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El discurso psicologista:

Las aportaciones anglosajonas


DISEÑO URBANO Y PENSAMIENTO CONTEMPORANEO
2. L O S D I S C U R S O S R E F O R M U L A D O R E S 1945-1970

PSICOLOGISMO Y VERNACULARISMO cincuenta Inglaterra estuvo imbuida en la modernidad, los


valores tradicionales no se abandonaron completamente y,
En general se ha denominado discurso psicologista al desde nuevos principios, volvieron a reconsiderarse.
proceso que se produjo en ambientes pragmatistas, median- Efectivamente, la valoración de lo tradicional se inserí- EI proceso en
te estudios de elementos empírico-sensibles de lo bello para be dentro de un proceso más amplio, llevado a cabo desde británico
definir el qué y el por qué de lo estético. Pero esta teoriza- fechas muy tempranas por la publicación británica The
ción perceptiva, producida especialmente en el ambiente Architectural Review y, especialmente, por sus redactores
anglosajón, quedaría emparentada con un vernacularismo más activos, J. M. Richards y Nikolaus Pevsner. Tres ele-
práctico. mentos distintos, aunque vinculados entre sí, pueden iden-
Tiene en común, con el discurso ambiental visto en los tificarse en la línea editorial de dicha revista: la recupera-
dos capítulos precedentes, el intento de combinar categorí- ción del pintoresquismo, la búsqueda de una arquitectura
as tradicionales y categorías modernas. Pero su diferencia más humana, y la atención a los resultados urbanos de las
es doble. En primer lugar, una atención especial que se le New Towns. Al principio, se tomaría como paradigma la
concede al significado inmediato y primario de la forma y primera arquitectura nórdica (piénsese en el número de
no al proceso de formalización desde las necesidades natu- junio de 1947), llegándose a afirmar, como señala Kenneth
ralistas o socioculturales. Y en segundo lugar una mayor Frampton, "que la informalidad pintoresca era la propia
conexión con el racionalismo, de modo que si el discurso esencia de la cultura británica"181. No cabe duda de que el
ambiental es un intento de racionalizar lo tradicional, el psi- pintoresquismo -sea por el peso de la tradición sobre los
cologista es un proceso que aplica categorías tradicionales a gustos populares o sea por el influjo de la revista- tuvo su
las racionalistas; un intento de vernacularización de lo abs- reflejo en las construcciones inglesas de la postguerra. Sin
tracto y racionalizado. embargo, la aplicación del pintoresquismo al urbanismo dio
La diferencia es fundamental y da razón de ser a la dis- como resultado una proliferación de objetos extendiéndose
tinción entre los pensamientos estructuralista y semántico. infinitamente que impedían la relación entre sus habitantes
Efectivamente, el intento de racionalizar lo tradicional, como consecuencia de la disgregación interna182. La com-
como realidad dada, significa la búsqueda de una sistemati- probación de este hecho tuvo su reflejo en el polémico artí-
zación de la verdadera y auténtica complejidad social que, culo del propio J. M. Richard "The Failure of the New
en su andadura, terminaría, lógicamente, en un último Town" (1953), en el que exponía el fallo social, económico
estructuralismo. En cambio, el intento de incluir parámetros y arquitectónico de las nuevas ciudades jardín. La revista
vernaculares en un planteamiento racionalista, más o menos volvió a insistir en la misma dirección a través de un núme-
cerrado y sistematizado, no deja de ser una búsqueda de ro especial preparado por Ian Nairn, "Outrage" (1955), en
nuevas soluciones formales, en línea casi exclusivamente el que se denunciaba la denominada "subutopía", la unión
semántica. Pero este intento tendría una vertiente teórica y del ideal utópico a los suburbios.
otra práctica. La respuesta a estos desafíos tuvo dos fases. La primera
La vertiente teórica del discurso psicologista centraría su fue su rechazo explícito y la asunción de las categorías del
atención en lo perceptivo y, en el campo urbano, trataría de Movimiento Moderno, como se ha analizado en los dos pri-
objetivar y racionalizar lo más difícil de aprehender: el sig- meros capítulos (el "mixed development" y, especialmente,
nificado de la forma urbana entendida como percibida y, el New Brutalism británico). Pero hubo otra posterior que
por tanto, en relación con el comportamiento y reacción intentó recuperar la tradición inglesa desde parámetros más
sociales. Pero ese intento de validación perceptiva de la racionalizados y que aunaría, a éstos, la defensa de la huma-
forma urbana no se quedaría sólo para la justificación de las nización de la ciudad desde categorías que enlazaban con
manifestaciones modernas, sino que conduciría especial- manifestaciones tradicionales. Se defendía la necesidad de
mente a valorar los fenómenos tradicionales. Sus manifes- que el urbanismo no se limitara a la solución funcional de
taciones quedarían sobre todo en un nivel teórico, con dos la ciudad, sino que atendiera al modo en que la forma urba-
representantes: Gordon Cullen en Inglaterra y Kevin Lynch na es vista y usada. Se apoyaba así en el empleo de los valo-
en Estados Unidos. res subjetivos del hombre que, por otra parte, no eran
En la vertiente práctica, es importante notar que el ver- incompatibles con las aportaciones de la Arquitectura
nacularismo aplicado al diseño urbano se distingue del dis- Moderna, pero rechazaba su pobreza y elementalidad, y su
curso del Team X -aunque tiene sus conexiones-, en que no olvido de los intereses particulares y locales como emoción
se "reinventan" las formas, sino que se "redescubren" en la profunda de la vida en la ciudad. A través de la atención a
tradición. Y esto muestra que, a pesar de que entosaños las experiencias nórdicas detosarios cincuenta y sesenta, se
181 . FRAMPTON, Kenneth, Historia critica de la Arquitectura Moderna, Barcelona 1981.
182 . PEPPER. Simón, "Suburb, Townscape e pittoresco", en Casabella, n. 487-488 (64-67) de 1983.

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propuso una urbanismo que atendiera a la psicología del Actuaciones paradigmáticas


