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Integrantes

Carlos Paez, C.I V-22.598.909

Kelly Olmos, C.I V-23.837.403

Paola Villegas, C.I V-29.723.883

Rommer Sanchez, C.I V-19.524.921


Introducción

La desigualdad constituye hoy en día un fenómeno que debe ser disminuido


significativamente de nuestras sociedades, tanto por sus diversos efectos negativos, que
afectan no solo a los más desaventajados sino a la sociedad en su conjunto, como por
motivos éticos. Las sociedades deben garantizar que todos sus ciudadanos puedan participar
en la vida económica, social y política por igual, sin ningún tipo de discriminación. En este
sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) “ha
posicionado a la igualdad como un valor fundamental del desarrollo y un principio ético
irreductible, en sincronía con la creciente relevancia del tema en las demandas ciudadanas y
el debate de políticas”

En el presente ensayo intentamos la identificación y el análisis de los diferentes estratos


sociales. Sin embargo, el análisis y definición de las clases sociales es uno de los temas más
debatidos al interior de las ciencias sociales. La dificultad de definir y medir los grupos
sociales de manera única e inequívoca se fundamenta en la propia naturaleza del concepto.

Los grupos sociales son construcciones y representaciones político-sociales en constante


movimiento, lejos de la imagen concreta y permanente que pretenden alcanzar las
diferentes definiciones y metodologías que se puedan desarrollar. No obstante, buscar una
definición y descripción de los diferentes estratos o clases que componen la sociedad
constituye una necesidad no solo ontológica de comprender las sociedades en las que
vivimos y las relaciones sociales que las caracterizan, sino también una necesidad práctica
para organizarnos y asegurar un determinado nivel de bienestar a todos por igual
LA ESTRATIFICACIÓN SOCIAL

La estratificación social y la desigualdad son conceptos y fenómenos que están


estrechamente relacionados en nuestras sociedades. El lugar que los individuos ocupan en
la estructura social afecta las oportunidades de vida que se tienen, así como su acceso a
recursos socialmente valorados, tales como la educación de calidad y la salud, que se
encuentran desigualmente distribuidos. La asignación de posiciones sociales responde a
patrones de desigualdad en la estructura social, lo que da como resultado la conformación
de grupos sociales definidos por determinadas características, principalmente adscriptivas
(i.e. riqueza familiar, pertenencia a un pueblo indígena, género, entre otras) que reproducen
la estructura y la desigualdad social, tanto en términos económicos como sociales y
políticos.

También se puede entender como la conformación de grupos horizontales,


diferenciados verticalmente de acuerdo a criterios establecidos y reconocidos. La
estratificación social es la forma en que la sociedad se agrupa en estratos sociales
reconocibles de acuerdo a diferentes criterios de categorización. Se tiene en cuenta la
conformación de grupos de acuerdo a criterios establecidos y reconocidos, como ser la
ocupación e ingreso, riqueza y estatus, poder social, económico o político. La
estratificación social da cuenta o es un medio para representar la desigualdad social de una
sociedad en la distribución de los bienes materiales o simbólicos, económicos o culturales.

El concepto de estratificación social suele implicar que existe una jerarquía social en
términos de desigualdad social estructurada. La estratificación debe reflejarse
institucionalmente y tener una consistencia y coherencia a través del tiempo. Las formas de
estratificación social, generalmente citadas, son las basadas en la esclavitud, las castas, los
estamentos y las clases sociales.

Un estrato social está constituido por un conjunto de personas relacionadas que


están ubicadas en un sitio o lugar similar dentro de la jerarquía o escala social, donde
comparten similares creencias, valores, actitudes, estilos y actos de vida. Se caracterizan
por disponer de cantidades relativas y tipos específicos de poder, de prestigio o de
privilegios si los poseen. Si bien el punto central de la estratificación se refiere a la
distribución de bienes y atributos, la estratificación social también se puede considerar
sobre la base de la etnicidad, género y edad.

