za a América Latina, los obispos El documento de Puebla se sitúa quieren asumir la tarea de la libera· conscientemente en un contexto Ción de los pueblos desde una op- histórico Latinoamericano: un con- ción de fe, ciertos de que: "el poder tinente herido por profundas dife- de Dios requiere de los hombres el rencias entre pobres y ricos, por máximo esfuerzo para el surgimien- una "situación permanente de viola- to y fructificación de su obra de ción de la dignidad de la persona amor, a través de todos los medios humana", donde la pobreza que disponibles: fuerzas espirituales, "no es una etapa casual "sino una conquistas de la ciencia y de las téc- situación de extrema pobreza gene- nicas en favor del hombre" ("Men- ralizada, adquiere en la vida real saje a los pueblos de A. Latina", rostros concretos en los que debe- pág. 41). ríamos reconocer los rasgos sufrien- tes de Cristo, el Señor, que nos Se acercan a América Latina se- cuestiona e interpela" (30,31). guros de que "predican una buena
* Doctor en Teología, U. Gregoriana. Profesor de Teología, U. Javeriana.
Sería interesante confrontar los artículos del autor, sobre la "Cristología desde América Lati- na", a saber: Cristología en Conflicto. Revista Javeriana, 2 (1977) 15-30 Cristología trinitaria desde América Latina, Theologica Xaveriana, 4 (1976) 413 Cristología y salvación en lahisto- ria. ibid .• (1977) 271-279. Jesús y la conflictividad de su historia, ibid. (1978) 317-333. La Iglesía desde la persona y la obra de Cristo. ibid (1978) 221-227).
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nueva, tan espléndida que convierte dora del Evangelio no nace prima- y transforma los esquemas mentales riamente de Cristo que interpela y y afectivos, ya que comunica la desafía a una lucha por la liberación. grandeza del hombre, prefigurada Toda Cristología presupone un aná- en Cristo Resucitado", desde ella, lisis social, una opción política pre- invitan a los cristianos a construir via, sólo a partir de ella se puede "la civilización del amor", "inspira- construir una cristología verdadera- da en la palabra, en la vida y en la mente liberadora. "La cristología se donación plena de Cristo y basada constituye en el interior de un mo- en la justicia, la verdad y la liber- mento definitivo de la historia; es tad" (42, 43). producida bajo determinados mo- dos de producción material, ideal, Puebla comparte el dolor de cultural, eclesial, es articulada en América Latina, y Clee en un com- función de determinados intereses promiso de liberación inspirado en concretos, no siempre concientiza- la fe, motivado por la entrega de dos" Jesucristo (ibid 10). "Es el con- Cristo a los hombres. Allí, encuen- tex to de opresión y de dependen- tra la fuerza para "educar hombres cia ... el que propicia a la cristología capaces de forjar la historia según en la América Latina a pensar y a "la praxis" de Jesús". Hombres que amar a Jesucristo como liberador" si viven totalmente "en las manos (11). "Lo que se puede decir es que del Padre", saben también que "la tal producción cristológica supone acción de Dios busca pasar a través tal compromiso social y puede refor- de la suya" (279. 276), "especial- zar tal grupo o clase de la sociedad, mente capaces de asumir su propio conservador, progresista, liberador, dolor y el de nuestros pueblos y etc" "así en la cristología de la libe- convertirlos, con espíritu pascual, ración se presupone una opción por en exigencia de conversión perso- la tendencia dialéctica en el análisis nal, en fuente de solidaridad con de la sociedad y por el proyecto todos los que comparten este sufri- revolucionario de los dominados" miento y en desafío para la inicia- (ibid.12.19). tiva y la imaginación creadora" (279). El Evangelio no es la palabra pri- mera: existe una palabra primera Contexto de una teología de la "la realidad de la