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LA CONSTRUCCIÓN DEL

MILAGRO MEXICANO:
EL INSTITUTO MEXICANO DE
INVESTIGACIONES TECNOLÓGICAS,
EL BANCO DE MÉXICO Y LA ARMOUR
RESEARCH FOUNDATION

Aurora Gómez-Galvarriato
E l C o l e g i o d e M éx i c o

Es fácil decir que “la tecnología es la llave para la in-


dustrialización”. En realidad, la puerta a la industria-
lización se abre como la de las cajas de seguridad de
un banco, excepto que existen varias cerraduras en
lugar de sólo dos. La tecnología es una de las llaves.
Todas las llaves deben ser giradas simultáneamente
para que la puerta se abra. Si decidimos no preocu-
parnos por alguna de las otras llaves, no servirá de
nada girar la llave de la tecnología con más fuerza,
pues de todas formas la puerta permanecerá cerrada.

Armour Research Foundation, Technological


Audit of Selected Mexican Industries, p. 1.

introducción

E l “milagro mexicano”, esas tres décadas que corrieron de


1940 a 1970, en las que el país se transformó creciendo a
tasas anuales por encima del 5%, ha sido analizado, sobre todo,

Fecha de recepción: 15 de enero de 2019


Fecha de aceptación: 19 de junio de 2019

HMex, LXIX: 3, 2020 1247


1248 Aurora Gómez-Galvarriato

a partir de sus grandes variables macroeconómicas. Debido a


las crisis recurrentes que golpearon al país a partir de los años
setenta, su análisis ha puesto énfasis en sus debilidades, resal-
tando los problemas que generó un excesivo proteccionismo.1
Al estudiar el éxito económico alcanzado por varios países
asiáticos como Japón, Corea del Sur o China, se ha destacado el
importante papel que desempeñó el Estado en el desarrollo de
capacidades tecnológicas.2 En México el gobierno también llevó
a cabo políticas enfocadas a promover el desarrollo y adaptación
de nuevas tecnologías que explican en alguna medida el éxito
alcanzado durante el “milagro mexicano”. Sin embargo, éstas
han sido escasamente estudiadas.
Uno de los esfuerzos más destacados fue el programa de in-
vestigación agrícola que iniciaron en 1943 la Secretaría de Agri-
cultura y Fomento y la Fundación Rockefeller para el desarrollo
de híbridos de maíz y de trigo de alto rendimiento en variedades
resistentes a las plagas, así como para el mejoramiento genético
del frijol, el arroz y otros cultivos. Como resultado de estos
esfuerzos, entre 1940 y 1960 el rendimiento medio del maíz por
hectárea aumentó 34%, mientras que el del trigo ascendió 76%.3
Los frutos de estas investigaciones tuvieron trascendencia más
allá del ámbito nacional al iniciar la llamada revolución verde.
Diversos estudios han abordado este proceso, si bien aún hace

1  Véanse, por ejemplo, Reynolds, “Por qué el ‘desarrollo establilizador”,


Solís, La realidad económica, pp. 169-204; Cárdenas, La política económica,
pp. 23-85; Cárdenas, “La economía mexicana”, pp. 503-521; Moreno-Brid
y Ros Bosch, Desarrollo y crecimiento, pp. 132-169.
2 Véanse Johnson, miti and the Japanese Miracle; Okimoto, Between miti

and the Market: Japanese Industrial Policy; Wang, “From technological


catch-up”; Pack y Westphal, “Industrial strategy and technological”; Viotti,
“National Learning Systems”.
3  Myren, “The Rockefeller Foundation Program”, p. 1; Urquidi y Lajous,

Educación Superior, p. 62.


LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1249

falta explorar más ampliamente sus consecuencias en el desarro-


llo económico del país durante dicho periodo.4
En cambio, se ha puesto escasa atención en un proyecto
paralelo que emprendió el gobierno mexicano en relación con
el sector industrial, que fue el motor del desarrollo económico
durante dicho periodo. Este trabajo busca subsanar este déficit
al explorar la estrategia que siguió el gobierno mexicano para
construir las capacidades tecnológicas que requería el desarro-
llo industrial del país. Estudia el papel central que desempeñó
en este proceso el Banco de México, cuyos directivos supieron
aprovechar la coyuntura económica y política que generó la
segunda guerra mundial, para atraer al país la experiencia en
materia de desarrollo tecnológico que venía acumulándose
en Estados Unidos. A diferencia de lo que suele destacarse del
periodo, esta no fue una historia de aislacionismo, sino de coo-
peración internacional, en la que la visión de algunos funciona-
rios públicos se conjuntó con la de varios ingenieros y científicos
estadounidenses y mexicanos para crear una institución clave
para el desarrollo tecnológico del país: el Instituto Mexicano de
Investigaciones Tecnológicas (imit). A lo largo de estas páginas
se estudia la creación y evolución del Instituto, así como sus
principales contribuciones al desarrollo industrial del país.

el inicio

Durante la década de 1940 fue consolidándose en el gobierno


de México un grupo de ingenieros, abogados y economistas
que consideraban que la participación gubernamental en el fo-
mento industrial era un factor esencial para lograr el desarrollo
económico del país. Muchos de los miembros de este grupo
pertenecieron a una generación llamada epirrevolucionaria

4  Véanse, por ejemplo, Griffin, Economía política del cambio agrario; Son­

nenfeld, “Mexico’s ‘Green Revolution”.


1250 Aurora Gómez-Galvarriato

o constructora por el historiador Luis González, la cual tuvo un


destacado papel en la conducción del país por más de medio si-
glo.5 A este grupo pertenecieron personajes como Eduardo
Villaseñor, Gonzalo Robles, Eduardo Suárez, Ramón Beteta,
Daniel Cosío Villegas y Víctor Urquidi, entre otros, quienes
ocuparon distintos cargos en la Secretaría de Hacienda, la Se-
cretaría de la Economía Nacional y el Banco de México. Eran
parte de una generación de intelectuales que maduró durante la
“era de la racionalización” de la posguerra, en la que los eco-
nomistas e industrialistas se enfocaron en desarrollar planes de
largo alcance para alcanzar el crecimiento industrial nacional,
inspirados por las ideas alemanas sobre la racionalización indus-
trial.6 Anticipándose a las ideas que Gerschenkron desarrollaría
algunos años después, consideraban que era importante que el
Estado sustituyera aquellos factores de la producción que la
iniciativa privada no estaba aportando, a modo de compensar
las desventajas que enfrentaba el desarrollo industrial con rela-
ción a los países desarrollados.7 En ese tenor, Gonzalo Robles
señalaba, “los países nuevos o subdesarrollados han llegado
finalmente a la conclusión de que para alcanzar las metas de-
seadas, ponderando factores y recursos, no se puede confiar
en la acción de fuerzas ciegas, que algunos suponen naturales
como la gravitación, cuando en realidad están profundamente
institucionalizadas”.8 Para lograr el desarrollo económico con-
sideraba necesaria una programación que permitiera adjudicar
los recursos en la forma más eficiente, en la que el Estado,
junto con la iniciativa privada, debía desempeñar un papel muy
importante, entre otras medidas, contribuyendo a la orienta-
ción y coordinación general del proceso y promoviendo las

5  González, Historia de la Revolución Mexicana, pp. 143-183.


6  Gauss, Made in Mexico, p. 111.
7  Gauss, Made in Mexico, p. 116-117; Gerschenkron, Economic Backwardness.
8  Robles, “El desarrollo industrial”, p. 168.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1251

instituciones rectoras de educación, investigación y fomento,


para facilitar la empresa.9
Gracias a su iniciativa, a lo largo de la década de 1940, el
Banco de México, Nacional Financiera (Nafinsa) y el Banco
de Comercio Exterior (Bancomext), tres instituciones rela-
tivamente jóvenes, creadas en 1925, 1934 y 1937, respectiva-
mente, fueron involucrándose cada vez más en apoyar técnica
y financieramente el desarrollo industrial. En 1940, una nueva
ley orgánica transformó a Nafinsa, al definirla como banca de
fomento y otorgarle facultades para promover, crear y auxiliar
financieramente a empresas prioritarias. Al mismo tiempo, se
le dotó de los medios necesarios para promover la inversión de
grandes capitales en obras de infraestructura e industria básica.10
El Banomext, que fue creado originalmente para promover,
desarrollar y organizar el comercio exterior, hacia la década de
1940 fue incrementando su instrumental de política para operar
fideicomisos por cuenta del Gobierno federal, mediante los
cuales creó empresas para el manejo de los principales produc-
tos de exportación y sustituir las importaciones que requería la
producción agrícola de exportación.11
Por su parte, en 1941 el Banco de México creó, a sugerencia
de la Convención de Banqueros reunida en Acapulco ese año,
la Oficina de Investigaciones Industriales, con el objeto de
“cooperar con otras instituciones y llenar transitoria o perma-
nentemente lagunas institucionales o funcionales” con el fin de
procurar “nuevos y eficaces medios y aparatos de promoción
y apoyo para los programas de industrialización”.12 Su primer
director fue Gonzalo Robles, quien había sido director general
del banco de 1935 a 1941. Su objetivo fue realizar investigaciones
que permitieran orientar mejor los recursos financieros que el
9  Robles, “El desarrollo industrial”, p. 169.
10  Campos Salas, “Las instituciones nacionales de crédito”, p. 431.
11  Campos Salas, “Las instituciones nacionales de crédito”, pp. 433-434.
12  Robles, “El desarrollo industrial”, p. 191.
1252 Aurora Gómez-Galvarriato

banco estaba aportando a la industria.13 Para lograrlo financió


la investigación de varios problemas que consideró de especial
importancia por medio de empresas de consultoría en ingeniería
en Nueva York, como la Ford, la Bacon y Davis y la Higgins
Industries Inc.14 De acuerdo con Eduardo Villaseñor, era im-
portante para el país contar con proyectos completos de inves-
tigación industrial, antes de involucrarse en su ejecución, con el
fin de evitar errores como el apoyar industrias que resultaran
obsoletas al poco tiempo de haber sido establecidas.15 Asimis-
mo, la Oficina de Investigaciones Industriales desempeñó un
importante papel en la administración de las leyes protectoras
de la industria que comenzaron a emitirse a partir de 1941 al
realizar los estudios técnico-económicos de las solicitudes de
protección y la labor posterior de inspección técnica.16 Esta ofi-
cina se convirtió en 1943 en el Departamento de Investigaciones
Industriales.
Hacia 1944, cuando la segunda guerra mundial aún no termi-
naba, era claro para el Departamento de Investigaciones Indus-
triales del Banco de México que existía en el país un profundo
desconocimiento de sus potencialidades de desarrollo industrial
mediante la aplicación de mejores tecnologías. El Banco de Mé-
xico, con la iniciativa de su director general, Eduardo Villaseñor,
y su asesor técnico, Gonzalo Robles, comisionó a la Armour
Research Foundation (arf) del Illinois Institute of Technology
para hacer un estudio sobre la situación tecnológica de los prin-
cipales sectores de la actividad industrial de México, con el obje-
to de aumentar sus niveles tecnológicos y encontrar formas para
aplicar para su desarrollo la investigación y el control científicos.

13  Turrent, Banco de México, p. 43.


14  Gauss, Made in Mexico, p. 127.
15  Intervención de Eduardo Villaseñor en la conferencia “Discussion by

Mexican Guests”, en Armour Research Foundation, Proceedings, p. 157.


16  Robles, “El desarrollo industrial”, p. 191.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1253

Esta iniciativa se apoyó en la experiencia de Argentina, en


donde en 1942, a instancias de Raúl Prebisch, entonces gerente
del Banco Central de la República Argentina, y de Carlos Ace-
bedo, ministro de Hacienda, la Corporación para la Promoción
del Intercambio17 contrató a la arf para realizar un amplio
estudio sobre las posibilidades industriales y agrícolas del país,
que entregó en agosto de 1943.18 Probablemente Raúl Prebisch
habló de este tema cuando visitó México en 1944 y dictó varias
conferencias en el Banco de México y en El Colegio de Méxi-
co.19 Poco después, Eduardo Villaseñor consultó a los señores
Harold Vagtborg, presidente del Midwest Research Institute en
Kansas y anterior director del arf, y a Maurice Holland, asesor
de investigación industrial, de Nueva York, quienes lo visitaron
en México, en relación con contratar a la arf para realizar un
estudio similar para México.20

la armour research foundation en méxico:


sus primeros estudios

La arf, localizada en Chicago, Illinois, y afiliada al Instituto


Tecnológico de Illinois, se funda en 1934 como una corporación
sin fines de lucro, para ofrecer servicios de investigación y de
ingeniería experimental a la industria. La arf era entonces uno

17  “Una organización privada constituida con el propósito de estimular el


comercio con Estados Unidos y otros países de la región, así como estudiar
la manera de perfeccionar procesos industriales, aprovechar de mejor manera
las materias primas existentes y promover la instalación de industrias nuevas.”
Rougier y Odisio, Argentina será industrial, p. 136. Mediante un decreto gu-
bernamental, en 1941 el gobierno dotó a la Corporación para la Promoción del
Intercambio de fondos para estimular las actividades tecnológicas y emprender
medidas que mejoraran el intercambio.
18  Armour Research Foundation, Technological and Economic Survey of

Argentine Industries.
19  Gauss, Made in Mexico, p. 115.
20  Armour Research Foundation, Proceedings, p. 3.
1254 Aurora Gómez-Galvarriato

de los dos más grandes institutos de investigación industrial en


Estados Unidos. La organización contaba hacia 1942 con un
personal de 265 especialistas en prácticamente todos los cam-
pos de la ciencia y la tecnología.21 Su investigación se enfocaba
a la mecánica aplicada, la cerámica y minerales, la química y
la ingeniería química, la ingeniería eléctrica y la física.22 Para
dimensionar la importancia de los institutos de investigación
industrial como oferentes de servicios técnicos para la industria
estadounidense, es importante señalar que hacia 1950 existían en
Estados Unidos 2 845 laboratorios de investigación industrial, a
los que se sumaban 41 laboratorios gubernamentales, así como
281 universidades que ofrecían servicios de investigación a la
industria.23
Los trabajos de investigación de la arf iniciaron en México
en noviembre de 1944, con el fin de servir como “apoyo a un
programa ordenado de industrialización en ciertos campos de
la economía mexicana, y promover el desarrollo de la tecnología
industrial en México”.24 El Banco de México solicitó a la arf
llevar a cabo una auditoría tecnológica de algunos sectores que
consideraron de especial importancia para el desarrollo nacio-
nal: el de combustibles sólidos, el de cueros y pieles, el de fibras
y el de productos forestales, sobre los que se estudiarían tanto
las industrias relacionadas como las actividades asociadas, en la
agricultura, la educación técnica y la investigación.25
Los objetivos planteados fueron: examinar y evaluar el estado
tecnológico de estas industrias y sus operaciones relacionadas,
descubrir formas específicas para ayudar a estas industrias con