El concepto de “estratificación” se puede entender en un doble sentido, bien como


un proceso en virtud del cual una sociedad determinada queda dividida en diversos
agregados, o una gradación de posiciones, cada una de las cuales entraña un grado diferente
de prestigio, propiedad y poder, o bien como el resultado de ese proceso. Por tanto de esta
doble aceptación se puede sacar como conclusión que estratificación es el proceso y
resultado de la división de la sociedad en estratos o capas

TIPOLOGÍA DE LA ESTRATIFICACIÓN SOCIAL

Existen diversas formas de clasificar la estratificación y división social, pero entre las más
comunes se señalan los siguientes tipos en la sociología clásica:

 Amo/Esclavo: La estratificación de amos/esclavos, también llamados solo como


esclavitud en referencia a solo uno de los extremos de la relación, se define
directamente por la relación de propiedad de unos individuos específicos sobre otros
individuos específicos, o bien de un grupo colectivo sobre el otro, usualmente a
través del Estado como en el caso del despotismo oriental entre una burocracia
política y el resto de la población. Allí donde el derecho a poseer esclavos se
encuentra institucionalizado, puede llegar a ser parte de un privilegio específico
(estamental, de casta, étnico o regional), ya que la aceptación de una relación de
esclavitud no suele ser voluntaria, ni siquiera en su inicio. Cuando dicha relación se
basa en la fuerza debe existir, si acaso ocurre dentro de una sociedad que la apruebe,
una reglamentación para que la adquisición del esclavo no se base a su vez en la
fuerza sino en criterios considerados legítimos.
 Sociedad Esclavista: Las condiciones de los esclavos fueron variables en algunos
lugares como la Atenas Clásica, los esclavos a menudo ocupaban puestos de gran
responsabilidad a pesar de que seguían siendo propiedad de los amos, e incluso
llegaban a tener esclavos a su vez. Por el contrario los que construyeron las
pirámides o los que trabajaban en minas o plantaciones, tenían mucha menos
libertad y recibían un trato infrahumano. Es discutida si la definición de “sociedad
esclavista” cabe para las ciudades-Estado de la Antigüedad por entero o solo a
sectores de la misma debido a: el frecuentemente reducido porcentaje de esclavos
respecto a la población total, y el hecho históricamente más usual de que la
esclavitud se adosara a los dispares sistemas económicos en los que estaba integrado
sin modificar su estructura.
 Casta: Las castas son estratos endogámicos, fijos por nacimiento, y no
necesariamente asociados a una función social sino a una posición relativa respecto
a una religión, etnia y a otros rasgos sociales, sin movilidad social alguna y con
restricciones estrictas a la comunicación entre las mismas. Se define como
“seudocasta” a situaciones similares pero no tan estrictamente limitadas. Los
estamentos dejan de ser tales y se transforman en castas cuando los criterios de
adscripción por honor son usurpados por determinadas familias o círculos, mediante
una organización puramente convencional que a pesar de seguir diferenciándose por
ocupaciones se transforma en étnica y organizada directamente en forma religiosa.
El lazo jurídico-político, que tiene un rol clave en los estamentos, virtualmente
desaparece en la casta (así como desaparece, por razones opuestas, en la clase).
 Sociedad de Castas: El sistema se asocia sobre todo con las culturas de la India. El
término de casta viene del portugués que significa raza o estirpe pura. Es una forma
de estratificación social basadas en las características adscriptivas de las personas
sobre la base de un criterio étnico. Cada casta cumple por lo general una función
social específica, pero no se limita a ella como suele ser el caso estamental. En la
India puede existir esporádicamente la movilidad colectiva de un grupo social
específico, si este es reconocido como perteneciente a otra casta ("descastamiento").
En las sociedades de casta la pertenencia adjudicativa con derechos particulares es
obligatoria, a diferencia de la organización estamental que no necesariamente
incluye a todos los estratos sociales en la organización por estatus, y a diferencia del
caso de la esclavitud cuya condición de amo o esclavo puede ser abolida sin que
nada la reemplace. En las sociedades de casta todos deben pertenecer a una casta
organizada como tal, y la pertenencia es del nacimiento hasta la muerte.
 Estamento: Los estamentos, también llamados “estados sociales”, son unidades
socioeconómicas amplias y difusas que pueden distinguirse claramente por su
función social específica jurídicamente diferenciada. Sus relaciones con otros
estamentos, así como de los miembros de cada estamento entre sí, se establecen por
criterios personales de lealtades y obligaciones recíprocas. Los individuos son
asignados a los estamentos por relaciones de consanguinidad, creando así
comunidades familiares donde se entrenan para su rol. La transmisión de los