miseria, y dos pa- liberación. labras segundas: el análisis socio po- lítico y la palabra de la cristología. Antes de Puebla se escribieron El análisis sociopolítico "Ha surgi- dos cristologías en y para América do como una exigencia de la fe viva Latina. de los cristianos que se sienten lla- mados en conciencia a contribuir a La Cristología de Leonardo Boff superar una situación humillante ("Jesucristo y nuestro futuro de li- de sus hermanos; en Jesucristo en- beración" Iglesia Nueva, 32) afirma cuentran una energía propia para que el lugar social en que se elabora esta liberación. Este tipo de Cristo- la cristología es determinante de la logía supone una práctica social de- visión cristológica. La fuerza libera- terminada y depende de ella: prác-
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tica social que tiende a romper con Sinembargo y esto parece ser el contexto de dominación que central en su obra, en Jesús se pro- encadena a estos países" (Jesu-Christ duce un cambio profundo, radical, liberateur" Lumiere etvie, 1978,88) causado por el conflicto que desen- cadena, la predicación y la praxis Pareciera afirmar que la teología liberadora de Jesús; toca lo más de la liberación sólo es posible si le íntimo de su ser, su concepto de antecede un compromiso dialéctico Dios, su relación con el reino. la y el uso de un análisis claramente exigencia de seguimiento, de un lla- marxista, ante él es cierto, afirma mado a comprometerse con el reino, tomar una posición crítica. "La op- no necesariamente vinculado con ción de fondo es netamente libera- Jesús se pasa a un llamado que tie- dora. Pero para llegar a una praxis ne la necesaria mediación del segui- que alcance sus metas se impone miento de Jpsús. "La fe de Jesús previamente un análisis lo más acer- como lo máf; fundanwntal de su tado posible de los mecanismos pro- existencia entra en una nueva etapa ductores de la iniquidad social". que no vive de la inercia de la pri- "Los grupos dominantes prefieren mera, aunque no se le oponga npee- el método funcionalista en los estu- sal·iamente". En los evangelios sI:' dios sociales" que favorece sin duda constata una crisis en Jesús, una la permanencia del "statu quo". ruptura en su conciencia y en su ac- "Los grupos dominantes utilizan el tividad externa, lo cual es a la vez método dialéctico que pone en el una ruptura en su fe". "La oración centro el hecho de conflicto y de de Jesús en el huerto no supone la lucha y ve la sociedad como un too misma concepción de Dios que al do contradictorio ... históricamen· .principio de su vida": (Cristología, te articulado por la tradición revo- 80.81). lucionaria y marxista - considera la sociedad de abajo a arriba, de don- de ella emerge como lucha y enfreno Sería interpretar mal a Sobrino tamiento" (Jesucristo 17.18-19). decir que, a juicio suyo, Jesús, el revelador, llega a ser plenitud de re- La Cristología de Sobrino, (Cris- velación de Dios, a vivir una nUf'va tología desde América Latina) experiencia de Dios sólo gracias al presenta al Jesús de la historia co- conflicto?, que el motor de la histo- mo el centro de su reflexión; sólo a ria salvífica es el conflkto? "La fe partir de él pueden surgir verdades de Jesús ha tenido una historia que operativas y un seguimiento según le ha hecho a él distinto". En esta la praxis de Jesús. Considera la vida última escena (el bautismo), es don- y persona de Jesús desde Dios y en de Jesús se hace consciente de su una relación de profunda fe hacia misión y de su filiación". Jesús "es Dios Padre; su predicación la centra amenazado por crisis últimas de en la proclamación y realización autoidentificación" "El verdadero histórica del Reino de Dios como trasfondo de la ten tación es la con- señorío que engendra la hermandad cepción de Dios y de reino de Dios entre los hombres. que tiene Jesús" (lbid. 82.83.84.85).
