Está en la página 1de 18

Profesora:

Guadalupe Rama

Alumna:
Gabriela Acevedo Barrera

Materia:
Derecho Del Trabajo

Grupo: 1

Generación: 12

Tema:
Órganos Jurisdiccionales En Materia Del Trabajo En México
INTRODUCCIÓN

Hablar del procedimiento laboral en el contexto de una nueva propuesta de reforma a la Ley
Federal del Trabajo. necesariamente implica que tengamos que ubicar los aspectos centrales
que caracterizan el derecho procesal del trabajo en México.
En primer término, la composición, ubicación y naturaleza de las autoridades que resuelven los
conflictos laborales: las juntas y los tribunales de Conciliación y Arbitraje en México son
estructuralmente autoridades administrativas, con facultades jurisdiccionales. Están Ubicadas
y dependen directamente del Poder Ejecutivo, sea estatal o federal, pero tienen atribuciones
del Poder Judicial porque los conflictos de trabajo.
En segundo lugar. la naturaleza colegiada y la composición tripartita de los tribunales y las
juntas de Conciliación y Arbitraje, que los convierten en juez y parte. Los órganos de impartición
de justicia laboral en México se componen por representantes del patrón, designados por las
cámaras empresariales o por el gobierno; representantes de los trabajadores, que
generalmente son nombrados por sindicatos corporativos y antidemocráticos: y el representante
del gobierno, quien funge como presidente y es nombrado por el gobernador del estado,
tratándose de las juntas o tribunales locales, o por el presidente de la república en los casos del
Tribunal Federal y de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
Estas dos condiciones, de tener órganos jurisdiccionales dentro del Poder Ejecutivo y una
composición tripartita, retrasa, parcializa, desmerece y desnaturaliza la impartición de justicia
laboral en México y ha sido de los pontos más debatidos perspectiva de reforma procesal.
Un tercer punto es el carácter tutelar y el trato diferenciado para las partes en el proceso laboral,
El derecho procesal del trabajo, sobre todo con la reforma a la Ley Federal del Trabajo en 1980,
acentuó formalmente la protección al interés del trabajador en los juicios laborales. Aunque en
la práctica, las juntas de Conciliación y Arbitraje, por su composición y dependencia del
Ejecutivo, le restan la condición protectora; además, la Suprema Corte de Justicia ha hecho
interpretaciones y ha establecido tesis de jurisprudencia que contravienen el carácter tutelar
que debe mantener el derecho del trabajo, acercando el derecho laboral a los criterios y
formalismos del derecho civil,
La supuesta ausencia de formalidad en el procedimiento laboral, la aparente libertad del
juzgador para valorar 105 hechos y las pruebas en conciencia. la necesaria fase conciliatoria
dentro del juicio, la asignación de la carga procesal al empleador en diversos supuestos
detallados en el artículo 784. la inexistencia de una segunda instancia antes del amparo. la
autor revisión de los actos de ejecución que hacen los presidentes en las juntas, el valor de la
testimonial, el diferimiento constante y la dilación de las audiencias, la inexistente prontitud y
carácter expedito de los juicios laborales por la centralización.
Órganos Jurisdiccionales En Materia Del Trabajo En México

La Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, promulgada el 5 de febrero


de 1857, mantuvo el corte liberal de la época. Fue una Constitución clásica, que aunó a la
garantía de las libertades individuales las disposiciones que rigen la organización y la vida del
Estado. En el pensamiento de los hombres que la otorgaron, sin embargo, ha podido advertirse
y demostrarse en estudios posteriores una intensa preocupación, una clara visión de los
problemas sociales del trabajo subordinado en el campo y en la ciudad y que ha permitido
afirmar que nuestro liberalismo no fue un liberalismo a secas, sino que ha sido un liberalismo
social.

Las cuestiones del trabajo no fueron ajenas al Constituyente de 1857. Estuvo a punto,
nos dice Mario de la Cueva, de nacer una regulación jurídico-constitucional del problema obrero
cuando, al discutirse la libertad de trabajo como garantía individual, se instó con vehemencias
por varios diputados del partido liberal (y en ello no fueron Contradichos) en la necesidad de
legislar y proteger el trabajo humano. No pudo en este primer intento, y son razones de época,
formarse el Derecho constitucional mexicano del trabajo; pero es evidente que la tónica
presentida en el Constituyente determino la aplicación humana de las disposiciones de Derecho
común que rigieron las relaciones de trabajo. Fue quizá más consciente y comprensiva la
aplicación popular de tales disposiciones. Los Tribunales comunes que conocieron en forma
natural los problemas del trabajo estaban envueltos en un mundo de formalismos jurídicos que
proporcionaban todas las ventajas en el litigio a la clase patronal. Más dura había de ser esta
ejecución cuando México vivió la prolongada dictadura, que permitió' el 'Vasallaje económico
del capital extranjero.