diferentes "honores" es hereditaria e inicialmente adquirible mediante las "hazañas",
"méritos" o servicios continuados, frente a los cuales los descendientes deben
corresponder. El estamento puede identificarse con una clase social o constituir una
agrupación de varias clases, pero sin clara conciencia de clase. En las sociedades
estamentales la situación de clase depende de la posición asignada previamente por
el estatus que se posea y no a la inversa, y por esto mismo los estamentos tienen a
su vez atribuciones políticas personalizadas, mientras que en las sociedades clasistas
dichas atribuciones solo las posee impersonalmente un Estado con una requerida
burocracia usualmente subordinada.
 Sociedad Estamental: Los estados o estamentos eran parte del feudalismo europeo,
pero también existieron en muchas otras civilizaciones tradicionales. Los estados
feudales (Stand) consistían en estratos con diferentes obligaciones y derechos,
algunos de los cuales estaban establecidas por ley. La organización tripartita usual o
triestamentalista, era la de sacerdotes, guerreros y campesinos ("oratores, bellatores
y aratores"). En Europa, el estado más elevado era el clero (regular y secular),
mientras que paralelo al mismo y en segundo lugar se encontraba el estado
compuesto por la aristocracia guerrera y la nobleza militar. Ambos se encontraban
en posesión de varios privilegios distintivos repartiéndose distintos sentidos de
soberanía.6 Aquellos que serían denominados el "tercer estado" eran los plebeyos o
el pueblo llano: siervos, campesinos libres, mercaderes y artesanos, organizados en
subgrupos estamentarios mediante relaciones feudales o corporativas. Al contrario
que en el sistema de castas, entre los estados era tolerada hasta cierto punto la
movilidad individual o matrimonial. Los plebeyos podían ser ennoblecidos, por
ejemplo, para compensar servicios especiales al monarca. Un residuo del sistema de
títulos de nobleza persiste en varios países, como Portugal, España y Gran Bretaña,
donde los títulos hereditarios se reconocen todavía, y los líderes financieros,
funcionarios públicos y otros pueden ser ennoblecidos o recibir la dignidad de par
en reconocimiento por sus servicios. En algunos países los mercaderes pudieron
llegar incluso a comprar estos títulos nobiliarios.
 Clase: Las clases sociales se definen de acuerdo a sus relaciones de propiedad sobre
los diferentes recursos utilizados en la producción y por tanto a la forma de su
fuente de ingreso respecto a la misma. Dentro de una misma unidad de producción
la coexistencia de diferentes formas de ingreso en pugna generan clases cuyo
antagonismo puede llevar a desarrollar consciencia de clase. En las empresas
capitalistas las clases representadas suelen ser formar dos polos antagónicos:
empresarios y/o capitalistas por un lado, y diferentes tipos de obreros asalariados
por el otro. En las sociedades clasistas las posiciones sociales y jerárquicas así como
los criterios de estatus son producto y no causa de la posición de un individuo en un
lugar de la estratificación social.
 Sociedad Clasista: Es el que se refiere a la estratificación vigente en nuestra
sociedad. Presenta una serie de diferencias respecto a los otros sistemas. Se
pertenece a un grupo social no por adscripción personal previa sobre la base de un
criterio externo al propio grupo, sea este religioso, político, militar o incluso de un
cargo económico corporativamente establecido, sino que dependerá de que la
función social de índole económico-lucrativa (la "posición de clase") que se dispone
como patrimonio, consiga ser demandada dentro de la sociedad de mercado. La
clase así entendida no es más que la mera suma de los individuos que ha alcanzado
una posición específica en las relaciones de producción dentro del mercado o en las
jerarquías burocráticas dentro del Estado. El hecho de que la posición es adquirida
pero no adjudicada, implica que no hay restricciones para la movilidad de
individuos específicos, y que esta a su vez no es organizada socialmente mediante
un estatuto jurídico o comunitario. Las diferencias sociales se forman por una
situación económica (la renta, el salario, etc.) y luego organizativa (posición dentro
de una unidad económica), que no dependen de una previa admisión personal dentro
de la sociedad. La estratificación de los individuos se genera a posteriori según su
utilidad a un contexto social autónomo (mercantil o burocrático), por tanto la
posición de clase no se fundamenta en relaciones personales ni es establecida
conscientemente. Las burocracias del Estado moderno difieren de las de las
empresas privadas solo en el hecho de que la ocupación de sus puestos sí es
decidida por el poder político con recursos públicos, pero esta no se realiza con base
en una adscripción jurídica sino en una selección impersonal de individuos
usualmente en función de su utilidad para el cargo por parte de un sistema de
reglamentos.