21  Armour Research Foundation, Technological and Economic Survey of


Argentine Industries, p. xi.
22  Rand, Industrial Research, p. 28.
23  Información tomada de la lista de laboratorios reportada en Rand, Indus-

trial Research.
24  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. vii.
25  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. vii.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1255

la aplicación de tecnología industrial moderna, y proponer mé-


todos para hacer esta tecnología disponible; proponer nuevas
industrias, adicionales a las existentes, que pudieran ser esta-
blecidas en estos sectores y descubrir formas específicas en que
la investigación científica pudiera aplicarse para solucionar los
problemas que representaran barreras al desarrollo industrial
mexicano o un peligro para que los mercados continuaran op-
tando por los productos mexicanos.26
Con el fin de llevar a cabo el proyecto, la arf estableció una
oficina en la Ciudad de México dirigida por el doctor Francis
W. Godwin como director asociado y director residente en
México, quien había fungido hasta entonces como director de
la división internacional de la fundación. La arf envió a México
un equipo técnico permanente al que se sumó un equipo mexi-
cano, tanto técnico como no técnico, que proporcionó el Banco
de México. Este equipo fue apoyado por algunos especialistas
que viajaron a México por periodos cortos o apoyaron las in-
vestigaciones desde Chicago.27 La investigación comprendió la
organización de datos básicos y la realización de entrevistas e
inspecciones en diversas regiones del país relacionadas con los
temas del estudio. Debido a que a muchos sitios era imposible
llegar por carretera, viajaron a ellos en avionetas y, a otros más
inaccesibles, incluso llegaron a caballo.28
El director del proyecto, Francis W. Godwin, expresaba que
con la cooperación del Banco de México fue posible traducir las
observaciones de campo en investigaciones de laboratorio con-
cretas que se llevaron a cabo tanto en Estados Unidos como en

26  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. vii.


27  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. vii; “Industrial
Research Progress at Armour Research Foundation 1944-1945”, en Chemical
and Engineering News, American Chemical Society, 24 (25 ene. 1946), p. 161,
reimpreso con adiciones en Armour Research Foundation, Technological
Audit, pp. 189-208.
28  Armour Research Foundation, Technological Audit, pp. vii-viii.
1256 Aurora Gómez-Galvarriato

México. El proyecto buscó no sólo producir el estudio contra-


tado sino ir construyendo capacidades técnicas en el país. Para
lograrlo, señalaba: “Hemos tratado de ayudar crecientemente en
el intercambio –de doble vía– del personal técnico”, para lo que
procuraron que hubieran “de una a tres veces tantos técnicos
mexicanos estudiando en nuestros laboratorios de la Fundación,
como había técnicos norteamericanos haciendo las investigacio-
nes en México”.29
Con este propósito, a lo largo de 1945, el Banco de México
abrió 30 nuevas becas enfocadas a apoyar a estudiantes a rea-
lizar estudios avanzados en una especialidad técnica o econó-
mica en una universidad extranjera u operación industrial. La
arf colabo­ró con el Banco para seleccionar a los candidatos y
ayudarles a elegir la mejor institución de acuerdo con su es­pe­
cia­lidad, apoyando su admisión a la misma. Un número consi-
derable de ellos fueron llevados primero a los laboratorios de la
arf para entrenamiento práctico en operaciones de laboratorio
específicas antes de entrar a las universidades en las que cursaron
sus estudios. Adicionalmente, la arf abrió tres becas, con dura-
ción de tres años, que fueron otorgadas a estudiantes mexicanos
con estudios en ciencias o ingenierías.30

la conferencia mexicano-americana
en investigación industrial

Al elaborar el estudio sobre la potencialidad de varias industrias


mexicanas que podrían beneficiarse con la adopción de nuevas
tecnologías y las dificultades que esto conllevaba, la arf reco-
mendó que se estableciera en México un instituto de investiga-
ciones industriales. Debido a que este proyecto requería sumar
una serie de voluntades, tanto en el ámbito gubernamental

29  Armour Research Foundation, Proceedings, p. 4.


30  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. viii.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1257

como entre los principales financieros e industriales del país,


decidieron organizar una conferencia en la que se sensibilizara a
los directivos y ejecutivos del más alto nivel de las instituciones
gubernamentales, educativas, industriales y financieras del país,
sobre la importancia que tenía la investigación industrial para
impulsar el desarrollo en México.31
Cuando el director de la arf, J. E. Hobson, visitó la Ciudad
de México en 1944, se convenció de la relevancia de realizar
esta conferencia y pidió su apoyo a Frank A. Hecht, director
de la Asociación de Comercio de Chicago y fideicomisario del
Illinois Institute of Technology y la arf. Para reunir los fondos
necesarios, Hecht formó el Comité de la Organización de la
Conferencia, al que se sumaron los presidentes de compañías
importantes de Chicago como Continental Illinois National
Bank and Trust, International Harvester, Sears Roebuck, Pull-
man, Quaker Oats y el National City Bank de Nueva York,
entre otras.32
Con el apoyo financiero de estas empresas, la arf organizó la
Conferencia Mexicano-Americana en Investigación Industrial
que tuvo lugar del 30 de septiembre al 6 de octubre de 1945 en la
ciudad de Chicago, apenas unas semanas después de que hubiera
terminado la segunda guerra mundial. Esta conferencia, que fue
la primera que se llevó a cabo en el campo de la investigación
industrial entre dos naciones, tenía como propósito reunir a
líderes en cuestiones industriales y educativas de ambos países
para generar discusiones mutuamente benéficas, mostrándoles
“la investigación en acción”.33
A la cabeza de la comitiva mexicana estaban Gustavo P.
Serra­no, secretario de Economía y, Eduardo Villaseñor, director

31  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. viii.


32  Armour Research Foundation, Proceedings, p. 4.
33  Armour Research Foundation, Proceedings, p. xiii.
1258 Aurora Gómez-Galvarriato

general del Banco de México.34 La delegación mexicana fue con-


formada por 36 personas, entre quienes estaban varios directores
y presidentes de las principales empresas mexicanas, tanto del
sector industrial como del financiero, así como los responsables
de los principales centros de investigación científica del país
(véase la tabla 1). Los delegados volaron junto con sus esposas
en aviones contratados a Aerovías Braniff,35 la que tenía una
conexión de largo aliento con México pues su dueño, Thomas
Braniff, estaba vinculado con una familia que había hecho una
importante fortuna en México antes de la revolución mexicana.
Su esposa fungió como anfitriona no oficial de las esposas de
los delegados.36
El ambiente que prevalecía al final de la segunda guerra
mundial es fundamental para explicar el contexto en el que esta
conferencia se llevó a cabo. Durante la ceremonia de inaugura-
ción de la conferencia, el presidente del Instituto Tecnológico
de Illinois, Dr. Henry T. Heald se refirió a la política de “bue-
nos vecinos” que el presidente de Estados Unidos, Franklin
D. Roosevelt, había señalado seguiría su país hacia América
Latina,37 indicando que la reunión que estaban por emprender
significaba hacer de esta frase una realidad.38 Por su parte, en su

34  “Mexican-American Conference” (7 de noviembre de 1945), Illinois Insti-


tute of Technology News Bureau, News Releases, oct.-dic., 1945, Digitalizado
por the Internet Archive http://www.archive.org/details/newspreleaseoctde-
c1945illi (consultado el 7 de octubre de 2018).
35  Paul D. Hermann, “Mexican-American Conference on Industrial Re-

search”, en Armour Research Foundation, Technological Audit, pp.


185-186.
36  “Mexican Society” (5 de octubre de 1945), llinois Institute of Technology

News Bureau, News Releases, oct.-dic. 1945. Digitalizado por the Internet
Archive http://www.archive.org/details/newspreleaseoctdec1945illi.
37  El uso de este término fue usado por primera vez por Franklin D. Roosevelt

en 1933 en el marco de la VII Conferencia Panamericana.


38  Discurso del Dr. H. T. Heald en la inauguración de la Conferencia Mexica-

no-Americana en Investigación Industrial, en Armour Research Founda-


tion, Proceedings, p. 2.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1259

discurso inaugural, el Ing. Gustavo Serrano expresó que habían


aceptado la invitación:

[…] no sólo porque queríamos aprender muchas cosas nuevas, y


aprovechar esta oportunidad para usar el conocimiento científico
que podemos obtener aquí, pero, sobre todo, para expresarle a la
gente de Chicago y de los Estados Unidos, todo lo que profunda-
mente apreciamos la amistad que existe entre los dos países y cómo
esperamos que nuestra amistad continúe. Hemos sido aliados, y
seguiremos siendo amigos en tiempos de paz para nuestro beneficio
mutuo.39

Serrano explicó que México estaba comenzando a indus-


trializarse y que este proceso debía sentar sus bases: primero,
en la investigación científica y los laboratorios; segundo, en la
electrificación del país; y tercero, en la modernización de su
maquinaria y de la industria en general, especialmente en aquella
que pudieran transformar las materias primas del país para satis-
facer las crecientes demandas del pueblo de México. “Nuestro
objetivo y deseo es aumentar los muy bajos niveles de vida de las
clases bajas de México”,40 afirmó, lo que requería de maquinaria
y equipo eficiente, que hacía mucho tiempo que venía necesi-
tándose. Un objetivo que él consideraba era del interés también
de los estadounidenses. “Lograr aumentar el nivel de vida del
pueblo de México”, señalaba, “no sólo beneficiará a las clases
más necesitadas y a México en general, sino también será para el
beneficio de América y la humanidad”.41

39  Armour Research Foundation, Proceedings, p. 5.


40  Armour Research Foundation, Proceedings, p. 5.
41  Armour Research Foundation, Proceedings, p. 6.
1260 Aurora Gómez-Galvarriato

Tabla 1
invitados de méxico a la conferencia mexicano-
americana en investigación industrial
Gobierno
Lic. Eduardo Suárez* Secretario de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público
  Presidente del Consejo de Administración
Petróleos Mexicanos
  Presidente de la Junta de Administración y
Vigilancia de Ferrocarriles Nacionales de
México
Ing. Gustavo P. Serrano Secretario de la Secretaría de la Economía
Nacional
  Expresidente de la Cámara Minera
Sr. Eduardo Villaseñor Director General del Banco de México
  Presidente de la Comisión Mexicana de
Fomento Interamericano
  Comité Asesor de Nacional Financiera y
Asociación Hipotecaria Mexicana
Ing. Gonzalo Robles Jefe del Departamento de Investigaciones
Industriales del Banco de México
  Exdirector del Banco de México
Sr. Enrique Sarro Presidente del Consejo de Dirección de
Altos Hornos
  Subdirector de Nacional Financiera
Ing. Enrique Lerch Gómez Jefe de la Sección Electromecánica de
Comisión Federal de Electricidad
Ing. Carlos Ramírez Ulloa Vocal ejecutivo de la Comisión Federal de
Electricidad
Dr. Ignacio Aguerrebere Director general de Normas de la
Secretaría de Economía Nacional
Ing. Manuel Torres Torrija Subdirector de Normas de la Secretaría de
la Economía Nacional
Notas: * Si bien Eduardo Suárez aparece en la lista de invitados, es probable que
no haya asistido pues no aparece ninguna intervención suya en la conferencia. Es
probable que haya asistido Roberto Garza en lugar de Rómulo Garza, pues es de
este último de quien se hace mención en los reportajes del acto.
Fuente: Armour Research Foundation, Proceedings, pp. ix-x.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1261

Tabla 1 (continúa)

Industria
Sr. Rómulo Garza/ Sr. Roberto Director general de Vidriera de Monterrey
Garza*
Sr. Prisciliano Miguel Elizondo Director de Fundidora de Fierro y Acero
de Monterrey
Lic. Pablo Macedo Delegado del Consejo de Administración
y director ejecutivo de Sosa-Texcoco, y
Carburo
  Director de la Sociedad Mexicana de
Crédito Industrial
  Presidente del Consejo de Administración
de la Compañía Minera La Favorita y
Anexas
Sr. Tom E. Braniff Presidente de Braniff Airways y Aerovías
Braniff
Ing. Bernardo Quintana Representante de la Cámara de la Industria
Arrioja Curtidora: United Shoe and Leather
Company
Sr. Sealtiel L. Alatriste Auditor de la fábrica de cemento La Cruz
Azul
  Expresidente de la Cámara de Comercio
de México en Nueva York
Sr. José Cruz y Celis Presidente de la Confederación de
Cámaras Industriales Presidente de
Productos de Maíz
Ing. Luis Flores Arias Presidente de Construcciones Concreto
Sr. Guillermo Magaña Galván Productora Mexicana
Sr. Miguel Guzmán Cadena Productora Mexicana
Sr. Alejandro Noye Presidente de la Confederación de
Cámaras Nacionales de Comercio
  Consejero del Banco de México y
La Azteca
Sr. Lee González Representante de Aerovías Braniff
Sr. Antonio Ruiz Galindo Jr. Vicegerente de Distribuidora Mexicana
Notas: * Si bien Eduardo Suárez aparece en la lista de invitados, es probable que
no haya asistido pues no aparece ninguna intervención suya en la conferencia. Es
probable que haya asistido Roberto Garza en lugar de Rómulo Garza, pues es de
este último de quien se hace mención en los reportajes del acto.
Fuente: Armour Research Foundation, Proceedings, pp. ix-x.
1262 Aurora Gómez-Galvarriato

Tabla 1 (continúa)
invitados de méxico a la conferencia mexicano-
americana de inversión industrial
Instituciones financieras
Sr. Luis Legorreta Director general del Banco Nacional de
México
Sr. Salvador Ugarte Director general del Banco de Comercio
Sr. Luis Montes de Oca Presidente del Banco Internacional
  Exsecretario de Hacienda y Crédito
Público
  Exdirector general del Banco de México
Sr. Franz Mayer Presidente de Inversiones Bursátiles
Sr. Virgilio Garza Presidente del Consejo de Administración
de Crédito Industrial de Monterrey
Sr. William B. Richardson Gerente del National City Bank de Nueva
York en México
Sr. Carlos Trouyet Banquero de Inversiones Industriales
  Expresidente de la Bolsa de Valores de
México
Lic. Gustavo Velasco Abogado consultor del Banco
Internacional
  Secretario del Consejo de Aseguradora
Mexicana
Ing. Valentín Escobar Jefe del departamento de Investigación
y Desarrollo de la Sociedad Mexicana de
Crédito Industrial
Instituciones educativas y de investigación
Dr. Nabor Carrillo Jefe del Departamento de Investigaciones
Científicas, unam
  Jefe de Investigadores de la Comisión
Impulsora y Coordinadora de
Investigación Científica
Ing. Ricardo Mongez López Director de la Facultad de Ciencias, unam
  Miembro de la Comisión Impulsora
y Coordinadora de la Investigación
Científica
Dr. Fernando Orozco Díaz Vocal químico de la Comisión Impulsora
y Coordinadora de la Investigación
Científica
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1263

Tabla 1 (concluye)

  Jefe del Instituto de Química de la unam


Ing. Federico Barona de la OJefe de Laboratorios de Ensayo y
Materiales de la Comisión Nacional de
Irrigación
Ing. Carlos Bermúdez Lacayo Jefe de la Sección Química, Departamento
de Gerencia de Refinerías, Petróleos
Mexicanos
Notas: * Si bien Eduardo Suárez aparece en la lista de invitados, es probable que
no haya asistido pues no aparece ninguna intervención suya en la conferencia. Es
probable que haya asistido Roberto Garza en lugar de Rómulo Garza, pues es de
este último de quien se hace mención en los reportajes del acto.
Fuente: Armour Research Foundation, Proceedings, pp. ix-x.

