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Exámenes de laboratorio:

Sangre:
1.-Hemograma
2.-Perfiles bioquímicos
3.-Pruebas de coagulación

En la práctica veterinaria los exámenes hematológicos se realizan más satisfactoriamente con la


sangre venosa prefiriéndose como se indicó en la primera práctica: la vena yugular para caballos,
bovinos, ovejas y cabras; el corazón en conejos, cobayos y ratones, y la vena cava para el cerdo.

Consideraciones que serán necesarias indicar:

Los eritrocitos de perro son especialmente susceptibles a la hemólisis, por lo cual se deberá evitar
el exceso de presión negativa sobre la jeringa, así como la formación de espuma que la favorezca
Es importante recordar que para las determinaciones de hemoglobina y la cuenta globular, se
requiere un anticoagulante y refrigeración (solución al 10% con 4 partes de oxalato de potasio y 6
de oxalato de amonio, colocando 0.15 c.c. en tubos de 5 c.c. para perro y gato o 0.3 para tubo de
10 c.c. en especies mayores. También podrán utilizarse de 2 a 4 mg de cristales de oxalato de sodio
y citrato de sodio en solución evaporando a sequedad en tubo de ensaye inclinado)

Tapa roja…………………….. Sin anticoagulante (Tubo seco).


Tapa violeta…………………. Con EDTA.
Tapa azul…………………… Con CITRATO DE SODIO
Tapa verde o blanca……….. Con HEPARINA.

1.- Hemograma:

Este análisis brinda datos valiosos sobre el estado de salud de tu mascota. A veces será la
respuesta para hacer el diagnóstico certero y otras indicará que en esa área está todo normal y
deberán seguir buscando. También es una herramienta valiosa para la medicina preventiva, sobre
todo en animales de edad avanzada, pues se pueden detectar problemas en su fase temprana e
iniciar un tratamiento.

La sangre está compuesta por millones de células que “navegan” por los vasos sanguíneos
flotando en un medio líquido llamado plasma. Los componentes sólidos son los glóbulos rojos,
glóbulos blancos y las plaquetas, mientras que en el plasma se encuentran infinidad de
electrolitos, minerales, factores de la coagulación, proteínas, nutrientes, etc. Veremos a
continuación una breve descripción de los elementos sólidos de la sangre para que puedas
comprender los resultados de un hemograma. Hay leves variaciones en los valores normales entre
un laboratorio y otro, de modo que en el informe se incluye el valor de referencia para cada uno.

Glóbulos rojos (eritrocitos): son los encargados de llevar oxígeno a todas las células del cuerpo,
usando para ello la hemoglobina. Cada uno tiene una vida media de 120 días, de modo que la
médula ósea está encargada de fabricarlos y reponerlos constantemente. La cantidad de glóbulos
rojos se mide rápidamente mediante el hematocrito y con más exactitud, con el recuento de
glóbulos. También se mide la hemoglobina para conocer su concentración, El hematocrito es el
porcentaje ocupado por glóbulos rojos del volumen total de la sangre los valores deben de
mantenerse arriba de 27-30% y no deben de caer debajo de 20%.
Si hay menos de lo normal, significa que el animal está anémico. Los signos clínicos en casos
severos son palidez de las mucosas, falta de apetito y cansancio, ya que los tejidos no tienen
suficiente oxígeno para funcionar. Una anemia puede ser regenerativa, en la cual la médula ósea
libera gran cantidad de glóbulos rojos inmaduros (reticulocitos) a la circulación para intentar suplir
la falta de oxígeno, o arregenerativa, en la que la médula ósea no tiene capacidad para
reestablecer el número normal de glóbulos rojos. La primera se produce por pérdida de glóbulos
rojos, como en una hemorragia o algunas enfermedades infecciosas de la sangre. La segunda se da
por falta de producción, como en la insuficiencia renal y otras enfermedades carenciales.

En algunos casos el número de glóbulos rojos es mayor a lo normal. Esto suele darse por
deshidratación (en realidad no hay más células, sino menos plasma), pero también se ve en
algunas enfermedades pulmonares, en tumores de la médula ósea o en zonas de gran altitud
donde hay poco oxígeno en el aire. Ante cualquier falta de oxígeno en los tejidos, el cuerpo
responde produciendo más glóbulos rojos.
Hemoglobina nos indican la capacidad para transportar oxígeno y puede influenciar el porcentaje
de oxígeno a administrar al paciente, así como el método de ventilación (espontánea o asistida).

Glóbulos blancos (Leucocitos): son las células encargadas de la defensa del organismo. Hay
distintos tipos y cada uno tiene funciones diferentes en la lucha contra los microorganismos. El
recuento de glóbulos blancos se hace en grupo y luego cada tipo por separado. Casi todos ellos se
forman en la médula ósea.