usuario, acumulando experiencias a partir de lo pasado, lo
concreto y el detalle. Suponía, por tanto, una reinterpreta- En las primeras New Towns, el modelo que se acoge se
ción de la arquitectura vernacular mirando a los gustos tra- acomoda a la existencia de un centro urbano, un área indus-
dicionales más que populares, distanciándose del humanis- trial (trabajo), y un ámbito residencial dividido en unidades
mo preconizado por los Smithson. vecinales (neighbourhood) para unos 5.000 ó 10.000 habi-
Tanto la vertiente teórica como la práctica pueden arti- tantes y de unos 600 metros de radio. Estas unidades que-
cularse, en su conjunto, en cuatro etapas: el pintoresquismo dan organizadas con clara influencia del otro lado del
vinculado a la primera generación de las New Towns, la Atlántico, agrupadas con su propio subcentro cada una, y
reacción práctica y teórica ante la falta de rigor en ese tiposeparadas entre sí por espacios verdes que no sólo tienen
de diseño, la salida hacia lo vernacular y las aportaciones como misión acotar el perímetro de cada una, sino que tam-
teóricas americanas. bién deben permitir una elasticidad para el desarrollo de
cada una de ellas. Las vías de comunicación de tipo supra-
LA PRIMERA GENERACIÓN DE NEW TOWNS municipal pasan a través de los dos núcleos principales, la
Y EL PINTORESQUISMO zona industrial y el "town centre"184.
El gobierno de postguerra trató de diseñar veinte New
Después de las primeras experiencias de la ciudad jardín, Towns y, de hecho, se realizaron catorce entre 1946 y 1951,
las soluciones para la demanda de alojamiento, provocada durante el mandato del gobierno laborista. Ocho de ellas
por la inmigración a la ciudad y por la necesidad de recons- dentro del London Green Belt, siguiendo la recomendación
trucción después de la segunda guerra mundial, condujeron de Abercrombie de un anillo de ciudades satélite. Quizá
a adoptar un nuevo modo de responder a la necesidad de Stevenage, por ser la primera de ellas, y Harlow, por su
vivienda. Ello se tradujo en la New Town Act de 1946, que éxito, sean las que pueden dar idea del modelo empleado en
propugnaba la continuidad de la idea de la Garden City. Las esta primera etapa.
convicciones howardianas de limitación al crecimiento Stevenage fue la primera New Town que se diseñó y el s
urbano desmesurado y también los trabajos de Abercrombie ejemplo que reúne las características que maduraron en esta
aplicados a la limitación del crecimiento de Londres, intro- primera generación. Se comenzó en 1946 con una superfi-
dujeron, por la vía práctica, la conciencia indiscutida de la cie de 2.440 hectáreas para una población de unos 60.000
necesidad de acotación de la ciudad. Como consecuencia habitantes y a unos 55 kilómetros al norte de Londres. En su
inevitable e imprescindible, la oferta de vivienda forzaba a planeamiento se dispuso claramente un centro urbano que,
establecer nuevas ciudades separadas de los grandes centros colocado junto a la estación de ferrocarril, estructuró la ciu-
urbanos183. dad. Aparecía una intención de "organización" interior, que
Las New Towns que se adoptaron fueron variando el adoptaba la segregación para la estructuración y distinción
modelo en el que se sustentaban, siendo ya de acervo común de zonas: residencia, centros de trabajo, circulación. Por
la distinción de tres generaciones correspondientes a tres otra parte, en la base del proyecto se adoptó el criterio de
modelos suficientemente distintos, que es conveniente repa- que las distancias a pie dieran el tamaño y relación entre los
sar, puesto que influyen, por su profundidad y detalle, en elementos, con intención de dar prioridad al peatón. Se pre-
enfoques del diseño urbano. La primera generación es tendían distancias máximas de tres kilómetros, aunque,
correlativa al tardío pintoresquismo inglés, la segunda corre finalmente, este criterio no se mantuvo.
paralela a la teorización del Townscape (y también del Una vez determinado el tamaño y su articulación con el
Brutalismo), mientras que la tercera queda envuelta en el centro, el uso del patrón americano llevó a la delimitación
vernacularismo de fines de los sesenta. de unidades vecinales de unos 10.000 habitantes. Más ade-
Respecto de la primera generación de New Towns, la ley lante, en otras New Towns, este patrón se disminuiría al
otorgaba un marco general para el desarrollo de las nuevas número aproximado de 5.000. Pero este modo de agolpa-
ciudades, optándose por la promoción pública en vez de las miento residencial será la norma práctica que seguirán las
iniciativas privadas de los barrios jardín. Gran parte de esta New Towns.
labor fue realizada según la modalidad del arquitecto muni- La yuxtaposición de estas unidades vecinales, o "neigh-
cipal medio, que se inspiraba en la arquitectura oficial nór- bourhood units" configuran el entorno residencial.
dica y, sobre la crítica a éstas se enmarcará la elaboración Rodeadas de espacio verde, están completamente separadas
teórica posterior para definir la ciudad. las unas de las otras con objeto de que mantengan su propia
singularidad. Cada unidad vecinal está formada por uno o
183 . Cfr. para todo este apartado OSBORN. Frederick J. y WHITTICK, Arnold. New Towns. Their Origins, Achievements and Progress, London 1977.
184 . MADANI POUR. Alí, The Principies of Urban Design in Brilish New Towns, Newcastle 1992.

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más supermanzanas, que consisten en agrupaciones rodeadas por una vía


de servicio en anillo, ramificada en fondos de saco que llegan hasta los gru-
pos de viviendas. Estas agrupaciones o "clusters", contienen un espacio
interior de carácter semipúblico. Las formas de las vías, como reacción a
las calles rectilíneas compactas de las ciudades industriales, eran delibera-
damente curvas, a menudo justificándose por la topografía. Fueron creadas
para proporcionar una imagen romántica de vida rural, tan evocada y admi-
rada por las clases medias. Las viviendas son normalmente viviendas uni-
familiares adosadas con doble orientación.
Los espacios verdes llenan los vacíos entre las distintas zonas de la ciu-
dad, y son los elementos que aporta la imagen rural esperada en una pobla-
ción "out-of-town". Pero precisamente, la relación entre el verde y los edi-
ficios urbanos y el carácter disperso de la ciudad fueron motivo de conti-
nua crítica como uno de los mayores "handicap" de las New Towns: la falta
de urbanidad. Los espacios de Stevenage son virtuales, con débiles arqui-
tecturas, en los que los edificios no buscan destacar. Las uniones y articu-
laciones entre tales subnúcleos, y entre ellos y el rodado quedan sin resol-
ver adecuadamente.
Harlow fue proyectada por Frederick Gibberd entre 1947 y 1948.
i Pensada para 60.000 habitantes, su construcción se prolongó hasta 1954 y
fue ampliada en 1973 hasta los 81.000 habitantes. Fue la ciudad que obtu-
vo mayor éxito entre las de la denominada primera generación. Aparte de
la organización de la zona residencial, lo que la convierte en paradigma es
el centro de la ciudad y la jerarquía de subcentros que desarrolla.
Gibberd dividió el área urbana en cuatro grandes sectores separados por
áreas verdes. Cada sector sería un barrio de unos 10.000 habitantes forma-
do por tres o cuatro unidades más pequeñas. Cada una de estas unidades
cuenta con su escuela elemental y un pequeño centro. Además, hay otros
centros intermedios que sirven a cada sector, que contienen, entre todos,
tantos comercios como el centro principal185. De esta forma, cada zona de
la ciudad está en contacto con la zona verde, que penetra en todas partes,
formando una serie de corredores continuos y recorridos peatonales. En
dichos espacios se encuentran las escuelas medias. La residencia vuelve a
organizarse según el mismo tipo de agrupación que describíamos en
Stevenage, a base de "clusters" de carácter semipúblico en torno a los cua-
les se dispone la edificación. Por ello es lógico que la tipología generaliza-
da sea de casa jas en hilera, aunque, esporádicamente, aparece algún
edificio alto. Las casas se rodean por espacios verdes públicos y privados.
Harlow cuenta con un centro principal de un tamaño considerable que
ofrece a la ciudad un equipamiento de gran calidad (centro cívico, oficinas,
áreas de negocios, edificios para espectáculos). Su morfología se basa en
una yuxtaposición formal de los edificios que, a pesar de su compacidad,
aún está alejada de las experiencias estructuralistas británicas: "No hay
duda de que Harlow, donde no existe en absoluto juego paralelo con metá-
foras de acrópolis, lo que se nos ofrece es una plaza de mercado real y lite-
ral, y por tanto se utilizan con discreción los aspectos individuales de los
propios edificios, y los propios edificios se amalgaman para aparentar poco
más que un envoltorio casual y aleatorio'"86.

185 . GALANTAY, Ervin, Nuevas ciudades. De la antigüedad a nuestros días, Barcelona 1968.
FIGURAS 96
186 . Cfr.ROWE, Colin, Ciudad Collage, Barcelona 1981, Pp. 62 y 63. Frederick Gibberd. PLan Harlow.
Gran Bretaña.