La primera etapa de la jurisdicción laboral mejicana, entre 1857 y 1910, no se distingue


del punto inicial ocurrido en la generalidad de los países europeos y americanos. Tampoco son
diversas las causas fundamentales que definieron la formación y la consolidación de los
Tribunales del Trabajo. Mario L. Deveali, en un brillante artículo titulado «Los Tribunales del
Trabajo en la teoría y en la práctica», resume estas tres motivaciones genéricas: la
desconfianza de los trabajadores en la justicia ordinaria, cuyo procedimiento les resultaba
formal, lento y costoso; la aspiración de los trabajadores a obtener una jurisdicción de equidad
como resultado directo de una legislación laboral en constante evolución y el deseo de las
nuevas Asociaciones profesionales de participar no sólo en la creación del nuevo Derecho, sino
también en su interpretación y aplicación. México obedece cumplidamente. estas causas de
integración de la jurisdicción laboral.
El año 1910 sacude al país con un profundo movimiento social, que habría de transformar
la estructura política y económica del Estado. La revolución mexicana no es un hecho inopinado,
y en el aspecto que nos interesa resume, coordina y proyecta los hechos del trabajo, y sobre
las bases del documento político fundamental promulgado el 5 de febrero de 1917 conforma el
Derecho constitucional mejicano del trabajo.
La tendencia marcada en las tres legislaciones locales, •producto de estos primeros
esfuerzos, es por lograr que los conflictos de trabajo.

No caben en el régimen de derecho constitucional mexicano los fueros, y la discusión se pierde


en consideraciones, que tal vez impidieron al Constituyente expresar una idea concreta sobre
las funciones de los nuevos Tribunales específicos de la materia del trabajo. Pese a todo, el
esfuerzo produce las Juntas de Conciliación y Arbitraje establecidas por la fracción XX del
artículo 123 de la Constitución política de la siguiente manera: «Las diferencias y los conflictos
entre el capital y el trabajo se sujetarán a la decisión de una Junta de Conciliación y Arbitraje,
formada por igual número de representantes de los obreros y de patronos y una del Gobierno,»
prudencia firme de la Suprema Corte de Justicia de la Nación entre 1917 y 1924, integró una
jurisdicción laboral concurrente en las Juntas de Conciliación y Arbitraje y en los Tribunales
comunes, puesto que mientras las primeras tuvieron competencia para dirimir únicamente los
conflictos de orden económico suscitados. entré capital y trabajo, los segundos conservaron el
imperio para resolver las controversias de orden jurídico entre trabajadores y patronos.

Los argumentos fueron abundantes y provocaron una interesante discusión doctrinal cuando la
Suprema Corte de Justicia, en el año 19249 cambió su jurisprudencia, y obedeciendo al clamor
de la clase trabajadora otorgó a las Juntas ' de o Conciliación y Arbitraje jurisdicción laboral
completa para resolver, con imperio} todo tipo de conflictos de trabajo. De esta manera se
entendió que el procedimiento arbitral realizado ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje
paraba perjuicio a las partes y los laudos dictados por dichas Juntas habían de ser ejecutados
por las mismas al través de sus presidentes. Se conservó desde luego, la imitación
constitucional, que hace posible, en los términos de la fracción XXI del artículo 123 de la
Constitución Federal, el que, en los conflictos económicos, si el patrón no está conforme con el
laudo dictado, pueda no someterse y pagar en beneficio del trabajador o de los trabajadores
una indemnización equivalente a tres meses de salario y la responsabilidad derivada 'del
conflicto que la ley Federal del Trabajo determina. Por su parte, si los' trabajadores se niegan
al acatamiento. del laudo, ya sea en conflictos' jurídicos. o económicos únicamente ocurre la
terminación de los contratos de trabajo, sin responsabilidad patronal.

