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Foro de constitución

Las autoridades del Ministerio de Salud han decidido utilizar las redes sociales de la
institución para mantener constantemente informada a la población respecto a
temas referentes al covid-19. Martín, quien dice ser médico, considera que existen
terapias alternativas para contrarrestar los efectos del virus, por lo cual decidió que
todos los días comentaría las publicaciones de facebook del Ministerio de Salud,
brindando recetas de remedios caseros que en su criterio pueden ayudar a las
personas enfermas. Inicialmente los comentarios de Martín generaron pocas
reacciones, sin embargo con el paso del tiempo la cantidad de comentarios y “me
gusta” aumentó, al punto que Martín está valorando incluso la posibilidad de abrir
su propio canal de youtube. En razón de lo anterior, los funcionarios que
administran las redes sociales del Ministerio de Salud consideraron que las
publicaciones de Martin eran contraproducentes y que estaban poniendo en riesgo
la salud de las personas que lo leen, por lo cual decidieron bloquearlo, para
impedirle que continuara comentado y difundiendo sus ideas en las publicaciones
de facebook del Ministerio. Martín interpuso un recurso de amparo ante la Sala
Constitucional pues considera que dicha institución está violentando su libertad de
expresión.

1. Las autoridades del ministerio de salud usan redes sociales para difundir
información sobre covid-19

Por supuesto, este fenómeno no está exento de problemas: circula muchísima información
de dudosa procedencia y veracidad, privilegiando el chisme sobre la acusación fundada. El
nivel del debate es sumamente bajo, tanto por las formas como por el fondo y la aparición
de usuarios -muchas veces anónimos- que más allá de manifestar su opinión, se dedican a
insultar, atacar y hasta amenazar, generan el caldo de cultivo para destrozar el buen nombre
de las personas.

2. Martin dice ser medico y dice que hay recetas alternativas y pretende abrir
un canal de youtube
el artículo 13.5 de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos dispone:

“Artículo 13

Libertad de Pensamiento y de Expresión

Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio
nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra
acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo,
inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional”.

En la misma dirección apunta el artículo 29 de la Constitución Política:

“ARTÍCULO 29.- Todos pueden comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, y
publicarlos sin previa censura; pero serán responsables de los abusos que cometan en el
ejercicio de este derecho, en los casos y del modo que la ley establezca”.

En ese orden de ideas, vale la pena rescatar lo explicado por la Sala Constitucional en el
voto N.° 010440-07:

“(...) la libertad de expresión incluye la posibilidad de cualquier persona de manifestar,


difundir o comunicar, por escrito, verbalmente o por cualquier otro medio, en privado o en
público, sus pensamientos, ideas, opiniones, creencias, convicciones o juicios de valor
(artículo 28, párrafo 1°, de la Constitución Política). En el ejercicio de este derecho
fundamental las personas, únicamente, deben respetar los límites
extrínsecos generales establecidos para todo derecho como lo son el orden
público, la moral y las buenas costumbres (artículo 28, párrafo 2°, ibidem).
Desde luego que, también, los derechos personalísimos de las demás
personas constituyen una barrera para su ejercicio, tales como el derecho al
honor –subjetivo y objetivo-(artículo 41 de la Constitución Política), a la
intimidad (artículo 24 ibidem) o a la propia imagen (artículo 41 ibidem).

De esta forma, la libertad de expresión puede ejercerse hasta donde lleguen los derechos y
libertades de los otros, generando consecuencias jurídicas cuando se vulnere ese límite.
Pretender hacerlo de otra manera sería avalar lo que la doctrina jurídica ha denominado un
abuso de derecho para referirse a la desviación del propósito de la norma, en el sentido de
que el titular abusa de su derecho dañando a terceros.

3. Funcionarios que administran las redes sociales deciden bloquearlo

No hay orden sanitaria contra las rectas de don martin (vulneración a principio de
legalidad y debido proceso)
Los funcionarios encargados de redes sociales no se sabe si son médicos o se hizo
bajo un criterio científico (vulneración a la libertad de expresion)

La red social pertenece a una institución publica y de conformidad con los votos
003871-18 y 001988-15 no se permite el bloqueo en redes sociales a personas que
comenten en perfiles de instituciones publicas, en ejercicio de sus derechos de
expresion y acceso a la información.-----------------------------

Es importante dejar en claro que Martin si tiene derecho a presentar un recurso de amparo
ya que de conformidad con lo que establece el articulo 48 de la Constitucion Politica ¨toda
persona tiene derecho a presentar el Recurso de Amparo para manatener o reestablecerr los
derechos consagrados en la constitucion politica¨.
En los últimos años hemos sido testigos del crecimiento exponencial de las redes sociales,
tanto para la difusión de ideas e información, como para la promoción de productos y
servicios. Costa Rica no es una excepción a este fenómeno. Según un estudio de 2016 de la
Asociación Latinoamericana de Integración, 8 de cada 10 personas en Costa Rica usan las
redes sociales, lo que nos ubica como el segundo país con mayor uso de estas herramientas
en Latinoamérica.