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Responde esta cristología al nes y estructuras socio económicas, Evangelio o es una lectura que bro- sociales y políticas, aunque haya ta de una opción previa que instru- también otras causas de la miseria" mentaliza la persona de Jesús? (28.30). A la base de los sistemas que dominan en A. Latina no hay Los O bispos que llegan a Puebla un verdadero humanismo, sino un son conscientes de la problemática craso materialismo. que han planteado estas cristologías en América Latina. Ellos hacen una Puebla describe los rasgos que ca- clara opción libemdora. La realizan racterizan estos sistemas: para ellos a partir del Jesús de las cristologías "primero es~el capital que el traba- mencionadas? jo", "primeto lo económico que lo social", por encima de todo está el propio enriquecimiento aunque "se 11. VISION SOCIO CULTURAL DE haga a expensas de los intereses de Al\1ERICA LATINA. los sectores populares mayoritarios" (47). En América Latina una "fría Creemos que en la posición de la tecnocracia aplica modelos de desa- teología de la liberación hay un va- rrollo que exigen de los sectores más pobres un costo social realmen- lor que asume conscientemente el te inhumano, tanto más injusto Documento de Puebla: la cristolo- cuanto que no se hace compartir gía es esencialmente salvífica; por por todos" (50). "La situación de lo mismo no tiene sentido una cris- tología "químicamente pura" que extrema pobreza generalizada, ad- quiere en la vida real rostros muy no tenga en cuenta la realidad del concretos, en los que deberíamos hombre concreto que debe ser sal- reconocer los rasgos sufrientes de vado dentro de su historia. Por esto Cristo, el Señor, que nos cuestiona la cristología conlleva una interpela- ción recíproca entre la realidad del e interpela" (31). continente y la entrega de Dios en la persona de su Hijo (PuehlaI4.12.13). Vivimos bajo sistemas económi- cos dependientes "que no conside- Insinuamos algunos puntos del ran al hombre como centro de la análisis socio cultural que presenta sociedad y no realizan los cambios el documento. profundos y necesarios para una so- ciedad justa" (64). "En lo más pro- En América Latina se vive una fundo de ellos existe un misterio de situación de permanente violación pecado, cuando la persona, llamada de la dignidad de la persona (41). a dominar el mundo, impregna los "Vemos a la luz de la fe, como un mecanismos de la sociedad de valo- escándalo y una contradicción con res materialistas" (70). el ser cristiano, la creciente brecha entre ricos y pobres ... esto es con- A todo esto se añade que el te- trario al plan de l Creador y al ho- mor del marxismo impide enfrentar nor que se le debe". "Descubrimos la realidad opresiva creada por el ca- que esta pobreza no es una etapa pitalismo. "Se puede decir que ante casual, sino el producto de situacio- ~l peligro de un sistema claramente
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marcado por el pecado, se olvida que el valor supremo del mundo es denunciar y combatir la realidad el hombre, sentido y razón de ser implantada por otro sistema igual- de todo cuanto existe. Desgraciada- mente marcado por el pecado" (92). mente los hombres aceptamos esto con nuestras palabras y nuestras de- _ De cara a esta realidad "La Iglesia claraciones de los "Derechos Huma- tiene el deber de anunciar la libera- nos" pero en la praxis olvidamos ción de millones de seres humanos, continuamente esta verdad. El cris- entre los cuales hay muchos hijos tiano cree que, la fuerza para amar suyos; el deber de ayudar a que naz- al hombre sin instrumentalizarlo, ca esta liberación, de dar testimonio sin pisotear su dignidad, para ser de la misma, de hacer que sea total. Todo esto no es extraño a la evan- capaz de sacrificarse por él y dE' gelización" (26); "denunciar todo "asumir su propio dolor y el dE' lo qUE' en nuestra sociedad va con- nuestros pueblos y convertirlo en tra la filiación que tiene su origen fuente de solidaridad con todos los en Dios Padre y de la fraternidad en que comparten este sufrimiento y Cristo Jesús" (15). en desafío para la iniciativa y la imaginación creadoras". se encuen- Hay pues un esquema claro: los tra en definitiva en Dios (279), Obispos parten de una opción de fe, de cara a un continente que espera Cree que Dios, vivo, cercano, per- su liheración, movido por el Espíri- sonal, es el único que hace al hom- tu de Cristo; creen que de ese Cristo, bre radicalmente lihre qut-', "roLo brota la fuerza, para el compromiso por el pecado el eje primordial qUE' con la construcción de una historia sujeta al hombre al dominio amoro- distinta: "No se puede en América so del Padre, el hombrE' se dE'sgarra Latina amar al hermano y, por lo interiormente y deja entrar E'n E'I tanto a