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Ana Maria Shua Contra el tiempo Edicidn de Samanta Schweblin Ana Marin usa Coma ete Primers ici digital: mayo de 2016 ISBN epub: ST-SI9E SIRT (© Anu Maris Shaw. 2013 “© Del poopy: Samat Sebwebin.2013 © Deesta portada, maquetay edicin: Eitri Paginas de spun, 8 2016 saleccies Vivir del cent 3 “Siesta cchonsal wo paginas cons ‘No se permite la eeproduccie total © parcial de este Libro, isa incoporaciins «wm sistema indormsitice, ni ‘ramminon en cualquier forma © cualqsiet revi wea ete dectranice, mecanica. por feecopia, par grahacien i ‘ot metodo, in el perme previo y por excefade hw tidares del capyrigt? Febtorul Papas de Espa ‘Madera 3 L* inguierda 2 dead Como una buena madre Amt tho Lucho, a cambio de Caperucita Tom grité, Mam estaba en la cocina, amasando, Tom tenia cuatro anos, era sano y bastante grande para su edad. Podia gritar muy fuerte durante mucho tiempo. Mama siempre leia libros acerca del cuidado y la educacion de los nifos. En esos libros, y también en las novelas, las madres (las buenas madres, las que realmente quieren a sus hijos) eran capaces de adivinar las causas del Ilanto de un chico con sdlo prestar atencién a sus caracteristicas, Pero Tom gritaba y loraba muy fuerte cuando estaba lastimado, cuando tenia suefio, cuando no encontraba la manga del saco, cuando su hermana Soledad lo galpeaba y cuando se le caia una torre de cubos. Todos los gritos parecian similares en volumen, en pasi6n, en intensidad, Sdlo cuando se trataba de atacar al bebé Tom se volvia asombrosamente silencioso, esperando el momento justo para saltar callado, felino, sobre su presa. El silencio era, entonces, mas peligroso que los gritos: ese silencio en el que mama habia encontrado una vez a Tom acostado sobre el bebé, presionando con su vientre la cara (la boca y la nariz) del bebé casi azul. Tom grité, grité, grito. Mama sacé las manos de la masa de la tarta, se enjuag6 con cuidado, con urgencia, bajo el chorro de la canilla, y secindose todavia con el repasador corrié por el pasillo hasta la pieza de los chicos. Tom estaba tirado en el suelo, gritando. Soledad le pateaba ritmicamente la cabeza. Por suerte Soledad tenia puestas las pantuflas con forma de conejo, peludas y suaves, y no los zapatos de ira la escuela. Mama tomé a Soledad de los brazos y la zamarreé con fuerza, tratando de demostrarle, con calma y con firmeza, que le estaba dando el justo castigo por su comportamiento, Tratando de no demostrarle que tenia ganas de vengarse, de hacerle dano. Tratando de portarse como una buena madre, una madre que realmente quiere a sus hijos, Después levanté a Tom y quiso acunarlo para que dejara de gritar, pero era demasiado pesado, Se senté con él en el borde de la cama acariciindole el pelo. Tom seguia gritando. Era un hermoso milagro que no hubiera despertado al bebé. Cuando mama sacé un caramelo del bolsillo del delantal, Tom dejé de gritar, lo peld y se lo comid. -Quiero mas caramelos -dijo Tom. -Yo también quiero caramelos -dijo Soledad-. Si le diste a Tom me tenés que dar a mi. -No hay mds caramelos. Vos, Sole, mas bien que no te merecés ningdn premio. Y a vos parece que no te dolia tanto que con un caramelo te callaste - como una buena madre, equitativa, duefia y divisora de la Justicia, Pero una buena madre no consuelaa sus hijos con caramelos, una madre que realmente quiere a sus hijos protege sus dientes y sus mentes. =Queremos mis caramelos -dijo Soledad. Y ahora Tom estaba de su lado. Entre los dos trataron de atrapar a mami, que queria volver a la cocina. Tom le abrazé las piernas mientras Soledad le metia la mano en el bolsillo del delantal. Mama sacé la mano de Soledad del bolsillo con cierta brusquedad. Calma. Firmeza. Autoridad. Amor, ~jNo! Los bolsillos de mama no se tocan. -Tenés mas, tenés mas, sos una mentirosa, jnos enganaste! -gritaba Soledad. -Mamia mala, mama mentirosa, jmam4 culo! -gritaba Tom. -Empezaron los dibujitos animados —dijo mama. Autoridad. Firmeza. Culo. ‘Tom y Soledad la soltaron y corrieron hacia el televisor. Soledad lo encendid, Levantaron el volumen hasta un nivel intolerable y se sentaron a medio metro de la pantalla, Una buena madre, una madre que realmente quiere a sus hijos no lo hubiera permitido. Mama pensé que se iban a quedar ciegos y sordos y que se lo tenian merecido. Cerré la puerta de la cocina para defender sus timpanos y volvié a la masa de tarta. Masa para pascualina La Saltefa es mis fresca porque se vende mas, Una buena madre, una madre que realmente quiere a sus hijos, ,comprarfa masa para pascualina La Saltefia? Acomod6 la masa en la tartera, incorpord el relleno, que ya tenia preparado, cerré la tarta con un torpe repulgue y la puso en el horno, A través de la masa infernal de sonido que despedia el televisor, se filtraba ahora el anto del bebe, Como una respuesta automitica de su cuerpo, empezé a manar leche de su pecho izquierdo empapandole el corpifo y la parte delantera de la blusa, Sond el timbre. -jUn momento! -grité mama hacia la puerta, Fue al cuarto de los chicos y volvié con el bebé en brazos. Abrié la puerta, Era el pedido de la verduleria. El repartidor era un hombre mayor, orgulloso de estar todavia en condiciones de hacer un trabajo como ese, demasiado pesado para su edad, Mama lo habia visto alguna vez, en un corte de luz, subiendo las escaleras con el canasto al hombro, jadeante y jactancioso. -Los chicos estiin demasiado cerca del televisor -dijo el hombre, pasando ala cocina. -Tiene razon -dijo mama, Ahora habia un