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Conclusiones un cuerpo doctrinal para encontrar las leyes estéticas que


rigen en el espacio urbano. Ahora bien, la conceptualización
La primera generación de New Towns creó un cuerpo de de esas leyes se basará preferentemente -por no decir exclu-
experiencia alrededor del cual afloraron muchas controver- sivamente- en lo perceptivo, en el empleo de los valores
sias. Pero las críticas, en general, fueron muy similares a las subjetivos; y ello es debido a que lo perceptivo se entiende
hechas a las primeras ciudades jardín187. Las principales dis- como una base común a cualquier estilo, ya que se funda-
cusiones fueron en torno a las unidades vecinales, su tama- menta en la naturaleza del hombre y no en las manifesta-
ño, su grado de aislamiento y su "antiurbanidad"188. ciones históricas. De aquí que tal intento tenga visos de
Así se llegaría a poner en duda su concepción global. cientificidad.
Por un lado su densidad: había demasiada dispersión en los Veamos los dos fenómenos.
asentamientos, tanto entre los núcleos residenciales como
entre éstos y las zonas de trabajo, de esparcimiento o de La segunda generación de New Towns
centros comerciales; lo que conducía a una importancia
excesiva del rodado y a la necesidad, por tanto, de su jerar- Se ha llamado segunda generación de New Towns al
quización. Por otra parte, su escasez de servicios, puesto período, correspondiente al gobierno conservador, com-
que no se había producido todavía la socialización masiva prendido entre 1951 y 1961, cuando se intentan paliar los
de ellos; esto obligaría a la necesidad de implantación de inconvenientes de la primera generación. La solución gene-
mayores centros comerciales, tanto a nivel de toda la ciudad ral es aumentar el tamaño de las nuevas ciudades, de mane-
como a nivel de sus barrios. Pero la falta de densidad y de ra que su autonomía funcional pueda ser más real. Además,
servicios era causa de carencia de vitalidad en el espacio se caracterizan especialmente por una mayor compacidad,
urbano. Como se ha visto, Richards llegó a denominar disminuyendo distancias y estructurando todo en torno a
"subutopía" al modelo propugnado, en que el mundo de uno o a varios Civic Center, pues la unicidad y compacidad
desarrollo universal de baja densidad sólo consigue una de un sólo y reducido centro cívico dejaba con faltas de
condición de vida que no es propia de ciudad, arruinando el definición y vitalidad a grandes áreas residenciales, que se
campo sin hacer ciudad18'. Y la dependencia de la gran ciu- tornaban en zonas dormitorio. El sentido del espacio públi-
dad sigue siendo precisa con los problemas de desplaza- co que se diseñe articulará mejor la masa residencial con los
miento y de congestión que supone. centros de la población, logrando cercanía entre lo mera-
mente residencial y los núcleos vitales.
LA REACCIÓN PRÁCTICA Y TEÓRICA: Ahora bien, la tendencia a que cada zona participara en
LA RAZÓN DE LA FORMA URBANA la vitalidad urbana llevaría a que el núcleo fundamental,
con ser uno, llegara a estructurar toda la propuesta, deri-
El período comprendido entre 1950 y 1960 aproximada- vando en soluciones más o menos ampliadas de tal núcleo.
mente, representa la reacción ante ese modo de hacer ciu- A la vez, se reduce la magnitud de las unidades básicas, sin
dad. Las experiencias alternativas más interesantes fueron pasar de 5.000 habitantes y sin segregarías por medio de
las referentes a la metodología con que se acometieron las grandes espacios verdes sin sentido urbano. Se mantiene la
ciudades de la segunda generación de New Towns y la teo- segregación vial como base de todas las propuestas, llegan-
ría del Townscape. Por vías distintas, intentaron validar la do a estudios muy pormenorizados de los tipos de vías que
forma de la ciudad a partir de su diseño o de su percepción debieran existir. Se abandona definitivamente la estética
respectivamente. pintoresquista; se rechaza la no adopción de la tecnología
La Segunda Generación tratará de superar definitiva- moderna al no ofrecer productos suficientemente acabados
mente la ambigüedad dada en el fondo entre la teoría por un precio asequible. Y , por último, el diseño del Centro
howardiana y la práctica real: entre un ideal más o menos Cívico se propone lineal, de modo que pueda situarse a 10
utópico y la tradición que conducía más a realizar suburbios minutos de cada vivienda. De sus modelos destacan espe-
para ciudades ya existentes que a la creación real de nuevos cialmente la realización de Cumbernauld y el proyecto no
asentimientos con todos los servicios necesarios. La bús- construido de Hook, auténticas concepciones de ciudad
queda de vitalidad urbana y de identidad es clara. Por su basadas en un diseño pormenorizado.
parte, el Townscape buscará un código formal que dé razón Cumbernauld, proyectada diez años después de las pri- a
de la estética de la escena urbana y, delegando los proble- meras New Towns, fue concebida para descentralizar la ciu- f
mas del conjunto de la ciudad en los "planners", elaborará dad escocesa de Glasgow (se encuentra a 24 kilómetros al
187 . Cfr. Parte I.
188 . MADANI POUR, Alf, The Principies of Urban Design in British Ven Towns, Newcastle 1992. Cfr. también BENEVOLO, Leonardo, La proyectación de la ciudad moderna, Barcelona
1978. Benévolo habla de una serie de puntos conflictivos que la primera generación había legado, entre los que destaca fundamentalmente la falta de densidad. Además, a pesar de la necesi-
dad que la ciudad jardín demandaba respecto al planeamiento superior, las actuaciones no se articulan en el territorio; hay olvido de las ciudades o de los núcleos urbanos existentes.
189 . Cfr. RICHARDS, J. M., "The Failure of the New Towns", en The Archileciural Review de 1953.

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sudoeste de ésta). Su plan (1958-60) mostraba un alejamiento radical de las pri-


meras New Towns, en línea con lo que su autor, Hugh Wilson, afirmaba: "las
nuevas ciudades deben ser consideradas laboratorios de urbanística, donde
podrían ser elaboradas las ideas para la reestructuración de las ciudades exis-
tentes".
Fue planificada de un modo fuertemente centralizado: una ciudad de forma
lineal, prácticamente en paralelo a la A80 que une Glasgow y Stirling, y una alta
densidad (85,5 habitantes por acre). Teniendo en cuenta el desarrollo imparable
del tráfico motorizado, posee dos redes viarias completamente diferenciadas,
una para peatones y otra vehicular. La red de calles para vehículos tiene cruces
acondicionados de generosas dimensiones, aunque la intención del plan siem-
pre fue la prioridad peatonal. Por ello se procuran caminos peatonales seguros,
formando una red continua a lo largo de toda la ciudad, en cuyo borde se sitú-
an escuelas, iglesias y, en general, los edificios de uso público. Se consigue que
al centro de la ciudad se pueda llegar de forma cómoda a pie desde todos los
barrios.
Se prevé un solo "Town Center": una pieza longitudinal de más de un kiló-
metro dispuesta a lo largo de la cumbre de la colina. Es un complejo concen-
trado y lineal, con accesos vehiculares y peatonales a múltiples niveles con
influencias evidentes del Team X. En él se agrupan muy variados usos públicos
(hoteles, edificios administrativos, oficinas, guarderías, centros sanitarios)
mediante la superposición de niveles en sección. Más que una plaza de merca-
do es una calle comercial cubierta. Como comenta Katzenstein, "es el primer
centro realizado como organismo compacto, aislado del contexto residencial y
formalmente unitario, al que se accede y atraviesa con vehículos, pero que -
debido a su organización estratificada- es recorrido solamente por peatones"190.
Sin embargo, este potente centro cívico se transforma en una megaestructura FIGURAS 97
Hugh Wilson. Proyecto. Cumbernauld.
donde los espacios entre los edificios son simples lugares de paso, y las circu- Gran Bretaña.

