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Co-herencia

ISSN: 1794-5887
co-herencia@eafit.edu.co
Universidad EAFIT
Colombia

Cardona, Patricia
Reseña de "La guerra por las soberanías. Memorias y relatos en la guerra civil de 1859-1862 en
Colombia" de María Teresa Uribe de Hincapié y Liliana María López Lopera
Co-herencia, vol. 5, núm. 9, julio-diciembre, 2008, pp. 235-247
Universidad EAFIT
Medellín, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77411536012

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Uribe de Hincapié, María Teresa y López Lopera, Liliana María
(2008) La guerra por las soberanías. Memorias y relatos en la
guerra civil de 1859-1862 en Colombia. Medellín, Instituto de
Estudios Políticos - La carreta, 272 pp.

Patricia Cardona
azuluaga@eafit.edu.co

Introducción nuestras relaciones políticas, la


constitución de la nación, y para
Aunque mi trabajo académico entender al estado y sus prota-
no ha estado enfocado al tema de gonistas.
las guerras civiles colombianas en el Hago esta breve introducción
siglo XIX, éstas siempre han estado para contarles que me han
presentes de manera transversal en obsequiado no sólo el libro, sino la
mis preocupaciones historiográficas, posibilidad de presentarlo, señalado
pues el tema educativo y de la antes que presentar un libro es
cultura política que es el que me siempre una tarea difícil, el presen-
ocupa, se vieron constantemente tador, en este caso yo, debe decir
afectados por el problema bélico, de cosas inteligentes sobre el libro y no
hecho en casos de confrontación, las resumir su presentación en una
escuelas fueron utilizadas como especie de juicio estético que diga
guarniciones militares, maestros y que el libro es bonito, que produce
estudiantes compelidos a empuñar placer su lectura y que está bella-
las armas y la mayor parte de los mente construido. El inconveniente
recursos económicos desviados para en este caso, es que las tres cosas las
sufragar las contiendas. De tal puedo decir, primero porque el
manera que para cualquier período y tema me apasionan,
historiador, ocupado en abordar segundo porque está bellamente
nuestro apasionante y todavía tejida su trama y tercero porque me
desconocido siglo XIX, el tema de encantó. Ahora, presentar un libro
la guerra se constituye en referente implica otra dificultad y es que uno
constante para la investigación y destaca en su lectura, precisamente
todavía sus causas, sus efectos y sus aquello que más le apasiona y le
aconteceres siguen vigentes en la llama la atención, en mi caso, el
historiografía, y siguen siendo un tema historiográfico, la presentación
punto referencial para comprender de la narración y la construcción de

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los acontecimientos a partir de Liliana López han hecho una mirada
enfoques teóricos que permiten lúcida sobre las guerras del siglo XIX
otear en los magmas densos, a veces y han aportado dimensiones
casi petrificados, pero siempre novedosas para comprender los
esclarecedores de la historia. Por eso lenguajes, los idearios; este texto
hablo como historiadora, consciente hace parte de un trabajo más grande,
de que la historia sólo existe como el de las palabras de la guerra y se
narración, en la medida en que las inscribe dentro de los marcos
fuentes cuenten con investigadores teóricos y metodológicos apuntala-
que les hagan preguntas y las hagan dos en conceptos como prefigu-
hablar y confieran a papeles ración, refiguración y configuración
abandonados en anaqueles, la elaborados a partir de la lectura de
dimensión de un testimonio del Paul Ricoeur.
pasado que da cuenta de los desdo-
blamientos de la memoria, del poder
I. Las guerras por las
del lenguaje y de la inminencia del
paso del tiempo y sobre todo, de que soberanías. Los temas
un acontecimiento es significativo relevantes
para la posteridad en cuanto deja
huellas que otros siguen. De todos Los libros Las Palabras de la
modos la historia no es más que un guerra y el que nos ocupa La guerra
diálogo permanente entre olvido y por las Soberanías Memorias y relatos
memoria, entre lo que se narra y lo en la guerra civil de 1859-1862 en
que pasa a refundirse en los labe- Colombia, serán hitos historiográ-
rintos mudos del tiempo. ficos que contribuirán a potenciar y
Pido a ustedes disculpas si mi a renovar la historiografía colom-
presentación demasiado histórica no biana en torno a la guerra, la confor-
responde a sus expectativas, la mación del Estado–nación, la
lectura y por lo tanto la escritura de definición ideológica de los partidos
un texto sobre lo que se lee, es un políticos y los acontecimientos
acto personal, tan íntimo que siento bélicos que definieron al Estado.
como si estuviera exhibiendo una Todas ellas entendidas de manera
parte oculta de mi ser, por eso genérica como las Guerras del siglo
también quiero ofrecerles disculpas XIX, están tejidas por hilos que las
si mi lectura, mi íntima lectura diferencian, y que incluso, hacen
tergiversa, o interfiere la lectura, este impertinente la pretensión de verlas
acto íntimo entre el ser y el lenguaje como continuidades homogéneas, es
que ustedes hagan de este libro. decir como si una guerra fuera la
Sin lugar a dudas, las investiga- causa inmediata de la otra, pues
ciones de María Teresa Uribe y como lo han mostrado las autoras

