El barroco proveniente de Europa al llegar al Nuevo Mundo se ve enfrentado
al arte y las formas indígenas las cuales se mezclan con la grandiosidad, el
movimiento, las riqueza sensual y el drama propias del barroco Europeo. Por lo tanto fue asimilado e integrado fácilmente por los creadores y artistas americanos que expandieron el estilo que se conoce como Barroco Latinoamericano. Algunos autores lo consideran como un ultra barroco, designándolo como un estilo multiplicado pues amplifica los atributos principales del barroco europeo. En el caso de Latinoamérica se representa con mayor fuerza el retrato del dolor y el sufrimiento tanto en la pintura, como en la escultura, reflejados principalmente en temas religiosos. En cuanto a la arquitectura, se rompe con las normas y proporciones clásicas, se busca incorporar y resaltar las formas onduladas, usando las curvas y contra curvas ofreciendo un dinamismo que no existía antes, es de ésta forma que se rompe la rigidez de las construcciones que ya existían anteriormente. Por otra parte la luz adquiere una importancia capital, porque es con ella donde se logra dar importancia a la perspectiva externa y creando en el interior de las construcciones nuevos efectos ópticos por medio de las luces indirectas y claraboyas.