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E.N.S.

“MARTINIANO LEGUIZAMÓN”- IFD

Estructuras didácticas de la enseñanza: planificación, proyectos áulicos, unidades


didácticas, secuencias didácticas y planes de clases.

La Planificación áulica:

La planificación es un instrumento de mediación entre los significados construidos


por la ciencia, la cultura escolar y los del alumno.

Algunos ejes orientadores de toda planificación:


1- Toda planificación implica contradicciones y desajustes que pueden ser revisados y que
la propuesta de la “secuencia didáctica” intenta resolver.
2- Los conocimientos no se “adquieren”, se construyen. Toda planificación debe prever las
diferentes instancias y posibilidades de construcción de los conocimientos, por lo que no
puede ser un mero listado de contenidos.
3- Todo conocimiento supone nociones y esquemas previos, sobre los cuales es posible
luego construir los conocimientos escolares. Todo conocimiento no supone conocimientos
previos. Esquemas y conocimientos no son sinónimos. Cuando hacemos referencia a
nociones nos referimos a las nociones de espacio, tiempo, causalidad y objeto. Sobre la
base de estas cuatro nociones fundamentales, se construyen los esquemas de acción y
esquemas conceptuales, que le permitirán al alumno otorgar significaciones a las
situaciones que se le presenten, a las consignas y actividades docentes. Es desde aquí que el
alumno construye los conocimientos, que pueden o no articularse con otros conocimientos
escolares construidos en años anteriores
4- Cada contenido escolar reconoce otros contenidos que sin su asistencia sería muy difícil
aprender. Hay contenidos que, si no se apoyan en otros que los contextualicen y les den
sentido, se obstaculiza el aprendizaje significativo.
5- La planificación tiene un sentido orientador y formador. En la medida en que recorra
más de un camino posible, habrá de permitir la incorporación de la diversidad como así
también la recuperación de las interpretaciones culturales locales y universales.
6- Toda planificación habrá de articular significativamente los objetivos, los contenidos, las
actividades y los criterios de evaluación, de manera tal que la secuencia y ordenación de la
planificación mantenga una coherencia explícita respecto al proceso de enseñanza-
aprendizaje que se pretende sostener.
7- La planificación, habrá de ser lo suficiente flexible como para permitir su ajuste y
adecuación constante a las posibilidades y dificultades del grupo de alumnos, previendo en
las secuencias, grados de complejidad y de profundidad en los contenidos que se trabajen.
8- El docente habrá de tener presente los modos como se “forman, desarrollan, transmiten y
transforman los productos simbólicos que constituyen la cultura y cómo son reproducidos,
asimilados y recreados por los individuos”.

Los Proyectos áulicos:

Los proyectos constituyen otra modalidad para organizar la enseñanza que permite
un fuerte involucramiento de los estudiantes. Formulado originalmente por William
Kilpatrick, el método de proyectos busca aproximar la escuela lo más posible a la realidad
de la vida. En los proyectos, lo que guía el trabajo es la realización de un propósito: una
meta, una finalidad, un producto.

El propósito puede ser de diversa naturaleza: realizar una intervención


sociocomunitaria; investigar acerca de un tema de interés; desarrollar un
microemprendimiento; llevar adelante una producción o una intervención artística o
comunicativa; entre otras posibilidades. Siguiendo la clasificación de Kilpatrick, los
proyectos pueden ser de diverso tipo:

• de creación, creatividad o producción; • de apreciación, recreación o consumo, en donde


la idea principal es disfrutar de una experiencia estética;

• de solución de problemas, cuyo objetivo es responder a un interrogante intelectual,


estudiar un tema, realizar una investigación;
• de adquisición de un aprendizaje específico, un conocimiento o habilidad.

En cualquier caso, lo que caracteriza a los proyectos es la participación activa de los


estudiantes en los diferentes momentos de su desarrollo. En la medida en que participan
activamente, se comprometen con la tarea y el aprendizaje resulta significativo. Las
diferentes actividades planificadas entre docentes y estudiantes son vividas como pasos
necesarios para la realización del proyecto, por lo que no resultan ajenas o arbitrarias. Por
eso es fundamental que el proyecto a realizar sea de interés para el grupo.