En este contexto, se reconoce la importancia de las redes sociales tanto para difundir
información como para promover la participación pública en la política y oficial.

Por supuesto, este fenómeno no está exento de problemas. Se ha difundido mucha


información sobre orígenes dudosos y credibilidad, convirtiendo los rumores de privilegio
en acusaciones bien fundamentadas. El nivel de debate es muy bajo, y con la aparición de
usuarios anónimos que no solo hacen alarde de su apariencia y contenido, sino que también
se involucran en insultos, ataques e incluso amenazas, han creado un terreno fértil para
destruir buenos nombres. quien lo produjo.

En el artículo 13.5 de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos se dispone:


Artículo 13. Libertad de Pensamiento y de Expresión: Estará prohibida por la ley toda
propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que
constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier
persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión,
idioma u origen nacional”.

En la misma dirección apunta el artículo 29 de la Constitución Política de la Republica de


Costa Rica:

“ARTÍCULO 29.- Todos pueden comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, y
publicarlos sin previa censura; pero serán responsables de los abusos que cometan en el
ejercicio de este derecho, en los casos y del modo que la ley establezca”.

En ese orden de ideas, vale la pena rescatar lo explicado por la Sala Constitucional en el
voto N.° 010440-07: La libertad de expresión incluye la posibilidad de cualquier persona de
manifestar, difundir o comunicar, por escrito, verbalmente o por cualquier otro medio, en
privado o en público, sus pensamientos, ideas, opiniones, creencias, convicciones o juicios
de valor (artículo 28, párrafo 1°, de la Constitución Política). En el ejercicio de este derecho
fundamental las personas, únicamente, deben respetar los límites extrínsecos generales
establecidos para todo derecho como lo son el orden público, la moral y las buenas
costumbres (artículo 28, párrafo 2°, ibídem). Desde luego que, también, los derechos
personalísimos de las demás personas constituyen una barrera para su ejercicio, tales como
el derecho al honor –subjetivo y objetivo-(artículo 41 de la Constitución Política), a la
intimidad (artículo 24 ibidem) o a la propia imagen (artículo 41 ibidem).

Así, el derecho a la libertad de expresión puede ejercerse dentro de los límites de los
derechos y libertades de los demás y producir consecuencias legales en caso de violación de
esta limitación. Intentar hacerlo de otra manera se conoce como abuso de derechos en
principio para indicar una discrepancia con la intención de la regla, lo que significa que el
propietario está abusando de sus derechos al dañar a un tercero.

No hay orden sanitaria contra las recetas de don Martin (vulneración a principio de
legalidad y debido proceso): bajo este supuesto, debe existir un debido proceso que sustente
el criterio científico para cuestionar y rechazar los argumentos expuestos por Martin, pues
no se trata solo de impedir que exponga alternativas a los tratamientos del Ministerio de
Salud, sino que el Ministerio, bajo parámetros científicos, emita una orden sanitaria contra
lo expuesto por Martin de previo a realizar el bloqueo en las redes sociales, cabe destacar
que no existe delito alguno o conducta antijurídica que atropelle la libertad, la salud, o
cualquier otro derecho fundamental de los usuarios de las redes sociales, pues los remedios
que expone Martin no tienen un asidero científico pero tampoco un criterio contrario por
parte de las autoridades de Salud.
Es importante señalar que para que exista una orden sanitaria debe existir un debido
proceso que se enmarca en los artículos 39 y 41 de la Constitución, asi como un documento
que producto de este proceso se constituya en acto administrativo conforme a lo dispuesto
en el articulo 11 de la Constitucion Politica garatizando el principio de legalidad, que da
sustento a la actividad de la función publica en general.