laciones, que se plantean por niveles, dan como resultado espacios carentes de
significado y peligrosos.
El proyecto de Hook intentó dar respuesta a una New Town para 100.000
habitantes. Fue proyectada en 1960-61 por el London County Council, pero
finalmente no fue realizada. Como pasara en Cumbernauld, en Hook se empe-
zó a tener en cuenta que el incremento de vehículos privados podía llevar a cam-
bios significativos en el diseño y, consecuentemente con la mentalidad segre-
gadora imperante, la red de calles para vehículos está totalmente separada de las
calles destinadas para peatones. La ciudad en sí se organiza en torno a tres via-
les rodados paralelos. Los dos exteriores sirven a las zonas residenciales y de
ellos parten los viales de penetración a los distintos barrios. Estos últimos dibu-
jan un trazado sinusoidal en torno a los viales principales. El vial central sirve
al centro comercial constituyendo su espina dorsal. De este modo el centro
comercial se alarga para que toda la ciudad viva de él. La red peatonal se plan-
tea con una morfología de peine que nunca coincide con la rodada en su traza-
do. A lo largo de estos caminos peatonales se concentran los principales servi-
cios y actividades.
Se estudia concienzudamente la sección de los barrios residenciales buscan-
do la combinación de circulaciones sin que éstas se lleguen a tocar. La red via-
ria peatonal está a nivel de terreno en la periferia, pero se va transformando en
sobreelevada al acercarse al centro de la ciudad. La red rodada y las zonas de
aparcamiento quedan siempre semienterradas en la zona residencial. Se advier-
FIGURAS 98
190 . KAZENSTEIN, E., "El centro de la nueva ciudad: Cumbernauld", en Cuadernos Summa-Nueva Visión, n. 4 de 1968. L. C. C. Proyecto no realizado. Hook.
Gran Bretaña.

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te una tendencia a una mayor densidad con tipologías de destacar dos aspectos fundamentales. Por una parte su ori-
cuatro a siete plantas, en sustitución de las unifamiliares gen, como réplica a los modelos urbanos del urbanismo
adosadas que se emplearon en las primeras experiencias. funcionalista que concentran su atención en un plano uni-
En el plan de Hook está patente la voluntad de que la versal y olvidan la emoción profunda de la vida en la ciu-
estructura de la ciudad sea coherente y fácilmente legible, dad susceptible de interpretaciones diversas desde el punto
reforzada con el área central de gran peso en el trazado de vista individual y colectivo. Y, por otra parte, su punto de
general, que busca ser el polo de toda la actividad de la ciu- partida, la constatación de precariedad y tardía configura-
dad. En este área central se combinan una zona residencial ción de la primera generación de New Towns, en las que
de alta densidad y el centro comercial con el resto de los una incorrecta aplicación del pintoresquismo, da como
edificios públicos. A diferencia del centro de Cumbernauld, resultado la subutopía o mera repetición de objetos arqui-
éste no se traza como una pastilla compacta, aunque sí apa- tectónicos sin vínculos que proporcionan un espacio digno
rece una clara vocación de compacidad entre los edificios de habitar"3.
agrupados. Para eliminar el aislamiento producido por los Su nacimiento se identifica con la aparición del artículo 1
anillos de aparcamiento detectado en otros casos, éstos se "The Art of Making Urban Landscape", en The ''
colocan bajo el área central mezclándose con los accesos a Architectural Review en 1944. J. Gibson, Gordon Logie y
múltiples niveles. Gordon Cullen son exponentes del movimiento. Pero es
Tanto Cumbernauld como Hook son una manifestación Cullen el que se presenta como el principal exponente de la
del intento de asumir, a través de la organización arquitec- conceptualización del fenómeno, con la publicación de
tónica, la complejidad del hecho urbano. De aquí que, aun- Townscape en el año 1961194.
que su arquitectura edificatoria fuera por otros derroteros, el El libro Townscape no es un volumen de investigación,
planteamiento se emparenta con las tendencias del Team X sino una recapitulación y continuación de la tesis general de
(las fechas corresponden al debate del momento). Pero los The Architectural Review, con la que el autor pretendía res-
resultados se encontraban alejados del carácter anglosajón, ponder a los requerimientos del momento; un momento his-
siempre ajeno a dogmatismos y cercano a solicitaciones tórico en el que se sentía la frialdad de los espacios del
individuales. La lógica de una zonificación funcional tan racionalismo. En este contexto es meritorio el interés del
fuerte produjo, como señala Benévolo, el problema de la autor por aportar un sistema de planificación en el que se
articulación de las zonas residenciales entre ellas y entre el tenga en cuenta las reacciones emocionales del ciudadano-
centro. Además, las separaciones entre estas zonas conducí- espectador, que surgen como consecuencia de su relación
an a la segregación sin identidad específica en cada una; y con los elementos del paisaje urbano.
se tendría prácticamente el mismo resultado, quedando cada La aportación de Cullen es la introducción de un arte, el
una de las subunidades como ciudades casi dormitorio, al arte del paisaje, que está basado en la relación y que surge
paso que el centro carecía de sentido a horas de falta de acti- como antítesis al aislamiento del edificio del Movimiento
vidad"1. Moderno que se cerraba en sí mismo y se alzaba como una
coraza sobre espacios abiertos a los que dominaba visual-
El fenómeno Townscape mente. El Moderno prestaba atención exclusiva al edificio,
y el estudio de sus relaciones con el entorno se analizaba
Según Colin Rowe, como contrapunto y como búsqueda desde la óptica funcional (soleamiento adecuado, ventila-
de otras formas de expresión surgieron dos derivaciones ción, etc.), olvidando las sensaciones que su imagen, posi-
distintas de la expresión arquitectónica del International ción y contenido (materiales, texturas) provocaban en el
Style. Una que ponía énfasis en lo expresivo estructural y usuario. Como réplica a este enfoque, Cullen centra su aten-
que daría lugar, con el tiempo, a las expresiones "high- ción en el paisaje edificado, más allá de las edificaciones
tech"; y otra que ponía énfasis en lo vernacular, teniendo individuales y da lugar a un programa disciplinar centrado
aquí el fenómeno "Townscape" un lugar insustituible"2. en las tensiones y relaciones formales que se generan en el
El Townscape o culto al paisaje de la ciudad es un fenó- área del diseño urbano, al hilo de concienzudos análisis grá-
meno de carácter claramente retrospectivo, una atención al ficos.
paisaje urbano que se apoya en la mejor tradición del lands- Cullen intenta sólo racionalizar las condiciones de la
cape inglés. En la aparición de este movimiento hay que percepción urbana aceptando, en el fondo, que la arquitec-
191 . Cfr. BENEVOLO, Leonardo, La proyectación de la ciudad moderna, Barcelona 1978.
192 . ROWE, Colin, Ciudad Collage, Barcelona 1981.
193 . NAIRN, Ian, "Outrage" en The Achitectural Review, n. 702 de 1955. Pp. 363-454.
194 . Cfr. CULLEN, Gordon, El Paisaje urbano, Barcelona 1978. Además de esta obra, realizó diversos estudios entre los que cabe destacar The Scanner (1966) que constituye el tercer infor-
me de las series Alean, en el que presta atención a la construcción de la ciudad, pretendiendo clarificar la situación existente en la planificación. Cullen (1914-1994) nace en Bradford, Yorkshire.
Se establece definitivamente en Londres en 1930 donde estudia Arquitectura y, en 1945, se incorpora a la plantilla de The Architectural Review permaneciendo diez años como Assistant Art
Editor. En 1956 comienza a trabajar como profesional liberal, labor que compagina con la tarea de asesor de planificación de diversas ciudades como Calcuta y Nueva Delhi y varias ciuda-
dcs británicas. Gordon Logic, con sa iióro rae O'róart Scene, contribuirá también a esta conceptuatización.

