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LAS INSTRUCCIONES FINALES DE JESÚS

La Promesa
Los primeros dos versículos de Hechos son suficientes para que Lucas
haga la primera de 55 referencias al Espíritu Santo. La obra del Espíritu
es uno de los temas más sobresalientes de Lucas- Hechos y para la
edificación de la fe.
La fe bíblica es una relación de confianza en Dios. Está confianza no
está basada en una colección de ideas, sin filosofía, especulación,
intuición, experiencias espirituales subjetivas, o mentales. La fe bíblica
está basada en la evidencia de que Dios ha sido fiel en el pasado y a
través de toda la historia. Por lo tanto está basada en las
intervenciones de Dios en la historia, que lo revelan como el Dios
benevolente, confiable, fiel, que cumple su pacto. En Éxodo Dios le
decía a los israelitas que podían confiar en que Él iba a librarlos, todo lo
que tenían que hacer era mirar el pasado y ver que Diol había sido fiel.
La idea es la misma en el Nuevo Testamento. Este tipo de fe, basada
en la historia y movida por contenido, es la que Lucas está tratando de
comunicar a Teófilo, "Para que conozcas bien la verdad de las cosas
en las cuales ha sido instruido" (Lucas 1:4).
Esta era la base del discipulado en el primer siglo. Por ejemplo, Pablo
constantemente recuerda a sus discípulos la importancia de aferrarse a
la doctrina autoritativa que se les había transmitido (1 Corintios 2 :5 ).
La iglesia de hoy necesita volver a la versión Lucana del discipulado de
primer siglo, basado en contenido, y alejarse del discipulado basado
en eventos de crisis y sentimientos.

Según Hechos 1:3 después de su resurrección Jesús se apareció a los


Apóstoles y a otros creyentes durante 40 días y se presentó vivo con
muchas pruebas indubitables. Contando a partir de la Pascua cuando
Jesús murió y agregando los tres días en la tumba a esos 40 días
mencionados en el texto nos lleva a la puerta de la siguiente fiesta
principal del judaísmo Esta es la fiesta llamada Shavout en hebreo, que
significa “semanas”, y se refiere a las 7 semanas o sea 49 días que van
o que siguen a la Pascua; en tiempos helénicos 49 se redondeaba a
50; el griego para 50 es pentèkostos que se translitera Pentecostés
como lo conocemos hoy.

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Los acontecimientos de Hechos 1 por tanto ocurrieron dentro de poco
más de una semana a fines del período de sus 40 días y “estando
juntos le mandó que no se fueran de Jerusalén sino que esperarán la
promesa del padre la cual dijo oísteis de mí” (Hechos 1:4). “La
promesa”, es una manera abreviada de referirse a La promesa del
Espíritu Santo. Esto es evidente en el versículo 5, así como el paralelo
en Lucas 24:49, se refiere a la promesa en la cual serán investidos de
poder desde lo alto.
Jesús había hablado con frecuencia del Espíritu Santo, a los
pentecostales se nos acusa de enfatizar al Espíritu Santo por encima
del Hijo. Sin embargo, hacemos bien al prestar atención a las
enseñanzas de Jesús sobre el papel del Espíritu Santo: “todo lo que
oyere... Él me glorificará; y os lo hará saber” (Juan 16 13- 14). El papel
del Espíritu es exaltar al Hijo y recordarnos sus palabras.
En Hechos 1:5, Jesús continúa "porque Juan ciertamente bautizó con
agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días". El uso de la voz pasiva es evidentemente una referencia
a la actividad divina, ya que en la literatura rabínica y en el Nuevo
Testamento, los escritores a menudo utilizan la voz pasiva para evitar
referencias directas a Dios. Lucas 24: 49 usa una circunlocución
diferente, "desde lo alto", para referirse al origen del poder con el cual
iban a ser investidos.
En el pasaje de Hechos, Jesús no hace referencia al resto del mensaje
de Juan el Bautista, "y con fuego" porque Jesús se estaba dirigiendo a
los creyentes (Horton 2001, 37, nota 25 ). En este punto, los discípulos
habían sido enseñados por Jesús, lo habían aceptado como Señor
(Lucas 9: 20), habían sido lavados con su palabra (Juan 15: 3), habían
compartido la cena administrada por Jesús (Lucas 22: 19-20), se sopló
sobre ellos para recibir el Espíritu Santo (Juan 20: 22), y se habían
constituido en una comunidad (Hechos 1:6). Horton Comenta
correctamente:
“ La iglesia tuvo su comienzo en el evangelio. El evangelio de Lucas
finaliza con un grupo de creyentes convencidos. Jesús les " abrió el
entendimiento, para que comprendiesen en las escrituras" (Lucas 24 :
45). Ya no era más un grupo de discípulos fáciles de esparcir, sino un
grupo comisionado: Unido, Adorando y aguardando para ser "investidos
de poder desde lo alto" (Lucas 24:49). En otras palabras, ya eran la