testigo, alguien mas se habia dado cuenta, sabia qué clase de madre era ella. El olor a leche enloquecia al bebé, que lloraba y picoteaba la blusa mojada como un pollito buscando granos, El viejo empez6 a sacar la fruta y la verdura de la canasta apilandola sobre la mesada de la cocina. Hacia el trabajo lenta- mente, como para demostrar que no le correspondia terminarlo sin ayuda. Mami sacé algunas naranjas, una por una, con la mano libre. El verdulero amarreteaba las bolsitas. Una buena madre no encarga el pedido: una madre que realmente quiere a sus hijos va personalmente a la verduleria y elige una por una las frutas y verduras con que los alimentara. Cuando una mujer es lo bastante perezosa como para encargar los alimentos en lugar de ir a buscarlos personalmente, el verdulero trata de engafarla de dos maneras: en el peso de los productos y en su calidad. Mama observé detenidamente cada pieza que salia de la canasta buscando algun motivo que justificara su protesta para poder demostrarle al viejo que ella, aunque se hiciera mandar el pedido, no era de las que se conforman con cualquier cosa. —Las papas -dijo por fin-. ;No son demasiado grandes? -Cuanto mas grandes mejor -dijo el hombre-; lo malo son las papas chicas, Mire esta -tomé una de las papas mas grandes y la acercé a la cara de mama-. Es ideal para hacer al horno. Usted la pela y le hace cortes asi, jve?, como tajadas pero no hasta abajo del tado. En cada corte, un pedacito de manteca. Después en el horno la papa se abre y queda como un acordeén doradito, riquisima, hagame caso. Mama le dijo que si, que le iba a hacer caso. Le pago, y el hombre se fue, pero antes volvié a mirar con reprobacién a los chicos, que seguian pegados al televisor. Mami se preparé un vaso grande lleno de leche y se senté en la cocina para amamantar al bebé. Cuando se le prendia al pecho ella sentia una sed repentina y violenta que le secaba la boca. Sentia también que una parte de ella misma se iba a través de los pezones. Mientras el bebé chupaba de un lado, del otro pecho partia un chorro finito pero con mucha presién. Una buena madre no alimenta a sus hijos con mamadera, Mama tomaba la leche a sorbos chicos, como si ella también mamara, Cuando el bebé estuvo satisfecho, se lo puso sobre el hombre para hacerlo eructar. Ahora habia que cambiarlo. También ordenar la cocina, Organizarse. Primero cambiar al bebé. Le sacé los pafales sucios. Miré con placer la caca de color amarillo brillante, semiliquida, de olor casi agradable, la tipica diarrea posprandial, decian sus libros, de un bebé alimentado a pecho. El chiquitito se sonrié con su boca desdentada y agité las piernas, feliz de sentirlas en libertad. Lo limpié con un algodén mojado, jEra suficiente? Otras madres lavaban a sus bebés en una palangana o debajo del chorro de la canilla. Tenia la cola paspada. A los bebés de otras madres no se les paspaba la cola. Una buena madre, una madre que realmente quiere a sus hijos, jusaria, como ella, pafiales descartables? Usaria pafiales de tela, los lavaria con sus propias manos, con amor, con jabén de tocador. -jSoledad! jMe alcanzas del bavio la cremita para la cola del bebé! -pidid mama. Soledad aparecié con inesperada, inhabitual rapidez. Traia el frasco de dermatol y las manos mojadas. -;Qué estabas haciendo en el baiio? -Nada, mami, lavindome las manos. Tom grité. Mama dejé al bebé, limpio y seco pero todavia sin pafales, en la cuna corralito. Los gritos eran muy fuertes y venian del bano. Soledad se planté delante de la puerta. -No entres ahi, mamita, de verdad, por favor, no entres, perdoname. Los alaridos de Tom eran mas fuertes que el mismisimo sonido del televisor, inutilmente encendido en el living, Deslizindose por debajo de la puerta del baiio, un flujo lento y constante de agua jabonosa imundaba la alfombra del pasillo haciendo crecer una mancha de color oscuro, Mama empujé a Soledad y abrié la puerta, Tom tenia la cara pintada de varios colores y en el pelo un pegote de pasta dentifrica, Sus cosméticos estaban tirados en el suelo, empa- pados, en medio del charco de agua que provocaba el desborde del bidet. Soledad habia salido corriendo, seguramente para esconderse en el ropero. Mama sacé el tapén del bidet y forcejed con las canillas, -No pude cerrarlas -lloriqueé Tom, Para mama tampoco era facil. Habjan sido abiertas hasta su punto maximo y giraban en falso, Después de varios intentos lo consiguid. Sond el teléfono, Mami se obligé a quedarse en el baio hasta ver el bidet vacio y asegurarse de que no salia mis agua. Después fue a atender, Al levantar el tubo escuché el caracteristico sonido que precedia las comunicaciones de larga distancia. ~Es llamado de afuera, chicos, jes papito! =gritd, feliz. Soledad salié de la pieza arrastrando la cuna donde el bebé Horaba. -jMama! -grité-. Tom lo quiere matar al bebé pero no sin querer. |Lo quiere matar a proposit ~jMentira! ~grité ‘Tom, que venia detris-. Sos un culo cagado con olor a culo cagado, Soledad, jcaca caca caca con olor! -jLo odio! -grité Soledad—. Quiero que no exista mas, mama por qué tengo que soportarlo, jHijo de culo! jHijo de mierda! jAno con pelos! -Cillense -pidid mamé-. |No oigo nada! jHagan lo que quieran pero cillense! Soledad apaga la tele, es papito de afuera y no oigo nada. ~Mamia dijo hagan lo que quieran -le dijo Soledad a Tom, que sonrié y dejé de gritar. Empujando la cuna se fueron a la cocina, Mami velvié a prestar atencidn a la voz lejana, con ecos, que venia desde el tubo del teléfono, Entregaba una atencién