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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


VICEMINISTERIO DE EDUCACIÓN PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD MILITAR BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA
CATEDRA: DERECHO MARITIMO
PROFESORA: ABG.MSC. DANIELA CHACÓN

Naufragios y el Derecho Marítimo

INTEGRANTE:

Luis Enrique, Montilla Montaña V- 14.298.560

Fuerte Tiuna, Octubre 2021


INTRODUCCIÓN

Partiendo de la premisa que el Derecho Marítimo está constituido por


el conjunto de normas que regulan el régimen de las aguas, de las naves y el
comercio marítimo; siendo este esencialmente un hecho de carácter
internacional, el Derecho que lo regula debe tener tal carácter, pues en caso
contrario, se origina un verdadero caos en las relaciones jurídicas resultantes
de actos de comercio marítimo internacional.

Se entiende por buque náufrago aquella embarcación que se ha ido a


pique y consecuencialmente se ha hundido en las profundidades del mar,
sino también aquella que a consecuencia de un siniestro marítimo ha sufrido
daños considerables en sus partes fundamentales que la transforma en un
despojo ingobernable y deja de ser apta para su finalidad esencial que la
navegación, y representa un peligro para la navegación, está en la obligación
de removerlo y marcarlo, siendo además responsables ante el gobierno de
un Estado determinado por cualquier gasto en que éste incurra por la
ejecución de tales operaciones, pudiendo incluso llegar a ser responsables
ante terceros cuya propiedad haya sido dañada a consecuencia de estos
naufragios.

Una vez teniendo claro ambos conceptos básicos importantes para la


materia del Derecho Marítimo, debemos conocer también quienes están
sujeto a derecho en caso de una obligación por la presencia de los restos de
naufragios. Ya que existe una Convención que regula estos siniestros.

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Naufragios y el Derecho Marítimo

De acuerdo con las Normas del Derecho Marítimo, ha permanecido


inmutables es decir no ha sufrido cambios a las nuevas situaciones
imprevisibles ya que está constituido por una serie de normas arcaicas,
afectando la evolución de la tecnología y su fundamento siguen siendo los
mismos. Es decir, son normas atípicas con relación al Derecho Común.

Remontando a la Historia del Derecho Marítimo en la antigüedad de


los imperios se imponía un carácter universal a sus leyes y costumbres
marítimas, las codificaciones de usos y costumbres regían en zonas
geográficas, a transcurrir el tiempo se modificó un poco las Leyes durante el
siglo XVI con la prohibición que las naves extrajeras arribaran a sus colonias,
solo eran un derecho para los buques de propia bandera para proteger a las
ciudades de acciones vandálicas.

El Convenio sobre Remoción de Restos de Naufragios (Wreck


Removal Convention), conocida como la Convención de Nairobi, discutida en
la conferencia diplomática organizada en la ciudad de Nairobi, Kenia, en el
año 2007, bajo el auspicio de la Organización Marítima Internacional (OMI),
es el convenio que establece las normas internacionales y procedimientos
uniformes para garantizar la pronta y efectiva remoción de restos de
naufragios localizados más allá del mar territorial y el pago oportuno de la
indemnización por los gastos ocasionados.

Entre los convenios en materia ambiental de la OMI, Venezuela sólo


ha suscrito el Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los
Buques, 1973, modificado por el Protocolo de 1978 (MARPOL 73/78
(enmendado), de una larga lista de Convenios en la materia.

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El Instituto Nacional de los Espacios Acuático ha emprendido acciones
en pro de la ratificación del Protocolo de 1996 que reforma el Convenio de
Londres, el Anexo VI de MARPOL, sobre la prevención de la contaminación
atmosférica por los buques, de gran importancia para la preservación,
conservación y uso sustentable de los espacios acuáticos e insulares del
país.

La Convención internacional sobre salvamento marítimo,


(SALVAMENTO 1989), la cual no ha sido ratificada por Venezuela, por ser
Leyes arcaicas, y el Comité Marítimo Internacional (CMI), que ha mantenido
un constante y tenaz interés por los problemas de la unificación del Derecho
Marítimo Privado y Público.