Dios, sin comprometerse mundo el mal, la muertE', la violen- personalmente y en muchos casos, cia el odio y el miedo, que destru- a nivel de estructuras, en el servicio yen la convivencia fraterna" (185. y la promoción de los estratos 186); que es imposible realizar la sociales más desposeídos y humilla- libertad en el plano de lo concreto. dos" (327). La Iglesia debe ser la por lo mismo en el respeto a los escuela donde "se eduquen hom- demás, si no se realiza nuestra liber- bres capaces de hacer historia, para tad "por la aceptación filial y fiel impulsar eficazmente con Cristo la de Dios" (326). historia de nuestros pueblos hacia el Reino" (274). Optan decididamen- La fe vive de la experiencia de te por un compromiso de liberación. ese Dios que se da como cercan ía total y como fuerza del amor en la persona histórica de Jesús dE' Naza- 111. CRISTO LOGIA DEL DOCU- reto MENTO DE PUEBLA 1. Qué es la cristología? A partir de la vida de Jesús, de la experiencia de Dios que en él se El cristianismo, a partir de su fe hizo patentE' y cercana encuentra en en Dios Creador, en Cristo, afirma el mismo Jesús el rostro verdadero
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de Dios y descu bre tam bién el sen- hombre a su amistad, pero éste no tido y la dignidad del hombre. CreE' tiene interés en esa comunión, en la presencia de ese Jesús hoy en quiere construir el mundo, su seño- la Iglesia, en el rostro del pobre, en río sobre las cosas, sin Dios. Convier- la comunidad de los creyentes; pre- te la obra de sus manos, a sí mismo sencia hecha verdad por el Espíritu en el ídolo que adora, se desgarra de Dios y hecha dinarr ismo qUE' interiormente, termina destruyendo debe mover al cristiano a crear un a su hermano. En ese marco, Dios mundo para el servicio del hombre. reinicia el diálogo con el hombre invitando a hombres concretos a una Ahí descubre la profunda digni· alianza concreta con él para cons· dad del hombre; a partir de ese truir el mundo desde la fe, en co- Jesús, por fidelidad a él opta en fa- munión con El. "Dios Padre anun- vor de la liberación. Cristología es cia, promete y empieza a realizar la pues la afirmación de qUE' en nues- liberación de todos los hombres, del tra historia, en el rostro de Jesús. pecado y de sus consecuencias" Dios se da personalmente como (185.187). Este es el marco de inte- fuerza del amor capaz de transfor· ligibilidad y de acción de Jesús, el mar la historia y abrirla hacia un Hijo de Dios. verdadero humanismo y hacia su plenitud en la comunión con pI 3_ Una cristología del Hijo de Llios_ mismo Dios. El Documento de Puebla quiere 2. (lna Cristología teocéntrica. dar a los cristianos la verdad total sobre Cristo, Hijo de Dios vivo, ver- . La Cristología dE' Puebla está dadero Dios; si en Cristo no se nos esencialmente centrada pn Dios: hiciera presente Dios mismo, esta- todo el actuar de Jpsús con los ríamos irremisiblemente encerrados hombres da a conocer el rostro dp en la historia entregados a construir Dios y la historia de Jesús tiene su el mundo con nuestras solas fuerzas; origpn en la iniciativa amorosa dp pero también Jesucristo, "venlade- Dios que crea el mundo en .Jesucris- ro hombre" (165.171.179). La rea- to, con el proyecto dp "llevar la his· lidad humana de Jesús de Nazarpt toria humana a su plenitud. reali- se expresa en Puebla con la palabra zando por medio dp Jesucristo. la "solidaridad" sin ella no se daría en unidad del universo, tanto de lo Jesús nuestra liberación; su aconte· terrestre como de lu celeste", a su cer y peregrinar humano sería una vez el hombre, "eternamente ideado ridícula comedia. El documento y elegido en Jesucristo, debía reali- juega siempre con expresiones que zarse como imagen creada de Dios llamaríamos complementarias: "En reflejando pI misterio divino de co- Cristo y por Cristo Dios Padre se munión en sí mismo y en la convi- une a los hombres. El Hijo de Dios vencia con sus hermanos, a través asume lo humano y lo creado resta- de una acción transformadora del blece la comunión entre su Padre y mundo" (184). los hombres" (188). El origen del hombre es Dios, el Puebla descu bre en El "la fuerza Dios que ama primero, e invita al de Dios, capaz de transformar nues-
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tra realidad personal y sodal y dE" de Cristo quien "cono('ía lo que encaminarla hacia la lihertad y la hay en el hombre" y con todo "no fraternidad" y al mismo tiempo vaciló en tomar la forma de escla- "presenta a Jesús compartlf>ndo la vo", ni rechazó vivir hasta la muertE" vida, las esperanzas y las angustias junto a los postergados, para hacer- de su puehlo, El, el Cristo creído, los partícipE"s dE" la exaltación qUE" proclamado y celebrado por la Igle- El mismo mereció dE" Dios Padre". sia" (180.181.176)' (322.316).