Paradigmas sobre la estratificación social

Los acercamientos teóricos más influyentes fueron los desarrollados por Karl Marx (1818-
1883) y Max Weber (1864-1920) y la mayoría de las teorías subsiguientes sobre la
estratificación están en deuda con sus ideas. Las observaciones protosociológicas más
antiguas sobre la estratificación se remontan de la Antigua Grecia con Jenófanes, Heródoto,
Polibio, Tucídides, Platón y Aristóteles, pasando por la Edad Media con San Agustín, Santo
Tomás de Aquino y Marsilio de Padua, hasta el Renacimiento con Maquiavelo y luego con
Giambattista Vico, Montesquieu, Edmund Burke, Henri de Saint-Simon y Alexis de
Tocqueville. De estos, así como de la posterior sociología clásica y contemporánea, pueden
destacarse ciertas perspectivas por haber perdurado hasta la actualidad:

Aristóteles
Aristóteles entiende la estratificación (sea económica, de poder, etc.) como causada directa
o indirectamente por una relación entre los atributos del individuo que los porta
(productividad, inteligencia, fuerza, belleza) y el efecto del sector social en el que se
encuentra y que disputa con estos atributos. La cosmovisión aristotélica de la estratificación
es esencialmente cuantitativa en las causas y cualitativa en los resultados. La estratificación
social se concibe en términos polares (los que tenderán a ser “ricos y pobres”) cuya
realimentación solo se evita con una tercera instancia generada entre estos (la “clase
media”). Para Aristóteles, una sociedad donde los polos sociales se fusionen en capas
medias es en la única en la que existe posibilidad de existencia de “hombres libres” contra
una sociedad que tiende de otra forma a ser de “amos y esclavos”, siendo la base de una
sana comunidad política la que se encuentre mayormente integrada por una clase media
amplia sostenida por propiedades “moderadas y suficientes”. Sin clases medias numerosas
que no se identifiquen con ninguno de los extremos, la sociedad-Estado quedará disputada
por el intento de los pobres de usar la democracia para enriquecerse mediante la política
perjudicando a quienes prosperen por otros medios, así como por el intento de los ricos de
establecer una oligarquía para proteger sus riquezas o atribuciones y que no procurará el
interés del resto de la población

