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Miguel Ángel Delgado Reyna

El destino después de la muerte

En la cosmovisión de la tradición religiosa de los mexicas existían tres planos esenciales de la


vida, los antiguos sabios los imaginaban de manera vertical, el primero y el que ocupaba el
lugar de arriba lo nombraban como el chicnauhtopan, “los 9 lugares sobre nosotros”, era el
mundo celeste y morada de las energías dadoras de la vida, este plano contenía 9 pisos o
lugares, en cada piso habitaba una deidad y en el lugar mas alto, era el hogar del dios
supremo, ometeotl, “energía dual”.

En el plano central o intermedio se encontraba el tlalticpac, “sobre la tierra”, allí habitamos los
seres sensibles y finitos de este mundo de existencias contingentes y perecederas, el lugar del
llanto y aflicción, de flores y cantos, como lo describe en su poesía el tlamatineme
Nezahualcóyotl para referirse y expresar su sensibilidad en torno al sentido de la vida.

Y debajo de este plano intermedio se encontraba el chicnauhmictlan, “los nueve lugares de la


región de la muerte”, es empleado para referirse al mas allá, el mundo que rebasa a toda
experiencia, es un mundo de las mismas proporciones sagradas como lo es el, chicnauhtopan,
ya que en este ultimo se albergan las deidades que proporcionan la vida sobre el tlalticpac y en
el mictlan es la región que devora estas creaciones y existencias. Por eso al mictlan se le
conocía como el lugar dónde se vuelve a la tierra, al descender nos vamos al vientre materno,
regresamos a la madre tierra, para desintegrarse y ser devorado, hasta lograr el
apaciguamiento y la tranquilidad del eterno descanso que nos trae la muerte.

“El norte era primero una llanura, la llanura divina por excelencia, teotlalli. Se dice
también, “las nueve llanuras” porque el numero nueve es el del infierno y el de las
divinidades terrestres, y subterráneas…región dónde los muertos van a desaparecer
para siempre bajo tierra, también es la región de dónde han venido los vivos, brotando
de la tierra-madre”. (Soustelle, jacques, el universo de los aztecas, pág. 148).

Los destinos que le deparaban a los antiguos mexicanos después de la muerte eran 5, lugares
casi inefables y por su esencia muy sagrados, ya que a diferencia del infierno, purgatorio y el
cielo cristiano, el inframundo mexica no tenia nada que ver con los pecados o el buen
comportamiento ético para el destino después de la muerte. En el universo antiguo de los
nahuas, lo esencial era el tipo de muerte que cada ser vivía, para tener un lugar especial en el
inframundo. Existían 5 diferentes lugares a dónde podía ir el difunto según el tipo de muerte
que experimentaba.

En primer lugar esta el inframundo que se ubicaba en el norte y lo conocían como: “los nueve
lugares de la región de la muerte”, allá iban los que morían de una muerte natural. Es el lugar
donde había algo aún mas allá, ya que el que moría tenia que pasar por cada uno de los 9 pisos
del inframundo, hasta llegar al último piso, dónde habitaban la pareja del mictlan,
Mictlancihuatl y Mictlantecuhtli, en cada piso va cruzando terribles pruebas mágicas para
conseguir su eterno descanso, hasta concluir el recorrido por los 9 pisos del inframundo, para
finalmente después de 4 años se desintegrada dejando su yollotl o corazón como pago y con
ello podía por fin desintegrarse, pero, solo vuelve su cuerpo, talvez en una flor o en un ser del
tlalticpac, pero ya no vuelve su esencia e identidad, que le daba su energía anímica, y lo que el
yollotl, pues los antiguos mexicanos no creían en la reencarnación, esta visión del mundo nos
hace respetar la naturaleza, pues esta formada de los cuerpos de antiguas vidas que alguna vez
pisaron sobre la tierra.

El segundo se encontraba en el poniente, y aquel inframundo lo llamaron cincalco, “la casa del
maíz”, en aquel lugar iban las mujeres muertas en parto y se les consideraba mujeres diosas,
en náhuatl se les decía, cihuateteo, en la tradición mágica de los nahuas, los nahuales
buscaban hurtar su brazo izquierdo de las tumbas para adquirir los poderes que caracterizaban
a los nahuales.

“El oeste era llamado cihuatlampa, “el lado de las mujeres”, allí residen diosas
terrestres, así como las cihuateteo, mujeres divinizadas. Las imágenes que evoca el
oeste es de feminidad y de antigüedad, ancianidad. De allí derivan unas
representaciones al parecer contradictorias, y sin embargo hondamente ligadas”.
(Soustelle, Jacques, el universo de los aztecas, pág. 154).

En el oriente se encontraba el inframundo donde iban los guerreros muertos en combate e


incluso también. Era el lugar de descanso de los sacrificados, al lugar lo llamaron
Tonatiuhichan, “casa del sol”, acompañaban estos caídos al Sol, simulando una vez más sus
luchas pero ahora a lado del sol como parte de su séquito, en su recorrido de oriente a
poniente, por eso los guerreros jaguar y águila chocaban sus escudos o chimallis para saludar
no solo al sol sino a los caídos en combate, tras su muerte y al pasar 4 años se convierten en
colibrís.

“Al este se le designa con el nombre Tlapcopa o Tlahuilcopa, “el lado de la luz”. Es allí
dónde se eleva el sol porque el dios nanahuatzin, después de su sacrificio, apareció de
ese lado con la forma de ese astro; es allí también donde quetzalcoatl resucitado
comenzó su curso en el cielo con el aspecto del planeta venus ,tlahuizcalpantecuhtli”.
(Soustelle,Jacques,el universo azteca, pág. 147).

Los que morían relacionados con el agua, ahogados o por el rayo, van al tlalocan, el
inframundo de Tláloc, quien es la deidad del agua, la ubicación de éste inframundo se
encontraba en el sur. Al morir les colocaban una rama seca al enterrarlos, pues había sido
elegido por el dios de las aguas celestes y al llegar al inframundo de Tláloc le esperaban un
campo de delicias, pues la rama seca al llegar con el difunto al tlalocan la rama reverdecía y
adquiría una nueva vida de regocijos y felicidad.

