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ANÁLISIS

CASACION N° 626-2013 MOQUEGUA

Después de haber culminado de leer dicha casación, puedo decir que la prisión
preventiva es la excepción y no la regla.
Su aplicación como medida coercitiva personal que busca asegurar la presencia del
imputado en la investigación, debe ser la última ratio que puede optar el juez para
asegurar el fin objeto de la medida. Lamentablemente, este es un principio que no
se cumple en la mayoría de casos, pues muchos juzgadores confunden el carácter
excepcional de esta medida tan gravosa, invirtiendo la presunción de inocencia por
una presunción de culpabilidad. En ese sentido, considero que la prisión preventiva
es importante y relevante ya que el código procesal penal menciona mucho que en
la práctica, en relación a un análisis con lo que los lineamientos o sentencias
casatorio que la corte suprema de la República genera. Esta institución como
mecanismo de coerción personal ha presentado una serie de características
diferentes.
Aunque la excepcionalidad de la prisión preventiva encuentra respaldo en el
principio del in dubio pro libertatis. Sobre este tema, según el profesor Salah
Palacios, a raíz de un análisis de la prisión preventiva, reconoce el vigor del principio
pro libertatis, lo que implica que la interpretación y aplicación de las normas
reguladoras de las instituciones jurídicas que limitan los derechos fundamentales,
deben hacerse con carácter restrictivo y a favor del derecho fundamental a la
libertad que tales normas restringen, lo cual ha de concluir a la elección y aplicación,
en caso de duda, de la norma menos restrictiva de la libertad.
Entonces podemos decir que el principio pro libertatis tiene como obligación el
respeto a la libertad personal. Dada su trascendencia jurídica, este obliga a buscar
medidas que favorezcan a la libertad, y la antepongan ante cualquier medida
coercitiva personal que la vulnere. Asimismo, delimitan la imposición de una prisión
preventiva, al tratarla como una decisión excepcional aplicable solo a casos
extremos.
Por otro lado el transcurso del pronunciamiento de la corte suprema sobre la
casación N° 626-2013 Moquegua ha generado en el foro jurídico una serie de
reacciones de distinto tipo.
Nos presenta aspectos interesantes, por ejemplo: el manejo que el juez debe
realizar en audiencia y también sobre el análisis de los requisitos de la prisión
preventiva.
Por esa razón considero importante el hecho de que nosotros sabemos ya por un
tema de estudio que en la prisión preventiva tiene dos presupuestos fundamentales
“el Fumus Boni Iuris” y además en este caso el tema del peligro procesal qué es el
otro presupuesto que se le conoce como el “Periculum In Mora” sin embargo ya en
el código procesal penal estos dos requisitos se plasman en tres qué son justamente
el tema de los elementos de convicción, grabes y fundado la pena probable
imponerse y el peligro procesal. La corte suprema en esta N° 626-2013 Moquegua
agrega dos adicionales; qué son justamente la proporcionalidad de la medida y de
la duración de la medida. Temas que nosotros no habíamos incorporado ni siquiera
para un tema de debate hoy en día esta dirección del juez pasa porque los sujetos
procesales nos presenten estos requisitos y a la vez no señales y nos describan no
solamente los tres que habíamos mencionado que son los básicos originarios o
legales. sino estos dos que tienen que ver con una protección o enfoque
constitucional, por ejemplo: tenemos que pasar este test de proporcionalidad triple
que el tribunal constitucional señala idoneidad, necesidad y proporcionalidad
estrictu sensu, para poder alegar proporcionalidad y el tema de duración de la
medida, cuánto vamos a pedir dependiendo del tipo de proceso que estamos
instaurando. Si es un proceso común, un proceso especial u otros; esos temas se
van a debatir en audiencia.
Punto por punto así nos dice la corte suprema de la República y sobre esa base el
enfoque de manejo en primera y en segunda instancia ha cambiado definitivamente;
no es el mismo y ahora se tiene que poner mucho más énfasis en poder hacer las
alegaciones Y no solamente nivel del requerimiento sino también a nivel de una
audiencia de apelación.
En ese sentido, y para concluir, el principio pro libertatis o in dubio pro libertate, es
un principio del derecho universal, siendo tutelado por la comunidad internacional,
a través de distintos tratados internacionales con tendencia garantista, promoviendo
de esta manera una justicia penal más humana, más libre, porque se fundamentará
la proporcionalidad de la medida cautelar solicitada, la magnitud del riesgo procesal
acreditado, así como su duración. El Fiscal debe motivar en su requerimiento
escrito, conforme al artículo ciento veintidós del Código Procesal Penal y en las
alegaciones orales, demostrando por qué es idónea, necesaria y proporcional en
sentido estricto. La defensa podrá cuestionarlo.

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