absoluta, concentrada, Al principio sonreja. Después dejo de sonreir. Después hablé mucho mis alto delo necesario para ser oida. Después hizo gestos que eran inutiles, porque su interlocutor no los podia ver. Después cortdé y sintié que tenia ganas de llorar y que queria estar sola, Después escuché un ruido largo, complejo y violento. Tom grité, Mami corrié a la cocina. Parado sobre la mesada, entre lechugas y berenjenas, Tom gritaba asustado, Soledad trataba de no Ilorar, milagrosamente entera en medio de una pila de escombros: restos de platos y vasos rotos. Tom se habja trepado a la mesada para alcanzar los frascos de mermelada del estante y, apoydndose con todas sus fuerzas, lo habia hecho caer, E] bebé estaba bien, Habian volcado delibera- damente la azucarera sobre la cuna para mantenerlo entretenido, Lamia el azicar con placer y agitaba los brazos y las piernas emitiendo sonidos de alegria. En la batita y en el pelo también tenfa azticar, Mama miré los restos de un plato azul, de loza, con el dibujo de un perrito en relieve, un plato que habia pertenecido a su propia madre. Nadie que no tuviera ese platito azul en un estante de la alacena podria llegar a ser una buena madre. Tuvo mis ganas de llorar. Tom y Soledad habian estado jugando al picnic en el suelo de la cocina, con el mejor mantel blanco, el de las cenas con invitados. Habian sacado pan, queso, mostaza, ketchup y coca de la heladera y habian usado algunas de las frutas y verduras que estaban todavia sobre la mesada. Sobre el mantel habia dos tomates y una manzana mordisqueados, unas papas sucias y manchas de mostaza. Mama queria estar sola y queria llorar, Pensar en lo que le estaba pasando. También queria pegarles muy fuerte a Tom y a Soledad. Pero antes tenia que sacar al bebé de ahi para que el azucar no le provocara gases, tenia que asegurarse de que los tres estaban bien y barrer los restos peligrosos de la cocina, Alzé a Tom, que estaba descalzo, y lo llevé a su pieza, ~Andate de aca, Soledad, sali que voy a barrer -dijo con voz controlada, contenida. -Vos dijiste hagan lo que quieran. -Soledad, no te estoy retando ahora, solamente te dije que salgas. -E] estante lo tiré Tom -dijo Soledad. ~jPorque vos me mandaste a buscar la mermelada! ~grité Tom, que habia vuelto a acercarse, todavia desealzo, a la puerta de la cocina-. [Sos una acusa- dora y una basura con ano y porqueria cagada! -(Basta! -grité mama. Y ella misma se asusto al notar la carga de furia en su grito. -Basta basta basta, no aguanto mds gritos, hiciste un desastre y encima grits gritas gritis. Atrapéa Tom de un brazo y le dio un chirlo en Ia cola sabjendo que estaba siendo injusta, que Soledad habia sido tan culpable como él o mas. El bebé Noraba ahora y también Tom. Soledad le dio un empujén a mama con bastante fuerza como para hacerla caer de rodillas, con las manos hacia adelante. Sintid un dolor afilado en la palma de la mano derecha, -{No le vas a pegar a mi hermanito! -jMama es un dedo en la nariz! -grité Tom. Mami habia caido sobre un vidrio rote, Se mird la mano lastimada. El tajo era profundo y sangraba. -Mami, ;por qué la sangre es colorada? -pregunté Tom, -Mird lo que le hiciste a mama, Soledad -dijo mama, mostrindole la herida. Pero después vio la carita asustada, los ojos grandes de Soledad y pensd que habia sido cruel. Una buena madre, una madre que realmente quiere a sus hijos, no los carga de innecesaria culpa. -No es nada, linda, no te asustes, ya sé que fue sin querer, ahora me pongo agua oxigenada y una curita y ya esta -agradecia casi el dolor fisico que le permitia evitar las sonrisas, hasta llorar un poco, Levanté la mano por encima del corazon para parar la sangre. -Mamié, ;por que la sangre es colorada? -pregunté Tom. -Porque si -dijo mamé distraida, apretandose la mano con un repasador, ‘Tenia que barrer y sacar al bebé. ;Qué primero? Organizarse. Soledad, haceme un favor, levantd un minutito al bebé mientras yo me voy a poner una venda, =Pero yo también quiero ver cémo te curis. -Si, levantalo al bebé y veni con él al bafio y ves todo. Mami, por qué la sangre es colorada, porque si no me digas -dijo Tom. -No quiero levantar al bebé porque esta sin panales -dijo Soledad-. Me va acagar y mear toda. -jSoledad cagada y meada! -grité gloriosamente Tom. Mama termind de atarse torpemente el repasador con ayuda de los dientes. Necesitaba estar un momento, nada mas que un momento sola. Y en silencio. Pensar en la voz lejana, con ecos. Y llorar, Levanté al bebé y mientras lo sostenia con el brazo izquierdo usé la mano herida para inclinar la cunita y tratar de sacudir el grueso del azucar, Acosté al bebé y empezd a barrer los restos de vidrios y loza. La tarea hizo que se aflojara el repasador mal anudado y la mano herida volvié a sangrar, Dolia mucho. Junté lo que pudo con la pala, Levanté al bebé y lo llevé a la pieza para ponerle un paiial limpio. En el camino, el bebé regurgité una bocanada de leche semidigerida sobre su ropa. -Mama por qué la sangre es colorada, porque si no me digas -pregunté Tom. -Porque estd compuesta por glébulos rojos dijo mam mientras le ponia el pafial al bebé y le limpiaba la boca con un trapito. ‘Tom se quedé desconcer- tado por unos segundos, pero Soledad estaba atenta, ~jPor qué son rojos los glébulos de la sangre? pregunta, -Porque el libro del porgu¢ tiene muchas hojas -contesté6 Mama, Puso una sdbana limpia sobre la cuna y unos cuantos chiches de goma, Todo lo que tocaba se ensuciaba con manchitas de sangre. El bebé se largé a lorar en cuanto lo puso boca abajo. Pero