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.. .

, co mplejo de cas tr ació n* co 219


c1\1n . . . nc o •
., · it1n Je obJe to se to rn . m1tante s- e , .
t' 1l L L a in ce s tuo sa S
.
.. ,ro i un * o sub sis te pero . • • ue u mbe ' e sta Primer a
tt l in hi bi d a en
¡; 11 la ado lesce nc . .
ia al refo rza rse el emsu me ta co ntonces a la
• · . ' . mo ternura .
la eleg ir ob _1eto, un a el ec ci ón ya se PU Je pul s1o nal
1,
. d
• cun aria que
. sevolve-
n lrcJ~ Je aq ue ll a pr im an. a re
1 • • primida . . 11 evara, las
El t1tro tipo de el ec ci ón de ob • , incon sciente
. d l jet o qu e . ·
uc pr ov ien e e na . . ya me nc ion
l rc1s1smo . Se elige ent am os e 1
ces en el ob · t· s e•
l
t,utt1 ~ del yo, o del ideal de
l on
... . , L l yo *· tal es la . ,, Je O atn-
11 ,nc 1s1s t L1. a e ec ci.on ,, . '
de objeto por ap t e 1ec c1on de ObJ.eto
. . d 1 .
qst;1 suel en arse mezcladas
. ,, . pero una un d
a amiento y la narci-
' e e 11
La eleccion de ob je to po r ap untalamie t as ,,prev ,,
alece
Ja con los a va ta re s de la lib . .
id n o esta mas relac·.wna-
. . . . o* ob J' etal 1
l! b1do na rc isi sta au nq ue con la , a narc1.. s1sta con la
. . . obj'etal tamb·,,
un ien, en tanto re sulta
. ref. ug . io .ante las di fic ul ta de s de aquella · l
1dent1f1caciones* co n los objet e me uso surge por
os.

ELLO
Al.: Es . - Fr.: ~a (subst.). - ln
g. : Id . . It.: es .. Por.: id.
Una de las pr ov in ci as anímica
s de la «segunda tópica »; es la
sede de las pu lsi on es *, de do
nde proviene la energía psíquica
Al mismo tie m po pa re ci er a se *.
r una parte oscura, inaccesible ,
de nu es tra pe rs on al id ad . Se lo
describe por oposición respecto
del yo* , el el lo en realidad co
rresponde a lo que en el Proyec
de ps ic ol og ía (1895 -1950) Fr to
eud llamaba el «núcleo del yo
(A.E. T .I, pág. 373) o se a la »
parte del aparato psíquico * qu
estaba más en contacto con los e
estímulos provenientes del cuer-
po, es tím ul os que al investir*
las representaciones* toman el
nombre de pulsiones, y en
La interpretación de los su
(1900) mencionaba como el eños
«núcleo del ser» (A .E . T. V, pá
59 3) . E l el lo : g.
«[ ... ] en su extremo está ab
ierto hacia lo somático, ahí ac og
de ntro de sí las neces id ades e
pul sionales qu e en él hallan
expres ión psíquica» (Nu evas su
co nferen cia s de i11tro d11 cció n
ps ico an ál isi s, 1932, A .E. T. al
XXII, pág. 68 ) .
El ello es inconsciente*, pe ro
no es lo único inconsc ient e:
partes del yo y del superyó* tam
bi én ~o _so_n. . .
Lo inconscient e en el ell o no
es sin ontm o de re primido, lo
220
te d e l e ll o , é s te t!.l lci
. . do es so, 1o u n a p a r ti e n e otras Part
·epr11n1 . . do esqu
i ·esponden a lo repnrn1 . * e t\l)
corErn el ello ha re se n ta c io n e s- c o
Y rep . n c u la d a sa c o n mayor o
. ti d u ra , vi s e n tr e sí a tr
do de inves . ... avés de Il1e%r
gra d d* y analog1,a , asoc·
ciones * por cont1gu1 a , . *
* . L a e n e rg ia
) * se des l ia.
\las (energ1a li b
\ibrernen te entre e re 'r e g 1. da p o P
·c t r el principiaza*
placer *, Po rl o tanto
b u sc a n d ·ct
o la 1 e n tl a d d
e epción * º de
y es d el p a miento so b re to d 1 ·perc · ·
«Las e .1 en s o e pnn ·
. , no ngen para los p ro c' e so s d e l 11 M c1.p10 de co
e o . oc1ones nt ra
dicc1on,
. ten unas JU . t a las otra opue .
no s sin c a n e e 1a rs
coexis
. d e entre sí ni Sdtas
bilitarse» (l 932 1 69 ). E st a s m o c io n e
, · s o p u e st a s pro e-
condensaciones . duce
. n
En el e11o no hay negacio, n * ta m p h . ,
. . o c o ay noc1on
ni de tiempo Las mociones d ' d
. e deseo * q u e n u . e esp acio
y las impresion
es que f~eron h . n c a salieron del
, ello
sión*' son virtual u n d id a s en el por ,
mente inmortale via de repre-
«( ...1el ello no c s. . .
onoce valoracio .
moral alguna . El nes, n i el bien
factor económic n i el mal , ni
mente enlazado o o [ .. .], c u a n ti
con el principio ta ti v o , íntim a-
procesos. Investi de p la c e r, g o b ie
duras pulsionale rn a todo s los
que eso es todo en s que piden desc
el ello » ( 1932, id arga: creemos
Rige el proceso p .).
rimario* con la
zamiento propios c o n d e n sa c ió n *
de él , para sus vín y el de spla-
cosa. culos entre repre
sentacione s-
El nombre de «e
llo » Freud lo to
principalmente p mó de G ro d d e c
or el significado k . Lo eligió
metafóricamente de extraño al yo
«una tierra extra que éste tiene ,
, ~aradójicamen njera in te ri o r» .
te el ello, que
intimo de nuestra sería lo más p
v id a in te rior, «el núcleo rofundamente
por nuestro yo si d el ser», no es se
no com l ntido
mue~~ra la «alien o a go aJ•eno a s1, .
ación » del yo en m is mo lo
mac1on . su misma est~u que ya no s
Dentro del ello es ctura de for-
vivido po . t, . l .
r 1as g ~ me uido todo
en
\a s cinco fant , erac1on el bagaje filo ge
. es ·
anteriore s, lo qu né tico de lo
castraci ón reas t ia s p ri m ordial * ( e qued a resumido
como \as ca, tegoorn.,o al v1. ent es · escena primaria*, se · ,
en
k ducc1on ,
espac io), fun cio1nia s anti re m aterno y novela
fa m
an d, ana s del iliar*) qu e ,
de\ niño (lueg o nd 01 entendimiento (e
a\ dª e un a orientaci ó l tiempo y el
ª u\to de manera in n al e n tendim
con sciente ) so b iento
re los
ÍA INDIFERENT E 22 l
eNER G
ámenos que se presentan a su percepció n*, ubicándol os den -
fen
ro de algunas de aque 11 as «categor1a
,, s» f ,,
o antas1as . .
pr1mord1a1 es
;De la historia de una ne uros is infantil, 1914). Son como un
lecho premoldea do, que deberá ser rellenado con la experienc ia ,
e incluso con otras huellas mnémicas heredadas (Moi s é s y la
religión monoteísta , 1934-39), conducien do así la mane ra de
entender los fenómeno s actuales, una especie de «saber instinti -
vo» como el de los animales. Dentro de este haber filoge nético,
también pertenece al ello el simbolism o universal* , que es
familiar a todos los niños pese a la diversidad de lenguas.
653

'{0

. nque su s característic as principales se adquieran


da la vida, au
to ' rimeros años) . .
en los P resentacional surge para moderar los pasaJes de la
Este yo rep . . d.
, -b· dina! invistiente entre las representaciones, e .I mpe lf
nerg1a 11 1 ., .
e ra la identidad de percepc1on * (alucinato n a Y por1
de esa mane . . .
frustrante) propia del p roceso pnmano* reg ido por e

y ¡0 tanto
. • · de placer* • que buscan aquellas en un pnnc1p10,
pr1nc1p10
. . .
. . .
niéndo le ahora una barrera inhibitoria, regida por el pnnc1p10 de
realidad*• .
po-