Adam Smith
El criterio de Adam Smith para concebir la estratificación social fue el de la fuente de
ingreso, con lo cual redujo la sociedad a su aspecto clasista. Si bien este criterio fue el eje
de la obra de Marx, la visión smithiana la preludaría, ya que descubrió que la especificidad
de la sociedad moderna es su estratificación en clases sobre la base de diferentes formas de
un mismo tipo de relación social mercantil: el intercambio
Smith se enfocó solo en la moderna “sociedad comercial”, separándola en tres
clases según este criterio:
1) los que viven de la renta de la tierra
2) los que viven de salarios
3) los que viven de beneficios
Para Smith, estas serían las tres “grandes clases originarias” de toda “sociedad civilizada”,
y de sus ingresos derivarían todas las demás clases conocidas.

El Federalista
Alexander Hamilton, James Madison, y John Jay, también conocidos como "El federalista"
Para estos autores, la propiedad sobre funciones sociales diferentes pero cercanas y
correlacionadas, lleva a una puja a corto plazo como si sus intereses fueran necesariamente
opuestos, así como la fuente de conflicto más persistente entre diferentes propiedades se da
cuando hay una recurrente desigualdad en su distribución. Los ensayos de El federalista se
centran así en cómo los conflictos clasistas se convierten en conflictos políticos y la manera
de resolverlos en términos republicanos, salvaguardando el interés general entendido como
los derechos iguales a la propiedad basada en una misma forma de adquisición contractual,
así como el interés público de los bienes colectivos necesarios para el funcionamiento de
esa sociedad.
Alexis de Tocqueville
Tocqueville distingue cuatro tipos de poderes: sociales, económicos, políticos e ideológicos
o culturales. Si bien reconocía la importancia de la economía, su visión de la estratificación
social no concebía al poder económico, y ni siquiera a la capacidad económica de otro tipo
de poder, como fuente primera del poder social. El objetivo de Tocqueville no era reducir
cada uno en términos de un único factor supremo, sino ver a cada uno como un elemento
único de la sociedad mutuamente relacionado que cambia las relaciones entre sí como
cambian las circunstancias sociales.
Lorenz von Stein
El economista, sociólogo y funcionario alemán Lorenz von Stein fue el primero de los
pensadores post-hegelianos, junto con Karl Marx, en desarrollar una cosmovisión histórica
basada tanto en leyes de desarrollo de la estratificación social como en la lucha de clases. Si
bien su visión no llegó al nivel de sofisticación de Marx, su influjo parece haber sido
decisivo en la obra de este último, quien incluso reconoció el valor de varios de sus análisis
y se reconoció deudor en su visión de la lucha de clases. A la inversa, su aporte a la teoría
de la administración superó a los análisis realizados por sus contemporáneos y continúa
siendo vigente hasta la actualidad además de clave para la comprensión de las burocracias
privadas y estatales en las modernas sociedades capitalistas.Los vínculos intelectuales entre
Marx y Stein fueron clave para el desarrollo de sus ricas y divergentes visiones de la
sociedad.El autor prusiano crearía el término "proletariado" que sería adoptado por el
pensamiento marxiano con el mismo uso conceptual.

Wilhelm Heinrich Riehl


Fue un autor contemporáneo de Karl Marx y conocedor de la obra de Lorenz von Stein con
quien compartía una misma posición ideológica tradicionalista no-reaccionaria, y una
metodología genético-comparativa. No compartía la visión de Hegel, Von Stein y Marx
basada en la idea de sociedad civil como un estamento separado formado por individuos
con intereses disociados del interés colectivo que forman y por ende plausible de ser
analizado por la economía política. Para Riehl, la sociedad civil burguesa no está
ensamblada naturalmente a la sociedad política burguesa, y su visión de la toma de
conciencia autónoma del interés colectivo del Estado tiene bastantes puntos de contacto con
la visión marxista de la política moderna. Riehl concebía además que en la modernidad el
elemento estamental tenía todavía un valor organizativo en la conformación de cada clase
social, con lo cual pretendía no hacer una distinción ontológica entre sociedades
estamentales y clasistas.