Los funcionarios encargados de redes sociales no se sabe si son médicos o se hizo bajo un
criterio científico (vulneración a la libertad de expresión): en ese orden de ideas, mediante
sentencia N° 2021001515, la Sala Constitucional detalla que el Ministerio le ordenó al
amparado eliminar unos videos de sus páginas de Facebook relacionados con el clorito de
sodio y el COVID-19, así como abstenerse de dar declaraciones sobre medicamentos no
registrados.
No obstante, Salud omitió resguardar los videos en los que se basó para emitir la citada
orden sanitaria, por lo que se carece de prueba para sustentar la alegada lesión a la salud
pública. En efecto, la carga de la prueba obliga a la autoridad que limita un derecho a
conservar los elementos probatorios que motivan su decisión.

La red social pertenece a una institución publica y de conformidad con los votos 003871-18
y 001988-15 no se permite el bloqueo en redes sociales a personas que comenten en
perfiles de instituciones publicas, en ejercicio de sus derechos de expresión y acceso a la
información

Con respecto al aporte de la compañera Valerie Rodriguez estoy de acuerdo con que estén
presentes los derechos como: Derecho a la Salud y Derecho a Libertad de Expresión ya que
son derechos fundamentales que cotidianamente son usados por la mayoría de
costarricenses para mostrar tanto inconformidad o para dar la opinión de lo que piensan
sobre cualquier tema.

En lo que me opongo en relación del comentario de la comentario de la compañera Valerie


el cual dice textualmente, ¨Las interacciones de Don Martín en la página del Ministerio de
Salud empiezan a ser un problema y toman relevancia en el caso, cuando inicia con los
comentarios de “recetas naturales” para contrarrestar los efectos del virus en las personas
afectadas, sin embargo, el no toma en cuenta que a la hora de hacer ese tipo de
recomendaciones puede afectar y comprometer GRAVEMENTE la salud y la integridad
física de ciertos individuos, ya que NO conoce los historiales clínicos de todas las personas
que van a leer ese comentario y tampoco se sabe si menciona para quienes exactamente SI
pueden convenir estos “remedios” o para quienes NO¨.

Con base al texto anterior quiere decir que Martin tiene repercusión sobre las personas con
respecto a la salud, pero esto es erróneo, ya que Martin no obliga a la personas a
implementarse a ellos mismos un remedio casero ante el covid-19, si no mas bien hace una
recomendación que claramente no esta avalado por expertos en el campo medico.

Por esta razón la pagina del ministerio de salud decide bloquear a Martin de la pagina de
Facebook para que asi no siga difamando remedios caseros no certificados por la caja
costarricense del seguro social (CCSS) en las publicaciones de el ministerio de salud,

También es importante lo que menciona en su respuesta al foro sobre que el individuo


conocido como Martin que se describe como ´Doctor´ (hecho que no se puede dar por
sentado sin una legítima verificación), en este caso me gustaría agregar el código penal,
mas concreto donde menciona la ¨usurpación de funciones publicas¨ que dice lo siguiente,
¨Será sancionado con pena de prisión de uno a tres años quien suplante la identidad de una
persona física, jurídica o de una marca comercial en cualquiera red social, sitio de Internet,
medio electrónico o tecnológico de información.", con base lo que dice el código penal
sobre la usurpación de funciones publicas me parece correcto que el ministerio de salud
haya tomado medidas en el caso en este caso el bloqueo del individuo para evitar la
propagación de información falsa o dañina para la comunidad, en pocas palabras ¨fake
news¨.

Por ultimo se menciona que es totalmente valido que Don Martin acuda a la Sala
Constitucional y es su derecho y puede exigirlo. Que tenga o no la razón, es otro asunto.
Con estos estoy completamente de acuerda ya que si tiene derecho a presentar un recurso
de amparo ya que de conformidad con lo que establece el articulo 48 de la Constitucion
Politica ¨toda persona tiene derecho a presentar el Recurso de Amparo para mantener o
reestablecer los derechos consagrados en la constitucion politica¨.

En respuesta a Cindy Chacon.


Si bien es cierto don Martin publica terapias alternativas para combatir el covid-19 lo cierto
es que tiene que existir previo una orden sanitaria por parte del ministerio de salud donde
indique expresamente que es un riesgo para la salud publica, con esto se resguardan los
principios constitucionales de debido proceso y de legalidad en primera instancia, en
segunda instancia es importante mencionar que la libertad de expresión tiene limites que se
encuentran tipificados en las normas penales pero mientras no haya conducta antijurídica ni
un proceso administrativo que sustente el rechazo a esas terapias quien actúa mal es el
ministerio de salud y los administradores de las redes socias que no cuentan con criterio
científico ni jurídico para coartar la libertad de expresión que se encuentra consagrado en
nuestra carta magna.

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