En 1929 se federalizó la facultad legislativa en materia de trabajo y se privó de esta función a


las legislaturas de los Estados de la República. La ley Federal del Trabajo, promulgada en 1931,
convalidó la nueva interpretación de la Suprema Corte de justicia de la Nación, y a partir de
entonces nadie discute que la jurisdicción laboral en su totalidad y como función del Estado, se
encuentra en manos de las , Juntas de Conciliación y Arbitraje, La práctica constante desde ese
momento, las deficiencias de los sistemas y de los hombres vendrán a mostrarnos un último
momento en el proceso evolutivo de la jurisdicción laboral mexicana; las Juntas de Conciliación
y Arbitraje no concilian los conflictos económicos; tampoco los arbitran; salvo rarísimas
excepciones; concilian acaso, y más bien procuran transacciones en los conflictos individuales
jurídicos, y realizan, desde luego, jurisdicción en estos últimos. La conciliación ha quedado en
la competencia de los poderes administrativos, y ello por continuas depuraciones que no cesan,
ha sido y es conveniente a los intereses superiores del país en términos generales.
Demostraremos estas afirmaciones.

Las juntas de Conciliación y Arbitraje se establecen en la fracción XX del artículo 123 de la


Constitución como Organismos de integración tripartita en que están representados: trabajo,
capital y Gobierno.

El fundamento constitucional de las Juntas plantea primera y muy importante cuestión: la


democracia constitucional mexicana reconoce el principio de la división de poderes no como
una división dogmática, pero sí como una coordinación funcional Estado.

Los tres Poderes clásicos: legislativo, ejecutivo y judicial enmarcan la actividad del Estado
debemos, en consecuencia, encuadrar en e110S9 menos en el aspecto formal, la función de
las juntas de Conciliación y Arbitraje. En este orden, las juntas han venido siendo parte del
Poder ejecutivo o administrativo, lo que centraliza y descentraliza a conveniencia la jurisdicción
laboral, con las inherentes ventajas o desventajas.

Una segunda cuestión consiste en el reconocimiento constitucional de México corno un Estado


federal, v ello se refleja en la justicia obrera de la siguiente manera Inicialmente en 1917 la
facultad de legislar y de aplicar la legislación del trabajo correspondía a cada uno de los Estados
federados de la República y en él caso del Distrito Federal, al Congreso de la Unión, en el
aspecto legislativo, y Departamento del Distrito en el aplicativo o interpretativo; a partir de. la
facultad legislativa es privativa del Congreso de la Unión, y la aplicación e interpretación de la
legislación del se divide

a) Permanece Como principio general la facultad de aplicación parte de los Gobiernos de los
Estados; y
b) A título excepcional y expreso, determinadas materias se reservan a la competencia del
Poder Ejecutivo Federal.

De esta la jurisdicción del trabajo se desempeña juntas centrales o locales de Conciliación y


Arbitraje, que se integran y dependen administrativamente de los Gobiernos de cada Estado
federado y una Junta Federal de Conciliación y arbitraje, integrada y dependiente del Poder
Ejecutivo que tiene competencia únicamente en las cuestiones señaladas en la fracción XXXI
del artículo 123 de Constitución, que dice: “La aplicación de las leyes del trabajo corresponde
a las autoridades de los Estados, en sus respectivas jurisdicciones”. Por último, las obligaciones
que en materia. educativa corresponden a los patronos, en la forma y términos que fija la ley
respectiva.
Al lado de esta competencia constitucional de las yuntas de Conciliación y Arbitraje, la ley
Federal del Trabajo de 1931 ha previsto una competencia funcional de dichas juntas que
disocia sus actividades: conciliación y arbitraje. De esta manera, en función geográfica, se
establece la siguiente doble división:

1. JURISDICCIÓN FEDERAL

a) Una junta Federal de Conciliación y Arbitraje con residencia en la ciudad de México


(artículo 368 de la ley).

b) Juntas Federales Permanentes de Conciliación tantas como se estimen necesarias


(artículo 355 de la ley).

c) Juntas Federales Accidentales de Conciliación, que. se integran en casos concretos


(artículo 354).

2. JURISDICCIÓN LOCAL

a) Juntas Centrales de Conciliación y Arbitraje; en cada Estado de la República se • instalan


y funcionan las que consideran necesarias los gobernadores. de los Estados (artículo 343).

b) Juntas Municipales Permanentes de Conciliación, tantas como se estime necesarias


(artículo 337). c) Juntas Municipales Accidentales de Conciliación, que se integran en
Casos concretos (artículo 337).

Las Juntas de Conciliación, tanto federales como Municipales, tienen como atribución
fundamental el conocimiento conciliatorio, dentro de su jurisdicción, de todas las diferencias
y conflictos suscitados entre trabajadores y patronos.

