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RESUMEN
MARCO NORMATIVO
Recibido: 10/12/2019
Aprobado: 11/12/2019
Según refiere Osorio, el Impuesto de Alcabala tiene sus orígenes en la España de la Edad Media,
cuando era gobernada por Alfonso XI. En 1340 dicho monarca convenció a las Cortes reunidas en
Burgos de implementar un tributo temporal a fin de reconquistar la ciudad de Algeciras, que era
defendida por los marroquíes y por lo cual se requería importantes sumas de dinero. El nuevo
tributo tenía como denominación “la alcabala”. De ese modo, dicho tributo solo se aplicaría
mientras durara el asedio a la ciudad de Algeciras. Sin embargo, pese a que la ciudad de Algeciras
fue reconquistada, el monarca español incumplió su promesa y convenció a las cortes, reunidas en
1345, para que prorrogaran la vigencia de la alcabala por representar una importe fuente de
ingresos para las arcas de la Hacienda Real. Tras sucesivas prórrogas, a fines del siglo XIV, se
convirtió en un tributo permanente y una de las rentas ordinarias de la Hacienda regia más seguras
y amplias. De ese modo, dicho tributo, que en principio tenía carácter de temporal fue exportado a
todas las colonias de la España imperial de los siglos XVI y siguientes (Osorio Crespo, s/f).
La alcabala era un impuesto indirecto sobre el valor de todas las ventas e intercambio de bienes
muebles e inmuebles. Osorio nos relata que en un principio, su rendimiento consistía en que la
Hacienda Real percibía dos “meajas” de cada maravedí del precio de todas las cosas que se
vendiesen; dado que el maravedí se dividía en cuarenta meajas, el porcentaje del impuesto era de 5
% (Osorio Crespo, s/f).
II. Naturaleza jurídica
El impuesto de alcabala es un impuesto que afecta el patrimonio del contribuyente de forma directa
y de aplicación inmediata, siendo de larga data su aplicación.
El impuesto es de cargo del comprador o adquirente del predio que es transferido comúnmente por
un contrato de compraventa, quien tiene la calidad de contribuyente; además, grava cualquier forma
o modalidad de transferencia de propiedad, sea a título oneroso o gratuito, inclusive hasta cuando se
presente un pacto de reserva de propiedad.
De lo referido anteriormente se desprende que el ámbito del impuesto de alcabala es amplio, toda
vez que no solo grava la transferencia de propiedades a través del contrato de compraventa, sino
que comprende una serie de posibilidades de estar afecto. En ese sentido, en los siguientes puntos
resaltaremos los supuestos gravados con el impuesto en las diversas modalidades de la transferencia
de la propiedad de los bienes inmuebles.
1. Hecho imponible
Tal como podemos apreciar, el ámbito de aplicación de este impuesto es muy amplio, ya que grava
transferencias de propiedad de inmuebles a cualquier título, sin tomar en consideración que en los
contratos de compraventa se haya pactado la venta con reserva de dominio, es decir cuando todavía
no se ha transferido la propiedad del bien.
En ese sentido, la Directiva Nº 001-006-00000012 de la SAT, a fin de lograr una síntesis de los
supuestos gravados con el impuesto, ha establecido las diversas modalidades de transferencia de
propiedad de bienes de acuerdo a las normas del Código Civil y otras disposiciones aplicables.
NACIMIENTO DE LA
SUPUESTOS GRAVADOS
OBLIGACIÓN TRIBUTARIA
En la fecha de expedición de la
Transferencias provenientes de procesos o por resolución judicial o administrativa que
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remate judicial o de ejecución coactiva. ordena la entrega a favor del
adjudicatario.
El TUO de la LTM en su artículo 27 establece los supuestos inafectos del impuesto; sin embargo,
cabe precisar que otros dispositivos también prevén otros supuestos de inafectación y exoneración,
a continuación los revisamos:
Conforme al Decreto Supremo Nº 156-2004-EF, artículo 27: “Están inafectas del impuesto las
siguientes transferencias:
c. La resolución del contrato de transferencia que se produzca antes de la cancelación del precio.