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tura interviene no como protagonista principal de la estructura de la ciudad -ya


existían los "planners"- sino tan sólo para definir estéticamente el ambiente. Por
ello, investiga las condiciones estéticas para la percepción de ese ambiente real.
Pero, aunque Cullen trata de elaborar un sistema racional para el diseño urbano,
establece exclusivamente como premisas unas bases subjetivas, prescindiendo
sin embargo de otros aspectos objetivos que también han de ser valorados por el
urbanista.
Teniendo esto presente, se entiende que se centre en el espacio libre y, como
tal, en sus posibilidades escenográficas. La relación entre los diferentes planos y
secuencias es básica para la emoción y el impacto visual del paisaje y obliga a
estudiar el grado de intensidad del contraste entre figura y fondo que, evidente-
mente, cambia según el movimiento del espectador. El dramatismo entre dos
escenas urbanas, dado por su diferencia, está, para él, en la base del disfrute de la
percepción. El sitio y el entorno son cosas diferentes y, por tanto, el elemento
clave de toda estética urbana es el contraste entre el "aquí" y el "allí".
La conclusión de Cullen, por esa vía, no puede ser otra que la variedad como
elemento básico en todo proceso de diseño urbano. La variedad, además, otorga
flexibilidad para la propia organización urbana, dada por "las líneas de vida"
(secuencias, líneas, puntos focales, anticipación o misterio), conduciendo todo
ello a considerar cada caso como particular. Esta insistencia en la variedad y
pecularidad de cada situación ayuda a reconocer las particularidades estilísticas
y compositivas del espacio moderno ante las teorías clásicas del Barroco; "pero
han abocado a una definición de lo específico de la identidad de un lugar como
'collage' (suma de elementos característicos) más que como traducciónfísicade
una voluntad creadora que busca aplicar un orden de conocimientos y estética
sobre el paisaje"195. En efecto, además de acercarse peligrosamente a una justifi-
cación del pintoresquismo, no explicita la organización o sistematización posi-
bles de tantos elementos ni tampoco su relación con la ordenación general de la
ciudad.
En definitiva, las ideas de Cullen quedaron, dentro de este marco, como una
aportación aislada, válida para análisis científicos, pero de difícil operatividad
por escasa sistematización para una metodología proyectual. Sin embargo, supu-
sieron la justificación para buscar otros caminos que se apartaran del estricto fun-
cionalismo.
EL VERNACULARISMO ANGLOSAJÓN
Como se ha comentado, en el intento de superación de la dialéctica moderni-
dad-tradición, hay una gran variedad de posturas, y la búsqueda de valores ver-
náculos brota en varios países, como mixtura entre las técnicas modernas y la
pretensión de recobrar ambientes tradicionales. Pero sería parcial toda esa visión
si no se hiciera referencia a su inflexión anglosajona. A este respecto, Charles
Jencks señala que lo neovernacular toma, en los años cincuenta y sesenta, dos
derivaciones: una, emparentada con el Neorrealismo, que se da en los ámbitos
latinos; y otra, en ámbitos anglosajones, con lo que denomina la expresión "neos-
hingle" -la vuelta a la madera y ladrillo tradicionales- en que la influencia neo-
empirista es evidente196.
Buscando otras formas más en consonancia con una humanización del
ambiente urbano concreto, en Gran Bretaña prende, por los años sesenta y como
\aielta desde posiciones racionalistas, una respuesta que, basándose en una arqui-
195 . BARBA, Rosa, "El Proyecto del lugar: entre el análisis del entorno y el diseño del espacio exterior", en Quaderns n. 153
de 1982. FIGURAS 99
196 . Cfr. JENCKS, Charles, Arquitectura Internacional. Ultimas tendencias, Barcelona 1989. Gordon Cullen. Teorizaciones: del libro Townscape.

131
José María Ordeig Corsíní

tectura vernacular, llega a una definición del espacio urba- cambio, comparar sus resultados con el urbanismo de final
no de alto interés. Esta respuesta, contemporánea a las últi- de los años 60 en los países escandinavos. De hecho.
mas experiencias de las New Towns"7, influirá decisiva- Erskine tomará elementos semejantes para sus propuestas,
mente, junto con las aportaciones nórdicas socioecológicas, con un evidente paralelismo en el proceso de integración de
en la formalización de la nueva idea de ciudad que la críti- lo vernacular y el entendimiento estructural del barrio.
ca posterior propugnará. De aquí su importancia en anali- En las manifestaciones más edificatorias destacan
zarlo. Robert Maguirre con Keith Murray, y Robert Matthew con
En el sustrato común de estas manifestaciones, se perci- Johnson-Marshall"'. Pero el contenido urbanístico puede
be -según Amery- un rechazo al monumentalismo de los verse con mayor nitidez en los trabajos del equipo londi-
grandes bloques de los años cincuenta y sesenta que se nense Darbourne y Darke. También tiene interés otros auto-
habían impuesto tanto para los centros urbanos como para res en que se percibe la síntesis entre esta tendencia y los
el "housing"198. La reacción se dirige a los conjuntos de ecos del Team X, como en Hayes.
viviendas y se descompone la escala de los grandes bloques
en una arquitectura doméstica, mediante la composición de Darbourne y Darke
balcones profundos, entrantes y retranqueos, así como en la
combinación de bajas alturas que responden a las diversas El equipo compuesto por los arquitectos John l
tipologías de viviendas. Se buscaba, de esta manera, evitar Darbourne, Geoffrey Darke, Bernard Grimes, Jeremy Lever F.
la sombra que los altos edificios causaban en el espacio y Michel Burgess comenzó sus trabajos urbanos en 1961
urbano, aunque su separación asegurara el soleamiento de con Lillington Gardens (1961-70), fruto de un concurso
los restantes bloques. La sensación de individualidad abierto planteado por el Westminster City Council para el
queda, de esa forma, reforzada; sin embargo, a pesar de la saneamiento de dicha área. La solución propuesta por el
baja altura (tres, cuatro o cinco plantas), la densidad sigue equipo se basa en una estructura de bloques que encierran
siendo alta, alejándose de las experiencias de la ciudad una concatenación de espacios interiores semipúblicos,
extensiva. divididos en ocasiones por algunos brazos de los edificios.
Además de ese nuevo enfoque del "housing", se puede Estos espacios se caracterizan por los lugares de juego, los
afirmar que hay una preocupación especial por el uso del cambios de nivel, la convivencia de equipamientos antiguos
espacio público de la ciudad, y se propugna la mezcla de y nuevos y las distintas visuales creadas. En ellos las aceras
usos de una manera particular: en vez de optar por la segre- y los caminos que recorren los espacios interiores de los
gación en áreas distintas, se introducen las actividades patios, y que llegan a los elementos verticales, forman una
comerciales y de equipamientos en la trama del tejido. red continua.
Todavía no se resuelve recuperando la calle tradicional y, En los patios no hay tráfico rodado, aunque existen via-
por tanto, con mezcla de usos en el mismo edificio, pero la les para casos de necesidad, pues los aparcamientos se dis-
proximidad y la escala proporcionada de las edificaciones ponen en sótanos, excepto en algunos bloques en que ocu-
que albergan estas actividades supone un paso definitivo en pan la planta baja. Se consigue, de todas maneras, una espe-
lo que, de modo casi paralelo, defendía Jane Jacobs por la cial vitalidad, puesto que las entradas a las viviendas se pro-
misma época. ducen por el interior de los patios quedando ocultas desde
Hay ciertos rasgos en el conjunto, como la diferencia- el exterior. De hecho, en las calles que configuran el perí-
ción rotunda de las escaleras, rampas y ascensores en las metro del conjunto residencial las fachadas quedan "retira-
esquinas de los bloques, que recuerdan a las tesis del estruc- das" de la alineación de la calle, aunque la falta de portales
turalismo holandés. Pero el camino es muy diferente como, queda compensada por la ubicación de equipamientos,
por ejemplo, en el empleo del ladrillo y en la elección de situados en el lado externo de los bloques y orientados a los
una escala menor, así como en el logro de integración de las barrios vecinos. Aquéllos que pertenecen propiamente al
distintas funciones en los espacios interiores. Se podría en conjunto residencial (lavandería, centro de reuniones) se
197 . La tercera generación muestra un giro en el modelo usado, evitando la ciudad cerrada y rígidamente jerarquizada, como se había concebido en la etapa anterior. Consecuentemente se
optará por distribuir en cada zona unos mínimos servicios, agrupándose todo ello en grandes supermanzanas. Aunque los principios de Cumbernauld y Hook permanecen parcialmente acepta-
dos, se vuelve a los principios de la primera, de manera revisada, retomando la idea de unidades residenciales separadas en lugar del establecimiento de áreas compactas de relativa baja den-
sidad. Cada unidad residencial se vuelve una entidad urbana unida a las demás en un patrón lineal. Pero a diferencia de la primera generación, las últimas New Towns se construyen en luga-
res en que ya existe una población considerable. La presencia del transporte público es otra vez el germen del diseño de la ciudad. La jerarquización rígida de la segunda generación se abre
entonces a una composición más flexible, en que entran a formar parte del diseño tanto consideraciones morfológicas del lugar (Runcorn) como la posibilidad de generar grandes distritos de
cierta autonomía donde puede caber la participación en el proceso constructivo de la ciudad (Milton Keynes). Se llegaron a realizar 12 ciudades. Quizá Milton Keynes, la New Town que fina-
lizó estas experiencias, sea la más paradigmática respecto a las características descritas. Para nuestro discurso no se precisa mayor referencia.
198 . AMERY, Colin, en The Architectural Review, n. 93 lde noviembre de 1974. Cfr. También AMERY. Collin, "Lifting the Witches Curse", en The Architecture of Darbourne and Darke.
London 1977.
199 . Como aproximación al diseño urbano realizaron diversos equipamientos universitarios, en línea con la respuesta masiva que se arbitró en Gran Bretaña para satisfacer la enorme deman-
da de estudios superiores que entosanos 60 se produjo. El Penbroke Co/tege en Oxford y fas viviendas para estudiantes Court 3 en la Universidad de Surrey (1968-1970) fueron obras de los
dos primeros, que en su construcción se basaron en el bloque de hormigón, consiguiendo un espacio urbano limpio: las cubiertas inclinadas y la atomización de la residencia personalizaban el
ambiente.