esta vez mama estaba decidida a curarse la mano. También queria estar sola. Soledad la siguié al bano para ver cémo se vendaba. ~3Ves lo que hace mamita? Asi también tenés que hacer vos cuando te lastimas. Primero lavarse bien a fondo con agua y jabon. El bao seguia encharcado de agua jabonosa. Levanté los cosméticos mojados, Tendria que secarlo enseguida antes de que alguien se resbalara. En el botiquin encontré agua oxigenada, vendas, tela adhesiva. Iba a necesitar ayuda. Vertié el agua oxigenada sobre la herida, que tenia los bordes separados. Probablemente necesitara unas puntadas pero se sentia incapaz de llegar con los tres chicos hasta el hospital. Apreto una compresa de gasa con mucha fuerza contra la herida, para parar la hemorragia. Después se puso otra gasa limpia y, con ayuda de Soledad, la tela adhesiva. Entonces percibid el silencio. El bebé habia dejado de llorar. ~Soledad, anda a ver qué pasa con Tom y el bebé. A Soledad le gustaba proteger al bebé casi tanto como pegarle a Tom. Apenas habia salido cuando se escuché su desesperado aullido de socorro, -Lo esta matando, mam4 mamé mamé, lo va a destrozar, mamé, mama, jveni ahora! Lo esta revoleando, jlo mata, mama! Mama quiso correr a la velocidad que exigian los gritos enloquecidos de Soledad, se resbalé y se cayé torciéndose un tobillo de mala manera. Se levanté y siguié como pudo hasta la pieza donde el bebé dormia tranquilamente en su cuna mientras Tom revoleaba por el aire un perrito de pano relleno de mijo. El perrito ya estaba en parte roto y el mijo salia por el agujero, impulsado por la fuerza centrifuga, chocando contra las paredes, cayendo al suelo, sobre las camas, en lacuna, Soledad gritaba histéricamente. Mami la hizo callar de una bofetada, le sacé a Tom el perrito de patio y se senté sobre una de las camitas porque el tobillo lastimado ya no la sostenia. Vio sangre en la cara de Soledad y sintié un golpe en el corazén. Después se dio cuenta de que le habia pegado con la mano herida, que volvia a sangrar. Vio el dibujo de globos y payasos que ella misma habia elegido para la colcha y otra vez tuvo ganas de llorar. ~Traeme el costurero que voy a curar a tu perrito: lo voy a coser -le dijo a Soledad. El tobillo empezaba a hincharse. ~Traeme esto, traeme aquello, qué te creés que soy -dijo Soledad-. ;Te creés que soy la Cenicienta de esta casa? -Entonces no te coso nada el perrito y no me importa nada si se le sale todo el relleno -lloriqueé mama. ;Como una buena madre? ;Lloriqueando? -Quiero panqueques rellenos ~dijo Tom—. Mami le pegé a Soledad. Mama es un ano con pelotudeces. Mama rengued hasta su dormitorio. En el cajén de la cémoda encontré un pafuelo del tamafo adecuado para hacerse un vendaje en el tobillo. Un es- guince, nada grave, si maiiana empeoraba iria al médico, El pie ya no le cabia en el zapato. Traté de hacer el vendaje bien apretado (la mano herida no le facilitaba el trabajo) y se puso encima un zoquete de los que su marido odiaba y que ella usaba solamente para dormir. Sintié en el aire un olor a quemado y seacordd de la torta pascualina. Caminando despacio (el tobillo latia dolorosamente) fue a la cocina. Se agaché para abrir la puerta del horno y vaya a saber por qué alcanzé a darse vuelta justo a tiempo para ver a Tom y Soledad ya definitivamente aliados (pero qué bueno que los hermanos sean unidos, que se ayuden entre ellos), sus cuatro manitas empujandola desde su inestable posicién, en cuclillas, contra el horno caliente. Pudo moverse hacia un costado antes de caer, quemandose solamente el antebrazo izquierdo, que rozé la puerta abierta. Puted de dolor y también de miedo. Sin decir nada, mirandolos fijamente, jadeando, puso la zona quemada debajo del chorro de agua fria. Eso la alivié enseguida. -Mamié dijo una mala palabra -dijo Tom. ~De veras no sabiamos que el horno estaba caliente de verdad, mamita perdéname, queriamos jugar a Hansel y Gretel, de veras que no sabiamos, La bruja mala se quemé en el horno y se hizo de chocolate rico y se la comieron ~dijo Tom-. Mama dice malas palabras. —De veras que no sabiamas -repitié Soledad, con cierta monetonia. Mamita pensé que no le creia y también que estaba loca por no creerle. Sus hijos. Los queria. La querian. El amor mas grande que se puede sentir en este mundo, El nico amor para siempre, todo el tiempo. El Amor Verdadero. Necesitaba estar un momento sola, pensar en la llamada, en la voz lejana, con ecos, Llorar, Ponerse Cicatul en la quemadura, que ardia ferozmente. Fue al bafio. Una mujer organizada ya lo habria secado. El baiio seguia mojado. Una buena madre. Tom la siguid. -Tom, mi vida, mamita tiene que estar un momentito sola en el bano. -3Para qué? —jPara hacer caca! A mamita le gusta estar sola cuando hace caca, sabés? —A mi no. A mi me gusta mas que me hagan compafiia cuando hago caca. —Pero a mi me gusta estar sola. -A mi también —intervino Soledad-. Porque yo ya soy grande. Tom es un bebe. -Yo no soy ningtin bebé —aullé Tom. Quiero ver cémo mami se saca la bombacha. Quiero verte los pelitos de abajo -dijo Soledad. -Yo también quiero ver la concha peluda de mamita -dijo Tom. —Cuando yo sea grande voy a tener una concha peluda —dijo Soledad. ~jPero nunca de nunca vas a tener un pito! -dijo Tom. -iY vos nunca de nunca vas a tener mis aftos! ;Por mas que cumplas y cumplas aitos nunca vas a tener mis aitos! -dijo Soledad. -Quiero que se vayan -dijo mama en voz muy baja, temblorosa, amenazadora. -¥ yo quiero verte las tetas -dijo Tom-. Al bebé lo dejas chupar y a mi no. -Si, si, eso