“Tlalocan, el paraíso terrenal o jardín eternamente exuberante del dios de las lluvias.
Es la región verde, cuyo signo es” acatl”, la caña verde, como lo ha señalado el cronista
Durán. Se le llama también quetzalcalli, la casa de plumas verdes'’. (Soustelle,jacques.
El universo de los aztecas, pág. 147.)

a por último esta el lugar de aquéllos niños que morían antes de nacer o después del parto,
aquel lugar se encontraba en el tlalocan, en el paraíso de Tláloc, el chichihuaquauhco, era el
nombre de este lugar y significaba, “el lugar del árbol nodriza”, y era quien se encargaba de
alimentar y cuidar de los niños que esperaban una nueva oportunidad para volver a nacer.
El Tlacatecólotl

El hombre-búho es transfigurador de sí mismo, posee nahual.


Es aborrecedor de la gente, perdedor de la gente,
productor de discordias; se sangra sobre la gente,
Asesino con veneno, envenenador de la gente.
Hechicero. El agua fría está brotando,
El viento se arremolina en su hogar.
La angustia y la aflicción son su
merecimiento, su recompensa.
Es pobre, huérfano, desdichado.
Nada encontrara para su cuello, para
su cadera: anda con andrajos.
Es acosado; pasa trabajos.
Sale allá, sobre la tierra.
a embrujar a la gente, a perder a la gente
A hechizar a la gente.
Se sangra sobre la gente, pierde a la gente con embrujos,
Oprime el corazón de la gente.
En perro, en gallina, en lechuza,
Mochuelo, en búho se trasforma.
(Códice florentino, op. cit. v. x, p. 31-32)

INTRODUCCIÓN:
Sobre las fuerzas internas de la naturaleza del cuerpo humano se esconden y se
albergan aspectos sobrehumanos, o no humanos, es el caso del “hombre-búho”: el
Tlacatecólotl, es uno de los apelativos más importantes de los antiguos mexicanos para
describir al nahual, pues fueron hombres elegidos y maldecidos que podían
transfigurar su cuerpo en diferentes animales, como los relatos orales y escritos que
demuestran en las diferentes zonas aisladas de la república mexicana. En su sentido
conceptual el termino Tlacatecólotl viene descrito en el diccionario de Rémi Simeón
como: “Diablo, Demonio, espíritu maligno, brujo, nigromante; literal búho racional
(Sahagún)”.
El significado de este término fue sacado de las fuentes del Fraile Bernardino de
Sahagún, de ahí el porqué de la visión un tanto distorsionada y ambigua, pero con
cierto sentido, así también en el mismo diccionario la palabra náhuatl
Tlacatecólooquichtli significa: “hombre malo, perverso, endemoniado”; o en el caso
de la palabra, Tlacatecólonotzliztli se describe como: “idolatría, el que invoca al
demonio, a los espíritus malignos”. Habrá que recordar y señalar claramente algo
importante ante estas definiciones que son un poco confusas por la interpretación y
los términos occidentalizados que usa esté erudito francés, pues en el sincretismo
entre el panteón de los dioses prehispánicos y el panteón europeo, se entendió en
muchas de las ocasiones al Demonio como a Mictlantecuhtli, ya que él es el dios de los
descarnados que habitaba en el Mictlán (inframundo), o Tlaxico, es decir: “el vientre
de la tierra”, Mictlantecuhtli habitaba en el noveno y último piso del inframundo
donde guardaba los huesos de los difuntos y de las generaciones pasadas, es por eso
que se podría entender que el Tlacatecólotl invoca a Mictlantecuhtli y a sus difuntos, y
no precisamente al demonio y a sus espíritus malignos como lo entendían los primeros
intérpretes españoles.
Sin embargo, las fuentes indígenas así como la de los Frailes durante la colonia
describían de manera muy cercana la esencia de estos “hombres-búhos” dado que la
resistencia religiosa de los ritos y la magia prehispánica sobrevivió aunque de manera
maltrecha, hoy en día agónica por la profanación del turismo y la mercadología que
explota la cultura de los antiguos pueblos que aun experimentan estas costumbre
mágicas, entre estos se puede mencionar a los huicholes y demás culturas que son
invadidas por los viajeros en busca de una visión como los hippies, antropólogos que
solo alteran el medio social de las costumbres sociales por su torpe metodología y
desde luego los lectores ingenuos que pululan en pláticas seudointelectuales. Pero más
allá de esta tempestad que sufre nuestra antigua cultura desde aquella lejana
evangelización que trato de desaparecer toda idolatría ajena al cristianismo, sobervive
en los indígenas que protegieron con su fe a las costumbres antiguas, dándole a los
santos cristianos (sin querer en muchos de los casos como es el caso de María Sabina,
lo notamos en su rezos y canticos recogidos por el antropólogo Gordon Watson) en
muchos de los casos una correspondencia simbólica y ambivalente con los dioses del
panteón mesoamericano para mantenerlos vivos precisamente en su fe. Se sabe que
los indígenas ocultaban sus antiguas creencias en algún santo o tradición cristiana, o el
propio fraile asignaba un valor simbólico de un santo en alguna entidad prehispánica
para hacer creyentes al cristianismo. Hoy en día no es tan consciente para los
indígenas esté paradigma del lenguaje que usamos en el mundo occidental por
fortuna, gozan de cierta ingenuidad del mundo europeo, pues muchos no saben
escribir ni leer.
Inconsciente de esto anterior, algunos nahuales después de la conquista durante siglos
son sumamente conocedores de la palabra oculta del Tlacatecólotl, es desde luego
evidente que muchos de los mestizos mexicanos y de los extranjeros, así como los que
intentamos esclarecer esté pensamiento nos resulte inconmensurable, porque está
lleno de misterio para nosotros por su difícil penetración vivencial que nos expresarían
aquellos fenómenos y pensamientos mágicos y la experiencia que vivían estos
antiguos pobladores del México Antiguo, empero, como se ha dicho aún podrían ser
revividos en una mínima escala la portentosas experiencia que se presentó en tiempos
prehispánicos.
LA BESTIDURA DEL NAHUAL:
Los nahuales que tenían el poder de convertirse en animales o también como bolas de
fuego visitaban el Mictlán para tener aquellas visiones y obtener su poder sobre la
naturaleza, esto a través de estados extáticos producidos por su propia voluntad o con
la ayuda de rituales y por medio de las plantas sagradas, por ejemplo algunas de ellas
aparecen tatuadas en la piel de la escultura de la Xochipilli que se encuentra ahora en
el museo de antropología e historia. Es claro que esté Tlacatecólotl, también llamado
“hombre-medicina” o “hombre-maligno” está muy asociado a Mictlantecuhtli, es muy
especial la descripción que hace Alfonso Caso al respecto sobre la esencia del dios del
inframundo en relación con el Tlacatecólotl: “…sus animales asociados son el
murciélago, la araña, el búho (tecolotl), animal de mal agüero y cuyo canto nocturno
se considera, todavía hoy, fatal para el que lo escucha”. (Caso, 1978, pág. 76).
Dentro de la cosmovisión del cuerpo humano existía una creencia muy particular de las
tres entidades anímicas que se alojaba en el cuerpo humano para animar ciertas
esencias en las personas del México antiguo, de las tres la que nos interesa se le
conocía con el nombre de ihíyotl que emanaba desde el hígado, pues se decía que está
energía anímica era la responsable de las facultades de nuestro nahualli: el “aire de
noche” que salía a espantar a la gente, es decir el animal que nos invitaba a las
pasiones más ocultas y perversas, robando y hurtando, matando y dañando a las
gentes; por eso a esta sección del cuerpo humano le correspondía la parte del
“inframundo” sobre el cuerpo, pues es la parte baja de las 3 partes que se dividía el
cuerpo en la antigüedad: las otras dos estaban arriba de las secciones del ihíyotl, por
ejemplo el tonalli se albergaba en la mollera, en la parte más alta del cuerpo y se le
conocía como el “cielo superior”; mientras la teyolía, la segunda sección se alojaba en
el “cielo inferior”, exactamente sobre el corazón; de cierta forma entendemos que el
ihíyotl estaba alojado en el hígado, ahí habitaba y era esa energía la que se
manifestaba como el instinto de las personas, la sombra de nuestra personalidad o
simplemente otra fuerza en forma de animal que salía por la noches en forma de
nahual, por eso nos involucraba en las manifestaciones de los sueños, pero sobre todo
en la vida de los nahuales el dominio del ihíyotl era sumamente importante.