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estás guerras son diversas en sus presidente con el apoyo conservador
alcances, móviles, lenguajes y pre- entre 1845 y 1849, y que luego
tensiones. simpatizó con la causa liberal, siendo
Tal es el caso que tan acertada- presidente de los Estados Unidos de
mente analiza el libro La guerra por Colombia entre 1861-1864 y 1866-
las soberanías. Memorias y relatos en 1867, Mariano Ospina Rodríguez
la guerra civil de 1859-1862 en 1857-1861 tal vez el más emblemá-
Colombia, guerra tradicionalmente tico de los militantes conservadores
vista como el producto de la pugna- decimonónicos, además de antiguos
cidad entre la tendencia federalista, e importante líderes militares de las
representada por los liberales guerras de independencia, la guerra
radicales, y la centralista, en cabeza de los supremos y las guerras de 1851
de los conservadores. En el período y 1854, que eran a la vez primor-
que comprende el libro, la República diales líderes regionales, defensores
de Colombia recibía el nombre de de la causa federalista y de los fueros
Confederación Granadina (1858- regionales, entre ellos se destacan
1862) que aludía a las intenciones José Hilario López, José María
federalizantes de sus gobernantes; la Obando, Pedro Alcántara Herrán,
Confederación era presidida por el Jesús María Giraldo, entre otros.
conservador Mariano Ospina El libro va tejiendo con gran
Rodríguez y en ella las regiones lucidez, los lenguajes, los hechos, los
habían adquirido importantes fueros acontecimientos y los personajes
internos. Las autoras nos muestran para mostrar el carácter retórico de
el calado ideológico y la hondura la guerra, la contundencia del
política de esta confrontación, en la lenguaje que define a amigos y
que a pesar de estar liberales y enemigos, rebeldes y facciosos,
conservadores en bandos más o beligerantes y héroes de una guerra
menos identificables, también es que las autoras precisan como
cierto que los matices y las facetas
particular en tanto que:
de los grandes protagonistas
determinaron los giros de los acon- • Fue la única guerra del período
tecimientos bélicos, los lenguajes postindependista ganada por los
políticos y las decisiones que se rebeldes, lo cual implicó nuevos
tomaron en ambos bandos. Y es que rumbos en el orden político,
pasan por sus páginas personajes tan constitucional y cultural del
fascinantes y de tanto peso en las país, resultado de ello fue la
guerras de definición del Estado y la Constitución de 1863 que dio
Nación como el General Tomás forma jurídica a los Estados
Cipriano de Mosquera que fue Unidos de Colombia como