queremos, tetas tatas titas totas tetas tetas —canturred Soledad, Con todo su peso Soledad se abalanz6 sobre mamita para desabrocharle la blusa, mientras Tom le metia las manitos por abajo. E] ataque fue repentino, mama no lo esperaba y su nuca golpeé fuerte contra los azulejos blancos y celestes, con motives geométricos. El golpe la atonté y al mismo tiempo la hizo perder el control. Agarré a cada uno de un brazo, apretando con bastante fuerza como para dejarles marcadas Jas huellas de sus dedos. Casi no sentia dolor en Ja mano herida. Caminar, en cambio, era un puro esfuerzo de voluntad. Los arrastré fuera del baiio, por el pasillo. Cuando calculé que estaba lo bastante lejos los solté de golpe, empujandolos para asegurarse de que se cayeran. Corrié hacia el bafio apoyandose en las paredes, sintiendo que Tom y Soledad se levantaban, escuchando sus pasitos livianos y veloces otra vez hacia ella, alcanz6 sin embargo a meterse en el aio ycerrar la puerta sobre un pie de Soledad, que no grit6. Empujé la puerta hasta que Soledad, jadeando de dolor pero todavia en silencio, tuvo que sacar el pie. Pudo cerrar la puerta y dar vuelta la Have. Mama se sent en el inodoro, apoyd la cabeza en un toallén y se puso a llorar. Lloré y lord, aliviandose, sintiendo que un sollozo provocaba al otro, lo buscaba. Lloré como quien vomita hasta escuchar, de pronto, a través de su propio llanto, otro llanto nitido, distinto, que se acompasaba extrafamente con el suyo. El bebé. Su bebé. Se acereé a la puerta, apoyé el ofdo. Se oian risitas ahogadas. Estaban alli. Ahora la tenian en sus manos, sin defensas. Un rehén. Rescatarlo, Muy lentamente, tratando de no hacer ruido, dio vuelta la llave en la cerradura y abrié la puerta de golpe. Tom, que estaba del otro lado apoydndose con todo su peso, cayé sobre los mosaicos golpeandose la cabeza. Mama rengued hasta la pieza de los chicos. Soledad, sentada, sostenia al bebé sobre su falda. La golpes en Ja cara con la mano abierta, arrancandole al bebé de los brazos. Soledad tropezé contra una sillita baja y eso le dio tiempo a mama a adelantarse; Pronto estuvo otra vez en el bao con el bebé. Tom seguia en el suelo, gritando y pateando. Lo empujé afuera con el pie y volvié a cerrar con lave Su bebé. Chiquito. Indefenso. Suyo. Mama lo abrazd, lo olid. La leche empezé a fluir otra vez, mansamente, de sus pechos, Se tocé la nuca. Apenas un chichén. Puso su cara contra la del bebé, tan suave, cubierta por un vello rubio casi invisible. Despedia calor, amor. Mama lo acundé mientras cantaba una dulcisima melodia sin palabras. El bebé era todavia suyo, todo suyo, una parte de ella, Movia incontroladamente los bracitos como si quisiera acariciarla, jugar con su nariz. Tenia las unitas largas. Demasiado largas, podia lastimarse la carita: una buena madre, una madre que realmente quiere a sus hijos, les corta las uias mas seguido. Algunos movimientos parecian completamente azarosos, otros eran casi deliberados, como si se propusieran algtn fin. El indice de la mano derecha de! bebé entré en el ojo de mama provocindole una profunda lesién en la cornea. El bebé sonrié con su sonrisa desdentada. La revancha gUsted sabe hasta donde llegaban los hematomas? Hasta las vértebras practicamente de la victima, En la segunda autopsia faltaba una parte del cuello y lo mismo se veian todavia las huellas de los dedos: el pulgar, el indice, el mayor. Extraordinario. Esa era la fuerza del Flaco. No tenia el misculo tradi- cional, abultado, del boxeador norteamericano. De la punta de la una hasta el hombro, todo derecho como una barra de hierra. Yo lei lo que salié en su momento en los diarios, en las revistas. Después escuché el juicio por la radio, como todo el pais, pero distinto, porque a mi me tocaba en lo personal. El abogado de la familia de ella salié hablando del placer del estrangulador, le cito palabras textuales, que siente como se escurre entre sus manos la vida de la vietima. Dos cosas tengo que objetar: primero, al decir entre sus manos hablé demas, porque fue con una sola, la derecha. Segundo, qué placer? Veinte a treinta segundos hasta que la victima pierde la conciencia. Placer cortito, y en esos treinta segundos el hombre pierde todo, mata a la mujer, deja huérfano al hijo, destruye todo lo que consiguid en tantos afos, toda la gloria de campeon, todo, Entonces la gente se pregunta, como puede ser, como puede ser, Pero yo no me pregunto nada porque lo sé con certeza, porque ahi se da mi intervencién personal en forma directa, esa es mi revancha, Es historia larga, si tiene paciencia se la cuento, Yo me empecé a interesar en el boxeo de pibe. Eramos vecinos de un campedn dela Armada Nacional. Mi padre, que era militar, me hizo un lugar con dos palos de escoba enganchados en la pared y la bolsa esa tipo marinera que tenian los ares para su equipo, La rellend de arena mezclada con aserrin y me ensefid el abecé del boxeo, Nunca peleé, Pero fue una de las pasiones de mi vida, Como el futbol. Tuve una vida como todos; yo a Dios le di las gracias tanto cuando me fue bien como cuando me fue mal, A mi no me gustaba el estudio de chico, me pegaron mucho para que estudiara, no estudié. Queria trabajar, trabajé. Entré en la Marina, trabajé once afios en la Armada Nacional. Yo fui civil, escalé muy rapido por mi capacidad de oficinista: dactilégrafo de setenta y seis palabras por minuto sin errores, en la Pitman daban el diploma con cuarenta y cinco. Pero un dia... yo abria las ventanas y veia que el sol no era mio, el aire no era mio... Tenia esa