EL CHAMAN POR EL MUNDO: “HOMBRE-MEDICINA”:


Es inevitable no hablar del chamanismo cuando se trata de explicar la naturaleza del
Tlacatecólotl, es verdad que es ajena esta comparación entre ambos dado que son
diametralmente distintos en las formas culturales, en sus rituales, etc., pues están
divididos por la espacio temporalidad, además de que el termino y la esencia de lo que
entendemos sobre el chamanismo se debe en gran parte a los chamanes de Siberia,
en donde el termino etimológico quiere decir “hombre-medicina”, es por eso que no
se puede definirlos como iguales en su totalidad, sin embargo comparten rasgos muy
importantes, por el simple hecho de que ambos tienen el poder de transformar su
cuerpo en algún animal. Me yudo al tratar este tema del chamanismo con el gran
historiador de las religiones Mircea Eliade para esclarecer la figura del nahualli de
forma comparativa con los chamanes en donde podamos encontrar otros aspectos de
aquellos hombres que en ciertas partes del mundo hacen de su cuerpo y
comportamiento el aspecto de un animal. En las distintas partes del mundo han
existido los humanos con cuerpos de animal o la imitación de ellos en sus movimientos
y en su lenguaje para alcanzar ciertos grados de exaltación y niveles de poder mágico
sobre la naturaleza: “estos espíritus auxiliares de forma animal desempeñan un papel
importante en el preámbulo de la sesión chamánica, esto es, en la preparación del
viaje extático a los cielos y a los infiernos….pero tal vez sería más exacto hablar de una
toma de posesión, por parte del chaman de los espíritus auxiliares; es él el que se
transforma en animal. O aún podría hablarse de una nueva identidad del chaman, que
se forma en animal-espíritu, y “habla”, canta o vuela como un animal o un ave. El
“lenguaje de los animales “no es más que una variante del “lenguaje de los espíritus”,
el idioma secreto chamánico”. (Eliade, 1986, pág.91).
Es de gran importancia saber que no es nada sencillo explicar como se dan las
complejísimas formas y maneras en el que el cuerpo del chaman cambia en las
apariencias de los diferentes animales, no es nada fácil entender y explicar este
fenómeno sobrehumano que sobre pasan a la explicación racional, en la modernidad
que vivimos hoy en dia ignoramos la naturaleza de los chamanes, en la antigüedad
estos seres a pesar de su lenguaje secreto eran muy bien conocidos pues tenían una
participación en la dinámica con el pueblo y sobre todo en la naturaleza; hay una
infinidad de formas que tienden los cuerpos de los chamanes, como águilas, osos,
venados, búhos, coyotes, etc., hay en ellos un estado incognoscible para el individuo
ordinario y es inefable explicar el lenguaje mágico y oculto que poseen: “Se ve
claramente que, por medio de todos estos ornamentos, el indumento chamánico
tiende a procurar al chaman un nuevo cuerpo, mágico, en forma de animal…así, los
chamanes Altaicos, los de Tatasos de Minusinsk, de los Teleutes, Soyotes y Karagases
se dedican a prestar a sus indumentos la apariencia de un búho”.( Eliade, 1986,
pág.137).
La obtención de los poderes del futuro chaman varían de cultura en cultura y por
supuesto entre los individuos que comparten una misma tradición, en este sentido
también varía la forma de cómo se obtienen las habilidades y las técnicas, en muchos
de los casos los padecimientos de las enfermedades del chaman se deben a que fue
elegido a portar los poderes, o en otras situaciones también era chaman quien era
elegido por la fecha de su nacimiento, o en el caso de alguna deformidad corporal o
por el hecho de padecer una enfermedad mental como la epilepsia, también los
lunares o las verrugas en ciertas partes del cuerpo eran indicios de que sería un
chamán. También se considera ser chaman por voluntad propia, pues muchos niños
eran iniciados por la tradición de sus abuelos o padres, o simplemente por que el
adolecente quiso iniciarse con los mejores maestros de su pueblo, pero habrá que
decir que estos chamanes iniciados por su voluntad o por voluntad de su familia para
conservar la tradición eran considerados jerárquicamente inferiores a los chamanes
que nacían con la maldición de los dioses al tener los poderes que controlan la
naturaleza. En otras circunstancias el chamán también adquiere poder chamánico
cuando sufre algún percance que lo lleva al filo de la muerte, como un suceso
desafortunado en donde su alma producto de esa agonía se sobresale dando lugar a
una grieta entre cuerpo y el alma: se asoma el alma en el inframundo a punto de
quedarse allí, en esa abertura de alma y cuerpo queda una fisura donde el moribundo
obtiene una visión permanente del más allá. Tratando de hacer una síntesis de todo
esto anterior nos comenta Mircea Eliade al respecto: “El futuro chaman se singulariza
desde su adolescencia: muy pronto enferma de los nervios y a veces es incluso víctima
de ataques epilépticos, que se toman como un encuentro con los dioses. La situación
parece distinta entre los Ostiacos orientales, según Dunin Gorkavitsah, allí el
chamanismo no se aprende, es un don del cielo que se recibe al nacer”. (Eliade, 1986,
pág. 30).
Habrá que tener muy en claro que el futuro chaman no por padecer el “llamamiento”
o la “elección”, no necesariamente se convertirá en un chamán o sabrá manejar las
técnicas arcaicas de las tradiciones de su pueblo, pues también debe de aprender por
medio de la iniciación para que domine el “lenguaje secreto”, así como el control de
las técnicas mágicas para así poder convertirse en una alma que vuela en forma de
animal para subir a los pisos celestes y en un “Psicopompo” que viaja al mundo de los
muertos del inframundo. Es necesario que se efectúen los rituales de iniciación para
controlar y hacer uso de los poderes curativos del chaman, pues al iniciarse se muere
la antigua vida del individuo que se preparó para ser un “hombre-medicina”, de esta
forma nace un nuevo ser con una conciencia dotada del conocimiento de os símbolos,
mitos, etc., hay en él una separación voluntaria entre su alma y su cuero con el fin de
“ver” las esencias sobrenaturales que recubren y dan sentido a los entes de la
naturaleza: “Un chamán no es reconocido como tal, sino después de haber recibido
una doble instrucción: primero, de orden extático (sueños, trances, etc.) y, segundo, de
orden tradicional (técnicas chamánicas, nombres, funciones de los espíritus, mitología,
genealogía del clan, lenguaje secreto, etc.) Esta doble instrucción, asumida por los
espíritus y los viejos maestros chamanes, equivale a una iniciación”. (Eliade, 1986, 29).
Para concluir esta investigaciones del chamanismo por algunas partes del mundo en
donde se entiende al chamán como “hombre-medicina” podemos decir que gracias a
las visiones que logra aprehensar por los viajes extáticos al más allá de la existencia
mundana logra y hace visible lo invisible e imperceptible dentro de la oscuridad de la
muerte en vida, pues su ayuda esclarece como son las cosmogonías a través de la
creación de los mitos, no sin antes entender que el trance o el éxtasis es la vía de
hacer salir al alma del cuerpo, solo por medio de la muerte o la separación entre alma
y cuerpo se logra hacer el conocimiento de la muerte: “Los personajes que habitan la
muerte se vuelven visibles, presentan una cara, poseen una personalidad…poco a
poco, el mundo de los muertos se vuelve conocible, y la muerte misma es valorizada
sobre todo como un rito de paso hacia una forma espiritual del ser”. (Eliade, 1986, pág.
388).