Como parte del programa la arf les organizó una serie de


conferencias y visitas a los principales laboratorios de investi-
gación de la región de Chicago, que además de los laboratorios
de la arf, incluían los de las principales universidades, como
los de la Universidad de Chicago, Northwestern, Wisconsin,
y Purdue, y laboratorios pertenecientes a compañías privadas,
como los de General Electric, o el de Universal Oil Products
Company, que presentaron los distintos desarrollos y proyec-
tos de investigación que estaban llevando a cabo.42 Además, se
impartieron diversas pláticas sobre el funcionamiento e impor-
tancia de la Asociación de Estándares Americana y la Oficina
Nacional de Estándares en el desarrollo industrial. Asimismo,
varios de los directivos de laboratorios industriales en Estados
Unidos describieron su forma de operación y financiamiento
subrayando la importancia de los fondos donados por indivi-
duos o empresas para su funcionamiento. Como respuesta a
estas exposiciones, Eduardo Villaseñor expuso su percepción
sobre la situación que enfrentaba México en el campo de la
investigación:

42  “Mexican-American Conference” (7 de noviembre de 1945).


1264 Aurora Gómez-Galvarriato

Para algunos de nuestros amigos americanos, que no conocen lo


que se está haciendo en México, debo de corregir la idea que pue-
dan tener de que existen en México instituciones de investigación y
fundaciones como las que tienen aquí. No existe ninguna de ellas en
México –no hay fundaciones, no hay instituciones de investigación
y no hay universidades con fondos para operar de forma indepen-
diente como tienen aquí sus universidades–. La más importante y
destacada universidad en México, que es una de las más viejas del
hemisferio –la Universidad Nacional de México– […] es realmente
una institución gubernamental con recursos bastante limitados
para llevar a cabo su tarea. Por tanto, si con dificultad puede pagar
los muy bajos salarios de sus maestros y profesores, ¿cómo podría
conseguir los recursos para llevar a cabo investigación? No existe
tal cosa.43

Explicaba que hacía unos tres años se había establecido en el


Banco de México un departamento de investigación industrial,
muy pequeño, considerando el número de personas que tra-
bajaban en él, pero ambicioso en términos del programa que
per­seguía cubrir. Si bien existían otras instituciones, como el
Instituto de Química y el Instituto de Física, emprendían su
trabajo con recursos muy limitados. Un problema adicional
era que “no tenemos en México millonarios en el sentido que
ustedes usan la palabra”. En México, explicaba, los millonarios
que existían eran recientes, es decir, personas que no tenían
millones diez años atrás, “y que no han tenido ejemplo a seguir
sobre cómo usar sus millones”.44 Además, a diferencia de Esta-
dos Unidos, en donde existía una tradición de donar fondos o
becas a instituciones de espíritu público como universidades
o centros de investigación, eso no existía en México.

43  Intervención de Eduardo Villaseñor en Weidlein, “The Organization”,


pp. 35-36.
44  Intervención de Eduardo Villaseñor, en Weidlein, p. 36.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1265

Ante este escenario, expresó, desde que fue nombrado go-


bernador del Banco de México supo que era momento de hacer
algo al respecto. “Tenemos que crear, y creo que es parte de los
propósitos no escritos de la Armour Research Foundation”
[para organizar esta conferencia] “[…] el imbuir a algunos de
los miembros mexicanos, la idea de lo importante que es la in-
vestigación, y la importancia de contar con donaciones, becas y
fondos para llevar a cabo este tipo de trabajo”.45 Sin embargo,
esto no era fácil, pues en México no existía ninguna universidad
que pudiera establecer un fondo para crear un instituto de inves-
tigaciones como los que habían visitado, y el Banco de México
estaba, a su juicio, un tanto fuera de su campo para hacerlo.
“No puede esperarse que el Banco de México […] establezca
en un día un fondo de 5 o 10 millones de pesos para crear una
institución como esta”. Sin embargo, vislumbraba la posibilidad
de que el Banco de México sirviera como catalizador, “y que
pudiera inducir a algunas de las instituciones o individuos más
ricos a contribuir a la creación de instituciones que lleven a cabo
la investigación fundamental e industrial”.46
En su discurso final en la conferencia, Eduardo Villaseñor
relató que la noche anterior había soñado que se sacaba la lote-
ría y que usaba ese dinero para crear en México un instituto de
investigaciones industriales. Seguramente, la visita a distintas ins-
tituciones de investigación lo dejó profundamente entusiasmado
con la idea de crear algo similar en México, y a la vez sentía una
gran inquietud por no poder reunir los recursos para hacerlo.
Buscando la forma de logar el objetivo, explicó que tras su regre-
so, el Banco de México convocaría a los delegados que asistieron
a la conferencia, y a otros industriales que quisieran sumarse, para
examinar los pasos que había que dar para llevar a cabo este pro-
yecto. Contemplaba distintas posibilidades para lograrlo, ya sea

45  Intervención de Eduardo Villaseñor, en Weidlein, p. 37.


46  Intervención de Eduardo Villaseñor, en Weidlein, p. 37.
1266 Aurora Gómez-Galvarriato

con la participación exclusiva de instituciones privadas, o de insti-


tuciones gubernamentales, o mediante la cooperación de ambas.47
Asimismo, durante la conferencia el Ing. Barona de la O,
jefe de los laboratorios de la Comisión Nacional de Irrigación,
destacó que la Secretaría de Economía estaba tomando los pasos
necesarios para formar pronto los Laboratorios Nacionales de
Fomento Industrial, que apoyarían a la Dirección General
de Normas.48 Es interesante señalar que la conferencia se grabó
por medio de la reciente tecnología de registro en cinta magné-
tica que había desarrollado precisamente la arf. Una copia de
esta le fue enviada al presidente Manuel Ávila Camacho, junto
con una carta por parte de la arf.49
Después de la Conferencia de Chicago, el Banco de México
organizó una reunión que había sugerido Eduardo Villaseñor
y se sostuvieron una serie de pláticas informales con varios de
los participantes a fin de obtener sus opiniones. Finalmente, el
Banco de México reunió a un grupo más amplio para exponer
las conclusiones a las que se había llegado y conocer los puntos
de vista que sobre ellas tenían diversos representantes del go-
bierno, la banca, la industria y el sector educativo y técnico, así
como de la arf.

el proyecto del instituto mexicano


de investigaciones tecnológicas

Tomando en cuenta las ideas desarrolladas en estas discusiones,


la arf realizó un proyecto para crear el Instituto Mexicano de

47  Intervención de Eduardo Villaseñor en la conferencia “Discussion by Mexi-


can Guests”, en Armour Research Foundation, Proceedings, pp. 157-158.
48  Intervención del Ing. Barona de la O en la conferencia “Discussion by

Mexican Guests”, en Armour Research Foundation, Proceedings, pp.


157-158.
49  Intervención de J. E. Hobson en la conferencia “Discussion by Mexican

Guests”, en Armour Research Foundation, Proceedings, pp. 150-151.


LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1267

Investigaciones Tecnológicas, que plasmó en el capítulo final del


informe que entregó al Banco de México en febrero de 1946.50
Este incluía recomendaciones detalladas para su establecimiento,
inspiradas en el sistema de operaciones patrocinadas que llevaba
a cabo la arf en Estados Unidos.51
El informe empezaba señalando que era crucial para México
establecer una institución de investigaciones industriales puesto
que estaba demostrado que “tanto en términos de los cerebros,
como de las instalaciones físicas, la ganancia en tecnología
industrial bajo un sistema de esfuerzo cooperativo es mucho
mayor que la que se consigue por esfuerzos dispersos del mismo
número de personas trabajando individualmente”.52 Si esto era
cierto incluso en los países desarrollados, en México, dada su
limitada oferta de personal técnico, era imperativo concentrar
su esfuerzo en una institución.
Dicha institución debía centrarse en resolver los problemas
de México por medio de proyectos de investigación que, debido
a su distinta naturaleza, habían de sufragarse de diversas formas.
Los programas de investigación de amplio beneficio para toda
la República o para amplias regiones del país, así como inves-
tigaciones encomendadas por dependencias gubernamentales,
debían sufragarse con el apoyo económico del gobierno. En
cambio, los programas confidenciales de investigación y fomen-
to para compañías privadas habían de costearse por la entidad
interesada, debiendo permitirse que ésta adquiriera el derecho
exclusivo sobre los resultados, incluyendo cualquier patente que
se obtuviera. Los programas de investigación de beneficio para

50  Armour Research Foundation, Technological Audit, pp. 174-184;


Urencio, “Investigación Tecnológica en México”, p. 459.
51  Ignacio Deschamps, “Programa de investigación aplicada actualmente en

Operación en el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, mimeo,


texto presentado ante el American Institute of Mining, Metallurgical & Petro-
leum Engineers, Mexico Section, junio de 1959, p. 2.
52  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. 174.
1268 Aurora Gómez-Galvarriato

todos los miembros de una industria podrían ser costeados por


una asociación de empresas, o por algún departamento del go-
bierno que tuviera interés en apoyar a esa industria. El Instituto
debería ofrecer también servicios de consultoría para ayudar a la
modernización de fábricas mexicanas y operaciones industriales
a costos razonables que serían pagados por las empresas intere-
sadas. Este tipo de servicios deberían enfocarse a las pequeñas
empresas que no pudieran sufragar los gastos de traer expertos
extranjeros para hacer trabajos de inspección y consulta.53
El modelo que proponían seguía de cerca el sistema que venía
desarrollándose en Estados Unidos, en el que la investigación
industrial era patrocinada por las industrias a título individual.
Sin embargo, integraba también un importante componente de
participación directa del estado como promotor del desarrollo
tecnológico, como lo venían realizando otros países, como In-
glaterra y Holanda.54 Se partía del principio de que la industria
privada debía cubrir una parte justa de la carga, en proporción
a los beneficios privados que esperaba recibir, pero que debía
también considerarse la posibilidad de que el gobierno cubriera,
durante cierto tiempo, alguna fracción de los costos de la inves-
tigación enfocada a las empresas privadas, como un incentivo
para que usaran servicios técnicos y de investigación. Esta es-
trategia, explicaban, se había venido empleando en el estado de
Sao Paulo, en su Instituto de Pesquisas Tecnológicas. También
podría considerarse que el gobierno ofreciera deducciones de
impuestos o crédito de los montos gastados en investigación,
como se hacía en Estados Unidos.55

53  Armour Research Foundation, Technological Audit, pp. 174-175.


54  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas, tomada
del discurso pronunciado por su Director General con motivo del 25 aniversa-
rio de su fundación, y de la conferencia sustentada por el mismo en la reunión
Latinoamericana y del Caribe sobre servicios de consultoría.” imit, Actas del
Consejo Directivo (acd), No. 111, 4 de julio de 1975.
55  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. 176.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1269

En términos generales, el Instituto debería servir como un


centro de investigación industrial, estimulando con sus accio-
nes el interés de las industrias en la investigación y la adopción
de mejores prácticas, así como el interés de los estudiantes en
seguir cursos en tecnología industrial aplicada.56 Su política de-
bía guiarse por tres principios clave: 1) el principal objetivo del
Instituto era servir a la industria, 2) el desarrollo tecnológico de
México requería aprovechar los avances realizados en el resto
del mundo para desarrollar sus propias capacidades, por lo que
no debía seguir políticas aislacionistas y, 3) el Instituto debía te-
ner autonomía pues una institución de investigación debe operar
bajo condiciones que jamás pueden lograrse por el control del
gobierno.
Para servir a la industria, el Instituto necesitaba ser capaz de
conducir proyectos de investigación completamente confiden-
ciales, obtener patentes y mejorar productos para el beneficio
exclusivo de las compañías a las que sirviera. Además, debía
poder conducirse de forma ágil y eficiente y no sujetarse a
consideraciones políticas. “No hay una imagen más trágica”
señalaba “que un laboratorio de investigación que se ha vuelto
burocrático en su operación, ya que cuando esto pasa, la pro-
ductividad cae y se reduce a una derrama delgada en proporción
a los costos”.57
En cuanto a la definición de la estructura organizacional del
Instituto, el informe proponía tomar como modelo la adoptada
por otras instituciones de investigación exitosas. Se proponía
por tanto que su control recayera en un Consejo Directivo, que
idealmente incluiría a líderes de la industria, las finanzas y el
servicio público; personas activas, de influencia y genuinamen-
te interesadas en el Instituto y sus esfuerzos hacia la industria
mexicana. El presidente del Consejo debería ser mexicano, así