rebeldia, ese deseo de ser independiente. Puse un almacén y me fundi. Me maté el barrio, la confianza, la libreta de hule: majiana te pago, a fin de mes te pago, llega el dia y no te pago nada. Después empecé a hacer negocios de otra clase y me fui levantando. Cosas normales, de la vida. La desgracia inesperada fue cuando me nacié el primer hijo. El chiquito trajo doble luxacién de cadera, con una deformacién poco comin, que no se arreglaba asi nomas. Al menosen ese tiempo, ahora se hicieron muchos avances de la medicina. Habia un médico que lo trataba desde bebé, un traumatdlogo: que era una eminencia, el doctor Bordaberre. El tipo habia inventado un sistema de cuatro posturas que a los pibes los iban enyesando y tenian que estar tres meses en cada postura. ;Sabe lo que sufria cada vez con el yesito nuevo hasta que se acostumbraba? Mi sefora dormia toda la noche con el nene encima, le hacia de colchén, Pero a este pobrecito mio le sacaban el yeso y pat, en el momento mismo se volvian a zafar de lugar la cabeza de los fémures. El doctor Bordaberre llegé hasta donde pudo y dijo: hasta aca, mas no se puede. Si lo llevan a Estados Unidos, a Europa, lo mismo es, no van a poder mas que esto, Pero mi sefiora no se queria conformar, vio cémo son las mujeres. En el fondo yo tampoco, qué le voy a echar la culpa a ella. Es triste hacerse a la idea de que un chico no camine. El Dani iba creciendo, siempre en su sillita de ruedas. Muy inteligente, Un dia encontramos un médico que dijo que ¢l lo operaba y lo sacaba andando: mentira. Después que lo operd quedé peor, ya poco sentado podia estar, De a ratos nomads aguantaba en la silla y se tenia que acostar, Empez6 a sufrir de los pulmones, Congestién pulmonar, por la posi- cién. Cada invierno no sabiamos si pasaba. Fue entonces que lo conoci al hombre que me cambid la vida, un gran mentalista, el Hermano Zelaya, el que unié mi vida al destino del Flaco. Los humanos somos asi: cuando te wa bien, te creés que todo te lo conseguiste solo. Cuando te va mal, recién empezas a respetar Ja suerte, el destino. El Hermano Zelaya era muy espiritual. Tenia poderes de verdad, controlaba a los angeles. Es decir, él tenia control de un angel importante que a la vez podia manejar a otros mas chicos. Los angeles son seres de cuidado, pero el Hermano Zelaya sabia cémo tratarlos. Y asi ibamos pasando cada invierno, siempre con el corazén en la boca, Yo lo veia al chico mio ahi acostado, cuando mucho sentadito, y me agarraba ‘una impotencia como no le puedo decir. Por suerte tenia esa gran pasién del boxeo, que me sacaba de la tristeza, me hacia pensar en otra cosa. El boxeo, no como ahora, era un espectaculo de multitudes. Ahora esta todo suplido por la television. fbamos siempre al Luna Park con mi sefora. Era como un rito la bajadita esa, s¢ veia la gente que venia de todos lados, pareciamos hormiguitas entrando al hormiguero. Primero paseabamos por Florida, calle de lujo. Mire que cambid toda esa zona. Después sacdbamos entradas aca y entrébamos por el otro lado, se daba toda la vuelta al edificio y en el camino ibamos parando en los bares. Como le digo, un ritual. Yo los via todos. A Pascual Pérez. Por supuesto quién no lo vio a Nicolino Locche, gran maestro. Eso si, no fue parejo com el Flaco. Yo diria que Nicolino tuvo una obra maestra maxima, como un pintor, como un escritor escribe su obra cumbre, que fue la pelea del titulo. Y después, bueno, irregular por indolencia, Locche. En el Luna Park, en la época en que el Flaco empieza a ser fondista, se hacia cada pelea. Hubo una Saldafio Cachazi que habia veintidés mil y pico de personas y yo la vi arriba de los hombros de otro y otro arriba de las hombros mios, asi como le digo, come venga. En ese fervor de Ja multitud uno se olvida de todo, Eran grandes peleas entre semiidolos, tipos que tenian su hinchada. En cambio al Flaco Escopeta que le decian, le costaba mucho meterse en el publico del Luna. No tenia la entrada que tenian otros en ese momento. Habia boxeadores muy taquilleros, a lo mejor sin grandes condiciones, aporreadores, 4vio?, esos que como mixima virtud tienen la de tirar golpes y descuidan un poco la defensa, se dejan pegar, nomas que ellos dan mas fuerte, Abel Cachazi, Jorge Saldaiio, Osear Bonavena. Y habia muchos otros. El Flaco era distinto, sabia pegar sin dejarse. Tal vez uno de los motivas por lo que mas le costé entrar en la gente es que era calculador el Flaco. E| decia: yo no mido al rival, yo no sé ni quién es, yo lo tomo como alguien que me viene a sacar la plata del bolsillo. Ese era el sentimiento que tenia él para el contrario, Ahora, arriba del ring, cuando el Flaco lo miraba, daban ganas de irse. EL tuvo una mirada para mi muy parecida a la de Luis Federico Thompson que vino y peled con Gatica acd, notable boxeador, absolutamente notable, hoy algo asi no existe. El Flaco era frio. No era un tipo de sacar tanto las manos, de dar tanto especticulo, se cuidaba, él sabia que no tenia aire para regalar: por los proble- mas que tuvo en la infancia tenia una capacidad pulmonar muy limitada. No le faltaba nada ni le sobraba tampoco. A lo mejor por eso que me hacia acordar al Dani, yo me empecé a fijar en él antes que otros. Con el Hermano Zelaya conversbamos a veces de boxeo, Sabia. El sabia de todo, de las cosas de este mundo y también del otro. Aftos despuds, cuando se estaba por morir, me tranquilizaba mostrindome a los dngeles que le rodeaban la cama, yo no los veia porque no tenia esos poderes. La cosa es que se acereaba la fecha de la pelea