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iglesia. Cómo Hebreos 9:15-17, lo pone en claro, la muerte de Cristo y
el derramamiento de su sangre pusieron en vigencia el “nuevo pacto”.
(2001, 32).

Tal como lo hizo en su ministerio temprano, la enseñanza de Jesucristo


después de su resurrección se centró en el reino de Dios (Bruce 1988,
31-32). Debido a que los discípulos estaban probablemente percibiendo
que el tiempo de Jesús con ellos estaba llegando a su final, ellos
naturalmente se preguntaron si verían la implementación completa de
todos los detalles de sus enseñanzas acerca del reino: "Señor,
¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?" (1:6). En sus mentes,
con el sufrimiento de Jesús completo, el pecado expiado, y la muerte
conquistada, ¿qué mejor tiempo que esté para comenzar a instituir los
aspectos físicos del reino? La pregunta hecha por estos discípulos
judíos refleja el tipo de orientación nacionalista, etnocéntrica, aquí y
ahora, típica del ambiente de Palestina en el primer siglo. Los creyentes
hoy en día entienden el reino a la luz del énfasis del nuevo testamento
en el terreno espiritual, pero los judíos palestinos del primer siglo
tomaron el punto de vista contrario. Para ellos, la venida del Reino de
Dios implicaba a un Mesías conquistador, a una exaltación de los
judíos, y aún regreso a la edad dorada de David y Salomón.
Con esto en mente, ¿porque describiría Lucas a los discípulos, los
líderes de la iglesia, en tal actitud, que es negativa y de mente
estrecha? su pregunta no representa la visión del mundo que Lucas
tenía, ni su propia elección de palabras. Para incluir esta declaración
en su registro, Lucas tuvo que poner de lado varios temas de su
propia agenda y propósito. Esta es la primera evidencia de qué Lucas
es el tipo de historiador que estaba más interesado en reportar
correctamente lo que en verdad se dijo, en vez de torcer el registro en
favor de su propia agenda.
Noté que la respuesta de Jesús a la pregunta no se dirigió a la esfera
étnica del reino, sino a su itinerario. "Y les dijo: no os toca a vosotros
saber los tiempos o las ocasiones, qué el padre puso en su sola
potestad" ( V. 7). Los discípulos necesitan saber que su
responsabilidad Inmediata no era conocer los acontecimientos del futuro
sino la obediencia, sumisión a la investidura otorgada por Dios, y el