56  Armour Research Foundation, Technological Audit, pp. 177-178.


57  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. 176.
1270 Aurora Gómez-Galvarriato

como la mayoría de sus miembros. El director general, quien


debía ser designado por el Consejo por un tiempo indefinido,
tendría la responsabilidad y autoridad de la organización, de-
sarrollo y operación del Instituto y la administración general
de las políticas que determinara el Consejo. Se planteaba que,
en el largo plazo, sería natural y deseable que el director fuera
mexicano, pero considerando que en ese momento era posible
que no existiera ningún mexicano con la experiencia de haber
administrado un instituto de investigaciones industriales, había
que dejar abierta la posibilidad de elegir a un extranjero. Asi-
mismo, sugería que la dirección técnica y ejecutiva se basara, en
un primer momento, en un arreglo cooperativo entre personal
mexicano y extranjero, considerando que era imperativo traer
al Instituto toda la experiencia acumulada en la conducción de
investigaciones industriales. “De esta forma se combinarían el
conocimiento básico y esencial de las condiciones y problemas
existentes en México, con los últimos adelantos de la técnica de
la investigación”.58
En relación con el perfil que debería tener el director, adver-
tían que no debía caerse en el error de creer que, por tratarse de
una entidad científica, este debía ser un científico eminente, que,
en general, no son personas aptas para dicho puesto. En cambio,
debía nombrarse a alguien que supiera de la administración de
un instituto de investigaciones industriales. Recomendaban
que el director fuera una persona “con una formación técnica
general, y con una iniciativa, habilidad administrativa e imagi-
nación excepcionales”, y que fuera joven, pues “la investigación
es primordialmente un asunto de jóvenes”, y un joven es más
adaptable a los cambios rápidos.59
Sugerían que el personal de investigación fuera integrándose
gradualmente, contratando en un principio sólo al núcleo del

58  Armour Research Foundation, Technological Audit, pp. 179-180.


59  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. 180.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1271

cuerpo de investigadores, que se iría reforzando conforme lo


fueran exigiendo las necesidades del trabajo. Un asunto fun-
damental era establecer sueldos lo suficientemente atractivos
para poder contratar a los mejores tecnólogos, y que pudieran
trabajar de tiempo completo. “Es obvio” decía el informe “que
una de las razones por las cuales faltan tecnólogos en México
es que se puede ganar mucho más dinero en otras actividades”,
y “si el nuevo Instituto perpetúa tales condiciones no se habrá
ganado nada”.60
Asimismo, recalcaban la necesidad de poner énfasis en el
entrenamiento del personal de investigación mexicano que
se requeriría, puesto que, si bien muchos técnicos mexicanos
contaban con sobresalientes bases teóricas, no habían tenido
la oportunidad de adquirir experiencia en investigaciones tec-
nológicas prácticas. Para resolver este problema, proponía que
el Instituto comenzara con un personal compuesto de técnicos
mexicanos e investigadores extranjeros, que trabajarían como
un grupo unificado y compartirían su trabajo en los problemas
de laboratorio. Al mismo tiempo, otro grupo de tecnólogos
mexicanos serían enviados a instituciones de investigación en
Estados Unidos y otros países, también para trabajar junto a
investigadores experimentados, por uno o dos años allá, al cabo
de los cuales regresarían para integrarse como miembros del
equipo de la institución mexicana.61
En cuanto a las instalaciones físicas del Instituto, advertían
sobre la importancia de no cometer el error de invertir una canti-
dad desproporcionada en los edificios de laboratorio y el equipo,
que al final resultaran inadecuadas y se acabaran convirtiendo
en elefantes blancos, como recientemente le había sucedido a
una petrolera latinoamericana.62 En cambio, proponían que se

60  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. 181.


61  Armour Research Foundation, Technological Audit, pp. 183-184.
62  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. 182.
1272 Aurora Gómez-Galvarriato

comenzara a trabajar en instalaciones provisionales, con un pro-


grama de investigación diversificado que pudiera enfocarse en
los programas de investigación de interés práctico para los que
hubieran encontrado patrocinadores. Estas no deberían ser más
grandes que lo que requirieran los proyectos en curso, de modo
de no aumentar el costo de la investigación. Con el tiempo, po-
drían conocerse mejor las necesidades del Instituto, y sólo hasta
entonces habría que pensar en el diseño del edificio que debería
alojarlo de forma permanente. Lo fundamental era establecer
desde un inicio una biblioteca técnica bien abastecida y actuali-
zada. La arf consideraba que, para poder comenzar, el Instituto
requeriría de un fondo mínimo de 2.5 millones de pesos para
cubrir el establecimiento de instalaciones temporales, los costos
básicos de operación y los salarios de un personal inicial.63

los primeros pasos: la cooperación


de la arf y el imit (1947-1954)

Originalmente se buscaba que en México se adoptara un mo-


delo similar al de Estados Unidos, en donde existía una amplia
participación privada en el sistema de investigación científica y
tecnológica. Sin embargo, tras la conferencia en Chicago y luego
de las distintas reuniones con empresarios, Eduardo Villaseñor
comprendió que, si se quería que un instituto de investigaciones
industriales se hiciera realidad en México, el Banco de México
tendría que encabezar y financiar el proyecto, lo que llevó a cabo
tomando en cuenta las recomendaciones que había hecho la arf
en su informe.64
En 1947 el Banco de México solicitó a la arf que iniciara el
proyecto de establecer un instituto de investigación industrial
63  Armour Research Foundation, Technological Audit, p. 183; Urencio,
“Investigación Tecnológica”, p. 459.
64  “Proposición para la creación de un Instituto de Investigaciones Tecnoló-

gicas”, AGN, fondo Gonzalo Robles, c. 58, exp. 4.


LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1273

para lo que estableció un pequeño laboratorio en la calle Ma-


zatlán núm. 119, en la Ciudad de México. Su dirección técnica
y administrativa estuvo a cargo de la arf e inició combinando
los esfuerzos de tecnólogos mexicanos y de la arf en trabajos
de investigación seleccionados por el Banco de México. Pronto
resultó evidente que era necesario contar con instalaciones más
amplias. En 1949, comenzó a construirse un nuevo edificio en
la Calzada Legaria núm. 694, para establecer los laboratorios y
tener espacio para instalar plantas piloto. El Banco de México
encomendó a la arf la dirección técnica del diseño y construc-
ción de las nuevas instalaciones y aportó los recursos necesarios
para lograrlo.
Una vez concluidas las nuevas instalaciones, el 1o de junio
de 1950 se constituyó formalmente el Instituto Mexicano de
Investigaciones Tecnológicas (imit).65 El Banco de México logró
sumar a Nacional Financiera para patrocinar el proyecto y poco
después el Bancomext se constituyó en la tercera institución
que habría de apoyar al Instituto.66 A pesar de no haber sido
el objetivo inicial, el que estos tres bancos estatales resultaran
siendo los patrocinadores del imit terminó dando al Instituto
una ventaja, ya que lo salvó de “una situación de cautiverio” que
le coartara la libertad necesaria para su acción eficaz.67
Al establecerse el imit, este se hizo cargo de los laboratorios
y proyectos que hasta entonces venía desarrollando la arf y
su administración pasó a manos de mexicanos, en tanto que la
dirección técnica de los programas de investigación continuó
siendo encomendada a un representante de la arf, al doctor

65  Armour Research Foundation, “Direction of the Laboratories”, p. 3.


66  Ignacio Deschamps, “Programa de Investigación Aplicada Actualmente en
Operación en el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, mimeo,
texto presentado ante el American Institute of Mining, Metallurgical & Petro-
leum Engineers, Mexico Section, junio de 1959, pp. 2-3.
67  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, imit,

ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, p. 2.


1274 Aurora Gómez-Galvarriato

M. E. Nelson. El personal de investigación estaba conformado


por un núcleo de siete científicos e ingenieros mexicanos, con
estudios de posgrado en el extranjero, que trabajaban junto a
científicos e ingenieros de la arf. Este grupo era complemen-
tado con personal que ofrecía servicios de biblioteca y diseño,
secretarias bilingües y personal no técnico que apoyaba en los
laboratorios, así como un pequeño equipo de contadores que
registraba los gastos de cada proyecto.
Cada año se fueron sumando nuevos integrantes a quienes se
capacitaba en las técnicas de investigación industrial por la arf.
Hacia 1954 ya había 23 miembros del personal técnico, 6 de los
cuales tenían un mínimo de seis años de experiencia en la inves-
tigación industrial y se desempeñaban como jefes de las distintas
secciones.68 El imit contaba para entonces con seis laboratorios
especializados en distintos campos de investigación, un labo-
ratorio de operación integrada, y estaba en construcción una
pequeña planta piloto.69 Parte de los equipos de laboratorio
fueron donados por fabricantes de equipo o vendidos a un costo
reducido.70
Cada año la arf enviaba al imit personal de alto nivel y per-
sonal técnico calificado para asistir a los distintos equipos, con
quienes mantenía comunicación por medio de corresponden-
cia, que sumaba más de 200 comunicaciones anuales.71 Durante
sus primeros años, el Instituto contó también con el apoyo de
especialistas de la Food and Agricultural Organization (fao)

68  Ignacio Deschamps, “Programa de Investigación Aplicada Actualmente en


Operación en el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, mimeo,
texto presentado ante el American Institute of Mining, Metallurgical & Petro-
leum Engineers, Mexico Section, junio de 1959, pp. 4 y 25-27.
69  Armour Research Foundation, “Direction of the Laboratories”, pp.

vi-vii.
70  Armour Research Foundation, “Direction of the Laboratories”, p. 27.
71  Armour Research Foundation, “Direction of the Laboratories”, pp.

21-22.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1275

de Naciones Unidas, así como de algunas universidades y esta-


ciones experimentales de Estados Unidos.72
Durante sus primeros años, “los estudios del imit eran mar-
cadamente los concernientes a las materias primas del país”
mediante los cuales el Instituto “pudo cubrir un gran número de
recursos industriales y revisar a nivel de laboratorio y de equipo
piloto las más variadas alternativas de los procesos industriales
de base”.73 Estos fueron propuestos por las instituciones patro-
cinadoras a partir de las recomendaciones que había hecho la arf
en su auditoría tecnológica. En un principio, los proyectos de
investigación se abordaron “con recursos propios que sirvieron
como base para la generación del acervo tecnológico inicial del
imit y como sustentación del adiestramiento intensivo de su
personal en técnicas de investigación aplicada”.74 Sin embargo,
poco a poco se fueron sumando proyectos patrocinados por
empresas privadas.
Para seleccionar los proyectos de investigación, el imit rea-
lizaba un estudio preliminar técnico y económico con el fin de
evaluar sus posibilidades de generar un impacto económico real.
Una vez elegido, se definía un líder del mismo, quien coordinaba
un equipo compuesto de científicos e ingenieros. Asimismo, se
conformaba un Comité Directivo, que incluía, representantes
de los grupos de servicios generales, científicos o ingenieros de
otras secciones y supervisores del Instituto, así como a algún
representante de las instituciones patrocinadoras.75
Todo proyecto comenzaba con un amplio estudio de la li-
teratura existente, a partir de la cual se formulaba un plan de

72  Armour Research Foundation, “Direction of the Laboratories”, p. 4.


73  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, imit,
ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, p. 2.
74  “Breves antecedentes sobre el desarrollo del imit que expone el Director

General de la Institución”, imit, ACD, No. 131, 19 de mayo de 1978, pp. 3-4.
75  Armour Research Foundation, “Direction of the Laboratories”, pp.

17-22.
1276 Aurora Gómez-Galvarriato

investigación. Luego se hacía una inspección de las materias


primas, tanto técnica como económica. A esto seguía una eva-
luación de sus costos y beneficios posibles, que era realizada por
el equipo económico, que fue complementado, en un principio,
con personal del Departamento de Investigaciones Industriales
del Banco de México y de Nafinsa. Una vez que se identificaba
que existía una probabilidad razonable de éxito, comenzaba la
investigación de laboratorio, que iniciaba por una caracteri-
zación de los materiales (materias primas, microorganismos,
enzimas, etc.) que se utilizarían. Entonces se emprendía la inves-
tigación de laboratorio del proceso, a la que seguía la elaboración
de un diagrama cuantitativo del balance de flujo para identificar
la solución más efectiva y económica que ofreciera una calidad
aceptable a un costo razonable.
Una vez definido el proceso óptimo se realizaba un estudio
de factibilidad económica para evaluar su probable rentabilidad
a escala industrial. Concluida esta fase, se realizaba la investiga-
ción de operaciones y procesos integrados, en la que se definían
los equipos y procesos que requeriría la planta industrial. Final-
mente, cuando se consideraba necesario, se construía una planta
piloto. mediante la cual se realizaba una producción semicomer-
cial de los productos que se contemplaba ofrecer en el mercado.
A partir de los resultados de la planta piloto se realizaban los
estudios finales de ingeniería y de factibilidad económica. Para
reducir costos, el imit ideó adquirir equipo versátil que podía
utilizarse en la fase de desarrollo de varios proyectos, pues po-
día interconectarse de distinta forma para cada uno de ellos.76
Entre 1950 y 1954 el imit emprendió 130 proyectos formal-
mente establecidos, de los cuales 9 fueron de largo alcance, con
una duración de más de un año. El resto fueron proyectos
de corta duración que, junto con los servicios de asesoría,