EL MUNDO SOCIAL DEL NAHUAL:


El nahual malvado se le conocía como Tlacatecólotl y al salirse de sí mismo o de su
cuerpo se transformaba en búho y significaba que estaba fuera de sí mismo de lo que
es lo humano, y adquiría una naturaleza no humana, de ahí el porqué de su
imposibilidad de explicación racional para lo humano porque al salir su nahualli de su
cuerpo viajaba al Mictlán para ver los difuntos para que le transmitieran los mensajes
divinos que curaban a las personas o le daban esas visiones funestas para hechizar a
las personas por eso era temido y respetado, pues en los tiempos antiguos su función
era viajar a lugares donde pudieran perder la vida y si sobrevivían regresarían con
mensajes proféticos para su pueblo, como en el caso del Tlatoani de Chalco que
ordeno llevar a un jorobado nahual a que lo encerraran en una cueva del Popocatépetl
como ofrenda a los dioses de la lluvia, el poderoso e infeliz nahual cruzo las barrera de
lo sobrenatural y visito el Tlalocan (el paraíso de Tláloc, uno de los cuatro Mictlán
donde iban los difuntos de acuerdo a su muerte por causa del agua, rayo, etc.), tiempo
después los servidores del Tlatoani lo encontraron vivo y recibieron de él el mensaje
divino. Habrá que recordar que una de las tantas causas de los poderes del nahualli era
por medio de su deformidad corporal o por una enfermedad física, este tema lo
abordare más adelante.
Muchos de estos nigromantes o brujos se les entendió antiguamente dentro de su
función social como aquel centro de la religiosidad prehispánica, pues además de ser
seres malignos que hacían el mal necesario, robando y hurtando energía también
tenían como función ser el intermediario entre el mundo sagrado de los dioses y el
mundo de lo humano, eran aquel puente donde corrían las manifestaciones sagradas y
también aquellas revelaciones con fines curativos para las enfermedades que sufría el
cuerpo humano, pues dado que en la antigüedad se creía que las enfermedades eran
causadas por el desequilibrio interno que dominaban las fuerzas anímicas y que se
alojan como espíritu en el cuerpo humano.
El Tlacatecólotl es un nahualli, un lector de libros sagrados, astrologo, curandero, etc.,
los nahuas se referían a ellos como “dominadores de las nubes de granizo”,
básicamente se dedicaban a las artes de lo sobrenatural en beneficio de su sociedad o
en el peor de los casos hacer maleficios; “el hombre-búho” como se le puede traducir
del náhuatl es el emisario del Mictlan o de la región de los muertos, por eso tal vez al
búho se le asociaba en los mesoamericanos como un animal funesto por ser un animal
que viaja al inframundo. La etimología del Tlacatecólotl viene del sustantivo tlaca que
significa “hombre”, el prefijo te significa “persona indefinida”, y el verbo coloa
significa “perjudicar o dañar”; esta interpretación etimológica coincide un poco con la
interpretación de fray Bartolomé De las Casas: “Hombre nocturno, que anda de noche
gimiendo y espantando; hombre nocturno espantoso, hombre enemigo”. (De las
Casas, 1966, pág. 79).
Otros nombres que se le asocian a la naturaleza del Tlacatecólotl son muchísimos, por
ejemplo: Texoxani, “el que hechiza a la gente” o también se traduce como “el que
envía granos a la gente”; Tepolani, “el que pierde a la gente”; Teixcuepani, “trastocar
el corazón de la gente”; Xochihua, “el dueño de embrujos”; Tepahmictiani, “el que
mata a la gente con veneno”; hay una enorme cantidad de apelativos para describir la
esencia del Tlacatecólotl en donde se dice que sus poderes los adquiere de muchas
formas ya sea que haya nacido bajo el día del signo ce Quiáhuitl (1 Lluvia) o en el día
del signo ce Ehecatl (1 Viento) que está regido por el dios Quetzalcóatl; otras vías son
haber nacido por un defecto físico, adquirido después de su nacimiento o en otras
circunstancias el haber sido ofrecido al agua y este hecho inducia quedar bajo la
protección del dios Xólotl, divinidad de las transformaciones y de los brujos, pues esta
deidad en forma de perro es una advocación de Quetzalcóatl de acuerdo a la mitología
donde desciende en busca de los huesos de las generaciones antiguas para hacer una
masa de huesos y con ello la nueva humanidad, además que no debemos olvidar que
el perro fue siempre el compañero de los difuntos cuando los enterraba pues sería el
guía al cruzar un rio en uno de los nueve niveles del Mictlan. Otras de las deidades que
se les asocia a los brujos es el dios Tezcatlipoca, se dice que el dios de los magos, pues
recordando los relatos donde este dios se disfrazó de un anciano para embriagar a
Quetzalcóatl para que cometiera un acto inmoral teniendo relaciones con su hermana,
con este suceso Quetzalcóatl partió en una balsa de serpientes hacia oriente
prometiendo volver; es por eso que Moctezuma durante la invasión española pensó
