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La piel muestra al exterior nuestro estado orgánico interno y en ella y por ella se muestran también

todos nuestros procesos y reacciones psíquicos.


Algunas de estas manifestaciones son tan claras que cualquiera puede observarlas: una persona se
pone colorada de vergüenza y blanca de susto; suda de miedo o de excitación; el cabello se le eriza
de horror, o se le pone la piel de gallina.
Nos sentimos despellejados vivos, le arrancamos a alguien la piel, tenemos afinidades o rechazos de
piel, decimos que un niño es la piel de Barrabás, enrojecemos de ira, andamos con los nervios a flor
de piel.
Bajo una piel muy sensible hay un alma muy sensible también: tener la piel fina, mientras que una
piel áspera nos hace pensar en un pellejo duro.
Con la piel nos rozamos y establecemos contacto unos con otros.
El contacto, ya sea un puñetazo o una caricia, se establece por la piel.
La piel puede romperse desde el interior por una inflamación, una erupción, un absceso o desde el
exterior por una herida o una operación. En ambos casos, nuestra frontera es atacada.
La piel tiene que gustar para que el otro nos quiera.

La piel desempeña en el cuerpo humano, entre otras, la función de envoltura y barrera respecto al
exterior.
La piel representa nuestra individualidad, y los problemas dérmicos suelen significar que de algún
modo la sentimos amenazada. Tememos que otros tengan poder sobre nosotros.

Individualidad: Cualidad por la que una persona o cosa se distingue de las demás.
La piel refleja nuestros sentimientos internos de un modo constante. La piel es nuestra frontera
material externa y, al mismo tiempo, a través de la piel estamos en contacto con el exterior, con ella
tocamos nuestro entorno. En la piel sentimos el mundo que nos rodea y de la piel no podemos
salirnos. La piel refleja nuestro modo de ser hacia el exterior y lo hace de dos maneras.
Por un lado, la piel es la superficie en la que se reflejan todos los órganos internos. Toda
perturbación de uno de nuestros órganos internos se proyecta en la piel y toda afección de una
determinada zona de la piel es transmitida al órgano correspondiente.
Tener la piel dura equivale a decir que muy pocas pueden afectarnos, la piel fina sugiere que somos
muy vulnerables y no podemos resguardarnos fácilmente en nuestro interior.
En general, la piel se relaciona con la valoración que se tiene de sí mismo ante el exterior.
Cómo creemos que nos ven los demás, y cómo expresamos nuestras inseguridades, incertidumbres
y preocupaciones más profundas.
Por ser la envoltura corporal, representa entonces, la imagen que el ser humano tiene de sí mismo.
Una persona que quiera saber qué imagen tiene de sí misma solo tiene que describir su piel.
La piel es un órgano muy visible para uno mismo y para los demás, por lo tanto, cuanto más obvio
sea el problema, y más moleste, con más énfasis indica la forma de pensar y las creencias que tiene
una persona respecto de sí misma, qué le molesta, y la urgencia que tiene de que eso se note.
Cualquier problema en la piel se relaciona con la vergüenza que la persona afectada siente ante sí
misma.
Le concede demasiada atención a lo que los demás puedan pensar de ella, así como a sus juicios.

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escuchas?
Sandra Gigliotti – sandri@infinitoholistica.com - Tel. 0351-156-176605
No se permite ser ella misma y se rechaza fácilmente. A menudo se siente herida en su integridad.
También es una persona muy sensible a lo que sucede en el exterior, que se deja tocar demasiado
fácilmente por los demás (en sentido figurado) y a la que le resulta difícil amarse tal como es.
Cuando el problema dérmico se acompaña de pus, significa que no se soporta a alguien o algo,
hasta el punto de que te ocasiona ese problema para alejarse. Un problema dérmico grave es un
recurso excelente para alejar a los demás.
La piel ayuda a establecer el contacto con otras personas, pero también puede ser un medio para
aislarse.
Una persona puede avergonzarse tanto de lo que es o de lo que podría ser, que se rehúsa a
acercarse a otro y utiliza su problema como excusa. Se vuelve "intocable".
Quisiera "mudar de piel", es decir, cambiar por completo.

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