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DISEÑO URBANO Y PENSAMIENTO CONTEMPORANEO
2. L O S D I S C U R S O S R E F O R M U L A D O R E S 1945-1970

FIGURAS 100
John Dabourne y Geoffrey Darke. Lillington Gardens Housing.
Londres. Gran Bretaña.

FIGURAS 101
John Dabourne y Geoffrey Darke. Marquess Road Housing Estate.
Londres. Gran Bretaña.

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José María Ordeig Corsini

localizan, sin embargo, en la zona interna y tranquila de los exposición de trabajos que tuvo lugar de mayo a julio de
patios. Los edificios se presentan en bloques de tres, seis y 1977, Collin Amery y Lance Wright del Architectural
ocho plantas cuyas fachadas muestran multitud de vuelos, Review señalaron las causas de su éxito: "Reafirma virtu-
retranqueos y corredores exteriores. Las cubiertas de los des de la arquitectura doméstica particularmente ingleses.
bloques son planas. Mientras que muchas autoridades locales daban rienda
Recogiendo la experiencia de Lillington Gardens, suelta a una orgía de sistemas de edificación inhumanas.
Marquess Darbourne y Darke también construyeron el conjunto de Darbourne y Darke demostraron en silencio que algunas de
vamuwi Marquess Road Housing Estate en Londres (1966-76), que las cosas esenciales de la vida doméstica como puede ser la
representa una maduración de su discurso. En el solar había intimidad, los pequeños jardines o un buen diseño del pai-
una serie de edificios a conservar que lo dividían en dos saje urbano pueden proporcionarse también para altas den-
sectores arquitectónicos. Aprovechando tales circunstan- sidades y en ciudades muy caracterizadas por el uso de
cias trataron de dar una identidad coherente a cada una de materiales vernáculos". Darbourne y Darke defendieron así
las partes. Con un orden geométrico más riguroso, basado la búsqueda de una "felicidad doméstica"200.
en la dirección de las calles perimetrales, configuraron los
sectores. En ellos se combinan edificios de cuatro y cinco La difusión del estilo
plantas con otros de dos o tres formando patios semejantes
a los de Lillington. A los edificios se adosan plataformas En la línea mencionada se daría una abundancia de solu-
peatonales, "calles retranqueadas" de acceso a las vivien- ciones que sería prolijo enumerar. Pero, como se ha señala-
das, que por medio de rampas, escaleras o ascensores do, tiene interés mencionar a Francis O. Hayes puesto que
conectan con los caminos, espacios libres y niveles cubier- su vernacularismo posee referencias estructuralistas en las
tos a ras de tierra. agrupaciones urbanas; trabajó en la zona del Southwark de
Las entradas, como en el caso anterior, se producen por Londres.
el interior de los patios desde los caminos peatonales y las Bonamy Street (1964-68) está emplazado en el interior 1
fachadas quedan retiradas del perímetro exterior, reducién- de un conjunto ferroviario e industrial al sur del Támesis F¡¡
dose el ruido procedente del exterior. Calles estrechas y (en Southwark). La carretera que conduce al puerto corta el
curvas conducen a los patios, dan acceso a los garajes sub- barrio en dos partes triangulares. El proyecto propone la
terráneos y terminan en plazas reducidas destinadas al apar- construcción de una serie de bloques en forma de greca que
camiento al aire libre. Los caminos que discurren por los se desarrollan paralelamente de Norte a Sur del lugar.
patios pueden ser utilizados por vehículos en caso de nece- Los bloques, de tres o cuatro plantas, van formando
sidad, pero siempre el coche queda subordinado a los pea- patios de vivienda relativamente reducidos para los pisos,
tones. principalmente orientados en dirección este-oeste. Las
El conjunto da la sensación de ser una creación de los viviendas tienen los accesos en planta baja, sobre las gale-
propios ocupantes. Cada parte ha sido diseñada para dar rías abiertas y a través de los caminos peatonales que trans-
una impresión de producción artesana, como si el total se curren por encima de las cubiertas de los garajes. El apar-
hubiera ido generando durante un largo período de tiempo. camiento se ubica a lo largo de la calle, bajo las edificacio-
De nuevo el material empleado es el ladrillo inglés, tanto en nes a nivel de semisótano. Existen pasajes rodados bajo las
muros portantes, paramentos exteriores o muretes de jardi- edificaciones que permiten circular por la totalidad del
nes, y las cubiertas son planas. Los tipos residenciales y la barrio en caso de necesidad. Allí donde se suprimen brazos
clase de organización arquitectónica elegidos dan a todas de los edificios nacen plazas que siguen todas ellas un
las viviendas un carácter de casa unifamiliar y no de pisos, modelo similar, predominando la pavimentación. Los equi-
obteniendo cierta privacidad para los ocupantes. Uno de los pamientos se agrupan todos ellos en el centro abrigando una
objetivos era facilitar terrazas particulares que dieran a los plaza de estancia.
patios comunes. Y así existe una gran variedad de espacios Este proyecto, y en general los de este arquitecto, adop-
abiertos interiores, así como de terrazas, balcones y entra- ta una solución más austera que los de Darbourne y Darke.
das. Las estructuras que forman los patios se repiten de un modo
Este estilo se convirtió a finales de los sesenta, para una ordenado interrumpiéndose únicamente en puntos singula-
Gran Bretaña ideológicamente incierta, en el estilo al que res o en los propios bordes del solar. Aunque formalmente
uno podía recurrir cuando no había otras direcciones claras. similar a las soluciones en "redent" propuestas por Le
Era aceptado por el público, porque no se alejaba demasia- Corbusier, el barrio de Bonamy Street presenta una imagen
do de la tradicional casa familiar, y enlazaba con la privaci- amable dada por su acercamiento a la pequeña escala e inte-
dad anglosajona que no desea ser ostentosa. A raíz de una rés por los detalles, tanto en la edificación como en los
200 . Cfr. AMERY. Collin. "Lifting the Witches Curse", en The Architecture of Darbourne and Darke, London 1977.