Estas representaciones así adquieren nuevos atnbutos que


hasta las cambian de categoría. En adelante la investidura
representacional será fuerte y el desplazamiento* de e nergía
entre las representaciones, débil. Se seguirá buscando la identi-
dad con lo deseado , pero a través del pensamie nto * . La actividad
de pensamiento pasa a ser, entonces, parte importantísima del yo.
Este primer tipo de yo inhibitorio de la alucin ació n * comienza
a tener tal fun c ionamiento después de las primeras experiencias
alucinatorias frustrantes, en que aprende que el camino de la a lu -
cinación, por lo menos en lo que concierne a la pulsión de auto-
conservación*, no le conduce a ninguna p arte o , lo que es peor,
le conduce a lo contrario de lo que desea.
YO Eso el yo t iene que impedirlo inhibiendo* la al uci n ac ión *
Al.: lch. • Fr.: moi. - Ing.: ego. - It.: io. - Por.: ego. ¿Cómo? Invistiendo colateralmente otras representaciones con
Instancia, institución y estructura psíquica unifi cadora y las que comparar, diferenci ar; repre sen taciones-cosa, pri ncipal-
totalizadora del aparato psíquico*. Freud la describió a lo largo mente de imágenes de los objetos deseados e n las que no se
de su obra de diferentes maneras, atendiendo tanto a los múlti- condensen* las representaciones ni se despl ace la energía tan
ples aspectos que posee como a las diversas perspectivas desde libremente entre sí.
las cuales puede ser vista. El pensamiento reproducto r*, previo a la aparici ón de la
Podemos
. · por e·Jemp¡o, habl ar de un yo construido . con repre- palabra, sería una de las primeras formas de pensamiento que
sentaciones* q f
. · ue se orma paulatinamente a medida que van . permiten disti nguir entre el recuerdo * y la percepción *, un
sucediendo las e . .
. xpenencias que dejan las huell as que ultenor- primitivo nivel de proceso secundario*.
mente devienen en ell ( .
•o cua d as primero representaciones-cosa * y Iue- Este primer nivel de pensamiento en imágenes les da p aulati-
°
las que ns se .
e ' aprende el 1enguaJe*, · b *
representaciones-pal a ra , namente mayo r cabida en e l a parato psíquico al recuerdo y a la
e constituirán e , . .
les son las . . n su medula). Las experiencias pnnc1pa- actividad psíquica en sí (Proyecto de psicología, 1895 -1 950), el
v1vencias des r1sf acc1on* .,
y dolor*, las dos forma
s
principales d , a incipiente yo de realidad piensa, distingue a su pensamiento
En e_v1nculo con el objeto*
. ese sentido el yo . . como expresión del deseo* sin que el deseo baste para cons ide -
cia (en otro . crece Yhasta toma forma con la expen en- rarlo como rea li zado . E l pen sami ento reprod uctor le sirve a ¡0
s sentidos también, el yo se va formando a lo largo de sumo para reconocer diferencias entre lo deseado y lo percibido
655

654
Yo ~o enta cion es d e d seo de lo s
onsti tuirá n \as repr~ s e resen tacio e .
d .f entes percepciones entre sí, comp arand
y entre las I er o co on ellos c
n ales relac 10-
n los te de \os comp leJOS r p los obje tos y con los
recuerdos. _
Todas estas tareas, por pequ enas que _sea? ~bjetos- L~ p:~o vimi ento s reali zado s_
, nece sitan de este p:~e sati sfacc ión y dolo r
. . 1vo
pnm11 . yo de cierto proceso secun dario ; esta nadoS con l~s mom entos de l~s v~ve n~~
, es la manei· a la co nd u cta yo ica, en
que se va formando el yo realid ad que luego a en objetos e; mará n en mod ahda ~s
será e l yo realid ad d I yo. Un yo que dese a
se trans or_ * /o repre senta cion es e
definitivo*. •ficac1ones Y
Simu ltáne amen te co n el des arr o ll o .
del pens amie nt iden~1e lo que dese a: el o~Je t~- Para las
reproductor basado en imágenes se f orma un . o puls ione s d e a utoco n:.
tipo de pens ami ento y s~Qué es dese ar al obJe to. r· P a ra las pu
previo también al pensa miento en palab ras Is ione s sexu ales .
defi niti vo. Freud lo ser~ación el objet o es b~st~-~t:d ~~~c an
llama judicación primaria*. Una judic ación ellas es el place r,_ y p ara
que se realiz a con es variable. L_o que en i~a t Por eso
movimientos corporales. El ejem plo que pone l a elecc i ó n d~ obJe to se
Freu d en el «Pro- se nece sita del o bJ e t~ .
yecto » es el del bebé que recue rda al pech eso p rime ro satis f1c1e ron l as
o de frent e. Cuando el \los obJe tos que
pecho se le presenta de perfil, con un liger o apuntala en aque . , en los atrib utos de éstos .
movi mien to de cuell o pulsiones de autoc onser ~a~1 on,de la sexu
descubre que en esencia es el pech o anhe alida d infan ti l se va n
lado, da lo mi smo que
esté de frente o perfil, pues la sensación logra En los suces os traum auco s d las cara cterí stica s de los
da e n el víncu lo con f' ·
él se repite , además se logra una prim era originando tas 1Jac1 ones . ,
respe cto e
ando esté en cond icion es de ha -
«gue stalt» de la im a- objetos que el yo eleg1 ra, cu
gen del pecho. El pensa mien to medi ante
movi mie ntos y el
repro ductor (producido con imág en.e s) van cerio. .
dand o los primeros 1desa rroll o del yo desd e un pun to de
esbozos de un proceso secun dario en creci . Aho~a ~ons ~~e: ;~e\; ;;:ble máti ca de
mien to, por lo tanto la d istin ción yo -obje to.
de yo realidad definitivo . vista masd1g\a hay es un yo que reco noce las difer
A medida que el sujeto adqu iere el lengu De entra a o que enci as
aje, apare ce otro · ·
tipo de representaciones, las de palab ra, entre e 1 yo Y el mun do exter ior de acue rdo con un cnte no
que hace n progr esiva - realista. E s el yo reali dad inici al. Si · d
mente más complejo el sistem a de pensa ante u_'.1 determ1_na o e s -
mien to y la inhib ición tímulo basta para dejar de senti rlo un
de la alucinación . Se comp lejiza n las cade pequ eno mov1m1_ento ( un
nas colat erale s de cerrar los ojos respe cto de la luz, por ejem
ésta, lo que teje un sofisticadí simo entra mado plo~, ese est1~ ulo no
repre sentacional. es yo· si con ningú n movi mien to la sensa
Este entretejido de repre senta cione s-pal c1on cede , esta nos
abra cons tituir á el perte ~ece, es yo . Más au n, el núcle o del
Prec. , parte principalísima del yo. El Prec. yo _(las p ulsio nes*) _.
y el yo van fo rmándo- Pero todo no es tan fácil , exist en otros
se en relaci ón con los avatares de la sex ente nas. los relac io-
ualid ad infan til*, el nados con \as pul sione s sexu ales princ
complejo de Edipo* es el princ ipal de ellos ipalm ente. tan re ac ias a
. acept ar así como así a la realid ad*.
Las repre sentacione s en últim a insta ncia son
resto s mnémicos Resp ecto de las pulsi ones sexu ales , no
de las exper iencia s vivid as con los objetos, se acep ta a sí sin m ás
vivid as a través de al objet o como perte necie ndo al mund o
tales cuales zonas eró genas*, que predo
O
exter ior, espe cial me n te
mina ron e n los di stin- si es la fuent e de place r, simp leme nte
tos momentos de la sex ualidad infan til. Expe el obje to pasa a ser
rienc ias vivid as con consi derad o el yo o una parte de él. Por
el objet ~.ª través de las zonas erógenas, que otro lado , todo lo q ue
dejar on sus punto s produ ce displ acer* o es indif erent e,
de f,Jac,o n* por un lado, y sus moda lidad es cons idera do mun do
placer• por el otro. es de satisf acción o exter ior.
La parte correspondiente a las carac teríst icas Se const ituye así el yo place r purif icado
de las imágenes . * ·
propi as de los objetos y las sensaciones prod reinado duran te la époc a del narc isism o* ' , que eJerc e su
p · ·
ucida s e n la relaci ón uno es corre spond encia del otro si el pi nma no E n reali da d
·
, ace r y lo que lo prod uce'
657