Innumerables resoluciones del Tribunal Fiscal (entre aquellas la RTF Nº 10883-7-2008) han
precisado que si bien, en atención al inciso c) de la LTM, la resolución del contrato está inafecta,
dicha inafectación no se refiere en ningún caso a la adquisición originalmente realizada, la que
genera el hecho imponible de manera inmediata de conformidad con los artículos 21 y 23 de la
citada ley.
En el inciso e) de la LTM están comprendidos, por ejemplo, los actos por los que se constituyen o
transfieren (en cuanto ello sea legalmente procedente), el usufructo (Código Civil, artículo 999), el
uso (Código Civil, artículo 1026), la habitación (Código Civil, artículo 1027) y el derecho de
superficie (Código Civil, artículo 1030), por cuanto tales derechos son bienes inmuebles.
- Condóminos originarios
Sin embargo, señala: “La transferencia de la alícuota, o parte de ella, de un condómino originario a
una sociedad conyugal integrada por un condómino originario, se encuentra afecta al pago del
impuesto del alcabala”.
- Primera venta de inmuebles realizada por los constructores o empresas vinculadas a estas
Conforme al artículo 71 de la Ley del IGV: “La venta de inmuebles gravada con el lmpuesto
General a las Ventas no se encuentra afecta al impuesto de alcabala, salvo la parte correspondiente
al valor del terreno”.
Como se sabe la Ley del IGV en su artículo 1 grava “[l]a primera venta de inmuebles que realicen
los constructores de los mismos” y “la posterior venta del inmueble que realicen las empresas
vinculadas con el constructor, cuando el inmueble haya sido adquirido directamente de este o de
empresas vinculadas económicamente con el mismo”. En este segundo supuesto el IGV no es de
aplicación “cuando se demuestre que el precio de la venta realizada es igual o mayor al valor de
mercado”.
De este modo, cuando una transferencia de propiedad, sea un supuesto gravado con el IGV, en
tanto la realice un sujeto calificado como constructor (Ley del IGV, artículo 3, literal e)), dicha
transferencia estará inafecta del impuesto de alcabala, salvo el valor correspondiente al valor del
terreno.
Así, en el caso de la RTF Nº 5621-7-2008, el Tribunal Fiscal concluyó que, al haberse acreditado
con las minutas de compraventa de diversos departamentos de un edificio, el recurrente adquirió
uno de ellos y que el transferente, en razón de su habitualidad en la venta de inmuebles, califica
como empresa constructora de acuerdo a las normas del IGV, la adquisición de dicho inmueble no
se encuentra gravada con el impuesto de alcabala, salvo por el valor del terreno.
Para las transferencias de inmuebles ubicados en la provincia de Lima, en relación con la primera
venta de inmuebles realizada por empresas constructoras o empresas vinculadas a estas, los
numerales 13 y 14 de la Directiva Nº 001-006-00000012 del SAT de la Municipalidad
Metropolitana de Lima señala, con relación a la base imponible, que:
a) La primera venta de inmuebles realizadas por las empresas constructoras solo se encuentra
gravada en la parte correspondiente al valor del terreno, según autovalúo.
En este caso, para efectos del impuesto de alcabala no cabe considerar, conforme al reglamento de
la Ley del IGV, artículo 5, numeral 9, como valor del terreno al 50 % del valor de la transferencia,
toda vez que dicha norma será de aplicación solo para efectos del IGV.
b) Para efectos de la afectación parcial a que se refiere el inciso anterior, se considera empresa
constructora a las personas naturales o jurídicas, sociedades conyugales, sucesiones indivisas,
asociaciones en participación, comunidad de bienes, consorcios, joint ventures u otras formas de
contratos de colaboración empresarial que lleven contabilidad independiente, sociedades
irregulares, patrimonios fideicometidos de sociedades titulizadoras, los fondos mutuos de inversión
en valores, que realicen actividad empresarial dedicada a la venta de inmuebles construidos
totalmente por ella o que hayan sido construidos total o parcialmente por un tercero para ella. A tal
efecto, se entenderá que el predio ha sido construido parcialmente por un tercero cuando este
último construya alguna parte del predio y/o asuma cualquiera de los componentes del valor
agregado de la construcción.