En El . 'sp revela el verdadero ros-
tro de Dios, en El el homhre adquie- 4. Cristolo~ía de Jesús de Nazaret_ rp altísima dignidad, por El Dios irrumpp en la historia, es deeir en el Al preSl:'1l tamos esta ('ristología perpgrinar de los hombres hacia la PUl:'hla acepta pi movimiento teoló- libertad y la fraternidad, que aparp- $('0 actual y los valores de la cristo- cen ahora como un camino hacia la logía latinoamt'l'icana para el eual plenitud del encuentro con El". "En la pprsona y la historia dE" Jesús tie- El resplandt>ee la gloria y la hondad IIpn una espP('lal fuerza profética. del Padre providente y la fuerza del SlISClt.all 1:'1 sl'gullnil:'nto. a raíz de su Espíritu Santo quP anuncia la propio compromiso. Otra VI:'Z la verdadera p integral liberación lit> palahra es solidaridad l'on t'1 hom· todos y cada lino de los homhres de Ilrt' y su historia. Este J(,SÚS de Naza- Illtt>stro puehlo" ( IBM .189 l. rel PS tam hién 1:'1 Crist.o ¡\p n lOS dp nUt>stra fe ( 1761. Puehla tiE"ne la audal'Ía de hacE"r una cristología dE"1 Hijo dE" Dios Si Hay una incohprencia l'uando, en a l>los lo f'ntiendp ('amo amor, E"I la partl:' t'clpslológica anota- "Cris- amor ¡>s capaz dpl dinamismo, de la to en l'uanto Hijo de DIOS. penna- libertad y de la entrega total de sí neció siemprE" idéntico a si mismo, mismo; capaz de compartir todo E"I ppro en su aspecto humano fue dolor de nuestros pueblos para l'am 11landu 8111 ('esar: de porte. de ahrirlos a la victoria sohre la muer- rostro, de aspecto. Igual sucedp tf', para pxigirnos un seguimiento con la Iglesia" (264). Cómo compa- que hace dE" nuestra vida un gesto ~inar psta presentación con las acti- litúrgico, porque nos hace capaces tudes de Jesús que ponen de mani- "de SE"r protagonistas con El en la fiesto su fe-eonfianza-obediencia en construcción de la convivencia y la Dios Padre y la v~rdad de su ser dinámica humanas que reflejan el humano? "Aparece actuando de la misterio de Dios y constituyen su mano de su Padre", ante él tiene gloria viviente" (213). total confianza, pero tamhién vive la corresponsabilidad y el compro- Por esto Puebla afirma que la miso. Sabe que todo tiene su origen libertad del cristiano debe realizarse en Dios, pero que la acción de Dios en tres planos indisolublemente li- pasa por la suya (276). gados: "la relación del hombre con el mundo, como señor; con las per- Afirmar que el Hijo de Dios per- sonas, como hermanos y con Dios, manece idéntico a sí mismo, inmu- como hiio". No fue otro el camino table sería ridiculizar el dolor "de la
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creación que es asumido por el cru- Puebla asume toda la preocupa- cificado que ofrece su vida en sacri- ción de la Cristología de Sobrino: ficio por todos", "entregándose li- su ser de Hijo de Dios tiene la di- bremente a la muerte en la cruz, mensión de la fraternidad que susci- neta del camino de su existencia". ta su persona; por eso Puebla ofrece "El quiso ser la víctima decisiva de a América Latina, en Jesús de Naza- la injusticia y del mal en el mundo ... ret "la fuerza de Dios capaz de Por eso el Padre resucita a su Hijo transformar nuestra realidad perso- de entre 108 muertos" (194.5). nal y social y de encaminarla hacia la libertad y la fraternidad, hacia la Si Puebla afirma que el Hijo de plena manifestación del Reino de Dios es verdadero hombre y recalca Dios" (181). su solidaridad con nosotros, admite que porque padece verdaderamente como el hombre, por eso puede Jesús exige un seguimiento, "no revelarnos el rostro verdadero de lo como autoafirmación arrogante, de humano, enseñándonos a vivir el sabiduría poder, odio, o violencia, fracaso, el absurdo, a padecer la sino como la donación desinteresa- injusticia desde Dios, "buscando da del amor". "Amor que abraza a seguir los caminos y los ritmos de todos los hombres, que privilegia a Dios, sintonizando a cada instante los pequeños, los débiles, los po- fiel y rigurosamente con el querer bres". "Seguimiento radical que del Padre" (277). Sólo así se entien- abarca todo el hombre, a todos los de que el Señor "pueda convertir el hombres y envuelve a todo el mun- dolor, la sangre y la muerte que en do y a todo el cosmos. Esta radica- el camino de la historia van dejando lidad hace que la conversión sea un nuestros pueblos y nuestra Iglesia, proceso nunca acabado, tanto a ni- en semillas de resurrección para vel personal como social" (192.3). América Latina" (266).