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Estado liberal con régimen • Fue una conflagración en la que
federalista. el lenguaje de la guerra adquirió
• Fue una guerra que puso en una fuerza particular, y no es que
evidencia no sólo las tendencias el lenguaje haya estado al
políticas de los grupos en margen de los conflictos ante-
contienda, sino que fue, sobre riores, de hecho en el trabajo las
todo, una guerra que enfrentó a palabras de la guerra las autoras
las élites burocráticas de los muestran la contundencia lin-
recién creados Estados güística de las guerras prece-
Soberanos y al Gobierno dentes. En esta guerra en
Central. Como cuidadosamente particular, el lenguaje poético
lo muestran las autoras se trató declinó para dar paso a uno
de una guerra del Estado contra retórico que intentó apropiarse
sí mismo; en definitiva estaba en de los conceptos relacionados
juego la soberanía en manos del con el derecho a la guerra, la
gobierno central, entonces guerra justa y el derecho de
presidido por Marino Ospina gentes como componentes
Rodríguez, y el derecho centrales de las proclamas y las
constitucional que adujeron los acciones bélicas. En efecto, las
“rebeldes”, liderados por Tomás autoras muestran el debate,
Cipriano de Mosquera, a definir filosófico en el fondo, entre los
asuntos en el seno de las rebeldes que reclamaban su
regiones, se fijó así el problema derecho a declararse en insu-
de la soberanía única y rrección como respuesta a una
centralizada y el de la doble legislación que consideraban
soberanía que fue definitivo en contraria al pacto constitu-
el período posterior “el del cional, y el de los denominados
radicalismo” en el que los “legalistas” que defendía la
estados Soberanos adquirieron institucionalidad y negar a los
una autonomía tal, que puso en insurrectos el estatuto de
vilo al poder central, lo que fue beligerancia y el reconocimiento
el móvil que definió las posturas de su lucha como una guerra
de los Regeneradores en relación justa y legitima, finalmente, la
con la soberanía y el régimen incorporación de acciones
político que favoreció al tendientes a humanizar la guerra
centralismo y la figura presi- en consonancia con lo que se
dencial en los marcos constitu- esperaba de una “nación cristia-
cionales de 1886 na y civilizada”.

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• Fue una guerra que en contraste de la época, como por los aportes de
con otras, definió su causa de la historia patria o nacional que
una manera taxativa y fue la buscó exaltar a los héroes de la
pretensión del gobierno central guerra, dependiendo de las simpatías
de dominar y extender su políticas de los autores. Además
soberanía a las regiones, a hace una cuidadosa descripción de
diferencia de otras guerras que los trabajos académicos más
fueron construyendo a posteriori relevantes de los últimos años en
el casus belli. Por eso la fecha de torno al tema de las guerras civiles
declaración es significativa 8 de del siglo XIX, y de esta guerra en
marzo de 1860 y sus orígenes, las particular. Este acápite resulta
leyes emanadas por el gobierno especialmente importante para los
central para controlar las historiadores por el exhaustivo
regiones durante el año de 1859. trabajo de recolección, clasificación
e interpretación de fuentes, que
• Fue la primera guerra del siglo
incluso ubican, sistematizan y
XIX que incorporó el derecho de
validan para trabajos posteriores.
gentes; en ella se hicieron im-
Las fuentes están acompañadas
portantes esfuerzos por humani-
por la elaboración teórica que les da
zar las contiendas, limitar la
pertinencia y validez. El uso de la
crueldad de las acciones bélicas,
teoría y la filosofía política, de
proteger a heridos y retenidos.
autores clásicos en el tema de la
Al mismo tiempo se elaboraba y
guerra como Cal Von Clausewitz,
depuraba el lenguaje y la
Michel Walzer, Norberto Bobbio, y
filigrana de la paz, a través de
del derecho de gentes como Andrés
acuerdos, exponsiones, armisti-
Bello y Emerich Vattel confiere a las
cios, pactos, etc., tendientes a la
fuentes, en ocasiones proclamas,
restauración, a la memoria y el
edictos, leyes, biografías y memorias,
olvido como vías para hacer
una hondura filosófica raramente
posible la reconciliación.
tratada; pues como lo evidencian las
autoras, los protagonistas de las
II. El libro guerra estaban influenciados por las
lecturas y las diversas elucidaciones
El libro está divido en tres partes. que habían hecho de algunos
La primera parte se ocupa de las clásicos de la época, en especial de
aproximaciones históricas en torno Vattel, Andrés Bello y Clausewitz.
a la guerra por las soberanías, Ello enriquece nuestra visión del
haciendo un recorrido tanto por las siglo XIX y en particular de esta
memorias, los diarios, las proclamas pugna, si pensamos que no se trató