76  Armour Research Foundation, “Direction of the Laboratories”, pp.

8-17.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1277

hicieron contribuciones valiosas a las organizaciones y empre-


sas que los financiaron en relación con procesos, maquinaria,
patentes o uso de materias primas. Entre los proyectos de largo
alcance, que se consideraba tendrían un impacto importante en
el desarrollo industrial del país se encontraban: el desarrollo
de la harina de maíz nixtamalizado que representó un cambio
radical sobre el proceso tradicional; la estabilización y enrique-
cimiento nutricional de la harina de maíz nixtamalizado me-
diante la mezcla de proteínas de soya, garbanzo y cacahuate; el
desarrollo de un sustituto del carbón vegetal utilizando carbón
semiantracítico de Oaxaca y carbón antracítico de Sonora; el
estudio de aceites vegetales a partir de plantas y semillas poco
conocidas, como la jojoba, para identificar sus propiedades
químicas y posibles usos; el desarrollo de cera de los desechos
de la industria del henequén; el desarrollo de taninos vegetales a
partir del cascalote y de otras plantas; el desarrollo de productos
industriales a partir del garbanzo, tales como almidón, proteínas,
aceites o fibras; la desfibración del kenaf (Hibiscus cannabinus),
que es una fibra similar al yute; y el estudio de la pulpa de celu-
losa y de papel, en el que se evaluaron los recursos de celulosa
y las plantas industriales de pulpa y papel existentes en el país
para mejorar su calidad y costos de operación. Además, se de­
sarro­lla­ron alternativas para producir la pulpa a partir de bagazo
de caña de azúcar y maderas tropicales con el fin de hacer papel
periódico a partir de pulpa mexicana.
Durante este periodo, el Instituto envío 17 solicitudes de pa-
tente, 6 de las cuales ya habían sido otorgadas. Entre las primeras
destacan: las patentes básicas para la producción de tortilla de
maíz en México, Estados Unidos y El Salvador; la patente para
la extracción de pectinas de los desechos del henequén; la ex-
tracción centrífuga de taninos y la de una máquina de cintas de
kenaf. Las que estaban aún en proceso incluían la de un proceso
mejorado de extracción de taninos; tres procesos para separar la
cutícula del bagazo del henequén; un procedimiento mejorado
1278 Aurora Gómez-Galvarriato

para obtener cera de candelilla y pulpa de celulosa en la misma


operación; y dos procesos mejorados para lograr harina de maíz
nixtamalizado.77 La tabla 2 incluye las patentes otorgadas a favor
del Banco de México o del imit, pero no comprende aquellas
que se otorgaron a favor de empresas patrocinadoras.
Uno de los logros más importantes del imit fue el desarrollo
del proceso para la producción de harina estable de maíz para la
preparación de tortillas, que avanzó hasta servir de base para
el diseño industrial de la planta de Maíz Industrializado S. A.
(minsa), establecida por el gobierno en Tlalnepantla, así como
para las plantas de la empresa Quaker Oats, que estableció en
Sherman, Texas y Los Ángeles, California, cuyas regalías bene-
ficiaron al imit durante los 15 años de vigencia de las patentes
correspondientes, propiedad del Instituto.78
El desarrollo del imit sirvió de base para que se establecieran
institutos similares en otros países latinoamericanos. En enero
de 1950, la arf fue contratada por el gobierno de El Salvador
para realizar una auditoría tecnológica, similar a la que había rea-
lizado para México algunos años atrás, y después dirigió la insta-
lación y puesta en operación de un laboratorio de investigación
industrial.79 Asimismo, colaboró con el gobierno colombiano en
la conformación del Instituto de Investigaciones Tecnológicas
de Colombia, que se estableció en 1955.80

77  Armour Research Foundation, “Direction of the Laboratories”, pp.


53-54.
78  Ignacio Deschamps, “Programa de Investigación Aplicada Actualmente

en Operación en el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, mi-


meo, texto presentado ante el American Institute of Mining, Metallurgical &
Petroleum Engineers, Mexico Section, junio de 1959, pp. 12-13; Ignacio Des-
champs, “Palabras pronunciadas por el señor Ignacio A. Deschamps Aguilar,
en el homenaje que se le dio en el imit, con motivo de su retiro como Director
General de la institución, en 1982”, Mimeo.
79  Armour Research Foundation, “Preliminary technological audit”.
80  Young, “El Instituto”, pp. 55-56; Ayala, “The Colombian Institute”, pp.

12-16.
Tabla 2
patentes y certificados de invención otorgados al imit
Núm. de Fecha de Fecha de
Patente Titular Inventores present. concesión Título
Banco de Mejoras en el procedimiento para
Ricado Millares
MX48722 México 6/5/1950 9/9/1951 la obtención de harina estabilizada
Manuel F. Escandón
S. A. para hacer tortillas.
 1
Armour
Ricardo Millares Sotres
US2584893 Research 12/6/1951 2/5/1952 Method of making tortilla flour
William R. Lloyd
Foundation
Banco de
Mejoras en procedimientos de
 2 MX52450 México Rodolfo Ruiz Munguía 7/14/1952 7/14/1952
extracción por lixiviación acelerada
S. A.
Banco de Mejoras a procedimientos para la
 4 MX56106 México Manuel J. Mier y Terán 9/6/1952 9/6/1955 obtención de cera de candelilla a la
S. A. vez que pulpa celulosica
Banco de Harina para Tortillas mediante la
Ignacio Deschamps
 5 MX59736 México 8/29/1952 2/14/1959 mezcla íntima de harinas de maíz y
Betty Leuze
S. A. de garbanzo nixtamalizados
Fuentes: Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, https://siga.impi.gob.mx/newSIGA/content/common/principal.jsf; Euro-
pean Patent Office, https://www.epo.org/searching-for-patents.html; USPTO Patent Full Text and Image Databaase, http://patft.
uspto.gov/netahtml/PTO/search-adv.htm
Tabla 2
patentes y certificados de invención otorgados al imit (continúa)
Núm. de Fecha de Fecha de
Patente Titular Inventores present. concesión Título
Mejoras en procedimientos para
Banco de
facilitar la separación de la cutícula
 6 MX61128 México Manuel Mier y Terán 01/09/53 10/27/59
del resto del material que constitu-
S. A.
ye los desperdicios del henequén
Banco de
José de Jesús Castellanos Mejoras en máquinas descortifica-
 3 MX54689 México 3/19/1954 11/19/1954
Juan Francisco del Real doras para plantas fibrosas
S. A.
Banco de
Procedimiento para la fabricación
 7 MX75654 México Ricardo Millares Sotres 06/16/56 11/16/66
de harina de maíz
S. A.
Inst. Mex,
Mejoras y procedimiento para
 8 MX61361 de Invest. Rodolfo Ruíz Munguía 02/23/56 12/14/59
obtener extracto de cascalote
Tec. A. C.
Inst. Mex, Roberto Treviño
Procedimiento mejorado para la
 9 MX69261 de Invest. Gustavo Hernández Lara 08/07/59 05/17/65
obtención de óxido manganoso
Tec. A. C. Manuel Puebla
Pedro Reyes Rodríguez
Inst. Mex, Juan Manuel Lomelin
Procedimiento para el descascarilla-
10 MX90616 de Invest. Gallardo 07/28/66 07/23/68
do de semillas
Tec. A. C. Yvonne Ricaud de García
López
Josefina C. Morales
ES416848 Inst. Mex, Procedimiento Mejorado para la
Guerrero
11 de Invest. 7/13/1972 Conservación de Frutos de Origen
Juan Manuel Lomelin
IT1006596 Tec. A. C. Vegetal
Gallardo
Inst. Mex, Mejoras en procesos para la ela-
Yannick Villegas
12 MX122507 de Invest. 09/03/69 06/05/73 boración de productos fibrosos de
Chevereau
Tec. A. C. baja densidad
Ignacio Mercado Flores
MX553 Banco de
Sergio Carvallo García Proceso mejorado para producir
(No. de con- México 07/14/75 04/20/77
Luis Eduardo Lara crema de coco.
cesión) S. A.
13 Sánchez
Banco de
Ignacio Mercado-Flores Process for the production of coco-
MX4098912 México 6/30/1976 7/4/1978
Sergio Carvallo-Guernica nut cream
S. A.
Maria Cristina Vaqueiro Process for producing nixtamalized
14 US4594260 IMIT A. C. 7/21/1984 6/10/1986
Pedro Reyes corn flour
Fuentes: Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, https://siga.impi.gob.mx/newSIGA/content/common/principal.jsf; Euro-
pean Patent Office, https://www.epo.org/searching-for-patents.html; USPTO Patent Full Text and Image Databaase, http://patft.
uspto.gov/netahtml/PTO/search-adv.htm
Tabla 2
patentes y certificados de invención otorgados al imit (concluye)
Núm. de Fecha de Fecha de
Patente Titular Inventores present. concesión Título
María Cristina Vaqueiro Procedimiento para producir harina
MX7630 IMIT A. C. 10/1/1985 4/6/1990
Pedro Reyes de maíz nixtamalizada
Juan Manuel Lomelin
Procedimiento para deshidratar
MX163542 IMIT A. C. Gallardo 5/22/1992 5/28/1992
jitomates
15 Cristina Vaqueiro Garibay
Juan Manuel Lomelin
CA2042105C IMIT A. C. 5/8/1991 7/23/1991 Process for dehydrating tomato
Maria Cristina Vaqueiro
Método para la obtención de pro-
Ma. Cristina Vaqueiro
16 MX188827 IMIT A. C. 4/1/1993 5/6/1998 ductos de fruta deshidratada del
Patricia M. Duarte
tipo de bocadillo
Josefina C. Morales Composition of matter for the
Guerrero coating of plant products for their
17 US4021262A IMIT A. C. 8/5/1995 7/23/1996
Juan Manuel Lomelin preservation and process of making
Gallardo same
Fuentes: Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, https://siga.impi.gob.mx/newSIGA/content/common/principal.jsf; Euro-
pean Patent Office, https://www.epo.org/searching-for-patents.html; USPTO Patent Full Text and Image Databaase, http://patft.
uspto.gov/netahtml/PTO/search-adv.htm
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1283

la mexicanización del imit

A partir de octubre de 1954 el imit entró en una nueva fase en


la que, tanto la dirección administrativa como la dirección téc-
nica, fueron encomendadas a mexicanos que venían trabajando
en el Instituto. Se nombró como director del instituto al Lic.
Manuel Bravo Jiménez (1917-2012), licenciado en economía
por la Universidad Nacional Autónoma de México (unam),
quien llevaba años trabajando en el Banco de México.81 Por
su parte, en la Dirección de Investigación se nombró a Ignacio
Deschamps Aguilar (1923-2008), químico farmacobiólogo,
egresado de la Facultad de Ciencias Químicas de la unam con
estudios de posgrado en química orgánica en la Universidad
Fordham, Nueva York.82 Ignacio Deschamps ingresó a trabajar
en el laboratorio de la arf en agosto de 1949, antes de que se
constituyera formalmente como imit, como investigador del
Departamento de Bioquímica Aplicada. En 1954, se convirtió en
el director general del Instituto, permaneciendo en esta función
por casi 30 años, hasta 1982.83
A partir de 1954 la ARF dejó de tener injerencia interna en
el imit, sin embargo, inicialmente dos investigadores de la arf
permanecieron en el imit, financiados por un convenio con la
International Cooperation Administration de Washington
D. C.84 Luego, siguió ofreciendo asesoría especializada cuando

81  Antes de ingresar a la Facultad de Economía, estudió en la Escuela Nacional


de Maestros y trabajó como maestro rural. Después de fungir como direc-
tor del imit promovió e impulsó el Centro Nacional de Productividad, del
cual fue director general; más adelante fue rector de la Escuela Nacional de
Pedagogía.
82  Cédula Profesional No. 21820, http://cedula.buholegal.com/21820/ (con-

sultado el 28 de abril de 2017).


83  Jesús González Schmal, “Una sensible ausencia”, El Universal (26 ene.

2008).
84  Ignacio Deschamps, “Programa de Investigación Aplicada Actualmente en

Operación en el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, mimeo,


1284 Aurora Gómez-Galvarriato

los problemas técnicos lo requerían.85 Por medio de la arf, el


imit contó con el apoyo de numerosas industrias y centros
de investigación extranjeros, principalmente de Estados Uni-
dos.86 Con el tiempo, el imit fue ampliando sus lazos con otras
instituciones de investigación, lo que le permitió disminuir su
dependencia de la arf.
A principios de 1958, el imit se constituyó en fideicomiso,
con el Banco de México como entidad fiduciaria y el propio
Banco, Nafinsa y el Bancomext como los Fideicomitentes. Con
esta decisión, el imit fue dotado de una fórmula jurídica más
independiente, que le brindaba la autonomía que había sido
recomendada por la arf. A partir de entonces, el presupuesto
de operación del imit ya no dependió exclusivamente de los
fondos provenientes de las tres instituciones patrocinadoras
permanentes, sino que éste fue complementado con fondos su-
ministrados por las industrias y organizaciones que requerían
de su asistencia técnica.
A partir de 1954 el instituto se organizó formalmente en di-
visiones definidas en torno de las materias primas y productos
a los que se enfocaba la investigación (véase la tabla 3). Dicha
organización se fue modificando, por lo que para 1959 las
divisiones se reestructuraron de acuerdo con los campos de la
química involucrados en el desarrollo de los proyectos.
Estos años fueron también una etapa de intensa capacita­
ción en los que el Instituto adiestró, con apoyo en un pro-
grama especial del Banco de México, a numerosos becarios.87

texto presentado ante el American Institute of Mining, Metallurgical & Petro-


leum Engineers, Mexico Section, junio de 1959, p. 3.
85  Urencio, “Investigación Tecnológica”, p. 459.
86  Ignacio Deschamps, “Programa de Investigación Aplicada Actualmente en

Operación en el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, mimeo,


texto presentado ante el American Institute of Mining, Metallurgical & Petro-
leum Engineers, Mexico Section, junio de 1959, p. 3.
87  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, imit,

ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, p. 2.


LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1285

Tabla 3
organización del imit: divisiones existententes
1955 1959 1981
1) Bibliografía 1) Investigación 1) Bibliografía y de Patentes
y patentes Bibliográfica 2) Investigación Industrial
2) Análisis químicos y de Patentes a) Unidad de Evaluación y
y físicos, 2) Ingenierías Desarrollo de Productos
3) Pulpa y papel 3) Química Industriales
4) Carbón y Analítica b) Unidad e Bioquímica
combustibles 4) Bioquímica Industrial
5) Productos Aplicada c) Unidad de Preingeniería
forestales y 5) Celulosa de Procesos y Plantas
agrícolas y Papel Industriales
6) Aceites, ceras 6) Química 3) Análisis Integral de Proyectos
y grasas Orgánica Industriales
7) Fibras duras 7) Química 4) Desarrollo y Estructuración
y textiles, Mineral y de Proyectos Industriales
8) Ingeniería auxiliar Metalúrgica. 5) Análisis Sistémico de la
9) Promoción Estructura Industrial del País
industrial 6) Capacitación Interna y
Adiestramiento Especializado
7) Programas y Proyectos
Especiales
Fuentes: Deschamps “Programa de Investigación”; IMIT A.C, IMIT A.C.

