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La leyenda

Tanto en mito como la leyenda forman parte de la tradición oral de los pueblos. Se trata de narraciones
que sirven para contar o explicar determinados episodios de generación en generación, por lo que su valor
cultural siempre es destacado.
La leyenda es un relato folclórico creado con elementos de ficción que puede tener base en algún
suceso histórico, pero que con el paso de los años ha sido enriquecido con características fantasiosas.
Suele servir para explicar algún acontecimiento histórico o propio de una comunidad.

Características de las leyendas


 Tiene su origen en la tradición oral.
 Se transmite de generación en generación.
 Se centra en un personaje principal.
 Se sitúa en un tiempo y lugar específico.
 Se basa en hechos naturales o sobrenaturales.
 Parte de un hecho o suceso histórico concreto.
 Incluye elementos de la realidad y elementos fantásticos.
 Intenta dar una explicación a un fenómeno.
 Puede ser tomada como una narración verídica.
 Se transforma a través del tiempo y puede tener varias versiones.
 Forma parte de la cultura de los diferentes pueblos.
 Algunas de ellas transmiten ideas o valores.

Tipos de leyendas
Según la temática:
 Leyendas religiosas. Relatan la vida de santos y de grandes personajes justicieros.
 Leyendas escatológicas. Relatan historias que hacen referencia a la vida después de la muerte.
 Leyendas etológicas. Explican cómo fueron creados los distintos elementos que componen
la naturaleza, son frecuentes en la cultura indígena.
Según su origen:
 Leyendas locales. Son relatos autóctonos propios de una región o provincia.
 Leyendas rurales. Son historias que se desarrollan y se transmiten en el campo.
 Leyendas urbanas. Son historias que se conocen en la actualidad y tienen vigencia.

Elementos de una leyenda


 Contexto. Se narra en un tiempo y espacio determinado.
 Trama. Tiene un argumento y es una narración con una introducción, un nudo y un desenlace o
moraleja.
 Narrador. Relata en tercera persona toda la acción.
 Personajes. Suele estar protagonizada por un personaje principal, humano o no, y tiene pocos
personajes secundarios.
Anahí. Flor de ceibo
Dicen que no fue agraciada por la belleza. Era la más fea de todas, pero tenía una maravillosa voz y
cantaba con tanta dulzura que encantaba a todos cuando modulaba las melodías de su tribu. Era noble de
corazón y de manera afables. Su espigada estampa era signo de vigor, audacia y valentía, cualidades que
demostraría muy pronto. No tenía hermosas facciones, pero sí belleza de alma y un coraje solidario que
ennoblecía su persona,
Un día, sobrevino un ataque al táva (pueblo) de su grupo. Sin titubear, la joven Anahí, se sumó a los
guerreros de su tribu para defender el hogar y la comunidad. Lo hizo con increíble bravura. En medio del
combate, se le veía altiva y decidida. Los españoles, enviando a guerreros guaikuru por delante, venían a
llevar cautivos para sus servicios. La bravura de la muchacha despertó enseguida la admiración de todos,
defensores y atacantes. En denodada lucha demostró las ansias de libertad de su estirpe. Pero la
ferocidad de los guaikuru y el tronar de arcabuses, consiguieron reducir a los defensores. A Anahí, la
tomaron prisionera y fue llevada atada, por el temor que inspiraba su irreductible decisión de luchar. La
pequeña muchacha de la hermosa y dulce voz, resultó ser una admirable guerrera.
Anahí, la más fea de su tribu, fue encerrada con centinela. Triste y sola, no perdió su apostura. Por
momentos cantaba con su invencible y melodiosa voz. Era tan cautivante su dulce voz, que el propio
centinela quedó a su vez preso de sus canciones. No faltó el momento del descuido. Anahí, le asestó un
arcabuces sorpresivo y violento golpe con un trozo de palo que pudo tomar. Dándole en la nuca, con todas
sus fuerzas, dejó tendido al cuidador y salió prestamente, en frenética huida del lugar.
Ya había ganado el bosque cuando la alcanzaron. Nuevamente fue capturada y condenada a morir en la
hoguera. Los españoles alentaron y permitieron el sacrificio para complacer a sus furiosos aliados
guaikuru, y para dar un castigo ejemplar a quienes querían escapar al yugo del vasallaje. Además, creían
que Anahí podría tener poderes ocultos de hechicera o bruja.
Esa noche, cuando la luna llena alumbraba con todo su vigor, el pequeño cuerpo de la abnegada y
decidida muchacha, fue atada a un poste a orillas del río. Enseguida trajeron montones de leñas que
fueron apiladas alrededor de la prisionera. Una danza ritual de los guaikuru, acompañó la ceremonia y dio
comienzo a la inmolación de Anahí. Un denso humo negro cubrió la escena de la quema en vida de la
infortunada víctima. No se escuchó ningún grito desesperado, ni llantos. Solamente una quejumbre que
más bien parecía un murmullo de amenazas, un sordo canto fúnebre.
Seguramente tenía conciencia que su sacrificio era el símbolo de la defensa de la heredad y las ansias de
libertad de su pueblo. Ofrendó su vida con serenidad y coraje. La India más fea de la tribu, pero que
poseía la más dulce voz que habían escuchado sus hermanos, fue quemada viva, en la hoguera.
Una vez que ardieron los leños, el negro humo fue disipándose. Al llegar los resplandores del alba, cuando
las llamas habían consumido el cuerpo sacrificado en un holocausto de venganza sin piedad, quienes
martirizaron a la pequeña y valiente guerrera, vieron con asombro que sobre las cenizas que dejaron las
lenguas de fuego, algo se agitaba. La luz de la madrugada mostró que, en el lugar del tronco que había
servido para atar a la joven de dulce voz, estaba erguido un árbol cuya rugosa corteza formaba unos
canales que parecían llamas danzando. En sus verdes ramas, lucían ramilletes de rojas flores. Eran como
si la sangre de Anahí estuviera manando en gotas vegetales. El Ceibo, representa el alma indomable y
altiva de una estirpe que no quiere morir. Su presencia, muchas veces solitaria en los montes, recuerda a
quienes supieron morir por su libertad. Es un árbol rústico, casi hosco, cuya flor, por el indomable espíritu
de Anahí, no puede llevarse sobre el pecho. La voz dulce de la indiecita fea, anida en ella.
Afortunadamente, la poesía y la música, se juntaron en una hermosa canción sentimental que con acierto
perpetúa la leyenda de Anahí, dándole la merecida trascendencia. Parte de la letra dice: "Defendiendo
altiva tu indómita raza fuiste prisionera. Anahí, indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí".

Del libro "Mitos y leyendas guaraníes" de Gírala Yampey (Edición del autor;2003; Asunción, Paraguay)

Actividad
Leer el texto y la leyenda de Anahí y contestar (no buscar las respuestas en internet):
1. ¿Qué es una leyenda?¿En qué se diferencia del mito?
2. ¿Qué características tiene la leyenda?
3. ¿Qué tipo de leyendas existen?
4. ¿Quién era Anahí? ¿En qué tiempo y lugar sucede este relato?
5. Investigar y transcribir en la carpeta una leyenda urbana y una leyenda rural.

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