El procedimiento ante estas Juntas, en los artículos 500 a 510.

La integración de las juntas centrales y federal de Conciliación y Arbitraje y de. las Juntas
Permanentes de Conciliación en ambas jurisdicciones se realiza por cuanto a la
designación de los representantes del trabajo y del capital mediante procedimiento
democrático de elección por los interesados, que tiene como unidad de voto al trabajador
sindicado ocupado (artículos 367 a 410).
En resumen, la jurisdicción laboral mexicana se realiza en su totalidad por los órganos que
hemos descrito.

El Derecho del Trabajo es el ejemplo típico del nuevo 2erec.ho, derivado de las presiones
económico-sociales que operan sobre el fenómeno industrial moderno. Capital y trabajo
desempeñan una actividad creadora de Derecho en los contratos colectivos de trabajo, que
ha sido sancionada por el Estado.

La formulación del Derecho del Trabajo reconoce dos modos: la expresión normal reflexiva
y pacífica que se realiza en la legislación y la formulación autónoma por Sindicatos obreros
y por patronos, cuyos apremios se manifiestan en forma crítica y no dan tiempo legislador
de propalar normas superen las dificultades.

"Fracción II. Artículo 553. En párrafos separados se apreciarán puntos de derecho fijados
en las partes, dando las razones y fundamentos legajes o de equidad que se estimen
procedentes para el laudo y se citarán leyes y doctrinas que se consideren aplicables al
caso.»

Como primera actividad, las juntas mexicanas desempeñan la conciliación. Carnelufti en


una fórmula elegante, asienta que conciliación es paz con y ello indica que la solución
propuesta en un conflicto no puede ser cualquier solución; tiene que ser una composición
integrada en razón de la más cara finalidad del derecho a la justicia.

La conciliación no es ejercicio de la función jurisdiccional en sentido estricto; linda con la


Administración, y ha sido con certeza estimada como un acto de jurisdicción voluntaria.
Referida a los conflictos de trabajo, la observación más simple permite afirmar que los
conflictos de carácter jurídico no son el campo propio de la conciliación; si existen normas
cuya aplicación o interpretación ha de decidir un juez para realizar la justicia, la conciliación
aplicada como método sólo tendrá por objeto eliminar una contienda y no componer una
norma.

México ha contemplado una especialísima evolución de la función conciliadora


encomendada originariamente en las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Los conflictos
económicos fundamentales motivan casi siempre el ejercicio del derecho de huelga; en
contadas excepciones los trabajadores acuden al procedimiento arbitral ante las Juntas, y
ello ha ido anquilosando el ejercicio de la conciliación que ha debido integrarse
(necesidades ineludibles) en órganos administrativos del Estado, como son la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social, en el ramo federal, y los gobernadores de los Estados, en
el ramo local. Las razones de esta situación son múltiples flexibilidad, celeridad, estadística,
conocimiento especializado, confianza, la han marcado y decidido en favor del Poder
administrativo.
Estas disposiciones permiten distinguir en el laudo arbitral de las Juntas dos aspectos:

a) Como verdadero laudo en el que mediante el arbitraje se ha de componer el derecho


autónomo que regirá la relación capital y trabajo no resuelta conciliatoriamente. La
actividad característica del árbitro no se localiza en la aplicación o interpretación de un
Derecho creado, sino en la formación de ese Derecho en sustitución de las partes. Por
esa razón, el arbitraje sólo se entiende en función de los conflictos económicos de
trabajo.

b) El entendimiento de las Juntas de Conciliación y Arbitraje como órganos que totalizan


la jurisdicción laboral en México; concretamente, a partir de la nueva tesis de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación impuesta en el año 1024, caracterizó a los -
laudos como sentencias provenientes de Tribunal con facultad de. imperio para imponer
sus resoluciones coactivamente, lo que ocurre en los conflictos jurídicos individuales y
colectivos.