como presagio el regreso de Quetzalcóatl.
DESTINO FUNESTO:
Es interesante como adquiere el Tlacatecólotl sus poderes, en el caso de los defectos
corporales es algo innato que lo prepararían para asimilar los poderes funestos que
hubieron de adquirir como un ser “conocedor del reino de los muertos”, “conocedor
de los muertos”, “conocedor del cielo”. Por otra parte perdía sus poderes si él no
seguía su destino al que fue hecho por aquel “llamamiento” por los poderes de la
naturaleza: “Perdía sus facultades si salía de él su tonalli, su destino, la liga con los
podres de los dioses, al abrirse en su cuerpo una comunicación al exterior en el sitio
donde esta liga residía. Sahagún nos dice que el capturado uno de estos malhechores,
se les cortaba los cabellos de la coronilla, con lo que se veía desposeído de su fuerza y
moría poco después”. (López Austin, cuarenta clases de magos, pág. 90).
Al hablar del “hombre-búho” es hablar de las diferentes clases de magos que tiende a
manifestar el Tlacatecólotl como se refiere Alfredo López Austin, por ejemplo el
significado de la palabra nahualli ha tenido diferentes interpretaciones desde su
sentido etimológico, otro ejemplo es el que nos da el fraile Ruiz de Alarcón, pues
considero que el sustantivo de nahualli deriva del verbo nahualtía que tiene el
significado de “esconderse, ocultarse” otro caso de esté análisis proviene de Ángel
María Garibay, y propone que el origen proviene de un mayismo, derivado de la raíz
mayaquiché na, nao, nava, que significa “sabiduría, ciencia, magia”. Al respecto nos
dice López Austin de este gran problema de descifrar el significado de náhual: “La
palabra náhual del náhuatl hablado actualmente en Tlaxcala, significa “gabán, capa”. Si
esta proposición fuese valedero, nahualli significaría “lo que es mi vestidura”, “lo que
es mi ropaje”, “o que tengo en mi superficie, en mi piel o a mi alrededor”. y si esta
palabra es, desde su origen, usada para designar la relación mágica de transformación
de un hombre en otro ser, es lógico que de ello deriven todos los verbos compuestos
con la radical nahual, que les da matices de disimulo, cautela, secreto, malicia, trampa.
(López Austin, 40 clases de magos, pág. 96).
Básicamente el nahualli es el que tiene el poder de transformarse en otro ser, por
ejemplo en el códice carolino hacen mención de los Tecuannahuatin como hombres
que pueden transformase en fieras, menciona este códice a animales como el caimán,
perros, comadrejas, zorrillos, murciélagos, búhos, lechuzas, pavos y por otro lado bolas
de fuego, la serpiente como nahual se le conocía con el nombre de Metlapiccoatl, y en
muchos relatos se cuenta que debe el caminante de matarlo pues no es un animal
ordinario, se trata de un nahualli convertido en serpiente; el fraile fray Juan Bautista
nos dice en sus textos que el brujo puede convertirse en diversos animales dándonos
el ejemplo del tlatoani de Coyohuacan, llamado Tzutzunatzin; como hemos visto la
naturaleza del Tlacatecólotl en su conducta es por un lado perverso y maligno y por
otra parte buenos y nobles y su vida a pesar de poseer poderes sufrían una vida
desdichada y trágica, eran pobres e infelices, hombres viviendo una agonía muy
dolorosa, sin paz y en muchos de los casos terminaban ajusticiados por el `pueblo que
sufrió sus perversidades; aunque en otras circunstancias podían tener la dicha de
tener riquezas protegiendo a los hombres de poder como los tlatoanis beneficiándolos
a cambio de riquezas, o en el mejor de los casos los nahuales tambien ocuparon cargos
importantes en la sociedad prehispánica. Los informantes de Sahagún nos hablan a
continuación de su personalidad: “El nahualli es sabio, consejero, depositario (de
conocimientos), sobrehumano, respetado y reverenciado, no puede ser burlado, no se
le puede hacer daño, no hay levantamiento frente a él. El buen nahualli es depositario
de algo, hay algo de su intimidad; es conservador de las casas, observador. Observa,,
conserva auxilio. A nadie perjudica. El nahualli malvado es poseedor de hechizos,
embrujador de la gente. Hace hechizos, hace girar el corazón de la gente, hace da
vuelta el rostro de la gente, invoca cosas (maleficios) en contra de la gente, hechiza a
la gente, embruja a la gente, obra contra la gente como Tlacatecólotl, se burla de la
gente, turba a la gente”. (Códice florentino, op. cit. vol. X. p.31)
Bibliografía:
- Alfredo López Austin, Cuerpo Humano e Ideología, UNAM, Instituto de
Investigaciones Antropológicas, pág. 369, 2004
-Alfonso Caso, el pueblo del sol, FCE, México, 1978)
-Mircea Eliade, el chamanismos y las técnicas arcaicas del éxtasis, 1986, FCE.)
-Alfredo López Austin, 40 clases de magos, estudios de cultura náhuatl, México, UNAM,
-Códice florentino, op. cit. vol. X