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sólo de una guerra entre caudillos y necesario para hacer encadena-
militares, sino de una en la que mientos más en función de pro-
asuntos definitorios como el ius ad blemas, de tendencias ideológicas y
bellum, el ius in bello y el casus belli y de posturas con respecto a la guerra
en términos de Miche Walzer el ius y al papel de los bandos enfrentados
post bello -los lenguajes del perdón y en ella, que en función de las simples
olvido tan necesario en la cons- temporalidades. A mi modo de ver,
trucción de la nación- estaban una de las fortalezas de este trabajo
presentes y definían el accionar es que no se limita a la elaboración
bélico, las posturas políticas y los cronológica de los hechos, sino más
alcances de la guerra misma. bien a una concatenación teórica de
De otro lado las autoras mues- los mismos a través de tres conceptos
tran el problema de la guerra como centrales el Ius ad bellum, el ius in
medio, objeto y fuente del derecho bello y ius post bello, pero todos
a través de dos lenguajes; el lenguaje articulados por el casus belli, es decir
de la guerra y el de la paz. En el por los hechos que determinaron los
levantamientos.
primero se presentan tres ejes: la
Por eso, en el libro no se narra
guerra como medio del derecho y la
la guerra a partir de hechos, fechas
justificación del derecho a la guerra,
y datos puestos en función de su
Ius ad bellum, o mejor, la discusión
secuencialidad en el tiempo, sino de
en torno a la guerra justa, el segundo; acontecimientos, es decir de
la guerra como objeto del derecho, momentos con valor históricos
es decir los criterios para normalizar narrados a partir de un marco
y limitar sus alcances, ius in bello y, problemático que cohesiona lo
finalmente, lo que algunos contem- general con lo particular y viceversa,
poráneos, como el ya mencionado en consecuencia, los aconteci-
Michael Walzer, han denominado mientos aquí procuran un marco
justicia de los procesos de explicativo y de soporte a la teoría y
restauración y pacificación o el ius están escritos en función de ella, las
post bello. palabras por lo tanto son esclare-
Este aparte otorga solidez teórica cedoras, muestran que es una guerra
al libro y permite a las autores salirse fundada más en el lenguaje que en
de una descripción factual de los la disposición causal de los hechos,
eventos bélicos, para adentrarse en en la escritura que da forma al
terrenos analíticos que revelan la pensamiento de los oponentes,
dimensión inédita de la guerra. El encarnado en los campos de batalla,
uso de la teoría sobre la guerra y la ahora, estos sin la palabras no
paz, confieren a los hechos el soporte hubiesen tenido sentido.