El texto de la fracción XXI del artículo 123 constitucional, relacionado con el de la fracción
XXII de la misma, no deja lugar a duda, La garantización de la estabilidad en el empleo
significa que las Juntas de Conciliación y Arbitraje deben imponer forzadamente sus
laudos; en conflictos jurídicos individuales y no existe la posibilidad patronal de insumisión
con el laudo, que por este hecho adquiere los caracteres esenciales de la sentencia.
LA ORGANIZACIÓN DE LA JUSTICIA LABORAL EN MÉXICO

Si bien la facultad para legislar en materia de trabajo es una competencia federal, su


aplicación se distribuye entre las autoridades federales y las estatales. Las primeras —
dentro de ellas, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje sólo conocen de asuntos
laborales concernientes a las ramas industriales y empresas previstas en la fracción XXXI
del citado apartado A, a las cuales alude el artículo 527 de la LFT. De los demás asuntos
laborales conocen las autoridades estatales, es decir, las juntas locales de conciliación y
arbitraje.

1. La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje

La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje es un tribunal con plena jurisdicción, que tiene
a su cargo la tramitación y decisión de los conflictos de trabajo que se suscitan entre
trabajadores y patrones, sólo entre aquéllos o sólo entre éstos, derivados de las relaciones
de trabajo o de hechos íntimamente ligados con ellas. Su naturaleza e integración tripartita
se ubica en la fracción XX del apartado A del artículo 123 constitucional, y su competencia
está determinada por la fracción XXXI del mismo ordenamiento, así como por las
disposiciones correlativas de su ley reglamentaria, la Ley Federal del Trabajo (LFT). Su
organización y funcionamiento se rigen por su propio Reglamento Interior, expedido por el
Pleno del Tribunal y publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 18 de febrero de
1980, con reformas y adiciones en 1981, 1982 y 1984.

La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje cuenta con un presidente, designado por el


presidente de la República, y con representantes gubernamentales, tanto de los
trabajadores como de los patrones, designados por las ramas de la industria o de otras
actividades, de conformidad con la clasificación y convocatoria que expide la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social. La Junta funciona en Pleno, integrado por su presidente y la
totalidad de los representantes de los trabajadores y de los patrones; y en Juntas
Especiales, que se integran con el presidente de la Junta, cuando se trate de conflictos
colectivos, o el representante gubernamental, presidente de la Junta Especial, y con los
representantes de los trabajadores y de los patrones (artículos 605, 606, 607, 609 y 612 de
la LFT).

2. Las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje

Las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje funcionan en cada una de las entidades
federativas. Les corresponde el conocimiento y resolución de los conflictos que no sean de
la competencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Las juntas locales tienen la
misma integración tripartita que la Federal, con la variante de que el Ejecutivo local puede
establecer una o más juntas en la entidad de que se trate (artículos 621-623 de la LFT).
JUNTAS O TRIBUNALES DE TRABAJO

En el contexto mexicano, la labor jurisdiccional ha transitado de una función1 a un poder


jurisdiccional. Una actividad considerada puramente técnica, se ha transformado poco a
poco en un verdadero poder. En la actualidad ya no se “discute que el organismo judicial,
o al menos los tribunales de mayor jerarquía puedan intervenir, en ocasiones de manera
decisiva, en la toma de decisiones de carácter fundamental en el Estado contemporáneo,
e inclusive se ha llegado a sostener con fundamento que, ante el debilitamiento progresivo
de las asambleas legislativas frente al ejecutivo predominante de nuestra época, la
limitación de ese predominio descansa actualmente en los tribunales”. Esta situación se
reafirma con la reforma constitucional al artículo 1o. y con criterios emitidos por el Poder
Judicial, en el sentido de que el control de constitucionalidad ya no es un monopolio de los
tribunales federales, al establecerse en el párrafo tercero del artículo en comento que todas
las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

Lo cierto es, sin embargo, que no se abordó el tema principal que tiene que ver con la
impartición de justicia (independencia de las juntas de conciliación y arbitraje), ni con la
administración de justicia laboral (mejoramiento de la infraestructura, mayores recursos
económicos, más personal y mejor remunerado).

En el caso de México, la discusión sobre la justicia laboral ha llevado a debates sobre dos
posibles modelos, ya sea su tránsito hacia el Poder Judicial o la conservación del statu quo,
es decir, que las juntas de conciliación y arbitraje sigan siendo órganos tripartitos
dependientes del Poder Ejecutivo.