Tratándose de sujetos que no realicen actividad empresarial a la que se refiere el párrafo anterior,
pero que vendan inmuebles construidos totalmente por ella o que hayan sido construidos total o
parcialmente por un tercero para ella, serán consideradas como empresas constructoras en tanto
sean habituales en dichas operaciones.
Si se realiza en un solo acto la venta de dos o más inmuebles, se entenderá que la primera
transferencia es la del inmueble de menor autovalúo. En este caso, se aplicará lo dispuesto en el
artículo 22 de la Ley, a partir de la segunda transferencia.
Sin perjuicio de lo previsto anteriormente, a partir del 1 de enero de 2009, la habitualidad se
regulará de conformidad con lo previsto el artículo 4 de la ley del Impuesto a la Renta, modificado
por el Decreto Legislativo Nº 972.
Por ejemplo, en el caso de la RTF Nº 2063-7-2010, un inmueble había sido acondicionado para uso
residencial. En el mismo se había demolido un área de 104 m2 y edificado en su lugar
departamentos para ser comercializados. Caso similar fue el de la RTF Nº 3370-7-2010 en el que
había sido remodelado el inmueble sobre el cual se había edificado el predio de la recurrente según
constaba en el Certificado de finalización de obra y zonificación. El Tribunal Fiscal en ambos casos
concluyó que las transferencias no estaban gravadas con la alcabala, pero sí con el IGV.
Asimismo, están inafectas las transferencias de propiedad que realice la Comisión de Formalización
de la Propiedad Informal a título oneroso o gratuito a favor de terceros y las que realicen los
propietarios privados en favor de los ocupantes poseedores o tenedores en los procesos de
formalización a cargo de dicha Comisión”.
La Ley Nº 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, en su artículo 46, inciso 2
dispone: “No están gravadas con el impuesto de alcabala las transferencias a título gratuito u
oneroso de bienes inmuebles integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación que efectúe el
Gobierno Central, Regional y las municipalidades, de conformidad con la presente ley a favor del
Instituto Nacional de Cultura, Biblioteca Nacional y Archivo General de la Nación”.
Asimismo, “la declaración de ineficacia del acto de transferencia, que no afecte su validez, así
como los acuerdos por mutuo disenso celebrados posteriormente, no liberan al adquirente del pago
del impuesto”.
- Entidades religiosas.
Se observa que en este caso la inafectación se da en razón de la calidad y naturaleza de los sujetos
adquirientes de la propiedad; así se trata del Estado en sus diferentes ámbitos y diferentes entes que
por su objeto y fines resulta razonable su inafectación.
Asimismo, la Ley Nº 26953, Ley de creación Ceticos Loreto en su artículo 1 establece una similar
exoneración para las empresas que se constituyan o establezcan en el Ceticos Loreto dentro de 50
años computados desde el 22 de mayo de 1998.
Así, respecto a su vigencia, la Ley Nº 26728 ha precisado que esta exoneración se mantendrá
vigente hasta que culmine el referido proceso de promoción.
El ajuste es aplicable a las transferencias que se realicen a partir del 1 de febrero de cada año y para
su determinación se tomará en cuenta el índice acumulado del ejercicio, hasta el mes precedente a
la fecha en que se produzca la transferencia”.
Está inafecto al impuesto el tramo comprendido por las primeras 10 UIT del valor del inmueble,
calculado conforme a lo dispuesto en el artículo 24 de la LTM; así lo establece el segundo párrafo
del artículo 25, modificado por Ley Nº 27693. En ese sentido, la inafectación se computa después
de efectuar el ajuste del autoavalúo del inmueble, cuando se considera dicho valor como base
imponible.
Además, cabe precisar que cuando la transferencia comprende dos o más predios la inafectación se
aplica por predio. Este criterio se fundamenta en que la inafectación está referida al autoavalúo de
cada inmueble y no al autoavalúo total del conjunto de predios comprendidos en la transferencia.
