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La buena suerte (Francisco Rodríguez)

¿Existe la buena suerte? Ese algo mágico que cambia los


destinos. Recuerdo aquel día que solo contaba con tres dólares
en mi bolsillo. Tenía que empezar a trabajar y para no hacerlo
con el estómago vacío entré a un lugar de venta de donas. Con
mis tres dólares ajustaba para una dona y un chocolate
caliente.
En el lugar vendían boletos de lotería. Sentí una corazonada.
Como si la mano tibia de la suerte tocara mi alma. El llamado
del destino, el ahora o nunca. La suerte no siempre sonríe. No
pedí el chocolate caliente; pedí a la dependienta un boletito
para raspar de tres dólares.
Ese día…me fui a trabajar con el estómago vacío.

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