656
Yo yo ·ón en el período fáli co.
. su formac1 •
. t ) es yo el yo es el objeto, o lo que es lo mismo ·ón yoica culmina ue había n predom1-
(el o bJe o , . . . . , no ha E,sta no:incan todas las zonas ~ró~en;~;a misma unidad que
. se acepta su existencia, todo es narcisismo Y
obJeto o n0 , Iodo es En él se u ·amente como pertenec1en o · nea y a la cual pas an a
salvo Jo displacentero. nado prevt
yo,D de otro punto de vista podemos llamar a esto ident"f• . de pl acer que tas un1
es . . busca un upo
1 1ca- ahora . Ed. cuando
ción primaria*, los atnbutos del obJeto pasan a ser de este modo ·tenecer. á eo al compleJO de ipo , .
características del yo. pe1 E,ste período es contempor n lid ad defin iti vo y se termina de
Este tipo de yo es quizá imprescindi ble al principio d luye la formación del yo rea rincipal de place r. Por lo
1
Vida ' dada la extrema .
inermidad de la cría humana que im e¡· ª
. co;;nocer al objeto como_la _fuen~en~e la problemátic a que pre-
absoluta dependencia del objeto Y del amor de éste. ' p ICa
re to hay que aceptar def1m_ufvam_' n de las pulsiones sexua les,
«Siendo»* el objeto no hay espacio ~ara sentir su ausencia, tan . d ara la sati s aceto
el deseo hacia él. Cuando se logra cierto dominio sobre el senta la reahda p . . alísima de ella. .
el objeto es parte pnnc1p t de vista es reconoc ido
aparato muscular, y son posibles entonces ciertos niveles de pueS . é (d sde otro pu n o , d d
Culmina tambt n e . radó"icamen te) el pen o o e 1
acción específica*, se va paulatiname nte aceptando que la al J·unto con el obJeto, pa J
como t , . ,
fuente del placer no es el yo, al tiempo que se empieza a reco- narcisismo primano. ue estaban separadas entre s1
nocer al objeto como tal y a sentir las angustias* ligadas con él, Todas las zonas erógenas, lq ntinente llamado el yo, un yo
la del temor a su pérdida primero, las que a su vez se van como islas, se u~ifican en_un s~/ ~~seo que unifica a todas las
complejizando a medida que se progresa en el relativo predomi- deseante que u~ne un llp~ osee lenguaje, que h abla, habla
nio de las diferentes zonas erógenas. tendencias previas , que y p . 1 ente desea es al objeto.
Este yo representaci onal resulta así primeramen te una moda- de lo que d esea, Y ¡ 0 que esencia m bJ"eto surgirán problemas
lidad de vinculación entre las representac iones, la que va insta- ste desear a I o
Como sabemos, en e á f ntar e n la medida que pueda,
lando el proceso secundario paulatiname nte. complejos que este yo del~er . e1:/eacci~ne s específicas que los
No todas las representaci ones van a constituir el yo. Algu- para poder llegar a rea iza1
nas, como las de ciertos deseos, pertenecerá n al yo sin ser el yo. deseos pulsionales le reclaman. t" Cuando el a parato
también la sede de la angus ta. . , . .
Serán representaci ones de deseos del yo. _El _Yº es. d"do por la cantidad de excitac1on" provenient e
Las representaci ones del propio cuerpo, las de sus sensacio- ps1qmco es mva 1 • · d ¡
. de las pulsiones del mtenor e cuerp o ,
nes de placer (autoerótico u originado en el vínculo con el del mundo exterior o . - · *
el o sufre la angustia traumática º. an_~ust1a automat1ca
objeto a través de las zonas erógenas) y de dolor, originado en Y á. te la cantidad
(autom ttcamen de exc1tac1on deviene en an-
la profundidad de las sensaciones de sus órganos Y en la . . •
gust1a· ) E · as"ión se produJ·o en la mfancta cuando determ1-
superficie corporal, en la imagen producida a través de los . sa mv .
na d as zonas er Ógena s fueron sobreestimu ladas desde e l obJeto en
órganos de los sentidos, principalme nte de la vista Y su placer detrimento de otras. La invasión también puede ser actual.
«voyeurista» para la percepción de los propios rasgos se nece- _
Contra la reaparición de aquella primera forma de a n gu stia
sitará de la imagen del espejo, y para comprender a ésta como
automática originada en la infancia, el yo, a medida que crece va
imagen del yo, de la aparición del lenguaje y la actividad de
«establecien do defensas en forma escalonada» .
pensamiento, constituirán representac iones propias del yo. La primera es la llamada represión primaria*, compuesta por
Se obtiene así una imagen del propio cuerpo que unifica ª la contrainvest idura* de la zona erógena que resultó traumática
todas las vivencias autoeróticas y objetales previas, como perte- en el período de la sexualidad infantil. Se generó así lafija c ión*
neciendo a un yo, a una esencia cuerpo que ya tiene hi stona Y de esta contrainves tidura ante la representac ión de Ja satisfac-
marcas de esa historia dentro de sí.
6SS
'{O
. d la a ngus tia autom ática ,
erógena, y fijación a la repre senta . , . da vez más del peltg~o e
de esa zona l imita ndo sus capa -
ci6n 'b tos a él correspon d'1entes. c1on d 1 se a\eJª ca . do cada vez mas al yo,
. y \os atn u . . e¡ y obrec1en
ob1eto . defensa yoica, s1 bien lnc. y gene rador a pero ernP
Esta primera . a su Ye . bién Inc., desp liega la
. 'do
le repnm1 ' al reprimir la repre senta ción- palab . z 1 cidade s. do nivel defen sivo yo1co , ta~ * o sea la mayo
ría de
de n · ondiente a \a satisf acció n de la pulsi ón seia del El s~~:n ropiamente dicha o sec~ndanat¡ las angu
0 bjeto corresp , b' , . xua¡ a stias seña -
, d d terminada zona eroge na, tam represio ~smos de defensa* conoc1do_s an
traves e e 1en delim ita los stitut i vas * llama -
• , * . d \ s ,necan1
Éste con cada repres1on p1er e terreno .catn. o d
dores en ocasi ones e form acionIes su ,
P.os del yo. también
le pone freno a la puls1. on.
, , pierde
\es, c~e;omas*, trans accio nes del yo con .ª ppero
ulsión que no seran
nqueza, per0 . l
La repres ión primana, por o ta;to , va ehm1
oenera en Parte rasgos de carác
d . .
tando al Yo. Le 1 das sin
ceptados por e y
I o como de su perte ne ncia,
b los dentro de s1.
que si se hace n
,
. ter , form. as de ser o de hacer, o a ó . cos el yo tFatará de englo ar . terio r con el recue rdo
de no hacer (inhibiciones yo1cas, produ cidas por la cr ni ltiva el yo en su in
vergüenza* La angustia seña11 ac~
el asco* 0 la moral, diques generados por la repre sión ática del nacim iento , de la que
primaria): de lo que fue la angu stia traulm
más O menos patológicas, más o menos norm ales, a a reluc ir corno band era de
arraigadas en e ueña mues tra y a sac .
su interior. toma una p q , ahora al nivel anten or.
En el períod o del complejo de Edipo concl uye la forma peligro, para resgu ardar as1, ica que Freud descr
ción de ibe e n El yo y
esta represión primaria. Se escinde el apara to psíqu El yo como estru ctura ps1qu . d lo hasta ahora
ico en un descr ito.
ello* inconsciente que incluye al incon scien te* reprim el ello (1923) es com~l~mhent~nol _enten·or desd e
esta represión primaria, un yo que en parte es
(específicamente la parte represora) y en parte preco
ido por
inconsciente
nsciente* 1
Sur~e des t.,ª
d 1 uperf1c1e acia e 1 '
la re alida d
sdesde la ident ificac ión hacia el núcle o del ser,
hacia la ~u s1~nf.' . , hacia el deseo desde fuera
y consciente, y el superyó*, que se contr apon e al desde la ident1 icac1on haci a dentr o.
yo y le exige En ese sentido, también es un yo alien ' l b del
su aproximación al ideal del yo, oblig ándo le a reprim ado, es « a so m _ra
ir a las objeto» en la superficie del aparato psíquico, es
pulsio nes y castigándole con el sentimiento de culpa _u n extra n~ ~~e
ciente o incon sciente) si no lo consigue.
* (cons-
1 entró en casa, apoderándose de ella, para dome
proveniente del interior, «el núcle o del s~r».
nar a la pu s1on
Retroactivamente se resignifican las represione
s previas Pero el yo tambi én tiene otras funciones . Es
«edipicándolas», prestándole s el matiz edípi co a la sede del
las historias , lenguaje y con él del pensamiento, a tr~~és del cual
grabadas previamente en ellas. ?:be llega r
A partir de entonces el yo despliega otro nivel de defen a la acción específica (aquí está al serv1c10 de la
sa, el puls1on, para lo
secundario, también Inc., nivel no totalmente nuevo \ que ejerce dominio sobre la acción). Está comp
pues ya ue sto en gran
había funcionado, en la medida en que se iba recon parte de representaciones-palabra significantes
ociendo al de repre s~nta -
objeto como la principal fuente del placer. ciones-cosa, por lo menos su parte Prec. La parte
preco nsc1e nte
Ahora no se defiende ya de la angustia autom ática del yo (el yo oficial, el que está a la vista y es acept
directa• ado como tal
mente , sino de las angustias señales* rel acionadas por el sujeto) se despliega como una super estru
con los peh· ctura que en
gros de la angustia de pérdida del objeto* y la realidad está edificada sobre la infrae structura que
anguS tia _de le prepa ra su
caS tración *, se construyen a partir de ahí ni veles hasta parte defen siva inconsciente, a la que desconoce
tercian os como propi a
de la defensa, como es el caso de la inhibición fóbic pero merced a la cual existe , e incluso su «exis
a pertene· tenci a» pued e
ciente al parapeto evitativo de la reactivación de depender tanw de ella que su influ encia sea «alte
· conflictos rado ra» del yo
yoicos con la pulsión del ello y con el superyó · el (véase: alterac16n del yo).
(eS te niv
pertenece ya al Prec., como racionali zación , Y a En otrn sentido el yo est;í también compuesto
la lla~adad de libid o*
censur a Ce ) d f desexuallzada, la que lo mues tra a él mi smo
· • e ensaque toma así mayo r nivel de compleJ1da
como una
66 1