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La segunda parte del libro se claro de anclaje, que empieza por un
dedica a los acontecimientos bélicos levantamiento en el Cauca, liderado
que se estructuran a partir de un por un hombre poderoso y con gran
casus belli contundente, las leyes de incidencia entre los suyos, además
1859, objeto de discordia entre los de ser uno de los más connotados
que alegaban el derecho a la guerra terratenientes de la zona y miembro
justa y los límites de los alcances de de una de las familias más influyentes
la guerra. En esta parte las autoras en la política colombiana de la
van armando la trama, ajustando época. El general Mosquera inició
múltiples piezas: muestran la manera entonces una confrontación que fue
en la que los distintos estados haciéndose extensiva a todo el país,
soberanos entran en la confron- lo cual muestran las autoras de un
tación, unas veces de manera airada modo delicado y riguroso, eviden-
ciando la complejidad de las
y temeraria como es el caso de
relaciones entre las burocracias
Estado Soberano del Cauca y el
regionales y el gobierno central y
Estado Soberano de Santander, otras
haciendo evidentes las dos facetas
veces de manera dubitativa y
de la guerra, de un lado el accionar
temerosa como el Estado Soberano
bélico que se libró con crudeza y
de Antioquia y otras veces en ferocidad y de otro lado, la dinámica
defensa del statu quo representado diplomática de los diversos agentes
por el gobierno conservador de involucrados en el conflicto, que
Mariano Ospina Rodríguez como en intentaron, a través de lenguaje
el caso de Cundinamarca. cortés de la diplomacia, delimitar
En este capítulo se hace claro el algunos asuntos sustantivos de la
nombre del libro, pues a diferencia
guerra y definir el estatuto político
de otras guerras civiles donde las
de los actores, tanto para negar o
regiones se enfrentan entre sí, y el
reconocer la condición de belige-
panorama de la guerra no permite
rancia a los insurrectos, como para
que sea definida como una, sino
como múltiples contiendas, por apoyar, o sugerir al gobierno central
ejemplo la guerra de los supremos. una posición menos intransigente
En este caso la guerra procede de ante lo hostil de la situación.
manera contraria, es una guerra en En este capítulo las autoras
la que todos los actores luchan por articulan los acontecimientos
un asunto, las soberanías, o en otras bélicos y revelan de qué forma una
palabras intentan contener al guerra que tiene un claro origen
gobierno central en su empeño por regional va extendiéndose como
limitar los poderes regionales, por polvorín e introduciendo en sus
eso esta lucha se perfila con un punto lógicas a todo el país. Para ello hacen

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la trama episódica de los aconteci- de manera perentoria, define
mientos en cada uno de los Estados estereotipos en torno a los
Soberanos y la descripción de los insurrectos que, de un lado,
sucesos significativos y de sus justifican el papel de los ejércitos del
personajes, hasta llegar al tema de Estado central y la legalidad de la
la generalización de la pugna, en la guerra misma como medio para
que se ve sumido el país. Aquí la preservar la institucionalidad y
narración histórica consigue defender al país de los embates de
mostrarle al lector la densidad y la los bandoleros, además de justificar
complejidad de las circunstancias, las tácticas militares empleadas para
los actores y los aconteceres de la combatir a los insurrectos, enemigos
guerra, a la vez que va desarrollán- de la ciudadanía, la democracia y el
dose la trama manteniendo unidas estado. En este sentido, la guerra se
tres tesis. La primera muestra que las entreteje con los discursos de la
burocracias regionales ven en la legalidad y la legitimidad que
guerra un medio de expresión de su
pretenden sustentar y aducir los
poder y una forma de posicionarse
bandos enfrentados y de esta manera
con respecto al resto, es decir, la
justificar su accionar y su derecho a
guerra les otorga reconocimiento y
la insurrección, a declarar la guerra,
visibilidad en el ámbito nacional, a
a hacer la guerra y a combatir en ella.
la vez que apunta a redefinir el
esquema de la soberanía y a evitar La tercera tesis tiene que ver con
la intromisión de burocracias ajenas, el escalonamiento de la guerra y la
dentro de las fronteras de sus casi imposibilidad de escapar de ella.
respectivos territorios, podemos La guerra es como una especie de
afirmar, sin temor a equivocarnos, destino que algunos intentan
que esta es la última guerra del siglo conjurar haciendo llamados al orden
XIX en la que tantos personajes y la paz, hablando de su inutilidad y
significativos participaron y que de aquella como el peor de los males.
tantos próceres dieron a las regiones. Estos discursos estructuran el
La segunda tesis tiene que ver lenguaje definitivo del ius post bello,
con la intercalación entre la guerra es decir, de la paz, la reconciliación
y la diplomacia, en varios ámbitos: y el olvido. Cabe destacar el papel
la pretensión de reconocimiento de desempeñado por personajes como
beligerancia a los insurrectos, el Rafael Núñez y Pedro Alcántara
lenguaje criminalizador esgrimido Herrán, reacios a la guerra, que
por el gobierno central que los define adujeron constantemente la imper-
como bandas de facinerosos, negros, tinencia de la guerra, señalándola
bandidos y peligrosos, lenguaje que como el peor de los males.

