Está en la página 1de 2

La providencia y la oración Ciclo B – Cuaresma – Jueves I

- 25 de febrero de 2021

La Providencia y nuestra oración


La Providencia es como una extensión de la Sabiduría Divina, dice el P. Garrigou Lagrange 1, que
“abarca fuertemente de un cabo al otro todas las cosas y las ordena todas con suavidad” dice el libro
de la Sabiduría (8,1;14,3). Ese ordenar con suavidad las cosas hacia su propio fin, es en lo que
consiste el Plan Providencial de Dios. Pero dice el hombre, si Dios ya lo sabe todo y no cambia
nunca, ¿para qué sirven nuestras oraciones? ¿Para que seguimos rogando día y noche si al final
pasará lo que tenga que pasar? “Nuestra oración no tiene sentido”. Pero dice el evangelio “Pedid y se
os dará”. ”Todo el que pide recibe”. Por lo tanto, tenemos que estar seguros que la causa y el fin de
nuestra oración es Dios mismo.

1° Porque la Providencia de Dios es el fundamento de nuestra oración

- “Para que crezcan mieses materiales, Dios ha dispuesto semillas materiales; para las mieses
espirituales, semillas espirituales, de las cuales una es la oración”, dice el P. Garrigou
Lagrange.
- La Providencia Divina, desde la eternidad ha querido que la oración sea la causa de un efecto
espiritual importantísimo: obtener los dones divinos necesarios para la salvación.
- Por lo tanto, el que Dios no cambie, más que un obstáculo para nuestra oración, es el
fundamento de su eficacia.

2°La oración rinde culto a la Providencia

- “La oración es el acto por el cual constantemente reconocemos estar dependientes del
gobierno de Dios”.
- “Nada tenemos que no lo hayamos recibido” (1 Cor 4,7). El don más grande que hemos
recibido de Dios es el Espíritu Santo, y con Él, la gracia necesaria para la salvación.
- Dios sabe qué necesitamos, pero quiere que se lo pidamos. Nos lleva a pedirle “Señor, dame
de esa agua”, como la Samaritana; o rogarle con insistencia las migajas de pan como la
Cananea.
- “Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?...Pues si vosotros, aun
siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en
los cielos dará cosas buenas a los que le piden!”

3° La oración coopera con el Gobierno Divino

- Porque el que ora, quiere en el tiempo, lo que Dios quiere desde la eternidad.
- El que ora con humildad, confianza y perseverancia, pidiendo los bienes necesarios para la
salvación, colabora con el gobierno divino. Es decir, con el Plan Providencial llevado a la
práctica.
- Ese pecador por quien tanto rezamos y se convierte, es Dios quien lo hace. Ese religioso
atribulado por quien hemos rogado luz y fortaleza, es Dios quien se la da.
- Dios tenía pensado desde la eternidad, no producir el fruto de salvación sino con el concurso
de nuestra intercesión. Tres consecuencias:

1
La Providencia y la Confianza en Dios.

1
La providencia y la oración Ciclo B – Cuaresma – Jueves I
- 25 de febrero de 2021

1. Mientras más conforme sea nuestra oración con las intenciones de Dios, más
colaboramos con el gobierno divino. Contemplemos el Padre Nuestro.
2. Nuestra oración será más pura y eficaz si la hacemos en nombre de Cristo.
3. La oración es más eficaz que el dinero y los científicos. Consigue lo que solo Dios
puede dar: la gracia de la contrición, de la caridad y de la vida eterna, que es el fin del
gobierno divino.

Es particularmente actual recordar estas verdades hoy, que parece haber un desorden general. Nos
deben servir para pensar que “no estamos solamente bajo el gobierno imprudente de los hombres,
sino bajo el gobierno infinitamente sabio de Dios, que no permite el mal sino con miras a un bien
superior, y que quiere que cooperemos a ese bien por medio de una oración cada día más sincera,
más profunda, más humilde y confiada, más perseverante, por medio de la oración unida a la
acción.”

Si nuestra pobre intercesión es parte del plan de Dios para otorgarnos bienes necesarios para nuestra
salvación, cuánto más amable será la intercesión de nuestra Madre del Cielo. Que ella, Omnipotencia
Suplicante, nos permita redoblar nuestra confianza en la oración, para alcanzar las gracias que Dios
tiene preparadas y enseñorear todo para Cristo.

También podría gustarte