660
Yo ,¡O de la teor ía , Y
los albo res , 1
. nes del ello, que en
subl 1·mación. Pero la subli maci ón no es un acto punt u _ sí uico eran «e l nuc eo
. un proceso. El yo se enca rga de subl •
sino
daptarlas a la cultu ra*; una creac 1on
a 1, sub·
. , imar las puJs ·iones llo, .
ue 1as pulstO oríge nes de cada a~ar ato
qarnbién en Jos a ser reco noci das por
pi1 com o pro pi as ~ a
a hum ana prod P,1ra t ueJv an las repr esen tac1 0-
producto a su vez de otra su bl.1ma~1.ón:
el leng uaje . uctor a del yo», v 1 aum enta r las re 1ac1· ones entr e
· tará tanto defe nder se
' Y enriq uece r:~;c io asoc iativ o». Ya ~o ~ec:~
El lenguaje con sus repr esen tacio nes- pala 1e ocas iona ban e n la
bra Prec I d
la oportunidad de pens ar y a su vez de ser · e a al nes,su«co han perd ido e l pe ig10
. obje to del pens a . Yo Has pues ., por ejem plo , era
Junto con la capa cidad de pens ar vien. m~~ de e ' 1 que la angu stia . de castr ac1o n ,
e lo que de esto sed · . artes Inc. d e f en-
de: Ja responsab1·¡·d
1 a d de Ia d ec1s1
· ·ó b
n so re la acci ón de 1 espre n- infancia,Ten :ién que reco nozc a a sus
pro_ p1;;l en s i va y disp one r
pensamiento es, entre otras cosa s, una • a que el realista. am . . d man da de ener gia
form a de ensa yo. , .
No obsta nte, el yo Prec . está som etido sivas, para!~:: t1~1 :~:r :ía para la _acci
a di vers os vas ali . ón esi;c ;;~c :~oz ca a s u
antes de 11egar a 1a acc1o ., E preferent;ro lado , el trata mien to i_ntlen
. n . s zara ndea do desd e el ello aJes ta '!1iv ia su sent imie nto
d
pu 1s1ones que eman d an salis . f .ó Por o .
acc1 n , desd e el supe ryó que y sus cons iga d1fer enc1· ar¡0 de s1 ,¡· o que r .,
exije «lo que debe s ser» y «lo que no 1 super Yó Y
1 a y Je deja mas , ¡·b para rea 1za el tipo de acc1 on e s pe -
debe s ser» , tamb ién ,: de cu P 1 re d a la subl imac 1on .,
en
tironea la reali dad. cífica que más le coro ~ Ia zca ' incluI yen o
crite rio de reali dad , pnnc . ·
Precisamente debe trata r de impo ner un ella, en la que tamb ién inter veng a e 1-
crite rio de realid ad
encontrando una sínte sis con aque llos pio del yo .
otro s crite rios tan diver'. 1 de del narc isism o. Mej or dich o, la
sos. Nece sita inten tar impo ner el prin cipio
de reali dad , el proce - Por u' l um
. o el yo es a se
so secundario, para lo que es impo rtant
e reali zar el exam en de libido ubic ada en e 1 yo cons i·tuy
1 e al narc isism o.
. . o se alim enta de la prop ia valo rac1- ,
la realidad *, medi ante el pens amie nto En el adult o el narc' .s1sm . de los éxito 0n
cogn osci tivo. s que logr e cum plien -
Pero much as vece s el yo no lo cons igue que trae e 1yo d e sde su infand cia,
, pues toda una parte de el amo r de los obje tos.
s_uya escap a a su s posib ilida des de cont rol: do con el ideal del_ Y?*' Y esá h ido
su parte incon scien te. se pued e apar tar la lib ido
Esta hace trans accio nes con el ello, sus
puls ione s libid inale s Y e uan do e I narc1s1smo est ·nve er
stir ' al
yo 0aene ránd ose así la
sus deseo s que pugn an por retor nar desd .
de los o bJe 1os .y .lleva r1a a 1 onen te '
e Jo repri mido *, las que más regr esiv o resu lta
generan sínto mas neur ótico s. Podr íamo patol ogía narc1s1sta cu;'º . e:p
s inclu so deci r, lleva ndo
este razon amie nto al extre mo, que hasta la enfer meda d esqu izofr emca ·
el yo en sí se conf igura d apar entem ente no se dese a al obje ·
de la misma mane ra, como un sínto ma, com En ésta enfe rme da to. Es te
o una trans acció n que . t suce de al usar el yo el ulum , . .
se eStablece entre la s pu lsion es del el lo no dese ar a1 o bJe O o refug 10 ante la
y la reali dad , entre el ello . ática la que surg e en un yo con poca ,
Yel supe ryó, como e l mejo r arreg lo al angu stia auto m , linea de
que llega n estas difer entes uy rápid amen te cae en ella ante las fru . s
fuerza s. defen sas , que m . trac1. 0nes
ducir le el ob3eto, con res pecto al vinc , ,
. Cuando e l yo no e ncue ntra cami nos que pued a prO . ulo con el o
para unir toda s e st ª~ a 1as pre te n sione s que uene el yo sobr e ,
e l, e n luga r de defe '
di versas tenden cias, pued e escin dirse * . _ , _ nder se
su parte Prec . Y Surgn r
contr adicc iones en su pen sami ento no o en f ren t a las angu suas sena les de. _pe*rd1da del obje to * 0 de su
por él • com0 · h b. reco noci d as com o tales *
amor , o de la amen aza de castr ac1on , o del amo r de l s upe ó
si u 1era dos yoes . Esto es cara cten, · de las mo suced e e n tas as•, llam adas neur osis