Cuando el recuento total aumenta, casi siempre se debe a una infección, pero también se elevan
en casos de mucho estrés o en algunas leucemias. Si el recuento está por debajo de lo normal, eso
indica que el animal está muy debilitado o que padece alguna enfermedad inmunosupresora,
generalmente virales.
Nos puede indicar la presencia de estrés o inflamación (infecciosa o no), o leucopenias que
incrementen el riesgo de infecciones posquirúrgicas.
Los distintos glóbulos blancos son:
*Neutrófilos: son los que se encuentran en mayor número y los encargados de destruir a las
bacterias. Son la primera línea de defensa del organismo. Cuando hay infecciones bacterianas su
número aumenta rápidamente (neutrofilia), tanto en sus formas maduras (segmentados) como
inmaduras (en banda). Por el contrario, muchos virus hacen disminuir la cantidad de neutrófilos
circulantes (neutropenia).

*Eosinófilos: se encuentran normalmente en un número mucho menor. Tienen la función de


engullir partículas extrañas, y su número aumenta (eosinofilia) en caso de infecciones parasitarias
o en las alergias. Ellos son los “culpables” de reconocer como extrañas y atacar a partículas
inofensivas y provocar reacciones alérgicas de distintos tipos. Su número puede disminuir
(eosinopenia) en casos de estrés prolongado.

*Basófilos: su función no es bien conocida, y es raro encontrarlos en los recuentos, por lo cual su
número suele ser 0.

*Linfocitos: estas son células muy importantes en la defensa contra enfermedades infecciosas. Los
linfocitos B son los encargados de formar y liberar anticuerpos específicos contra diversos
microorganismos, incluso los virus. Los linfocitos T pueden “dirigir” el combate activando y
ayudando a otras células a luchar contra enfermedades. Se fabrican en los ganglios linfáticos, el
bazo y otros tejidos linfoides.

El número de linfocitos no suele estar aumentado, pero se puede dar en caso de enfermedades
muy prolongadas o en la leucemia.

Sí pueden estar disminuidos (linfopenia) al principio de enfermedades virales o como resultado del
uso excesivo de corticoides.

*Monocitos: su recuento es bastante bajo y estable. Tienen la función de engullir


microorganismos y también liberan diversas proteínas que participan en la inflamación. Su número
prácticamente no varía, salvo en casos de leucemias que involucren este tipo celular.

Plaquetas: son los “ladrillos” necesarios para coagular la sangre, junto con otros factores
fundamentales en este proceso. Su número da una idea de la capacidad del organismo para
formar coágulos; si está demasiado bajo hay riesgo de sangrado, y si es demasiado alto, pueden
formarse trombos, nos ayuda a evaluar la capacidad hemostática del paciente.

En todos los tipos de células es importante evaluar también la forma y el tamaño, pues estos se
modifican en algunos tipos de leucemia o de anemias infecciosas.

Proteínas plasmáticas: en combinación con el hematocrito nos ayuda a evaluar deshidratación.


Las proteínas deben de estar arriba de 3.5 mg/dl, ya que proteínas debajo de 2-2.5 mg/dl, pueden
llevar a edemas. Muchas drogas pre anestésicas o anestésicas se unen reversiblemente a las
proteínas plasmáticas y la fracción no unida es la farmacológicamente activa, así en
hipoproteinemia hay más droga no unida disponible, por lo tanto se incrementa su efecto
anestésico
El hemograma es un examen sencillo y económico que aporta información muy valiosa, que unida
a un examen físico y una buena anamnesis, puede ser suficiente para llegar a un diagnóstico
preciso e iniciar el tratamiento para recobrar la salud de tu mascota.

Perfiles bioquímicos:

El perfil bioquímico es la medición de ciertos minerales o sustancias que se encuentran en la


sangre y que nos dan información sobre el estado de los distintos órganos.

Ya hemos analizado en otro artículo como se interpretan las variaciones en el hemograma (que
analiza la porción celular de la sangre). Aquí veremos las principales mediciones que se obtienen
del plasma y su significado clínico.

-Glucemia: la glucosa es un azúcar simple que circula en la sangre cuando el cuerpo necesita hacer
llegar energía a los distintos tejidos. Los valores normales se encuentran entre 60 y 120 mg/dl. Si la
glucemia está por debajo del mínimo, el animal está hipoglucémico; puede verse débil, con
incoordinación o hasta con convulsiones. Esto es frecuente en las razas toy, en cachorros
pequeños o en animales agotados por alguna enfermedad crónica, falta de apetito prolongada o
que han sido sometidos a un ejercicio excesivo. Las patologías que se manifiestan con descenso en
la glucemia son algunas enfermedades hepáticas, tumores pancreáticos e infecciones.

Cuando la glucemia se encuentra levemente aumentada, puede deberse a estrés, especialmente


en los gatos. Los valores por encima de 180 mg/dl indican casi siempre que el paciente sufre de
diabetes, una enfermedad que impide que los tejidos puedan utilizar la glucosa de la sangre.