A partir de 1954, el imit inició el Programa de Entrenamiento


en Investigación Aplicada, mediante el cual se seleccionaban
anualmente alrededor de 25 jóvenes, entre los egresados de las
universidades del país, principalmente la unam y el Instituto
Politécnico Nacional, para realizar su tesis profesional en te-
mas escogidos relacionados con las áreas de los proyectos en
operación, que eran supervisadas por los jefes de Investigación
del Instituto. Al mismo tiempo, el imit les impartía diversos
seminarios y cursos especiales para ampliar su conocimien-
to profesional y se les guiaba por el camino de la investiga-
ción formal. Después, aquellos jóvenes que demostraban un
1286 Aurora Gómez-Galvarriato

verdadero interés, ingenio y disciplina, se hacían merecedores


de un número limitado de becas para investigación en el propio
Instituto por un periodo de uno a dos años. Más adelante, los
más selectos eran enviados al extranjero para realizar estudios de
posgrado con becas del Banco de México o de diversas entidades
internacionales.88 Todos los directivos técnicos del imit habían
recibido entrenamiento adicional en el extranjero en universi-
dades de reconocido prestigio y en centros de investigación de
muy diversa índole.89
Hacia 1958, este programa de 4 a 5 años de entrenamiento en
investigación había permitido dotar al Instituto de un cuerpo
técnico total de alrededor de 90 personas. Además, se invitó a
varios becarios de países centroamericanos a formar parte del
programa, bajo los auspicios de varios gobiernos centroameri-
canos y con la cooperación de Naciones Unidas. “Por esta vía”,
explicaba Deschamps, “varios centenares de jóvenes técnicos
de México y de Centro y Sudamérica, vinieron por primera vez
aquí a confrontar problemas concretos, de interés económico,
cuya solución habría de requerir de esfuerzos sistemáticos y
de la aplicación de todo su ingenio y honestidad intelectual,
así como de gran perseverancia, como nunca antes en su vida
académica previa”.90

88  Ignacio Deschamps, “Programa de Investigación Aplicada Actualmente en


Operación en el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, mimeo,
texto presentado ante el American Institute of Mining, Metallurgical & Petro-
leum Engineers, Mexico Section, junio de 1959, pp. 11-12.
89  Ignacio Deschamps, “Programa de Investigación Aplicada Actualmente en

Operación en el Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, mimeo,


texto presentado ante el American Institute of Mining, Metallurgical & Petro-
leum Engineers, Mexico Section, junio de 1959, p. 11.
90  Ignacio Deschamps, “Palabras pronunciadas por el señor Ignacio A. Des-

champs Aguilar, en el homenaje que se le dio en el imit, con motivo de su retiro


como Director General de la institución, en 1982”, Mimeo.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1287

el instituto de investigaciones tecnológicas a. c.

En 1960 el imit adoptó el régimen de asociación civil con las


tres instituciones nacionales de crédito patrocinadoras como
asociadas, consiguiendo por medio de esta transformación una
mayor independencia.91 El Consejo Directivo del Instituto que-
dó conformado por Plácido García Reynoso y Gonzalo Robles,
como representantes del Banco de México, Raúl Martínez Ostos
y Alfredo Navarrete, como representantes de Nacional Finan-
ciera, y Gonzalo Mora, como representante del Banco Nacional
de Comercio Exterior, quien fue sustituido en diciembre de
1965 por Antonio Calderón.92 Como delegado del Consejo se
designó a Carlos Morett, del Departamento de Investigaciones
Industrial del Banco de México, quien fue sustituido un año más
tarde por Carlos Quintana, gerente de Programación Industrial
de Nafinsa.93 En mayo de 1967, Víctor Urquidi ocupó este
cargo, al ser Quintana designado secretario ejecutivo de la Co-
misión Económica para América Latina y el Caribe (cepal).94
Los consejeros tenían un papel muy activo en el funciona-
miento del Instituto, que sesionaba mensualmente, y en oca-
siones dos veces por mes. Todo proyecto que emprendiera el
imit debía contar con su autorización, para lo que analizaban
su viabilidad, costos y utilidad para el desarrollo nacional. Una
vez aprobados daban seguimiento puntual a los mismos, invo-
lucrándose frecuentemente en ampliar sus alcances y conseguir
apoyos adicionales. Asimismo, autorizaban el presupuesto
anual y estudiaban escrupulosamente los gastos en que incurría
el Instituto. Los consejeros autorizaban también las contrata-
ciones y los salarios del personal, así como las becas otorgadas.

91  imit, imit a.c., Investigaciones, p. 7.


92  imit, ACD, No. 1, 5 de abril de 1960, p. 1; imit, ACD, No. 83, 14 de
diciembre de 1965, p. 1; imit, ACD, No. 2, 13 de julio de 1960, pp. 1-2.
93  imit, ACD, No. 2, 13 de julio de 1960, pp. 1-2.
94  imit, ACD, No. 91, 2 de mayo de 1967, pp. 1-2.
1288 Aurora Gómez-Galvarriato

Los estados financieros del imit eran revisados anualmente por


una auditoría externa. El alto perfil de los Consejeros, así como
la importancia que otorgaban a su función, fue crucial para el
desempeño del imit.
El presupuesto anual presentado por el Instituto para 1961
sumaba 7 800 000 pesos, de los cuales las instituciones asociadas
cubrían 4 800 000 pesos (61% del total) y el resto se obtenía por
medio de los proyectos que realizaba con empresas y otras ins-
tituciones.95 En general, el imit otorgaba un subsidio de 33.33%
a la iniciativa privada en los proyectos o estudios que esta le
encomendaba, pero en algunos casos no concedía el subsidio,
por considerar que los trabajos que anteriormente había reali-
zado representaban de hecho un subsidio, o bien concedía un
subsidio mayor a cambio de un porcentaje de las futuras ventas
o regalías.96
De acuerdo con una encuesta que realizó la Academia de
Investigación Científica en 1964, el imit empleaba a 15 inves-
tigadores e ingenieros de alto nivel, 25 investigadores adjuntos,
15 técnicos de nivel intermedio, 70 ayudantes de investigación y
20 personas que realizaban funciones administrativas.97 “Aun-
que funciona en escala relativamente limitada”, señalaban Víctor
Urquidi y Adrián Lajous en su estudio sobre la investigación
científica y tecnológica en México, “el imit se destaca por su
relación con el desarrollo industrial del país, aun cuando tiene
que competir con tecnología importada y con la investiga-
ción que realizan en otros países las empresas mexicanas o de
capital nacional o extranjero”.98 Indicaban que su principal pro-
blema era carecer de un adecuado financiamiento de base que le
permitiera tener un personal científico y técnico más numeroso,

95  imit, ACD, No. 11, 14 de diciembre de 1960, p. 2.


96  imit, ACD, No. 4, 5 de septiembre de 1960, p. 3.
97  Urquidi y Lajous, Educación Superior, p. 64 y Espíndola, “Investigación

Tecnológica”, p. 47.
98  Urquidi y Lajous, Educación Superior, p. 65.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1289

“y constituyen obstáculos a sus necesidades el ambiente general


que prevalece en la industria de transformación mexicana, que
no aprecia debidamente la investigación aplicada y con fre-
cuencia descansa casi por completo en tecnología importada, en
servicios extranjeros de investigación o en ensayos semitécnicos
de insuficiente base científica”.99 No obstante, valoraban que el
imit estaba logrando avances en cuanto a la orientación de una
política de investigación aplicada.
Diversos proyectos que llevó a cabo el imit durante la década
de 1960 estuvieron dirigidos a fomentar las exportaciones. Entre
ellos destaca la certificación de hilos y telas de algodón de alre-
dedor de 20 fábricas mexicanas para ser exportados a Indonesia.
Tarea que le encomendó la Secretaría de Industria a solicitud de
la embajada de Indonesia y las empresas textiles. El imit cobraba
0.25% del monto de las exportaciones, lo que cubría apenas la
tercera parte del costo de realizarlos, por lo que incluía un sub-
sidio importante.100 En 1963, se calculaba que en los últimos tres
años se habían certificado telas e hilos para su exportación que
sumaban un total de 305 890 171.61 pesos.101 Además de apoyar
la exportación, este proyecto contribuyó a mejoras sustantivas
en calidad y costo en las fábricas textiles.
Otro proyecto en esta dirección fue el que buscó el aprove-
chamiento de maderas tropicales de las selvas chiapanecas en
mezclas complejas, que solicitó Maderera Maya, una empresa
mixta en la que participó la Vancouver Plywood Co., que
condujo a valiosas patentes con características notables para
la producción de celulosa al sulfito. Asimismo, se realizaron
importantes investigaciones para Fibracel por técnicos del imit,
con el propósito de incrementar su producción de laminados
destinados a la exportación.
99  Urquidi y Lajous, Educación Superior, p. 65.
100  imit, ACD, No. 12, 11 de enero de 1961, p. 4; imit, ACD, No. 16, 27 de
febrero de 1961, p. 5.
101  imit, ACD, No. 60, 12 de julio de 1963, p. 2.
1290 Aurora Gómez-Galvarriato

El Instituto realizó varios proyectos orientados a la expor-


tación de productos agrícolas, como el que realizó para la in-
dustrialización del plátano Tabasco, solicitado por la Unión de
Productores de Plátano y por el Bancomext, y el diseño de una
planta de fermentación de cacao en Río Seco, Tabasco, gracias
a los cuales inició su exportación.102 Participó en el desarrollo
de un procedimiento para la estabilización de pulpa de aguacate
que resultó aplicable también a la de jitomate, que, patrocina-
do por la empresa Productos de Maíz, y fue contratado por la
Asociación Nacional de Productores y Comerciantes de Jito-
mates y Similares para auxiliarlos en la fabricación de puré de
tomate y en el empaque de tomate fresco para el consumo en los
mercados nacional y de exportación.103 Colaboró también con
Cafés de Veracruz, la empresa más importante en México de
café tostado, para ampliar su capacidad de producción con el
fin de incrementar sus exportaciones de café molido, tostado y
envasado al vacío.104
Los trabajos del imit se orientaron también a proyectos
que permitieran sustituir importaciones. Uno de ellos fue su
investigación en torno del aprovechamiento del bagazo de caña
de azúcar para la producción de papeles diversos, contratado
por la Compañía Industrial de San Cristóbal.105 Asimismo,
realizó varios estudios para sustituir insumos de importación
en los alimentos balanceados de pollos para carne y para hue-
vo.106 Fueron también significativos los proyectos patrocinados
por Química Industrial Nacional, en el renglón de fungicidas
derivados del cobre y de otros metales que hasta entonces se

102  imit, ACD, No. 4, 5 de septiembre de 1960, p. 5; imit, ACD, No. 23,
5 de julio de 1968, pp. 8-9.
103  imit, ACD, No. 106, 7 de julio de 1970, pp. 4-6.
104  imit, ACD, No. 90, 6 de marzo de 1967, pp. 9-11.
105  imit, ACD, No. 23, 7 de septiembre de 1961, pp. 12-16.
106  imit, ACD, No. 6, 20 de septiembre de 1960, pp. 2 y 4; imit, ACD,

No. 61, 16 de agosto de 1963, pp. 4-7.


LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1291

importaban. Realizó asimismo importantes investigaciones


relacionadas con la elaboración de alimentos esencialmente de
origen vegetal para recién nacidos, capaces de sustituir la leche
materna que se importaba.107 Como parte de este proyecto, de-
sarrolló el producto Biolacta, con excelente tolerancia por parte
de los lactantes y altas cualidades nutritivas, a un costo mucho
menor a los sustitutos de leche tradicionales, el cual se produjo
en una planta instalada en Guadalajara.108
El imit continuó colaborando con minsa, que para enton-
ces dependía de la Compañía Nacional de Subsistencias Popu-
lares (Conasupo), para mejorar las propiedades nutritivas y de
consistencia de las tortillas de maíz elaboradas con harina.109
Entre 1966 y 1967 diseñó la ampliación de la capacidad de pro-
ducción de la fábrica, para pasar de 60 000 a 120 000 toneladas
anuales; introdujo modificaciones en la materia prima para
ampliar su rendimiento y le entregaron seis fórmulas para enri-
quecer el contenido proteínico de la tortilla mediante aditivos
de soya y ajonjolí.110
La intervención del imit fue crucial en el desarrollo de varias
industrias que llegaron a constituirse en algunas de las más exi-
tosas del país. Destaca, entre ellas, la industria cervecera, para la
que, desde 1955, realizó proyectos en el área de cebadas y maltas,
para producir bebidas de calidad más alta y homogénea. El imit
mantuvo permanentemente convenios con los industriales mal-
teros que permitieron determinar el comportamiento industrial
de distintas cebadas y su capacidad de impartir a la cerveza las

107  Ignacio Deschamps, “Palabras pronunciadas por el señor Ignacio A.


Deschamps Aguilar, en el homenaje que se le dio en el imit, con motivo de
su retiro como Director General de la institución, en 1982”, Mimeo; “Breves
antecedentes sobre el desarrollo del imit que expone el Director General de
la Institución”, imit, ACD, No. 131, 19 de mayo de 1978, p. 4.
108  imit, ACD, No. 75, 9 de noviembre de 1964, pp. 1-3.
109  imit, ACD, No. 86, 30 de julio de 1966, pp. 1-2.
110  imit, ACD, No. 90, 6 de marzo de 1967, pp. 3-4.
1292 Aurora Gómez-Galvarriato

propiedades que ésta requiere, con el fin de reducir la importa-


ción de cebadas malteras.111 Se estudiaron cerca de mil varieda-
des de cebadas para seleccionar las que cumplían mejor con las
características requeridas para la producción de cerveza, tenían
mejor adaptabilidad al suelo mexicano y menores costos.112 Asi-
mismo, las empresas cerveceras solicitaron los servicios del imit
para ajustar las calidades de su cerveza y mejorar sus procesos
productivos. En 1981, por ejemplo, la Cervecería Moctezuma lo
contrató para revisar todos los sistemas internos de producción
a escala industrial.113
También fue fundamental la participación del imit para la
producción de tequila. Hacia 1968, esta industria enfrentaba di-
ficultadas para incrementar su exportación por la falta de materia
prima adecuada y debido a que existía “erratismo en gran escala
respecto de calidades y marcas”.114 Gracias a la intervención del
imit se logró limitar el volumen y los tipos de alcohol que se
mezclaban con el mosto tequilero para no distorsionar su sabor,
establecer normas de calidad y ampliar la producción de agave.
Estos trabajos permitieron aumentar la producción de tequila,
y mejorar y uniformar su calidad dentro de cada marca, entre
las que estaban Sauza y Cuervo, a fin de impulsar y diversificar
sus exportaciones.115 También desarrolló investigaciones para
Tequila Herradura para el aprovechamiento de productos resi-
duales.116
El imit colaboró con Celanese Mexicana en diversos pro-
yectos. Uno de ellos comprendió el aprovechamiento en la

111  imit, ACD, No. 59, 28 de junio de 1963, pp. 11-13; imit, ACD, No. 61,
16 de agosto de 1963, pp. 7-8.
112  imit, ACD, No. 118, 20 de enero de 1977; imit, ACD, No. 90, 6 de

marzo de 1967, pp. 4-5.