trans feren ciale *)ry
·
p_e rvers iones sex uales *, las que acep tan s ti co (co . lt
y no acep ta n al mis~ º últim o refu gio resu a enton ces el retiro s .
ti empo la exi Sten cia de dos sexo s, o mejo El - de la 1nve
. . ura
r dich o de la ex i st enci a libid inal de la repre sentac16 n Inc. de st1d
de castración. los obje tos S e .
dese arlos profu ndam ente, ~ se llega así
a este est d . deja d e
_No obstª nte , e l yo Prec . es la parte del
apar ato psíq uico que que S e deja de dese ar al obJet o pnr·i• sost O
mas se trab ·
ª Jª en 1os tratami entos ps icoan alític os. s 1 ener paraadó · ·de cosa s en
e P rocU ª Jicam ente al
1',R ptJRlf1cADO . del yo no se ri ge por
662 Yo IDEAL yo p1,AC á de que el ide~l . d \ace r*, en todo
tra prueba rn ~ or el princ1p10 e p I no poder
recibe libido desde el objeto, reinvistiénd Ésta e~ od realidad* ' sino p oder castiga r al yo, a
el que ya oO oselo
~0 '. . te ahora desde el ello. Las representacio nes- pal b . ·p10 e yó de P
1tb1dma1men .
tal 00 se sustentan en representacio nes-cosa aS ra ~¡pnnt Jacer* del sup~r encías del ideal. . nto freudiano: e l
de un yo .. .
. 'f'1cantes sin siumf1cado, o representacio nes-palabra· on
s1gn1
caso;/éste con la;:~! subrayar el razo~a::o h acia el f uturo ,
O
• que
son wmadas como representaciones-cosa y tratadas corno tales cu;s ¡nterestn:;¡~ e\l yo que sea id~;!;t~:e éste poseía end:~
(con el proceso primario). ·deal del yo e utoritariarne nte lo . ido formando p a rte
Se establece así un pequeñísimo circuito o bunker defensiv tero pidiendo a a su vez está repnn\ 1 que de esta manera,
muy endeble, con la libido que de objeta! volvió a ser narcisist: p do pasado que alidad infant1 ' a
secundariamente, quedando ahora a merced de la angustia auto- pasapu~s es parte de la sexu a ser idealizada.
mática y de la compulsión de repetición* que origina toda Inc. á de reprimida pasa
adem s
desinvestidura* representacional libidinal.
CER PURIFICADO "f', . Jng. : purified
yo PLA . moi-plaisir pun ie. de razer
YO IDEAL Al . Lust-Ich . . Fr. . 'ficato. - Por.: ego p
Al.: ldeal-Ich. - Fr. : moi-idéal. - Ing.: ideal ego .. /t. : ¡ ·· . It.: io piacere pun
0 pleasure ego. d ue se
idea le. - Por.: ego ideal. orificado. . oico explicada por Freu ' q
Parte del yo*, que en obras como Introdu cción del narcisis- p Forma de funcionamie nto y* ue puede ser pensa~-ª como
mo (1914) y El yo y el ello (1923 ), es sinónimo de ideal del yo*, rige por el principio de placer d~lqpsiquism o en relac1on a las
aunque en 1914 Freud menciona aspectos que indican mejor el predominante en los orígenes
camino para su comprensión, si bien no alcanzan para darle
el estatuto de estructura. Pulsiones sexuales*.
. d lógica que no
robra a una forma de fun-
,
Es en sí un tipo e a reoir en forma mas
«La observación del adulto normal muestra amorti guado el . ue puede 1
vo ver o
cionamiento y01co, ª q 1 . or lo menos en parte,
de!iri? de grandeza que una vez tuvo, y borrados los caracteres o menos disfrazada la función menta1'1.Pd d defi n itivo* y has ta
pSiqu icos desde los cuales hemos discernido su narcisismo d , del aparente yo rea i a ,
inclusive por etras . . , le·os podríamos pensar que
infantil» (A.E. T. XIV, pág. 90 ). fundamentada desde éS te_. Sm ir ma; f J funci o nan si Ooui e ndo
El aparato psíquico erige en determinado momento (después los mecanismos inconsciente s de e ensa ,
del complejo de Edipo*) un ideal por el cual mid e su yo actual. las reglas del yo placer en gran proporción , utilizadas, eso s1, e_n
«La fo_r'.°ación de ideal sería, de parte del yo, la condición de la contra de la posibilidad de satisfacción puls1onal, pues des pues
repres1on » (id.). de la represión primaria*, ésta se ha vuelto displacente ra para e l
«Y sobre e5te yo ideal recae ahora el amor de sí mi smo de que yo* Prec.
en la infancia go zo- e 1 .
yo real. El narcisismo ap arece desplaza d0 En esta lógica hedonista es considerado yo todo lo q ue ocasio-
ª eSte__nuevo yo ideal que , como el infantil se encuentra en na placer*. Por \o tanto si el objeto* produce placer el objeto es
poses1on de toda 1 ' [ ..
s
proyecta frente a s1, as perfecciones.
valiosas. .] lo que e' I yo. Con la misma lógica obtenemos la conclusión de que todo
.d . corno su ideal . .
PerdI o de su 1nfa nc· es el sustituto del narc1s1s mo lo indiferente o lo displacentero no es yo, es objeto o mundo
p ¡ ·
ia, en a que él fue su propi o ideal» (1d . 91) · exterior.
(pan dor lo tanto el yo 1· dea ¡ sería lo que le exige el ideal d e1 yo
1

