PANDEMIA DEL COVID-19

La pandemia del COVID-19 nos tomó a toda la humanidad por sorpresa, ha

sido un golpe demasiado fuerte hasta el día de hoy, millones de personas
han perdido la vida por ésta pandemia, niños, abuelos, adolescentes y
personas adultas, no hay edad que pueda salvarse. Desde sus inicios ha
habido 235 millones de casos en todo el mundo y aproximadamente 5
millones de muertes.
La pandemia cambio nuestras rutinas diarias, pasamos de salir y disfrutar
libremente de nuestros espacios a estar encerrados o confinados en
nuestras casas, algunos lejos de sus familiares ya que no se podía viajar
para evitar la propagación del mismo, usar mascarillas a toda hora y lavar
nuestras manos frecuentemente. Todo tomó más seriedad cuando vimos
unas miles de muertes. La saliva, el tocar, toser y nuestro estornudo
podría ser un foco altamente potencial para transmitir dicho virus o para
nosotros adquirirlo.
A pesar de esto, debido a un aislamiento social preventivo y obligatorio, y
llevándose a cabo todas las medidas sanitarias se vino incrementando las
diferentes patologías y situaciones de riesgo en el mundo. La (cuarenta) a
la que nos vimos sometidos tuvo repercusiones para el ser humano, ya
que el ser humano, de por sí, es un ser sociable y que el hecho de
quedarse en casa y no realizar actividades sociales a las que normalmente
está habituado produce inconscientemente estrés, tensión, incomodidad,
impotencia, aburrimiento y miedo. Además de esto, sumadas las
dificultades económicas, educativas, sociales y de salud.
Respecto a los problemas socioeconómicos tuvo una relación decreciente
ya que la cuarentena preventiva fue blanco de un shock de empleo en
todo el mundo, dónde trabajos estables y remunerables se vieron
afectados, tanto empresas bien consolidadas como empresas
multinacionales.
En el marco educativo uno de los contextos más críticos se vió reducida a
una forma virtual dónde la herramienta principal fué la tecnología y el
acceso a internet, La educación volvió a retomarse al ámbito familiar, esto
ocasionó un desafío para los docentes y padres de familia tendiendo un
rotundo cambio en la dinámica de enseñanza.
Las instituciones educativas tendrán que renovarse totalmente y
adaptarse a los distintos espacios presenciales y virtuales, llevando así
conocimientos para contextualizar su tarea de enseñanza en un nuevo
formato, llevando a cabo una planificación y preparación de las clases,
tendiendo como obstáculo la posibilidad de aprendizaje a la mayoría de
los niños que no cuentan con acceso a un PC o a una conexión de Internet.
El mundo y nuestras rutinas diarias han cambiado y probablemente
queden secuelas de todo tipo al finalizar la pandemia, estamos finalizando
uno de los momentos únicos y más difíciles que trajeron cambios y
desafíos en cada momento de nuestras vidas.