Onorio

La Religión Prehispánica y el espejo de la educación

Un panorama del México Antiguo

Los aztecas, así mal conocidos en el mundo, el pueblo que cometía sacrificios para calmar a
sus dioses, por un lado no sólo los aztecas o mexicas estuvieron asentados en México Antiguo
y durante su reinado seguían existiendo diferentes culturas con sus propias lenguas, pues el
Nahua es una lengua y náhuatl es el que la habla, por otro lado hubo una influencia entre los
grupos, anteriormente habían existido grupos dispersos aun sin grandes artesanías, la cultura
madre se sitúa desde el 1200 al 400 a. C, la Olmeca, desde Tabasco, Veracruz, Guerrero,
Oaxaca y Centro de México llego su influencia, tal vez por el comercio entre ellos, ver la línea
histórica de este trabajo,1 algunos cultos pasaron a otros grupos, la Tolteca 950 a. C, fue un
pueblo náhuatl, el termino toltequidad es lo que se conoce como alta cultura ésta influenciada
por Tula, ya que tolteca significa habitante de Tula pero a ésta la encontramos antes desde el
700 a. c y 1180 d. C, Tula influenció a mayas, tarascos y mexicas.

El mito del Sol y la Luna, sirvió para que Teotihuacán (500 a. C - 750 d. C), rival de Cuicuilco
construyera una ciudad muy planeada a semejanza de sus creencias, pues en ella encontramos
las pirámides dedicadas a los astros la Luna y el Sol, que fundamentan una parte de su
cosmogonía y junto a la calzada de los muertos la pirámides de Quetzalcóatl a la que le
debemos la antropogonía la creación de los humanos parecida a la historia que introdujeron
los Itzaes en 987 d. C, pero el dios es llamado Kukulkán.

1
GONZALES y Gonzales Luis, Viaje por la historia de México”, editorial Clio, Conaculta y INAH, México,
2010.
Usando la Cosmovisión y Antropogonía como justificación los antiguos prehispánicos hacían
sacrificios como los mexicas, a pesar de esto, tuvieron una educación y no es el trívium
(gramática-retórica-dialéctica) y cuadrivium (geometría-aritmética-astronomía-música) que
trajeron los Europa del siglo XVI, cuando los españoles encontraron a los antiguos habitantes
de México fue el primer choque de culturas, que tenían otra forma de pensar totalmente
distinta, los antiguos habitantes del valle, del llamado posclásico ya se instruían en el Calmecac
lo que sería nuestra escuela para gente común y la de los Pipiltin la clase noble, a donde si
están a los que se les reza, ya se les preparaba para que fueran sacerdotes para distintos
dioses.

Después de seguir los Panoa los pasos hasta el Calpuli o casa para saber de la educación, ya
que para Occidente la magia es un saber arrogante, Dios es el amo del tiempo, y no tenemos
tanto para adentrarnos en la función de cada dios ni en tantos mitos basta sólo precisar la
cosmogonía del Quinto sol, existieron dos dioses el masculino Ometecutli y la femenina
Ometecihuatl juntos son Ometeotl dios de la dualidad, quien esta recostado en el ombligo del
mundo, el Omeyocan, de esta pareja nacen los dioses, Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y
Huitzilopochtli. El pensamiento prehispánico creían que varias veces el mundo había existido y
que hubo varias eras que se fueron acabando donde existieron distintos seres hechos cada uno
en su era de diferente material, hasta llegar a la quinta dónde Quetzalcóatl después de pasar la
prueba de Mictlantecuhtli en el inframundo, derrama su sangre sobre los huesos rotos para
crear a los seres humanos por eso es que todos somos distintos.

Así pues explicar la concepción de los dioses prehispánicos, tal vez la analogía o hasta la teoría
de los estereotipos puede ser un trabajo arduo y tal vez sin mucho aporte, pues a veces
difieren mucho las fuentes, lo que si podemos exponer con más argumentos y detalles es la
educación prehispánica de los Nahuas, en cuanto a los informantes de Sahagún, decían que el
sabio era, el mismo escritura y sabiduría un Tlilli tlapalli el mismo es escritura y sabiduría, para
los nahuas un sabio verdadero es cuidadoso como un médico y guarda la tradición.

Yo soy un simple macehual

La vida de un ser común del Valle de Anuhuac, era nacer sumergido en un baño de agua fría,
para resistir: Mi cordón umbilical fue enterrado en algún lugar dónde ahí me espera la muerte
mi destino o mi Tonalli, a cierta edad un nombre después otro uno más distintivo, estudié en el
Calmecac, fui un mamachtique un estudiante, en mi juventud me oculte en el Tepetzalan “el
Valle”, para fumar junto a otros pucíetl con tubos de caña, me volví un guerrero, tuve que
luchar no me quedo de otra, yo no supe de las ciencias que estudiaba el Pilpiltin lo de los
dioses, yo apenas soy alguien que aprendió a soportar con raciones pequeñas, que aprendió el
respeto a los ancianos, a los enfermos y respeto sobre todo a los dioses, aunque nos guie más
la tradición que lo impuesto, me volví un Omacic Oquichtli, un hombre maduro, viví lo
suficiente para ser Tlamatinime un hombre sabio..