e e1 superyó*) al Ev id~ntemente 1~ l~gi_ca de los juicios de este tipo de yo no


do s* d . yo, Y estaría constituido por los recuei.- está regida
1 . por el pnnc1p10 de realidad* sino por el d e p ¡ acer, en
infant"I1e* ª . omn1potenc·13 de¡ pensamie nto* de la sex ua ¡·dad 1 1 ese senl!do corresponde al yo de la defensa* , al
pues . e, tncluso ' yend o mas ✓•
atrás, del yo placer pun•t"1ca do*' (en el adulto), usando la misma lógica OI ,
y ne. Este
' i que yo más ideal que ése? , no acepta las mociones
,.e:
66 5
DAD DEFINITIVO
YO PL,\CER PURJF yO REALI
664 ICADo
. oico diferente de aquel que mostramos
otro n1ve 1 y ,
llo* que Je producen angustia señal* Este es s mecanismos de defensa lnc. se reg1an
· aJes de I e . , no les d íamos que Io ,
puJsion . cencia no las hace propias, no son yo p cuando ec E e caso el resto del yo Prec. lo hacia con el
t su aqu1es ' , ues Je lacer n es . .
presª . er* Les aplica los mecanismos de defe or e 1 yo P · 'd d En cambio en las afecciones narc1s1 stas se
an d1 sp1ac · . . nsa 0 P • · de real! a · d ·
gener . secundarias*, las que ya impltcan una falla de 1 principio . d d* y el yo placer rige de manera pre omman-
e con Ja rea 1I a
represiones d I . . d * a ro mp . t
. •maria y un retorno e o repnm1 o , una transacc·. te el funcionam1en o .
repres1 6n pn . I ,1 ion
a pulsión* que intenta vo ver a e , por lo que ést
entre el yo y l , . d e,
a las órdenes del superyo*, la aleJa e su seno, como a un EALIDAD DEFINITIVO .
YO R .. . t h Fr . moi-realité définitif. - lng.: reahty
Al. .· Reahta I
· e · - ·.
«extranjero interior». 1 . . realta definitivo . . Por.: ego de rea I'd d
J a e
Sin embargo de esta forma se crean las bases para que final ego. - t .. 10
funcione el yo de realidad definí tivo, haciendo la salvedad de que definitivo. . . to yoico que predomina en el adulto, Y
r· 0 de func10nam1en
en sus orígenes y en su propia infraestructura funciona este yo
placer contra la pulsión, ti~o de funcionamiento d_el ~ue participa
?·- . *
na vez concluido el período del complejo de Ed1po ·,
en e nrno ueryó* ya instaurado, vigilando al yo* para que esté
el superyó y hasta inconscientemente, con el sentimiento incons- con un sup ez ante el peligro de que retornen las pulsiones del
ciente de culpa* o necesidad de castigo, el que necesita ex- atento, a su v ,
piación. ellO,:¡ ser el yo preservado del peligro pulsional, puede funcio~ar
El yo placer purificado funciona con la categoría del ser*, se
más fácilmente con el principio de realidad*, pues ya no esta la
es el placer o no se lo es, no hay tener* dentro de sus concep- pulsión* presionándole y angustiándole constantemente Y con
ciones.
la misma magnitud. _
Lo que se es, o sea todo lo placentero, se lo ama; lo que no se Se instaura entonces definitivamente (o por último, meJo r
es, o sea todo lo displacentero, se lo odia. dicho, porque el proceso primario* puede volver a instaurar_se en
De esta manera, a partir de este tipo de funcionamiento yoico cualquier momento) el proceso secundario *, con su noc1on de
se puede llegar a conclusiones tan disparatadas como las de que que una cosa es una cosa y no la otra, la negación*, las nocio-
si el objeto es placentero yo soy el objeto, y si una parte de mi nes de espacio y tiempo, la búsqueda de una síntesis en la
cu erpo me produce displacer no la acepto como yo. actividad de pensamiento*. Todo lo que predomina en las d i ver-
E5
un yo que pretende ser puro, puro placer. Se pun' fjca del sas actividades que serán fruto de él.
1
displacer* alejándolo de sí, en este sentido es ideal , no cabe e El pensamiento se produce principalmente con pal abra s . con
displacer en él pues él se define por el placer. las que se busca en las percepciones* la identidad de pensamien-
En eJ pen-o do en el que comienza a dominar
su mu sculatura, to con lo deseado. Se desea «reencontrar» al objete * , «conve n-
el su· tO
Je ya no está urgido a funcionar regido por es t e yo ' pues cerse de que todavía está ahí» (La negación, l 925 , A.E. T.XIX ,
10
algunas acciones espec1•t·tc as* ' por 1
puede em . pág. 255).
pezar a re alizar
que ya nr, necesitará tanto de la omnipotencia yoica que e El pensamiento trabaja estudiando las diferenc ias y s i militu -
otorg· b· ¡
ª ª e Y<J Pacer
1 purificado. . y des del percepto con lo deseado . Trata de e ncontrar s imilitudes
Luego cu d d . del objeto P_e ro no se esclaviza con el deseo* de enco ntrarlas , s ino que se
1 . • .' an o escubre la dependencia que u ene , di -
da impl1c11a po~ibilidad es de fru stración *' de angustiad~ per or nge por la realidad*, que aquí es sinónimo de verdad * .
a de ,,bJeto* , eg1rse P ,. _El yo realidad definitivo concluye s u formac ión en la etapa
. ' etcttera, le resulta tentador volver ar 1os fahca cu d d
aquel, e~ dec · . . . Inc, de
, 1-¡· • ir, retraer las rn ve stiduras de los deseos , an o esde lo corporal se unen todas las zonas e ró genas*
' Jet,,,, e 1nve, t' ¡ · · o*
ir ª yo, regresando as í al narc1s1srn ·
667
666 YO REALIDAD
INrc,AL yO REALIDAD INICIAL

bajo la supremacía fálica,


. . . dándole a todo ese cue rpo en El yo realidad inicial e s una de las colu_mnas en las que s_e
el nombre de yo de f rn1t1vamente. Unidad el yo realidad definitivo* p a ra lograr imponerle el pnnc1-
Coincide todo esto apoya
• de realidad a las pulsiones s exuales* , con el a ntecedente d e
. con el reconocimiento defin 1' t•IVOd 1 .
como la fuente más importante de placer*. Al ser d f' . _e objeto
., I I
º
Pue
1 desde este tipo · · · ,
de func1on a m1ento yo1co aqu1 d esenio
. se ve
e rn1tiva
reconocido el yo, tam b 1en o es e amor* a él el . mente \ e de entrada y en algún s entido la realidad* del objeto* e s
.d d d f' . . , narc1s is n-. *
El yo rea l1 a e rn1t1vo va creciendo apo ad O "'º • ~econocida desde el primer momento. En un segundo paso, cuan-
realidad inicial* y en el yo placer purificado* , es yuna srnt
_en el. Yo do interviene algo más que la s ati s facción, la cos a se hace
ellos. Una vez desarrollado sigue agregando ade Pt os a su esis de compleja cada vez más y se va pasando a los otros tipo s de
con lo que crece el yo Prec., con él el pens . grey
posibilidades de domeñar a la pulsión y llevarla a:iento Y las funcionamiento yoico.
sea éste la acción específica* pulsional, 0 deriva~ uen puerto,
de ella como la sublimación*. os culturales
Con el predominio en el aparato psíquico* d I f .
· d d 1· · e unc1ona
miento e esta mo a 1dad yo1ca, también se relaciona 1 ·
to de salud. e concep-

YO REALIDAD INICIAL
. Al.:Wirklichkeit-lch.
. - Fr. . ·t·1a I. - 1ng.: on-.
.. moi-re'al1'te' 1m
gma_l reahty ego . . lt.: io real ta iniziale. - Por.: ego de
reahdade inicial.
Yo*. cuyo funcio nam1ento · .
es predomrnante en los inicios del
trabajo . . mental de 1 , h
a cna umana. En este tipo de yo prevalece
un entena realista.
. Se basa en la posi'b1' l1' d ad de realizar . determinados mov1- .
m1entos .(que al pnnc1p10 . . . incluso
. son refle1· os) como los de
acercamiento o al . .
ej·empl . . ejamiento de algunas fuentes de' estímulo (por
luz· el o. e1abnrycerrar d e los ojos respecto del estímulo de lª
• pataleo
general est . e~ t 0 d e un estímulo calórico, etcétera). En
resp
de autoco os mov1m1e
. _ n t os se realizan respecto de las puls1one · s
. . nservac1on* 1 , • • _
cip10 de real·d d • as que rap1damente se someten al prin0
1 a * po I '
puls1onale s · t · r O que se permite sentir a los esomu s 1

. 1n ernos •
propios. ' por ejemplo el hambre o la sed, co rno

C<J
El yo real'd ..
I ad in1cial . l' ¡res
rporalcs sigu · permite ir reconociendo ]os im
POd '
~mos alejar iendo •
eS t a misma línea: aquello de lo que nos
aqu, e • . no perten (el yo
s casi sin6n · ec e a nuestro cuerpo no es yo
Podcrn O\ alejarnos I mo de '
,. cuerpo); sí es yo el estímulo del qu e no
· mas que con la acción específic a*.
111
. ,,
··fiJ·ación a l trauma;'" . T rauma o cantidad d e exc1. tac1on
,, • * ·
,,
. dura o con una un1ca (la de la escena trau matica), . sin
Itga . . . que
to tiende a repet11 se (ulteriorm ente no qu d,, d por lo
tat 1 ~ e an ose solamen
te en los suenos, puede pasar a los hechos) f .1. -
.d d ,, . ' ac1 Itada por esta
·ntensa cant1 a traumat1ca , que no logra u na mayor cualidad .
1 •
represe ntac1onal, entonces.

