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Pontificia Universidad Javeriana 

Fundamentos y ética de la comunicación organizacional 


Karen Munevar, Luis Alejandro Villota, Catalina Rivera y Laura Sanclemente 
Agosto 25, 2021

Lo ético de la ética empresarial de Miguel Francisco Crespo

En el siglo XX se empezó a pensar en la organización de las empresas y se le dio


importancia a la ética y responsabilidad de las organizaciones. Hoy en día existen bastante
organizaciones que le ofrecen los servicios a otras encargándose de sus empleados;
capacitarlos y haciendo el trabajo de consultorías para fomentar un mejor ambiente de
trabajo. La finalidad de esta nueva ola de ética busca fomentar a sus trabajadores por medio
de incentivos para mejorar el rendimiento de la empresa pero al mismo tiempo cumpliendo
con su respectiva responsabilidad social. Para poder alcanzar estos objetivos, es esencial la
comunicación, tanto interna como externa. Con el fin de poder entender mejor la ética
empresarial, es necesario conocer a profundidad el discurso en el que se desarrolla. 

Preguntas como ¿qué es la ética empresarial? y ¿por qué promover una ética empresarial
y no una ética del empresario? permiten entender más a fondo el texto. En respuesta a la
primera pregunta planteada, se puede decir que esta ética empresarial básicamente es la
manera en que se pretende que los seres humanos actúen de forma racional. De la misma
manera, se trata de tomar los valores comunes de la sociedad y desarrollarlos e
implementarlos de manera intensificada en una organización. 

Ahondando un poco más en lo anterior, la ética empresarial se puede dividir en seis puntos:
1) el medio es una realidad a la que se debe responder. 2) No responde mecánicamente lo
cual causa indeterminación. 3) El humano diseña distintas posibilidades de respuesta y
acción  que el medio adapta a las necesidades y deseos. 4) Toma la mejor decisión, destaca
la conciencia con las metas y valores. 5) La posibilidad elegida genera un carácter el cual se
adueña a lo largo de su vida y determina la identidad compulsiva la cual tiene tres
dimensiones: la moral, la personal y la social. Por último 6) es capaz de emprender cursos
de acción. 

Por otro lado, y respondiendo a la segunda pregunta, la idea de promover una ética
empresarial surge en la medida en la que se pretende dar legitimidad social a la  empresa
visibilizando a esta  como un organismo independiente del quehacer moral del empresario.
Movimientos marxistas de los años sesenta y setenta cuestionaban la legitimidad de la
empresa dentro del capitalismo, así pues, se criticaba el valor moral del individuo que fuese
dueño de una empresa ya que ésta, independientemente de su razón social, actuaba de
forma inmoral explotando a las mayorías. Así pues, surgió el ideal de generar
independencia y legitimidad de la empresa como un organismo que actúa bajo su propia
ética y que responda a las nuevas expectativas del mercado y la sociedad, no obstante, se
plantean dos preguntas en cuanto a ¿qué gana el modelo capitalista- empresarial si se
lograse (para ese entonces) la aceptación de la empresa y no del empresario la que debe
comportarse éticamente? y es allí donde se amplía el panorama respecto al propósito de la
ética empresarial, pues se argumentan los beneficios para el sistema en cuestión: “Las 
ganancias  del primer tipo son las relacionadas con la legitimación social de la actividad
empresarial y las ganancias del segundo tipo son aquellas referidas a la rentabilidad de
las empresas”.

En conclusión, se puede decir que  la idea general que plantea el texto es que la actividad
empresarial debe ser vista como un acto humano y en consecuencia de esta, mejorar su
rentabilidad y validar su modelo de negocio. Para lograr esto, la idea es que las empresas y
organizaciones tengan en cuenta al individuo y no lo vean solo como una máquina de
trabajo sino como un ser humano. Mientras esto se cumpla y se le trate con respeto e
igualdad a cada uno de los miembros de una organización, esta estaría alcanzando el éxito y
no solo hablando en términos monetarios si no de humanidad.

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