Vilfredo Pareto
Vilfredo Pareto es uno de los primeros sociólogos que, junto con Max Weber,
introduce a las élites como un elemento causal genético dentro de la organización social.
Sin embargo estas élites son descritas en términos estructurales dentro de la organización
social, y no contingentemente respecto a la misma ni capaz de modificarla en forma
voluntarista. Las élites no surgen a partir de la mera voluntad de individuos aislados de
generar organización que detenta poder, sino que son aunque tengan esta capacidad deben
ser a su vez producto de estructuras previas, sociales e ideológicas.

Erik Olin Wright


Wright considera que, además de los bienes de capital que había considerado Marx,
en las sociedades de capitalismo avanzado también podemos hablar de bienes de
organización y de bienes de cualificación. Los primeros se refieren a la posición jerárquica
en la empresa, mientras que los segundos hacen referencia a las credenciales educativas.
Ambos bienes permiten a quienes los detentan explotar al resto de la fuerza de trabajo, pero
al mismo tiempo, sus propietarios son explotados por quienes detentan los bienes de
capital. Esto hace que las nuevas clases medias se hallen en posiciones contradictorias y
que, dependiendo de las características de cada formación social, se orienten más hacia una
conciencia proletaria o a apoyar al capital.

Karl Marx
Karl Marx, uno de los principales intelectuales del siglo XIX, elaboró una de las más
influyentes definiciones de las clases sociales a partir de su observación y crítica al
capitalismo. De acuerdo con su teoría, la posición que ocupan los individuos en la
estructura social depende de la relación que tengan con los medios de producción, es decir,
de si son propietarios o no. La propiedad —ya sea de capital, tierra o trabajo—, las
relaciones sociales surgidas en torno a esta posesión y las retribuciones correspondientes
darían forma al entramado social del sistema capitalista. Marx plantea que dicho entramado
se caracteriza por operar bajo una dialéctica que desencadenaría inevitablemente en una
lucha de clases.

Específicamente, Marx hace referencia a dos clases fundamentales y antagónicas (Marx,


1847)1. Por un lado, se encuentra la burguesía que se caracteriza por ser dueña de los
medios de producción; su condición de existencia es la formación y acumulación de capital.
De este modo, la burguesía estaría constituida por los propietarios y los empleadores. En
contraposición, se tiene al proletariado, clase social compuesta por aquellos desposeídos de
los medios de producción. Esta clase social estaría conformada por los trabajadores
asalariados y dependería de la burguesía para su existencia y reproducción a través del
salario que recibirían a cambio de su fuerza de trabajo.

Se puede observar que en las relaciones sociales establecidas entre las clases antagónicas
emergen relaciones desiguales de poder, donde la clase capitalista o burguesía impone las
condiciones de trabajo y de vida a la clase dominada, el proletariado. De acuerdo con Marx,
esta estructura social da lugar a un conflicto permanente de clases que solo se disolvería
cuando el proletariado recupere la propiedad de los medios de producción y se transite
hacia otro modo de producción, es decir, hacia un modelo socialista.

El análisis marxista, fuertemente permeado por el momento histórico en que vivió el autor,
revolucionó e influyó sobre las teorías futuras sobre el funcionamiento del sistema
capitalista. Diversos estudios de la estratificación social en la actualidad parten de su teoría
y utilizan sus conceptos. Hoy en día su estudio tiene vigencia para explicar numerosos
fenómenos, sin embargo, en el análisis de las clases sociales, el mundo ha cambiado y, por
ello, se han cuestionado las categorías utilizadas y se han ampliado sus fundamentos
conceptuales.