-Uremia: la urea es un compuesto nitrogenado producto de la digestión de las proteínas. Es un


producto de deshecho que debe ser eliminado de la sangre por los riñones. Cuando estos órganos
no funcionan bien, no logran filtrar esta sustancia y comienza a acumularse urea en la sangre, por
lo tanto su valor nos indica como están funcionando los riñones.hay otras patologías que también
pueden elevar la uremia. Cualquier obstrucción en el flujo de orina hace que la vejiga se replete y
los riñones no puedan seguir produciendo orina, por ejemplo en el síndrome del tracto urinario
bajo en los gatos o en los cálculos vesicales. Una falta de flujo sanguíneo hacia los riñones también
impide que se forme suficiente cantidad de orina; este sería el caso en una deshidratación severa
o en una falla cardíaca. Una infección como la piómetra provoca acumulación de complejos
antígeno-anticuerpo en los riñones que también impide la filtración normal. En estas situaciones el
valor de uremia vuelve a la normalidad una vez solucionado el problema primario. La uremia
puede ser menor a lo normal en animales con enfermedad hepática. Aunque esta es la causa más
común, no debemos olvidar que

-Creatinina: es una sustancia de degradación que se acumula solamente en casos de insuficiencia


de los riñones. Si bien no es tóxica para el cuerpo, es un parámetro muy confiable para medir la
actividad de estos órganos. El valor normal es hasta 1,5 mg/dl.

-Calcio: este mineral no solo es importante para la estructura de los huesos, también es
fundamental para la contracción muscular y la transmisión nerviosa. Su valor se mantiene
bastante estable en la sangre, pero puede estar disminuido durante la preñez y la lactancia en
casos de eclampsia y en algunos desórdenes hormonales o nutricionales. La hipercalcemia puede
estar provocada por diversas causas, incluso algunos tumores.

-Proteínas plasmáticas totales: las proteínas que se miden son las albúminas y globulinas. Su valor
normal es de alrededor de 7 mg/dl; por debajo de este valor indican casi siempre una mala
nutrición, enfermedad hepática, infecciones crónicas, síndrome de mala absorción o pérdida de
proteínas por los riñones. Es muy raro que las proteínas totales estén elevadas per se, cuando el
valor es alto se debe generalmente a deshidratación. Las globulinas incluyen a las
inmunoglobulinas, por lo tanto pueden estar elevadas en la peritonitis infecciosa felina.

-Bilirrubina: los glóbulos rojos se renuevan constantemente. Cuando son destruidos, la


hemoglobina liberada es captada y separada por el hígado. Allí se recupera el hierro y se elimina la
bilirrubina. Cuando la bilirrubina aumenta en la sangre puede deberse a una insuficiencia hepática,
a una obstrucción en el flujo biliar o a un aumento en la destrucción de glóbulos rojos, como en la
infección por Hemobartonella en los gatos o anemias autoinmunes.

-Fosfatasa alcalina sérica (FAS): esta es una enzima con valores normales muy variables por
distintas razones en cada especie. En los perros es un indicador de tumores cuando se encuentra
excesivamente elevada.

-GPT o ALT: es una enzima que se encuentra específicamente en las células del hígado. Un valor
elevado indica que hay una destrucción de estas células, que puede deberse a diversas
enfermedades hepáticas: infección, inflamación, tumores, obstrucciones, congestión.

-Colesterol: en los perros y gatos el colesterol no tiene la misma interpretación que en los
humanos. Estas especies no sufren de taponamientos o endurecimiento de las arterias por
colesterol. En cambio sí es importante este valor como indicador de otras enfermedades, como el
hipotiroidismo, o de mala nutrición prolongada.

-Sodio y Potasio: estos electrolitos son los indicadores principales del equilibrio en el medio
interno y no se piden de rutina. Son importantes en animales con insuficiencias renales severas o
que se encuentran en shock o con una deshidratación severa y requieren fluidoterapia intensiva y
prolongada.

Hay otras sustancias que pueden medirse, como el fósforo, triglicéridos, yodo, etc, pero estos no
se encuentran en los perfiles de rutina y se piden solo ante una sospecha específica del
veterinario.
El perfil bioquímico brinda información bastante ajustada y específica evaluar la respuesta a un
tratamiento y para monitorear la evolución de una enfermedad a lo largo del tiempo. No brindan
por sí solos un diagnóstico ni un pronóstico, pero ayudan, junto a la evaluación clínica del paciente
por parte del veterinario, a tener una idea acabada de su estado actual. sobre el funcionamiento
de los riñones, el hígado, glándulas adrenales, páncreas y sobre la presencia de algunos tipos de
tumores. Estos valores pueden ser usados para

*Renal: determinar nitrógeno ureico sanguíneo y creatinina que en conjunto con la gravedad
específica nos indican función renal.
*Hepático: debemos evaluar las diferentes enzimas hepáticas (ALT, ASP, FAS, etc.) para determinar
posible daño hepático, que altera la función hepática y por lo tanto el metabolismo de los
anestésicos.

Pruebas de coagulación:

*Tiempo de Protombina (TP)


*Tiempo parcial de Tromboplastina (TPT).

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