SUPERYÓ
Al. :Über-Ich.
. - Fr.: surmoi (o sur-moi) • _ ¡ ng... super-ego .
. /t.: super-10. - Por.: superego.
Estructura
,, que surge en el aparato psíqui·co* a pos t enori · ··r.--
del pe nodo del complejo de Edipo*, como consecu enc1a · d
· ·t· · e
1dent1 1cac1ones secundaria s* (no directas, posteriores al defi-
nitivo reconocim iento de los objetos* como principal fuente de
placer Y como rival) con las figuras de los padres y del padre en
especial, permitiend o la definitiva entrada de la cultura* en el
aparato psíquico del individuo y la entrada del individuo en la
cultura.
Tres vertientes principales en él confluyen : la herencia
filogenétic a, el narcisismo infantil, y el «monument o conmemo-
rativo del complejo de Edipo».
Herencia filogenétic a. Freud hace partir al superyó de los
sucesos reconstruid os en gran parte por sus hipótesis en rela-
ción al origen del proceso evolutivo de la hominizació n , los que
so n expuestos en su obra Tótem y tabú (1912). En ésta se hace
hinc a pié en los escritos darwiniano s sobre la formación de
grupos de homínidos originariam ente en la form a de hord as
primitivas* a las órdenes de un jefe, el que poseía to dos los
privil eg ios, e ntre e llos el de castrar, matar o ec har de la horda
a su s hij os va ro ne s. Según F re ud , los qu e lograron sobrev ivir,
e n a lg ún 1no me nto co nsi g ui e ron e stabl ece r vínc ulos ho n10-
se xu a les e n e l des ti e rro , e in ve ntando un a nu ev a arn1a, se
re be la ron a l padre , le mataron y se lo con1i e ron .
surE RYÓ
608 SUp ERyó , del pe-
her enc ia cru zad a fá lica
le vie ne en par te de la r e l lug ar del
ur . oc upa
fra tern a * . Lu ego fue s g1e ndo 1 1enga,
, do del ma tria rca do. en 1 . ,
e l que tuv o. que
Se form ó así la alia nza n e .
sta ma tern a con su cría .
or que lo s her ma n os te nía ªI Pad re f) O
de la mi s ma vrn cu ac1on
n arc 1s1
to tem i smo *, en el que el tem • • ien te del
pla zad o a un ani ma l, al
qu e se co . pa d re, Y i a y e ntr and o en lo pro ven
aho ra mu erto , fue des ns1d e ró Sal ién don os de la filo gen u-
. com o s . de com o se va con stit
asc end ien te, y a qui en se
pas ó a ado rar y sen tir ag1ado ·sis mo ont oge nét ico , hab l a rem os . ,
o que
• ~~ / sup ery
ban que te toté mic o * est ruc tur a o fun ció n del
inc luy end o en esto las ofr
end as y el
' que yen do el ide a l del yo* . sub zar la. El yo, que d ebe
ritu al per i ó dic o. es inc apa z de for
pas aro n a rep etir se com o exig e sub lim aci ón, per o no pue de, se
dia na es que pos ter ior me nte
al pa< II.. ·IC1d ..10
uirl a, no sie mp re la log ra alc anz ar. Cu and o
La hip ó tesi s freu dur ant con seg
uni dos , y por lo tan to to de cul pa* .
rea liza do por los dher ma nos.d ., e el hace pre sen te el sen tim ien lo típi co de
.
.f. c10
1ca n * co n la figu ra p a te1-. tra ció n* fem eni no es un eje mp
tote mis mo , se, pro uce una
. .
I ent1 . El com ple jo de cas del yo es fáli co
ma del yo*, tim a* cua ndo el ide al
u1r una par te imp ort ant ísi dism inu ció n de la aut oes
na, p~s an d o esta a co_n st1t A par tir de ést a
pad re ext ern o, con tod o
s u pod erío
y se pro duj o una fija ció
n * en esa zon a eró gen a*.
el or_igen del sup ery o. El la mu e rte deÍ les for ma s de def ens a
con tra ella
o lo dec i s ivo no fue se pue den ori gin ar mú ltip
per dió fu e rza (e n tod o cas as eró gen as se
uen cia s que es te hec ho traj o), fue rza c. vin cul ado s a est as zon
pad re en sí, sin o las con sec misma . Si los des eos Pre ido *, gen era -
int eri or de los ser es que ret orn ar de lo rep rim
que pas ó al sup ery ó, est ruc
tur a p síq uic a
ryó se rep rim en y lue go con sig uen te *) son los des eos
su vez lue go est e s upe rep rim e* (de sin vis
com enz aro n a llam ars e hum
ano s . A
l mu ndo rá n neu ros is. Si lo que se res ión * o tras tor nos
ia e den cia s a la dep
ció n* que se rea liza h ac Inc. se pue den pro duc ir ten
to mó com o eje de la pro yec ció n ani mis ta las per ver s ion es sex ual es*
pre dom ina ba la con cep narc isis tas, los que pue den
ir des de
ext erio r en la épo ca en que tim a sue le
y en los que la di s min uci ón de la aut oes
del mu ndo . a las psi cos is* tra ella . La
ded ica d a pri nci pal me nte
a que se rio , com o la def en sa con
Est a nue va estr uct ura fue tura : la pre sen tars e com o Jo con tra nde za.
se rían lo s inic ios de la cul has ta el del irio de gra
cum pla n los req ui sito s que que va des de la alta ner ía, pro vie ne
el par rici dio . fec c ió n. Est a as pir aci ó n
pro hib ició n del inc es to y ben efic io El ide al del yo anh ela per la
yo pla cer pur ific a-
c um plía úni ca me nte en de la con cep ció n hed oni
sta d e l yo ide al *, o
Lo que has ta ento nce s se mie nto del sup ery ó ba yo a tod o lo pla cen ter o
da, con el adv eni do* nar ci sist a inf ant il, que
con sid era
del pa dre o jefe de la hor uno de los no- yo. En
apa rato psí qui co de cad a e l res to, co nsi deránd olo
s urg i ó des de den tro del ~ era ind ifer ent e u odi aba • • vol ver a enc ont rar
bili dad inte rio r pro pi a. 1
ultima ins ta nci· a e 1 I·d ea del yo qu1 s1e ra
hom bre_s, como una imp osi e se form a gra nde za qu e
l sup ery ó fem eni no. Ést fue , aqu el del irio de
Ded iqu e mo s un pár rafo a fáli co; Y por a(u ello que alg una vez
zad a, con pre dom inio ª guna vez tuv o.
en par '.e por her enc ia cru el per íod o que va ide al, tam bié n
here nci a del mat riar cad o*
pre dom ina nte en
re «Se r de nue vo , com o en la inf anc ia, su pro pio
nza frat e rn a, m ás la acti tud 1 • . ahí la dic ha a la que
des de la ho rd a prim itiv a
a la a lia , - as spec to de as asp 1ra c1o nes sex ual es: h e
. . . las ma s peq uen as . , 19 14, A .E .
mat ern al de def end e r ant e e 1p adr e pnm 1t1 vo a pira n los h b tro duc ció n del nar cisi smo
nec esi d ad de T.XIV , om res » (In
par a aq u e l fren te a s u , pag . 97) .
de s u~ cría s ino fen si vas y gra cia s ª su
10 que resg u ard ó, en últi ma in sta n cia in a la zon a
, d eci·i•, la Cua ndo s per íod o en e l que pre dom
pod ~n o,
d º d o * por as1 eró gen a fT e ent ra en e l y con ello e l
cor aJe en sa lva gua r 1ª e s u nar c is ism • su for ma ció n el yo
e. narc isis ª ica , con clu ye co, por lo
s upe rviv en cia de la esp eci íod o es ese nci alm ent e fáli
fem eni no s ig uie ndo est a últi
ma vet a. es que la mo qu~ en estde per · , es la a n ous ti a de
Sin dud a e l s upe ryó · · 110 *
a ngu stia pre o mrn a nte e n e l var on º
• ti sfa ce a l narc isis i cast rac1·ó n* E or*
·
mu cho me nos e xig ent e de s ubl ima ció n *

sa tien e n 1 ffiU.Jer es la a ng ust ia de la pér did a d el am
ª
que de¡ Objet · eri da
mer ced .a la c rian z a d e s u cría ; pod ría mo s pen sar. no lo lo que sie nte com o una h
. ir que o, la que pue de res tau rar
men or «im perativ o cat egó n eo» , lo que no qui ere d ec
~ -