del Flaco con Benvenutti cuando el Hermano Zelaya me pregunto si a mi me interesaba ayudarlo. Al Flaco, digo. Era un buen momento esos dias para mi. Noviembre. Un mes tranqui para los males pulmonares. El chiquito habia pasado un invierno bravo y pasé entero. Después vino la primavera que al principio tiene lo suyo, el cambio de clima siempre trae mucha peste, bronquitis y cosas. También pas6 entero. Ya teniamos la nena, que vino sanita. Cosas buenas de la vida. Con uno impedido y la beba, mi mujer ya no podia casi nunca venir conmigo al Luna, pero estibamos bien, contentos. Entonces, como le digo, fue que el hermano Zelaya me ofrecié esta posibilidad: mucha gente, me dijo, con sus oraciones, con su fe, hace que gane, pongalé, su equipo de futbol. Y si usted esta de acuerdo, hacemos un trabajo para ayudarlo al Flaco contra Benvenutti. Los trabajos eran caros, pero valian la pena. El Hermano Zelaya no se quedaba casi con plata, también tenia que invertir en las materias primas para los trabajos, algunas eran caras porque habia ceras importadas, esencias especiales, reliquias tan verdaderas que no se pueden comprar por ninguna plata sino que los duefios las alquilan. Yo andaba forrado porque me habia salido bien una venta grande de papel. Era negocio juntar papel en ese momento, vio que en este pais hay que estar atento alo que se da. En una casa vieja de la calle Bilbao que la usaba como depdsito, llegué a juntar como siete mil kilos de papel. Se los vendi a una fabrica de papel higiénico y me hice con buena plata. La pelea de Benvenutti, en lo previo, a todos los argentinos nos parecié una aventura casi descabellada, El Hermano Zelaya tenia razon: era una de esas situaciones en que hace falta trabajar a la suerte, hacerla actuar de un lado. Benvenutti era un gran campedn, Italia tuyo uno solo como él. Qué sé yo, se le puede comparar con Primo Carnera, en la época de Firpo. Pero en la época contemporanea no hubo otro. El Flaco ya era campedn stdamericano, le habia ganado a Jorge Fernandez, también un grande, para nosotros casi un campedn sin corona, hoy seria un primera serie. Pero sin embargo cuando le gana a Fernandez la primera vez, igual no desperté expectativas, se tomé como un resultado mas porque la pelea fue un poco cerrada, gané bien pero con lo justo. Después le volvié a ganar facil, ya en esa etapa contaba con mi ayuda espiritual. Pero para la época en que fue a Italia a pelear con Benvenutti, todavia no sabiamos si el Flaco valia por él realmente o porque Jorge Fernandez estaba en declinacién, no teniamos como comparar. Y cuando el Hermano Zelaya me propuso ayudarlo con un trabajo mistico, a mi me gusté. Pensé que si resultaba, Dios me perdone, podia empezar a apostar y obtener ganancia facil. Ya en esa pelea misma aposté unos pesos, poca cosa, por estas dudas que todos tenfamos. Por mis que yo confiara en la capacidad de Zelaya de manejar a los Angeles, queria primero verlo en accién, Porque yo habia visto como él podia ayudar en un lecho de enfermo, pero no lo habia visto usar sus poderes en el ring a favor de un boxeador, Las apuestas estaban, qué le puedo decir, veinte a uno a favor de Benvenutti, era como jugarse al peor matungo de la carrera. ‘Cuando empez6 la pelea, nosotros en la Argentina creiamos que el Flaco perdia, no teniamos ningun tipo de expectativa. Hasta ese undécimo round para cualquier jurado del mundo ganaba el Flaco pero nosotros pensabamos que alla, contra el campedn local, no le iban a hacer justicia, la victoria no se Ja iban a dar por puntos asi nomas. Yo puteaba para adentro contra el Hermano Zelaya. Bueno, llegé el undécimo, sobrevino esa mano terrible del Flaco, y ahi lo tuvo. ¥ él lo que tenia no lo desaprovechaba. Una alegria grande. Eso era lo bueno de ayudarlo al Flaco, que con un empujoncito de los angeles, todo lo demis lo hacia solo, por algo le decian el Matador, Le pegé una mano neta, esas manos que sdlo se sostiene el rival porque esta entre las dos cuerdas y la madera del angulo. Benvenutti se mantuvo sélo por milagro. Después lo sirvié de vuelta, con esa punteria que tenia él. Que en el boxeo no cualquiera tiene, usted va a ver boxeadores sin grandes condiciones pero que bailan, y con el simple movimiento al rival ya se le desdibuja el blanco. A él no. El Flaco tenia también otra cosa, que es saber cerrarle el camino al rival. Porque usted le metié una mano al contrario y el otro la sintié pero empieza a caminar, a dispararse que uno le dice. Y bueno, el Flaco aprovechaba muy bien esos metros que tiene el ring para cercarlo. Aun en el medio de la soga, que es tan dificil, sin necesidad de tener el apoyo del rincén. Inigualable. Asi le pasé anos después acd, con Toni Mundini, el australiano, lo senté en el medio del ring, justo entre medio de las dos sogas. Era certero. Frio pero con agallas: uno de los dos, tres grandes campeones que tuvimos. El otro que yo considero una injusticia dirimir cual fue el més grande, es Pascualito Pérez, con el golpe de un mediano y la calidad casi de un Locche. A veces me pregunto qué hubiera sido del Flaco sin los trabajos que yo pagaba para ayudarlo. Yo creo que igual hubiera hecho buena campaiia, ne tan impecable, pero buena. En la historia del boxeo es muy raro un récord como el suyo, que hizo mas de cien peleas profesionales y perdié solamente tres: pero lo verdaderamente notable es que con esos tres tipos que perdio, después volvio a pelear y los liquide. A partir de que yo empecé con los trabajos misticos del Hermano Zelaya, nunca jamas volvié a perder el Flaco una sola pelea. Con nadie. 