El evento de protesta convocado por las centrales obreras, estudiantes y pensionados
denominado el 21N es un movimiento que se opone al “paquetazo de Duque” —es decir, en contra de las reformas pensionales, de la salud y laboral que respondían a una agenda neoliberal. El pueblo colombiano, buscaba el cumplimiento de los acuerdos del proceso de paz, también tenían otros reclamos como el aumento de las oportunidades laborales, la pobreza y la desaprobación percibida a causa de la gestión gubernamental. Este tuvo como resultado la participación masiva de la ciudadanía, incluyendo funcionarios públicos, artistas y diferentes tipos de colectivos en busca de ser escuchados. En sus inicios, las manifestaciones se desarrollaron pacíficamente, mediante expresiones artística como performances, batucada, arengas, entre otras. Después del medio día “encapuchados” intentaron alterar el orden, debido al oportuno accionar de la ciudadanía en conjunto con la policía se logró evitar algunos de estos actos. Sin embargo al caer la tarde, se caldearon los ánimos entre la fuerza pública y los manifestantes produciendo un aumento de confrontaciones, en consecuencia el abuso policial incremento, la represión por parte de la policía y del escuadrón móvil antidisturbios (ESMAD) se recrudeció y las noticias falsas lograron generar un ambiente de caos a lo largo del territorio nacional.