Puebla toma después los grandes En su mundo profundamente di-
temas de la cristología del Jesús de vidido, donde los fariseos no han la historia: su vida en medio de la telI' ido tergiversar la imagen de pobreza de un "pueblo que agobia- Dios en favor de su hegemonía polí- do por el pecado, espera la libera- tica, donde han degradado el amor ción que gl promete" (190). Rs un- de Dios por el cumplimiento de re- gido por el Espíritu Santo para glas "preceptos de hombres", a los anunciar el Evangelio a los pobres y demás, porque "ellos no son como precisamente ese anuncio centra los demás hombres, pecadores, adúl- toda su predicación en la cercan ía teros, etc"; "Jesús agrupa hombres del Reino de Dios (176.226). Esa de diversas categorías sociales y po- presencia del reino se realiza en líticas, por el amor y el poder que de obras y palabras de modo que "Je- él irradian. Hombres que son atraí- sús es el signo eficaz de la nueva dos por Dios para seguir a Jesús". presencia de Dios en la historia, "Ese amor los integra en una nueva portador del poder transformante fraternidad capaz de abrir la ruta de de Dios" (191). una nueva historia" (192).
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y sin embargo su obra, "servicio dad palpable para nosotros su ser de amor, es rechazado por el pueblo, de Hijo en la verdad de su entrega, por sus parientes, por las autorida- de su fracaso. des políticas y religiosas, incom- prendido por sus discípulos". Pue- Puebla asume toda la riqueza de bla que no admite la reducción de la resurrección que nos presenta el Jesús al nivel de un puro líder polí- Nuevo Testamento y pone de mani- tico, es consciente de que la imagen fiesto dos hechos: primero, la indi- de Dios que revela, al exigir un cam- soluble vinculación entre la entrega bio radical en el hombre, tiene ne- incondicional de Jesús en favor del cesariamente repercusiones políti- hombre y el sí de Dios al camino de cas; que en su muerte, de parte de Jesús y, por otra parte el valor sal- quienes lo condenan, juegan moti- vos políticos, amalgamados de vífico de su resurrección, porque en otros religiosos, tegiversación de la El, Dios se entrega personalmente, imagen de Dios (178. 192). en cercanía y solidaridad total con la historia del hombre. "En el cen- Su caminar terrestre, tiene un tro de la historia humana queda así punto culmen, una meta: la "entre- implantado el reino de Dios, res- ga en la cruz", "Ir al Padre. En eso plandeciente en el rostro de Jesu- consistió el caminar terreno de Je- cristo resucitado. Con Jesucristo se sucristo". "Su ser, su vida toda inicia la historia nueva y esta recibe "nos 'revela' al Padre y nos da su el impulso indefectible que llevará Espíritu"; "llegamos así a descubrir a todos los hombres, hechos hijos las raíces últimas de nuestra comu- de Dios, por la eficacia del Espíritu, nión y participación" (210.1). a un dominio del mundo cada día más perfecto; a una comunión entre 5. Cristología del Jesús muerto y hermanos, cada vez más lograda y resucitado. a la plenitud de comunión y partici- pación que constituye la vida mis- Jesús de Nazaret, se convierte ma de Dios" (197). por su muerte en Sacerdote, V ícti- ma e Hijo y "encarna ante la justi- Ese sí de Jesús al hombre, y ese cia salvadora de Dios el clamor de sí de Dios a la humanidad, cuando liberación y redención de todos los resucita a su Siervo, se transforman hombres" (194). Decimos se hace en "una alianza nueva que pacta Hijo, Víctima queriendo significar Cristo con su Padre", "Alianza que algo que está muy en el fondo de la América Latina ha sellado también cristología de hoy: el Hijo de Dios con el Señor", alianza que es tiene que hacer verdad lo que es, en interiorizada por el Espíritu, de su entrega total a Dios en favor del modo que de ahí broten "leyes y hombre. Hijo de Dios no es una estructuras que deberán ser anima- realidad, ni un término abstracto das por ese mismo Espíritu que vivi- que se entiende a partir de la pura fica a los hombres y hace que el especulación; Jesús, Hijo de Dios, Evangelio se encarne en la historia" explicita, hace verdad, vuelve reali- (199-200).