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DISEÑO URBANO Y PENSAMIENTO CONTEMPORANEO
2. L O S D I S C U R S O S R E F O R M U L A D O R E S 1945-1970

espacios urbanos. Pero puede apreciarse todavía influencia del


Team X en la segregación de lo peatonal a través de calles ele-
vadas conectadas por núcleos verticales y en la mayor segrega-
ción del tráfico.
LAS APORTACIONES AMERICANAS
El camino emprendido en la década de los sesenta en
Inglaterra muestra, en definitiva, una vuelta a valores humani-
zadores a través del cuidado de la forma y de la escena urbana
(escala, materiales, fragmentación) dentro de la aceptación ya
consolidada de nuevas tecnologías y soluciones urbanísticas,
un regreso a lo vernacular desde las conquistas logradas por el FIGURAS 102
F. O. Hayes, Boroueh Architect. Bonamy Street Southwark.
racionalismo. Londres. Gran Bretaña.
Pero paralelamente a este despliegue, en América se des-
arrolla un proceso conceptual teórico llamado a tener un eco
internacional inusitado. El exponente principal es Kevin
Lynch, pero el proceso general abarca también otras múltiples
investigaciones que tendrían difusión algo más tarde, imbri-
cándose en la etapa urbanística posterior de crítica hacia el
Moderno, como serían las tesis de Jacobs o de Alexander, den-
tro de los parámetros behavioristas americanos.
Sin embargo, es común en todo el proceso, la búsqueda,
como en las aportaciones teóricas británicas, de unos principios
básicos, válidos para el diseño urbano, en la relación entre la
percepción de las formas físicas y la conducta del hombre.
Suponiendo una naturaleza humana común en diversas cir-
cunstancias de espacio o tiempo, es evidente que esa influencia
vendría determinada por las condiciones de la percepción.
Consecuentemente, el intento es otra racionalización de la esté-
tica de la percepción; pero, en este caso, no sólo referenciada a
la escena urbana, aislada del conjunto, sino a la estructura de la
ciudad. Se sitúa así en una postura más sistemática frente a la
meramente empirista inglesa, representando el intento de sub-
sumir en una misma teoría perceptiva el Town Planning y el
Town Design.
El trabajo más representativo es la valoración psicologista
de Lynch, recogida primordialmente en su libro La imagen de
la Ciudad, publicado por vez primera en 1960. Su aportación
no escapa al pensamiento estructuralista de la época: como el
propio Lynch lo definió, su trabajo descansa en un estructura- hWh-rt
lismo aplicado a la experiencia psicológica de la forma urbana.
Pero, como señaló Eco, utiliza un código para una interpreta-
ción semántica de la ciudad2"'. Es, por tanto, un entendimiento
de signos urbanos, muy distinto del enfoque etnológico que se
diera en el estructuralismo holandés.

201 . Cfr. ECO, Umberto, "Función y signo: la semiótica de la arquitectura", en BROADBENT, FIGURAS 103
Richard y JENCKS, Charles, El lenguaje de la arquitectura. Un análisis semiótica, México 1984. F. O. Hayes. Norlh Peckham, Southwark.
Londres. Gran Bretaña.

135
José María Ordeig Corsini

Kevin Lynch como sigue:


- Las sendas, o caminos, por los que el observador se
Los trabajos de Lynch como profesional abarcan desde mueve. Para muchos son los elementos predominantes y
el diseño urbano a la planificación global de la ciudad, y sus organizadores de la imagen de la ciudad.
investigaciones y enseñanzas se han centrado fundamental- - Los bordes, o líneas de demarcación. Fronteras o solu-
mente en la búsqueda científica de un método que dé razón ciones de continuidad. No se usan como sendas ya que son
de ser a la experiencia percibida del entorno que habitamos referencias laterales pero sirven para mantener la cohesión
de manera generalizable202. de zonas enteras.
Lynch parte, en línea con el Moderno, de que la arqui- - Los barrios, o áreas de dimensión mediana donde el
tectura interviene en lo urbano como formalizadora: la ciu- observador entra, identifícables desde el interior y utiliza-
dad, como la arquitectura, es una construcción en el espa- bles desde el exterior como referencia.
cio pero a vasta escala. Ahora bien, la intervención de la - Los nodos, focos o puntos estratégicos de una ciudad,
arquitectura tiene una aportación definitiva, no dada por de cruzamiento o convergencia de sendas, de uso intensivo
consideraciones etnológicas, naturalísticas o sociológicas y puntos de partida o meta en los movimientos del obser-
como habían sugerido los anteriores discursos, sino de tipo vador.
formal en cuanto que afecta a nuestra percepción. En con- - Los hitos, o señales, símbolos que establecen una rela-
secuencia, se percata de la necesidad de plantear las condi- ción visual o semántica y sirven de orientación y localiza-
ciones de esa forma como punto clave para poder definir la ción radial. Pueden tener valor general y amplio, o local y
razón de ser del espacio urbano. limitado.
Como punto de partida se da cuenta de que la estructura Estos elementos espaciales serían el material necesario
física de la ciudad, materialización del orden que todo planpara trabajar desde un punto de vista formal en el diseño
propone, debería servir, dentro de esa percepción, en primer urbano. Pero quedaba todavía la definición de las condicio-
lugar para orientar al ciudadano, para reconocer el sitio y, nes de diseño para la interrelación entre tales elementos.
en consecuencia, se pregunta: ¿qué condiciones debe tener Tales condiciones de diseño, en cambio, quedaron en su
la forma para que ella misma sirva de pauta de orientación teoría como lo más discutible, siendo, en cambio, lo más
al ciudadano? La respuesta es inequívoca y da título al pri- importante.
mer libro de Lynch: la "imaginabilidad", que significa iden- En efecto, en su primer libro se queda en una serie de
tidad, estructura y significado. Es decir, la forma debe ser sugerencias genéricas. Por ejemplo, para las sendas se reco-
susceptible de representación mental para poder identificar- mienda el acentuar aspectos como la continuidad, la cuali-
se con ella. Ahora bien, requisito previo de esa imaginabi- fícación distintiva, la claridad de dirección, el sentido d
lidad es su "legibilidad" o capacidad de ser fácilmente per- progresión, incluso una organización que recuerda la
cibida: la legibilidad es la cualidad esencial de la imagina- secuencia melódica (introducción, desarrollo, culminación,
bilidad para la buena disposición de la ciudad. Sin embar- final). O también, para los bordes sugiere que deben ser
go, para que se dé tal legibilidad hay que interrelacionar los visualmente distinguibles; o para los hitos que deben des-
elementos formales del espacio urbano, que implica dos arrollar su singularidad y el efecto de contraste con el
cosas: saber en primer lugar cuáles son esos elementos y fondo. Pero hay ausencia de una estructura general que dé
conocer en segundo lugar las condiciones de relación de razón de la combinación de estas condiciones. Por ello, pos-
éstos. teriormente, Lynch tendrá en cuenta otros factores para el
Es indudable que la gran aportación de Lynch ha sido la buen planeamiento, factores que ya se apartan del primer
definición de tales elementos, que se apartaban de paráme- discurso emprendido y repiten ideas propias de un planea-
tros extradisciplinares para centrarse en categorías nítida- miento interdisciplinar: valoración de lo existente, funcio-
mente urbanas. Se puede afirmar que abrió un camino nes, gestión203.
estrictamente urbanístico al centrarse en el estudio de los Como afirma Paolo Sica, La imagen de la ciudad es "el
espacios colectivos, pues, en efecto, la definición de tales primer intento sistemático de regularizar la lectura urbana,
espacios se presentó como novedad estrictamente formal a mediante el estudio de categorías de referencia a través de
la vez que urbana. Lynch resume y clasifica los elementos las cuales se realiza la percepción. El éxito de este análisis
202 . Kevin Lynch nació en Chicago. Illinois, en 1918. Cursó estudios en la Universidad de Yale (1935-1937), en Taliesin junto a Frank Lloyd Wright (1937-1939), en el Renssealer Polytecnic
Institute (1939-1940) y en el Massachusetts Institute of Technology. Fue profesor de Planificación urbana en el Departamento de Estudios Urbanos y Planificación del M1T desde 1948 hasta
su muerte en 1983. Las a continuación expuestas son, de forma resumida, las líneas de trabajo que. cronológicamente, se trazó Lynch: estudio, lingüística y percepción de la imagen urbana que
utiliza el ciudadano (plasmado en The Image of the City); planificación en la práctica sobre el lugar urbano con sus principios y técnicas (Site Planning); la percepción en movimiento como
modo usar y disfrutar las ciudades (The Viewfrom the Road); el uso de ¡a ciudad y la percepción de su cambio a través del tiempo (What time is thisplace?) y la teoría para conseguir un buen
entorno habitado (A theory ofgood clty form). Puede consultarse en castellano en La Imagen de la ciudad, Buenos Aires 1976; Planificación del sitio, Barcelona 1980; ¿De qué tiempo es estt
lugar?, Barcelona 1975; La buena forma de la ciudad, Barcelona 1984.
203 . LYNCH. Kevin. La buena forma de la ciudad, Barcelona 1984.