Aspecto muy importante de este ensayo es que con la información


recabada en el presente escrito podemos denotar que Venezuela en la
mayoría de los Convenio y Leyes existente no se encuentra suscripto, hay
que buscar más al detalle y ver la inconformidad de su no participación, para
nadie es un secreto que las mayorías de las Organizaciones que nuestro
país ha renunciado o no pertenece es porque sus estatutos internos solo
favorecen a una Nación dominante.

La Convención define los restos de naufragio de la siguiente manera:


“Se entiende por restos de naufragio no solo el buque varado o hundido, sino
cualquier parte de cualquier objeto que haya caído al mar proveniente de
dicho buque, así como también un buque que esté a punto de hundirse o
quedar varado, siempre que no se hayan adoptado ya medidas eficaces para
auxiliar al buque o salvaguardar otros bienes que se hallen en peligro ”.

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El Estado afectado deberá determinar, si la existencia de los restos de
naufragios, constituyen un riesgo, para la navegación o el medio ambiente de
dicha zona, y de ser así se activará el proceso de señalización (balizase) y la
remoción de los mismos. Para poder efectuar esta determinación, el Estado
afectado deberá tomar en cuenta: a) Tamaño, tipo y construcción de los
restos de naufragio; b) Profundidad del agua de la zona; c) Amplitud de las
mareas y corrientes de la zona; d) La existencia de zonas marinas
especialmente sensibles; e) La proximidad a rutas de navegación, la
densidad y frecuencia del tráfico; f) El tipo de tráfico; g) La naturaleza y
cantidad de la carga transportada, y los daños que podría producir dicha
carga; h) La vulnerabilidad de las instalaciones portuarias; i) Las condiciones
meteorológicas e hidrográficas imperantes en la zona; j) La topografía
submarina de la zona; k) La altura de los restos de naufragio, es decir, si los
mismos se encuentran por encima o debajo del agua; l) Los perfiles
acústicos y magnéticos de los restos; m) La proximidad de las instalaciones,
y tuberías, cables de telecomunicaciones y estructuras similares mar adentro
y; o) Cualquier otra circunstancia que haga necesaria la pronta remoción de
los restos de naufragio.

El Estado debe cerciorarse de que se tomen las medidas razonables


para la señalización (balizamiento) de los restos de naufragio. Luego de ello,
el Estado fijara un plazo para que el propietario proceda a la remoción de los
restos. Si el propietario no efectúa la remoción en el plazo fijado, la
Convención establece el derecho que tiene el Estado para efectuar dicha
remoción a cuenta y riesgo del propietario.

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En el ordenamiento jurídico venezolano, a pesar que una cantidad de
14 leyes contienen disposiciones referentes al tema de los restos de
naufragios, es solo la Ley General de Marinas y Actividades Conexas, que
regula el tema de la responsabilidad sobre la notificación, localización,
balizamiento y remoción de los restos de naufragio en el país.

La existencia del sistema jurídico, La Ley de Navegación, Ley de


Reactivación de la Marina Mercante y el Plan de Desarrollo del Sector
Acuático, el Código de Comercio, la Ley de Aduanas, La constitución
Bolivariana de Venezuela y la doctrina de los tratadistas más destacados en
Derecho Marítimo Venezolano.

La Ley de Reactivación de la Marina Mercante Nacional hace


referencia sobre quien recae la responsabilidad y competencia de todo lo
relativo a las actividades domésticas, de cabotaje y trasbordo de cargas
nacionalizadas o no “salvo lo establecido en los Convenios Internacionales
suscritos por la Republica; dicha responsabilidad y competencia reside en el
Ejecutivo Nacional (Ministerio de Finanzas y Ministerio de Infraestructura.

Entre los objetivos a alcanzar con el desarrollo de la Ley de


Reactivación de la Marina Mercante es la creación de un Registro Marítimo y
Tribunales Marítimos, que posean una excelente bandera para la flota, no
como una mera “bandera de conveniencia” sino que los beneficios fiscales y
aduaneros sean evidentemente superiores en competitividad; lo que implica
la constitución de compañías navieras en general.