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6. Cristología Pl1eumatológica. de la Iglesia hay que huscarlo en el Puebla ha partido de una opción mismo Cristo: "nace ciertamente de de fe; cree en la presencia del Es- esta acción, pues es el mismo Jesús píritu de Cristo en América Latina, quien convoca a sus discípulos y les mira ese Espíritu como el don del participa el poder de su Espíritu" Cristo capaz de renovar al hombre y (222). Si bien las fronteras del Rei- a la sociedad. .• El sigue suscitando no, no se identifican con ella "ha hoy anhelos de salvación liberadora recibido la misión de anunciar e ins· en nuestros pueblos". Es "Espíritu taurar ese Reino en todos los pue- de amor y libertad, libertad de los blos" (226.7). "Ella prolonga en la hijos necesariamente vinculada a la tierra, fiel a la ley de la encarnación filiación y la fraternidad. El que es visible, la presencia y acción evan· libre según el Evangelio, solo se gelizadora de Cristo". "Como El, la compromete a las acciones dignas' Iglesia vive para evangelizar: pro- de su Padre Dios y de sus hermanos clamar a los hombres la persona y el los hombres" (204). (201). mensaje de Jesús" (224). Reconoce una sola autoridad: Cristo. El es el Puehla asume entonces lJna in· único Pastor que la gu ía. Cristo es quietud de la Cristología de la libe- autoridad en la IgleSia porque es su ración, integrándola en un contexto autor, porque es la fuente de su más arr.plio: descuhrir la presencia vida y unidad, su Caheza" (258). auténtica del Espíritu de Cristo, del obrar de Dios en la historia del De la comunión a que llamó continente (201). "Jesucristo vive Jesús a sus discípulos. nace la co- en medio de su Iglesia principal- munión que debe hacerse visible en mente en la Eucaristía, en la pro- la Iglesia, donde la tarea de todos es clamación, entre los que se reúnen primariante servicio. Iglesia que t:'ll su nombre y en la persona de debe ofrecer a América Latina mo· sus pastores enviados y ha querido delos de comunión, un ejerr. plo de identificarse con ternura especial convivencia donde se aunen la ('on los más débiles y pohres" (196). libertad y la solidaridad. Donde la autoridad se ejerza con el Espíritu Ese Espíritu es para Puebla no del Buen Pastor. Donde se viva una sólo presencia de Cristo, es fuente actitud diferente frente a la riqueza. de comunión, "producida por el Donde se pueda mostrar al mundo Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es que toda forma "de comunión, pu- la comunicación de su propia comu- ramente humana, resulta a la postre nión trinitaria". "Es comunión que incapaz de sustentarse y termina ha de construirse entre los hombres, fatalmente volviéndose contra el abarcar el ser desde las raíces de su mismo homhre" (273). amor y ha de manifestarse en toda la vida, en su dimensión económica, social y política" (215). IV. CONCLUSION l. La Cristología de Puebla es esen- 7. Cristología para una eclesiología cialmente trinitaria. Tiene una serie de rasgos que so- Pone de manifiesto que por esto lamente esbozamos: el nacimiento Dios es el Oíos de la historia, capaz
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de asumir en sí mismo, en la perso- el hombre no es el sentido de todo, na de su Hijo, todo el dolor del sino un medio "Je producción y hombre, de crear en el corazón de objeto de consumo"; en ellas "la sus hijos la filiación y la fraternidad neta de la existencia humana se como fuerzas que transforman la pone en el desarrollo de las fuerzas historia; Que la realidad trinitaria de producción, la persona no es ori- de Dios no es fruto de una especula- ginalmente su conciencia, sino está ción abstracta