113  imit, ACD, No. 16, 7 de octubre de 1981, p. 11.
114  imit, ACD, No. 94, 8 de mayo de 1968, p. 10.
115  imit, ACD, No. 100, 18 de abril de 1969, p. 10-12.
116  imit, ACD, No. 123, 11 de octubre de 1977, p. 10.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1293

manufactura de papel de los linters de algodón que se producían


como desecho.117 El imit desarrolló también diversos proyectos
para la Compañía Adhesivos Resistol entre ellos destaca un pro-
ceso para hacer almidón de yuca de alta pureza que la empresa
utilizó para distintas aplicaciones industriales en una planta en
Chiapas, llegando a vender patentes y procedimientos derivados
de este desarrollo a Colombia y Venezuela. En 1965, le ayudó a
resolver de manera sistemática problemas que enfrentaba en la
producción de triasteín, insumo que en ese momento importaba
de Estados Unidos.118
Industrias aga contrató al imit para resolver problemas en el
uso de nitrógeno líquido, su almacenamiento y la adquisición
de equipos.119 De igual forma, realizó varios proyectos para
Jugos de Frutas Mundet, con el fin de incrementar el uso de
frutas naturales en su planta de concentrados.120 Frex Port, una
empresa del grupo Bimbo, solicitó al imit al desarrollo de un
proceso de concentración al vacío que condujera a un material
estable para ser fabricado durante la época de cosecha de la fresa
y usado todo el año para la elaboración de mermelada con fines
de exportación.121 El imit colaboró asimismo con la Compañía
Hulera Euzkadi, la Compañía Minera Autlán, la compañía pro-
cesadora de frutos y legumbres Herdez y muchas otras grandes
empresas.122
Los servicios del imit se dirigieron también al desarrollo de la
pequeña industria. A instancias del Banco Nacional de Fomento
Cooperativo, en 1970 emprendió un proyecto para apoyar a la
industria artesanal de objetos de alfarería y cerámica, con el fin

117  imit, ACD, No. 95, 12 de junio de 1968, pp. 11-12.


118  imit, ACD, No. 81, 20 de agosto de 1965, p. 8.
119  imit, ACD, No. 108, 28 de noviembre de 1970, p. 4.
120  imit, ACD, No. 109, 6 de junio de 1974, p. 9; imit, ACD, No. 118, 20

de enero de 1977, pp. 3-4.


121  imit, ACD, No. 123, 11 de octubre de 1977, pp. 7-8.
122  imit A.C, imit, p. 16.
1294 Aurora Gómez-Galvarriato

de limitar sus niveles de plomo y reducir la merma que sufrían


en elevados porcentajes al romperse al entrar en el horno. El
imit desarrolló una resina sintética para agregar a la arcilla an-
tes de moldearla y aumentar su resistencia.123 Estos proyectos
beneficiaron a los productores de Guanajuato, Metepec y Valle
de Bravo, permitiéndoles exportar.124 Otros proyectos buscaron
generar elementos de juicio para orientar mejor la operación
de créditos que promovían instituciones públicas a través de la
­banca privada. Uno de ellos fue el estudio comparativo de la efi-
ciencia e implicaciones en rentabilidad de 18 alimentos balancea-
dos para aves ponedoras, que les solicitó el Fondo de Garantía y
Fomento para la Agricultura, Ganadería y Avicultura.125
Durante esta segunda etapa, el Instituto fue incorporando
entre sus actividades la ingeniería de procesos y consolidó un
equipo técnico y un cuerpo especializado en los aspectos econó-
micos para encarar de manera formal los problemas del análisis
y evaluación de los proyectos a escala industrial. También con-
formó la Unidad de Pre-Ingeniería para analizar los sistemas,
equipos y otros requerimientos en la implementación de los
proyectos.126 El imit contaba ya con amplias instalaciones de
operaciones unitarias, de aplicación múltiple.127
La estructura interna del imit se reorganizó en función de
tres divisiones fundamentales: la de Procesos y Productos In-
dustriales, que realizaba investigación estrictamente aplicada
con recursos apropiados del laboratorio y a escala piloto; la de
Ingeniería y Desarrollo, que encaraba la adecuación de proce-
sos y equipos de los proyectos de la industria, y la de Estudios
Técnico-Económicos, que procuraba un equilibrio apropiado
de las variables de influencia económica y sugería el tratamiento

123  imit, ACD, No. 105, 15 de abril de 1970, pp. 4-6.


124  imit, ACD, No. 105, 7 de julio de 1970, pp. 7-10.
125  imit, ACD, No. 6, 20 de septiembre de 1960, pp. 1 4.
126  imit, ACD, No. 118, 22 de agosto de 1969, pp. 1 3.
127  imit A.C., imit, pp. 7 y 13.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1295

financiero más apropiado. Las tres divisiones trabajaban en


forma conjunta e interdisciplinaria.128 Esto le permitía al imit
“analizar los problemas en un contexto integral y tomar en
cuenta el efecto conjugado y la interdependencia funcional de las
cuestiones técnicas y económicas que caracterizan el fenómeno
industrial”.129

el imit y el sector financiero

Mientras que hasta 1974 hubo gran estabilidad en los miembros


del Consejo Directivo del imit, este cambió sustancialmente
en ese año, quedando conformado por Ernesto Fernández
Hurtado y Gonzalo Robles como representantes del Banco de
México, Gustavo Romero Kolbeck y Carlos Quintana como
representantes de Nafinsa, y Francisco Alcalá y José Bravo Silva
como representante del Bancomext. El único que había formado
parte de los consejos anteriores era Gonzalo Robles. Asimismo,
se eliminó el puesto de delegado del Consejo, si bien decidieron
conservar los servicios de Víctor Urquidi, en calidad de asesor
de la Dirección del imit.130
Los nuevos consejeros resaltaron la importancia de las labo-
res que realizaba el imit en el área de pre-inversión, “dada su
significación en la mejor utilización de los recursos financieros
de que dispone el país”, y solicitaron al imit que procurara
estar “en íntimo contacto con la canalización de los recursos
de apoyo y crédito a la industria”, actividad que preveían sería
“de significado creciente y de efectos inmediatos y provechosos
para la economía del país”.131 Así, el imit entró en una tercera

128  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, imit,

ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, p. 5.


129  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, imit,

ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, p. 6.


130  imit, Asamblea Extraordinaria, 28 de febrero de 1974, pp. 1-2.
131  imit, Asamblea Extraordinaria, 28 de febrero de 1974, p. 5.
1296 Aurora Gómez-Galvarriato

etapa, en la que “expandió sus estudios más allá de las metas


meramente tecnológicas” para incluir las cuestiones “relativas al
análisis y estructuración económica y financiera de proyectos
industriales”.132 Su vinculación al sector financiero lo hacía un
organismo idóneo y confiable en materia de asesoría para las
industrias solicitantes, para la justificación y otorgamiento de
crédito por parte de las instituciones financieras.133
Ya por encomienda de las instituciones de crédito o por
gestión directa de las industrias, sus trabajos se enfocaron en
la evaluación integral de nuevos proyectos en el periodo pre-
vio al diseño y erección de las plantas industriales. Cuando
resultaban viables, el imit contribuía a fortalecerlos a partir de
recomendaciones técnicas y financieras, pero aconsejaba “frenar
e inclusive a impedir el desarrollo de los que exhibían una escala
o nula fundamentación”.134 De acuerdo con Fernández Hurta-
do, esta labor generaba importantes ahorros, comentando que
existía “un ejemplo evidente en la mejoría de proyectos, en uno
de los cuales la intervención del imit evitó un gasto de más de
$100 millones de pesos”.135 El creciente número de proyectos
de evaluación y preingeniería fue promovido por la organiza-
ción en el sistema financiero de mecanismos especializados de
redescuento, que permitían que una parte de los créditos otor-
gados se destinaran a estudios de preinversión.136
Entre 1973 y 1975, el imit analizó 117 proyectos, de los
cuales, 31 fueron descartados en una primera instancia por
acusar escasa fundamentación. De los 86 restantes, llegaron a su

132  “Breves antecedentes”, imit, ACD, No. 131, 19 de mayo de 1978, p. 4.


133  Rivera, “Administración pública y desarrollo industrial”, p. 22.
134  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, imit,

ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, p. 6.


135  imit, Asamblea Extraordinaria, 28 de febrero de 1974, p. 15.
136  Ignacio Deschamps, “Palabras pronunciadas por el señor Ignacio A. Des-

champs Aguilar, en el homenaje que se le dio en el imit, con motivo de su retiro


como Director General de la institución, en 1982”, mimeo.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1297

culminación 80%. Alrededor de un tercio de ellos requirieron


de una reestructuración amplia en lo económico y financiero,
sin haber incurrido en reformas de orden técnico. Un 10%
fueron reformados sustancialmente por medio de esfuerzos de
ingeniería. Un 15% se optimizaron mediante el rediseño de su
mosaico productivo y, en algunos casos, mediante ampliaciones
en los volúmenes de producción y cierto grado de diversifica-
ción. Un 12% exhibió mejoras económicas sustanciales median-
te cambios en las materias primas, y 15% de los proyectos se
beneficiaron mediante el incremento de la capacidad y la intro-
ducción de cambios en la estructura financiera. Si bien sólo 8%
de los mismos dieron lugar a esfuerzos de investigación tecno-
lógica, muchas de las oportunidades y coyunturas aprovechadas
se realizaron en el marco de una actitud clara de investigación
aplicada, sin la cual no habrían podido detectarse.137
Entre los proyectos en los que el imit intervino de forma
integral estuvo el de Industrial Texmelucan, cuyo estudio de
preingeniería sirvió de base para el diseño y construcción de una
nueva planta para fabricar 105 000 toneladas anuales de produc-
tos cerámicos con una inversión del orden de 130 millones de
pesos, patrocinado por el Consejo de Administración de Cerá-
mica Santa Julia. Otro caso en el que el imit contribuyó con un
estudio integral fue el que realizó Molinos Unión del Yaqui en
Sonora con el fin de iniciar el procesamiento de oleaginosas de
soya y cártamo en la región de Ciudad Obregón, que significó
una inversión de alrededor de 80 millones de pesos. Gracias
a la planeación técnica cuidadosa se logró una eficiencia en la
extracción de disolventes similar a las mejores de su género a
nivel internacional. Otro ejemplo destacable fue la intervención
del imit en la planeación técnica y económica de la construc-
ción de una nueva planta en Montemorelos para la producción

137  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, imit,

ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, pp. 10-12.


1298 Aurora Gómez-Galvarriato

de derivados cítricos. Su éxito les permitió a los citricultores de


Nuevo León iniciar su exportación a Japón.138
En 1976 el imit realizó 72 evaluaciones técnico-económicas
y financieras de proyectos industriales con fines de crédito, que
sumaban inversiones por 6 982.5 millones de pesos. Estas le
fueron encomendadas por diversas instituciones públicas como
Nafinsa, el Banco de México, el Fondo de Equipamiento Indus-
trial y el Fondo de Garantía para la Agricultura, pero también
por muchas privadas como el Banco Internacional, el Banco
Nacional de México, el Banco del Atlántico, el Banco Minero y
Mercantil, el Banco del Noroeste de México y el Banco de Lon-
dres y México, entre otras. Una de ellas fue encomendada por
el Bank of America, United California Bank, Wells Fargo Bank,
Bank of Montreal y Citibank, quienes le solicitaron un estudio
para evaluar un crédito para Kimex con el fin de construir una
planta de policondensación para producir chip de poliéster.139 El
costo unitario del servicio que cobró el imit fue de entre 100 000
y 1 800 000 pesos, dependiendo de su monto y complejidad.140
Al mismo tiempo el imit seguía llevando a cabo proyectos.
Durante los siguientes años se dieron constantes cambios en
los miembros del Consejo, lo que contrasta con el periodo pre-
vio. En enero de 1977, los representantes del Banco de México
eran Gustavo Romero Kolbeck y Jorge Espinosa de los Reyes,
quien fue designado consejero alterno debido a la precaria salud
de Gonzalo Robles. Los representantes de Nafinsa eran David
Ibarra Muñoz y Luis Almeida Durán, y los del Bancomext eran

138  “Discurso de Ignacio Deschamps en ocasión del vigésimo quinto aniver-


sario de la fundación del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas
A.C.”, imit, ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, pp. 9-10.
139  imit, Carta de Paolo Melloni, gerente auxiliar de Citibank, a Ignacio Des-

champs, director general del imit, 29 de septiembre de 1976.


140  imit, Asamblea de las Instituciones Asociadas, febrero 1, 1977. Anexo 2.