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La tercera tesis es el puente vista historiográfico un ejercicio
argumentativo que da paso a la interesante, y es que sin abandonar
tercera parte del libro, que las la historia problema, la historia que
escritoras han denominado Los se trama y se constituye a partir de
Textos, que se ocupa de los lenguajes una cuidadosa y sistemática
políticos de la confrontación en dos construcción conceptual, logra dar
partes: la primera examina los textos a los acontecimientos una presencia
producidos en el marco de la guerra, contundente en la estructura del
tanto los escritos para justificar, libro. Entonces se combina con gran
describir, calificar o legislar la guerra, acierto, la historia problemática con
como los que empiezan a aparecer la historia acontecimental, para ello,
con especial fuerza en este periodo las autoras se valen no sólo de la
y que se dedican a cuestiones como estructura teórica y de la presencia
la justicia retributiva, el perdón, la permanente de los conceptos en
cada uno de los capítulos abordados,
memoria y el olvido. Estos lenguajes
sino que logran una cuidadosa
se ven materializados en las
selección de los eventos más
amnistías, los indultos y el derecho
destacados en función de la
a la retaliación que esgrimieron los
significación de estos en los sucesos
ganadores de la contienda. El estudio
de la guerra. Los acontecimientos
de estos lenguajes confieren al
repiten la estructura temática del
trabajo una riqueza particular por libro, que a manera de fractal, dibuja
cuanto introducen el tema del la trama de la guerra manteniendo
derecho de gentes, de manera el hilo conductor tanto en el orden
sistemática y anudada por nociones macro del texto, como en el micro,
como la memoria y el olvido, tan es decir, en cada uno de los capítulos
importantes en los procesos de y subcapítulos que lo componen. Así
negociación de la paz y en la los acontecimientos son presentados
definición de aquello que una nación como en una forma de construir
para constituirse en tal, tiene que narrativamente la trama, y como
recordar, pero sobre todo, y en momentos excepcionales donde se
términos de Ernest Renán, aquello ponen en juego el Ius in bello, el ius
que la nación tiene que olvidar. ad bellum, el ius post bello y el casus
bello. Por eso, la selección de los
III. Trama y narración acontecimientos no es fortuita, sino
que sintetizan en su esencia, los
La guerra por las soberanías, es un elementos centrales de la contienda,
texto que hace, desde el punto de veamos.

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IV.La legislación de 1859 La ley del 8 de abril de 1859 que
limitaba la maniobra política de los
Puede ser vista como un gran caudillos y jefes regionales en el tema
acontecimiento, su importancia electoral. Esta ley creó distritos
radica en que se constituye en el electorales con criterios partidistas,
casus belli de orden nacional que para limitar el poder de los grandes
agencia la insurrección y lanza a las intermediarios o líderes regionales,
tropas mosqueristas a levantarse en entre ellos; Mosquera. Con esta ley
contra del gobierno central. La el Estado central reclamaba su
legislación de 1859 fue el punto de derecho a intervenir directamente
partida de la generalización de la todo el territorio nacional, además
guerra, el detonante que concitó los de hacer depender el poder de los
ánimos de todos los estados que grandes caudillos del fuero del
gobierno central.
entraron en la disputa, a partir de
La ley orgánica de Hacienda (10
entonces los levantamientos
de mayo de 1859) que intentaba dar
tuvieron un punto de encuentro, un
organicidad a la administración
motor común de movilización y
pública, con funcionarios, represen-
lucha, la disputa por evitar la
tantes del gobierno central a través
intervención del gobierno central en
de los cuales se ejercía el dominio
los estados “soberanos”, en palabras sobre el gasto y los recursos de los
de las autoras “las guerras regionales Estados Soberanos.
apuntaron a la definición de La ley orgánica de la fuerza
intermediarios y al establecimiento pública (Ley del 14 de mayo de
de controles partidistas en los 1859) pretendía cohesionar las
Estados federales, mientras en el fuerzas militares radicadas en cada
paralelo se fue configurando un casus estado y ponerlas bajo el control de
belli de orden nacional, en torno al gobierno central, con el ánimo de
cual se articularon las disputas desmantelar el gran poder de los
regionales, se conformaron, no sin caudillos regionales que movilizaban
tensiones, los dos grandes polos de sus propias tropas, además de
la confrontación: el de quienes conferir organicidad y un mando
defendían la legitimidad del centralizado a las fuerzas militares de
gobierno de Ospina y la legalidad todo el país.
adoptada por el congreso de 1859, y Estas tres leyes fueron vistas por
el de sus contradictores que veían los Estados Soberanos como una
en esta legislación un ataque directo pretensión de dominio directo
a la soberanía de los estados (…). mediante el control de tres ejes
Las leyes de 1859 fueron las fundamentales: elecciones, hacienda
siguientes: y territorio, mientras que los líderes

