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El republicanismo y la filosofía política contemporánea.

El pensamiento del republicanismo antecede desde la época antigua, con ideologías de


filósofos como: Homero, Sófocles y Heródoto), posterior a lo anterior, durante edad
renacentista del siglo XIV-XVI por personajes como Maquiavelo, James Harrington y John
Milton las ideas republicanas cobraron mayor relevancia tanto en la población como en las
formas de gobierno a lo largo de países europeos. Llegado el siglo XIX el republicanismo ya
tenía una consolidación mayor, llegando a los países americanos que estaban en pleno
crecimiento tras la gran mayoría haber alcanzado su independencia de los países europeos.

La corriente republicanista se basa esencialmente en representar una unión ideal entre su


ciudadanía con la finalidad de lograr un ejercicio compartido en donde cada persona gobierna
y es gobernada por los demás. A su vez, (Gargarella, 2001) nos dice que este pensamiento se
apoya de una serie de valores para lograr el fin anteriormente mencionada, tales como la
igualdad, la simplicidad, la prudencia, la honestidad, la benevolencia, la nobleza, el
patriotismo, la integridad y el amor en la justicia, entre otros. Como contraparte, los
republicanos rechazan males y vicios como la ambición, la avaricia, el orgullo, el egoísmo,
el cinismo y la extravagancia, que son actitudes que van encaminadas a la corrupción y que
obstruyen el fin principal de la ideología.

Con el avance del republicanismo en diversos sectores de la población, comenzó a tener


incursión dentro de la rama económica, como principal antecedente se tiene el
establecimiento de una “republica agraria” o “republica de artesanos”, dentro de la cual las
personas que la integraban podían tener un mayor acercamiento a los medios de producción,
lo cual conllevaría a fortalecer y preservar los valores mencionados en el párrafo anterior.

Otra de las corrientes ideológicas que tiene cierta relación con el republicanismo es el
liberalismo, el cual se centra en un pensamiento más íntimo y personal a diferencia de un
pensamiento más conjuntivo y publico que plantea el republicanismo, (Gargarella, 2001) nos
menciona:

El republicanismo intenta disolver cualquier distinción drástica entre el ámbito de lo


publico y lo privado: dado el principal interés del republicano por contar con una
ciudadanía activa, comprometida con la salud política del estado, resultaban justificables
los intentos de promover ciertas cualidades de carácter en los individuos. El liberalismo,
por el contrario, aparece normalmente caracterizado a partir de una actitud directamente
opuesta: la pretensión de distinguir, del modo mas simple y tajante posible, las esferas de
lo publico y lo privado, lo político y lo personal (pág. 28).

Por lo anterior, el liberalismo contrasta ante el republicanismo al considerar con mayor


importancia al individuo por sí mismo y su vida personal sobre los intereses colectivos.
Por otra parte, el comunitarismo coincide con esta última corriente al ambas tener en
común el compromiso de la población con el bienestar del estado.

En los párrafos anteriores se analizó la visión clásica de la teoría republicanista, sin


embargo, en el mundo contemporáneo, esta ideología ha sufrido diversos cambios que
han derivado del paso del tiempo en la sociedad. Uno de los puntos más importantes a
destacar lo cita (Gargarella, 2001), el republicanismo en primera instancia no
contemplaba otorgarles una relevancia moral a prácticas tradicionales por parte de las
personas comparada con decisiones de la comunidad, se tuvieron que asumir derechos
liberales que garanticen bienestar personal de las personas y que a su vez encaminen a
un bienestar colectivo.

No cabe duda que el republicanismo es una ideología que desde su concepción ha


cobrado gran relevancia hasta llegar al mundo contemporáneo, tan es así que, el país
mexicano toma en gran mayoría aspectos de esta corriente en su integración
gubernamental, al conformarse en una republica con varios estados, en la cual los
ciudadanos participan activamente en el gobierno mediante la democracia para lograr
una convivencia adecuada entre toda la población.

Referencias
Gargarella, R. (2001). El republicanismo y la filosofía politíca contempóranea. Buenos Aíres:
CLACSO.

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