El docente realiza una serie de propuestas de posibles proyectos que permitan


enseñar los contenidos curriculares que ha seleccionado, tomando en cuenta los
conocimientos de los estudiantes y sus posibilidades para resolver y llevar adelante las
diferentes tareas que podrían estar involucradas. A partir de las propuestas, el grupo de
estudiantes elige el tema o el producto a realizar y participa del diagnóstico y de la
planificación de las tareas. Por ejemplo, en un proyecto de investigación, guiados por el
docente, los chicos formulan interrogantes para definir los ámbitos de estudio, elaboran
hipótesis, forman grupos de trabajo y distribuyen las tareas para cada grupo. El rol del
docente es fundamental: coordina y orienta la tarea y garantiza la factibilidad y pertinencia
de las propuestas de los estudiantes. Durante el desarrollo del proyecto, los estudiantes
aprenden los diferentes contenidos al tiempo que ponen en juego diversas capacidades.
Además, se van realizando encuentros en los que cada grupo puede socializar sus avances,
las dificultades encontradas y, entre todos, definir si es preciso ajustar lo planeado.

Las Unidades Didácticas:

La Unidad Didáctica es un modo de organizar la enseñanza que se basa en ciertos


criterios que son coherentes con el perfil del estudiante. Siempre que se elija un modo de
formular, organizar, realizar y evaluar la enseñanza, indefectiblemente se toma partido por
algunas opciones y se desechan otras. En ese sentido, optar por la Unidad Didáctica implica
aceptar que:

-La vida cotidiana está llena de secretos que los chicos pueden descubrir haciendo las
preguntas adecuadas, y para eso hace falta ver con intensidad y curiosidad un “pedacito” de
esa vida cotidiana (en nuestros términos, un “recorte”) e inundarlo de preguntas.
- Lo anterior es consistente con un posicionamiento pedagógico que reconoce que el
conocimiento - aquel mundo de saberes, destrezas y actitudes al que queremos acercar a los
alumnos- está siempre mezclado con las experiencias cotidianas, e inmerso en una
complejidad que vale la pena conservar y aprovechar.

-Desde esta perspectiva, no necesitamos organizar la enseñanza a partir de las disciplinas (o


de las asignaturas escolares tradicionales) pues al enseñar con Unidades Didácticas no
pretendemos clasificar el conocimiento: éste aparece inmerso en el orden que le da la
realidad social. Pero, aunque la Unidad Didáctica no clasifica el conocimiento desde las
disciplinas, sí recurre a ellas porque pueden ayudar a preguntar. Así, es posible acercarse al
“recorte” de la Unidad Didáctica y preguntar como matemáticos, preguntar como artistas,
preguntar como científicos, etc.

La Unidad Didáctica es, entonces, es un modo de organizar la enseñanza que da una


serie de principios educativos progresistas y renovadores: el valor de la pregunta, el
carácter abierto y complejo del contenido, la idea del docente como un guía experto que
ayuda a indagar, entre otros.

Enseñar por medio de Unidades Didácticas es algo más que una decisión técnica, ya
que, al hacerlo, el docente se inscribe en una filosofía educativa de muy larga tradición.
Así, enseñar por medio de Unidades Didácticas provee al educador tanto de una
herramienta para reunir objetivos, contenidos, propuestas de enseñanza diversas y
estrategias de evaluación, como de una credencial de identidad. Es una técnica, pero
también una bandera. La Unidad Didáctica se formula por lo que es, pero dialoga con lo
que fue, con lo que no es y con lo que no quiere ser. Por todo lo anterior, la Unidad
Didáctica no es sólo ni principalmente un modo de escribir la planificación, sino que se
trata de un modo de pensar la enseñanza, una filosofía, una actitud, un punto de vista.

Las Secuencias Didácticas:

Díaz Barriga, sociólogo y especialista en didáctica, señala que la elaboración de una


secuencia didáctica es una tarea importante para organizar situaciones de aprendizaje que se
desarrollarán en el trabajo de los estudiantes. Es decir, refieren al orden particular que se
otorga a los distintos componentes que integran un ciclo de enseñanza y aprendizaje en pos
de lograr los objetivos previamente establecidos. Una secuencia didáctica puede ser
pensada como un conjunto o secuencia de clases. En este sentido, se vuelve relevante el rol
del docente en la planificación de las actividades organizadas bajo una lógica secuenciada
centrada en el aprendizaje de los estudiantes. Desde la literatura, Daniel Pennac, profesor y
escritor francés, reflexiona sobre qué es una buena clase mediante una analogía. La define
no como “un seguimiento marcando el paso [sino como] una orquesta que trabaja en la
misma sinfonía”; esa imagen podría trasladarse a la concepción de secuencia didáctica.