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regionales en la oposición buscaban desmantelamiento del gobierno
la manera de mantener formas de central, fue producto del temor que
dominio que les permitiese producía en los liberales un per-
capacidad de maniobra política y la sonaje como Mosquera; una vez este
intermediación que facilitase la desapareció del escenario político
negociación con el gobierno central. nacional en 1867, la tendencia de
Creo que es necesario recalcar los radicales, entonces en el poder,
que pese a la importancia del tema fue la de iniciar un lento pero seguro
de las soberanías, también debe proceso de fortalecimiento del
enfatizarse en el tema del régimen gobierno central a partir de medidas
político, el bando ganador de la como la reforma educativa iniciada
guerra, el de los federalistas, en su hacia 1868, la creación de la
mayoría liberales radicales, universidad nacional, y en general
promovían el tema del federalismo el control del sistema educativo y la
que permitiera a los estados tuición a la iglesia católica para
soberanos concentrar el poder tratar de minimizar su soberanía y
dentro de sus límites regionales. La supeditarla completamente al
instauración de un nuevo orden control del Estado Central.
político, con La constitución de
1863 como directriz, mantuvo y V. Los eventos bélicos
defendió los fueros regionales y
delimitó el poder del gobierno Elaborada por las autoras a partir
central, lo que se materializó en de los lenguajes y los aconteci-
períodos presidenciales de dos años mientos bélicos, se caracteriza por la
y en la práctica incapacidad del descripción densa de los hechos, los
gobierno central de intervenir en los ejércitos, y los protagonistas de la
estados soberanos, que redactaron pugna. En ella se va haciendo evi-
sus códigos de policía, de comercio
dente la manera en la que los relatos,
y civil y que decidieron, en temas
los decretos y las mismas acciones
álgidos como la reforma educativa
van creando una geografía nacional
(que laicizaba la educación y
que pone en contacto a diversas
pretendía definir de manera clara la
relación entre iglesia y estado a regiones y que va integrando el
través de la subordinación de la territorio mediante la diplomacia, las
primera al segundo), aceptar o no la ofensivas y los enfrentamientos.
propuesta del gobierno central. En esta parte desfilan los
Empero, historiadores como Fernán ejércitos de los confederados y los
González han defendido la tesis de ejércitos de los Estados por distintos
que la constitución y el régimen puntos del territorio, alternan los
político federal, con su casi total acontecimientos en zonas tan