Así comenzaría mi vida y la de muchos, cada uno con su propio tonalli ya que todos tenemos
un destino, esto será breve, que tanto sabemos de nuestros dioses o nuestros cosmos
prehispánicos, yo nada más lo que les contare, el universo no es lo que conocemos pues tiene
sus nueve mundos o más según difieren la visión Mexica a la Maya, aunque los mexicas
tuvieron alrededor de 144 dioses distintos, se han contabilizado 66 al sexo masculino, 34 al
femenino, numeroso panteón, aún falta definir a los otros 44, algunos conocidos con otros
nombres en otros relatos como Quetzalcóatl en la creación del quinto sol, parecida a Kukulkan
de los mayas, estos están de acuerdo en sus mitos sobre la cosmogonía del mundo y sobre la
creación de los humanos.

Pero lo que aquí venimos a enseñarles es como se refleja la educación con lo divino.

-Pronto la división de rango dio paso a divisiones de clase, las tareas del gobierno se
especializaron y la nobleza las acaparo. Grito hasta morir en el xochimiqui2, como guerrero
hasta el mundo del sol, mientras me digo en este mundo has venido a sufrir y a perseverar, lo
recuerdo pero esos son pájaros de censontli, los antepasados no son más sabios que los
actuales, o más tontos.

Aunque estos mundos son otros mundos, Señor Ometecutli, Señora Omecihuatl, primera
pareja de la creación, Mictlán lugar de la Oscurida, cuatro mundos a dónde iríamos a habitar.
Ya casi no recordamos las prácticas de los ancianos, hay escribanos, guerreros, artesanos,
mercaderes.

En nuestra escritura pintada, los propios colores hablaban, cantaban o lloraban, tenían su
propia interpretación pero nosotros no somos Tla-teu-matimi, el que sabe cosas de dioses, o
un Ilhuaicac-matini sabio de los cielos, apenas un simple mictlan-matini, un sabio de cosas o tal

2
León Portilla, la educación en los antiguos nahuas, Algunas partes son de Azteca de Gary Jennins,
Virginia U.$.A 1928, periodista infantil y para adultos, también obras lingüísticas, dónde Xochimiqui es
sacrificio.
Nueva historia mínima de México Ilustrado “México Antiguo”, varios autores, editado por el Colegio de
México, en el 2008. La Religión Mexica, de Rafael Tena.
Documental Quetzalcoatl, la potencia del espíritu
Echo de apuntes y garabatos, buscando antiguas exposiciones de compañeros, y recordando las
exposiciones de los códices, así se hizo esto.
vez un Tla-ix-imatini sabio que experimenta las cosas. Tal vez un temachtiani o un
mictlanmatini, un maestro en camino, pero soy un guerrero y a mí me rige el
Tlacahuapahualiztli “el arte de criar y educar a los hombres”, a mí me gusta In Xochitl In
Cuicatll, la flor y canto, tal vez lo que vean en mi es mi In Ixtli In Yollotl, mi rostro y corazón.

No soy más sabio que los antiguos, no hay diferencia social, se fija en lo más elevado del
hombre su persona, su corazón bueno humano y firme (Inqualli Yiollo, in ttlapaccaihi oviani, in,
ollotetl), y si se traslucía que tenía a Dios en su corazón (Teotl yiollo) y que era un sabio en las
cosas divinas, el In Tlateumatini era elegido por un sacerdote, supremo y recibía el título de
Quetzalcóatl símbolo náhuatl del saber y del origen de todo lo bueno que abarca el termino
Toltecayotl, entendida abstracta y colectivamente a la vez; la Toltequidad. Aunque se
distancian las prácticas hegemónicas. Aunque ser un Tlamatinime es una rigurosa formación.
Pero vamos por Tepili por partes.

Breve explicación de la sociedad Prehispánica (exposición)

En el Código Mendocino encontramos lo de la poca ración de alimento para controlar el


apetito, que se acarreaba, agua y leña, los linajes nobles se documentaban en los códices.
Ahora bien los calpullis eran los barrios urbanos que rendían culto a su propio dios patrono,
contribuían con trabajo rotativo, al mantenimiento de su templo y organizaban festividades,
había muchas en todo el año, también era una sociedad que contemplaba constantemente las
estrellas, el códice Florentino dice que se les enseñaba el Tonalpohualli, el libro de los sueños
el Temicamatl y Xiuhamatl libro de los años, el mismo códice Florentino nos dice que no había
exclusivismo de clase en la educación todos iban a la escuela.

-Se era Pilli o Macehualli por nacimiento, un macehual podría ingresar a las filas de la nobleza
volviéndose guerrero, los macehuales eran agricultores, pescadores, artesanos, mineros y
trabajadores de otras especialidades, que pagaban tributo, el que cobraba los tributos era
llamado Tlatoani el jefe supremo con capataces encargados de cobrar la tributación de cada
calpulli, los muchachos estaban obligados a acudir a una especie de escuela en la cual recibían
adiestramiento militar.

En todas las ciudades nahuas del valle de México había división en dos grupos sociales los
nobles o Pipiltin (singular de Pilli) y la gente común o macehualtin singular macehualli, se
regían con pocas leyes para guardarlas en el corazón y la cabeza, aunque se regían más por
costumbre que por leyes. Se decían vive limpiamente y no seas disoluto o los dioses te
cubrirán con infamia contrólate hasta que los dioses arreglen las cosas y conozcas a la que será
tu esposa, no juegues con la mujer de otro hombre.

El Huey Tlatoani era el jefe supremo, un máximo gobernante venerado como un tipo de dios
en la tierra. El Tlatocán era un consejo de nobles, guerreros y gobernantes quienes tomaban
las decisiones importantes, el noble es llamado Pipiltin, usaba ropas y Joyas, un lenguaje noble
cultivado llamado Tepillatolli, sus casas eran más altas, más decoradas, podían tener muchas
esposas también esclavos, algunos estudiaban para ser Sacerdotes o Teopixque, quienes
llevaban los cultos a los dioses, los había para todo tipo y recibían beneficios como tributos, en
esta sociedad existía un tipo doctor llamado, Físico.