Las secuencias didácticas presentan una estructura básica que se asemeja a la de una
clase: introducción, desarrollo y cierre. Para organizar dicha estructura, es necesario pensar
en la selección y secuencia de los contenidos, los objetivos de aprendizaje, las tareas y
actividades con sus tiempos, y los modos de evaluar. De esta manera, las secuencias de
clase establecen no solo un orden en los contenidos y tiempos de trabajo, sino también un
orden lógico para estudiantes y docentes. A continuación, se presenta una serie de
dispositivos para pensar las distintas etapas o momentos de una secuencia didáctica (y, en
consecuencia, el orden de las actividades).

*Inicio: Es fundamental diseñar un momento que funcione como disparador del


aprendizaje. Permite establecer objetivos y metas de trabajo, así como dar cuenta de la
posición de los estudiantes frente al contenido que se comenzará a trabajar. Se presentan,
desarrollan y cierran los distintos temas de la secuencia, estableciendo relaciones entre los
diferentes momentos. Algunos ejemplos pueden ser: mostrar un objeto, escuchar un audio,
realizar una entrevista, presentar un enigma, leer un artículo, formular una pregunta,
etcétera.

*Desarrollo: Es muy importante prestar atención al tratamiento de los contenidos y la


vinculación con el presente y la realidad social, institucional y de ese contexto en particular,
para que los saberes y las capacidades puestas en juego resulten significativos y, a la vez,
desafiantes intelectualmente para los estudiantes. Es decir, que ellos encuentren relación
con el presente, con lo cercano y con sus experiencias y saberes previos. Estas estrategias
permitirán consolidar aprendizajes y alcanzar relaciones de complejidad creciente y de
mayor profundidad e interioridad con el saber. Para ello, es fundamental presentar
consignas claras, actividades de distinto tipo en un orden secuenciado y lógico que
demanden distintas operaciones a los estudiantes (saber, saber hacer) y asegurar momentos
de retroalimentación, buenas devoluciones y orientaciones que generarán mayores
oportunidades para que los aprendizajes se construyan.

*Cierre: Con el objetivo de sistematizar lo aprendido, institucionalizar saberes, repasar,


fijar, realizar autoevaluaciones y programar a futuro, se piensa en ciertas actividades que
permitan cerrar la secuencia.

Algunos ejemplos podrían ser: • La implementación de tarjetas de salida que inviten a los
estudiantes a reflexionar sobre: ¿qué aprendí hoy?; ¿qué dudas o preguntas tengo? • Pensar
en un estado de situación: una rutina de pensamiento del tipo “antes pensaba, ahora
pienso…”, tomada de Ritchhart (que se plantea al inicio y después se vuelve a ver en el
cierre de la secuencia), da cuenta del avance en la constitución de los aprendizajes por parte
de los estudiantes.

Los planes de clases:

La planeación de clase es un elemento fundamental e indispensable para el docente


en el cumplimiento cabal de sus funciones como mediador y facilitador del proceso
educativo. El plan, es un escrito cuya formulación sirve de guía/orientación del proceso de
enseñanza cuyo fin máximo es lograr los aprendizajes y competencias que se propone en
cada una de ellas. A través de la planeación de clase, es donde se puede ver con claridad lo
que se quiere realizar y lograr, cómo se lo quiere, con qué se va a lograr lo que se pretende,
cuándo se lo puede lograr y con qué instrumentos se va a medir el proceso para saber los
resultados del trabajo.

Por tal razón la planeación de clase es un elemento indispensable para “controlar” el


trabajo del aula y debe ser flexible para que en caso necesario se realicen adecuaciones
según las necesidades y condiciones del grupo. Todo plan de clase debe tener
indefectiblemente tres momentos didácticos, que se configuran en: apertura, desarrollo y
cierre.

Bibliografía:
-Brailovsky, Daniel. (2017). Didáctica del nivel inicial en clave pedagógica. Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Centro de publicaciones educativas y material didáctico.

- Bixio Cecilia. (2003) Como planificar y evaluar en el aula. propuestas y ejemplos.


Rosario. Homo Sapiens.
- Díaz Barriga A. (2013) Guía para la elaboración de una secuencia didáctica. México D.
F., UNAM.
- Modos de organizar las clases: las secuencias didácticas: documento n°2. - 1a edición para
el profesor (2018). Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ministerio de Educación del
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dirección General de Planeamiento e
Innovación Educativa.

-Orientaciones para el desarrollo de propuestas articuladas de enseñanza: Documento n°1. -


1a edición para el profesor (2018). Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ministerio de
Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dirección General de
Planeamiento e Innovación Educativa.

- Quesada, Rocío (2001) Cómo Planear la Enseñanza Estratégica. México,


Editorial Limusa.

-Reyes, J. (2017) La planeación de clase; una tarea fundamental en el trabajo docente.


Maestro y Sociedad. (S/D).pp 87-89.

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