En relación con la necesidad de que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje transite a


la esfera del Poder Judicial de la Federación, se ha señalado que las juntas actualmente
tienen una composición corporativa y que se han convertido en un medio de control del
gobierno, principalmente en asuntos de naturaleza

colectiva. De hecho, la integración tripartita de la justicia laboral ha sido largamente


cuestionada por la doctrina, por múltiples razones, según ha reseñado Jorge Carpizo, luego
de analizar a varios doctrinarios (Niceto Alcalá-Zamora y Castillo, Héctor Fix-Zamudio, J.
Ramiro Podetti, Pablo Castellano y Víctor Mozart Russomano):
a) Los representantes obrero-patronales son un juzgador-parte y en ese sentido de
juez-defensor, por lo que sus votos en los tribunales paritarios se compensan y anulan,
siendo el juez imparcial quien resuelve la controversia.

b) Los votos de los representantes obrero-patronales suelen otorgarse a favor del


sector que representan.

c) Los representantes de clase no son imparciales.

d) Su actuar no se basa en la justicia sino en el antagonismo de clase.

e) La integración tripartita demora el procedimiento, haciendo que los trámites se


dilaten o se suele boicotear el procedimiento.

Respecto a conservar con su actual composición y funcionamiento las juntas de


conciliación y arbitraje, destacan las siguientes opiniones (Mario de la Cueva y Rafael de
Pina), también compiladas por Jorge Carpizo:

A nivel internacional, el tránsito de la justicia laboral hacia el Poder Judicial ya ha sido


recomendado desde hace más de 70 años por la Organización Internacional del Trabajo
(OIT). En 1949 la Cuarta Conferencia Regional del Trabajo de los Estados Americanos
miembros de la OIT, aconsejó la constitución de tribunales del

trabajo con integración de personas que ostentan las calidades para ejercer la judicatura,
y a quienes se reconozca la seguridad de una absoluta independencia, señalándose en las
consideraciones previas que en ello radican “las más puras y seguras garantías”.

El artículo 4o. de la Recomendación producto de la Cuarta Conferencia Regional del


Trabajo, señala: “Los tribunales del trabajo deberían establecerse sobre bases
permanentes y con entera independencia de las autoridades ejecutivas”; en su artículo 5o.
dispone: “Los jueces del trabajo deberían ser seleccionados entre las personas que posean
una profunda experiencia de las cuestiones del trabajo y que reúnan los requisitos para
ejercer funciones judiciales”.
LA JUSTICIA LABORAL A TRAVÉS DE LA SECRETARÍA DEL TRABAJO

La administración de justicia laboral se realiza desde la propia empresa a través de una


eficaz inspección del trabajo. A los inspectores del trabajo les corresponde examinar cómo
se aplican las normas de trabajo en la empresa en materia de condiciones de trabajo
(salario, horario y prestaciones; condiciones de seguridad e higiene en el trabajo y, en
materia de capacitación y adiestramiento). No se puede llevar a cabo la administración de
justicia laboral desde la empresa, si no se mejora la inspección del trabajo y si se siguen
arrastrando una serie de problemas:

a) Falta de recursos y desinterés por proveerlos.

b) Poco personal y personal no calificado.

c) Prácticas irregulares o corrupción de los inspectores (inspecciones intencionalmente


mal realizadas para que se declare la nulidad de las mismas).

d) Falta de profesionalización de los inspectores (es suficiente el bachillerato para ser


inspector).

e) Falta de infraestructura para poder realizar sus actividades de manera eficiente.

f) Falta de una legislación promocional del respeto de la legislación laboral.

g) Criminalización de la labor del inspector.

h) Falta de claridad en las sanciones impuestas a los empleadores, lo que conlleva que
no se impongan sanciones.
El tema del poco personal es uno de los grandes desafíos que enfrenta la justicia laboral.
El número de inspectores con que cuenta nuestro país sólo alcanza a cubrir al 1% de las
empresas. Dotar de un número suficiente de inspectores y de una infraestructura adecuada
puede disminuir accidentes de trabajo, enfermedades profesionales y conflictos laborales,
contribuyendo a estimular la productividad y el desarrollo económico. Una inspección del
trabajo moderna debe buscar más allá de verificar el cumplimiento de la legislación laboral:

a) Aconsejar a los empleadores y a los trabajadores respecto de la manera de mejorar


la aplicación de la legislación en cuestiones como el tiempo de trabajo, los salarios, la
seguridad y la salud en el trabajo, y el trabajo infantil.

b) Hacer del conocimiento de las autoridades del trabajo las lagunas y deficiencias de
la legislación.

c) Garantizar que la legislación del trabajo se aplique de modo igualitario a todos los
empleadores y trabajadores.

d) Promover el respeto de la legislación laboral por los empleadores informales.

e) Involucrar a los sindicatos y empleadores en el respeto de la legislación laboral.

f) Profesionalizar a los inspectores del trabajo.

g) Tolerancia cero a la corrupción dentro de la inspección del trabajo.

h) Revertir el traslado de la inspección a las unidades de verificación.