1 6 11
SUPERYó SUPERYÓ
610

.. t . la castración. La noción de la diferenciació n sex ua 1


En el varón la ruta aparentemente es menos sinuosa, pero se
narc1s1s a. , debe pasar por la angustia de castración que se origi na cuando
en es tos ni
•veles resulta ]a de fálico-castrado.
Todo el período que va desde el descubrimie nto de la dife. la realidad* le impone al yo la diferenciac ión sexual que existe
renciación sexual hasta la adolescencia, lo utiliza la niña para en la etapa fálica, y esto también es difíci l.
elaborar y conocer su sexo. Llega a esta etapa, si todo va bien Si en los destinos previos de pulsión* hubo pasajes de la
con un superyó estructurado similar al del hombre, quizá co~ actividad a la pasividad, están dadas las bases para el estableci-
a]ounos valores diferentes, en lo que hace a su esencia femeni - miento de un Edipo negati vo, con búsq ueda homosexual en el
na~ quizá también tenga menor rigidez, el tiempo de su forma- complejo paterno*, produ ciéndose la desmentida* de la dife-
ción es menos apurado, no está urgido por la angustia de rencia de los sexos, retorno a la teoría de la cloaca* con la
castración. La joven debe elaborar su complejo materno* ligado fantasía* masoquista* de darle un hij o al padre, pudiendo esto
con la castración, separarse de la madre y pasar al padre, y desde provenir de un yo masoquista, al que se suma un superyó que
él al hombre, y llegar así a valorar su sexo como tal, no como una toma característic as sádicas. De todas maneras, el yo se escin-
falta del masculino. dirá*, pues en parte aceptará la diferenci a de los sexos sintiendo
De todas m'aneras, queda una «roca de base»* en el yo, a la angustia de castración.
partir de la cual el hecho de la diferenciació n sexual resulta De este nivel de elaboración pulsional el yo a su vez puede
angustiante y generador de mecanismos de defensa* del mismo defenderse (por ejemplo: reprimiéndo lo como el «Hombre de
yo Inc. contra esa angustia, pudiendo esto dar origen a diferen- los lobos» o proyectándo lo como «Schreber»), o aceptarlo con
tes tipos de alteraciones. placer, como en el caso de las perversiones sexuales, o incluso
Al culminar el complejo de Edipo se termina de definir el con cierta conformidad , como en algunos síntomas neu róti cos
objeto como la fuente de placer más importante de la pulsión* (la constipación del «Hombre de los lobos»).
sexual, la libido* deviene por lo tanto esencialmen te objeta! y
En el caso del Edipo positivo en el varón , la encrucijada
lo s ~eseos* lo son de los objetos, con los que se quieren realizar
consiste en que el objeto deseado hasta ahora pasa a tener las
acciones relacionadas con la zona erógena que predomina en
características de incestuoso desde el punto de vista de lo que el
ese momento Y que unifica a todas las anteriores dándoles,
desde lo corporal, la dimensión de un yo. yo desea hacer con él. Se descubre además el verdadero sign i-
P~r apuntalamiento* en las pulsiones de autoconservación* ficado de la presencia del padre como pareja de la madre , y se
el 0_bJeto elegido es la madre, tanto para la niña como para el comprenden «a posteriori» la escena primari a, la diferencia de
varon. Esto ocasio na eJ hec ho de que en el varon ·
, se comience sexos, la imposibilida d real de competir en ese momento con el
generalmente por el complejo de Edipo positivo, el que Juego padre, pese al intenso deseo de hacerlo, etcétera.
queda sepultado no reapareciendo . más que por retoños, nunca, Esta catástrofe lleva el destino del sepultamien to* en e l In c.
o muy rara vez ligado a su representació . .
. n* ongmal • a• Culmina la represión primaria* de la sexualidad infantil* (el
(1ncestuos
una vez que_~ntró en el complejo de Edipo). «esfuerzo de desalojo» que es olvidada como un todo. quedando
Para la nrna la mad (como obJeto), . , . . _
ed' • * .' re que venia siendo pie como homenaje conmemorat ivo el superyó. formación reactiva*
i~1ca 1' deviene en edípica negativa y se tiñe de hostilidad creada gracias a la identifi cac ión con los perso najes princ ipales
el vrncu o establecid 0 ' 1
jo matern El f" con ella, pasando a configurar e l comp e- de ese drama, principalme nte e l ri va l odi ado y amado, el padre.
padre , y con o. él líl de este callejón debe termin ar en el pasaje al
s Este superyó se encargad de ahora en adelante del control
al varón ( 1 del y0 · d"
este pasa· en a adolescencia) pero muchas vece in 1cando lo que «debe ser» y «lo que no debe se r». de ta l
dºf' ·1 Je_queda detenido en forma totai o parcia l, en este rn~n_era que se escindid de é l, enfre ntándolo y persiguiéndo lo.
1 1c1 camrno. Ulilizará ·
' co mo mod elo de lo que «debe se r» e l idea l del yo,
612 SUp¡,RYó 6 13
SUPERYÓ

iente del yo ideal del narcisismo infantil, y como in d sentimiento incon sciente de c ulpa, su participación en el maso-
prov en . . o elo
de «lo que no debe ser» , de la_ ~onsc1encia m~ral *. uismo y los aspectos irraci o nales de esta estructura , la que
Para eso obJioará al yo a utilizar los mecanismos de def qesulta expresión de un poder exterior den tro del aparato.
0
. * f
Inc. (represiones secundanas o «es uerzos de dar caza») a t
ensa
r Lo que no es lo mismo que aquello que má s sería de esperar,
. . 1 h ne
la pulsión, causándole angustia s1 no o ace. el hecho de que fuera la custodia de la racionalidad .
El superyó tiene de todos modos parte de su raíz en el ello*
es heredero de la experiencia filogenética como aquel, es un~
formación reactiva contra él, por lo tanto pese ser una defensa
contra la pulsión, está fuertemente investido por ésta.
Cuando el yo no consigue sofocar* a las pulsiones sexuales,
llama en su ayuda a las pulsiones de muerte*, ligadas por el
superyó.
Por lo tanto el superyó puede ligar parte de las pulsiones de
muerte que de entrada quedaron libres en el aparato psíquico, al
no ser deflexionadas, además de adquirir parte de estas últimas
(pulsiones de destrucción*), ahora vueltas contra el yo, casti-
gándolo.
A veces puede hacerse cargo de la cantidad de pulsión de
muerte que se libera en cada sublimación al quedar de ésta un
margen de desmezcla pulsional.
Todo ello implica un malestar, generado desde esta estructu-
ra, impuesta en el aparato psíquico por la cultura (como un
sacerdote de ella), pero además fruto de su historia. Por lo que
no sólo se produce la insatisfacción pulsional, sino que se_ es
«más papista que el Papa», transformándose en forma paulauna
aquella búsqueda de placer pulsional, en necesidad de ca stigo,
sentimiento consciente y hasta inconsciente de culpa. Proba-
blemente, esta última, una de las defensas más férreas de la
enfermedad.
La fuerza del imperativo categórico de esta estructura p~o-
·
v·1e ne , por 1O tanto, de sus vinculaciones con lo puls1ona 1' pnn·
· 1 d liberada por la desme zcla
cipa mente e la cuota de agresión*
pulsional proveniente de la sublimación a su vez exigida al yo
por el ideal del yo . '
El superyó tiene entonces una parte Ce., una Prec. y una Inc.
(N~evas c~nferencias ~e introducción al psicoanálisis, 1932,~~
la mconsciente es la mas controvertida teóricamente . Es pi ob
1
ble que desde ella se produzcan los sueños punitorios*' e

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