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En Venezuela, el régimen en la materia es insuficiente. La norma
principal que regula la remoción de restos es el artículo 92 de la Ley de
Marinas y Actividades Conexas, que establece un procedimiento que puede
resumirse así:

La obstrucción de una vía o canal de navegación por varadura o


encallamiento de un buque o hundimiento de un buque, generará las
siguientes obligaciones por parte del armador:

1. Notificar el hecho al Capitán de Puerto;


2. Marcar el sitio donde se encuentre el peligro para la navegación;
3. Patrullar o vigilar la zona y asegurarse que los otros buques sean
advertidos del peligro en el área general en caso de no localizar los
restos.
4. Remover el buque con sus restos en forma expedita y diligente, en el
lapso que acuerde la Autoridad Acuática y el armador o su
representante.
5. Reembolsar los gastos en que incurra un tercero por el marcaje del
peligro, patrullaje o vigilancia de la zona y la remoción del mismo.

Además de contar con un régimen jurídico insuficiente, la Autoridad


Acuática no ha actuado de manera eficiente una vez ocurrido un naufragio, o
cualquier otro siniestro marítimo.

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Tomando en cuenta la importancia que tiene remover de forma
expedita los restos de naufragio ocurrido en las aguas de un Estado, se
adoptó en el año 2007 el Convenio Internacional de Nairobi sobre la
Remoción de Restos de Naufragio, que entró en vigencia el 14 de abril de
2015.

El Convenio de Nairobi tiene por objeto establecer normas y


procedimientos internacionales uniformes con el fin de garantizar la remoción
pronta y oportuna de restos de naufragio potencialmente peligrosos en el
territorio de los Estados Partes, incluido el mar territorial, ocurridos con
posterioridad a la entrada en vigor del Convenio. Igualmente, está dirigido a
mejorar la seguridad de la navegación y la protección del medio marino. 

Los buques que enarbolen la bandera de un Estado que no es parte


del convenio, evidentemente no serán obligados por dicho Estado a
mantener garantía financiera ni el correspondiente certificado, a menos que
esta obligación exista en el derecho interno del mismo. Sin embargo, deberá
contar con ambos al momento de ingresar al territorio de un Estado que sí
sea parte del Convenio de Nairobi, de lo contrario, ese Estado podrá negarle
la entrada a su territorio, o en caso de concederle entrada, podría prohibir el
zarpe de ese buque hasta que el propietario inscrito constituya un seguro u
otra garantía financiera; esto en cumplimiento del principio de Trato no más
favorable, previsto en todos los convenios marítimos internacionales.

En definitiva, este es un convenio bastante completo que debe ser


ratificado por Venezuela, para contar con un régimen adecuado de
responsabilidad y remoción de los restos de naufragio, sobre todo tomando

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en cuenta la enorme extensión de nuestra Zona Económica Exclusiva y la
importancia que representa para la economía nacional.

CONCLUSION:

Es de suma importancia tener muy claro que el Derecho Marítimo va


muy relacionado con el Derecho internacional ya que ambas figuras legales
van de la mano, ya que no podemos olvidar alguna a la hora de aplicar una
sanción ya que son normas o leyes internacionales que en muchos de los
países son las misma con alguna que otra diferencia en su contenido.

En materia marítima es muy importante tener en cuenta que mientras


estemos dentro de un buque o nave en alta mar siempre estaremos como si
estuviéramos en tierra venezolanas por poner un ejemplo tenemos los mismo
derecho y deberes que estando en tierra firme.

Venezuela debe aprovechar mucho esto de las nuevas incursiones


marítimas con la finalidad de traer embarcaciones de propiedad de personas
naturales o jurídicas al país permitiéndole una fuente de ingreso adicional y
aumento de puesto de trabajo, tales como tripulantes, mecánicos y técnicos
en electrónicas, entre otras.

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Bibliografía

 Ley General de Marina Actividades Conexas. Artículo 17.

 Martin Osante. José Manuel. La Responsabilidad Civil del Naviero


por Abordaje. Pp 47. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno
Vasco. 2001. Página 47.

 Convenio Internacional Relativo a la Intervención en Alta Mar en


Casos de Accidentes que causen o puedan causar una
Contaminación por Hidrocarburos, 1969 y su Protocolo de 1973

 Convenio Internacional de Nairobi sobre la Remoción de Restos de


Naufragio (2007).

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