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distantes como Santa Marta y Los movimientos de la tropas se
Popayán, el ascenso de los ejército dieron de acuerdo con estos princi-
por la cordillera central hacia pios y la guerra generalizada tuvo tres
Bogotá, las tensiones en Santander, grandes focos de operaciones San-
los enfrentamientos entre el Estado tander, Cauca y Antioquia que más
Soberano de Antioquia y el Estado o menos respondían a las diversas
Soberano del Cauca, entre otros, los facetas del conflicto, en Santander
nombres y los lugares dan la certeza salió triunfante el gobierno central,
de la magnitud de la guerra y de su en el segundo triunfaron los ejércitos
complejidad interna, haciendo rebeldes y en el tercero no hubo
hincapié en el juego de estrategias ganador claro, lo cual permitió la
bélicas y diplomáticas de los exponsión de Manizales, que aunque
ejércitos. Sin embargo, la nomina- no fue aceptada por el gobierno
ción topográfica no resulta innece- central, fue un acontecimiento
saria, pues pone al lector ante el definitivo en el devenir de la guerra.
mapa de la guerra generalizada, lo
que habría sido mucho más VI. La exponsión de
enriquecedor si el lector contara con Manizales
algunos mapas que facilitaran al
lector la ubicación de los ejércitos y Este acontecimiento articula la
los movimientos de estos en el tercera parte del libro y hace una
territorio. especie de tránsito entre los eventos
La densidad temática de este
bélicos, el ius in bello y ius ad bellum
acápite responde a la complejidad
con la tercera parte del libro, aquella
misma de la guerra y a la presenta-
que se ocupa del ius post bello, o de
ción teórica de los acontecimientos,
los lenguajes de la paz, la restau-
que revela la similar posición de los
bandos enfrentados con respecto a ración, la justicia y la memoria y el
la guerra, como un mal necesario y olvido.
el único medio de defender la La exponsión de Manizales (27
institucionalidad. Para Mosquera el de agosto de 1860) es un hecho
asunto radicaba en defender el pacto sustancial, en él se ponen en el
federal, la soberanía de los estados y escenario los lenguajes de la guerra
el derecho a la guerra (iustis hostis); y de la paz de los bandos enfrentados.
para Ospina defender la capacidad Después de una sangrienta batalla,
de intervención del gobierno con bandera blanca izada un oficial
central, el orden político vigente, la enviado por Mosquera, hizo
ley y la constitución y garantizar el manifiesta al disposición de cesar
derecho del estado central para hostilidades, mientras se redactaba
declarar la guerra y mantener la paz. un documento con proposiciones de

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paz, la iniciativa se adhirió a las lenguaje de la paz y se sistematiza por
formalidades de negociación de la primera vez en la historia de
guerras internacionales, incluyendo Colombia, es la primera guerra con
marcos jurídicos y reunión de un casus belli definido que concita
comisionados oficiales que definían los ánimos de los estados soberanos
los términos en los cuales debían a luchar contra las tendencias
redactarse los acuerdos. Lo supeditadoras del estado central,
interesante de esta exponsión, más finalmente, es una guerra en la que
allá del acontecimiento, es que se las burocracias regionales y
hacen evidentes las tensiones entre nacionales se convierten en prota-
la guerra justa y la legalidad de la gonistas en función de la definición
guerra, lo que está en juego entonces de una nueva cartografía del poder
es el reconocimiento de beligerancia de acuerdo con las tendencias
de los insurrectos y su capacidad para centralistas y federalistas en pugna.
entrar a negociar como parte Finalmente, quiero invitarlos a
política. En efecto, la exponsión dio leerlo, este libro supone retos
a Mosquera y a las tropas federalistas teóricos para filósofos e historia-
la legitimidad y la legalidad dores. Para los primeros porque
suficientes para proponer el cese de supone la obligación de construir
hostilidades y para acogerse a los conceptos y hacer una interpreta-
dictámenes negociados por las ción dentro de marcos teóricos que
partes, aunque Ospina y los legalistas trascienden los hechos y los
no los aceptaron, su redacción fue convierten en acontecimientos con
un importante punto de partida para relevancia y significación en la larga
la definición de la guerra y para la duración, por lo tanto la trascen-
concreción de un lenguaje post dencia de la guerra no se reduce a
bélico que desde entonces se empleó, los eventos, sino a lo que significó
más retóricamente que en la en términos jurídicos, de reacomo-
práctica, en las guerras civiles. damiento de fuerzas y en la
En síntesis, la guerra por las imposición del lenguaje de la paz.
soberanías es un libro que muestra Para los filósofos implica la
tres aspectos centrales de una guerra obligación de poner la teoría dentro
inédita en la Colombia del siglo XIX. de marcos acontecimentales que
Es una guerra que supone la elabora- muestran su lógica y su pertinencia
ción de un lenguaje teórico en torno y que pongan los conceptos al
a la guerra, su justificación y las servicio de la interpretación y el
normas para limitar sus alcances, es análisis factual. Ojalá lo disfruten
una guerra en la que se esboza el tanto como yo lo hice

Co-herencia No 9 Vol. 5 Julio - Diciembre 2008 247

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