.354-356, 39 GUTHRIE. o.c., 1_p.240; Kirk-RaveN, 0.¢., P.359-361; ZELLER-MonnoLFo, 0.¢., p-435-443,462-474 ; FREEMAN, 0.c,, p.B2. 347.348, .217-232-101-306; BURNET, 0.c., P-287. p.325-327;_ZELLER-MONDOLFO, 0.¢., D-476-483, 56.

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