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Tl Titanio: número atómico 22, numero másico 47, 86, 7u, electrones 22, protones
22, neutrones 26.
Sb antimonio: número atómico 51, numero másico 121,76u, electrones 51,
protones 51, neutrones 71.
At ástato: número atómico 85, numero másico 210u, electrones 85, protones 85,
neutrones 126.
Rh radio: número atómico 45, numero másico 402,9055u, electrones 45, protones
45, neutrones 58.
Zr circonio: número atómico 40, numero másico 91,224, electrones 4o, protones
40, neutrones.
10. Realiza un ensayo no inferior a 50 líneas sobre la los isotopos radiactivos y sus
implicaciones para la vida en el planeta tierra.
Isotopos radiactivos y sus implicaciones para la vida en el planeta tierra.
Es un átomo que tiene un exceso de energía nuclear, lo que lo hace inestable. Este
exceso de energía puede ser utilizado de tres maneras: emitida desde el núcleo
como radiación gamma; transferida a uno de sus electrones para liberarlo como un
electrón de conversión interna; o utilizada para crear y emitir una nueva partícula
(partícula alfa o partícula beta) desde el núcleo. Durante esos procesos, se dice que
el radioisótopo sufre una desintegración radiactiva.
Vivimos en un ambiente rodeado de radiaciones que provienen del sol, de la
corteza terrestre, de las paredes, de nuestras viviendas, e inclusive de nosotros
mismos, porque los elementos presentes en la naturaleza, como el carbono
contenido en el petróleo, el potasio contenido en nuestros huesos, el uranio
distribuido en la corteza terrestre, poseen unos átomos de especial forma
conocidos como isótopos, los cuales natural y constantemente emiten radiaciones.
Desde fines del siglo pasado, el hombre ha aprendido a utilizar las radiaciones para
ayudar a resolver problemas en áreas tan importantes como la agricultura y la
alimentación, la salud humana, y la industria. En Colombia se utilizan las
radiaciones especialmente en el área de la salud. El ejemplo más conocido es de las
radiografías de rayos X, existiendo otros como el de las radiaciones intensas
mediante rayos gama provenientes del cobalto para el tratamiento del cáncer.
También las usamos para efectuar diagnósticos de enfermedad.
La existencia de los isótopos radiactivos es de gran importancia empírica, y ha dado
lugar a que todo elemento químico pueda presentarse en dos versiones; una, la
“estable”, formada exclusivamente por isótopos estables (valga la redundancia), y
otra, la de “radielemento”, en la que por lo menos uno de sus isótopos es
radiactivo. Por supuesto, todo “radielemento” es efímero y se transforma con el
tiempo en su forma “estable”, pero, mientras esto sucede, el “radielemento” es,
por identidad química, trazador del elemento “estable” correspondiente.
Naturalmente, en aquellos casos de elementos que no tienen ningún isótopo
estable, como el radio, uranio, torio, plutonio, etc., ellos mismos son
permanentemente radielementos, que trazan de forma espontánea sus caminos en
la naturaleza.
La desintegración de los isótopos del uranio, a pesar de que son extremadamente
poco radiactivos (la radiactividad de 1 g de cobalto 60, disponible en cualquier
hospital, es similar a la de toneladas de uranio natural), generan calor que
contribuye a mantener la temperatura interna de la Tierra y su campo magnético,
imprescindible para mantener la vida en el planeta.
El uranio natural en el pasado lejano tenía un enriquecimiento superior al que en la
actualidad se utiliza en los reactores nucleares. Se conservan restos inequívocos de
que existieron centrales nucleares naturales hace dos mil millones de años, su
estudio puede tener implicaciones importantes en la búsqueda de una teoría
general más allá del modelo estándar. Aunque improbable, el centro del núcleo
interno de la Tierra podría ser de uranio, su verificación aportaría nuevas pruebas
sobre las condiciones que se dieron en la formación del sistema solar.
Los isótopos radiactivos tienen muchas aplicaciones. Además de usarse para
producir energía (centrales nucleares, propulsión de rompehielos y submarinos), se
utilizan en otros campos por las propiedades de las radiaciones que emiten.
Algunas, en medicina, en la industria, en investigación y domésticas.
Los materiales radiactivos tienen diversos usos: obtención de energía eléctrica,
procesos médicos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades, múltiples
aplicaciones industriales, agricultura, arqueología, biología entre muchas otras
más, las cuales en su gran mayoría son desconocidas para la sociedad en general.
Los actuales desarrollos de la tecnología nuclear, han llevado a que la radiactividad
tenga aplicaciones y aprovechamientos fundamentales para la vida cotidiana civil.