EL PAPEL FUNDAMENTAL DE LA CONCILIACIÓN EN MATERIA LABORAL

La conciliación en materia de justicia laboral es otro de los grandes temas que contempla
la iniciativa de reforma constitucional. Al respecto, deben hacerse tres señalamientos. El
primero es que la conciliación ha estado presente siempre, al menos formalmente, en la
justicia laboral, no por nada las juntas se llamaban de conciliación y arbitraje. La segunda
consideración es que, a pesar de dicha presencia, realmente la conciliación nunca ha sido
parte fundamental de la justicia laboral. Su papel simple ha sido accesorio. Así, por ejemplo,
en la JFCA durante 2015, el índice de conciliación promedio fue de 23.2%, aún lejos del
indicador sectorial del 30% establecido en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, a
pesar de las Jornadas Nacionales de Conciliación. La tercera consideración es que la
reforma constitucional del 18 de julio de 2008, del artículo 17 constitucional estableció: “Las
leyes preverán mecanismos alternativos de solución de controversias.
Tribunal Laboral Lote 5 y 6, manzana G, Zona
Federal de asuntos Turística,
Municipios de Calkiní, Hecelchakán, Tenabo, Campeche,
individuales en el sección Fundadores, área
Hopelchén, Calakmul y Champotón en el Estado de
Estado de Campeche, HA-KIM-PECH,
Campeche
con sede Malecón Campeche, C.P.
en Campeche 24014
Tribunal Laboral
Federal de asuntos Caballito de Mar número 34,
individuales en el Municipios de Escárcega, Carmen, Candelaria y Palizada entre calles 50 y 52, por
Estado de Campeche, en el Estado de Campeche avenida de los Pinos, colonia
con sede en Ciudad del Playa Norte, C.P. 24115
Carmen
Tribunal Laboral
Federal de asuntos
Onceava calle Poniente Sur
individuales en el
Todos los municipios del Estado de Chiapas del Fraccionamiento Las
Estado de
Terrazas, C.P. 29060
Chiapas, con sede en
Tuxtla Gutiérrez
Tribunal Laboral
Federal de asuntos Todos los municipios del Estado de Durango, a excepción
Boulevard Francisco
individuales en el de los municipios de General Simón Bolívar, Gómez
Villa número 602, colonia
Estado de Palacio, Lerdo, Mapimí, Nazas, San Juan de Guadalupe,
del Maestro, C.P. 34240
Durango, con sede en San Luis del Cordero, San Pedro del Gallo y Tlahualilo
Durango
Municipios de Acambay, Almoloya de Alquisiras, Almoloya
de Juárez, Almoloya del Río, Amanalco, Amatepec,
Atizapán, Atlacomulco, Calimaya, Capulhuac, Coatepec
Harinas, Chapultepec, Donato Guerra, El Oro, Ixtapan de la
Sal, Ixtapan del Oro, Ixtlahuaca, Jiquipilco,
Jocotitlán, Joquicingo, Lerma, Luvianos, Malinalco,
Tribunal Laboral Metepec, Mexicaltzingo, Morelos, Ocoyoacac,
Av. Sor Juana Inés de
Federal de asuntos Ocuilán, Otzoloapan, Otzolotepec, Rayón, San Antonio
la Cruz número 302
individuales en el la Isla, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, San
Sur, colonia Centro, C.P.
Estado de México, con Mateo Atenco, San Simón de Guerrero, Santo Tomás,
50000
sede en Toluca Sultepec, Tejupilco, Temascalcingo, Temascaltepec,
Temoaya, Tenancingo, Tenango del Valle,
Texcaltitlán, Texcalyacac, Tianguistenco, Tlataya,
Toluca, Tonatico, Valle de Bravo, Villa de Allende,
Villa Guerrero, Villa Victoria, Xalatlaco,
Xonacatlán, Zacazonapan, Zacualpan, Zinacantepec
y Zumpahuacán del Estado de México
Municipios de Aculco, Apaxco, Atizapán de Zaragoza,
Coacalco de Berriozábal, Coyotepec, Cuautitlán,
Cuautitlán Izcalli, Chapa de Mota, Ecatepec de Morelos,
Huehuetoca, Hueypoxtla, Huixquilucan, Isidro Fabela,
Jaltenco, Jilotepec, Jilotzingo, Melchor Ocampo,
Naucalpan de Juárez, Nextlalpan, Nicolás Romero,
Polotitlán, Tonanitla, Soyaniquilpan de Juárez,
Tribunal Laboral Teoloyucan, Tepotzotlán, Tequixquiac, Timilpan, Av. 16 de septiembre No 784
Federal de asuntos Tlalnepantla de Baz, Tultepec, Tultitlán, Villa del Fraccionamiento Industrial
individuales en el Estado Carbón, Zumpango, Acolman, Amecameca, Alce Blanco, Naucalpan de
de México, con sede en Atenco, Atlautla, Axapusco, Ayapango, Juarez. Estado de México,
Naucalpan Cocotitlán, Chalco, Chiautla, Chicoloapan, C.P. 53560
Chiconcuac, Chimalhuacán, Ecatzingo, Ixtapaluca,
Juchitepec, La Paz, Nezahualcóyotl, Nopaltepec,
Otumba, Ozumba, Papalotla, San Martín de las
Pirámides, Tecámac, Temamatla, Temascalapa,
Tenango del Aire, Teotihuacán, Tepetlaoxtoc,
Tepetlixpa, Texcoco, Tezoyuca, Tlalmanalco y Valle
de Chalco Solidaridad del Estado de México
Tribunal Laboral
Boulevard Luis
Federal de asuntos
Donaldo Colosio
individuales en el Estado Todos los municipios del Estado de Hidalgo
4604, Fraccionamiento
de Hidalgo, con sede en
del Palmar, C.P. 42088
Pachuca
Tribunal Laboral
Calle Palmira
Federal de asuntos
s/n Fraccionamiento Desarrollo
individuales en el Estado Todos los municipios del Estado de San Luis Potosí
del Pedregal, piso 7, ala "A",
de San Luis Potosí, con
C.P. 78295
sede en San Luis Potosí
Tribunal Laboral
Federal de asuntos Carlos Pellicer número 3302,
individuales en el Estado Todos los municipios del Estado de Tabasco colonia Carrizal Tabasco 2000,
de Tabasco, con sede C.P. 86108
en Villahermosa

