Partimos de la idea de que el pensamiento egocéntrico surge de
no considerar y apreciar las opiniones de las demás personas, este pensamiento lo poseen todos los seres y se caracteriza particularmente por crear argumentos que para uno mismo son ciertos y pueden no ser valido para los demás.
Ser egocéntrico consiste en una exaltación exagerada de la
personalidad de uno mismo, hasta considerarla como el centro de atención y el centro de las actividades generales.
“Según Piaget, El lenguaje egocéntrico sería un fenómeno
centrado en el propio emisor, sin atender a la perspectiva del otro. Esto ocurriría por el hecho de que el niño carece aún de la capacidad de la interacción social. Repetición (ecolalia) donde el niño repite palabras por simple placer”. “Según Vigotsky, el concepto de lenguaje egocéntrico es el resultado de tratar la conducta adaptativa de los niños y la actividad de utilizar signos como fenómenos paralelos”.
Como identificamos a una persona egocéntrica particularmente
porque aparentan autoconfianza, tienen una excesiva ambición, pero sobre todo tienen poca empatía, son personas que no soportan las críticas de los demás.
Un ejemplo claro, es cuando una persona que está en un vagón de
tren y necesita bajarse en una parada, pero le cuesta porque hay mucha gente amontonada frente a la puerta. Alguien que no sea significativamente egocéntrico probablemente comunicará de algún modo que le gustaría que le dejasen pasar, y que para ello necesita que se aparten. En cambio, alguien con tendencias hacia el egocentrismo se abalanzará sobre la puerta sin pensarlo demasiado, realizando movimientos para apartar a quien se ponga por delante, y solo al ver las reacciones de desagrado y de sorpresa de los demás se dará cuenta de que lo que ha hecho ha estado mal, y ha perjudicado a otros.