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DISEÑO URBANO Y PENSAMIENTO CONTEMPORANEO
2. L O S D I S C U R S O S R E F O R M U L A D O R E S 1945-1970

procede de la elementalidad y generalidad inmediata del lizar los elementos de Lynch enlazándolos con el ser del
procedimiento que supera a los intentos de tipologizar los hombre207 pues, según él, tales elementos son capaces de
hechos urbanos anteriores (Tricart, Sitte) y posteriores estructurar el espacio urbano porque responden a condicio-
(Rossi, Krier, Norberg Schulz, Gordon Cullen)"204. nes de la existencia humana.
Sin embargo, es una repercusión parcial. Aunque tienen Enlazando con posturas cercanas a Heidegger plantea
un gran valor analítico, falta la vertiente proyectual, porque fenomenológicamente lo que llama el "espacio Existencial"
falta lo más importante, el desarrollo de aquéllas condicio- y el "espacio Arquitectónico", después de considerar otros
nes de interrelación. Y se podría afirmar que, efectivamen- tipos de espacios según el enfoque con que se observen. El
te, construye un método sistemático y generalizable para espacio Existencial, reclamado por la naturaleza del hom-
una aplicación científica, es decir, analítica; pero no para bre, conecta con los principios básicos heideggerianos: cen-
una aplicación técnica, es decir, sintética. Y es que en esas tro, dirección y áreas. Centro es el punto de estancia al que
nuevas fundamentaciones no analiza lo más importante, las se refiere todo lo demás (el lugar); dirección es la relación
pautas de relaciones entre sendas, nodos, hitos, bordes, en con lo "otro", que puede ponernos en marcha (el camino); y
función de un todo superior, que daría coherencia a la defi- área es el dominio cercano al centro, dado por la posibilidad
nición de cada uno de ellos. Por ello, Rosa Barba señaló de direcciones (la región).
agudamente que la interpretación de Lynch es semiológica Arquitectónicamente este planteamiento coincide con
y no estructural, referida sólo a los elementos de percepción los tres elementos básicos de los cinco que plantea Lynch,
que integran ya el paisaje. Es decir, se fija más en el esce- y respectivamente serían nodo o hito, eje o senda y distrito
nario existente que en la estructura relacional que hace posi- o barrio. De esta manera el espacio Existencial y el espacio
ble la intervención205. Arquitectónico son paralelos, y el enlace entre ellos son,
también respectivamente, el sentido de lugar, de camino y
La difusión de los estudios perceptivos de región, espacios fundamentales en Norberg-Schulz.
Esos espacios se van articulando a diversos niveles. Una
De todos modos, las aportaciones de Kevin Lynch tuvie- región determinada se compondría de lugares, caminos y
ron una repercusión generalizada porque supusieron la áreas. A su vez, un área de tal región se compondría, en otra
apertura de dos líneas de trabajo. Por un lado, abrir un escala, de otros lugares, caminos y áreas. Concluye así que
campo para ver qué formas son las que debe manejar el en la realidad existe un sistema de centros, caminos y áreas,
arquitecto en el urbanismo, mediante la identificación de que en el fondo es un sistema de sistemas. En cada nivel
los elementos formales propios, que vendrían a ser, con será necesario un cierto grado de identidad y de legibilidad,
otros puntos de partida diferentes, las formas "arquetípicas" es decir, de las condiciones de relación entre esas formas
que buscaban los estructuralistas holandeses. Y, por otro, básicas.
abrir otro campo hacia nuevas fundamentaciones formal-
arquitectónicas para la definición de la ciudad; es decir,
establecer nuevos criterios distintos del funcionalismo del
Moderno para la validez de las relaciones urbanas, como la
legibilidad, la identidad o la orientabilidad, todos ellos en
conexión con la percepción intersubjetiva.
A raíz de esos principios formalizadores, muchos auto-
res han realizado ensayos enlazando la forma urbana con la
percepción como relación clave para conseguir un ambien-
te cívico adecuado, especialmente en los ambientes anglo-
sajones, intentando colocar el urbanismo bajo una óptica
disciplinar, que ya era reclamada casi por los mismos años
por Aldo Rossi206.
Es de destacar especialmente la aportación de Norberg-
Schulz, que supone una reflexiónfilosóficasobre el espacio
como base de trabajo de la arquitectura. En su libro
Existencia, Espacio y Arquitectura, además, llegó a genera-
204. Cfr. SICA, Paolo, La imagen de la ciudad. De Esparta a Las Vegas, Barcelona 1977.
205 . Cfr. BARBA, Rosa, "El Proyecto del lugar: entre el análisis del entorno y el diseño del espacio exterior", en Quaderns, n. 153 de 1982.
206 . Se pueden citar, como ejemplo, a Yoshinobu Ashihara, Antoine Bailly y Edmund Bacon. Cfr. ASHIHARA, Yoshinobu, El diseño de espacios exteriores, Barcelona 1982. BAILLY,
Antoine, La percepción del espacio urbano, Madrid 1978. BACON, Edmund, Design of Cities, London 1975. Philippe R. Panerai recogería también este tipo de tesis, pero combinándolas con
las aportaciones de la Tendenza. Cfr. PANERAI, Philippe R. y DEPAULE, Jean Charles, Elementos de análisis urbano, Madrid 1983.
207 . NORBERG SCHULZ, Christian, Existencia, Espacio y Arquitectura, Barcelona 1975.

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