Max Weber.
Su teoría identifica tres conceptos centrales para entender los procesos de estratificación
social: clases, estatus de grupo y partidos, que son la manifestación de la distribución del
poder en la sociedad (Weber en Grusky, 2008).

Las clases son los grupos que se encuentran en una situación de clase, entendida como una
situación de mercado, donde hay una probabilidad de provisión de bienes, condiciones de
vida y experiencias personales de vida, siempre y cuando esta probabilidad sea una
consecuencia del poder de disposición sobre bienes y servicios en un orden económico
determinado.

En segundo lugar, el estatus de grupo se considera como el acceso o exclusión del poder
con base en una estimación social de honor, positiva o negativa, respectivamente. Mientras
que las clases se organizarían de acuerdo con las relaciones de producción y de adquisición
de bienes, los estamentos lo harían según el consumo de estos bienes, generando estilos de
vida diferentes que se encuentran asociados a determinados valores. Así, el estatus se
asocia al estilo de vida, a los privilegios y valoraciones de los individuos, más allá de la
posesión de medios de producción (Weber, 2002).

Finalmente, los partidos son concebidos como el poder en las relaciones sociales cuyas
acciones están orientadas a la adquisición del poder social (Weber en Grusky, 2008). El
autor propuso que además del orden económico, donde se determina la forma en que los
bienes y servicios son distribuidos o usados, es la distribución del poder lo que da forma a
las clases, el estatus y los partidos políticos (Levine, 2006).

Desde esta perspectiva, la posición que los individuos ocupan en la estructura social
dependería no solo de su relación con los medios de producción, sino también de su
reconocimiento o prestigio social y su poder de incidencia en la política u otras esferas del
poder social. Al igual que en la teoría marxista, Weber señala una contraposición entre las
clases debido al grado de poder que poseen. Sin embargo, mientras Marx analiza las
relaciones sociales respecto al poder de reproducción económica, en la teoría weberiana la
desigualdad de poder hace referencia a las diferentes posibilidades y oportunidades de vida
que tienen los individuos con base en su situación de clase, estatus y poder político.

Esto implica que el análisis de Weber incorpora nuevas variables a la estratificación social
que son adicionales a la relación con los medios de producción. Weber desarrolló un
esquema de clases incipiente clasificándolas en tres grandes grupos: a) la clase propietaria,
donde las diferencias de propiedad determinan la situación de clase, b) la clase lucrativa,
donde las probabilidades de valorización de bienes y servicios en el mercado determinan de
un modo primario la situación de clase, y c) la clase social, es decir, las situaciones de clase
en donde hay intercambio personal y en la sucesión de generaciones (Weber, 2002)
¿Cuáles son las características de la estratificación social?

Una sociedad estratificada es una sociedad con clases sociales distintas. Desigualdad de


ingresos, distribución de la riqueza y estatus social: Esto significa que si una persona tiene
un alto ingreso de capital cae en la clase alta. Aquellos con ingresos más bajos caen en la
clase baja y así sucesivamente.

Teorías de estratificación social.

La “estratificación social” es un aspecto generalizado de la estructura de todos los


sistemas sociales, y su rasgo distintivo es que ordena a los actores de un sistema en una
jerarquía social general, de acuerdo con las normas del sistema valorativo común.

Ahora bien, buscar las bases funcionales de la estratificación social implica atender al
problema de la “integración” y de la “ordenación” de las relaciones sociales en un sistema.
Las relaciones de superioridad e inferioridad deben estar regidas, en todo sistema estable,
por ciertas normas compartidas, y el sistema de estratificación de una sociedad alude
justamente a esa estructura u ordenación de las relaciones.

Un sistema social -reducido a los términos más simples- consiste, pues, en una pluralidad
de actores individuales que interactúan entre sí en una situación que tiene, al menos, un
aspecto físico o de medio ambiente, actores motivados por una tendencia a ‘obtener un
óptimo de gratificación’ y cuyas relaciones con sus situaciones -incluyendo a los demás
actores- están mediadas y definidas por un sistema de símbolos culturalmente estructurados
y compartidos (Parsons, 1966: 25).