Tribunal Laboral
Edificio Sede, ubicado en Calle
Federal de asuntos
Lateral número 1202, pisos 1º y
individuales en el Estado Todos los municipios del Estado de Zacatecas
3º, colonia Ciudad
de Zacatecas, con sede
Gobierno, C.P. 98160
en Zacatecas

Tribunal Laboral Camino Ajusco 200


Federal de asuntos Conflictos colectivos que se susciten en los municipios col. Jardines en la
colectivos, con sede en de las entidades federativas mencionados en esta tabla montaña, Alcaldía Tlalpan,
la Ciudad de México Ciudad de México, C.P. 14210
CONCLUSION

Sí próspera la iniciativa de reforma constitucional en materia de Justicia laboral, vamos a


ver una mejora de la misma, Por el simple hecho de que en materia laboral se van a igualar
las mismas condiciones que existen hoy en día en el poder judicial, no se exagera en decir
que además de lograr la independencia de la justicia laboral del poder ejecutivo Federal y
de los poderes ejecutivos estatales, también se va a lograr un gran avance en materia de
administración de justicia ( mismo salario que en el poder judicial, misma infraestructura,
mismos recursos tecnológicos, etc ) sin embargo no deben dejar de observarse las
problemáticas presentadas en otros países, para parte partícula Y de alguna manera ya
presentes en las juntas de conciliación, a saber incremento de juicios, la consecuente
lentitud de la justicia laboral, la falta de comprensión de la particularidad de la justicia
laboral, entre otros temas. La reforma laboral en México necesariamente deberá
caracterizarse por: una tutela judicial efectiva; un proceso sin dilaciones indebidas; un
derecho a saber oído dentro de un plazo razonable; un procedimiento sencillo y breve; un
procedimiento adecuado para la rápida solución de los conflictos; un recurso efectivo ante
los tribunales para la protección de los derechos fundamentales; un derecho a ser oído
públicamente por un tribunal independiente y una jurisdicción tuitiva en materia de trabajo.
Están bien un propósito constitucionalmente establecido la aplicación y difusión del
ejercicio de la equidad en los casos concretos.
BIBLIOGRAFIA
www.juridicas.unam.mx
https://goo.gl/4rt.j93
https://biblio.juridicas.unam.mx

También podría gustarte