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testificar (1: 7-8). Era el turno de ellos, deberían continuar la tarea que
Jesús comenzó, en El poder del Espíritu (Horton 2001, 35).
La frase "los tiempos o las sazones " se refiere al período general del
retorno de Jesús (Danker 200, 1092). Por lo tanto, Aunque muy
debatido, la prohibición de Jesús en cuanto a establecer fechas se
refiere no solo al día y hora específicos de su retorno, sino también al
marco general de tiempo. Muchos sostienen que es posible saber, y
ciertamente Dios quiere que sepamos, el marco de tiempo general (la
llegada del milenio, fiesta de las trompetas, etcétera). Tal argumento
suscita una búsqueda frenética y metodológicamente deficiente por
cualquier cosa que pueda llamarse indicio en la Biblia, en cuanto a la
fecha en que comenzará el reino visible de Jesucristo. Cuando se
refiera al retorno de Cristo, el énfasis de las escrituras es siempre en la
necesidad de que el creyente esté preparado, jamás en la necesidad
de que conozca cuándo ocurrirá el acontecimiento.
En realidad, Mateo 24: 36 y Marcos 13: 32 Indican que ni aún Jesús
conoce el tiempo exacto de su regreso y la institución del reino
mesiánico en toda su plenitud. Tales pasajes promueven el interesante
tema teológico de la “limitación divina”. El período exacto del retorno de
Cristo y la institución del reino mesiánico en toda su plenitud no es
conocido por Jesus en este punto. Antes de su glorificación
(comenzando con la Ascensión), Jesús no era omnisciente ( conoce
todo). Ni durante el período de su Encarnación fue omnipresente (estar
en todo lugar al mismo tiempo). En un cuerpo humano, Jesús podía
estar solo en un lugar a la vez. También es posible que en este punto
durante su ministerio de Encarnación, Él no fuera omnipotente (tener
todo poder y autoridad). Estás limitaciones temporales y voluntarias
puede ser lo que Pablo se refería en Filipenses 2: 6-7, "el cual siendo
en forma de Dios... se despojó a sí mismo… semejante a los hombres".
Esto en nada rebaja la deidad de Jesús. De hecho, Él es "Dios" (Juan
1: 1), Emmanuel ("Dios con nosotros, " Mateo 1: 23 ). No obstante,
Dios puede y está dispuesto a limitarse a sí mismo cuándo conviene a
su plan en conjunto. Dios a veces está dispuesto a "encerrarse en una
caja". Nosotros como arminianos creemos que Dios limita su soberanía
sobre todas las cosas a fin de dar a cada hombre, mujer y niño la
libertad de escoger el seguir a Cristo o no. L 6a idea de Jesús en su
cuerpo encarnado escogiendo limitarse a sí mismo, en vista del plan

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global de Dios, encaja bien con el libre albedrío, y de hecho apoya esta
posición

El papel del testimonio

Hechos 1: 8 es una comisión, donde el autor reitera la declaración


hecha en Lucas 24: 49. El énfasis en esta comisión está en el Espíritu
Santo como agente de la investidura de poder para el servicio. así
como Jesús inició su ministerio con una experiencia de investidura de
poder de parte del Espíritu Santo (Lucas 4:1, 14) y luego tomó la
responsabilidad testificar al Israel del pacto punto después de haber
sido investidos en forma similar, los discípulos tomaron la
responsabilidad del testimonio continúa de Jesús (Bruce 1988, 36).
La palabra griega para “poder” es dunamis, en su contexto
simplemente se refiere al poder majestuoso de Dios. En este pasaje se
usa por primera vez la frase "venir sobre" para describir la visitación del
Espíritu a los creyentes, de manera similar a como es usado en la
septuaginta para referirse a otro derramamientos del Espíritu Santo.
El término "testigos" es importante para Lucas, y se convierte en el
elemento central del mensaje de Hechos. Esta palabra se usa 29 veces
en Hechos. Parece ser un término legal que se tomó prestado del
Antiguo Testamento y quizá más directamente del judaísmo del primer
siglo, y se refiere a “una clase especial de individuos a los que se les
permite dar testimonio a fin de establecer acontecimientos, debido a
que tienen nocion de primera mano acerca del asunto".
En hechos 1:8, Lucas da un perfil completo completo del libro: "me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la Tierra." Él seguirá este principio organizacional del
movimiento geográfico de principio a fin en el libro:
● Lucas da prioridad a Jerusalén como el centro del judaísmo,
reforzando su plan de resaltar la continuidad que existía entre el
cristianismo y la religión madre.
● Toda Judea, la segunda fase de la misión, es la propagación en
la región donde se encuentra Jerusalén.
● Samaria, la tercera fase de la misión, se sitúa justo al norte de
Judea. Esta región estaba habitada por personas de raza y
religión mixta (2a Reyes 17:24) y también por judíos que

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regresaron del cautiverio, históricamente estos grupos étnicos
tuvieron un enfrentamiento religioso.
● “Hasta lo último de la tierra", la cuarta y final fase de la misión
vislumbrada por Jesús y que forma parte del puente literario de
Lucas 24 :47, era un término usado en aquellos días para
referencia los lugares más remotos del Imperio Romano, pero
también en Hechos 2:5 Lucas lo usa para referirse claramente a la
esfera fuera del Imperio Romano. Por lo tanto no es preciso
concluir lo que Lucas se proponía, parece que Jesús estaba
diciendo que el evangelio se propagaría desde un lugar cercano
hacia regiones muy lejanas.

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