Puede verse en esta definición que la teoría de la acción constituye un marco de referencia
primordial. El sistema social supone actores orientados al alcance de metas, esto es, con
orientaciones significativas y con capacidad de evaluación y selección. Cada individuo es
en el sistema social tanto actor como objeto de orientación de la acción de otros, de modo
que todas las unidades del sistema, ya sean actos o roles, personalidades o colectividades,
están sujetas a evaluación. Es decir, hay procesos de valoración, que sirven para diferenciar
entidades en un orden jerárquico de algún tipo.

Para las teorías funcionalistas, la “estratificación social” es un aspecto generalizado de la


estructura de todos los sistemas sociales, y su rasgo distintivo es que ordena a los actores de
un sistema en una jerarquía social general, de acuerdo con las normas del sistema
valorativo común. La estratificación es la atribución de un valor cualquiera a la unidad,
valor que corresponde al reconocimiento de su contribución al sistema, es decir, de su
función en el sistema. En la medida en que un sistema está estratificado según las
contribuciones diferenciales de sus participantes, es esperable una correlativa
diferenciación en los bienes concedidos (recompensas). El principio que regula es el de que
la recompensa sea proporcional al mérito. En otras palabras, la posición en la jerarquía
equivale a una recompensa, y ésta depende del mérito individual.
Conclusión

La teoría de la estratificación contribuye decisivamente a construir los hitos esenciales de lo


que muchos denominan una sociología del consenso es innegable.

La sociedad – definida en función del “(…) más alto nivel de autosuficiencia en relación a
su ambiente, incluyendo otros sistemas sociales” (Parsons, 1974b: 17)- es un tipo de
sistema social cuya autosuficiencia depende del consenso que sus miembros se
comprometen a prestar a los valores predominantes de su propia sociedad. Valores que a su
vez son interiorizados por estos miembros en las diferentes formas institucionales de
socialización.

Ese argumento circular que conduce inevitablemente a la cuestión de la estabilidad y la


minimización del conflicto, define en su esencia la problemática de la estratificación: si la
diferenciación social tiende a generar bases de polarización de intereses en conflicto (poder
político, riqueza, etc.), el aspecto funcional más importante de la estratificación es que ésta
viene a legitimar las diferencias de poder y riqueza, y más en general, el acceso diferencial
a objetos y status valorados. La función principal de la institucionalización del status de
clase es la de minimizar el conflicto de clases, aunque no siempre tenga éxito.

La estratificación cumple no sólo la función de inducir a los miembros del sistema social a
que ocupen los distintos lugares y desempeñen las respectivas tareas (status y roles) sino
que además asegura que tal distribución se efectúe de la mejor manera posible, de la
manera más racional, que es aquella en la que la asignación corresponde al mérito.

A través de un adecuado sistema de premios / incentivos (premios materiales, pero también


prestigio, estimación, etc.), la sociedad motiva a las personas talentosas o capacitadas a
realizar las tareas más importantes, al dispensar diferencialmente sus recompensas de
acuerdo con la trascendencia de las tareas.

Cierta desigualdad es necesaria -se infiere- porque contribuye a que las posiciones más
importantes sean ocupadas por las personas más cualificadas. Esta idea tiende a justificar
las desigualdades institucionalizadas, funcionando, así como destacamento teórico de uno
de los postulados básicos de la ideología dominante, que consiste en presentar los
beneficios, el poder y el prestigio como recursos adquiridos legítimamente por los
individuos en base a sus cualidades y esfuerzos.
Bibliografía
Estratificación social: una propuesta metodológica multidimensional para la
subregión norte de América Latina y el Caribe María Luisa Marinho,
Verónica Quiroz, 2018

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