sino el desvelar pro- constituida por su existencia social, fundo del rostro de Dios en la per- recibe sus normas de quienes son sona de Jesús, que lo hace presente responsables del cambio de las es- en la historia del hombre, lo da a tructuras socio-politico~conómi conocer con un rostro de Padre, en cas" (311.13). quien se puede confiar, incluso cuando la vida pierde sentido por- que el hombre, porque Jesús es En el fondo de todas estas visio- aplastado por su hermano. nes del hombre reconoce una tenta- ción y un pecado común. El hom- bre, alejado de Dios crea ídolos, Cristología trinitaria que afirma absolutiza el poder, la riqueza, el la presencia operante de Jesucristo tener, el poder político: La adora- por su Espíritu, que se hace verdad ción de estos ídolos lleva inevitable- en nosotros, en todos los hombres mente a masacrar y destruir al hom- y en la Iglesia, "Familia de Dios, bre para Puebla, las dos formas de hogar donde cada hijo y hermano es idolatría capitalista y colectivista, también Señor, destinado a partici- planifican todo poniendo "al hom- par del señorío de Cristo sobre la bre al servicio de la economía"; creación y la historia. Iglesia en la ¡;ólo cuando la econom ía está al cual se juega la misión misma que servicio del hombre se conseguirá Jesús le confió: su capacidad de ser que "El 'tener' no ahogue 'el ser' signo de que Dios quiere por ella, (500.497) (542.543). convertir a los hombres en su fami- lia" (241.3). Puebla define su punto de par- tida: "Ni el Evangelio ni la Ense- ñanza Social, que de él provienen son ideologías. Por el contrario re- 2. Una Cristología esencialmente presentan para estas una poderosa liberadora fuente de cuestionamiento de sus límites y ambigüedades. La origina- Era la problemática que se plan- lidad siempre nueva del mensaje teaba al comienzo de este trabajo. evangélico debe ser permanente- Puebla conoce las diversas visiones mente clarificada y defendida fren- del hombre que esclavizan al pueblo te a los intentos de ideologización" de América Latina: determinista, (540). Puebla cree que es "ilusorio economicista, consumista, psicolo- y peligroso olvidar el lazo íntimo gista, estatista y cientista. En todas que une radicalmente la doctrina y ellas encuentra un mismo pecado: el análisis marxista" (544). La op-
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ción de Puebla es clara: un sí tajan- 3. Una Cristología - seguimiento te a la liberación, pero una actitud reservada, ante una cristología cuyo Realizada en la persona df- presupuesto sea una opción previa, María, "presencia sacramental de basada en el análisis marxista de la los rasgos maternales de Dios (291). sociedad. "Toda de Cristo y con El, toda Su convicción de fe y el tremen- servidora de los hombres. Silencio, do desafío que lanza América le contemplación, que originan la exigen posiciones claras: "Nuestra más generosa respuesta al envío, conducta social es parte integrante la más fecunda Evangelización de de nuestro Seguimiento de Cristo. los pueblos". Su fe es "don, aper- Son absolutamente inseparables" la tura y fidelidad". Fe que la hace liberación de todos las servidumbres "modelo" para quienes no aceptan del pecado personal y social de pasivamente las circunstancias ad- todo lo que desgarra al hombre ya versas de la vida personal y social, la sociedad y la liberación para el ni son víctimas de la alienación, crecimiento progresivo en el ser, sino que proclaman con ella que por la comunión con Dios y con los Dios 'ensalza a"los humildes' y, si es hombres que culmina en la perfecta el caso "derriba a los potentados de comunión en el cielo" (482). sus tronos" (294" 296.7) " " " "