3Sabe en qué se notaba sobre todo la ayuda que le brindibamos? En la forma que el Flace escapaba a todo anilisis, a todo cilculo, Cuando decian esta vez si pierde, esta vez no fue tan bien preparado, no le dio tanto tiempo, ¢l lo hacia bien. Mire que defendié el titulo tantas veces, con otros grandes del boxeo mundial y a mas de uno lo dejé haciendo sombra con los arboles, como a Mantequilla Napoles. El mismo Valdez esta que le quiere hablar a los sema- foros pero ni puede por cémo le quedé la mandibula. Yo le tenia un carifio al Flaco, un cariiio..,, tanto como lo vine a odiar después, en ese tiempo lo queria como a un hermano. Aunque no nos cono- ci¢ramos, estibamos juntos en todo. Yo me ocupaba de ponerle la suerte a su favor, é] respondia con todo su profesionalismo, No lo voy a engaiar, no es que trabajaba solamente por él, yo también me salvaba, ganaba mi buena plata apostando con tanta tranquilidad que me daba igual si tenia que arriesgar veinte para sacar uno, porque ese riesgo no existia, juntar esa plata era como sacarle un dulce a un nife, Después perdi todo, me estafaron en un negocio que no tendria que haberme metido, pero eso no le voy a contar, baste decir que yo la lectura que hice es que Dios habra querido que la plata no me la ganara tan fiicil. No todo es suerte o son angeles: aytidate que los angeles te ayudardn. El Flaco era responsable, comia y tomaba lo que venga cuando no tenia que pelear. Pero decia: la pelea es tal fecha, y tres meses antes se terminaba todo, era lo mas profesional que pueda haber, Habjia que verlo en el ring, él le sacaba presién a Brusa, era al revés, Brusa sélo tenia que preguntarle como estas, te falta algo, y aflojarle el pantalén. Otra cosa notable: en una pelea dura, como es cualquiera con ese peso, cudntos boxeadores, digamé, no necesitan sentarse a deseansar. Ninguno. Termina un round y el boxeador normal va en auxilio del banquito, El flaco se apoyaba en las dos sogas y miraba a la gente. jSe quedaba parado! Extraordinario, Un guapo de verdad, Al Dani, que ya estaba grandecito, no le interesaba el boxeo. Ni los deportes en general, lagico. En cambio le tiraban los libros, Llegé la edad de ir a la escuela y de] Ministerio me mandaban una maestra a casa para que lo preparara. Brillante: esa era la palabra que nos decia siempre la senorita. Este chico es brillante. Pasaba los grados como si nada, estaba adelantado, ‘Yo al hermano Zelaya lo encontraba en privado, ya sea por la salud del Dani o por cosas del Flaco. Para ver las peleas me juntaba con los muchachos, aunque a ellos no les contaba nada del papel que yo jugaba en el espectaculo. Después las comentabamos con el Hermano Zelaya, que las veia por su lado. Analizabamos esos momentos evidentes en que sin nuestra ayuda espiritual se podria haber ido todo al diablo. Por ejemplo, contra Briscoe, cuando le metié esa mano, qué cosa notable, y al Flaco lo pararon las sogas, que si no sigue de largo hasta el vestuario. Hizo asi, se agarré, se incliné sobre la soga como hacia siempre él y miré el reloj para ver cuanto faltaba. ;Cuantas escenas de boxea- dores sentidos en el mundo se han visto que hayan tenido esa viveza? Ninguna, se lo digo yo que vi miles. Sentido y ala vez con esa pequefia luz que le permitid mirar el reloj para ver si podia llegar y como. {Después le pegs tanto a Briscoe, pero tanto en esa cabeza! No lo pudo tirar, no lo pudo voltear, pero le pego tanto que le hizo dos cabezas. Otro que le peg bastante al Flaco fue Boutier, se hicieron peleas parejas. Buen boxeador el francés, pero nada mas. Ese fue otro momento en que el Flaco no hubiera podido ganar sin mi, porque adonde iba se la llevaba a la Susana Giménez. Asi que el entrenamiento ya no era muy formal. El decia que se ponia alcanfor en el calzoncillo para no tener relaciones. Para mi que lo suplantaria con toda la preparacién, pero ese era un punto débil y tendria que haber estado agradecido de que estabamos ahi cubriéndole las espaldas, Un tipo que le metié una mano tremenda fue Gratier Tonna. Le pego una Pifia que yo crei que el Flaco no volvia mas. Pero se noté que estaba bien protegido desde ahi arriba, porque enseguida reacciond instantaneamente y para mi le debe haber hecho sentir el peso de la mirada. Le pone una mano a Tonna y el francés se cae apoyande las rodillas en el suelo y los pufios. Estaba perfectamente para seguir, no fue un golpe de nocau para nada, pero el tipo lo miré asi a su segundo, como queriendo decir yo no me levanto mis, usted perdonemé pero aca el sefor este le pegué y resulta se enojd mucho, mejor nos vamos. Para la pelea con Mundini lo vi entrenarse. Bueno: para el Flaco era jugar. Ese tremendo reach que tenia, esos brazos tan largos, Porque el Flace punteaba, ponia asi, unas cuantas manos, parecia nada mas para tenerlo lejos al rival... Tocaba. jA uno le parecia que tocaba! Porque habia indices después. Con esos Pequerios toques, a lo mejor al octavo, noveno, ya se notaba que al otro se le empezaban a poner los pies paralelos, las piernas en linea recta, Los pies, jve?, tienen que estar uno adelante y otro atras, asi, siempre en punta. Pies paralelos es signo que el boxeador no tiene coordinacién, lo mismo cuando busca asentarlos, cuando le cuesta levantar las manos, No necesariamente es cansan- cio, sino el efecto de los golpes. Otra cosa que tenia el Flaco, y esto nada que ver con los dngeles, lo que era suyo propio yo se lo recanazeo, es que pegaba

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