“Evaluación Técnico-económica y Financiera de Proyectos Industriales con


Fines de Crédito”.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1299

Francisco Alcalá Quintero y José Bravo Silva.141 En 1981 Luis


Sánchez Lugo se sumó a los representantes del Banco de Méxi-
co, Adrián Lajous fungía como representante del Bancomext y
Cristóbal Lara Beautell era representante de Nafinsa.142
En 1977 el Consejo vio con preocupación que se ubicara al
imit en el sector correspondiente a la Secretaría del Patrimonio
y Fomento Industrial.143 Inmediatamente, Gustavo Kolbeck
dirigió una carta a Rodolfo Moctezuma Cid, entonces secretario
de Hacienda y Crédito Público, para solicitarle que se reubicara
al Instituto dentro del sector que dirigía, lo que se consiguió a
los pocos meses.144 Poco después el imit ajustó su objeto social
para fundamentar su reubicación en la Secretaría de Hacienda.
A partir de entonces el Instituto adoptó el nombre de imit A.
C., al que agregó la leyenda “Instituto de Apoyo Técnico para el
Financiamiento de la Industria”.145 A partir de mayo de 1978 se
incluyeron en el Consejo Directivo representantes de la Secre-
taría de Patrimonio y Fomento Industrial, de la Asociación de
Banqueros de México A. C. y de la Confederación de Cámaras
Industriales.146
Hacia 1981 la organización del imit había cambiado sustanti-
vamente con relación a su estructura de la década de 1950, refle-
jando el grado de sofisticación que había alcanzado el instituto
en la investigación y desarrollo de proyectos industriales y en
la capacitación y adiestramiento de técnicos (véase la tabla 3).
El imit continuó consolidándose en términos de la formación
de capital humano. Anualmente el imit adiestraba a un grupo de
141  imit, ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, p. 1; imit, ACD, No. 118, 20 de

enero de 1977, p. 1.
142  imit, ACD, No. 166, 17 de agosto de 1981, p. 1.
143  imit, Asamblea de las Instituciones Asociadas, 1 de febrero de 1977.
144  imit, Carta de Gustavo Romero Kolbeck, director general del Banco de

México al Lic. Rodolfo Moctezuma Cid, secretario de Hacienda y Crédito


Público, 3 de febrero de 1977.
145  imit, ACD, No. 119, 5 de julio de 1977, pp. 3-5.
146  imit, ACD, No. 131, 19 de mayo de 1978, pp. 1-2.
1300 Aurora Gómez-Galvarriato

entre 50 y 60 jóvenes en técnicas de investigación industrial


relacionada con el desarrollo de proyectos integrales cubriendo
aspectos de análisis y estructuración.147 En 1975, se estimaba
que cerca de 2 000 técnicos en diversas disciplinas habían sido
entrenados por el imit.148 Asimismo el imit comenzó a ofrecer
adiestramiento externo a entidades de redescuento y del sistema
bancario en general, por medio de la organización de mesas de
intercambio dirigidas al personal de instituciones bancarias, los
fondos de inversión y la Secretaría de Hacienda. También se or-
ganizaron cursos especializados para extensionistas de Nafinsa
pertenecientes al Programa Integral de Apoyo a la Pequeña y
Mediana Industria.149
En 1979, los ingresos anuales del imit fueron de 34.6 millo-
nes de pesos, de los cuales 17.8 millones fueron aportados por
el Banco de México, Nafinsa y Bancomext, más 2.3 millones
otorgados por el Banco de México para becas. Asimismo el
imit ingresó 14.5 millones de pesos por servicios remunerados,
que representaban 42% del total de sus ingresos.150 En ese año
se planteó la posibilidad de que se constituyera un fondo finan-
ciero por parte de las instituciones asociadas y la Secretaría de
Hacienda, que administrara el Banco de México con el fin
de trans­mi­tir al imit sus rendimientos financieros para ampliar
sus programas.151
En 1980 Miguel de la Madrid, secretario de Programación y
Presupuesto, informó que se entregaría al Banco de México, a
favor del imit un fondo de apoyo complementario por 450 mi-
llones de pesos, en tres anualidades a partir de 1980. El Banco de
México manejaría dicho fondo entregando los rendimientos al

147  imit A.C., imit, p. 15.


148  “Reseña del Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas”, imit,
ACD, No. 111, 4 de julio de 1975, p. 2.
149  imit, ACD, No. 140, 22 de marzo de 1979, p. 5.
150  imit, ACD, No. 145, 18 de octubre de 1979, pp. 3 y 6.
151  imit, ACD, No. 146, 18 de diciembre de 1979, pp. 14-15.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1301

imit. Originalmente se consideró que las instituciones asociadas


aportarían al fondo 275 millones de pesos, pero esto no se llevó
a cabo, por lo que se elaboró un convenio con la Secretaría de
Hacienda mediante el cual se condicionó que la suma que se
otorgara al Instituto por el rendimiento del fondo fuera a razón
de dos pesos por cada peso que aportaran en su conjunto las
instituciones propietarias. En 1981, el Banco de México, Nafinsa
y Bancomext aportaron 28 044 000 pesos, por lo que se pudieron
utilizar 56 088 000 del rendimientos del fondo; el resto se fue
acumulando en el mismo.152
Hacia 1981 el imit mostraba una lista de más de 200 empresas
industriales para las que había elaborado algún proyecto, entre
las que se encontraban las más importantes del país.153 Muchos
sectores industriales que al cabo de los años han seguido prospe-
rando en México, como las industrias cervecera, tequilera, de ha-
rina de maíz y de cerámicas, lograron consolidar sus mercados de
exportación gracias al apoyo tecnológico que les brindó el imit.

el declive y cierre del imit

La crisis económica que sacudió al país en 1982 significó im-


portantes problemas para el Instituto. Le tocó al ingeniero Juan
Manuel Lomelín dirigir el instituto durante esos años difíciles
en los que el instituto continuó en actividad a pesar de las seve-
ras limitaciones que impuso la crisis. No sólo las instituciones
gubernamentales que apoyaban al imit vieron reducidos sus re-
cursos, sino que la disminución de la inversión privada también
limitó los ingresos del Instituto. La estatización de la banca que
decretó el entonces presidente de México, José López Portillo,
el 1o de septiembre de ese año, significó un duro golpe para el
152  imit, ACD, No. 154, 5 de septiembre de 1980, pp. 7-8; No. 155, 9 de
octubre de 1980, 9-14; No. 156, 8 de diciembre de 1980, pp. 2-6; imit, ACD,
No. 171, 17 de diciembre de 1981, pp. 5-7.
153  imit A.C, imit, p. 16.
1302 Aurora Gómez-Galvarriato

Instituto, pues la banca, una vez estatizada, dejó de considerar


relevante realizar estudios de evaluación técnico-económicos
para financiar los proyectos que solicitaban su crédito. Además,
las evaluaciones que fueron encomendadas al imit dejaron de ser
tomadas en cuenta, obedeciendo el flujo de los créditos a razo-
nes más de carácter político. Ignacio Deschamps aseguraba que,
si se estudiaran los expedientes de las empresas que se fueron a
la quiebra durante la crisis de 1995 y tuvieron que ser rescatadas
por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), se
encontraría que dichos créditos no contaban con una evaluación
del imit, y que cuando ésta se realizó el imit emitió una reco-
mendación negativa a su otorgamiento.154 Esto implicó para el
imit un flujo mucho menor de recursos provenientes del sector
bancario. Sin embargo, el fondo que se constituyó en 1980 le
permitió al imit continuar funcionando, aportando servicios a
la industria.
A partir de mediados de la década de 1980, ante las políticas
de mayor apertura y “modernización” económicas impulsa-
das por el gobierno, se concebía al imit como una institución
clave para apoyar a la industria nacional “a competir con las
importaciones extranjeras para lograr una mejor y más amplia
competitividad”.155 Durante esos años, el imit, por ejemplo,
apoyó a una empresa del Grupo Industrial Progar, dedicada a
la fabricación de productos para la limpieza doméstica, con un
análisis de mercado, asesoría para la adquisición de maquina-
ria de tecnología avanzada, y la organización de sus procesos
productivos. La empresa recibió un crédito de Nafin y la ban-
ca comercial que le permitió iniciar sus operaciones en 1991,
compitiendo exitosamente con Procter and Gamble, Colgate-
Palmolive y Química Allen, y en 1994 comenzó a exportar a

154  Entrevista con Jaime Deschamps, 5 de octubre de 2018.


155  Rivera, “Administración pública y desarrollo industrial”, p. 38.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1303

Centro y Sudamérica.156 Se consideraba que las aportaciones del


imit “respecto al desarrollo y puesta en marcha de programas de
investigación tecnológica para la industria” serían todavía más
valiosas, “ya que gracias al tlc, América del Norte (México, Ca-
nadá y Estados Unidos) podrá producir más barato, con mejor
calidad y vender en todo el mundo”.157
Desafortunadamente, el papel estratégico que podía des-
empeñar el imit ante el nuevo entorno económico de mayor
apertura no fue valorado por los funcionarios que llegaron al
gobierno durante esa década. De acuerdo con la nueva visión
imperante, de corte neoliberal, el Banco de México debía en-
focarse exclusivamente al combate a la inflación y a dejar de
emprender otro tipo de tareas. Con este fin en 1993 se empren-
dieron importantes reformas constitucionales y en diciembre de
ese año se promulgó una nueva Ley del Banco de México, que
si bien le otorga al banco central la ansiada autonomía, también
limitaba sus atribuciones sólo al combate a la inflación.158 A raíz
de estas reformas, al poco tiempo se eliminó el Departamento de
Investigaciones Industriales de la estructura del banco. Al año
siguiente el imit fue clausurado por Francisco Gil Díaz, quien
entonces presidía el Banco de México.
Las instalaciones del imit fueron adjudicadas al Politécnico
Nacional, que estableció en ellas en 1996 el Centro de Investiga-
ción en Ciencia Aplicada y Tecnología Aplicada (cicata), pero
el personal del imit fue despedido, perdiéndose el aprendizaje
institucional y técnico que se había construido a lo largo de
décadas. Ignacio Deschamps relataba que a sólo dos años de ha-
berse cerrado el imit intentó realizar algunos experimentos en
sus laboratorios y con gran desazón se dio cuenta de que era
imposible hacerlo pues gran parte de los mismos había sido

156  Rivera, “Administración pública y desarrollo industrial”, p. 39.


157  Rivera, “Administración pública y desarrollo industrial”, p. 47.
158  Turrent, Autonomía, pp. 183-189.
1304 Aurora Gómez-Galvarriato

desmantelada y el resto había sido dejada al abandono y ya


no funcionaba.159 Los resultados del cicata a lo largo de estas
últimas décadas han sido muy limitados. La necesidad de con-
fidencialidad que requieren los proyectos de la naturaleza que
emprendía el imit hace muy difícil que estos puedan llevarse a
cabo en instituciones de carácter universitario. Además, su falta
de vinculación con el sector financiero y empresarial ha hecho
que sus investigaciones tengan muy poco impacto real. Hoy día
el personal del cicata, no sabe que sus instalaciones pertenecie-
ron algún día al imit; ni siquiera saben qué era el imit.

conclusiones

El estudio del nacimiento y la trayectoria del imit sugieren que


“el milagro mexicano” se explica en gran medida por el éxito de
las políticas que se enfocaron adecuadamente a aumentar las ca-
pacidades tecnológicas del país a fin de aprovechar sus recursos
naturales y aumentar la competitividad de su industria. Estas
fueron el resultado de esfuerzos visionarios de varios ingenie-
ros, economistas y científicos mexicanos y estadounidenses que
supo aglutinar el Banco de México en un proyecto de coopera-
ción de largas miras, con la Armour Research Foundation.
El establecimiento y desarrollo del imit permitió hacer frente
a fallas de mercado que impedían el desarrollo tecnológico en
México. Sus laboratorios, plantas piloto y personal capacitado
resolvían el problema de economías de escala que impide que las
empresas cuenten con servicios de esta naturaleza en sus propias
instalaciones.
Además, el imit permitió canalizar recursos públicos de
forma eficiente para resolver fallas de información y de mer-
cados incompletos que impedían desarrollar personal técni-
co vinculado a la industria y tecnologías que resolvieran los

159  Entrevista con Jaime Deschamps, 5 de octubre de 2018.


LA CONSTRUCCIÓN DEL MILAGRO MEXICANO 1305

problemas específicos que enfrentaba el país para explotar sus


recursos naturales generando mayor valor agregado. Debido a
que estos problemas no eran los que enfrentaban otros países,
resultaba imposible que dichos desarrollos tecnológicos fueran
elaborados en el extranjero. Un interesante ejemplo de ello es el
desarrollo de la harina de maíz nixtamalizado para la produc-
ción de tortillas, el principal alimento de los mexicanos. En este
rubro entran también las diversas adecuaciones tecnológicas
que realizó el imit para adaptar la tecnología existente al uso de
los recursos naturales específicos del país.
La vinculación directa del imit con las principales institucio-
nes financieras públicas con las que contaba el país le permitió
tener gran influencia en las decisiones de crédito y dirigir las
inversiones a los proyectos industriales que prometían mayor
rentabilidad e impacto en el desarrollo nacional. Su vinculación
con la iniciativa privada, tanto industrial como bancaria, fue
estrecha lo que generó altos grados de eficiencia en el uso de los
recursos del instituto, y le otorgó una gran incidencia práctica a
sus investigaciones.
Un examen de las características del sistema científico y
tecnológico de México señalaba que uno de sus principales pro-
blemas era que los centros o institutos de ciencia y tecnología
“están desvinculados del aparato económico en lo que concierne
a la investigación”160 y sus esfuerzos se orientaban “hacia una ac-
tividad con poca relación con la producción”.161 El imit era una
notable excepción, reuniendo muchos de los atributos que se
consideran deseables en la política de apoyo al desarrollo cien-
tífico y tecnológico que actualmente se persiguen en el país por
instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt) y que parecen imposibles de alcanzar. El entramado
160  Chávez, de la Vega y Nadal, “Características del sistema científico y
tecnológico”, p. 270.
161  Chávez, de la Vega y Nadal, “Características del sistema científico y

tecnológico”, p. 271.
1306 Aurora Gómez-Galvarriato

institucional y las capacidades técnicas que había logrado adqui-


rir el imit habían tomado muchos años en construirse y no eran
fácilmente reproducibles. Desafortunadamente, los problemas
económicos y errores de política que llevaron al país a la crisis
y la estatización de la banca destruyeron el equilibrio y desar-
ticularon el marco institucional que permitió florecer al imit.
Desafortunadamente también, los economistas que llegaron al
poder en la década de 1990, cegados por una excesiva confianza
en las fuerzas del mercado, no pudieron aquilatar el valor que
una institución como el imit podía aportar al desarrollo indus-
trial orientado hacia las exportaciones que anhelaban alcanzar.
Fue así que desapareció el imit.

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