Conforme al artículo 23 de la LTM, en el caso del impuesto de alcabala, se considera sujeto pasivo
en calidad de contribuyente, el comprador o adquirente del inmueble. En ese sentido, la tasa de 3 %
del impuesto será cargo exclusivo del comprador, sin admitir pacto en contrario.
Sin embargo, el artículo 26 de la LTM, es una de las normas que generan mayores controversias
relativas al pago del impuesto de alcabala ante la Administración Tributaria Municipal, en tanto
esta disposición legal solo se refiere a la obligación sustancial del pago, no consignándose en esta
norma –ni en ninguna otra de la LTM– disposiciones sobre alguna obligación de presentar una
declaración jurada (obligación tributaria formal), de modo similar a la establecida en el literal b) del
artículo 14 de la LTM para efectos del Impuesto Predial.
Esta situación determina que en el caso de que el adquirente del predio realice un pago con
posterioridad al último día hábil del mes siguiente de la transferencia, no se genere la comisión de
una infracción tributaria formal, sino únicamente los correspondientes intereses moratorios por el
retraso, los mismos que se computarán desde el día siguiente al vencimiento del plazo hasta la
fecha de pago efectivo. Al respecto, el Tribunal Fiscal se ha pronunciado en la RTF Nº 00815-7-
2008 que declaró la nulidad de un extremo de la resolución apelada, la misma que estuvo vinculada
con la emisión de resoluciones de multa por la “omisión a la presentación de la declaración jurada
del impuesto de alcabala”.
Para esa conclusión el Tribunal Fiscal se amparó en el principio de legalidad, del que se desprende
que no corresponde la aplicación de la infracción tipificada en el numeral 1) del artículo 178 del
Código Tributario, en tanto la LTM que regula el impuesto de alcabala no contempla en su texto la
obligación de presentar declaración jurada respecto de este tributo.
En ese sentido, el costo de un activo fijo tangible de conformidad a la NIC 16: Inmuebles,
Maquinaria y Equipo, no solo se limita al importe por pagar al proveedor del mismo, sino por el
contrario, incluye distintos conceptos tales como derechos de importación y costos directamente
relacionados. Así, la mencionada NIC señala expresamente que también forman parte del costo los
tributos que de manera directa se encuentren relacionados con la operación, en la medida que se
trate de un impuesto no recuperable.
El artículo 1, inciso d) del Decreto Legislativo Nº 821, publicado el 24 de abril de 1996, Ley del
IGV, TUO aprobado por el Decreto Supremo Nº 055-99-EF, prevé como un supuesto gravado con
el IGVA “la primera venta de inmuebles que realicen los constructores de los mismos”.
Por ello, se grava la primera venta de un inmueble que realice el constructor del inmueble. Es decir,
se grava la venta de una edificación por un sujeto que califique como constructor.
Sin embargo, el artículo 71 del TUO de la Ley del IGV prevé que la venta de inmuebles gravada
con el IGV no se encuentra afecta al impuesto de alcabala, salvo la parte correspondiente al valor
del terreno.
De ese modo, cuando se produzca la primera transferencia de inmueble edificado para su venta
estará gravada con el IGV la parte de la construcción (50 % del valor de la transferencia) y el valor
del terreno estará gravado con el impuesto de alcabala.
Referencia
Osorio Crespo, E. (s.f.). Así ... era la alcabala. Lima. Recuperado el 30 de noviembre de 2019, de
http://www.agenciatributaria.es/AEAT.educacion/Satelite/Educacion/Contenidos_Comunes/Ficher
os/ALCABALA.pdf
[1]
El valor de la UIT para el 2019 es de S/ 4,200.00, conforme lo dispone el Decreto Supremo N°
298-2018-EF.
[2]Se entiende por autoavalúo del ejercicio el valor del inmueble que resulte de aplicar los
aranceles de terrenos y los precios unitarios oficiales de construcción vigentes al 31 de diciembre
del ejercicio anterior.
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