Los pillis se dedicaban a tareas de gobierno, de justicia, de organización de la guerra y el culto


religioso, recibían tributos, algunos tenían tierras por su cargo que podían vender o heredar.
Era una sociedad altamente bélica encontramos guerreros de todo tipo, Águila, Jaguar,
Coyotes, tenían privilegios como cortesanas, si alguno llegaba a viejo instruía a jóvenes en las
escuelas.

Los Jóvenes de 15 años ingresaban al Tepochcalli “casa de jóvenes” o al Calmecac, escuela de


tipo superior. En el Calmecac se vigilaba la conducta, era más orientado a al adiestramiento
militar se evitaba que entablaran relación con las mujeres. Los nobles también podían acudir
pero a ellos les esperaba el sacerdocio o el gobierno, el Tepochcalli era más relajado acudían
muchachos y muchachas de la misma condición, se practicaba la danza, se enseñaban cantos
en la casa Cuicacalli, los cantos más intensos tenían que ver con la muerte de personas.

-Los macehuales o macehualtin “los afortunados”, su lenguaje era el macehuallatolli, la forma


de hablar del pueblo, cuando una mujer nacía su ombligo era enterrado en casa, el macehual
no podía usar ropas o joyas de la nobleza, pues aunque pudieran comprarlos, podían ser
penados hasta con el sacrificio, se esperaba que la mujer fuera: modesta, casta, gentil,
trabajadora, humilde, en esta sociedad se les daba un primer nombre a los niños y niñas, para
que los protegiera y a la edad de siete años se le cambiaba a uno más distintivo.

Los macehuales trabajan en los campos, las minas y pagaban tributos. Se enterraba en el
campo de batalla el cordón umbilical de los hombres esperando que al crecer fueran
guerreros, el macehual no podía tener muchas mujeres, se les obligaba a participar en la
guerra, el hombre tenía que ser: Valiente, fuerte, galante, trabajador, honesto, bueno y
humilde con el mundo, a los macehuales se les enseñaba a no mentir, “no escupir flemas”. Los
jóvenes estudiaban para llegar a una buena posición de guerrero para tener un puesto al lado
de la clase noble y poder tener una mejor vida, con ciertos privilegios.
También entre los macehuales existían, los artesanos que no participaban en las obras
públicas y sólo tributaban especie, Los escribas que se encargaban de documentar hechos,
eran bien considerados se les conocía como Tlacuilos dedicados pintar los códices. Los
mercaderes, los pochtecas, tampoco tributaban trabajo ni eran obligados a participar en la
guerra, intercambiaban materiales y alimento con otros pueblos, también sirvieron de espías.

En los Nahuas se pertenecía a un Calpulli de trabajadores, a una tribu de mercaderes o a un


linaje noble, la sociedad era jerárquica pero también corporativa y dado que las ciudades
crecieron vinieron de otros lugares, pero ya les era difícil pertenecer a un grupo, lejos de los
consejos del hermano mayor y de los ancianos, les era imposible regresar a su comunidades,
estos eran los que escapaban de sus casas, los que cometían delitos, mendigos, prostitutas,
ladrones, salteadores, algunos eran ocupados como cargadores del mercado conocido como
los Tememes que viene del Tlama el que carga3.

En esta sociedad morir en sacrificio era un privilegio, pero ¿qué hay detrás de esto?, el
sacrificio tenía un significado religioso, aunque algunas jornadas de sacrificio tenían el objeto
de exhibir la fuerza militar de la Triple Alianza. Se cuenta que bebés fueron arrojados a los
remolinos, en la adoración a Tláloc dios de la lluvia, lo que quiere decir que tal vez hubo
sequía, se cuenta también que alguna vez se decapitó a una anciana y un guerrero corrió por
los cuatro puntos cardinales, algo más documentado es que en el reinado de Ahuitzotl,
durante cuatro días y cuatro noches, enemigos hicieron filas para ser sacrificados, ya que la
muerte era una constante en Tenochtitlan la ciudad prefería hundirse en la catarsis de las
diversiones públicas, no se usaban los animales de carga, se cree que conocían la rueda pero
no con fin de transporte, se capturaban esclavos en las batallas para los trabajos más pesados
y para los sacrificios, no obstante estos podían comprar su libertad.

Los sabios Tlamatinime

En esta sociedad como vimos el macehual gente humilde podía convertirse en guerrero para
llegar a un puesto junto a la clase noble, un salto social, los guerreros que llegaban a viejos
eran quienes tenían que enseñar, conocidos como los Tlamatinime “hombres sabios”.

La meta en la sociedad náhuatl era hacer personas de buen corazón in qualli iyollo, pues no
sólo criaban en lo biológico, sino enseñaban y amonestaban, el principio era ser un espejo para
que puedan conocer los principios de los dioses se enseñaban el culto a Ometeotl, el

3
Para información, https://arbolio.wordpress.com/tag/pipiltin/
autocontrol lo que se priva, el tlamatitinime forjaba rostros ajenos, educaba la personalidad,
enseñaba a hablar y expresarse, dando sabiduría a los rostros y firmeza a los corazones, era
como un filósofo náhuatl, creador de moldes culturales que deben trasmitirse y consolidarse
para formar un hombre maduro con un corazón firme como la piedra, un rostro sabio dueño
de una cara y corazón hábil y comprensivo, se les educaba a saludar, reverencias, versos y
cantos también astrología indígena. Esta sociedad castigaba a los soberbios, borrachos o
amancebados

Los tlamatinime los maestros evitaron hasta donde pudieron la quema de todos los códices,
pues otros pensaron y organizaron la existencia humana, pues en esta sociedad también
existían la gente que podía hacer perder el rostro.

Espero que este trabajo no sólo sea para La diosa Tlazoléotl, la que come suciedad.

Para terminar unos versos de

IN XÓCHITL IN CUÍCATL (Flor y Canto)

Quin oc zan tlamatia noyolo:

Niccaqui in cuicatl,

Niquita in xochitl,

¡Maca in cuetlahuia!

-Ahora lo sabe mi corazón:

Escucho un canto, contemplo una flor.

¡Ojalá jamás se marchite!

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